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Cartas

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La Academia estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés) ha sido acusada de obstruir el debate sobre el uso de los fármacos hormonales y los bloqueadores de la pubertad en el tratamiento inicial de la disforia de género. (*)

EL DEBATE SOBRE LA DISFORIA DEL GÉNERO

LA PROPUESTA de varios médicos afiliados Academia estadounidense de Pediatría (APP) de debatir el enfoque que prioriza el uso de fármacos para niños con disforia de género, ha sido rechazada provocando cuestionamientos de diversas índole. Las pautas actuales de la AAP de 2018 (Resolución 27) para niños con disforia de género incluyen la intervención farmacológica médica y la supresión de la pubertad como primera línea de ayuda a quienes se identifican con el sexo opuesto al biológico (disforia de género). Ante esto, los pediatras críticos con esta línea esperaban que se debatiese en la Conferencia Anual de la AAP de 2022 una revisión con respecto al tratamiento de la disforia de género infantil, actualizando sus pautas de 2018 en función de la evidencia científica actual. Sin embargo, denuncian los pediatras a favor del cambio, la AAP impidió que se debatiese una revisión de sus políticas basadas en la mencionada Resolución 27, bloqueando que se tratase en la conferencia anual de este año. Un miembro de la AAP declaró que no existe un “diálogo abierto sobre los tratamientos médicos de la AAP”. Otra, Julia Mason, pediatra de Oregón y una de las autoras de la Resolución 27, dijo que un número cada vez mayor de colegas quiere reducir la administración de bloqueadores de la pubertad. En un documento titulado “En apoyo de una revisión sistemática rigurosa de la evidencia y actualización de políticas para el manejo de la disforia de género pediátrica”, cinco miembros de la AAP expresaron su preocupación sobre el uso de hormonas y cirugías como primera línea de tratamiento para la disforia de género. Los profesionales médicos citan en su trabajo la evidencia de la psicoterapia como la mejor primera opción de tratamiento. Algo que por ejemplo propone la Autoridad de Salud de Finlandia, afirmando que la psicoterapia debería ser la primera línea de tratamiento antes que los bloqueadores de la pubertad y las hormonas sexuales. Genspect, una organización que apoya “un enfoque basado en evidencia para la angustia de género”, publicó una carta abierta, criticando a la AAP por acallar el debate sobre sus actual protocolo de actuación. “Nos preocupa mucho que la AAP actualmente represente solo un conjunto de puntos de vista sobre la mejor manera de ayudar a nuestros hijos a prosperar, es decir, tanto la transición social (nombres, pronombres, etc.) como la médica (bloquea-

(…) los datos sobre cómo tratar a los niños que tienen disforia de género son "complejos", pero que las evidencias sugieren que la mayoría de niños y niñas que inicialmente se identifican como transgénero lo dejarán de hacer a medida que maduren.

dores de la pubertad, hormonas del sexo cruzado, cirugías) a lo que la AAP se refiere como ‘cuidado afirmativo’. Muchos de nuestros niños han recibido este cuidado y son todo menos prósperos”. “Es alarmante que ni un solo capítulo o comité dentro de la AAP estuviera dispuesto a ‘patrocinar’ una resolución que solicite realizar una revisión no partidista y sistemática de la evidencia en medicina pediátrica de género, algo que la AAP nunca ha hecho”, agrega la carta. Quentin L. Van Meter, MD, presidente y codirector ejecutivo de la asociación conservadora American College of Pediatricians (APEDS), dijo que las pautas de la AAP “son opiniones de ideólogos, no de médicos científicos o miembros”. Van Meter fue miembro activo de la Academia Estadounidense de Pediatría (hasta que renunció hace diez años). Explica que “el año pasado y este año, hubo resoluciones que cuestionaron la precisión y el acierto de seguir el documento de Política Transgénero de la AAP de 2018”. Afirma que la AAP cambió sus reglas para evitar la discusión y votación sobre la Resolución 27. Jay Richards, William E. Simon Senior Research Fellow en Libertad Religiosa y Sociedad Civil en The Heritage Foundation , un grupo de expertos conservador, cree que los padres y el público en general deberían estar indignados por la noticia. “Aquellos de nosotros que hemos seguido este debate sabemos desde hace mucho tiempo que la base científica para usar, especialmente los bloqueadores de la pubertad y las hormonas del sexo cruzado en los niños, es muy, muy débil, por decirlo suavemente. Sospechábamos que algo así era cierto, es decir, que la mayoría de los pediatras en ejercicio no habían sido consultados”, dice. Richards afirmó que los datos sobre cómo tratar a los niños que tienen disforia de género son “complejos”, pero que las evidencias sugieren que la mayoría de niños y niñas que inicialmente se identifican como transgénero lo dejarán de hacer a medida que maduren. “En otras palabras, para muchos niños, pasar la pubertad parece ser la cura para la disforia de género infantil”, dijo. “Eso solo debería animar a adoptar un enfoque conservador para ayudar al niño a sentirse cómodo con su cuerpo y trabajar con otros tipos de comorbilidades psicológicas como el enfoque más inteligente”. Un documento de 2017 publicado por la organización cristiana Focus on the Family apunta a investigaciones anteriores que sugieren que la mayoría de los niños que sufren de disforia de género superan su confusión de género cuando llegan a la pubertad. La organización cita un estudio de 2010 titulado: “Desistimiento y persistencia de la disforia de género después de la niñez: un estudio de seguimiento cualitativo”. André van Mol, copresidente del comité sobre sexualidad adolescente del Colegio Estadounidense de Pediatras, dijo en un comunicado que los países europeos parecen estar haciendo “un duro giro de 180 grados mientras que EEUU, Canadá y Australia compiten en correr hacia el abismo”.

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