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ORNAMENTO ARISTÓCRATA POR
Excelencia
Si bien el llamado en su momento “estilo del gusto moderno” no encantó a sus contemporáneos por diversos motivos, el paso del tiempo y el fin del barroco lo instauró como el estilo ideal para manifestar el pensar de una sociedad de cara a una nueva época que poco a poco veía el final de la era monárquica en Francia. Con una finalidad meramente estética y ornamental, el rococó busco representar un nuevo pensamiento por medio de las artes decorativas como la pintura, la escultura la jardinería y la arquitectura, centrándose en temas tales como el romance, la mitología, la belleza del entorno natural y sus formas, la mujer, y a la sociedad aristócrata y sus reuniones y quehaceres sociales.
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Para ello, utilizó el recurso ornamental basado en las formas ondulantes y orgánicas carentes de simetría; los colores vivos en tonos pastel que recordaban a la aristocracia francesa y su vestimenta. El paisajismo y la jardinería fueron dos importantes recursos para manifestar una decoración digna de los cortesanos que buscaban diferenciarse de la corona y su opulencia cargada, mientras que en la arquitectura, los detalles dorados, la piedra y las conchas, las formas en espiral y el uso de murales con escenas nebulosas de colores pasteles, caracterizaron la implementación del rococó como estilo de una clase aspiracionista que al mismo tiempo tenía la mente orientada a otros temas de interés y de cambio, siendo uno de los rasgos más característicos de este fenómeno, la participación proactiva de las mujeres en la cultura y las artes.
El estilo rococó sin duda marcó una era en las artes decorativas del siglo XVIII en Francia, una ornamentación caracterizada por la belleza de lo romántico, del género femenino, de la naturaleza y de la fantasía derivada de lo mitológico dentro de la cultura universal. Si bien la corona francesa podría mantener su opulencia excesiva y cargada de dorados, platas y joyas, la aristocracia tenía una decoración más amena, cultural, artística y de belleza intencionada, misma que se replicará a lo largo y ancho de Francia en la búsqueda de una identidad que al final, terminaría por sustituir al barroco de la corona y eventualmente, sería el estilo post revolucionario dominante de cara a un nuevo siglo de modernidad que vería nacer a una Francia libre y lista para convertirse en epicentro de la cultura occidental.