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Friends Cigars, valores y tabaco
Los blends de esta marca son reminiscencias de los sabores y aromas de juventud, de la convivencia social, la cultura del Caribe y el esfuerzo de las más de 300 personas involucradas en la creación de un producto hecho cien por ciento a mano.
Con dos house blend y cuatro líneas premium, Friend’s Cigars apuesta por establecerse en el mercado de Estados Unidos y el mundo, con el propósito de crear y fortalecer la amistad, tal y como sus dueños lo han hecho a través del tiempo, charla a charla y calada tras calada.
Amistad
Hace casi 20 años, Corey Sneed y Edwin Debiew se dedicaban a actividades muy distintas, y en esas vidas separadas el tabaco cumplía con una función social y de disfrute por cuenta propia. Pero la amistad surgida entre un par de niñas –sus hijas–, los reunió en un campo de soccer, donde se conocieron, para luego conversar y compartir.
Corey, texano de origen, es un ingeniero con 30 años de experiencia en la industria de los materiales y equipos para la ciencia; profesión en la que pasó gran parte de su vida instalando equipo tecnológico para el análisis de distintos tipos de muestras, tanto biológicas como geológicas, por citar un par de ejemplos.
Su trabajo incluía el soporte técnico a empresas alrededor del mundo, lo que le llevó a fumar y compartir cigarros de distintas marcas con personas de diversas culturas. Estas experiencias le mostraron al cigarro como un elemento del que podía estudiar y aprender mientras experimentaba la convivencia social.
Corey adquirió un cierto olfato para la visión de los mercados en relación con el cigarro, lo que a la postre serviría para crear blends que se ajustaran a la mayoría de los paladares de los clientes.
Aunque la pasión por los cigarros comenzó con su abuelo, un ministro bautista que solía fumarlos. El aroma del tabaco es un gran recuerdo de infancia al que luego se unió su primer puro, un Cohiba que resultó en una experiencia fabulosa llena de aromas y sabores que lo atraparon; memoria que buscó recrear cuando creó una marca propia.
Por su parte, Edwin nació en Nueva Orleans, Luisiana, aunque ahora reside en DeSoto, Texas, donde ha vivido en retiro durante poco más de cuatro años, tras haber trabajado para el Gobierno de Estados Unidos, involucrado también en la industria militar y como consultor externo para los cuerpos policíacos locales.
Considera que una vez retirado es fundamental mantener mente y cuerpo ocupados, así que buscando con qué llenar ese hueco encontró el Golf, un deporte en el que además adquirió el gusto por los cigarros: “Parte del juego es precisamente conversar, fumar puros y beber espirituosos”, dice.
Las hijas de Corey y Edwin coincidieron en el campo de soccer, y como se convirtieron en amigas era natural que en algún momento los padres lo hicieran también. Con el paso del tiempo, las convivencias escolares y las fiestas de cumpleaños se hicieron comunes, uniendo a ambas familias. Ellos se encontraron como compañeros de charla y compartieron reflexiones sobre la vida o consejos de negocios, pero especialmente su gusto por el tabaco.
El Reto
Fumar en el patio trasero de casa o en un Cigar Lounge se había convertido en una actividad habitual para Corey y Edwin; cualquier sitio en DeSoto, Texas, era el espacio ideal para compartir y fue así como conocieron a Tez, un sujeto que había incursionado en la industria del tabaco con buenas y malas experiencias.
Edwin explica que la convivencia con Tez despertó en ellos la curiosidad por conocer más a fondo esta actividad y los lugares de donde provenían los puros que solían fumar. “Tez nos había ofrecido un panorama más negativo que positivo de la industria, pero más que desmotivarnos planteó un reto que valía la pena enfrentar”.
A lo largo de los años, para este par de amigos la integridad y hermandad son la base de una relación duradera que ahora también es una sociedad, y como en el negocio de los cigarros la consistencia es fundamental, “durante todo este tiempo hemos sido las mismas personas que se conocieron en el campo de soccer. Si algo ha cambiado, es que nos ayudamos a crecer el uno al otro para mejorar como personas”, afirma Corey.
Corey y Edwin se propusieron intentarlo, y no pasaron más de 24 horas para que acordaran iniciar la aventura. Buscaron las licencias y todo lo necesario para crear una empresa dedicada al tabaco en Estados Unidos, lo que lograron gracias a la orientación de Román Kender, Carlos Fernández Alcántara y otras personas en Villa González, provincia de Santiago, en la República Dominicana.
Su camino había iniciado y frente a ellos se encontraban las instalaciones de M. J. Frías Cigar Co. y R&F Continental Dominican Cigars, empresas en las que encontraron asesoría y acompañamiento en cada aspecto requerido para la producción de un cigarro.
Este primer contacto con la industria les fascinó y envolvió en un mundo rico en historia y cultura, con una amplia cantidad de conocimientos por adquirir alrededor de los procesos de siembra, cosecha, curado y añejamiento de las hojas de tabaco, así como de su clasificación y los distintos orígenes de la materia prima en países como Ecuador, México, Nicaragua y la propia República Dominicana.
De fábula
Corey y Edwin ejemplifican su incursión en la industria del tabaco con la fábula de La Liebre y la Tortuga. Ellos prefieren ser como la tortuga y avanzar por el camino del éxito con pasos firmes, lentos, metódicos y estratégicos, con base en decisiones pensadas y como equipo, para ofrecer a sus clientes las mejores experiencias.
Dicen que la palabra "éxito" tiene un significado distinto para cada persona: hay quienes lo cuantifican en dinero o con pertenencias, mientras que en Friend’s Cigars se mide con el crecimiento de la amistad, los buenos momentos y las conversaciones que atraigan hacia su círculo a más personas. Buscan que su empresa se conozca en los mercados como un negocio surgido de una ciudad pequeña.
La marca
En 2021, de la mano de M. J. Frías Cigar Co. y con más conocimientos del tabaco premium, la necesidad de tener una marca creció y de esa inquietud nació el King Cake, un Toro de 6 pulgadas, cepo 54 saborizado con Chocolate, y un Robusto de 5 pulgadas, cepo 50, con Vainilla. Ambos, con capa Negro San Andrés México, y capote y tripa Dominicana y Nicaragua, enfundados en una anilla con tonos morados y amarillos que recuerdan a Nueva Orleans y su cultura local, así como un león, emblema de la familia Debiew.
Esos cigarros fueron los primeros productos de este par de amigos, quienes han buscando establecerse en el mercado como una marca de calidad, por lo que decidieron dar el salto a una línea premium.
Si bien el King Cake se enfocó en Edwin, su familia, gustos y orígenes, la línea premium tuvo una mayor influencia de Corey, quien apegado a sus recuerdos sobre aquel primer Cohiba deseaba un blend más afín a los aromas y sabores de Cuba.
La misión se encomendó a R&F Continental Dominican Cigars, donde encontraron total apertura para involucrarse en el proceso de creación de las mezclas: “Decidimos ir a República Dominicana y estar una semana entera probando cada hoja en lo individual; cada nota y aroma, como un Chef que conoce sus ingredientes antes de añadirlos a la receta. Conversamos con el Master Blender y él se encargó de traducir nuestras necesidades al cigarro que buscábamos”, recuerda Edwin.
De este proceso resultaron cuatro puros nuevos:
Altitud: Capa Maduro, capote HVA y tripa Habana, Corojo y Criollo.
Actitud: Capa Cubano, capote Cubano y tripa Cubano, Dominicano y Pennsylvania.
Friends 1888: Capa Habana, capote Cubano y tripa Cubano, Dominicano y Pennsylvania, y
Havana Anniversary Toro: Capa Habano Ecuador, capote Olor Dominicano y tripa Cuba-Domincana y Pennsylvania.
Todos ellos con fortaleza entre media y alta, buena quemada, excelente ceniza y un tiro fluido para entregar al consumidor final una experiencia de calidad y abrir oportunidades de Networking, haciendo amistades al fumar un cigarro hecho por amigos.
La meta
En algún momento Corey y Edwin tuvieron la oportunidad de coincidir con Nick Perdomo Jr., con quien conversaron sobre la historia de su marca, la vida de su padre en Cuba durante la Revolución, de cómo llegó a Estados Unidos y la misión de continuar su herencia familiar. “Escuchar esa pasión nos inspiró más para buscar un lugar dentro del mercado”, afirma Edwin.
De acuerdo con los socios, Fiend’s Cigars es un nombre que se va a haciendo conocido en su país, con miras a que esto ocurra globalmente y todo el mundo viva la experiencia de crear o crecer amistades junto a un buen puro.
Se trata de una marca con objetivos claros en el corto, mediano y largo plazos, con la meta de forjar un legado y construir una historia como los de las grandes empresas de la industria. “Queremos ser identificados como un par de amigos que iniciaron este negocio tiempo atrás y hoy aparecen en los Ratings más importantes”, detallan.
Para el futuro cercano, Corey y Edwin analizan la incorporación de más ligas y formatos al catálogo, esperando la oportunidad de lanzar un Box-Pressed, un Salomón o un Salomoncito; emprendimientos acompañados de la educación del público final con charlas sobre maridaje, consejos para identificar el paladar propio, o sobre cómo cortar y encender un cigarro.
Finalmente, a la pregunta de ¿cómo llevar una buen idea a la realidad?, responden: Seguimos en ello... En el camino tuvimos la fortuna de conocer a grandes personas, quienes nos facilitaron el trabajo para materializar los blends que teníamos en mente. Una vez con el producto, lo trajimos a distintos lounge y eventos en Estados Unidos, donde nos dedicamos a hablar de los cigarros y compartir la historia de cada puro. Así, el Marketing se dio prácticamente solo.
Las líneas de Friend’s Cigars se comercializan desde el sitio https://friendscigars.net/, además de estancos como Cu Noma y Hillside, en Cedar Hill, Texas; West Jax y Pendulum, en Fort Worth, Texas; Lakeside Liquor Store, en Grand Prairie, Texas, y Legacy Cigar Lounge, en West Reading, Pennsylvania.