Revista Venezolana de Análisis De Coyuntura. Volumen XXI Nº2 julio-diciembre 2015.

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ARTICULO Valor agregado sectorial y productividad total de factores. Enfoque dinámico de sistemas: caso Venezuela. José Contreras y Rodolfo Esquivel. Programas de estabilización macroeconómica: Lecciones y alternativas para Venezuela. Eddy Johanna Fajardo y Héctor Romero Ortiz. La participación comunitaria en la política social venezolana: 1999-2012. Carlos Aponte Blank. La toma de decisiones y la acción colectiva organizacional en contextos de juegos de poder. Ricardo Marcano Vera. Una visión de las redes como generadores de cambio. Migdalia C. Perozo Bracho. Algunas perspectivas y modelos de comprensión de la discapacidad. Alexander Albarrán. Homosexualidad y trabajo social en el Mundo de Vida Popular Venezolano. Jennifer García.


Revista Venezolana de

ANÁLISIS DE COYUNTURA Volumen XXI, No. 2, julio–diciembre 2015

Depósito Legal pp. 199502DF22 ISSN: 1315-3617 Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Residencias 1-A, Piso 3, Ciudad Universitaria, Los Chaguaramos Caracas 1051A. Apdo. 54057. Telf.: 605-25-61 Correo electrónico: analisisdecoyuntura@gmail.com http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_ac/index http://www.faces.ucv.ve/instituto/ranalisis.htm http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/HomRevRed.jsp?iCveEntRev=364


UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA RECTORA Cecilia García A. VICERRECTOR ACADÉMICO Nicolás Bianco VICERRECTOR ADMINISTRATIVO Bernardo Méndez SECRETARIO Amalio Belmonte

Facultad de Ciencias Económicas y Sociales DECANA (e) Adelaida Struck COORDINADOR ACADÉMICO Francisco Javier Fernández COORDINADORA ADMINISTRATIVO Naike Moya COORDINADOR DE EXTENSIÓN Sandra Pinto

Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales «Dr. Rodolfo Quintero» DIRECTOR Carlos Peña COORDINADORA DE LA PUBLICACIÓN Thaís Ledezma CONSEJO TÉCNICO Alicia Ortega de M., Elia Lagrange, Carlos Peña, Javier Seoane, Alba Carosio, Bibiano Figueroa, Nelson Guzmán, José V. Machado


REVISTA VENEZOLANA DE ANÁLISIS DE COYUNTURA Volumen XXI, No. 2, julio–diciembre 2015 DIRECTORA Thaís Ledezma COMITÉ EDITORIAL Cristina Mateo • José R. Zanoni • Leonardo Vera Sary Levy C. • Félix Gerardo Fernández • María Antonia Moreno COMISIÓN ASESORA Absalón Méndez • Alberto Camardiel • Alejandro Puente • Rafael Ramírez Manuel F. Garaicoechea • Betty Pérez • Luis Mata • Edgardo Lander Guillermo Ramírez • Guillermo Rebolledo • Maritza Landaeta-Jiménez Isbelia Lugo • Jorge Rivadeneyra • Luis Beltrán Salas • Miguel Bolívar Humberto García • Maura Vásquez • Rigoberto Lanz • Seny Hernández Oscar Viloria H. • Trino Márquez • José R. Zanoni RESPONSABLE DE EDICIÓN Milagros Becerra León y Félix Gerardo Fernández PORTADA Félix Gerardo Fernández CORRECCIÓN DE ESTILO Milagros Becerra L.

La REVISTA VENEZOLANA DE ANÁLISIS DE COYUNTURA es una publicación semestral del INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES «DR. RODOLFO QUINTERO», arbitrada e indizada en las siguientes Bases de Datos: LATINDEX, CLASE, RedALyC, REVENCYT, Scielo, DOAJ Fundada en 1981 como Boletín de Indicadores Socioeconómicos, el actual nombre se adoptó en 1995

Es una publicación auspiciada por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela y por el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación



Contenido EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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ARTÍCULOS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Valor agregado sectorial y productividad total de factores. Enfoque dinámico de sistemas: caso Venezuela

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Sectoral value added and total factor productivity. A dynamic approach system: Venezuelan case. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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José Contreras y Rodolfo Esquivel Programas de estabilización macroeconómica: Lecciones y alternativas para Venezuela Macroeconomic stabilization programs: Lessons and alternatives for Venezuela. . . . . . .

44

Eddy Johanna Fajardo y Héctor Romero Ortiz La participación comunitaria en la política social venezolana: 1999-2012 Community participation in Venezuelan social policy: 1999-2012. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

65

Carlos Aponte Blank La toma de decisiones y la acción colectiva organizacional en contextos de juegos de poder Decision making and organizational collective action in context of power games. . . . . . .

99

Ricardo Marcano Vera Una visión de las redes como generadoras de cambio A view of networking as a change promoter. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

117

Migdalia C. Perozo Bracho Algunas perspectivas y modelos de comprensión de la discapacidad Some perspectives and models of comprehension disability. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

127

Alexander Albarrán Homosexualidad masculina y trabajo social en el Mundo-de-Vida Popular Venezolano Masculine homosexuality and social work in Venezuela. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

167

Jennifer García INDICADORES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . do

Indicadores de la coyuntura – Venezuela 2 semestre 2015. . . . . . . .

201 203


resumen de 13 indicadores relacionados con la ingeniería – diciembre 2015

215

ABSTRACTS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

233

ÁRBITROS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

235


EDITORIAL Se presenta con mucha satisfacción el contenido de este segundo número de la Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura del volumen XXI juliodiciembre de 2015. Tradicionalmente en nuestra publicación anual tratamos de agrupar nuestras contribuciones en un número enfocado al área económica y otro al área social, pero no siempre es posible, como es el caso de este número. En esta oportunidad, con un poco de retraso en el tiempo, en la sección de artículos de nuestra Revista contamos con un primer bloque de contribuciones en el área económica. Empezamos con el ensayo de José Contreras y Rodolfo Esquivel, sobre el agregado sectorial y la productividad total de los factores donde, con un enfoque dinámico de sistemas del caso Venezuela se propone una metodología que se circunscribe a 16 actividades de la economía; se concluye que se requieren tres puntos básicos: primero, el debate nacional la necesidad de elevar aceleradamente la productividad, segundo, una revisión de los marcos constitucionales en los aspectos de inseguridad personal, corrupción, efectividad del gobierno, aspectos aduaneros y capacidad de coordinación buscando la complementariedad, y, tercero, contar con infraestructuras como sinónimo de productividad, desarrollo económico, equidad e inclusión social. En el segundo artículo de este bloque, Eddy Johana Fajardo y Héctor Romero Ortiz, nos plantean un conjunto de lecciones y alternativas de programas de estabilización macroeconómica para el país, realizan una conceptualización sobre los programas de estabilización macroeconómica de diferentes tipos y las fases de implementación; finalmente concluyen en la importancia de reducir las expectativas inflacionarias, la necesidad de incrementar la oferta nacional, ampliar la canasta de exportación y reducir la vulnerabilidad externa de la economía nacional. Seguidamente, Carlos Aponte Blank, analiza la incidencia de la participación comunitaria en la política social venezolana durante la gestión presidencial de Hugo Chávez. Resalta su importancia en la vivienda y hábitat y en menor cuantía en la educación, la salud, así como en la alimentación; termina concluyendo con una mirada crítica acerca del modelo de participación comunitaria centralista especialmente en el período 2006-2012 donde el modelo tiende a una concepción subordinada y homogénea, no plural. En otro bloque temático, Ricardo Marcano Vera, en su contribución indaga cómo se toman decisiones en las organizaciones, las incertidumbres que surgen, los juegos de poder que emergen y los procesos de participación de los autores. Concluye que el juego de poder explica, en parte, la adopción de decisiones. Migdalia Perozo, analiza las redes en cuanto a su repercusión en diversos ámbi-


tos y modalidades y el debate en los procesos de digitalización e interacción; concluye destacando su utilidad y su beneficio multiplicador y transformador. En un tercer y último bloque de artículos enfocados en problemáticas específicas del área social que merecen una atención especial en el ámbito del Trabajo Social tenemos el artículo de, Alexander Albarran, “Algunas perspectivas y modelos de comprensión de la discapacidad”, donde propone reconocer la existencia de 4 grupos de modelos de comprensión de la discapacidad: tradicionalista, científico, social y emergente donde cada uno ha cumplido su función histórica-social en el tiempo. A continuación, Jennifer García, en su artículo “Homosexualidad masculina y Trabajo Social en el mundo de vida popular de Venezuela” se plantea como objetivos caracterizar la vivencia del homosexual masculino venezolano y aportar recomendaciones para los trabajadores sociales y otros profesionales que atienden la problemática, concluyendo que este tema desde ser estudiado y abordado desde la familia y la cultura. Pasamos a la sección de indicadores, la cual podemos decir que constituye el ADN de esta Revista, esta sección en los actuales momentos elaborada con gran eficiencia y compromiso académico desde el año 2007 por el Estadístico Nelson Morillo. Se nos presenta la evolución del Producto Interno Bruto, el comportamiento de los Precios, la Canasta Alimentaria Familiar, el Empleo, el Salario Mínimo, la Liquidez Monetaria, las Reservas Internacionales, el Tipo de Cambio, el Mercado Petrolero, Balanza Comercial y Perspectivas de Venezuela A continuación el Académico Manuel Torres Parra y la Economista María Rojas de Beltrán de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat (ANIH) nos presentan la actualización de 13 indicadores incluidos en las dimensiones Social (Índice de Desarrollo Humano), Económica (PIB per cápita real a precios constantes de 1984, Tasa de crecimiento del PIB por rama de actividad económica, Participación de las actividades relacionadas con la ingeniería del PIB real, Ingreso petrolero $ per cápita y el Índice de Competitividad global), Tecnológica (Ingenieros y afines para 1000 habitantes, Porcentaje de gastos en Ciencia, Tecnología e investigación (CTI) en relación al PIB, Porcentaje de Exportación de manufactura en relación a las exportaciones, Porcentaje de Formación de capital fijo en relación al PIB, Energía eléctrica: capacidad instalada por habitante) y Ambiental (Índice de desempeño Ambiental). En esta oportunidad no tenemos documentos y se concluye con los ABSTRACTS y el listado de árbitros o revisores.

Como siempre se agradece a nuestros autores, árbitros y lectores por su apoyo de siempre sin ellos no sería posible continuar con esta labor de divulgación del conocimiento.


ArtĂ­culos



Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 11-43 recibido: 14-11-2015 / arbitrado: 30-11-2015

VALOR AGREGADO SECTORIAL Y PRODUCTIVIDAD TOTAL DE FACTORES. ENFOQUE DE DINÁMICA DE SISTEMAS: CASO VENEZUELA José Contreras1 Rodolfo Esquivel2 BCV Resumen: El trabajo propone una metodología que permite estudiar los determinantes del valor agregado sectorial y los factores que pueden influir en la productividad total de factores. La investigación concluye que se requiere poner en el debate nacional la necesidad de elevar, de forma acelerada, la productividad de la economía venezolana. Que es inaplazable la revisión de los marcos institucionales en aspectos como la inseguridad personal, la corrupción, efectividad del gobierno, la ineficiencia aduanera y la capacidad de coordinación en la búsqueda de complementariedad así como la infraestructura como sinónimo de productividad, desarrollo económico, integración, mejora de la calidad de vida, equidad e inclusión social. Palabras claves: Crecimiento económico, productividad total de factores, determinantes de valor agregado, acervo de capital. Clasificación JEL: E2, D2, C6, I1, I2.

1.- INTRODUCCIÓN

Venezuela ha estado padeciendo, desde 1980, del síndrome de decrecimiento crónico. El bajo crecimiento no parece depender solo de la inversión, sino que presenta un bajo crecimiento de la productividad total de factores (PTF)2. La búsqueda del logro de una productividad más alta debe ubicarse en el debate económico sobre el crecimiento en Venezuela. Si no se habla de productividad, entonces, seguramente, se piensa en un crecimiento fácil, derivado de la obtención de rentas temporales que provienen del aumento de precios o por ingresos externos, producto de la exportación de recursos naturales; esta situación no implica esfuerzo, innovación, hacer las cosas mejor, ser el más eficiente, entre otros. Son estrategias que suelen agotarse y, por el contrario, el crecimiento 1 2

2

joscontr@bcv.org.ve / resquive@bcv.org.ve

La productividad total de factores es la parte del crecimiento que no es explicado por la acumulación física de capital, por el ahorro y la inversión, o a través del empleo. Es aquella parte del crecimiento que puede llamarse de inspiración. La evidencia empírica muestra que la innovación, la ciencia, la tecnología, el emprendimiento son los elementos fundamentales que están detrás del crecimiento.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

sostenido se basa en el trabajo de las personas, empresas y todos los que participan. Es el elemento más importante de los desafíos de política económica que hoy en día enfrenta Venezuela. Una perspectiva que puede dar algunas luces sobre el diseño de políticas para mejorar la productividad es partir del análisis de su comportamiento en las diferentes actividades, para así tener un mapa que nos permita ejercer acciones concretas, considerando las diferencias, características y necesidades de cada actividad. Este proyecto de trabajo plantea una metodología que permite, por un lado, estudiar los determinantes del Valor Agregado sectorial y, en segundo lugar, los factores que pueden influir en la productividad total de factores. El estudio se circunscribe a 16 grandes actividades de la economía venezolana con el fin de identificar los mejores candidatos para explicar lo que se observa en la evolución de la productividad por actividad. En el trabajo de Arreaza & Pedagua (2006) se analizan cuáles son los determinantes de los cambios en la productividad en Venezuela. En este estudio investigan el efecto de la volatilidad macroeconómica, de la calidad de las instituciones del gobierno (corrupción, imperio de la ley, calidad de la burocracia, transparencia), y de los pesos y contrapesos del sistema político que limitan los cambios en las políticas públicas, controlando por fluctuaciones de demanda, por la intensidad del uso de los factores de producción y por la composición del producto. Se parte de la función de producción macroeconómica para estimar la productividad de factores como un residuo para el sector no petrolero. Otros trabajos que han investigado sobre los determinantes de la productividad total de factores, en Venezuela, se pueden citar a (Mora, 2006), (Clemente, 2002), sin embargo, no se ha encontrado estimaciones de los determinantes de la productividad total de factores por actividad económica. El trabajo se estructura de la siguiente manera: en primer lugar, se presenta un modelo matemático para conceptualizar los determinantes del valor agregado, en segundo lugar, se propone una estructura sectorial y los factores que influyen en la productividad total de los factores, específicos al caso Venezuela. En tercer lugar, se plantea una metodología para la estimación del stock de capital por actividad. Le siguen los resultados de la calibración del modelo, para, finalmente, arribar a algunas conclusiones.


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Valor agregado sectorial y productividad… 2.-MODELO MATEMÁTICO PARA LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS DETERMINANTES DEL VALOR AGREGADO

Con el fin de dilucidar una formulación alternativa de los componentes del Valor Agregado sectorial, en este trabajo se parte de la relación contable del Valor Agregado (VA) de la contabilidad nacional, tal como lo sugieren Weil (2006), Barro & Sala-i-Martin (2009) y Felipe & J.L.S. (2005). VA(t)  Y(t)=REO(t)+EE(t)

(1)

Donde REO(t) y EE(t) representan la remuneración a empleados y obreros y el excedente de explotación, respectivamente. Defínanse L(t) y K(t) como el empleo y el acervo de capital, entonces, a partir de (1) se tiene la siguiente expresión:

Llamando

Aplicando el operador derivada a ambos miembros de la ecuación (3), se arriba a la siguiente expresión:

Dividiendo ambos lados por Y(t) y haciendo artificios aritméticos se llega a la siguiente expresión:


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

A partir de la ecuación (5) y llamando

,

entonces, se puede expresar (5) de la siguiente manera:

La ecuación (6) merece una interpretación: La tasa de variación del valor agregado depende de dos sumandos, a saber: 1. Las tasas de variación ponderadas del trabajo y capital. 2. La expresión dentro del corchete, que contiene la parte del crecimiento no explicada por la variación en la dotación de factores, que puede interpretarse como el indicador de la contribución del progreso técnico al crecimiento de la economía. También se le interpreta como la productividad total de factores (PTF) (Pagés, 2010). Nótese que a partir del sistema de cuentas nacionales es posible encontrar una estimación de la PTF, además, permite ver que proviene del comportamiento de los salarios y de la tasa de beneficio. Aunque la ecuación (6) proporciona una visión del comportamiento de la PTF, a escala sectorial conviene precisar qué podría afectar su comportamiento. Por ejemplo, la estructura de cada sector. Con esta idea en mente, se procede a encontrar una especificación matemática que permita trabajar los determinantes del VA a escala sectorial. Al denotar por:

Entonces, (6) se transforma en:


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Valor agregado sectorial y productividadโ ฆ

Si se define

, las siguientes expresiones siguen:

Sustituyendo (9) en (8), se arriba a la siguiente expresiรณn:

que al simplificar se transforma en:

La ecuaciรณn (11) indica que la tasa de incrementos unitarios de la productividad del trabajo es la suma de las tasas de variaciรณn de la PTF y de la relaciรณn capital trabajo ponderada por la participaciรณn del excedente de explotaciรณn en el producto. Luego se tiene el siguiente teorema 1 Teorema 1.- Siempre que el VA(t)=REO(t)+EE(t), entonces, se verifican las ecuaciones (6), (7) y (11). La demostraciรณn es consecuencia de los resultados anteriores. En el caso que , la relaciรณn del excedente de explotaciรณn al valor agregado, sea constante se tiene un resultado interesante: Teorema 2.- si se cumple la ecuaciรณn contable del valor agregado, es constante y existe una ausencia de correlaciรณn significativa entre la tasa de variaciรณn del coeficiente capital-trabajo y la PTF, entonces, Y(t) se expresa de la siguiente manera: (12)


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Demostración: Si e integrando la ecuación (11) respecto de t, se obtiene la siguiente expresión: ) Es decir, y Co, C1, C2 son las variables de integración. Multiplicando ambos miembros por L(t) se obtiene la expresión (12). Es importante observar que la deducción de (12) ha sido posible al suponer que valor agregado.

es constante y que se cumple la ecuación contable del

Por otra parte, la expresión (11) es una función homogénea de grado uno y, por lo tanto, se verifica la ecuación de Euler, de modo que las productividades del capital y trabajo serán iguales a las remuneraciones del capital y trabajo. Luego, las relaciones el producto.

serán las participaciones de los factores en

Vista la ecuación (7), qué variables pueden influir en la productividad del trabajo y del capital, es decir, en la remuneración del capital y del trabajo. En la literatura se estudian tres grandes conceptos que pueden influir. Estos son: el capital humano, la infraestructura y la gobernanza o institucionalidad. El nivel de efectividad de los sistemas de salud y educación, generalmente, se asocian con capital humano; infraestructura se asocia con medios de comunicación como las carreteras y la telecomunicación, por último, la rendición de cuentas, la estabilidad política, la ausencia de violencia, del crimen, el terrorismo se asocian a la efectividad del gobierno, la calidad del estado de derecho y el control de la corrupción que forman parte de lo insinuado como gobernanza o institucionalidad. Supóngase que esos conceptos, que influyen en la PTF, pueden medirse mediante indicadores llamados F1, F2,……..Fn. Ahora considere la siguiente especificación, a partir de las ecuaciones (7) y (12). (13)


Valor agregado sectorial y productividad…

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Así, hay n indicadores que tienen efecto sobre la PTF. El problema, entonces, se reduce a encontrar los parámetros , ,…., y que mejor repliquen el comportamiento del VA para un periodo histórico considerado.

3.- CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS DETERMINANTES DEL VA. CASO VENEZUELA

Con el fin encontrar una estimación del valor agregado por actividad de acuerdo a la ecuación (13) se consideran los siguientes elementos: -

El valor agregado según las siguientes actividades: a. Extracción de petróleo b. Refinación c. Agricultura d. Industria-hierro y acero e. Industria- metales no ferrosos f.

Industria-agroindustria

g. Industria- bienes de capital h. Industria-bienes intermedios i.

Industria- bienes de consumo final

j.

Minería

k. Electricidad y agua l.

Construcción residencial

m. Comercio n. Administración pública y defensa o. Telecomunicaciones p. Otros servicios -

Para cada sector se considera la especificación del valor agregado de la siguiente manera:


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

-

El objetivo es determinar los parámetros , para i=1...16 y de manera tal que el valor agregado resultante, para cada sector, replique el valor histórico del mismo. Además que la:

-

El esquema de variables que se consideraron en el modelo que afectan la productividad total de factores se muestra en figura 1. Figura 1: Esquema de variables que afectan la productividad

-

Breve explicación de las variables: -

Esperanza de vida: La buena salud, como se ve reflejada en la esperanza de vida, guarda una relación directa con lo productivo que puede ser un trabajador cuando no está enfermo. Este indicador se mide como el número medio de años que una persona puede prever que vivirá si se mantienen en el futuro las tasas de mortalidad por edad del momento en la población. La fuente de la data es el INE.


Valor agregado sectorial y productividad…

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-

Gobernanza: El Banco Mundial desde 1996 publica un “WGI” (Cárdenas S., 2009) que intenta medir los cambios en las tendencias de gobernabilidad en el mundo, definida como el ejercicio de la autoridad a través de tradiciones e instituciones para el bien común. El índice está compuesto por diferentes conceptos como: rendición de cuentas, estabilidad política, ausencia de violencia, crimen, terrorismo, efectividad del gobierno, calidad del estado de derecho, control de la corrupción (fuente: www.govindicators.org). La gobernanza influye sobre la estabilidad económica de un país y, por lo tanto, hay una alta correlación entre productividad, estabilidad del empleo y estabilidad macroeconómica.

-

Tendencia gobernanza: Es la misma explicación anterior, pero con suavizamiento exponencial de la data.

-

Total de años de escolaridad: Investigaciones recientes sugieren que un mayor nivel de ingresos si demuestra que la escolaridad imparte conocimientos y actitudes que elevan la productividad de los trabajadores. Este indicador se mide como el número promedio de años cursados en el sistema educacional de la población, la fuente de los datos es el INE.

-

Total de carreteras (kilómetros): La infraestructura vial tiene relación directa con el mejoramiento en la productividad de las industrias y regiones, y con la reducción del costo de transporte de bienes y servicios. Incluye aquellas carreteras pavimentadas (superficies cubiertas por piedra triturada y carpeta de hidrocarburo o agentes bituminosos, con concreto o con adoquines) y las no pavimentadas. La fuente de los datos es el Ministerio del Poder Popular para el Transporte y las Comunicaciones.

-

Total líneas de telecomunicaciones per cápita: son varios los estudios que relacionan las inversiones en telecomunicaciones con la productividad. El indicador incluye el número de líneas móviles, de telefonía fija e internet. Todo esto dividido entre el total de la población. Los datos provienen del Ministerio del Poder Popular para el Transporte y las Comunicaciones

Dada la complejidad del número de parámetros a estimar se acudió a utilizar modelos de dinámica de sistemas3. Una de las ventajas de las técnicas de diná3

La dinámica de sistemas es una técnica para analizar comportamientos temporales en entornos complejos basados en ecuaciones diferenciales no lineales. Consiste en la identificación de los bucles de realimentación entre los elementos y también en las demoras en la información dentro del sistema. Lo que hace diferente este enfoque de otros usados para estudiar sistemas complejos es el análisis de los efectos de los bucles o ciclos de realimentación, en términos de flujos y stocks. De esta manera se puede estructurar a través de modelos matemáticos la dinámica del comportamiento de estos sistemas. La simulación de estos modelos se puede realizar con ayuda de programas computacionales


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

mica de sistemas es que permite la calibración de modelos dinámicos (ecuaciones diferenciales) bajo la condición de que el sistema resultante replique la historia de las variables consideradas. La siguiente figura 2 muestra el modelo vectorial dinámico propuesto para calibrar. Así se tiene 16 ecuaciones diferenciales para la dinámica del stock de capital y, el mismo número, para la dinámica del empleo total, todo por sector, respectivamente. El modelo se calibró, en un ambiente continuo, usando los algoritmos disponibles en la plataforma de Vensim. Figura 2 : modelo de producción en dinámica de sistemas

ELASTICIDAD DE LA INTENSIDAD DE CAPITAL EN PROPORCIÓN EMPLEADA

VIDA ÚTIL DEL CAPITAL

<índice relativo años de escolaridad> Capital <inversión>

ELASTICIDAD DE LA INTENSIDAD DE CAPITAL DE LOS AÑOS DE ESCOLARIDAD MULTIPLICADOR INTENSIDAD DE CAPITAL INICIAL DESEADO

INTENSIDAD DE CAPITAL INICIAL

intensidad deseado de capital

proporción relativa de la población en edad de trabajar

PROPORCIÓN INICIAL DE LA POBLACIÓN EN EDAD DE TRABAJAR

empleo deseado por sector AJUSTE TIEMPO

INICIAL DE CARRETAERAS

contratación neta

valor agregado

VALOR agregado inicial

DE EMPLEO

máxima factible a máximo posible contratar contratación por sector

ELASTICIDAD DENSIDAD DE CARRETARAS A PTF

índice relativo de gobernanza índice de tendencia relativa

GAP del tipo de cambio

índice de tendencia gobernanza

ELASTICIDAD DE ÍNDICE

ELASTICIDAD AÑOS DE ESCOLARIDAD PTF

ELASTICIDAD TOTAL PC LINEAS TELEFONICAS PTF

FACTOR DE AJUSTE ELASTICIDAD EDUCACIÓN

lineas telefonicas pc

ÍNDICE de gobernanza

Percepción De Gobernanza promedio índice de gobernanza

indice relativo de total DE TENDENCIA lineas telefonica pc GOBERNANZA A PTF

total empleo

ELASTICIDAD ESPERANZA DE VIDA PTF

INITIAL AVERAGE GOVERNANCE

ELASTICITY OF TFP TO GOVERNANCE

EMPLEO inicial por sector ptf

<índice relativo esperanza de vida>

elasticidad tipo cambio ptf

GOBERNANZA AFECTA PTF TFP

relativo de total carreteras

<índice relativo años de escolaridad>

TASA NATURAL DE DESEMPLEO

CARRETERAS funcionando total carreteras TIEMPO EN QUE

índice empleo relativo por sector

Empleo Total Por Sector

TIEMPO MÍNIMO DE CONTRATACIÓN

prproporción de la población en edad de trabajar

índice de capital relativo

CAPITAL inicial

intensidad de CAPITAL capital ELASTICIDAD

<total de la población en edad de trabajar>

depreciación

PONDERACIÓN DEL ÍNDICE DE GOBERNANZA TIEMPO DE AJUSTE DEL ÍDICE DE GOBERNANZA TENDENCIA

INICIAL DEL ÍNDICE DE TENDENCIA GOBERNANZA INICIAL PERCAPITA DE LINEAS TELEFONICAS

<total población>

<total lineas telefonicas>

específicos. En este trabajo se realizaron las calibraciones bajo la plataforma del software de Vensim. Ver la página Vensim.com.


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Valor agregado sectorial y productividad…

En total suman 32 ecuaciones diferenciales. La tabla 1 reporta el valor de las variables que se seleccionaron como factores que influyen en la PTF. En la tabla 1, el término relativo está referido al dato obtenido para cada variable dividido entre el año base (1997). Los valores del “Total de carreteras (km)” se interpolaron, por el método lineal, para aquellos años en el que no existe la data. El total de las líneas de telecomunicaciones se divide entre el total de la población para obtener la cantidad per cápita. Tabla 1. Valores de los factores que afectan la productividad Años Esperanza de Gobernanza Vida promedio promedio (años) relativa

Tendencia Total de años Total de Total líneas de gobernanza de escolaridad carreteras telecomunicaciones relativa promedio (km) per cápita

1997 1998

72,03 72,16

1 0,999

1 1,006

8,66 8,53

96.155 98.925

0,208 0,229

1999

72,28

0,992

1,003

8,57

101.694

0,263

2000

72,4

0,976

0,997

8,63

104.464

0,312

2001 2002

72,52 72,64

0,953 0,883

0,987 0,950

8,73 8,74

107.233 110.003

0,385 0,485

2003 2004

72,78 72,98

0,809 0,755

0,932 0,939

8,78 8,77

112.772 115.542

0,610 0,756

2005 2006

73,18 73,38

0,736 0,737

0,971 0,998

9 9,18

118.312 121.081

0,916 1,079

2007 2008

73,58 73,76

0,721 0,671

0,989 0,955

9,27 9,42

123.851 126.620

1,239 1,383

2009 2010

73,94 74,12

0,651 0,616

0,971 0,960

9,61 9,72

129.390 132.159

1,506 1,608

0,594

0,972

9,87

134.929

1,686

2011 74,3 Fuente: Elaboración propia.

En adición, los datos de empleo provienen del INE, mientras, el valor agregado sectorial y sus componentes provienen del sistema de cuentas nacionales. La dificultad reside en que no se tiene un indicador de stock de capital para las actividades en consideración, a continuación se presenta una propuesta de estimación de esta variable.

4.- MEDICIÓN DEL ACERVO DE CAPITAL EN VENEZUELA POR ACTIVIDAD ECONÓMICA: PERÍODO 1997-2007

El método propuesto se basa inicialmente en el inventario físico proveniente de la Encuesta de manufactura, comercio y servicios del Sector Privado no financiero, la información institucional de las empresas del sector público no fi-


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

nanciero, del sector financiero público y privado y el estudio de empresas líderes del año 1997, la formación bruta de capital fijo total y el consumo de capital fijo por actividad económica para toda la serie. El consumo de capital fijo por actividad económica (CCF) a precios corrientes se encuentra por tramos y a un nivel de desagregación que va cambiando, disminuyendo la apertura a medida que se retrocede en el tiempo, teniendo la mayor desagregación en el tramo 1997-2007 y la menor desagregación para el primer tramo 1957-1959. Otras variables con las que se cuenta son el saldo inicial y final del stock de capital total de los años 1997 y 2007. El contar con estas variables por actividad económica permitió la obtención del stock de capital a un importante grado de desagregación, lo que es fundamental para saber cómo ha sido la evolución del acervo de capital en las principales actividades económicas del país. Además, proporciona información esencial para diferenciar cuáles actividades hacen uso intensivo del capital, conocer qué ventajas tiene una actividad con respecto a otra o realizar contrastes entre actividades económicas con otros países, observar el nivel tecnológico de cada actividad económica o del país en su conjunto, realizar análisis de la productividad de los factores, entre otros estudios. La metodología seguida en este estudio, la cual, a diferencia de los métodos tradicionales de medición del stock, se basa en el inventario físico de un año determinado, en este caso el año 1997, con ajustes realizados con información análoga levantada en los años 2007 y 1959. Para encontrar una estimación de la inversión por actividad económica se acudió a la variable que mide el consumo de capital fijo por actividad económica desde 1957 hasta 2007. El aporte está en poder tener una estimación del stock de capital para 16 sectores de la economía venezolana. Lo primero que se hizo fue homologar los datos provenientes de la encuesta, que seguían la clasificación industrial uniforme (CIIU) revisión 4 al CIIU revisión 2 y 3, respectivamente. Esto se hizo debido a que para la construcción de las cuentas nacionales con año base 1968 y 1984 se aplicaba el CIIU revisión 2 y para las cuentas con año base 1997 se aplicó el CIIU revisión 3. El problema fundamental es la ausencia del dato de inversión por actividad. Para solventar tal situación se procedió a realizar un estimado de la inversión por actividad económica. Esto se hizo tomando el consumo de capital fijo por actividad económica de cada año, así como el total del consumo de capital fijo y la formación bruta de capital fijo de cada año. Aplicándose la siguiente fórmula:


23

Valor agregado sectorial y productividad…

Partimos de la siguiente igualdad:

Dónde: ACCFt denota consumo de capital fijo acumulado del año t. es la proporción del capital destinada a CCF y Kt-1 es el stock de capital bruto del año t-1. A partir de la ecuación (15), se tiene que: (16) De la ecuación (16) se desprende que el consumo de capital fijo del año t es un valor

de la variación del stock de capital en el año t-1. Si se denota el con-

sumo de capital fijo del año t por CCFt, entonces

. Del hecho que:

(17) Se tiene que:

Luego, se establece la relación entre el flujo del consumo de capital fijo y la inversión, como se expresa en la fórmula (18), por lo tanto, como el consumo de capital fijo es una proporción de la inversión, se puede emplear esta variable para estimar la inversión por actividad económica y la inversión presentaría una estructura similar a la del . Partiendo de la inversión total o formación bruta de capital fijo (FBKFt) y la estructura del consumo de capital fijo por actividad económica dada por:

Entonces, se tiene que la inversión por actividad económica puede estimarse a partir de la siguiente formulación:


24

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Dónde: representa la Inversión por actividad económica en el año t para la actividad, sector denota el consumo de capital fijo del año t+1 para cada actividad, sector señala la formación bruta de capital fijo total del año t. El stock de capital bruto se estima con: (21) Dónde: Kt-1,sector: Saldo de apertura del stock de capital del año t-1 para cada actividad It,sector: Flujo de inversión en el año t para cada actividad Kt,sector: Saldo de cierre del stock de capital del año t para cada actividad Para calcular el stock de capital neto se tiene la siguiente fórmula:

KNt ,sec tor  Kt 1,sec tor  It ,sec tor  Kt 1,sec tor (22) Dónde:

KNt ,sec tor : es el stock de capital neto para el año t de cada actividad Empleando las fórmulas de la (15) a la (20) y la (22) se obtiene:


25

Valor agregado sectorial y productividad…

KNt ,sec tor  Kt 1,sec tor  (CCFt ,sec tor /

sec tor

 CCF

t , sec tor

)  FBKFt  ACCFt ,sec tor (23)

1

Usando la ecuación (21), la expresión (14), también puede escribirse como:

KNt ,sec tor  KNt 1,sec tor  (CCFt ,sec tor /

sec tor

 CCF

t , sec tor

)  FBKFt  CCFt ,sec tor (24)

1

En efecto, de la ecuación (21) se tiene que esta expresión en t-1, se obtiene la siguiente expresión:

, luego, evaluando

(25). Por otra parte, de (23) sulta la siguiente expresión:

, luego, evaluando en t-1 re-

(26). Restando (23)-(26) y sustituyendo la expresión:

según la expresión (25) se obtiene

, equivalente a la ecuación (24) Ver (Contreras, Esquivel, & Lovera, 2015). La estimación del stock de capital inicial o pivote para el sector público se extrajo directamente de los registros administrativos contables de cada empresa o institución, lo que permite contar con la información de primera mano del balance de apertura y cierre, aunque se detectaron inconsistencias entre la información del balance de cierre de un año con respecto al de apertura del siguiente año. Debido a lo expuesto, se decidió, para mantener la coherencia en la estimación y la consistencia con la información de inversión por actividad económica ya calculada con la ecuación (20), tomar de los registros administrativos de 1997, del cual partir como pivote para el cálculo del stock de los siguientes años, para lo cual se empleó la ecuación (21). Para el caso del sector privado, se decidió emplear la metodología propuesta por Harberger (1972), donde el valor del stock inicial corresponde al valor actual del promedio de los flujos de inversión por actividad económica referida al


26

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

año 1997. Para el cálculo se emplea como tasa de descuento la tasa de crecimiento del valor agregado bruto constante, por considerarlo como el estimador de la tasa de crecimiento del stock de capital y se asume que en el largo plazo las tasas de crecimiento tienden a igualarse. Luego del cálculo del stock bruto, se le resta la depreciación para llevarlo a términos netos. En el caso particular del sector financiero, por tratarse de un sector con información directa y consistente, se decidió emplear sus registros administrativos, tanto para el sector público como para el sector privado. Para las proporciones de distribución de la inversión se consideraron los datos de flujos y stock directamente de los registros contables. Para los tres sectores ya señalados se contaba con información a precios corrientes; para llevarlos a precios constantes por actividad económica se empleó el índice implícito de precios del valor agregado bruto como deflactor. Otro elemento importante de señalar es que, después de muchas pruebas y análisis de los resultados, y por la necesidad de contar con la mayor desagregación por actividad económica posible, se decidió emplear el método propuesto por Harberger (1972) para estimar el stock de capital por actividad económica de 1997. Así se hizo debido a que, como lo expresa Pérez (2003), este método permite resultados muy similares a los obtenidos por el método de inventario permanente, siendo este último uno de los más empleados para estimar el stock de capital, solo que, el método de inventario permanente regularmente se puede aplicar a los datos agregados, ya que son los que cuentan con series lo suficientemente largas para darle la validez necesaria al método. Para efectos del cálculo se empleó la base de datos del sistema de cuentas nacionales de Venezuela del período 1997-2007, con la apertura máxima que son 127 actividades. Sin embargo, para efectos del presente trabajo se resume en 16 actividades económicas, para el acervo de capital neto, como se visualiza en la tabla 2.


27

Valor agregado sectorial y productividad…

Tabla 2. Acervo de capital neto Consolidado 1997 Sector 1 (petróleo ex2.632.862 tracción) Sector 2 (petróleo refine259.317 ría) Sector 3 (agricultura) 6.444.038 vegetal Sector 3 (agricultura) 35.605.585 animal Sector 4 (industria- hierro 963.414 y acero Sector 5 (industria2.310.482 metales no ferrosos Sector 6 (industria, 10.029.671 agroindustria) Sector 7 (industria, 3.888.698 bienes de capital) Sector 8 (industria 24.921.754 bienes intermedios) Sector 9 (industria 1.642.996 bienes de consumo final) Sector 10 (minería) 4.153.517 Sector 11 (electricidad y 13.041.107 agua) Sector 12 (construcción 34.989.510 residencial) Sector 12 (construcción 34.989.510 no residencial) Sector 13 (comercio) 7.520.880 Sector 14 (administra43.873.516 ción y defensa) Sector 15 (telecomunica- 9.187.162 ciones) Sector 16 (otros servi31.551.758 cios)

1998 3.454.781

1999 4.106.132

2000 4.692.435

2001 5.628.159

2002 6.460.321

434.166

551.290

611.858

713.227

839.578

6.666.878

6.893.614

7.126.679

7.399.462

7.546.949

35.961.642

36.348.096

36.800.102

37.319.548

37.686.286

1.074.558

1.151.179

1.248.714

1.404.817

1.462.115

2.384.897

2.450.517

2.499.373

2.577.554

2.616.620

10.303.682

10.539.089

10.808.434

11.124.504

11.281.995

4.026.090

4.129.074

4.245.578

4.376.860

4.426.676

25.515.503

26.041.287

26.490.223

27.106.902

27.421.993

1.706.651

1.754.383

1.805.372

1.861.148

1.884.481

4.230.074 13.447.362

4.312.610 13.882.323

4.399.280 14.971.159

4.481.364 14.994.056

4.528.239 15.563.606

36.370.988

37.405.601

38.472.890

39.713.722

40.352.523

36.370.988

37.405.601

38.472.890

39.713.722

40.352.523

7.966.397 44.550.018

8.354.185 45.063.909

8.778.078 45.686.400

9.285.918 46.544.771

9.510.619 47.330.069

9.586.977

10.010.682

10.457.344

11.031.192

11.387.741

32.385.997

33.272.493

33.955.701

34.946.851

35.359.585

Tabla 3. Acervo de capital neto (continuación) Consolidado Sector 1 (petróleo extracción) Sector 2 (petróleo refinería) Sector 3 (agricultura) vegetal Sector 3 (agricultura) - animal Sector 4 (industria- hierro y acero Sector 5 (industria- metales no ferrosos Sector 6 (industria, agroindustria) Sector 7 (industria, bienes de capital) Sector 8 (industria bienes intermedios) Sector 9 (industria bienes de consumo final) Sector 10 (minería) Sector 11 (electricidad y agua)

2003 6.822.066 908.233

2004 7.229.253 1.071.562

2005 7.651.876 1.180.874

2006 8.257.401 1.394.191

2007 8.935.360 1.994.016

7.605.570

7.730.731

7.931.449

8.118.205

8.409.462

37.843.154

38.074.962

38.397.984

38.696.137

39.100.029

1.479.142

1.499.935

1.530.667

1.562.966

1.610.881

2.669.784

2.729.256

2.788.751

2.858.583

2.889.342

11.343.498

11.470.445

11.688.421

11.916.504

12.242.353

4.448.470

4.504.159

4.583.787

4.660.470

4.775.503

27.492.145

27.772.865

28.267.440

28.842.322

29.704.677

1.895.424

1.921.604

1.966.214

2.011.411

2.078.386

4.561.765

4.634.783

4.762.112

4.849.866

4.937.647

16.181.246

16.761.228

17.609.531

19.461.640

20.354.008 Cont.


28

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Consolidado Sector 12 (construcción residencial) Sector 12 (construcción no residencial) Sector 13 (comercio) Sector 14 (administración y defensa) Sector 15 (telecomunicaciones) Sector 16 (otros servicios)

2003

2004

2005

2006

2007

4.875.448

4.913.897

4.977.086

5.045.901

5.162.407

40.518.253

40.875.609

41.540.038

42.404.156

43.982.244

9.586.180

9.771.231

10.094.519

10.492.292

11.147.045

47.931.592

48.735.948

50.446.795

52.362.540

53.841.467

11.537.534

11.864.967

12.471.327

13.184.396

14.368.760

35.727.613

36.592.557

38.347.024

40.139.520

41.580.773

4.-RESULTADOS DE LA CALIBRACIÓN DEL MODELO

A partir de la especificación de variables dadas por la ecuación (14), la data de los factores que influyen en la PTF, las estimaciones del acervo de capital estimado por actividad y el empleo, según los resultados procesados por el INE, se procedió a la calibración del modelo dinámico definido según la figura 24. Las estimaciones realizadas, según el sistema dinámico definido en figura 2, arroja la siguiente tabla 3 de elasticidades para cada uno de los factores que influyen en la productividad de factores. Tabla 4: Elasticidad de los factores a la productividad total de factores Actividad Extracción de Petróleo (s1) Refinería de Petróleo (s2) Agricultura (s3) Industria del Hierro y el Acero (s4) Indústria de metales no ferrosos (s5) Agroindustria (s6) Industria de Bienes de Capital (s7)

Total de Esperanza Total líneas de Gobernanza Tendencia años de Total de de Vida telecomunicaciones promedio gobernanza escolaridad carreteras promedio per cápita promedio 0

0,3

0

0

0

0

0,2

0,3

0

0,4

0

0

0

0,3

0

0

0,1

0,1

0,1

0

3

0,1

0,3

0,08

0

0,3

3

0,5

0

0

0

0,3

3

0,12

0

0

0

1,1

3

0

0

0 Cont.

4

Calibrar el modelo significa estimar todos los parámetros del sistema de manera que las variables simuladas replique el comportamiento histórico. El sistema de Vensim usa algoritmos llamados, hill climbing (ascenso de colinas) y es una técnica de optimización matemática que pertenece a la familia de los algoritmos de búsqueda local. Es un algoritmo iterativo que comienza con una solución arbitraria a un problema, luego intenta encontrar una mejor solución variando incrementalmente un único elemento de la solución. Si el cambio produce una mejor solución, otro cambio incremental se le realiza a la nueva solución, repitiendo este proceso hasta que no se puedan encontrar mejoras.


29

Valor agregado sectorial y productividad…

Actividad

Total de Esperanza Total líneas de Gobernanza Tendencia años de Total de de Vida telecomunicaciones promedio gobernanza escolaridad carreteras promedio per cápita promedio

Industria de Bienes Intermedios (s8) Industria de Bienes de Consumo Final (s9) Minería (s10) Electricidad y Agua (s11) Construcción Residencial y No Residencial (s12) Comercio (s13) Administración Pública y Defensa (s14) Telecomunicaciones (s15) Otros servicios(s16)

0,5

0,5

3

0,5

0

0

0,3

0,3

3

0,4

0

0,06

0

0,3

0

0

0

0

0,2

0

0

0,5

0,3

0,07

0,5

0,3

0

1

0

0

0,5

0,3

3

1

0

0

0,5

0,3

0

1

0

0

0,3

0,3

0

1

0

0,11

0,5

0,3

3

0,8

0

0

Fuente: Elaboración propia.

En el anexo 1 se muestra diferentes gráficos que visualizan el grado de aceptación del modelo al replicar la historia del valor agregado por actividad y total de la economía. De acuerdo con los resultados de la calibración del modelo, el factor con mayor peso en la determinación de la productividad total de factores es el sistema de gobernanza, en segundo lugar, los años promedio de escolaridad, en tercer lugar, las carreteras, en cuarto lugar, la esperanza de vida y, por último, las líneas telefónicas. El resultado en el índice de productividad se muestra en la tabla 5.


30

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Tabla 5. Índice de productividad total de factores Tiempo 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Sector 1 (petróleo 1 1,000 0,998 0,993 0,986 0,963 0,939 0,919 0,912 0,913,0,907 0,871 0,8790,8650,855 extracción) Sector 2 (petróleo 1 1,003 1,002 0,999 0,994 0,973 0,950 0,933 0,928 0,9310,928 0,911 0,9050,8930,886 refinería) Sector 3 (agricultura) 1 1,013 1,027 1,043 1,060 1,063 1,062 1,065 1,080 1,1011,1121,0102 1,1041,0951,091 Sector 4 (industria1 1,037 1,049 1,051 1,048 0,959 1,031 1,097 1,193 1,3191,523 ,1376 1,4461,3641,311 hierro y acero Sector 5 (industria1 1,021 1,012 0,989 0,957 0,836 0,826 0,838 0,898 0,9771,047 0,917 0,9490,8820,856 metales no ferrosos Sector 6 (industria, 1 1,019 1,010 0,985 0,951 0,829 0,846 0,860 0,907 0,9831,108 0,963 0,9900,9070,854 agroindustria) Sector 7 (industria, 1 1,018 1,002 0,964 0,913 0,748 0,676 0,645 0,680 0,7380,756 0,625 0,6310,5620,537 bienes de capital) Sector 8 (industria 1 1,024 1,014 0,987 0,951 0,817 0,821 0,825 0,868 0,9441,063 0,917 0,9390,8550,801 bienes intermedios) Sector 9 (industria 1 1,029 1,029 1,017 0,998 0,884 0,857 0,878 0,965 1,0621,093 0,970 1,0150,9590,962 bienes de consumo final) Sector 10 (minería) 1 1,000 0,998 0,933 0,986 0,963 0,939 0,919 0,912 0,9130,907 0,887 0,8790,865 0,85 Sector 11 (electrici1 1,020 1,040 1,064 1,092 1,121 1,152 1,182 1,211 1,2381,264 1,289 1,3101,3301,347 dad y agua) Sector 12 (construc1 1,007 1,009 1,008 1,006 0,988 0,969 0,954 0,953 0,9590,960 0,949 0,9460,9380,933 ción residencial) Sector 13 (comercio) 1 1,026 1,020 0,998 0,969 0,847 0,900 0,924 0,967 1,0521,257 1,098 1,1281,0300,946 Sector 14 (adminis1 1,007 1,009 1,008 1,006 0,988 0,969 0,954 0,953 0,9590,960 0,949 0,9460,9380,933 tración y defensa) Sector 15 (telecomu1 1,017 1,035 1,056 1,080 1,090 1,097 1,108 1,132 1,1611,180 1,179 1,1871,1851,185 nicaciones) Sector 16 (otros 1 1,026 1,018 0,995 0,965 0,843 0,879 0,900 0,947 1,0301,197 1,047 1,0780,9890,920 servicios) Total 1 1,016 1,013 1,001 0,986 0,918 0,928 0,928 0,954 1,0021,094 1,005 1,0240,9750,943

Tabla 6: tasa de crecimiento interanual del índice de productividad Tasa promedio de crecimiento interanual del índice de productividad Sector 1 (petróleo extracción)

Índice inicial

Índice final

Tasa de crecimiento

1

0,855

-1,12%

Sector 2 (petróleo refinería) Sector 3 (agricultura)

1 1

0,886 1,091

-0,87% 0,62%

Sector 4 (industria- hierro y acero )

1

1,311

1,93%

Sector 5 (industria- metales no ferrosos )

1

0,856

-1,11%

Sector 6 (industria, agroindustria)

1

0,854

-1,13%

Sector 7 (industria, bienes de capital) Sector8 (industria, bienes intermedios)

1 1

0,537 0,801

-4,44% -1,59%

Sector 9 (industria, bienes de consumo final) Sector 10 (minería) Sector 11 (electricidad y agua) Sector 12 (construcción residencial)

1 1 1

0,962 0,855 1,347

-0,28% -1,12% 2,13%

1

0,933

-0,50%

Sector 13 (comercio) Sector 14 (administración pública y defensa) Sector 15 (telecomunicaciones)

1

0,946

-0,40%

1 1 1

0,933 1,185 0,920

-0,50% 1,21% -0,59%

Sector 16 (otros servicios)


Valor agregado sectorial y productividad…

31

De las tablas 5 y 6 se desprende que sólo cuatro actividades mostraron un leve crecimiento en el índice de productividad: electricidad y agua (2,13%), hierro y acero (1,93%), telecomunicaciones (1,2%), y agricultura (0,62). Estos leves incrementos en el índice de productividad permiten formarse una idea de los grandes retos de la economía venezolana. En efecto, para duplicar la productividad a este ritmo de crecimiento, se necesita 32 años para electricidad y agua, 36 para hierro y acero, 57 para telecomunicaciones y 111 para agricultura. En el resto de las actividades el índice decrece, mostrándose las mayores caídas en las actividades de Bienes de capital, bienes intermedios, agroindustria, minería, extracción de petróleo y metales ferrosos. El panorama que muestra este experimento numérico revela que para lograr un crecimiento sostenido de la economía venezolana no es suficiente elevar la tasa de inversión, sino también, diseñar políticas que permitan incrementar la productividad. Por lo tanto, detectar las posibles causas de la falta de productividad y proponer los mecanismos para su solución debe ser la esencia de la política productiva y de crecimiento económico. Entonces, el desafío de la productividad no puede esperar. Miles de personas que padecen limitaciones actualmente, podrían mejorar su bienestar o su nivel de vida si se emplearán de mejor manera los recursos existentes. La fuerza laboral en electricidad y agua, manufactura, construcción y explotación de minas e hidrocarburos absorbe el 29% de la fuerza de trabajo, mientras el resto, servicios, lo hace con el 71%. A diferencia de los países desarrollados, que primero se desarrollaron en industria y, después, se transformaron en economías de servicios, la economía venezolana se concentra en servicios, en medio de una trampa de ingreso medio5. Por otra parte, el sector manufacturero solo absorbe el 11,5% de la fuerza laboral. Esto implica que, basar el crecimiento de la productividad solo mediante el impulso de la industria, ayudaría poco a superar el subdesarrollo. Se requiere incorporar los servicios para elevar la productividad, ya que pueden convertirse en un cuello de botella para el resto de las actividades productivas. En efecto, no solo los servicios ocupan la mayor parte de los trabajadores, sino que el crecimiento de la producción de los sectores primarios e industriales depende de que haya buenos servicios de transporte y comunicaciones y sistemas efectivos de almacenamiento y distribución, entre otros servicios.

5

Este enfoque trata de explicar el por qué muchas de las economías en desarrollo, luego de experimentar una fase de rápido crecimiento, detienen su ímpetu y no siguen avanzando hasta convertirse en economías desarrolladas.


32

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

¿Qué elementos debe considerar el diseño de una política para salir de la trampa de ingresos medios? Sería arriesgado proponer una receta de políticas para mejora la productividad por las diferentes circunstancias económicas, sociales, institucionales y políticas y, más aún, calcular cuál sería su impacto en la conveniencia, viabilidad, eficacia y estabilidad de las políticas; sin embargo, los resultados del modelo calibrado para la economía venezolana sugiere tomar en cuenta aspectos institucionales tales como: la educación, la infraestructura, la salud y las facilidades de comunicación. Ahora bien, frente a la idea de los métodos tradicionales, de que el crecimiento se genera a partir de la acumulación de factores de producción que son más o menos sustituibles, lo central es que hay mucha complementariedad. Sustituible, en este contexto, se interpreta por las situaciones en la que, si no se puede tener acceso a más capital físico, entonces se emplea más capital humano o más trabajo y que a medida que se acumulan estos factores, la economía se expande. El problema con la complementariedad, es que, cuando hay algo que falta, no importa cuánto más se tenga de las demás cosas. La idea es que los procesos de crecimiento tienden a estar restringidos por algún factor escaso. Por ejemplo, la educación no tiene un efecto importante en la productividad cuando existen obstáculos a la transformación productiva o ausencia de un modelo de producción que permitan aprovechar el aumento de habilidades derivadas de la educación y la mejor utilización del capital disponible (físico y financiero). Por lo tanto, es muy importante que los decisores generen la institucionalidad, tal como lo han propuesto Acemoglu (2009), Acemoglu & Robinson (2012) y Crespi, Fernández-arias & Stein (2014) que logre identificar cuáles son aquellos obstáculos que de removerse generarían un mayor impacto en el corto plazo sobre el crecimiento. Por ejemplo, considerar problemas sociales como la corrupción, el crimen, efectividad del gobierno, la ineficiencia aduanera y la capacidad de coordinación en la búsqueda de complementación. Por otra parte, mejorar la cobertura y calidad de los servicios de infraestructura, es condición necesaria (aunque no suficiente) para el logro de la complementariedad para acelerar las tasas de crecimiento de la productividad de Venezuela. Las inversiones en infraestructura y comunicaciones aumentan la vida útil del capital, hacen posible aprovechar las economías de escala, mejoran la productividad laboral y ayudan al desarrollo humano mediante la educación y la salud. Pero, se requiere hacer de la productividad un objetivo de estado, un tema central del discurso político.


Valor agregado sectorial y productividad…

33

CONCLUSIONES

En primer lugar, partiendo de la identidad contable del VA se arribó a la siguiente expresión funcional de Valor Agregado siguiente: . Es un resultado poco encontrado en la literatura y que se obtiene sin necesidad de partir de una teoría de la función de producción. En segundo lugar y con el objetivo de estudiar los factores que afectan la productividad del capital y el trabajo en forma sectorial, se experimenta con una expresión como la que sigue:

De acuerdo con los resultados de la calibración del modelo, el factor con mayor peso en la determinación de la productividad total de factores es el sistema de gobernanza, en segundo lugar, los años promedio de escolaridad, en tercer lugar, las carreteras, en cuarto lugar, la esperanza de vida y, por último, las líneas telefónicas. En tercer lugar, a manera de síntesis, el síndrome de decrecimiento crónico de la economía venezolana tiene entre sus raíces el bajo crecimiento de la productividad. Por lo tanto, se requiere, poner en el debate nacional la necesidad de elevar, de forma acelerada, la productividad de la economía venezolana. Además, parece inaplazable la revisión de los marcos institucionales en aspectos como la inseguridad personal, la corrupción, efectividad del gobierno, la ineficiencia aduanera y la capacidad de coordinación en la búsqueda de complementación. En definitiva, la reingeniería institucional debe considerar el sistema de incentivos para los coordinadores (operadores) de las políticas sectoriales basado en resultados, con un consejo o instancias coordinadora para la concertación, diseño y evaluación de resultados y un sistema de penalizaciones y apoyos medibles y transparentes. Así como generar un modelo de producción que permitan aprovechar el aumento de habilidades derivadas de la educación y la mejor utilización del capital disponible (físico y financiero).


34

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Acemoglu, D. (2009), Introduction to Modern Economic Growth. Oxford: Princenton University Press. Acemoglu, D., & Robinson, J. (2012), Por Que Fracasan los paises, Deusto Ediciones. Barro, R., & Sala-i-Martin, X. (2009), Crecimiento económico, Reverté S.A., Barcelona. Cárdenas S., M. (2009), Introducción a la económia colombiana, Alfaomega. Clemente, L. (2002), Crecimiento económico y porductividad en Venezuela. Primer Simposio Anual de Investigación Económica Venezolana, UCAB, Caracas. Contreras, J., Esquivel, R., & Lovera, N. (2015), Medición del acervo de capital en Venezuela por actividad económica: 1997-2007, en arbitraje. Crespi , G., Fernández-arias, E., & Stein, E. (2014), ¿Cómo repensar el desarrollo productivo?, BID, Washinton. Felipe, J., & J.L.S, M. (2005), The tyranny of the indetity: growth accounting revised, Asian Development Bank, 1-38. Fuentes, R. (2011), Una mirada desagregada del deteriro de la productividad en Chile, edición electronica. Harberger, A. (1972), Project evaluation, University of Chicago Press, Chicago. Mora, J. (2006), “La productividad multifactorial y el crecimiento economico en Venezuela”, Revista Actualidad Contable, 13. Pagés, C. (2010), La era de la productividad, Banco Interamericano de Desarrollo. Weil, D. (2006), Crecimiento económico, Pearson Educación S.A., Madrid.


Valor agregado sectorial y productividad…

35

ANEXO 1

Los siguientes gráficos muestran el comportamiento de la simulación en contraste con lo sucedido para el periodo 1997-2011. Gráfico 1. Sector Petrolero

Gráfico 2. Sector Refinación


36

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Gráfico 3. Sector agrícola

Gráfico 4. Sector Hierro y acero


Valor agregado sectorial y productividad…

Gráfico 5. Sector Metales no ferrosos

Gráfico 6. Sector Agroindustria

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38

Revista Venezolana de Anรกlisis de Coyuntura

Grรกfico 7. Sector Bienes de Capital

Grรกfico 8. Sector Bienes Intermedios


Valor agregado sectorial y productividad…

Gráfico 9. Sector Bienes de Consumo Final

Gráfico 10. Sector Minería

39


40

Revista Venezolana de Anรกlisis de Coyuntura

Grรกfico 11. Sector Electricidad y Agua

Grรกfico 12. Sector Construcciรณn Residencial


Valor agregado sectorial y productividad…

Gráfico 13. Sector Comercio

Gráfico 14. Sector Administración Pública y Defensa

41


42

Revista Venezolana de Anรกlisis de Coyuntura

Grรกfico 15. Sector Telecomunicaciones

Grรกfico 16. Sector Otros Servicios


Valor agregado sectorial y productividad‌

GrĂĄfico 17. Valor Agregado Total

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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 44-63 recibido: 27-03-2015 / arbitrado: 08-12-2015

PROGRAMAS DE ESTABILIZACIÓN MACROECONÓMICA: LECCIONES Y ALTERNATIVAS PARA VENEZUELA Eddy Johanna Fajardo1 Héctor Romero Ortiz2 UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS, BUCARAMANGA-COLOMBIA Resumen: La investigación tiene como objetivo ilustrar las distintas experiencias con programas de estabilización macroeconómica de un amplio número de países, así como la ejecución de estos programas en Venezuela hacia finales del siglo XX, con el fin de arrojar lecciones y alternativas para corregir los desequilibrios macroeconómicos que afronta este país en la actualidad. La metodología es descriptiva. Se realiza una conceptualización sobre los programas de estabilización macroeconómica, los diferentes tipos y fases de implementación. Se confirma la importancia que tiene el reducir las expectativas de elevada inflación entre los diferentes agentes económicos. Asimismo, se identifica que los programas de estabilización desarrollados en Venezuela no lograron incrementar la oferta productiva nacional, ampliar la canasta de exportación y reducir la vulnerabilidad externa de la economía nacional. Palabras claves: Inflación, programa de estabilización macroeconómica, política económica.

I. INTRODUCCIÓN

Elevados niveles de inflación pueden acarrear importantes distorsiones en la economía, por ejemplo, la variación no anticipada de precios conlleva a una redistribución del ingreso; particularmente de prestamistas a deudores cuando los contratos no están indexados. Esta redistribución puede ser costosa para ciertos sectores de la economía y así afectar el crecimiento económico. Adicionalmente, tasas de inflación inciertas pueden distorsionar la asignación de los recursos con que cuenta la sociedad. Un fenómeno específico, que permite ejemplificar esta situación, es el de las preferencias hacia activos reales, que sirven como cobertura ante la escalada de los precios de los bienes y servicios. Los problemas crónicos de inflación que experimentaron las economías en desarrollo desde mediados del siglo XX, hizo necesario repensar las medidas económicas necesarias para controlar el comportamiento de esta variable. Es por ello que se diseñaron políticas integrales, algunas veces con asesoría y respaldo de instituciones supranacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), para combatir de forma efectiva este flagelo. 1

2

eddyjfajardo@gmail.com / hromerov01@yahoo.com


46

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Estas medidas, en su conjunto, reciben el nombre de programas de estabilización macroeconómica o programas de ajuste estructural, estos últimos estaban enfocados en que una vez que se corrigiesen los desequilibrios macroeconómicos, el mecanismo de mercado fuese predominante en las decisiones de producción en la economía; no obstante, ambos programas perseguían como objetivo, alcanzar el equilibrio macroeconómico, reducir la tasa de inflación y retomar la senda del crecimiento económico en los países. El desenlace de estas acciones de política económica está estrechamente ligado a los rasgos esenciales de la estructura económica de los países. En un periodo de cuarenta años (1960-2000), Argentina aplicó cuatro planes de estabilización con el objetivo de suavizar sus tasas de inflación. El programa de ajuste económico israelí se inició en 1985 y se mantuvo vigente por más de diez años después de su instauración, aunque con evidentes reconfiguraciones. El propósito de este trabajo es el de arrojar luces sobre los elementos comunes que distinguen a los programas de estabilización exitosos y los evidentes fracasos con la finalidad de ilustrar cuáles pueden ser las medidas más adecuadas para la economía venezolana, que en la actualidad, cuenta con severas distorsiones macroeconómicas (desde importantes diferenciales cambiarias, alta tasa de inflación y considerables déficits públicos). Para ello, se subdividirá el trabajo en cuatro partes: En la primera, se exponen los elementos conceptuales de los planes de estabilización, ortodoxos, basados en políticas de ingreso y heterodoxos. En la segunda sección, se describen las diferentes experiencias internacionales, con especial énfasis en los países de América Latina; en la tercera sección se documentan los diferentes programas de estabilización macroeconómica en Venezuela, y por último; se presentan los comentarios finales.

II. PROGRAMAS DE ESTABILIZACIÓN: ASPECTOS TEÓRICOS

En esta sección se presenta una revisión de los diferentes conceptos asociados a los programas de estabilización económica, sus etapas, estrategias de implementación así como los costos y beneficios asociados a ellos. Los programas de ajuste estructural, por su parte, además de perseguir la estabilización económica, se enfocaban en establecer el desarrollo de una economía, cuyas decisiones de qué, cómo y para quién producir se establecieran mediante el mecanismo de mercado. Los programas de estabilización consisten en un conjunto de medidas diseñadas para reducir los desbalances existentes en la economía; desequilibrios macroeconómicos, elevadas o persistentes tasas de inflación, volatilidad en la tasa de crecimiento del producto, entre otras distorsiones que aquejan a las economías de las naciones. Dados los efectos perniciosos que tiene las elevadas tasas de crecimiento en los precios, esta problemática se ha convertido en el principal objetivo de estos programas de ajuste.


Congelación de salarios en el corto plazo, para romper con la inercia inflacionaria proveniente de la indexación y los contratos escalonados.

Congelación de salarios en el corto plazo, para romper con la inercia inflacionaria proveniente de la indexación y los contratos escalonados.

Control de salarios

Fuente: Elaboración propia en base a Kiguel y Liviatan (1988); Da Fonseca (1998); Pereira y Nakano (1984).

Congelación de precios por un periodo de tiempo corto (dos a seis meses) para eliminar la persistencia inflacionaria.

Maxi-devaluación para acercar el tipo de cambio al valor del mercado paralelo, para posteriormente establecer un ancla nominal con tipo de cambio fijo.

Maxi-devaluación para acercar el tipo de cambio al valor del mercado paralelo, para posteriormente establecer un ancla nominal con tipo de cambio fijo.

Sistema cambiario

Congelación de precios por un periodo de tiempo corto (dos a seis meses) para eliminar la persistencia inflacionaria.

Política restringida de crédito doméstico, debido a la liberalización de las tasas de interés activas. Política monetaria contractiva.

Política restringida de crédito doméstico, debido a la l iberalización de las tasas de interés activas. Política monetaria contractiva.

Política monetaria

Política de ingreso

Control de precios

Reducción significativa de los déficits fiscales a través de una contracción en el gasto público, eliminación de subsidios a los diferentes sectores de la economía e incremento de impuestos.

Reducción significativa de los déficits fiscales a través de una contracción en el gasto público, eliminación de subsidios a los diferentes sectores de la economía e incremento de impuestos.

Tabla 1. Tipos de programas de estabilización Ortodoxos Heterodoxos

Política fiscal

Medidas

Programa de estabilización macroeconómica… 47


48

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De acuerdo con la literatura académica, existen tres tipos de programas de estabilización macroeconómica: programas ortodoxos, no ortodoxos o basados en políticas de ingreso y programas heterodoxos (ver tabla 1). Los programas de estabilización ortodoxos parten de la idea de que las elevadas tasas de inflación provienen esencialmente de presiones de demanda, es por ello, que estos programas hacen énfasis en controlar esta variable a través de políticas fiscales y monetarias restrictivas. No obstante, en algunas economías se hace evidente la existencia de inercia inflacionaria, donde prevalece una tasa de inflación por encima de los niveles que pueden ser explicados a través de los fundamentos económicos. Kiguel y Liviatan (1989) plantean que cuando existe persistencia, bien sea por contratos escalonados, falta de credibilidad en las autoridades económicas, problemas de coordinación macroeconómica, indexación, entre otros; la aproximación ortodoxa de los planes de estabilización no conlleva a una reducción significativa de la inflación en el corto plazo. Por otro lado, en Brasil, hacia finales de la década de los años ochenta, existía una gran resistencia a las visiones originadas en instituciones financieras internacionales, como el FMI, y no se podía promover acciones consideradas conservadoras. Toda iniciativa encaminada a reducir el déficit fiscal o que intentase promover la disciplina monetaria encontraba fuerte resistencia (Da Fonseca, 1998). Es así como surge una nueva línea de pensamiento económico en esta nación sudamericana, que propugnaba que las políticas fiscal y monetaria eran inútiles para contener la inflación y que era necesario eliminar el componente inercial de la inflación exclusivamente a través de congelación de precios y salarios2. Este tipo de programas de estabilización reciben el nombre de programas no ortodoxos o eminentemente de política de ingresos. En este tipo de programa de contención de la inflación, las acciones de política económica convencional juegan un rol secundario. Es evidente, que las políticas de estabilización basadas exclusivamente en políticas de ingreso que no eliminen el origen de los procesos inflacionarios y deficitarios del erario público, no se podrá contener de manera permanente el incremento generalizado de los precios. Los programas de ajuste heterodoxos, por su parte, combinan de manera activa la visión ortodoxa con la no ortodoxa, al unir las medidas convencionales de política fiscal y monetaria con políticas de ingreso de congelación de salarios y precios (Nallari y Mills 1992). Tal como plantea Kahler (1990), los programas heterodoxos están diseñados para lograr una rápida desinflación, más no están configurados para responder a los problemas estructurales de la economía.

2

López (1984) y Pereira y Nakano (1984).


Programa de estabilización macroeconómica…

49

Otro elemento importante de toda política de estabilización está asociado con las etapas de implementación. Por lo general, se sigue una aproximación de dos fases3. En la primera fase, se establece un ancla nominal (bien sea a través de un régimen de tipo de cambio fijo o a través controles de precios en una serie de bienes) además de otras medidas para reducir el déficit fiscal en el corto plazo, por ejemplo, aumentar los ingresos públicos a través de privatizaciones, sincerar el costo de los servicios públicos, eliminar subsidios directos e indirectos o establecer nuevos cronogramas de gasto que posponen los desembolsos para fechas futuras. En la segunda etapa, que puede durar varios años; se aplican ajustes fiscales estructurales como incrementos en las tasas impositivas o reducciones permanentes en los gastos corrientes. El programa de estabilización de Argentina de 1985, es un ejemplo clásico de este tipo de programa (Werner, 1999). Además de las etapas de los programas de estabilización, es necesario diferenciar los enfoques de implementación. Existen dos estrategias diametralmente opuestas: el enfoque gradual y la terapia de choque4. En el primero, se establece un cronograma de acción en el que las medidas de política económica se van instaurando de forma progresiva, con el objetivo de reducir gradualmente la tasa de inflación. La falta de coordinación macroeconómica entre los entes involucrados en la ejecución de las políticas, puede acarrear un mayor espacio de tiempo para implementar estas acciones. Por el contrario, en la terapia de choque; la ejecución conjunta de política económica (fiscal, monetaria, cambiaria y de ingresos) garantiza una aceleración en la tasa de desinflación. Tabla 2. Efectividad de los programas de estabilidad bajo diferentes niveles de tasas de inflación

Programa

Ortodoxo Heterodoxo

Estrategia de implementación Gradual Choque Inflación baja Hiperinflación Inflación crónica

Fuente: Elaboración propia en base a Kiguel y Liviatan (1989).

La decisión sobre el programa de estabilización más idóneo depende del nivel de la tasa de inflación existente en la economía (Kiguel y Liviatan 1989). En el caso economías con elevadas tasas de inflación debido a un alto grado de indexación, se recomienda el uso de programas heterodoxos de choque, ya que el éxito inicial de corto plazo alcanzado por las políticas de ingreso, permiten abonar el terreno para profundizar en las reformas fiscales estructurales que 3

Para mayor detalle, se recomienda leer a Dornbusch (1991).

4

Ver De Gregorio (1995).


50

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

garanticen bajas tasas de inflación en el mediano y largo plazo. Por otro lado, si las tasas de inflación son relativamente bajas, se recomienda aplicar medidas ortodoxas de forma gradual (ver tabla 2).

III. EXPERIENCIA INTERNACIONAL EN PROGRAMAS DE ESTABILIZACIÓN

A continuación se presenta una serie de experiencias internacionales en un nutrido grupo de países que han aplicado medidas de estabilización macroeconomía, en la década de 1960, 80 y 90:

a. Década de los años sesenta Durante este periodo, en América Latina se llevaron a cabo políticas de estabilización en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay (Pazos, 1969). Todos los países presentaron tasas de crecimiento en los precios entre dos a tres dígitos, siendo el más afectado Uruguay, con una tasa anual de 125% para el año 19685. Las acciones de política económica estaban dirigidas a detener el alza de costos, a frenar el aumento de la demanda y promover el aumento de la oferta nacional de bienes y servicios. El establecimiento de un ancla nominal con el dólar americano, el aumento de los impuestos, la contracción monetaria y el mayor control sobre el gasto público se convirtieron en los principales instrumentos para combatir la inflación.

Argentina (1967) El plan de estabilización se inició en el primer trimestre de 1967. Por el lado de los costos, el plan dispuso de un aumento en los salarios y el tipo de cambio como paso previo a las políticas de estabilización. Posteriormente, los salarios fueron congelados por un periodo de 19 meses, pero luego se les hizo un reajuste importante en enero de 1968. A las empresas se les compensó con una reducción en sus aportes a la seguridad social, en vista del aumento salarial. Se devaluó la moneda en 37% y se elevaron los impuestos a las exportaciones.

5

Banco Mundial.


Programa de estabilización macroeconómica…

51

Gráfico 1. Tasa de inflación en Argetina (1965-1973)

Fuente: Banco Mundial. World Development Indicators.

Como se observa en la gráfica 1, la tasa de inflación para el año 1967 era de 29% y para 1969 esta variable se encontraba en un dígito (8%). La falta de disciplina fiscal minó la confianza de los agentes económicos, iniciando nuevamente la espiral inflacionaria. Uruguay (1968) Durante la primera mitad de 1968, el gobierno uruguayo aplicó una política de austeridad económica, decretando una congelación general de precios y salarios. Posteriormente se llevaron a cabo ajustes escalonados de carácter compensatorio en diciembre de 1968 y diciembre de 1969 específicamente en el sector público. Estos incrementos no tuvieron mayor impacto inflacionario, debido a la férrea ancla nominal en el tipo de cambio y en los controles de precios. Adicionalmente, se emplearon medidas de corte fiscal, como la drástica reducción del gasto público y el aumento de las recaudaciones impositivas. Para el año de 1970, la inflación cayó a una tasa anualizada del 16,3%, el valor más bajo en 8 años, con una sensible recuperación en las tasas de crecimiento económico. Al igual que en el caso argentino, el aumento del déficit fiscal, producto de incrementos en el gasto corriente, causó un nuevo brote inflacionario que disparó las tasas de crecimiento de la inflación y sumió a la economía uruguaya en una importante recesión (ver tabla 3).


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Tabla 3. Tasa de inflación y crecimiento económico en Uruguay (%) Años Tasa de inflación Tasa de crecimiento económico 1965 56,60 1,00 1966 73,50 3,10 1967 89,30 -3,70 1968 125,30 1,90 1969 21,00 5,90 1970 16,30 2,30 1971 24,00 -0,30 1972 76,50 -1,30 1973 97,00 0,30 1974 77,20 2,90 1975 81,40 6,10 Fuente: Banco Mundial. La tasa de crecimiento económico está basada en dólares constantes del año 2000.

b. Década de los años ochenta Israel (1985) El programa de estabilización de Israel, conocido como Programa de Estabilización Económica (PEE) fue el paquete macroeconómico más importante ejecutado en esta nación del Medio Oriente. Se inició en julio de 1985 y fue del tipo choque-heterodoxo, ya que combinó elementos ortodoxos con políticas de ingreso. Por un lado, se propició una importante caída en el déficit fiscal, por el orden del 8% del PIB en los primeros seis meses6 de implementación del plan; el aumento de los impuestos, la eliminación de subsidios, la reducción del consumo del sector público y la devaluación de la moneda se convirtieron en los factores determinantes de ese descenso. El componente heterodoxo consistió en congelación de sueldos y precios mediante acuerdos entre sindicatos y empleadores. Este pacto social logró neutralizar las presiones para aumentar el gasto fiscal e incrementar los salarios en el corto plazo. En el frente monetario, se devaluó la moneda en un 19%, para luego establecer un ancla nominal (régimen de tipo de cambio fijo) con el dólar americano; posteriormente, la política monetaria estuvo enfocada en desincentivar la salida de capitales a través de altas tasas de interés reales en el mercado doméstico.

6

Liviatan (1988).


53

Programa de estabilización macroeconómica…

Gráfico 2. Tasa de inflación anual en Israel (1970-1990) 400

374

305

Tasa de inflación (%)

300

200

146 131

117

120

100

78 51 40 6

12

13

20

39

31

35

48 20

16

20

17

0 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990

Fuente: Banco Mundial. World Development Indicators.

Las tasas de inflación disminuyeron dramáticamente en los años posteriores al programa de estabilización. En el año 1987 la inflación se situó en 20% y diez años después se ubicó nuevamente en un dígito. Hubo poca escasez de productos y cuando se levantaron los controles de precios los ajustes no eran significativos como para alterar la dinámica de precios existente (Fischer, 1987). Argentina, Plan Austral (1985)7 El Plan Austral es el nombre que recibe el paquete de medidas económicas anunciadas en junio de 1985 por el gobierno argentino para combatir el proceso de inflación elevada que vivía esta nación. El promedio de la inflación anual para el periodo de 1980 a 1984 superaba el 260%, la mayoría de las operaciones de crédito durante este periodo se realizaban por lapsos muy cortos, llegando incluso a no superar el mes de duración. Hacia mediados de 1985, previo a la instauración del programa de estabilización, los precios y los salarios de las empresas eran ajustados mensualmente. Evidentemente, este entorno inflacionario creo unas distorsiones importantes en la economía argentina y el control de esta variable se convirtió en uno de los principales objetivos de la política económica. Dado el alto grado de persistencia inflacionaria, la política monetaria y fiscal por sí solas no podían garantizar la 7

Basado principalmente en Heymann (1987).


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credibilidad necesaria para romper con las expectativas de precios en los agentes económicos. Es por ello, que se hizo necesario asumir una política de choqueheterodoxo, en contraposición a una aplicación gradual, que combinara las alternativas ortodoxas (política fiscal y monetaria contractiva) con políticas de ingreso. El plan consistía de tres etapas: 1. Se anunció que el Banco Central dejaría de financiar al gobierno. Se incrementaron los ingresos fiscales a través de mayores impuestos al comercio internacional, los impuestos sobre la renta e incremento en los precios del sector público. 2. Los precios y los salarios se congelaron. 3. Se introdujo el Austral como nueva unidad de cuenta a una tasa de 1.000 pesos por 1 austral. Este programa tuvo éxito en el corto plazo. La tasa de inflación para el año 1986 fue de 90%, muy por debajo del 672% alcanzado el año anterior, pero en los años subsiguientes llegó a superar el 3.000%. Tabla 4. Selección de experiencias internacionales con paquetes de estabilización Plan

Fecha de inicio y culminación

Tipo de Plan

Tasa de inflación Año antes a/ Año después

Brazil (1964) Argentina (1967)

Marzo 1964-Agosto1968 Marzo 1967-Mayo 1970

Heterodoxo Heterodoxo

89,1% 26,4%

20,0% 32,1%

Uruguay (1968) Chile (1978)

Junio 1968-Diciembre 1971 Febrero 1978-Junio 1982

Heterodoxo Ortodoxo

185,0% 52,1%

95,0% 32,5%

Uruguay (1978)

Octubre 1978-Noviembre 1982

Ortodoxo

Argentina (1978) Israel (1985) Argentina, Plan Austral (1985) Brasil, Plan Cruzado (1986)

Diciembre 1978-Febrero 1981 Julio 1985-Julio 1995 Junio 1985-Septiembre 1986 Febrero 1986-Noviembre1986

Heterodoxo Heterodoxo Heterodoxo Heterodoxo

b/

México (1987) Diciembre 1987-Diciembre 1994 Heterodoxo Uruguay (1990) Diciembre 1990-Enero 2000 Ortodoxo Argentina, Convertibilidad (1991) Abril 1991-Enero 2000 Ortodoxo a/

41,2%

61,8%

189,6% 279,5% 1128,9% 256,2%

81,6% 8,8% 67,5% 85,2%

159,2% 129,0% 267,0%

52,0% 3,9% 0,9%

Variación anualizada a partir del mes de instauración del programa. Variación anualizada a partir del mes de finalización del programa. Fuente: Basado en Calvo (1999) y Vegh y Reinhartd (1994). Elaboración propia. El Plan de Convertibilidad de Argentina culminó efectivamente en el año 2002. b/


55

Programa de estabilización macroeconómica…

c. Década de los años noventa Brasil (1990-1991) En marzo de 1990 y febrero de 1991 se implementó el Plan Collor I y II respectivamente. Las medidas económicas fueron similares a las del Plan Cruzado de 1986, que no pudo contener el incremento del costo de la vida en Brasil. Virtualmente ninguna acción fue utilizada para reducir el gasto gubernamental o controlar la oferta monetaria (Da Fonseca, 1998). Por el contrario, hubo un aumento en el gasto público que se originó por las mayores erogaciones correspondientes a los pagos de la deuda pública interna. Gráfico 3. Dinámica de planes de estabilización basados esencialmente en políticas de ingreso sin pacto social

Liberación de precios y ajustes salariales

Inflación crónica

Congelación de sueldos y precios de la cesta básica

Presiones sociales

Caída de salarios reales y posibles pérdidas de sectores económicos

Fuente: Elaboración propia.

El plan estuvo basado exclusivamente en la implementación de controles de precios y salarios. Al no existir pactos sociales, como en Israel (1985); las crecientes demandas sociales por ajustes salariales hacen desaparecer las breves desaceleraciones en la tasa de inflación. De esta forma, se crean nuevamente las presiones que inciden positivamente en la inercia inflacionaria (ver gráfico 3). Argentina (1991) Luego de varios planes fallidos de estabilización para contener la inflación durante la década de 1980, los cuales sólo lograban reducir momentáneamente el crecimiento de los precios para posteriormente reasumir la senda alcista; en


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abril de 1991 se lanzó el Plan de Convertibilidad. Este paquete contenía los siguientes elementos clave: i.

se eliminó la indexación de salarios;

ii.

se estableció un tipo de cambio fijo con respecto al dólar americano;

iii.

se calibró la base monetaria al nivel de los activos en moneda extranjera bajo resguardo del Banco Central de la Reserva Argentina; y

iv.

se permitió que los contratos se establecieran en moneda extranjera, es decir, la moneda foránea podía servir como medio de pago.

La rígida política monetaria impulsada por la caja de conversión, modificó favorablemente las expectativas de los agentes. Adicionalmente, entre 1991 y 1996 se llevaron a cabo importantes reformas para reducir o eliminar las distorsiones en el mercado de factores y de bienes; a través de una serie de privatizaciones y desregulaciones en los sectores de minería, telecomunicaciones, 8 puertos, transporte, entre otros . El impacto de estas medidas fue inicialmente positivo sobre el crecimiento económico y en 1994 la evolución de los precios en Argentina se movía en línea con la inflación internacional. No obstante, la sobrevaluación del tipo de cambio redujo el crecimiento del usualmente dinámico sector exportador y favorecía las importaciones de bienes. Esta situación, aunado a la importante salida de capitales a inicios del siglo XXI, puso en evidencia la inviabilidad de la caja de conversión en la Argentina. Galiani et al (2003) da dos argumentos sobre el colapso del plan de convertibilidad: en primer lugar, la política fiscal inconsistente con un tipo de cambio fijo durante un periodo prolongado, demuestra que los agentes gubernamentales no se podían ajustar a la disciplinada restricción presupuestaria requerida en un régimen de caja de conversión, y optaron por una política de endeudamiento externo superior a las capacidades reales de la economía. Segundo, el comportamiento del consumo del sector privado sugiere que los agentes no reconocieron el nivel del sobreendeudamiento del sector público y no se anticiparon a los ajustes que se sucedieron en el año 2002. Actualmente los precios han estado aumentando de forma paulatina, pero las cifras oficiales reflejan que la inflación permanece en dos dígitos bajos.

IV. LA EXPERIENCIA VENEZOLANA CON PROGRAMAS DE ESTABILIZACIÓN

A diferencia de otras naciones de América Latina, durante finales de la década de los setenta e inicios de la década de los años ochenta, Venezuela asu8

Cavallo y Cottani (1997).


Programa de estabilización macroeconómica…

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mió programas de estabilización ajena a instituciones internacionales como el FMI o el BM, o al menos no implementó estas medidas a través de acuerdos formales. Esta situación plantea dos aspectos sobresalientes; por un lado Venezuela contaba con mejor situación económica que otros países de la región, lo que le otorgaba mayor nivel de maniobra a la hora de elegir las políticas indicadas para aliviar las presiones inflacionarias. Asimismo, los importantes recursos naturales con que cuenta este país sudamericano (principalmente petróleo) le garantizaban mejores condiciones crediticias y de negociación con los prestamistas internacionales. Esta situación se revierte a mediados de la década de 1980s, cuando el deterioro de las condiciones económicas obliga al país a renegociar la deuda pública externa y recurrir a nuevos fondos externos. La experiencia venezolana con una inflación de dos dígitos ocurre por primera vez a mediados de la década de los años setenta9. El promedio de la inflación para los veinte años previos a esa fecha no alcanzaba el 2% anual. La considerable apreciación del principal producto de exportación (el valor de exportación promedio del petróleo venezolano pasó de USS/barril 4,4 en 1973 a 14,4 en 1974) y el consecuente aumento del gasto público causó una expansión en la demanda que no pudo ser compensada con la oferta real de bienes y servicios doméstica. Una considerable proporción de esta demanda fue satisfecha con unos niveles de importaciones sin precedentes para la economía venezolana hasta ese momento. Gráfico 4. Variación anual del IPC, Área Metropolitana de Caracas (1951-2009)

Fuente: BCV. Base 2007=100.

9

En el año 1974, la tasa de inflación fue del 11,8%.


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Estas presiones inflacionarias se diluyeron en los años siguientes, hasta que en 1979, la tasa de inflación se sitúo en 20,4% (ver gráfico 4). El proceso inflacionario que se vivía en las economías desarrolladas y de donde provenían en buena medida los insumos necesarios para la producción nacional, incrementó los costos de producción. La instauración de un nuevo gobierno a partir de marzo de 1979, llevó a cabo una revisión parcial de la política de regulación y control de precios impulso aún más la dinámica de precios al alza. Programa de estabilización (1981-1985) Las políticas de estabilización, que se encontraban enmarcadas en el Sexto Plan de la Nación (1981-1985), consistían en la reducción de las inyecciones netas de dinero provenientes del Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV), merma del gasto fiscal, así como menores tasas de crecimiento del crédito. Estas acciones mitigaron las presiones inflacionarias hasta el año de 1984. Un año antes, se había llevado a cabo una devaluación del bolívar y el establecimiento de un tipo de cambio múltiple, por una parte se mantuvo el antiguo tipo de Bs. 4,30 por dólar como tasa preferencial para la adquisición de bienes esenciales, una segunda tasa; a Bs. 6,00 por dólar, para bienes menos esenciales y un tercer tipo de cambio, que se establecía mediante el esquema de flotación (oferta y demanda) para el resto de las operaciones con el extranjero. Junto al nuevo régimen cambiario, y como medida momentánea, se congelaron los precios de todos los bienes y servicios a los niveles vigentes al 18 de febrero de 1983, por un lapso de sesenta días, con el objeto de evitar el impacto alcista inmediato que por efectos psicológicos y especulativos podía generar la devaluación. Posterior a los sesenta días, se instauró el Sistema de Precios Administrados (SPA), que significaba el regreso a la política de controles de precios, abandonada parcialmente desde el año 1979. Luego de continuas devaluaciones en la moneda nacional, para el año 1989, el índice general de precios alcanzó en el país un 81%, valor más alto en la historia contemporánea de Venezuela hasta ese momento. Programa de estabilización (1989-1992) En febrero de 1989 se anunciaron en Venezuela una serie de medidas económicas que recibieron el nombre de “El Gran Viraje”, la visión de este plan fue mucho más amplia que una corrección específica en los niveles de inflación en el país y abarcaba una serie de ajustes macroeconómicos de choque que se mencionan a continuación10: (1) restricción en el gasto público; (2) restricción en los aumentos de los niveles de salarios; (3) unificación de los diferentes tipos de 10

Para mayor detalle, remitirse a Lander y Fierro (1996).


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Programa de estabilización macroeconómica…

cambio; (4) flexibilización de las tasas de interés con un aumento inmediato de las tasas reguladas; (5) reducción en los controles de precios, (6) reprogramación de las inversiones públicas de baja prioridad; (7) reducción de los subsidios; (8) introducción de un impuesto a las ventas; (9) ajustes en los precios de los bienes y servicios provistos por el Estado; (10) reforma de la política comercial, incluyendo la eliminación de las exenciones en los sistemas tarifarios y liberalización de las importaciones. Debido a la mejora de los ingresos petroleros durante la primera guerra del Golfo, los indicadores macroeconómicos mostraron una mejora, no obstante, el promedio de la inflación anual entre 1991-1995 se situó en 44,9% y la tasa de crecimiento del producto promedio, para ese mismo periodo; fue de 2,8% (ver tabla 5). Tabla 5. Tasa promedio de inflación y crecimiento económico anual en Venezuela (%) Años Tasa de inflación Tasa de crecimiento económico 1965-1970 1,60 4,00 1971-1975 1976-1980 1981-1985 1986-1990 1991-1995 1996-2000 2001-2005

5,70 11,30 11,00 38,90 44,90 45,10 20,80

3,00 2,50 -0,90 2,80 3,50 0,80 3,10

Fuente: BCV, BM. Elaboración propia.

Programa de estabilización (1996-1998) Durante los años 1994-1995 se desató la más importante crisis bancaria en Venezuela, lo que generó severas distorsiones en la economía nacional. Es por ello, que en abril de 1996, el Gobierno venezolano, el Banco Central de Venezuela y el FMI, acordaron una serie de medidas económicas que tenían como objetivo reducir los desbalances macroeconómicos de la economía nacional y alcanzar en el mediano plazo un crecimiento económico sostenido con estabilidad de precios (Casas, 1996). Estas medidas recibieron el nombre de Agenda Venezuela. Entre abril de 1996 y marzo de 1997, se procuró reducir los desbalances macroeconómicos, fortalecer el sistema financiero, normalizar las relaciones con los prestamistas internacionales, renovar el programa de privatizaciones, refor-


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mar el sistema de pensiones y sentar las bases para un crecimiento económico sostenido en el mediano plazo. La reducción del déficit fiscal se convirtió en el ancla nominal del programa; para alcanzar este objetivo se tomaron distintas medidas, entre las que podemos mencionar: un incremento del impuesto al valor agregado de 12,5% a 16,5%, aumento de la gasolina en un promedio de más de 500% en abril de 1996, incremento de la contribución tributaria de PDVSA y ajuste de las tarifas de los servicios públicos. Se adelantó el proceso de privatización de bancos intervenidos durante la crisis bancaria venezolana de mediados de la década de los años noventa, así como la venta de empresas estatales. En el ámbito cambiario, a partir de abril de 1996 todos los controles sobre las transacciones en divisas fueron levantados y se instauró un régimen de flotación libre por un período de seis meses. Posteriormente se estableció un régimen de bandas. En cuanto a la política monetaria, se abandonó la política de regulación de las tasas de interés, dándole así un mayor rol al mercado. En términos de las políticas de ingreso, se liberaron los precios de la mayoría de los bienes, con la excepción de las medicinas y artículos considerados de primera necesidad. Dado el énfasis en las reformas económicas, este se considera un plan de ajuste económico de corte conservador u ortodoxo. Al observar de forma detallada la evolución de los indicadores económicos antes, durante y después de los programas de estabilización macroeconómica en Venezuela, es evidente que no se ha logrado generar un tejido industrial productivo que permita ampliar la oferta productiva nacional y diversificar la canasta de exportación venezolana hacia bienes con un mayor valor agregado. Del mismo modo, el establecimiento de un ancla nominal de los precios en un tipo de cambio fijo, no ha sido creíble en el tiempo, debido a la vulnerabilidad de la economía venezolana a choques externos. En la medida en que se sopesen y tomen en consideración estas lecciones, es que se podrá implementar acciones que puedan, permanentemente, corregir los desequilibrios macroeconómicos en Venezuela.

V. COMENTARIOS FINALES

De las diferentes experiencias de los planes de estabilización examinados, se confirma la importancia que tiene el reducir las expectativas de elevada inflación entre los diferentes agentes económicos. Las políticas de ingreso permiten romper con esta dinámica inflacionaria, pero tan solo por un periodo corto de tiempo. En aquellos programas de estabilización donde se combinaron las acciones de congelación de precios y salarios con acciones de control de la oferta monetaria y reducción del déficit fiscal es donde se ha observado una reducción


Programa de estabilización macroeconómica…

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significativa de la inflación en el mediano plazo. Es por esto, que el momento clave de todo plan de estabilización tiene que ver con la implementación de la segunda fase de reformas económicas, específicamente en el entorno monetario y fiscal. Los países que no han podido iniciar esta fase no pueden transitar en una senda de baja inflación en el largo plazo, ya que es necesario resolver los problemas estructurales de la economía, los cuales se convierten en catalizadores de nuevos brotes inflacionarios. En el caso particular de Venezuela, hacia finales del siglo XX, se llevaron a cabo tres programas de estabilización macroeconómica, espaciados en periodos de cuatro años. En cada uno de estos planes, no fue posible incrementar la oferta productiva nacional, garantizar que la remuneración del factor trabajo estuviese basada en la productividad y no a la tasa del sector más productivo (petrolero) y la ulterior ancla nominal de tipo de cambio fijo establecida, no era creíble en el tiempo, debido a que no se redujeron las perturbaciones externas de la economía nacional. Asimismo, es necesario estudiar los posibles impactos sociales de las medidas económicas y determinar con antelación sobre quien pesan los costos de los programas de austeridad. Si se persigue el interés general y no los intereses de grupos de presión, es viable la concreción de acuerdos entre el gobierno, las empresas y los asalariados y se minimizan de esta manera las presiones por reajustes de salarios y precios. Es necesario destacar que los programas de estabilización pueden estar sujetos a modificaciones puntuales en base a la dinámica de los resultados inflacionarios.

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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 65-97 recibido: 19-06-2015 / arbitrado: 01-09-2015

LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN LA POLÍTICA SOCIAL VENEZOLANA: 1999-2012* Carlos Aponte Blank1 PROFESOR-INVESTIGADOR DEL CENDES Resumen: Se analiza la incidencia de la participación comunitaria en el campo de la política social durante las gestiones presidenciales de Hugo Chávez. Esa participación cobra especial relevancia te las gestiones presidenciales de Hugo Chávez. Esa participación cobra especial relevancia en el área de vivienda y hábitat, pero está también presente –aunque con una intensidad comparativamente menor– en otros sub-sectores sociales como los de educación, salud y alimentación así como en las misiones. La reflexión alude a los mitos que pueden rodear a la idea de democracia participativa y presenta una mirada crítica acerca del modelo de participación comunitaria paradójicamente centralista que es promovido desde el chavismo, sobre todo en la fase 2006-2012, modelo que tiende a una concepción subordinada y homogénea (no autónoma ni plural) de la participación. Este es un e studio bibliográfico-documental basado principalmente en la revisión sistemática y selectiva de distintas investigaciones sobre el tema de la participación. Palabras claves: Política social, participación, democracia, Venezuela, Hugo Chávez.

La participación en las políticas públicas puede ser analizada desde diversas perspectivas. Desde un punto de vista global puede referirse a todo tipo de influencias en la formación de las políticas, especialmente a aquellas que provienen de actores externos al Estado. Pero, cuandohablamos de participación comunitaria aludimos en particular a la que puede involucrar o pretende convocar a la generalidad de los miembros de la población para que intervenga de manera directa en los asuntos públicos. Cuando pretendemos analizar la participación comunitaria de propósito público2 en el campo de la política social, es conveniente entonces que diferenciemos, como sugiere Tanaka (2001), entre diversos espacios y niveles de participación que involucran a distintos tipos de actores. En nuestro caso nos interesa distinguir:

* Este artículo corresponde, fundamentalmente, al capítulo 7 de Aponte (2014). 1 2

carlosaponte1@gmail.com

Hablamos de participación de propósito público para diferenciarla de la participación de organizaciones con fines de lucro (empresas privadas) en la política social, que no trataremos en esta reflexión. Tampoco aludiremos mayormente en este escrito al campo de la economía social (micro-financiamiento, cooperativismo, etc.).


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-

la participación nacional que se inserta en los espacios de decisión nacionales y que es desarrollada fundamentalmente por actores políticos como: partidos, confederaciones sindicales, federaciones empresariales, etc.;

-

la participación regional y local incluye a varios de aquellos actores nacionales, frecuentemente mediante sus representaciones en estos niveles territoriales sub-nacionales en los que empiezan a generar demandas, con más frecuencia, algunas organizaciones micro-locales o comunitarias, generalmente a través de representaciones como la de las directivas de los Consejos Comunales(CC)o en instancias como los Consejos Locales de Planificación Pública (CLPP).

-

y la participación comunitaria o micro-participación en la que se desenvuelve con mayor fuerza y regularidad la posibilidad de incidencia directa de la población en asuntos públicos. En tal sentido, aunque existe presencia de actores como los partidos o de grupos de interés a nivel micro-local, lo más resaltante es que este es el espacio por excelencia de la participación co3 munitaria, en sentido estricto .

Es conveniente precisar que entenderemos por política social a la intervención pública directamente destinada a la mejora de las condiciones de vida identificadas como sociales que cubren una variedad de áreas sectoriales (entre las que destacan: educación; salud; seguridad social;y, vivienda, desarrollo urbano y servicios conexos) y transversales (entre las que resalta la atención a grupos en situación de pobreza, de vulnerabilidad y/o en riesgo de discriminación como: mujeres, niños, jóvenes, adultos mayores, indígenas, personas con discapacidad, entre otros). Más concretamente, cuando nos referimos a la participación comunitaria en la política social en Venezuela estamos hablando principalmente de dos tipos de comunidades y de las organizaciones de base que se asocian con las actividades participativas que estas desarrollan hacia los asuntos públicos. Estas comunidades son: -

3

Las comunidades de residencia, probablemente las más relevantes como generadoras de demandas e iniciativas comunitarias y que se asocian en particular con el campo del hábitat (desarrollo urbano y servicios para la vivienda).

Las demandas desde las comunidades específicas pueden incidir en los niveles de decisión públicos nacionales, pero de manera ocasional y transitoria. Ello puede ocurrir ante la fuerza de determinadas protestas o ante emergencias, en las que las capacidades de los gobiernos locales y regionales son abiertamente desbordadas, o –también– en casos en los que determinados servicios son gestionados por instancias nacionales (autopistas, hospitales, etc.). Sin embargo, lo más común es que la participación regular de parte significativa de los integrantes de las comunidades se produzca y repercuta básicamente en su localidad o micro-localidad de referencia.


La participación comunitaria en la política…

-

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Las comunidades de usuarios de servicios y bienes sociales como: asociaciones de padres y representantes (escuelas), usuarios de hospitales, de servicios urbanos –transporte, parques, instalaciones deportivas por ej.– o de servicios de suministro de medicamentos, entre otras.

En ocasiones la activación de esas comunidades es estimulada por organizaciones de la sociedad civil (OSC) o por organizaciones partidistas que hacen vida en las mismas comunidades. En el caso de las OSC es frecuente que el análisis de la participación comunitaria deba considerarlas por el tipo de trabajo micro-local que varias de ellas desarrollan con regularidad4. Debe precisarse que no siempre las organizaciones llamadas comunitarias son representativas del conjunto de las comunidades sino que en ocasiones expresan a grupos pequeños de estas. En el proceso de análisis se intentará dar cuenta de este tipo de caso, cuando sea necesario5. La relevancia que puede atribuirse a la reflexión sobre la participación comunitaria en la política social se acrecienta cuando consideramos el valor que se le brindó a la llamada democracia participativa en el ideario gubernamental durante los años que analizaremos: los de las gestiones presidenciales de Hugo Chávez (1999-2012). Ese modelo de democracia se postuló –desde la perspectiva oficialista– como la característica básica del régimen político formado a partir de la Constitución de 1999, régimen que se ha relacionado de manera imprecisa y variable con la democracia representativa (véanse entre otros Gómez Calcaño,2010; López Maya,2011; Salamanca,2002)6. 4

Con cierta frecuencia algunas comunidades de usuarios derivan hacia las OSC y pueden dejar de considerarse, con ello, organizaciones comunitarias en sentido estricto. 5

Se dan intentos de agregación de las organizaciones comunitarias (como la que se plantea en Venezuela con las comunas) y algunos suponen que los ―voceros‖ de las mismas siguen manteniendo un vínculo orgánico con su comunidad de referencia, lo que no deja de ser una ilusión: la delegación se produce aunque se le niegue esa designación. 6

El tipo de participación que llamamos comunitaria ha sido el sustento básico de la idea de una democracia participativa como un régimen político distinto a la democracia representativa. Ello forma parte de un mito bastante vigoroso que presupone que, por un lado, la participación masiva, regular y continua de la mayoría de la población de una nación en la decisión sobre los asuntos públicos es factible; y, por otro lado, que ella sería ampliamente favorable como procedimiento y en sus resultados. No entraremos aquí en una revisión sistemática de ese mito (aunque se hará referencia al mismo en especial en el recuadro 1 y en las consideraciones finales); pero, es conveniente que precisemos que el mismo ha sido radicalmente contradicho por los reiterados intentos de ponerlo en obra. Cuando, como en varios de los ―socialismos reales‖, se pretendió disociar esa participación comunitaria de la democracia representativa ello derivó en experiencias dictatoriales y hasta totalitarias, que terminaron anulando esa participación en su manifestación legítima, es decir autónoma y plural. De ser subordinada, la participación sirve a otros intere-


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Más allá de esa consideración, la participación es –en todo caso– materia de amplias y variadas referencias en la Constitución de 1999. Destaca la importancia (véanse Salamanca,2002; Gómez,2002 y González,2007, entre otros) de las normas relativas al derecho de todos los ciudadanos a participar, directamente o por medio de sus representantes, en los asuntos públicos (artículo 62) y la significación de las normas relativas al establecimiento de una muy variada gama de medios de participación (artículo 70). Esas normas involucran al conjunto de la gestión pública y, por tanto, cubren también al campo de la política social. Debe apuntarse que, como señala Salamanca (2002: 58), la Constitución es muy imprecisa acerca de la mayor parte de las formas de participación (salvo las relativas al referéndum) que prevé, lo que remite las especificaciones sobre sus características a la legislación sobre la materia. De manera más particular, como ha planteado Luis Gómez (2002: 80) en materia de derechos sociales la Carta Magna alude de manera expresa, pero vaga, a la participación y protagonismo de la sociedad y de los ciudadanos. Básicamente es en el artículo 184 en el que se traducen concretamente las posibilidades de transferir distintos servicios sociales gestionados por estados y municipios a las comunidades y grupos vecinales organizados, artículo que –sea dicho de paso– evidencia las oportunidades que brinda la descentralización político-administrativa para la participación7. Partiendo del marco referencial precedente podemos diferenciar dos grandes períodos en materia de participación comunitaria durante las gestiones presidenciales de Hugo Chávez: -

entre 1999 y 2006 en el que se genera una variedad de ensayos de participación comunitaria.

-

desde 2006 en adelante cuando, especialmente en lo referido a las comunidades de residencia, la visión oficialista busca canalizar la participación por medio de los CCy luego –complementaria y potencialmente– mediante las comunas8.

ses distintos a los de la comunidad misma. Esa idea de democracia participativa es paradójica puesto que aunque pretende que el pueblo se autogobierne directamente, con frecuencia supone que hay un vínculo ―esencial y necesario‖ entre las comunidades y la cúpula del poder; esto desemboca en lo que en los viejos debates de la izquierda se ha llamado el vanguardismo y el sustitucionismo. 7 También en el articulado constitucional referido a la promoción de la economía social se abren posibilidades de participación en otras dimensiones (cogestión, cooperativas, etc.). 8

Ese segundo período de la participación comunitaria está fuertemente vinculado con la etapa político-ideológica del ―socialismo del siglo XXI‖ o del ―socialismo comunal‖ que se abre plenamente después de las elecciones de diciembre de 2006, en tanto que el primer período de la participación comunitaria está asociado con las etapas ―populista‖ (1999-


La participación comunitaria en la política…

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Hay diversos estudios sobre las experiencias de participación comunitaria en el país o sobre casos particulares de participación en programas sociales específicos durante los años 1999 a 2012, cuya revisión sistemática ha sido primordial para el desarrollo del estudio de tipo bibliográfico-documental que aquí presentamos. Pero, no hay muchas reflexiones centradas en la relación entre esa participación y la política social desde una perspectiva más general. Esta será entonces la temática que abordaremos a continuación, basándonos para ello en aquellas fuentes secundarias, a través de las dos fases que se han distinguido. 1. LA PRIMERA FASE DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA (1999-2006) Y LA POLÍTICA SOCIAL

Entre 1999 y 2001, las primeras iniciativas de participación comunitaria fueron dispersas. Algunas se asociaron con el transitorio proceso constituyente, que posibilitó la presentación de una variedad de propuestas acerca de la nueva Carta Magna; otras se fomentaron de manera escasamente sistemática desde el Fondo Único Social (FUS); y algunas otras se vincularon con el Plan Bolívar2000.Pero, en general, ellas carecieron de significación o de perdurabilidad. Una excepción en ese marco es el de las Mesas Técnicas de Agua (MTA) que fueron promovidas desde 1999 y que proliferaron en especial desde el año 2001, bajo el estímulo de las compañías hidrológicas estatales y de Hidrocapital en particular. Estas organizaciones canalizan la participación de la comunidad para acceder, mejorar, preservar y supervisar el servicio de agua, tratándose de una experiencia bastante exitosa9 aunque con una cobertura limitada; esto explica, en parte, que el acceso al agua continúe siendo valorado como uno de los problemas comunitarios principales en años más recientes, como se verá luego. Otra excepción fue la de los Consejos de Derechos del Niño y del Adolescente que, con variada suerte, agruparon a representantes de organizaciones no gubernamentales de atención al niño y al adolescente junto a representantes designados por las instancias gubernamentales (nacional, estadales y municipales) para el desarrollo de mecanismos de atención a la infancia. La Ley Orgánica para la Protección del Niño y el Adolescente (LOPNA), promulgada en 1998, supuso que esos Consejos se formaran desde 1999; también previó la desapari2004) y de transición (2005-2006) hacia aquellas definiciones ―socialistas comunales‖ (véanse más detalles en Aponte, 2014). 9 Con respecto a la experiencia de las MTA véanse en especial Arconada, 2005; Cariola y Lacabana, 2005; Uhiel, 2010; López Maya, 2011. Esas Mesas Técnicas fueron el germen de otras iniciativas posteriores en distintos campos, como los de energía y telecomunicaciones (véase Cariola y otros, 2012) que, sin embargo, no alcanzaron la repercusión y extensión de las creadas en el caso del servicio de agua. Según López Maya (2011: 2931) para el año 2007 había unas 2700 MTA en el país, la mayoría de las cuales se fueron integrando en los CC a partir de 2006.


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ción del Instituto Nacional del Menor (INAM) y la transferencia de los recursos de ese organismo hacia aquellos Consejos (Montero, 2008). La experiencia de esas instancias fue diversa y tuvo también un apoyo variado por parte de los distintos niveles gubernamentales y de las gestiones particulares. Uno de los persistentes puntos de debate acerca de esos Consejos fue el relativo a la conveniencia de la composición paritaria de esas instancias entre el gobierno y representantes de la sociedad civil. Un cuestionamiento razonable que se planteó al respecto fue que esa combinación de las funciones ejecutivas podía debilitar la función crítica de las OSC pero, sobre todo, podía diluir la identificación clara de responsabilidades de ejecución por parte de cada uno esos dos sectores, desincentivando el rendimiento y efectividad de esos organismos. La reforma de la LOPNA en 2007 estableció, entre otros cambios, una composición básicamente estatal-gubernamental de esos Consejos de Derechos, lo que podía ser una modificación conveniente para que se definieran más nítidamente las responsabilidades ejecutivas (Rivero, 2012). Sin embargo, también contribuyó a debilitar sustancialmente los mecanismos de consulta y participación de las OSC en los procesos de decisión en materia de infancia y adolescencia, lo que implicaba el desaprovechamiento de una valiosa experiencia acumulada por algunas de esas organizaciones. En general, más allá de esos ajustes legales y organizativos, las políticas hacia la infancia y la adolescencia perdieron prioridad en la formulación de políticas públicas si se les compara con la jerarquía que se les brindó, al menos en materia programática, durante los años noventa. Es conveniente que precisemos que el motivo de resaltar el caso de esos Consejos es debido a que constituyeron el ejemplo posiblemente más destacado de inclusión de las OSC ―autónomas‖ –heredado de los noventa– en procesos de decisión pública desde 199910. Pero, como se dijo, esta experiencia concluyó en una redefinición que revirtió y tendió a excluir la incidencia de algunas organizaciones de trayectoria valiosa (CECODAP, Fe y Alegría o CESAP, por citar algunas) en ese campo de políticas. Ello terminó siendo una de las ejemplificaciones (como ocurrió también en el caso de los Hogares de Cuidad Diario) de una propensión negativamente excluyente hacia muchas de esas agrupaciones 11 en la formación de políticas públicas . 10

La autonomía que le atribuimos a estas organizaciones tendió a ser valorada como una evidencia de su carácter políticamente opositor por parte del gobierno chavista. Sin embargo, también habían cumplido funciones críticas ante los gobiernos de los años noventa, parte de las cuales no eran muy favorablemente recibidas por distintos decisores estatales, sin que ello ocasionara su identificación como organizaciones políticamente adversas. 11

No se trata, como dijimos en los antecedentes, de valorar a esas organizaciones sin distingos ni –mucho menos– de asumirlas acríticamente como parte de una panacea. Pero la experiencia de varias de las OSC en Venezuela –y en otros países– ha mostrado


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Entre las primeras iniciativas en materia de participación comunitaria, probablemente la que resultó más desaprovechada –dadas sus potencialidades– fue la de los Consorcios Sociales relacionados con el proyecto de habilitación físicosocial de barrios y sectores populares. Estas experiencias parecían destinadas a tener una alta prioridad en la gestión gubernamental pero se desactivaron tempranamente (en 2001) con la salida de Josefina Baldó de la Presidencia del Consejo Nacional de la Vivienda (CONAVI) y aunque se intentó reanimarlas en 2004-2005 bajo la figura de las OCAS (Organizaciones Comunitarias autogestionarias) volvieron a debilitarse al cambiar al ministro que les había brindado, de nuevo, un pasajero impulso12. La gran potencialidad de esos proyectos de habilitación físico-social reside en que combinan explícitamente la colaboración de las comunidades, de los gobiernos municipales y de expertos en el desarrollo de los proyectos comunitarios; la responsabilidad ejecutiva recae en el gobierno local y no en la comunidad, aunque algunos de sus miembros puedan participar como asalariados en algunas de las obras que se realicen. Sin embargo, las organizaciones comunitarias sí participan activamente en la priorización de esos proyectos de infraestructura comunitaria, vivienda y hábitat (que son los más valorados por las comunidades de residencia en ese nivel micro-local, como expondremos en detalle) y apoyan su formulación así como la supervisión y control de su ejecución. Lamentablemente, como veremos, el espíritu centralista con el que se han concebido los CC terminó desplazando ese valioso modelo de habilitación físicosocial de sectores populares. Por otra parte, la iniciativa participativa a la que pareció brindársele la mayor relevancia desde el gobierno durante ese período de gestión inicial fue, desde mediados del 2001, a los Círculos Bolivarianos. Estos se definieron en aquel momento como grupos organizados de entre 7 y 11 miembros –en principio– y a los que se les atribuyó como una de sus principales funciones la discusión de ―(…) los problemas de su comunidad [a fin de] canalizarlos a través del organismo competente, para buscar su pronta solución (…)‖, haciéndose expresa refeque, dentro de determinados límites, su contribución y experiencia pueden ser sumamente provechosas para distintas políticas o programas sociales. 12

Véase para más detalles López Maya (2011: 32-34) quien apunta que ya con las OCAS se tiende a establecer un vínculo preferente con el Ejecutivo Nacional antes que con los municipios para los proyectos de habilitación. En general, puede estimarse que este tipo de iniciativas de habilitación física tiene una especial potencialidad para incentivar la participación comunitaria. Tanaka (2001) resalta a ese respecto que hay intensidades participativas tendencialmente decrecientes de tales proyectos según el grado de urbanización de las comunidades involucradas: informales y rurales; semi-urbanas o urbanas; también, Seligson y otros (2012) destacan que el grado de participación se acrecienta de acuerdo con un menor tamaño de las comunidades de referencia. Para una perspectiva crítica sobre el proyecto de habilitación física de barrios, véaseGiménez y otros, 2008.


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rencia entre esos problemas a los de carácter social como los de salud, educación o niñez abandonada; complementariamente, otra función central de los Círculos era la de difundir los ideales de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, ideales que se habían identificado como el núcleo ideológico del MBR-200 y del MVR, bajo la designación del ―árbol de las tres raíces‖. Los Círculos comunitarios debían nombrar coordinadores parroquiales, municipales y estadales, en tanto que ―(…) el máximo dirigente de los Círculos será el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela (…) La sede a nivel nacional e internacional en donde se llevarán los registros en lo que respecta a los Círculos Bolivarianos será el Palacio de Miraflores‖13. Las graves tensiones y conflictos que sufrió el país en el año 2002 y algunas acciones violentas asociadas con ciertos círculos bolivarianos particulares desde 2001, desgastaron con bastante rapidez a estas organizaciones que fueron desplazadas en los años siguientes por otras figuras organizativas para la participación. Pero lo importante es que esa figura inicial no sólo alcanzó una importante difusión e implantación sino que prefiguró otras formas de participación, en especial los consejos comunales, que aunque mucho más sofisticados en su diseño, preservan una característica parecida en su concepción desde la perspectiva oficial: la confusión entre organizaciones comunitarias, organizaciones partidarias y organizaciones públicas o estatales. Se supone que una institución estatal no puede responder a una parcialidad política sino que debe permitir la participación de todo ciudadano sin discriminación de ningún tipo. Es difícil atribuirle esa característica imparcial y universal a una organización como los Círculos cuyo máximo dirigente es el Presidente de la República y cuya ideología privilegia al llamado ―árbol de las 3 raíces‖(una versión de las ideas de Bolívar, Rodríguez y a Zamora) que se ha identificado con el movimiento oficialista .Pero además, la promoción de los círculos se haría desde el gobierno y como si fueran una instancia de participación del Estado. Volveremos luego sobre esta confusión entre lo estatal y lo partidario, al abordar el caso de los CC(véase, para más detalles sobre los Círculos,Gómez Calcaño, 2009: en especial 62-80). Se crearon otras figuras participativas importantes en el 2002: los Comités de Tierra Urbana y los Consejos Locales de Planificación Pública. Estas no cobraron mayor relieve durante ese año, en medio de la tensión generada por la conflictividad política y en especial por el golpe de Estado de abril y el paro nacional entre fines de 2002 y comienzos de 2003; pero sí adquirieron significación en años posteriores. 13

Los entrecomillados y referencias de este párrafo y del precedente corresponden a un documento sobre los Círculos Bolivarianos disponible en 2002 y años subsiguientes en la página web de la Presidencia de la República (www.venezuela.gob.ve). Para abril de 2007 una versión parecida se conseguía en www.gobiernoenlinea.ve.


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El 4 de febrero de 2002 mediante el Decreto 1666 de la Presidencia de la República se propició la formación de los Comités de Tierras Urbanas (CTU). Esta es una instancia que debía ser electa en asamblea por comunidades que agruparan un máximo de 200 viviendas de los asentamientos urbanos precarios y/o informales, con miras a apoyar el proceso de regularización de la tenencia de las tierras urbanas ocupadas en barrios y sectores populares. Para el 2006 se estima que había unos 6.000 CTU en el país (Antillano,2005: 216), organizaciones que se irían integrando desde entonces en los CC14. Luego, en junio de 2002 se promulgó la Ley de Consejos Locales de Planificación Pública (CLPP), Consejos que debían permitir la incorporación activa de las comunidades y las organizaciones sociales a nivel local en el diseño de los planes municipales de desarrollo, en particular, en la orientación de las políticas de inversión municipal, así como en el control y vigilancia de la ejecución de esos planes y políticas. Una parte variable pero generalmente importante de la inversión municipal se destina a la política social, razón por la que los CLPP son motivo de interés para nuestra reflexión. Por diversas razones sobre las que no podemos abundar aquí, esos Consejos no tuvieron el resultado esperado y –con independencia de los cambios que sufrió la normativa relativa a ellos– su papel participativo terminó debilitándose desde 2006, con el surgimiento y consolidación de los Consejos comunales. Entre las fallas de los CLPPdestacaron los errores de diseño para la selección de sus integrantes y la duplicación de funciones con los Concejos municipales. La combinación de esas dos fallas los hizo propensos a un comportamiento políticamente parcializado, generalmente en favor del Alcalde de cada municipio de referencia. Además, los CLPP no lograron incentivar una incorporación numerosa de la población ni en la elección de sus integrantes ni en los procesos de consulta sobre las decisiones asociadas con el ―presupuesto participativo‖. En definitiva eran necesarios nuevos diseños normativos e institucionales para la participación de las comunidades organizadas en mecanismos informativos y consultivos que no duplicaran innecesariamente las instancias instituciona-

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Véase para más detalles López Maya (2011: 34-37). Antillano (2005: 216 y ss.) le atribuye a los CTU una influencia importante en distintas experiencias de mejora de viviendas y de fomento de servicios y misiones sociales en muchas comunidades. No obstante, la iniciativa de fomentar los CTU coincidió genéricamente con el debilitamiento de los proyectos de habilitación físico-social lo que (según comenta López Maya, 2011: 35-37) parece haber respondido a un apoyo político mayor hacia los CTU por parte del Ejecutivo Nacional. Ese apoyo fue correspondido con una adhesión más intensa y extendida de esas organizaciones al proyecto oficialista, en comparación con la mayor autonomía política de las OCAS y del carácter también más autónomo y descentralizador de los Consorcios Sociales.


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les preexistentes y que aportaran los insumos valiosos que pueden generar para la toma de decisiones locales15. Por otra parte, las misiones sociales se constituyeron en otra instancia de promoción de la participación popular desde 2003. No en todas ellas se genera el mismo grado de participación, teniendo ésta especial relieve en la misión Barrio Adentro, luego, en las Casas de la Alimentación (PROAL) del MERCAL y en la misión Hábitat, inestable predecesora de la Gran Misión Vivienda Venezuela, iniciada en 2011 y en cuya instrumentación cobró importancia la recuperación o construcción de viviendas por parte del llamado ―poder popular‖. De manera más accesoria la participación se vinculó con las misiones educativas y con Vuelvan Caras 16. Voluntarios de las comunidades, que luego se integraron en Comités de Salud, cumplieron un papel decisivo en informar a los coordinadores de la misión Barrio Adentro sobre el interés y la necesidad de determinadas comunidades en contar con un consultorio popular. Así mismo su participación fue vital: para conseguir un espacio apto (en viviendas o locales de las comunidades) para las consultas en tanto se construía el módulo del consultorio popular; para localizar una vivienda en o cerca de dichos consultorios para los médicos de la misión; para contribuir con la seguridad personal de esos médicos; para acompañarlos en los recorridos y visitas familiares así como para construir un diagnóstico de salud de la comunidad (ancianos, niños, embarazadas, enfermos crónicos, etc. y sus requerimientos preventivos o curativos); para apoyar la solicitud de insumos o equipos ante los coordinadores de la misión; y hasta para colaborar con la limpieza del consultorio. En muchos casos algunos integrantes de las organizaciones comunitarias preexistentes (especialmente de los CTU) fueron los promotores y parte de los miembros iniciales de los Comités de Salud de Barrio Adentro, Comités que se concibieron como un requisito para la instalación de la Misión en las comunida15

Más detalles sobre los CLPP en Maingon (2004); Aponte (2007: 86-88); CIVILIS (2010, 2011, 2012). Sobre los problemas que han evidenciado la mayor parte de las experiencias de presupuesto participativo (PP) en América Latina, véase Mascareño y Montecinos (2011). En particular Goldfrank (2011) resalta que los resultados poco satisfactorios de la gran mayoría de esas experiencias (sobre todo fuera de Brasil y de casos como los de algunas comunidades indígenas en otros países) se pueden explicar por alguna combinación de: 1) poco respaldo a la descentralización y/o falta de voluntad política en apoyo al PP; 2) fuerte implantación clientelar de partidos tradicionales u opuestos al PP; 3) errores de diseño institucional/ escasa capacidad de decisión comunitaria mediante la participación/ diseño cerrado-inflexible de los PP. Por su lado, el éxito de algunos casos se relaciona con la particular tradición participativa de ciertas comunidades. 16

Véase D‘Elía (2006). Los contenidos expuestos en los próximos párrafos se basan especialmente en este texto.


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des. En ese sentido se estima que se formaron varios miles de Comités de Salud alrededor de esa Misión, uno por cada Consultorio Popular. Sin embargo, un tiempo después de formados, muchos de esos Comités de Salud (integrados mayoritariamente por mujeres de las comunidades) sufrieron un comprensible desgaste que se evidenció en la reducción del número de sus miembros: ―La instalación, habilitación y gestión de los consultorios ha implicado enormes esfuerzos e inversión de energías para estas mujeres. A medida que los consultorios han comenzado a funcionar de manera regular en módulos y que los médicos/as ya no necesitan ser acompañados a las visitas de terreno porque ya la comunidad los conoce, el nivel de participación de los Comités de Salud ha ido disminuyendo e incluso en algunos casos casi ha desaparecido. Todos los Comités han ido reestructurándose y perdiendo miembros debido al tiempo que les quita el consultorio. Según lo que ellas expresan, necesitan trabajar y ocuparse de sus hijos y casas‖ (D‘Elía, 2006: 139).

Es oportuno añadir que, como también plantea D´Elía(2006: 216),―(...) la mayoría de las Misiones han sido formuladas e implantadas desde los organismos centrales‖ y que se fue produciendo una especie de traspaso de roles del gobierno a las comunidades. ―La participación de las comunidades, a través de un conjunto de organizaciones sociales en su mayoría concebidas desde las propias Misiones para suplir fallas de instrumentación, crean situaciones de traspaso de roles de gobierno a estas organizaciones. Poner en funcionamiento algunas misiones (…) ha supuesto el reclutamiento sistemático de voluntarios con disposición para colaborar en forma permanente (…) sin una retribución económica acorde con la dedicación y las exigencias del trabajo. El desempleo también es una fuente de voluntarios para las Misiones‖ (D‘Elía, 2006: 216).

En suma, una parte decisiva del funcionamiento inicial de misiones como Barrio Adentro reposó en la actividad voluntaria de la comunidad junto con los médicos, en tanto que la acción de los entes gubernamentales tuvo un papel comparativamente accesorio (D‘Elía, 2006: 152). Esto se convirtió en un plazo relativamente breve en un factor de vulnerabilidad para la misión, por las exageradas exigencias que implica esa forma de funcionamiento para los colaboradores comunitarios. Complementariamente, los Comités de Salud y los médicos de Barrio Adentro tuvieron una participación activa en la selección de los beneficiarios de las Casas de Alimentación (del PROAL-MERCAL), papel que más adelante fue asumido por los CC. En su concepción inicial estas Casas se abrían por solicitud de miembros de las comunidades, algunos de los cuales normalmente tenían disposición para que funcionaran en su hogar o en un local del que disponía la comunidad. Lo más común era que 5 personas se encargaran de preparar los alimentos para 150 personas de la comunidad que lo requirieran con prioridad.


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El carácter puramente voluntario y no remunerado que tuvo en un comienzo la actividad de las cocineras de estas Casas puso en riesgo la continuidad del programa en muchas de las comunidades en las que se instauró (D´Elía, 2006) vulnerabilidad que prosiguió, luego, por la irregularidad de los pagos hacia esas trabajadoras y la inestabilidad de los suministros de alimentos17. En cuanto a la misión Hábitat, los Comités de Tierra Urbana (CTU) tuvieron inicialmente una participación destacada en esa misión (y en sus antecedentes) y les correspondió: definir los límites de la comunidad (la ―poligonal‖); realizar el levantamiento topográfico y el censo catastral, además de elaborar la Carta del Barrio o sector popular. Frecuentemente ello se complementaba con la formulación de normas de convivencia para la comunidad (D´Elía, 2006: 181). Aparte de que los logros de la misión (y de las otras que se crearon en el campo de vivienda y hábitat hasta 2010) resultaron extremadamente limitados, desde 2006 las principales tareas de los CTU fueron integradas en los CC. Por otro lado, en misiones como las educativas las comunidades han tenido un papel de cierta significación, aunque más circunstancial en identificar: a los beneficiarios de los cursos; a una parte de los facilitadores; y/o determinados espacios para la formación. Estas misiones educativas y la Vuelvan Caras (luego Che Guevara) se asociaron más explícitamente con procesos de formación político-ideológica vinculadas con el proyecto gubernamental y, especialmente en coyunturas electorales, se vieron relacionadas con las movilizaciones en apoyo al Presidente Chávez y su proyecto18. El conjunto de casos que hemos visto hasta aquí permite decir que, hasta 2002, el grueso de las iniciativas de participación comunitaria en la política social tenía una concreción escasa y endeble. Sin embargo, entre 2003 y 2004se consolidaron algunas de las iniciativas que se habían prefigurado anteriormente (especialmente las Mesas Técnicas de Agua y los CTU) a lo que se sumaron las que generaron las Misiones. De manera paralela y poco integrada con ese proceso de organización ―extra-estatal‖ se formaron gradualmente los CLPP que, de acuerdo a lo que puede estimarse, han tenido –en la gran mayoría de los casos– un papel poco relevante en la intermediación entre las comunidades y las instancias gubernamentales locales.

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Diversos problemas de funcionamiento y de selección de beneficiarios pareen haber limitado la cobertura real de estas Casas aunque los Registros Administrativos de Mercal hayan reportado inalterablemente y desde hace varios años la poco creíble cifra de 6.000 Casas con 900.000 beneficiarios (véase al respecto Aponte, 2014: 171-172). 18

Casos como el de Vuelvan Caras involucran una dimensión de promoción de la participación económico-social que no se está priorizando en este artículo; no obstante es conveniente recordar esta omisión.


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Globalmente se podría decir que desde 1999, pero sobre todo desde 20032004, se amplió significativamente el nivel de participación de algunos grupos de la población, cumpliendo un papel destacado en el caso de varias intervenciones sociales, como hemos visto19. Sin embargo, no debe sobredimensionarse el alcance de este fenómeno de participación comunitaria que, aunque se ha expandido, sigue involucrando a grupos bastante reducidos de la población. Debe considerarse también que esas experiencias no implican una influencia significativa de las comunidades en la toma de decisiones básicas sobre los programas o políticas sociales ni acerca de otras políticas públicas. Lo más frecuente ha sido la participación comunitaria en la ejecución de programas particulares, dentro de marcos de acción previstos por las autoridades gubernamentales.En parte por eso se ha hablado de ―explotación‖ estatal del trabajo comunitario (Rodríguez y Lerner, 2007: 116 y 120). Recuadro 1: Sobre los alcances de la democracia participativa En el marco de la promoción de la democracia participativa en Venezuela, en los últimos lustros, se generó la idea de que se han multiplicado los canales y se ha masificado la participación de la población. Diversos estudios de opinión apuntan que en el país existe una valoración positiva, bastante generalizada, acerca de la participación; pero, sin embargo, esa valoración no se traduce en una disposición efectiva a participar en asuntos públicos o comunitarios con regularidad, lo que tiende a confirmar una experiencia casi universal: la política ocupa un rango relativamente accesorio en las prioridades de la gente (según la Encuesta mundial de valores) y la gran mayoría de la población (80-90%) en diversos países analizados se distribuye en materia de política entre apáticos (indiferentes) y espectadores (con interés intermitente e irregular). (Vallés, 2003: 310-311). En el estudio del proyecto pobreza de la UCAB,entre 2005 y 2007un 29% de los encuestados decían haber participado en alguna acción comunitaria en esos 3 años, porcentaje que no podría considerarse bajo como indica España (2009: 310).No obstante, la gran mayoría (un 70%)declara que no ha realizado acciones comunitarias, por lo que tampoco puede decirse que esa participación sea alta. A ese respecto el LAPOP (Proyecto de opinión Pública de América Latina) que realiza periódicamente la Encuesta Barómetro de las Américas, sitúa a Venezuela en 2012 como un país de participación comunitaria media-baja en América Latina, resultando el país andino con los valores más reducidos en esa materia (Selligson y otros, 2012: 59). Hay que puntualizar, sin embargo, que la medición de esa participación integra 3 dimensiones: Comités de mejora de la comunidad, asociaciones escolares de padres y participación en organizaciones religiosas. En la primera de ellas Venezuela se situaba, para el caso de la Encuesta de LAPOP de 2008 en el cuarto lugar en América Latina, mientras que estaba entre los seis últimos en las otras 2 dimensiones, así como en participación en organizaciones de mujeres sobre laque también se consultaba en aquella ocasión 19

Los casos de participación comunitaria que antes hemos revisado, a excepción de los CC, parecen poder registrarse como los prioritarios hasta 2006, de acuerdo a López Maya (2011) y Aponte (2007).


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Recuadro 1: Sobre los alcances de la democracia participativa (Boidi y Seligson: 2008; no se dispone de esos datos desagregados para LAPOP 2012). Volviendo al estudio de pobreza de la UCAB, 52% de la población manifiesta que ha participado o participa en algún grupo, pero la gran mayoría se refiere con ello a su participación en grupos religiosos (31%) o deportivos (16%). Por otro lado, el 9% dice participar en partidos políticos; 7% en CC; 6% en asociaciones de padres y representantes; y, 6% en asociaciones de vecinos (España, 2009: 275). A pesar de su carácter exploratorio y de cubrir solamente algunos estados del país un estudio del Centro Gumilla de 2008 sobre la participación social en Venezuela muestra valores parecidos a los mencionados y en particular sitúa la participación en organizaciones políticas, reivindicativas o vecinales entre un 5 y un 8% de los encuestados (López Maya, 2011: 98). Por su parte, la Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares del 2009 (BCV e INE) registró que apenas 11,5% de los encuestados declaró que participaba en ese tipo de organizaciones, destacando 4% en partidos y 3% en Consejos comunales, en tanto que Comités de salud, de vivienda y hábitat, de tierras urbanas y mesas técnicas reúnen una participación de entre 0,1y 0,2% de los consultados (BCV, 2011: 79-80). Más adelante se revisará el caso de los CC, que puede considerarse como el ensayo más importante de participación comunitaria en los últimos lustros. Pero, es interesante adelantar que una encuesta de Gumilla del 2008 entre miembros de las comunidades en las que existen CC apunta que solamente 18% de los encuestados dice que asiste siempre a las convocatorias de esos Consejos; 30% dice que lo hace ocasionalmente/cuando puede; 19% casi nunca y 33% plantea que nunca ha asistido; pero además, 18% dice estar muy motivado para asistir en el futuro a esas convocatorias; 22% dice estar algo motivado; 14% poco motivado y 41% nada motivado (Machado, 2009: 45 y 50). Aunque parezca existir una mitificación bastante expandida nacional e internacionalmente acerca de la democracia participativa, en el caso concreto de Venezuela los datos anteriores apuntan a que hay un sobre-dimensionamiento de los alcances que ésta ha adquirido y puede adquirir, sobre-dimensionamiento en el que probablemente se confunde la valoración genérica de la participación con la disposición e intereses reales de la gran mayoría de la población en participar activamente en los asuntos públicos.

Además, una parte de esas experiencias sufre un grado importante de parcialización política lo que se presta a dudas sobre su desarrollo autónomo a futuro20. La preocupación por la autonomía de la acción comunitaria se debe a 20

Ha sido frecuente que se convoque a los miembros de las misiones a las movilizaciones y actos en apoyo al gobierno, dando por supuesta la ―necesaria‖ afinidad de sus integrantes con el proyecto gubernamental. Un ejemplo se expresa en uno de los balances de la Misión Cultura que incorpora como una de las actividades estratégicas de movilización de esa Misión ―(…) la participación activa en las diferentes marchas y caminatas convocadas por el Presidente de la República‖ (véase Últimas Noticias, 31-03-2007). Igualmente, la figura de la Contraloría Social ha sido manipulada por algunas autoridades locales o federales para presionar a directivos o a gremios de determinados servicios públicos para que eviten la crítica a ciertas gestiones gubernamentales (ello fue bastante frecuente en hospitales públicos). También se produjeron diversas arengas ministeriales


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que probablemente de ella depende –en buena medida– su efectividad, bien sea para intentar representar a la comunidad, o para priorizarla persistentemente como destinataria de la acción. A ese respecto D‘Elía plantea que, para 2005-2006, prácticamente todos los integrantes de las organizaciones comunitarias asociadas con las misiones estaban con el llamado ―proceso‖21(D´Elía,2006: 216). Pero, ello no había implicado la aceptación de la mediación de algún partido progubernamental. Decía en ese sentido una voluntaria de las misiones que ―(…) nosotros damos la vida por el Presidente, pero no creemos en el partido. Primero consultamos a la comunidad para saber si es beneficioso para nosotros. Así lo diga el Presidente, pero si la comunidad no quiere no lo hacemos. Nosotros somos el soberano‖. (D´Elía, 2006: 151). Esa experiencia combinada de alta empatía con el Presidente pero también de reivindicación de la autonomía tuvo generalmente, en el caso de la acción comunitaria, cierto grado de refuerzo comunicacional. En el discurso presidencial tendió a privar la identificación de las comunidades como la más pura expresión del pueblo y por ello, cuando se producían críticas de miembros de esas comunidades hacia la institucionalidad o la gestión estatal (por su ineficiencia o su corrupción), el Presidente Chávez acostumbraba ponerse del lado de los voceros comunitarios22. Sin embargo, una experiencia diferente se planteó en lo que respecta a la autonomía en el caso de sindicatos o de otras agrupaciones de intereses particulares como el movimiento estudiantil; en este tipo de casos el Presidente Chávez tendía a conceptuar la autonomía como una característica innecesaria o nociva, bajo el supuesto de que el movimiento revolucionario, comandado e interpretado por el Presidente, representa e integra esos y otros intereses específicos23. Con la formación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en 2007, tendieron a consolidarse las tentaciones de que este absorbiera organizahacia distintas organizaciones comunitarias para que participaran en actividades proselitistas y electorales en favor del oficialismo y, especialmente, del Presidente. 21

La experiencia política ―chavista‖ fue designada frecuentemente como ―el proceso‖ (o el ―proceso revolucionario‖) especialmente durante sus primeros años de gobierno. 22

Una de las muy importantes excepciones a esa tendencia fue la relativa a la comunidad de Catuche, cuya tradición de organización políticamente autónoma podía no ser considerada como un buen ejemplo. 23

Por ejemplo, el Presidente Chávez al indicar que ―los sindicatos nacieron con el veneno de la autonomía‖ añade que ―se requiere el brazo industrial y el brazo político, el partido y los sindicatos, pero no cada uno por su lado, no autónomos; pasa lo mismo que con los partidos que quieren autonomía y toman sus decisiones (…). Eso no puede ser así, no vinimos a hacer un bochinche sino una revolución‖ (Tal Cual, 27-03-2007: 1).


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tivamente al movimiento comunitario, propensiones que ya se habían apuntalado con la creación de los CC en 2006. Pero, a la postre, una parte importante de la organización y liderazgo comunitario parece haberse resistido a la plena integración-identificación con una organización partidista. La visión del Presidente Chávez y, en general, de buena parte del oficialismo, sobre las comunidades las ha asimilado con el pueblo y el pueblo se ha entendido –en esa concepción– como un todo homogéneo y no plural, un todo revolucionario y partidario del Jefe del Estado. Aunque la persistente influencia de sectores políticamente ―autónomos‖ y/o de la oposición en gran parte de las comunidades debilitaba aquella identificación, sin embargo el Presidente tendió a omitir ese hecho y a mantener su visión homogénea de una comunidad ―intrínsecamente‖ revolucionaria24. Varios investigadores (como: Lander,2006; Parker,2006; Cariola y Lacabana,2005 o Antillano, 2005) indicaban que para 2005-2006 parecía haberse configurado una tensión entre la creciente concentración de poder en manos del Presidente y la autonomía del movimiento de participación popular formado desde 199925. ―Indudablemente, la experiencia práctica de participación ―protagónica‖ en las misiones, la revalorización de lo ‗popular‘ en el discurso de Chávez, la reivindicación ‗simbólica‘ del pueblo por parte del ‗gran comunicador‘, junto con mejoras tangibles en las condiciones de vida de los sectores populares, sobre todo durante […20042005…] (entre otras cosas por los recursos disponibles con los altos precios del petróleo) habrán contribuido a una extendida sensación de que el actual régimen político de veras toma en cuenta y promueve los intereses de las mayorías 24

Esto se engrana con una naturalización gradual de la absorción de las instituciones del Estado bajo la lógica partidaria de la revolución y del Presidente como su máximo líder. Ello se expresa en la frecuente reticencia a la autonomía de los gobiernos subnacionales, a la autonomía de los Poderes del Estado (con respecto a las decisiones presidenciales) o en relación con las organizaciones que no controla directamente el Estado (como los sindicatos). A ese respecto, por ejemplo, el Presidente Chávez planteó, a fines de marzo de 2007, que: ―Muchas veces (…) el gobierno nacional revolucionario (…) quiere tomar una decisión contra algo que (…) tiene que pasar por decisiones judiciales y ellos empiezan a moverse en contrario, a las sombras. Y muchas veces logran neutralizar decisiones de la revolución a través de un juez, de un tribunal supremo de justicia, a espaldas del líder de la revolución, actuando por dentro contra la revolución. Eso es, repito, traición al pueblo, traición a la revolución‖ (Tal Cual, 27-03-2007: 1). La pérdida de universalidad de las acciones e instituciones del Estado ha sido muy claramente expresada cuando se ha planteado que organismos como la Fuerza Armada o PDVSA deben ser ―rojos, rojitos‖ (es decir partidarios del proyecto gubernamental), criterio difícilmente aceptable en un régimen democrático. 25

Colette Capriles enfatizaba en aquellos años en la extraña mezcla de control y anarquía que había generado el régimen chavista, mezcla que podría desembocar en salidas ―participativas‖ de muy distinto tipo y orientación.


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anteriormente excluidas y despreciadas. Además, el acentuado protagonismo de los sectores populares en los escenarios en donde se plantea la búsqueda de soluciones a sus necesidades más sentidas seguramente nutre la convicción de que esta nueva ‘democracia participativa y protagónica‘ efectivamente abre la perspectiva de una democracia que responde a los anhelos del pueblo (…) Sin embargo, como señala con insistencia la oposición, se trata de un régimen político en donde la toma de decisiones políticas cruciales se concentra en manos de un solo hombre quien, por lo demás, encabeza un movimiento político en donde la práctica de una democracia interna brilla por su ausencia. Además, el liderazgo de Chávez se ejerce a través de un discurso construido sobre la división maniquea de amigos y enemigos, patriotas y traidores, es decir, en términos que chocan con los valores de pluralismo y respeto por las minorías políticas, generalmente considerados inherentes a la democracia‖ (Parker,2006: 42-43).

En este balance sobre la primera etapa de la participación comunitaria (1999-2006) es interesante también incorporar la siguiente reflexión de Antillano (2005: 212): ―En el caso reciente de Venezuela, sospecho que han prosperado sobre todo las formas de organización que responden a demandas y objetivos específicos (mesas de agua, comités de salud, cooperativas, CTU), mientras declinan viejas formas de intermediación política como los partidos, y nuevas formas de organización relacionadas con intereses difusos e indeterminados, como los Círculos Bolivarianos y los Consejos Locales (…) han tenido poca fortuna‖.

Como se anticipó en este análisis sobre la participación comunitaria, puede considerarse que el año 2006 es un hito, puesto que se dio un respaldo decidido a los CC que han representado el núcleo de un nuevo ensayo de promoción de la participación en una esfera comunitaria de alcance ―global‖ en la que, como dice Antillano, hasta ese momento no se habían generado alternativas afortunadas. 2. LA SEGUNDA FASE DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA (2006-2012) Y LA POLÍTICA SOCIAL

La relevancia y extensión que alcanzan los CC, a partir de 2006,permite considerarlos como el factor diferenciador de una nueva etapa en materia de participación comunitaria en Venezuela26. Esos Consejos habían sido previstos en la Ley de los CLPP de 2002 como la instancia de organización más cercana a las comunidades de residencia y que debería servir para la consulta a esas micro-comunidades sobre los proyectos prioritarios para la inversión y el desarrollo local; pero en general, por razones sobre las que no cabe abundar aquí, los CC no se activaron con aquellos CLPP. 26

Coinciden a ese respecto García-Guadilla (2013); Maingon (2013) y López Maya (2011) entre otros.


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En lo fundamental, los CC se desarrollaron y proliferaron a partir de la Ley de los CC que se promulgó en abril de 2006 y que fue reformada en diciembre de 2009 (véase al respecto Brewer-Carías, 2011 y Maingon, 2013). El artículo 2 de los CC señala que: ―Los consejos comunales, en el marco constitucional de la democracia participativa y protagónica, son instancias de participación, articulación e integración entre los ciudadanos, ciudadanas y las diversas organizaciones comunitarias, movimientos sociales y populares, que permiten al pueblo organizado ejercer el gobierno comunitario y la gestión directa de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades, potencialidades y aspiraciones de las comunidades, en la construcción del nuevo modelo de sociedad socialista de igualdad, equidad y justicia social‖.

La máxima instancia de decisión es la Asamblea de ciudadanos cuyas resoluciones tienen carácter vinculante para ese Consejo (artículo 20).La Asamblea está integrada por todos los habitantes mayores de 15 años de la comunidad de referencia (compuesta por un máximo de 400 familias, es decir, unas 2000 personas aproximadamente) y puede instalarse con un quórum mínimo de 20% de sus integrantes (artículos 4.3, 21 y 22). La misma tiene distintas atribuciones como: aprobar las normas de convivencia de la comunidad y el plan de desarrollo comunal, priorizar los proyectos para la comunidad que deba emprender el Consejo Comunal, ejercer la contraloría social, elegir voceros del Consejo y ante las demás instancias del Poder popular y de gestión de políticas públicas, entre otras(art.23)27. La Coordinación del CC está integrada por voceros organizados en 3 Unidades: la ejecutiva, la administrativo-financiera y la de contraloría social (art.24). Ellos deben cumplir una gran variedad de funciones (art.25), a pesar de que sus integrantes cumplen sus actividades de manera voluntaria, es decir no remune27

Con los CC por fin se activan las Asambleas de ciudadanos, figura participativa prevista en la Constitución (art. 70) y que se asocia con el espíritu de la democracia directa. Hay que precisar que los llamados voceros de los CC son ―representantes‖ para la Coordinación directiva del Consejo (o ante otras instancias del Poder popular) pero no se designan como representantes o delegados porque se supone que sean un reflejo fiel de la voluntad de la Asamblea y de la comunidad; por eso se les llama voceros. Sin embargo, lo anterior desconoce la documentada constatación (según trabajos de campo como los expuestos por López Maya: 2011 y García-Guadilla: 2013) de que a excepción de las Asambleas constitutivas de los CC (o para la renovación de sus voceros) que requieren de un quórum básico de 20% de la comunidad, luego la participación de los integrantes de ésta se reduce drástica y notablemente, por lo que la condición de ―vocero‖ directo de la Asamblea es un título puramente declarativo en todos o casi todos los casos (recuérdese también el recuadro 1). Por otro lado, es importante la advertencia de Brewer-Carías (2011) sobre la falta de reglamentación para que la elección de esos ―voceros‖ se realice mediante mecanismos plurales, secretos y confiables que fundamentan la efectiva libertad de su escogencia.


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rada (art.13); aparte de la elección de los coordinadores del Consejo, la Asamblea elige a otro número variable de voceros que dependerá de la cantidad de Comités de Trabajo que lo compongan. Entre los 14 Comités que se mencionan prioritaria y explícitamente están los de: salud, tierras urbanas, vivienda y hábitat,mesa técnica de agua, mesa técnica de gas y electricidad, alimentación y abastecimiento, educación, cultura y formación ciudadana, recreación y deportes, protección de niños y adolescentes, personas con discapacidad, familia e igualdad de género,entre otros (art.28)28. Como puede verse, la mayoría de esos potenciales Comités se desempeñan en la esfera de la política social por lo que pueden tener incidencia en la formulación, ejecución directa y/o control de proyectos y programas sociales que involucren a sus comunidades. Las posibilidades de financiamiento (para la ejecución directa o indirecta de proyectos comunitarios) han sido uno de los incentivos básicos para que se conformara un estimado de unos 42.0000 CC (para noviembre de 2011), 27.000 de los cuales se habían adecuado a algunos nuevos requisitos de la Ley del 2009 (Maingon, 2013: 168). Los CC obtuvieron desde 2006 un volumen importante de recursos financieros29. Hemos descrito con algún detalle las características de estos Consejos porque, como se mencionó, estos terminaron siendo la principal figura de la participación comunitaria30 y, además, porque deberían convertirse –según el artículo 2 de su Ley, antes citado– en las instancias de integración de prácticamente todos los tipos de organización social que hacen vida en las comunidades de residencia. Ello incluye a las principales expresiones que mencionamos en la primera fase de la participación comunitaria como las MTA, los CTU, los Comités 28

También la identificación de posibles beneficiarios de misiones educativas o para Casas de alimentación está asociada con la labor de alguno(s) de esos Comités. 29

Zamora (2012: 187) registra datos de una cadena presidencial de 2010 que señalaba que las transferencias de fondos a los CC habrían sido de 2,2 millardos en 2006 y luego por unos 4 millardos anuales entre 2007 y 2009, cifra que se habría mantenido también para 2010 (de acuerdo a lo informado por El Nacional,12-08-2013: C-1). En este último año esos 4 millardos se habrían destinado para 13.536 proyectos del Poder popular y de los CC. Según esa noticia el Fondo Nacional de CC habría recibido 6,5 millardos en 2011 y unos 8 millardos en 2012, aunque de este último monto solamente se habría ejecutado un 59%. Más específicamente, según la Memoria y Cuenta del Ministerio para las Comunas en 2011, las transferencias totales a los CC serían de 5,1 millardos (MPCyPS, 2012: 94-95); este último monto representaría el nada despreciable porcentaje de 17,5% del gasto total de los municipios venezolanos que sumó para 2011 el monto de Bs. 29 millardos (ONAPRE: VA). 30

En lo relativo a la participación comunitaria en la política social, como anticipamos en la introducción de este artículo, la integración de las comunidades de usuarios de servicios sociales tiende a ser mucho más transitoria, casuística y comparativamente menos relevante que la de las comunidades de residencia.


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de Salud y los asociados con otras Misiones, además de absorber las actividades de las OCAS (relacionadas con la habilitación físico-social de barrios y sectores populares) aunque sin prever ahora claramente la articulación con los municipios ni la asesoría técnica de esos proyectos de habilitación. Esto último debe resaltarse porque puede afectar significativamente la calidad, efectividad y viabilidad de los proyectos micro-locales ―integrales‖31 que puedan concebir las comunidades de residencia y esto es aún más importante al considerar que la gran mayoría de los proyectos que priorizan los CC, de acuerdo al balance de diversos estudios, se asocia precisamente con la ―habilitación física‖ (vivienda, desarrollo urbano y servicios conexos) que ha sido el sector que han privilegiado tradicionalmente los municipios en su acción hacia lo social32. En tal sentido, es oportuno señalar que en el estudio de pobreza de la UCAB (cuyo trabajo de campo se efectuó en 2007) los encuestados manifiestan que los principales problemas que requerían de la participación comunitaria estaban asociados con la infraestructura local urbana y, en particular, con la dotación o calidad de los servicios asociados con la vivienda (España, 2009: 292 y 314). La mitad de los primeros 16 problemas que, a juicio de esos entrevistados, requieren de participación comunitaria corresponden a ese campo de acción y ellos son, además, 6 de los 8 problemas más valorados (recolección de basura, desabastecimiento de agua, problemas de la escuela, falta de cloacas, carencia de canchas deportivas, limitaciones de transporte) a los que se suman la inseguridad y los problemas de salud para completar esas máximas prioridades. Por su lado, los voceros de los CC estiman, según encuesta realizada hacia ellos por el Centro Gumilla en 2008, que la casi totalidad de los proyectos adelantados por esos Consejos se destinan a vivienda y hábitat y, en orden de importancia destacan: mejoras a las viviendas, red de aguas potables y servidas, vialidad, electrificación, obras deportivas y escolares, sede del CC, aceras, caminerías y escaleras así como, mejora de plazas y parques (Machado, 2008: 32). En 2008, el Centro Gumillatambién encuestó a los integrantes de las comunidades en los que funcionan los CC quienes consideraban que las principales necesidades comunitarias eran, en secuencia jerárquica, después del tema de la inseguridad/delincuencia: vialidad/asfaltado/arreglo de vías; falta/mal servicio de agua; alumbrado público; problemas de servicio de luz doméstica; recolección 31

García-Guadilla (2013) también subraya la insuficiente previsión de acompañamiento técnico que afecta la elaboración de los planes comunitarios. 32

Por ej. para 2004-2012 la mitad del gasto público destinado a vivienda, desarrollo urbano y servicios conexos es desembolsado por los gobiernos territoriales (Alcaldías y Gobernaciones) tratándose del único sector social en el que el gasto de estos gobiernos supera al gasto del Gobierno Central (véase en Aponte, 2014: gráfico 28).


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de basura; cloacas/aguas servidas; falta/arreglo de viviendas; falta/arreglo de canchas deportivas (Machado, 2009: 11-12)33. Otro dato reciente de interés, corrobora la nítida primacía del sector de vivienda e infraestructura comunitaria para los CC. De acuerdo a la Memoria y Cuenta del Ministerio de las Comunas para el año 2011 se encontró que las transferencias del Fondo Nacional de CC a los proyectos (ordinarios y especiales) totalizaron Bs. 5,1 millardos para ese año. Ese monto se destinó a 13.975 proyectos distribuidos en: 8.139 proyectos para la transformación integral del hábitat (58% del total de proyectos) con un gasto de 4,6 millardos que representó un 91% del monto total de las transferencias, 2.923 proyectos socioproductivos (21% de los proyectos) con un gasto de 0,25 millardos que son un 5% del monto total de transferencias y, 2.913 proyectos llamados ―sociales‖ (21% de los proyectos) con un gasto de 0,2 millardos que son un 4% del total para 2011 (MPCyPS, 2012: 94-95). Como puede constatarse en las menciones precedentes, e independientemente de las variaciones en la jerarquización de los problemas o proyectos particulares, es muy clara la prioridad que brindan los CC y las comunidades a los asuntos de vivienda, desarrollo urbano comunitario y servicios conexos (lo que también ratifican los trabajos de campo cualitativos de García-Guadilla:2013 y López Maya:2011) asuntos que han sido tradicionalmente materia de intervención preferente –en escala local– por parte de los municipios. Esto plantea, como ya sugerimos, un importante contraste entre los mecanismos establecidos para los CC y los que intentaban propiciar los proyectos de habilitación físicosocial de barrios en los que la diferencia de vínculo con los municipios ocupa un lugar central34. 33

En esta misma encuesta de 2009 los miembros de las comunidades estimaban que los proyectos iniciados por los CC se destinaban a: construcción, reparación o ampliación de viviendas (27%); mejora/asfaltado de vialidad, calles y avenidas (13%); arreglo y mantenimiento de canchas deportivas (13%); canalización de aguas, drenajes y alcantarillado (7%); mejora o instalación de alumbrado público (5%); desarrollo de proyectos de agua (mesas técnicas, provisión de camiones con agua, instalación de tuberías) (5%), además de, programas de alimentación (Mercal, Pdval, Bolsas de comida) (4%); 37% de los encuestados no sabe/no contesta (Machado, 2009: 25). 34

Valga indicar que en las comunidades no hay, generalmente, mayor reparo en que el nexo se dé con el gobierno central, con el municipio o con la gobernación con tal de que los problemas se solventen. En ese sentido, evidenciando cierta desafección de una parte importante de las comunidades hacia las instituciones descentralizadas 56% de aquellas dicen que el financiamiento de los CC debe venir principalmente del Gobierno Central; 25% de la Alcaldía y, 22% de las Gobernaciones. Además, 45% dice que los CC deberían depender del Gobierno Central; 32% de las Alcaldías; 15% de las Gobernaciones y, 7% de todos (Machado, 2009: 32-33 y 65). En concordancia con lo anterior, cuando se consulta sobre los CC una clara mayoría considera que el vínculo principal debe ser con el


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A ese respecto hay que destacar que tanto en su versión de 2006 como en la de 2009 la Ley de los CC adoptó un carácter ―centralista‖. En la última de esas normas, el registro de esos Consejos se realiza y se valida ante el Ministerio del Poder popular con competencias en materia de participación ciudadana; así mismo se prevé que su financiamiento dependa centralmente del Ejecutivo Nacional, tanto en razón de posibilidades presupuestarias como de presiones políticas, como veremos luego.En definitiva, esas normas tendieron a esquivar el vínculo de los CC con los CLPP y con las Alcaldías, asumiendo un rumbo de ―desmunicipalización‖ de la participación (Brewer-Carías, 2011: 40 y ss). La falta de explicitación de la articulación entre CC y Alcaldías es tanto más inadecuada si consideramos que la participación comunitaria pretende canalizarse casi exclusivamente a través de los Consejos comunales y estos tienen limitaciones para atender y resolver gran parte de los problemas colectivos que trascienden la sola ―autogestión‖ comunitaria y su dimensión micro-local. La omisión del diseño de una articulación privilegiada de estas instancias micro-locales con los gobiernos municipales parece ser muestra de una visión que supone que pueden generarse desarrollos democráticos participativos, que tengan relevancia y perdurabilidad, sin fortalecer la descentralización políticoadministrativa. El intento de desvincular participación comunitaria y gobierno local que se ha expresado en el proyecto ―oficial‖ de los CC, se opone a una experiencia más o menos universal que apunta hacia lo contrario: una mayor participación comunitaria tiende a ser factible y a fortalecerse con una descentralización político-administrativa significativa. El centralismo no puede canalizar efectivamente esa participación, por mejores que sean las intenciones que lo nutran35. En todo caso, ante la inevadible evidencia de ese vacío de conexión e intermediación institucional entre micro-localidades y Poder Central nacional, se ideó una estructura normativa del Poder Popular que se orienta hacia la formación de comunas, buscando trascender el ámbito micro-local mediante la agrupación en una instancia mayor de los espacios de influencia de varios CC; pero estas coGobierno Nacional que es con el que está previsto legalmente que se establezca básicamente la cooperación con los CC. En ese sentido, a diferencia de lo que ocurría en otras épocas, aunque la participación se perciba como asociada al gobierno, no hay mayor reticencia a que ella se canalice a través de los mecanismos que este pueda disponer (España, 2009: 311). López Maya (2011: 99) confirma –a partir de su trabajo de campo– esa visión de que a la comunidad no le importa mayormente si la participación es dependiente del gobierno central en tanto se puedan resolver los problemas. Sin embargo, ello no evita el riesgo de que esa participación se ―desborde‖ si la contraparte estatal no responde adecuadamente a las expectativas y demandas comunitarias. 35

Es cierto que la descentralización político-administrativa no es una garantía de participación, pero sí es un marco en el que ésta cobra mucha mayor factibilidad que en un Estado centralista.


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munas siguen combinándose con una visión centralista y renegando de un vínculo preferencial con los municipios. Uno de los varios problemas que ello implica es que las comunas fueron básicamente –por lo menos hasta 2012– organismos ―retóricos‖, prácticamente inexistentes, y aquellas que se crearon parecen haber incumplido la previsión ―teórica‖ de que la iniciativa de su formación se impulsara desde la base comunitaria, siendo que han respondido fundamentalmente a la decisión del Poder Nacional. Una de las tentaciones que ha acompañado a la exclusión de los municipios en esta concepción ―comunal‖ sobre la política pública local y micro-local es que se ha propiciado que se le intenten asignar responsabilidades ejecutivas directas a los CC y ello sobrepasa con mucha frecuencia tanto las capacidades administrativas y técnicas como la disponibilidad real de tiempo y de recursos humanos voluntarios con los que cuentan esos Consejos. Junto con ello se trata de una actividad que puede desgastarlos al atribuirles responsabilidades desproporcionadas y en las que, además, cumplen a la vez el papel de ejecutores y de principales contralores, lo que se presta a complicaciones para la administración transparente o para el prestigio de esas instancias. En fin, se subestiman las capacidades o potencialidades de las alcaldías para cumplir esas funciones ejecutivas directas y las responsabilidades que de ello deben derivarse. Es así como, retomando lo planteado por Brewer-Carías (2011), desde 2006 y sobre todo con la reforma de la Ley de los CC de 2009 y, luego, con la variada legislación del Poder Popular de 201036, se ha pretendido crear un Estado comunal, inspirado en las previsiones de la derrotada propuesta de reforma constitucional de 2007 y contrario al Estado federal descentralizado democrático y social de derecho y de justicia previsto en la Constitución de 1999. Sin embargo, la formación de ese Estado comunal ha avanzado con relativa lentitud y reducido éxito, debido al voluntarismo y ―participacionismo‖ que alimenta su concepción y que limita severamente la viabilidad de su consolidación (Maingon, 2013: 180). Hay que agregar que el ―centralismo‖ en el diseño de los CC los relaciona con el espíritu con el que se formaron los Círculos bolivarianos: la busqueda de conectar directamente, sin mayores mediaciones representativas tradicionales, a las bases comunitarias con el Jefe del Estado y de la revolución y, más allá de esto, con el Ejecutivo central. Este tipo de nexo ―partidario‖ ha intentado reforzarse al contemplar en la Ley del 2009 que los CC deben servir para la construcción 36

Las normas dictadas en diciembre de 2010 fueron ―(…) las Leyes Orgánicas del Poder Popular, de las Comunas, del Sistema Económico Comunal, de Planificación Pública y Comunal y de Contraloría Social. Además, en el mismo marco de estructuración del Estado Comunal montado sobre el Poder Popular se destaca la sanción de la Ley Orgánica del Consejo federal de Gobierno y la reforma de la Ley Orgánica del Poder Público municipal y de las leyes de los Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas y de los Consejos Locales de Planificación Pública‖ (Brewer-Carías, 2011: 14).


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del socialismo37. Las referencias anteriores apuntan a una cuestión de la mayor relevancia para el análisis de los CC: lo relativo a su autonomía política. Hay una variadísima evidencia de que los CC han sido fuertemente presionados para integrarse como una instancia ―partidaria‖ y, además, como una instancia del Estado, que pretende convertir a los voceros en una suerte de funcionarios públicos informales. Esto forma parte de las visiones ―unitarias‖ del pueblo en las que pareciera pensarse que alguna persona u organización, por ejemplo un Jefe de Estado y/o un partido, pueden encarnar una supuesta ―voluntad general‖ (Arenas y Gómez: 2006)38. Esa creencia tiende a diluir las diferencias entre Estado-partido-organizaciones populares y comunidad. La dependencia de los CC con respecto al Poder Ejecutivo nacional, para validar su registro y para recibir financiamiento, es una de las más importantes condicionantes de ese esfuerzo de absorción ―partidaria‖39.

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Dice García-Guadilla (2013: 10) que el enunciado de objetivos para los CC como los de ―mejora de la calidad de vida‖ o ―búsqueda del bienestar común‖ son aceptables para todos los miembros de las comunidades, a diferencia del propósito de construcción del socialismo, inserto en la Ley de los CC de 2009. 38

López Maya (2011) destaca que el formato organizativo único y el propósito unificador de las distintas manifestaciones participativas de la comunidad (MTA; CTU, Comités de Salud) bajo los CC, limita la diversidad y autonomía organizacional de las comunidades e incrementa el riesgo de que sean absorbidos para fines puramente partidarios. Con respecto a este tipo de riesgo, hay múltiples declaraciones de dirigentes oficialistas desde los inicios de los CC que los asocian directamente con el proyecto político particular del oficialismo. Así por ejemplo, el Presidente Chávez señalaba que: ―Confío en el éxito de los consejos comunales para darle profundidad a la democracia revolucionaria en la construcción del socialismo‖ (Presidente Chávez en ABN. 15-10-2006, citado por Rodríguez y Lerner, 2007: 118). Ese tipo de declaraciones desembocaría en 2009 en la mencionada atribución ―legal‖ a los CC de unos objetivos de apoyo a la construcción del socialismo. 39

García-Guadilla destaca que, de acuerdo con sus trabajos de campo cualitativos, en especial después de la Ley de 2009, se han incrementado marcadamente los problemas de aceptación de la inscripción formal y/o de acceso a recursos financieros para los CC que no sean afectos al oficialismo. Muchos CC dudan en buscar apoyos en Alcaldías y Gobernaciones controladas por la oposición por temor a retaliaciones del Gobierno Central y de su Fondo nacional para los CC (García-Guadilla, 2013: 12-13). También se reporta una creciente extensión de las prácticas clientelares y excluyentes (García-Guadilla, 2013: 15-16). Consideraciones parecidas registra López Maya, 2011: 88-89. Parece resultar frecuente que los CC plurales o con predominio opositor seleccionen representantes relacionados con el oficialismo para los contactos con los organismos del gobierno nacional, a objeto de facilitar el registro o el acceso a fondos del Gobierno Central para los CC. Es oportuno puntualizar que cuando hablamos de partidarización nos referimos a una acción destinada a convertir en partidarios de determinada causa política a ciertos sectores institucionales o de la población, sin que ello implique necesariamente que se los convierta en instancias o en militancias de partido (partidización) y aunque puede


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Más allá de esas propensiones de control político, es importante mencionar que distintos estudios han determinado que la mayor parte de los CC tienen una integración ideológicamente plural, característica que podría ser más frecuente si no mediara la exclusión normativa y política promovida desde el Ejecutivo. En tal sentido, 80% de los voceros de los CC (en el estudio del Centro Gumilla de 2008) manifiesta que estos Consejos admiten posturas políticas variadas en su conformación, en tanto que 18% dice que ello no ocurre (Machado, 2008: 26). Por su lado, 54% de los miembros de las comunidades perciben (en la otra encuesta del Centro Gumilla de 2008) que los CC están integrados de manera mixta (por oficialistas y opositores) en tanto que 34% manifiesta que están solamente conformados por miembros/simpatizantes del gobierno y 2% solamente por opositores; 10% no sabe/no contesta (Machado, 2009: 60). Si bien en esta última consulta los porcentajes son menores que en la antes citada, existe en ambas una nítida primacía de quienes apuntan que los CC se integran mayoritariamente de manera plural, a pesar de los esfuerzos legales y políticos del gobierno para que se constituyan como una representación parcializada del ―socialismo‖ en y ante las comunidades. No puede dejar de advertirse que muchas de las encuestas mencionadas se realizaron en 2008 y 2009, antes de verificarse la acentuación de la relación clientelar del Estado-partido hacia los CC (que destaca García-Guadilla, 2013: 15-16), lo que podría haber cambiado la composición plural de muchos de los Consejos o la percepción acerca de la misma. Por otra parte, en el mismo estudio de Gumillacon respecto a los miembros de las comunidades, 44% de las menciones sobre el funcionamiento de los CC eran positivas (5% excelentes y 39% buenas) y 43% eran negativas (24% malas y 19% pésimas), en tanto que 13% no sabe-no contesta. Las opiniones negativas se deben en un 65% a que el CC no resuelve/no soluciona problemas; no trabaja; o no funciona/está mal organizado (Machado, 2009: 15-16). A ese respecto es importante destacar que este autor apunta que la evaluación de los CC está fuertemente influida por tendencias políticas y que muchos de los simpatizantes del oficialismo se inclinan a valorar favorablemente a los CC y que en el caso de los opositores tiende a ocurrir lo contrario (Machado, 2009: 67 y ss.). Sin embargo, en otra encuesta desarrollada por el Centro Gumilla en 2009 entre los sectores de menores recursos socioeconómicos (estratos C, D y E) ya los CC empiezan a aparecer con nitidez entre las instituciones que generan más desconfianza en el país (Salamanca, 2011: 356) lo que parece apuntar a un juicio crítico que empieza a desbordar el condicionante de las inclinaciones partidarias. Pero es que ya en el estudio de 2008, más allá del tipo de apreciaciones globales que se expuso, se planteaban opiniones negativas marcadamente maconsiderarse más perdurable que la simple parcialización, que puede ser una identificación más transitoria y cambiante (más detalles en Aponte: 2014).


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yoritarias al consultar a los miembros de las comunidades sobre posibles problemas más específicos de los CC: - 90% de los consultados opina que a los voceros de los CC les falta experiencia administrativa y directiva. - 87% dice que en las actividades de los CC no debe intervenir el factor político. - 79% que hay mucho descontrol del dinero que va a los CC. - 79% que aunque se le asignen muchas funciones a los CC ello no garantiza que puedan cumplirlas eficazmente. - 77% que en general la comunidad no se incorpora a las actividades de los CC. - 76% que en la actividad de los CC puede existir corrupción(Machado, 2009: 37). En suma, hay razones que pueden explicar el aparente debilitamiento de la valoración hacia los CC y conviene sintetizarlas cuando estamos culminando la reflexión acerca de los mismos: Lejos de priorizarse más claramente las funciones de los CC, la nueva Ley de 2009 les sobrecargó con nuevas atribuciones. Pero, de por sí, la idea de que los mismos cumplan funciones de ejecución directa de proyectos parece revelar por una parte, una confusión de roles, al atribuir funciones tradicionales del Estado a organizaciones comunitarias, lo que por la complejidad y exigencias que implican en muchos casos, no se corresponde con el perfil voluntario y con el número de participantes regularmente activos en esas organizaciones. Pareciera estarse contando con un funcionariado ―informal‖ del Estado, sin compromisos laborales, que corre el riesgo de ser objeto de la ―explotación del trabajo comunitario‖ de la que hablan Rodríguez y Lerner (2007). En contraste, lo más adecuado es que el Estado sea el responsable básico por la ejecución de las obras pudiendo contar con los CC y otras organizaciones comunitarias para: deliberar sobre y acordar las prioridades; apoyar la orientación en lo que compete al conocimiento comunitario; supervisar y controlar la ejecución para que sea más adecuada y efectiva; además de articular los proyectos actuales con otros proyectos vecinos y futuros en la localidad o municipio. La cercanía/pertenencia de los CC a las comunidades generó expectativas infundadas tanto en cuanto a los tiempos para que se resolvieran los problemas micro-locales con su concurso como en cuanto a la efectividad comparativa de su acción. Esas expectativas se incumplieron en parte por la sobrecarga de funciones y porque, como dijimos, los CC no cuentan con: el aparataje institucional, con la experticia técnico-administrativa, con el tiempo de dedicación, con el apoyo de recursos humanos, ni tampoco con incentivos para una participación extensa e intensa como la presupuesta. En definitiva, se ha confundido frecuentemente el ideario de la participación con las posibilidades reales que ella tiene para realizarse o generar resultados.


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Esto último se conecta con el descuido de los diseños institucionales, en ello cobra una importancia vital el vínculo con los municipios. Si los CC van a ser exitosos en el tiempo, en la generalidad de los casos (siempre podría haber alguna excepción) tendrán que conectarse con las instituciones descentralizadas; sin ello, es muy probable que los resultados sean muy inferiores a las potencialidades. El aporte de recursos financieros por parte del Gobierno Central o regional para proyectos micro-locales, refuerza la pertinencia de un seguimiento compartido entre los distintos niveles de gobierno y hasta de un apoyo técnico en determinados aspectos en los que muchos municipios (de escasos recursos económicos y administrativos) presentan carencias, pero, eso no implica que deba caerse en un participacionismo que suponga que lo mejor es siempre que la micro-comunidad resuelva por sí misma todos los problemas públicos, es decir colectivos. Eso solamente podría lograrse si esa fuera la vocación y/o el trabajo principal de la población, lo que es claramente una ficción.Además, se corre el gran riesgo de querer recargar las tareas públicas en los más pobres puesto que a los de mayor recursos se las sigue resolviendo el Estado; también es fundamental considerar que los principales problemas micro-locales no siempre tienen soluciones micro-locales sino que (en casos como el de la seguridad personal, el de diversas infraestructuras, el del transporte o la recolección de basura) requieren de la acción de una instancia superior como los municipios cuya sustitución potencial por las comunas se ha explorado, por razones muy rebuscadas y poco viables desde una perspectiva democrática. Parece obvio que para que se haga sustentable una acción efectivamente orientada a resolver los problemas comunitarios y no a atender o respaldarlos intereses de un partido o de un gobernante, es fundamental que los CC se conciban como organizaciones plurales, que puedan integrar a todos los miembros de las comunidades independientemente de sus orientaciones políticas. Los CC pueden incorporar a todas aquellas organizaciones que deseen vincularse voluntariamente como parte de sus Comités de trabajo; pero ello no tendría por qué ser una norma obligatoria y debería respetarse plenamente la diversidad asociativa; la inclusión de variadas organizaciones en los CC (de darse voluntariamente) no tendría por qué suponer una pérdida de la autonomía a menos que –en el fondo– se esté aspirando a crear condiciones para una disciplina partidaria, casi partidista.Esto es un riesgo especialmente marcado en aquellos casos en los que los CC se han convertido en una representación del Estadopartido en las comunidades, dejando de ser una representación de la comunidad ante el Estado. A MODO DE CONCLUSIÓN

No hay una evaluación exhaustiva sobre las decenas de miles de casos organizativos involucrados en la participación comunitaria, sobre los que hemos reflexionado en este artículo. Sin embargo, importantes estudios de campo


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(D´Elía, 2006; López Maya, 2011; García-Guadilla, 2013) apuntan a que el balance es positivo en casos como los de las Mesas Técnicas de Agua o los Comités de Salud, aunque han tenido un efecto limitado o relativamente transitorio. En cambio, al tratarse sobre los CC, en medio de sus logros parciales, pareciera que se han desaprovechado las potencialidades que podrían tener, de ser bien orientados en sus propósitos así como en sus alcances. En general, no parece estarse logrando una gestión más efectiva –que la de la deficiente administración tradicional– de los problemas comunitarios (y en especial de los de vivienda, desarrollo urbano y servicios conexos priorizados para y por los CC), modelo de gestión alternativo que probablemente podría lograrse con una cooperación expresa y prioritaria entre los CC y las Alcaldías, con un claro respaldo técnico-profesional para los principales proyectos sociales y con el apoyo activo de Gobernaciones y Ejecutivo Nacional en aquellas acciones que lo ameriten. El sobredimensionamiento del propósito de control político oficialista y la primacía brindada a los objetivos electorales y a las medidas cortoplacistas, parecen haber generado unos resultados poco satisfactorios en ese ámbito comunitario. Reconocidos expertos en asuntos urbanos (como Josefina Baldó, Marco Negrón y Alfredo Cilento) coinciden en que en los últimos lustros se ha producido un marcado deterioro del estado físico de la gran mayoría de las ciudades venezolanas y –en especial– de sus barrios siendo que, así mismo, ha decaído la calidad de la mayor parte de los servicios urbanos. Este ce -necesariamente genérico– sobre la principal faceta de la política social involucrada en la reflexión sobre la participación comunitaria, apunta a los problemas que ocasiona la centralización de la gestión pública y a las limitaciones que parece haber evidenciado el protagonismo atribuido a los mecanismos comunales, en una versión inconvenientemente clientelar. Los CC, sobrecargados de competencias, registran un temprano desgaste que –entre otras cosas– parece recomendar que se reduzca claramente su función ejecutiva y de manejo directo de fondos (con excepciones que puedan preverse) para que puedan concentrarse en las funciones de jerarquización de proyectos, apoyo en su diseño y seguimiento sobre su realización. Repasando algunas ideas expuestas en el recuadro 1 vale la pena preguntarse: ¿es claro y viable el ―diseño‖ participativo y comunal que se ha planteado?; ¿tiene correspondencia con la inclinación real del país en materia de participación?; y, más allá de la nación, ¿se relaciona ese proyecto con la disposición real (y no ―mítica‖) a la participación que se registra entre la ciudadanía en escala internacional? En Machado (2008 y 2009) solamente 18% de los encuestados dice que participa siempre en las Asambleas de los CC (que son muy pocas en promedio durante un año) y, de hecho, la Ley de 2009 previó que el quórum de la Asam-


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blea constitutiva pudiera realizarse con un 20% de participación de los miembros de la comunidad mayores de 15 años. Sin embargo, pareciera pretenderse que las vocerías formadas a partir de ese medio se conviertan en las electoras (de 2º grado) de los miembros de las comunas y/o en las únicas figuras elegibles para que esas comunas vayan sustituyendo gradualmente a las Alcaldías, en cuya elección directa, secreta y plural tiende a participar (en contraste) un 50% o más de los miembros de las comunidades. A pesar de flagrantes limitaciones y distorsiones como las antes expuestas, por momentos, en el discurso y en el ideario oficialista pareciera querer convertirse a la participación en un deber y a la ciudadanía ―activa‖ en una obligación, como apelando a un tipo sofisticado de ―hombre nuevo‖. Pero, eso puede poner en serio peligro la participación autónoma y voluntaria que puede considerarse como la participación que merece ser designada como tal. Dice Sartori (2009: 35) a ese respecto que, participar es: ―(…) tomar parte activa, voluntaria y personalmente. <Voluntariamente> es un detalle importante, porque si se obliga a la gente a participar a la fuerza, eso es movilización desde arriba y no participación desde abajo. Insisto: participación es ponerse en marcha por uno mismo, no que otros te pongan en marcha ni que te 40 movilicen desde arriba‖ .

En fin, el diseño de los mecanismos de participación en las políticas públicas (y en las sociales en especial) estuvo sujeto a una variedad de cambios durante la gestión gubernamental desde 1999. Dichos cambios parecen revelar la debilidad de esos diseños, desde una perspectiva institucional,y la imposibilidad de fraguar –dado el contexto plural en el que se generan–unos canales que logren abstraerse totalmente de la diversidad política del país. Si nos hemos detenido en los CC en general, aunque parte de ello no exprese un vínculo explícito con la política social, es por las expectativas que se han creado acerca de que ellos, y la estructura paralela que intenta formarse mediante el Estado comunal, cumplan papeles decisivos en la política social a nivel micro-local, sustituyendo gradualmente el papel de las Alcaldías y pasando a ser un vehículo de conexión entre comunidades y gobierno central para la realización de los planes comunitarios. Esa sustitución no se ha prefigurado de manera clara (a juzgar por el debilitamiento de la valoración de los CC entre las comunidades) ni parece poder lograrse a futuro porque pareciera responder a un marcado 40

Sartori (2009: 37) al cuestionar el participacionismo de los sesenta, que ha vuelto a cobrar cierto auge en Venezuela en los años recientes, plantea que –en definitiva– a los participacionistas: (…) lo que les interesaba en verdad era un asamblearismo en virtud del cual pequeños grupos de activistas se convertían en las vanguardias motrices de las masas inertes. Lo suyo era, en sustancia, un elitismo de tipo leninista. La ironía de la historia es que (…) denunciaban –y en eso su éxito fue duradero– el elitismo de los demás‖.


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sobredimensionamiento del alcance posible de la participación comunitaria directa en el proceso de formación de políticas públicas en el país. Esa desproporción ya parecía haberse expresado tempranamente, desde las breves pero entusiastas normas constitucionales referidas a las asambleas de ciudadanos y sus decisiones vinculantes, que terminaron por asociarlas con la micro-comunidad como el único espacio en el que podía cobrar algún sentido real una previsión normativa tan rígida. Los CC son un tipo de instancia que –como lo atestigua la experiencia de varios otros países– abre posibilidades de cambios positivos y que parece poder incidir mucho más efectivamente que hasta ahora en el abordaje y solución de los problemas micro-locales. Estos son problemas de gran significación, aunque de ninguna manera son los únicos ni los más importantes para los habitantes de las micro-comunidades. En contraste con la potencialidad anterior, lo que luce poco factible es que haya medios para que los CC incidan ―directamente‖ en los problemas públicos estratégicos para un país ni para que influyan ―directamente‖ en lo atinente a la política social general, para no entrar en otras materias, de acuerdo con las expectativas que parecen asociarse en ocasiones con la conformación del Estado comunal41. Frente a esa visión ilusoria y, por ello, poco fecunda sobre la participación, hay otra que valora sus efectivos e importantes pero también delimitados aportes, visión alternativa a partir de la cual:(Meadowcroft, 2003: 135). ―(…) la decisión no está entre si debe haber participación pública o no, sino más bien en la forma que la participación debe adoptar: quién ha de participar, cómo y cuándo. En este punto no se debería asumir que la participación más intensiva, la más amplia, la más decisiva o la más frecuente sea necesariamente la `mejor´ participación‖. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Dice Sartori (2007: 135) que ―[…] preguntar si más democracia contribuye también a la calidad de la democracia –preguntar si más es también mejor– es una pregunta peligrosa (sospechosa de elitismo)‖. Ahora, es bastante frecuente que se hable de incorporar a los CC o a las comunidades a la discusión de las ―grandes‖ políticas públicas estratégicas. Pero, ¿será esto efectivamente factible sin ―intermediaciones‖?; ¿cómo se haría?; ¿en qué partes del mundo se hace?; y, de hacerse, ¿a qué políticas o decisiones se referiría? ¿en qué consistiría tal debate?‖. Ante esas interrogantes, puede ser mejor reconocer las limitaciones severas e inevitables que tiene la participación comunitaria, para explorar los mecanismos factibles que permitan que la misma sea más provechosa y exitosa.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 99-115 recibido: 09-02-2016 / arbitrado: 31-03-2016

LA TOMA DE DECISIONES Y LA ACCIÓN COLECTIVA ORGANIZACIONAL EN CONTEXTOS DE JUEGOS DE PODER Ricardo Marcano Vera1 ESCUELA DE SOCIOLOGÍA, UCV Resumen: El presente papel de trabajo tiene como propósito hacer una revisión bibliográfica y conceptual sobre diferentes corrientes asociadas a la toma de decisiones, tales como la teoría de la racionalidad, tanto instrumental como la limitada, y la teoría de la acción colectiva. También se introduce el tema de la irracionalidad en la toma de decisiones, desde el paradigma de la economía conductual, asumiendo la concepción del paternalismo libertario. La intención con este recorrido es el de procurar indagar cómo se toman las decisiones en las organizaciones, las incertidumbre que surgen, los juegos de poder que emergen e identificar los procesos de participación de los actores en las acciones organizadas y colectivas. Una conclusión es que la toma de decisiones no es necesariamente un proceso racional, puede ser irracional. Asimismo, el juego de poder explica en parte, la dinámica de adopción de decisiones que opera. Palabras claves: Toma de decisión, acción colectiva, organización, poder, racionalidad, incertidumbre.

LA TOMA DE DECISIONES EN LAS ORGANIZACIONES

Se puede comenzar señalando que las organizaciones son redes de decisiones, toda vez que se trata de personas que se ocupan de tomar decisiones, las cuales finalmente resultan en un compromiso de cursos de acción a ser asumidas por la organización. Es por ello que entre las responsabilidades que impone la función gerencial, se encuentra la de adoptar decisiones; ello supone seleccionar una alternativa de acción entre varias existentes. Quien toma las decisiones se hace cargo de los destinos de la organización y es por ello que la adopción de decisiones es considerada como la actividad esencial de la gerencia. La responsabilidad del gerente es asegurarse de que la unidad a su cargo alcance sus objetivos y que sus colaboradores directos se desempeñen lo mejor posible. Suele identificarse a la toma de decisiones en las organizaciones como un procedimiento racional por parte de los gerentes; ello quiere decir que el gerente al momento de tomar una decisión, asume una conducta racional, lo cual implica 1

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una acción instrumental que maximiza, haciendo unos ajustes medios fines, a los efectos de seleccionar el medio más adecuado para alcanzar el fin que tenga el retorno de mayor utilidad. En otras palabras, de acuerdo con este esquema, una decisión se considera como un proceso de análisis y elección entre diversas alternativas disponibles. En la selección de la alternativa existe la condición implícita de la racionalidad. Ello implica que toda decisión racional escoge los medios apropiados para alcanzar un determinado fin, es decir, es en esencia la selección de los medios más adecuados-definición de la estrategia de acuerdo con los recursos disponibles-para arribar a determinados fines, con los mejores resultados posibles. Quien toma una decisión debe identificar todas las alternativas disponibles, pronosticar sus consecuencias y evaluarlas según los objetivos y metas trazadas. Para ello, se requiere: “En primer lugar, información actualizada sobre qué alternativas se encuentran disponibles en el presente o cuáles se deben considerar. En segundo lugar, se necesita información sobre el futuro: cuáles son las consecuencias de actuar según cada una de las diversas opciones. En tercer lugar, es indispensable la información sobre como pasar del presente al futuro: cuáles son los valores y las preferencias que se deben utilizar para seleccionar, entre las alternativas que, según los criterios establecidos, conducen del mejor modo a los resultados que deseados” (Choo, 1999: 194). Este procedimiento ideal, en muchas ocasiones, debido a la escasez de tiempo y recursos para alcanzar este estado de conocimiento, es imposible aplicarlo en entornos complejos, cambiantes y conflictivos, por ello la necesidad de sistemas que posibiliten el análisis y la interpretación de la información disponible. Puede indicarse entonces, que la toma de decisiones resulta una actividad imprescindible en las organizaciones, con un significado especial para todos sus niveles, porque es parte fundamental e inherente a todas las demás actividades de la organización. En este sentido, Herbert Simon (1982) sostiene que la toma de decisiones es la función básica del gerente. De acuerdo con este autor, el proceso de toma de decisión, posee tres fases, una primera denominada inteligencia, que se corresponde con la actividad iniciadora –búsqueda y selección de situaciones– que requieren decisiones; sigue la fase de concepción que constituye el núcleo del análisis de la toma de decisiones, que consiste en la búsqueda de alternativas y la evaluación de las mismas, por último, está la fase de elección correspondiente al proceso de elegir o aceptar una alternativa entre las disponibles.


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TEORÍA DE LA ELECCIÓN RACIONAL ¿SOMOS DECISORES COMPLETAMENTE RACIONALES? ¿TOMAMOS DECISIONES SOBRE LA BASE DE LA RACIONALIDAD?

En virtud de que la toma de decisiones suele, con mucha frecuencia, asociarse con la racionalidad, es conveniente exponer en qué consiste la teoría de la elección racional y de esta manera ver cuáles son sus potencialidades o debilidades, así como sus posibilidades prácticas. En este sentido, se comenzará por expresar que la “teoría de la elección racional” (TER) se ocupa del actuar racionalmente como equivalente a la acción instrumental. Se trata de la acción intencional, calculada y guiada por intereses, sean éstos de cualquier naturaleza (Vidal de la Rosa, G, 2008). De acuerdo con Jon Elster (1996) esta teoría parte de la idea de que cuando la gente enfrenta varios cursos de acción, suele hacer lo que cree que es probable que tenga el mejor resultado general. En otras palabras, se considera que una acción es racional cuando se elige deliberadamente el mejor medio disponible para alcanzar una meta dada, que también se persigue deliberadamente. Tal meta, surge de un conjunto de preferencias ordenadas, de tal forma, que orientan la decisión final hacia el objetivo que logra maximizar el beneficio que se desea, con la alternativa seleccionada (Cristiano, 2006). Como ya se advirtió, la elección racional es instrumental, está guiada por el resultado de la acción. Asimismo se ocupa de hallar el mejor medio para fines dados. Es un modo de adaptarse en forma recomendable a las condiciones del entorno. De acuerdo con la racionalidad instrumental, el actor que toma la decisión dispone de toda la información posible, tiene todo el tiempo necesario y posee todo el conocimiento requerido para la mejor opción en términos del máximo beneficio esperable. En la racionalidad instrumental, las estimaciones de probabilidades son fácilmente realizables, el individuo tiene a su alcance información sobre todas las alternativas posibles y dispone de un sistema completo y consistente de preferencias que le permite hacer un perfecto análisis de todas ellas; así garantiza que la decisión final será la óptima. Ahora bien, y de nuevo apelando a Elster (1996), hay que advertir que la elección racional no es un mecanismo completamente acertado toda vez que el actor racional sólo pudiera estar apelando a lo que cree que es el mejor medio.


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Esta creencia puede ser errónea porque la persona pudiera, eventualmente, estar perdiéndose de algunas oportunidades e incurriendo en acciones destinadas al fracaso. De igual manera, Elster (1996) considera que esta teoría de la elección racional puede ser vista desde dos ángulos. Por una parte como teoría normativa, en el sentido de indicar procedimientos lógicos, mediante los cuales se logran ciertas metas lo mejor posible, aun cuando no nos especifica cuáles deben ser esas metas. Por otro lado está la perspectiva descriptiva, que señala cómo las personas toman decisiones y en este sentido puede contribuir a predecir ciertas acciones. En la teoría de la elección racional no se juzgan el carácter de los propósitos de los objetivos planteados. Asimismo existe una concepción del hombre que se le considera egoísta, individualista y pendiente sólo de sus propios intereses. La naturaleza de este hombre es inmutable, lo cual hace que al buscar el máximo beneficio individual ello conduciría al beneficio general. Es conveniente asimismo señalar que hay dos perspectivas desde las cuales considerar la teoría de la elección racional. Una primera denominada racionalidad paramétrica en la cual el individuo se encuentra en un contexto del cual dispone de una información completa, sabe lo que puede obtener o perder en cada una de las opciones, cuenta con unos recursos determinados y puede calibrar la utilidad, la relación entre costo y beneficio, de cada una de las opciones. Luego de estas operaciones, si parte de unas preferencias jerarquizadas y no discordantes, es previsible su actuación para maximizar su utilidad (Paramio, 2005). La segunda perspectiva de la decisión racional es la teoría de juegos que estaría enmarcada en la racionalidad estratégica. Aquí hay varios actores presentes en el entorno, cada uno de ellos con sus intereses, preferencias, puntos de vista y estrategias para alcanzar sus objetivos. De tal manera que cada actor tendrá la necesidad de anticipar las decisiones de los demás actores que entran en el juego y que afectan la posibilidad de alcanzar el resultado que se procura obtener. Hay que advertir que el axioma sobre el cual está fundamentada la teoría de la acción racional, es decir, el de los individuos básicamente centrados en sus propios intereses, a partir del cálculo racional de personas presuntamente utilitaristas, aislados, egoístas y optimizadores, no deja de experimentar críticas (De la Garza, 2005).


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En esta dirección existen las siguientes observaciones: -

Se cuestiona el hecho de que las metas de las ganancias estuvieran siempre dadas invariablemente, en lugar de ser construidas socialmente.

-

Se pone en duda la capacidad de cálculo en muchas acciones de decisión en vista de que la información nunca es completa. Asimismo se advierten las limitaciones de cálculo de los seres humanos razón por la cual se dificulta anticipar beneficios. De igual manera, los hombres son proclives a sobreestimar las probabilidades de éxito.

-

Resulta discutible el que siempre se disponga de una jerarquía y una priorización clara e inobjetable de las opciones.

-

Además de la utilidad, existen otros motivos para la acción tales como: morales, sentimentales, religiosos, políticos, emocionales, costumbres, hábitos, por mencionar sólo algunos.

-

No siempre hay libertad para la movilidad de factores, razón por la cual disminuye la gama de opciones en la búsqueda de la máxima ganancia. Se presentan barreras de entrada por monopolios, restricciones institucionales, relaciones políticas o costumbres.

-

Los resultados de una acción no dependen siempre de la eficiencia, pueden deberse también a la red en la que el individuo o la organización se encuentren insertos.

TEORÍA DE LA RACIONALIDAD LIMITADA ¿HASTA DÓNDE LLEGA NUESTRA RACIONALIDAD AL DECIDIR?

Pareciera que el hombre racional puro presente en la teoría de la racionalidad instrumental, y que en el campo de la economía denominan “homo economicus”, caracterizado como un ser egoísta e individualista, que opta siempre por el máximo beneficio, luego de un cálculo preciso de costo-beneficio, no se encuentra en la realidad. Entre otras cosas, porque nunca existe la disposición de toda la información ni se cuenta con todo el tiempo, tampoco se puede calcular con precisión los resultados anticipadamente; asimismo los motivos no se mantienen estáticos e inmutables en el tiempo. Ello nos conduce a incluir otra vertiente de la racionalidad que tiene un alcance explicativo mayor en términos de considerar en forma más realista la manera como los individuos toman decisiones, incluyendo a aquellos dedicados al oficio gerencial.


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Se trata de la teoría de la racionalidad limitada, la cual se refiere al proceso de decisión de un individuo tomando en cuenta las limitaciones cognitivas tanto de conocimiento como de capacidad de procesamiento. Desde la concepción de la racionalidad limitada se cuestiona la noción del actor que tiene una conducta invariablemente maximizadora. Ello es así, toda vez que el número de opciones frente a una decisión es tan inmenso que no son susceptibles de ser examinadas en su totalidad. Para solventar este inconveniente se busca una solución satisfactoria, antes que óptima. Las personas comunes toman decisiones bajo condiciones de racionalidad limitada, una voluntad limitada y un interés propio limitado. Cuando se hace referencia a la racionalidad limitada, se está aludiendo a la concepción planteada por Herbert Simon (1982) según la cual las habilidades humanos cognitivas no son infinitas. De acuerdo con esta perspectiva, se reconoce que las capacidades de procesamiento de información de las personas son limitadas en virtud de la memoria insuficiente y defectuosa. Asimismo no se dispone de todo el conocimiento y el tiempo al momento de tomar una decisión. Por tales motivos las personas son razonables aceptando y lidiando con sus limitaciones, utilizando atajos y métodos prácticos (heurística e intuición). Según Simon (1982), las personas no somos consciente y deliberadamente irracionales, aunque algunas veces sí lo somos, pero no poseemos los conocimientos ni el poder de cálculo que permita alcanzar un nivel muy alto de adaptación, en consecuencia no existe una perfecta racionalidad, por lo cual lo que procede son soluciones satisfactorias, más que óptimas. La racionalidad es limitada desde dos direcciones: primero desde el entorno del decisor, en virtud de que no tiene acceso a la información completa, ni a la certidumbre, además de incidir en él factores exógenos como la cultura, las costumbres, las normas y las organizaciones a las que pertenece. En segundo término está el proceso mental del decisor, en tanto que no cuenta con la estructura perfecta de preferencias, ni la capacidad completa de cálculo, y le afectan factores como la experiencia, la memoria, la percepción, las creencias y la sensibilidad personal. La teoría de la racionalidad limitada no distingue al decisor como un ser fuera del ámbito de lo racional, más bien advierte que se trata de un ser racional con un alcance limitado, toda vez que opera con los factores que dispone, los cuales no suelen ser numerosos. En este sentido, frente a la imposibilidad de optimizar, la teoría en cuestión, busca caminos satisfactorios para el decisor. Desde este dominio, se toma en cuenta la realidad que el decisor contempla,


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que siempre es una realidad parcial y simplificada, tamizada por su cultura, sus conocimientos y sus sesgos, entre otros factores. Por lo tanto, no existe la pretensión desde esta teoría, de abordar al entorno en toda su complejidad, sino más bien de encontrar soluciones satisfactorias frente a una realidad inalcanzable. En definitiva, las limitaciones de la racionalidad hacen que el individuo, una vez satisfecho un mínimo razonable, cese en la búsqueda y no continúe persiguiendo una supuesta alternativa óptima. Por otra parte, Simon (1982) reconoce el valor de la experiencia y el hábito en el proceso de toma de decisión. La experiencia se convierte en capital humano, la rutina y el hábito se internaliza como acciones reflejas, inconscientes y automáticas. La experiencia y las rutinas constituyen parte de los procesos que contribuyen con la toma de decisiones satisfactorias. Asimismo Simon (1982) considera a la intuición como el mecanismo o instrumento de la memoria para asociar y ordenar conceptos. Considera a la intuición como una capacidad de respuesta rápida para reconocer situaciones familiares. Este autor estima que la experiencia ayuda a las personas a resolver problemas en menos tiempo y con menos pasos. En concreto, la experiencia permite a las personas adoptar decisiones intuitivamente o emitir juicios sin mayor análisis y cálculo. Otra perspectiva que es conveniente destacar, es como desde la teoría de la racionalidad limitada es posible señalar el rol acotador de las normas sociales sobre las capacidades optimizadoras de los individuos. La estructura social que es entendida como reglas (formales o informales) y normas que afectan las posibilidades de elección. Al tener esto en consideración lo que se está advirtiendo es que, desde la óptica de la racionalidad limitada, se puede decidir pero con restricciones institucionales, que, a su vez, son externas a las potenciales tendencias optimizadoras del actor-decisor. Es por ello que algunos teóricos institucionalistas consideran que una de las funciones primordiales de las instituciones es generar expectativas comunes o creencias compartidas que faciliten la solución de problemas, la toma de decisiones y la acción colectiva.


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¿CÓMO APROVECHAR LO PREVISIBLEMENTE IRRACIONAL DE LAS PERSONAS PARA LA TOMA DE DECISIONES?

Ya se ha comentado que no existe un actor ilimitadamente racional tipo “homo economicus” que cuente con toda la información, y dispone de todo el conocimiento y tiempo para maximizar su decisión. Sin embargo, existen personas que toman decisiones aceptablemente buenas y otras cuyas decisiones no lucen tan acertadas. De hecho, hay personas que adoptan decisiones que en el largo plazo le pueden perjudicar; es por ello que resulta a veces inexplicable como un actor considerado “racional” toma decisiones que en el futuro le perjudicarán, tales como fumar, consumir bebidas alcohólicas en exceso, llevar una vida sedentaria que deriva en sobrepeso, no ahorrar recursos de cara al futuro para un retiro laboral de calidad, entre otras consideraciones. De hecho, en el campo del conocimiento económico se ha desarrollado una corriente denominada economía conductual que estudia los efectos de los factores sociales, cognitivos y emocionales en las decisiones económicas de los individuos y las instituciones, con la intención de ver sus consecuencias. Desde este enfoque se considera al hombre como: -

Un actor con racionalidad limitada.

-

Un actor que tiende básicamente a la satisfacción de sus objetivos.

-

Un actor que no dispone de toda la información relevante al momento de la adopción de decisiones.

De igual manera, desde la racionalidad instrumental, se considera que las preferencias de los actores son inmutables, no obstante, en el presente ya se piensa que las preferencias pueden variar y que las motivaciones desde donde parten tales preferencias son múltiples. Así tenemos que existen personas con motivaciones altruistas, otras ideológicas, algunos más proclives a la emotividad e individuos espirituales. Es por tal razón que las personas varían sus preferencias y pueden cambiar sus decisiones con resultados más beneficiosos. Por otro lado, tomando en cuenta que las personas adoptan decisiones sin medir los riesgos ni los impactos, que eventualmente pueden ser perjudiciales para ellos mismos, y que a su vez, tal actitud puede considerarse como una conducta irracional, se han venido incorporando nuevas corrientes conceptuales y teóricas con mayor alcance explicativo en este terreno, como es el caso de la economía conductual (Ariely, 2011) aludida previamente.


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En este sentido, han surgido propuestas como la teoría del paternalismo libertario impulsado por Richard Thaler y Cass Sunstein (2009), que proviene del campo de la economía conductual, la cual sostiene que se puede ser paternalista al procurar que la gente sea mejor, más saludable y más feliz, sin violar sus libertades y sin obligarle a hacer algo y tampoco prohibirles cosas. Desde este enfoque se procura incidir en las preferencias de las personas, que se encuentran afectadas por una cantidad de sesgos y defectos cognitivos e información limitada. Se sostiene que las personas con frecuencia actúan en forma irracional, lo cual les hace predecibles y en consecuencia pueden hacerse correcciones a esas desviaciones. Lo seres humanos no maximizan por falta de deseos de hacerlo, o por carecer de incentivos en ese sentido, no lo hacen porque incurren en una serie de errores perceptivos y de análisis, que en última instancia les pueden conducir a malas decisiones. En otras palabras, frente a las debilidades y limitaciones cognitivas de las personas, éstas responden con sensatez y en forma razonable, procurando minimizar la suma de los costos de sus decisiones así como de sus errores. Es por ello que para ayudar a nuestra escasa memoria elaboramos listas, para enfrentar contingencias diseñamos protocolos. Para superar nuestro limitado poder mental y la falta de tiempo utilizamos la heurística, la intuición, métodos sencillos y prácticos. De lo que se ha venido exponiendo, pareciera derivarse una idea, y es que desde la irracionalidad también se pueden derivar aprendizajes para la toma de decisiones. Ello quiere decir que con frecuencia las personas actúan en forma irracional, lo cual les hace predecibles y en consecuencia pueden hacerse correcciones y ajustes a esas desviaciones. En esta dirección, se puede anticipar acciones que contribuyan a realizar modificaciones a las desviaciones en que incurre el ser humano. Existen investigaciones psicológicas, sociológicas o económicas en las cuales se ha evidenciado que las personas, a pesar de contar con suficiente información incurren en malas decisiones. Cabría preguntarse entonces si es posible incentivar a los sujetos o influir en ellos en forma positiva, sin restringir las posibilidades de elección a los fines de que tomen buenas decisiones. Retomando la concepción del paternalismo libertario (Thaler, R.H y Sunstein, C.R, 2009), observamos como éste promulga la legitimidad de incidir en la


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conducta de los individuos siempre y cuando esto no invalida su esfera de libertad de elección; de esta manera se estima proporcionar a las personas una contribución eficaz a los efectos de mejorar sus decisiones que incorporaría las ventajas de la visión paternalista combinada con la perspectiva liberal. De la vertiente paternalista, admite la conveniencia de ejercer un tipo particular de injerencias que beneficien a la mayoría de las personas. Mientras que desde la óptica libertaria, se asume el compromiso de no anular la libertad individual mediante prohibiciones que disminuyan significativamente la cantidad de alternativas a elegir. Los “nudges” o leves empujones no imponen una conducta determinada; por el contrario apelan a estrategias para incidir en la toma de decisiones. Se trata de una vía intermedia mediante la cual logra aprovechar el conocimiento de las debilidades actitudinales y los sesgos cognitivos de las personas a los efectos de introducir factores potencialmente influyentes –empujoncitos– en el contexto que se desarrollan las decisiones. Al aplicar estas técnicas de influencia, un alto porcentaje de individuos optará por los cursos de acción a los que impulsan los empujoncitos (nudges). Los diseñadores de decisiones que se basan en esta corriente modifican el entorno fundamentándose en el conocimiento de los caprichos humanos y aprovechando alguno de los sesgos más comunes en que incurren las personas cotidianamente. Así tenemos que entre los sesgos más comunes presentes en las personas, está el sesgo del status quo, por el que se prefiere continuar la acción que se esté ejecutando aunque esto suponga desestimar una alternativa de mayor satisfacción. También se encuentra el sesgo de la disponibilidad, ello supone actuar con la información y el conocimiento que se dispone, es decir, lo que se tiene a mano al momento de adoptar una decisión, que a su vez, viene estimulada por eventos recientes de corte similar. Por otro lado está la aversión a la perdida. De acuerdo con este sesgo, la decisión está más influenciada por la posibilidad de una perdida, que por una posible ganancia con alta probabilidad de éxito. En definitiva, la idea consiste en cómo aprovechar estos sesgos, entre otros, para incentivar conductas y acciones con resultados favorables a las personas, sin que dejen de ser libres y autónomos en sus elecciones.


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LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COLECTIVA ¿SOMOS SERES PARTICIPATIVOS? ¿CUÁNDO DECIDIMOS PARTICIPARA EN ACCIONES CONJUNTAS?

Desde esta teoría se pretende indagar cuándo y cómo por medio de la acción colectiva un cierto número de personas actúan conjuntamente con un mismo propósito (Paramio, 2005). Desde la teoría de la acción colectiva (Brunet, 2004) se pretende dar cuenta cómo varios individuos actúan unidos, orientados a un mismo objetivo sobre la base del interés común que comparten. En otras palabras, por medio de la acción colectiva (Caballero, 2005) se pretende dar respuesta a por qué, cuándo o en qué condiciones pueden llegar las personas a actuar ligados y juntas, sobre la base de intereses comunes. La acción colectiva de los individuos no es algo dado, que se genera en forma espontánea y natural. Aunque un número importante de individuos compartan los mismos intereses, no es nada evidente que deban actuar conjuntamente de acuerdo con sus intereses compartidos en virtud de lo cual todos ellos puedan considerar que su esfuerzo individual será superior al beneficio que podrán obtener de la acción colectiva (Allingham, M, 2011). Es por tal motivo que se presenta lo que se conoce como la paradoja del “free rider” o el gorrón la cual consiste en que al interior de un colectivo que comparten intereses, siempre existe una fracción relevante de personas para quienes el esfuerzo (el costo) de la acción a emprender con el propósito de proteger esos intereses, es inferior a la expectativa de obtener resultados significativos de esa acción (el beneficio). En otras palabras, para un sector del colectivo el precio de la acción colectiva es superior al beneficio individual que les pueda reportar y, por consiguiente, puede suceder que la movilización no se produzca o sea mucho más reducida de lo que originalmente cabría esperar de acuerdo con las dimensiones del colectivo que posee una comunidad de intereses. La explicación se deriva de que el beneficio esperado de la acción es público, es decir lo reciben todos, no se le puede negar a nadie, mientras que los costos son siempre individuales, por lo cual estará presente una predisposición muy definida a esperará que sean otros quienes se movilicen con la intención de obtener beneficios que estarán a disposición de todos. La inexistencia de cooperación puede conducir a resultados aún más negativos que la indiferencia de la mayoría.


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La paradoja del “free rider” opera como el dilema del prisionero. La decisión de no cooperar puede conducirle al resultado menos beneficioso. Siempre puede existir, en una comunidad que comparta intereses, fracciones de personas que pueden considerarse mayorías, y en tanto tal, estimen que en vez de trabajar colectivamente en el logro de sus fines, les resulte más atractivo buscar soluciones individuales, así como desarrollar estrategias en las cuales arriesguen menos y puedan obtener un mayor beneficio. Desde esta visión, la acción colectiva no es algo que se pueda considerar inminente, que se da por descontado, no se puede afirmar cuando se tiene un colectivo que comparte los mismos intereses, que el mismo actuará sobre la base de esos intereses. Por lo tanto, cuando existe acción colectiva, es decir, cuando un colectivo con intereses comunes actúa unida y en forma coherente para alcanzar sus objetivos, estamos frente a un hecho que amerita explicación. Se trata de saber en qué condiciones puede esperarse que exista acción colectiva, o lo que es lo mismo, cuándo o en qué momento un número significativo de personas que comparte intereses comunes actúa sobre la base de ellos. Marcur Olson (1992) explica la acción colectiva desde la teoría de la elección racional, por lo cual asume que los individuos están básicamente enfocados en sus propios intereses, son seres egoístas, maximizadores, que hacen cálculos racionales con el propósito de indagar la utilidad mayor que pueden obtener en sus acciones. No se trata de seres precisamente inclinados a la acción colectiva, al menos que evalúen que pueden sacar algún rédito de ello. Partiendo del sustento racional que incorpora Olson (1992), con el propósito de explicar su teoría de la acción colectiva, se pudiera pensar que la misma es un fenómeno poco común, es una excepción. Sin embargo, en la vida social cotidiana pareciera existir acción colectiva en dimensiones significativas. Por lo tanto, habría que aceptar que hay presencia continua de acción colectiva y además es un fenómeno socialmente observable, para lo cual habría que indagar cuáles son las condiciones que explican su existencia.

LA ACCIÓN COLECTIVA Y LOS JUEGOS DE PODER EN LAS ORGANIZACIONES ¿CUÁNDO DECIDIMOS SER PROCLIVES A LA COOPERACIÓN Y LA ACCIÓN ORGANIZADA?

Organizarse pareciera, a todas luces, una acción humana natural con el propósito de alcanzar un bien público. Sin embargo, Marcur Olson (1992), por el contrario, plantea que un individuo racional no cooperará con un grupo para obtener un bien público, a menos que se le obligue. En esta dirección, Olson examina la cooperación social a partir de la utilización del incentivo selectivo,


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que puede ser positivo o negativo, pero que en definitiva conduce a la participación y en consecuencia a la cooperación. Con una concepción semejante Crozier y Friedberg (1990), exponen por medio del análisis sociológico de las organizaciones, cómo la acción colectiva constituye un problema para las sociedades del presente, en tanto que no se trata de un fenómeno natural, por el contrario, tal acción consiste en un constructo social, son soluciones específicas que han creado, inventado e instituido los actores, para resolver las complicaciones que les afectan en forma conjunta. Los edificadores de la acción colectiva, en sus diferentes modalidades, conforman la solución mediante la redefinición de los problemas y campos de interacción los cuales se confeccionan u organizan de tal forma, que los actores en la búsquedas de sus intereses particulares, no ponen en peligro los resultados de la empresa colectiva, incluso pueden optimizarle. Asimismo, estos autores, estudiando la acción organizada de los hombres, afirman que la variable que explica de una mejor manera el comportamiento humano en las organizaciones es el poder. Sostienen que toda estructura de acción colectiva, se constituye como sistema de poder. Es un fenómeno, un efecto y un hecho de poder. En otras palabras, lo que se sostiene es que toda estructura de acción colectiva por estar sostenidas sobre las incertidumbres naturales de los problemas por superar, se constituye como sistema de poder. De acuerdo con los autores aludidos, el poder se concibe como una relación, lo cual implica que se hace necesario visualizar, no sólo a quien manda, sino también develar qué hacen los que en teoría deben obedecer. Se trata de una relación de intercambio y negociación entre dos o más actores interdependientes. Si bien es cierto que el poder es una relación de fuerza, de la cual uno puede derivar más ventajas que el otro, pero en la que, del mismo modo, el uno no está totalmente desvalido frente al otro. El poder tiene varias características: es una relación de intercambio, por lo tanto de negociación; es una relación instrumental y no transitiva, por último, es una relación recíproca pero desequilibrada. En este sentido, el poder se ejerce en el contexto de una estrategia que siempre presenta dos tipos de comportamientos, por una parte, es ofensivo procurando aprovechar las oportunidades para mejorar su situación, y por otra, es


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defensivo a los efectos de mantener y ampliar su margen de autonomía y libertad de actuación. Crozier y Friedberg (1990) elaboran un marco analítico que denominan “sistema concreto de acción”, mediante el cual se hace posible identificar la manera como los actores enfrentan las zonas de incertidumbre, configurando mecanismos de vinculación, siempre fundamentados en la lucha por el poder. Hay que destacar que el mecanismo referido, al estar cimentado en relaciones de poder desiguales, implica la elaboración de una serie de vínculos que hacen que los actores acuerden y se vean forzados a establecer ciertos comportamientos identificables, mediante los cuales se pueden divisar los juegos políticos de poder que se desarrollan en la organización. En esta línea, Crozier y Friedberg (1990) plantean la necesidad de detectar las zonas de incertidumbre que controla cada actor, y de allí inferir la relevancia o no de los recursos de poder que disponen los distintos actores. Las zonas de incertidumbre son áreas de incertezas que la organización no puede llegar a controlar con facilidad. En este sentido, lo que es incertidumbre desde la perspectiva de los problemas, es poder para los actores que le controlan. Existen, de acuerdo con este planteamiento, cuatro grandes fuentes de poder derivadas de las principales fuentes de incertidumbres presentes en una organización. Ellos son los siguientes: 1. El dominio de un conocimiento experto difícil de reemplazar. 2. Posición clave para atender la vinculación de la organización con su entorno. 3. La gestión del flujo de comunicaciones y de información entre los miembros de la organización. 4. Disponer de la facultad de crear e interpretar reglas y normas. En definitiva, habría que precisar que la incertidumbre genera grados de libertad entre los actores, a los efectos de controlar dinámicas organizacionales, e informalmente utilizar las relaciones humanas para propiciar un orden con ciertas regularidades reconocidas y aceptadas en la organización. Como ya se advirtió previamente, Crozier y Friedberg (1990) conciben a la organización como una construcción del hombre para encarar acciones colectivas. Dentro de las organizaciones el hombre nunca deja de ser actor tratando en todo momento de aprovechar las oportunidades que se le presentan, en el marco de las libertades que dispone, y en consecuencia hacer uso de su cuota


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de poder a los efectos de negociar su cooperación, con vista a que ésta le genere beneficios. El funcionamiento de la organización, de acuerdo con la perspectiva de estos autores, es el resultado de una serie de juegos en los cuales participan los diferentes actores organizacionales, cuyas reglas formales e informales delimitan una gama de estrategias que diseñan con el propósito de que su compromiso (cooperación) en la organización también contribuya a sus expectativas personales; en este sentido, los objetivos y la dirección de las organizaciones están determinados, de manera fundamental, por las necesidades de quienes la integran. El comportamiento organizacional es de naturaleza estratégica, en este sentido, el elemento fundamental que contribuye a ver cómo se desarrolla la acción estratégica es el concepto de juego, en vista de que este es el canal por medio del cual se establece la relación entre el actor y el sistema. El juego es el instrumento que elaboran los seres humanos para reglamentar su cooperación toda vez que el juego concilia la libertad con la restricción.

CONSIDERACIONES FINALES

La toma de decisiones suele vincularse con la teoría de la elección racional, muy insertada a su vez, en la teoría económica neoclásica, que establece el modelo del homo economicus, un ser absolutamente racional, calculador para maximizar su utilidad, que supuestamente dispone de la información relevante a los efectos de arribar a la mejor decisión luego de un balance preciso de costo beneficio. Desde una perspectiva crítica, Herbert Simon y posteriores estudiosos, sostienen que no existe un decisor absolutamente racional que puede evaluar todas las opciones; ello es así porque el hombre tiene limitaciones en sus conocimientos, en su disposición de tiempo, en su concentración y además tiene sesgos provenientes de su cultura que inciden sobre sus preferencias, por lo tanto, quien decide no maximiza utilidades, más bien arriba a un nivel de satisfacción de necesidades. El hombre suele incurrir en decisiones irracionales, a pesar de contar con información relevante al momento de tomar una decisión. Esto pareciera ser una evidencia más de que el decisor no es completamente racional y que en ocasiones adopta decisiones que incluso le pueden perjudicar.


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Las preferencias de quien decide no son invariables e inmutables, pueden modificarse si cuentan con el incentivo adecuado y el contexto que contribuya a tomar una mejor decisión que sea beneficiosa para la persona. Esta es la idea presente en la teoría del paternalismo libertario que incentiva a la gente a que tome mejores decisiones sin limitar sus libertades, sin prohibiciones, solo con simples sugerencias. Por su parte, la acción colectiva no es una condición dada, se debe siempre buscar la manera de incentivarla a los efectos de que se logre la cooperación conjunta de los individuos. Siempre hay que considerar al poder como una variable clave al momento de incidir sobre la participación de las personas en la acción colectiva. Las organizaciones son primordialmente espacios de relaciones de poder, de influencia, de regateo y de cálculo por parte de sus integrantes. En toda organización el actor individual dispone de autonomía relativa, de un margen de libertad irreductible, en otras palabras, tiene poder relativo que utiliza para desplegar sus oportunidades en los distintos juegos que se plantean en la dinámica organizacional. En las organizaciones los actores no necesariamente tienen sus objetivos claros y sus proyectos coherentemente definidos. Esto genera que, en el contexto de los juegos de poder que se estén desarrollando, los actores estén constantemente evaluando la oportunidad de hacer su mejor jugada. Ello significa que los actores actúan y toman decisiones más por las oportunidades que se le presentan, que por cálculos, objetiva y racionalmente establecidos. Lo cual a su vez, les obliga a reconsiderar su posición constantemente, y a desechar o pasar por alto, lo que originalmente pudiera haber sido una estrategia previamente concebida. En esta dirección, los actores dentro de las organizaciones, por medio de sus relaciones de poder, generan zonas de incertidumbre que pueden controlar y utilizar para sus propias estrategias de negociación y determinar su grado de cooperación. Mientras más importante sea el área de incertidumbre, más poder acumularán los actores. En otras palabras, los actores organizacionales se enfrentan a zonas de incertidumbres, que se generan como producto de las interacciones y la dinámica contextual que requieren encontrar soluciones, definiciones y acuerdos a los efectos de hacer viable la acción en el marco del juego de poder organizacional.


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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ariely, D. (2011), Las Trampas del Deseo. Barcelona: Editorial Ariel. Allingham, M. (2011), La teoría de la elección. Una breve introducción, Alianza, Madrid. Brunet Icart, I. (2004), “Paradigma estratégico y acción colectiva”, Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas, 3(2). Caballero Miguez, G. (2005), “El comportamiento humano en las ciencias sociales: un enfoque económico institucional”, Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas, 4 (2). Choo, C.W (1999), La organización inteligente: el empleo de la información para dar significado, crear conocimiento y tomar decisiones, Oxford University Press, México. Cristiano, J. (2006), “Racionalidad de la acción y racionalidad de la teoría”, Reis, 113(6). Crozier, M, y Friedberg, E. (1990), El actor y el sistema, Editorial Alianza, Madrid. De la Garza, F (2005), “Neoinstitucionalismo ¿opción ante la elección racional? Una dicusión entre Economía y la Sociología”, Revista Mexicana de Sociología, 1 (67). Elster, J. (1996), Tuercas y tornillos, Gedisa, Barcelona. Olson, M. (1992), La lógica de la acción colectiva, Limusa, México. Paramio, L. (2005), “Teorías de la decisión racional y de la acción colectiva”, Sociológica, 20 (57). Simon, H. (1982), El comportamiento administrativo, Aguilar, Buenos Aires. Thaler, R, H. y Sunstein, C. R. (2009), Un pequeño empujón (nudge), Taurus, México. Vidal de la Rosa, G. (2008), “La teoría de la elección racional en las ciencias sociales”, Sociológica, 67.


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 117-125 recibido: 15-12-2015 / arbitrado: 07-02-2016

UNA VISIÓN DE LAS REDES COMO GENERADORAS DE CAMBIO Migdalia C. Perozo Bracho1 POSTGRADO EN GESTIÓN DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO, UCV Resumen: Las redes como generadoras de cambio, permiten indagar aspectos comunicacionales concebidos como instrumentos que develan el poder creciente detrás de las redes sociales y académicas, interviniendo en las sociedades y la gestión del conocimiento. Como objetivos analizamos las redes en cuanto a su repercusión en diversos ámbitos y modalidades, así como el debate en los procesos de digitalización e interacción; la metodología es documental y usamos aspectos vivenciales, utilizando criterios de expertos analistas en programas internacionales de cooperación. Se concluye la importancia de la investigación, en la toma de conciencia del deber ser, la utilidad y beneficios como instrumento multiplicador y transformador. Palabras claves: Poder, redes sociales, redes académicas, intervención, difusión, cambio.

Aspectos comunicacionales, se han concebido como instrumentos que intentan develar el poder que acrecienta detrás de las redes sociales y académicas, ello incide e influye en sociedades del mundo, genera motivaciones, transformaciones, caminos, búsqueda de cambio, traspaso de fronteras. Por décadas las redes, han sido medios de encuentros personales, intereses de acercamiento de parejas, actividades sociales, de amigos, familiares, mediante los medios electrónicos, pero se han generado cambios en su uso (Fernández, 2013: 20). En cuanto a lo referido, se puede señalar, que por décadas a la fecha, las redes han sido: militares, utilizadas en distintas actividades propias; las sociales, medios de encuentros básicamente personales, actividades sociales, de amigos, familiares, otros, mediante los medios electrónicos; las académicas, (Gallego, 2008: 13) se han utilizado reiteradamente en los procesos de investigación y acciones académicas, por áreas de conocimiento, grupos de trabajo cognitivo y pares que se identifican en intereses comunes. El crecimiento de las redes, generan factores de poder, lo cual se ha proliferado en América del Norte, Europa y Asia, en la última década hemos visto como numerosos cambios en las esferas gubernamentales, han sido afectados con el uso no controlado y subversivo de las tecnologías de la información, penetrando las organizaciones, las cuales absorben al externo e interno de los involucrados, usualmente con información comprometedora para la organización o país intervenido. 1

migdaliaperozo@gmail.com


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Hemos procurado como objetivo principal, analizar las redes como generadoras de cambio, a partir de su repercusión en diversos ámbitos, en diversas latitudes geográficas, así como, revisar y estudiar las redes, en varias vertientes, considerando sus modalidades y el debate que se ha instituido internacionalmente, en los procesos de digitalización e interacción por medios e instrumentos generados para la internet, en el contexto de la gestión de investigación desarrollo, a fin de promover, compartir, debatir y profundizar en cuanto a las redes de redes, (Fernández, 2013: 18) que en gran medida sirve de apoyo a la gestión del conocimiento. Se puede referir el uso de las redes como: -

Las redes académicas y las redes sociales mediante el capital humano, son factor clave para la creación y generación de resultados en respuesta a las necesidades del entorno con su papel decisivo en la prolongación del futuro.

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Las metas sociales forman parte de tendencias generadoras de innovación y cambios sociales.

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Así mismo, los proyectos procuran beneficios y crecimiento en el desarrollo socio-económico de un país.

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Las redes son de utilidad e instrumentos de estímulo para el desarrollo de proyectos científicos-tecnológico e innovación (Kuhn, 1996: 82).

-

Mediante las redes se promocionan nuevos paradigmas en la sociedad y en particular una nueva visión organizacional.

Las redes, constituyen una modalidad de cooperación, lo que conlleva al desarrollo integral de resultados de políticas y estrategias. Hemos visto como se han develado secretos de Estado, financieros, políticos, entre otros, que han derrocado poderosos gobiernos, que se mantenían en el poder por muchos años sin cambios democráticos, o bien grandes corporaciones que se han mostrado con supuesta estabilidad, así la difusión de detalles motiva cambios culturales que la comunicación masiva e intervención, representa para las comunidades y entes de poder: local, regional, internacional y global. En este artículo, se ha trabajado metodológicamente en el contexto de tipo documental, se ha usado para presentar el análisis, algunos aspectos vivenciales del estudio realizado, varios criterios establecidos y utilizados por expertos analistas que participan de los programas internacionales de cooperación, entre ellos: flexibilidad, tamaño de los grupos de trabajo, diversidad en los participantes que en oportunidades son mixtos, criterios de liderazgo en el que se contempla la figura del gerente y sus competencias, temáticas de interés, lo financiero y el lucro, entre otros.


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En atención a la definición tradicional de redes, utilizado por varios años, podríamos considerar que existe confusión en los roles y funciones, pero ello no es otra cosa, que el entender los momentos de cambio, nueva visión y misión en el uso de las tecnologías de la información, en tal situación, la cooperación pasa a ser el tema principal, así como, establecer alianzas estratégicas, que conlleven a los actores sociales al entendido “ganar” “ganar”, conformando redes de innovación, tal como se ha señalado en reiteradas oportunidades. Conformándose en un instrumento flexible y eficaz, constituyéndose dichas redes en una variedad de las formas de organización del trabajo de investigación para la producción del conocimiento científico-tecnológico, generalmente en proyectos de investigación y desarrollo, prestación de servicios, interrelación con el entorno en atención a las competencias, haciendo gestión del conocimiento. (Kuhn, 1996: 79). Al mezclar las redes académicas y sociales, se genera una intervención en la comunidad, promoviendo mejoras en espera de bienes de la sociedad, como diagnósticos, transformación en la participación de grupos sociales, promoviendo mejoras en sus condiciones; generalmente, existe una simbiosis entre los sectores académicos, las redes regionales y locales, en procura de beneficios, para una mejor calidad de vida. Las redes se conforman por actores que mantienen una interacción de contacto por diversos medios de comunicación, periódica o por intereses; pero no siempre son homogéneas, usualmente, por la heterogeneidad, los grados de los problemas a resolver, intermitente comunicación, baja fortaleza en nodos que los identifican, de allí que, las redes como tales, tienden a debilitarse. En concordancia con investigadores sociales, podemos asumir que en una economía global en la que el trabajo de la creación, tiene un alto valor, en la cual como por ejemplo google, le da un valor máximo al producto de la mente, se ve cuán importante es la producción de conocimiento humano, (Nonaka, 1995: 67) el cual sería conocimiento tácito y conocimiento explícito. Al haber atraso en innovación productiva, como sucede con el uso de las innovaciones que hacemos a diario, sobre todo en los países de Latinoamérica, con el uso de computadoras, teléfonos, aviones, medicamentos, entre otros de los países que apoyan la innovación como Estados unidos y Canadá, la Unión Europea y Asia, evidentemente hay que seguir innovando todo el tiempo. Si bien es cierto, que muchos de nuestros profesionales latinos han participado notablemente en esas innovaciones, no es menos cierto, que si en los países


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latinoamericanos, se les diera mayor apoyo al emprendimiento, se respetara las propuestas de desarrollos de nuevos productos, inventos e innovación, se generara cultura de innovación, educación en el área científico-tecnológica desde la etapa inicial, motivar la socialización del conocimiento, (Miato, 2013: 3), motivar legislativamente el emprendimiento, invertir en investigación y desarrollo, conscientes de la importancia del capital de riesgo, globalizar los productos de investigación e innovación que se generen, apoyar universidades que trabajen orientándose a los logros del primer mundo, el crecimiento de nuestras latitudes sería notorio e influyente mundialmente. Evidentemente no se pueden negar los diversos apoyos políticos, gubernamentales y universitarios, en cuanto a la generación de parques, unidades, centros u otros de ciencia, tecnología e innovación. Se puede entender que el emprendimiento, permite procesos sistemáticos, orientados a ventajas competitivas, privilegiando los valores sobre las malas prácticas y malas teorías, orientados a la gestión del conocimiento, enfocados en el desarrollo personal u organizacional, (Argyris, 1964: 7) con el objeto de lograr ventaja competitiva, en mercados puntuales o específicos, para dar soluciones a problemáticas existentes, permitiendo implementar nuevas estrategias de conocimiento, producto de la creación o ingenio del capital intelectual (Nonaka, 1995: 96) como un conocimiento nuevo, en atención a las necesidades y la mejor administración e implementación del conocimiento. No debemos dejar de ser curiosos y observadores, tampoco perder la capacidad de vivir y seguir asombrándonos, ya que en oportunidades no logramos cumplir nuestros sueños por miedos, falta de tiempo o influencia de otros, lo cual nos bloquea para alcanzar las metas. No debemos permitir perder la ilusión. El surgimiento de las redes sociales virtuales, como facebook, twitter, entre otras, así como el desarrollo de las comunicaciones electrónicas durante la última década, han generado transformaciones en todo el mundo, cuyas implicaciones aún no se han evaluado en su extensa magnitud, lo cual habría que hacer, ya que existe la posibilidad real de que a través de estas redes sociales, logremos acciones colectivas que reviertan el deterioro ambiental, así como el modificar los hábitos con los que diariamente destruimos el planeta, generando acciones colectivas para la protección ambiental. Se ha dado por señalar que la capacidad humana, está basada en la experiencia, teniendo como acción la transformación de la información en decisiones y acciones concretas. La generación, transmisión y conservación del conocimiento implica un proceso intelectual de enseñanza-aprendizaje. En este orden de ideas, es importante conocer cómo generar conocimiento, difundirlo en la organización y potenciarlo (Acosta, 2013: 15). Con el aprendizaje de cada individuo, la organización crea y fomenta su propio conocimiento, adaptándose ante


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los cambios, mediante la interacción entre el conocimiento tácito y el conocimiento explícito. Se crea mayor valor al poder procesar y transferir esa información desde el interior hacia el exterior, conocimiento recibido del medio ambiente, con el fin de amplificarlo al interior de la organización. El proceso de creación de conocimiento organizacional comienza con la socialización, que usualmente se constituye en potencial de las tecnologías de la comunicación (Baglietto y otros, 2001: 58), de su capacidad en detonar y ordenar en acción de la colectividad en la búsqueda de fines comunes, ejemplo de ello sucedió en las movilizaciones de Chile, en los últimos años, para exigir la transformación del sistema educativo, mediante teléfonos y medios diversos de las redes sociales. Las redes sociales como forma efectiva de comunicación, robustece la dinámica de la facilidad que brinda el internet para la obtención del conocimiento, la rapidez en la investigación, se convierten en generadoras de cambio, llegan a cambiar la forma como se mueve el mundo (Santillán, 2010:5) y ahora son herramientas indispensables para todos los usuarios. Las redes sociales, han tenido utilización multidimensional, que en general ha sido para vincular a las personas, por varios motivos y razones, que son bidireccionales, multidireccionales, variando la frecuencia según el uso e interés, además de la intensidad, que usualmente genera algunos vínculos y expectativas. Les caracteriza, la decisión autónoma de los participantes de la red social on line, la dinámica y en oportunidades también, sobre el funcionamiento. Su utilización, se ha asumido como proveedora de compañías, apoyo, encuentros o reencuentros, familiares, amistades, solidaridades, cadenas por un aspecto determinado de interés en quienes participan, vecinales, políticos, culturales, hobbies, búsqueda de información como: Google, Amazon, software como gestores de documentos, turismo, pasajes, informaciones geográficas, compras en línea, información de medicinas, entorno científico, redes sociales a través de internet, entre otros. Son múltiples las tipologías, las redes de redes o entramados de las mismas, bien formales, funcionales, asociativas, mixtas, etc. Al familiarizarse, con los modos de creación de una red o seguimiento de las mismas, se utilizan variedad de recursos, como los correos electrónicos, video conferencias, chat, grupos de discusión en línea, pin, blogs, foros de discusión. Por intermedio de lo que se ha estudiado en la teoría de grafos, en referencia a nodos o vértices y enlaces o aristas.


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En un arqueo bibliográfico y consultas múltiples, se pudo asumir que el inicio de las redes, se remonta a finales del siglo XVIII con Emile Dukheim, sin dejar de lado, lo señalado por varios autores en cuanto, a que desde sus orígenes se usaron las redes para asuntos de defensa y seguridad en lo militar y estratégico, ya que a mediados del siglo XX y los quince años del siglo XXI, se han desarrollado las redes de manera vertiginosa y creciente; se conoció la primera red social “on line” en 1997 denominada: six degrees.com, se ha utilizado su variedad en tecnología de ruptura. En la web 2.0 se ha desarrollado una tecnología que ha posibilitado a un gran número de personas el compartir, la co-creación, la comunicación, entre otros. En la web 3.0 se extiende a más personas, usos y aplicaciones, se ha convertido en un movimiento social con el objetivo de crear múltiples aplicaciones, constituido como evolución de las tecnologías de inteligencia artificial en la web semántica. Se puede mencionar redes sociales on line y comunidades virtuales, como Facebook, twiter, yutube, linkedin, mayspace, fotolog, king, enlaces a través de websites, buscadores, galerías de imagines y video, generando estimulación, comunicación, aprendizaje, apoyo tecnológico, por intermedio de la fibra óptica, banda ancha, telefonía celular, los diversos servicios globales como fedex, skype, paypal, otros. Hoy día se afianza lo que se ha denominado teletrabajo, siendo el desarrollo y un elemento de solución a la situación económica y del conocimiento desde últimos años del siglo XX a la fecha, en el cual los talentos y aspectos cognitivos del individuo son ofrecidos y utilizados desde el seno de su hogar, prestando servicio al ente o institución que lo requiera. Ha proliferado en los últimos años, los espacios inteligentes, los edificios inteligentes, las ciudades inteligentes. En oportunidades se orientan a temáticas específicas y en otras es de uso generalizado, según el interés u orientación de la búsqueda al logro de los objetivos y fines de los participantes. Son procuras de soluciones al espacio físico. Se han proliferado los drones de todo orden, que consisten en vehículos no tripulados, se hace a control remoto o autónomo en el propio equipo, podríamos señalar hasta una especie de popularización en algunos artículos de uso colectivo. De igual manera, se vislumbra a muy corto tiempo el hablar con naturalidad del internet de las cosas, en las cuales no sea sólo que nosotros programemos equipos, sino que los equipos nos avisen nuestras siguientes tareas o ellos nos remplacen de verdad en nuestras actividades, situación que ya está en aplicación.


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La comunicación ha tenido importancia por siglos, motivados por transmitir todo cuanto se ha generado en diferentes aspectos cognitivos, (Baglietto y otros, 2001: 50) se ha promovido, múltiples medios de transmisión social y comunitaria, variados y múltiples medios impresos, radio, teléfono, televisión, entre otros medios de comunicación, pero en los últimos años, podemos afirmar que el poder que estos medios detentan, es cada vez más influyente en nuestras naciones y poblaciones. El generar situaciones de conflicto por asuntos de seguridad nacional, de leyes limitantes conducentes a censura o auto censura, las situaciones son amplias, son elementos o aspectos de política de Estado, conducentes al dominio del orden internacional, dando a conocer transgresiones a derechos humanos, videos de violencia diversas, identificando las redes sociales como “guerra mediática”, por la rapidez con la que se conoce el accionar y actuar abusivo, de gobiernos, ciudadanos y organizaciones. El manejo de información permite a secuestradores, tratas de blanca, mercado de tráfico de personas, delitos financieros, clonaciones, múltiples atentados a los derechos humanos, generar aspectos que dañan a usuarios, mal uso de la privacidad de usuarios o personas inescrupulosas, con indebido uso del poder que detenta el manejo de estas poderosas herramientas, el más grave es el terrorismo, que va en crecimiento, ejemplo recientemente el grupo Isis, en lo que va del siglo XXI. Al mismo tiempo, podemos confirmar que el uso de gobierno electrónico, en la gestión pública internacional y local, se ha mantenido en un proceso de crecimiento, sobre todo en el uso de regularización y reducción de tiempo en los trámites burocráticos que usualmente debe hacer el ciudadano, como los pasaportes, cedula de identidad, licencia de conducir, entre otros, además del uso cotidiano que ahora le da a las redes sociales la autoridad de los Estados, para informar cambios de acciones ciudadanas, nombramientos de nuevas autoridades o nuevas políticas de gobierno, entre otras. Abuso o defensa, según sea el caso de intervencionismo utilizando el bloqueo y uso del ciberespacio, manejando acciones restrictivas o anti-democráticas. Entre las naciones que mencionaremos, sin ser las únicas, pero que en los últimos años y tiempo inmediato han sido o son objeto: China, Irak, Irán y parte de las regiones islámicas, Estados Unidos, Cuba, Venezuela, Colombia, Ecuador, Italia, España, Francia, para mencionar algunos, entre muchos involucrados en varios o algún aspecto de los señalados. Entre las situaciones de los pasados últimos años podemos mencionar los movimientos del norte de África, en países árabes, particularmente Túnez, con el


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derrocamiento del gobierno, el cual se convirtió en detonante por medio del internet y la comunicación con el exterior, filtrándose información, lo cual se considera pudo servir de referencia para las protestas y manifestaciones en Egipto y la cesión de poder al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. De igual manera las protestas pasadas en Grecia, las huelgas en China y manifestaciones en Chile. Se ha de mencionar de igual forma, las situaciones irregulares sucedidas en Libia y en Siria o las sucesivas manifestaciones y protestas en varios países latinoamericanos, como Brasil, Argentina y en Venezuela, lo que va de siglo con mayor fuerza desde 2002 a la fecha. El uso de los medios de información y comunicación, particularmente las redes sociales, influyen en estas situaciones de poder y toma de decisiones. Hoy día, el crecimiento de las redes genera factores de poder; en la última década hemos visto como numerosos cambios en las esferas gubernamentales de las naciones, han sido afectados con el uso no controlado y subversivo de las tecnologías de la información, penetrando las organizaciones, las cuales absorben insumos claves, que se difunden al externo e interno de los involucrados, usualmente con información comprometedora para la organización o país intervenido. Se han develado secretos de Estado, financieros, políticos, entre otros, que han derrocado poderosos gobiernos que se mantenían en el poder por muchos años sin cambios democráticos, además, la difusión de detalles motivando cambios culturales que la comunicación masiva e intervención, representa para las comunidades (Rodríguez, 2006: 3) y entes de poder, local, regional, internacional y global. En conclusión, los resultados señalan el crecimiento de las redes, generan factores y decisiones de poder, visto en las últimas décadas, específicamente en las esferas gubernamentales, generando cambios en las comunidades. El análisis experiencial y documental, ha permitido identificar que la composición de redes y grupos sociales, a través de matrices de participación, proporcionan información sobre los principales aspectos o puntos de colaboración, complementación y alianzas estratégicas. Lo expresado, nos permite concebir a estos instrumentos conformados por las redes como generadoras de cambio, con acciones y elementos de maravilloso uso y utilidad. Los promotores y usuarios de estos medios comunicacionales, deberían mantener la conciencia del deber ser, la utilidad y beneficios, que deja el liderazgo cuando se posesiona por su prestigio, políticas administrativas institucionales


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y se gestiona como poderoso instrumento multiplicador, lo cual es producto de la conciencia en el poder de las redes como generadoras de cambio.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 1 (jul-dic), pp. 127-165 recibido: 05-12-2014 / arbitrado: 17-08-2015

ALGUNAS PERSPECTIVAS Y MODELOS DE COMPRENSIÓN DE LA DISCAPACIDAD Alexander Albarrán1 ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL, UCV Resumen: Desde siempre diversas áreas científicas se han atribuido autoridad para establecer modelos de comprensión de la discapacidad, esto ha entorpecido el trabajo interdisciplinario en esta materia. Por tanto el presente trabajo investigativo establece las características generales de algunos de los modelos y perspectivas históricas a fin de determinar las similitudes y diferencias de sus características e implicaciones prácticas, en tal sentido, se propone reconocer la existencia de cuatro grupos de modelos de comprensión de la discapacidad, a saber, tradicionalistas, científicos, sociales o constructivistas y emergentes, donde cada uno ha cumplido su función históricasocial en el devenir del tiempo. Palabras claves: Discapacidad, capital social, relaciones intersubjetivas, sistema de apoyos, mito social.

Este artículo puede resultar pretencioso para algunos lectores pues procura resumir en una única clasificación algunos de los diferentes modelos, perspectivas y teorías desde donde se comprende, y con ello, se aborda a la discapacidad como una realidad social. Una de las principales complicaciones al tratar de comprender a la discapacidad es la heterogeneidad de términos que existen, producto éstos del abordaje inter, trans y multidisciplinario que se realiza sobre esta temática. De acuerdo a Rosa Luna (2008: 61), por la existencia de diferentes términos, que se desprenden de diferentes modelos de comprensión, es ―…la proliferación y coexistencia de una considerable variación denominativa que entorpece la comunicación intre e interdisciplinaria…‖. La consecución de la discapacidad como un área temática, abordada desde diferentes disciplinas y concernientes a todos, como un eje transversal de la sociedad, ha permitido el desarrollo de diferentes perspectivas, modelos y teorías de comprensión de ésta, cada una con sesgos específicos de acuerda a la disciplina desde donde haya emergido, sin embargo, se requiere apuntar a un acercamiento al establecimiento de una única clasificación taxonómica2, lo que 1 2

alexanderalbarran@gmail.com

Taxonomía: Ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación (DRAE, 2001).


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entre otras cosas, coadyuvará a la compresión sobre las visiones históricas por donde ha transitado la concepción de la discapacidad, así como también la diferentes implicaciones prácticas que ésta ha experimentado. Son diferentes autores, clásicos y reconocidos, los consultados para realizar esta aproximación a una escala de perspectivas, modelos y teorías de comprensión de la discapacidad. Muchos de ellos provenientes de disciplinas como la medicina, la sociología, la educación y la psicología, sin embargo, las mismas han sido adoptadas por otras áreas como la antropología, el trabajo social, la economía. Estos autores no fueron contravenidos ni confrontados, pues no es el objetivo del presente apartado, por el contrario las diferencias marcadas sobre los medios para comprender la discapacidad alimentaron la presente clasificación, y utilizando el análisis comparativo emergió una taxonomía que se divide en cuatro amplios conjuntos de modelos, a saber, los tradicionalistas, los científicos, los sociales o contemporáneos además de los emergentes. Adicionalmente, se presentan algunos aportes teóricos propios, los cuales proponemos perspectivas de comprensión de la discapacidad como condición social, enfocadas cada una en un momento socio-histórico determinado. Con respecto a la condensación de los diferentes modelos, tal y como se enunció, se proponen cuatro grupos donde cada uno presenta características propias y determinadas por la existencia de paradigmas filosóficos, en determinado momento socio-histórico, lo que será enunciado de ahora en adelante nivel ontológico. Por otro lado, dentro de estos paradigmas emergieron las llamadas teorías, perspectivas y modelos, lo que viene a conformar la esfera epistemológica, fundamental para conocer las causas, propiamente dichas, que generan a la discapacidad, lo que a su vez se expresa en prácticas habituales, tanto intrínsecas como extrínsecas, a las personas con esta condición, en la esfera enunciada como nivel experiencial (Oliver en Barton, 1998). Esta propuesta taxonómica se convirtió en un eje relevante para esta investigación, debido a que los efectos percibidos en el nivel experiencial de cada uno de los modelos, perspectivas y/o teorías comprensivas, permitieron vislumbrar las diferentes concepciones (teorías de alcance medio) que aún coexisten en la realidad venezolana, especialmente en la caraqueña, lo que a su vez permitió comprender el paradigma que desde la praxis permite el desarrollo de las relaciones intersubjetivas en torno a la discapacidad. No se pretende dar por culminada esta taxonomía, por el contrario, se pretende crear una clasificación dinámica y versátil, donde desde la academia y las investigaciones científicas, que generen resultados diferentes, pueden irse modificando y adaptando a las nuevas realidades.


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En este tenor, y después de haberse consultado a autores como Aramayo (2005 y 2010); Barton (Comp. 1998); Bronfenbrenner (1987); Casado y otros, (1990); Dell`Anno y otros, (2004); Egea y Sarabia (2004); Palacios y Bariffi (2007); Palacios y Romañach (2006); Verdugo (2001); Casado (1991) y Albarrán (2012), resultó indispensable realizar una división de estos modelos, perspectivas y teorías, en cuatro grandes grupos. Así se describe y se caracterizan los aspectos conceptuales contentivos en cada uno:

A.- MODELOS TRADICIONALISTAS

El grupo de modelos, teorías y perspectivas, de acuerdo a los autores consultados, se ubican en el período antes del renacimiento, cuando el hombre como ser social, ―…se sumerge en los valores espirituales y sólo vive para Dios…‖ (Sábato, 1951: 11), es decir, se desarrollan durante el periodo pre-renacentista, donde los paradigmas desde donde era comprendida la sociedad y las relaciones que en ella se realizaban eran fundamentalmente el teológico y el naturalista. Los sistemas de gobiernos y económicos durante ese período partieron desde la propia comunidad primitiva y el uso del mutualismo como forma de asistencia social natural, donde los beneficios eran colectivos y se basaban en el trabajo mancomunado, la cooperación, la unidad, la solidaridad, la lucha común para vencer y transformar el medio, entre otras (Torres, 2006), lo que puede ser denominado como asistencia social natural. Con el transcurrir del tiempo el hombre generó un cambio de sistema productivo y de estructura, éste se caracteriza por el sedentarismo, determinación del espacio territorial, donde lo comunitario pasa a ser privado, y la asistencia social pasa a ser de natural a selectiva (Torres, 2006). En este periodo destacaron avances teóricos occidentales como el de Aristóteles, para quien desde su enfoque biológico, el hombre es un animal con ―…elementos distintivos, principalmente la razón y el habla…‖ (Campbell, 1999: 74), esto permite entre otras cosas, contar con una sociedad conformada por hombres que siguen las reglas, las normas establecidas, entre las que destacan las impartidas desde la iglesia y el gobierno. Lo descrito hasta ahora corresponde a aquel mundo occidental, donde el temor a Dios y a sus designios, expresados en las sagradas escrituras y socializado por los sacerdotes, conllevaba al desarrollo de un mundo donde las cualidades eran lo principal al momento de valorar a los hombres. Sábato (1951: 13) señala que:


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…el tiempo no se medía, se vivía en términos de eternidad y el tiempo era el natural de los pastores, del despertar y del descanso, del hambre y del comer, y del amor y del crecimiento de los hijos, el pulso de la eternidad; era un tiempo cualitativo, el que corresponde a una comunidad que no conoce el dinero…

En este periodo histórico, lo que no coincidía con la naturaleza divina, no correspondía a Dios. Era indispensable que las cualidades del hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios estuviesen presentes en cada ser humano (Sábato, 1951). Adicional a ello, con el asentamiento del hombre y la creación de las ciudades-estados, la tenencia de tierras se convirtió en un elemento representativo del poderío del rey, para ello se iniciaron las prácticas de guerras por el dominio y el poder centralizado. Para poder llevar esto acabo, se requirió de manera obligatoria hombres y mujeres fuertes, con características físicas específicas, que no solo lucharan por obtener nuevas tierras sino también por defender las ya poseídas (Torres, 2006). Hasta este momento de la historia, un hombre centrado en lo teológico y natural, con una concepción finita del mundo, pues a pesar de haberse reconocido como un ser razonable, la razón era utilizada únicamente para seguir las normas y reglas establecidas por los reyes o por los sumos sacerdotes, inclusive con el cambio de modo de vida y de los medios de producción, se crearon los denominados Consejos de Ancianos, y una serie de especialistas en diversas áreas como los curanderos, artesanos, maestros y demás, ajustados a la división del trabajo, y de acuerdo al contexto referido (occidente o América Latina) (Torres, 2006). Al ubicar algunas características del mundo no descubierto, las hipótesis parten de la existencia de comunidades sedentarias, convertidas en imperios cuyo objetivo general era servir a los dioses (De las Casas, 1986). Bajo esta percepción general del mundo pre-renacentista, bajo el paradigma teológico y el naturalista, se desarrollaron medios de comprensión de la discapacidad muy particulares, que han sido conceptualizados por diferentes investigadores en el tema de la discapacidad. De esta manera son incluidas como parte de este conjunto de modelos (teorías, perspectivas o modelos conceptuales), los siguientes:

A.1.- Modelo de prescindencia o tradicional (Casado y otros, 1990; Palacios y Romañach, 2006; Palacios y Bariffi, 2007) El modelo tradicional o de prescindencia se caracteriza por considerar a la discapacidad como parte de símbolo de maldad y desavenencia hacia el portador/a y sus familiares. Dentro del mundo mágico-religioso, lo cotidiano era ser semejante a ese Dios o dioses invisibles, pero que promovían perfección. Es así


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como todo individuo que no coincidía con lo ―esperado‖ tenía que ser execrado y eliminado de la sociedad. Casado y otros (1990), indican que este modelo genera una doble marginación a las personas que poseen una discapacidad, a saber, una orgánicafuncional y otra social. La primera referida a las características físico-biológicas, lo que las diferenciaba ampliamente del resto de las personas, las ubicaban en un sitio determinado, siempre en estratos sociales inferiores, reservados para los no deseables, los enfermos, los pobres extremos, es decir, reservados para aquellos seres cuyas condiciones les impedía disfrutar de derechos y de ser ciudadanos (marginación social). Los autores citados destacan que desde este modelo de comprensión de la discapacidad, la creencia de que la única explicación de ésta era desde lo religioso marca una pauta importante, pues como un hecho comprendido desde esta esfera, y por ende sus diferencias con lo descrito como imagen y semejanza de Dios, estos seres debían ser apartados de la sociedad pues en sí mismos eran producto de un mal diabólico o de un castigo divido. En consecuencia eran innecesarios a la sociedad. Desde esta visión las anormalidades, malformaciones y los males que aquejaban a las personas con discapacidad las transformaban en incapaces, por ende eran personas dependientes y sometidas a la voluntad de los más aptos, los superiores, quien decidían sobre la mal llamada vida de estos seres desprovistos del amor de Dios. Todo esto indicó que se hacía indispensable prescindir de estas no-personas, lo que se volvió una práctica cotidiana y se adquirieron diferentes estrategias para su aplicación con el transcurso del tiempo. Este modelo tuvo vigencia y marcó todo lo referente a la comprensión de la discapacidad, hasta muy adentrado el período renacentista, e inclusive hasta finales del siglo XIX. Con el devenir del tiempo nuevos elementos entraron en juego, a saber, el cristianismo como expresión de compasión y ayuda al prójimo, el desarrollo de la ciencia, especialmente las médicas, el descubrimiento de nuevos territorios y nuevas razas como los amerindios, momentos históricos como la revolución industrial, el desarrollo del sistema de asistencia social, entre otros. Estos eventos que marcaron el rumbo de la historia occidental siguieron etiquetando a esta población no apta para la producción, por tanto innecesaria. A lo interno de todo este modelo se desarrollan prácticas, que pueden ser denominados en palabras de Cencillo (1998) ritos, especialmente diseñados para atender y abordar a las personas con estas condiciones, por demás desventajosas. Dichas prácticas rituales, de una u otra manera, apuntaron hacia el


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ocultamiento, segregación, y hasta la eliminación física de esta población, muchas veces aplicadas en nombre de la iglesia y del amor divino y otras en nombre de la propia ciencia y como gesto humanitario. De esta manera, Agustina Palacios, junto a sus colaboradores, Romañach (2006) y Bariffi (2007), promueven la existencia de dos paradigmas o sub-modelos, a lo interno de este modelo tradicional, los cuales por su lado Casado y otros, no los señalan como tal, pero los caracterizan como parte de las prácticas comunes y actitudes socialmente racionales. Estos dos sub-modelos son:

Sub-modelo Eugenésico (Palacios y Romañach, 2006) Este período, según Palacios y Romañach, históricamente puede ubicarse en el período antiguo clásico, es decir, hacia el momento cúspide del imperio greco-romano. Esto indica que la visión sociológica existente era la teológica, razón por la cual al ser determinada la presencia de alguna discapacidad, significaba que existía un ser producto de la maldad diabólica, y que sería una carga para la familia y la sociedad en general, por lo que la mejor suerte que podía experimentar este ser era morir. En resumen, se hacía necesario prescindir de estas personas por medio de la eugenesia.

Sub-modelo de Marginación (Palacios y Romañach, 2006; Casado, 1991) Esta perspectiva puede ser ubicada posterior al modelo eugenésico, pues se inserta en ella una visión cristiana-religiosa, haciendo uso de preceptos como la lástima, la compasión, la benevolencia, la buena voluntad por ayudar al prójimo, sin embargo, los encargados de diagnosticar la presencia o no de una malformación producto de la naturaleza pecaminosa o de un hecho diabólico eran los sacerdotes y más adelante el médico. La aniquilación de capacidades y de valor humano estaba presente durante este sub-modelo, existiendo de igual manera un ser superior, un ciudadano de primera y de altos niveles jerárquicos en la sociedad, a saber, el sacerdote o médico, quien decidía sobre la vida de ese ser despreciable y desgraciado, lo que apuntaba a la segregación y exclusión total de la sociedad. A diferencia del sub-modelo anterior, en este por temor a Dios y el cumplimiento de sus mandamientos, la aniquilación física no estaba permitida, por ende la respuesta social era la exclusión y ocultamiento de las personas con discapacidad.


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A. 2.- Visión precolombina (Albarrán, 2015, basado en Torres, 2006) Hasta ahora todo lo descrito corresponde a un espacio territorial específico, a saber, el llamado Primer Mundo o Mundo Occidental. Sin embargo, de acuerdo a Jorge Torres, antes de la llegada de los portugueses, británicos y españoles, entre otros, a América, especialmente en Latinoamérica las formas de organizaciones sociales existentes, las cuales pasaron desde tribus nómadas, con escaso sentido de pertenencia a la tierra, con sistemas de producción basados en la caza y pesca, etc., a grandes asentamientos con establecimiento de jerarquías, clases sociales, división marcada del trabajo, nuevos sistemas de producción, es decir, evolucionaron hasta generar los famosos imperios americanos. Estos imperios, denominados reinos comunitarios, se desarrollaron durante el llamado período precolombino superior, y entre otras cosas se caracterizaron por la creación del tributo y de las familias tributarias, así: …El tributo constituido en una retribución social es un mecanismo de compensación de las relaciones sociales en función del mutualismo o la ayuda colectiva, la cooperación y la solidaridad (surgidas de la misma naturaleza de la sociedad tribal) y forma una asistencia social de reciprocidad gregaria… (Torres, 2006: 65).

En este contexto, la visión que se tenía del mundo era estrictamente mágicoreligiosa, sin dejar de lado la importancia de la tenencia de tierras, el sometimiento a los vencidos en las guerras, y la manutención de un sistema de ayuda mutua, colectiva e igualitaria. Es decir, según este autor y otros investigadores citados por éste, durante la América pre-colombina no existían filantropía, caridad o beneficencia, simplemente porque todos eran iguales socialmente. Esta igualdad referida a la satisfacción de las necesidades de todos, sin distingo de condición social, sexo, edad, ni capacidad. Esto contextualiza que en medio de los segmentos poblacionales vulnerables e improductivos se ubicaban a los impedidos físicos y enfermos, quienes ejercían roles de sirvientes, cuidadores de niños, acompañantes de ancianos. A pesar de ser etiquetados como parte de la población no productiva, las personas con discapacidad poseían derecho a disfrutar de los medios suficientes para satisfacer sus ―…necesidades básicas de alimento, vivienda, salud y educación fenomenológica, por el carácter de beneficio común de los excedentes de producción y la ausencia de propiedad privada sobre la tierra e instrumentos de trabajo…‖ (Torres, 2006: 67). Con este panorama, y debido al sistema de gobierno implementado, la visión hacia las personas con discapacidad durante la América precolombina, difiere de los sub-modelos europeos ya que, a pesar de permanecer situadas en un grupo


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poblacional denigrante, eran atendidos y les eran satisfechas sus necesidades, y de acuerdo a la investigación de Jorge Torres, no eran ocultados, segregados o excluidos, sino que permanecían dentro de las ciudades-imperios al servicio de los emperadores y de las familias tributarias.

B.- MODELOS CIENTÍFICOS

Una vez iniciado el proceso de lo que Sábato denomina ―el despertar del hombre Laico‖, el paradigma desde donde se comprende la sociedad y las relaciones que en ella se desarrollan sufre una revolución, como diría Inmanuel Kant, y emerge la ciencia como bastión principal del conocimiento y el saber. Es con el inicio del renacimiento cuando la humanidad se adentra en una nueva visión del mundo, esto mediante el reconocimiento del mismo hombre como ser con capacidad cognitiva y toma de decisiones. Este periodo Sábato (1951: 12) lo presenta de la siguiente manera: …Al despertar del largo ensueño del Medioevo, el hombre redescubre el mundo natural y al hombre natural, el paisaje y su propio cuerpo. Su realidad será ahora secular y profana, o tenderá a serlo cada vez más, pues una visión del mundo no cambia instantáneamente. Pero lo que importa es ver las líneas de fuerza que ocultamente empiezan a dirigir la orientación de una sociedad, la inquietud de sus hombres, la dirección de sus miradas; sólo así puede saberse lo que va a acontecer visiblemente varios siglos después...

Con este extracto es posible comprender como, a partir de la llegada del renacimiento, se inicia un largo proceso de cambio de comprensión del mundo, por ende de la discapacidad como realidad social y de la atención hacia las personas con esta condición. En ese enunciado despertar del hombre, las visiones científicas emergen y lo que antes solo tenía explicación y podía ser comprendido desde lo religioso ahora se concibe desde lo científico. En este tenor es generada la corriente positivista y poco a poco sus ramificaciones, tomadas como paradigmas. Un nuevo centro se establece en la sociedad, la razón científica. Lo que antes era cualidad ahora es cantidad, de esto, dice Sábato, resulta la ciudad cuya sociedad es dinámica, liberal y temporal. La rigidez con la cual se desarrollaban las relaciones en el mundo anterior, esas estrategias dogmáticas-religiosas comienzan a perder vigencia, para dar paso al dogma científico, donde todo es explicado y comprendido desde la ciencia y la tecnología, nada puede ser comprendido fuera de ella. Es allí donde radican estos modelos científicos de comprensión de la discapacidad.


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Cada modelo y propuesta de perspectiva, tiene sus particularidades y de acuerdo a sus autores corresponden a un momento histórico específicos, sin embargo, todos se sustentan en el mismo pivote, la ciencia, muy especialmente en la ciencia médica. No es sino a partir de siglo XIX, según Casado y otros (1990), cuando la persona pasa a ser considerada como objeto de estudio, y por medio del desarrollo de técnicas, estrategias y métodos, se inicia el proceso de normalización de las personas que se conservaban, por una y otra razón, fuera de la norma, de lo convencional, de lo aceptado por la ciencia. Entre las características de los modelos científicos, se encuentra el diagnóstico de la enfermedad del individuo y con ello la determinación de su discapacidad. El uso de tratamientos y demás estrategias médicas-asistenciales son determinadas por un grupo de especialistas, quienes buscaban el mayor beneficio de la persona quien a su vez se convertía en un ser productivo y beneficioso para el Estado. Otra característica es el cambio de terminología para referirse a las personas con discapacidad. Según Casado (1990), en estos modelos científicos, el individuo pasa a ser paciente, asistido, enfermo, discapacitado, minusválido, impedido, es decir, es un ser con características atípicas que tienen que ser mejoradas. Emergen las ayudas tecnificadas representadas por programas de caridad privados e institucionalizaciones, y se ejerció de manera reiterada la filantropía aplicada (Torres, 2006). Casado (1991), habla sobre la atención especializada y tecnificada, como un tipo de comprensión de la discapacidad, sin embargo, al comparar a los autores esta característica se presenta como un eje transversal de todos los modelos y perspectivas propuestos en este apartado, pues ―…El intervencionismo especializado y tecnificado es una concepción práctica que propicia la mejor calidad de atención a los individuos con menoscabo en los aspectos clínicos…‖ (Casado, 1991: 55).

B.1.- Modelo Médico Rehabilitador (Palacios y Romañach, 2006; Casado y otros, 1990; Palacios y Bariffi, 2007) Una vez iniciado el proceso de cambio de visión, emerge desde la conjugación de las ciencias médicas y las económicas, una perspectiva científica específica, la rehabilitación. Tomando como base el diagnóstico médico, las personas con discapacidad no son consideradas individuos con derechos, y especialmente el derecho a rehabilitarse, de esta manera ―…el tratamiento de la discapacidad se encuentra encaminado a conseguir la cura, o una mejor adaptación de la persona, o un


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cambio en su conducta…‖ (Palacios y Bariffi, 2007: 17); es decir, se requería convertir en un individuo útil a todo aquel que pudiese aportar económicamente a la sociedad, y la ciencia estaba al servicio de ese fin. En este modelo, la discapacidad se convierte en un problema, una limitación y un obstáculo, que requiere solucionarse, de manera que el individuo pueda ser un ciudadano y ejercer sus derechos, es decir, el individuo gozará de derechos solo cuando sea útil y él mismo pueda asirse de ellos. Casado (1990: 72) señala que ―…el problema se define como problema del individuo, pues es en su deficiencia y en su falta de destreza [de la persona con discapacidad] donde se localiza el origen de sus dificultades…‖ (corchetes nuestros).

B.2.- Perspectiva de prescindencia científica (Albarrán, 2012 basado en Suzanne E. Evans, 2001 y en Agustina Palacios y Javier Romañach, 2006) Hasta principios del siglo XX, con los avances científicos y el desarrollo de las ciencias sociales y humanas, asimismo la aparición de teorías sociológicas que permitieron la comprensión de las relaciones sociales, se dio inicio a un nuevo cambio paradigmático, donde el hombre estaba dejando de ser un objeto para transformarse en sujeto de y con derechos. Esto trajo como consecuencia la paulatina superación de concepciones y prácticas en torno a las personas y las relaciones sociales internacionales, entre las que se incluyó a la discapacidad y las personas con esta condición, sin embargo, eventos históricos posteriores desencadenaron el renacimiento de supuestas prácticas superadas y transformadas. Un evento que permitió este renacimiento de concepciones y prácticas hacia la humanidad en general, pero en este caso, hacia las personas con discapacidad fue la Segunda Guerra Mundial, específicamente, el nazismo desarrollado durante este período que marcó la historia contemporánea de la humanidad. Esta corriente ideológica fue definida por el propio Adolf Hitler el 12 de abril de 1922. …El nazismo da cauce a nuestra idea sobre la identidad de los conceptos nacional y social (...). (Por eso) lo llamamos nacionalsocialismo (...). Nacional significa, por encima de todo, actuar en unión, amando a nuestra gente en su conjunto e, incluso, si es necesario, morir por ello. Y, de igual manera, social quiere decir construir el Estado y la comunidad del pueblo, en la que cada individuo actúa en interés de la comunidad, convencido de la bondad y fortaleza de esta comunidad de gentes hasta el punto de estar dispuesto a morir por ella… (Solar Cubillas, 2011: 13).

En este tenor, el nazismo o nacionalsocialismo se oponía a las corrientes de origen marxista, liberal e individualista, características que asociaban con el


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pueblo judío. Asimismo, éstos fueron considerados como externos a la raza alemana, por ende no podían gozar de privilegios ni de los recursos que el país brindaba, por tanto emerge el racismo como línea de pensamiento hitleriana, sustentado en la superioridad de la raza aria3. Con estos ideales, los nazis, liderados por Hitler establecieron un conjunto de objetivos de su ideología ―……erradicación de los partidos de ideología marxista; expulsión de los judíos; eliminación de gentes inferiores, unos por sus minusvalías (enfermos incurables y deficientes mentales)…‖ (Solar Cubillas, 2011: 14-15) (cursivas nuestras). En función de estos objetivos que fueron estructurados los nazis fueron desarrollando e instaurando políticas extremistas, ejecutadas por medio de diferentes programas, entre los que destacan los de exterminio de las razas inferiores. Pero ¿qué ocurrió con las personas con discapacidad? ¿Cómo concibió el nazismo a la discapacidad? Suzanne Evans, expone en su libro Delitos Olvidados (Forgotten Crimes) (2001), que durante este período histórico se conjugaron una serie de prácticas en torno a las personas con discapacidad, siempre en función de un norte, alcanzar la ―perfección de la raza‖, lograr un ―hombre perfecto‖. De acuerdo a diferentes autores expertos e investigadores del área de la discapacidad, durante las primeras décadas del siglo XX la visión hacia la discapacidad como condición humana se encontraba impregnada de los avances científicos y tecnológicos. Así, Erick Hobsbawn (1998: 22), caracteriza al siglo XX como un mundo que ―…está dominado por una tecnología revolucionaria que avanza sin cesar, basada en los progresos de la ciencia natural que, aunque ya se preveían en 1914, empezaron a alcanzarse mucho más tarde…‖. Dentro de estos avances se cuenta con las ciencias sociales, sin embargo, investigaciones muestran cómo durante el período nazi se revivieron y generaron prácticas, algunas aparentemente superadas, hacia la especie humana y de manera especial, hacia las personas con discapacidad. Prácticas aplicadas por medio de los diferentes programas de exterminio son conocidas y han sido analizadas, pero en las personas con discapacidad ¿cómo y por qué se aplicaron? Para los nazis, como ya se enunció, todo aquel que no pertenecía ni se enmarcaba en su ideal o patrones preexistentes, en este caso particular a la llamada búsqueda de la raza aria, no era humano por ende no merecía vivir, inclusive según Evans (2001), en la Alemania nazi, las personas con discapacidad tenían que hacerse merecedoras de la vida, de lo contrario terminarían siendo exterminadas. 3

Ario (a): se dice del individuo perteneciente a un pueblo de estirpe nórdica, supuestamente formado por los descendientes de los antiguos indoeuropeos (RAE, 2001: 137).


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Durante el período nazi, se revivió una concepción olvidada por muchos, la prescindencia de lo diferente, pero con características novedosas, pues el uso de avances tecnológicos e inclusive términos médicos se conjugó desarrollándose una visión híbrida, a la que se propone llamar Prescindencia Científica. Caracterizando un poco esta visión, se puede decir que: Las personas con discapacidad fueron consideradas como una carga para el Estado y no eran seres completos, por lo tanto su supervivencia carecía de sentido, eran ―cáscaras vacías‖ (Evans, 2001). Esta visión fue instaurada en el imaginario colectivo alemán desde el pre-holocausto. Se aplicaron programas de eugenesia (Aktion T-4)4 e institucionalizaciones forzosas de las personas con discapacidad. Esta práctica fue aplicada basada en experimentos médicostecnológicos, ya no como en la antigüedad sino con gases venenosos, inyecciones letales, etc. En este momento no eran ni reyes ni sacerdotes los encargados de decidir quién estaba apto para vivir, sino los médicos. Cabe destacar que las personas con discapacidad que no fueron exterminadas en su totalidad durante el pre-holocausto, las que eran consideradas aptas se utilizaban como animales de carga, obligándoles a trabajos extremos, en condiciones infrahumanas, explotados físicamente hasta causarles la muerte. Hitler y su equipo propusieron una visión sobre la discapacidad no desde bases teóricas sino de prácticas planificadas, ejecutadas y hasta evaluadas para su posterior mejoramiento, que formaban parte de su macabro plan totalitario, éstas poco a poco se cimentaron en el imaginario alemán y se convirtieron en acciones naturales, en costumbres, las cuales eran vistas como cotidianas. Actos eugenésicos, institucionalizaciones forzadas, discriminación, marginación, experimentos en nombre de la ciencia y del progreso, rehabilitaciones para hacerles útiles y demás prácticas vividas por las personas con discapacidad desde la edad antigua fueron puestas de manifiesto durante el holocausto, en pleno siglo XX. En este contexto se propone la perspectiva de la discapacidad desde la prescindencia científica pues se considera que en esta confluyen los principios fundamentales de las perspectivas de prescindencia, ubicada dentro de los modelos tradicionales de la discapacidad y el médico rehabilitador, correspondiente a los modelos científicos. Esta propuesta de perspectiva reúne las siguientes características: -

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Percepción del individuo con discapacidad: ser incompleto, inservible, no productivo, imperfectos, débiles. Eran cáscaras vacías, por tanto no aportaban nada positivo a la sociedad. Por sus condiciones se consideraban se-

Programa de eutanasia aplicado por los nazis. En septiembre de 1939, Hitler firmó un memorando secreto donde encargó a Philip Bouhler y al Dr. Karl Brant, su médico personal, para la aplicación de la llamada muerte por misericordia a los pacientes considerados enfermos incurables (Evans, 2001).


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res enfermos, lo que era contra natura y ponían en riesgo la perpetuación de la raza aria, la raza pura. Aquellos que eran calificados como útiles no tenían derecho más allá que el de servir como muestras de experimentos y como esclavos, explotados para alcanzar los objetivos del gobierno. Como seres imperfectos sus genes debían ser eliminados por tanto no eran aptos para reproducirse. -

Implicaciones prácticas: exclusión, marginación, institucionalización, explotación física y sexual, eliminación, experimentación, esterilización.

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Sustentos teóricos: Paradigma Científico (positivismo). Ideología Nacionalsocialismo. Desde la teoría económica son seres improductivos negativos para la economía del Estado.

B.3.- Modelo Médico Moderno (Dell`Ano y otros, 2004; Aramayo, 2005 y 2010; Egea, C. y Sarabia, A., 2004) Este modelo es uno de los más utilizados y vigentes en muchos países, a pesar de presentar algunas especificidades de acuerdo a las características de cada sociedad, en términos generales representa el uso de la medicina como elemento único para retornar a las personas a sus desempeños sociales autónomos, entre los que destacan los roles productivos (O`Sullivan en Dell´Anno y colaboradores, 2004: 81). Esta visión corresponde exclusivamente a lo que se ha denominado Modelo Médico Moderno. El mencionado modelo de concepción de la discapacidad surge a partir de la mitad de siglo XX un nuevo avance en la interpretación de esta realidad. Dicho avance está representado por el accionar desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), en materia de discapacidad, la que propuso por primera vez un ―…instrumento para clasificar las enfermedades, traumatismos y otros trastornos…‖ (Aramayo, 2005: 40). En esta renovada visión del modelo médico se incluyen otros elementos no contemplados anteriormente, entre ellos el entorno físico y social en el proceso discapacitante (Aramayo, 2005). No es menester en este apartado detallar cada elemento, implicaciones prácticas y sustentos teóricos de este importante modelo, simplemente se hace obligatorio enunciar las características generales y su proyección en la actualidad, pues los aportes sustanciales que OMS viene desarrollando en materia de discapacidad marcan pauta a nivel mundial. Por medio de la condensación de términos y el establecimiento de la Clasificación Internacional de Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) (2001), en sus diferentes versiones, en conjunto con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), constituye


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un visión médica holística e integral de la discapacidad, conservando siempre un sesgo médico-asistencial por la misma naturaleza de la organización. De acuerdo a Egea y Sarabia (2004), con la CIF, la OMS cambia significativamente su visión sobre la percepción de la discapacidad, al enfocar su objetivo en la salud y los estados relacionados con ésta, mientras que anteriormente se enfocaba en las consecuencias de la enfermedad. Es decir, el término enfermedad es sustituido por el de condiciones de salud, lo que abre la visión bio-médica a una más bio-psico-social. Otros de los elementos indispensables de conocer al describir el Modelo Médico Moderno, es la cantidad de componentes de medición que presenta, a saber funciones corporales, estructuras corporales, actividades y participación además de factores contextuales. Esto logra desarrollar una visión positiva de la salud, al ser descrita ―…por las funciones y estructuras corporales, la actividad y la participación. La salud en forma negativa lo será por las deficiencias, las limitaciones en la actividad y las restricciones en la participación…‖ (Egea y Sarabia, 2004: 10). Por su parte, Dell´Anno y colaboradores (2004), plantean como dentro del actual modelo médico de la discapacidad, el cual ellos denominan modelo medicalizado, entran en juego tres actores fundamentales, a saber, el asistente, el paciente o asistido y la sociedad, lo que en el modelo médico anterior se limitaba a asistente-paciente o asistido. Por asistente, se conoce a aquel que asiste a otro, en este caso el médico y demás miembros del equipo, quien de acuerdo a Dell`Anno, se encarga de diagnosticar, decidir y dirigir los tratamientos. Estos son recibidos por los pacientes o asistidos, quienes tienen la obligación de cumplir con las indicaciones dadas por los profesionales tratantes; el paciente es considerado ―…un sujeto pasivo, dependiente y obediente…‖ (Dell`Anno y colaboradoes, 2004: 83). Por último, y lo que es visto como novedad para este modelo médico moderno, es la participación de la sociedad, representada por la familia, es decir, por un nivel micro. Oliver citado por Aramayo (2005: 64), concluye que las características de este modelo pueden resumirse en: concepción de la discapacidad como una tragedia personal (discapacidad=impedimento), lo que se convierte en un problema que requiere tratamiento (cura) por medio de la medicalización que es dominada por personas especializadas, quienes suelen ser personas que no viven en condición de discapacidad, por ende su percepción situacional es unilateral. Las personas con discapacidad experimentan un proceso de ajuste, de identidad individual, de prejuicios y actitudes negativas, así como también de cuidados por parte de la sociedad, que a su vez ejerce el control sobre las vidas de estas per-


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sonas quienes al final requieren, de manera obligada, vivir un proceso de adaptación individual.

C.- MODELOS SOCIALES O CONSTRUCTIVISTAS

A partir de la culminación de la Segunda Guerra mundial la visión de la humanidad hacia ella misma inicia un proceso de cambio y transformación, prueba de ello es la creación de Organizaciones como las Naciones Unidas (ONU) y Estados Americanos (OEA). Este cambio paradigmático tiene sus efectos en las relaciones intersubjetivas a nivel planetario y se inicia el camino hacia el establecimiento de normas de convivencia y la preservación de la especie humana por medio del cumplimiento de los derechos, que como seres vivos poseen los individuos, indistintamente de sus características propias (Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948). Es menester reconocer como esta visión de ―ciudadanos con derechos‖ se inserta en todas las esferas de la vida cotidiana, de lo que no escapa la discapacidad y las personas con esta condición. De acuerdo a Dell´Anno y colaboradores (2004: 86), en este modelo se dejó de: …atender aspectos meramente personales de las limitaciones psicofísicas, e incorporó otras que hacían a la relación del discapacitado [sic] con los demás a través de la educación, el trabajo, la producción, la recreación, las comunidades y demás actividades a esta nueva visión de la participación…

Esta impresión de esta autora y sus colaboradores hace referencia a su propuesta del modelo socializado de atención a las discapacidades, pero que por ser considerado un elemento transversal de todos los modelos sociales o contemporáneos de comprensión de la discapacidad, es tomado como característica generalizada. En tal sentido, este grupo de perspectivas de comprensión incluyen mayor cantidad de elementos que van no solo a lo intrínseco del ser humano sino a lo extrínseco. En esto se destaca la medición del nivel de participación de la población con discapacidad en la sociedad. Asimismo, según Palacios y Bariffi (2007), esta participación es mermada no por las propias características del individuo sino por el entorno, el cual genera un conjunto amplio de barreras, tangibles e intangibles, que se convierten en las verdaderas limitaciones de las personas con discapacidad. El desarrollo de estos modelos parte desde mediados del siglo XX y se extiende hasta la actualidad, siempre utilizando como fundamento la lucha por el


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cumplimiento de los derechos humanos de las personas con discapacidad, por tanto éstas son consideradas a partir de este momento socio-histórico, ciudadanos, sujetos de derechos. Así, Barnes citado por Palacios y Romañach (2006: 49), sitúa los primeros pasos de estos modelos en la lucha estadounidense por los derechos civiles, lo que gestó el apoyo mutuo, la desmedicalización y la desinstitucionalización, de las personas con discapacidad. Entre las características generalizadas de estos modelos, según Dell´Anno y colaboradores (2004: 92), destacan la utilización de tres ejes de análisis, a saber, ―…de las funciones corporales; el de las actividades; y el de la participación...‖. Las primeras hacen referencia a la existencia o no de ―deficiencias” fisiológicas o anatómicas, al estudiarlas a la luz de la ejecución o no de actividades por parte de las personas se mide la capacidad de éstas para su conducción cotidiana, la cual si se ve afectada negativamente por las deficiencias, diagnostica la presencia de limitaciones en la actividad. Continuando con esta autora, el último eje de estudio permite determinar la participación, sus limitaciones y nivel por parte de las personas. Ahora bien, ―…cuando una persona tiene deficiencias funcionales o estructurales, limitaciones en la actividad, o restricciones en la participación, entonces se habla de la existencia de discapacidad…‖ Dell´Anno (2004: 92). En este proceso intervienen tres actores, a saber, los asistentes, los asistidos y la sociedad pero desde el nivel mesosistema. En este tenor, la relación asistente-asistido (personas con discapacidad), es mucho más horizontal y la participación de los asistidos conlleva a la determinación del tratamiento a seguir, y el auto-consentimiento de su consecución. Por otro lado, la participación activa y directa de la sociedad no se encuentra representada solo por la familia. La sociedad está representada por la participación de actores ubicados en el nivel social meso. Esto indica que, para los modelos sociales o contemporáneos, la discapacidad traspasa el ámbito individual, y se traslada a los elementos que conforman a la sociedad, quienes son los responsables del establecimiento de barreras, no permitiendo la participación de las personas. Asimismo, las mismas dejan de ser concebidas como sujetos neutros y autómatas, por el contrario participan y son invitados a intervenir en la toma de decisiones que les compete.

C.1.- Movimiento de Vida Independiente o de Autonomía Personal (Palacios y Romañach, 2006; Casado y otros, 1990; Egea y Sarabia, 2004) Hacia los años 70 y basado en la lucha por el cumplimiento de los derechos humanos, se gestó un movimiento denominado Vida Independiente (MVI) en los Estados Unidos de Norteamérica, el cual se convirtió en un principio filosófico


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que se trasladó a países como Canadá, Suecia, Inglaterra y España, espacios donde adquirió la connotación de autonomía personal. Diversos autores conceptualizan y caracterizan esta perspectiva de comprensión de la discapacidad. Muchos de éstos han servido como fundamento para los investigadores utilizados para este acercamiento teórico de una taxonomía integrada, de esta manera Palacios y Romañach (2006: 52), citando a Shapiro indican que este movimiento se genera el día en el cual Ed Roberts llegó al campus de la Universidad de California (Berkeley-USA). Roberts, representó un ícono a la constancia y perseverancia de las personas con discapacidad, pues haciendo uso de su condición de sujeto de derechos con discapacidad físico-motora severa alcanzó integrarse al sistema educativo estadounidense. Un hecho realmente significativo fueron las condiciones en las cuales esta persona alcanzó sus metas empoderándose de su propia toma de decisiones y valiéndose de sus derechos como ser humano. Otra de las características que se dieron cita en esta perspectiva, es la exigencia de acondicionar y adaptar el entorno en materia de accesibilidad. Siguiendo lo planteado por Palacios y Romañach (2006), el MVI permitió que se establecieran alianzas entre las personas con discapacidad para alcanzar mejoras en la accesibilidad, en tal sentido, estudiantes con diferentes tipos de discapacidades, cercanos a Ed Roberts, se unieron creando comunidades en defensa de sus derechos. Todas estos elementos fueron asumidos por parte de la comunidad internacional como fundamentos para el desarrollo de sus propias luchas, adecuándolo a sus realidades, convirtiéndose en principios ideológicos y tal como lo señala Casado y colaboradores (1990), fueron asumidas por diferentes iniciativas que existían en Europa. En términos generales, Casado (1990: 829) señala que: …Este movimiento incide mucho en la lucha por la supresión de todo tipo de barreras físicas y sociales y ha supuesto la reconquista de la propia dignidad para muchas personas que sin ese apoyo mutuo y sin esas que podríamos llamar ―técnicas de emancipación moral‖ nunca hubieran llegado a independizarse de las instituciones o a manejarse realmente como adultos en una sociedad competitiva…

Esta cita demuestra como en el viejo continente los llamados principios ideológicos fungieron como catalizadores para la lucha por la independencia de las personas con discapacidad, pero ya no para ser integrados al sistema educativo sino integrarse a la sociedad mediante la desinstitucionalización, fundamentados en su autonomía personal; sin embargo, la característica principal de esta vertiente es la consecución de la vida independiente como objetivo fundamental (Egea y Sarabia, 2004), centrada en la toma de decisiones y el respeto de la sociedad.


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Esta perspectiva se sustenta en: …Principios básicos sobre los que se fundamenta la filosofía de vida independiente, son: Derechos humanos y civiles; auto-determinación; auto-ayuda (apoyo entre iguales); posibilidad para ejercer poder (empoderamiento); responsabilidad sobre la propia vida y acciones; derecho a asumir riesgos; y, vivir en la comunidad. Pilares en los que se basa la filosofía de vida independiente a nivel mundial, son: Toda vida humana tiene un valor; todos/as, cualquiera que sea su diversidad, son capaces de realizar elecciones; las personas con diversidad funcional lo son por la respuesta de la sociedad a su diversidad física, intelectual y sensorial y tienen derecho a ejercer el control de sus vidas; las personas con diversidad funcional tienen derecho a la plena participación en la sociedad... (Jenny Morris, en Foro de Vida 5 Independiente y Divertad , 2014).

C.2.- Modelo Social o Constructivista (Oliver en Barton, 1998; Palacios y Romañach, 2006; Aramayo, 2005; Dell`Ano y Otros, 2004; Verdugo Alonso, 2001; Palacios y Bariffi, 2007; Eroles, 2002) Como es comprensible, al develar la existencia de una nueva visión de la discapacidad, dentro de la que se cimenta la construcción de las condiciones de la discapacidad por la propia sociedad, este tema adquiere una mayor complejidad, pues no solo considera los aspectos médicos como tales, sino que se entremezclan un conjunto de factores que determinan a la discapacidad (Eroles, 2002). Para Eroles, bajo esta visión, la discapacidad deja de ser un atributo del individuo y pasa a ser el resultado de la conjugación de diferentes barreras físicoarquitectónica, comunicacionales, entre otras. Este modelo, adicional a presentar las características generales de todos los modelos sociales o contemporáneos (como se han llamado en esta investigación), se distingue por la participación del cerco social como factor discapacitante, por lo que esta condición es una construcción del medio que oprime a las personas con ciertas características, por lo que el factor rehabilitación tiene que ser aplicado al entorno, no a los individuos afectados por este (Oliver en Barton, 1998: 35). Esta opresión, según Barnes en Barton (1998: 63), ―…desde una visión materialista de la historia, Vic Finkelstein (1980) (…), afirma que la incapacidad es un producto del desarrollo de la sociedad industrial occidental…‖. Más adelante, este mismo autor señala que la opresión si bien es cierto surge del desarrollo de sistemas como el capitalista, es decir, desde la concepción materialista del mundo occidental, también es cierto que la misma es generada desde las relaciones 5

La palabra Divertad es una palabra inventada por los integrantes del Foro de Vida Indepenciente y Divertad español, surge de la unión de las palabras dignidad y libertad, objetivos a los cuales apunta el Foro (forovidaindependiente.org).


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intersubjetivas, sustentadas en las fuerzas metafísicas y estructurales, desde donde éstos actúan en torno a las personas con discapacidad. Esta visión de Barnes contrasta con la presentada por Oliver, constituyendo entre ambas el modelo social o constructivo, integral de comprensión de la discapacidad. Un aporte significativo a la construcción de este modelo lo proporcionó la Unión de Impedidos Físicos contra la Segregación (UPIAS), en inglés Unión of the Physically Impaired Against Segregation. Esta organización, según lo citado por Aramayo (2005: 56) surge en el año 1966, mediante la unión de un grupo de personas con discapacidades, quienes: …cuestionaron las creencias acerca de que la causa de su dependencia estaba en la atención de los servicios que recibían. Se consideraban capaces de controlar sus propias vidas y concluyeron que la dependencia era el resultado de las barreras discapacitantes, más que el resultado de cualquier impedimento personal o condición física o mental…

Esta visión novedosa para ese momento socio-histórico, aunado a los principios ideológicos estadounidenses sobre la vida independiente, permitieron iniciar y continuar la caracterización del modelo social, propiamente dicho. Este cambio paradigmático marcó una ruptura con la visión médica precedente, resumido esto por Aramayo (2005), cuando utilizando los aportes de los autores enunciados en este apartado y otros tantos, pero especialmente en la perspectiva de Oliver, expresa que, el modelo se caracteriza por la existencia de opresión social sobre las personas, lo que genera realmente la discapacidad, la que se convierte en un problema social. Este problema social exige un cambio de acción, también social, es decir, una transformación que apunte hacia la autoayuda y el asumir las responsabilidades tanto individuales como colectivas de la situación. Por otro lado, este modelo exige el respeto y la atención hacia las experiencias de las propias personas con discapacidad. Muchos otros autores han ofrecido un aporte a este modelo, sin embargo, no es menester ampliar más de lo señalado hasta aquí como características esenciales del mismo, desde donde se pueden determinar sus implicaciones prácticas y fundamentos teóricos-epistemológicos. Sin embargo, es preciso destacar la visión como modelo de construcción social que Miguel Ángel Verdugo Alonso (2001: 01), ofrece a esta concepción de la discapacidad. Este investigador, basado en Schalock (1997) presenta que el modelo ―…define el significado y consecuencias de la misma [la discapacidad] de acuerdo con las actitudes, prácticas y estructuras institucionales más que por las deficiencias en sí…‖. Presentando aquí un elemento fundamental para la verdadera comprensión de la discapacidad, las instituciones; estas representan los brazos ejecutores del Estado, por medio del desarrollo de programas y proyectos, en este caso, en materia de


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discapacidad, por lo que el accionar desde éstas contribuye a la construcción de barreras y obstáculos, que cercenan los derechos de estas personas, creando las condiciones discapacitantes. En función de esta situación surgieron luchas sociales en pro de la defensa de los derechos de las personas con discapacidad.

C-3.- Modelo Minoritario (Verdugo, 2001) Tomando como referencia a Verdugo, se presenta una breve caracterización de este modelo, enmarcado en las perspectivas sociales o contemporáneas de la discapacidad. Para la conceptualización de esta visión, el autor se sustenta en autores como Barnes, Mercer y Shakespeare (1997), Schalock (1997), Valmaseda (1995), Olkin (1999), entre otros. En esta investigación, el modelo minoritario representa un punto importante, pues el mismo se sustenta en la discriminación a la que el grupo de personas con discapacidad es sometido, por el hecho de ser diferentes y de optar por realizar sus prácticas cotidianas de manera distinta a las convencionalmente establecidas. En función de esto, las personas con discapacidad son consideradas pertenecientes a un grupo minoritario como lo son los indígenas, los homosexuales, y demás segmentos poblacionales que en sí mismos viven con desventaja para el cumplimiento de sus derechos humanos. Estos autores consideran que la única manera de alcanzar mitigar la vulnerabilidad de los derechos de estas personas, es por medio de la acción colectiva de autoayuda y de intervención desde los grupos de acción política. En función de esto es posible considerar la proclamación de diferentes acuerdos internacionales que emergieron durante las décadas de los 70 y 80, donde se promovían los derechos humanos en grupos vulnerables, los cuales se encontraban siendo violados a nivel mundial. Es así como el 20 de diciembre de 1971 se proclamó la Declaración de los Derechos del Retrasado Mental, 20 de diciembre de 1975, la Declaración de los Derechos de los Impedidos y en el año 1981 se Proclama como Año Internacional de los Impedidos, con el tema ―Participación Plena‖ (ONU, 2000; ONU, 2002). En estos y otros tantos instrumentos signados en el seno de las más importantes y representativas organizaciones internacionales, el modelo minoritario de la discapacidad cobra fuerza, pues debido a la vulneración de los derechos de esta población, las naciones han establecido acuerdos para velar por el cumplimiento de los mismos, fundamentados en que (Kofi Annan, 2002: XV): ...Los derechos humanos son el fundamento de la existencia y la coexistencia humanas. Son universales, indivisibles e interdependientes. Y están en el centro de


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todo lo que las Naciones Unidas aspiran a conseguir en su misión mundial de paz y desarrollo…

Las personas con discapacidad, según la propia ONU (2000), desde siempre han estado en permanente riesgo de exclusión, segregación, discriminación y marginación, por ende por ser un grupo vulnerable y minoritario, desde la creación de la organización se vienen estableciendo los acuerdos enunciados, para mejorar la calidad de vida de esta población. Dichos acuerdos no solo instan a las naciones a tomar medidas pertinentes, sino a la creación de instituciones adecuadas que velen por el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad; esto no es otra cosa que las implicaciones prácticas de la comprensión de la discapacidad desde este modelo minoritario, a saber, lo referido a la activación de grupos de acción política y la acción colectiva de autoayuda.

C.4.- Perspectiva desde la Accesibilidad (Casado, 1991; ONU, 2006) Demetrio Casado, presenta una propuesta de comprensión de la discapacidad, que al igual que el resto de los modelos sociales o constructivos, se fundamenta en el cumplimiento de los derechos humanos, inclusive desde la búsqueda de la vida independiente y la autonomía personal de esta población. Este modelo puede ser visto como un elemento complementario del movimiento de vida independiente. Su perspectiva se enfoca en lograr desarrollar una sociedad libre de barreras, no solo físico-arquitectónicas sino también psicológicas y actitudinales. En función de ello las personas con discapacidad pueden efectivamente ejercer su ciudadanía y podrán convertirse en portadores de derechos. En este tenor, el autor citado promueve la creación de equiparación de oportunidades, lo que para ese momento complementaría el objetivo principal proclamado por la ONU en su declaración de 1981 sobre el Año Internacional de los Impedidos, a saber, la búsqueda de participación e igualdad plena. Esta perspectiva es posible relacionarla íntimamente con el establecimiento de la accesibilidad plena como eje transversal del cumplimiento de los derechos humanos de las personas con discapacidad, dentro de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la ONU, el 13 de diciembre de 2006, en su periodo de sesiones No. 61, por resolución 61/106, donde se expone en su artículo 09, que se considera accesibilidad a las medidas pertinentes que los Estados deben tomar para: …asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, al entorno físico, el transporte, la información y las comunica-


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ciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urbanas como rurales. Estas medidas, que incluirán la identificación y eliminación de obstáculos y barreras de acceso…

En este sentido, comprender la discapacidad desde la perspectiva de la accesibilidad es vislumbrar una sociedad libre de barreras en todo sentido, lo que la ONU reúne en tres áreas fundamentales y amplias, a saber, entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones. Es decir, las medidas tienen que estar dirigidas a los aspectos: -

Movilidad: indica desplazarse y trasladarse, con facilidad sin barreras ni obstáculos, por tanto la accesibilidad tiene que estar presente en los diferentes espacios físicos ya sean públicos, privados o privados de uso público. Asimismo, los medios de transporte tienen que estar adaptados para el uso común de cualquier persona, lo que incluye a las personas con discapacidad. En este grupo es posible incluir el desarrollo y dotación de ayudas técnicas como medio facilitador de la movilidad humana.

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Comunicación: este aspecto incluye lo referente a las medidas que deben aplicarse para la trasmisión de la información a todas las personas. En este grupo se promueve el uso de las tecnologías de la información y comunicación, lo que permite un verdadero y eficiente acceso informativo para las personas con discapacidad.

-

Comprensión: está referida al uso de los códigos y protocolos necesarios para descifrar el mensaje, de tal manera que se cuente con una comunicación efectiva. En este tenor el uso del lenguaje braille, la lengua de señas y la lectura fácil se hace fundamental para alcanzar los objetivos. C.5.- Modelo Mercantilizado (Dell`Anno y otros, 2004)

Esta propuesta de modelo está centrada en los efectos del sistema económico capitalista neoliberal en la población. Estos constructos hacen referencia a la sociobiología, disciplina encargada de estudiar las bases biológicas de la conducta social. Como hipótesis plantea ―…que los comportamientos sociales poseen una base genética; que ésta tiende a perpetuar la especie mediante la selección de los más aptos, y que los procesos evolutivos favorecen tales conductas…‖ (Dell`Anno y otros, 2004: 98); estos autores más adelante señalan que esta hipótesis se desprende de un enfoque darwinista para la selección de los miembros de la sociedad. Es decir, de acuerdo a esta visión, la concepción de la discapacidad dependerá de la existencia de los recursos económicos en el Es-


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tado, pues es éste quien se encuentra en la obligación de atender los satisfactores de las necesidades básicas de la ciudadanía. Ahora bien, esta visión plantea que según la existencia o no de recursos, el Estado institucionaliza la práctica de la discriminación positiva, la cual beneficia a los más vulnerables, gracias a preceptos generalizados como equidad, justicia social, emancipación, etc., bajo este modelo neoliberal mercantilizado ya no se aplica, pues el objetivo es atender la mayor cantidad posible de personas, casos, eventos, pero al menor costo, lo que tiende a disminuir la calidad del préstamo de servicios por parte de las instituciones del Estado. Según Dell`Anno y colaboradores, la visión de la sociedad es economicista, reconociendo que son las propias actitudes de las personas las que reglamentan la perpetuación de la especie mediante de la aplicación de estrategias exitosas y utilitarias de asistencia sanitaria que pasa a depender de los recursos disponibles. Es así como se discrimina en dos este modelo, pues según el nivel de riqueza o no de la nación la comprensión y atención a los grupos vulnerables, en este sentido los autores señalan características generales de grupos de países, sin referirse a una u otra, de manera particular. En este contexto mercantilizado, la discapacidad se genera ―…de un entorno social estructurado a la hora de ajustarse a las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos con carencias, más que de la incapacidad de los individuos para adaptare a las exigencias de la sociedad…‖ (Hahn, H., citado por Barton, 1998:04). Mercantilizado con riqueza Tomando en cuenta a la sociedad como creadora de las condiciones de la discapacidad, cuando en ésta existe abundancia económica, es decir, riqueza financiera, la discapacidad es vista como una condición superable y adaptativa a la realidad, mediante el uso de los tratamientos y las ayudas técnicas necesarias. De esta manera, las personas con discapacidad en esferas social mercantilizadas con riqueza experimentan un proceso de adaptación y rehabilitación, lo que les permites ser seres sociales activos, y luchadores de sus derechos, otorgados en las leyes. En este tenor, Dell´Anno y colaboradores (2004: 100) presentan que: …a los ciudadanos discapacitados [sic] pertenecientes a niveles socioeconómicos medio-alto o alto, el modelo mercantilizado les ofrece posibilidades asistenciales, de autorrealización personal y de participación social mucho más favorable…

En conclusión, se puede comprender que de acuerdo a esta perspectiva, la discapacidad desde el modelo mercantilizado, específicamente en países con


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amplio poder adquisitivo, es vista como una condición más, causada por la misma sociedad quien genera un conjunto de barreras, pero que por medio de la inversión económica, las mismas son superadas fácilmente. Mercantilizado con pobreza Esta otra cara de la moneda describe como debido a los principios económicos de libre mercado, entre los que destacan la globalización, muchas naciones han sido afectadas, quedando al margen de la riqueza un gran número de países, los que no pueden competir en el mercado internacional, lo que al final apunta a la disminución de sus recursos económicos, adquisición de deudas y en resumidas cuentas generalización de la pobreza. En este modelo ―…las razones económicas privan sobre las sanitarias, por lo que se deja de lado aquel alto riesgo…‖ (Dell´Anno, 2004: 104), que genera contra la población más vulnerable. La discapacidad desde este modelo, es concebida y comprendida, como una causa justificada de exclusión, lo que se enuncia como darwinismo social, o en otras palabras ―supervivencia del más apto‖, siendo así para este modelo las personas con discapacidad, son personas ―discapacitadas‖ por lo que no poseen ningún tipo de capacidad para desarrollarse. Por otro lado, la poca intervención del estado aunada a la falta de recursos, sustentan la ejecución de programas asistenciales selectivos, es decir, solo son aplicados a aquellos casos donde el pronóstico médico es alentador.

D.- MODELOS EMERGENTES

Martínez Miguélez (2009: 18-19), señala: …Hoy (…) sabemos que no podemos buscarle soluciones únicamente económicas a los problemas económicos, ni soluciones únicamente políticas a los problemas políticos, ni soluciones únicamente sociales a los problemas sociales. En todos los campos se constata que la mayoría de los problemas no pueden resolverse al nivel en que vienen planteados, que su naturaleza forma como un rizoma complejo de muy variadas interacciones…

Esta visión del autor permite comprender que la compleja realidad por la que transita el mundo en general ha dejado como obsoletas perspectivas simplistas, básicas y/o unidireccionales. En los actuales momentos, a inicios del siglo XXI, muchas visiones paradigmáticas han perdido vigencia, no dando respuestas acertadas a la realidad cambiante, dinámica e incierta. Esta complejidad es de notoria presencia dentro del campo de las ciencias sociales, en las cuales su objeto de estudio es multiparadigmático (García Ferrando, 1978 citado por Bericat, 1998: 20). Por ende, para acceder a la comprensión global, integral y holísti-


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ca, se requiere estar sobre ―cúspides de conocimiento‖ amplias y actuales (Campbell, 1999: 15), que permitan esa visión adaptada al momento histórico. Es así como son requeridas, dentro del campo de la comprensión de la discapacidad, nuevas visiones, modelos, perspectivas y teorías, que faciliten un nuevo cuerpo de elementos epistemológicos para comprender las causas de la discapacidad, a través de las llamadas teorías de alcance medio, y con ello las experiencias que en torno a ésta se viven. En resumidas palabras, se requieren visiones emergentes, permitiendo pensar diferente sobre esta realidad, cada vez más compleja y dinámica. A partir de las consideraciones señaladas y de acuerdo a los elementos y perspectivas novedosas que presentan, se han seleccionado cuatro perspectivas de compresión de la discapacidad, sin pretensión de convertir esto en un único e inalterable grupos de modelos, los cuales poseen entre sus características comunes el uso de constructos sociales integrados y de uso de otras visiones y modelos; la participación activa de los actores principales, es decir, las propias personas con discapacidad; la generación desde estudios locales bajo características socio-antropológicas muy específicas, pero con proyección generalizable. Por otro lado, en este grupo se presenta una propuesta que utiliza un enfoque de comprensión de la discapacidad ya utilizado pero en este caso se pretende exponerlo como enfoque de esta condición, bajo la denominación Modelo Ecológico de la Discapacidad.

D.1.- Modelo social desde la perspectiva político-social (Aramayo, 2005) Una de estas nuevas propuestas, basada en el modelo social, es la adaptación a la realidad venezolana, promovida por el Dr. Manuel Aramayo (2005), quien propone una perspectiva político-social de la discapacidad. Esta perspectiva trasciende lo personal y enfoca a la discapacidad como un problema social, donde el Estado, debe escuchar a la población con discapacidad y permitir que ésta participe activamente en las acciones emprendidas en torno a políticas, programas, etc., dirigidas a la misma. Aramayo (2005), establece un conjunto de premisas para construir el modelo social venezolano de la discapacidad, entre los que se señala su concepción socio-histórica, la aceptación de la coexistencia del modelo médico 6 y del social, 6

―…En este modelo, y tratándose del campo de la medicina, ya no se habla de dios o diablo, divino o maligno, sino que se alude a la diversidad funcional [discapacidad] en términos de salud o enfermedad…‖ (Palacios y Romañach, 2006: 44).


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la visión de la discapacidad como problema social, y el establecimiento de lineamientos de acción universitaria que promuevan la investigación que genere una teorización sobre esta realidad. Para este investigador, la discapacidad en Venezuela encierra un conjunto de interacciones constantes que deben tomarse en consideración para abordar esta realidad. Según Aramayo (2010: 86), esta perspectiva nunca pretendió ser una teoría sino una postura filosófica, …una forma de pensar y actuar más decidida, una nueva visión orientada hacia un novedoso paradigma que postula el cambio y la acción social. Se lo puede entender como una versión peculiar del paradigma emergente aplicado a la comprensión y solución de la compleja problemática socioeconómica y cultural de quienes tienen alguna condición de discapacidad en el amplio contexto de la diversidad humana…

Se propone algunos de los elementos que coexisten, de los cuales depende el alcance del verdadero cambio y acción social venezolana, contra la cultura discapacitante ―…creada por la sociedad venezolana…‖ (Aramayo, 2010: 85), para lo que es indispensable la participación activa de los grupos organizados de esta población. Sin embargo, en Venezuela el accionar único de la comunidad con discapacidad organizada no es suficiente para el cambio de visión propuesto. Se requiere el accionar en equipo, considerando los diferentes actores que participan en la creación de la discapacidad en el país. En este sentido, Aramayo expone, desde sus investigaciones, cómo se relacionan los diferentes componentes integrativos básico de la discapacidad desde el modelo social, los cuales poseen el mismo nivel de importancia, éstos permiten percibir a la discapacidad como una realidad compleja que supera lo individual extendiéndose hacia la esfera colectiva. El primer componente que permite el transitar de lo individual a lo colectivo es la organización de los grupos de personas con discapacidad, es decir, el ―movimiento organizado‖; de acuerdo a Aramayo, este movimiento en Venezuela era incipiente, desorganizado, con barreras comunicacionales entre ellos, impregnado de desunión, la rivalidad y la politiquería; esto contribuye a un aumento de debilidades en la lucha por los derechos y por una verdadera concepción nacional de la discapacidad. La organización de los grupos de personas con discapacidad coadyuva al fortalecimiento de cambios sociales en torno al tema, por medio de la participación activa de estos grupos en la toma de decisiones, elaboración de programas y proyectos donde son los principales protagonistas. Ahora bien, en Venezuela existe un ―marco legal‖ que sirve como asidero de este movimiento organizado. Partiendo de la Constitución Nacional, pasando por Leyes Especiales, resoluciones, ordenanzas, y normativas específicas, actual-


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mente el Estado venezolano presenta una ―...avanzada concepción de respeto de sus derechos como personas [con discapacidad], (…) para su total incorporación a la sociedad…‖ (Aramayo, 2005: 189). Para su accionar no sólo se requiere la participación del Estado como ente garante del cumplimiento de las normas sino la de los grupos organizados, representativos de esta población. El marco legal no contempla las diferentes ―políticas‖ como lineamientos generales de las acciones de Estado ―…destinadas a lograr cambios en la sociedad que conduzcan al logro de las metas planteadas…‖ (González, 2008: 05), en este caso, dirigidas a las personas con discapacidad. Este elemento integrativo es fundamental pues viene a desarrollarse en función de la satisfacción de las necesidades de esta población, generando los diferentes medios para ellos traducidos en ―planes y programas‖ como brazos ejecutores de la política en sí misma. Son los planes y programas con acciones concretas desarrolladas en áreas específicas, en función de satisfacer las necesidades de esta población. De esta manera se lograría superar diferentes problemas sociales que aquejan a las personas con discapacidad en el país; ahora bien, los planes y programas vienen a ser ejecutados por el aparato ―institucional‖ con el cual se cuenta a nivel nacional, donde muchos de sus entes son creados por especialistas en el área de la discapacidad. Las instituciones son agentes de orden y cambio pero requieren la participación de las propias personas con discapacidad y de los ―profesionales‖ del área. En este sentido Aramayo (2005: 188) expone que: …la acción de los profesionales (médico, psicólogo, fisioterapeuta, educador y otros), sugiere un paradigma emergente, bajo un nuevo rol y perfil, desdeñando los milagros y asumiendo una actitud de expertos dispuestos a compartir la experiencia de quien tiene discapacidad para ayudar a superarla…

Es decir, este segmento de la población formado y capacitado, en áreas específicas del conocimiento científico, requiere conocer y comprender la propia discapacidad como parte de la realidad social, sobre todo reconocer al ser humano como persona que posee una condición discapacitante, con quien debe compartir sus conocimientos, eliminando la distancia experto-paciente. En este mismo tenor se requiere la participación de la ―comunidad‖ en general, como generadora de una cultura discapacitante en Venezuela. Aramayo (2005: 189) señala que dentro de la realidad nacional navegan los llamados problemas colectivos ―…que hacen más notorio el rechazo de la sociedad y perpetúan la discapacidad…‖. La participación comunal venezolana es un elemento fundamental al momento de comprender la discapacidad y a las personas con


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esta condición. Hasta ahora la sociedad venezolana se encuentra provista de concepciones negativas en torno a esta temática debido, básicamente, a la falta de ―…información, sensibilización y educación de la comunidad acerca de la dimensión del problema…‖ (Aramayo (2005: 189). Dentro de esta visión sociohistórica, se requiere apuntar a que la nuevas generaciones están basadas en concepciones diferentes y positivas hacia la población con discapacidad, es decir, que exista un verdadero y eficiente cambio actitudinal, donde el respeto hacia la diversidad sea el eje transversal. Los elementos como las instituciones, los profesionales y la comunidad conforman la arista colectiva de la discapacidad en Venezuela, soportados por las políticas, los planes y programas así como el marco legal. La interrelación de éstas constituyen las denominadas ―redes de apoyo‖, de manera que ―…no sólo se cumplan funciones rehabilitadoras, sino que ofrezcan destrezas personales y sociales, brinden oportunidades equitativas para una participación activa en la sociedad, promoviendo la autoestima y la integración plena…‖ (Aramayo, 2005: 188), el autor señala estas redes de apoyo como la interrelación de dos elementos, a saber, instituciones y profesionales, sin embargo desde la perspectiva propuesta es necesaria la integración e interrelación del resto de los elementos descritos. En medio de estos componentes que integran la reconceptualización del modelo social, ajustado a la realidad venezolana, la familia complementa los elementos teóricos. Esta primera esfera socializadora ―…aglutina variedad de dimensiones: aceptación y resignación en un polo; abandono en el otro…‖ (Aramayo, 2005: 190). De acuerdo al citado autor, la concepción y reacciones que maneja la familia sobre la discapacidad contribuirán a comprender la condición venezolana. Aramayo expone como desde el momento en que la pareja decide entablar una relación sentimental los proyectos de tener hijos cobran fuerza. La familia venezolana experimenta un proceso bastante particular, desde el momento que procrean un hijo con discapacidad. Así, se vive una primera crisis denominada ―Crisis de lo inesperado‖. Esta etapa se refiere a la crisis familiar que se genera a partir del no cumplimiento del mito del niño ideal, es decir, esa creación imaginaria de las características fenotípicas, de destrezas y de capacidades de los hijos que tienen los padres. Aramayo (2013, ponencia grabada) expone ―…nadie espera tener un hijo con discapacidad. Esa situación no es normal…‖. En ese momento la pareja y/o la familia entra en una segunda crisis llamada ―crisis de valores personales‖, es decir, entra en juego la escala valorativa que tienen los padres de los diferentes aspectos de la vida, desde la belleza hasta lo cognitivo. A raíz de estas etapas, la pareja y/o familia emprende un conjunto de reacciones que pueden limitar o incentivar las oportunidades de crecimiento personal y social de las personas con discapacidad. Entre estas reacciones destacan la


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sobreprotección, el perfeccionismo, la frustración, la negación, el rechazo, la depresión, la culpabilidad y la aceptación. Estos sentimientos y acciones dependerán de varios factores, tales como la salud y edad de los padres, el nivel de adaptaciones (capacidad para procesar situaciones que generan shock cultural y emocional), nivel cultural (educación, formación), nivel socioeconómico (para cubrir los gastos que la discapacidad genera), características del grupo familiar (nuclear, extenso, monoparental, etc.), circunstancias en las cuales se recibe la noticia (previo o después al nacimiento), etc. La propuesta de Aramayo descansa sobre la discapacidad como una realidad social cotidiana, que de una u otra manera forma parte de la historia de todo venezolano, por lo tanto el tema requiere estar dentro de la agenda estatal para su evaluación y diagnóstico, lo que redunda en visualizar las problemáticas que puedan aquejar a esta población en materia económica, social y política además de ejercer las acciones necesarias para alcanzar un eficaz aumento de la calidad de vida de esta población, donde la integralidad e interacción de los diferentes actores marca una verdadera visión de la situación político-social. Modelo social desde la perspectiva político-social Comunidad

Redes de apoyo

Familia

Marco legal

Instituciones

Modelo Social

Políticas

Profesionales

Planes y programas

Fuente: Aramayo (2010: 86).

Movimiento Organizado


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D.2.- Perspectiva Biopsicosocial (Verdugo Alonso, 2001) Verdugo (2001: 12) presenta un intento más de integrar visiones no solo provenientes de la psicología sino de otras ciencias. Literalmente expone que: …Una de las claves de la respuesta actual, desde la perspectiva de la discapacidad y más allá, parece que camina por las vías de la integración de perspectivas en la psicología, así como de la colaboración interdisciplinar tanto en los profesionales como en los de investigación (…), lo que exige plantear también unas bases comunes para la formación interdisciplinar de los profesionales…

En vista de lo complejo de la actual realidad, este modelo emergente viene a presentar una perspectiva integrada desde tres ámbitos fundamentales, lo médico (bio), lo psicológico (psico) y lo social. De esta manera, la propuesta del autor, quien utiliza a autores destacados como Durán, Delgado y Dengra (1995), Dykens (2001), Tager-Flusberg (1999), Elliot y Gramling (1990), entre otros, invita a comprender a la discapacidad y a las personas con esta condición, como un hecho donde intervienen factores tanto internos como externos al individuo. Este autor, conjuga constructos correspondiente a los modelos anteriores, engranándolos de tal manera que uno no expulsa del análisis al otro, sino que por el contrario se complementan. Lo mismo que ocurre en el campo de las investigaciones científicas como se proponen integraciones de perspectivas contrarias pero no excluyentes, lo mismo se presenta en esta perspectiva. Ahora bien, el objetivo fundamental de este modelo es el mejoramiento de la calidad de vida de las personas con discapacidad. Este mejoramiento de la calidad de vida se traduce en ayudar, apoyar y fomentar un mejor vivir de las personas con discapacidad, para ello se requiere la participación de los diferentes entes que forman parte de esa sociedad donde se insertan estas personas, destacando las universidades o instituciones educativas, las religiosas, las comunidades, el gobierno, etc. De igual manera, la intervención del imaginario individual de la persona con esta condición, sus características de personalidad, etc., también son relevantes de comprender y abordar. Por otro lado, lo biológico, la estructura física, las patologías, las limitaciones, nivel de capacidades, entre otras consideraciones, son de suma importancia pues éstas caracterizarán el desarrollo de las actividades cotidianas de las personas con discapacidad. De acuerdo con Verdugo esta propuesta de perspectiva integradora desde la psicología, emerge con el parcelamiento del conocimiento en materia de discapacidad, lo que atenta contra la comprensión integral de la misma e inhabilita la actuación de profesionales de diferentes áreas. Por tanto, con esta perspectiva biopsicosocial, la discapacidad es abordada desde cualquier área


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del conocimiento y puede ser utilizada para realizar análisis mediante equipos multidisciplinarios. Lo biopsicosocial rige la concepción jurídica de la discapacidad en Venezuela, sin embargo, no es tomado en consideración como una visión, para ―…diseñar y aplicar programas y actividades de apoyo a las personas en sus contextos con el máximo fundamento…‖ (Verdugo, 2001: 12), sino que son esos factores biológicos, psicológicos y sociales los que vienen a generar las condiciones de supresión o disminución de las habilidades y destrezas de las personas, siendo esta medición la que determina la presencia de algún o algunos tipos de discapacidad. De acuerdo a la última Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF-OMS, 2001), la integración de los modelos médico y social está presente en el espíritu de esta clasificación, por el enfoque utilizado, a saber, ―…proporcionar una visión coherente de las diferentes dimensiones de la salud desde una perspectiva biológica, individual y social…‖ (OMS, 2001: 33).

D.3.- Ecología de la Discapacidad (Albarrán, 2015, propuesta basada en Bronfenbrenner, 1987; Verdugo y Shalock, 2003; Aramayo, 2010) El uso del principio ecológico como elemento fundamental para la comprensión de la discapacidad ha sido muy importante al momento de ofrecer aportes científicamente sustentados, partiendo de que la discapacidad y las personas con discapacidad son parte de la realidad social. Uno de los últimos trabajos del cual se tiene conocimiento data del año 2009, el mismo es citado por Aramayo (2010), y tiene como autores a los profesores Verdugo y Shalock. Éstos presentan el resultado de sus investigaciones en torno a la calidad de vida, haciendo uso de indicadores determinados como modelos y ubicándose en los diferentes sistemas que conforman el ambiente donde se desarrolla el ser humano. Asimismo, pero desde otra disciplina, la psicooncología también existen experiencias exitosas en torno a la utilización del modelo teórico de desarrollo ecológico para alcanzar un alto nivel de comprensión y de acción en esa materia. El mismo profesor Manuel Aramayo al describir los elementos que forman parte de la visión político-social de la discapacidad en Venezuela, está haciendo uso de los sistemas ecológicos de Bronfenbrenner. Ahora bien, de acuerdo a estos y otros ejemplos, el modelo ecológico de desarrollo humano cobra mayor realce en la actualidad, pues con la multiplicidad


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de concepciones, el vencimiento de algunas teorías al momento de abordar este tema y sobre todo, conociendo el dinamismo extremo con el cual se conduce la sociedad y sus actores, es indispensable contar con una perspectiva teórica de la discapacidad ampliada, holística y de uso para todas y cada uno de las disciplinas científicas y quehaceres profesionales. En tal sentido, Bronfenbrenner (1987: 40) define a la ecología del desarrollo humano como: …el estudio científico de la progresiva acomodación mutua entre el ser humano activo, en desarrollo, y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en lo que vive la persona en desarrollo, en cuanto este proceso se ve afectado por las relaciones que se establecen entre estos entornos, y por los contextos más grandes en los que está incluidos los entornos…

Más adelante, este autor (1987: 131) propone que ―…los diferentes tipos de entorno dan lugar a patrones distintos de rol, actividad y relación para las personas que se convierten en participantes de estos entornos…‖. Según estos planteamientos, hablar desde una perspectiva ecológica es considerar la generación de estructuras individuales de las personas a partir de la interacción con los entornos inmediatos, las que vienen a direccionar su desarrollo y por ende las prácticas cotidianas que ejecutan, dentro de los diferentes entornos donde se encuentran insertadas. Antes de continuar es preciso aclarar que esta propuesta de concepción teórica en ningún momento pretende autodenominarse novedosa, tampoco auto determinarse como acabada, para llegar a ese punto de avance teórico se requiere la realización de una investigación únicamente direccionada para tal fin, donde la consulta expresa de bibliografía altamente especializada y de expertos en el área permiten arrojar resultados sustanciales. En tal sentido, esta apartado se convierte en una propuesta en construcción. Continuando, desde el punto de vista ecológico la discapacidad, como condición humana, reafirma que la ecología del desarrollo humano parte de una acomodación entre el individuo activo y sus entornos, es posible considerar que la discapacidad es un constructo social que caracteriza las diferentes estrategias que el ser humano desarrolla para interactuar con los entornos donde se encuentra inmerso, sobre los cuales influye y que a su vez éstos repercuten en su desarrollo. En estos entornos, los que Bronfenbrenner (1987) denomina micro, meso, exo y macrosistemas, están considerados los diferentes elementos societales que han de ser considerados al momento de comprender a la discapacidad co-


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mo un constructo social. Dependiente de los entornos y las relaciones intersubjetivas que se desarrollen en cada uno, la discapacidad puede ser entendida como un elemento desvalorizante o por el contrario, valorizante. Si se asume la ecología de la discapacidad como perspectiva de comprensión, al momento de realizar análisis, revisiones, investigaciones, establecer programas y políticas, es indispensable tomar en consideración las estructuras imaginarias que sustentan a los entornos hacia donde se enfoca cada uno. Siempre se requiere percibir los diferentes elementos que conforman estos entornos, que son los factores que coadyuvan a la construcción de la discapacidad como condición humana; dichos factores no se limitan a los sociales ni a los médicos, sino que también son de importancia los psicológicos y espirituales, en conclusión los factores que conforman las características socio-antropológicas de la sociedad estudiada. Por otro lado, asumir la ecología de la discapacidad es interpretar el conjunto de variables que inciden directa e indirectamente en el desarrollo del individuo, tanto extrínseco como intrínseco, tangible e intangible. De esta manera, con una perspectiva ecológica de la discapacidad son conjugadas todas las visiones coexistentes en la sociedad. También, bajo esta perspectiva, la visión amplía su espectro pues no solo se delimita a un área geográfica, espacio temporal específico, sino que es indispensable considerar y analizar ese transitar del individuo desde un entorno inmediato y cercano, hasta entornos más generales y hasta inalcanzables. De acuerdo a Bronfenbrenner (1987: 45) desde la ecología, en este caso desde la ecología de la discapacidad, se pueden inferir esquemas sociales futuros, haciendo uso del análisis del macrosistema, así el autor expone: …en la definición de macrosistema, menciono deliberadamente a los patrones que ―podrían existir‖, a fin de emplear el concepto de macrosistema más allá de la limitación al statu quo, para incluir los posible esquemas para el futuro que se reflejan en la visión que tienen de una sociedad sus líderes políticos, sus planificadores sociales, sus filósofos y los estudiosos de las ciencias sociales, que se dedican al análisis crítico y a la modificación experimental de los sistemas sociales vigentes…

En este sentido, la visión ecológica de la discapacidad considera la revisión y análisis de aquellos elementos que estructuralmente pueden influir en la comprensión de esta realidad, tales como los desastres naturales, vulnerabilidad del biosistema mundial, envejecimiento poblacional, entre muchos más. Como teoría sobre el desarrollo humano, el modelo ecológico caracteriza a la discapacidad básicamente en función de: los cambios que se generan de manera permanente en el individuo, lo que implica una reorganización duradera y estable; los cam-


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bios de desarrollo en dos esferas, la percepción y la acción; estructuras teóricas idénticas en los cuatro entornos ecológicos. En función de lo descrito, la ecología de la discapacidad invita a la comprensión de las percepciones gestadas en el colectivo en función de la misma, lo que puede coadyuvar a entender las acciones acaecidas, la influencia del entorno, sistemas de creencias, estilos de vida, etc. Ya para concluir este apartado, una visión ecológica de la discapacidad resulta muy atractiva en los actuales momentos, pues si esta perspectiva es sometida a una revisión más detallada, donde los fundamentos teóricos epistemológicos sean descritos con mayor amplitud, al igual que las implicaciones prácticas, se estaría a las puertas de un modelo integrativo y actualizado, desde donde los políticos, los científicos y hasta el ciudadano común, pueda comprender de manera permanente a la discapacidad como realidad social.

D.4.- Modelo de la Diversidad Funcional (Palacios y Romañach, 2006) En la actualidad una nueva visión de la discapacidad enunciada como Modelo de Diversidad Funcional, emerge desde los propios colectivos de personas con discapacidad en cierta región de España y se cimenta en dos pilares, a saber, el cumplimiento de los derechos humanos y el cumplimiento de los principios bioéticos, lo que viene a garantizar el disfrute de la plena dignidad del ser humano. El Modelo de la Diversidad Funcional, tal como lo exponen sus autores, viene a ser una continuación y actualización del conocido Modelo Social de la discapacidad, el cual tiene como característica principal el reconocimiento de los ―derechos humanos‖ de las personas con esta condición, y se focaliza en la discapacidad ya no en el ser individual (persona afectada) sino en lo colectivo (la sociedad), es decir, como esta condición o condiciones de discapacidad son diseñadas por y desde la propia sociedad. Ahora bien, este modelo social estuvo marcado por un principio fundamental que es la vida independiente, señalado anteriormente como un movimiento que emerge en Estados Unidos de América que se extendió hacia Europa, específicamente hacia Inglaterra, hacia los años 1970. Desde la bioética, en función de la diversidad funcional, temas como la nueva genética son abordados junto a sus implicaciones prácticas, tales como la manipulación de células madres, los abortos terapéuticos, la eugenesia, la eutanasia, la viabilidad de la vida mediante la detección de características indeseables del feto, en donde lo no viable o no deseable puede ser eliminado. Entre otras cosas la revisión desde los principios bioéticos de la realidad en materia de


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discapacidad, dio como resultado la existencia de prácticas correspondientes a modelos anteriores que permitieron que en el seno del Foro de Vida Independiente español naciera este nuevo modelo emergente. Todo esto se ciñe en lo que el mismo Foro presenta como ―dignidad humana‖, lo que encierra no solo lo extrínseco sino también lo intrínseco en la persona. Es así como de acuerdo a este nuevo modelo, para el cumplimiento de la dignidad humana intrínseco es menester la aplicación de los principios bioéticos en el individuo y para lo extrínseco es aplicable los derechos humanos en toda su extensión. El término diversidad funcional es referido directamente a la diferencia biofísica de las personas, así ―…al tener características diferentes, y dadas las condiciones de entorno generadas por la sociedad, se ven obligados a realizar las mismas tareas o funciones de una manera diferente, algunas veces a través de terceras personas…‖ (Palacios y Romañach, 2006: 107). Ahora, las implicaciones prácticas de este modelo han sido dividas en dos áreas, una correspondiente al cumplimiento de la dignidad intrínseca y otra correspondiente a lograr la dignidad extrínseca. En el primer grupo se cuenta con propuestas dirigidas a la participación de las personas con diversidad funcional en el mundo de la bioética por medio de la inclusión de la visión de la dignidad en los círculos de formación en bioética; participación de las personas con diversidad funcional en los comités de bioética; lucha para la no experimentación médica y científica con seres humanos sin su expreso consentimiento; entre otras. El segundo grupo, referidas al cumplimiento de la dignidad extrínseca están concretizadas en: participación activa de las personas con diversidad funcional en los sistemas de los derechos humanos; formación de los colectivos de personas con diversidad funcional en los sistemas e instrumentos de los derechos humanos; eliminación de toda terminología negativa sobre diversidad funcional existente en textos jurídicos nacionales (España) e internacionales; etc. Ahora bien, este modelo de concepción viene siendo gestado desde diversas posturas y papeles de trabajo presentados por algunos miembros del Foro de Vida Independiente español. Es así como en el año 2005, en un artículo escrito por Javier Romañach y Manuel Lobato, se propone el cambio de término, y en el año 2006 ya es presentado como parte del nuevo modelo en el texto de Agustina Palacios y Javier Romañach, ―El Modelo de la Diversidad, La Bioética y los Derechos Humanos como herramientas para alcanzar la plena dignidad en la diversidad funcional‖. Sin embargo, hasta la actualidad se continúa revisando e incluyendo nuevas aristas, es un modelo no acabado, en constante evolución y en proceso de aceptación por los colectivos.


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A MANERA DE CONCLUSIÓN

Esta sección en ningún momento apunta a convertirse en única e inalterable, tal y como se expuso al inicio, simplemente pretende realizar una especie de panorámica histórica sobre algunas de las diversas visiones desde donde se viene comprendiendo la discapacidad. Su utilidad radica en lograr identificar las diferentes categorías e implicaciones prácticas que estos grandes grupos de visión encierran y los identifican, pues mediante ello es posible identificar los constructos imaginarios desde dónde el individuo concibe la discapacidad, tenga o no la condición, lo que se convierte en un elemento fundamental para el actuar profesional en torno al área. Con especial énfasis esta sección de la investigación está dirigida a los profesionales de las ciencias sociales pues son los que menos se han acercado a la comprensión real de la discapacidad, a excepción de los sociólogos, de especialistas como los trabajadores sociales, antropólogos, administradores, economistas, internacionalistas, estadistas y otras disciplinas, se conocen pocos aportes y mucho menos, prueba de ello es que los autores citados casi ninguno corresponde a algunas de estas áreas del conocimiento. El dividir las visiones en cuatro grupos claramente caracterizados, permite identificar la evolución histórica de la atención que las personas con discapacidad han recibido, siempre la propia concepción de la sociedad ha gestado en procura de una comprensión adecuada a un momento histórico-social específico. En este punto especial atención merece la única propuesta conocida que se sustenta en las características socio-antropológicas venezolanas, esta es la perspectiva político-social del Dr. Manuel Aramayo, quien presenta a esta condición como un complejo fenómeno construido por diferentes elementos interrelacionados entre sí, que procuran el mejoramiento de la calidad de vida del individuo. Aquí lo individual se transfiere a lo colectivo, y es desde esa esfera donde se asientan o eliminan las verdaderas desventajas sociales de la persona con discapacidad; lo que involucra también su participación activa dentro de esta esfera. Al tratar de realizar un gráfico histórico-evolutivo se puede resumir en los cuatro grandes grupos descritos con sus perspectivas más representativas y características generales, de la siguiente manera:


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Perspectivas de comprensión de la discapacidad Desde Hasta Siglo XX final

hoy

Siglo Siglo XX XX mitad final

Modelos de comprensión. Características básicas Modelos Emergentes: Discapacidad como hecho complejo Visión amplia e integrativa del mundo Realidad compleja y dinámica Constructos sociales integrados de otras visiones Participación activa de las personas con discapacidad Resultado de investigaciones específicas Participación de profesionales múltiples Adaptación y actualización de visiones anteriores a la actualidad Modelos Sociales o Constructivistas: Discapacidad como hecho colectivo Participación de organismos internacionales Preeminencia de los derechos humanos Persona con discapacidad como sujeto de derechos Participación del individuo mermada por el entorno Adaptación del entorno a las personas con discapacidad

Modelos representativos - Modelo social desde la perspectiva político-social (Manuel Aramayo, 2005) - Perspectiva Biopsicosocial (Verdugo Alonso, 2001) - Ecología de la Discapacidad (Albarrán, 2014 basado en Bronfenbrenner, Verdugo y Shalock, Aramayo) - Modelo de la Diversidad Funcional (Palacios y Romañach, 2006)

- Movimiento de Vida Independiente o de Autonomía Personal (Agustina Palacios y Javier Romañach, 2006; Casado y otros, 1990; Egea y Sarabia, 2004) - Modelo Social o Constructivista (Oliver en Barton, 1998; Palacios y Romañach, 2006; Aramayo, 2005; Dell´Anno y otros, 2004; Verdugo, 2001; Palacios y Bariffi, 2007; Eroles 2002) - Modelo Minoritario / Verdugo, 2001) - Perspectiva desde la Accesibilidad (Casado, 1991) - Modelo Mercantilizado (Dell´Anno y otros, 2004): Mercantilizado con riqueza Mercantilizado con pobreza Siglo Siglo Modelos Científicos: - Modelo Médico-rehabilitador (Agustina XV XX Discapacidad como hecho individual Palacios y Javier Romañach, 2006; Casamitad mitad Paradigmas científicos como máximos do y otros, 1990; Palacios y Bariffi, 2007) exponentes - Perspectiva de Prescindencia Científica Discapacidad como enfermedad y anormal (Albarrán, 2014 basado en Palacios y RoRehabilitación como medio para mejoras mañach, 2006; Suzanne Evans, 2001) las condiciones de vida - Modelo Médico Moderno (Dell´Anno y Adaptación de las personas al entorno otros, 2004; Aramayo, 2005; Egea Intervencionismo tecnificado y especializado y Sarabia, 2004) del profesional Siglo Siglo Modelos Tradicionales: - Modelo Prescindencia (Agustina Palacios y XIV XV Discapacidad como hecho diabólico, Javier Romañach, 2006; Casado y otros, Mitad mitad demoniaco, castigo 1990; Palacios y Bariffi, 2007) Paradigmas mágico-religioso Sub-modelo eugenésico  Volares espirituales Sub-modelo de Marginación Persona con discapacidad como - Visión Precolombina (Albarrán, 2014 anormal, malformada basado en Torres, 2006) Persona no apta para la producción Fuente: Elaboración propia, 2014.


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Algunas perspectivas y modelos de comprensión…

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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 167-200 recibido: 30-11-2015 / arbitrado: 24-02-2016

HOMOSEXUALIDAD MASCULINA Y TRABAJO SOCIAL EN EL MUNDO-DE-VIDA POPULAR VENEZOLANO1 Jennifer García2 ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL, UCV Resumen: Este artículo presenta los resultados de una investigación que se planteó los siguientes objetivos: caracterizar la vivencia del homosexual venezolano; y aportar recomendaciones para los trabajadores sociales y otros profesionales que atienden esta población. Se empleó la metodología cualitativa. Se concluye que la homosexualidad debe ser estudiada y abordada desde la familia y la cultura. Palabras claves: Homosexualidad masculina, trabajo social, familia popular venezolana.

INTRODUCCIÓN

En el marco sobre las discusiones sobre familia venezolana, tema que forma parte del programa de la asignatura Trabajo Social II durante el período lectivo 2009-2010, se evidenció que el tema ―homosexualidad‖ surgía en reiteradas oportunidades, los estudiantes constantemente sacaban a colación sentimientos, anécdotas, incertidumbres, refranes y chistes al respecto. Fue entonces cuando se inicia la investigación, que comenzó con un proceso de observación, escucha e interpretación de las reacciones de las personas (venezolanas) ante la homosexualidad3. Entre otros aspectos se hallaron importantes diferencias entre las actitudes de las personas frente la homosexualidad en hombres y mujeres, el trato cruel al varón homosexual, el temor de que el hijo lo sea. Afinando los sentidos, en especial el oído, se registraron varios datos que permitieron confirmar una y otra vez estos rasgos. 1

Esta investigación fue presentada en la Conferencia Mundial de Trabajo Social, Estocolmo-Suecia, 2012 con el apoyo del CDCH-UCV; también formó parte del ascenso a la categoría ―asistente‖. 2 3

jenniferegm@gmail.com

Aunque está de moda usar, en lugar de homosexualidad, el término ―diversidad sexual‖ se ha decidido descartarlo ya que surge de la teoría queer, la cual concibe que la sexualidad tiene múltiples formas de expresarse y desconoce algo fundamental: la existencia de dos géneros, el femenino y el masculino. Además, el trabajo se encuadra en la homosexualidad masculina, en aquellos varones que orientan su deseo sexual hacia personas de su mismo sexo, no dará cuenta de otras preferencias sexuales como la bisexualidad.


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De manera que los chistes, las distintas expresiones que se hallan en la oralidad, actitudes, reacciones, comentarios, entre otros, fueron los primeros materiales de estudio; así como constituyeron una motivación para profundizar en el tema, ya que revelaban la necesidad de conocer a fondo la homosexualidad en el mundo-de-vida popular venezolano y determinar cómo abordarlo desde el trabajo social. Asimismo, fue de vital importancia la consulta dos autores que, aunque no han escrito sobre homosexualidad, la han tocado de una manera muy original: a partir de la familia, con énfasis en lo cultural, y no en la psicología. Samuel Hurtado trata el tema en Elogios y miserias de la familia venezolana (2011) y Alejandro Moreno en La familia popular venezolana (2007:14) donde además plasma lo que podría considerarse como una posible clave de comprensión: ―la homosexualidad acecha desde las entrañas del vínculo madre-hijo‖ En la revisión teórica realizada sobre el tema se determinó que la mayoría de los autores que se han dedicado a investigar sobre homosexualidad comparten esa preferencia sexual, por lo cual tienden a hacer apología de la homosexualidad. También se hallaron publicaciones producidas por heterosexuales que se dedican a descargar grandes prejuicios en contra de las personas homosexuales. Es cierto que toda obra humana es subjetiva4, no obstante, el papel de los científicos sociales es elaborar un producto equilibrado. Este trabajo constituye un esfuerzo por caracterizar y comprender la vivencia del homosexual venezolano a partir de una historia-de-vida, así como aportar un conjunto de pautas de actuación para los trabajadores sociales y otros profesionales que atienden esta población y su grupo familiar. Cada vez son más frecuentes las situaciones complejas derivadas de homosexualidad, razón por la cual es necesario que el profesional de las ciencias sociales esté formado para identificar los principales sentimientos, conflictos y complicaciones que vive la persona homosexual y su familia para abordarlo en su justa dimensión. El trabajador social está formado con las herramientas útiles para la atención directa a la familia, así como el diseño de programas para atender poblaciones vulnerables, por lo cual la atención a personas homosexuales y su grupo familiar es un campo de acción donde estos profesionales tienen mucho que aportar. Es fundamental tener en cuenta un aspecto que olvidamos por pretensión universalizante de las ciencias sociales, cada fenómeno ocurre de un modo particular, dependiendo de la sociedad y la cultura donde se desarrolle, esto es, del espacio vital, histórico y concreto que lo hace posible.

4

Desde el inicio, desde que el investigador selecciona un tema, es subjetivo.


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Aunque la homosexualidad es una realidad que ha acontecido en diferentes épocas y latitudes (desde el mundo griego hasta la actualidad5) no se comporta de manera universal; cada cultura maneja según sus propios códigos al respecto. Existe la creencia en la tesis del origen biológico o genético de la homosexualidad, esto equivale a cosificar la persona que la vive, haciéndolo preso de determinaciones fisiológicas universales, como si no tuviera decisión. Todos los problemas de investigación deben ser estudiados desde la hechura del hombre, siempre circunscritos a un espacio histórico-concreto, a una cultura, y determinado mundo-de-vida6. En Venezuela la cultura tiene un modo de entender y relacionarse con la homosexualidad, es deber de los trabajadores sociales comprender la vivencia del homosexual y su familia para concebir estrategias concretas de abordaje cónsonas con la realidad de estas personas.

INVESTIGACIÓN CONVIVIDA Yo escribí mis libros con el oído puesto sobre las palpitaciones de la vida venezolana. RÓMULO GALLEGOS

Este trabajo fue elaborado siguiendo la línea de pensamiento de Alejandro Moreno y el Centro de Investigaciones Populares (CIP). El CIP cuenta con una tradición investigativa que data desde 1987 (hace 29 años) su pensamiento se ha dado a conocer a partir de la publicación de El Aro y la Trama: episteme, modernidad y pueblo de Alejandro Moreno, la revista Heterotopía (disponible desde 1995) Historia de Vida de Felicia Valera (1999) Bus-

5 6

Ver Foucault, M. (2002) Historia de la sexualidad I, II, III. Buenos Aires: Siglo XXI.

En esta investigación es importante el concepto de mundo-de-vida y mundo-de-vida popular venezolano, según los concibe Alejandro Moreno (2008: 19): Un mundo-de-vida, por tanto, es más que una cultura, incluso más de lo que ordinariamente se entiende por cultura en la antropología clásica. La cultura, así se sustenta y soporta sobre un mundo-de-vida. Este orienta, explica y decide los espacios concretos de la vida del grupo, el horizonte vital en cuyo marco se ejerce el vivir y su dinámica: las estructuras cognoscitivas de acceso al mundo (la episteme), la implicación afectiva en y con la realidad, la estructuración de subjetividades, los sistemas de intercambio, la trama de las relaciones humanas, etc.; en síntesis, la manera de construir mundo y el mundo que se construye. En ese sentido, cuando hablamos del mundo-de-vida popular venezolano se está haciendo referencia a los venezolanos como grupo humano, histórico y concreto, que comparte un sentido vital y unos significados.


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cando Padre, Historia de vida de Pedro Luis Luna (2002) …Y salimos a matar gente (2007) entre otros trabajos. El CIP opta por los métodos biográficos, específicamente por la historia-devida7 como apuesta epistemológica, ya que les permitió acceder a la comprensión del pueblo venezolano desde dentro. Dos trabajos: Historia-de-vida de Felicia Valera (1999) y Buscando Padre, Historia-de-vida de Pedro Luis Luna (2002) le permiten al equipo de investigadores ahondar más en la comprensión de los significados fundamentales del pueblo venezolano; la episteme popular: una episteme de la relación, lo cual les hace radicalizar sus planteamientos en cuanto a la investigación convivida: Dada la estructura relacional del venezolano popular, es indispensable la convivencia y co-vivencia para que el conocimiento pueda producirse en profundidad. De aquí se desprende que una investigación adecuada a las estructuras antropológicas y culturales del pueblo venezolano tiene que ser una investigación convivida (Moreno et all, 2002: XVI)

En ese sentido, la vía de acceso al conocimiento del mundo-de-vida popular venezolano es, en principio, la vivencia. Los investigadores se asumen como covivientes reflexivos, empleando el registro sistemático de la experiencia (o registro sistemático del vivimiento, como lo denomina Moreno) y también las historias-de-vida. Todos estos contenidos se someten a hermenéutica o el arte de la interpretación: La hermenéutica permite comprender a un autor mejor de lo que él se comprendería a sí mismo, y a una época histórica mejor de lo que pudieron comprenderla 7

Se escribe historia-de-vida y mundo-de-vida (palabras unidas con guiones) para hacer referencia al uso del concepto bajo la concepción del CIP. Ya que, en cuanto a las historias de vida existe gran variedad de definiciones, la mayoría planta una visión netamente técnica e instrumental. En esta investigación se concibe la historia-de-vida, no como una fuente de datos o una técnica para obtenerlos, tampoco como un método, sino como apuesta epistemológica, ya que supera la clásica la relación sujeto-objeto, donde el sujeto, encarnado por el investigador, es activo y el objeto pasivo, sometido a los procesos de intervención y análisis, por lo cual el clásico investigador se convierte en co-historiador y el investigado en historiador. También consiste en privilegiar la escucha (el oído) por encima de la observación (el ojo) lo cual lo distingue del modo de conocer moderno. El historiador es quien narra su vida sin pautas, esquemas, temas pre-concebidos o guiones de entrevista, y el co-historiador, comprometido con la escucha radical, la registra y la plasma sin suprimir, agregar o editar. En la investigación convivida el historiador no es utilizado como un simple informante, éste participa activamente, revirtiendo así la clásica relación sujeto-objeto.


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quienes vivieron en ella. La hermenéutica se basa, por lo demás en una conciencia histórica, la única que puede llegar al fondo de la vida (v.). Pasa pues de los signos a las vivencias originarias que le dieron nacimiento; es un método general de interpretación del espíritu en todas sus formas y por tanto constituye una ciencia de mayor alcance que la psicología que, para Dilthey, es solo una forma particular de hermenéutica. Reconociendo su deuda con Dilthey, Heidegger ha intentado una nueva fundamentación de la hermenéutica. A su juicio ésta es un modo de pensar ―originariamente‖ todo lo ―dicho‖ en un ―decir‖. Por tanto, la hermenéutica no es una dirección dentro de la fenomenología ni tampoco un modo de pensar sobrepuesto a ella (Ferrater, 2008: 164).

Las consideraciones que se expondrán posteriormente son el resultado de la interpretación de la historia-de-vida de Fernando8, en las historias-de-vida no se encontró una vivencia individual, sino la de un grupo humano, histórico concreto, incluyendo a su familia y quienes comparten la opción homosexual. Es importante aclarar que se tomaron en cuenta otras investigaciones hechas a partir de otras metodologías, pero con informantes venezolanos, así como relatos de vida e historias-de-vida elaborados por los estudiantes que cursaron la electiva Familia popular venezolana, homosexualidad y trabajo social en el año 2014 y 2015 de la Escuela de Trabajo Social de la UCV. Este trabajo constituye un esfuerzo por contribuir con la construcción un trabajo social inculturado (hecho dentro de la cultura) centrado en el mundode-vida popular venezolano. Es importante aclarar que los significados y vivencias de la homosexualidad masculina no son análogos a los de la homosexualidad femenina. La percepción social, significados y vivencias son distintos9. 8

La pre-historia, requisito fundamental en la investigación convivida, da cuenta de la vivencia que precede a la producción de la historia-de-vida, es la garantía de la superación de la clásica relación sujeto-objeto, marcada por la distancia y la asimetría. La amistad con Fernando surgió en 2006 a través una de sus sobrinas. En el transcurso de todo este tiempo fue inevitable conocer a toda la familia y ser partícipe de sus alegrías y tristezas. La convivencia más profunda está en compartir el mundo-de-vida popular venezolano, aunque él tenga una historia personal distinta a la mía compartimos un conjunto de códigos culturales que nos definen. 9

Vemos cómo en ambientes informales y también en medios de comunicación masiva occidentales el hombre homosexual es ridiculizado, ofendido, denigrado, y la homosexualidad femenina no se toca. Abundan chistes sobre ―el gay‖, sobre ―la lesbiana‖ no existe un solo chiste, en nuestra sociedad hay un profundo respeto por la mujer, en el fondo es concebida por todos como una madre. En consecuencia, la homosexualidad femenina merece otras investigaciones.


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En interés por aportar pautas de actuación para los trabajadores sociales y otros profesionales de las ciencias sociales se debe a que los modelos terapéuticos vigentes, concretamente en la atención a individuos y familias provenientes de la psicología10 son insuficientes para el ejercicio profesional y más concretamente para tratar problemas específicos. Esto se debe a una serie de defectos que poseen y porque se han mantenido a partir de cuatro mitos: -

Mito 1 “Son absolutos”: más que universales y generales o genéricos; son útiles para abordar todo tipo de problemática (drogadicción, abandono de las funciones parentales, fracaso escolar, depresiones…)

-

Mito 2 “Son intemporales”: aptos para cualquier época (aunque nacieron antes del siglo XX).

-

Mito 3 “Son transculturales”: aplicables a toda cultura y país (pero fueron creados en el mundo occidental, entre Europa y Estados Unidos).

-

Mito 4 “Son ahistóricos”: se colocan al margen de la historia, obvian la historia de los procesos, o la usan de forma cortoplacista y reduccionista (aunque cada modelo tiene historia, un devenir).

Estos mitos a la vez son defectos, porque introducen en la mente del profesional una serie de expectativas irreales que colocarán grandes obstáculos a la hora de comprender y proceder11. Los modelos terapéuticos carecen de lineamientos para atender especificidades. Este trabajo permitirá documentar al profesional de las ciencias sociales que atiende la población homosexual masculina en el mundo-de-vida popular venezolano. A continuación se desarrollarán tres apartados: trama familiar, trama social y la política social, para facilitar la exposición, aunque todas estas dimensiones están integradas.

10

Modelo psicodinámico, intervención en crisis y centrado en la tarea, conductista, cognitivo, entre otros (ver Malcom Payne, 1995; Matilde Du Ranquet, 1996). 11

Es posible que la comprensión y el proceder correcto se dé solo cuando no se tienen muy en cuenta los modelos; lo cual permitirá para prestar atención a lo importante: las palpitaciones de la vida.


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Trama familiar 12 Centrarse en el abordaje de la familia La referencia al debate sobre familia matricentrada, matricentrismo y matrisocialidad es fundamental para desarrollar la temática que nos ocupa. La familia venezolana es matricentrada. El término fue creado por Alejandro Moreno quien, guiado por los trabajos de José Luis Vethencourt y las vivencias que experimentó en el marco del trabajo pastoral realizado en una comunidad venezolana, logró percibir y confirmar que la familia venezolana está centrada, desde el punto de vista afectivo, en la figura materna; ésta constituye centro unificador y el pilar emocional para todos los integrantes del grupo familiar. José Luis Vethencourt, en su famoso artículo La estructura familiar atípica y el fracaso histórico cultural en Venezuela publicado por primera vez en 1974 acuñó el término ―matricentrismo‖ imprimiéndole un carácter patológico a la familia venezolana y destacando las características que, desde su punto de vista, generaban conductas atípicas13. Samuel Hurtado quien creó el concepto ―matrisocialidad‖, concibe que la sociedad venezolana está tomada por la familia. Esta realidad no está sujeta a condición socioeconómica ni a nivel educativo, y trasciende los límites de lo individual, porque está instalada en la cultura, es colectiva; dista de las características de la familia española, por ejemplo, donde el padre funciona como centro de afecto y autoridad. José Luis Vethencourt (en sus primeros trabajos) afirmó que el modelo de familia española, centrada en el padre fracasó, fomentándose el matricentrismo, lo cual ha venido desencadenando toda clase de males en nuestra sociedad. En el texto La familia popular venezolana Alejandro Moreno (2007: 13, 14) plantea una hipótesis para explicar el sentido del ―machismo-sexo‖ según el autor es de origen materno: 12

Para evitar confusiones, se aclara: el mundo-de-vida popular venezolano no produce homosexualidad, al vincular el tema con la cultura se pretende comprender cómo reacciona la familia, comunidad y sociedad; así como abrir la puerta a la posible identificación de las condiciones que hacen posible la homosexualidad masculina en el venezolano. 13

Posteriormente Vethencourt modificó su postura sobre la cultura y la familia venezolana; incluso, fungió como tutor de la tesis doctoral de Alejandro Moreno, El aro y la trama, episteme, modernidad y pueblo.


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El machismo venezolano, popular, presenta características que lo diferencian de otros mecanismos. En todo machismo se encuentran incluidos, como elementos, el poder y el sexo, o la actividad sexogenital. El poder se caracteriza por la imposición… el machismo-poder es propio de los grupos sociales en los que la figura paterna juega un papel importante en el hogar y, por lo mismo, en la experiencia vital y el aprendizaje del niño se transmite por identificación con el padre y lo reproduce. Lo llamaré machismo de origen paterno. El machismo-sexo es el cambio de origen materno. En él, el factor poder, imposición abusiva de autoridad, está bien presente pero subordinado al factor, actividad sexo-genital dispersa. El primero cumple como función principal el mantener y reproducir como parcela inalienable de los hombres el uso de un determinado poder, que se retuerza con el ejercicio exclusivo de un derecho particular a la libertad sexual. El segundo cumple en cambio la función de manifestar públicamente, y a todo el mundo, que se pertenece de lleno al sexo masculino y, por lo mismo, tiene derecho a ejercer poder. En el primer caso la pertenencia sexual no está en cuestión. En el segundo, al parecer, tiene que ser constantemente demostrada, como si una duda oculta la estuviera cuestionando.

Moreno (2006: 14) explica que el ―machismo sexo‖ constituye un mecanismo de defensa contra la homosexualidad por las siguientes razones: … la homosexualidad acecha desde las entrañas del vínculo madre-hijo, mecanismo de control elaborado por la cultura y perpetuado a través de la madre. Donde está en peligro, se pone el remedio, contrario dialéctico del germen distorsionante. La madre induce y enseña el machismo, pero es su vertiente sexual la que más propicia. Finalmente, otro mecanismo estrechamente relacionado con el anterior pero que de él distinguible: el desprecio, la burla, la descalificación, incluso cruel, del homosexual; actitud que circula ampliamente en el lenguaje cotidiano, en las prácticas de hombres y mujeres, en el imaginario colectivo, íntimamente unido al temor casi pánico, de ser visto, sospechado o simplemente imaginado homosexual por los otros (negritas nuestras).

En todo momento al varón (sea niño, adolescente o adulto) se le vigila, y cualquier gesto o ademán potencialmente femenino, inmediatamente es severamente cuestionado y corregido, más adelante se describe un hecho donde esa preocupación se cruza con el maltrato. Esto no le sucede a la mujer venezolana. Culturalmente, la femineidad de la niña y la mujer está comprobada de antemano, porque además lo que realmente está confirmado es que su destino es ser madre. No pasa por la mente de un venezolano la posibilidad de la homosexualidad de una mujer, al menos que existan reiteradas y contundentes pruebas de ello. Distinto al varón, a quien permanentemente le estamos pidiendo pruebas concretas de su masculinidad. Por ejemplo, una mujer que muestre excesiva fuerza física (lo cual culturalmente está asociado con lo masculino) se le admirará; un hombre que manifieste cierta debilidad es sometido a burlas y presiones. Si a un varón pronuncia una


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expresión o gesticula con un ademán femenino, así sea por equivocación, será motivo de una burla que tardará un buen tiempo en olvidarse, si esto le sucede a una mujer, pasará desapercibido. Siempre se está escrutando los comportamientos de los varones. El varón venezolano (heterosexual) no se expone, se esfuerza por esquivar situaciones o momentos donde su hombría pudiera ser cuestionada. Por ejemplo, evitan tener amigos homosexuales. El homosexual también se oculta a través de la doble vida. Según Alexis Alvarado (2009: 96) ―no es importante preguntarse por el origen ni por las causas de las prácticas sexuales. Lo interesante es indagar sobre los significados que una cultura particular da a la conducta homosexual y conocer los efectos de las significaciones‖ otros autores especializados en la materia coinciden con él (Soriano (2002) Pérez Sancho (2005) y Maroto (2006) no obstante, es válido preguntarse si existen algunas explicaciones sobre su origen en el mundo-de-vida popular venezolano y someterlas a discusión. En ese sentido, cabe retomar la afirmación de Moreno: ―la homosexualidad acecha desde las entrañas del vínculo madre-hijo‖; ―el espejo‖ del hijo no es el padre o las figuras paternas compensatorias, sino la madre, esto lo sabe la cultura, por lo cual toma medidas a través del machismo sexo 14. Esto es clave para identificar un posible proceso de adquisición de la homosexualidad en el marco del mundo-de-vida popular venezolano. A Fernando (hijo menor) le asignaron funciones maternas desde su niñez, quedó encargado de tareas que tradicionalmente son responsabilidad de la madre y las ejerció como una madre. En sus juegos infantiles asumía, por decisión propia, el rol de ―la mamá‖ y más adelante quedó cuidando sus sobrinos. Fernando además usa ropa de sus hermanas y madre, se disfraza de ella. El estrecho vínculo madre-hijo y encarnar la madre, fomentó en él una identificación hacia lo femenino-materno. Nosotros somo ocho hermano, de los ocho hermano son tres hembra ¿veda? y cinco varone, y yo tenía la tendencia de que yo siempre lavaba y organizaba la ropa de todo el mundo, no tenía nada que ver con quién, y es que yo era el más pequeño de todo, pero colaboraba en la casa en sentido generar pue, con mi madre, porque ella era madre y padre (con énfasis) y ella trabajaba. Y bueno nosotros estábamos en la casa pue, siempre nos enseñaron a cocinar, a… a limpiar y a acomodar y esa era una disciplina que adquirieron. Los hermanos míos se ahorraban esas tareas pue, yo generalmente era el que organizaba todo, 14

Expresiones coloquiales como ―no mariquees al muchacho‖ forman parte de los correctivos.


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limpiaba todo, todo estaba bien organizado, bien pulío, inclusive a medida que fui creciendo cocinaba y ello no tenían nada que hacer (Fernando, líneas 38-47).

Fernando, además de su experiencia, narra el caso de Carlitos, uno de sus amigos homosexuales de apenas 24 años quien ―es casi un transformista‖. H: se me ha ocurrido la brillante idea de que entrevistes a Carlitos, que es casi un tranfor, y es algo diferente ¿ve? Son comportamiento diferente porque él sí piensa que es una mujer bella, está en esa edá, tiene veinticuatro año ¿veda? y está en plena juventú, y él debe tener bastante que contar, porque también viene de una serie de cuestione de, de, de cuestione con su familia y todo eso. CH: ¿Cómo es la familia de él? H: No… él vive… con su papá, el papá todos los días lo corre, me dice él, por su conducta todo los día lo corre, pero es que no, él no es peliculero así… de… de, de, o sea, es bochinchero como yo te digo, la calle, pero en su casa es lo que yo te digo pue, él asume el rol de la mujer; él es que lava, plancha, cocina, y hace toa vaina. CH: ¿Y la mamá de él? H: La mamá creo que no vive ahí, creo que murió, no sé, no me acuerdo. CH: Ah no sabes qué pasó. H: Y tiene un hermano que está completamente dañado, está en droga, y entonce él se preocupa mucho por él, y trata de perseguirlo y todo eso (líneas 1306-1320). … Él está en su casa, que él es el que limpia, cocina, su papá trabaja, su papá lo ayuda económicamente, no es mucho lo que le da, pero lo ayuda, es una persona muy humilde, y él es muy sensible, cualquier vaina llora, pero yo creo que es la edá, y también la depresión le da por tomar (líneas 1341-1344). Estas líneas se explican por sí solas, son vivencias profundas experimentadas por venezolanos populares (porque forman parte de esta cultura, del mundo-de-vida popular venezolano) esta familia es matricentrada, pero con ausencia de madre y un padre con escasos recursos emocionales para manejar las situaciones de sus dos hijos; uno de ellos asume funciones maternas dentro del hogar, no solo por ejecutar oficios caseros, sino por intentar hacerse responsable de su hermano (consumidor de drogas) como un hijo, pero apenas consigue ―perseguirlo‖. Pauta de actuación: centrar la atención en la familia, especialmente en el vínculo madre-hijo. Indagar en la cualidad de esa relación.


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Nicolosi y Ames (2009: 32), señalan lo siguiente: En la infancia, tanto los chicos como las chicas se encuentran emocionalmente apegados a la madre, que es su primer objeto de amor. Ella cubre todas sus necesidades primarias. Las chicas pueden continuar su desarrollo en la identificación de su feminidad a través de la relación con sus madres. Pero, por otro lado, los chicos tienen una tarea adicional en este proceso: desidentificarse de su madre e identificarse con el padre.

En la familia popular venezolana no ocurre de este modo, porque es matricentrada y es la madre quien teniendo o no la presencia del padre, orienta al hijo para que se haga hombre. Ella es quien guía ese proceso de desidentificación y desapego para que el varón salga del espacio materno-femenino y entre al mundo masculino y se desenvuelva en él exitosamente. La madre popular venezolana expulsa al varón del espacio maternofemenino (la casa) para que se haga hombre en la calle, esto no implica un rompimiento del vínculo. Es otro de los mecanismos del ―machismo-sexo‖15. Si la madre o el padre no orientan al hijo ni aplican estos mecanismos culturales (cuestionables o no, dependen de un debate que escapa de los objetivos del artículo) éste podría quedar embelesado, sumergido en la madre, añorándola y emulándola en todo momento, se relacionará con el espacio femenino-materno exclusivamente y abandonará su masculinidad paulatinamente 16. La falta de orientación al hijo en ese proceso constituye un tipo de abandono, la respuesta del hijo antes descrita, es su consecuencia. Se arriesga al hijo también por sobre protección, cuando la madre le niega la oportunidad al varón de salir del espacio materno y tomar contacto con el masculino, haciéndolo su compañero permanente. Pero ¿cómo es posible el 15

―Los complejos de mujer-casa (mi familia) y hombre-calle (los otros) marcan orientaciones encontradas)… La sexualización de la calle (espacio masculinizado) por oposición a la asexualización de la casa (espacio feminizado) sesga los comportamientos sociales entre los sexos… La sexualización se convierte en una clave de organización cultural de los comportamientos sociales, antes de ser una categorización de la clave psicoanalítica freudiana‖ (Hurtado, 2011: 13-14). 16

Esta afirmación no es una sentencia definitiva, se formula con base en la historia de vida de Fernando, realizada para esta investigación, así como las que los estudiantes han recolectado en el marco de la electiva Familia popular venezolana, homosexualidad y trabajo social (Escuela de Trabajo Social, años 2014 y 2015).


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abandono o descuido del hijo por parte de la madre? Sí es posible, aunque no es la norma sino excepción; de producirse esta especie de abandono, el vínculo madre-hijo se mantiene intacto. La familia matricentrada no es poca cosa en Venezuela, la madre podría estar o no, pero su peso y valor en la afectividad del hijo permanecen intactos, el mundo-de-vida la hace incuestionable, el artículo El vínculo afectivo con las figuras parentales a través de una historia de vida (Moreno, 2008: 43b) basado en la historia-de-vida de Pedro Luis Luna, un venezolano común (no homosexual, por cierto) da cuenta de esto: Significativamente en toda la historia no aparece un solo reproche para la madre ni el más mínimo indicio de que se guarda hacia ella algún afecto negativo… No obstante su presencia física ha sido intermitente y relativamente precaria. Quizá fue constante durante los dos o tres primeros años de su vida. Luego por necesidades económicas fueron numerosas y prolongadas. Sin embargo, el niño ha percibido su presencia protectora, su preocupación por él, quizás a través de los aportes económicos, de la ropa que le mandaba, etc., como manifestación de afecto y no de simple cuido material. Cómo esa mujer ha logrado ese afecto no aparece en la historia, pero el hecho es que Pedro durante su infancia muestra tener vivencia del afecto materno presencia no obstante la ausencia física.

El hijo mayor o menor en la familia venezolana es un potencial receptor de la transferencia de funciones maternas; es el que la madre escoge para sí, no le permite que se haga adulto, tomar contacto con lo masculino. Si el muchacho no se resiste a esto, corre el riesgo de quedarse anclado en la madre, tomando finalmente la opción homosexual.

La no aceptación de la homosexualidad, la doble vida En la familia venezolana no se acepta la homosexualidad, por lo cual la persona homosexual, aunque se haya confesado esta elección, está obligado a tener una doble vida, convirtiéndose en un solitario, quien en ocasiones es excluido abiertamente y en otras, por decisión propia, se abstiene de compartir momentos y comentar sus alegrías y penas. El comportamiento homosexual no es tolerado, quien confiesa a su familia ser homosexual se ve obligado limitarse a desenvolverse como heterosexual, suprimir cualquier ademán femenino y evitar comentar cualquier experiencia vinculada con homosexualidad si desea convivir en armonía con sus familiares.


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Algunos homosexuales formalizan uniones heterosexuales y conciben hijos, esto para evitar la sanción moral de la sociedad y esconder su verdadera preferencia sexual, lo cual constituye un engaño muy doloroso para los involucrados. Quienes ―viven doble vida‖ están obligados a mentir, ocultar. La doble vida favorece lo pernicioso, debe evitarse. Pauta de actuación: el trabajador social propiciará la comprensión de la persona homosexual y el acercamiento con la familia, en principio con la madre como centro que irradia su influencia hacia los otros integrantes de la familia, y demás personas de afecto. La familia popular venezolana, en especial la madre, enfrenta los problemas que se suscitan en el seno de la familia, pero evade conversar francamente para no fracturar la relación afectiva. En el artículo Madredad y drogas en el mundo-de-vida popular venezolano (Arguinzones y García, 2010) narra la historia de una madre que, al notar que tres de sus hijos incurrieron en el consumo de estupefaciente, asumió esta dura realidad luchando por ellos, pero nunca los confrontó directamente, tampoco aceptaba la crítica ni la conversación con otros al respecto. Las madres de los niños involucrados en hechos de violencia escolar se rehúsan a aceptar esta situación, la niegan, justifican a sus hijos y culpan a terceras personas (García, 2013). En el caso de la homosexualidad, la madre ―hace como si‖ desconociera la opción sexual del hijo. Incluso, aunque deje de ser un secreto, evita hablar franca y abiertamente al respecto entre familia. Este significado también sale a relucir en el trabajo realizado por la Lic. Mayra Palma, Familia matricentrada y homosexualidad en el mundo-de-vida popular venezolano (2012) ―Alejandro nunca confesó a su familia su homosexualidad, tampoco le preguntaron nada al respecto, él sospecha que lo saben‖. En el relato del periodista Jonathan Reverón (2013) también confirma este significado: A Ángelo Prado, y a su madre Aida, ojalá lloremos menos… Bendición mamá: el sábado 17 de agosto (el mismo en el que te llevé a ver El día que me quieras) me desperté muy temprano porque fui a hacer la entrevista que estás por leer. Sé que nunca hemos hablado sobre esto. A lo mejor, compartiéndolo de forma tan abierta, en prensa nacional y a los ojos de todos, comencemos a


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dar con una de las razones por la cual estamos psicológicamente agredidos de forma tan impune y tan abiertamente –en televisión nacional– que se ve más de lo que esto será leído, sin duda. Quizá como nunca hemos tenido una conversación sobre este tema, es decir, nunca nos hemos comunicado, yo, tratando de hacerte catalizar tus prejuicios, y tú, entendiendo lo feliz que soy desde que asumí mi homosexualidad. Las madres lo saben todo y yo sé que tú tienes la película hecha en la cabeza. Ambos callamos como teniendo uno pena del otro frente al resto del mundo. Una vergüenza estúpida, como si las conciencias no hubiesen evolucionado desde hace tantos siglos. A ustedes estimados lectores, ruego no juzgar a mi madre, ni a ninguna madre como la mía o como la de Daniel Arzola. Cuando acabemos de juzgarnos el perro dejará de morder su cola. 17 (negritas nuestras. Entrevista hecha a Daniel Anzola ).

Este fragmento ratifica que la homosexualidad no se conversa en familia, hay un sentimiento de vergüenza encubierto, temores y un ―no saber cómo actuar‖, el periodista cierra excusando a su madre y la de otros que como él eluden aceptar la preferencia sexual de sus hijos18. En la vida homosexual el ocultamiento especialmente ante la familia es clave de comprensión. Una investigación realizada por Carlos Colina (2009: 61) donde se aplicaron micro-cuestionarios a adultos venezolanos para explorar el manejo público de su homosexualidad en el ámbito amistoso, familiar y laboral se reportó el siguiente comportamiento: Fue la segunda pregunta, correspondiente al círculo familiar, donde los encuestados no respetaron la dicotomía de las opciones y agregaron con fruición una serie de expresiones y términos: No se comenta el tema (16.GC44). No profundizo, no soy gráfico. Lo manejo elegantemente (18.GC47). Lo intuyen; es un secreto a voces (19.GB47). Lo pueden suponer, que es muy diferente a saberlo; lo imagino (21.GB63). Lo podrán presumir (4.GC22). La rama paterna se lo 19 imagina (8.GC24) (negritas de la autora del artículo) .

17

Daniel Anzola es un venezolano nacido en Maracay en 1989, diseñador gráfico y fotógrafo, autor de la campaña No soy tu chiste, que consiste en la difusión de un conjunto de afiches con mensajes en contra de la homofobia, que han tomado fama internacional, están traducidos al inglés y portugués, uno de ellos es el emblema que está siendo utilizado por organizaciones rusas en las protestas en contra de unas medidas tomadas por el gobierno de dicho país contra los homosexuales. 18

Se recalca que al comparar los significados que surgen de la historia-de-vida de Fernando no le pertenecen de manera exclusiva, ya que está más allá de su experiencia netamente individual, trasciende porque son también a la cultura, del mundo-de-vida popular venezolano. 19

Los números corresponden a la identificación de las grabaciones.


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Estas respuestas dan cuenta de una realidad: la familia se niega de asumir la homosexualidad de un hijo y dialogar sobre esto abiertamente20. Mientras no se converse, las relaciones familiares con la persona homosexual estarán en tensión, lo cual afectará aún más su estabilidad emocional. También les hace vivir un conflicto entre expresar u ocultar. Razón por la cual deciden ensimismarse (sumirse o recogerse en su propia intimidad). Pauta de actuación: propiciar el amparo afectivo y emocional de la persona homosexual a través del reconocimiento y aceptación. Identificar las “redes de apoyo” de la persona homosexual: amigos, vecinos o algún grupo familiar que lo sienta como de él, en caso de rechazo de la familia de origen. No se trata de crear foros virtuales, sino de acercar a personas concretas. Estas redes se conforman con las relaciones afectivas sinceras que ya ha establecido con anterioridad. Ángel Maroto (2006: 4-5) explica en qué consiste la familia elegida: En la cultura homosexual se habla de familia elegida para designar a aquellos que forman parte de la red social de apoyo a la persona homosexual y que en muchos casos reemplazan en sus funciones a los familiares por consanguinidad. Mucha gente gay y lesbiana es rechazada cuando sus familiares se enteran de su orientación sexual. Es también posible que gays y lesbianas elijan mantenerse ―en el armario‖ frente a sus familiares biológicos. En tales casos es la pareja o persona importante y los amigos allegados a quienes se acude en caso de enfermedad o crisis personal. Es importante que los profesionales de intervención psico-social y educativa conozcamos la red de apoyo de la persona-usuaria.

No obstante, la familia elegida no suplantará a la de origen, pero sí permitirá, sobrellevar la soledad y el rechazo. Pauta de actuación: la familia elegida es una opción solo en caso de rechazo absoluto de la familia de origen. No debe ser aplicado en todos los casos. Según Maroto (2006: 164) cuando un padre o madre se entera de la homosexualidad del hijo o de la hija, surge una ―desorganización de los sentimientos. Sentimientos de culpa, de fracaso, de ira, de vergüenza, de frustración o de due20

En este fragmento también se dejan ver de las limitaciones de la metodología aplicada por el investigador. El instrumento era cerrado y los ítem no daban cuenta de la vivencia de los informantes, por lo cual agregaron las que se mencionan en la cita.


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lo y rebeldía se sucederán haciéndoles caer en una espiral absurda de desencanto y desesperanza‖. Este autor se basa en la sociedad española contemporánea, no obstante, presenta un esquema útil para identificar los sentimientos que se producen en la familia del homosexual: a) sentimiento de culpa; b) sentimiento de fracaso, c) frustración, d) duelo, e) ambigüedad, f) duda, g) incredulidad, h) miedo, i) vergüenza, así como las siguientes reacciones: 1. Desesperación, 2. Negación, 3. Rechazo, 4. Aceptación resignada, 5. Aceptación actuante. Pauta de actuación: atender la desorganización de sentimientos en la familia, especialmente cuando se da la confesión de la orientación sexual homosexual, para ello se recomienda aplicar técnicas de abordaje grupal, a través de la creación de grupos de ayuda mutua para el entorno familiar de las personas homosexuales. Los grupos de ayuda mutua definidos por la OMS como: un grupo pequeño y voluntario estructurado para la ayuda mutua y la consecución de un propósito específico. Este tipo de grupos están integrados habitualmente por iguales que se reúnen para ayudarse mutuamente en la satisfacción de una necesidad común, para superar un hándicap común o problemas que trastornan la vida cotidiana de cara a conseguir cambios sociales y/o personales deseados (Maroto, 2006: 199).

Según Maroto (2006: 200) las tareas de un grupo de ayuda mutua con la población homosexual y sus familiares son: - La puesta en común de los problemas generados en torno a la propia homosexualidad. - La toma de conciencia sobre los conflictos y experiencias vividas. - El esclarecimiento de ansiedades básicas. - El proceso de explicar la propia homosexualidad (proceso de ―salida del armario‖). - Recibir apoyo emocional, información y formación en referencia a la orientación sexual homosexual a los hijos e hijas.

Gartner y Riessman (1977) reseñados por Maroto (2006: 201) consideran que en la psicoterapia el profesional es quien dirige con un enfoque médico, hace pasiva a la persona que se somete a ella, otorgándole el carácter de ―paciente‖; distinto al grupo de ayuda que da mayores posibilidades al privilegiar la interacción entre varias personas, participación, donde el terapeuta es un facilitador. Asimismo, estos autores apuestan por un enfoque ―aprofesional‖ que contrasta con el profesional y cuyas diferencias se muestran a continuación:


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Contrastes fundamentales entre el acercamiento profesional y el a profesional que caracteriza a los Grupos de Ayuda Mutua Profesional Énfasis en el conocimiento y la comprensión, principios subyacentes, teoría y estructura. Sistemático. ―Objetivo‖, se utiliza el distanciamiento y la perspectiva. Empatía Comportamiento estandarizado Orientación externa. Uso limitado y cuidado del tiempo, evaluación sistemática, curación. Uso limitado y cuidado del tiempo, evaluación sistemática, curación. Fuente: Maroto, 2006: 204.

Aprofesional Énfasis en los sentimientos y en afecto (concreto y práctico). Experiencia, intuición y sentido común y sabiduría popular. Subjetivo, cercanía e involucramiento personal. Identificación Espontaneidad (expresión de la propia personalidad) Orientación interna (desde dentro). Práctica Lentitud, el tiempo no importa, seguimiento informal y directo, cuidado mutuo

Asimismo, los venezolanos populares, independientemente de su preferencia sexual o nivel socioeconómico, centran su vida en las relaciones afectivas, ocupando un lugar substancial21. Las rupturas que se producen entre persona homosexual con su familia y grupos primarios tienen profundo peso haciéndolos especialmente vulnerables, en el caso venezolano. La figura paterna Las características de la familia del homosexual no son radicalmente distintas a las del resto de los venezolanos, donde es común encontrar un vacío de 22 padre, relaciones complicadas . 21

―Vivir relación es el ejercicio originario y básico de la vida, es la practicación fundamental del hombre popular. En cuanto practicación originaria y básica viene a ser la practicación primera, anterior a toda práctica, en la que acaece sin decisión ninguna el propio vivir. Esta practicación pone las condiciones para todo el mundo-de-vida popular‖ (Moreno, 2008: 352a). El término ―practicación primera‖ indica aquellas prácticas de vida concretas de carácter espontáneo, pero no irracional, que estructuran un mundo-de-vida y una cultura particular. Moreno afirma que ―relación‖ le da sentido y explica el mundo-devida popular venezolano. 22

―… el padre es un personaje desdibujado e impreciso. En las autobiografías cortas, no suele ni siquiera aparecer. He necesitado recurrir al interrogatorio. Esto contrasta con los


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Nuestra familia popular plantea nuevas tareas al orientador. Señalo dos solamente que me parecen fundamentales: facilitar la aparición de padre y facilitar, asimismo, la aparición de pareja… El padre no es una nada; sino la presencia de una ausencia, ausencia viva, vacío palpitante. En cuanto ausencia presente, está viva su necesidad. No una necesidad externa, desde otro mundo-de-vida, sino una necesidad interna, desde el mismo mundo-de-vida popular, presente en todas y cada una de las personas que lo viven. Todos los intentos hasta ahora han fracasado precisamente porque provienen de un mundo-de-vida extraño. Sólo desde el mismo sentido del pueblo puede aparecer. No es predecible el tipo de padre que ha de acontecer. Por eso la tarea es solo facilitar su emergencia (Moreno, 2008: 81c).

Pauta de actuación: facilitar la aparición del padre e incorporarlo en la problemática del hijo.

El Maltrato El homosexual recibe maltrato por parte de sus familiares directos, tanto físico como psicológico, éste se produce, especialmente, en la pre-adolescencia y adolescencia. En cuanto al maltrato psicológico se encuentra el secuestro de la privacidad, para lo cual se aplica como mecanismo ―la vigilancia‖ o ―la vigiladera‖ como le llaman coloquialmente. Cuando el joven da muestras de inclinaciones homosexuales, la familia comienza a vigilar sus pasos, e incluso a seguirlo donde vaya, es sometido de una incisiva observación, haciéndolo sentir fugitivo, obligándolo por lo tanto al ocultamiento y a la doble vida. El maltrato físico se utiliza como correctivo, no como castigo; se considera que con los golpes y agresiones el joven cambiará su preferencia sexual, dejará de ser homosexual y practicará la heterosexualidad. Samuel Hurtado (2011:94) en el texto “Elogios y Miserias de la Familia Venezolana” cita una anécdota registrada por la antropóloga Guadalupe Aguiar, en una investigación sobre “la instalación de la etnocultura en Venezuela” donde narra cómo los venezolanos perciben y manejan la homosexualidad:

documentos pertenecientes a hijos de extranjeros. En estos casos, españoles, italianos, portugueses, árabes, el padre suele jugar un papel importante, sea positivo, sea negativo‖ (Moreno, 2007: 19). Cuando se ha asignado ejercicios de investigación a partir de historias-de-vida a los estudiantes de la asignatura Trabajo social I el resultado ha sido el mismo: la familia de los historiadores es matricentrada, solo los casos de personas de origen extranjero europeos o árabes difieren de esta característica.


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La profesora está asignando un trabajo que tenían que entregar en grupo. Pero como faltaba gente para hacerlo de cuatro en cuatro, Jean preguntó si él podía estar ―sola‖. El alboroto fue tan grande que la profesora hasta dejó que ellos mismos se calmaran. Cuando logró callarlos y explicar que Jean se había equivocado, Anthony, que estaba sentado al otro extremo del salón, pidió permiso para pararse, la profesora se lo concedió. Anthony tomó su cuaderno y le dio un gran golpe con la libreta por la cabeza a Jean, para luego de darle las gracias a la profesora, regresar a su sitio y sentarse tranquilo. Anthony se justificó diciendo ―profesora hay que corregirlo desde pequeño si no va a parar en marico, estoy intentando que se comporte como hombre y hay que castigarlo de alguna forma así sea a coñazo limpio‖. No hubo comentarios, nadie dijo nada, no hubo risas, ni sollozos por parte de Jean. Al salir Anthony me dijo que le había dado mucha rabia que Jean se expresara como mujer, que le tenía arrechera a los maricos y en su salón no quería a ninguno.

Este tipo de reacciones son comunes. Los preadolescentes actuaron según su crianza en el mundo-de-vida popular venezolano, no es una reacción individual, cada uno de nosotros reproduce la cultura de diversos modos porque portamos dentro sus significados. Incluso la maestra e investigadora. En el ejemplo citado se evidencia un claro hecho de maltrato físico y psicológico empleado para ―corregir‖ una conducta homosexual. Pauta de actuación: propiciar reflexiones en cuanto al maltrato psicológico y físico, reconocer que “con buenas intenciones” como “corregir” y “ayudar” al propinar un golpe, descalificar o insultar se causan grandes heridas.

La Trama Social En la mayoría de los países se debate entre la aceptación o no de la homosexualidad, en algunos ya han aprobado medidas como el matrimonio homosexual, a pesar de la existencia de grupos que se oponen a ello. Todo sujeto, que se sienta atraído sexualmente por otros de su mismo sexo, debe enfrentarse a un proceso de resignificación de la vergüenza y de reestructuración de sus relaciones sociales, de múltiples facetas que comporta altos precios en términos sociales y subjetivos y que no tienen garantías de éxito. (Ayala, 2006).


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La homosexualidad masculina es repudiada por la mayoría de las personas, independientemente de los niveles educativos o económicos, esto sí es un fenómeno universal, solo varía el modo cómo se maneja este rechazo23. Emanuele Amodio (2006: 128) en el artículo Una mirada antropológica y política hacia el género y la diferencia sexual, revela lo siguiente: … me llama dramáticamente la atención que la correspondencia entre sexo y género sea coherente y homogénea en todas las culturas que conozco directamente o a través de la literatura antropológica. En todas, aunque con variaciones, la mujer ocupa un lugar fuertemente connotado por su sexo, es decir, fundamentalmente determinado por su función procreadora, sobre la cual se instalan los dispositivos simbólicos que definen su relación con los varones.

La auto-ofensa El varón homosexual venezolano, en su generalidad, manifiesta en el lenguaje un profundo irrespeto hacia sí mismo, constantemente se auto-ofende, es común que use calificativos peyorativos para referirse sí mismo y a quienes comparte esta preferencia sexual. En ese sentido, no solo padece el peso de la sociedad que lo sanciona a través de múltiples formas, sino éste se condena al denominarse de estas maneras ofensivas y denigrantes. Carlos Colina (2009: 67) aporta el dato y la explicación del término ―Sabanagay‖, lo cual permite ampliar el significado de la ―auto ofensa‖: Sabanagay es una noción que genera simultáneamente hilaridad y empatía. Una hipótesis blanda es que, en este segmento, el término se encuentra, en algunos casos, en proceso de resignificación, entre otras cosas, porque la chanza parece disfrutarse, como sucede con otros términos inicialmente homofóbicos que con el tiempo se asumen como propios, por ejemplo, la palabra ―loca‖. Independientemente del conocimiento o desconocimiento del término, cuando proceden a definirlo, un subgrupo de sujetos lo hace de manera positiva, como sinónimo de Sabana Grande, en tanto zona gay propia (negritas nuestras).

Colina interpreta que en la nueva denominación coloquial de Sabana Grande: ―Sabanagay‖24 se produce un proceso de ―resignificación‖ porque ―la chanza 23

España figura como uno de los países más liberales o permisivos del mundo, no obstante según Maroto (2006) el 51% de los españoles presenta algún sentimiento negativo sobre la homosexualidad. 24

Desde hace aproximadamente una década, dada la alta afluencia de homosexuales y la existencia de varios bares de ambiente en el Boulevard de Sabana Grande (Caracas) ahora se le dice ―Sabanagay‖.


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parece disfrutarse‖; realmente se está produciendo la aceptación pasiva de las burlas e insultos, a tal extremo que el propio homosexual los incorpora a su lenguaje y ―con el tiempo se asumen como propios‖, porque asumen esos epítetos, estigmatizándose, ofendiéndose. Uno de los lugares más famosos de la vida nocturna de ambiente en Sabana Grande-Caracas es ―La Cochinera‖, un local donde se ofrecen servicios al estilo de baño turco y se dan encuentros sexuales entre hombres que no se conocen; este nombre es denigrante, no obstante, goza de la aceptación y popularidad por la comunidad gay (Gutierrez y Benitez, 2009). Sánchez y Sandoval (2011) hacen referencia a ―la homofobia inmersa dentro de la práctica homosexual‖ para estos autores el gay se discrimina a sí mismo, aunque no lo exprese abiertamente. Según Maroto (2006: 198) ―el estigma social que recae sobre los homosexuales (gays y lesbianas) conforma toda una vivencia subjetiva que va a implicar a menudo la interiorización del rechazo (homofobia internalizada) y la consecuente angustia vital sobre su situación‖. Además de la auto-ofensa, hay expresiones del lenguaje cotidiano que configuran un señalamiento hecho desde la cultura hacia la persona homosexual25. Algunos homosexuales reprochan la actitud de quienes se comportan como ―loca‖ porque reciben mayor rechazo de la colectividad, crean un prototipo negativo en la percepción de las personas y mantienen vivo el prejuicio y el desprecio hacia ellos. Familia y sociedad envían un mensaje permanente que es internalizado: la homosexualidad es indeseable, y practicarla es pecaminoso, e incorrecto. La doble vida y ―los lugares de ambiente‖ El homosexual se considera distinto al resto, Sánchez y Sandoval (2011: 209) lo llaman ―vivirse desde la distinción dentro del entorno social‖:

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Por ejemplo la común palabra ―mariquera‖ (que deriva de Marico: homosexual) ―cosa tonta o necia que se dice o hace‖ (Núñez y Pérez, 2005: 326) ―Objeto insignificante. ‗¿Cuál es la nueva mariquera que se compró tu tía?‘. 2. Comentario poco importante. ‗El tipo habla pura mariquera‖ (D‘Alessandro, 2009: 112) Definiciones extraídas del Diccionario del habla actual de Venezuela y Diccionario del habla coloquial de Caracas, respectivamente.


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La distinción vista desde la desidentificación con el otro y con el mundo que lo rodea, forma parte nuevamente de ese sentimiento de no sentirse parte del entorno, a partir de las diferencias que encuentra entre su forma de vida y la del resto. En este sentido, el historiador nos muestra como el hecho de vivirse de esta manera lo lleva a asumirse al margen de lo que es socialmente normal.

Fernando lo llama ―sistema de vida‖, aunque realmente opera como un ―subsistema‖ dentro del mundo-de-vida popular venezolano, aunque intenten abstraerse de la sociedad están dentro de ella. Asimismo hace referencia a la nocturnidad como requisito para vivir la homosexualidad con fluidez, lo cual forma parte del ocultamiento. Precisamente, los ―lugares de ambiente‖ sirven para ocultarse de la mirada acusadora del otro y expresarse libremente. Los ―lugares de ambiente‖ existen en casi todo el mundo, nuestro país no escapa de ello, son bares donde solo, o mayoritariamente, asisten personas homosexuales, allí se le brinda el espacio propicio para desenvolverse sin ser juzgados o mal vistos, donde se crea el ambiente favorable para ser. Típica característica de los homosexuales: vivir en la ambigüedad, sin una definición exacta en sus dimensiones como personas y funciones dentro de la sociedad, una situación que se produce cuando el desarrollo de la homosexualidad se encuentra circunscrito a pequeños o grandes lugares. Independientemente de las dimensiones, la conclusión es que el ―mundo gay‖ se limita a determinados linderos reales (Alvarado, 2009: 99-100).

Últimamente en el país los comentarios despectivos sobre las personas homosexuales han despertado grandes polémicas y reciben un contundente repudio a través de las redes sociales, no obstante, la cultura no cambiará en un corto plazo su manera de percibir la homosexualidad26. Pauta de actuación: el trabajador social debe orientar a las personas homosexuales en el manejo de sus emociones ocasionadas por el rechazo que experimentarán a lo largo de su vida. Corregir la tendencia a la autoofensa: eliminarla del lenguaje, así como no hacerse eco de chistes o comentarios denigrantes (sexistas, clasistas, racistas homofóbicos).

26

Un tema para otra investigación: parece que el mundo-de-vida popular venezolano no tolera la bisexualidad; el bisexual es mal visto, como un pervertido. De hecho, pareciera que en Venezuela no hay bisexuales, solo homosexuales y heterosexuales.


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La pareja homosexual En el mundo-de-vida popular venezolano la pareja no es un proyecto para la mujer (su aspiración: convertirse madre) tampoco para el hombre (su destino: por siempre ser hijo). Si el vínculo varón-madre es determinante y excluyente, el hembra-hijo lo es también. Por ambos extremos está cerrado el espacio de posibilidades para la pareja. No tienen lazos libres que pueden ser entre sí atados el hombre-hijo y la mujermadre; sólo derivaciones frágiles del cable central sólido pero ya anudado. Ni siquiera es posible la vinculación simbiótica en que el hombre toma a su pareja como madre y ésta le corresponde el juego, porque la verdadera madre es insustituible y el hijo verdadero también. (Moreno, 2006: 15).

La pareja homosexual masculina en el mundo-de-vida popular venezolano confronta mayores complicaciones. Aparte de la falta de aceptación por parte de la sociedad, se encuentra signada por la desconfianza, no concibe la estabilidad como una posibilidad; y cuando lo declaran, no lo sostienen. Expresan deseos de conformar una unión de pareja estable, pero su comportamiento es contrario a esto, estableciendo relaciones paralelas permanentemente. No obstante, similar al caso de las parejas heterosexuales, podrían encontrarse excepciones. Existe en la vida amorosa del homosexual una tendencia hacia la promiscuidad. Esta característica se identificó también en las investigaciones de Palma (2012) Sánchez y Sandoval (2012) Alvarado (2009) Maroto (2006) además de los trabajos presentados por los estudiantes de la electiva Familia popular venezolana, homosexualidad y trabajo social. Alexis Alvarado (2009) señala que la pareja homosexual tiene dos características: se realiza en secreto y no se comparte con todos los ámbitos sociales (familia, escuela, iglesia) esto le abre la puerta a la infidelidad. El autor agrega que desde el siglo XX en Latinoamérica la legislación no prohíbe las relaciones entre personas del mismo sexo, solo se pide que sean discretas, lo cual refuerza la dispersión sexual y amorosa en el homosexual. Esta separación espacio-temporal de las prácticas homosexuales repercute en las maneras de seducción, en la vida en pareja y en la actividad sexual. La experiencia ha dado cuenta del riesgo que corren los gays con las ITS (infecciones de transmisión sexual) incluyendo el virus VIH-SIDA. En la medida que exista una discriminación ligada a espacios o lugares específicos que excluyen a los homosexuales, se verán afectadas sus relaciones afectivas, la consolidación de parejas estables y la toma de riesgos o la separación del sexo y el afecto (amor) entre otras


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prácticas sociales (Pollack, 1988; Pechenny, 2000)‖ (negritas nuestras, Alvarado, 2008: 98).

Los factores mencionados interfieren con la conformación de parejas estables y constituye un riesgo para la salud. Maroto (2006: 209) coincide con Álvarez: ―es preciso tener presente que muchas veces el escaso reconocimiento social, las actitudes homófobas y la dificultad de aceptar la propia identidad hacen que las personas homosexuales puedan ser más vulnerables a las infecciones de transmisión sexual‖. Estas referencias y los trabajos de los estudiantes realizados en el marco de la electiva Familia popular Venezolana, homosexualidad y trabajo social, indican que la promiscuidad es una práctica bastante extendida en la población homosexual (no exclusiva en venezolanos) tanto que Maroto propone la implementación del ―modelo transteórico del cambio‖ creado por Prochaska y Di Clementi que se emplea para personas que se encuentran reacias a modificar hábitos que afectan su salud. Pauta de actuación: Es ineludible la necesidad incorporar a nuestra práctica profesional el asesoramiento en materia de salud sexual a la población homosexual, alertar de estos riesgos, así como la importancia de la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Asimismo, el trabajador social promoverá las uniones estables entre las personas homosexuales por las consecuencias negativas que comporta en el ámbito emocional, social y médico, descritas anteriormente. Si el grupo familiar avanza en la aceptación de la homosexualidad, podría favorecer la formación de parejas estables. Nicolosi y Ames (2009: 199-200) dan otra explicación del funcionamiento de las relaciones de parejas homosexuales de sexo masculino desde la psicología, dando por sentado que es un problema que no tiene solución27: Infidelidad como un hecho de vida. También está el problema inherente y sin solución de dos hombres juntos, ambos impulsados por la sexualidad masculina, la cual es, por su propia naturaleza, promiscua. Esto se da en contraste con el vínculo que puede formar un hombre con una mujer, quien, por su naturaleza femenina, le pone los pies en la tierra y lo estabiliza. Dentro de la homosexualidad masculina también hay una inconsciencia perturbadora, ―esquizofrénica‖, por la cual muchos hombres gays presentan dos caras al mundo asumiendo la personalidad infantil de ―niño bueno‖ cuando están en el mundo heterosexual y luego se produce una me27

Este juicio podría parecer determinista, proviene de dos autores norteamericanos es antropológico y psicológico a la vez, parte de la costumbre de la sociedad occidental.


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tamorfosis hacia un mundo sexualmente proscrito al estar en compañía de otros hombres gays. Este fenómeno hace que sea muy difícil una integración madura de la personalidad. El pronóstico de estabilidad es reservado.

El riesgo para el homosexual Las personas homosexuales que frecuentan ―bares de ambiente‖ está bajo riesgo dado que al ingresar y salir de esos locales se hacen visibles para personas inescrupulosas. Hay quienes optan por evitar este riesgo, tomar sus propias medidas de seguridad, en algunos casos se arriesgan para disfrutar de los servicios de esos locales, esto lo mantiene en tensión. Los lugares de ambiente los hacen presa fácil de crímenes de odio. Fernando expresa lo siguiente: Eso… por eso es que la mayoría de la persona conocen esa tasca, y, este… es a la primera que se asiste, realmente esa es la primera, luego uno comienza a recorre todo los antro que existen en… en ese sentido pue. ¿Por qué? porque uno, bueno, uno se va proyectando, uno dice, uno se siente como realizado, es una, es una vida completamente nocturna, es una vida que… Ese es mentira quem… que nosotros los gay, o la lesbiana o lo transexuale, son borracho, son periquero, o son malandro, ese es mentira, generalmente somo persona sana ¿veda? un ochenta por ciento somo persona completamente sana, que simplemente y llanamente, bueno, manifestamo nuestro sistema de vida a plenitu (líneas 241-250). Cataloga los sitios que frecuentan para divertirse como ―antros‖, según nuestra lengua tiene dos acepciones: ―Caverna, cueva, gruta‖ (hace referencia a oscuridad y ocultamiento) y ―Local, establecimiento, vivienda, etc., de mal aspecto o reputación‖ (RAE, 2014). Asimismo uno de los informantes de Carlos Colina (2009: 75) hace el siguiente comentario sobre Sabana Grande: … que restauraran todo Sabana Grande sería fantástico, quizá perdería su encanto, ese encanto un poco ¿maldito?... no sería la palabra apropiada, quizás esa magia dantesca, oscura, perversa, que no se tienen como una forma de tu naturaleza sino que uno la tiene como un juego, ―Hoy quiero ser como perversito, entonces déjame ir a Sabana Grande, déjame ver qué consigo, déjame arriesgarme, déjame ver si pierdo o no pierdo la vida‖, porque dentro de uno piensa en eso, y da morbo, da morbo. Sabana Grande da mucho morbo. El centro es peligroso, en cambio Sabana


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Grande da morbo. Sabana Grande te da la posibilidad de que puedas escapar vivo, en cambio el centro no. Ir al centro es un suicidio. Ir a Sabana Grande puede ser una aventura (19.GB47). … no puedes regular, es que el encanto de Sabana Grande radica en… eh, su sordidez, entonces hacerle algo es dañarle su encanto, no podrías ponerle más seguridad pues, ¿entiendes? (9.GC25) Bueno, que tiene sus sitios nocturnos… bueno, perfecto, pero expones tu vida, salir de un sitio para entrar a otro sitio, salir de Las Dos Barras para ir a La Fragata, salir de La Fragata para ir a la otra tasca, salir de allí para ir al Pullman, simplemente en ese recorrido expones tu vida. De repente, cuando joven, no sabía el riesgo que estaba implícito en ese momento. Sino como persona joven, lo que quería era conocer, divertirme y tener experiencias en la vida. En la actualidad, ni loco. (13.GC-39)

Sobre la vida nocturna del homosexual se cierne la sombra de los crímenes de odio: Los crímenes por homofobia suelen ser ocultados de diversas formas, entre ellas, al calificarlos de pasionales, pero son generalmente cuentos, atroces, y pueden incluir la tortura previa de la víctima. No son infrecuentes el desprecio y la negligencia por 28 parte de las autoridades y de los cuerpos policiales (Colina, 2009: 87)

Pauta de actuación: aunque al lector le resulte simplista o conservador, el trabajador social debe recomendarle a las personas homosexuales evitar frecuentar bares de ambiente, ya que se exponen a grupos homofóbicos capaces de cometer crímenes de odio. Esto mientras no se cree una política gubernamental especial en materia de seguridad ciudadana para enfrentar este flagelo que existe de manera soterrada. En la película venezolana Azul y no tan rosa (Ferrari, 2012) se denuncia esta realidad; narrando cómo acechan grupos inescrupulosos a las afueras de los bares de ambiente a la espera de personas homosexuales para agredirlas fuertemente.

28

―En un estudio reciente de ACCSI (2008) los LGBTI caraqueños reportan en un 50% ‗experiencias negativas‘ con la policía, y solo 19% señalan experiencias positivas, porcentajes que se igualan o se aproximan bastante al promedio de tres ciudades del país (Caracas, Maracaibo y Mérida) con un 50% y un 16%, respectivamente. La mayoría de los sujetos GLBTI encuestados de la muestra total no denuncia dichas ‗experiencias‘ (89%), por desconfianza en el sistema judicial y policial (45%) y por miedo y vergüenza (28%). Efectivamente, el resultado más probable de una denuncia es la impunidad: su irresolución manifiesta (36%) o su permanencia en el estatuto de ‗pendiente‘ (39%)‖ (Colina, 2009: 82).


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Consumo de medicamentos y modificaciones físicas En la adolescencia y pre adolescencia algunas personas homosexuales experimentan la necesidad de imitar al sexo opuesto, en especial los hombres, muchos de ellos deciden consumir hormonas a través de la toma de pastillas anticonceptivas, esto les permite modificar la voz, evitar la excesiva vellosidad, propiciar la aparición de un ligero abultamiento en los pectorales (para simular busto) las consecuencias son irreversibles. Muchos jóvenes acostumbran consumir pastillas anticonceptivas; esto no es del dominio público, se cree equivocadamente que su particular voz, poca vellosidad o busto, son producto de un proceso natural, porque además, hay quienes creen el mito del ―gen gay‖. Estos tratamientos no tienen vuelta atrás, tampoco las intervenciones quirúrgicas para cambio de sexo, las personas que deciden someterse a ellos deben conocer sus efectos en la salud. La ciencia médica ha producido avances vitales, pero en su afán por superarse a sí misma, no fija límites éticos, y algunas de sus creaciones en lugar de aportar soluciones a la humanidad, la lesionan; tal es el caso de las intervenciones quirúrgicas y tratamientos para cambios de sexo (riesgosos y dolorosos para las personas). Además, las intervenciones quirúrgicas para el cambio de sexo generan cuantiosos gastos en pago de medicamentos, tratamientos, consultas con especialistas; algunos de estos elementos no están disponibles en nuestro país, esto hace más complicado y costoso todo el proceso. Vulnerando la salud y finanzas. Vale la pena destacar las palabras de la psicóloga Dale O‘Leary, citada por Nicolosi, 2002: 07-108): Dale O‘leary, autora de The Gender Agenda, observa que la sociedad debe resistirse a dar por bueno tal autoengaño: ―Desafortunadamente, muchos profesionales de la medicina y de la psiquiatría, en lugar de trabajar para encontrar la cura a este tipo de problemas psicológicos, han decidido que apoyar el engaño es parte del tratamiento. O, peor aún, llevan el engaño más allá a través de una cirugía para ‗cambiar‘ el sexo de la persona. Los pacientes que sufren porque se creen hombres atrapados en el cuerpo de mujeres (o mujeres atrapadas en cuerpos de hombres) realmente necesitan ayuda. Cortar las partes íntimas del hombre, ponerle implantes de senos, inyectarle hormonas femeninas y quitarle la barba no le harán mujer. La cirugía no cambiará el hecho de que cada una de las células del cuerpo de un hombre estén marcadas como masculinas (XY)‖.


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Este tipo de mutilaciones dificultan el verdadero disfrute de la sexualidad en las personas homosexuales y les someten a engaño psicológico, así como también las confrontan a la no-aceptación, condena e incomprensión del entorno social.

Pensar una política social Frente a quienes actúan sin suficiente reflexión y a quienes reflexionan mucho pero no hacen nada, el propósito es que la acción no se haga a costa de la reflexión, sino inspirada y orientada por ella, y que ésta no inhiba la acción. PERICLES

De nada valen las declaraciones de principios si no se acompañan de la acción decidida y coherente. El Estado venezolano debe diseñar una política social para atender la problemática homosexual, con apertura, pero evitando hacer apología o ―victimología‖ de la homosexualidad, como si se tratara de una enfermedad o ―discapacidad‖, y no de una decisión. Sería un grave error copiar las políticas de otros países. La atención de las personas homosexuales es un campo poco explorado en el país; las universidades y demás centros académicos tienen la tarea de fomentar las investigaciones en esta materia. Una tarea que nos concierne a todos es sensibilizar, profesar y practicar el respeto, aunque sea difícil y la tradición diga lo contrario. El slogan “No soy tu chiste” de Daniel Anzola apunta en esa dirección, cuestiona una costumbre que se repite con cada vez más fuerza, de generación en generación: denigrar al homosexual con toda clase de epítetos deshonrosos, chanzas y chistes. No obstante, este tipo de mensajes se mantienen casi intactos por décadas, una campaña, una política o una ley no podrán derribar o transformarlos en un corto plazo. Cuando se piensa en una política o ley para reconocer a las personas homosexuales de inmediato aparece la posibilidad de implementar el matrimonio homosexual, este es un tópico a discutir. Un político venezolano dio unas declaraciones responsables sobre el matrimonio homosexual, aunque no es el objeto de este trabajo sí se vincula con el mismo:


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¿Copei cree en el matrimonio gay? No. No estamos de acuerdo con el matrimonio gay. Creemos que deben crearse instrumentos legales para proteger a las parejas del mismo sexo, pero nosotros creemos que la familia debe estar conformada por el padre y por la madre, y además, así lo dice la Constitución; pero eso no es una posición homofóbica, sentimos un profundo respeto por las parejas del mismo sexo, creo que tienen derechos, porque cuando tienen bienes comunes, haberes comunes, creo que tienen el derecho de una protección legal especial, pero eso no se puede confundir con el matrimonio, que es una institución que tenemos que fortalecer; por eso te hablaba antes de tener posiciones más severas con la paternidad irresponsable, porque todo esto tiene implicaciones en la descomposición social, y pasa por cómo el Estado atiende a la familia y al ser humano. Roberto Enríquez Lavaud ―Hablar de plesbicito es estafar al país‖. Págs. 6 y 7, domingo 22 de septiembre, año 73, Nro. 28.743, Últimas Noticias.

Óscar Guasch, español, doctor en antropología social y docente, afirma que España no se encontraba preparada para el matrimonio homosexual, distinto a lo que se piensa no es una sociedad liberal y abierta a toda posibilidad de cambio. Esto lo confirma la investigación de Begoña Pérez Sancho en Homosexualidad: Secreto de familia. El matrimonio homosexual en España, según Guasch, constituyó ―una política social populista y barata‖ aplicada durante la administración del presidente Zapatero. Ayala señala que según Villaamil ―la normalización de la homosexualidad parece pasar más bien por un fortalecimiento del ghetto‖ (2006: 510) ello es fácilmente demostrable; los países conocidos por su apertura cuentan con ―barrios gays‖ y los conservadores también, lo cual implica que la población homosexual no mezcla su estilo de vida con el resto. En Madrid existe Chueca, en Barcelona Gaixample, en Málaga Torremolinos, en Toronto St James Town Rivardale, en Bogotá Chapinero, en Sao Paulo Baixo Augusta y Jardins, en Chicago Boystown, en Miami South Beach, en París Le Marais, en Caracas: Sabana Grande, fuera de occidente: en Tokio Shinjuku Ni-Chome y en Bangkok Silom. En Venezuela no solo la homosexualidad constituye un tema difícil de tratar, sino la sexualidad en general29. 29

Se hace referencia a la sexualidad en general porque es un gran tabú en nuestra cultura que debe ser abordado de una vez por todas, es común ver cómo las familias presionan a los jóvenes obligándolos a tener tempranamente encuentros sexuales heterosexuales para


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Los trabajadores sociales están obligados a promover iniciativas en sus espacios laborales que permitan a docentes, padres, psicopedagogos y orientadores, reflexionar sobre la sexualidad y la problemática homosexual, esto traerá como resultado el desarrollo de las habilidades dentro de las familias, instituciones y comunidades para manejar esta temática en todos los entornos donde se desenvuelven. No es recomendable dejar en manos de organizaciones privadas como fundaciones, organizaciones no gubernamentales, los programas de atención integral a la población homosexual, porque su implementación amerita el diseño de una política concebida por todos los sectores de la sociedad suficientemente debatida y con consenso de todos los involucrados; con voluntad política y disposición a invertir el tiempo necesario. Como se comentó en el apartado El riesgo para el homosexual, el Estado venezolano y los organismos con competencia en materia de seguridad ciudadana han venido aplicando una ―política‖ de laissez faire, laissez passer, permitiendo que en los alrededores de los bares de ambiente se cometa cualquier delito y dejando a su suerte a quienes allí concurren. Es obligación del gobierno reconocer la situación que se vive en esas zonas y proteger a esta población especialmente vulnerable, es del conocimiento público que toda la ciudadanía está desprotegida, a merced del hampa, pero quienes frecuentan estos sitios son blanco fácil de atropellos, chantaje y extorsiones por parte de organismos se seguridad e grupos e individuos inescrupulosos capaces de cometer crímenes de odio contra ellos30. Herdt y Bruce (2002) Ángel Maroto (2006) hablan de gestión familiar de la homosexualidad; los trabajadores sociales en Venezuela podemos abonar en que compruebe su masculinidad y a la par protegen obsesivamente a las adolescentes evitándoles que conformen pareja; esto también amerita ser atendido por los trabajadores sociales y psicólogos, ya que en muchas ocasiones produce efectos indeseables. Según Foucault la cultura occidental ha desarrollado finos mecanismos para reprimir la sexualidad de las personas, la razón es histórica, proviene del cristianismo. Refiriéndose a relaciones heterosexuales: ―Cuando el amigo se convierte en novio, la familia entra en un estado de shock o preocupación permanente, cuya consecuencia es un malestar neurótico‖ (Hurtado, 2011: 104). ―Las picardías sexuales del hijo pueden ser condenadas de los labios para afuera, por parte de las mujeres de su familia, como una mala educación, casi grosera en palabras y gestos, pero de verdad son profundamente aceptadas y admiradas‖ (Hurtado, 2011: 81). 30

En el artículo Sabanagay sangrante: del alegre “tasca tour” a los crímenes de odio de Carlos Colina (2009) se encuentran duros testimonios sobre actos de represión y abuso sexual ejercidos por policías y militares.


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ese terreno y contribuir en la elaboración de una política social justa y pertinente, considérese este trabajo como una pequeña contribución en esa empresa.

REFLEXIONES DE CIERRE Y SÍNTESIS

Los profesionales en trabajo social se han dedicado tradicionalmente a dos ámbitos: familia y comunidad, a partir de allí han desarrollado toda una tradición teórica y práctica. Estamos capacitados para el diseño, ejecución y evaluación de programas y políticas sociales, siempre en pro de las personas, las familias y las comunidades. La violencia intrafamiliar, pobreza, embarazo adolescente, infancia abandonada, salud comunitaria, han sido objeto de intervención tradicionalmente para los trabajadores sociales; la problemática homosexual se agrega a la variedad de situaciones para las cuales debemos estar capacitados. No obstante, en materia de homosexualidad y trabajo social se ha dicho y hecho poco, en el caso específico de Venezuela contamos con algunos trabajos especiales de grado de la Escuela de Trabajo Social de la UCV que constituyen los primeros aportes en esta difícil temática. Ello responde a lo novedoso que resulta para el trabajo social, pero la realidad de las personas homosexuales y sus familias se está imponiendo, clamando ser comprendida y atendida. Hace más de una década España y Estados Unidos comenzó a implementar servicios sociales públicos y privados para la atención de personas LGBT y sus familias, donde los trabajadores sociales juegan un papel fundamental. Sin embargo, siguen siendo experiencias muy tímidas, cuyos alcances y limitaciones se conocen poco. Desde el trabajo social podemos construir la gestión familiar de la homosexualidad, así como participar en el diseño de programas y políticas sociales para atender a todos los involucrados en la problemática homosexual. En el caso venezolano es necesario el diseño de una política concebida por todos los sectores de la sociedad, donde prive con voluntad política y disposición a esperar el tiempo que se requiera para ello, suficientemente debatida y con consenso de todos los involucrados. Sería un grave error emular las políticas de otros países y aplicarlas en Venezuela, sin conocer a fondo la temática.


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En nuestro país no se han instrumentado este tipo de medidas, no obstante, independientemente de que se abra este campo profesional formalmente, ya existe de hecho, es imprescindible conocerlo y discutirlo a profundidad; salir de la inobservancia es una obligación ética. Asimismo, se recomienda que el abordaje profesional sea inculturado, esto es, situado en la cultura, en el mundo-de-vida en el que vive la persona. Cuando se revisan las tendencias teóricas llama la atención que han predominado dos perspectivas: la biológica y la psicológica, pero también se existen aportes más integrales hechos desde la antropología porque toca aspectos culturales e históricos, sin menospreciar lo conductual ni lo biológico. No obstante, la visión más adecuada la ofrece el trabajo social, como disciplina, ya que cuenta con la capacidad de concebir los problemas y el ejercicio profesional desde el pensamiento complejo, la multidisciplinariedad y la transdisciplinariedad, además, su fin último es actuar, acercarse, aportar, no solo observar y medir en la realidad. Para un tema tan complejo y sensible, la investigación convivida es una alternativa muy potente, no obstante, debido a que se opone a la intervención y al modo de conocer de la modernidad algunos colegas la consideran ―contemplacionista‖31. Varias de estas ideas son consecuencia de una lectura superficial de los trabajos de Alejandro Moreno y del CIP. Los resultados obtenidos a partir de la investigación convivida permiten generar conocimiento útil para comprender a fondo los problemas que se originan en el seno del mundo-de-vida popular venezolano y tratarlos ―con el oído puesto sobre las palpitaciones venezolanas‖ como decía Rómulo Gallegos; esta fue la intención de este trabajo.

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31

―Contemplacionismo‖ observar los problemas y dejarlos intactos.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 203-213

INDICADORES DE LA COYUNTURA VENEZUELA –2DO SEMESTRE 2015 El país se encuentra en una crisis de enorme profundidad que como nunca en muchos años haya vivido la población. El desequilibrio nacional, es de tal magnitud, que afecta severamente el clima político, económico y social. Particularmente, resalta el impacto que con rudeza inusitada recae en el sector económico. Se evidencia, una recesión de gran magnitud en el comportamiento de los indicadores, no obstante las restricciones de los entes oficiales por ocultar las cifras estadísticas. Es sabido lo de la inflación desbordada que hace resentir el ingreso de los venezolanos. El sector productivo en su nivel más bajo de operatividad. El comercio con inventarios disminuidos y una escasez generalizada de bienes en el mercado que exaspera a los consumidores. Profundización, de los controles de precios y la intensificación de la política de fiscalización sobre los comercios formales llegándose hasta el decomiso de inventarios de productos bajo el supuesto incumplimiento de la medida administrativa sobre los precios justos. La disminución de las importaciones fundamentales para el desarrollo del país ya que para la producción la mayoría de los insumos vienen del exterior. La política cambiaria, que sigue operando con tres tipos de cambio y los productores teniendo pocas oportunidades para obtener las divisas para la compra de sus insumos de producción debido al “cepo” cambiario ya que no hay libre fluidez para la obtención de divisas para el común de los nacionales. Ante este glosario de evidencias sobre el bajo desempeño de la economía. Conviene mencionar, que aún están ausente iniciativas para revertir la dirección actual de la política económica que siguen rezagándose porque la administración mantiene la creencia de que su modelo es funcional pero aún no se convence de la inoperancia de sus acciones a pesar de las penurias a las que se somete la población, cada vez más, cuando se le dificulta la posibilidad de abastecerse de los alimentos básicos para la subsistencia. La población, ha disminuido su calidad de vida, en todos los estratos de la sociedad, a pesar de los reiterados ajustes salariales de 2015 los cuales abonan muy poco al mejoramiento de la capacidad de compra de los trabajadores que no tiene protección ante la velocidad sin control de la inflación, la más alta del mundo, que destruye sin contemplación el salario de los venezolanos. La economía ha caído y se encuentra en una fase de recesión desde el año pasado. En el presente 2015, desde el sector oficial, se mencionó un decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de -4,0% pero ante la ausencia de cifras oficia-


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les, son variados los agentes económicos que han adelantado estimaciones sobre el crecimiento del producto para el cierre del año. La firma, Síntesis Financiera, estimó que el PIB, se ubicaría en -9,0%, y Ecoanalítica -8,0%. En el caso, del Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual a comienzo de año, difundió una proyección de -7,0%, posteriormente en el mes de octubre de 2015, reestimó una caída de -10,0%. Lo cierto, es que para el año 2015, se ha estimado la contracción del PIB, en un rango de variación comprendido entre -8,0% y -12,0%. Esto permite deducir, a partir de la tendencia que marcan las proyecciones que en 2015 la contracción del PIB es inevitable. En tal sentido, es claro calificar de ineficiente el comportamiento de la economía nacional y que de no tomarse medidas de rectificación el país entrará en una fase de gestión crítica puesto que ya ni siquiera es capaz de suplir la demanda básica de la población como son los rubros para la alimentación. Se muestra la evolución del PIB, desde los años previos, cuando todavía no se mostraba con mayor intensidad la ausencia de oferta de bienes en el mercado nacional y la realidad actual. Se refleja la situación más desastrosa del desempeño económico del país. PIB Venezuela

Fuente: BCV- FMI.

Ante, el débil comportamiento de la economía, se resiente la presión en el comportamiento de los precios cuya velocidad de crecimiento hace que la inflación en el país se haya desbordado llegando a ser una de las más elevadas del mundo. Efectivamente, la alta inflación contiene la influencia de la escasez generalizada de productos, proliferación de rígidos controles con la Ley de Precios


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Justos, reducción de las importaciones por disminución de la asignación de divisas, y los efectos de las confiscaciones de unidades de producción agrícola que se traduce en menos oferta de los alimentos para el consumidor. En medio, de la falta de cifras oficiales, el Presidente de la República, declaró el 20 de octubre que la inflación era de 80% y luego tres días más tarde que era de 85%. Sin embargo, extraoficialmente se supo que entre enero y octubre 2015, la inflación se ubicaba en 170% (El Nacional web 16-11-15). Ante, la velocidad con la que se mueven los precios, se ha dicho que el país ya entró en fase de hiperinflación. Los analistas económicos, han indicado diversas proyecciones para la inflación de 2015. La firma LatinFocus Consensus estimó 151,8%, Bank of América 122,0%, la firma Moodys 180,0%, el FMI 190,0%. Entre tanto, en el país han estimado la inflación en 200,0%, mientras que para el rubro de alimentos se estima el incremento de precios en 300,0%. En este sentido, con magnitudes de inflación tan elevadas el presupuesto familiar y el poder adquisitivo de los venezolanos se deprimen sin posibilidad de recuperación. La tendencia de la inflación, invocando la cifra de 190,0% estimada por el FMI, de la que algunos dicen es conservadora, se muestra el salto inflacionario que se espera en el país, en 2015, al superarse en más del doble el resultado de 62,2% del INPC que se registró en el año 2014. INPC Venezuela

Fuente: BCV-FMI.

Vale, mencionar que en cuanto al crecimiento de los precios de los alimentos el CENDAS-FVM, en su seguimiento del costo de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF), da cuenta de cómo se incrementa aceleradamente el indicador. La CAF, que fue elaborada para una familia de 5 miembros, en el mes de octubre 2015, se incrementó en 12,9% respecto a septiembre 2015, para ubicarse en 69.868,08 bolívares. Así, en detalle, rubros con importantes aumentos de pre-


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cios, en el mes de octubre, fueron Salsa y mayonesa (47,7%), Grasas y aceite (40,3%), Café (19,2%), Cereales y productos derivados (18,7%), Leche, quesos y huevos (16,9%), Carnes y sus preparados (14,1%), entre otros. El incremento en el costo de la vida por los aumentos de precios en los productos para la alimentación se pueden observar cuando se presentan los elevados gastos que deben destinarse para comprar la Canasta Alimentaria Familiar, en el periodo junio a octubre de 2015, según los datos que divulgó el Cendas. En tal sentido, con la CAF de octubre de Bs 69.868,08, una familia de 5 miembros necesitaría 9,4 salarios mínimos del vigente en ese mes (Bs 7.421,68) para atender sus necesidades de alimentación. Canasta Alimentaria Familiar

Fuente: Cendas-FVM.

Es claro que para la subsistencia de las personas el empleo es primordial, según las últimas cifras de INE, referidas al mes de enero 2015, la tasa de desempleo, se situaba en 7,9%, indicando que 1.1241.799 personas se encontraban sin empleo. Entre tanto, que en el Sector Formal de la actividad económica, se encontraban 7.695.649 personas con empleo y para el Sector Informal 5.394.922 personas. Pero, vale mencionar que ante la profundización de la crisis económica esos indicadores se han visto afectados, como bien se puede deducir de la estimación del desempleo en 14% que realizó el FMI en su informe de octubre 2015. Es así, que nuevas figuras de informalidad se han materializado como en el caso del llamado “bachaqueo” una clase de revendedor que se encarga de ofrecer productos escasos a doble precio o al triple de su valor real.


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Así también, son menos los trabajadores por el cierre de empresas y expropiaciones de unidades de producción. En el entorno actual, se dice que la mayoría de las actividades están parcialmente paralizadas, tal como, se reflejó en la Encuesta de Coyuntura del 3er trimestre 2015, de Conindustria, determinando que la mediana industria apenas tiene un mes de trabajo asegurado. Por otra parte, se conoció que los propios trabajadores de empresas de alimentos han solicitado la asignación de divisas para la compra de insumos a fin de continuar labores y evitar quedarse sin empleo. Este microclima abona al mayor desempleo y en contra de todos aquellos que buscan la posibilidad de ubicarse en el mercado de trabajo. Son numerosos los profesionales y técnicos que siguen saliendo del país buscando nuevas perspectivas en el campo laboral. En materia salarial, nuevamente el gobierno nacional aumenta el Salario Mínimo (SM) siendo la cuarta vez que ocurre en el año 2015. Efectivamente, en el mes de febrero paso de Bs 4.181, 34 a Bs 6.622,48, siendo el incremento de 15%. Luego a partir del 1ro de noviembre de 2015 se realizó el 4to aumento del SM, para ubicarse en Bs 9.648,10; pero, a la par de este incremento, se procedió a un ajuste en el Ticket de Alimentación (TA), un bono salarial para complementar el salario de los trabajadores, cuyo cálculo se basa en el valor de la unidad tributaria, ahora el TA, se determinará a 30 días a diferencia de los 22 días de antes para ubicarse en Bs 6.750. Sumando, el valor del salario mínimo y el nuevo valor del ticket de alimentación, se habla de un salario integral de Bs 16.399 que comparado con el valor de Bs 69.868,08 de la Canasta Alimentaria, del mes de octubre 2015 del Cendas, se muestra claramente insuficiente para mejorar la capacidad adquisitiva del ingreso de los trabajadores que son los que mayormente reciben el salario mínimo. Los ciudadanos, dudan que el incremento de sueldo mejore la capacidad de compra en particular los pensionados que dicen que no les alcanza para vivir. Salario Mínimo


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Los Agregados Monetarios vienen reflejando la presión que se ejerce en la inflación por la cantidad de dinero que circula en la economía. En tal sentido, la Liquidez Monetaria (M2) ha crecido 56,5% al pasar de 2.001.240.566 miles de bolívares en diciembre de 2014 a 3.132.904.736 miles de bolívares en septiembre 2015. Entre tanto que la puesta en circulación de Monedas y Billetes, pasó de 182.492.941miles de bolívares en diciembre 2014 a 278.744.774 miles de bolívares en septiembre 2015, resultando un incremento de 53% en la economía. Lo que coloca mucho circulante monetario en la economía, para presionar la poca oferta de bienes en el mercado, lo cual también es llamado dinero inorgánico por el bajo respaldo que le proporcionan las reservas del país. Monedas y Billetes

Fuente: BCV.

La capacidad de recursos del país cada vez se hace más difícil, en tal sentido, las Reservas Internacionales continúan disminuyendo y afectando la capacidad de pago externa del país. Al 20 de noviembre 2015, las reservas internacionales, se situaban en US$ 14.964 millones que en comparación al registro del 26 diciembre de 2014, cuando mostraba el nivel de US$22.330 millones, se refleja una caída de -32,7%. En esto, tiene su incidencia la baja de los precios del petróleo que disminuye significativamente la entrada de ingresos al país puesto que es el rubro más exportado. Así también, que el menor nivel de reservas del país se debió al pago de compromisos relacionados con la deuda externa. Analistas, han mencionado que por la caída del precio del crudo la nación ha dejado de percibir US$ 31,1millardos. La situación de las reservas internacionales es como se observa en la gráfica.


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Reservas Internacionales

Fuente: BCV.

Precisamente, esa baja en el nivel de reservas internacionales hace que la decisión para encarar la política cambiaria se desfase mucho más. Sigue, persistiendo la medida de control de tipo de cambio que los agentes económicos continúan considerando como un elemento restrictivo que impide la producción local. Tanto, que Conindustria estima en US$12.000 millones las liquidaciones de divisas pendiente con la industria por lo que vienen proponiendo titularizar la deuda a los fines de cancelar a los acreedores internacionales las materias primas. El tipo de cambio continúa girando según los tres tipos oficiales, el de 6,30Bs/US$, el del entorno del 12Bs/US$ y el que se transa en el Sistema Marginal de Divisas (SIMADI) con un tope de 200Bs/US$. Pero, visto que el control establecido para obtener divisas sigue siendo opción para los demandantes de divisas el dólar del mercado paralelo que casi cuadruplica el del SIMADI. En el mercado petrolero, el precio del producto venezolano continúa su camino descendente luego de que llegara a cotizarse por encima de los 100 US$/barril, tal como ocurrió en marzo 2012, cuando registró un precio de 116,47 US$/barril. En la semana del 16 al 20 de noviembre de 2015, el precio de la cesta venezolana, se situó en 34,46 US$/barril que con respecto a diciembre 2014, cuando se ubicó en 54,03 US$/barril, determina una contracción de -36,22%. Los niveles de precios bajos son el resultado de los mayores inventarios colocados en los principales centros consumidores que vienen ejerciendo presión en los precios del crudo. La firma Ecoanalitica, estima que sería a mediados del año 2020, cuando los precios del petróleo vuelvan a superar los 70 US$/barril. La evolución de los precios en la gráfica refleja el comportamiento del crudo venezolano confirman-


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do la tendencia de bajos precios y consecuentemente menores ingresos en divisas para el país que son primordiales para la activación del sector industrial. Precios del Petróleo

Fuente: Min. Petróleo y Minería.

El efecto de los menores precios del petróleo y la baja en las reservas internacionales, se refleja directamente en la Balanza Comercial del país. Según la Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (VenAmCham), el intercambio comercial total entre Venezuela y los Estados Unidos de América, en el periodo enero-septiembre de 2015, se situó en US$ 19.027 millones una caída de -39,89% respecto al mismo periodo de 2014 cuando se ubicó en US$ 31.654 millones. Por su parte, el total de las Exportaciones de Venezuela hacia los Estados Unidos de América (EUA) durante el periodo enero-septiembre de 2015 fue de US$ 12.280 millones representando una disminución de -48,74% respecto de US$ 23.957 millones del mismo periodo en 2014. Entre tanto, las Importaciones provenientes de EUA alcanzaron un total de US$6.747 millones una baja de -12,35% respecto al mismo periodo del año 2014 cuando se ubicó en US$ 7.697.


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Balanza Comercial

Fuente. Venamcham.

Las Perspectivas de Venezuela, figuran un panorama desfavorable para el año 2016. Consultando, las proyecciones del FMI, se percibe un año más crítico que el presente 2015. Así, el organismo estimó para el año 2016, el PIB con una caída de -6,0%, el Desempleo en 18,1% y un estimado para la inflación de 210,0% que claramente seguirá siendo la más alta y sin rivales en el Hemisferio Occidental. Es inexplicable, como las autoridades nacionales siguen sin comprender que se hace indispensable cambiar las orientaciones de un modelo que durante más de 15 años de ejercicio no ha funcionado. El país demanda mejoras en las condiciones de vida de la población. Las variables relevantes evaluadas, reafirman la condición desfavorable en el desarrollo económico nacional. Los países, que en 2016, prevén decrecimientos en la Región Suramericana son: Argentina (-0,7%), Brasil (-1,0%) y Venezuela (-6,0%). Es evidente, que para Venezuela, sin la aplicación de medidas económicas correctivas, se estaría a las puertas de otro período improductivo de mucha gravedad para la población ya que ni siquiera se podría garantizar los bienes básicos de subsistencia para la población. Véase, como se estima el PIB y la Inflación en 2016 para los países del área, donde hasta los países con los cuales Venezuela ha sido muy generosa financieramente, proyectan mejores perspectivas.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Venezuela y otros países. Perspectivas 2016 País Argentina Bolivia Brasil Chile Colombia Ecuador Paraguay Perú Uruguay Venezuela

PIB Var (%) -0,7 3,5 -1,0 2,5 2,8 0,1 3,8 3,3 2,2 -6,0

Inflación Var(%) 26,4 5,0 5,5 3,5 3,3 2,5 4,5 2,5 7,9 210,0

Fuente: FMI.

El comportamiento de la inflación, en el próximo año, pronostica un oscuro panorama para los venezolanos se estima un crecimiento inflacionario de 210,0% el más elevado, secundado por Argentina con 26,4%, pero el resto de los países no superan el 10%. Venezuela y países-Inflación 2016

Fuente: FMI.

BREVES

- El Gobierno Nacional, presentó el Proyecto de Presupuesto para 2016, por un total de 1billon 548 mil 574 millones de bolívares casi el doble del presupuesto de 2015 que se situó en 741mil 708 millones de bolívares. Un presupuesto con


Indicadores de la coyuntura…

213

pocos datos y no muy claros ya que no se conoció la inflación prevista para el ejercicio. Se consideró un precio estimado del petróleo en 40US$/barril, cuando la tendencia indica que será menor a ese tope y un tipo de cambio de 6,30Bs/US$ para alimento y medicinas. - La tasa de interés Activa para el mes de octubre 2015 se ubicó en 21,35%, entre tanto que la Tasa Pasiva en 12,72% la cual sigue indefensa ante la elevada tasa de inflación. No hay incentivos para el ahorro. - La producción de vehículos en octubre 2015 se ubicó en 859 unidades. Entre tanto que para el mismo mes del año 2014 la cantidad unidades producidas fue de 1.724 con lo que se determinó una contracción de -50,17% - En Venezuela, se ven maquinas captahuellas en comercios, colas para comprar los alimentos, controles de precios, baja producción de alimentos y también una población bajo control. -El 6 de diciembre de 2015 se realizarán las elecciones de los diputados a la Asamblea Nacional un ejercicio democrático que genera grandes expectativas. - La Pobreza por ingresos en hogares venezolanos aumentó hasta 73% según la Encuesta de Condiciones de Vida 2015 (Encovi) realizada por la UCAB, UCV y la USB. En 2014, la Encovi, determinó que la proporción de hogares en pobreza era de 48,4%. Fuentes consultadas: El Nacional Web, El Universal Web, El Estimulo.com, La Patilla.com, Diario Tal Cual, Diario La Razón, La Otra vía Blog, FMI, BCV, INE, Venamcham, Conindustria, Cendas FVM, Cálculos propios. Nelson Morillo- Estadístico


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 215-231

RESUMEN DE 13 INDICADORES RELACIONADOS CON LA INGENIERÍA-DICIEMBRE 2015

INTRODUCCION

Como resultado de una exploración de indicadores de desarrollo de Venezuela relacionados con la ingeniería, del Académico Manuel Torres Parra y la Economista María Rojas H. de Beltrán, la Academia Nacional de Ingeniería y el Hábitat (ANIH) presentó en forma digital 91 indicadores (Boletín 21 noviembre 2010) agrupados en indicadores sociales, económicos, de ciencia y tecnología, de infraestructura, ambientales y de desastres. La recomendación de la ANIH fue de mantener actualizados con prioridad 36 indicadores. Muchos de éstos pueden ser actualizables anualmente, algunos derivados de estudios específicos y los de naturaleza internacional, son aportados por cada nación anualmente o cada cierto números de años. En esta ocasión, seleccionamos 13 indicadores de los prioritarios y presentamos a continuación su versión resumida, extraída del amplio informe de marzo de 2016 por la ANIH (www.acading.org.ve).

I. INDICADORES SOCIALES

I.1. Índice de desarrollo humano (IDH) Es una medición por país, elaborada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Se basa en un indicador social estadístico compuesto por tres parámetros: salud (incluyendo en los países en desarrollo la variable de porcentaje de la población sin acceso sostenible de agua mejorada), educación y el PIB per cápita en término de paridad del poder adquisitivo (PPA) en dólares. Los rangos del IDH para la clasificación de los países en escala: Alta (0,800 a 1; en 4 subgrupos), Media (0,500 a 0,799; en 6 subgrupos) y Baja (< 0,350 a 0,499; en 4 subgrupos). El IDH 2014 de Venezuela fue de 0,762 y se ubicó en el rango de IDH MEDIANO ALTO ocupando el puesto 71 de los 188 países evaluados. Sin su-


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

perar el IDH 1997 de 0,861. La tendencia fue creciente hasta 1998, sin embargo la tendencia es decreciente para el período 1970-2014 IDH Venezuela 1970-2014

Fuente: PNUD 2015.

A continuación se presenta los IDH de algunos países de la región como información de comparación en años 2008, 2011, 2012, 2013 y 2014: Referenciales IDH

Fuente: PNUD 2015.


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Resumen de 13 indicadores…

En relación a los niveles de violencia, Venezuela ocupó el 2do.lugar en América Latina y el Caribe con un promedio 53,7 homicidios por 100.000 habitantes para el período 2008-2012 (PNUD, 2015). En el ranking 2015 de las 50 ciudades más violentas del mundo 41 ciudades están en América Latina y 8 en Venezuela con un promedio de 74,65 homicidios por 100.000 habitantes, encabezado por Caracas a nivel nacional y mundial (Ranking 2015 de las 50 ciudades más violentas del mundo, www.seguridadjusticia.org.mx, 23.01.2016) Por otra parte, Venezuela es el país menos transparente (más corrupto) en América ocupando el puesto 158 de los 167 países evaluados en el Índice de percepción de corrupción año 2015, con 17 puntos sobre 100. (www.transparency.org/cpi #cpi 2015).

II. INDICADORES ECONOMICOS

II.1. PIB per cápita real a precios constantes (en bolívares de 1984) A pesar de los extraordinarios ingresos petroleros recientes hasta 2014, el Producto Interno Bruto (PIB) Real per cápita a precios constantes 1984 fue en el 2012 y 2013 de Bs. 29.600, y en el 2014 de Bs- 28.000, inferior a los alcanzados en los años 1978-1979 (superior a Bs. 31.000). La tendencia es decreciente. Al 3º trimestre de 2015 el PIB Real per cápita a precios constantes de 1984 alcanzó los Bs.19.142. PIB/CÁPITA REAL (Bs. 1984)

Fuente: Informes anuales del BCV (1968-1999), elaboración propia (2000-2015).


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Cabe destacar, que el PIB per cápita en dólares referido por el Banco Mundial (BM) de 1998 fue de 3.901 $/cápita (calculado a cambio libre) y de 12.729 $/cápita (calculado a un cambio controlado de 4,3Bs/$) en 2012. Por lo tanto, el PIB per cápita del año 2013 y 2014 de Venezuela calculado a un cambio ajustado al mercado sería significativamente inferior. El PIB per cápita de Venezuela en dólares (precios actuales) no se especifica en las estadísticas del BM para los años 2013 y 2014. Los países de la región con mayor PIB per cápita en dólares (a precios actuales) en el 2014 son: Uruguay (16806) y Chile (14.528); otras referencias de interés: Argentina (12.509), Brasil (11.384), México (10.326), Colombia (7.904). Entre los países con mayor PIB per cápita en dólares mundial en 2014 (a precios actuales) fueron: Noruega (97.307), Suiza (85.594); otras referencias: Australia (61.925), Estados Unidos (54.630), Canadá (50.235), Alemania (47.821), Corea del Sur (27.971) y China (7.590).

II.2. Tasa de crecimiento porcentual del PIB Como muestra el siguiente gráfico la tendencia de la tasa de crecimiento del PIB en porcentaje es decreciente. En 2011 creció 4,0% después de dos años de crecimiento negativo y, en el 2012 creció en 5,6%. Sin embargo, nuevamente decrece en el 2013 a 1,3% y la tasa de crecimiento del PIB es negativo en el 2014 a -3,9% y acumulado al 3º trimestre del 2015 fue negativa a -7,1%. En general se recuperó levemente la tasa de crecimiento del PIB en 2014 con respecto al año anterior, el promedio mundial de 2,4% a 2,5%, la OECD de 1,4 a 1,8%, y Asia de 7,2 a 7,7%. América Latina sí decae la tasa de crecimiento de 2,7% en 2013 a 1,4% en 2014.


Resumen de 13 indicadores…

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Tasa crecimiento % PIB 1951,1960,1965,1970,1975,1979,1985,1986,1989,1995, 1997-2000, 2002-2013, 2014 y al 3er trimestre de 2015

Fuente: Ministerio Fomento, OCEI, BCV, INE, cálculos propios.

II.3. Participación de las actividades relacionadas con la ingeniería del PIB real (%) Las actividades económicas de mayor participación de la ingeniería en el PIB (agrícola, minería, petróleo, manufactura, construcción, electricidad, gas y agua, transporte, almacenamiento y comunicación) han disminuido de 60,6% al 45,7% desde 1950 al 2015.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

% PIB de actividades de la ingeniería en el PIB 1950 hasta 3º trimestre de 2015

Fuente: BCV, PIB a precios contantes 1957, 1968, 1985, 1997. Torres y Rojas cálculos propios.

De los sectores asociados a la ingeniería al tercer trimestre de 2015, la construcción disminuyó su participación en el PIB al 6%, la manufactura continua descendiendo al 13,4% del PIB, el transporte y almacenamiento representó el 3,2% del PIB, la minería el 0,3% del PIB, mientras las comunicaciones aumentaron a 8,55% del PIB, la electricidad y agua aumentó levemente a 2,5% del PIB, y el petróleo y gas repuntaron levemente representando el 12,1% del PIB. Desde 2004, no se especifica aparte la participación actividad agrícola en el PIB en las estadísticas del BCV.

II.4. Ingreso petrolero per cápita (en $US) El ingreso por petróleo per cápita que hasta 1970 no superó los 500$ per cápita aumentó a un promedio 2.000 $/cápita en los últimos 10 años, resultado más por el aumento de los precios que por los niveles de producción decrecientes, con picos de ingreso de 3.500 $ per cápita en 2008, y superiores a 3.000 $ a partir de 2011 hasta 2013. A partir de 2014 decae a menos de 3.000 $ per cápita.


Resumen de 13 indicadores…

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Ingreso petrolero $/cápita 1922-2014

Fuente: Torres y Rojas, elaboración propia sobre información MMH 1967, 1970, MF 1954, OCEI 1979, 87 y 90, MEM 1990, INE 2002, MEM 2009, Energy Report , www.menpet.gob.ve

II.5. Índice de competitividad global (GCI) El índice de competitividad global (GCI) mide el clima para la inversión, de la escala 1 al 7, Venezuela sigue descendiendo en este índice, a 3,30 en el año 2015, ocupando el puesto 132 sobre los 140 países evaluados. Se mantuvo como el año anterior en el puesto 21 en América Latina y el Caribe y se desplazó de 131 a 132 a nivel mundial en un año. Destaca el deterioro institucional, desbalance del presupuesto gubernamental con respecto al Ingreso Nacional, alta inflación, baja capacidad para retener y atraer talentos, manejo eficiente del mercado y laboral, disponibilidad tecnológica en investigación y desarrollo y transferencia tecnológica, disponibilidad de suplidores locales y desarrollo de conglomerados, y en la innovación especialmente en la procura gubernamental de productos técnicamente avanzados ocupando en todos éstos el último lugar 140, seguido de la calidad de la infraestructura, salud y educación. Se hacen referencias del GCI de algunos países y se compara posiciones del GCI 2015 y GCI 2009.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Clima de inversión en países índice de competividad global (GCI) Escala 1-7 GCI 2015- Latinoamérica GCI 2014- Latinoamérica GCI 2013- Latinoamérica G C I 2009- Latinoamérica GCI 2015 2016 sobre y Caribe 2015 sobre y Caribe 2014 sobre y Caribe 2010 sobre y Caribe de GCI 140 países 144 países 148 países 133 países 2009 País

Índice Puesto

de 23 países

Índice Puesto

de 23 países

Índice Puesto

de 23 países

Índice Puesto

de 23 países →

Suiza

5,76

1

5,7

1

5,67

1

5,6

1

Chile

4,58

35

1

4,6

33

1

4,61

34

1

4,7

30

1

↓5 puestos

Brasil

4,08

75

8

4,34

57

5

4,33

56

6

4,23

56

4

↓19 puestos

Colombia 4,28 Venezuela 3,30

65 132

5 21

4,23 3,32

66 131

8 21

4,19 3,35

69 134

8 22

4,05 3,48

69 113

8 16

↑ 4 puestos ↓ 19 puestos

Fuente: Foro Económico Mundial. The competitiviness report 2008-2010-2012-2013-2014-2015, 2015-2016

INDICADORES TECNOLÓGICOS

III.1. Ingenieros y afines para 1.000 habitantes La ingeniería ha crecido a una tasa de 8,3% desde 1960 a 2016, lo cual ha hecho que la proporción de ingenieros por mil habitantes haya pasado de 0,41 en 1960 a 8,79 en 2016 ingenieros por mil habitantes (incluye arquitectos y afines). Ingenieros, arquitectos y afines/1.000habitantes

Fuente: CIV corte marzo 2016, elaboración propia.

La proporción de ingeniería civil ha disminuido desde 1960 a 2016 de ser 68% a 19,4%, la arquitectura ha crecido levemente de 8% a 9,2%, también la


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Resumen de 13 indicadores…

ingeniería mecánica hasta alcanzar 12,7%, la ingeniería industrial 11,9%, la ingeniería de sistemas y computación representa 9,4%, disminuye levemente a 8% la ingeniería eléctrica y se mantiene en un 6% la ingeniería química del total de las especialidades de la ingeniería. Referencia de ingenierías por principales disciplinas Mecánica Eléctrica

Civil

Química Industrial Sistemas y Computación Otros

Venezuela* 1992 12,0% 9,0% 24,0% 6,0% 6,0% 4,0% Venezuela* 2007 13,0% 9,0% 19,0% 6,0% 10,0% 9,0% Venezuela* 2011 13,0% 8,0% 18,0% 6,0% 11,0% 9,0% Venezuela* 2013 13,0% 8,0% 19,0% 6,0% 12,0% 9,0% Venezuela* 2016 12,7% 7,5% 19,4% 6,1% 11,9% 9,4% Fuente: Elaboración propia sobre información CIV. Cortes 2013 septiembre y 2016 marzo.

39,0% 34,0% 35,0% 33,0% 33,0%

III.2. Gasto en Ciencia y Tecnología: porcentaje de gastos en CTI en relación al PIB Hasta el año 2005 el porcentaje de gastos en Ciencia y Tecnología (CyT) con relación al PIB estuvo en 0,42% de promedio. Entre el 2006 a 2009 el promedio subió a 2,34%, al entrar en vigencia la Ley orgánica de ciencia, tecnología e innovación (LOCTI). Superior a 2% sugerido por la UNESCO para países en vías de desarrollo, equivalente al promedio mundial de 2,21% en 2012, y superior al de América Latina de 1,06 en 2013. Sin embargo, desde el año 2010 inclusive no se dispone de la información correspondiente a Venezuela. Los resultados recientes son muy pobres y se considera impostergable la modificación de la LOCTI de 2014 según principios y contenidos de la versión 2006. Contrasta esta cifra tan significativa de aportes a las actividades de CyT del PIB en 2007, 2008 y 2009, con la situación real de logros en el campo de la CyT en Venezuela, poco transparente, disminuyendo el acceso y participación en publicaciones científicas, investigaciones, patentes entre otros. Gasto en CyT en relación al PIB % Gasto en actividades % 1990 1995 2000 Venezuela 0,37 0,61 0,38 Brasil 1,40 1,30 Investigacion y desarrollo en relación al PIB % I+D 1990 1995 2000 Estados Unidos 2,62 2,48 2,7 España 0,85 0,81 0,91 Brasil 0,87 1,02

2005 2009 2010 2012 2013 0,35 2,36 n.e. n.e. n.e. 1,31 1,59 1,65 1,74 1,66 2005 2009 2010 2012 2013 2,5 2,81 2,73 2,79 2,73 1,12 1,39 1,40 1,36 1,23 1,01 1,15 1,20 1,24 1,24

Nota: En Venezuela vigencia de Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología (LOCTI) a partir de 2006. Fuente: Ricyt (consulta 2016), cálculos propios.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

III.3. Exportación de manufactura porcentaje con relación a las exportaciones totales Este indicador de desarrollo tecnológico: la exportación de manufacturas, fue creciente hasta 1998 en 1% anual y a partir de 1999 decrece en un 1% anual. Así la tendencia de la exportación de manufacturas de las exportaciones totales, en los últimos 34 años es moderadamente decreciente, y representó un promedio de 14% de las exportaciones totales. A partir de 1999 decrece de 20% hasta un 3,8% en 2013, que representó un mínimo histórico desde 1980 como lo muestra el siguiente gráfico. Las exportaciones en manufactura del año 2014 como las acumuladas hasta el 3° trimestre de 2015 aunque representan un repunte sobre las exportaciones totales en su porcentaje (%), no lo son en valores monetarios debido a la disminución del valor de las exportaciones petroleras de las exportaciones totales. er

% Exportación Manufacturas/Exportación Total 1980 -3 trimestre 2015

Fuente: Anuarios estadísticos Ministerio Fomento, OCEI, INE, BCV. Cálculos propios.

III.4. Formación bruta de capital fijo: porcentaje con relación al PIB A partir de 1950 los períodos con más alta formación bruta de capital fijo (FBKF), mayor de 25% de PIB, corresponden a los años comprendidos entre 1952 y 1957, desde 1975 hasta 1980, con un pico máximo de 42% en 1978, no superado hasta la fecha, con un piso de 11% en 2003.


Resumen de 13 indicadores…

225

A pesar de la tendencia oscilante en la FBKF, se puede concluir una tendencia creciente hasta 1979, decreciente entre 1980 a 1999 de forma oscilante y moderadamente creciente a partir de 2000. En 2012 representó 20% del PIB y 22% en los años 2013 y 2014. Es de acotar, el mínimo en los países en desarrollo es 20% del PIB en FBKF. La FBKF promedio de América Latina supera 21% desde 2012 hasta 2014. Especialmente destacan en el año 2014 los siguientes países de la región con FBKF: Ecuador (28%), Perú y Colombia (26%), Chile, Costa Rica y Venezuela con el 22%, México y Uruguay con el 21%. (Fuente: Cepal y www.bancomundial.org consulta 25.1.2016). % Formación Bruta del Capital Fijo/PIB

Fuente: BCV.1950-2012, Cepal 2013-2014.

III.5. Gasto en infraestructura: porcentaje con relación al PIB El porcentaje del PIB destinado a la infraestructura en Venezuela, en la década de los 50 fue de 8,6% y de 4,4% entre 1960 y 1978. No se ha superado el estándar internacional recomendado por el BM de 5% en infraestructura desde 1980. Venezuela destinó 1,5% en infraestructura en 2011 y 0,7% del PIB en 2012. Los aportes de PDVSA al gasto social en sus aportes al gasto público incluyen obras de infraestructura, aportes al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) a partir de 2005 y aportes al Fondo Chino a partir de 2008, entre otros. Sin embargo, la magnitud del volumen de recursos administrados a través


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

del FONDEN y Fondo Chino, especialmente entre 2011 a 2014 superando los 20.000 millones de dólares anuales, ameritarían una evaluación experta y clarificación de cuentas, con el fin de contrastar las aprobaciones, las asignaciones, las ejecuciones y término de obras, para así disponer de una estadística consistente de este indicador. % destinado a Infraestructura del PIB de Venezuela

Fuente: Estudio conjunto BID, BM, CAF hasta 2007. Aponte (2010), Armas (2010), Linares (2011).

América Latina ha destinado por muchos años el 2% en infraestructura, aunque en 2011 se aprecia –a pesar de la desaceleración económica mundial– una recuperación cercana a 3% en inversión de infraestructura en la región y 3,5% en 2012, de los 15 países evaluados por la Cepal en 2012 en América Latina (Venezuela no está incluida) destinaron a inversiones de infraestructura 1,46% a Transporte, 1,26% Energía, 0,45% Telecomunicaciones y 0,33% a Agua y Saneamiento, como respuesta al déficit de infraestructura y crecimiento poblacional. Mientras la inversión en infraestructura de los países asiáticos supera el 5% de su PIB, tal es el caso de India de 6% y China 10% en 2014 de su PIB.


Resumen de 13 indicadores…

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% destinado a la infraestructura total y pública del PIB de América Latina, China e India

Fuente: Rozas (2010) Revista Cepal 101. Toro H. (2011) El Universal. Cepal / Unasur 2011. BID 7.3.2013 nota de Pdte. Luís A. Moreno. Reuters. CAF 2011, sobre recuperación de la inversión de infraestructura en América Latina. CEPAL 2012, porcentaje de PIB de América Latina en infraestructura. www.bbc.co.uk, porcentaje de PIB de China e India en infraestructura en el 2014.

Dentro del Índice GCI, antes referido en los índices económicos, Venezuela tiene un subíndice de competitividad global de infraestructura para el año 2015 de 2,6 (sobre 7) similar a los 3 años anteriores y ocupa la posición 119 (sobre 140 países) –antes 121. Aunque con leve mejoría en sus posiciones continúan graves deficiencias en la infraestructura de transporte aéreo (134), de suministro eléctrico con un índice de 1,9 de 7 (131), en la infraestructura vial pierde una posición (128), en la infraestructura portuaria gana 5 posiciones (125), el índice de transporte ferroviario es muy bajo 1,5 de 7, con caída en 5 posiciones (104), la calidad de la infraestructura móvil continúa manifestando un deterioro acelerado de 5 posiciones (97), y una leve mejoría de 3 posiciones en la telefonía fija (43).

III.6. Energía eléctrica: capacidad instalada por habitante Completando estos indicadores tecnológicos, con la capacidad energética, Venezuela tuvo una capacidad instalada marcadamente creciente desde 1950 hasta alcanzar una capacidad instalada record no superada en 1987 de 988 vatios por persona. En los primeros once años de este siglo es inferior de los 900 vatios por persona, en 2012 la capacidad instalada por habitante fue de 936 vatios por persona –la más cercana a la capacidad instalada de 1987. A partir de 2013 la capacidad instalada en vatios por persona disminuye sensiblemente


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

hasta llegar a 784 vatios por persona en 2015. Conviene aclarar que los cálculos se basan de datos fuentes de Corpoelec. La capacidad instalada de Venezuela en 2015 es superior a capacidades instaladas en 2014 de Argentina (722 vatios por persona), Brasil (683), México (450), Perú (359), Colombia (325), e inferior a Chile en 2015 (1.121), China en 2014 (851) y Estados Unidos en 2008 (3.175) vatios/persona. Capacidad instalada Venezuela vatios/persona

Fuente: Torres y Rojas (2010) ANIH Boletín 21. OPSIS 2008-2011. León M. El Universal (2009). Páez Pumar, E. (2012). Hernández, N. (2013). www.Corpoelec.gob.ve (enero 2016) cálculos propios.

En el índice de competitividad en infraestructura, Venezuela fue de 1,9 de 7 puntos y ocupó el lugar 131 en cuanto al suministro eléctrico –similar a 2009– sobre 140 países evaluados en el reporte de competitividad mundial, 2015-2016 presentado en el Foro Económico Mundial. El decaimiento de la capacidad instalada en Venezuela a partir del año 1989, con leves mejorías puntuales entre 1996 y 1997, entre 2011 y 2012, es producto de la falta de inversión efectiva en el sector, sobre todo la capacidad operativa muy inferior a la instalada, debido a la ineficiencia en la adquisición de equipamiento y a la falta de mantenimiento; ello explica la disminución de un servicio eléctrico continuo, inicialmente en el interior del país y actualmente afecta también las principales ciudades y capital del país.


Resumen de 13 indicadores…

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INDICADORES AMBIENTALES

IV.1. Índice de desempeño ambiental (EPI) El índice de desempeño ambiental (EPI) evalúa el país por la salud ambiental y la vitalidad del ecosistema. Venezuela tiene un índice de 76,23 para 2016, inferior a 80,0 de 2008. Ocupa el puesto 56 en 2016, a diferencia del puesto 45 en 2008. Destaca deterioro de los índices relacionados con el acceso a sistemas sanitarios (posición 102), la caída del desempeño ambiental en las actividades pesqueras, por volumen de pesca (134), efectos negativos de cambio climático de emisiones CO2 por generación eléctrica KWH (134), el uso de pesticidas (151) y balance en nitrógeno (166) en la agricultura, efecto negativo del aire en la salud humana por exposición a dióxido de nitrógeno (103), que se traduce en un impacto ambiental en la salud (96). Por otra parte, se mantienen los índices relacionados con el recurso agua, en cuanto a sanidad del recurso y tratamiento de aguas residuales (posición 68). Mantiene buenos índices en la protección de biodiversidad y hábitat (posición 25, puntaje 95,7) y recuperación de recursos forestales (posición 27). Costa Rica encabeza la primera posición en la región de América Latina y el Caribe con el mayor índice (80,08, posición 42 del mundo y 1° en la región), seguido de Argentina, Cuba y Brasil, se ubican en el rango de desempeño ambiental MUY ALTO. Quince países de América Latina y el Caribe tienen un desempeño ambiental en rango ALTO comenzando con Panamá, seguido de Chile, Jamaica, Venezuela (76,23, posición 56 del mundo y 8 de ALyC). En general, América Latina ha mejorado la valoración en su desempeño ambiental. Venezuela es el octavo en América como se aprecia en el siguiente cuadro, se ubica en el nivel de desempeño ambiental ALTO.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Referenciales EPI 2016

Finlandia EEUU Costa Rica Argentina Cuba Brasil Chile Venezuela Colombia Uruguay Perú Ecuador

Índice EPI Puesto Puesto Puesto Desempeño 2016 América Latina EPI 2016 EPI 2008 Muy alto 90,68 1 4 Muy alto 84,72 26 39 Muy alto 80,03 1 42 5 Muy alto 79,84 2 43 38 Muy alto 79,04 3 45 41 Muy alto 78,90 4 46 34 Alto 77,67 6 52 29 Alto 76,23 8 56 45 Alto 75,93 9 57 9 Alto 73,98 12 65 36 Alto 72,95 15 73 59 Medio 66,58 22 103 22

↑ ↑ ↓ ↑ ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ ↓ ↓

3 13 -37 -5 -4 -12 -23 -11 -48 -29 -14 -81

Fuente: Environmental performance index. epi.yale.edu (consulta 2016).

NOTA FINAL

Los indicadores presentados de Venezuela señalan una realidad que se impone extremadamente negativa y peligrosa para la población en general, sometida a niveles de supervivencia en alimentación y salud, con baja capacidad de compra, de pérdida de patrimonio, de inseguridad personal y jurídica, que exige del Estado asumir las responsabilidades de sus decisiones y sincerar la información económica de compromisos externos e internos, que están endosando a nuevas generaciones una alta carga de pasivos y poca libertad en el desempeño productivo, bien sea por restricciones, escasez de insumos, poca calificación y preparación, inseguridad, controles de cambio e incertidumbre. La realidad impone: revisar la alta dependencia de la actividad petrolera en la generación de divisas, diversificar la economía e invertir con sentido productivo –incorporando valor agregado–, hacer seguimiento administrativo de asignaciones y ejecuciones públicas para evitar desviaciones, retrasos y corrupción, atender déficits en educación, salud y servicios básicos para crear un clima propicio para el desarrollo humano y del trabajo. En fin, amerita un Plan Integral de Recuperación. En el área de ingeniería y afines hay capacidad profesional en el país, con el compromiso ético para dar un giro en áreas prioritarias que puedan atender el mercado interno y establecer áreas de producción de competitividad mundial.


Resumen de 13 indicadores…

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Hace falta la veracidad de la información, racionalidad en las decisiones, responsabilidad y honestidad en la gestión y el compromiso de la sociedad para superarnos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Torres, M y Rojas H., M., (2010), Indicadores de desarrollo del país relacionados con la ingeniería, noviembre, ANIH, Boletín 21 C.D. y publicación. — (2012), Indicadores de desarrollo del país relacionados con la ingeniería, actualización de 13 indicadores, ANIH, Boletín 24. — (2014), Indicadores de desarrollo del país relacionados con la ingeniería, actualización de 15 indicadores, ANIH, diciembre 2014 — (2015), Indicadores de desarrollo del país relacionados con la ingeniería, actualización de 15 indicadores, ANIH, marzo 2016


Revista Venezolana de AnĂĄlisis de Coyuntura, 2015, Vol. XXI, No. 2 (jul-dic), pp. 233-236

Sectoral value added and total factor productivity. A dynamic approach system: Venezuelan case JosĂŠ Contreras & Rodolfo Esquivel This work proposes a methodology that allows to study the determinants of sectoral value added, and the factors that may influence in total factor productivity. The research concludes that it is essential to put into the national debate the need to improve in an accelerated way, the productivity of the Venezuelan economy. It is absolutely imperative that the review of the institutional frameworks in aspects such as personal insecurity, corruption, government effectiveness, customs, inefficiency and the coordination capacity in the search of the complementarity and the infrastructure as a synonym of productivity, economic development, integration, improving the quality of life, equity and social inclusion. Key words: Economic growth, total factor productivity, determinants of value added, stock of capital.

Macroeconomic stabilization programs: for Venezuela Eddy Johanna Fajardo & HĂŠctor Romero Ortiz

lessons

and

alternatives

The main purpose of the study is to illustrate different experiences in countries that have experienced stabilization programs and the implementation of these programs in Venezuela in the late twentieth century in order to shed lessons to correct macroeconomic imbalances facing this country today. The methodology used in preparing the study is descriptive. A conceptual framework has been developed in order to explain the types of stabilization programs available: orthodox, heterodox and income policy. The importance of reducing high inflation expectations among the different economic agents is confirmed. Macroeconomic stabilization programs in Venezuela have failed due to its inability to increase domestic production, to expand the export basket and reduce the external vulnerability of the national economy. Keywords: Inflation, economic stabilization programs, economic policy.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Community participation in Venezuelan social policy: 1999-2012 Carlos Aponte Blank This paper analyzes the significance of community participation in the social policy during Hugo Chavez´s terms of office. Such participation was particularly relevant in the housing and habitat sector, but was also present–if comparatively less forcefully–in other social sub-sectors, such as education, health and food, as well as in the so called “missions”. The paper considers the myths linked to the idea of participatory democracy and offers a critical view on the paradoxically centralist community participation model, largely promoted by Chavism (especially in 2006-2012) and leaning towards a subordinate and homogeneous, rather than autonomous and diverse, notion of participation.This is a bibliographical and documentary study based mainly on a systematic and selective review of several researches on participation. Key words: Social policy; participation; democracy; Venezuela; Hugo Chávez.

Decision making and of power games Ricardo Marcano Vera

organizational

collective

action

in

context

This paper work is intended to do a literature review and conceptual on different currents associated with decision making, such as the theory of rationality, both instrumental and limited, and the theory of collective action. The subject of irrationality is also introduced in decision-making, from the paradigm of behavioral economics, assuming the conception of libertarian paternalism. The intention with this tour is to try to find out how decisions are made in organizations, the uncertainty arising, power games and identify emerging processes stakeholder participation in organized and collective actions. One conclusion is that the decision is not necessarily a rational process, can be irrational. Also, the game of power in partly explains the dynamics and the operability of decision-making. Keywords: Decision making, collective action, organization, power, rationality, uncertainty.


Abstracts‌

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A view of networking as a change promoter Migdalia C. Perozo Bracho Networking as a Change Promoter explores certain communication aspects that become instruments to show the increasing power of the social and academic networks and its intervention on the societies and the knowledge management. The objective was to analyze networking in terms of the impact on different areas and modes, as well as the debate on the digitalization and interaction processes. Methodologically speaking, it is the documentary type, based on experiential issues and using the criteria of expert analysts in international cooperation programs. The conclusions demonstrate the importance of the investigation upon the awareness about which the proper way is, as well as the benefits of using networking as a multiplying and transforming instrument. Keywords: Power, social networks, academic networks, intervention, promotion, change.

Some perspectives and models of comprehension disability Alexander Albarran Different scientific fields have been attributed themselves the authority to establish models of understanding disability, this has hindered interdisciplinary work in this material. Therefore, this research work establishes the general characteristics of some of the models and historical perspectives to determine the similarities and differences in their characteristics and practical implications. In this regard, it proposes to recognize the existence of four groups of models of understanding disability: traditionalists, scientific, social or constructivists and emerging, where each has fulfilled a historical-social function in the course of time. Keywords: Disability, social capital, inter-relationships, support system, social myth.

Masculine homosexuality and social work in Venezuela Jennifer GarcĂ­a


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Revista Venezolana de Anรกlisis de Coyuntura

This article presents the results of a research that appeared the following aims: to characterize the experience of the Venezuelan homosexual and to contribute recommendations for the social workers and other professionals who attend this population. The qualitative methodology was used. Conclusion: the homosexuality must be studied and attended from the family and the culture. Key words: Masculine homosexuality, social work, popular Venezuelan family.


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