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Bolívar, calle de grandes evocaciones
Al caminar por la calle de Bolívar se encuentra todo tipo de instrumentos musicales, cuyos acordes llenan los sentidos de cientos de emociones a quienes transitan por allí, además de las luces, audio e increíbles sintetizadores hacen que la magia suceda; pero antes de llamarse Bolívar, era conocida como “calle del Coliseo Nuevo”, en ella se encontraban varios teatros parecidos a los coliseos y fue en Bolívar esquina con Madero, lugar de grandes evocaciones, dicen que hubo un tiempo en el que los toreros y los teatros, la convirtieron en una réplica de las calles más bulliciosas de Madrid.
Hubo grandes tertulias en sus cafés y restaurantes que se hicieron famosas, También pasearon con especial predilección los toreros, los cómicos y aclamadas mujeres de moda, hoy solo son recuerdos absorbidos por acordes que transforman los sentidos y el ánimo del transeúnte, gente que va, gente que viene y muy pocos fijan la mirada por ejemplo; en la casa con el número 14, lugar donde murió Antonio López de Santa Anna. Una de las construcciones que más destaca,
Del corcho a la corcholata
perteneció al señor don José de la Borda, edificio monumental donde años después, estuvo el primer cinematógrafo de la capital, en lo que fuera el “Salón Rojo”, un lugar para disfrutar de las mejores atracciones en familia, centro de diversión con amplias salas de cine, neverías, restaurante y una increíble novedad para aquel tiempo, la primera escalera eléctrica de la capital. También durante algún tiempo a fines del siglo XIX, cede del Casino Español.
El corcho es un producto natural que se extrae de la corteza del alcornoque, y ¡no!, no de la cabeza vacía de algún chico, haciendo referencia a la expresión de origen catalana, valenciana extendida por el mundo hispano, “cabeza de alcornoque”, sino del árbol de la región mediterránea que, al engrosar su tallo, acumula células muertas y huecas; por cierto, de allí la relación con el descubrimiento de las células humanas en 1665. Dicha corteza tiene la increíble propiedad de regeneración, lo más fascinante, es que la extracción del caucho no requiere la tala del árbol, lo que le da la propiedad de ser un recurso natural renovable. Para la fabricación de tapones se necesitan hasta cuarenta años de maduración del árbol, pero no se desperdicia nada, ya que los primeros desgajamientos de la corteza son excelentes como aislante térmico y acústico, para junta de estanqueidad, paneles decorativos y hasta para pizarra pincha notas. Para los griegos el corcho era un símbolo de libertad y honra, por lo que solo algunos cuantos afortunados, tenían el honor de quitar la corteza del árbol y, para los amantes del vino, el ritual del descorche no es solo cuestión de romanticismo.
¿Y la corcholata?, dicen que llamarla así es cosa de rucos, fue un tapón metálico utilizado como tapa para algunas bebidas, hasta que el corcho fue sustituido por plástico. La corcholata fue inventada en 1892, se le conocía como “tapón corona” por su forma tan peculiar, ya que se colocaba para sellar la boquilla de las botellas. Al sustituir el corcho por plástico y que el consumidor no pegara el grito en el aire, las convirtieron en un artículo coleccionable al decorarlas con algunos personajes animados y con la cara de los futbolistas del mundial del 74 que se jugó en Alemania Occidental. También se dice que el corcho tiene algunas cualidades medicinales, entre ellas destaca la regeneración de la piel, ya que según quienes lo utilizan, la hace visiblemente más suave y firme.
El hombre en la luna
En julio de 1969, el Apolo 11 alunizó llevando consigo un par de astronautas, algunos años más tarde las mujeres hicieron lo propio, pero ellas, se aseguraron de no dejar nada importante por allá, sin embargo, el género masculino cometió un gran descuido, parece haber dejado parte de él en el espacio. No importa la edad, cualquier hombre pasa la mayor parte de la vida divagando, con la mente en otro sitio, lo preocupante es que ni uno mismo sabe ¿dónde, ni por qué? La mujer, con los pies bien puestos en la tierra, desde pequeña parece tener las ideas bastante claras, espíritu crítico y, una gran consciencia enfocada en el amor, la justicia y el conocimiento.
El hombre por su parte, se pierde en los laberintos del todo y nada a la vez, en la textura de la vida, en corretear una bolsa que arrastra el viento o, cualquier otra tontería, la vida es simple, sin complicaciones. Suele decirse que se es inatento o distraído y, que ambos conceptos van de la mano. De hecho, si se es inatento se suele ser un poco distraído. Y por lo general se tienen dificultad para prestar atención, pero ambas cosas no significan lo mismo exactamente.
Quien es inatento parece no poder prestar atención y, a menudo se les describe con palabras como descuidado, negligente, despistado, o soñador -así somos al fin y al cabo- . La distracción se refiere a quien pueden comenzar a concentrarse en una actividad, pero rápidamente se pierde la concentración. El foco de atención cambia en un instante con demasiada facilidad. Cualquier estímulo externo es causa de distracción , incluso el pensamiento propio.
De heroína, a villana
Ha pasado más de un siglo de que el principal ingrediente empleado por la farmacéutica, -creadora de la famosa aspirina-, usado contra la tos en pacientes con tuberculosis, pasó de ser una droga heroica, a una repugnante droga. Hubo un tiempo en el que los investigadores médicos exaltaban el poder expectorante y antitusivo de la heroína en pacientes con enfermedades como, la tuberculosis, neumonía, bronquitis y, otras enfermedades con excelentes resultados, hasta que llegó a manos del hampa, fue entonces que la farmacéutica se alejó del químico por ser una sustancia altamente adictiva, por lo que pasó de ser un medicamento a una sustancia ilegal en 1910.
Y para 1940, definitivamente dejó de comercializarse en cualquiera de sus presentaciones, en casi todos los países fue retirada de sus estantes, ya que antes de conocer estas contrariedades era un producto de venta libre.
El manantial de los filósofos
Tienes que morir unas cuantas veces, antes de poder vivir de verdad.
Charles Bukowski.
La vida no se trata de encontrarte a ti mismo. La vida se trata de crearte a ti mismo.
Bernard Shaw.
La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito.
Truman Capote
No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente.
Virginia Woolf
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos. Aristóteles.
El que revela los secretos de otros, pasa por traidor; el que revela el secreto propio pasa por imbécil. Voltaire.
La oración de la rana
Un zapatero remendón acudió al rabino de Ger y le dijo; <<No sé qué hacer con mi oración de la mañana. Mis clientes son personas pobres que no tienen más que un par de zapatos. Yo se los recojo a última hora del día y paso la noche trabajando; al amanecer, aún me queda trabajo por hacer si quiero que todos ellos los tengan listos para ir a trabajar. Y mi pregunta es; ¿Qué debo hacer con mi oración de la mañana?>>
<< ¿Qué has venido haciendo hasta ahora? >> Preguntó el sabio.
<<Algunas veces hago la oración a todo correr y vuelvo a mi trabajo. Otras dejo que se me pase la hora de la oración, y me queda la sensación de no haber cumplido; y de vez en cuando, al levantar el martillo para golpear un zapato, casi puedo escuchar cómo mi corazón suspira;>>
<<Si yo fuera Dios, apreciaría más ese suspiro que la oración>> Le respondió el sabio.
Anthony de Mello
AQUÍ...S.B.E. Agradece la generosidad del Ingeniero Miguel Suárez Díaz, miembro distinguido de la Junta Española de Covadonga, por su generoso apoyo el cual nos anima a seguir adelante con este noble proyecto, al donar a la revista invaluables e interesantes libros editados entre 1895 y 1947.