Emprendedores

EN BÚSQUEDA DEL ÉXITO, NO DE LA FAMA.

Piensa por un instante a quién admiras grandemente, yo a Ismael Cala, gran comunicador, conferencista y escritor quien para mí es un claro ejemplo de éxito. Decidió alejarse de los reflectores y renunciar a su programa estelar en CNN en español, para emprender una carrera de crecimiento personal y espiritual, donde ahora comparte lo aprendido con el mundo a través de sus congresos, viajes, libros y ponencias. Un ejemplo de grandeza y éxito por encima de la fama. Damaris Echeverria

Y TÚ, ¿QUIERES SER FAMOSO O EXITOSO?

Con las nuevas tecnologías, aplicaciones, plataformas digitales y demás, muchas personas han saltado al estrellato en un abrir y cerrar de ojos, disfrutando las mieles de ser popular, famoso y reconocido por diferentes grupos de la sociedad.

No hay nada de malo en ello, sobre todo aquellos a quienes se les ha denominado los “influencer”, es decir personas que inspiran, motivan e influyen positivamente en los estilos de vida de sus seguidores.

Para muchos el saber que esa “fama” está al alcance de likes y followers, puede provocar una pérdida de enfoque en lo que verdaderamente es importante: ser personas de éxito.

En mi percepción una persona de éxito es quien ama lo que hace y es excelente en ello, sin importar que lustre zapatos o sea un inversionista.

Exitoso es aquel que ha alcanzado un estado mental y emocional donde la paz es la fuente de alimento; exitoso es el que ha tocado vidas y corazones de las personas que realmente lo conocen. El éxito para mi es poder dormir cada noche con una consciencia tranquila y un alma que vibra en amor y gratitud.

Invierte más en tu crecimiento personal: puede ser un curso, lecturas, nuevos hábitos espirituales, lo que te funcione mejor.

Enfoca tu atención en personas que conoces realmente: dejemos de admirar sólo a personas a quienes conocemos a través de plataformas digitales, seguramente en alguno de tus círculos hay personas exitosas de quienes puedes aprender mucho.

Sé excelente en lo que haces: y no hablo de perfección porque no existe, sino de ser lo suficientemente dedicado, enfocado y amoroso con el rol que desempeñes en tu vida.

No permitamos que el mundo superfluo que se vive en las redes sociales, active el deseo de alcanzar esa fama que es efímera y banal, en cambio trabajemos cada día para convertirnos en personas exitosas.