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Junta Española de Covadonga
Los orígenes
sin duda el camino ha sido sinuoso desde sus inicios, ya en el año de 1807 quedó asentado el antecedente de la devoción en México de la Real Congregación de Nuestra Señora de Covadonga y, al fundarse la Beneficencia en 1843, ya estaba la semilla sembrada en la mente de aquellos hombres por crear un organismo que apoyara la causa de ayuda a los menesterosos. En 1873 (hace 150 años) se fundó la denominada “Junta de Covadonga”, iniciativa económica bajo la órbita institucional de la Sociedad, cuyo cometido era hacer llegar recursos a esta, de forma complementaria a las cuotas de los socios a través de la organización de actos festivos y religiosos con fines benéficos. No fue sino hasta 1903 (120 años), cuando la Junta Directiva toma la decisión de cambiar el nombre por el de Junta Española de Covadonga, como un órgano autónomo dedicado a promover la unión y ayuda mutua entre la comunidad española en México. En el Correo Español, sé público en 1895 la acción conjunta del Casino Español y la Junta, la primera campaña de recolección de fondos, víveres y, dice que las aportaciones fueron hechas por grandes comerciantes y miembros distinguidos de la Colonia y, menciona que el interés fue tal que hasta el más humilde dependiente aportó algunos valiosos pesos. También participaron además de famosos toreros, el “Circo de los Hermanos Orrín” y, otras grandes celebridades, a fin de año se daba la noticia del éxito de las actividades de la Junta. Fue entonces cuando nació la idea de adquirir un parque cuyo terreno sería para llevar a cabo las festividades para hacer el camino más sencillo y, poder cumplir la misión de caridad mediante festivos actos que reunieran a la comunidad española, para ese entonces ya corría el año de 1918. Desde su nacimiento, no ha parado el deseo de concebir nuevas ideas y, fomentar la unión para llevar a cabo la misión con la que fue gestada, un claro ejemplo fue el gran desempeño mostrado, durante la presentación del Festival de Música Coros y Danzas de España, expuesto en el Palacio de Bellas Artes, llamado “La celebración”.
Influencia mundial de un filósofo español
Maimónides, el filósofo cordobés, nacido en 1135, sin saberlo, influyó en el pensamiento humano hasta nuestros días. Inspiró a las sociedades a brindar educación, salud y beneficencia, como si fuese parte de una doctrina cuyo espíritu alienta el programa que se aplica dentro de nuestra institución.
He aquí las palabras de Maimónides. «Adelantarse a la caridad impidiendo la pobreza; ayudar al prójimo necesitado, empobrecido, enseñándole un oficio o poniéndole en la senda de un negocio para que pueda ganarse la vida honradamente y no se vea forzado a la terrible alternativa de extender su mano pidiendo caridad. Este es el último peldaño y la cima de la escala dorada de la caridad».
Indudablemente, estas forman parte de las primeras analectas que, crearon la consciencia en las sociedades para tender la mano y, forman parte del programa y los servicios implementados por la Sociedad de Beneficencia Española desde su nacimiento hasta nuestros tiempos y, he ahí la necesidad de brindar servicios de acción social, práctica y preventiva, aplicado esos conceptos a las necesidades humanas de este siglo.