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Según Jorge Torres Meza Visión para crecer / De gurús y otros seres mitológicos

Visión para crecer

DE GURÚS Y OTROS SERES MITOLÓGICOS

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Por: Emilio Pineda Sotelo

ue no nos confunda el título. En esta ocasión nos referiremos a personas de carne y hueso, con “filosofías” que buscan obtener beneficios o resultados concretos. No nos pondremos místicos ni espirituales.

Ocurre que durante los últimos años han proliferado de una manera importante los “expertos”, “sabios”, “gurús” o “coaches” de negocios que aseguran tener la fórmula del éxito. Normalmente los vemos realizando intensas campañas publicitarias en redes sociales en donde se muestran prósperos, exitosos, plenos y felices. Sus libros, cursos y programas de mentoría normalmente tienen nombres audaces, creativos y atractivos. Este de acá nos dice que hay que tener mentalidad de tigre o cualquier otro animal, aquél de allá nos aporta los 10 pasos para lograr el éxito, mientras que el de hasta allá le pone la palabra “neuro” a cualquier cosa y así genera un gran catálogo de cursos y contenidos “disruptivos”.

Si observamos bien, siempre hay un seminario o “webinar” gratuito en el que nos impartirán algún programa para mejorar nuestras ventas, aumentar nuestra seguridad como emprendedores, o cualquier otra cosa. Lo mejor de todo es que dicho programa es ¡totalmente gratis! Pero al final, nunca falla, nos ofrecerán el paquete grande en el cual nos llevarán paso a paso a la cima del éxito, aunque eso sí, con una jugosa e importante inversión.

Me parece que hasta aquí a muchos de nosotros nos suena familiar esta situación. Quizás algunos (yo incluido) nos hemos inscrito a uno de estos cursos para averiguar qué tan efectivo o cierto es el resultado que prometen... y bueno... el resultado ha sido bastante irregular. En algunos casos el contenido es sumamente profesional y en otros sólo se trata de un enorme discurso de ventas y nada más. ¿Qué tan reales son estas promesas y sus resultados? Bueno, me parece que sería muy aventurado e irresponsable que en este artículo me atreviese a generalizar. Yo no podría decir con ligereza: “ninguno sirve”, como tampoco podría asegurar: “todos son muy buenos”. Por esta razón vamos a analizar algunos aspectos importantes:

Es verdad que la pandemia nos trajo una crisis económica a nivel mundial que va a tardar en solucionarse. Esto ha llevado consigo la búsqueda, por parte de muchas personas, de fuentes alternativas de ingresos. Y una de ellas, sin duda, es la venta de conocimientos. Esto ha hecho que muchos hayan diseñado cursos o libros en formato digital (e-Books) para compartir

algún conocimiento fundamental en algún área comercial, profesional o de negocios. Esto ha tomado tanta intensidad que en redes sociales me he encontrado gente que está compartiendo, por ejemplo, sus secretos para triunfar componiendo canciones, cómo importar mercancía desde China, cómo dominar la decoración de interiores, cómo ser un conferencista exitoso, cómo aprender a invertir en la bolsa de valores, y desde luego no pueden faltar, cómo triunfar en las ventas y cómo iniciar un negocio exitoso.

Creo que todos coincidiremos en que lo antes mencionado ofrece un catálogo de temas y conocimientos sumamente interesantes y útiles. ¿Entonces por qué desconfiar? Primero porque no todos tienen un dominio real de su disciplina, segundo, porque no todos querrán compartir el verdadero conocimiento en un solo libro o un solo curso. En ocasiones irán enganchando a su público para que recorra distintas etapas, pagando por ellas por supuesto, para ir aprendiendo más y más. Aquí muchos me dirán: “Emilio, es válido querer vivir de nuestros conocimientos. No hay pecado en cobrar por ellos”. En realidad no y tienen toda la razón. Yo mismo vivo de los conocimientos que comparto. Pero hay matices y ahora los vamos a revisar.

El problema no es cobrar por un conocimiento sino especular con él estableciendo falsas promesas o expectativas muy altas. Aquí podemos fácilmente reconocer a este tipo de personas, ya que hasta el día de ayer no los conocíamos, surgieron de quién sabe dónde y de pronto se anuncian en redes sociales o tienen canales de Youtube donde se presentan como “los expertos internacionalmente reconocidos”. Suelen exhibirse moviéndose en ambientes de lujo, excentricidades, con viajes y experiencias que sólo un “rockstar” tiene el privilegio de vivir. Usualmente nos dicen que hemos estado en el error, que formamos parte de ese gran grueso de gente que va a fracasar, y que sólo si hacemos lo que ellos nos dicen lograremos cambiar nuestras vidas para siempre. Cuando vemos el costo de sus cursos nos asustamos porque la cantidad es grande y ellos nos recuerdan que no es un gasto sino una inversión, y que si nos da miedo desembolsar esa cantidad es que nuestra mente no ha aprendido a valorar el conocimiento verdadero. Nos aseguran también que eso que nos enseñarán no nos lo compartirá nadie más porque sólo ellos poseen los grandes secretos del éxito. ¿Han presenciado algo así, queridos lectores? Por todo lo anterior, y para asegurarnos de que nuestra inversión va a rendir frutos si la aplicamos en uno de estos expertos, sugiero tomar las siguientes precauciones: 1. Investigación:

Dediquemos el tiempo que sea necesario para investigar la historia y antecedentes del experto o gurú que nos interesa. Revisemos las redes sociales, su canal de YouTube, su trayectoria académica. También es muy útil saber si empresas importantes lo han contratado y con cuánta frecuencia lo hacen. La ciudad de origen, sus negocios propios, los negocios o las personas que haya hecho crecer. Entre más antecedentes logremos reunir mejores referencias tendremos para decidir si es el experto del cual necesitamos aprender o no. Lo que realmente es muy peligroso es dejarnos deslumbrar por lo espectacular de sus anuncios, por su forma de hablar o de vestir.

Recordemos que todo eso son campanillas y lucecitas que siempre se involucran en cualquier anuncio comercial. 2. Programa de aprendizaje:

Muchos gurús no comparten el temario o programa de lo que se va a aprender en su curso o asesoría. Hay que tener cuidado con esto porque podría tratarse de un engaño. No olvidemos que presentar un temario o programa de aprendizaje equivale a un compromiso con el cliente. Esto deja muy claro qué vamos a recibir y qué es lo

que el experto nos va a entregar, así que la falta de un temario podría significar simplemente secreto profesional o las ganas de evadir una futura responsabilidad si hay reclamos. Quien comparte su programa de aprendizaje genera mayor confianza en la relación experto-alumno. 3. Testimonios:

Si quieres saber si algo funciona, pregúntale a quien ya lo ha usado. Así de simple, pero en el caso de los expertos y gurús no es tan sencillo debido a que en sus técnicas de ventas ya saben que el presentar testimonios es un recurso efectivo para convencer a los nuevos clientes. Por eso en sus páginas de internet o en sus videos nunca faltará la gente que dirá que el curso fue muy bueno y que les cambió la vida. Ese tipo de testimonio no lo necesitamos. Lo que necesitamos ver es si realmente progresaron, si su situación económica cambió, si su negocio creció y si realmente experimentaron una evolución. Esto es mucho más difícil de lograr pero ojalá nos esforcemos por obtener esta información. 4. Monto de inversión:

Este punto final es esencial. Debemos valorar si el dinero que invertiremos valdría la pena aunque la información no fuera tan valiosa. Dicho de otra forma: ¿Estaríamos dispuestos a perder ese monto de dinero si la información no fuera tan buena o novedosa? ¿Valdría la pena por lo menos la experiencia? Una vez hechas las valoraciones anteriores sabremos si vale la pena o no dedicar esfuerzo, tiempo y sobre todo dinero en el experto o gurú de moda. Al fin y al cabo muchos son capaces de gastar grandes cantidades simplemente por la experiencia de conocerlo. ¿Cuál es nuestro propósito realmente? Cualquier comentario es bienvenido a: comunicreando@gmail.com

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