EZEQUIEL 22:30 «Yo he buscado entre ellos a alguien que se interponga entre mi pueblo y yo, y saque la cara por él (Lit. construya un muro y se ponga en la brecha delante de mí por la tierra) para que yo no lo destruya. ¡Y no lo he hallado!» (NVI). Pecado de la nación Resultado
idolatría y violencia (v. 1-4a) juicio (v. 4b-5, 14-16)
abominación, repugnancia ante Dios Dios ha determinado el cautiverio sobre ellos
SITUACIÓN a) Los gobernantes solo conquistaban su propia gloria y arropaban poder para sí, permitiendo la anarquía, la violencia y la injusticia entre el pueblo. Se había multiplicado la injusticia social; la administración y el sistema económico del país eran un desastre: usura, defraudación, avaricia. No reinaba la paz, sino el sufrimiento y la confusión (v. 6, 12, 27). b) Los sacerdotes eran responsables de la transgresión a la ley y de la abominación en los sacrificios; los mandamientos no se obedecían y, por tanto la degradación moral, espiritual y religiosa había tocado fondo, rayaba en lo inmoral y asqueroso (v. 7-8, 10-11, 26) c) Los profetas decían mentiras y vanidad. Acomodaban el mensaje profético de Dios para que dijera lo que el pueblo quería escuchar o para ser reconocidos, estimados y aclamados ante la nación. Estos finalmente buscaban ganancias deshonestas (v. 9), 25, 28). d) Los pueblos circunvecinos los oprimían, ejercían violencia y aflicción sobre los israelitas (v. 29). d) El pueblo, en medio de la anarquía, (sin gobernantes comprometidos con la restauración social y el bienestar integral de la nación; sin sacerdotes santos, íntegros, amantes de la ley y consagrados al servicio; sin profetas que sean verdaderos pastores y faros de luz para Israel) no encontró más salida que actuar como los pueblos paganos. El pueblo de Dios pasó de ser una nación gloriosa, próspera y bendecida, a ser oprobio y escoria («Sustancia vítrea que sobrenada en el crisol de los hornos de fundir metales, y procede de la parte menos pura de estos unida con las gangas y fundentes. || Cosa vil y de ninguna estimación») para el Santo, Alto, Sublime