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“Argentina le declaró la guerra a su propio sector privado”

Entrevista a Gustavo Lázzari, economista y empresario PyME.

Gustavo Lázzari, empresario y economista, nos comparte su visión respecto a la realidad económica y financiera Argentina, la pesada mochila impositiva, los obstáculos para importar, la necesidad de generar puestos de trabajo y qué medidas podrían implementarse para crecer en forma sostenida. También, el mayor protagonismo que deben asumir los empresarios para promover cambios.

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¿Cómo llegamos a este desastre económico?

Primero, venimos con una inconsistencia de hace muchos años. En algún momento Argentina decidió declararle la guerra a su propio sector privado. Este no se dio cuenta, dejó que el Estado avanzara en regulaciones, en impuestos y en normas inviables. Argentina llegó al punto máximo de inviabilidad en el que hoy ningún negocio privado en blanco es rentable y sustentable, esa es la realidad. Cuando aparece uno, enseguida se pide algún privilegio, una ley privada, específica, para sortear las trabas; el cepo por ejemplo. Es el caso de Vaca Muerta que pide un régimen laboral especial, un régimen de importaciones. Porque tal como está diseñada, la Argentina así es inviable. Por eso existe la tasa de evasión de impuestos que tenemos y en algunos casos tenemos el estancamiento medular que vemos en Argentina, en el empleo privado y en inversión.

¿Cómo estamos en generación de empleo?

Hace doce años no se crea empleo privado honesto y hace 15 años que estamos

invirtiendo menos del 15% del PIB. Argentina es un país de economía cerrada que exporta alrededor 70 mil millones de dólares por año desde hace 15 años. Y ahora tenemos suerte porque nos favorecen los precios internacionales. Además de la estabilidad medular de la Argentina, que genera un 50% de pobreza, un récord vergonzoso, tenemos una situación de hiperinflación conceptual ya iniciada y el desmadre político más serio imaginado en los últimos 30 años.

¿Por qué haces referencia a “hiperinflación conceptual”?

Porque la hiperinflación es un concepto que ya se desató, ya está vigente. Lo que pasa es que eso después se traduce en un indicador económico. Esto es como una infección: vos primero tenés la infección, el cuerpo no se da cuenta, funcionan algunos anticuerpos y te vas sintiendo mal de a poquito. Cuando levantás fiebre, ahí te das cuenta que estás infectado y complicado. La hiperinflación es lo mismo.

“Hoy ningún negocio privado en blanco es rentable y sustentable”

¿Cuáles son las características de una hiperinflación?

La hiperinflación abarca tres aristas: déficit, pérdida de confianza y huida de dinero.

Por un lado, tenemos un déficit que no se puede financiar, que hoy está arriba de los 9 puntos. Otros aspectos tienen que ver con la desconfianza, pérdida de poder gubernamental y huida del dinero. La desconfianza existe, también la pérdida de poder gubernamental. Todavía no hay huida del dinero, no empezó una corrida bancaria ni cambiaria, ni el pasaje acelerado a precios, si bien lo hay, porque tenemos casi 9% de inflación mensual.

Resulta útil recordar las funciones del dinero…

Las funciones del dinero son tres: medio de cambio, unidad de cuenta y reserva de valor.

Al ser un medio de cambio, habilita sus otras dos funciones: unidad de cuenta y reserva de valor. Pero a la última hace años que la hemos perdido y la unidad de cuenta prácticamente la desapareció este año, nadie hace cuentas en pesos. No podés acordarte del precio de la semana pasada, ni siquiera de los bienes de consumo habitual.

¿Cuáles son las consecuencias de este poder bicéfalo?

El 3 de junio asume informalmente Cristina como presidenta de facto, en el acto de YPF.

A partir de ahí todas las medidas pasan por el filtro de ella. Renuncia Guzmán y asume Batakis. Ahí te das cuenta que cambió el mando y que Cristina es una presidenta que no genera confianza. Pero faltaba un hecho más y fue el 28 de

junio con el cierre de las importaciones. Ahí inviabiliza la función principal del dinero. Hoy ya no es un medio de cambio adecuado porque no podés transaccionar si no hay precios definidos.

La inflación semana a semana empezó a espiralizarse en la primera semana de julio. Vamos a tener seguramente índices muy complicados a partir de ahora.

¿Y en cuanto al sistema bancario?

No hay corrida bancaria, por suerte. Pero la realidad es que están todas las condiciones dadas como para decir que la hiperinflación desde el punto de vista conceptual ya empezó. Los indicadores vienen después del concepto, no antes. A la pregunta original de cómo llegamos a esta crisis, la respuesta es que dejamos crecer al Estado durante 80 años y crecieron las regulaciones, tornando inviable a la actividad privada. Ahora agregale un golpe hiperinflacionario que todavía estamos medianamente a tiempo de frenar o por lo menos de hacer control de daños. Pero, si no, la situación se puede complicar aún más.

En tu rol de empresario PyME, ¿cómo te impacta el cepo recargado a las importaciones?

Estamos agotando stocks propios de fábrica, stock de distribuidores y proveedores. Pienso que ya cuando empiecen a faltar insumos clave (que ya están faltando), empezamos con las reformulaciones. Después, cambiar la forma de producir con los insumos que vamos teniendo. Tengo colegas que ya han cortado líneas de producción. Hay detalles menores, muy micro. Hay firmas líderes que están entregando sus productos en cajas sin nominación porque no tienen la cantidad suficiente. Si una firma líder no tiene cajas, imaginate una PyME.

Se complica la relación cliente-proveedor… Sí, entramos en la etapa del conflicto con el cliente por no tener stock. Y el primer ajuste va a ser la reformulación de productos, porque queremos seguir trabajando. El segundo ajuste va a ser la suspensión de líneas y atrás de eso, la suspensión de gente, vacaciones anticipadas. Algunas producciones ya arrancaron con eso porque son mucho más sensibles a la importación, como las automotrices.

“La hiperinflación se compone de tres cosas: déficit, pérdida de confianza y huida de dinero”

¿Qué pueden hacer los empresarios Pymes para impulsar reformas estructurales?

Primero, la salida técnica está clarísima, son las reformas estructurales. Cada día requieren más apoyo y consistencia política, con lo cual toda la oposición debe estar atrás de este objetivo. Ahora, las PyME y los empresarios lo que tenemos que hacer es exigir que las reformas tengan la contundencia tal de manera de que sean creíbles en el tiempo. Una reforma muy buena pero no creíble, está liquidada. Y en este sentido nosotros queremos una suerte de doble función política.

¿Cuál es esa función?

Convencer a quienes no están del todo convencidos de que necesitamos reformas profundas. Y no hay que pensar en el ombligo propio, creer que un poquito de proteccionismo para mi sector está bien. Y en segundo lugar, exigir a la política que haga esto con contundencia porque a medias tintas no tiene ninguna solución. Necesitamos una reforma seria, integral, consistente, muy complicada de hacer, que requiere muchas neuronas y mucho trabajo de todos nosotros.

¿Coincidís en que como sector privado productivo tenemos que promover los beneficios de la libertad económica?

Sin dudas. Yo considero que tenemos una mochila adicional a la laboral, impositiva, regulatoria. Tenemos un rol de comunicadores, de fomentar las ideas de libertad contenidas en nuestra Constitución Nacional para que definitivamente se puedan implementar.

Y después de esto, obviamente, invertir. Al otro día de instrumentadas las reformas, tenemos que tomar gente. No podemos esperar dos años a ver qué pasa porque sino muchos se van a morir de hambre. Por eso la reforma tiene que ser una idea muy contundente, muy creíble.

Hay que diferenciar a los empresarios genuinos de los cazadores de privilegios…

Sí, todavía hay mucho demandante de privilegios en el sector privado. Y la verdad es que la ley privada o como se dice, de privilegio, es una regulación ad hoc, mucho más rentable que competir. No podemos vivir más de atajos.

PERFIL PERSONAL

GUSTAVO LÁZZARI

Licenciado en Economía por la Universidad Católica de Argentina y actual gerente general de Frigorífico Cárdenas, empresa familiar fundada hace más de 60 años. Militó en la Unión del Centro Democrático hasta que decidió dedicarse enteramente a la empresa situada en el barrio de Mataderos, Buenos Aires. Además, integró la lista que encabezó Ricardo López Murphy en las elecciones de 2021.

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