DF: "Nuevos caminos para la iglesia y para una ecología integral"

Page 1

30

Diario Financiero - VIERNES 27 DE JULIO DE 2018

HUMANITAS Documento Preparatorio Sínodo Amazonía 2019:

Nuevos caminos para la iglesia y para una ecología integral El 8 de junio tuvo lugar la presentación del Documento Preparatorio de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica, prevista para octubre del próximo año, y cuyo tema es: “Amazonía, nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. Señala el documento que “esos caminos de evangelización deben ser pensados para y con el Pueblo de Dios que habita en esa región: habitantes de comunidades y zonas rurales, de ciudades y grandes metrópolis, poblaciones que habitan en las riberas de los ríos, migrantes y desplazados, y especialmente para y con los pueblos indígenas”, mostrando así la necesidad de un trabajo a partir de la escucha “a los pueblos indígenas y a todas las comunidades que viven en la Amazonía”, y que se enfoca “a la Iglesia universal y también al futuro de todo el planeta”. Siguiendo un método presente en la Iglesia Católica, especialmente desde el Vaticano II, se ofrece un estudio que da cuenta del análisis llevado a cabo por los asesores, desde la perspectiva del ver, discernir y actuar.

Ver La primera parte, titulada “Identidad y clamores de la Panamazonía”, ofrece algunos datos de la región, como el hecho de que 3 millones de sus 34 millones de habitantes son indígenas y del estado de amenaza en que se encuentran sus ríos y selvas. Al hablar de la Amazonía es de particular importancia el concepto de territorio, lo que lleva a entender que hay muchas Amazonías, como se comprueba en un recorrido por la región, donde el agua “se convierte en el elemento articulador e integrador”. A la diversidad territorial se une la socio-cultural, marcada por el devenir histórico de sus pueblos, especialmente los indígenas, de quienes se dice ser los “custodios de la selva y de sus recursos”, amenazada hoy por grandes intereses económicos, que ponen en juego su supervivencia. Los habitantes de la selva están siendo expulsados de ella, debiendo aglutinarse en las ciudades, que a su vez crecen a un ritmo frenético, concentrando entre el 70% y 80% de la población regional.

El documento insiste en un problema real y preocupante en la región, como es el consumo de drogas y alcohol, que “representa una herida profunda en los cuerpos de los diversos pueblos amazónicos”. Al mismo tiempo se resalta “el crecimiento dramático del tráfico de personas, especialmente el de mujeres, para fines de explotación sexual y comercial”. En la Amazonía existen unos 390 pueblos diferentes, que muestran en su identidad una rica diversidad, pueblos que “han vivido desde los primeros contactos con los colonizadores fuertes amenazas externas”, lo que hoy se perpetúa, especialmente entre los pueblos en aislamiento voluntario. El documento constata que los indígenas no son entendidos y tradicionalmente han sido menospreciados, olvidando que, como señalaba el Papa Francisco en Puerto Maldonado, “tienen mucho para enseñarnos”, lo que uno constata en la convivencia cotidiana. En ese sentido, cada vez se está dando una mayor y mejor organización de esos pueblos.

Discernir La segunda parte del documento, titulada “Hacia una conversión pastoral y ecológica”. En la Amazonía la presencia eclesial ha marcado la historia de la región, siendo el Vaticano II un momento clave que cambió el modo de relacionarse entre la Iglesia y los pueblos indígenas. Es necesario cambiar el paradigma que lleva a ver a la Amazonía como despensa de recursos naturales, lo que se traduce en continuos conflictos como consecuencia de la regularización de las tierras que tradicionalmente han pertenecido a los pueblos originarios, y cuya protección se ha convertido en una exigencia ética fundamental. La “comunión con las otras personas, con el mundo, con los seres de su entorno y con el Creador” define el buen vivir en la Amazonía. Los pueblos indígenas viven una espiritualidad de total comunión, sostenida por los sabios y expresada en una gran diversidad cultural y religiosa, que fomenta un modo de relación, que es identificable con el concepto de ecología integral. El proceso de discernimiento debe llevar a una conversión ecológica, fundamentada en el hecho de que anunciar el Evangelio de Jesús en la Amazonía debe estar basado en

una dimensión bíblico-teológica, social, ecológica, sacramental y eclesial-misionera. De hecho, la Biblia insiste mucho en la dimensión creadora y de la bondad de lo creado, que “nos invita a alabar la belleza y armonía de las creaturas y del Creador”, aspecto también muy presente en las espiritualidades indígenas. Nadie puede olvidar que “evangelizar implica comprometerse con nuestros hermanos y hermanas, mejorar la vida comunitaria y así hacer presente en el mundo el Reino de Dios”, que conduzca a “un verdadero desarrollo humano integral”, “a trabajar en contra de las desigualdades sociales y la falta de solidaridad mediante la promoción de la caridad y la justicia, de la compasión y del cuidado”, entre las personas y con todos los seres. Por eso, “la Iglesia está llamada a acompañar y compartir el dolor del pueblo amazónico, y a colaborar en la sanación de sus heridas, poniendo en práctica su identidad de Iglesia samaritana”. Los procesos de evangelización deben estar “vinculados a un proceso integral de desarrollo humano”, fomentando todo lo relacionado con el concepto de ecología integral, que insiste en la armonía personal, social y ecológica, reconociendo el papel de custodios de la creación tradicionalmente desempeñado por los pueblos amazónicos, sobre todo los indígenas. Uno de los aspectos que muchos consideran básicos de cara al Sínodo de la Amazonía es la dimensión sacramental. El propio documento se muestra consciente de esa situación, al afirmar que “una mirada contemplativa y una práctica sacramental acorde son clave para la evangelización en la Amazonía”. Junto con eso, el documento lleva a afirmar que si existe un lugar donde debe hacerse realidad una Iglesia en salida, misionera por naturaleza, es en la Amazonía. Una Iglesia donde “la alabanza a Dios necesita estar acompañada por la práctica de la justicia a favor de los pobres”, sin olvidar que esta es una “misión que necesita de la participación de todos, y de una reflexión amplia que permita contemplar las condiciones históricas concretas tanto sociales, ambientales y eclesiales”. Todo conocimiento y discernimiento debe llevar a la acción, que en el caso del Sínodo debe


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.