El viaje como saudade y una ventana que se abre hacia la libertad de amar en familia, la unión con el paisaje, la naturaleza, las letras, la historia hace de Macanao esa fuente interminable de placer. Héctor López nos entrega la memoria colmada de sentidos, sabores y escencias; aunada al sentimiento paternal y aventurero, recordándonos que es en Macanao donde siempre quedarán las huellas y aquellas miradas horizontales que se pierden en esa inmensa fraternidad margariteña.