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El mercado de los cigarros premium, ¿en peligro?

César Salinas Chávez

En tiempos como los actuales cabe preguntarse la veracidad del título de este Editorial. Principalmente, ante el peligro que representan las políticas internacionales y leyes prohibicionistas que no hacen distinción alguna entre cigarrillos y cigarros premium, los puros que fumamos y disfrutamos tanto.

Cierto es que el Mundo del Tabaco vive actualmente momentos difíciles, de guerra contra los consumidores y la industria. Sin embargo, ante la avalancha de leyes prohibicionistas impulsadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ¿realmente está en riesgo el mercado de los cigarros premium? Desde nuestra experiencia no lo vemos así. Es más, creemos todo lo contrario.

Hemos hablado antes de la importancia de la República Dominicana como mercado local emergente, y de cómo el hábito de fumar cigarros se ha expandido y arraigado entre la población de ese país: sobre el orgullo y pertenencia que produce el tabaco nacional, declarado por ley como Patrimonio Cultural de una nación convertida en primer suplidor de cigarros de los Estados Unidos.

En números, el crecimiento de la actividad tabacalera en Zona Franca ha sido constante y va a la alza, con la generación de casi 200 mil empleos directos al cierre de 2023; los proyectos para ampliar la producción de tabaco hacia la zona sur, sobre todo para sembrar capa, así como el inédito apoyo gubernamental al sector, se suman a la enorme demanda de marcas boutique, y la creación de lugares para fumar nos hablan de una industria pujante, en pleno desarrollo.

Otro ejemplo es Honduras, que experimenta el crecimiento de su industria local como no se había visto antes, con una inversión extranjera histórica en el sector, gracias a la llegada –durante los últimos años–, de múltiples fábricas instaladas en la vecina Nicaragua.

En 2022 My Father Cigars inició, en El Paraíso, la construcción de lo que será el complejo industrial del tabaco más grande de Honduras, con una inversión de 20 millones de dólares y una capacidad de producción de 10 millones de cigarros al año. También, en 2023, Scandinavian Tobacco Group adquirió en ese país Alec Bradley Cigars, por más de 70 millones de dólares.

Estados Unidos cerró 2023 con un ligero crecimiento en la importación de cigarros premium, amén de que el mercado se ha fortalecido y diversificado en toda Latinoamérica, con actores como Puerto Rico, Colombia, Venezuela, Chile, Argentina, Panamá, Uruguay o Brasil. Mención y estudio aparte merecen distintas regiones de Asia, Europa y África.

Es verdad que el mercado de los cigarros premium no se encuentra en un lecho de rosas, por supuesto, pero no podemos considerarlo verdaderamente amenazado en el corto o mediano plazos.

Con base en lo que hemos visto y vivido a lo largo de los últimos cinco años, más bien está experimentando transformaciones ad hoc a los tiempos y cambios, creciendo y abriéndose hacia mercados nuevos y diversos. Si se pudiera considerar que su futuro es incierto, sería en el mejor sentido de la palabra.

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