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La historia juzgará su actuar Las desmoralizantes e insólitas imágenes de personas quebrando ventanas, violando la seguridad e invadiendo el Capitolio Federal el pasado mes de enero, provocaron indignación en una nación poco acostumbrado a este tipo de acciones. Decenas de personas irrumpieron en la sede del Congreso mientras los legisladores certificaban el resultado de las elecciones presidenciales. ¿Qué paso?, ¿Donald Trump será encontrado culpable en su segundo juicio político? Las escenas que vimos de cierta forma son cosas que solemos ver en otros países, la crisis política y pleitos entre nuestros “líderes”, no se habían visto en Estados Unidos. ¡No! Nada de esto ha sucedido en las últimas décadas. ¿Por qué tenemos que vivir esto? ¡Sorpresa! fue la reacción de muchos, pero la verdad es que quienes siguen la actividad política del país y las coberturas de las cadenas de televisión, así como informes en internet de los grupos extremistas (liberales y conservadores), notaron e identificaron las inquietantes señales mucho antes, y que con el pasar del tiempo, para ellos eran cada vez más evidentes. Retrocedamos el tiempo y recordemos las constantes confrontaciones entre el presidente Trump y la presidente de la Cámara de Representantes; Nancy Pelosi. Desde antes que Donald Trump llegara a la Casa Blanca, ya se vivía y se sentía la tensión entre los altos mandos en Washington D.C. Son demasiados los incidentes para mencionarlos todos aquí, nunca terminaríamos, y solo nos daría más vergüenza ver cómo el país fue cayendo en un pozo de ataques personales. Es claro que no vamos a tomar lados,
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pero sí diremos que ambas partes tienen responsabilidad. Además, de la típica y evidente tensión entre los demócratas y los republicanos, durante los últimos años, vimos un país con más división que nunca. A un presidente que no goza de simpatía entre muchos habitantes y mientras que otros lo ven como una persona genuina. Cabe señalar que para sus opositores Trump es sinónimo del racismo; pero, para sus seguidores es un defensor de los americanos de clase trabajadora. Recordemos la noche de las elecciones eran las 02:21, hora del este de Estados Unidos, cuando el presidente, Donald Trump se declaró ganador.Para los que tenemos décadas de vivir en esta nación sabemos que el conteo nunca se detiene, que los centros donde se cuentan las boletas siempre hay representantes de los dos partidos entre otras normas. Esta vez, fue diferente (estamos en medio de una pandemia). Al final del día solo el pasar de los años y la historia nos dirán cuál hubiera sido el camino adecuado a tomar por estos “líderes”. Por ahora la esperanza está en que las heridas puedan cicatrizar, y las cicatrices sirvan de recordatorio del caos y la crisis política que vivimos hoy.
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