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ENTREVISTAS

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INFORME CENTRAL

INFORME CENTRAL

Preguntas sobre adoración

Coalo Zamorano

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@Coalozr

¿Hemos perdido el rumbo de la adoración congregacional? ¿Por qué? ¿Cuándo nos desviamos? Definitivamente hemos perdido el rumbo. Nos hemos distraído. Hemos puesto más atención a todo lo que rodea una reunión de adoración y nos hemos olvidado de lo más importante de una reunión de adoración: Jesús.

Si la adoración es parte fundamental de la vida espiritual de todo cristiano, ¿por qué no recibimos más enseñanza sobre la adoración? Mi opinión muy personal, es que creo que lo vivimos como una moda y nada más. Hablar de adoración ya no es la moda, ahora hay otros temas. Creo que lo importante es encontrar un balance y poder dar información que solidifique la vida de un cristiano.

¿Confundimos la adoración con recreación? Creo que hay algo de verdad en la pregunta. Ahora hay tantas cosas que se pueden hacer: luces, pantallas, efectos, sonidos que pueden fácilmente causar en nosotros un evento recreativo, divertido, de bulla y relajo, pero que no necesariamente muestre o exprese un momento de adoración. La generación de ahora es muy demandante de un buen show; de mantenerlos entretenidos y conectados. Creo que la palabra adoración se ha desvirtuado. Adorar algo es tenerlo en un lugar preferente en el corazón por lo tanto en mis acciones. Si adoro el fútbol aunque no lo diga, mis acciones, mis palabras, mi tiempo y mi pasión irán dirigidas al fútbol, sus torneos y sus jugadores. Cuando conocemos a Dios y vemos su amor, él se convierte en el centro de nuestra vida y entonces mis acciones, mis palabras, mi pasión se dirigirán a Él, a su palabra, a lo que el me pida. La música es una expresión que no sirve si no es la respuesta al amor que tenemos por Él. Adorar es más que cantar y no estoy seguro que eso se enseñe. Cuando alguien conoce a Jesús la adoración sale sola. Tenemos que enseñar a nuestra gente a que tenga a Jesús en el centro de su vida, que sea lo primero, lo principal y entonces la adoración será una respuesta natural.

¿Confundimos la adoración con recreación? El momento de la historia que vivimos es el de la tecnología al pedido del cliente para que siempre esté entretenido. Esta generación se cansa y tiene todo muy rápido, casi sin esfuerzo. Trasladar esto a la iglesia es muy peligroso, hoy en día tenemos muchos recursos (luces, música, pantallas etc...) que nos ayudan a crear ambientes más profesionales en cuanto a lo técnico pero Dios mira el corazón. Usar todo lo que está a nuestra mano es sabio pero sin perder el espíritu de la acción: buscamos agradar a Dios, no entretener gente que sino les damos algo espectacular cada semana se van. Primero, definamos ‘adoración’ como lo define mi pastor Robert Morris de Gateway Church: amor expresado. La adoración no se trata sólo de canciones y música. El decir que somos adoradores no es otra cosa sino decir que estamos comprometidos a vivir de un estilo de vida que exprese amor, agradecimiento y devoción a algo o alguien, en nuestro caso a Dios. Entonces, ¿por qué la gente confunde tanto la adoración con recreación? Pues, porque la adoración es ampliamente confundida con la música, y la música se utiliza mucho para entretener y recrear. Subsiguientemente entonces, ¿por qué se confunde la adoración con la música? Acerca de esto aprendí y repito una de las enseñanzas de uno de mis pastores de adoración, Zach Neese (autor del libro «Cómo Adorar al Rey»). Dios es un ser trino (Padre, Hijo, Espíritu Santo) y nosotros, hechos a Su imagen y semejanza, también somos seres trinos (cuerpo, alma, y espíritu). Un ser trino sólo puede ser adorado válidamente por otro ser trino. Dios nos dio un instrumento muy útil para expresar este tipo de adoración, que es el único instrumento en el mundo capaz de mover las tres partes de nuestro ser: la música. Ves, la música de buen ritmo te hará mover el cuerpo. La sustancia emocional de una pieza musical puede moverte el alma. A su vez, la carga espiritual de un tema musical puede mover tu espíritu a acercarte más a Dios (o incluso puede contribuir a que te alejes de Él). La música tiene ese poder. Aún así, la música no es adoración, sino un instrumento para expresarla. Nuestra mayor adoración se ve reflejada en cómo llevamos nuestro estilo de vida, en y fuera de la plataforma.

Kike Pavón

@KikePavon

Christine D’Clario

@ChristineDMusic

Danilo Montero

@DANILOMONTERO_

La música ha acompañado a los humanos desde tiempos inmemoriales. La hemos usado para expresar el alma, rendir culto, celebrar victorias, cantar a la patria y despedir a los muertos. Aunque todos hemos conocido músicos que hacen arte per se, para una gran cantidad de gente la música siempre está circunscrita a algo más. Para ser más claro, dentro de una sociedad de consumo, la música siempre sirve para algo, y hoy más que nunca, sirve para entretenernos, para pasarla bien. En este sentido de las cosas, ella termina girando alrededor de nosotros, de hacernos sentir bien. Y por ello, es bien difícil, dejar de pensar en ella como nuestra sirviente, para usarla a ella como instrumento que nos convierta en siervos del Creador. Allí es donde tenemos que recuperar el enfoque de la adoración, en donde la música nos ayuda a servir a los propósitos más nobles del universo: haciéndonos a un lado y colocando a Dios y su voluntad en el centro de nuestra atención. Por esa razón creo que nos ayuda mucho escribir o cantar canciones que son oraciones a Dios, porque desde el pulso del canto, hasta el contenido, todo nos ayuda a evocar ese santuario que tenemos en el espíritu y que nos inspira a elevar los ojos hacia Dios. La verdad es que no podemos conformarnos a el concepto reducido de que la adoración es un genero musical. Los denominados «líderes de alabanza y adoración» deberían ser los primeros en levantar la voz no solo para cantar sino para enseñar. Enseñar que la adoración es más que un género musical, es más que levantar las manos y cerrar los ojos, es más que repetir hermosas palabras con una melodía. Adoración es rendirse sin reserva alguna ante nuestro Señor, rendirse en espíritu y verdad. Desde el momento en que se empezó a incluir el término alabanza y adoración en las portadas de los discos solo era cuestión de tiempo para ver lo que hoy estamos viendo hoy. La gran mayoría de creyentes aún no conciben la idea de separar la adoración de la música, esto es debido a que su primera experiencia con la adoración fue a través de la música. El título de «adorador o adoradora» es un privilegio del que sólo gozan los que hacen música congregacional, pero si para hacer un adorador hay que hacer música o cantar, entonces no todos podrán ser parte de los adoradores que Dios busca que le adoren en espíritu y en verdad. ¡La música es una manera, no la manera! De hecho la música es una de las maneras más hermosas de adorar pero hay que enseñar con amor a esta generación que no hay que depender de música, conciertos o reuniones para tener una intimidad con Dios y una experiencia de adoración. ¿Por qué no recibimos más enseñanza sobre la adoración? Porque caemos en el error de pensar que porque se canta en nuestras reuniones eso es suficiente, como si adoración se tratara solo de 30 minutos de cantar cantos con letras de adoración. La Biblia está llena de ejemplos de adoración que tienen poco que ver con música. Yo voto por más congresos enfocados en estudiar que es adoración en la práctica, más libros y prédicas sobre la belleza de adorar a Dios. Adoración no es algo abstracto o misterioso.

¿Confundimos la adoración con recreación? Somos una generación que se aburre fácilmente. Queremos ser constantemente entretenidos. Somos la generación que ha estado más expuesta a la tecnología en toda la historia. Entonces si en nuestros tiempos grupales de adoración no se nos entretiene con iluminación, coreografías, efectos y qué se yo, entonces no es atractivo. Vamos a los conciertos queriendo ser entretenidos en vez de llegar con una sed por perdernos en Su presencia.

Cuando se habla de adoración el primero que viene en mente es David... ¿Será porque era músico? Probablemente sí… ¡pero a mi me encanta hablar de Job! Dice la Palabra que todos los días cada mañana ofrecía holocausto a Jehová. Vivía una vida de adoración y si nos fijamos ¡no tenia nada que ver con música! Su estilo de vida era una vida de adoración, y lo primero que Satanás le quita a Job fueron los animales con lo que Job ofrecía Adoración a Dios. ¡Inmediatamente todo se vino abajo! su estilo de vida de adoración fue interrumpida, ya no tuvo con que ofrecer sacrificio a Jehová. Si en algo Dios presumía de Job era porque su estilo de vida era de entrega y daba lo mejor de él todos los días. ¡Adoración no es música! Es como vivimos: íntegros, honestos, entregados totalmente a Dios. La adoración que cuenta es la que expresamos fuera de la iglesia, cuando nadie nos ve. La moda es la canción, la que nos anima, la que nos impulsa a adorar pero no es solamente eso. Es lo que representamos, al que representamos, y por quién vivimos. En Job 42 vemos cómo Dios envía unos viejos amigos para que Job orara por ellos y esos amigos traen ovejas para sacrificio, que cuando Job acabado de orar todo lo que él tenia se duplicó. Job regresó al estilo de vida que tenía, no tenía con qué ofrecer sacrificio pero cuando Dios proveyó volvió a vivir, volvió a respirar, volvió a adorar, nuevamente a su propósito. No es música es nuestro diario vivir.

Redimi2

@RealRedimi2

Lucia Parker

@LuciaParker

Raúl Sánchez

@raulinsanchezz

Dan Kimball

@DanKimball

Dan es pastor de una iglesia pensada para la naciente cultura postcristiana en California. Autor, conferencista y entrenador de Youth Specialties. Estudió en el Seminario Bíblico Multnomah, el Seminario Western, y tiene un doctorado de la Universidad George Fox. Su esposa es Becky y tienen dos hijas.

La adoración no consiste solo en cantar

A ADORACIÓN ES, EN VERDAD, UNA PALABRA POPULAR EN ESTOS DÍAS. En la actualidad existen varias conferencias importantes de «adoración» cada año. Ahora que resulta más fácil grabar y duplicar CDs de forma local, muchas iglesias y grupos de jóvenes están produciendo sus propios CDs de alabanzas. Las cadenas de televisión promocionan en un horario nocturno tardío montañas de recopilaciones en CD de «lo mejor de la adoración». Numerosos músicos cristianos conocidos —que por lo general nunca grabaron canciones de alabanza— ahora salen con CDs propios de este tipo.

Recientemente, la adoración ha hecho furor. Sin embargo, ¿qué es la «adoración» y qué es una «reunión de adoración»? Creo que la persona promedio, e incluso para la mayoría de los pastores, la música es lo que primero acude a la mente. En realidad, en muchas iglesias son los pastores de alabanza quienes dirigen el tiempo de cánticos en el culto de adoración. Tú, como yo, habrás oído decir a algunos individuos con gran entusiasmo: «¡Me encanta adorar!». Y en casi todas las ocasiones se están refiriendo a cantar. Solemos denominar «culto de adoración» al tiempo del fin de semana en que los miembros de una iglesia se reúnen. Irónicamente, este término solía indicar un tiempo en que todos los santos se juntaban para ofrecerle su servicio a Dios por medio de la adoración, así como también para servir al resto de la iglesia. Sin embargo, con el tiempo el título ha ido invirtiéndose lentamente. El «servicio» de adoración del fin de semana se ha convertido en el momento de la semana en que vamos a un edificio de iglesia, como un coche va a una gasolinera. La mayoría de las personas ven el culto de adoración como un lugar en el que todos dan un sermón y nos sirven el sustento semanal. En términos automovilísticos, se podría decir que es la ocasión en que llenamos el tanque. Vamos a nuestra estación de servicio para que un líder de alabanza nos sirva, dirigiéndonos en los cánticos. Y todo a fin de que podamos sentirnos bien cuando nos conectamos emocionalmente mediante el canto en masa y estemos seguros de haber «adorado». Asistimos al culto de adoración del fin de semana y nos deshacemos de nuestros hijos para que ellos también queden servidos con el llenado semanal de sus tanques. Nos sentimos especialmente felices, ya que ahora nuestra estación de servicio ofrece café en el vestíbulo de la iglesia, algo tan oportuno como el minimercado de nuestra gasolinera. Debemos admitir que asistir a un culto de adoración no es algo que se trate de nosotros los adoradores. No consiste en el buen servicio de Dios hacia nosotros, sino estrictamente en que le ofrezcamos nuestro servicio y nuestra adoración a Dios. Es el ofrecimiento de nuestra vida, nuestras oraciones, nuestra alabanza, nuestras confesiones, nuestras finanzas, nuestro servicio a los demás que pertenecen al cuerpo de la iglesia. En I Corintios 14:26-27 se describe la reunión de la iglesia. No era un «reúnanse para sentarse y recibir», como en la gasolinera. Todos se juntaban para ofrecerle sus servicios a Dios y los demás en adoración. La asamblea no trataba en primer lugar de suplir las necesidades del individuo, sino que se centraba en la adoración a Dios y el fortalecimiento de toda la iglesia. En el Nuevo Testamento, la palabra «servicio» se utiliza en referencia a un acto de dar y no de recibir. Pablo mencionaba con frecuencia su «servicio» a los santos, lo cual significa que los estaba sirviendo. (Romanos 15:17) No obstante, el «servicio de adoración», que supuestamente se centra en nosotros al tributarle nuestros servicios a Dios mediante la adoración, ha cambiado sutilmente para concentrarse más en que seamos nosotros los que recibamos por medio de la asistencia al culto. Dado el uso incorrecto de la frase «servicio de adoración», he dejado de utilizarla. Procuro emplear siempre la expresión «reunión de adoración». Desde el punto de vista teológico

comunica mejor lo que estamos haciendo. Podemos ser una vez más la iglesia que se reúne para adorar a Dios y presentarle nuestros servicios y ofrendas a Él y los demás, no meros individuos que asisten a un culto para recibir algo. Entre ambas formas de considerar lo que hacemos al reunirnos para adorar existe una diferencia sumamente grande en cuanto a las expectativas de la gente.

La nueva adoración como estilo de vida

La adoración es «el acto de venerar y alabar a Dios, es decir, atribuirle mérito al Señor como único merecedor de honor y servicio». La palabra más frecuente del Nuevo Testamento griego para adoración es proskuneo, que se deriva de pros («hacia») y kuneo («besar»). Implica un acto de reverencia y devoción que en los tiempos bíblicos solía conllevar prostrarse, arrodillarse y permanecer postrado en reverencia ante un Dios grande y santo. La adoración es la forma de expresarle nuestro amor y alabanza a Jesús, que nos amó primero y se entregó a sí mismo por nosotros (Efesios 5:25). En una reunión de este tipo, creamos un lugar donde poder expresarle amor, devoción, adoración y alabanza a Dios. Esto debería moldear nuestra planificación y diseño. Sin embargo, la adoración no es algo que hagamos solo una vez a la semana, el domingo por la mañana o la tarde, sino un estilo de vida que se debe al hecho de estar enamorados de Dios y sentirnos fascinados por Él durante los siete días (Romanos 12:1-2). Consiste en ofrecerle nuestro amor, nuestra adoración y nuestra alabanza a lo largo de toda nuestra vida. Estamos supuestos a adorar al Señor durante toda la semana y no solo en las «reuniones de adoración». Deberíamos ofrecerle todo en adoración: nuestra mente, corazón, matrimonio, familia, trabajo. Esto incluye lo que pensamos, hacemos, decimos, comemos y en lo que empleamos el tiempo. Todas estas cosas constituyen actos de adoración. ¡Resulta sumamente importante asegurarse de saber que la adoración es un estilo de vida y de que aquellos en nuestra iglesia también lo tengan claro! Es demasiado triste haber instruido a las personas para que piensen que la adoración tiene lugar principalmente cuando van a la iglesia y cantan. Adoradores abnegados frente a adoradores consumidores

Es necesario que en medio del entusiasmo de las reuniones de adoración, tengamos cuidado de no formar sutilmente a la gente para que se conviertan en consumidores de la adoración. En vez de ello, deben ser adoradores que vivan vidas sin egoísmo y sacrificadas, pensando en los demás antes que en sí mismos. La adoración no se trata de nosotros, sino de sacrificar nuestra vida por Dios y servir a los demás. Tiene que ver con reconocer quién es Dios y cantar nuestras alabanzas y adoración a Él de pie o de rodillas. Esto significa que, como resultado de la obra del Espíritu Santo en nuestras reuniones, deberíamos ver que la gente que las compone ama más a Dios y a las personas. Amar a los demás quiere decir poner sus necesidades por encima de las propias. Y esto suscita algunas preguntas. Además del dinero que gastamos para organizar nuestras reuniones, ¿cuánto dinero dedicamos a los pobres y necesitados? ¿Cuánto destinamos a las misiones de ultramar, donde un dólar estadounidense da para tanto? Por el precio de un nuevo proyector de video podríamos salvar la vida de docenas de niños que se mueren de hambre. ¿Cuánto tiempo y energía va a parar a disponer el trabajo artístico, las estaciones de oración y las velas en una habitación en comparación con el que dedicamos a enviar a la gente a las zonas marginadas para ayudar a las iglesias urbanas? ¿Cuánto tiempo dedicamos a servir a los ancianos de nuestras comunidades? ¿Cuánto destinamos a mandar personas al extranjero a las zonas necesitadas para que edifiquen casas y ayuden en los orfanatos? ¡Ay de nosotros si usamos cosas ingeniosas a fin de crear experiencias de adoración para las nuevas generaciones, pero ignoramos y olvidamos a aquellos que Jesús nos advirtió no descuidar! Su respuesta a la pregunta en Mateo 25:44-45 debería recordarse con gran seriedad al dirigir nuestras iglesia nacientes: «Ellos también le contestarán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?» Él les responderá: «Les aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí.»» La meta final de crear y diseñar nuevas reuniones de adoración es glorificar a Dios y hacer discípulos; no se trata de las cosas fantásticas que hacemos en ellas. Sí, deberíamos pensar con más profundidad en la tarea de diseñar y crear reuniones de adoración

multisensoriales. Sin embargo, ese no es el objetivo, sino ver que los que pertenecen a nuestra comunidad de iglesia se convierten en discípulos de Jesús y adoradores abnegados. Jesús no dijo: «si alguien quiere ser mi discípulo, debe practicar la adoración multisensorial a través de videos, velas y estaciones de arte».

Un día tendremos que rendir cuentas

Tenemos una tremenda responsabilidad en todo esto. Los que estamos en el liderazgo tenemos un papel fundamental a la hora de moldear el concepto que la gente de nuestras iglesias tiene de lo que es seguir a Cristo. Se nos ha dado una responsabilidad santa al decidir cuánto gastamos como acto de adoración. Más nos valdría no gastar jamás el dinero con frivolidad en materiales de arte, videos o velas sin buscar a Dios. Es fundamental que nos aseguremos de que lo que hacemos con los recursos que Dios ha provisto sea lo que él quiere y que haya un equilibrio. Creo que diseñar expresiones de adoración muy creativas es saludable y beneficioso, sin embargo, no debemos perder jamás la perspectiva. Mantener una supervisión formal y orar con relación al equilibrio de tu ministerio es algo muy serio para los que lideran la iglesia. Mediante mucha oración, debemos administrar nuestro tiempo y recursos de una manera que agrade a aquel que servimos. Es necesario que nos hagamos la pregunta final : ¿Producen las reuniones de adoración naciente que organizamos discípulos o consumidores?

Coalo: Se nos ha hecho más fácil copiar lo que ya está funcionando y no nos arriesgamos a buscar un sonido original. Creo que está muy desproporcionada la balanza entre música original y música traducida. Entiendo que hay música que nace de otros países que su propósito es que trascienda de manera global, pero también creo que no hay nada más rico y especial que una iglesia local tenga su propia expresión de adoración y música que nazca en sus reuniones. Esto es algo bueno y necesario.

Lucia: Yo puedo hablar por mi únicamente. Me ha faltado valor para creer que algo que no ha sido ‘probado’ pueda funcionar. Sueño con el día en que nuestros temas que han nacido desde y para Latinoamérica sean traducidos a otros idiomas. Nos acomodamos y acostumbramos a traducir porque es la forma ‘segura’, pero creo que en lo personal Dios me está diciendo que es tiempo. Quiero atreverme a desatar un sonido único y propio. Falta de experiencia y valor creo que es el principal obstáculo pero es tiempo. Así como Marcos Witt se atrevió en su momento a romper el esquema de lo que se cantaba en nuestras iglesias, necesitamos otro momento histórico de cambio para nuestra generación. 26 LiderJuvenil.com

¿Por qué tenemos muy poca adoración surgiendo en Iberoamérica?

Chrsitine: Tendría que cariñosamente diferir de esta pregunta. En mis tantos viajes ministeriales alrededor del mundo, especialmente en Latinoamérica, hay un enorme despertar de adoración. El sonido de esta adoración no es el de agrupaciones musicales o intérpretes de música específicos. Es el sonido de un pueblo de multitudinario—el sonido de la Iglesia—que está despertando a la verdad de que Cristo es el Rey de nuestra generación y se está uniendo a declararlo. La importancia mayor de este sonido es que, aunque gran parte de él viene de gente común y corriente que aman a Dios en lo personal e íntimo, suena fuertemente en el Cielo y el Padre se deleita en él.

Kike: Una de las razones es por comodidad, hemos recibido regalos musicales hermosos de nuestros hermanos anglosajones y se ha menospreciado de alguna forma lo que sale de nuestras culturas; unirse a una fórmula que funciona es más fácil que buscar lo que Dios quiere para nuestra cultura. En ese proceso de comodidad perdimos muchos grandes compositores iberoamericanos queriendo ser como bandas que son de esa forma originalmente y por eso Dios los usa, pero Dios espera que nosotros seamos originales y relevantes en donde Él nos puso. Necesitamos jóvenes que se arriesguen a sacar lo que Dios les puso en el corazón sin importar si es la moda o lo que la gente espera. ¡Hay mucho por descubrir!

DJ & Adoración

DJ Marcos Cruz

@djmarcoscruz España

Claro que podemos adorar con la música electrónica. La adoración no podría conectar con la música electrónica, si el músico que adora no está bien conectado con Dios. La adoración es algo del corazón del hombre hacia Dios, no de un estilo hacía otro estilo. Me encanta glorificar al Padre cuando me da improvisación creativa para montar paisajes con sonidos, loops y secuencias. Conecto con su corazón con ritmos continuos que se van abriendo hasta llegar al momento cumbre donde entra la harmonía y el énfasis del mensaje. Podemos alabar a Dios saltando y bailando, claro que sí. Se trata del corazón. Con el Rock, Indie o cualquier otro estilo también se puede saltar. No es el estilo en sí, ni el tipo de «saltos» jajaja ... sino la sincronía de tu corazón con Dios. Además en la electrónica no todo son saltos. También como en cualquier otro estilo podemos ir bajando hasta llegar a un momento Ambient y entrar en una parte más íntima con el Señor.

Andy Hunter

@AndyHunter Reino Unido

Para mí, ser DJ no se trata de estar a la moda. Es un acto de adoración y una invitación a las personas a entrar en adoración. El centro de atención está en Dios. Es liderar a las personas a entrar a otros lugares a través de la música que nunca antes habían escuchado. Pero puedo ver a Dios trabajando a través del arte, como este, y me motiva poder ver a Dios haciendo algo nuevo.

DJ TrueOne

@DJTrueOne Puerto Rico

Es sólo un instrumento de diversión y entretenimiento para aquel que no lo ve como una estrategia de retención para nuestra generación. Existen estadísticas que refleja un gran porcentaje de jóvenes adultos que abandonan el camino por falta de estrategias de retención dentro de las iglesias. La música electrónica no es sólo una herramienta de evangelismo, no es sólo parte de la adoración creativa de nuestra generación, es una gran herramienta de retención. Es una gran responsabilidad seleccionar música, mezclar estrofas, versos, sonidos que manifieste la expresión creativa de esta generación con la actitud y intención correcta: lograr conectar con ellos y formar parte de ellos, adorar con ellos, ser testigo de como reaccionan al ser ministrados por Dios y su presencia.

Yo quiero hacer música que capture la atención de las personas, no necesariamente la letra, sino una atmosfera o un sentimiento que exprese lo que está en el corazón. Lo que encuentro frustrante es que hay tanta gente talentosa dentro de la iglesia a la que no se le está dando espacio para expresar su don en adoración. Así que siempre es el mismo formato y la misma canción. ¿Dónde están semana tras semanas el poeta, pintor, bailarina, el escultor, el que le gusta diferentes géneros de música?

DJ EmaSound

@emasound Guatemala

En la adoración podemos conectar de muchas forma y en mi caso en mis conciertos siempre les recuerdo que no hay nada como conectarse en la presencia de Dios a través de esto. La electrónica tiene demasiadas melodías ritmos y sonidos que mueven muchos sentimientos, que despiertan algo dentro de ti, que te hace que puedas brincar y levantar tus manos y agradecerle a Dios por permitirnos adorarle a Él de esta forma. Para muchos puede ser un «entretenimiento» y para otros la mejor experiencia de sus vidas. He tenido muchas experiencias, muchas veces me dan tanta ganas de llorar a la hora de estar tocando detrás del mixer. Ojo no es emoción ni nervios, sino poder sentir la presencia de Dios en ese lugar donde muchos jóvenes llegan sabiendo que es «solo un concierto de música electrónica». Pero cuando siente que esto es extraño y que no pueden evitar saltar y levantar sus manos con el objetivo de darse cuenta que pueden también darle gracias a Dios en una forma donde mucha gente no los entiendan pero Dios sí. Y es allí cuando ellos aprenden a conectarse con Dios de otra manera que nunca imaginaron que se podía hacer.

Bob Sorge

@bobsorge

Bob aporta la diversidad de su experiencia ministerial –como ministro de música, maestro, pastor asistente, pastor principal, autor y orador itinerante a uno de los temas más sensibles de la iglesia hoy. Autor de «Esto es un asunto personal», «Exploración de la adoración», «Secretos del lugar secreto», entre otros.

No es un negocio esto es personal

O ÚLTIMO QUE QUIERES HACER ES LLEVAR UNA MENTALIDAD DE HOMBRE DE NEGOCIOS AL

MINISTERIO DE ALABANZA. Cuando el Señor me reprendió por esto, tuve que confesar que había usado la alabanza para hacer crecer mi ministerio. Había usado las habilidades que Dios me habían dado y su unción para crear una atmósfera y una cultura propicia para el impulso empresarial y el crecimiento de la iglesia.

Creí que estaba haciéndolo todo para Jesús, pero el Señor misericordiosamente empezó a revelarme cuánto estaba involucrado en esto. Tenía muchas posesiones. Estaba usando la alabanza para mi ventaja. Había aprendido a aprovecharme de la Novia para completar mi visión. Sin darme cuenta, me estaba convirtiendo en un profesional de ministerio. Necesitaba ayuda para que el tema se vuelva personal otra vez. Escuché a consultores de crecimiento en la iglesia que decían cosas como: «Si eres sabio y estratégico, puedes usar la alabanza y la prédica para hacer crecer a tu iglesia». Pero la mano de amonestación de Dios sobre mi vida me ayudó a ver que ante sus ojos, la alabanza no es una herramienta de crecimiento de la iglesia. La alabanza no es un negocio, es un tema personal. Entonces me pregunté a mí mismo algunas preguntas difíciles. ¿Es mi ministerio algo que me habilita a expandirme con mi plataforma y mi perfil público, pudiendo hacer proezas para Dios? ¿Es el ministerio algo que hago desde mi lealtad personal a Jesús porque me ha llamado a servirle? ¿Es algo personal para mí, o son negocios?

PROFESIONALES

Es letal cuando los amigos de Dios empiezan a pensar y actuar como profesionales del ministerio. Cuando los hermanos de la congregación los llaman «Reverendo», «Pastor», «Doctor» u «Obispo», estamos a un paso de vernos a nosotros mismos en una categoría superior. El espíritu que cubre a los profesionales de los días de Jesús, los fariseos, está tan activo hoy como en aquellos tiempos. Cuando Dios estaba preparando el planeta para el mayor suceso de toda la historia (me refiero a la llegada del niño Jesús a la tierra), ningún pastor solitario o clérigo afectó lo que Dios estaba haciendo. Los profesionales estaban totalmente ajenos al hecho de que una virgen estaba embarazada del Mesías. Los fariseos, escribas, ancianos, ninguno de ellos estaba en un lugar espiritual como para tener una pista. Aquellos que debían tenerla, no la tuvieron. ¿Quién tuvo esa pista? Un sin nombre y una mujer, llamados Simeón y Ana, que estaban encendidos en un espíritu de oración. Las posiciones del liderazgo pueden verdaderamente distraernos de la sensibilidad que pensamos que tenemos. Podemos tornarnos tan ocupados sirviendo a la Novia que descuidamos nuestra conexión vital con el Novio. Vivimos en una época en que la agenda de tantos ministros, en general, es en esencia una relación con la Novia. Pasan más tiempo invirtiendo energías en una relación con la Novia que con el Novio. Una vez escuché a un líder apostólico, mientras le hablaba a pastores en un entrenamiento, elogiando sus prácticas con este enunciado: «Yo nunca leo la Biblia para mí mismo. Ya pasé por eso. Ahora voy a la Palabra de Dios para alimentar a otros». A primera vista, esa práctica podrá parecer como una simple preocupación por el prójimo. Pero un paradigma de liderazgo espiritual que le da más atención al Cuerpo que a la Cabeza está en bancarrota. Es verdad que los líderes deben ser fieles en alimentar el rebaño de Dios, pero la única manera de ser verdaderos testigos de Jesús es ir a la Palabra para ti mismo primero, y luego alimentar al rebaño con lo que reboza de lo que Dios le está hablando a usted personalmente.

¿Es el ministerio algo que hago desde mi lealtad personal a Jesús porque me ha llamado a servirle? ¿Es algo personal para mí, o son negocios?

mira el video en http://j.mp/v-lj

El verdadero amigo del Novio no va a la Palabra primordialmente a encontrar material para un sermón sino para ver la Palabra Viviente en las páginas que señalan al Señor. Dios sabe que tu servirás efectivamente a la Novia solo en el grado que te mantengas fiel e íntimo en su relación con el Novio.

Los grandes líderes de esta generación de los últimos tiempos serán aquellos que tengan una relación personal con Jesús, que hayan ido a la Palabra primordialmente para encontrarse con el Hombre, Jesucristo. Si no demuestra una irresistible pasión por Jesús en esta hora, será pasado por alto como digno de ayudar a preparar a la Novia para el día de su boda.

¿ES LA ALABANZA UNA INDUSTRIA PARA TI?

Remontándonos a mediados de 1980, yo estaba enseñando en la universidad durante un evento llamado «Simposio de adoración». Ahí se presentó un ministro novato que tenía una visión de producir casetes de alabanza congregacional en vivo. El Espíritu Santo estaba enviando aire fresco a la alabanza de la iglesia, y esta grabación apareció en un momento oportuno para esparcir la llama. Esta cinta equipó a la Novia de Cristo con nuevas canciones que facilitaron el dinámico espíritu de la alabanza y la adoración estallando en la tierra.

En principio, la única manera de conseguir sus últimos lanzamientos era por pedido directo por correo. En esa época, la idea de la música cristiana contemporánea era mirada con gran escepticismo. «Quieres decir que vas a grabar el canto de la congregación guiado por un líder de alabanza, y luego lo vas a poner en un casete, ¿y esperas que la gente lo compre?». Nadie llevaba los casetes porque nadie pensó que se venderían. Considerando cómo era la típica adoración congregacional en 1984, la verdad es que la idea evidentemente parecía descabellada. En esa época, la adoración congregacional era algo que había que soportar más que grabar. Pero cuando la gente escuchó las grabaciones, tuvo una conexión inmediata con la pasión, la frescura, la energía, y simplicidad de la devoción a Cristo que las grabaciones manifestaban. A diferencia de la dirección que la música cristiana contemporánea había tomado, estas grabaciones no estaban dirigidas por una personalidad. Ellas exaltaban a Jesús.

Los pedidos por correos de esa compañía explotaron. Parecía que todos querían esos casetes. No los podías encontrar en librerías cristianas, así que las iglesias los compraban en cantidades y los vendían directamente a su congregación. Las ventas eran impresionantes. No pasó mucho para que los mercaderes se involucraran, y pronto los casetes empezaron a aparecer en las estanterías de las librerías de la nación. De repente, los gerentes se dieron cuenta que podían ganar dinero con esta producción. Al principio, los ubicaban a un costado de la estantería, pero luego de un tiempo los ponían en la vitrina central debido a la gran demanda. Otros ministerios empezaron a producir grabaciones de adoración en el mismo periodo de tiempo, así que la posibilidad de selección se expandió. En ese entonces, yo no veía la hora de que me llegue mi grabación por correo. Un nuevo casete llegaba cada dos meses, y en cuanto lo recibía, me apresuraba a escucharlo. Recuerdo un día en particular, a principios de los 90’s, recibí mi nueva grabación y me apresuré a conectar mi reproductor para poder escuchar y ver qué nuevas canciones se habían producido. Apreté el botón «Reproducir» y lo primero que escuché fue una voz que decía: «Damas y caballeros…», seguido del nombre del líder de alabanza (quien por cierto es un gran hermano en Cristo). Al oírlo sentí que fui apuñalado en el pecho. Se trataba ahora de una personalidad. En ese momento me di cuenta que el movimiento de adoración se había convertido en una industria. Mi punto no es decir «cuán malos somos», sino entender que: Dios lanzó el movimiento de adoración al mundo a través de siervos sin nombre que tenían un auténtico deseo en el corazón por glorificar el nombre de Cristo. Hemos perdido algo de la pureza inicial del movimiento, pero no estoy desalentado. Dios nos remontará a nuestros inicios. Estoy convencido de que Dios restaurará la pureza del corazón para con el movimiento de adoración y nos llevará a un nivel mayor de consagración. Nuestro Dios, cuyo nombre es Celoso, lo hará. Dios llevará a la alabanza a un nuevo nivel. Y cuando lo haga, él no usará a los mercaderes y comerciantes sino a aquellos que tengan un espíritu de mansedumbre, con corazones que ardan por el Señor Jesucristo y anhelen su regreso. Él usará a aquellos que tomen el nombre del Señor Jesús como un tema personal. Cuando el último gran movimiento del Espíritu Santo venga a la tierra, no quiero que me encuentre entre los mercaderes, capitalizando al Espíritu Santo para reforzar sus ventas. Quiero estar entre aquellos que se postren en su majestuosa presencia, precioso Rey.

Artículo extraído del libros «Esto es asunto personal» Ed. Vida

Krystel Sotero

@KrystelSotero

Krystel es de Gurabo, Puerto Rico. Artista visual y profesora. Con estudios en educación del arte, teología, terapia del arte y museología. Junto a su esposo Samuel Mojica, dirijen el Equipo Creativo de Torre Fuerte Iglesia de la Ciudad, y fundaron el proyecto de arte urbano MURALERTA.

Expresiones que han limitado las artes plásticas en la adoración

Todo el que se llame a sí mismo cristiano que anhela ver la majestad de Dios, debe por consecuencia apreciar el arte. Adoramos a un Dios creativo, su imagen en el ser humano es la causa de toda buena obra. Sin embargo, ¿qué ha pasado con las artes plásticas en la iglesia? ¿Por qué ya no son muy tangibles en nuestros espacios de adoración? Según la Palabra, desde el tabernáculo hasta el templo, las artes son esenciales en la adoración. A pesar de la desviación que la función del arte tuvo antes de la Reforma Protestante, ¿no estamos claros de la verdad para emprendernos con un mayor ímpetu a la restauración de las artes? ¿Será que gran parte de los artistas no han despertado a su labor según las Escrituras? He aquí varias expresiones que he escuchado, las cuales creo que han sido de influencia.

«ME GUSTA CREAR. LEER, NO MUCHO.»

No todos los artistas tienen interés por el estudio de la Palabra. Muchos repiten definiciones del arte que leyeron en un diccionario común. En Éxodo 31, nos encontramos con el primer artista: Bezalel. La tradición judía dice que sólo tenía alrededor de 15 años. Su trabajo era embellecer el tabernáculo al crear lo que Dios le había ordenado a Moisés. ¿Es esta nuestra definición de un artista? Esto requiere obediencia y conocimiento de Dios a través del estudio y la oración. ¿Cómo logramos que nuestros líderes le den paso a las artes? Hablando su lenguaje: la teología.

«¡TENEMOS LIBERTAD DE EXPRESIÓN!»

En la Palabra, no encontramos muy buenos ejemplos de la libertad de expresión. En contraste, Jesús dijo en Juan 8:28, «Yo no hago nada por mi cuenta, sino que digo únicamente lo que el Padre me enseñó.» Es interesante que Bezalel y Jesús tenían oficios similares, ambos ejercieron lo que hoy día hacen los ebanistas, los diseñadores industriales y hasta los arquitectos. Vemos una relación con el Espíritu Santo para todo lo que hacían; tanto así que, adelantado a su tiempo, Bezalel fue lleno del Espíritu para lograr su encomienda. Al participar durante momentos de adoración, tenemos que apartar tiempos para escuchar la voz del Espíritu Santo, sino seremos un obstáculo con nuestras libres expresiones.

«AQUÍ LOS ADORADORES, ALLÁ LOS ARTISTAS»

Los cantantes y los músicos adoran con sus instrumentos, así mismo el artista adora con sus colores. ¡Todos somos adoradores! Una vez le entregamos nuestro talento a Dios, no hay manera de crear si no nos unimos a la adoración. He tenido la oportunidad de pintar con diversos ministerios; a veces no me puedo contener y tengo que pausar para adorar. Han habido momentos donde Dios me lleva en otra dirección de lo que estaba pintando, y la pieza resulta ser algo que jamás imaginé. Esto es riesgoso para todo artista que no esté dispuesto a morir a sí mismo, ya que tenemos que entregar nuestros criterios. No nos unimos a la banda para hacer un espectáculo y demostrar cuan impresionante es

nuestro talento, antes de ser artistas tenemos que ser adoradores. «LA IGLESIA ES COSA DEL PASADO»

No podemos decir que tenemos intimidad con Dios sin amor a nuestra iglesia local. En ocasiones, los artistas nos comportamos como si fuéramos muy cultos para la iglesia. En el Salmo 69:9, David expresa: «El celo por tu casa me ha consumido…» La Palabra demuestra el amor que Dios siente por su iglesia, y los hermosos planes que tiene para ella. Este despertar elimina toda agenda personal, y levanta en nosotros un clamor para que Cristo sea exaltado en nuestra congregación. Bezalel no trabajaba solo, le era imposible mirar cómo se edificaba el tabernáculo en la distancia con los dones que Dios había puesto en sus manos. Bajo la dirección de Moisés, trabajó arduamente en el lugar de adoración de su pueblo. De igual manera, los artistas trabajamos bajo la dirección de nuestros pastores y líderes, esto nos ayuda a crecer espiritualmente mientras vemos cómo Dios es glorificado. Para comenzar este diálogo, no sólo decimos: «Pastor, ¿puedo pintar allá arriba con los músicos?» Sino, «Pastor, esto es lo que hago, soy artista. ¿Cómo le puedo ayudar?»

«EL ARTE ES SÓLO PARA EVANGELIZAR»

Necesitamos una visión más alta. Soñamos en grande cuando se trata de ser famosos, exhibir en los grandes museos, y pintar murales en las ciudades. No tenemos idea de los grandes propósitos por los cuales Dios nos hizo artistas. Sí, debemos usar nuestro arte para evangelizar y ministrar a nuestros hermanos, pero en el tiempo en que vivimos podemos hacer mucho más. Dios no sólo quiere sanar al que observa nuestro arte. ¡Dios quiere sanar nuestra cultura! Los artistas somos gestores culturales del Reino. Bajo la gracia, santificamos nuestra imaginación, anhelamos una mente controlada por el Espíritu, para así ser luz; y atraer a todos a la luz. Empezando desde nuestra iglesia hasta los puestos más altos de la cultura en nuestros países.

«EL ARTE ES UNA DISTRACCIÓN EN LA ADORACIÓN»

Es triste lo mucho que lo he escuchado. No porque me sienta ofendida como artista, sino por la falta de conocimiento. Dios le ordenó a Moisés un tabernáculo que envolviera casi todas las expresiones del arte representativo. Más adelante, David le da a Salomón lo que recibió por medio del Espíritu: ¡un templo lleno de arte! Las creatividad sólo se convierte en una distracción cuando no ha sido filtrada por la Palabra. ¿No son algunos cantantes con todo el escenario apagado y una brillante luz sobre sí mismos una distracción para la adoración? Necesitamos que la Palabra nos limpie. Desde dónde nos posicionamos en la plataforma, hasta cómo usamos las luces y los visuales en pantalla, todo debe ser repensado para producir una adoración con un mismo espíritu y bajo la luz de la Verdad.

En resumen, las artes plásticas son bienvenidas en la casa de Dios. Es responsabilidad de los artistas y los líderes redescubrir teológicamente cómo lograrlo para alcanzar una adoración genuina y no un simple atractivo visual. ¡Dios anhela la restauración de las artes!

Rossana Espinola

¿Es necesario hacer cambios en la alabanza?

SI NOS DETENEMOS A OBSERVAR EN LA BIBLIA LA ESENCIA DE LO QUE REPRESENTA LA ALABANZA Y HACEMOS UN PARALELISMO CON EL TIEMPO ACTUAL,

mi respuesta a la necesidad de cambios sería un rotundo «sí». En una época donde está de moda la apología al humanismo extremo, que hace que todo gire alrededor de la satisfacción personal y de cómo uno se siente, esta esencia de alabanza bíblica se torna un poco difícil de comprender a tal punto que el concepto se traslada muchas veces a las iglesias, cayendo en el error de buscar agradar a las personas por encima de Dios. De esta manera se sustituye el alto grado de honor de ministrar e impartir SU presencia, a un mero entretenimiento o emocionalismo efímero. Considero que emocionarse por

Dios está bien, debemos tener expectativa, pero una adoración profunda va más allá de lo circunstancial.

Por ejemplo, el Salmo 100 es una exhortación al pueblo a regocijarse en la presencia de Dios, a cantar alegres a Él, sencillamente porque Dios es bueno y para siempre es su misericordia. Es decir, expone que no se trata de nosotros, se trata de Él. Isaías 43:21 nos enseña que fuimos creados para proclamar sus alabanzas, el Señor nos creó para que lo adoremos. Cuando comprendemos esto y logramos tener una vida de intimidad con el Espíritu Santo, se vuelve fácil disfrutar de una comunión genuina con el Señor que nos permita ser hijos maduros que aprovechan esa gracia de poder estar en su presencia, de poder clamar Abba Padre, cualquiera que sea la situación que nos rodea. En las Escrituras se mencionan varios hechos donde el pueblo de Israel obtuvo grandes victorias utilizando como principal arma la alabanza. 2 Crónicas 20:22-24 y Josué 6 son algunos ejemplos. Dios se dignifica al ser alabado y su brazo de poder no puede dejar de obrar a nuestro favor si le damos el lugar que se merece. Vemos que Él intervino de manera asombrosa en ambos acontecimientos y hoy en día sigue siendo igual. Nuestras batallas son en un mundo espiritual contra fuerzas malignas que se oponen al conocimiento de Dios, en la medida que le busquemos tendremos más entendimiento de lo que Él es, y el resultado será un corazón contrito y humillado que sabe aclamar a su Dios. Imaginar el cuadro vivido por Pablo y Silas en Hechos 16:23-26 es muy confrontador. Escuché en estos días una frase con la cual coincido plenamente: «adoración es lealtad a Dios». Y es tal cual lo que estos hombres de Dios habían expresado en el difícil momento que les tocó atravesar. Aprendieron a disfrutar de los beneficios de la cruz de Cristo en los buenos y malos momentos, algo difícil de digerir en una generación avasallada por mensajes de prosperidad y éxito personal. Estamos en la tarea de aprender de estos siervos el ejemplo de una entrega sin reservas, de cómo la exaltación y adoración a Dios produce transformación y libertad, que no se limita a lindos momentos en una reunión, a luces, tecnología o hacer ruido, sino a una plena conciencia de su persona. Alabamos a Dios no por lo que nos da o nos dará, sino porque ya nos entregó todo en la cruz del Calvario, nos dio a JESÚS.

Rossana es Lic. en Ciencias Contables, trabaja en liderazgo juvenil junto a su esposo hace 10 años, forma parte del Ministerio de Artes de la iglesia Centro Familiar de Adoración, en el área de Alabanza.

Jaime Fernández

Profesor de Instituto CanZion

Cómo llegar al corazón de Dios

¿ALGUNA VEZ TE HAS PREGUNTADO CÓMO LLEGAR AL CORAZÓN DE UN AMIGO?

Piensa en algunas cosas que puedes hacer: reconocerle como amigo; hablarle y escucharle; dedicar tiempo y atención... La lista puede ser interminable, porque siempre hay cosas nuevas que todos necesitamos. En cierto modo, la meta no es ganar al amigo, sino pasar tiempo con él/ella. Lo que queremos es conocerle y disfrutar de su presencia (y que la otra persona disfrute de la nuestra), más que de las cosas que hacemos en sí.

Orar es llegar al corazón de Dios y desnudar nuestro corazón delante de Él. Adorar es llegar a la presencia de nuestro Padre porque queremos estar con Él, le amamos y necesitamos oírle. No se trata de conocer muchas estrategias o pensar en la manera de hacerlo, sino simplemente que nuestro corazón lo desee. No hay libros que puedan explicar eso. Nadie puede «enseñarnos» qué palabras decir para que vivamos entusiasmados sólo con el hecho de saber que Dios nos escucha. Si no deseamos estar con Dios es porque algo anda mal dentro de nosotros, no importa lo «espirituales» que aparentemos ser, o las palabras que digamos... o incluso lo que conozcamos de nuestro Dios. Nuestro «sueño» diario debe ser estar con Dios, escucharle por medio de su Palabra y hablarle. El deseo más profundo de nuestro corazón debe ser estar al lado del Señor Jesús, porque incluso cuando nos sentimos mal, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad y «traduce» nuestros deseos, ¡o nuestra falta de deseos!. Si de verdad amamos a Dios, queremos estar con Él. Necesitamos estar con Él.

¿CÓMO ACERCARNOS AL CORAZÓN DE DIOS EN ADORACIÓN? ¿CÓMO RESUMIR TODO EN POCAS PALABRAS?

La Biblia nos habla de un momento futuro en el que el cielo entero aclama al Señor diciendo: «El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza», Apocalipsis 5:12 y 7:12. Aunque lo más importante nunca es lo que recibimos, sino nuestra relación con Él, de la misma manera que lo importante en una amistad es la relación, por encima de todo lo que cada uno de los dos amigos hacen. PORQUE LA ADORACIÓN EMPIEZA Y TERMINA CON DIOS

Realmente, toda nuestra vida empieza y termina con Él. «El es antes que todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen», Colosenses 1:17. Todos los hijos de Dios necesitamos expresarnos de una manera sincera y total delante de nuestro Padre. Vivimos para ofrecerle nuestra gratitud y amor de la mejor manera posible. No queremos causar en nadie la sensación triste de que las cosas se hacen mal, ni escribir en contra de las ideas de ninguna persona, sino hablar a favor de nuestra relación con Dios, y abrir los ojos de todos a lo que real- mente significa vivir entusiasmados en la presencia de Dios, porque la adoración empieza y termina con Él. Queremos desafiar a todos a leer la Biblia, a profundizar en la relación con el Señor, a orar, a adorar. ¡Acercarnos más a Aquél que es todo para nosotros! Sin Él nuestra vida no tiene sentido. Sin un corazón ardiendo en gratitud y amor hacia Él, nuestro trabajo tiene muy poco valor. Jamás debemos olvidarlo: la adoración empieza y termina con Dios. Una VOCACIÓN que apunta a los hijos de Dios. Dios trata de encontrar gente verdaderamente especial y escogida. Ha puesto un «anuncio clasificado» redactado sucintamente: «Se buscan verdaderos adoradores.» La adoración no es algo difícil de entender. En dos clarísimos y cortos pasajes, Jesús resumió todo el tema. Hemos considerado el «Gran Mandamiento» que Cristo citó de Deuteronomio 6 y hemos visto el principio central de amar a Dios actuando en las vidas de personas reales de la Biblia. El otro pasaje evidente es Juan 4:23-24, La teología más clara sobre la adoración se encuentra en medio de la conversación del Señor con la mujer samaritana en Sicar, a quien le fue ofrecido un vaso del agua que puede saciar la sed para siempre. La actual iglesia de Cristo se parece mucho a la mujer del pozo de Juan 4: confundida y perpleja por el debate teológico y eclesiástico. Su concepto de Dios y de lo que Él ofrece y espera de la humanidad estaba, como poco, distorsionado. Por cierto, esta samaritana asistía a los servicios religiosos locales, pero en su día, la adoración se había convertido en algo estéril y rutinario, aparentemente sin relación con el día a día.

Además de eso, los responsables religiosos gastaban la mayor parte de sus energías y su tiempo discutiendo sobre formas y lugares de adoración, tanto que se habían enfrentado y «maldecido» entre sí porque todos creían tener razón en cuanto a su «manera» de hacer las cosas. Jesús hizo añicos ese estereotipo declarando la adoración a Dios como la piedra angular para corregir nuestra contaminada relación con el Todopoderoso, y la clave para comprender las realidades prácticas de la vida. La conversación de la samaritana con el Mesías no fue demasiado extensa. La mujer entendió su necesidad de un Salvador, una vez enfrentada a su pecado. Ahora, ¿qué debía hacer? Reconoció su necesidad espiritual, pero estaba totalmente confundida en cuanto al siguiente paso. «¿Dónde encuentro las respuestas a los problemas de la vida? ¿Qué sistema religioso me dice la verdad?» preguntó. Jesús respondió, «Estás haciendo la pregunta equivocada. Encontrar a Dios no es un asunto de lugares, estilos, métodos, ni un sistema de pensamiento. Encontrar a Dios tiene que ver con responder simplemente a su búsqueda de ti.» Le estaba diciendo que la salvación es una cuestión del corazón, una respuesta a Dios, no la conformidad con unas expectativas religiosas. Esta historia es fascinante y nos da la oportunidad de ver cuál es el deseo de Dios: Él va en busca de auténticos adoradores. Esta mujer quería descubrir a Dios, y en su respuesta a ella, Jesús resume la totalidad de las bases para una relación íntima con Dios. Cristo se niega a entrar en discusiones religiosas y en su lugar le dice sencillamente: «Dios busca auténticos adoradores, personas que respondan con el corazón abierto a Su oferta de amor y perdón. ¿Serás tú una de ellas?» La salvación llega cuando le doy todo mi corazón (¡mi vida!) a Cristo. La adoración es igual: el total abandono de mi corazón a la persona de Jesucristo. La respuesta de Jesús parece tan simple que raya en lo ridículo. Pero, si lo estudias, descubrirás que en realidad es una repetición de la mismísima profunda verdad de Deuteronomio 6:4-6, porque hay dos partes básicas en la fórmula: 1. ¿A quién debería adorar yo? A Dios como Padre y como Espíritu. 2. ¿Cómo debería adorar? En espíritu y en verdad. (Implicación: adoro auténticamente a Dios cuando le doy todo lo que soy como persona.) Deuteronomio dice lo mismo:

1. ¿A quién debería adorar yo? A Yahvéh. 2. ¿Cómo debería adorar? Con todo mi ser. Asombrosamente profundo. Increíblemente simple. ¿Por qué la adoración se ha vuelto tan controvertida? Quizás porque no hemos respondido como la mujer junto al pozo, quien, cuando fue confrontada con la persona del eterno Yavhéh, ¡se postró y adoró!

Artículo extraído del curso Esencia de la Adoración en Instituto CanZion. Tomado del libro Cara a Cara por Editorial Tyndale.

Viviana Sanabria

Viviana es Abogada de la Universidad Nacional de Asunción, líder de jóvenes en el Centro Familiar de Adoración, Staff de Especialidades Juveniles Paraguay, bailarina, trotamundos y fan del chocolate en todas sus formas y tamaños.

Enfoque de un corazón adorador

L EVANGELIO DE SAN LUCAS FINALIZA EN SU ÚLTIMO CAPÍTULO CON ESTE VERSÍCULO

«Y estaban siempre en el Templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén» (Lucas 24:53 RVR 1960, énfasis añadido). Cuenta la Palabra de Dios que desde la ascensión de Jesús al cielo, los que quedaron sintieron un gran gozo y menciona que estaban siempre en el Templo alabando a Dios continuamente.

Al leer e imaginarme esta escena, puedo ver a la gente reunida con suma alegría pero no solamente cantando sino con un corazón rebosando de gozo, con una gran sonrisa y danzando para el Señor hasta que le duelan los pies. Me imagino que están alabándole al Señor con todo su cuerpo debido a la promesa del Padre que se ha hecho real en sus corazones. Desde que Jesús murió por nosotros somos el Templo y hemos de alabar al Señor continuamente. Eso involucra alabarlo con nuestras actitudes. Muchas veces podemos ir a la iglesia y cantar alabanzas conocidas de memoria, sin embargo, podríamos estar pensando en cualquier otra cosa y repitiendo las letras sin prestar atención a las mismas. Puedo recordar cuantas veces fui a la iglesia y probablemente canté las canciones sin realmente poner atención a las letras. Tal vez lo hice por costumbre, porque ya llevo años asistiendo a la iglesia. Seguramente no lo hice con mala intención, pero mi actitud dejaba mucho que desear. Lo que estaba haciendo «para alabar a Dios» en realidad no lo hacía genuinamente. Soy consciente que eso no le agradó a Dios. Convertirse en una persona que alaba al Señor requiere de un enfoque en estas áreas:

1. CORAZÓN AGRADECIDO

«Vayamos ante Él con corazón agradecido. Cantémosle salmos de alabanza». Salmos 95:2 NBD «…Mi gratitud será su alabanza». Salmos 69:30 NBD Debo alabar al Señor con un corazón agradecido, no importa el tipo de semana que tuve, no importa si fue una semana difícil o fue una gran semana llena de lindas sorpresas. Personalmente tomé esta decisión. Eso hace que desde mi interior fluya la alabanza genuina, hace que mi atención esté completamente enfocada en lo más importante que tengo. Puedo asegurar que si uno hace la prueba de alabar con un corazón totalmente rendido y agradecido, uno es transformado. Dios hace su obra y realmente encontramos sentido al hecho de asistir a una reunión de la iglesia. Nos conectamos a la fuente verdadera, al que es digno de recibir toda nuestra alabanza.

2.CON INSTRUMENTOS Y CÁNTICOS

«Entonemos nuestra alabanza al son del arpa y de coros melodiosos» (Salmos 98:5 NBD) «Alaben al Señor al son de la lira, entonen alabanzas con el arpa. Compónganle nuevos canticos de alabanza, hábilmente acompañados en el arpa; canten con júbilo» (Salmos 33:2 NBD). Alabar es elogiar, es celebrar con palabras. La Biblia nos demuestra, con mayores detalles en los Salmos, que lo hacían al son de instrumentos, a través de las voces y a través del cuerpo. Dios mismo creó la música para su alabanza. Los instrumentos deben facilitar la alabanza, sin embargo, hay que tener cuidado de no depender completamente de ellos, la alabanza y adoración debe ser continua.

3. LA ADORACIÓN DE ISRAEL SIEMPRE FUE DEMOSTRATIVA

«Alaben su nombre con danzas, con acompañamiento de tambores y lira» (Salmos 149:3 NBD). Podemos alabar al Señor con nuestro cuerpo entero, con danza, levantando las manos y con el palmoteo. Las formas hebreas usaban el palmoteo para aclamar con júbilo y no para marcar el ritmo. Expresaban su alegría con mucho ruido, siempre debe ser enfocado al corazón de Dios, o si no es simplemente ruido. Me cuestioné si realmente debemos insertar cambios en la forma en que estamos acostumbrados a alabarle a Dios y creo que uno debería empezar el cambio en la actitud primeramente. Luego, enfocar en cómo lo estamos expresando; podemos alabarle a Dios de rodillas, saltando, postrados y de pie. No debería haber una estructura porque fuimos creados para rendirle alabanzas con todo nuestro ser. El enfoque debe ser exaltar Su nombre. Podemos diversificar las formas de expresarlas porque Dios nos creó a cada uno diferente. Creo que lo importante es hacerlo en unidad, como un solo cuerpo, como iglesia, como familia. En alguna reunión se podría usar solo danzas o solo cánticos sin instrumentos. En otra reunión se podría usar al coro de niños y en otra solo a una persona con un solo instrumento. Siempre y cuando la alabanza sea para exaltar el nombre de Dios con todo nuestro ser, lo haríamos de la forma correcta, sin importar que sea o no estructurado.

LIBROS RECOMENDADOS DEL TEMA

1. «Generación de adoradores: cómo acompañar a esta generación al trono de la gracia» por Emmanuel Espinosa, Lucas Leys y Danilo Montero (Especialidades Juveniles) 2. «Adoración para la nueva generación: cómo crear los mejores ambientes y programas para la iglesia de hoy» por Dan Kimball (Vida) 3. «El anhelo de mi corazón: viva cada momento en el prodigio de la adoración» por David Jeremiah (Unilit) 4. «Exploración de la adoración» por Bob Sorge (Vida) 5. «¿Qué pasó con la adoración?» por A.W.Tozer (CLC Colombia) 6. «Un corazón de adoración: adorando a la manera que a Dios le agrada» por Jack Hayford (Vida) 7. «Postrados en adoración» por Matt Redman (Peniel) 8. «Mi respirar: la adoración como forma de vida»por Louie Giglio (Unilit) 9. «Viviendo una vida de verdadera adoración» por Kay Arthur (Precept

Ministries International)

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