CO L U M N I S TA I N V I TA D O
EMMANUEL SEVILLA
MENTE TRANSFORMADA, ESPÍRITU RENOVADO La Palabra de Dios nos habla que debemos estar en constante cambio, en constante renovación. Es imposible en esta época que no estemos sujetos a cambios en nuestro alrededor, pues una persona que no tiende a cambiar su estilo de vida y adaptarse en el entorno postmoderno en que vivimos difícilmente sobrevive a dicho entorno. No estoy hablando que nos dejemos llevar o dominar por todo lo que nos está rodeando y seamos seducidos, sino más bien en que nuestra mente debe estar enfocada en un constante cambio evolutivo conforme las edades lo demandan.
Emmanuel Sevilla Es líder juvenil nacido en México, egresado del Instituto Biblico «El Calvario» y parte del staff de e625 México. Tiene más de 10 años de experiencia en el trabajo con jóvenes y actualmente ayuda en el desarrollo de Iglesias Familiares.
La Biblia dice en Romanos 12:2, «No vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber lo que Dios quiere, es decir todo lo que es bueno, agradable y perfecto.» (TLA) La misma Palabra nos demanda no enfrascarnos en lo que este mundo y esta vida nos ofrecen, sino que pensemos, renovemos nuestro objetivo a seguir. Quiere decir que veamos en donde está nuestro enfoque: si en la fama o la admiración de la gente, en la muchacha o muchacho que nos gusta, en agradar al pastor y no a Dios, en el reconocimiento de la iglesia a quien sirves o simplemente en nuestro propio egocentrismo. Primero debemos reconocer que el ministerio que Dios nos encomendó es un servicio y somos responsables de conocer al Dios que compartimos. Para eso debemos estar calibrados con el Creador de modo que seamos punto de acceso para que otros jóvenes se encuentren con Él. Esto es, si nos dedicamos a transformar nuestra mentalidad y alinearla a su propósito en nuestra vida y liderazgo, nuestros jóvenes van a tener un sendero de vida que imitar. Y la Biblia nos amplía más el panorama: «Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear para ser como él.» Efesios 4:23-24 (TLA) Las personas van a percibir y definir el Evangelio y el cristianismo de acuerdo a lo que observan en nosotros. Si somos conflictivos, hipócritas, falsos, deshonestos, para ellos el cristianismo va a ser lleno de problemas, conflictos, de ponerse una máscara de hipocresía, en la iglesia soy una buena persona pero fuera de ella no demuestro serlo sino todo lo contario. Seguramente así entenderán el Evangelio y esto determinará su perspectiva de cristianismo. Pero si somos santos en nuestra manera de vivir, buscando a Dios a pesar de los errores, siendo honestos con nosotros mismos y con otros; el cristianismo que trasmitiremos será un buen mensaje, un buen Evangelio sano y libre de prejuicios pues somos renovado en nuestra mente: Dios nos ha transformado. Para que nuestra mente sea renovada y hagamos un verdadero cambio, la transformación empieza por el espíritu y con el Espíritu; analiza esto:
22 | L I D E RJ U V E N I L . CO M
«Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación y mi bendición sobre tus renuevos» Isaías 44:3 (RVR) Renuevo hace referencia a nuevas fuerzas. Esto es que Dios nos bendice, nos da nuevas fuerzas como las águilas (Isaías 40:31) pues la promesa es que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece (Filipenses 4:13). Así que teniendo la promesa de la Palabra de Dios en nosotros esta generación va a transformar la sociedad porque tiene el factor principal en su vida: el Espíritu de Dios operando. De este modo el liderazgo nunca más será el mismo sino que Dios reviste de nuevas fuerzas aun cuando estemos en una etapa de frustración, depresión, o hasta estancamiento. Ahí también tenemos que ir a Dios, incluso Él llega y nos da esa agua fresca cuando más tenemos sed; nos da ese chapuzón en el río de Dios y salimos renovados con ideas, con metas fijas y objetivos trazados, no solo en el ministerio, sino en nuestra vida personal. Todo cambia cuando su Espíritu trae su renuevo. La vida de todo líder es de etapas, pero si no pasamos por la estación del renuevo espiritual, sencillamente nunca llegaremos a algún lugar. Seguiremos ahí estancados, esperando que suceda algo. Su renuevo transforma la mente y en el espíritu, transforma la vida.