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PRECURSOR DE LA MUSEOLOGÍA

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ESTRUCTURA

ESTRUCTURA

El Louvre es conocido más allá de su invaluable colección por la sede que lo acoge hoy en día, el palacio real de Louvre. El enorme complejo que hoy alberga enormes galerías abarrotadas de visitantes todos los días (excepto los martes), una vez sirvió de residencia real de la corona francesa, mucho tiempo antes de su trágico y republicano desenlace. Justo al corazón de París, el Palacio de Louvre se utilizó como casa real de la monarquía francesa por varios siglos, por lo que sus interiores acumularon la cada vez más vasta colección de arte de los reyes que ahí habitaron, un acervo que demostraba la afición de la familia real a coleccionar bellas artes, especialmente pintura.

Con la mudanza de la familia real al Palacio de Versalles al oeste de París, el palacio de Louvre pasaría a convertirse en la Academia Real Francesa destinada a la instrucción artística, la conservación de arte y como sede de exhibiciones. Tras el estallido de la Revolución Francesa y la caída de la monarquía, el palacio fue designado para atender las necesidades artísticas y científicas de la nueva república, el cual, con el pintor Hubert Robert como conservador designado, comenzó a trasladar las colecciones privadas de la realeza al Louvre con la finalidad de instaurar el primer museo que mostraría el arte acumulado por la corona para toda la nación.

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