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Leonardo Del Vecchio Fundador de Luxottica

Leonardo Del Vecchio

Fundador de Luxottica

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ilán, 1942. Orfanato. Un niño de siete años observa, a través de la ventana, las cortinas de humo que se alzan en el horizonte tras los bombardeos. No sabe aún que el horror de la Segunda Guerra Mundial se prolongará hasta abril de 1945, pero esa experiencia, sin duda, lo marcará y definirá su porvenir.

Con sus posteriores creaciones, con sus productos innovadores, le hará honor a una frase del escritor Marcel Proust, autor de la novela En busca del tiempo perdido: “El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos”.

Ese niño es Leonardo Del Vecchio (1935-2022), a la postre empresario italiano, quien fundará Luxottica, misma que se convertirá en la empresa más grande de producción y distribución de lentes en todo el mundo, con 77 mil 734 empleados y alrededor de 7000 tiendas.

Del Vecchio nació en 1935 en Milán, Italia, en el seno de una familia pobre, inmigrantes del sur de la región, que se trasladaron en 1942 al barrio de Baggio. Su padre, que atendía una frutería, murió antes de que Leonardo naciera.

El hijo menor de cuatro hermanos, a los siete años, Del Vecchio fue entregado al orfanato Martinitt, debido a que sus padres no podían cuidarlo.

“Crecer sin familia es algo que no se puede explicar, si uno no lo ha vivido. Te marca”, confesaría el propio Del Vecchio años más tarde. Sin duda fueron los años más complejos de su vida, pero a su vez, le darían una personalidad única. Permaneció en el orfanato hasta terminar la secundaria. A los 14 años empezó a trabajar como aprendiz en Johnson, fábrica en donde se grababan copas y medallas. Es ahí en donde descubrió su gran amor: marcos para lentes y anteojos, porque la empresa también los producía y los elaboraba a mano. A la par de ese empleo tomó clases nocturnas en la Academia de Bellas Artes de Brera, una de las zonas más elegantes y llenas de boutiques de moda. Ahí estudió diseño y grabado. Su taller no habría crecido si no se hubiera cruzado en su vida la empresa Metalflex, que lo invitó a asociarse.

Esa fusión prefiguraría el nacimiento de Luxottica, conformada por 14 colaboradores, incluyendo a Del Vecchio, que se especializaba en la fabricación, sobre pedido, de armazones graduados y de sol para empresas del sector.

No obstante, el camino no fue fácil: la empresa estuvo a punto de sucumbir a una crisis inicial.

El propio Del Vecchio se lo contó al diario Corriere della Sera. En el momento de la fusión, Del Vecchio enfrentó uno de los momentos más decisivos de su carrera:

“Nos peleamos [él y sus socios], el banco me quitó la línea de crédito porque ya no estaba garantizada por los otros dos socios. No sabía qué hacer, así que tomé mi Peugeot y conduje desde Agordo hasta Cannes. Fui a visitar a un cliente mío que me debía 35 millones. Esperé junto a la piscina. Tomé el cheque y volví a la Banca del Friuli en Agordo, pero no accedieron a reabrir mi cuenta. Luego fui a la Caja de Ahorros Belluno, que me dio crédito. De esta manera pude pagar los salarios a los trabajadores. Luego compré las acciones de los otros dos socios, ofreciéndoles 45 millones a cada uno. Y me convertí en el dueño de Luxottica”.

Era 1969 y, entonces, con esa acción de salvamento, Del Vecchio se convirtió en el único propietario de la empresa. A principios de los setenta, Luxottica concentró sus esfuerzos en la fabricación de modelos propios y originales de gafas, lo que derivó en un crecimiento anual, y sostenido, a doble digito. Luxottica hizo su primer par de anteojos en 1971.

En 1981 la empresa se internacionalizó al comprar la marca estadounidense Avantgarde. Y en esa misma época abrió una filial en Alemania. El empresario continuó con la expansión de Luxottica y obtuvo los acuerdos con licenciamiento de marcas de diseñadores reconocidos.

Por ejemplo, en 1988 la empresa firmó un acuerdo de licencia con Giorgio Armani. Este acuerdo marcó la creación de una cartera de licencias de importancia mundial.

Durante la década de los 90 Del Vecchio obtuvo los permisos de licenciamiento de Bulgari y Chanel y adquirió Vogue Eyewear.

En 1990, tras su notable crecimiento, Luxottica entró al mercado de valores vía la Bolsa de Nueva York. Una década más tarde se listó en la Bolsa Italiana de Valores.

Del Vecchio adquirió la marca estadounidense Ray-Ban, que mantuvo su prestigio tras la compra de Luxottica.

En 1995 Del Vecchio se convirtió en el primer fabricante de armazones en participar en la óptica minorista con la adquisición de The United States Shoe Corporation, empresa propiedad de una de la cadena de ópticas LensCrafters, lo que le permitió a Luxottica establecer una relación sin intermediarios con el cliente.

Luxottica se fusionó en 2018 con la empresa francesa Essilor, con lo que surgió EssilorLuxottica, en una operación por un valor de 50 mil millones. En ese año, Essilor era una compañía con unos 150 mil empleados y 11 mil tiendas, y actualmente reúne a más de 180 mil colaboradores en 18 mil tiendas. Del Vecchio mantuvo el 32% de participación en EssilorLuxottica.

La empresa le está apostando al futuro, con el diseño de prototipos de armazones inteligentes con aplicaciones virtuales. Por eso firmó un acuerdo con Mark Zuckerberg para producir armazones inteligentes del metaverso.

Del Vecchio falleció el 27 de junio de 2022, a los 87 años. Su legado abarca marcas como Ray-Ban, Persol, Oliver Peoples, Native Eyewear, Oakley, Steroflex y Vogue Eyewear, así como la producción bajo licencia para Giorgio Armani, Brooks Brothers, Bulgari, Burberry, Chanel, Coach, Dolce & Gabbana, Michael Kors, Prada, Ralph Lauren: todas ellas a través de EssilorLuxottica.

El patrimonio y, de alguna manera, el liderazgo que Del Vecchio imprimió en los negocios hoy corresponde a sus herederos –actuales accionistas de Delfin–: Nicoletta Del Vecchio, Rocco Basilico, Claudio, Marisa, Paola, Leonardo Maria, Luca, Clemente.

En manos de ellos queda la administración de un legado que, sin duda, como escribió Proust, ayudó a millones de personas “a tener nuevos ojos”.

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