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SALUD PARA TODOS Sexo digital: ¿estamos preparados? Por Dr. Santiago Cedrés

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OCTUBRE 2021 • Pág 44 # 36 •

Sexo digital: ¿estamos preparados?

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“Sexualidad en un mundo digital” fue el lema del Día de la Salud Sexual en este año, celebrado internacionalmente cada 4 de setiembre. El sexo digital se veía venir y la situación de pandemia determinó su llegada: desde entonces, el mundo se ha convertido en un espacio que puede ser vivido, no solo en forma presencial, sino también digital.

Por Dr. Santiago Cedrés, sexólogo clínico. Presidente de la Academia Internacional de Sexología Médica

Lo virtual es un escenario alternativo, posible, donde suceden todo tipo de actividades. Y la sexualidad es una de las tantas. Tal realidad impone otra forma de acercamiento, otros códigos que necesariamente exigen nuevos contratos. ¿Qué sucede con la privacidad, la confidencialidad, la consensualidad y el consentimiento, en una era donde lo íntimo y lo masivo están delimitados por un clic de distancia? ¿El “ciberbulling” o “pornovenganza” tiene que ver con lo que la tecnología posibilita o el uso que se hace de ella? El encierro al que nos obligó la pandemia hizo de la vida digital un lugar de encuentro cotidiano. Los dispositivos se convirtieron en una puerta de entrada a otros mundos, algunos

conocidos, otros novedosos, prohibidos y clandestinos. El tiempo de ocio muchas veces nos llevó a despertar la curiosidad, sumado a que internet es un espacio donde el ser humano se entrega de forma pasiva, en el sentido de que la web ofrece posibilidades que no son buscadas, páginas que se abren, ventanas emergentes y el sexo está a la orden. Porque no se abre la posibilidad de una buena lectura, sino de contenidos visuales donde el cuerpo humano es un gran activador sensorial. Cuando se habla de sexo digital se hace referencia a sexo y no a afectos. Es el uso de la tecnología entre personas, o entre una persona con un personaje virtual con el objetivo de la estimulación erótica. En general, los consumidores buscan un encuentro ya no entre cuerpos que se tocan, que se huelan y se saborean, sino entre cuerpos que se muestran y se observan, solo el sentido de la vista me da información del otro. Y luego del orgasmo se termina la magia y muchas veces no hay despedida, se cierra la app o la ventana y ya se está en la intimidad del hogar. No se construye una trama entre los cibernautas sexuales y eso hace a que la experiencia sea sobre todo sexual y que la afectividad no tenga lugar. En la práctica sexual digital cada uno es tocado por sí mismo, en la intimidad del hogar. No obstante, si bien parece muy cuidada,puede ser muy arriesgada. Desde la llegada del sexo digital aparecieron otros riesgos al que el consumidor se expone, ya que las imágenes pueden ser grabadas y luego utilizarse con fines maliciosos. Esto lleva a extremar cuidados en relación a la identidad, qué muestro y qué no, hasta dónde me expongo y dónde está el límite del cuidado. Hay muchas formas de sexo digital: videollamadas, sexting, chat erótico, uso de pornografía. También existen aplicaciones como Tinder y Happnquepropicianencuentrossexuales.Nadadeestoesmalo,lomalo es el uso que se le puede llegar a dar. Y, desde esta perspectiva, nos referimos a la importancia de la salud sexual. La Academia Internacional de Sexología Médica dice que, si la sexualidadenInternethaadquiridotal protagonismo, necesariamente tenemosquetomarencuentaelementos como la privacidad, la confidencialidad y el consentimiento. De lo contrario puede ocurrir el ciberbulling, el hostigamiento online, el ciber acoso, la manipulación de contenido, la viralización de imágenes íntimas, la descontextualización, la exposiciónylosdañosalaidentidad digital. Todo esto sucede desde que está la sexualidad virtual y hay que enmarcarlo necesariamente dentro de los derechos sexuales. ¿Qué sucede con la intimidad? En la Academia Internacional de Sexología Médica, cuando investigamos la sexualidad en cuarentena, la gran novedad fue que la conducta sexual más frecuente fue la masturbación a través de un dispositivo digital. Esto lleva a hablar de la llegada de una sexualidad virtual, e invita a ser muy conscientes de la diferencia entre el espaciopúblicoyelprivado,quecon la era digital puede quedar confuso, ya que desde la intimidad de una habitación se puede estar actuando en el espacio público. Desde la academia estamos determinando pautas de ejercicio sexual saludable en materia digital. Pero por sobre todo incentivando a actuar desde la concienciadeello,yaquesetratadeuna modalidad nueva y no conocemos sus alcances. Por otro lado, ¿qué suceden con las disfunciones sexuales? El acceso inmediato a la pornografía favorece la pornofilia,quesetratadelaadicción al porno y la preferencia del porno al sexo con un otro. Esto es generado tanto por la alta captura atencional del material pornográfico, como por la variedad de escenas a las que se tiene acceso. Luego, el pornofílico en los encuentros cuerpo a cuerpo no logra el nivel de excitación, ya que los estímulos son otros y su respuesta sexual quedó condicionada a otro tipo de activadores sexuales –propios del encuentro digital. Esta situación se está viendo con mayor frecuenciaenlaconsultasexológica. En estos casos, hablamos de un problema, dado que las funciones de la sexualidad no están siendo llevadas a cabo. La masturbación es sana cuandoentreotrascosasayudaacomunicarnos, a expresarnos. Cuando esexclusivamenteunaformadedescarga restringimos el potencial de la actividad sexual, que no es malo, sino que, de configurarse la única forma de respuesta sexual, empobrece la sexualidad. La realidad digital nos enfrenta a otras formas de relacionamiento. Cuando conocemos a un otro en nuestro lugar de trabajo, de estudio o en el club, lo hacemos en un lugar social, donde cada cual se muestra en relación a un contexto. A su vez, la mirada de los otros también in-

“No se construye una trama entre los cibernautas sexuales y eso hace a que la experiencia sea sobre todo sexual y que la afectividad no tenga lugar”.

OCTUBRE 2021 • Pág 46 # 36 • fluye en nuestra percepción de esa otra persona. ¿Qué sucede cuando nos hacemos amigos por internet? Esmuyfrecuentequelaredsepreste para crear falsas identidades. Cada uno puede ser quien quiere porque solo expone el relato, muestra una partemuyfragmentadadesíalaque la colorea con sus fantasías. Es el lugar ideal para quien quiera engañar a otros. Por eso, es importante saber que un amigo por internet, siempre es un desconocido, ya que para conocer realmente, tenemos que interactuar a través de la vivencia y la presencia, y no solo del relato que nos hacen. La confianza se va generando a partir de ir conociendo al otro a través de diferentes formas en las que se muestra, donde el relato es solo una de ellas. Si bien no podemos decir que estas situaciones son las únicas que suceden, sí se puede “En general, los consumidores buscan un encuentro ya no entre cuerpos que se tocan, sino entre cuerpos que se muestran y se observan. Solo el sentido de la vista me da información del otro”.

afirmar que es el lugar ideal para quienquiereocultarse.Aquellosque nonecesitancrearunaidentidadfalsa, no tienen mayores problemas con su identidad y en general prefieren socializar. Laeradigitalesunasolucióncuando la pareja debe alejarse, ya sea por la pandemia o por un viaje. El espacio virtual es el escenario ideal para los encuentros, donde la sexualidad también llega a manifestarse. En estas instancias no se trata de desconocidos, pudiendo enriquecer la vida sexual de la pareja. No obstante, es importante cuidar algunos aspectos como ser las imágenes que se graban, pues el dispositivo puede extraviarse y perder el control de dichosregistros.Latecnologíaimplica un avance, pero siempre es importante el uso que se le dé, siendo la educación y el respeto valores fundamentales. El cuidado debe ser de cada uno, pero mirando al otro también. Esto es fundamental y, como profesionales de la salud sexual, debemos fomentar dichos valores que en definitiva tienen que ver con promover la salud sexual y los derechos sexuales. Recordemos que gozar de salud sexual aumenta la calidad de vida.

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