DF: "El anuncio de la Buena Nueva para las familias"

Page 1

38

DIARIO FINANCIERO - VIERNES 9 DE FEBRERO DE 2018

HUMANITAS

ENTREVISTA A JUAN JOSÉ PÉREZ SOBA

El anuncio de la Buena

POR JAIME ANTÚNEZ Y JAVIERA CORVALÁN

La razón por la que visitó Chile, en noviembre pasado, el padre Juan José Pérez Soba, doctor en Teología del Instituto Juan Pablo II, fue asistir al VII Congreso “Familia para Todos”, organizado cada año por agrupaciones como el Centro UC de la Familia y el Instituto Berit de la Universidad Santo Tomás. El padre Pérez Soba mantuvo con Humanitas una conversación en la que respondió con claridad y sencillez las preguntas acerca de los actuales desafíos que enfrenta la Iglesia en lo que respecta a la pastoral matrimonial y familiar. -Dice el Cantar de los Cantares: “Ponme como un sello sobre tu corazón”. En una época como la nuestra, caracterizada por el legalismo y la judicialización, ¿cómo leer este llamado? - Este llamado tiene hoy plena actualidad. Vivimos una época en que parece haber divergencia entre ciertas exigencias exteriores –que han sido recogidas por las leyes civiles, en este caso de matrimonio– y las exigencias que brotan del corazón humano; siendo que, en realidad, las primeras deberían ser una respuesta a las segundas. La Iglesia insiste en que las estructuras exteriores al hombre –sean leyes, políticas públicas, etc.–, si bien tienen un papel muy importante en el orden social, son insuficientes, por muy bien hechas que estén en sí mismas, para alcanzar el bien común. Esto porque también es necesaria una rectitud interior en las personas que conforman la sociedad. Tal rectitud interior, si bien puede promoverse o facilitarse con medidas exteriores, no puede ser alcanzada por ellas, sino sólo por la Gracia de Dios, única capaz de sanar el corazón herido del hombre. En esto último debemos poner mucho acento al proclamar la Buena Noticia: la reforma más necesaria es la reforma del corazón. Y son los corazones transformados por la Gracia de Dios –y no las leyes civiles, aunque claro que son importantes– los que a la larga sacarán adelante matrimonios santos. Al anunciar la buena noticia del matrimonio, entonces, nunca debemos olvidar que éste no es un

tecnicismo legal ni una cadena que esclaviza y que se impone “desde afuera”, sino una llamada a la libertad y a la plenitud, que toca el mismo corazón del hombre. - En lo que respecta a la ley, según algunos, nuestra época está imbuida no sólo del ya mencionado legalismo, sino también de resabios de cierto iusnaturalismo estrecho y reductivo. Contra este último es que el Papa Francisco parece prevenirnos en la exhortación apostólica Amoris Laetitia, en la misma línea de la Comisión Teológica Internacional… - La prevención que hace el Papa en este punto se refiere principalmente a ese iusnaturalismo que utiliza un método racional-deductivo, que comenzó a primar a fines del siglo XVII, y que parte del supuesto de que Dios no une a los hombres, sino que los divide. - ¿Se refiere, entonces, al iusracionalismo? - Exactamente. Lo problemático del iusracionalismo es, entre otras cosas, que mira la ley natural como si fuese una ley física más; y, junto con esto, que la ve como un límite a la libertad humana, como una violencia (…) en vez de verla como algo que perfecciona y vuelve plena esa libertad. Para el cristianismo, en cambio, la ley natural no es algo que se nos impone violentamente, ya que no es contraria a nuestra naturaleza; todo lo contrario: actúa, podríamos decir, por atracción, pues está inscrita en el corazón de cada persona humana. Podemos conocer por la razón esa ley natural y, por lo tanto, podemos

Para el cristianismo, en cambio, la ley natural no es algo que se nos impone violentamente, ya que no es contraria a nuestra naturaleza; todo lo contrario: actúa, podríamos decir, por atracción, pues está inscrita en el corazón de cada persona humana.

conocer por la razón la diferencia entre el bien y el mal; ¡que no son lo mismo y que no dan lo mismo! Una vida plena exige tener conciencia de esto. El Papa nos llama a dar a conocer con renovada alegría la Buena Noticia: no transmitirla como un mero conjunto de normas, ya que esto sería reducirla, estrecharla. Algo habló sobre esto también Juan Pablo II en Veritatis Splendor. - ¿Podría ahora explicarnos lo que dice el Papa Francisco en Amoris Laetitia (n. 295), haciendo implícita referencia al magisterio de Juan Pablo II, sobre la “ley de gradualidad” y la “gradualidad de la ley”, que no son lo mismo? - Cuando hablamos de la “ley de la gradualidad” nos referimos a una ley del conocimiento humano: conocemos progresivamente las cosas, no de golpe. Entre esas cosas está la ley natural, la cual se va conociendo poco a poco. Existe un proceso; y en ese proceso es bueno ir acompañado. Cuando afirmamos ese proceso para conocer la ley natural, afirmamos también, justamente, la ley natural: no se renuncia a su conocimiento, sino que se aspira a que tal conocimiento se realice de modo paulatino. - Esto lo vemos en Jesús… - Justamente. Vemos en el Evangelio, por ejemplo, que Jesús va revelando el Reino de Dios poco a poco, por medio de parábolas, por ejemplo. No da definiciones de golpe, sino que revela, y se revela, de modo paulatino. Hablar, entonces, de una “ley de la gradualidad” tiene mucho sentido. Pensar, en cambio, que existe una “gradualidad de la ley (natural)”, es un error; es creer que cada cual está llamado a cumplir la ley de un modo distinto, en un grado distinto: en la medida de sus fuerzas y según su situación. Si usamos ese criterio terminamos, por un lado, negando la ley; y, por otro lado, negando la gracia: dejamos de confiar en la gracia y ponemos la confianza en las fuerzas humanas, que sabemos que son muy débiles. - Quisiéramos hacerle además una pregunta sobre la homosexualidad. San Pablo usa términos fuertes para referirse a ella, y relaciona los actos homosexuales con la idolatría. ¿Por qué? - San Pablo en la Epístola a los Romanos condena con fuerza diversos pecados, entre ellos la sodomía. El Apóstol se refiere a los vicios contra


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.