3 minute read
5. El problema y la solución más allá del empaque
Figura 1. Caracterización de las fuentes y degradación de algunos polímeros (European Bioplastics, 2018). Lista de abreviaturas: PE: Polietileno; PET: Tereftalato de polietileno; PA: Poliamidas; PTT: Politrimetilen Tereftalato; PLA: Ácido Poliláctico; PHA: Polihidroxialcanoato; PBS: Polibutilen Succinato; Starch Blends: Mezclas de almidones; PP: Polipropileno; PBAT: Polibutilen Adipato – Tereftalato; PCL: Policaprolactona
Consumidores, industriales, marcas, supermercados y productores han presentado confusiones con respecto a si los materiales compostables encajan dentro de sus estrategias de sostenibilidad. Al mismo tiempo, existe información confusa en medios de comunicación sobre los beneficios y aspectos negativos de los empaques compostables. En algunos casos se indica que los empaques compostables son el sustituto ideal para todos los plásticos, lo cual es incorrecto y existen muchos casos en donde no aportan gran valor agregado. En otros casos se indica que este tipo de materiales no se logran degradar correctamente. Esto último, es erróneo siempre y cuando se cumplan las condiciones correctas de degradación y se utilicen materiales certificados. Las empresas trabajando con empaques compostables tienen que trabajar en estudiar y analizar las intersecciones que existen entre desperdicios de alimentos, infraestructura de compostaje y contaminación marina, con el objetivo de sacar máximo provecho de su funcionalidad (Kachook, 2021).
5. El problema y la solución más allá del empaque
Una de las principales funcionalidades de los empaques compostables se da cuando se utiliza para capturar y enviar residuos orgánicos a instalaciones de compostaje. Los desechos de alimentos en basureros comunitarios son una fuente importante de metano en el ambiente debido a la fermentación anaerobia de estos desechos una vez que quedan enterrados y sin presencia de oxígeno (Figura 2).
Figura 2. Emisiones de Metano en USA en función de su fuente (EPA, 2021)
Según la Agencia Estadounidense de Protección Ambiental (EPA), las emisiones causadas en vertederos de metano corresponden al 15% del total de emisiones de este compuesto, que es hasta 25 veces más potente como agente causante del efecto invernadero en comparación del dióxido de carbono.
De tal manera, evitar que los desechos orgánicos vayan a basureros y lograr que sean enviados a instalaciones de compostaje, se presenta como una alternativa con gran potencial de mitigar emisiones de metano. Sobre todo, al tener en cuenta que cerca de la mitad de los desechos causados por el ser humano son biodegradables y tienen el potencial de compostarse.
Es muy común que los empaques que se utilizan en servicios de alimentación contengan desechos y residuos de alimentos que dificultan la separación y reciclaje de estos empaques. En este tipo de aplicaciones, se puede lograr que los empaques compostables se conviertan en un vehículo para lograr enviar estos residuos a instalaciones de compostaje y así evitar el metano que se produce cuando se envían a vertederos. Esta misma sinergia le genera facilidades y conveniencia al consumidor final y a nivel de gestión de residuos, evita contaminantes orgánicos en programas de reciclaje de plásticos convencionales (Kachook, 2021).
Es muy común que los bioplásticos derivados del almidón, como en el caso del PLA (Ácido Poliláctico), encuentren resistencia en algunos mercados debido a que su fabricación puede competir con la suplencia de alimentos mundial.
La Figura 3 muestra el porcentaje de utilización de la tierra estimado para la producción de bioplásticos en 2020 y 2025.
Los datos estimados para 2025 se obtienen en función a las proyecciones de demanda y crecimiento de bioplásticos y como claramente se indica, para 2025 se utilizaría un 0,02% de la tierra arable para esta aplicación lo que lo vuelve prácticamente despreciable, aún y cuando se estiman tasas muy altas de crecimiento para estos materiales.