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ESPECIAL
Pese a la oposición de ciertos grupos y la incredulidad de otros, el camino hacia la inmunidad global frente al coronavirus ya ha comenzado. La vacunación en el mundo contra la COVID-19 avanza tratando de proteger a la población en el menor tiempo posible. (*)
LA BATALLA CONTRA EL TIEMPO
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Gibaltrar, el territorio británico de ultramar actualmente en disputa, ocupa el primer lugar del proceso de vacunación en el mundo, pues hasta la última semana de febrero había logrado vacunar al 81% de su población conformada por 34 mil personas.
Israel será, probablemente, el primer país que logrará su objetivo de inmunizar a la totalidad de sus habitantes. Hasta fines del mes febrero, casi el 80% de su población, compuesta por 8 millones y medio de habitantes, ya estaba vacunada.
Completan la relación de los cinco primeros lugares de vacunación en el mundo los siguientes países: Seychelles (archipiélago de 115 islas en el océano Índico, frente a África Oriental) inmunizó al 61% de sus habitantes; Emiratos Árabes Unidos al 53% y Gales el 25%.
Actualmente se están administrando en el mundo cinco vacunas, tres de ellas (Pfizer, Moderna, AstraZeneca) aprobadas por organismos privados y las otras dos producidas por organismos estatales de Rusia y China, y administradas en otros países, pero sin una evaluación externa.
En los previos, el proceso de investigación para conseguir la vacuna ha despertado debates serios; también se ha visto afectado por la difusión de rumores y bulos que han cobrado protagonismo en el marco de la pandemia.
“Los plazos que se están dando no son normales en ciencia, pero no hay nada normal en este año”, explica Daniel Fernández, un evangélico que trabaja como investigador del Centro Nacional de Biotecnología de España. “Nunca ha habido un esfuerzo global tan grande en una investigación”, agrega.
Según Fernández, la desconfianza en determinados sectores de la población respecto a la vacuna, es una cuestión de “equilibrio de miedos”; al virus, por una parte, y a la vacuna como algo todavía desconocido, por otra.
La información falsa que se compartió por semanas en las redes sociales hace que el miedo a la vacuna contra el coronavirus haya crecido en Latinoamérica, dice, por su parte, el doctor Félix Drexler, virólogo y profesor de la prestigiosa Clínica Universitaria Charité de Berlín.
“Es verdad que las vacunas se han desarrollado en muy corto tiempo, pero qué suerte que ahora las tengamos. Si se comparan los gastos que tenemos debido al confinamiento y a la interrupción de la producción económica, el impacto
de las vacunas, sale muchísimo más barato que el costo real que tenemos ahora”, dicen otros especialistas.
Los gobiernos y los profesionales de la salud han expresado en múltiples ocasiones la necesidad de una vacunación global para evitar posibles mutaciones del virus y, por ende, un mayor gasto de esfuerzos y pérdidas de vidas en el camino para acabar con la pandemia. Por lo que esperan que los escépticos se sientan atraídos por un despliegue fluido de vacunas.
La pandemia de COVID-19 ha causado casi dos millones y medio de muertos en el mundo, según las estadísticas oficiales, desde que la oficina de la OMS en China informara de la aparición de la enfermedad a finales de 2019. Más de 91,5 millones de personas se han contagiado, y el contraataque organizado por los gobiernos se intensifica, a golpe de confinamientos, toques de queda y otras restricciones impopulares, para frenar la pandemia.