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ENTREVISTA

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HÉROE DE LA FE

HÉROE DE LA FE

En el mundo entero la sociedad japonesa es reconocida por la disciplina de sus ciudadanos y los principios que rigen sus vidas. Adaptarse a esa cultura para poder llevar el Evangelio ha sido un reto para la Obra del Movimiento Misionero Mundial (MMM) en el Japón.

“DIOS ESPERA MÁS DE NOSOTROS”

ELISEO AQUINO

LA OBRA del MMM en Japón comienza en 1998. Un grupo de hermanos de la comunidad latina, de mayoría peruana, sintieron la necesidad de hacer cultos; al principio se reunieron en casas y parques. El grupo fue creciendo y comenzaron a tocar puertas en algunas iglesias evangélicas para que puedan prestar sus templos a fin de realizar los servicios. Tiempo después tuvieron la visita del reverendo Rodolfo Gonzáles y se estableció la primera iglesia en la ciudad de Narita. Desde aquel entonces la Obra ha avanzado. El reverendo David Veramendi, Supervisor Nacional del Movimiento Misionero Mundial de Japón, relata todos los esfuerzos que la Obra del Señor viene realizando para llevar la Palabra de Dios a los corazones de los japoneses. ¿Cómo llegó usted a Japón y cómo fue el inicio de su ministerio? Mi papá me trajo de Perú para que le ayudará en su trabajo en el año 2000, tenía solo 18 años, nunca pensé en quedarme, quería regresar para estudiar en la universidad, pero los planes de Dios fueron otros. Antes de llegar a Japón congregaba en una iglesia del MMM en Perú; cuando llegamos fuimos con mi papá a congregar en la iglesia de Narita; en ese tiempo era el chofer del pastor y visitamos a varias familias que necesitaban del Señor; es ahí que Dios puso en mí la carga por las almas perdidas; desde ese momento más iglesias se unían a la Obra del MMM. En el año 2005, la Obra tuvo que enfrentar una situación difícil. El pastor encargado se retiró, por ese motivo tuvimos la visita de los oficiales internacionales y en un culto me dejaron encargado de la Obra; en ese momento solo me puse en las manos del Señor. ¿Cómo se encuentra la Obra del MMM en la actualidad? Después de pasar esos momentos difíciles las iglesias estaban afectadas, pero poco a poco empezamos a avanzar y a crecer; ahora tenemos 5 iglesias y los obreros se han multiplicado. Dios ha sido muy bueno con nosotros. Japón es un país difícil de evangelizar por la cultura, la idiosincrasia que tienen, un pensamiento diferente al nuestro; para ellos, relacionarse con los extranjeros es complicado, pero el Señor ha estado tocando sus corazones. Pastor, se conoce que la cultura japonesa es distinta a la nuestra, ¿cómo es esta sociedad? ¿explíquenos cómo se han adaptado? El japonés es distinto a nosotros. Es una sociedad muy unida, trabajan mucho en pro del desarrollo de su país; son muy disciplinados, amables, honestos, son muy dados a respetar la autoridad. Se someten, aman lo que hacen; prácticamente solo les falta conocer a Dios. Con el tiempo me he dado cuenta que si ellos no confían en ti, no abren sus sentimientos, si ven en tí alguna cosa que no va con sus principios, te pueden tratar bien, pero nunca se acercarán, porque no eres confiable. Viendo este escenario, ¿cómo se lleva a cabo la evangelización en este país asiático? En la actualidad estamos trabajando en provincias estratégicas; Tokio, Kanagawa, Gunman, al sur,

Nagoya, Shizuoka, Aichi ken; somos consientes de que nos falta mucho, hay que trabajar; por eso, las iglesias salen a evangelizar por las calles. Japón es un país donde se respeta mucho la propiedad privada, la tranquilidad de los demás; usted no puede subir al ómnibus y predicar, tomar un megáfono en dar un mensaje en las calles, pero si puedes repartir tratados y literatura; también puedes hacer visitas a sus casas, si te lo permiten; es importante utilizar las palabras correctas y adecuadas. Pastor, hablando de las palabras adecuadas, ¿qué métodos están utilizando para predicar el Evangelio en el idioma japonés? Es una área donde hemos tenido dificultades, sobre todo en la escritura, pero gracias a Dios, con el pasar del tiempo, los niños y adolescentes que teníamos ya están jóvenes, son profesionales y nos ayudan en la traducción. Hemos visto su amor a Dios cuando salimos a predicar y son un empuje para nosotros. Los jóvenes como conocen la cultura ayudan a sus padres a entenderse con los japoneses, a pesar de que el extranjero aprende el idioma, lo hace de manera popular y desconoce que aquí existen diferentes maneras para tratar a los demás, por ejemplo cuando quieres dirigirte a una persona mayor o cuando quieres hablar con tu jefe en el trabajo, si no lo haces bien, te ven como irrespetuoso y desconfían de ti. ¿Cuáles son los planes y proyectos que se tiene para la obra del MMM en Japón? Ahora estamos centrados en predicar en el idioma japonés. Nuestro proyecto es hacer los cultos totalmente en ese idioma, desde el inicio hasta el final; para ello estamos traduciendo el doctrinario, los himnos y los coros; además estamos orando para que pueda haber un avivamiento en esta nación; por eso queremos utilizar todos los medios para llegar a más personas, en estos últimos tiempos. Dios está esperando más de nosotros.

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