Alegra

ALEGRA, muebles con personalidad

Jorgelina Mantecón, de 29 años, creadora y fundadora del emprendimiento, hace muebles originales, únicos en estampas y diseño. Sus creaciones marcan una impronta distinta.

Comenzó su camino haciendo muebles por hobby, tapizando en el living de su casa. Luego de una gran crisis personal y a partir de un viaje por el mundo que la inspiró, le dio lugar a su sueño: instalar un taller de muebles y poder vivir de eso. Empezó a realizar muebles para ella misma y a publicarlos en Facebook para mostrar lo que hacía. Gracias a la respuesta que tuvo de la gente, comenzaron a solicitarle sus creaciones. Las ventas fueron aumentando y se dio cuenta que a la gente le gustaba lo que hacía: “Comencé a tomar pedidos y a creérmela, a empezar a pensar que esto podía ser posible” nos cuenta Jorgelina. Hoy, cuenta con su propio taller y un equipo de trabajo que resulta indispensable para el funcionamiento de Alegra.

Luego de su viaje por India, llegó a Neuquén sin trabajo y con solo apenas un poco de dinero restante. “Decidí jugármela, alquilar un salón muy chico y poner mi primer taller con un par de herramientas recolectadas”, nos cuenta la emprendedora. Así, el caudal de clientes comenzó a crecer, y al año tuvo que buscar un lugar más grande.

“Lo que me inspira en el taller, es conectar desde el color, desde el lado de las estampas, hacer y crear muebles alegres, crear espacios donde la energía sea esa que todos queremos recibir” argumenta Jorgelina. La autenticidad de su trabajo marca la diferencia, su objetivo es crear muebles únicos en el mundo, inclusive Alegra fabrica sus propias telas. El cliente puede elegir cada aspecto del mueble que diseña: estampa, color de la pintura, diseño, hasta le pueden colocar frases si lo desean. Actualmente está trabajando en la creación de una línea de alfombras fabricadas artesanalmente en el taller, siempre con el objetivo de crear productos únicos y originales. Para Jorgelina, crear espacios alegres permite influir de manera positiva en las personas.

Hoy cuenta con dos espacios y un grupo de trabajo que está conformado por costureras y una ayudante en el taller. El emprendimiento no tiene límites, los muebles han llegado a distintos lugares de Argentina e inclusive Chile. “Alegra fue uno de los logros más grandes de mi vida, estoy agradecida del trabajo y de lo que el taller representa en mi vida”, concluye la emprendedora.