Yrene Carrizo
SISTEMA NACIONAL de IMPRENTAS
MÉRIDA
Colección Ramón Palomares
Brisa, frailejón y sueños
rednacional deescritores deVenezuela
Ukumarito (voz quechua), representación indígena del oso frontino, tomada de un petroglifo hallado en la Mesa de San Isidro, en las proximidades de Santa Cruz de Mora. Mérida – Venezuela.
El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial el perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela; tiene como objeto fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso a la publicación de autores, principalmente inéditos. A través de un Consejo Editorial Popular, se realiza la selección de los títulos a publicar dentro de un plan de abierta participación.
Yrene Carrizo
BRISA, FRAILEJÓN Y SUEÑOS
Como homenaje a uno de los maestros de la Poesía en Hispanoamérica, la Colección Ramón Palomares, en aras de fomentar este género, da espacio a la creación de autores inéditos y ya publicados, quienes en su afán por encontrar propia voz han decidido confrontar la palabra con la crítica, poetas y un público anónimo que finalmente es lector sin cortapisas de su obra. Mediante estas publicaciones intentamos dar justa difusión a una poesía merideña poco domeñada, inaprensible al lenguaje impuesto por directrices del esquema, dispuesta a preservar los sonidos de un español venezolano cada día más persistente en el tiempo invariable de la palabra.
Fundación Editorial el perro y la rana Red Nacional de Escritores de Venezuela Imprenta de Mérida. 2009 Colección Ramón Palomares
© Yrene Carrizo © Fundación Editorial el perro y la rana, 2009 Ministerio del Poder Popular para la Cultura Centro Simón Bolívar, Torre Norte, Piso 21, El Silencio, Caracas – Venezuela 1010 Telfs.: (0212) 377.2811 / 808.4986 elperroylaranaediciones@gmail.com editorial@elperroylarana.gob.ve http://www.elperroylarana.gob.ve Ediciones Sistema Nacional de Imprentas, Mérida Calle 21, entre Av 2 y 3. Centro Cultural Tulio Febres Cordero, nivel sótano Mérida – Venezuela merida.imprentaregional@gmail.com http://imprentaregionalmerida.blogspot.com Red Nacional de Escritores de Venezuela Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida – FUNDECEM Consejo Editorial Popular Ever Delgado Guillermo Altamar Hermes Vargas José Antequera José Gregorio González Joel Rojas Karelyn Buenaño Luis Manuel Pimentel María Virginia Guevara Simón Zambrano Stephen Marsh Planchart Wilfredo Sandrea Corrección María Virginia Guevara Diseño y diagramación YesYKa Quintero Edición e impresión Joel Rojas Fotografías © José Guerrero © YesYKa Quintero © Yuditza Sayago ©Zayda Paredes Depósito Legal: LF07420098003533 ISBN: 978-980-14-0658-7
Yrene Carrizo
BRISA, FRAILEJÓN Y SUEÑOS
Por
el camino
I En el año 1943, dos artesanos llenos de ilusiones, abandonan su pueblo natal dejando atrás una historia emprenden un largo camino, en busca de un nuevo destino, un nuevo lugar. Les acompaña, una mula de carga, un perro, y un bastón para afincar... El Tisure les espera... y el Dios al que han de adorar… “porque uno por donde pasa… su rastro debe dejar...” II Imaginando quizás que su misión comenzaba con el alma iban llorando bendiciendo el rastro que dejaban. Su amada le abría camino el que a su paso encontraba poco a poco, paso a paso... el campo de sus sueños se marcaba. En busca de nuevos horizontes el mensaje ya anunciaba por el camino empedrao incansables, caminaban…
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III El vuelo del pensamiento ondea en sus mentes arte y poesía colores cual arcoiris aroma de los vientos, Trial espiga… Vuelven atrás la mirada, dominando la lejanía añorando aquel pasado del amor que les unía... IV Llegados a la ventana grande, sentados sobre piedras descansaban sus sombreros como cielos de cascarón tejido bajo su ala se sombreaban… sus chamarras como notas de canto entreanudadas... Tomaba las piedras rústicas en sus manos sabias como piedras preciosas las acariciaba buscando en ellas quizás una imagen divina a su amada, comentaba: “El hombre no se ha fijado, será que no sabe ver… a las piedras las ven feas, ¡si las vieran con los ojos del alma, y con el corazón! las verían bellas y suaves ¡sólo se fijan en lo lisito, mas lo rústico… no lo quieren ver!”
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V Como en el umbral de un reino, divisan a lo lejos, rocas escarchadas lagunas como ojos de luz, brillan plateadas en la inmensidad del horizonte... se sumergen sus miradas y la naturaleza les alaganaba, el frailejón con sus largas hojas y su aroma dispersado por el viento, a seguir les invitaba: “¡Mija, hay que seguir pa lante, el pasado ya no vuelve lo que el hombre se propone en el nombre de Dios lo hace!” Y continuaron el camino a donde debían llegar... el espíritu les anima la neblina les envuelve, llenándoles de paz... VI Al pasar por la quebrada refrescaron sus anhelos, sedientos de continuar y mirándose en el espejo del alma, como telares al zurzar… donde allí, pondrían la pila sin todavía imaginar... Es el espejo del alma su belleza espiritual...
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VII Una brisa les mojaba el canto de los pajarillos, el murmullo del río, el musgo fresco, la humedad, el rocío, los colores, música y poesía… y sus corazones llenos de alegría imaginaban duendes, que les sonreían… VIII Caía la tarde ¡bello atardecer!... divisan a lo lejos, su humilde y nuevo hogar paredes de piedra, techo de lugar bahareque de sueños, greda de moldear árboles muy grandes, listones de amar. Y las palomitas en la chimenea susurran dando vueltas, invitándoles a entrar apresuran sus pasos... sus sombreros mojados reposan sus chamarras pesadas como notas en garganta hacen fuerte su palpitar… Tomados de la mano contemplan allí, su altar... Enamorados como el tiempo ¡por dónde empezar! pero allí no estarían solos como lo creían estar... IX Las mulas cansadas bajan la mirada, el perro ladra ansioso, los árboles mueven sus ramas ofreciendo un suave respiro, los pájaros vuelan como asustados. 14 | Brisa, frailejón y sueños
Las tres cruces que se hicieron quizás al nomás entrar serían más tarde después Las tres cruces de admirar, El Tisure se contenta ¡será el calvario de amar! X Su rancho el bello pesebre, tras el muro de cristal las figuras marcan sus tallados ocultos en la belleza del paisaje natural... Las piedras tienen su puesto en las manos sabias del maestro como el mango de la máquina de moler que tritura el grano bendito... transformándolo en un quehacer... ¡Cuánta belleza resalta en el paisaje natural! ¡Cuánta hermosura se esconde, en el campo espiritual!... XI “Todo lo creado es oro, porque oro es el que lo creó” “Si hay fuerza de voluntad se puede llegar a todo” “Y cuando yo ya no esté, en el calvario que adoro me iré al sitio de los sueños donde la piedra angular... es mi oro. Juan Félix Sánchez, Epifania Gil sus manos, manos maestras sus palabras sabias, me inspiraron a escribir. Por el camino a seguir... Mayo de 2008 15
Develación
a
San Isidro
I En nombre de Jesucristo... de Nuestra Madre María... en honor a San Isidro, fuente de amor, fuente viva, hoy en su develación en este grandioso día, va deslumbrando una imagen llena de luz de… alegría.
el sol, la lluvia y el viento, bendice al campesino su lucha y su sentimiento, hoy te aclamamos cantando imaginando aquel tiempo… Mayo de 1999
II Bendícenos desde lo alto ¡oh glorioso labrador! hoy aclama por ti un pueblo tu paternal bendición. Bendícenos desde lo alto ¡oh glorioso labrador! hoy aclama por ti un pueblo tu paternal bendición. III Bendice la agricultura nuestro esfuerzo, nuestro afán, bendice nuestras cosechas sus frutos, nuestro sustento, bendice a los bueyes mansos que andan a su paso lento, bendice toda la Tierra
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El
labrador
Canción
I El día ya está amaneciendo se levanta el labrador se levanta el labrador se ha terciado sus aperos su mecate al cinturón y sale en busca de sus bueyes contemplando el frailejón y sale en busca de sus bueyes dándole gracias a Dios.
la belleza natural y las espigas doradas luego de ser trituradas que se convierten… en pan. Mayo de 1999
II Ya preparada la yunta se dispone a cultivar con la mano en el arado las melgas se formarán las melgas se formarán. (Coro)
Se van abriendo los surcos Tierra madre, Tierra bella, y los granos van cayendo como brillan las estrellas que luego germinarán… y las espigas doradas adornando aquellos campos
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San Benito
de
Palermo
Canción
(Coro)
San Benito de Palermo ¡oh patriarca!, negro bendito al celebrar hoy tu fiesta bendícenos... San Benito. I En nombre de Jesucristo de nuestra Madre María, hoy te rendimos honores, con amor... con alegría.
IV Que bailen todos los giros que baile el Sanbenitero, que le honre todo el pueblo el pueblo de Apartaderos… V San Benito de Palermo con todo mi corazón bendice a este humilde pueblo en el nombre del Señor... Enero de 2002
II En nombre de sus devotos negros, giros y dirigentes, veneramos a este santo con todo el pueblo presente. III Bendice todos los giros bendice al Sanbenitero bendice la artillería y al pueblo de Apartaderos. (Coro)
San Benito de Palermo ¡oh patriarca!, negro bendito al celebrar hoy tu fiesta bendícenos... San Benito. 20 | Brisa, frailejón y sueños
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Fiesta en Mitivivó de los Consejos Comunales I ¡Alégrense Compatriotas! que ya el baile va a empezar, el que alce mejor la pata, es el que va a ganar… ¡Échese un trago compadre, que esto hay que celebrar! no mire si es miche claro, o si es ron del especial…
¡Anímense Compatriotas! esto no es de todos los días, ojalá aquí estuviera Hugo Rafael Chávez Frías… Pa que vea a los Campesinos cómo están de agradecíos de aquí les mando saludos en medio de este gentío. Que Mitivivó es un pueblo mas que está bien escondío pongan pacá una buseta pos pa venir más seguío.
¡Échele leña al fogón! pa que esa carne se dore no vaya a ser quede cruda, y las patas se le emboben…
Los que recibieron cobres que no se vayan de viaje no vaya a ser que los roben, cuando lleguen en el piaje…
¡Los Consejos Comunales que bailen bien zapateao que miren a la pareja y no miren pa otro lao…
Bailen con todo cariño mas que no sepan bailar aquél que se mete al fuego queda pa puro alumbrar.
Y a todos los directivos no miren tanto el asao, porque eso alcanza pa todos, y pal que no está invitao…
A todos los presidentes de los Consejos Comunales alégrense con nosotros no bailen como animales…
Los niños y los mayores, masque tengan pocas muelas coman la carne con gusto los güesos se los repelan…
Primero un paso pa lante, y luego el otro pa trás si le dan un pisotón, el callo aguanta pa más…
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A todos los invitados de toítas las instituciones no vaya a ser que le arranquen, a la camisa los botones… ¡Por eso tengan cuidao! pero no se les de nada que aquí la gente es chavista y no es del todo tan mala… Cuando termine la fiesta cada quien se va a su casa mas que vea tres carreteras al rascao nada le pasa. Se va por toitico el medio y sin hacer ni una bulla, y si se pone de necio queda como una cabuya.
Las
huellas de Bolívar en su paso por el páramo andino
I Un diez de junio del año 1813 un héroe, humilde y valiente acompañado de sus fieles seguidores por estos lares pasó. Montado en lindo corcel de cabeza refulgente y mirada silente guiado por las riendas de su dueño imponente aquí sus huellas dejó… II Al llegar a Moconoque entre las altas montañas en una vieja pasada el jinete descansó. Un hermoso perro nevado ladrando salió a su encuentro mas él… tranquilo, silbó… Un indio se fue acercando los jinetes saludando él, Tinjacá… se llamó. III Reposando en la posada los humildes peregrinos no dejaban de admirar la dulzura del andino, el calor de la fogata invitándole a quedarse para luego continuar…
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IV Al llegar a Mucuchies en memoria de su paso una estatua se plantó les seguía el perro Nevado y el indio que por él guiador que por el largo trayecto, fieles les acompañó. En este páramo andino en esta Tierra bendita el inspirador de sueños aquí… sus huellas dejó su recuerdo, su coraje admirable personaje… Libertador se llamó… V Galopeando a paso ligero el Libertador viajero, con capa, espada y sombrero y aquellos que con él fueron el que nunca, se cansó… Por estos pueblos pasaba bendiciendo cuanto amaba mas no se sacudía… el polvo de la Tierra pisó… Rumbo a la Campaña Admirable donde más adelante, su sueño realizó.
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VI Continuando su misión en un recinto sagrado en su honor se celebró, ofreciéndole a Dios Padre sus sueños, sus esperanzas, y la misión que a él, le encomendó quizás lágrimas corrían por los rostros polvorientos, y allí, la primera misa en su honor se celebró. VII El triunfo le acompañaba la neblina le envolvía la brisa le sonreía y el corazón le decía: ¡Libertad más Libertad! Y dejándose envolver por el arrullo del río las montañas que a su paso le invitaban a seguir… el aroma del frailejón que se esparce con la brisa la neblina y el sentir… Quizás iban recordando los mitos y las leyendas: La Diosa de las montañas Las cinco águilas blancas La Loca Luz Caraballo… Los dos hijos que se fueron detrás de un hombre a caballo… ¡Historias tan distintas tan hermosas, de escuchar! 27
VIII Subiendo al Collado del Cóndor el águila emplumada, extiende sus grandes alas, brillantes, plateadas se sumerge en el espacio rasgando el velo… Salvando la distancia, entre la Tierra y el cielo y el Libertador… queriéndole imitar con su mirada de águila galopea velozmente, como queriendo volar… ¡Libre como el Cóndor vuela! ¡Libre, Patria,Venezuela…! su corazón más se inquieta querer llegar a la meta, y su meta es Libertar… ¡Libertad, gritó en el alma! por el indio acompañando al Libertador amado su sueño, se ha de realizar
I Presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías le saludo con respeto con mi mayor emoción y bendigo tu trabajo su esfuerzo, su gran labor muchas gracias presidente eres digno de admiración. II Con todo el amor del mundo le regalo este poema gracias porque nos aprecias y amas a Venezuela. Con la mano en mi corazón expreso mi agradecimiento con mi más sincero amor con el más sublime aliento.
Se despide de estos lares bendiciendo agradecido, alza su espada y promete: ¡Libertad más Libertad! Octubre de 2008
28 | Brisa, frailejón y sueños
Hugo Rafael Chávez Frías Dios bendiga tus pasos
III Eres como el agua clara que brota en los manantiales cautivas con tu sonrisa y tus palabras naturales. Eres como el frailejón que brota de la raíz así derramas tu amor, por Venezuela… nuestro país.
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Eres un hombre de bien de corazón humilde y sincero de la mano de mi pueblo con gusto exclamo: ¡Te quiero!
Despierta Laguna Negra I ¡Despierta Laguna Negra! el sol asoma en la cima alumbrando su morada vistiendo su cumbre andina.
IV Renacemos a una nueva vida dejaremos atrás el ayer seremos como las aves que buscan un nuevo amanecer, como las flores del campo que abren a la luz del sol ¡así los venezolanos vivamos la Revolución!
II ¡Despierta Laguna Negra! el cóndor ya se aproxima y saborea su frescura desde la espesa neblina
Caminando con paso firme, como el campesino humilde, Bendiciendo sus labores Que va llevando su arado, mirando siempre adelante Al paso de Vencedores Haciendo nuevos los surcos, Tierra madre, Tierra bella Victoriosos Luchadores Abriendo nuevos caminos, con amor, fe y esperanza Seremos sus seguidores Unidos por nuestra patria, entre cantos y alabanzas Brindemos al Himno honores. Dios bendiga tus pasos, tus caminos, tus senderos Dios bendiga tu familia, y los años venideros. Junio de 2004
30 | Brisa, frailejón y sueños
¡Ofrécele tu agua fresca que no es negra... es cristalina! III ¡Despierta Laguna Negra! deslúmbrale con tu hermosura y envuelto en tu dulce encanto revoloteé en su envoltura. IV ¡Cúanta hermosura se esconde! entre las verdes colinas arbustos y coloradas florecen en sus orillas.
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V El frailejón con sus largas hojas y sus flores vespertinas le ofrece su aroma agradecido del rocío que les brinda en su neblina. VI En la superficie salta la griseada trucha andina. ¡Qué hermosa Laguna Negra! orgullece la Tierra andina, tu solo nombre se escucha en ecos por las colinas. VII Mi orgullo es vivir en el campo mi orgullo es el ser campesina, el ser, el vivir y el querer mis bellas Tierras andinas. Febrero de 2000
32 | Brisa, frailejón y sueños
La
desolada
I Apenas asomaba el alba tan pronto se levantaba, se acercaba a su altarcito con amor se santiguaba, y sentada en su silleta su cabellera peinaba, adornándola de pinzas sus prendas tan apreciadas se terciaba su maleta quizás un poco pesada. Y mirando el horizonte a ver qué rumbo tomaba le daba gracias a Dios por el día que comenzaba. “Cada día tiene su afán”, se decía la desolada. II La seguía un perrito negro a ella siempre acompañaba, era su único amigo a ella le consolaba. Y emprendía camino arriba con la cabeza agachada la brisa le sonreía y el sol su calor le daba.
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III Ya pasado largo rato se sentía un poco cansada, bajaba su maletica y allí mismo se sentaba con el sudor en la frente y la camiseta mojada. Le dolían tanto los pies que su alpargata aflojaba, callos, vejigas y llagas. Todo allí se le formaban cuidando que no le vieran los pies le desfiguraban, porque caminaba tanto pero ella no se quejaba. Su esperanza era vender… los aliños que llevaba. IV A veces por el camino algunos niños encontraba gritaban: “¡miren muchachos! ahí viene la bruja brava ¡vamos a quitarle el pote!” En el que ella se sentaba, pero ella agarraba una piedra y el perrito les ladraba los niños salían corriendo y de lejos la insultaban y ella se iba rezongando y más, y más se burlaban. 36 | Brisa, frailejón y sueños
Se le presionaba el pecho un calor le sofocaba su corazón latía fuerte su tensión aceleraba pensaba: “¡por qué me aborrecen!” se sentía tan humillada y quién, quién le daba un consuelo pero ella no desesperaba, nadie la veía llorando ella misma valor se daba. Y así seguía su camino con la cabeza agachada. V Cuando llamaba a una puerta la gente que se asomaba, escondían los más pequeños para que no los mirara, siempre con la mala idea que maldeojo les echara, y algunos sentían horror cuando ella les conversaba, la pobre no hablaba claro, se oía su voz enredada, unos compraban aliños otros no compraban nada “¡cien con veinte es lo que vale!” la docena ya contada “¡tráigase la mucurita!” y hasta la ñapa les daba, se le quedaban burlando cuando ella se marchaba, era tan poca su venta mas no le ganaba nada. 37
Pobre de aquella mujer pobre de la desolada. VI ¡Ojalá, la hubieras visto subir por la empeñonada! en busca de aquellas frutas que la gente le encargaba, le flaqueaban las canillas y su cuerpo le temblaba, pero era una mujer fuerte y no se le daba nada, con tal y ella consiguiera todo lo que le encargaban. ¡Ojalá la hubieras visto donde ella se encaramaba! a bajar pitones tiernos con una vara afilada, estiraba sus manitas débiles y maltratadas, y aun no se daba cuenta que allí su vida arriesgaba, y que Dios la favorezca si de allí, se esmantelara. Y si esto le sucediera ¡a quién, a quién le importara! Ojalá la hubieras visto es mejor que no veas nada.
38 | Brisa, frailejón y sueños
VII La noche cubría su manto y cansada regresaba se asomaban sus vecinas y entre ellas se preguntaban: “¿qué le habrá pasado hoy?” y aún ella no llegaba. En eso la vieron venir la luna la acompañaba, y el perrito le seguía con las orejas bajadas, se acercaban todas juntas y curiosas preguntaban: “¿Cómo le fue por el páramo? ¿sí vendió lo que llevaba?” Pero ella pasaba de largo mas no les respondía nada, se le quedaban mirando, que hasta lástima les daba. ¡Qué le habrá pasado hoy a la pobre desolada! VIII Cuando entraba ya en su rancho su maletica bajaba, se arrimaba a su altarcito y otra vez se santiguaba, se le quedaba fijando con la mirada apagada: 39
“¡Gracias Dios por este día! ¡qué será del día de mañana!” Y allí sola en gran silencio un mechurrio le alumbraba se quedaba ella pensando y un suspiro la exaltaba: “¡Cuándo encontraré el camino por dónde será la entrada, donde uno vaya tranquilo, donde no me duela nada, y donde un rayo de luz mi cabellera adornara! ¡Que a la mitad del camino, una amiga me encontrara, y sentadas en la grama juntas allí, descansara! Y le contara una historia ¡pero que alguien me escuchara! quizás de cuando era joven, y reír a carcajadas. Me sentiría tan feliz ya no sería… Desolada”.
X ¡Quién será aquella mujer de un pueblo Mucurubero, que todo un día caminaba, al llegar a Apartaderos con su pasito apurado pues tenía que regresar, nadie le daba una cola mucho menos hospedar! Pero ella tenía la fe que ese día, iba a regresar... ¡Quién será aquella mujer, con una trenza adornada tan humilde, tan sencilla, quizás un poco amargada! Por qué cada día, era tan duro para aquella… Desolada. Octubre de 1990
IX Y el sueño la fue venciendo y dormida se quedaba con el último suspiro el que de vida le quedara.
40 | Brisa, frailejón y sueños
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El
ángel que se quemó
I En un pueblecito andino hace setenta años vivió una familia muy pobre, con el tiempo se olvidó, de cual pareja nació un niño, muy hermoso y sonrosado pero nadie entendería que su destino estaba marcado. Y aquel niño allí crecía, entre pobreza y desolación. Y así comienza la historia del ángel que se quemó. II Una mañana muy fría, a la hoguera se arrimó sentado en un topiecito dormido allí, se quedó, y se fue desvaneciendo no era de suerte su día, a la hoguera fue cayendo pero nadie lo veía. Con el ardiente calor que las llamas encendían se escuchó un grito tan fuerte, que todo se estremeció. Y de allí se marcó el destino del ángel que se quemó. 42 | Brisa, frailejón y sueños
III Los remedios naturales al niño no lo curó, sin amigos, sin juguetes así fue como él se crió. Y en medio de aquel ambiente aquel niño sobrevivió sólo con una esperanza sólo con una ilusión. Para probar corazones Jesús, así lo dejó. IV Unos viejos artesanos al niño le recogieron le brindaron su calor cuando sus padres murieron pensaron: “puede ser útil, para vender los laneros”. Y siguiendo aquel sendero aquel niño se formaba, vendiendo a los artesanos, todo lo que ellos hilaban. Al amanecer el día antes de salir el sol tomaba el ángel su rumbo y se encomendaba a Dios. V La brisa allí le esperaba con la niebla se envolvía, el rocío de la mañana y el frío que le estremecía.
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Se sostenía su sombrero su ruana se le batía era fuerte como el tiempo entre tinieblas seguía. Sonriendo siempre a los niños que le salían a su paso, todos corrían hacia él, y él les llenaba de abrazos, les ofrecía su ternura y les bendecía sus pasos. Siguiendo así, por la vida al ritmo de su juventud, nunca perdió la esperanza que lo envolvía en su inquietud. VI Buscaba aquellos lugares, que el turista visitaba, para ofrecerles sus ruanas y bufandas que él llevaba. Con voz tierna y cariñosa al turista se acercaba, ofreciendo todo aquello casi nadie le compraba. Y algunos sentían horror ver su cara desfigurada parecía no darse cuenta que esquivaban su mirada. VII Un ojo no lo tenía, con lente se lo tapaba, su nariz toda torcida y su mejilla arrugada, una parte de su boca en su quijada colgaba. 44 | Brisa, frailejón y sueños
La gente de él huía porque les horrorizaba cuando al bajar la cabeza, el lente le destapaba. Y aún no se daba cuenta, que a muchos los espantaba, era tan poca su venta mas no le ganaba nada de lo poco que vendía un bolívar le quedaba. VIII Cuando llegaba el domingo al sonar las campanadas su corazón latía fuerte y de gozo se llenaba. Vestido de ropa blanca a la iglesia se acercaba, se sostenía del bastón y allí mismo arrodillaba. Se ofrecía en sacrificio a Dios… todo le entregaba, orando con devoción a Jesús, se consagraba. Con la inocencia de un niño en su rostro reflejaba. Parecía un ángel de Dios lleno de gracia, él estaba.
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IX Y así el tiempo fue pasando mas su edad no avanzaba, llegando a los sesenta años una pensión se ganaba, le rogaba tanto a Dios porque aquel día se llegara, de viajar a la ciudad donde allí, le cancelaban, una vez cada dos meses veinte monedas le daban. No gastaba en su provecho, porque cuadritos compraba, de imágenes milagrosas a las que siempre, él oraba, medallas, escapularios a los niños regalaba y los cuadritos vendía al mismo precio que las compraba. X Mucha gente le decía muchos que a él, le apreciaban. “¡Si te vas a un ancianato, allí nada te faltará!” pero él triste respondía: “Soy feo, y no quiero estorbar, ya conozco el llanto amargo que deja la soledad. ¡Me gusta estar caminando, porque así, Dios me ha creado, en la belleza del campo donde se ha manifestado! 46 | Brisa, frailejón y sueños
En mi gente campesina, en los niños, en mi andar, en el frailejón andino en la brisa y en su cantar.” XI A pesar de su defecto mucha gente le apreciaba a nadie nunca hizo un mal en la vida que llevaba. A pesar de ser tan pobre casi nada le faltaba su pan tenía cada día y ropita le regalaban. Y aunque nadie lo creyera Jesús con él, siempre estaba. XII Y así el tiempo fue pasando los setenta le pesaban, y rondándole la muerte con sombras que le asustaban aquel ángel presentía que su fin ya se acercaba. Y llegó el día en que rezando, a Dios su alma entregaba, con el rosario en la mano dormidito se quedaba, y una hermosa sonrisa que sus labios dibujaba. Su cara, pálida y fría su cuerpo inmovilizó su corazón no latía la muerte, la muerte se lo llevó. 47
Parecía un ángel de Dios cuando su alma entregó.
Me dejaste tu esperanza mi ángel que se salvó.
XIII Entre sollozos y llanto mucha gente allí acudía, le adornaban con la flores las luces embellecían, y un coro al son de trompetas le daba el último adiós. Su alma elevó al cielo donde allí, le esperaba Dios. Amigo: Siempre viviste con una esperanza… Siempre viviste con una ilusión… Eran los niños, la niebla, la brisa y el frailejón. Era el amor a los niños era el amor a la iglesia, su fuente eterna… su salvación.
Se crió en el Llano del Hato en el Trompicón vivió, y fue en Apartaderos donde casi todo el tiempo permaneció. Si no recuerdan su nombre: Libertico se llamó. Junio de 1990
Sabes: Nunca fuiste feo lo más bello que existió. Nunca anduviste en tinieblas porque el Creador te alumbró, fuiste como un peregrino que en este mundo existió, y aún quedan tus recuerdos dentro de mi corazón. Libertico
48 | Brisa, frailejón y sueños
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Las
rosas de mayo
I Recuerdo fue un mes de abril un ganchito de rosa cultivé, con la esperanza que para mayo allí viera florecer… II Todos los días la regaba con agua fresca de manantial, contemplando aquel ganchito no se fuera a marchitar… III Cada día le acariciaba me llenaba de alegría, le abonaba, le cultivaba y mi amor engrandecía, le susurraba canciones tiernas y le bendecía… IV Pensaba que para mayo fuera un hermoso rosal para contemplar la virgen en un bellísimo altar… V Los días fueron pasando con paciencia yo esperaba, me fundía en un pensamiento y por las rosas suspiraba. 53
VI Una mañana de mayo como siempre la fui a regar, y cuál sería mi sorpresa cuando le vi retoñar, brotaron nuevas hojitas y no tardó en pompoñar…
Las estrellas las contemplan, pues asemejan un altar… ¡Qué hermosas rosas de mayo, qué bello primaveral! Mayo de 2009
VII Y grande fue mi alegría cuando comenzó a brotarle, los botoncitos rosados tan tiernos como la tarde… VIII Cada día que amanecía y el sol comenzaba a brillar, las rosas le sonreían abriéndose sin cesar… ¡Qué perfumes, qué fragancias qué bello primaveral! La brisa con su frescura, les invitaba a cantar… La aurora con sus raudales pretendiendo conquistar… La luna con sus destellos, no las logró enamorar. La noche con suave manto, les quiso allí, cobijar. Silencio, que ya las rosas dormidas van a quedar…
54 | Brisa, frailejón y sueños
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El
gorrión y la hermosa flor
I Dentro de una calavera nació una pequeña flor… y atada junto a la muerte allí cumplía su misión.
IV El gorrión levantó vuelo y un pétalo le robó, ¡seas la muerte, o seas la vida mi corazón se enamoró! Junio de 1998
II Un gorrión volando un día a la flor, triste encontró, y posándose en sus ramas admirado replicó: “¡Pobre flor, qué mal naciste, y qué fatal fue tu suerte, el primer paso que diste te encontraste con la muerte si te corto..., paso triste si te dejo con la vida es dejarte... con la muerte!” III El gorrioncillo llorando con lágrimas la empapó y una dulce vocecilla al gorrión le susurró: “Todos temen a la muerte porque la muerte no es vida, la muerte sólo es un paso para partir a la otra vida”.
56 | Brisa, frailejón y sueños
57
índice
Por el camino
9
Develación a San Isidro
14
El labrador
16
San Benito de Palermo
18
Festival en Mitivivó de los Consejos Comunales
20
Las huellas de Bolívar en su
23
paso por el páramo andino
Hugo Rafael Chávez Frías Dios bendiga tus pasos
27
Despierta Laguna Negra
29
La desolada
33
El ángel que se quemó
40
Las rosas de mayo
51
El gorrión y la hermosa flor
54
Se terminĂł de imprimir en octubre de 2009 en el Sistema Nacional de Imprentas MĂŠrida - Venezuela La ediciĂłn consta de 500 ejemplares impresos en papel Ensocremi 55gr
El canto desde adentro, el ver al otro, sentir lo que un hermano de vida siente, detallar el momento en que se separan los pétalos de un botón de rosa, y decir todo esto en verso, nos hace recordar una candidez creadora que se traslada a la primera armonía con la tierra, al campo, a la naturaleza y al ser humano no desligado de ella. En Brisa, frailejón y sueños, los versos son espejo que confronta, recordando la humanidad como parte esencial de las vivencias. Para Yrene Carrizo, el sujeto de sus poemas es el simple hecho de despertarse día a día y que cada uno sea distinto, porque el día es la interrelación con sus amigos, con los vendedores, los caminantes, con la brisa que ella respira y contempla del mismo modo como se observa a las gentes. La completitud de temas se puede entrever en este poemario donde música y palabra se entremezclan para ser una sola voz. Se recuerda aquí los orígenes genuinos de la poesía –por lo menos en nuestro carácter occidental– y se acentúa una transparencia vivencial; el lector se re-encontrará ante una honestidad hermana perdida en el tiempo.
Yrene Carrizo nació en abril de 1962 en el hermoso pueblo de Timotes. Huérfana de padre desde los 7 años, pasó su infancia con su madre y sus tres hermanos bajo el techo de la familia Rivas. Allí culminó su primera etapa de estudios; en Mérida cursa 1ro y 2do año de bachillerato. En 1978 se une en matrimonio en el pueblo de Apartaderos, donde actualmente vive con su familia.