Imilla Bandida #3

Artista: Amapola / Texto original, extracto del poema Para Siempre de Adela Zamudio

#03 Noviembre

2020 La Paz Bolivia

01 Editorial - 02 Violencia estatal, historia y mememoria - 03 ¡Estamos alerta! ¡No estás sola hermana! - 04 La peregrinación por la justicia - 05 "Relajate reinita": Aborto la violencia obstétrica - 06 Reivindiquemos el placer femenino - 07 Las mujeres trans son mujeres - 08 Y las otras violencias ¿Qué? - 09 El retorno del MAS y su deuda pendiente - 10 Camisa rosada, gorrita verde - 11 Carla blanco "Mi hermana era muy coherente en su forma de pensar"- 12 Plataforma política de la Articulación de mujeres y feministas de La Paz y El Alto www.imillasbandidas.wordpress.com

01

EDITORIAL

Tienes en tus manos el tercer número de la Imilla bandida - Periódico feminista de alegre rebeldía, una mezcla entre periódico y fanzine que hemos decidido generar desde la necesidad de expresar nuestros sentires, nuestros pensamientos, nuestras alegrías, nuestras luchas, pero también como un medio para amplificar nuestras voces de denuncia y de propuesta, que motive a otras mujeres a sumarse a este acto de rebeldía.

La tercera edición de la Imilla bandida sale el 25 de noviembre “Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra las Mujeres”. Cada año nos sentimos parte de esta movilización feminista internacional, que cruza fronteras y nos hermana como un movimiento vivo que alza la voz para gritar: ¡Vivas y felices nos queremos, ni una menos, por nuestras muertas ni un minuto de silencio, toda una vida de lucha!

Nos están condenando a la muerte por desobedecer el orden patriarcal, por liberarnos de quien nos oprime, por decir basta de violencia contra nuestros cuerpos. Nos quieren calladas, nos quieren sumisas, nos quieren con miedo y nos quieren separadas. Despreciamos al patriarcado, al capitalismo, extractivismo y colonialismo porque son sistemas de muerte, y nosotras las mujeres nos enfrentamos a estos sistemas todos los días.

Denunciamos las violencias contra nuestros cuerpos, la indiferencia de la sociedad que ha naturalizado la violencia contra las mujeres y las niñas, denunciamos las violencias que produce y reproduce el Estado y el sistema judicial que es violento, patriarcal, corrupto, injusto e insensible.

2

Esta Imilla bandida trae artículos y reflexiones que denuncian la violencia cómplice del Estado, y le decimos: “tenemos memoria, estamos alertas porque

ustedes están en deuda con nosotras”.

Aglunos textos, nombran el dolor de la pérdida de una hermana víctima de feminicidio y la peregrinación que significa buscar justicia. Otros narran en primera persona las violencias invisibilizadas en la sociedad, como las prácticas naturalizadas que generan violencia ginecobstétrica. Hay artículos que reivindican que las mujeres trans son mujeres y que el placer femenino es un ejercicio de libertad.

Nosotras, mujeres y feministas diversas de la Articulación Pluridiversa de La Paz y El Alto estamos seguras que ninguna vida es digna si es violentada.

Imillas Bandidas

02

Violencia estatal, historia y memoria tu torturador como autoridad ejerciendo un cargo público gracias a la impunidad sobre la que se asienta esta democracia liberal.

El tema de las dictaduras militares y sus consecuencias no fue ni es parte de la currícula escolar, desde el Estado y Ministerio de Educación no hay interés en incorporar este tema, tan incómodo, como parte de la historia.

Recuerdo cuando era adolescente, Banzer fue elegido democráticamente presidente con el voto de la gente, recuerdo la indignación y el desconcierto de una gran parte de la población que tuvo que aceptar ese resultado. Como sociedad boliviana a diferencia de la argentina, chilena y otras latinoamericanas no hemos hecho la reflexión de lo que significó y significa la violencia ejercida desde estas instituciones represivas, no se hizo la desclasificación de archivos, nunca se hizo la reflexión de las consecuencias sociales y políticas de este ejercicio de autoritarismo y represión que tenemos tan internalizado y normalizado en nuestro cotidiano vivir.

A propósito del 25N en que se conmemora el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” quiero referirme a la violencia que viene desde el Estado perpetrada por las instituciones represivas como la policía y las FFAA.

He visto y conocido de cerca el testimonio de vida de familiares y amigos de gente que ha sido apresada, torturada, violada en el caso de muchas mujeres, asesinada y desaparecida en tiempos de dictadura militar. He visto su lucha solitaria, la falta de eco en la sociedad ante el justo reclamo de justicia social, de la indignación que supone ver a

¿Cuáles son las secuelas en quienes han sufrido las distintas violencias estatales? ¿Quizá estas violencias se trasladan al hogar y se ejercen contra los/ as más vulnerables? ¿Tendrá algo que ver el ascenso de la violencia doméstica con la violencia estatal?

No importa cuál sea el gobierno de turno, la policía y las FFAA son agresivas, autoritarias e impunes, tienen carta blanca y permiso para arremeter y matar impunemente porque se supone está cuidando los “intereses” del poder político instalado en el Estado, donde el enemigo es el pueblo. Este año he visto, escuchado y leído los testimonios de gente allanada en sus domicilios, he sentido el relato de la terrible violencia ejercida por la policía en esos momentos

3

de terror, del/la ciudadano/a común detenida en las distintas represiones y masacres de Huayllani (Sacaba), Senkata, Ovejuyo, El Pedregal, Betanzos y que hasta hoy se encuentra detenida “preventivamente” porque no goza de ningún aval partidario que le favorezca ante el sistema judicial.

Pero esto no es nuevo. Si bien pasó en el régimen de facto de Janine Añez y los matones de Murillo y López, esto también ocurrió en los 14 años de gobierno democrático del MAS y en otros gobiernos también cuando cualquier sujeto u organización civil se atrevía a criticar, interpelar algún proyecto o política económica del gobierno.

Podríamos nombrar una gran cantidad de personas que fueron allanadas, detenidas y juzgadas por delitos que nunca cometieron, montajes que pasaron a ser una herramienta del poder político para neutralizar y destruir a varios movimientos ciudadanos que apoyaban causas ambientales, antiextractivistas o contrarias a los intereses gubernamentales. Los montajes no son algo exclusivo de las fuerzas represivas en Bolivia sino están en vigencia mundial desde el supuesto atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, como una herramienta para justificar la política terrorista desde los Estados.

Y es ahí donde varias mujeres hemos sido víctimas de la violencia y represión estatal, no sólo en las ciudades sino sobre todo en los territorios que tienen la suerte o la desgracia de tener recursos naturales que le interesa explotar al modelo económico extractivista en el que vivimos, en el que se sostiene el progreso y desarrollo a costa de sacrificar bosques, selvas, ríos, esterilizando tierras y despojando a poblaciones indígenas de sus territorios.

Pero la violencia estatal no empieza ni termina con el despojo territorial sino con la apropiación de la tierra y los cuerpos de las mujeres. No es casual que donde comienzan proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos o minerales, las violaciones a

4

niñas, adolescentes y mujeres se incrementan, así como también se enfrentan al riesgo de pasar a ser parte de la trata y tráfico de personas, la violencia sexual comercial y la explotación sexual.

Todas estas violencias ejercidas por el Estado están amparadas y protegidas por la policía y las FFAA, además de un Sistema Judicial corrupto, ineficiente, misógino, cómplice y patriarcal que no sancionará al o los agresores.

Después de ver las distintas represiones a población indígena como la de Chaparina, Tacovo Mora y otras en gestiones del MAS; después de ver las recientes represiones y masacres cuando policías y milicos arremetían contra la población sin ningún tipo de compasión; después de ver cómo estas instituciones aprovecharon la pandemia para reprimir, robar y aprovechar cada detención para manosear y violar a varias mujeres; después de haber despedido a tantas compañeras asesinadas por sus esposos policías o militares y que quedaron impunes con la complicidad del sistema judicial, me pregunto ¿Cómo nos piden que confiemos en estas instituciones?.

Ahora que tenemos un gobierno elegido democráticamente que promete “paz”. Ahora que han sido nombrados los Altos Mandos de la policía y las FFAA y se les quiere dar a estas instituciones nuevamente la imagen de guardianes y protectores de la sociedad: me cuesta no indignarme ni ofenderme al ver cómo una vez más el gobierno da vuelta a la página, niega la historia sin ver ni resolver la cantidad de secuelas y consecuencias que ha dejado la violencia estatal en nuestros cuerpos como sociedad ¿Podrá haber “paz” sin justicia social?

Por eso creo necesario cuestionarnos el rol de la policía y las FFAA en nuestra sociedad y en el Estado, en nuestras vidas, no podemos seguir creyendo que vivimos en Estados de derecho que se sustentan en instituciones represivas con origen fascista, que de ninguna manera pueden defender esta supuesta democracia

porque son contrarios a los derechos humanos ¿Por qué sigue siendo obligatorio el Servicio Militar? ¿Cuántos conscriptos han muerto torturados haciendo dicho servicio a la patria? ¿Por qué en el área rural sigue siendo motivo de orgullo y festejo que sus hijos vuelvan del cuartel? Colonialismo, racismo, fascismo y machismo son los ejes en los que se desenvuelven nuestras sociedades y consolidan la machocracia en la que vivimos y de la que somos constantemente presas de ataque.

Por Luqhiyay

5

03

¡Estamos alertas! ¡No estás sola hermana!

A pocos días del 25 de noviembre “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, me pareció muy importante visibilizar los indicadores de riesgo en caso de feminicidio.

Los hombres no son violentos por naturaleza, aprenden social y culturalmente y la mayoría son educados en que deben usar la violencia como recurso de poder, control y dominio. Debemos conocer cómo actúa un hombre violento, esto nos ayudará en el momento de que una hermana esté viviendo violencia.

Los hombres violentos, por los mandatos sociales que deben cumplir para demostrar que son más hombres, son personas inseguras que se sienten amenazados en su autoestima y utilizan este poder, control y dominación en sus entornos familiares, para reafirmar su masculinidad.

Los hombres que ejercen violencia justifican sus prácticas violentas a través de: Negación: “Yo no le hice nada”, “Yo no fui”.

Minimización: “Sólo la hice a un lado porque me estaba molestando”, “No es un golpe fuerte, algo leve, no hay sangre”.

Racionalización: “Tengo que ser firme con ella”, “Ella se porta mal”.

Autoridad: “Tiene que hacer lo que yo digo”, “No me obedece”.

Proyección: “Toda la culpa es de ella”, “Siempre me provoca” Desviación: “El problema es que no tengo trabajo”, “Estoy sin dinero” Amnesia: “No recuerdo bien lo que pasó”, “No puedo recordar si llegué a pegarle”.

Las mujeres que viven violencia se sienten afectadas en su autoestima:

6

llegan a creer lo que sus agresores les dicen sobre su físico, sus capacidades y sienten culpa si no hacen las cosas “bien”.

Es una alerta para nosotras, para los entornos familiares y de amistades si ella ya no se puede comunicar, si cada vez habla menos con el entorno, si no puede salir, es importante actuar y saber lo que está pasando.

Existen varios indicadores de riesgo de muerte para las mujeres que viven en situación de violencia que nos apoyarán en el momento de acompañar, de saber de un caso de violencia y nos permitirán tomar acciones.

Aquí mostramos indicadores de riesgo que se reflejan en mujeres que viven violencia y cómo los hombres la están ejerciendo: Tenemos que estar con los ojos bien abiertos, la mujer que menos imaginamos puede estar viviendo violencia y es cuestión de un momento que una hermana nuestra pueda perder la vida a manos de su agresor. Se identifica el riesgo fatal cuando el hombre entra en una crisis por sentirse amenazado en su hombría y poder.

Hasta el momento de escribir este artículo son 105 feminicidios en Bolivia, no podemos permitir que estas cifras sigan aumentando y cada vez son más crueles las maneras en que están matando a nuestras hermanas, es un mensaje fuerte “Si no eres mía, no vas a ser de nadie”.

Estemos muy alertas, unamos nuestras voces, no seamos cómplices con el silencio porque la violencia machista no es un problema privado, es un problema estructural en el que tenemos que exigir al Estado acciones inmediatas.

MUJERES HOMBRES Eres humillada y desvalorizada constantemente Sufres insultos, gritos, golpes, empujones Te controla todo el tiempo La violencia va en aumento, te ha lesionado con un cuchillo u otro objeto Te amenaza que ahora va ser peor que antes Es indiferente contigo, no te expresa afecto Eres aislada socialmente, tu pareja no te permite visitar a familiares ni tener amigas Tu pareja consume constantemente bebidas alcohólicas Tu pareja amenaza con matarte Golpea a tus hijos Te encierra en la casa Debes escapar o esconderte ante las conductas violentas de tu pareja Sufres de celos de parte de tu pareja y te acusa de estar con otros hombres Te sientes atemorizada por los constantes cambio de humor de tu pareja

Crees que las mujeres son inferiores a los hombres Eres amable y atento con tus familiares y amigos, pero violento con tu pareja Tus relaciones de pareja terminaron por el control que tú ejercías Ejerces algún tipo de violencia con tu pareja Justificas tu violencia por haber visto o vivido abusos en tu familia No toleras las frustraciones No dejas que tu pareja visite a sus familiares o amigos Te vuelves más agresivo cuando consumes alcohol o drogas Usas chantaje y amenazas para conseguir lo que quieres de tu pareja Te has dado cuenta de que eres rencoroso y algunas veces piensas en vengarte Eres desafiante frente a las denuncias y los reclamos por tu conducta Eres muy celoso, controlador y desconfías de tu pareja Cambias repentinamente de carácter

Crees que tu pareja te pertenece y tiene la obligación de tener relaciones sexuales cuando tú quieras No soportas la idea de Ha intentado ahorcarte perder a tu pareja Fuente: Guía de prevención de violencia machista (CISTAC) Te obliga a tener relaciones sexuales

¡¡¡SI HAY COMPLICIDAD, HAY IMPUNIDAD!!! ¡¡¡BASTA DE IMPUNIDAD!!! ¡¡¡JUSTICIA POR NUESTRAS HERMANAS!!!

Por CandeLa

7

04

La peregrinación por la justicia

Nombramos “peregrinación por la justicia” a una de las movilizaciones en la ciudad de La Paz por justicia en casos de feminicidio, violación y violencia machista.

Es realmente una peregrinación: además del dolor de familiares y amigos/ as por la pérdida de una hija, hermana, madre, abuela, tía, nieta, amiga;

se busca justicia con miles de irregularidades, trabas y abusos por parte de la policía, administradores de justicia, servidores públicos y para sumar amenazas por parte del entorno del feminicida.

8

Es una peregrinación: los procesos lentos dentro de la policía, los investigadores muchas veces no se movilizan si no hay dinero de por medio, cuando sabemos que es su trabajo y su obligación. Ocultan pruebas o dan falsos

informes para beneficiar al feminicida.

Cuando los policías cumplen con su trabajo y pasan a las instancias judiciales, son los fiscales y jueces corruptos los que interrumpen los procesos con irregularidades, se suspenden audiencias una y otra vez, la Fiscalía no presenta las pruebas necesarias, existen retrasos en el trabajo de IDIF, a pesar de las pruebas los jueces minimizan los hechos y benefician a los machos violentos con medidas sustitutivas y en algunos casos con la libertad.

Los procesos son largos, muchas veces duran años y cuando se está por dictar sentencia, el trabajo sucio de los abogados defensores de feminicidas hace que se recuse el juez y todo vuelva a empezar.

Para todos estos jueces, fiscales, policías, servidores públicos, forenses,

a

etc., la justicia es una palabra muy lejana a su significado, sólo la usan como un medio para lucrar; tomando a las víctimas como un número más de expediente y no como una vida que ha sido arrebatada por la violencia machista.

¡No somos números, somos mujeres! Es Norma, es Zulmah, es Carmen, es Melvi, es Isabel, es Estrella, es Abigail, es Esther, es Felipa, es Jhoselyn, es Jhanet, es Lorena, es Epifania, es Celinda, es Magaly, es Betsabé, es Martha, es Zenobia, es Nataly, es Selena, es Soledad, es Carla, es Nancy y muchas más… ¡EXIGIMOS JUSTICIA!!!

No queremos más promesas por parte del Estado, ni compromisos falsos… ¡EXIGIMOS JUSTICIA!!!

No pueden haber leyes “mal hechas”, que solo se queden en el papel y no se apliquen correctamente, y beneficien a los agresores…¡EXIGIMOS JUSTICIA!!!

La modificación de la ley 1173 es urgente, ya que está beneficiando a feminicidas incluso con sentencia…¡EXIGIMOS JUSTICIA!!!

No pueden ser beneficiados feminicidas, violadores y agresores por llevar un uniforme… ¡EXIGIMOS JUSTICIA!!!

¡POR NUESTRAS MUERTAS… NI UN MINUTO DE SILENCIO…TODA UNA VIDA DE LUCHA!!!

¡ESTAMOS EN EMERGENCIA, ESTAMOS VIGILANTES!!!

Por Balita

05

Escena 1.

Cita médica a los siete días de retraso de la regla.

- “A ver reinita, relájate. Eso, eso…”

- “No, no parece que estás embarazada” - “¿Cuántos años me has dicho que tienes?” · 35 doctor - “¡Ah! Debe ser un desorden hormonal por su edad. Nada más” Escena 2.

Desnuda y fría.

Echada de espalda con los dos brazos extendidos a cada costado y amarrados.

En uno estaba el suero y en el otro el oxímetro.

Mi panza y mis piernas estaban pintadas de “color sangre”. Era ese antiséptico que te ponen antes de operarte.

Tenía una tela, como una pequeña cortina, justo a la altura de mi pecho. Solo sentía lo que me hacían, pero no podía ver nada, ni a nadie.

Y de mí, sólo se veía un cuerpo grande pintado con los dos brazos extendidos listo para ser cortado.

Escena 3.

Entraron, irreconocibles, la doctora acompañada de otro doctor y dos enfermeros más.

Nadie me dijo nada ni “¡hola!”, ni “¡buenas noches!”, ni “¿Cómo se siente?”

Yo los escuchaba, pero parecía que ellos ni me escuchaban, ni me sabían presente (como persona), sino como un cuerpo desnudo y pintado de rojo, al que tenían que abrir para sacar una wawa.

Hablaban y se reían, hasta uno de ellos se puso a cantar algún rato.

El primer corte.

Un jalón.

El segundo corte.

Otro jalón.

Ahí parece que las cosas se complicaron.

- “Doctor corte aquí. Corte doctor. Uno más. ¡Corte!”

- “Empuje doctor, más fuerte doctor.

Empuje”.

Y ahí, en ese instante tenía al anestesiólogo encima de mi cabeza, apretando mi gran estómago. Sentí, como dice el dicho, “que me estaban sacando las entrañas”. ¡Todo fue tan rápido, tan brusco y tan intenso!.

Ahí en medio de eso, nació mi hija.

9

05

"A ver reinita, relajate": Aborto la violencia obstétrica

Cada día en Bolivia, nacen alrededor de 600 wawas (un promedio de 243.000 bebés al año). De acuerdo con la Encuesta de Prevalencia de la Violencia Contra las Mujeres (EPVCM, 2016), el 68% de las mujeres declaró haber sufrido algún tipo de violencia ginecobstétrica en su embarazo, parto o post parto.

La violencia ginecobstétrica es cualquier conducta, acción u omisión realizada por el personal de la salud, que afecta el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, como el trato deshumanizado, la medicalización injustificada y la patologización de procesos que son naturales (OMS, 2014).

Esta violencia se genera con el maltrato y la discriminación, que sufren las mujeres embarazadas al ser juzgadas, atemorizadas, humilladas o lastimadas física o psicológicamente. Se da en los establecimientos de salud y en todas las esferas de la sociedad.

Algunos de los actos constitutivos de esta violencia son: practicar parto por cesárea, existiendo condiciones para realizar un parto natural, sin el consentimiento voluntario, expreso e informado a las mujeres; obligar a parir acostada y/o inmovilizada; negar u obstaculizar la posibilidad de cargar y amamantar a su bebé inmediatamente al nacer; no atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas; juzgar por la cantidad de hijos que tiene; maltratarla verbalmente o “reñirle” durante el proceso de parto; prohibirle que esté acompañada con quien ella decida, entre otros.

Para que todos

10

los días sean 28 de septiembre y se respete el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo: ¡Hoy aborto la violencia obstétrica! ¡Aborto cuando los médicos te llaman “reinita”, “mamita” o te dicen “flojita”, “relajadita” antes de hacerte un Papanicolau!

¡Aborto a las enfermeras insensibles! que reproducen de forma naturalizada el mal-trato a las mujeres embarazadas y parturientas ¡Aborto el sistema de salud! que es violento, machista y se ha construido a partir de un cuerpo masculino como cuerpo universal.

¡Aborto las cesáreas obligadas y cargadas de abuso de poder! que, a través del miedo, nos condicionan a “seguir la palabra autorizada desde el personal de salud”.

¡Aborto la colonialidad, occidentalidad, capitalismos y el patriarcado del sistema y las políticas públicas de salud! que han negado históricamente el conocimiento, práctica y experiencia de nuestras ancestras, de las parteras y de nosotras las mujeres.

¡Aborto la negación de nuestros deseos sobre cómo queremos parir a nuestra wawa y quien queremos que esté a nuestro lado! ¡Aborto las maternidades obligadas! porque luchamos para que sean sólo elegidas y deseadas.

Por Atena Yaqu Este texto fue compartido en el marco de los Webinarios Aborteros organizados por la Articulación de mujeres y feministas pluridiversas de La Paz y El Alto el 30 de septiembre 2020, como espacios políticos de diálogo por el “Día por la despenalización del aborto en América Latina y el Caribe” (28 de septiembre)

06

Reivinidiquemos el placer femenino

Las mujeres merecemos gozar de vidas placenteras, plenas y dignas; sin embargo, cuando ponemos el foco en el placer, aún nos cuesta buscarlo, alcanzarlo o simplemente encontrarlo en nuestro camino. Es tiempo de que todas cuestionemos cómo vivimos nuestros placeres.

Históricamente nos han privado del placer; lo perdimos, ya sea por (mal) interpretaciones religiosas, por costumbres obsoletas o por burda imposición disciplinaria y patriarcal.

La iglesia católica y sus feligreses, durante los años azotados por la inquisición persiguieron, enjuiciaron y ejecutaron a las mujeres que tenían orgasmos placenteros ent r e otras prácticas heréticas, se acusó a muchas mujeres de haber sido “poseídas por el demonio”, cuando en realidad las mismas estaban ejerciendo su poder, mediante el ejercicio de sus placeres.

La ONU estima que 200 millones de mujeres han sufrido y sobrevivido a la mutilación genital femenina también conocida como ablación. Desde un punto de vista médico esta práctica no tiene ninguna ventaja, en cambio produce complicaciones físicas y psicológicas devastadoras, por lo tanto, es considerada una forma más de violencia hacia las mujeres, su fin es controlar el placer sexual femenino manteniendo como prioridad el placer sexual masculino.

No es de extrañarse que en relación con nuestra sexualidad el clítoris siga siendo prácticamente desconocido, a pesar de su función exclusiva para generarnos placer sexual. En contradic-

ción, la sexualidad -principalmente la femenina- sigue ligada únicamente a la reproducción como fin último, y cuando las mujeres decidimos desmarcarnos de esta imposición somos etiquetadas y desvalorizadas, algo totalmente injusto.

Merecemos disfrutar nuestras sexualidades de una forma íntegra, libre y segura.

Luego, cuando empezamos a revisar nuestras relaciones, salta a la vista el sufrimiento. Es natural que suframos por trabajo, sufrimos por amor de cualquier tipo: pareja, familia, amistad, y en nuestro íntimo espacio del hogar se espera que “abnegadas soportemos las cruces, que por buenas nos cargue el dolor’’. ¡Ha llegado el momento de cuestionarlo todo!

Finalmente, tal como dice la canción feminista que dio vuelta al mundo: “Un violador en tu camino” del Colectivo Las Tesis, inspirada en la antropóloga, escritora y activista feminista Rita Segato: muchas veces nos topamos con verdugos moralistas que ejercen su poder, dominación y política patriarcal para disciplinarnos mediante violencias, abusos, mutilaciones, violaciones, encima de todo esto, muchas terminan asesinándonos.

Hoy urge que recuperemos nuestros placeres, necesitamos permitirnos vivirlos en todo sentido, momento y lugar. Merecemos vivir con gusto: trabajos, relaciones, amores y/o saberes.

Recordemos que sólo merece nuestra presencia plena aquello que nos genera alegrías, ha llegado el momento de que reivindiquemos el placer femenino.

Por Isis Lilith

11

07

Las mujeres tran Una crítica y cuestionamie

¿Cuántas mujeres trans más tienen que morir para que las feministas las consideremos nuestras hermanas y lo quememos todo también por ellas?

La madrugada del 18 de octubre de 2020 mientras reinaba el ambiente electoral en nuestro país y regían las medidas para garantizar este proceso en Bolivia, a Gabriela Ramírez le daban 19 puñaladas de odio transfóbico que derivaron en su muerte.

Gabriela, una mujer transexual de 19 años se encontraba en situación de prostitución, al igual que muchas mujeres transexuales que todos los días ponen sus vidas en riesgo porque no gozaron del privilegio de crecer en hogares que acepten y abracen su identidad de género, o que quizá no tuvieron la fortuna de concluir su educación básica o probablemente sí pudieron concluirla pese a todas las barreras, pero se les cierran las puertas al momento de intentar acceder a un trabajo digno.

Al igual que le pasó a Gabriela, en Bolivia durante los últimos 10 años se le quitó la vida a casi un centenar de mujeres trans, sin embargo, sólo un caso llegó a conseguir justicia. Desde que entró en vigencia la Ley 807 de Identidad de género, la población trans tiene la posibilidad de cambiar sus datos de nombre y sexo en sus documentos personales públicos y privados; pero la Sentencia Constitucional 076/2017 les ha quitado cuatro derechos fundamentales que les condenan a un limbo legal: derecho al matrimonio y unión de hecho, derecho a la adopción, derecho a la paridad en candidaturas políticas y derecho a la confidencialidad.

Está claro que la Sentencia 076/2017 es promovida por los sectores fundamentalistas y conservadores que impulsan la segregación y el odio a la

12

diversidad sexual. Este odio se traduce en las vulneraciones que todos los días viven las mujeres trans y en general la población con diversa orientación sexual e identidad de género.

Las mujeres trans renuncian al privilegio masculino y desafían a la norma binaria patriarcal que las condena a ser las más vulneradas del sistema: las matan, las violan, las orillan a la prostitución, les niegan el derecho a un trabajo digno, les restringen el acceso a la salud; la educación para ellas es un privilegio y sus familias las rechazan y expul-

ns son MUJERES ento al privilegio Cisgénero

Entonces las mujeres trans que nos ha arrebatado el patriarcado, están a merced de la voluntad y sensibilidad de los operadores de justicia, están expuestas a la ridiculización misógina por haber abandonado el privilegio masculino, y excluidas de la acérrima defensa feminista porque no gozan del privilegio cisgénero.

Es oportuno cuestionarnos desde los feminismos si vamos a mantener la balanza de nuestras prioridades inclinada hacia la cisnorma.

Si vamos a gritar que el patriarcado se va a caer o que lo vamos a tumbar, hagámoslo desde la inclusión de la otra, la que no goza de los privilegios de clase, raza, sexo/género y acceso a la educación. Tumbemos al patriarcado desde la coherencia de identif icar a los enemigos reales: el capitalismo, el racismo, el colonialismo y la heteronorma.

Necesitamos abrazar con nuestra sororidad a las más vulneradas: las explotadas, las precarizadas, las que son forzadas a migrar, las racializadas y las mujeres trans. La sororidad será más real cuando deje de ser sólo entre privilegiadas.

Hoy ya no nos divide únicamente san sin siquiera estar preparadas para la la clase, hoy nos dividen la raza, los privilegios no cuestionados y la cisnorma. vida.

Lamentablemente los crímenes de odio no están tipif icados en la legislación boliviana pese a todos los esfuerzos realizados por los sectores involucrados y afectados por esta problemática, pero lamentablemente sólo es una reivindicación de quienes se ven afectadas y de quienes tienen la sensibilidad de entablar una lucha por la otra; no es una causa que resuene en el imaginario social y que movilice la sensibilidad generalizada.

¡Si no es diversa y para todas…

No es mi revolución!

Por Oveja Bandida

13

08

Y las otras violencias

¿Y las otras violencias, las que no se ven, las que no se hablan y las que pasan invisibles por esta sociedad patriarcal? Esas que se justifican con: es “buen tipo” o “por lo menos le pasa pensión”, o “lo saca el sábado a tomar helados”. ¿Esas violencias que nos responsabilizan a nosotras de la crianza, bienestar emocional, físico, económico, etc., de nuestras wawitas?

Esas violencias que hacen una distinción entre los roles de papá y mamá, entre la libertad y facilismo de uno versus la responsabilidad extrema de la otra. Obviamente, esta estructura bien arraigada en nuestra sociedad conlleva a que el 82% de las familias monoparentales esté en manos de nosotras las mujeres, y ojo, no se tiene un dato (ciertamente porque a nadie le interesa) de cuántas de esas familias cuentan con la pensión digna de las posibilidades del padre.

Estas violencias entrecruzadas entre los roles diferenciados de papá y mamá, la falta de una normativa seria sobre la manutención, ya que contamos con una que señala- La nueva Ley 603 – Código de las Familias y del Proceso Familiar establece que se debe destinar el 20 por ciento del salario mínimo nacional para la asistencia familiar, si era de 2.100 bolivianos, entonces supone 412 por hijo. Si es que se cumple, pero ¿realmente 412 bs cubren lo que realmente necesitan nuestras wawas? y, el trabajo de cuidados, la estabilidad emocional y material, el cariño que necesitan para crecer, todo eso es invisible a los ojos de los padres y la sociedad en general.

14

En una nota de prensa[1] se puede leer:

Cada día, madres van con sus niños en brazos a solicitar asesoramiento a oficinas de los Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM) para exigir a sus exparejas una asistencia familiar.

La mayoría se quiebra en llanto al contar sus historias que van desde humillaciones, abandono e infidelidades, hasta agresiones físicas. Tienen uno o más pequeños a su cuidado y requieren dinero para alimentación, ropa, vivienda y educación (necesidades básicas).

La nota prensa que cito, debería titularse: “Cada vez más padres irresponsables dejan en el abandono total a sus hijas e hijos”. Sin embargo, se evidencia una vez más que somos las madres las que tenemos la responsabilidad de demandar derechos básicos para nuestras wawas y nosotras mismas.

Estas violencias hacen que cada vez las

09

¿Qué? madres tengamos los más bajos ingresos por la búsqueda de trabajos informales y cada vez más precarios para poder combinarlos con el trabajo de cuidados de nuestras wawas. ¡Y los papás! ¿qué?: con decir “estoy trabajando” evaden las responsabilidades de tareas, colegio, educación emocional, tener una relación con sus hijas e hijos, y es que no existe una normativa contra el abandono, ni políticas públicas, ni siquiera la presión social y política contra estas acciones.

Todo esto además se suma a la infinidad de violencias que se desarrollan en la demanda de asistencia familiar, desde la amenaza de los padres ante una demanda legal, el acoso familiar de parte del padre, hasta asesinatos: recordemos el feminicido de Rigoberta Barrios, quien fue asesinada por dos policías. Uno de los agresores era su expareja, quien planificó el crimen para no cancelar la asistencia familiar de su bebé de 11 meses. El cadáver de la víctima fue introducido en un turril cubierto con cemento y enterrado en el patio de una casa en un barrio de la ciudad de Santa Cruz.

El 2019 se perpetraron 10 feminicidios como este, para no pagar la pensión de sus wawas, y es que, ante la permisividad social, la justificación es que se trata de un “buen tipo”. Cada día nosotras tenemos que bregar en los SLIMS, en los juzgados por las pensiones y muchas otras de nosotras somos asesinadas por exigirlo, ante la mirada ausente de todas y todos.

“Lo que llaman amor es trabajo no pago”

Por Ramona 1] Opinión Bolivia. (29 enero, 2019) El 50 por ciento de las denuncias por asistencia familiar va a juzgado. Opinión, Diario de circulación nacional. Disponible en: www.opinion. com.bo

El pasado 18 de octubre, al fin se llevaron a cabo las elecciones generales en Bolivia después de que el gobierno de facto de Jeanine Añez suspendiera las mismas en 3 ocasiones, logrando así quedarse durante casi un año en el gobierno cuando su mandato debería haber durado tan sólo 3 meses.

Casi un año tuvimos que aguantar uno de los errores históricos más nefastos de Bolivia: el gobierno de Añez, a la cabeza de Arturo Murillo, Ministro de Gobierno y maestro titiritero. De manos de ambos, el pueblo boliviano tuvimos que encarar no sólo la reinstalación de la ultraderecha en el gobierno si no cuatro masacres: Sacaba, Senkata y Chasquipampa que dejaron un saldo de más de 30 muertos y decenas de heridos; escándalos de corrupción en plena pandemia por COVID-19, mientras vaciaban las arcas del Estado, la gente moría por falta de insumos; la violencia impune ejercida por grupos paramilitares como la autodenominada “Resistencia Juvenil Cochala” con el auspicio del gobierno de facto; la vulneración del carácter laico del Estado reemplazando la Constitución Política del Estado por la biblia; entre otros actos funestos.

Casi un año de terror que se lo debemos a Evo Morales y la entonces cúpula del MAS. De haber respetado el resultado del referéndum constitucional del llamado 21F (21 de febrero de 2016) no hubiera sido necesario que nos entreguen en bandeja de plata a la derecha rancia y oligarca.

Los resultados del 18 de octubre fueron contundentes, ganó nuevamente el MAS a la cabeza de Luis Arce y David Choquehuanca con más del 55% de votos. Pero debe quedar claro que una gran parte de ese 55% es un voto prestado, en algunos casos es un voto de confianza, ante la desesperante situación de sólo derecha y ultraderecha en la papeleta electoral. Por tanto, el nuevo gobierno del MAS tiene la responsabilidad de estar a la altura de responder a ese voto y para ello es necesario dejar atrás al caudillo. ¡Pero no! Los egos de Evo y Álvaro son más fuertes y tuvieron

15

09

El retorno del MAS y su deuda pendiente paquete incendiario, ni los megaproyectos ecocidas. Basta de instrumentalizar a la Pachamama y a los pueblos indígenas en el discurso mientras saquean y violentan sus territorios, sus vidas y su dignidad.

Por último, el nuevo gobierno arrastra la deuda de absolutamente todos los gobiernos con los derechos de las mujeres: la efectiva implementación de la normativa existente y la elaboración de política pública destinada a garantizar vidas libres de cualquier tipo de violencia, incluyendo

que montar todo un circo para su llegada.

Entonces, ahora que están aquí y que seguramente estarán susurrándole a la oreja a Arce, que quede claro que tienen una deuda pendiente principalmente con las familias de las víctimas de las masacres; pero, además, tienen una deuda con todo el pueblo que tuvimos que sufrir la violencia estatal, la corrupción y la inoperancia de Añez, Murillo y sus secuaces.

¡El pueblo merece justicia y una reparación integral!

También, debe quedar claro que este retorno del MAS al poder por mandato popular no quiere decir: “borrón y cuenta nueva”. No. Porque Chaparina no se olvida, así como tampoco se olvida Takovo Mora, ni el TIPNIS, ni el

16

la penalización del aborto porque las muertes por abortos clandestinos son feminicidio de Estado.

¡Pero claro! ¿Qué podemos esperar si reciben con los brazos abiertos a su caudillo que año tras año en repetidas ocasiones ha dejado muy en claro que para él las mujeres somos un objeto transable y desechable más?

Pero ojo, las mujeres y los movimientos feministas nos declaramos vigilantes y estaremos fiscalizando cada uno de los pasos del nuevo gobierno y del actuar del MAS como instrumento político, están en deuda con nosotras, están en deuda con el pueblo.

Por China Supay

10

Camisa rosada, gorrita verde

Ella se llamaba Fidelia, Delia le decíamos. Alegre, risueña, conocedora invencible de cumbias, de los títulos y de las historias de los grupos tropicales de los últimos 20 años. Siempre lista a colaborar en lo que sea, no le tenía miedo a ningún trabajo, por duro que sea. Su fotografía nos acompaña todavía con una sonrisa amplia en un día soleado, camisa rosada, gorrita verde. La foto la tomé cuando ella giraba haciendo un gesto y bromeando.

Me contó que cuando era apenas una niña fue abandonada por su madre y su padre, criada por su abuelita que vendía café desde la madrugada en una plaza de Sopocachi, sus clientes principalmente choferes y vendedoras.

“Dormía debajo de la mesita de mi abuelita, porque era bien temprano para mí, hacía frío, pero tenía que ir con mi abuelita porque no tenía con quien quedarme en nuestro cuarto”.

Ella creció acompañando a su abuelita, cuidada por las otras vendedoras de la plaza y de la acera, escuchando, mirando y sintiendo la calle como su hogar.

El tiempo pasa, ciertamente, el cuerpo cambia, “hay que cuidar a la niña que se está convirtiendo en mujercita”, “que se quede en casa, es mejor”…. pero su casa se convirtió en su infierno.

Delia tuvo una hija, que había nacido como producto de una violación cuando ella era apenas una adolescente,

casi una niña. “wawa con wawa”, dijeron, nadie preguntó quién era el padre porque había claramente un culpable, al que nadie reclamó, al que nadie interpeló, se naturalizó el hecho de que la niña parió una niña.

Delia vivió juzgada por haber sido huérfana, por haber sido niña-madre y por no haber sido lo “suficiente madre” que su hija necesitaba. Pronto se llevaron a su niña, se la arrebataron porque – efectivamente- era demasiado joven para cuidarla.

No fue demasiado joven para parir, pero si fue demasiado joven para maternar. ¿Cómo pudo ella aprender a maternar si nunca fue maternada?

Separada de su primera hija, Delia buscó su camino, y en él encontró un hombre que le brindó un sentimiento de seguridad que ella necesitaba. Una relación “estable” con un hombre al que llamaban el monstruo, un hombre roto por fuera y también por dentro. El alcohol y el maltrato, la precariedad y el miedo les acompañaron siempre que se separaron y cada vez que se volvieron a juntar. Fruto de esta relación nació el segundo hijo de Delia.

Pero la vida pasa factura. Las noches y las madrugadas heladas de La Paz y de la plaza que la vieron jugar, la vieron también enfermar. El alcohol, inevitable compañero de las soledades, los miedos y las impotencias estuvo ahí, cual testigo silencioso. Y los golpes. Los golpes recibi-

17

dos la dejaron rota, le rompieron las costillas, le rompieron los huesos, le rompieron las alas. Las violencias recibidas e infligidas, las que nacen de la explosión de las culpas y de las frustraciones, del dolor de espalda, de la incapacidad de trabajar y de los riñones que ya no funcionaban más…

La vida como serpiente se apoderó del cuerpo y lo asfixió, hasta llevarse las fuerzas para seguir luchando.

11

Carla Blanco: era muy coh forma d

El día antes de su muerte, Delia no había cumplido treinta años. En un hospital de la ciudad de El Alto, ella sólo parpadeaba mirando al vacío, sus ojos negros habían perdido el brillo y respiraba con dificultad. Su hija, joven madre de una bebé recién nacida, estaba ahí. También estaba su hijito.

“Es hora de despedirnos” -le dije al niño- “Sé que estás enojado con tu mami, pero ambos necesitan perdonarse, dile que la quieres, que vas a venir a visitarla mañana”…. Pero el mañana no llegó.

Dos horas después de esa despedida, Delia se fue...

Nadie la asesinó, pero todos la asesinamos y la seguimos inmolando cada vez que callamos, cada vez que justificamos cualquier tipo de violencia, cada vez que nos negamos a intervenir cuando un monstruo se empodera y arrebata voluntades, cada vez que naturalizamos las desigualdades.

Me gustaría que Delia pudiera leer estas palabras, pero está ausente. Seguramente está bailando una cumbia sonidera, esas le gustaban. Seguro la acompañan las demás, nuestras hermanas que tampoco tienen nombre, aquellas cuyas historias han pasado desapercibidas en medio del ruido de una ciudad habitada por millones de personas que miran sin mirar.

La Delia es una de mis muertas, una de nuestras muertas, y por nuestras muertas: no concedemos ni un minuto de silencio…toda una vida de lucha, con el pecho quebrado de dolor y de rabia: ¡toda una vida de lucha!

18

Por La Imilla sin H

Norma Blanco, otra víctima más de feminicidio. Su cuerpo fue hallado el pasado 27 de septiembre, en su domicilio con indicios de una muerte violenta. Tenía 38 años. Apasionada ajedrecista, ejecutiva en ventas, emprendedora, con muchas metas y sueños: “muy coherente en su forma de pensar”, según su hermana Carla Blanco, quien desde el momento que se enteró de su partida, vivió un calvario, para poder recuperar su cuerpo después de casi un mes de su asesinato, principalmente por la falta de recursos económicos.

Desde el primero de enero hasta este el 17 de noviembre de 2020, se tienen reportados 104 feminicidios, de los cuales sólo 11 tuvieron sentencia. Mientras que “5 de cada 10 mujeres, denuncian que fueron víctimas de violencia”, según el Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer.

Por su parte, Michelle Shaw

: "Mi hermana herente en su de pensar

Coronado, integrante de la Asociación de Familiares de Víctimas de Feminicidio e Infanticidio, en el acto que se llevó a cabo al finalizar la “marcha por todas nuestras muertas”, el 1 de noviembre, en la Plaza del Estudiante de la ciudad de La Paz, expresó: - “Nosotras, las familiares de las víctimas (de feminicidio), tenemos que estar peregrinando, llorando, mendigando justicia en nuestro propio país.

Este año la (ex) presidenta (transitoria) habia declarado el año de la lucha contra el Feminicidio e infanticidio, donde sólo nos ha hecho un teatro a las víctimas que hemos estado ahí presentes,

se comprometió a doblegar los esfuerzos, que se iban a sumar a esta lucha, pero ¿Qué es lo que ha pasado hasta el día de hoy? Hemos visto que en la época de pandemia ¿Ha habido alguna respuesta? ¿Ha habido algún resultado?

Al contrario, más violencia. ¿La violencia, los feminicidios, no son acaso asuntos de salud pública?”.

Después de casi un mes, Carla pudo recuperar el cuerpo de Norma. Su hermana, que se encuentra prácticamente sola y sin recursos, tuvo que pasar por un calvario para poder despedirse de Norma, con el compromiso de luchar por justicia y dar con el autor de su feminicidio. Si bien, hay sospechosos de este hecho, aún no se tiene certeza del autor. Así como el feminicidio de Norma, existen cientos de otros que quedan en la impunidad, es por eso, que es importante no dejar solas a las familias que luchan por justicia para sus muertas, como es el caso de Carla Blanco a quien Imilla Bandida pudo entrevistar.

I.B.: ¿Cuándo encontraron el cuerpo de Norma?

C.B.: La encontraron el domingo 27. En vista de que ella no se había comunicado por las cuestiones de sus clases.

Su mejor amiga se apersonó a la casa y junto con el dueño, han hecho entrar a otra persona por la ventana y se dieron cuenta que ella estaba ahí, porque salía una pierna del colchón, habían hecho un hueco en el colchón y de esa manera es que se han dado cuenta que estaba muerta y llamaron a los policías y han hecho el levantamiento.

El día lunes es cuando me encuentran a mí, me dicen si yo era la hermana, yo le digo: “sì, ha debido viajar”. me dicen: “no, ha fallecido”. Yo entré en shock, ha sido muy impactante. Yo le pregunté: ¿Qué tengo que hacer? y me dijeron: “Tiene que ir la morgue”, y le dije “¿Dónde es la morgue?”, [ellos:]“nosotros le vamos a llevar”, porque eran dos personas, el papá de la amiga y el amigo que me llevaron. Era tarde no pudimos recoger el cadáver y luego me dijeron que es con requerimiento fiscal.

Entonces al día siguiente, al investigador recién me lo presentaron y me dijeron que mientras [el caso] esté en la etapa de la investigación no se podía enterrar, se debía esperar por la recolección de pruebas y demás cosas.

I.B.: ¿Cuándo pudiste recuperar su cuerpo?

C.B.: El 21 de octubre, por fin la hemos podido sacar. La situación económica hace mucho, porque yo no he tomado un abogado por mi situación, no cuento con el apoyo de mis familiares, somos muy poquitos. Entonces eso ha hecho que se vaya demorando, no ha habido investigación, no ha habido quién estimule. El día de hoy, gracias a Michelle (Shaw), que ha traído un abogado, ha acelerado todo, en otras palabras, ha puesto en su lugar al mismo investigador, ya hay presión.

Después de eso recién me llamó el investigador, ya más interesado en el caso, con mayor predisposición. Entonces, he visto que la presión hace mucho. Porque

19

yo sola no podía hacer nada la verdad, mi situación económica, la cuestión de que estoy solita, me ha impedido mucho.

I.B.: ¿Se ha logrado identificar al autor?

C.B.: No, no se tienen indicios, ni sospechosos, bueno hay sospechosos, pero no hay indicios.

La otra situación, es que el proceso es largo y muy complicado, me dijeron que por las características de la muerte que ha tenido, [que fue] muy violenta. El proceso tiene que seguir, para resguardar mi vida, la vida de otras personas, que puedan correr la misma tragedia y enlutar a más familias. Otra situación, es que mi hermana merece que se aclare este caso y que se haga justicia. Sólo así realmente voy a dar por cumplida esta misión, que quizás ha venido de Dios, que me está dando fortaleza, pese a la situación de que no cuento con familia cercana, pero estoy yo, es un compromiso que hoy al verla, al reconocerla dije: “Hasta donde las fuerzas me alcancen, porque el amor que tengo es infinito, yo voy a luchar”.

Porque ya no estoy sola, eso ha sido lo lindo, ya cuento con ustedes, con el grupo de amigas, de Michelle que se ha movilizado, todos los días ha estado conmigo.

El abogado se está movilizando, es como despertar, mientras estaba sola estaba adormecida, sin ideas, escapando quizá de la situación, porque no se daba una solución, pero ahora estoy con todo el interés de seguir hasta las últimas consecuencias.

I.B.: ¿Quién era Norma?

C.B.: Una persona que se ha ganado el afecto de muchas personas, muchas amistades, niños. Ella quería vivir, no quería casarse, no quería tener responsabilidades, porque sentía que era una carga muy fuerte, para ella. Le gustaba viajar, disfrutar de la vida y decía “con un hijo no voy a poder, lo voy a hacer sufrir”, ni una mascota quería tener, en ese aspecto era muy madura, decía: “no me voy a

20

casar, no voy a tener hijos, no quiere ni una mascota porque es hacer sufrir, es una responsabilidad”, entonces, tenía unas ideas muy claras de lo que era la responsabilidad y eso es un gran ejemplo.

Mi hermana menor era muy coherente en su forma de pensar, eso es admirable y también todos y todas las que la conocen saben que ha sido muy responsable, con todo, su trabajo, su persona, nadie puede hablar mal de ella. Eso es lo lindo, las buenas acciones que una deja en vida, la imagen que una deja.

Ella era ajedrecista, ha sido subcampeona femenina boliviana, ha viajado hasta a Rusia para un campeonato con su mejor amiga. Era parte también de los Boys Scouts, era ejecutiva de ventas en una agencia de turismo llamada, Senda Andina. Era muy inquieta. Ha aprendido francés e inglés, estaba perfeccionando todos los idiomas porque quería ir más allá, ella decía: “yo voy a terminar mis días en el exterior”. Entonces era muy emprendedora y más valía para ella su voluntad, no veía límites de recursos, impedimentos. Su voluntad hacía mucho y lo ha logrado.

Yo le decía: “has hecho todo lo que yo hasta ahora no he hecho y eso es tu voluntad, es tu ánimo”. A mi quizás me ha detenido la situación de mamá, mi responsabilidad me ha frenado, como que te tiene quieta y no puedes viajar y demás cosas, pero ella ha logrado.

Y en algún momento que hablaron con mi hermana de Argentina, le dijo lo del COVID-19, que está tan latente ahora y le dijo: “Sí a mí me toca (contagiarse de COVID-19), he disfrutado de la vida, me voy a ir feliz; he hecho todo lo que he querido, me voy a ir feliz.

Así que, si me toca, me tocó y si no, todavía tengo muchos planes por delante”. Entonces sé que de esa manera, ella ha acelerado quizá todos sus propósitos, pero se ha ido feliz.

Por La Domi

PLATAFORMA POLÍTICA ARTICULACIÓN DE MUJERES Y FEMINISTAS PLURIDIVERSAS LA PAZ, EL ALTO Somos mujeres y feministas organizadas, independientes, trabajadoras, campesinas, indígenas, obreras, urbanas, lesbianas, bisexuales, hijas y nietas de mujeres no pudieron colonizar. Desde las calles, los mercados, las oficinas, las aulas, las fábricas, desde nuestros colectivos, sindicatos, pueblos y comunidades, desde nuestras chacras y hogares nos auto convocamos en la Articulación de Mujeres y Feministas Pluridiversas de La Paz y El Alto.

Conformamos una hermandad de mujeres y feministas libres y diversas. La articulación gira en torno a la diversidad, el respeto, la confianza y la autonomía de las mujeres.

Respetamos la diversidad y la autonomía de las organizaciones de mujeres, colectivas feministas, mujeres y feministas independientes que conformamos la Articulación. Pensamos que la construcción colectiva desde abajo es esencial para la construcción de la pluralidad, la decolonialidad y la despatriarcalización.

Nos tejemos, en base al respeto, cuidado colectivo y autocuidado. Construimos lazos de confianza entre nosotras en base a este posicionamiento político. No ponemos en peligro la seguridad y privacidad de las integrantes de la Articulación.

Somos autónomas y auto gestionamos nuestro accionar político independiente y lejos del Estado, de los partidos políticos de la vieja y nueva derecha, ONG’s e Iglesias. Nos auto-representamos y auto-organizamos independientes de quienes sostienen y refuerzan la opresión y explotación con sus leyes y su práctica política partidaria burguesa.

Somos contrarias de los partidos políticos que toman las banderas de la lucha de las mujeres de manera oportunista. Nuestro actuar no pertenece, ni representa, o favorece a ningún partido político porque no estamos dispuestas a reproducir las relaciones hegemónicas del poder patriarcal que representa el Estado, los gobiernos y los partidos políticos.

Nos declaramos ANTIPATRIARCALES: Luchamos contra toda forma de violencia hacia las mujeres, que es sistemática, estructural y escalonada al ser patriarcal, misógina y machistas que encubre la violencia institucional, judicial, policial, militar y Estatal.

Nos movilizamos en contra de la violencia machista y patriarcal que se manifiesta cotidianamente de las formas más brutales, como los feminicidios y las violaciones que sostienen una alianza masculina criminal, explotando y oprimiendo con mayor crueldad a las mujeres.

21

Reconocemos la diversidad y autonomía de nuestros cuerpos y sexualidades.

Denunciamos la cosificación y utilización de nuestros cuerpos sometidos a la violencia y acoso sexual laboral, callejero y político.

Reivindicamos la autonomía de nuestros cuerpos. Luchamos por el acceso libre a anticonceptivos, por el aborto libre, seguro y gratuito. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto seguro para no morir.

Repudiamos el embarazo infantil forzado como una forma de sometimiento, violencia, ejercicio de poder y crueldad contra las niñas y adolescentes. Exigimos el cumplimiento de nuestro derecho a la interrupción legal del embarazo.

Rechazamos el mandato patriarcal de la heterosexualidad que se materializa en crímines de odio y violaciones correctivas. Reivindicamos desde nuestros cuerpos la sexualidad libre y diversa, las formas de sentir y de amar como mujeres, lesbianas, bisexuales y trans, como un acto político de rebeldía y desobediencia feminista.

Denunciamos la cadena de violencia en contra de las trabajadoras sexuales, víctimas constantes del abuso policial, la criminalización, persecución, insultos, golpes, violaciones, que son actos ejercidos en contra de las mujeres y no en contra de las redes de proxenetas y tratantes que gozan de protección estatal.

Reivindicamos la justicia como un derecho humano. Luchamos contra la complicidad entre autoridades que ocupan cargos políticos, candidatos partidarios, jueces, fiscales y policías que, por sus redes de influencia y poder, corrupción y chicanería instalada producen impunidad.

Creemos que la maternidad es una decisión y una construcción social.

Luchamos contra toda forma de estigmatización y sanción social de las “buenas” o “malas” madres. La maternidad será elegida o no será. Porque nos queremos vivas, libres y felices.

Nos Declaramos ANTICAPITALISTAS: La burguesía fascista, racista, terrateniente en complicidad con los partidos políticos de la vieja y nueva derecha han gobernado nuestro país en favor de las transnacionales y los capitales de la burguesía a costa de la salud, educación, de la economía, de los derechos de los mujeres y los pueblos, precarizando las condiciones laborales y echando a la calle a miles de personas que, hoy buscan su sustento con trabajos informales expuestos a la explotación más cruenta del capitalismo.

La descomposición económica, social, política, cultural y poblacional derivada del capitalismo deteriora las bases materiales y espirituales del pueblo.

Luchamos contra la continuidad de las políticas económicas capitalistas, neoliberales, extractivistas, ecocidas que atan al país al rentismo colonial y a los precios internacionales de los hidrocarburos, minerales y la agroindustria.

Denunciamos las políticas y estrategias de las instituciones financieras,

22

económicas internacionales FMI (Fondo Monetario Internacional), OMC (Organización Mundial del Comercio), BM (Banco Mundial), BID (Banco Interamericano de Desarrollo), empresas transnacionales y agencias de cooperación que condicionan el apoyo, empobrecen y marginan a las mujeres.

Luchamos contra la desigualdad social y económica, la feminización de la pobreza, porque las mujeres trabajadoras somos las más explotadas entre los explotados.

Luchamos por igual salario por igual trabajo y plenos derechos laborales para las trabajadoras. Estamos empleadas bajo condiciones precarias, bajos salarios y desprotección social, sin derecho a sindicalización, ni a vacaciones, indemnización, seguro de salud, pensiones.

Nos reconocemos como mujeres trabajadoras del campo y de las ciudades porque valoramos nuestro trabajo productivo y reproductivo. Sin embargo, denunciamos la triple jornada de explotación a la que nos somete este sistema capitalista y el Estado explotador: el trabajo doméstico, el cuidado de nuestr@s hij@s y familiares, que son trabajos no remunerados y mano de obra barata asalariada.

Los ingresos de miseria generados en los trabajos informales no nos alcanzan para cubrir la canasta básica familiar, por tanto, nos rehusamos a que sigan utilizando nuestros derechos como moneda de cambio y que nuestros cuerpos sean expuestos.

Luchamos para erradicar del territorio nacional la semiesclavitud laboral que, en pleno Siglo XXI continúan existiendo mujeres y varones sometidos a condiciones de semiesclavitud en las zafras de azúcar, algodón, castaña y minería ante la mirada impasible del Estado que otorga impunidad a grandes empresarios de la agroindustria y la minería.

Mientras nuestro propio país de origen no garantice las condiciones básicas de vida al pueblo y aunque los países receptores cierren sus fronteras, nosotras seguiremos migrando de manera forzada y expuestas a todos los riesgos: violaciones, estafas y alejamiento de nuestras familias, porque, migrar en busca de mejores condiciones de vida es un derecho.

Nos declaramos ANTIEXTRACTIVISTAS: Rechazamos el modelo economicista extractivista, minero, agrario, forestal, hidrocarburifero y energético. Históricamente las mujeres estamos en primera línea de lucha, resistencia y defensa de los derechos de la naturaleza, nuestra biodiversidad, ecosistemas, sistemas de vidas, los recursos naturales, el respeto y reconocimiento de los territorios, la transmisión de nuestros saberes ancestrales y la conexión de nuestros modos de vida y cuerpos con la tierra y la naturaleza.

Luchamos contra la mercantilización de los recursos naturales, territorios, naturaleza y bosques que dejan al descubierto la persistencia de un modelo económico que pone en riesgo nuestras vidas, la biodiversidad y los ecosistemas.

23

Luchamos en contra la sobreexplotación y saqueo de los recursos, territorios, bosques y naturaleza a nombre de reactivación económica, modelo de desarrollo, progreso que mantiene la hegemonía de riquezas, tierras y concesiones mineras e hidrocarburíferas a manos de unos cuantos.

Luchamos contra la monopolización, privatización y mercantilización de los recursos naturales, recursos estratégicos, los territorios en manos del Estado, los gobiernos, las transnacionales, las multinacionales y sectores privilegiados generando una mayor dependencia de los precios internacionales.

Luchamos contra la dependencia del rentismos y subvenciones basadas en los recursos naturales estratégicas.

Luchamos contra la invisibilización de los impactos diferenciados, las sobrecargas socioambientales, que afectan a nuestros cuerpos, nuestra salud e incrementa nuestras vulnerabilidad orillandonos a migrar y tener que reaccionar de manera inmediata para buscar mecanismos de resiliencia, adaptación y mitigación.

Luchamos por el acceso de la información, previa, veraz y oportuna, sobre los impactos ambientales, impactos sociales, impactos económicos y los impactos a las salud; así la transparentación de los tratados internacionales; contratos y licitaciones; estudios de prefactibilidad, factibilidad, estudios a diseño final y de implementación; inversiones, fomentos, flexibilizaciones y subvenciones.

Luchamos por el derecho de los pueblos indígenas y comunidades campesinas a la consulta previa, libre e informada.

Luchamos por nuestro derechos a la participación política, en la toma de decisiones en las políticas públicas, planes y programas que no toma en cuenta nuestras necesidades, riesgos y vulnerabilidades.

Luchamos contra la violencia, amedrentamiento, persecución, amenazas, penalización y asesinato de las activistas y defensoras de los recursos naturales, los derechos humanos, el territorio y los derechos colectivos.

Alzamos la voz en defensa de los territorios, bosque y áreas protegidas hoy en peligro de ser devastados por la minería, la exploración y explotación de hidrocarburos, las hidroeléctricas, las megaconstrucciones, la expansión de la frontera agrícola, el monocultivo, la deforestación, los transgénicos y el uso descontrolado de glifosato y pesticidas.

Nos declaramos ANTICOLONIALES: Nuestra fuerza radica en la alianza con los pueblos y clases explotadas. Luchamos juntos contra las políticas neocoloniales de las potencias extranjeras que nos condenan a la dependencia política, económica y cultural.

Reivindicamos los saberes, la memoria larga y sabia de nuestras ancestras, que construyen nuestra identidad y nuestra herencia cultural.

24

Reivindicamos las conquistas sociales de nuestros pueblos en su lucha contra las políticas neocoloniales del imperialismo aplicadas por los Estados.

Nuestra fuerza radica en la alianza con las clases y pueblos explotados. Luchamos juntos contra las políticas neocoloniales de las potencias extranjeras que nos condenan a la dependencia política, económica y cultural.

Denunciamos los discursos y prácticas coloniales, machistas, racistas, clasistas y homofóbicas que son responsables de: - Alimentar la violencia estructural y sistemática que vulnera, omitie y coarta nuestras libertades democráticas, nuestros derechos humanos fundamentales y nuestros legados históricos.

- Sostener la desigualdad, opresión y explotación en nuestras sociedades, para mantener los privilegios de unos cuantos a costa de nuestros cuerpos, nuestras vidas, territorios y derechos.

- Pretenden obligarnos a renunciar, retroceder y negociar nuestros derechos y conquistas sociales, políticas y económicas que también fueron legados históricos de nuestras abuelas y madres.

- Ratificamos nuestra lucha por un verdadero Estado Plurinacional con autodeterminación, autonomía y autogobierno de los pueblos.

- Solidaridad internacional con las luchas de las mujeres y de los pueblos oprimidos Vivimos en un mundo que está dominado por la lógica de la globalización patriarcal y neoliberal, que reproduce las desigualdades, amplía las brechas entre pobres y ricos, genera más exclusión, odio, racismo, intolerancia, conflicto armado, guerras y genocidios. Las mujeres del mundo estamos en primera línea de lucha en las grandes resistencias y rebeliones, por esta razón: Nos acuerpamos y tejemos solidaridades con nuestras hermanas y hermanos de todo el mundo que están en lucha contra el capitalismo y el patriarcado.

Nos solidarizamos con las demandas comunes a los movimientos de mujeres del mundo, a nivel local, nacional, regional e internacional.

Nos sentimos hermanadas y solidarias con todos los pueblos en lucha y afirmamos nuestras demandas de igualdad, justicia y solidaridad y rechazo a la violencia, exclusión y discriminación.

Nos declaramos ANTIFASCISTAS: La violencia estructural, sistemática y escalonada del Estado ha usado la fuerza represiva militar, policial e institucional para coartar las libertades democráticas, violando los derechos humanos y masacrando al pueblo pobre para mantenerse en el poder y gozar de los privilegios que gozan los administradores del estado, por eso: - Denunciamos el amedrentamiento militar, policial y las estrategias de miedo basadas en el fascismo y colonialismo que han generado psicosis en la ciudadanía, profundizando el odio, discriminación y deshumanización del pueblo.

- Denunciamos a los gobiernos de turno en complicidad con los aparatos de represión se apoderen de las luchas, las reivindicaciones, movilizaciones populares o de las crisis para implementar sus políticas económicas fascistas que nos condenan a la dependencia del capital financiero.

25

- Exigimos la desmilitarización del país y respeto al Estado social de derecho.

- Gritamos por aquellas mujeres que lloran sus muertos víctimas del Estado fascista y reclaman justicia.

- Interpelamos al Estado, al gobierno y toda la élite política-económica sobre las injusticias a las que somos sometidas por los actos hipócritas en los que, por un día al año, se pretende homenajear a las mujeres sin que ello signifique un cambio real frente a los violaciones, feminicidios y violencias que el Estado ha observado y callado.

- Repudiamos la utilización de la polarización racial, social y política como estrategia del fascismo implementados por todos los gobierno neoliberales y populistas.

- Interpelamos a los diferentes medios de comunicación que en complicidad con el Estado ha generado un cerco mediático, para silenciar, minimizar, coartar o estigmatizar a los diferentes sectores sociales que no responden a los gobiernos de turno.

Nos reconocemos plurales y democráticas. Luchamos contra la pseudo y macho democracia y sus cuotas neoliberales, que en medio de las represiones nos reprimen, amedrentan y confiscan nuestras luchas.

Nos declaramos ANTICLERICALES: Nos declaramos anticlericales porque las iglesias y las sectas fundamentalistas son instituciones encargadas de reproducir la ideología de opresión, triple explotación a las mujeres de las clases explotadas.

Denunciamos y repudiamos a las iglesias y sus movimientos fundamentalistas que generan un discurso de odio, discriminación y desinformación contra las comunidades, colectivos LGTBIQ+, feministas y organizaciones de mujeres que defienden los derechos humanos de las personas LGTBIQ+.

Exigimos y luchamos por el cumplimiento del estado laico. Porque las iglesias históricamente se meten en los asuntos del Estado, denunciamos que siendo Bolivia un Estado laico las iglesias siguen manteniendo sus privilegios y se entrometen en los asuntos de políticas públicas.

Denunciamos a la práctica institucional de las iglesias por utilizar las necesidades del pueblo en educacion y salud para reproducir la ideología de género que es patriarcal, machista, homofôbica, transfóbica y de conciliación de clases dentro de las escuelas, colegios, universidades y centros de salud.

Denunciamos a los gobiernos por subsidiar con items en la salud, educación y asistencia social a la iglesia católica, que hace negocios con la educación y la salud puesto que es propietaria de universidades, colegios y hospitales privados.

Repudiamos a las iglesias que dan clases de “moral” a las mujeres, que quieren decidir sobre sus cuerpos, mientras encubren numerosos casos de violencia sexual, de pedofilia cometidos al interior de las iglesias, actos que son encubiertos y quedan en la impunidad.

Repudiamos que las iglesias promuevan la maternidad en niñas, con el argumento que son aptas para concebir, negando el hecho de que una niña embarazada es producto de una violacion, por tanto es una tortura. La ma-

26

ternidad en niñas es un acto de tortura.

La violencia del Estado con complicidad social de las iglesias y grupos antiderechos son responsables de las muertes de las mujeres por aborto clandestino negándonos el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.

Nos solidarizamos y acuerpamos con las personas que se encuentran dentro de las iglesias que a partir de la teología de la liberación y la teología feminista se unen a las luchas del pueblo y de las mujeres que enfrentan a la institucionalidad y jerarquía eclesiástica.

Luchamos por la separación de la iglesia y del Estado; la expropiación de todos sus bienes; la educación laica, universal, gratuita y de calidad, que incluya la educación sexual integral brindada por profecionales Nos declaramos ANTIRACISTAS: Denunciamos el racismo institucional, gubernamental, de grupos fascistas y racistas que promueven la violencia.

Denunciamos la discriminación basada en la raza, etnia, religión y clase social. Vemos cómo no solo atenta contra la vida de las comunidades afrodescendientes, indígenas, campesinas, sino también impone condiciones de pobreza, explotación laboral y serias barreras para mejorar sus condiciones de vida.

Denunciamos que las mujeres de pollera, clases medias-bajas, clases bajas, indígenas, campesinas, afrodescendientes son agredidas y violentadas con mayor frecuencia por los grupos fascistas, racistas y todo el aparato represor del Estado.

Denunciamos la invisibilización y minimización de la participación de las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes en alianza con los sectores obreros de las luchas y conquistas sociales excluyendolos de la memoria histórica de Bolivia.

Repudiamos la estigmatización y atropello a los símbolos de los pueblos indígenas campesinos originarios negando la plurinacionalidad de Bolivia.

Frente a esta realidad NOS ARTICULAMOS: Ni antes ni ahora, nuestras demandas no han sido escuchadas ni resueltas. Hoy más que nunca, en una coyuntura altamente represiva en medio de una profunda crisis política, económica, social, ambiental, de la salud y educación, las constantes y sistemáticas violaciones de nuestros derechos humanos, libertades democráticas e integridad física, mental y espiritual, que pone en riesgo nuestras vidas, nuestros cuerpos, nuestros territorios y nuestros recursos naturales.

Más acuerpadas que nunca, de pie y presentes, encaramos este posicionamiento político Nos reivindicamos libres y apartidarias. Nuestra apuesta política, nuestros principios se adscriben en la lucha, resistencia e interpelación contra el sistemas capitalista, patriarcal, fascista, extractivista, racista y colonial.

27

Artistas: Knorke Leaf y Khespy/ "Esta ofrenda es un reencuentro de amor y memoria, una declaraci贸n de que no les olvidamos". / La muerte va a regenerar la vida.

La Imilla Bandida es una creaci贸n colectiva en la cual respetamos la pluralidad de voces. Cada autora es responsable de su propia publicaci贸n

28

Articulaci贸n de Mujeres y Feministas Pluridiversas - La Paz y El Alto