SISTEMA NACIONAL de IMPRENTAS
Teatro para crecer
Iris Valero
Mร RIDA serie Teatro
Colecciรณn Piedra, papel o tijera
Ukumarito (voz quechua), representación indígena del oso frontino, tomada de un petroglifo hallado en la Mesa de San Isidro, en las proximidades de Santa Cruz de Mora. Mérida – Venezuela.
El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial el perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela, tiene como objeto fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una pequeña imprenta que le da paso a la publicación de autores, principalmente inéditos. A través de un Consejo Editorial Popular, se realiza la selección de los títulos a publicar dentro de un plan de abierta participación.
Aprender—haciendo es el fin primordial de la colección Piedra, papel o tijera, buscando el encuentro de nuevos lectores, con historias, cuentos, poemas y dibujos, de una manera sencilla, lúdica, experimental y creativa, donde el lector pasa a ser parte de la obra literaria a través de la interpretación, la elaboración de juegos y la lectura creativa—participativa en el que se pueden colorear historias hechas para los más pequeños y curiosos creadores. Seguros de poder contribuir a crear el hábito de la lectura, la curiosidad y la capacidad de análisis para crear historias, entregamos a los más pequeños esta colección donde aprenderemos a crear nuestro nuevo mundo posible.
Iris Valero
TEATRO PARA CRECER
Fundación Editorial el perro y la rana Red Nacional de Escritores de Venezuela Imprenta de Mérida. 2014 Colección Piedra, papel o tijera
© Iris Valero © Fundación Editorial el perro y la rana, 2014 Ministerio del Poder Popular para la Cultura Centro Simón Bolívar, Torre Norte, Piso 21, El Silencio, Caracas – Venezuela 1010 G-20007541-4 Telfs.: (0212) 377.2811 / 808.4986 sistemanacionaldeimprentas@gmail.com editorial@elperroylarana.gob.ve http://www.elperroylarana.gob.ve Ediciones Sistema Nacional de Imprentas, Mérida Calle 21, entre Av 2 y 3. Centro Cultural Tulio Febres Cordero, nivel sótano Local Nº 2. Mérida – Venezuela sistemadeimprentasmerida@gmail.com Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida – FUNDECEM Consejo Editorial Popular Hermes Vargas Gonzalo Fragui José Gregorio González Karelyn Buenaño Edición Julio González Corrección Claudia González D. Diseño y diagramación YesYKa Quintero Elaboración artesanal Yesyka Quintero Ilustración de portada © Miguel A. Albornoz Molina Ilustraciones © Holiday B. Valero Depósito Legal: LF40220128004349 ISBN: 978-980-14-2469-7
Iris Valero
TEATRO PARA CRECER
Presentación
En el devenir de la vida todo es cambio y en ese mundo cambiante a cada instante se nos presentan vicisitudes, experiencias, nuevas oportunidades de aprendizaje para crecer. Como seres humanos generalmente vivimos estas experiencias con actitudes terrenales y nos anclamos allí, viviendo solo lo físico… en las pasiones, emociones, y pensamientos yoistas, generando una reacción en cadena que se manifiesta en nuestro entorno, abarcando los múltiples ámbitos de nuestra vida. Y es que en cualquier momento de la historia de la humanidad perdimos el contacto con el cielo y dejamos de tener fe, en nosotros mismos, en nuestra divinidad interna… dejamos de creer que somos seres esencialmente espirituales y dimos paso al caos que nos circunda, al vacío interno, a conflictos existenciales, a actitudes neuróticas que engranan nuestra vida… ¡vivimos todo un engaño! Dejamos entrar a nuestra “casa” el odio, la envidia, la lujuria, los apegos, la soberbia, la oscuridad y tantos otros vicios del ser y los hemos hecho parte de nuestra existencia. A todo esto cabe preguntarse: ¿Y nuestra divinidad interna donde la dejamos? ¿Qué hemos hecho con nuestra misión de vida? ¿Qué hemos construido y dejado de construir en este andar? ¿Por qué nos perdimos como humanidad? ¿Tenemos que seguir viviendo así? ¿Pode-
mos cambiar esta realidad enmascarada en que está inmersa la humanidad? Es hora de retomar nuestro poder interno y acertar el camino porque cada día es una oportunidad más para revisar nuestra misión de vida, de conectarnos con la fuente de amor; de descubrir cada una de las perlas engarzadas en nuestra alma para nutrirlas desde el verdadero ser, sentir y actuar, sublimando aquellos sentimientos, emociones y patrones mentales que nos discapacitan como humanidad hacia el disfrute de la felicidad y la armonía y no permite que reconozcamos los valores espirituales que traemos y el merecimiento de vivir en paz. Es así como la autora, Iris Valero, en su búsqueda incansable por plasmar la naturaleza humana se vale del teatro como valiosa herramienta educativa, proyectando los valores destinados a elevar la calidad de la enseñanza en cualquier ámbito y más allá de sus límites, elevar la calidad de vida y consciencia de la humanidad. Teatro para crecer, está dirigida hacia la búsqueda espiritual. Refleja en su contexto esas vastas inquietudes que penetran el devenir del ser humano y toca en lo más profundo de su alma al ser que, encaminado en la alfombra de la vida, arroja sus desventuras como elementos que brotan de su diario afán, pero que son necesarios para lograr a través de ellos el crecimiento humano espiritual y la elevación de sus virtudes.
La autora, Iris Valero, mi hermana de vida y amiga incondicional, se crió en un humilde hogar pleno de valores espirituales que encaminaron su vida hacia la búsqueda de las razones que sustentan al ser. Su visión de vida ha sido aplicada al ámbito educativo donde encontró las puertas abiertas para ahondar sobre las vicisitudes humanas a través de experiencias directas con sus estudiantes y del contacto con sus realidades internas y externas. Sus conocimientos acerca del estilo de vida oriental a través del estudio de la filosofía de la Medicina Tradicional China le dio las pautas para discernir con respecto al estilo de vida del mundo occidental, donde los valores materialistas son manifiestos a desviar la misión original del ser en este mundo y donde la desconexión con lo espiritual brota a simple vista, elemento éste que ha generado infelicidad y los grandes males de la humanidad, sobre todo por el cultivo de los vicios de la personalidad que arropan nuestra condición en este nuestro hogar. Sus experiencias en talleres de autoestima y crecimiento personal a docentes, comunidades y estudiantes la han llevado a plantear alternativas de recuperación y elevación a esta humanidad, como lo es aportar un granito de arena para la toma de conciencia a través de sus obras teatrales, las cuales aparecen como el farol capaz de guiar al barco a un destino seguro en medio de tanta oscuridad.
En relación al origen de sus ideas destaca el alto nivel de intuición presente en la autora, quien ha sido intermediaria entre cielo y tierra. Sus obras le fueron entregadas a través de sueños, visiones e inspiraciones por medio de imágenes, frases, palabras y vivencias muy personales. Teatro para crecer corresponde pues a una invitación sutil a descubrir nuestra naturaleza espiritual, a reencontrarnos con nuestra esencia celeste a través de la conciencia de luz, redefiniendo nuestra misión y visión de vida, elevándonos por encima de las apariencias en este nuestro hogar a través del rescate de los valores, recorriendo el camino verdadero de retorno a casa, el camino del Amor, del Merecimiento, recuperando dignamente el poder interno de vivir en Paz… pues solo así concebiremos una Humanidad Feliz. Holiday Valero
CATARSIS
La humanidad, abarrotada de miedos y mentiras, ha permitido que esa energía arrope el planeta y vaya ganando terreno. El Amor y la Fe, graves, agonizando, en vías de desaparecer, no pueden hacer nada, ellos están en ese estado porque la humanidad ya no siente amor y no tiene fe. Son entonces los reinos de la Duda y la Alegría, quienes tienen la tarea de resolver esta situación. La Verdad, por su parte, le da asistencia pero desde otra dimensión, pues fue erradicada por la mentira. Así comienzan la búsqueda de la respuesta para que el miedo no siga creciendo y la fe y el amor vuelvan a vivir en el corazón de la humanidad.
PERSONAJES
Amor (Traje rojo) Fe (Traje azul) Paramédicos Niño 1 Niño 2 Niño 3 Niño 4 Niño 5 Miedo (Solo la sombra) Rey de la duda 15
Orgullo Reina de la alegría Súbdito (Asemeja a un duende) Dama de la Verdad (Voz en off) 3 Humanos Doncellas (Falda fina y top, tipo gitanas) Sombras (Todas de negro) Chamán (Túnica morada) Doctora Refunfuñón Rezandero Llorón Alegre
ACTO ÚNICO ESCENA I (Oscuridad. Música de Carmina Burana. Al fondo del escenario está una cortina blanca detrás el reino del miedo. Aparece el miedo –sombras chinescas– grande, inmenso, danzando la canción. Salen luego varios miedos pequeños en procesión y bailando. Nada delante del escenario. Poco a poco va disminuyendo la música).
Miedo: ¡Yo soy el rey del mundo, soy poderoso! (Entran personas bebiendo, robando y drogándose. Rezando una de ellas, arrastra una caja fuerte). ¡Soy poderoso! no hay un ser 16 | Teatro para crecer
humano en este planeta que no esté poseído por mí… ja, ja,ja, (Música. Van saliendo los humanos). ESCENA II (Se apaga la escena del miedo. Música. Los paramédicos entran bailando. Se oye una ambulancia, voces, confusión. Se enciende un poco la luz, la Doctora entra arrastrando al amor en una sábana).
Doctora: ¡Doctor! al Amor le ha dado un paro cardíaco (El doctor le asiste. Sale la Doctora. Trae de la misma forma a la Fe). Doctora: ¡Doctor!, es la Fe, presenta un paro respiratorio (El doctor da las indicaciones. Los médicos se miran a la cara, no dan esperanzas. Se quitan el gorro, tapaboca, guantes, muy tristes, cabizbajos. Dejan ahí las camillas, se retiran. Silencio. Música fúnebre. Baja la luz). Amor: (Voz en off. Luz cenital). Ya no hay espacio
para mí en el corazón de la humanidad. Están repletos de orgullo, egoísmo, mentira, sobretodo de mentira. Todo ello ocupa el lugar que yo debería ocupar, por eso estoy muriendo. Fe: (Voz en off. Luz cenital). Yo también agonizo en el corazón de la humanidad, tampoco hay espacio para mí, es más fácil creer en cualquier otra cosa menos en Dios, ya nadie cree en milagros, nadie confía y mucho menos escuchan a su intuición, la voz de Dios. 17
(Entran dos médicos y mientras retiran las camillas, se oye el miedo). Miedo: ja,ja,ja... Las únicas dos esperanzas de los seres humanos están muriendo. Yo sabía que esto sucedería. ¡Soy poderoso! ESCENA III (Entra el Rey de la Duda con su súbdito. Dudando. Camina para allá y para acá. El súbdito siempre detrás de él).
Mintos: Señor, ¿Sabe lo que está pasando en este planeta? Rey de la Duda: No, o sí. No, creo que no sé. Mintos: Están verdes. Rey de la Duda: ¿Verdes? ¿Cómo que verdes? ¿No será otro color? Mintos: Creo que eso fue lo que oí. Que estaban como vegetales, y eso quiere decir que están verdes. ¿O serán amarillos, señor?. Rey de la Duda: ¿Verdes, verdes, o amarillos? al final, eso no es lo mismo. No es lo mismo. Y se puede saber ¿Quiénes están verdes ah, no ¿vegetales? Mintos: El Amor y la Fe. Rey de la Duda: ¿Estás seguro? Mintos: No, no estoy seguro, pero eso fue lo que me dijeron. 18 | Teatro para crecer
Rey de la Duda: Y se puede saber ¿Quién te lo dijo? Mintos: No…. Rey de la Duda: ¡No! ¿Cómo que no? Mintos: Sí, perdón, su majestad. Me lo dijo… (Pensando) ¡Ay, no sé! Rey de la Duda: (Pensando) ¿Quién pudo haberle dicho esa barbaridad? (Jaloneándolo). ¡Hable, hable, pronto! Mintos: Sí, señor, pero no es una barbaridad, es la verdad. El Amor y la Fe (Hace seña con sonido cri..., pasando la mano por el cuello). Rey de la Duda: ¿El Amor y la Fe? (Angustiado. Alterado. Camina de aquí para allá) ¿El Amor y la Fe, verdes, amarillos, vegetales, criii? (Se repone) ¿Y ya sabes quién te dijo eso? M intos : Sí, pero es, que, no estoy seguro de querer decírselo, señor ( Con voz trémula ). Rey de la Duda: (Voz trémula). Yo tampoco estoy seguro de querer saberlo, pero no hay más remedio ¡Dímelo! Mintos: Fue un emisario del Miedo. No, fue un emisario de la Soledad, la esposa del Miedo, no, fue, fue,… ¡Ay! Rey de la Duda: ¡Ay! ¿Quién fue? (En ruego) termina de decirme quién fue (Voz gruesa), pero con seguridad. Mintos: Es que no estoy seguro de quién me lo dijo (Saliendo). 19
Rey de la Duda: ¡Ay, estos muchachos de ahora, nunca saben nada! (Camina por todo el espacio). Mintos: (Rasquea la voz). Señor, afuera le buscan. Dijo que era algo así como el ordenado, no, dijo que era el ordinario, no, dijo, dijo que era el Orgullo. Rey de la Duda: ¿El Orgullo? ¿el Orgullo? ¿estás seguro? Mintos: (Moviendo su cabeza asintiendo y contestando a la vez). No, señor, no estoy seguro, pero creo que era el Orgullo. Rey de la Duda: Está bien. Hazlo pasar (Arreglándose). En este reino de la duda, uno nunca está seguro de nada. Orgullo: Buenas tardes, señor ¿Señor qué? Rey de la Duda: ¡Ay no sé! Orgullo: Señor no sé, vengo a decirle que hay un desastre en las emociones de la humanidad, y es necesario que su reino tome una decisión. Rey de la Duda: Una ¿qué? Orgullo: De-ci-sión… Rey de la Duda: Discúlpeme amigo Orgullo, pero no sé qué es eso. Orgullo: Señor no sé, decisión es: “Tomar una determinación pero con seguridad”. Rey de la Duda: ¿Y… por qué nosotros? Orgullo: Porque el Miedo se está apoderando de todo. Ya que el Amor y la Fe están graves, debe su reino decidir qué va a pasar con la 20 | Teatro para crecer
humanidad. Si toma una correcta decisión, cosa que dudo, el Amor y la Fe revivirán, y si no, sencillamente se destruirán, pues sin amor ni fe, no pueden existir. Rey de la Duda: ¡Yo no lo pienso hacer! Orgullo: Pero es su reino quien debe hacerlo, pues los miedos están apoderándose de todo y tengo entendido que toman fuerza, a medida que se dejan de tomar decisiones y se dicen mentiras. Rey de la Duda: ¡Claro, ahora me vienen a tirar a mí la pelota! ¡Pues no, hágalo usted si quiere! Orgullo: No, señor no sé, yo no pienso gastar mi tiempo en pequeñeces, además, esos señores no me caen muy bien. Rey de la Duda: ¡Pequeñeces! ¿Pequeñeces? (Muy molesto) le parece un detalle que la humanidad se autodestruya. Orgullo: Pues a mí no me importa la humanidad. Yo soy lo único importante. Rey de la Duda: ¿Y cómo piensa usted vivir sin los humanos? Los animales no lo necesitan, ellos son humildes. Orgullo: (Tose). ¡No me nombre a esa señora, me da alergia esa poca cosa! y al respecto, creo que tiene razón, no había pensado en eso. Rey de la Duda: Pues piénselo, y es mejor que me ayude a ver cómo salvamos al Amor y a la Fe, pues yo no puedo tomar decisiones (Triste y con voz temblorosa). No creo hacerlo bien. 21
Orgullo: ¿Y qué hay que hacer amigo? (Le pone el brazo en el hombro) ¿Qué plan tiene? Rey de la Duda: Necesitamos más ayuda. Mintos, llama al reino de la alegría y dile a la reina que creo que le haremos una visita. Mintos: ¡Sí señor! (Mintos se queda, hace el gesto de que esta llamando. Los demás salen de escena. Mintos sale luego, baja la luz, se ve el sitio del miedo).
Miedo: Ja, ja, ja… están desesperados. Eso, eso es lo que quiero: caos, para que me sigan aportando sus energías… y así yo me iré multiplicando… y los demás se unirán a mí: la mentira, la ira, la obsesión, la injusticia, la tristeza; y me seguiré apoderando de esta pobre humanidad (El miedo sigue creciendo. Muchos miedos se ven en ese mundo. Baja la luz del Miedo).
ESCENA iv (En el reino de la alegría, entran las doncellas bailando y riendo. La Doncella 2, cuelga el teléfono, ya recibió la llamada).
Doncella 1: ¿Recuerdas qué fecha es hoy? Doncella 2: No. ¿Qué fecha es? Doncella 1: Es mi cumpleaños, estoy feliz. Doncella 2: Bueno, es natural. Aquí siempre estamos felices. Doncella 1: Sí, tienes razón. (Entra la reina bailando). 22 | Teatro para crecer
Doncella 2: Madame, le llamaron del reino de la duda. Reina de la Alegría: ¿Del reino de la duda? ¿Y para qué? Doncella 2: El rey de ese lugar dijo, que creía, que vendría a visitarla. Reina de la Alegría: ¿Que cree? Bueno, esperaremos a ver si es cierto. ¿A qué horas dijo que vendría? Doncella 2: Dijo que de 1 a 2, de 2 a 3, de 3 a 4 o de 4 a 5 horas. Reina de la Alegría: Bueno, esperaré y mientras llega vamos a bailar. Doncella 2: ¡Sí, madame! (Se retira la Doncella 2. La Reina de la Alegría y la Doncella 1 bailan. Mientras lo hacen entran pequeños miedos y se mueven entre ellas. La Doncella 1 y La Reina de la Alegría se entristecen y sus movimientos se hacen pesados. De pronto empiezan a llorar. La Doncella 1 deja de bailar. La Reina de la Alegría llorará durante el resto la obra). Reina de la Alegría: (Llorando) ¿Qué pasa? ¿Por
qué lloras? Doncella 1: ¡No lo sé! Reina de la Alegría: Yo tampoco sé por qué lloro, pero tengo un nudo en el corazón que no me permite dejar de hacerlo. Doncella 2: (Entra soriendo). Madame, el Rey de la Duda ya llegó. Reina de la Alegría: Ya llegó, bien, dígale que pase. 23
Doncella 2: (Comienza a llorar) ¡Sí madame! Rey de la Duda: Madame, ya estamos aquí. Reina de la Alegría: ¡Adelante! Rey de la Duda: ¿Éste no es el reino de la alegría? Noto algo extraño. Creo que nos equivocamos de lugar (Da media vuelta, intentan salir). Reina de la Alegría: ¡No, no, venga, no se han equivocado! ¡Éste es el reino de la alegría! (Rompe en llanto). Orgullo: Y qué alegría tan notoria tienen todos. Rey de la Duda: ¿Qué les pasó? Reina de la Alegría: No lo sabemos. Parece que algo extraño invadió nuestro reino. Rey de la Duda: Ah, ya sabemos que pasó, es por eso que estamos aquí. Reina de la Alegría: ¿Por qué? Orgullo: Porque el Amor y la Fe casi criiiii… (Hace el gesto y el sonido pasando su dedo por el cuello. La reina llora fuerte). Rey de la Duda: Sí, queremos su ayuda, pues debemos buscar la solución porque el Miedo, la Ira, la Mentira, la Soledad y la Tristeza, ya invadieron su reino, terminarán apoderándose de todo. Reina de la Alegría: ¿Y yo qué puedo hacer? si estoy peor que ustedes. Rey de la Duda: Necesitamos que nos acompañe a buscar la Paz, que es la única que nos podrá ayudar. 24 | Teatro para crecer
Reina de la Alegría: ¿Y por qué la Paz? Orgullo: Pues, porque esa es la única que no podrá ser afectada por esas emociones que le nombró el señor no sé. Reina de la Alegría: Bueno, vamos, pero tenemos que buscar a mi amiga la Dama de la Verdad para que nos acompañe. Rey de la Duda: Sí, usted tiene razón. Vamos madame (Salen todos de escena). ESCENA V (Se enciende la luz en el sitio del miedo). Miedo: Que suerte tengo, estarán buscando y buscando y jamás encontrarán a la Dama de la Verdad. Ella está erradicada completamente desde hace mucho tiempo del corazón de los hombres. La Mentira es mi mejor aliada (Rie. Baja la luz). (Entran el Orgullo, La Reina de la Alegría y el Rey de la Duda, buscando a la Dama de la Verdad). Orgullo: ¡Doña Verdad! Rey de la Duda: ¡Dama de la Verdad! Reina de la Alegría: (Llorando). ¡Amiga, amiga! (Se miran desconcertados). Orgullo: Aquí no hay nada. ¡Vámonos! Rey de la Duda: Sí, aquí no hay nada. Todo está desolado (Asombrado). 25
Reina de la Alegría: ¡Ay, no puede ser! No pudo haber desaparecido. ¿Qué será de ella? Dama de la Verdad: ¡Amiga, amiga! Aquí estoy. Reina de la Alegría: ¿Dónde que no te veo? Dama de la Verdad: Estoy presa en otra dimensión. Fuera de la dimensión humana. Rey de la Duda: ¿Qué, cuándo pasó eso? Dama de la Verdad: Desde hace mucho tiempo. Orgullo: ¿Y qué haces ahí? Dama de la Verdad: Los seres humanos me erradicaron de sus corazones, y en mi lugar dejaron a la mentira. Reina de la Alegría: ¿Qué vamos a hacer? Te necesitamos. Dama de la Verdad: Lo sé. Sé todo lo que está pasando en la tierra. Eso se sabía que sucedería ¡La soberbia de los humanos! Orgullo: (Tose) ¡Conmigo no se meta! Dama de la Verdad: Sé como encontrar a quien les puede ayudar. Pero deben llevar a un humano con ustedes. Orgullo: ¡Protesto! Esos humanos después me van a echar a un lado (Todos lo miran) bueno, yo sé que tengo parte de culpa en esto, por eso los voy a ayudar. ¡Me sacrificaré! (Cae hincado en el suelo). Dama de la Verdad: Deben lograr que el ser humano se vuelva a descubrir con Dios. Eso será cuando él descubra cada una de las virtudes que posee. 26 | Teatro para crecer
Rey de la Duda: ¿Y cómo lo haremos? Dama de la Verdad: Hay un ser que está en otra dimensión y nos puede ayudar. ¡Búsquenlo! Yo estaré desde aquí con ustedes, hasta que logre conseguir nuevamente mi lugar. ¡No olviden llevar al humano! (Salen). ( ESCENA VI (Entran algunos humanos y se encuentran con estas emociones).
Ladrona: (Revisa su cartera. Se droga). ¡Aquí hay más! (La Reina de la Alegría pasa y es asaltada). Bien señora, siga caminando y no diga nada (La Reina de la Alegría llora). ¡Silencio, o la quemo! Reina de la Alegría: Está bien. No se moleste. ¿Quiere usted acompañarme? necesitamos a un humano (Llorando). Ladrona: Usted es quien me acompañará a mí, pero hasta aquí, ahora déme todo lo que tenga encima. Reina de la Alegría: ¡Señora, discúlpeme, no tengo nada! Ladrona: ¿Nada, nada? Oigan, esta señora no tiene nada. ¡Nada! no lo creo (Muy molesta la revisa). ¡Nada, no tiene nada! (La empuja. Sale de escena). Reina de la Alegría: ¡Oiga, señora, espere! ¡Acompáñeme, la necesitamos! (Sale detrás 27
de Ladrona. Entra Rico, con aire de gran señor, contando dinero).
Rico: 150.000 dólares ¡No está nada mal! Orgullo: ¡Señor, señor! Rico: Dígame. Orgullo: Caballero, galante. Quiero proponerle un negocio. Pues usted se ve que es un gran hombre de negocios. Rico: Por supuesto, tiene usted buen olfato. ¿Y son muchas las ganancias? Orgullo: Claro, yo jamás propongo negocios donde no haya excelentes ganancias. Rico: Y ¿De qué se trata? Orgullo: Necesito que usted me acompañe. Y sólo por acompañarme toda la humanidad se beneficiará, pues lograremos salvar a la Fe y al Amor. Rico: ¡Ah! ¡No, lo siento! estoy muy ocupado. No me interesa ni el Amor, ni la Fe. Además, tampoco me interesa la humanidad, pues yo soy poderoso, tengo dinero. Orgullo: No, está equivocado, mire... Rico: No me interesa, no me interesa, no me interesa (Se aleja). Orgullo: Jamás pensé que era tan difícil lidiar con la Vanidad, mi hermana (Entra el Rey de la Duda y la Reina de la Alegría). Rey de la Duda: No hemos logrado nada, esto está muy mal. Reina de la Alegría: Peor de lo que pensábamos (Llorando). 28 | Teatro para crecer
Orgullo: Jamás me doy por vencido tan fácilmente… Vamos a seguir buscando, así tengamos que llevarlo secuestrado. Reino del Miedo: (Sentado echandose aire). ¡Tontos, inútil búsqueda! La humanidad ya está en mis manos. Sólo un milagro podrá salvarlos, y dudo que exista. Ya verán, mandaré a mis súbditos para que se apoderen de todo humano viviente y se conviertan en criaturas débiles, más débiles, pobres de espíritu, donde jamás puedan sentir Amor y ni recuerden qué es la Fe. Ja, ja, ja ¡ésta es mi gran obra! (Se levanta con brazos arriba, abiertos. Música Carmina Burana. Salen todos los miedos desde el público, colocan 4 sillas. Vuelven a su reino. Baja la luz).
ESCENA VII (Monólogo. Contiene cuatro personajes que interactúan entre sí, cada uno en una silla que mantienen durante el desarrollo de la escena).
Refunfuñón: Rrrr. Rrrr. (Cambia de silla). Rezandero: (Se persigna). Diosito, ayúdanos. (Cambia de silla. Alegre ríe a carcajada. Se burla de los demás. Cambia de silla). Llorón: ¡Ay, nos vamos a morir! Refunfuñón: ¡Cállate! ¡no digas tonterías! Alegre: (Riendo a carcajada) ¡Nos vamos a morir! Rezandero: No digan esas barbaridades. Dios no nos abandona. 29
Refunfuñón: Dios, dónde está que no lo veo. Claro que moriremos. Rezandero: No digan eso, tengan Fe. Alegre: ¿Fe? (Rie). Llorón: El miedo está apoderándose del planeta. Alegre: Sí, es cierto. Eso es cierto. Refunfuñón: De paso, la Fe y el Amor están agonizando. Llorón: ¡Ay, no! ¿Qué vamos a hacer? Rezandero: Rezar, tenemos que rezar, para que Dios nos escuche. Refunfuñón: ¡Qué vamos a estar rezando! ¡A mí no me gusta rezar! Él es sordo. Llorón: ¡Tengo miedo, moriremos! (Sale y se lleva la silla). Alegre: ¡Qué cómico es todo esto! (Sale y se lleva la silla). Rezandero: (Se persigna). Padre nuestro que estás… (Sale y se lleva la silla). Refunfuñón: (Manoteando y peleando). Rezar, perder mi tiempo en eso. (Sale y se lleva la silla). (Entra un baile representando al bien y al mal). ESCENA VIII (La reina, la duda y el orgullo van pasando por diferentes dimensiones a través de una ventana. Caminan en fila. Pasan tres veces por la ventana, al pasar la primera vez caminan lento, la segunda vez caminan rápido y la tercera vez vuelven a la normalidad. En este momento ya está en escena, sentados, con pies cruzados, el chamán y los 5 niños). 30 | Teatro para crecer
Reina de la Alegría: (Al chamán). ¡Señor, señor! (No obtiene respuesta). Rey de la Duda: ¿Es usted el ser que estamos buscando? Chaman: (Asienta con la cabeza. Abre los ojos). Efectivamente, soy. Orgullo: Necesitamos su ayuda, señor. Chaman: ¿Mi ayuda, usted? Orgullo: (Bajando la cabeza). Sí. Chaman: Sé lo que pasa en los humanos. Sé también que se están destruyendo. Pero, son ellos mismos quienes pueden evitar ese sufrimiento y volver a contactarse con su divinidad. Rey de la Duda: ¿Pero cómo?, no sabemos qué hacer. Reina de la Alegría: ¡Aquí trajimos a un humano! enséñenos por favor… (El chaman cierra sus ojos. Música. Por detrás del chamán comienzan a salir los niños, uno a la vez y se van escondiendo en objetos ubicados en la escenografía -cofre, silla, peluche- cada niño al salir, se cambia de lugar).
Niño uno: Con cada mentira algo se mata. Niño dos: Con cada mentira algo se hace. Niño tres: Con cada mentira algo se enferma. Niño cuatro: Con cada mentira alguien se muere. Niño cinco: Con cada mentira la humanidad se aniquila. Niño uno: Con cada mentira, callada mentira. Piadosa mentira. Niño dos: Algo de cielo se aleja.
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Niño tres: Alguien de santo se va. Niño cuatro: Algo de limpio se ensucia. Niño cinco: Algo de miedo se queda. (Entran las sombras. La Reina de la Alegría, el Rey de la Duda, El Orgullo y El Humano. Los miedos al Chaman no le pueden hacer nada. Se van cayendo uno a uno, y salen arrastrándose).
Todos: ¡Aún no entendemos! Niño uno: Recuerden que siempre deben ser como niños. Niño dos: Los niños somos auténticos. Niño tres: Mantenemos el asombro y la inocencia. Niño cuatro: No mentimos. Niño cinco: No queremos poseer, no nos interesa el poder. Niño uno: Creemos en la magia (Sale). Niño dos: Creemos en Dios (Sale). Niño tres: Somos alegres, sencillos y humildes (Sale). Niño cuatro: No albergamos odios (Sale). Niño cinco: Y sabemos perdonar…(Sale). El Miedo: ¡No, no, no, este no era mi plan! No, no (Muy molesto), no sé qué hacer ahora, los seres humanos consiguieron la respuesta. Y yo, ¡nooo! (Comienza a empequeñecer. Las sombras le acompañan, van desapareciendo poco a poco. Él se pone muy pequeñito hasta que desaparece. 32 | Teatro para crecer
(Entra la danza del Amor y la Fe. Mientra bailan pasan los Humanos con velos negros. El amor y la Fe van quitando los velos, los humanos despiertan y son llevados de la mano por los niĂąos. Salen. ContinĂşa la danza. Baja la luz).
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TRAVESÍA EN CLAROSCURO
Simulando las fichas del ajedrez, dos reinos: blancos y negros, se disputan entre sí la tenencia del reino. Los reyes sumergidos en su ambición de dominar y tener el poder promueven una lucha entre ambos colores. Las Damas, esposas de los reyes, apoyan su voluntad. Las piezas, se quieren entre sí y lo que desean es vivir en paz y unión. A través de la historia, un ser singular: Merlín, con su Loro, van hilando la obra y buscan la manera de que “el pueblo” comprenda que no tiene sentido pelearse para satisfacer la ambición de quienes los gobiernan. De esta manera, al deponer las armas, demuestran a los reyes la necesidad de estimular paz, abrir la conciencia a la luz y el corazón al amor.
Escenografía Se propone una cortina blanca a un lado y una negra al otro. Detrás de ellas el reino del color que corresponde, en el medio de las mismas un gigantesco tablero de ajedrez. personajes Rey Blanco (Traje blanco y capa plateada). Dama Blanca (Vestido blanco y capa plateada). Alfil Rey Blanco (Batola con capucha). Alfil Dama Blanca (Batola con capucha). 37
Caballo Rey Blanco (Short o lycra). Caballo Dama Blanca (Short o lycra). Torre Rey Blanco (Casaca pintada con ladrillos). Torre Dama Blanco (Casaca pintada con ladrillos). Rey Negro (Traje negro y capa dorada). Dama Negra (Vestido negro y capa dorada). Alfil Dama Negra (Batola con capucha). Caballo Rey Negro (Short o lycra). Caballo Dama Negra (Short o lycra). Torre Rey Negro (Casaca pintada con ladrillos). Torre Dama Negra (Casaca pintada con ladrillos). Caballero (Braga gris pegada, armadura en la cabeza). Merlín (Túnica morada con lunas y estrellas). Loro (Traje verde de loro con pico).
ACTO ÚNICO escena i Merlín: Cuenta la historia que en un tiempo no muy lejano, la tierra estaba poblada por fuertes caballeros, hermosas doncellas, furiosos dragones, alfiles, torres, caballos, reyes y un gran mago. Que soy yo por supuesto. Loro: (Pasa corriendo) ¡Y un lorito! Merlín: Chito. Fue ese tiempo sin tiempo, en que dos colores comenzaron a pelearse y a... Loro: Véanlo, veanlo… (Salen. En el fondo cortina con imágenes de doncella y dragón). 38 | Teatro para crecer
Caballero: (Entra peleando. Al público) ¿Por dónde se fue? (buscándolo). ¿Por allá, por allá? (Señala al fondo). Ajá ¿Con que ahí estás? ¡Suéltala! (Tumba la tela, se va enrollado en ella. Sale). escena II
Dama Blanca: (Confundida). ¡Es increíble lo que está pasando! Rey Blanco: Sí, realmente increíble. Dama Blanca: Pero aún me pregunto ¿Cómo pudo pasar? Rey Blanco: Yo también me lo pregunto, día y noche. Dama Blanca: Ellos siguen manteniendo su punto de vista. Rey Blanco: Nosotros el nuestro. Dama Blanca: ¿Será necesario llegar a tanto? Rey Blanco: ¡Por supuesto! No cambiaremos nuestra perspectiva. Además, ya demostraron que ellos tampoco están dispuestos a cambiar. Hubo un nuevo ataque. Dama Blanca: ¿Un nuevo ataque? ¡Santo dios! Yo no lo sabía. ¿Y fueron muchas las pérdidas, amor? Rey Blanco: Aniquilaron nuestros peones. Dama Blanca: Esto seguirá trayendo graves conflictos entre ambos reinos. Rey Blanco: Conflictos inevitables, querida. 39
Dama Blanca: Debemos prepararnos para el enfrentamiento. Rey Blanco: Sí mi amor, no hay otra. Dama Blanca: (Salen mientras siguen hablando). Llamaré a todas las piezas. escena III
Rey Negro: ¡Espectacular, no pudo estar mejor! Dama Negra: Efectivamente, no pudo estar mejor. Rey Negro: Ese ataque sorpresivo ¡Dio en el blanco! (Rien los dos). Dama Negra: Amor, yo no podía esperar menos de tí. Cuando de atacar se refiere tú núnca fallas, siempre das en el blanco. Rey Negro: ¿Aún no sé cuántas fueron las víctimas? Dama Negra: Todos. Rey Negro: ¿Todos? ¿Ya somos dueños del reino? ¿Es todo nuestro? ¡Muy bien, muy bien! (La abraza). Dama Negra: No amor, quise decir que ya no tienen seguridad. Ahora el juego está a la par, ni ellos ni nosotros tenemos peones. R ey N egro: Pero sí tenemos, recuerdas aquellos que utilizamos en el último enfrentamiento. Dama Negra: Pues claro que los recuerdo, y si no hubieran sido por ellos, tú cri... (Pasa la mano por el cuello). 40 | Teatro para crecer
Rey Negro: (Tose). Bueno, bueno. Supongo que ellos harán lo mismo. Dama Negra: No lo creo, pero lástima porque me gusta ver como esas pequeñas cositas son derribadas, una a una… (Suena una trompeta). Caballo Rey Negro: Un mensaje señor. El Rey de los (carraspea) desea hablar con su majestad, esta tarde, en el lugar que usted ya sabe. Rey Negro: ¡Sabía que no esperaría! Lo conozco demasiado, iré a enfrentarlo. Esta será mi mejor guerra. Dama Negra: Ve tranquilo amor, que yo te guardo las espaldas. Rey Negro: (Temblando). ¿Y el frente? ¿Y los lados? Dama Negra: Claro, amor, lo que pasa es que no me dejaste terminar (Salen). escena IV (Ruido de bosque).
Merlín: (Entra con el Loro). ¿No ves nada extraño? Loro: ¡Nooooo! Merlín: Pues yo sí, siento en el ambiente un aire de problemas. Loro: ¡Problemas, problemas!… rrruuuua... Merlín: Son los dos reinos, los dos colores. Loro: Problemas, problemas ¿Por qué, por qué? Merlín: Ninguno es igual al otro, por eso se consideran enemigos. 41
Loro: Enemigos, enemigos, problemas, problemas. (Merlin y el Loro se esconden en un árbol. En el bosque. el Rey Blanco espera impaciente al Rey Negro). Rey Negro: ¿Me mandasteis a llamar? ¡Aquí estoy! Rey Blanco: Ya sabéis la razón. Jamás debisteis hacerme eso. ¡Me atacasteis a traición! Rey Negro: ¿Y cómo sabéis que fui yo? Rey Blanco: ¿Quién más? En este lugar sólo existen nuestros dos colores. No hay más. Rey Negro: Pudo haber sido el mago, que se lo pasa escudriñando mi bosque. Rey Blanco: ¡No es tú bosque! Rey Negro: Lo de la pertenencia no lo discutiré contigo. También pudo ser el Loro. Rey Blanco: Ja, el Loro. ¡No creas que soy tonto! Tendremos que librar esto con un duelo. Rey Negro: No tengo ningún problema, de todas formas sé que venceré. Pero el que pierda debe abandonar el reino, no cabemos los dos en este lugar. Rey Blanco: Está bien, así será. Aúnque deberíamos acabar esta disputa y ponernos de acuerdo. Rey Negro: No me interesa estar de acuerdo con alguien que me ha traicionado, no quiero compartir mi reino con quienes no piensan igual a mí. No quiero estar de acuerdo contigo. (Va saliendo). Rey Blanco: Pues entonces prepárate para esta noche. 42 | Teatro para crecer
Rey Negro: Ahí estaré. (Voltea y sale. Merlin y el Loro salen del árbol donde estaban escondidos). Merlín: ¡Yo sabía que habría problemas! La guerra está declarada entre dos hermanos. Eso significa ¡Caos! Loro: ¡Caos, caos! Merlín: Chito. (Se esconden. Entran: el Caballo Rey y Dama Negro y el Caballo Rey y Dama Blanco jugando).
Caballo Rey Negro: ¡Eso, vamos, vamos! Caballo Rey Blanco: A ver quién gana. Caballo Dama Negra: Ahí voy, te voy a alcanzar. Loro: (En off) ¡Problemas, problemas… Colores, colores! (Todos chocan y se caen). Caballo Rey Negro: ¿Oyeron eso? Caballo Dama Blanca: Sí. Pero no tiene nada que ver con nosotros. Caballo Dama Negra: Yo creo que sí, creo que tiene mucho que ver con nosotros. Caballo Rey Blanco: ¿Y por qué dices eso? Caballo Dama Negra: Porque dijeron problemas, colores y nosotros somos dos colores. Caballo Dama Blanca: ¿Tú crees? Vamos a averiguar. (Salen todos). escena V (Música. Alfil Rey Negro entra bailando. Admira todo. Es una escena de sólo baile y movimiento. Expresa estar enamorado. Se escucha una Trompeta. Los blancos se colocan a un lado y los negros al otro. Sus respectivos reyes al frente de ellos).
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Rey Blanco: Les informo que mañana en la noche tendremos nuevamente una guerra. Rey Negro: Estaremos enfrentándonos al otro color. (Todos murmuran). Rey Blanco: Yo no quería, pero no me dejó otra opción. ¿Alguna pregunta al respecto? Alfil Rey Blanco: ¡Enfrentarnos nuevamente! Yo no quiero, no veo razón alguna. Alfil Rey Negro: Yo tampoco veo razón. ¡No nos pueden separar! Rey Negro: ¡Claro que hay razón! No somos iguales, demostraremos que somos los más fuertes. Rey Blanco: Sí, no somos iguales. Caballo Rey Negro: En toda la historia de la humanidad, jamás han existido dos seres iguales. Caballo Rey Blanco: ¡Y no existirán! Torre Rey Negro: Cada uno tiene su misión de vida. Alfil Dama Blanca: ¡Ay, cállense! ¿Qué saben ustedes de la vida? Torre Dama Blanco: Su majestad, ¿Habrá alguna alternativa para no llegar a esos extremos? Dama Negra: ¡No, no hay! Tendremos que enfrentarnos y ganar. Caballo Dama Blanca: Señor, ¿Es sólo un juego, verdad? Rey Blanco y Rey Negro: !No! ¡Será un duelo! Dama Blanca: Quien gane quedará dueño de todo, el otro deberá irse. 44 | Teatro para crecer
Rey Blanco: Vayan todos a dormir. Rey Negro: No se hable más del asunto. (Salen todos de escena). escena VI (Es de noche).
Caballo Rey Negro: ¡Ey! ¡Orión! ¡Orión! (Llamando). Alfil Rey Blanco: ¿Qué haces aquí? Caballo Rey Negro: No puedo dormir, esto me preocupa demasiado. Alfil Rey Blanco: Sí, a mí también. ¿Pero qué podemos hacer? Caballo Rey Negro: No lo sé, pero no me voy a quedar de brazos cruzados. No me lo perdonaría jamás. Alfil Rey Blanco: Bueno, pero necesitamos ayuda, debemos estar todos de acuerdo. Voy a buscar a mis compañeros. Caballo Rey Negro: Sí, anda, yo también voy por los míos. (Salen a sus reinos). escena VII (Entran todas las piezas blancas en fila. Se desplazan sigilosamente).
Alfil Dama Blanca: ¿Qué estás tramando? ¿Qué pretendes? ¿Por qué nos traes aquí? Alfil Rey Blanco: Debemos ponernos de acuerdo. 45
Torre Dama Blanco: ¿Ponernos de acuerdo en qué? Caballo Rey Blanco: Si mi intuición no me falla, supongo que quieren terminar con esta guerra ¿Verdad? Alfil Rey Blanco: ¡Así es! Torre Rey Blanco: ¡Pues, mucho cuidado con lo que van a hacer, porque no pienso bajar la guardia! (Entran todas las piezas blancas y negras en fila, desplazándose sigilosamente). Alfil Rey Blanco: Casi llegamos, es en el parque. Caballo Rey Negro: No es lógico que nos encontremos con ellos. Torre Rey Negro: No se trata de lógica, se trata de que dejemos de pelearnos. Torre Dama Negra: ¿Ya vamos llegando? Caballo Rey Negro: Sí, allá están… (Baile representando amistad. Ayuda. Pueden usar el tema “¿Dónde está el amor ? de Franco De Vita” Oyen bulla, salen corriendo). escena VIII
Caballero: ¡Ajá, por aquí los escuché! (Entra peleando) ¿Cuántos son? Que se vengan, que peleen (Peleando solo se enreda y cae. Entra la Dama Negra). Dama Negra: (Apuntando al caballero). Ajá, te encontré. ¿Él te mandó, verdad? Caballero: ¿Él? 46 | Teatro para crecer
Dama Negra: Claro, él. ¿O lo vas a negar? ¡Levántate y pelea! Caballero: No quiero pelar con usted. Peleo con dragones, no con mujeres. Dama Negra: ¡Hablas demasiado! Vamos en marcha (Pelean. El Loro va entrando y se pone de espaldas. Lo pullan). Loro: Ah, Merlín, Merlín, me matan, me matan, me matan! Merlín: ¿Qué pasa? ¿Qué se supone que están haciendo? Caballero: (A Merlin) ¡Perdón, señor! lo siento. Dama Negra: ¿Lo sientes? Ese loro estaba atravesadote... Merlín: Y ustedes jugando a los espadachines lo asustaron. Caballero: Yo me estoy preparando para librar hermosas doncellas de grandes dragones, ellas me necesitan. Dama Negra: Y yo para dar la estocada final, libraremos la batalla entre dos colores que no caben en el mismo lugar. Merlín: ¿Qué locura es esa? Dama Negra: ¡Ninguna locura! Está comprobado que no piensan igual que nosotros. Merlín: Pero nadie es igual, todos somos diferentes. Debemos aceptarnos así. Además ¡Son tus hermanos! Dama Negra: ¡No señor! Se equivoca. Ellos son blancos, nosotros negros. Libraremos esta batalla hasta el final. (Le pega al caballero). 47
Caballero: ¿Con que atacando a traición? Vamos, defiéndete. Merlín: ¡Alto! Esto no puede estar pasando. Loro: ¡Claro que pasa! Está pasando en todo el mundo, todos pelean, se matan, se matan. Los hermanos se enfrentan, los padres contra los hijos, hijos contra los padres, hombres contra mujeres, todo esto es un desastre. ¡Todos se matan! (Se desmaya). Merlín: ¿Pero no se dan cuenta de que deben ponerse de acuerdo y terminar con esta inútil pelea? Dama Negra: ¿Y qué te hace pensar que queremos acabar con esta pelea? Queremos poseer todo el reino, no lo podemos compartir, o es de ellos o de nosotros. Caballero: ¡Ey, un momento! (A la dama). No pueden compartir algo que no les pertenece. Ésta tierra es prestada, no es tuya, ni es de él, ni es mía. Dama Negra: (Se tapa los oídos). ¡No quiero escuchar más, me confunden! (Sale corriendo). Merlín: (Al público). ¡Santo dios! ¿Se dieron cuenta hasta dónde es capaz de llegar el ser humano por su ambición? Caballero: Yo que tú no me asustaría tanto, Merlín. Merlín: ¿Cómo que no? ¡Tengo que asustarme! Caballero: No, porque para eso estoy yo, para defender a los débiles, como tú. (Coloca su mano en el hombro de Merlin). 48 | Teatro para crecer
Merlín: ¡Oh, Dios! Otro más. ¡Tiene el ego más alto y largo del mundo! (Sale). Loro: (Se levanta sale detrás de Merlín) ¡No me dejes, no me dejes! Caballero: (Al público). ¿Ustedes entendieron lo que me quiso decir Merlín? (Se pone a practicar). Alfil Dama Blanca: ¿Qué haces? Caballero: Practicando. Alfil Dama Blanca: ¿Para qué? No eres pieza de ajedrez. Caballero: No. Soy un caballero. (Se para ergido). Que rescata a hermosas damiselas de grandes dragones. Alfil Dama Blanca: Creo que te confundiste de juego, aquí no hay damiselas y mucho menos dragones. Caballero: Mejor déjame tranquilo, me distraes y estoy muy ocupado. (Sigue peleando). Alfil Dama Blanca: ¿Puedo ver tu rostro para conocerte? Caballero: Bien. (Trata de quitarse la visera). ¡Oh, esto está muy duro! Alfil Dama Blanca: ¿Te ayudo? Caballero: No. No necesito ayuda de nadie, puedo solo. (Sigue intentándolo). ¡Bárbaro, esto se quedó atorado! Alfil Dama Blanca: Es tarde, mejor me voy, será en otra oportunidad. Loro: (Pasa corriendo). ¡Se quedó atrapado en su ego, en su ego, rúauuua! 49
(Todas las piezas blancas y negras, menos los reyes y las damas, están entrenando con sus espadas. Se paran, se cambian negros contra blancos).
Merlín: ¡Alto¡ (Todos se quedan en stop. Levanta sus manos, todos se caen) ¿Qué se supone que hacen? Caballo Rey Blanco: ¡Entrenando! Torre Rey Blanco: Tenemos un juego y vamos a ganar. Torre Dama Blanco: Sí, tenemos un juego. Merlín: ¿Un juego? O ¿Un duelo? Caballo Dama Negra: Lo que sea. Caballo Rey Negro: Y nos exigen ganar. Alfil Rey Negro: Y si no ganamos nos castigan. Torre Rey Negro: Así que debemos entrenar duro. Torre Dama Negra: Siempre debemos ser los mejores. Merlín: ¿Pero eso es lo que ustedes realmente quieren? Todos: ¡No! (Se paran). Loro: ¡No lo quieren, eso no lo quieren. No son felices! Caballo Rey Blanco: Es cierto eso, no nos hace felices. Alfil Dama Negra: Jugar con la idea de destruir, no queremos. Torre Dama Blanco: Pero nuestro Rey nos lo exige. Merlín: Ellos son unos ambiciosos. Están como ese caballero (El Caballero cruza el es50 | Teatro para crecer
cenario). Atrapados en su ego, en su avari-
cia. Eso no los deja ser felices. Torre Dama Negra: ¿Qué podemos hacer? Merlín: No se llenen de ambición ni de odio. Manténganse en el amor. Ellos sufrirán su egoísmo. (Se oyen a los reyes toser. Todos salen corriendo de escena). escena IX (Entran los reyes y se sitúan en lados opuestos del escenario. Se enciende una luz cenital cuando a cada uno le corresponda hablar).
Rey Negro: (Cabizbajo y sollozando). Toda, toda una vida de esfuerzos. Todo está arruinado. Pero, ¡No puedo perder! No puedo mostrarles que tengo miedo a perderlo todo. A no tener nada (Cae). Si pierdo todo esto, será de él y yo no tendré nada para poseer. ¡No seré nadie! ¡Nadie! No lo puedo permitir, no, no lo puedo permitir. Rey Blanco: Nada se está logrando ¡Mi trono se derrumba! ¡No! Qué humillación. No puedo aceptar esta derrota. Yo tengo que ganar, siempre lo he hecho. Ahora mi dignidad está en entredicho. Debo seguir luchando. Él no se puede quedar con todo, ¡Esto es mío, mío! Y no lo compartiré. ¡Esto es mío, mío! (Llora. Salen las dos reinas a consolarlos, se los llevan). 51
Merlín: (En off). Seres que sufren por su ambición. Viven atrapados en su ego. El poder del ego es un arma de doble filo, él quiere controlar y dominar. Los persigue como una sombra oscura, intoxica, crea adicción y a la larga destruye. No se podrán deshacer de él, hasta que abran sus corazones al amor. escena X (Salen al mismo tiempo y se encuentran).
Caballo Rey Negro: ¿Hablaste con ellos? Alfil Rey Blanco: Sí, ya logré convencerlos. Caballo Rey Negro: Entonces, nos vemos mañana. Alfil Rey Blanco: Sí, mañana, en el duelo. (Entran los reyes, con fanfarria. Todos se ubican a un lado del escenario. Todas las piezas se preparan para un duelo. Unas frente a las otras).
Rey Blanco: ¿Estás listo para ser destruido? Rey Negro: ¡No lo creas! no estés tan seguro de triunfar, te enfrentas conmigo. ¡No lo olvides! Rey Blanco: Prepárate a abandonar el reino. (Los blancos desenfundan). ¡Ataquen! (Ninguna pieza se mueve solo colocan las espadas en sus hombros).
Rey Negro: ¿Y de esa forma piensas vencerme? ¡No sabes gobernar! Todas mis piezas, aho52 | Teatro para crecer
ra, ¡Ataquen! (Ninguna pieza se mueve. Hacen lo mismo que las blancas). Rey Blanco: (Se carcajea). ¿Y a eso llamas tú saber gobernar? Rey Negro y Rey Blanco: (Al mismo tiempo). ¿Qué pasa aquí? (Los personajes uno a uno tiran sus espadas y salen de escena, después de decir su diálogo). Dama Blanca: Esta pelea no tiene sentido. Dama Negra: Decidimos dejar de lado nuestras diferencias y volver a empezar. Alfil Rey Blanco: Nos necesitamos los unos a los otros. Alfil Dama Negra: Dios nos creo para que seamos felices. Caballo Rey Blanco: No para maltratarnos y odiarnos. Caballo Rey Negro: Debemos usar la fuerza del amor. Torre Rey Blanco: Sin mirar razas, nivel social, color. Caballo Dama Negra: Siempre teniendo en cuenta que... Torre Dama Blanco: Que en esta tierra, todos somos iguales. Torre Rey Negro: Es hora de que empecemos a convivir. Torre Dama Negra: Suelto mi arma para vivir en paz. Suelto mi arma por el amor. Suelto mi arma por el planeta. 53
Caballero: Desprendernos de nuestros egos y caretas. Ser auténticos. Rey Negro y Rey Blanco: Tienen razón. (Tiran las espadas). Merlín: Y así, año tras año, la humanidad ha tratado de entenderse, pero no lo ha logrado. Lleva puesta una extraña armadura que no se ve, pero sí se siente. Ávidos de poder, quienes la gobiernan, no les permiten ser feliz, llenándola de odio. Pero ya es momento de que cada uno de ustedes despierte, abra su conciencia a la luz y su corazón al amor. Ya me retiro, porque debo ir a contar esta historia en otra parte del mundo, a ver si alguien me escucha. se despide, su fiel servidor. Loro: ¡Adios, adios, gracias, gracias! (Merlín lo agarra y lo saca).
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METAMORFOSIS
Cambio, transformación, transmutación. Un paseo por las diferentes circunstancias del ser humano. Una visión del día a día de la humanidad. El ego, el orgullo, la confrontación hombre-mujer, la diferencia social, los resentimientos internos y la duda se ponen en el tapete a través de casos que están a nuestro alrededor, y no los vemos. Metamorfosis da paso a esa posibilidad de reflexión y búsqueda de una “nueva visión” del mundo que realmente queremos.
personajes
Actriz 1 Actriz 2 Actriz 3 Actriz 5 Actriz 4 Actriz 6 Actriz 7 Monje Domadora Bailarina Bailarina Director 1 Director 2 Actor 1 Actor 2 57
Actor 3 Señora Señor Ángel Lentista (Porta lentes, en todas partes de su cuerpo). Vela de la fe (Azul). Vela de la paz (Blanca). Vela del amor (Rosada). Vela de la esperanza (Verde).
acto i (Los actores y actrices entran arrastando sillas. Se sientan. Pasa un monje vestido de blanco que atraviesa el escenario. El Director esta sentado entre el público).
escena I
Director 1: ¿Epa, qué pasa? (Todos se detienen) ¿Quién se atravesó en el escenario, quién anda fuera de escena? (Silencio) Ok, sigan. (Pasa el monje nuevamente. Comienzan a desplegarse nuevamente con las sillas). ¡Pero bueno! (Todos se paran) ¿Quién está interrumpiendo mi ensayo, mi función, mi espectáculo? (Silencio). Volvamos. (Amenazando). ¡Y que no vuelva a pasar!
(Comienzan nuevamente la escena. Entran arrastrando sillas. El monje vuelve a pasar). 58 | Teatro para crecer
Director 1: ¡Pero bueno! (Vuelve a gritar desde el público). ¿Qué es eso? (Todos se paran) ¿Por qué me interrumpen? ¿Quién me está saboteando? (Sube furioso). ¡No lo aguanto, no lo soporto! Son ustedes una cuerda de abusadores. ¿Es una broma, verdad? ¿Quién fue? ¿Usted? ¿Usted? ¿No? ¡Ah! ¿Entonces fue usted? ¿Ah, tampoco? pues no aguanto más. ¡Me voy! (Tira el libreto al suelo, sale por el público. Los actores se colocan en media luna y comentan). Actriz 2: No, muchachos, de verdad. ¿Quién lo hizo? Actor 1: Pero ¿Quién hizo qué? Actor 2: Lo que el director dice que hicimos. Actriz 5: A mí me parece eso muy raro, porque yo no vi nada, ¿Y tú? Actriz 6: Yo tampoco vi nada. Actor 3: Para mí que se volvió loco (Todos murmuran). Actor 2: (Se levanta). Y ahora qué vamos a hacer, el director se fue y quién va a dirigir la obra, estamos a un paso del festival. Actriz 1: Eso es cierto. ¿Qué vamos a hacer? Bueno, por lo menos dejó el libreto (Lo toma, los demás se retiran con sus sillas, se marea y cae. Queda en el suelo).
escena II (La actriz 1 despierta tirada en el piso. En la silla está sentado el Monje). 59
Actriz 1: (Asustada y mirando al Monje). ¡Ah! Retrocede (Arrastrándose). ¿Quién es usted? (Mira a todos lados). ¿De dónde salió? (El Monje se levanta y va hacia ella). ¡No se me acerque, manténgase lejos de mí! (Se para, corre y se esconde detrás de un biombo). Conteste ¿Qué quiere? Monje: Cálmate, no te asustes. Actriz 1: ¿Cómo no me voy a asustar? ¿Quién es usted, qué hace aquí? Monje: No te puedo decir nada, no lo entenderías. Aún no, todo a su momento. Actriz 1: Qué momento, ni qué momento, o me dice, o… ¡Aquí tengo un arma muy poderosa! (Va detrás de un parabán). Monje: ¿De quién te defiendes? ¿A qué le temes? Actriz 1: ¿No lo entiende? Le temo a usted y por eso me defiendo. (Sale con un palo para defenderse). Si se acerca no lo pelo. Monje: ¿Me temes, me tienes miedo? Actriz 1: ¡Mire! No quiera hacerse el bueno conmigo, yo no lo conozco y no confío en usted (Le amenaza exagerado). ¡Y no se me acerque! Monje: Cálmate, yo lo único que quiero es hablar contigo. Actriz 1: Hablar ¿Cómo que hablar? A mi no me gusta hablar, no me importa hablar ¡Váyase! ¡Que se vaya! (Gritando). Monje: Bien, me iré. (El Monje sale. La Actriz 1 sale con el garrote vigilante y alerta). 60 | Teatro para crecer
escena III (Entran los actores y actrices haciendo una escena).
Vieja: (Entra con bastón, va hacia la silla). ¿Cómo es posible que a principios del siglo XXI aún no pueda quitarme estas canas? Sifrina: (Irónica) Oye pureta, qué pelos tan blancos, parece que te quedó todo el jabón. Entonces, pava a los 80 y ¿Esas faldas tan cool? (Se rie). Vieja: Esta muchacha grosera, hiriendo mis sentimientos, ¡Ya no me respeta! (Triste. Se sienta y seca los ojos). Sifrina: ¡Ah, vainas de vieja! Si supiera lo ridícula que se ve. (Se pone a bailar). Pero ¿Qué miras? Vamos ¡Vete, vete! (La empuja tumbándola de la silla). Vieja: (Se levanta molesta. Deja su papel de vieja). A mi no me empujes, ridícula (Salen actores y actrices a separarlas). Director 2: (Desde el público) No, no, no. Esa escena no es así. Recuerda que debes demostrarle cariño, es una anciana. Sifrina: (Hacia el Director). ¿Qué, vas a seguir con la vaina? Te dije que yo no iba a demostrar nada. Además esa vieja me recuerda a mi abuela, a mi mamá, a mi familia y yo con ellos no quiero nada. Director 2: (Subiendo). Pero, si es sólo una obra, no es tu abuela de verdad. Es teatro. Sifrina: ¡Pero no la tolero! ¿Por qué no me entienden? ¡No la tolero! ¡No la soporto! (Llorando. Sale corriendo). 61
Actor 1: Ah, no, la cosa como que se está poniendo fuerte. No hemos podido hacer ni un ensayo. A ctor 2: Sí, que desastre, pana. A ctriz 3: No, de verdad. Que pava tenemos, algo está pasando. Actor 1: ¿Sería esa cosa que vio el otro director, será que eso nos empavó? Actriz 4 (En actitud de vendedora): Alguien dijo pava, (Despojando). ¡Fuera pava! (Les da unos ramasos y simula fumar tabaco). ¡Fuera pava… shuuuu, sale, sale! (Se para). No, en serio, yo tampoco entiendo lo que pasa, pero cómo desearía tener una pista… (Mira al cielo). Voz en off: La humanidad no recuerda, se ha olvidado de su origen… Anda vagando en este mundo sin encontrar su camino. Se perdió, se perdió y ahora vagan solos… solos en su codicia, solos en su soberbia, solos en su mundo; y aúnque haya mucha gente, siempre se sentirán solos… solos… solos… ¡Ah, pobre humanidad! Por eso al cielo le urge llamar su atención, recordarle: De dónde es. De dónde viene y a dónde debe ir (Danza chamánica, con instrumentos y música con el cuerpo). acto iI escena i (En un banco de una calle). 62 | Teatro para crecer
Director 1: ¡Qué porquería! ¡Qué inmundicia de mundo! ¡Qué asco! Todos ustedes me dan asco, tanto asco que se me revuelven las tripas. Yo lo único que quería era triunfar. Jamás le pedí nada al mundo, más bien yo le daba, les di todo de mí. Sí, claro que le di, le di mis maravillosos escritos, mi gran talento como director, le di los mejores años de mi vida, y ¿para qué? para que un buen día a un tonto se le ocurriera meterse en mi espectáculo, en mi hazaña, en mi obra. Pero ustedes (Señalando al público), todos ustedes, son los culpables de mi fracaso, me convirtieron en esto, en un perdedor. (Reponiéndose). Pero no más, es la última vez que me vejan así, jamás les permitiré que me sigan humillando de tal forma ¡Jamás me volverán humillar! (Llora. Cabizbajo). Señora (Pasando): ¡Señor, disculpe! Director 1 (Escondido se seca las lágrimas. Molesto). Dígame. Señora: Necesito llegar a la calle El Candado del Cielo. ¿Será que usted sabe donde queda? Director 1: ¿El Candado del Cielo? ¡Si quiere mejor le doy la llave del infierno! Señora: Perdón señor. ¿Le pasa algo? Director 1: ¡No! ¡Nunca me pasa nada! Señora (Confundida): Pero ¿Por qué me contesta así? ¿Por qué está tan molesto? Director 1: ¿Yo molesto? ja, ¡Qué tonta eres! 63
Yo no estoy molesto, no ve como me río. (Rie a carcajadas) ¡Que asco me da la gente! (Sale, se le atraviesa el lentista) ¡Quítate! (Lo empuja. Se cae). Señora (Lo ve irse. Voltea hacia el público): ¡Qué extraño! Pero si yo no le dije nada, no lo ofendí, tampoco fui grosera. ¿Pobre, por qué estará tan molesto con la vida? Lentista (Se para se arregla. Camina y choca con la Señora): ¡Ah, perdón! Señora: Oiga señor ¿Le pasa algo? (El Lentista mira a todos lados. La Señora en frente de él) ¡Aquí, aquí! (Le hace señas). ¿No me ve? Lentista: (Se cambia los lentes). ¡Ahhhh!, ahora sí, perdón lo que pasa es que tenía puesto los lentes con los que sólo veo objetos y no humanos (La Señora lo mira extrañada). ¿Quiere probar uno? (Mientras le enseña los lentes comienzan a pasar personas y se van parando como mirones). Mire: con este puedes ver las cosas
que quieres ver. Con estos sólo ves las que no quieres ver. Este te ayuda a distinguir entre lo que quieres y lo que necesitas, que son pocas las cosas que necesitamos. Y con este podrás reconocer tus errores. Pero este (Lo besa), es una delicia, puedes viajar a otras dimensiones, a esas que el ser humano cree que no existen. ¡Ah! y este, ya se me olvidaba, es muy especial, con éste podrá verse usted misma. Señora: ¿Yo misma? ¡Para eso están los espejos! 64 | Teatro para crecer
Lentista: Sí, pero con éste se podrá ver usted, y podrá ver sus espejos. Actor 2: Pero eso no es necesario, esos lentes no sirven para nada, los espejos se ven sin necesidad de lentes. Lentista: Sí, pero en este caso no. Sus espejos son esas personas que aparecen como por arte de magia en sus vidas, con quien siempre se tienen problemas. Ellos son el reflejo de ustedes mismos y lo que no te gusta ni aceptas de ellos, es lo que no te gusta ni aceptas de ti. Actriz 7: (Retirándose). No, eso es puro fraude (Todos se van). Lentista: Bueno, si usted insiste, supongo que tiene razón, las personas siempre quieren tener la razón. El ego no les permite ver más allá (Arregla sus lentes). Señor: Me da unos lentes de esos por favor (Sin mirarlo busca su cartera. El Lentista sólo lo mira). ¡Apúrese que no tengo tiempo! debo llegar ya a mi trabajo. Estoy sobre la hora. ¿Cuánto es? Lentista: Se está equivocando, señor. Señor: ¿Equivocándome yo? ¿Es qué usted no sabe quien soy yo? Lentista: No, pero creo que es una persona, porque con estos lentes lo puedo ver. Señor: ¡Ahhh! Es que hasta mamadorcito de gallo me salió el hombrecito. ¡No sea grosero! (Levantando la voz). ¡Déme esos negros! 65
Lentista: No están en venta. Señor: Ah, de paso no están en venta. Y qué hace usted aquí entonces. Lentista: Simplemente estoy. Señor: Ah, es que va a seguir con la mamadera de gallo (Amenazándolo). Ya usted va a ver, voy a mover mis influencias para que lo retiren de aquí (Saca celular). aló, aló, ¿Influencias? Lentista: (Se cambia los lentes). No, que va, las personas son muy complicadas. Mejor me pongo estos lentes, (Los levanta) que son para ver microbios, por lo menos ellos no me gritan. (Se los cambia. Rie con los microbios. Sale). escena iI (Música de circo. Aparecen: La presentadora y unos payasos. Con sus payasadas van alzando la carpa del circo).
Presentadora: ¡Vengan, vengan! Acérquense y verán lo que nunca han visto en su vida, es algo que jamás olvidarán. Podrán disfrutar de la fabulosa y emocionante guerra que hay entre los sexos (Aplausos). Verán por primera vez la espectacular hazaña de los unos contra los otros. Y por supuesto no podría faltar, en su única presentación el héroe de ésta temporada el señor Ego. Egoísta. Ególatra. Ego centrista. Hoy podrán apreciar cómo los humanos se destruyen (Ríe). 66 | Teatro para crecer
Voz en off: Señoras y señores, bienvenidos a esta su primera y única función del circo “Sin Nombre.” Se les agradece apagar sus celulares, bajar los pies de las butacas y burlarse de todo. También se les recuerda que cualquier síntoma de buena gente que tengan deben dejarla afuera, así como a los señores: amor, fe, esperanza y empatía, pues aquí ellos no son bienvenidos. Y si por casualidad se quiere colear la ayuda del cielo, sáquenla. (Entra la domadora, hace venias y movimientos sensuales. Sale el tigre, muestra su fuerza, ruje. La Domadora se le acerca, saca un látigo y lo amenaza. Queda sobre él. Aplausos. El tigre se alza y la ataca, ella cae, se levanta molesta y lo azota, él se llena de rabia. Entra el Ego. La escena se paraliza, sólo se mueve el ego). Ego: (Al tigre). Ataca, no te dejes, demuéstrale
quién manda en la casa. Atácala, muéstrale tu fuerza. Ja, ja, ja… (El tigre se lanza contra la domadora, la pone contra el piso, el Ego se dirige a la domadora y le dice al oído). No te dejes,
demuéstrale quién tiene la inteligencia, no te dejes someter, enséñale, sublévate. Él no es más que tú. (La Domarora tumba al tigre de lado y se levanta. Lo ahorca con el látigo, el Ego aplaude. Se congela la imagen).
Presentadora: ¡Bravo, bravo, espectacular, lo máximo! Espero que se sientan satisfechos con estas imágenes. Imágenes que ven to67
dos los días en sus casas. Aplaudan como lo hacen todos los días. Y ahora ¿Epa qué pasa en la puerta? Vigilante: ¡Es un coleón! Presentadora: ¡No lo dejen entrar! Vigilante: Ya entró, se escondió entre la gente (El monje está entre la gente). Presentadora: ¡Prendan la luz! (Buscando entre el público desde el escenario. El monje sale corriendo, el vigilante lo atrapa frente al público). Presentadora: ¡Súbalo! (Le habla al monje).
Siempre, siempre cuando uno se está divirtiendo con los humanos, deben aparecer ustedes para querer “ayudarlos.” pero no, (Ríe), nosotros somos más fuertes, más poderosos, por eso los humanos nos prefieren. A ellos ya se les está olvidando como es la luz. (Aplausos). Lléveselo y ¡Que siga la función¡ (Hay dos bandas que se retan con sus bailes: reggeton y hip-hop. Terminan los bailes y se enfrentan. Queda oscuro. Todos caen al escenario. El Monje grita).
Monje: ¡Nooo! Presentadora: (Pasa sobre los cuerpos. Habla mientras los sacan). ¡Bravo, bravo! Esto no tiene palabras para describirse. Es maravilloso, espectacular. Es hermoso ver cómo 68 | Teatro para crecer
los humanos se enfrentan, cómo se destruyen, pero como todo lo que es bueno tiene que llegar a su final, me despido. ¡Ah! pero no sin antes recordarles que si miran a su alrededor podrán recordar estas espectaculares escenas. Hasta la próxima. (Se despide y sale. Música de circo). Voz en off: Respetable público, ahora pueden encender sus celulares, recoger toda la basura que tiraron a su alrededor y llevarse esos sentimientos odiosos que dejaron afuera, pues estorban demasiado. acto III escena i (Luz apagada. El Monje llora).
Lentista: (Sube la luz. Entra mirando a los microbios y jugando con ellos). ¿Quién llora? (Buscando). Monje: (Muy triste). Yo. Lentista: (Lo toca como un cieguito). Ah, un momento. (Se pone los lentes de humano). Pero, me puse los lentes de ver humanos y aún no te veo. ¿Qué extraño? a ver… (Se cambia de lentes). ¿Epa, se fue? Monje: No. Lentista: Pero ¿Por qué no te veo con ninguno de mis lentes? Monje: No es fácil verme, es más sencillo sentirme. 69
Lentista: ¿Sentirte? pero ¿Por qué? No eres microbio, no eres humano, no eres mi espejo. Monje: ¡No, jamás me podrás ver con esos lentes! Lentista: ¿Y entonces? Monje: Yo no soy de aquí, soy de otro lugar. Vine en una misión, pero es una misión imposible… Lentista: ¡Ah! ¡Ya entiendo! (Cambia de lentes). ¡Estos, estos son! ¡Cuanto tiempo esperé para usarlos! Con estos si podré, son los que ven otras dimensiones. (Se los pone). Eso, te veo, te veo. (Brinca). ¡Oye! Si eres un... Monje: No lo digas. Ya no tiene importancia quién soy. Se suponía que ellos deberían reconocerme, pero no, prefieren la ausencia de luz. Lentista: ¿Ellos? ¿Quiénes? Monje: Pues la razón por la que estoy triste, los humanos. Están muy extraños, se disparan, se golpean, se humillan, se odian. Lentista: Sí, por eso prefiero ver microbios. Monje: En los humanos ya no hay fe, ni amor, ni esperanza, y mucho menos paz. Lo más triste es que no escuchan. Lentista: Pero si no escuchan, por lo menos ven. Monje: Ven, ven sólo lo que quieren, lo que les conviene, el resto ni les importa. Lentista: Mira, yo tengo muchos lentes, si se los ponemos podrán ver más allá de lo que quieren. 70 | Teatro para crecer
Monje: Es buena idea, pero yo ya tengo que irme, me dieron el día de hoy para lograr algo y no pude hacer nada por ellos. Así que tengo que volver. (Se levanta, se retira). Lentista: ¡Espero verlo pronto! Monje: Cuando ellos empiecen a buscar nuevamente la luz. ¡Es su decisión! escena ii (Entra Actriz 1 con el palo. Ve al lentista, lo ataca. Los dos corren).
Actriz 1: ¿Quién es usted? Lentista: Soy un señor que tiene muchos lentes. Actriz 1: (Se afinca en el palo). Si no me lo dice, no me doy cuenta. (Posición de defensa) ¿Qué hace aquí? ¿Por qué me persigue? Lentista: Yo no la persigo. Actriz 1: Claro que sí. ¿Usted cree que no lo sé? Usted, y ese monje, y todo el mundo me persiguen, me quieren hacer daño, todos están de acuerdo para hacerme sufrir. ¡Toda mi vida he estado huyendo! (Llorando) ¡Ya no puedo más! Lentista: (Se le acerca). Señora. ¿Quiere unos lentes? Actriz 1: ¡No! yo no quiero nada, sólo quiero ser feliz, estar en paz. Lentista: Y qué está haciendo para conseguir la felicidad y la paz que anhela. 71
Actriz 1: Lo mismo que todos ellos (Señala al público). Estoy esperando que Dios algún día se acuerde de mí, que me oiga. Lentista: ¿Dios, quién es ese? Actriz 1: Pues mi padre, el que me creó Lentista: ¿Y tú crees que tu padre se olvidó de ti? Actriz 1: Claro, no lo ve. No soy feliz, no tengo nadie que me ame y tampoco tengo paz en mi vida. ¡Esto es un infierno! Lentista: Infierno que tú misma creaste. Te has encargado de que tu vida sea eso. Actriz 1: ¿Qué, está loco? Si yo todo lo pongo en manos de Dios. Lentista: ¿Y tienes fe en él? Actriz 1: Claro, yo le rezo un rosario todas las noches (Muestra un rosario), lo invoco cada vez que tengo un problema, es más, hasta voy a misa todos los domingos y le prendo una velita de 5,00 Bolívares. Lentista: Eso no es fe. La fe es más que eso. Pero el problema es que olvidaste quién eres tú. Actriz 1: (Rie) ¡Me olvidé de quién soy! ¡Qué tonto! (Se afinca en el palo) a ver, y según usted ¿Quién soy yo? Lentista: Eres una creación insólita, única, necesaria y absoluta, que viene de la eternidad y va hacia su lugar de origen. Actriz 1: Mire, me está poniendo nerviosa, ¡Necesito un lugar dónde esconderme! (Busca desesperada). 72 | Teatro para crecer
Lentista: (Al público). Desde hace mucho tiempo la humanidad se esconde para no ver su verdad ni asumir su responsabilidad, pero es el momento que emerja de su envoltura y cual hermosa mariposa se transforme para lograr volar con sus propias alas (Suelta una mariposa o bailarina vestida de mariposa, hace una danza). Actriz 1: ¿Y eso es posible? Lentista: Completamente (Sale). Actriz 1: ¡Espere, espere, no me deje sola! Lentista: (En off) ¡Jamás estás sola! escena iii (Música. Entran los actores y el Lentista le va poniendo a cada uno los lentes. Van al final del escenario).
Paz: (Sigue la música. Salen con velas). “Yo soy la paz, a pesar de mi luz las personas no consiguen mantenerme encendida” (La apaga). Fe: “Yo me llamo fe, infelizmente soy superflua para las personas porque ellas no quieren saber de dios y por eso no tiene sentido continuar quemándome” (La apaga). Amor: “Yo soy el amor (Voz baja y triste). No tengo más fuerzas para quemar, las personas me dejan de lado porque sólo consiguen manifestarme para ellas mismas, y se olvidan hasta de aquellas que están a su alrededor” (La apaga). 73
Esperanza: “¿Qué es esto? nosotras debemos estar encendidas y consumirnos hasta el final, ¡Vamos, vamos!, no se dejen vencer, aún se puede hacer algo, ya verán que vendrán mejores momentos, el ser humano renacerá, se transformará y con ellos permaneceremos vivos” Todas: ¿Y quién eres tú? ¿Por qué hablas así? Esperanza: Yo soy la razón por la cual el ser humano aún existe ¡Soy la esperanza! (Enciende todas las velas. Música. Si hay danza se realiza mientra todos salen al escenario, desciende el monje con alas. abraza a la actriz 1 que se para en frente).
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HARAPOS EN EL ALMA
Harapos en el alma, muestra en forma simbólica los diferentes estratos sociales que conforman nuestro diario ir y venir. Da un vistazo a la manipulación de conciencias donde se olvida el otro y se busca el beneficio propio, donde se “vende” la verdad, la necesidad y la carencia, a muy bajo costo. Es una forma de mostrar y hacer conciencia sobre la manera en que se toman muchas de las decisiones en nuestra “bella sociedad” dependiendo de “a quién” hay que juzgar, dejando de lado la conciencia, abandonando la dignidad, fusilando la ética y la moral. Todos, todos, vivimos en esa realidad, que quizás no queremos ver y por eso nos ponemos caretas, que a la larga, nos golpea el alma al ser cómplices de ello, pero que sólo nos conformamos con llorar en un lugar, en un rincón, y luego cuando el “poder” nos vuelve a persuadir, salimos nuevamente al encuentro de otra víctima. Harapos en el alma, es un llamado a abrir los ojos y ver, no conformarse con mirar. Es entender que “se nos acaba el tiempo” es comprender que somos nosotros, seres humanos, los hacedores de nuestro porvenir. Nota: Las frases entre comillas son tomadas del Dr. José Luis Padilla Corral.
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personajes Mafiosos Juez Jurado 1, 2 y 3 Catira Hombre Voz en off: Indigentes 1,2,3,4 Damas de compañía 1,2,3,4 Cheo (Indigente) Vane (Indigente) Japonés Ruso Colombiano Gringo Árabe Poder
acto i (Apoyo de proyector. Muestra de fotos de indigentes, guerras, prostitución, poder, con voz en off).
Voz En Off: “Todo el dolor derramado por las buenas voluntades” (Foto). “Es constantemente justificado en el nombre de las verdades” (Foto). “Lo bueno de los unos es lo malo de los otros” (Foto). “Lo malo de los otros es lo bueno de los unos” (Foto). “Y 78 | Teatro para crecer
todos ponen la mayor voluntad para hacerse con el triunfo. Triunfo de cañones buenos de aliados” (Foto). “Ay humanidad que te llamas buena y justificas tus maldades” (foto). “Que no sabes lo que es bueno y conoces muy bien lo que es malo” (foto). ¡A ti humanidad! (Entra un Indigente, un Mafioso y una Dama de compañía. Todos perdidos). Indigente 3: ¿Hay alguien aquí? Voz En Off: “¡Ay humanidad que me dueles!” Mafia: ¿Hay alguien aquí? Voz En Off: “¡Ay humanidad que me sangras!” Damas de compañía: ¿Alguien me oye? Voz En Off: “¡Ay humanidad! ¿Qué será de ti? ¡Pobre humanidad!” acto ii escena i (Esta escena transcurre en una calle, en un lugar cualquiera, en cualquier rincón del mundo).
Indigente 1: (Al público). Epa chamo, deme real ahí, épale, usted, chamo, tiene cara de buena gente, écheme la mano, y dame algo pá comé. La verdá es que no he comío nada hoy, la vaina está muy dura (Se mira el estómago, lo golpea y le habla). Cállate, deja de fastidiá, te dije que hoy no había nada, te lo dije, pero tú no, todo el día gruñendo que da miedo. Ah pué (Fastidiado). Tá bien, 79
vamo a ve si consigo algo poray (Revisa unos potes de basura. Encuentra algo y come. Entra Indigente 2 e Indigente 3 peleando por una botella. Indigente 1 se esconde detrás del pipote).
Indigente 2: ¡Que me des un trago! Indigente 3: Que se espere, apenas me he echao uno. Indigente 2: Yo puse pa comprá esa vaina, que me de. Indigente 3: Pues yo también puse y puse más que usté. Indigente 2: Que me la de (se la quita). Indigente 3: (Resongando detrás de él) Yo puse más, lucido, lucido… (Indigente 2 sale de escena, Indigente 3 queda resongando y manoteando). Indigente 4: (Entrando). ¿Por qué peleas? Indigente 3: ¡Qué te importa! Indigente 4: Pues claro que no me importa, a mi que me va a importar usté. Psss, a mí lo que me importa es yo y mi barriga, usté no. Indigente 3: Entonces, váyase. O ¿Usté también me viene a robá? Indigente 4: ¿Qué le voy a quitá yo a usté? Si a mi no me importa usté ¿Por qué me tiene que importá? Si yo no le importo a nadie. Yo no le importo a (Señalando algunos del público) usté, ni a usted, ni a usté. ¿Verdad que no? ¿Verdad que no? Yo sé que no le importo al que tiene comía, ni al que tiene real, ni tampoco al que duerme calientito en su cama, 80 | Teatro para crecer
y mucho menos al que está allá arriba, en el poder; entonces, ¿Por qué a mi sí me tiene que importá ustedes? ¿Saben qué? Ustedes a mi no me importan (Al Indigente 3) y usté tampoco. (Sale molesto. Vienen entrando Cheo y Vane, tropiezan y los empuja). Nojómbrele, Quítensen. escena ii
Cheo y Vane: (Cantando). Yo sé bien que estoy afuera, pero el día que yo me muera sé que tendrás que llorar, llorar y llorar, llorar y llorar. Vane: No, esa no, esta que es mejor. Te compuse este paisaje, anda mi vida (Cheo la interrumpe). Cheo: Paisaje no, es pasaje. Vane: Entonces escucha, ahora sí. Te compuse este pasaje, (Cheo canta con Vane) Anda mi vida recordándote Juanita, mira, como te lo voy diciendo, no no, te compuse este pasaje. Cheo: Mira, adivina esta adivinanza: Tiene cuatro patas como el león, pero no es león. Tiene cola como el león, pero no es león. Tiene pelo como el león pero no es león. Ruge como el león, pero no es león ¿Qué es? Vane: ¡Oye, eso sí está pelúo! Aunque te lo contesto porque yo tengo un pos grado y un magíster en adivinanzas. Cheo: Dime pues. 81
Vane: Ese animal, amigo mío. Cheo: Arranca. Vane: Ese animal del que hablas, hermanazo, es (Hace un corto silencio), no lo sé. Cheo: ¿No lo sabe? Vane: No, no lo sé. Cheo: ¡La leona! (Rie a carcajadas burlándose de ella). Vane: (Lo mira molesta). A ver, adivíname ésta. Voy. ¿Por qué usted no puede señalá con este deo? (Muestra el dedo índice). Cheo: (Se rasca la cabeza. Mira su dedo índice y repite) ¿Por qué no puedo señalar con este deo? Vane: Con ese no, con este, mire, con este (Mostrando el de ella). Cheo: Mire, amiga, se está luciendo, oyó, se está luciendo. ¿Sabe qué? no lo sé. Vane: ¿Sabe por qué uste no puede señalá con este deo? (Cheo niega con su cabeza). Porque es mío. (Rie a carcajadas. Tropieza con Indigente 3). Cheo: ¿Epale y usté qué hace ahí? Indigente 3: Váyase, no me moleste. Déjeme tranquilo, yo no le importo a nadie. A nadie le importo. Vane: Vamonos, éste está amargao. (Cantan juntos) te compuse este paisaje, anda mi vida (Cheo la interrumpe mientras desaparecen de escena). Cheo: ¡Pasaje! 82 | Teatro para crecer
Vane: Pasaje. Anda mi vida recordándote... Indigente 1: (Buscando en el pipote. Se cae dentro). Ay, ay, auxilio. Sáquenme, sáquenme, ayúdenme. Indigente 3: ¿Por qué la voy a ayudá? si a mi nadien me ayuda, a mi nadien me quiere, yo no le importo a nadien. (Sale levantando los hombros. Danza contemporánea coreografía de indigentes. Sacan al Indigente 1 del pipote. Salende escena. Se llevan el pipote).
acto iii (Salón de convenciones de cualquier lugar en una mesa sólo siluetas detrás de una tela blanca. No se distinguen rostros. Cada personaje habla con acento de su país).
Gringo: Propongo que firmemos hoy el documento que nos comprometa con la paz mundial. Somos la esperanza de muchas personas. Y si alguien se interpone en este ideal, en nombre de la paz, tendremos que combatirlo. Japonés: Mi país y yo estamos de acuerdo. Hagamos el tratado, todos daremos si es posible hasta nuestra vida por la paz del mundo. Y la vida de los que sean necesarios. Ruso: Considero que también debemos firmar un tratado de seguridad mundial, para brindar a cada persona la seguridad que se merece. 83
Árabe: Señores, no debemos dejar de lado la igualdad para todos; desde hoy en adelante todos los seres humanos tendrán los mismos derechos, sin importar raza, credo, o religión… Colombiano: Mire hermano con nosotros puede contar. Todos debemos estar más unidos que nunca. Poder: Ja, ja, ja, (Todos quedan inmoviles) ¡No sean tontos! Si ustedes saben que eso ni les preocupa, ni les interesa. En el fondo no es eso lo que quieren. Ustedes están hambrientos de devorarse unos a otros, cada uno quiere dominar, ser el más importante, quieren manejar a cada persona a su antojo. Eso es lo que ustedes buscan. Y aquí estoy yo, para complacerlos. (Al público) ¿Qué? que ¿Quién soy yo? (Pausa mientras sale de la tela y se coloca frente al público) Yo, señores, soy el ser mas importante de todas las generaciones pasadas, presentes y futuras. Por mí ellos mienten; por mí todos se pelean; por mí las personas son capaces hasta de matar. Todos están ansiosos de tenerme en sus manos. Pero sin más preámbulo, permítanme presentarme: (Se arregla el sombrero, la ropa, se sacude) Yo soy ¡el Poder! (Hace una venia. Las damas de compañía salen a abrazarlo, lo llevan a una silla. Lo atienden estilo arabe. Se levanta el japonés. Busca en varias partes, se sienta. Todos lo miran). 84 | Teatro para crecer
Gringo: ¿Qué pasa? Japonés: No, nada. (Sale por delante de la tela buscando). Ruso: ¿Pasa algo? Japonés: Juraría que alguien más está aquí. Siento como si nos observaran. Árabe: ¡Tonterías! Nadie puede burlar nuestra seguridad. Sigamos en lo que nos interesa. (Se congelan todos). Voz en off: “¡Ay, humanidad! Que pretendes combatir el poder y lo malo, haciendo de tu voluntad una daga intransigente que siempre termina en el pecho de cualquier inocente”. (Todos recogen sus papeles, se abrazan y salen. Detrás, el poder rodeado por todas las mujeres. La tela desaparece).
acto ii escena i (En la calle).
Catira: ¡Ey, negro! ¿Tu no has visto a un guapo de carro fino por ahí? Hombre: No, yo no he visto a nadie. Pero estoy yo. ¿En qué te puedo ayudar? mamita. Catira: Mira moreno, no te pongas así conmigo porque no respondo. Yo soy lo más bello de por aquí y para que estés conmigo no puedes andar a pie. 85
Hombre: No, mamita, yo tengo allá mi nave. Vamos y lo compruebas. Catira: (Al publico. Este tipo que se cree, que yo soy barata). Está bien pelao, pero de todas maneras veamos, que se trae. (Al hombre) ¿Qué tú dices, que tienes allá un carro fino? A ver, muéstrame por donde. Hombre: Sí mi amorcito, por allá. (Intenta agarrarle la nalga, la catira le quita la mano. Va al público). Ésta se me está haciendo la dura,
como si yo no conociera las de su clase. Pero no la pelo, ya van a ver. Catira: Mira moreno, yo no veo nada. ¿Tú como que te estás burlando mío? Hombre: No, mi vida ¿Cómo crees? Jamás yo te haría eso. Pero deja el estrés. ¿Qué tal si nos divertimos un rato? Catira: Bueno, vamos, pero eso sí, me llevas a un buen lugar, a una buena discoteca. Hombre: Claro mami, (Salen abrazados) ya verás, la vamos a pasar de lo mejor. (Mira al público) Se los dije, maldito físico. escena ii (Discoteca. Música de fondo. Las meseras y el portero arreglan el lugar. Tres mesas con sus sillas y un letrero muy grande que dice “Se reserva el derecho de admisión”. Música. Entra la Catira con el Hombre, les toman el pedido. Llegan los Mafiosos a una mesa, les toman el pedido. Entran algunas Damas de 86 | Teatro para crecer
compañía a quienes los Mafiosos brindan. Entra el Poder, todos lo observan, llama a las meseras, les entrega algunos paqueticos con polvo blanco para que los reparta entre los asistentes. Se levantan algunos a bailar. Con una música jocosa entra el Indigente 1 y comienza a bailar. La gente se aparta de la pista y avisa a un vigilante para que lo saque. El Poder deja caer dinero al suelo, todos se tiran para recogerlo. Suena una sirena de policía, todos corren. Oscuro. Se llevan las sillas).
escena iii
Indigente 1: (En la calle. Entra cayéndose como si lo empujaran. Cae, se levanta y se limpia). No hombrele ¿Por qué me tiras? (Manoteando y reclamando), ¿Por qué me tratas como a un perro? ¿Acaso que yo no soy persona? (Mira al cielo) ¿Y tú, por qué dejas que me traten así? ¿Por qué me has olvidado? ¿Es que no tengo lugar en este mundo? ¡Mírame, mírame! Vivo en tu mundo, en tu creación, pero me olvidaste y tu olvido es insensato de dolor. Me abandonaste, te alejaste, y yo me perdí ¡Me perdí! Te borraste en mi pensar, fuiste ayer, y ahora estoy sola, buscando un futuro que no existe, porque te llevaste mi sentir, porque arrancaste el aliento de mi alma y dejaste vacío mi espíritu. Te alejaste, y ahora, ya 87
no sé quién eres, dónde estás, y tampoco sé quién soy, ni a dónde voy… (Suena la policía. Sale corriendo. Oscuro). Voz En Off: “Ay humanidad que has colocado en mi pecho una rosa sin pétalos llena de espinas. Dime ¿Qué has hecho contigo y conmigo para que seamos enemigos?”. acto iv escena i (Una sala de juicio. Entran los Indigentes empujados y se sientan en el piso. Los Mafiosos entran en fila se sientan en sillas. El Jurado 1, 2 y 3 de pie y el Juez en su estrado).
Juez: (Golpea la mesa). ¡Silencio! Entramos en sesión. Hoy presenciamos un juicio doble. ¿A los Indigentes de qué se les acusa? Jurado 1: De estar día y noche vagando en las calles. Jurado 2: De estorbar en la vía pública. Y de merodear las propiedades privadas. Jurado 3: De entrar en los lugares donde no se les permite. Jurado 1: De dar malos ejemplos a los niños en las calles. Jurado 2: De quitarles los desperdicios a los perros. Jurado 3: De comer porquerías. Jurado 1: De no tener una familia. 88 | Teatro para crecer
Jurado 2: De andar malolientes y mal vestidos. Jurado 3: De sentarse en los bancos de las plazas. Jurado 1: De pedir. Juez: (Señala a los Mafiosos). Y a esos otros ¿De qué se les acusa? (Entra el Poder todos quedan congelados. Coloca dinero en sus manos y desaparece). Jurado 1: No lo sé, sólo se les ve con una maleta negra. Jurado 2: Supuestamente cargan algo en la maleta, pero no está comprobado. Jurado 3: Yo no los he visto, pero dicen que trafican con menores. Jurado 1: A mi no me consta, pero me contaron que visitan sitios nocturnos con algunos paqueticos. ¡Eso no es delito! Juez: En vista de todas las pruebas presentadas por el jurado, este tribunal decide: Los Indigentes, serán sentenciados a 5 años de prisión, por perturbar el orden público y ser personas no gratas dentro de la sociedad, considerando que hacen un daño a la moral y a las buenas costumbres. Y los otros señores (Se congelan todos, entra el Poder con una maleta que coloca sobre el estrado del Juez y desaparece. Se descongela el Juez abre la maleta, ve su contenido, la cierra y continúa) por no haber pruebas suficien-
tes, están declarados inocentes. Se levanta la sesión. (El Juez sale llevándose la maleta. 89
Detrás sale el Jurado. Los Mafiosos y los Indigentes).
Indigente 2: ¿Y quién está más perdido? ¿Quién le hace más daño a esta bella sociedad? Contésteme, contésteme. (Baile de Mafiosos. Se sugiere la canción Torre de Babel de David Bisval y Wising y Yandel).
escena ii (Cheo en medio del escenario vestido de mafioso, solo, llorando de rodillas. El Poder entra y le toca el hombro).
Cheo: ¡Déjeme! ¡No lo quiero más en mi vida! Poder: ¡No digas tonterías! Cheo: Así es, usted ha desgraciado mi vida y la de todos. Poder: ¿Desgraciado tu vida? Si yo más bien hice de tu inútil vida, algo valioso. Cheo: ¡No es cierto! Poder: ¿No recuerdas? Tú una vez fuiste uno de esos inútiles recoge basura. Cheo: ¡No, no fue así! Poder: ¿No recuerdas? Yo te saqué de las calles, y te di fortuna. ¡Mírate! Lujoso sombrero, buena ropa, buen perfume. Cheo: Y mataste a mi compañera. Poder: Ella era sólo un estorbo. No te dejaba surgir. Cheo: ¡Aléjese de mí! Poder: ¿Te duele, por qué? Si sabes que es verdad. 90 | Teatro para crecer
Cheo: Por tu culpa yo hice perder a miles de inocentes. Poder: ¿Perder?, dices ¿Perder? Si tú sabes que ellos ya estaban perdidos. Cheo: Sí, pero yo ahora me siento culpable. Poder: ¿Culpable de qué? ¿De ser mejor que ellos? ¿De poder superarles? ¿De no ser más un recoge lata? ¿De tener dinero? Cheo: No, no de eso. De robarles los sueños, de robarles la inocencia, de robarles la vida. Poder: No, querido, recuerda, tú no les robaste nada, sólo se las hiciste más fácil. Cheo: Y yo ahora sufro por eso, lloro y lo lamento. ¡Me duele lo que he hecho! ¡Esa pobre gente! Poder: ¿Gente? ¿Llamas a eso gente? Si son despojos humanos que vagan en el mundo. En vez de alma, llevan harapos. Cheo: Así como yo, vago en mi ambición. Un despojo es lo que soy ahora, un despojo humano con dinero y más nada, porque no tengo un futuro, ni familia, no tengo una mano amiga que me acompañe, traicioné por mi avaricia, y ahora solo soy un pobre rico. Poder: ¡Va! Ya no me importas ¡Eres débil! Cheo: ¡Vete, vete! Ahora estoy en espera de una mano amiga que me sostenga, que aunque esté vacilante, la pueda tomar. El perdón de ese ser que una vez humillé, que me toque y que me quiera por lo que soy, no por lo que tengo. 91
Indigente 1: (Le da la mano al Mafioso). Tú y yo somos indigentes de la vida. Vagamos en ella sin un norte. ¡Nos perdimos! Tú en el dinero, yo en la calle y el vicio. En la vida fácil. Cheo: Todos lo seres humanos nos perdemos fácilmente en la aparente y cruel mentira que nos pinta una falsa careta que nos lleva a creer que esto (Muestra el dinero en sus manos, tira su sombrero), es vivir. Indigente 1: (Mafiosos, Damas de compañía e Indigentes van saliendo a escena con máscaras).Y ahora estamos en la espera de una esperanza, de un rayo de luz que alimente nuestro espíritu y nos recuerde ¿Quiénes somos? Todos: Porque la vida espera por nosotros. (Empieza a descender la luz. Se van quitando las caretas). Poder: (Vestido de blanco). La vida espera por ellos, y por ustedes también. Perdidos, todos perdidos, indigentes de la vida, con harapos en el alma. Pero, no se rindan, aún hay mucho por hacer. ¡No están solos! Tira en el camino tus fracasos, tus miedos, tu ego. ¡Despójate de tus harapos! Retoma tu vida donde la perdiste, y vuelve a empezar. (Se va retirando, de pronto regresa). ¿Qué? ¿Que quién soy yo? El verdadero poder; el que mora dentro de ti. (Van caminando por el público y a medida que pasan se despojan de sus harapos. Acompañar este final con música y si es posible con un video o presentación de diapositivas sobre indigentes). 92 | Teatro para crecer
Ă?ndice
Catarsis
11
TravesĂa en claroscuro
33
Metamorfosis
53
Harapos en el alma
73
Se terminó de imprimir en junio de 2014 en el Sistema Nacional de Imprentas Mérida — Venezuela La edición consta de 300 ejemplares impresos en papel Bond 75gr
Teatro para Crecer, es un compendio de obras teatrales contentivas de temas reflexivos, con puertas abiertas al análisis desde toda perspectiva, que permite desmenuzar, el contenido complejo que las mismas representan, a través de las frases y la simbología utilizada, tanto en personajes como en situaciones, manejadas de forma metafórica, representan la cotidianidad de nuestro entorno. La inclusión de diferentes aspectos en forma simbólica, ha dado la posibilidad de expresar a través del teatro, la problemática interna por la cual está atravesando el ser humano.
Iris Valero (Mérida, 1970) Licenciada en Educación y Terapeuta en Medicina Tradicional China. En 1990 Coordinó la página Brújula Cultural en el Diario Frontera, y en el Correo de los Andes desde la Casa de Teatro “Rafael Briceño”, donde además recibió talleres formación teatral. Coordinó la Carreta de la Alegría, institución donde se formó en el área de títeres, bajo la tutela de Armando Chalbaud. En el 1998 pasa a formar parte del equipo de trabajo del Palacio de los Niños, donde funge como Coordinadora de talleres y más tarde en la Fundación Peripecia. Dictó Talleres de Crecimiento Personal en la Fundación Ami y colaboró en los artículos de la página Gotas de Luz de esa institución, publicados en el periódico Correo de los Andes. En 2004 inicia su labor como docente de teatro en el Colegio San Juan Bosco, donde además asume la dirección de los Grupos Estables Infantiles y Juveniles Mannuuya Teatro, escribe para el grupo juvenil la primera de sus obras teatrales Catarsis y la dirige para el Festival Estudiantil de Teatro de Mérida, logrando ocupar desde entonces y durante diez años premiaciones entre los tres primeros lugares, y reconocimientos como: Mejor Directora, Premio a la Dramaturgia, Mejor Puesta en Escena, Mejor Vestuario, Mejor Coreografía, Mejor Escenografía, entre otros. Funda el Festival Estudiantil de Teatro del Colegio San Juan Bosco Garuando, el cual lleva 9 ediciones. En el 2006 representó al Estado Mérida en la Muestra Nacional Estudiantil de Teatro en Portuguesa con la obra de su autoría Metamorfosis. Funda el Grupo de Teatro del Liceo “Ezequiel Zamora” de El Arenal en el 2010, agrupación con la que ha representado al Municipio Libertador en encuentros estadales en los años 2013 y 2014. Actualmente labora en ambas instituciones educativas y se desempeña como Enlace de Cultura de la Parroquia Arias por el Ministerio de Educación. Cuenta con una producción de 18 obras todas puestas en escena.
I SBN 9 7 8 - 9 8 0 - 1 4 - 2 4 6 9 - 7
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