R e v i st a mu lt i c u ltu r a l d e Pate r n a d e R ive r a
Número dedicado a Dolores “La Petenera”
Núm. 9. Agosto 2016. Revista trimestral. Precio: 1 €. Amigos de Impresiones: gratis.
© Impresiones Núm. 9 Agosto 2016 P ater n a de R i v e r a Coordinador: Juan F. Sánchez Benítez Secretario: Fernando Sánchez Moreno Consejo redactor: Andrés Carmona Blanco
Alberto Romero Cortés Juan F. Sánchez Benítez MªGloria Sánchez Benítez Fernando Sánchez Moreno
Coedita: Asociación Cultural Impresiones Ayuntamiento de Paterna de Rivera
Diseño y maquetación: Juan F. Sánchez Benítez Ilustración de la portada: Andrés Carmona Blanco Ilustraciones: Andrés Carmona Blanco
Fotografías: Alberto Romero Cortés Imprime: Impresiones Envío de colaboraciones y sugerencias: impresiones.paterna@gmail.com www.facebook.com/ImpresionesdePaterna *Esta revista no se responsabiliza de las opiniones expresadas en sus distintas colaboraciones
Depósito legal: CA 184-2014
ISSN: 2341-3816
IMPRESIONES
INDICE
EDITORIAL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 IMPRESIONES PATERNERAS ENTREVISTA A MARÍA LUISA MENA, . . . . . . . . . . . . . 10 SENTIRSE PATERNERO, Soledad Romero. . . . . . . . . . . . 19 IMPRESIONES EN VERSO M.J. Barrios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 IMPRESIONES ARTÍSTICAS EL AGUADOR DE SEVILLA, Andrés Carmona. . . . . . . . . . . . 25 VISTA DESDE LA VENTANA EN «LE GRAS», Alberto Romero. . . . . 26 IMPRESIONES INFANTILES CERVANTES, EL ESCRITOR FAMOSO, Adama Sánchez. . . . . . . . 28 CERVANTES. UNA CIUDAD MÁGICA, Marina Reyes. . . . . . . . . 30 LA VIDA DE CERVANTES, Jesús Barea. . . . . . . . . . . . . . 33 LETRAS QUE IMPRESIONAN RECUERDOS DE PATERNA, Juan José Vilchez, . . . . . . . . . 38 INTRUDER-W. LUCHA O MUERE [VII], Alberto Romero. . . . . . . 40
MINIMPRESIONES ¿TE IMPRESIONA QUÉ...?, José
Cabrales.
IMPRESIONES MUSICALES PETENERA, EL CANTE MÁS NEGRO,
Zara Ruiz Romero.
IMPRESIONES GASTRONÓMICAS EN TORNO A UN TAZÓN DE CARACOLES, PROYECTOS QUE IMPRESIONAN ¡ESTÁS EN TU CASA! Marisol
. . . . . . . . . . . 42
. . . . . . 47
Paqui Rodríguez Moreno.
Valle Macías.
. . 63
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E D I T OR I A L
S
omos responsables del menú cultural que nos metemos entre neurona y neurona.
Un día como otro cualquiera haciendo zapping de un canal a otro, te topas con esta frase y entonces te das cuenta de que es perfectamente aplicable a la familia de Impresiones y a su filosofía, donde no nos conformamos con lo que nos ofrecen, sino que queremos ofrecer, recuperar, rebuscar, rescatar… A lo largo de los números que han salido de nuestra asociación, hemos podido ver que somos muchos los que compartimos esa frase y es un privilegio que pasen por Impresiones y que sean tan generosos, participando en nuestras publicaciones y actividades. Os ofrecemos un nuevo número, el 9, el número de la persistencia, de la generosidad y de la capacidad de empuje. Con toda nuestra ilusión y poniendo por delante que es vuestra, de todos los que hacéis posible con vuestras aportaciones y con vuestro apoyo que salga cada tres meses. No es nuestra, sino de todos, nosotros sólo somos conductores de esta aventura y en cierto modo queremos que entre neurona y neurona vaya un poco de nosotros, de Paterna, de lo nuestro,.. Un poco de todos. Nos hacemos responsables de que cada vez intentamos poner nuestra mejor versión, el listón está más alto y que cada vez pretendemos que nuestra gran familia, esa que le pica el gusanillo de la cultura, crezca y aporte más. 7
Tampoco queremos olvidarnos de aquellos que intentan ponernos las cosas difíciles, ya que simplemente nos dan fuerzas. No perderemos el norte, nuestro objetivo está en llegar a esas neuronas sedientas de conocimiento y cultura y seguiremos contra viento y marea. Cuando el viento no sopla a favor, no importa, remaremos con más ímpetu, además os agradecemos que cada vez somos más para remar. Gracias a todos los que nos eligen y confían en nosotros y os invitamos una vez más a descifrar la revista que tenéis en vuestras manos, la número 9. Pasen y vean…
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IM PRESION ES paternera s
E N T R E V I S T A Maria Luisa Mena, mujer paternera y queriendo su pueblo. Vecina toda la vida Rufino de Paterna, a la cual yo le dedico estas líneas. Es una mujer a la que le tengo mucho cariño y respeto. Siempre recuerdo con alegría cómo cantaba los romances y la escuchaba cuando hacía las faenas de su casa. María, el tiempo pasa, los años vuelan, pero los recuerdos siempre quedan. De las coplillas que tú cantabas, como los romances tan bonitos y llenos de historia o aquellos villancicos callejeros, y cómo no, las coplillas de las garbanceras. Mujer con sabiduría y memoria, ya que tenía la inteligencia de saber cientos de coplas, como he comentado antes. de
María, vecina mía, tu cante es petenera, pero tiene sabiduría con los romances y garbanceras.
Rufino
de
Paterna
María Luisa Mena
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IMPRESIONES: ¿Quién es María Luisa Mena Bernal? Mª LUISA MENA: Nacida en el año treinta en Paterna y en Paterna estoy, toda mi familia es de Paterna y la de mi marido igual. Estamos todos casados, bautizados todos en Paterna. I: ¿Su madre le dio a luz aquí en Paterna? M.L.M.: Sí, aquí mismo en Paterna, mi madre trabajó mucho, trabajó mucho la pobre, era muy duro en aquellos años. Trabajó mucho para criarme a mí y a mi hermano porque mi padre murió cuando yo tenía ocho años. Éramos cuatro: tres varones y yo hembra nada más, pero los otros estaban casados ya, cuando la guerra estaban los dos en la guerra, y el chico era muy chico como yo, tenía cuatro años más que yo. También ha muerto, ya estoy sola. I: ¿Y cómo recuerda usted los tiempos de después de la guerra? M.L.M.: Oh, ¡qué malos!, cuando yo iba a entrar en el colegio, iba a entrar con ocho años, y entonces mi madre ganaba dos pesetas todo el día lavando. Qué eran dos pesetas, las cosas eran muy baratas, pero menos eran dos pesetas. Y entonces en vez de ir al colegio vino una mujer por mí para el campo, para hacer de niñera y me tuve que ir porque es donde tenía la comida segura. Yo no ganaba na, cinco años sin ganar ni una chica, me compraban una ropa y unos zapatos hechos en el zapatero que me duraban to el año y la comida y ya está. No vi nunca el colegio ni de lejos, me tuve que ir de niñera y la niña pesaba más que yo. Y leo, mu malamente pero vamos las letras estas las leo bien (nos recita un romancero), había un hombre inválido en el campo que me decía «si sabes más que yo con ocho años que tienes [risas], y otro que decía; Curro el de los reyes Que a todo camela…
I: De juegos, entonces, Mª Luisa, ¿había poco, no? M.L.M.: Yo de juegos, no he jugao na, por que cuando salí de cuidar a la niña me mandaron a guardar cochinos, acarrear cántaros de agua, que tenía que ir muy lejos. Y no podía con los cántaros, no podía echarlo a la aguaera, le daba la vuelta a la mula y echaba uno, y no podía con los cántaros. Los cántaros eran grandes para que entrara mucha agua, y yo pasaba tela. Tenía que ir en yegua, donde está la Mesa del esparragal, pues detrás. En verano sobre todo, todo el día trayendo agua. Un día la yegua tirando para la cuadra y yo para fuera, y le di un tirón y empezó a subir corriendo 11
y yo agarrá a la crin y le cerraron la puerta y se paró delante, si no me da en el techo de la cuadra. Por eso te digo que he pasado, un trabajo muy duro, desde chica trabajando. Después me casé y mi marido trabajaba más de lo que podía y desde entonces no nos faltó de nada, pero mucho trabajo. I: ¿Amigas había? M.L.M.: Amigas sí, pero no podía hablar una con nadie, si no tenía tiempo. Si no se descansaba ni de noche ni de día, de día trabajando y de noche, pues había muchos remiendos en la ropa. Comprábamos tela y de noche con aquella luz haciendo remiendos. I: ¿Recuerda si venían por el pueblo circos, teatros…? M.L.M.: Sí, me acuerdo que vino una vez a la plaza un hombre que le decían Manolo Reyes, era mariquita con una flor en la cabeza [risas], pero eso muy pocos, eso sería sobre los años cuarenta. Por aquellos días recuerdo que me pusieron una vacuna y se me puso el brazo todo hinchado, y me salieron de granos..., y el médico dijo que la vacuna estaba mala, no pase ná. En fin mi vida ha sido muy trabajosa, he trabajao mucho, con muchas ganas de trabajar y cantar, y con mucha salud. Y he criado a mis hijos sin pegarles ni na, mi hijo el abogado lo dice, yo no he visto a mi madre ni enfadá con nosotros, porque yo siempre he estado contenta con lo que he tenido. I: Nosotros los más jóvenes conocemos a Rufino, El Perro, Frasquitín por nombrar a los más destacados, ¿recuerda usted a algún cantaor de esa época? M.L.M.: No, no recuerdo si estaba ya casada, nos íbamos al campo a coger caracoles, algodón en fin, no había tiempo para ver nada. Y las coplas que yo sé, pues venían un hombre y una mujer cantándolas. Por entonces no había radio. La cantaban para que tú cogieras la toná, y la compraras. Me la llevaba leyendo cuando iba por agua y cuando volvía ya me la sabía yo y no se me olvidaba. Eso valía muy poco, yo la compraba porque a mí me gustaba. Siempre iba con una mujer que ya se ha muerto, y le decía: «ya me la sé yo», y me decía: «pues yo no». Se ha muerto y no se acordaba de las coplas, y yo le decía: «Juana esta, Juana la otra», y me decía: «es verdad, qué memoria tienes», ella no, ella de na. Mira, vino una a mi casa un día que estaba aquí en Paterna, la Sombrerera, llegó del médico 12
y me dice María me voy a sentar un poquito porque vengo cansá, y me contó un refrán, y aún no se me olvida. I: Es conocida por la persona que más romances sabe del pueblo, Rufino siempre lo refiere. ¿Recuerda el primero que usted aprendió? M.L.M.: Ojú, como son tantos, por ejemplo este: Al pasar por Casa Blanca Pase por la morería Había una mora lavando Al pie de una fuente fría Apártate mora blanca Apártate mora linda Deja beber a mi caballo agua fresca y cristalina No soy mora caballero, que soy de España nacida Me cautivaron los moros día de pascua florida Si quieres volver a España aquí en mi caballo irías Y los pañuelos que lavo donde los echaría Los de seda y los de hilo en mi caballo irían…
I: Ahora se van mucho a hacer la temporada a Francia mientras la familia espera aquí, ¿cómo eran las temporadas en aquellos años? M.L.M.: Nosotros hacíamos las temporás por aquí, nos pasábamos to la temporá en esta finca y en la otra pero por aquí, y nos íbamos todos. Mi marido nunca se fue, porque mi marido ganaba, en su casa aquí, como siempre ha trabajado por su cuenta, ha ganado aquí pa que sus hijos no pasen hambre, yo he vivido muy bien con mi marido sin peleas, mis hijos muy bien hartos y limpios. Estaban aquí en la escuela un maestro que había aquí que era maestro y alcalde, don Manuel, y me dijo: «María me han dicho que los niños son muy listos, mándemelos usted». Los mandé, todos los días dos reales, sentados en el suelo porque, bueno, no era una escuela como hoy. «Usted me dice cuanto me va a llevar que son dos, mi Fernando y mi Francisco, me dijo: «tú me los mandas y después 13
ajustaremos cuentas» y bueno se los mandé. Tenían dos mudas la guardá y la de salir, y agarré y le compré la tela y le hice dos camisas y dos pantalones iguales, después de la que tenían. Y un día llegó el inspector de los niños y le decía: «don Manuel tiene usted los niños más ricos del pueblo». Le contestó: «se equivoca usted, los más pobres, estos dos, la casa en que viven es chica y alquilá. Tierra no tienen, ni una maceta, ahora son de los mejores que tengo aquí». Y cuando acabó el verano fui a pagarle y me dice: «no me debe usted nada». I: La caza furtiva también ha sido un apoyo económico importante en la familia, ¿cómo era? M.L.M.: Ponían las perchas en invierno en la besana y cogían los pájaros chicos, cuando se acababan los pájaros chicos cogían zorzales, los cepos para los conejos, cuando hacía levante los lazos. Cuando ya no había nada, más adelante, cogíamos cogollos en verano, con la cepa, eso lo conoce el que la hecho. Mi marido era delgado pero muy fuerte y yo a la par de él. Cortaba la cepa y la tiraba, después iba yo a hacer el montón. En fin, todo en el campo si no iba por carbón era a por agua para beber, a la par de él tenía que estar yo. En el campo, por aquel entonces, no había casa, era una choza y no había nada más que hacer que trabajar. I: ¿Se metía mucho la guardia civil con las perchas, cepos…? M.L.M.: Claro, eso no podían ponerlos. Un día llegó uno a mi casa para que se fuera mi marido de guarda, pero no se fue por que el no servía, ni él ni ninguno de sus hijos. No servían, si te veían para quitarte las perchas y las cosas él no servía. Le dijo: «mire usted, no me busque usted para guarda que yo de guarda no me voy porque no sirvo». Y este le dijo: «pues yo soy guarda por el pan de mis hijos». «Usted vale pero yo no», ―le dijo―, «yo he estado todo el año en tus tierras poniendo las perchas y no has sido capaz de cogerme». I: ¿ Y el contrabando cómo era? M.L.M.: En mi casa de contrabando no, pero eso había mucho, claro. Iban a Algeciras y venían con la maleta cargá de tabaco o de lo que fuera por medio del monte con bastones pa no caerse en las piedras con la oscuridad. Y había gente que se escondían y gritaban: «¡La guardia civil!» y claro, tiraban los paquetes porque si 14
lo cogían se lo quitaban igualmente y los multaban, entonces estos aprovechaban para cogerlo. Una vez iban dos y uno tiró la maleta pero el otro, un hombre más endeble no la tiró, el hombre más chico que había en Paterna, conoció al otro en la voz y lo esperó. Cogió la que tiró el compañero y le puso el pie encima y esperó que llegaran a recogerla y cuando fueron a echarle mano le dio un palo y le partió el brazo, todo el mundo supo quien era al verlo en Paterna con el brazo partío. Aquí la vida era muy mala entonces. I: ¿Cómo era el papel de la mujer en aquellos tiempos? ¿Le hubiera gustado nacer en estos tiempos? M.L.M.: Con mucha vergüenza sí, había más respeto que ahora. A mí nunca los siete me dieron problemas de faltarle a nadie. Mariquita de Ana Corro siempre me lo dice: «qué bien has educado a tus hijos, y qué buena gente son y tus nietos». La vida era más dura: jocifar de rodillas, con un palmito y arena, no es como ahora con la fregona, pero vamos que aunque fuera más duro, me gustaba más el respeto y las cosas de antes que de ahora. Había más vergüenza, menos libertad y eso de que todo el mundo se mete con la gente, por aquel entonces no. Mi hermano, en verano, dormía con la puerta abierta con la cabeza en la acera, ahora no se puede hacer eso porque el primero que pasa te da una patá en la cabeza o te choca. Era más mala por el trabajo duro, de menos dinero pero era más tranquila, pero ahora lo que hay ahora por dios. ¿Porque esto cuando lo van a arreglar? ¿Tú lo sabes cuándo van a arreglar esto? Esto no lo arregla nadie. Te voy a recitar otro romance para terminar: En el barrio de Madrid, un matrimonio vivía. Un niño de siete años que era todo alegría. El niño se fue a la escuela, y el niño no regreso Su padre fue a buscarlo, y nadie sabia Este niño se fue al muelle, y en un barco se montó Cuando vino a darse cuenta se encontraba en Nueva York. 15
Como era tan atrevido en un café se metió, el niño hablo con el dueño y colocado se quedó. Cuando el niño fue mayorcito y juntó alguna fortuna empezó a escribir cartas, sin contestación ninguna. A los dieciocho años a Madrid se trasladó, preguntando por sus padres, y nadie le respondió. A los veinte años este joven se casó, en seguida tuvo un niño que era toda su alegría. Entonces recordaba lo que sus padres sufrirían. Metieron una niñera que el matrimonio eligió, sin saber que era su madre y el caso se descubrió. Llorando la vio cuidando del niño. ― Señora por que llora. — Pues se lo voy a decir: que su hijo se parece a uno que yo perdí. — ¿Es que acaso se le murió? — No señor, no se me murió, que se perdió. — ¿Y como se llama ese niño? — Juan Roblado Zamorano, como yo. Al escuchar estas palabra él muerto se quedó.
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— Hijo de mi alma, hijo de mi corazón, siendo tu madre tan buena. Y tu padre que mataste de sentimiento y pena. — Ya se te acabo el trabajo el tormento y la fatiga. De nada te faltará mientras tu hijo te viva. I: Muchas gracias Maria Luisa.
María Luisa Mena
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S E N T I R S E PA T E R N E R O
por
P
S oledad R omero
aterna mi pueblo, mi hogar y donde vive mi gente. No hay orgullo más grande que sentirse paternero. A cualquiera que no lo sea le invito a adentrarse en estas tierras donde cada persona te contará su propia historia de lucha y entrega a sus amigos. Donde además, cada callejuela recuerda una leyenda del pasado, de sus fiestas y de cultura. En Paterna, los pies dejan huellas al pasar y renuevan los ojos sus lágrimas de emoción porque en cada rincón oirás una guitarra que a su son da paso a las noches iluminadas con faroles de estrellas y Luna. Aquí se canta con los ojos cerrado porque aquí se canta con el alma. En mi pueblo no podrás despegar tu mirada porque él es hermoso, él es poema, en él se encuentran fotografías de calles pequeñas llenas de encanto pero de gente con gran corazón de esta tierra de cantes, gente acogedora, con pasión y tradición en las fiestas. Imágenes de campos donde caminar, con fuentes, manantiales y pozos donde refrescarse y descansar. En estas calles tranquilas donde corrió mi niñez y donde maduro mi juventud, quisiera vivir para siempre, bajo el cielo de mi pueblo que me vio crecer. Mi pueblo de viento con carácter al paso del Levante, aire que alborota en los esplendidos campos con ganadería de raza que dejan una bella imagen bajo el cielo azul, con molinos de viento al fondo «qué bello es vivir aquí». 19
Su historia esta llena de idas y venidas de gente y de cultura, pero de cultura auténtica que dejaron huella en el tiempo. Este pueblo que revolución y lleno de leyenda un palo del flamenco, con gran destello en el pasado y en el presente con grandes cantaores. Cuando lejos estoy una oleada de recuerdos de su iglesia, de sus plazas… me invaden de nostalgia, echándole de menos. Así pues cuando regreso y me voy acercando, veo sus casas, me inundan con emoción un pensamiento «ya voy llegando». Compleja pero intensa, llena de sabiduría, de agua curativa que atrajo a Reyes y plebeyos, medicina para el alma, con su habla autóctona, su rica gastronomía… te quiero con el corazón en la mano.
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IM PRESION ES en verso
M. J.
B A R R I O S
E L
T I C - T A C
D E
L O S
A Ñ O S
Después de tiempo serena me siento en la puerta abriendo mis ojos a un paraíso repleto de estrellas. Desde el umbral, el ayer sisea y con nostalgia viajo a cuando me columpiaba en la plaza, a cuando me hería en tus cuestas. Prospera, alegre, jovial… plena de promesas, de jornaleros llenos tus campos, orgullo, trabajo duro, tardes de turrón y feria. Hoy ya nadie juega en la plaza, por tus calles corre el silencio, más en tus heridas ríe la soberbia de todos los lobos hambrientos. ¡Despierta a la vida guerrera! No te creas la historia en la que interpretas a Cenicienta. ¡Álzate!¡Ay si así te viera! Qué cantaría ahora Dolores la Petenera. Empuña tu cetro e invoca el coraje de los que por ti cayeron. Tu corona y tu manto tejido por los recuerdos de los que al son del viento, en los tres arboles se mecieron. Desde el Trono… desde el Trono dirige a tu pueblo con el honor que como reina, tus enemigos no tuvieron… Y empondérate… empondérate. Aún recuerdo tus atardeceres de fuego, los paseos de blanco y caña hasta la viña aquella, el sabor a piñonate, tu aroma a tierra. 22
IM PRESION ES a r tís tica s
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E L
A G U A D O R
D E por
O
S E V I L L A
A n drés C armona
ficio muy común en Sevilla, dicen que para no ser perseguido como vagabundo el personaje del cuadro elegiría este trabajo, siendo Sevilla una ciudad calurosa y muy poblada, lo cual reportaba un buen beneficio, sólo se necesitaba para practicar este oficio un cántaro y dos vasos de cristal. Se supone que el aguador repesentado es un tal Corzo o Corso de Sevilla, quien sería un personaje popular en la ciudad del Guadalquivir. Esta obra, pintada en los últimos años de su estancia en Sevilla, está conservada actualmente en el Wellington Museum. Fue regalada por Fernando VII al general Arthur Wellesley como reconocimiento por su participación en la Guerra de independencia. El cuadro es un óleo sobre lienzo de estilo barroco con un tamaño de 106,7 X 81 cm, realizada en 1620. Barro, cerámica, cristal y tres personajes: el aguador, un muchacho, que parece escuchar las explicaciones que le dan y un tercer personaje que bebe agua en segundo plano. Hay mucho escrito sobre la interpretación del cuadro. En unas se dice que puede ser una ceremonia iniciática, en la que el anciano que representa la vejez, tiende la copa del conocimiento al muchacho más joven. En otras que las tres figuras enlazarían conceptualmente y de forma enigmática con los tres objetos que rivalizan con ellos en protagonismo: el cántaro, la jarra vidriada y la copa de cristal, respondiendo a la luz conforme a su materia: opaca, reflectante, y transparente. Una de las últimas obras pintadas en Sevilla, que lo consolida como un gran pintor, se puede criticar a Velazquez su afán por ascender y su obsesión por recibir la cruz de Santiago, pero Velazquez es sin duda uno de los mejores pintores de todos los tiempos.
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FOTOGRAFÍA
A L B E R T O
R O M E R O
JOSEPH N ICÉPHORE N IEPCE V ISTA DESDE LA V EN TANA EN LE GRAS
L
a fotografía que nos ocupa en este número es la primera foto tomada de la historia (en junio de 1826) desde la ventana de un edificio, en la región de Borgoña (Francia). El autor de la misma es Joseph Nicéphore Niépce (1765-1838), terrateniente, químico, litógrafo y científico, está considerado el inventor de la fotografía, posteriormente perfeccionada por su socio Louis Jacques Mandé Daguerre y por William Henry Fox-Talbot, con sus experimentos con la cámara oscura a la que aplicaron una chapa de cobre con sales de plata, es decir, técnicas de estenopeica. Niépce capturó la imagen con una exposición de ocho horas, usando una cámara oscura con una placa de peltre de 20X25 cm tratados con betún de Judea. La fotografía, al ser hecha con esta técnica, debía ser en blanco y negro forzosamente, técnica que era muy rudimentaria siendo los principios de la fotografía y no alcanzando gran calidad de imagen como estamos acostumbrados a ver desde el siglo XX. En la foto podemos observar una calle desde la ventana de un edificio. Vemos edificios en ambos lados del a calle, donde podemos ver los claroscuros y el fuerte contraste ocasionado por la luz del sol. Fue adquirida por Helmut Gernsheiem en 1952. Posteriormente, en 1973, la Universidad de Texas la compro y es allí donde se encuentra actualmente. La revista Life la incluyó en su lista de las «100 fotografías que cambiaron el mundo». 26
IM PRESION ES in fantiles
El
2015-2016, el colegio Perafán de Ribera organizó un concurso dedicado al escritor Miguel de Cervantes, en conmemoración al cuarto centerario de la muerte del mismo. Queremos agradecer al Colegio Perafán su pasado curso académico
colaboración cediéndonos los relatos ganadores y a los padres y madres de estos alumnos por habernos dado el permiso para que sean publicados, de manera que todos podamos disfrutar de ellos.
Cervantes, el escritor famoso
por Adama Sánchez
© Adama Sánchez
H
abía una vez un niño llamado Cervantes. Le encantaba pasear los días soleados con su abuelo. Su abuelo siempre le leía libros de aventuras sobre caballeros de resplandecientes armaduras. Cada vez que salía del colegio, la madre de Cervantes le obligaba a hacer la tarea y a estudiar. Cervantes hacía deprisa sus deberes para irse al dormitorio de su abuelo y escuchar sus historias de aventuras. Le gustaba mucho cuando llegaba el fin de semana, porque su abuelo le leía por la mañana y por la tarde. 28
Se iban a pasear al parque y a jugar a los caballeros. Pasó el tiempo y Cervantes se hizo mayor. Pasaba el día escribiendo historias de caballeros como las que su abuelo le leía de pequeño. Su madre y su abuelo estaban muy orgullosos de Cervantes. Él se hizo muy
famoso y era conocido por todo el mundo entero. Cuando su abuelo falleció, Cervantes quiso dedicarle su libro más especial, llamado Don Quijote de la Mancha. El libro se vendió por todos los lugares y desde entonces se recuerda a Cervantes como un famoso escritor.
© Adama Sánchez
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Cervantes. Una ciudad mágica. por Marina Reyes
E
© Marina Reyes
rase una vez unas niñas llamadas Esperanza y consuelo. Ellas eran hermanas y tenían 10 años cada una. Sus padres se llamaban Regina y Arturo. Ellos vivían en una ciudad llamada Cervantes. Un día Esperanza y Consuelo fueron de excursión al bosque, y caminando por allí encontraron entre unos arbustos un cuento do-
rado y una varita mágica. Ellas empezaron a leer el libro, ponía: ¡Esta varita es mágica, pedid un deseo cada una! Un deseo, y el libro os lo concederá. Esperanza y Consuelo se quedaron asombradas de ver ese libro con esa varita. Cuando volvieron de excursión se llevaron la varita pora su casa y no le dijeron nada a sus padres... 30
Al día siguiente Esperanza y consuelo cogieron la varita y pensaron en sus deseos. Esperanza pensó: A mí me encanta mi ciudad, y se llama Cervantes, pediré un deseo en el que todo el mundo lea libros de mi escritor favorito, Miguel de Cervantes. Lo pidió... Ella no sabía si se había cumplido. Entonces salieron de su casa y vieron a todo el mundo leyendo ¡Don Quijote de la Mancha! Estaban muy contentas las dos niñas... Al llegar la tarde, Consuelo quiso pedir su deseo. Pidió que su hermana y ella viajaran al pasado para ver a Miguel de Cervantes. Se hizo reaclidad. Viajaron a 1605, que es cuando Miguel de Cervantes escribió Don QUijote de la Mancha. Lo encontraron y hablaron con él cosas de sus libros. Las niñas estaban muy emocionadas y contentas por haberlo conocido. Cuando terminaron de preguntarle, Miguel de Cervantes les dijo que eran muy buenas niñas y le regaló a cada una su libro preferido, los dos eran iguales: DOn QUijote de la Mancha. Esperanza y consuelo se pusieron muy contentas, aun más... Era la hora de irse a su casa. Ya era tarde. Las dos niñas volvieron a su casa y mantuvieron el secreto muy bien guardado, y antes de dormir llevaron el libro y la variata donde lo habían encontrado para que otros niños cumplieran sus deseos, pensaron las dos... Volvieron a su casa y durmieron felizmente por todo lo que les había pasado...
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Simone deŠBeauvoir Marina Reyes
© Jesús Barea
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© Jesús Barea
La vida de Cervantes
C
uando era pequeño me gustaba escuchar muchas historias. me hice mas grande y me seguia gustando las historias, hasta que me propuse hacer una por mi mismo, le dije a mi amigo que me ayudara pero el queria que lo hiciera yo solito. me pase la noche en vela pero no pude conseguirlo. al dia siguiente le dije que era imposible, que me rendia para siempre, pero el me apoyó y me dijo que yo si podia. Me hice mas más mayor y ya habia hecho muchas historias inventadas por mi. mi madre conocia conocia a un señor que trabajaba en una editorial de historias. Mi madre le ofrecio al amigo que leyera las historias de su hijo, y en cuanto las vió me ofrecio que mis libros se incluyerán a su editorial. tiempo despues se lo conto a su amigo y en cuanto se lo dijó empezó a llorar de emoción , por
por Jesús Barea
que en ese tiempo habiatrabajado mucho para conseguirlo. Cervantes se hizo grande escribiendo historias impresionantes y trabajando en muchas editoriales diferentes. Cervantes se hizo muy famoso y se tuvo que ir a un lejano pais, los habitantes de su pueblo se pusierón muy tristes cuando supierón que Cervantes se tenia que ir a otro pais pero a la vez se sintierón muy orgullosos de cervantes. cuando llegó a ese lejano pais recibió mucho dinero y se dedicó a ayudar a los ancianos de una residencia, y también a los demás. Cervantes tuvo pareja e hijos, él y sus hijos hicierón un trato, que si se moria ellos lo sustituirian y serian tambien escritores de historias fantasticas. Sus hijos le dijerón que si ibán a cumplir el trato. cuando Cervantes se murió los hijos cumplierón el trato y asi paso de generación en generación. 35
© Jesús Barea
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LETRAS que impresionan
RECUERDOS DE PATERNA por
Q
Juan José Vilchez
uiero empezar a poner a la atención de todos, una serie de recuerdos sobre mi pueblo de Paterna en aquellos tiempos de los sesenta cuando de niños, todo nuestro mundo estaba en los juegos, la familia los amigos y ese bendito pueblo. Comienzo por mi querido cuartel de la Guardia Civil, donde me crié. Alguno ya lo conoceréis. Otros no. Espero que guste y traiga de nuevo esos recuerdos que nunca desaparecen. El siguiente recuerdo lo compartí en el anterior número de esta revista y lo titulé «El cohete». Después de un rato de badenes interminables a lo largo de la carretera, veo a mi izquierda la peña de la cueva de «Tia Mariquita» junto al resbalaero (cuantos recuerdos). Un poco más y a la derecha el manantial quizás ya seco de la que de niños llamábamos fuente de agua apestosa y a la que acudíamos en nuestra correrías a mojar los rasguños, pues ¡Oh arte de magia!, nos curaba. Por fin la última loma y allá enfrente mi querida Paterna, como una fotografia que hubiera sacado de repente de la caja de recuerdos en blanco y negro. Perdóname pueblo mío que esta vez no me extienda por tus calles, pero es mi corazón el que conduce y me lleva unos metros mas adelante. Allí medio oculto entre las plantas y árboles que sembramos de niños, mi querido cuartel. Qué cambiado te veo. Claro, igual que yo. El tiempo pasa para los dos. No bajo del coche. Cierro los ojos y dejo que la cascada de recuerdos que como caballos locos querían salir, me inunden a mí y a los alrededores. Ya no está el jardín. En su lugar una explanada. Niños que juegan. Al lado palmas de la fábrica de Rafael, que se secan al sol y mas abajo el campo de futbol y qué maravilla ¡en verano cine!. La puerta del cuartel está abierta y ahora me parece mas grande. A la derecha en un cuartito, el guardia de puertas sonríe y me saluda ¡hola Juanito! y me doy cuenta de que he vuelto a mi pantalón corto y a mis tirantes. Yo le contesto: ¡Hola Galán!. He vuelto y una algarabía de voces y risas, me dicen que estoy allí con mis 38
amigos de siempre niños y niñas de ese cuartel de mis recuerdos y sueños. Pepe Luis, Serafín, Soto, Cordero, los Velarde. Juegos de pelota, de bolindres, huesas y canales. Las niñas Keti, Brigidita, Mari Carmen. Revoloteo de faldas y vestidos blancos en verano, de color en primavera y ¡Oh no!. En invierno medias negras y calcetines largos. A mi espalda una voz y al tiempo una caricia: Juanito no tienes hambre?. Es mi madre. Me dice: Tu padre y tus hermanas ya están en la mesa. Y un olor de los de antaño a cocido a yerbabuena y a gazpacho, calman mi hambre de nostalgia y entre besos y arrumacos me agarro a su mano. No quiero soltarla mas. Quiero seguir a su lado. Quiero seguir siendo niño. No despertar y seguir soñando, con la siesta en una manta, mientras tu escuchas Ama rosa en la radio y nos refrescamos los dos con un polo, que me ha dado Miguelito el de la huerta (mi amigo), esta tarde de verano.
R E L A T O
A L B ERTO
ROM E RO
INTRUDER-W. LUCHA O MUERE [VII] 12 de noviembre de 1267. GIGONZA. AL-ANDALUS. on la voz nerviosa y mirando al suelo la niña soltó la pregunta: -¿Mama, cuándo volverá papa? Fátima miró a su hija, la vida desde la partida de Habib estaba siendo más difícil de lo que creerían que sería, y además existían esos rumores sobre el ataque de los cristianos a los hombres prestados por Gigonza. -Aisha, la gente habla de que no volverán, pero debes ahuyentar tus miedos, confío en tu padre y sé que algún día volverá. ¿Quién contó que al paraíso se entra con permiso y después de morir? Tú llegarás al paraíso cuando regrese, entonces pensaremos cómo hacer frente a este infame imán.
C
11 de septiembre de 2015. PATERNA DE RIVERA. CÁDIZ. -Nos deberíamos marchar a una ciudad donde hay gente que nos ayudará, o caeremos bajo la fuerza de ellos. -Yo soy del mismo pueblo donde vivió mi abuelo dejándose la vida en los campos, eterno penitente, romántico bohemio. No, no nos iremos a ningún lugar. Carlos miraba a Pedro, su amigo le hablaba desde la tranquilidad y sosiego de quien se ve más lucido que los demás, su quemadura en el pecho había cicatrizado, era una realidad, había que organizar un grupo de no infectados. Las bestias huían al monte, pero cada vez se hacían más fuertes y atrevidos acercándose al pueblo, aun quedaba gente en el pueblo, pero cada vez menos, pero habría algunos que resistirían. 10 de diciembre de 2042. TRENTON antiguo E.E.U.U. Se muere la rutina, se detiene el tiempo, la vida es más vida y el mundo gira dejando claro que no es fácil resistir los desengaños. La amargura y el dolor volaban cuando salía a explorar, Derrick había quedado tocado tras dejar a Dupont. Habían hecho 40
muy pocos kilómetros las últimas semanas, Auri intentaba incendiar la sangre de sus venas, sin conseguirlo. -Saldremos temprano hoy, debemos cruzar la ciudad Derrick. -Hoy no correremos, no me siento bien, esta misión está siendo un error. Me muero Auri, un dardo me alcanzó en el pie hace una semana. Auri lo miró, lo sabía pero quería que él diera el primer paso de contárselo. -Cuántas veces mirando el cielo con los puños apretados me he preguntado porque no te querré menos, pero es lo que hay, no hay alternativa. Debemos salir de la ciudad y tú vendrás conmigo. Derrick la miró, las palabras de Auri le dieron un pequeña esperanza de seguir. -Iré contigo, pero en dos o tres días no podré siquiera andar, pero eso ya lo sabes. -No importa, entonces pararemos y esperamos a tu recuperación. -¿Y si no es así? ¿Acabarás conmigo? -No lo dudes. Derrick sonrió, nunca sería un Intruder, tenía un dragón como compañera, eso le gustó y se empezó a llenar una vez más de esa alegría, de esa forma de querer del que se le va la vida, pero no antes debía correr. Varios días después a las afueras de Trenton las calenturas eran fuertes, el pie quemado no le dejaba andar, su lucha no era llegar a Boston, su lucha era sobrevivir.
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M I N I M PR E S ION E S ¿TE IMPRESIONA QUE...? por
La
expresión
«Salir
por
José Cabrales Pérez
Peteneras» significa que, cuando una per-
sona en una tertulia o si es preguntada por algo embarazoso, contesta o hace referencia con algo que no tiene nada que ver con la pregunta o la conversación que se está llevando a cabo, acción muy usada diariamente en cualquiera las esquinas de nuestros pueblos, en platós de televisión y llevada al máximo arte por nuestros políticos. Salir por Peteneras es el equivalente a otras dos expresiones muy andaluzas como son salir por la vía de Tarifa o irse por los cerros de Úbeda. 42
Carmen Dauset Moreno, bailaora conocida artísticamente como «Carmencita», nacida en Almería en 1868, tuvo el honor de ser la primera mujer en la historia de la humanidad en aparecer en imágenes en movimiento, cuando el inventor Thomas Alva Edison en 1894 presentaba su invento, el kinetoscopio, un año antes de que los hermanos Lumière. Carmencita en esa época participaba en la comedia «The Prodigial Father», que se estrenó en Broadway( Nueva York) en 1892, alcanzando gran fama y prestigio con sus bailes flamencos. El señor Edison se encandiló de su arte, usándola como modelo para presentar su invento. El baile que representa Carmencita, según los expertos, es una Petenera bailable o rítmica que tenía gran éxito en el siglo XIX en todas las ferias y fiestas. La cinta original se encuentra en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y tiene una duración de 21 segundos y el título de «Carmencita». Existe otra toma que corresponde a la finalización del baile que se encuentra en la Universidad de Shefield (Reino Unido). En la región de México de Huasteca, que incluye parte de los estados de Hidalgo, Tamaulipas, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz, existe una Petenera muy característica: se refiere a una sirena marina que encanta a los hombres, que dio lugar a las Peteneras de México conocidas como la Petenera Huasteca, canciones con cantos hacia el mar, el amor y desamor. La leyenda de la sirena de Tamiahua en el estado de Veracruz relata literalmente lo siguiente: “Irene era una joven hermosa de tez morena, ojos aceitunados y larga cabellera negra. Madre e hija eran muy creyentes y devotas de la fe católica, que seguían al pie de la letra, así como de todos los usos y costumbres de la misma. Un día Jueves Santo, allá por los años de 1900-1920, en plena Semana Santa -que eran días de vigilia o de guardar- Irene había ido a traer leña por el rumbo de Paso de Piedras (leñar es un acto prohibido en estos días). Regresó donde su madre y le dijo: «Ma, yo ando muy sucia y polvorienta, que me dan ganas de echarme un baño». Su madre le contestó: «No, hija, te condenarías. En estos días no debemos agarrar agua, mucho menos bañarnos». Pero Irene le contestó: «Ay, ma, Dios me perdone pero yo aunque sea me voy a lavar la cara». Tomó un guacal con dos hojas de jaboncillo y se fue rumbo al pozo a lavarse la cara. 43
De pronto, su madre escucho unos gritos de angustia. Era Irene quien gritaba: «¡Ma, ma, ayúdame! ¡Ma, ma, ayúdame!». Luego, sus gritos se convirtieron en un triste cántico como de lamento. Allí junto al pozo se levantó una gigantesca ola e Irene empezó a convertirse en otro ser, su boca como de pez, sus ojos más grandes, su negra cabellera y su piel se tiñeron como de rojo. Y lo más cruel fue que sus piernas desaparecieron, formándose debajo de la cintura una cola de pez, babosa y con escamas. La ola arrastró su cuerpo por el río rumbo al mar. Los lugareños la siguieron en pequeñas lanchas hasta la laguna. Cuando estaban a punto de alcanzarla, se apareció un extraño barco viejo, destrozado y feo. De pronto, Irene saltó hacia él, mientras esbozaba una sonrisa burlona y cantaba de forma macabra «Peten ak, peten ak» (giren, giren o circulen, en huasteco; hoy en día se dice petenera) para reunir en derredor de ella a toda la especie marina. Y así desapareció de la vista de todos. Desde aquel entonces, su vieja y cansada madre cada Jueves Santo iba hasta la playa con la ilusión de volver a ver a su hija Irene. Sólo cuentan los pescadores que cuando oyen sus fúnebres cantos, se alejan del lugar porque aquel que la vea sufre desgracias, ya que Irene la sirena se convierte en una rubia y hermosa mujer de dulce vos y prominentes pechos. Se dice que algunos pescadores han muerto cuando la han visto, porque al acercarse miran un ser espectral y horroroso que dicen que les voltea las lanchas y embravece las olas hasta matarlos.” En definitiva, si pretendes filmar cantos de sirena, demuestra todo tu arte, saliendo por peteneras.
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IM PRESION ES usica les
Artículo ganador del «Premio al mejor artículo periodístico de exaltación a la Petenera e investigación de su cante y su concurso nacional», con motivo de la XXXVII Edición del Concurso Nacional de Cante por Peteneras, Paterna de Rivera, Mayo de 2012. Publicado anteriormente en La nueva Alboreá. Revista del Instituto Andaluz del Flamenco. Año VI, nº 23, 2012; y en Rojas Guzmán, Enrique. Paterna, Paternera, Petenera. Un pueblo, una mujer, un cante, 2014.
Petenera,
el cante más negro por Zara Ruiz Romero
«Dicen que la petenera trae mal fario y maldición. En el arte no hay fronteras, en el arte no hay fronteras,
A
que eso es lo que quiere Dios… Dicen que la petenera trae mal fario y maldición» (La Niña de los Peines)
PETENERA: ARTE, SUPERSTICIÓN Y SENTIMIENTO
rte, sentimiento, flamenco, cante, baile, cultura, superstición, belleza, enigma, tristeza… La petenera es una manifestación artística proveniente del alma misma, que mediante el cante y el baile es capaz de expresar los más enraizados sentimientos de una sola persona, de un colectivo, del mundo entero. La petenera es algo más que un cante, algo más que una expresión artística; la petenera avanza por el tiempo con personalidad propia, levantando miedos y pasiones y creando a su alrededor toda una corriente cultural y popular. Para un pueblo gaditano como Paterna de Rivera, la petenera forma parte de su cultura más arraigada, de sus sentimientos más profundos y de su historia más apasionada. La Petenera es Paterna y Paterna es la Petenera, puesto que han avanzado de la mano, alimentándose mutuamente y creando un vínculo más fuerte que la vida misma. Paterna de Rivera, un pueblo humilde, sencillo, popular, agrícola, regado por el sudor de sus habitantes, castigado y premiado por la vida… pero sobre todo, orgulloso de ser la Cuna de la Petenera. No importa realmente el verdadero origen de su tesoro más preciado, puesto que lo han hecho suyo y con su esfuerzo y dedicación la petenera se ha hecho grande. Sus orígenes, sus características, su devenir histórico, las personalidades que han destacado en su seno, la literatura que ha generado, su valorización actual… No resulta fácil contar la historia de la petenera, al igual que tampoco es nada sencillo interpretarla. La petenera se configura como una mujer rebelde, bella y complicada, que una vez que se comprende, otorga una total satisfacción a aquel que la pretende. 47
ORÍGENES DE LA PETENERA Sobre el origen de la petenera es mucho lo que se ha hablado y escrito sin poder llegar a una conclusión definitiva. De hecho, según Hipólito Rossy, de la petenera se ha hecho más literatura que de todas las demás canciones que componen el folklore andaluz y levantino. Y son varias las versiones que se aportan acerca de la aparición de este palo flamenco, como su posible origen semita, su procedencia de la Habana o de la región del Petén, o su gesta a manos de una joven llamada Dolores. Las fuentes bibliográficas sirven de apoyo a la hora de encontrar cierto rasgo cronológico, si bien no es posible llegar a una conclusión definitiva. Estébanez Calderón cita la existencia de ciertas coplillas que reciben el nombre de peteneras, y que son parecidas a las seguidillas, pero con una melancolía inexplicable dada por el todo de voz de la cantante. E incluso afirma que ya en 1845 existió una gitana llamada Dolores, que cantó coplillas por peteneras. Por su parte, Demófilo cuenta que si bien hasta 1879 no se pusieron de moda las peteneras en Sevilla, muchos cantaores se ponen de acuerdo al afirmar que son bastante antiguas y que deben su origen a una cantaora llamada Dolores. Hipólito Rossy no sitúa el origen de las peteneras en el siglo XIX, sino que su ritmo y compás se corresponde con el de algunas villanescas del siglo XVI, aunque hay indicios de que sea de época anterior, como el romance de Gerineldo (puede que del siglo XIII), en versión musical de Arcos de la Frontera. Del mismo modo que Rossy también encuentra crédito en la idea de que fue un cante desarrollado por los judíos sefarditas, entre los que abundaban los trovadores y juglares que cultivaron el cante popular. Además, la tesis del origen judío de la petenera se refuerza con la existencia de una conocida letra que alude a la etnia judía: ¿Dónde vas bella judía, tan compuesta y a deshora? Voy en busca de Rebeco que estará en la sinagoga. Por otro lado, son muchos los que sitúan el origen de la petenera en Hispanoamérica, concretamente en la Habana y en la región del 48
Petén. E incluso entre las peteneras más conocidas se dan también unas letras que ayudan a reforzar esta teoría: En la Habana nací yo debajo de una palmera allí me echaron el agua cantando la petenera. Así, la relación de la petenera con la Habana queda explícita en distintas composiciones; mientras que la teoría que habla sobre su origen en la región de el Petén se basa en la similitud de la nomenclatura. Debido a que parece relativamente sencilla la conversión de Petén en Petenera. No obstante, y aunque no existe unanimidad entre los flamencólogos y los estudiosos del flamenco, la teoría más aceptada sitúa el origen y posterior desarrollo de la petenera en Andalucía, en Cádiz, en Paterna de Rivera, en Dolores la Petenera. E incluso se poseen evidencias históricas de la existencia de Dolores, siendo muchos los artistas que hablan de las peteneras como procedentes de Paterna de Rivera. Parece muy probable que la petenera encuentre sus antecedentes en cantes morunos y semitas, que con la influencia de Dolores acogieron un estilo y una forma concreta que la distinguirá del resto de los cantes. Rafael Marín, conocido guitarrista, afirma al respecto: «ese cante también proviene de una mujer, según dicen, a la que apellidaban así; pero no cabe duda de que el origen es el Paño Moruno, cante y toque antiquísimo, como lo es también el Punto de la Habana». Si bien, son muchas las voces que defienden la influencia de Dolores la Petenera en el origen y el desarrollo de tan afamado cante. E incluso se afirma que el vocablo «petenera» proviene de «paternera», gentilicio de Paterna de Rivera. Un hecho para nada imposible, puesto que el cambio vocal de la –e– por la –a– puede darse fácilmente con la evolución del habla. Y es sobradamente conocido lo que se cuenta acerca de la equivocación de los oyentes ante la presentación de Dolores la Petenera, que se llamaba a sí misma la Paternera. Siendo este un pequeño error vocal que derivó en la creación de un nombre propio tanto para la cantante, como para el cante. 49
José Blas Vega, uno de los más importantes investigadores del arte flamenco, encuentra muchas dificultades a la hora de establecer los verdaderos orígenes de la petenera. Si bien, se posiciona a favor de la paternidad de Paterna de Rivera, al afirmar que este cante debe su origen a una cantaora de flamenco llamada la Petenera, que es igual a Paternera, es decir, oriunda de Paterna de Rivera (Cádiz) . Del mismo modo que personajes de la talla de Demófilo afirman que la petenera proviene de un pequeño pueblo gaditano, que no es otro sino Paterna de Rivera. Sin embargo, una vez aceptado el hecho de que la petenera proviene de Paterna, es necesario concretar aún más los estudios, puesto que en Andalucía varias localidades comparten el mismo nombre. En palabras de Ángel Caffarena, ¿de qué Paterna se trata? En Andalucía no hay sólo una, sino que varias Paterna, al menos tres: una en Almería, otra en Huelva, y Paterna de la Rivera en Cádiz. Nos inclinamos a creer que se trata de esta última por multitud de razones, no siendo la menos que Cádiz es precisamente la provincia más representativa de todo el cante andaluz. De manera que son varias las «Paterna» que se han disputado el honor de ser cuna de la petenera y la historia y los entendidos del flamenco no han sido capaces de esclarecer por completo el origen de este cante. Sin embargo, hay una cosa que queda clara, y es que independientemente de su lugar de origen, hace ya bastante tiempo que la petenera ha pasado a formar parte de la localidad gaditana de Paterna de Rivera. Y por medio de la celebración del concurso anual y a través de todos los esfuerzos de los cantaores autóctonos, de los estudiosos del cante, de los amantes del flamenco y de los estamentos municipales, la petenera ha crecido y se ha consolidado como cante. Ha pasado a formar parte de los sentimientos más arraigados de la localidad, siendo ya imposible negar que la petenera pertenece a Paterna de Rivera. DOLORES LA PETENERA Quien te puso Petenera no te supo poner nombre, que debió de haberte puesto, ¡niña de mi corazón!, la perdición de los hombres.
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¿Quién fue la Petenera? Orgullosa moza paternera que con arte y con gracia creó un palo de flamenco. Como Dolores la Petenera ha pasado a la historia, como una «cantante de fuste» y una «señorita de rompe y rasga en cuestión de amores y amoríos». Tan sólo unos pocos comentarios de sus coetáneos han quedado en memoria de Dolores. Y son muchas las dudas en torno a su existencia y personalidad. Si bien, todo parece apuntar a que fue la artífice de un nuevo cante, al que dio nombre, e incluso se convirtió en la protagonista de muchas de sus letras. Sobre la importancia de su figura en la configuración de la petenera, Antonio Machado Álvarez, más conocido como Demófilo, escribió en 1881: «[las peteneras] deben su origen a una cantadora de flamenco llamada La Petenera a quienes unos hacen natural de Málaga y otros de la Habana. ¿Pero qué significa este mote o apodo de la Petenera (…)? He aquí una pregunta que podemos contestar satisfactoriamente, a nuestro juicio, merced a los autorizados informes del célebre cantador Juanelo. Petenera o Patenera, nos dijo este, es igual a paternera, esto es, natural de Paterna. Semejante afirmación es para nosotros digna de crédito: 1º porque algunos suponen que la Petenera era de Málaga, otros aseguran que era de la provincia de Cádiz; 2º, porque en esta provincia hay efectivamente un pueblo llamado Paterna de la Ribera (sic); 3º, porque la conversión de Paternera en Petenera es perfectamente explicable por razones eufónicas y muy creíble en una razón que convierte vidriera en beriera; 4º, porque la formación del adjetivo es común y corriente; así vemos Triana, trianera; 5º y último, porque Juanelo, que es muy entendido en cante flamenco y completamente veraz, no tenía interés en engañarme acerca de la patria de la Petenera, a quien él mismo llegó a escuchar». Y ratificando las palabras de Demófilo, Caffarena apunta que Juanelo, que, según dicen, llegó a oír personalmente a la Petenera, que se llama de este forma por ser creación o recreación de esta célebre cantaora, natural de Paterna, y que fue la que puso de moda este cante. No es extraño el cambio de Paternera por Petenera. Así, todo parece apuntar a que Dolores la Petenera, creadora de un nuevo cante flamenco, vivió en el siglo XIX y por lo que cuentan las coplas y coplillas debió de ser una bella moza, capaz de desatar la locura entre los hombres. Ha pasado a la historia como 51
una «mujer fatal» que causó la desgracia de aquellos que perdida e irrevocablemente se enamoraron de ella. En Paterna de Rivera vivió Dolores la Petenera, en el Callejón de los Ahorcados, muy cerca del Pozo de Medina, donde solía recoger agua y donde actualmente se erige una escultura en su honor. Ha pasado al imaginero popular como una joven muy bella, de cabello negro y ojos penetrantes, que mientras acude cada día a recoger agua, canta de manera sentimental, pausada y majestuosa, dejando una huella imborrable en todos aquellos que alguna vez tuvieron el placer de observarla. Calle del Pozo de Medina pon crespones en tus ventanas porque ya «La Petenera» no bajará más por agua. Tuvo que ser Dolores una mujer muy querida por el pueblo y sobre todo muy admirada por su condición de artista. Su vida ha generado toda una leyenda plasmada en las letras de la copla, siendo su muerte el acontecimiento más recordado. En palabras de Domingo Manfredi Cano: «la copla da fe de que la Petenera murió en olor de muchedumbre, ungida de popularidad, como suelen morir los toreros». La Petenera se ha muerto, ya la llevan a enterrar, y en el panteón no cabe la gente que va detrás… Dolores la Petenera dejó una impronta imborrable en el flamenco, en una de las manifestaciones artísticas más importantes y características de Andalucía. Pero si grande ha sido su huella en el flamenco, inmensa ha sido la marca dejada en Paterna de Rivera, su pueblo natal. Donde con humildad, respeto y mucho cariño se trata el legado dejado por una de las paisanas más importantes que ha dado su historia. Y la importancia otorgada a la Petenera, tanto al cante como a su creadora es fácilmente rastreable a partir de la realización de concursos, festivales y demás festejos. E incluso, como máximo reconocimiento y admiración a la figura de Dolores la Petenera se ha erigido una escultura en su honor. Situada a día de hoy en el mismo emplazamiento al que la joven acudía a diario para recoger agua, el Pozo de Medina. Una obra realizada 52
en 1982 por el prestigioso artista Jesús Cuesta Arana, natural de Alcalá de los Gazules; quien diseñó una escultura en bronce que representa con gran majestuosidad la figura de una moza guapa, enérgica y con solera. Tal y como debió ser Dolores la Petenera, el espejo de Paterna de Rivera ante el mundo. INFLUENCIA DE LA PETENERA Su vida y su muerte pronto se convirtieron en las protagonistas de las letras de un cante que ella misma creó. Si bien, fue tan grande su leyenda y tan fuerte la huella dejada en la cultura popular que en torno a su figura apareció una literatura no solo reflejada en las letras de las coplas. Antonio Murciano le dedica unas páginas en su obra Poesía flamenca; mientras que Serafín Galán dedica unos versos a la tristeza que implica no volver a ver a la petenera en sus quehaceres diarios. E incluso al teatro llegó la figura de Dolores, gracias a la obra llevada a cabo en 1928 por Manuel de Góngora y Serrano Anguita, titulada La Petenera y ambientada en el pueblo natal de Dolores. Siendo una obra de teatro que ahondó en los tópicos que se tenían de la petenera, anunciándose en el ABC de 1928 de la siguiente manera: «Dolores la petenera, bailaora de tronío, mujer de trágico destino, que ya nació a la vida ungida por el signo de la fatalidad». También Federico García Lorca, gran literato español, dedicó diez poemas a la Petenera en su obra Poema del Cante Jondo. Configurándose así el llamado «Gráfico de la Petenera»; donde aparece uno de los poemas más bellos dedicados a la fatal cantaora: En la casa blanca muere la perdición de los hombres. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Bajo las estremecidas estrellas de los velones, su falda de moaré tiembla entre sus muslos de cobre. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. 53
Largas sombras afiladas vienen del turbio horizonte, y el bordón de una guitarra se rompe. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. [Muerte de la Petenera] Poema del Cante Jondo. Federico García Lorca
La Petenera ha sido y es hoy día tan grande, que incluso ejerce influencias sobre otros cantes y palos flamencos. Y al respecto, Rossy comenta que la melodía métrica de la Petenera ha servido de patrón para el Vito (o al revés), aunque este se escriba en temario sincopado y no en compás alterno, y este mismo ritmo ha servido de base al de las Guajiras americanas y, más tarde, a la Siguiriya gitana, o a la Liviana, a la Serrana, y va camino de servir de asiento rítmico y acompasado al Martinete y a la Debla. E incluso, a partir de la petenera y lo que su cante significa ha surgido una expresión bastante conocida: «salirse por peteneras». La cual, hace literalmente referencia al arte de la moza gaditana que con gran salero y compás deleita a todos los que la observan. De manera que «salirse por peteneras» es símbolo de entusiasmo, de arte, de ganas… y se lleva a cabo cuando una persona rompe a cantar y a bailar, demostrando su arte y contagiando su entusiasmo. No obstante, la expresión también ha adquirido otro significado totalmente diferente, que hace referencia al hecho de hacer o decir algo que no viene al caso. A la actuación espontánea y que provoca sorpresa; o incluso hace referencia a hacer o decir algo que se encuentra fuera de contexto. En palabras de la Real Academia Española: «hacer o decir algo fuera de propósito». SUPERSTICIÓN EN TORNO A LA PETENERA La petenera ha conseguido traspasar las fronteras de lo musical para ser algo más que un cante flamenco. Ha generado una literatura y ha arraigado en lo más profundo de la cultura popular. Así, la presencia de una mujer de bandera, y sobre todo, lo narrado en torno a su persona y lo que en los hombres desencadenaba, ha propiciado la aparición de cierta superstición en torno al cante por peteneras. De hecho, los gitanos lo denominan «el cante de la guasa», en referencia al final trágico de los amantes de Dolores. 54
De manera que la petenera está marcada por el mal fario y la superstición, hasta el punto en que muchos cantaores se niegan a interpretarla. Y a veces, la sola mención de su nombre provoca que los cantaores se santigüen, hagan cruces o se retiren del escenario. Sobre todo si se trata de cantaores de etnia gitana, quienes parecen alimentar una superstición que aún hoy día sigue vigente. Si bien, es de resaltar que una de las mayores cantaoras del género, considerada como heredera de Dolores, la Niña de los Peines, pertenece a la etnia gitana. Por otra parte, ciertos sucesos ayudaron a alimentar la superstición en torno a la Petenera, como lo sucedido a Mari Paz, una artista que interpretaba una escena de «Gloria a la Petenera», del espectáculo Cabalgata y que murió meses después por una intoxicación. En la obra, la joven dio vida a Dolores en la escena en que la llevan a enterrar y es aclamada con cantes, aplausos y lloros. Y tal era el respeto que imponía en la actriz dicha escena, que el autor de la obra afirmó que Mari Paz una noche lloró porque aquel paso la impresionaba como augurio. E incluso el año en que la petenera alcanzó su punto álgido, 1881, la pobreza y el hambre azotaron a la población. Relacionándose este hecho con el mal fario y la maldición que la petenera contrae en todos los aspectos: Del año de las peteneras nos tenemos que acordar, que anduvo pura y limpia en el canasto del pan. Así, la superstición en torno a Dolores y su cante se alimenta de elementos diversos. Y es que acoge la presencia de una mujer cuyos amantes no han acabado demasiado bien; al mismo tiempo que el sentimiento de mal fario se acentúa por la muerte de la joven Mari Paz y las calamidades que parecen surgir a su alrededor. De tal manera que el ambiente cargado de negatividad y superstición es ya típico en todo lo que se refiere a las peteneras, siendo este un sentimiento aún vigente hoy día. Si bien, es necesario tener en cuenta que la negativa a interpretar una petenera no sólo debe achacarse a la superstición por su «mal vahío», sino que la dificultad de su ejecución provoca que sean 55
muy pocos los que se atreven a interpretarla. Parece relativamente sencillo interpretar pasablemente una petenera, pero es muy complicado y sólo muy pocos son capaces de interpretarla con mayúsculas. CARACTERÍSTICAS DE LA PETENERA Cante con copla de cuatro versos octosílabos que al cantar se convierten generalmente en seis por repetición de uno de ellos y el añadido de otro ajeno a la copla. Es de entonación pausada, melódica y majestuosa. Se distinguen en él varias modalidades, por lo que el término petenera debe considerarse como genérico, aunque las distinciones entre los varios tipos sean, a veces significativas. La petenera es cante, es sentimiento, es baile flamenco que se acompaña con la petenera corta y que es propio de mujeres. La bailaora ejecuta pasos muy semejantes a los de la siguiriya y cubre su cabeza con su mantón. Como acompañamiento pueden emplearse unas castañuelas, aunque son preferibles los pitos, las palmas sordas y, sobre todo, el lenguaje mudo de las manos. Ya sea en el cante o en el baile, la exposición de los sentimientos más profundos y dolorosos es una de las características más importantes y profundas de la petenera. Un cante que según Hipólito Rossy puede dividirse en distintos grupos: petenera antigua, petenera corta o chica y petenera larga o grande. Todas ellas caracterizadas por la repetición de un verso y la introducción de determinadas expresiones. Pero sobre todo, caracterizadas por la melancolía y la majestuosidad. Estas expresiones introducidas en el corazón de la copla son las que realmente caracterizan a la petenera, puesto que ayudan a crear el clima propicio para la expresión de los sentimientos, del dolor, la pena y la melancolía que caracterizan a este cante. Así por ejemplo, en medio de una petenera aparecen expresiones como «¡Soleá, ay, ay, ay, ay!», «¡Soleá y más soleá», «¡Niña de mi corazón!» o «¡Soleá, triste de mí!». No obstante, con el paso de los años la forma y las características de la petenera han ido cambiando. Sobre todo gracias a los aportes de los diversos artistas que la han cultivado y que han ayudado a hacer de la petenera un importante palo del flamenco, destacando en este sentido don Antonio Chacón o la Niña de los Peines. Parece ser que la petenera que se produjo en torno al siglo XIX era mucho más ligera que la actual y se concedía mucha impor56
tancia al baile. Hasta el punto en que los maestros Otero y Segura realizaron el modelo coreográfico de la petenera. Siendo la petenera un cante que se consolida con las aportaciones de diversos artistas, hasta que llega el momento en que Paterna de Rivera, verdadera cuna de la petenera, toma el relevo y se encarga de mimar, cuidar y transmitir su cante. De tal manera que con iniciativas como el Concurso Anual de Cante por Peteneras se busca la perpetuación y difusión del cante, dándole caché e importancia en el mundo del espectáculo flamenco. Siendo además una garantía no solo para la pervivencia de dicho palo flamenco, sino para su forma y configuración. Debido a que el concurso pone especial cuidado en que se interprete la petenera en su formato original, sin incluir cambios ni elementos nuevos, con el fin de transmitir el cante de la manera más pura posible. TEMÁTICAS DE PETENERAS Son diversas las temáticas abordadas por las coplas peteneras, aunque todas se caracterizan por una profunda tristeza y melancolía. El sentimiento es imprescindible a la hora de interpretar una petenera, al formar parte de su esencia y su forma de ser. La petenera muestra el sentido dramático del cante jondo en estado puro. Y gracias al artista Juanelo de Jerez, quien dictó ciertas coplas a Demófilo, hoy día es posible disfrutar de este tesoro flamenco. La figura de Dolores es uno de los elementos más recurrentes de las coplas peteneras y con ella se hace referencia al desamor, al dolor provocado ante la ausencia o al rechazo de la mujer a la que se ama. Al mismo tiempo que se la menciona como una gran artista, que tanto en vida como tras su muerte generó expectación y admiración. Malhaya la Petenera y quien la trajo a esta tierra, que la Petenera es la causa, soleá y más soleá, que la Petenera es la causa, de que los hombres se pierdan. Petenera de mi vida: Petenera del corazón; por causa de la Petenera estoy pasando dolor. 57
Y de igual forma que las letras hacen referencia a Dolores, se caracterizan por la pena, el dolor y el sufrimiento. Acaba penita, acaba, dame muerte de una vez; que con el morir se acaba, ¡Soleá, triste de mi!, que con el morir se acaba la pena y el parecer Aquel que tenga penitas Venga a reunirse conmigo, A ver si llorando sangre, ¡soleá, ay, ay, ay, ay!, A ver si llorando sangre, tenemos algún alivio. En concreto, lo más repetido en las coplas peteneras se refiere a la pena del desamor y el dolor que causa la ausencia del ser querido. Componiéndose coplillas como la siguiente: En el cementerio entré; le dije al sepulturero si hay un sitio señalado, ¡soleá y más soleá!, si hay un sitio señalado para aquel que muere queriendo. La pena y la que no es pena todo es pena para mí: ayer penaba por verte ¡soleá y más soleá!, ayer penaba por verte y hoy peno porque te vi. Aunque por supuesto, la figura de la mala mujer es un clásico del cante por peteneras. Comenzó con Dolores la Petenera, creadora del cante al que da nombre, para hacerse extensible a todas las penas de amor. La mujer, bella y cruel, es la culpable del sufrimiento de muchos hombres. 58
No me mires, que me matas, con esos ojos tan tristes, porque se me representa ¡niña de mi corazón! porque se me representa el mal pago que me distes. Una mujer fue la causa de mi perdición primera: no hay perdición en el mundo, ¡niña de mi corazón! no hay perdición en el mundo que por mujeres no venga, Unos ojos negros fueron causa de mi enfermedad, no quiero más ojos negros, ¡niña de mi corazón! no quiero más ojos negros que me tiran a matar. INTÉRPRETES DE LA PETENERA Bastante conocidas resultan estas letras, interpretadas una y otra vez por los grandes genios del flamenco; quienes encuentran en la petenera un cante difícil, majestuoso y dotado de gran sentimiento. Nunca hay que olvidar que Dolores ha sido la gran artífice de la petenera, pero con el paso de los años son distintos los artistas que la han cultivado, hasta el punto de convertirla en un cante hondo digno de admiración. José Rodríguez Concepción, conocido como Medina el Viejo y asiduo de los Cafés Cantantes de Sevilla, hizo de la petenera el palo principal de su repertorio, definiendo su estilo y popularizándolo en los años 80 del siglo XX. Del mismo modo que son dignas de mención las aportaciones de don Antonio Chacón y Tomás Pavón, quienes siguieron con gran fidelidad el modelo implantado por Medina el Viejo. Y por su parte, la Niña de los Peines, gitana famosa por su calidad artística, hizo suyas las peteneras, convirtiéndose en la mayor divulgadora de este cante. Además, interpretaba las petene59
ras en público y dejó distintas grabaciones con todos sus tocaores. Y en este sentido, es necesario destacar que la grabación de petenera más antigua conservada perteneció a Telésforo del Campo. Sería totalmente imposible nombrar a todos los artistas que se han atrevido a interpretar una petenera, puesto que aunque se trata de un palo complicado, está dotado de una extraña magia que dota de prestigio a todo aquel que es capaz de interpretar una buena petenera. Destacando al respecto grandes figuras como El Mochuelo, La Niña de la Alfalfa, Manuel Pavón, Manuel Torre, Pepe el de la Matrona, Naranjito, Fosforito o Carmen Linares. Aunque, por supuesto, punto y aparte en la mención se merecen los cantaores autóctonos, aquellos que han crecido en Paterna de Rivera y se han alimentado de toda la experiencia que se puede encontrar en la Cuna de la Petenera. Enorme debe ser el sentimiento de orgullo que recorre el cuerpo de un paternero mientras interpreta una petenera, puesto que está mostrando con todo su arte y sentimiento el tesoro más preciado del que el pueblo dispone. Siendo en este caso el Perro de Paterna, el Niño de la Cava, Rufino de Paterna, Manolo el Seguiriya, el Niño de la Palma o Antonio el Ruiseñor algunos de los artistas paterneros más reputados. CONCURSO NACIONAL DE CANTE POR PETENERAS En 1972 se celebró en Paterna de Rivera el I Concurso Nacional de Cante por Peteneras, un evento que tiene como objetivo promocionar el estatuto del pueblo como Cuna de la Petenera, dando a conocer este palo del flamenco más allá de las fronteras locales. A través del concurso y con el paso de los años se han ido estableciendo las formas y características de la petenera, creando un modelo de cante que se debe perpetrar y promocionar sin variantes. La misma participación en el concurso exige unos cánones a aquellos que desean formar parte del mismo, configurando una forma concreta en que las peteneras deben ser interpretadas. Así, si bien se van produciendo cambios minúsculos a lo largo del tiempo, no se producen variaciones bruscas y el cante se mantiene lo más puro posible. Sin duda es el deber de Paterna de Rivera, como localidad origen de la petenera, preservar el cante, actuando consecuentemente con respecto a la promoción y transmisión de sus valores y caracterís60
ticas. Desde 1972 el concurso se ha celebrado anualmente, cosechando cada vez más éxitos y colocando a Paterna de Rivera como una de las localidades más destacadas en cuestión de flamenco. Así, poco a poco, se ha ido acumulado la experiencia y se han ido sucediendo los concursos, hasta llegar al número 41, celebrado en el año 2016. De hecho, la celebración del concurso de cante por peteneras fue cosechando un gran éxito desde su primera edición, hasta convertirse en un evento valorado y reconocido a nivel nacional. A él acuden cantaores de diversos puntos de la geografía española, aunque no hay que negar que esa noche mágica sea prácticamente andaluza. El hecho de ser la Cuna de la Petenera es un gran privilegio, que por supuesto también trae consigo muchas responsabilidades. Paterna de Rivera se hace cargo de ellas y con gran esfuerzo y dedicación ha conseguido resaltar el cante, dándole importancia en el mundo del flamenco, guardando sus formas y custodiando su futuro. El Concurso Nacional de Cante por Peteneras tiene mucho que aportar, y no solo al mundo del flamenco. Sirve para promocionar el pueblo y para darlo a conocer a través de una de sus más bellas manifestaciones; otorgando una excusa perfecta para visitar la localidad. La promoción del flamenco crea una importante satisfacción en un pueblo como Paterna de Rivera, donde sus habitantes llevan el arte en las venas y el flamenco se encuentra muy arraigado en la propia forma de ser, en la esencia de la localidad. Paterna de Rivera muestra su cara a través del flamenco, a través del arte, a través de los sentimientos. Y por medio de la celebración del concurso demuestra el valor y el mimo con que trata a la petenera; además del interés que posee en preservarla y observarla en su estado más puro, en su punto álgido, que es sin duda su representación. CONCLUSIONES Paterna de Rivera se ha erigido como Cuna de la Petenera, como padre y madre del cante flamenco más negro. La tristeza, el dolor, la dificultad y la superstición crean un oscuro aura en torno a la petenera, una representación artística que ha sabido traspasar las fronteras del cante flamenco para ser cultura, tradición y sentimiento. Sin embargo, para Paterna de Rivera la petenera es símbolo de luz, de cultura y de belleza. Para nada importa su negra 61
fama cuando se trata de promocionar y dar vida al cante paternero por excelencia, puesto que Paterna de Rivera se derrite en elogios cuando de su preferida se trata. La Petenera es Paterna y Paterna es la Petenera, y se ha creado un vínculo que va más allá de las consideraciones en torno a su origen. Para un pequeño pueblo gaditano la posesión de un cante flamenco es motivo de orgullo, puesto que se motiva y promociona una manifestación intrínseca al carácter andaluz. Dolores la Petenera es digna de elogio y admiración, y con su arte y su personalidad ha conseguido aportar a su pueblo el mayor tesoro que en la actualidad posee.
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IM PRESION ES GASTRONÓM ICAS
En torno a un tazón de caracoles
H
por
Paqui Rodríguez Moreno
aciéndose de rogar va llegando la época del año más esperada por muchos, que es sinónima de días de calor, de mucha luz, de paseos, de vacaciones y también de anhelados reencuentros familiares: el verano. De las innumerables posibilidades de ocio que nos ofrece, voy a pararme en una que seguro que es del agrado de una gran mayoría de lectores y que desde mi modesta opinión considero muy saludable, sin abusar, eso sí: el tapeo vespertino-nocturno. En muchos casos, se trata de una reunión de amigos o familiares en torno a una mesa con la sana idea de charlar, reír, compartir vivencias y con el propósito de olvidar por un rato las estresantes obligaciones de nuestro día a día, que no voy a enumerar porque pocos somos los que escapamos a ellas. Es comenzando esta época estival cuando va llegando a su fin una costumbre que va ganando año tras año numerosos adeptos y no es otra que la reunión de comensales en torno a un buen tazón de caracoles. Es raro el establecimiento que no ofrece su consumo; por ejemplo en Paterna, tenemos la oportunidad de saborear un buen tazón de caracoles en El Cantarero o Bar del Pavero, entre otros. Este simpático animalito gasterópodo, llamado así porque se desplaza con su vientre como si fueran sus pìes, de consumo adictivo para unos y de consumo repugnante para otros, es un plato con mucha historia a sus espaldas y nos lleva alimentando desde hace muchos años. Si echamos la vista atrás para bucear en la historia podremos comprobar desde cuándo es tenido en cuenta en la cocina y cuántas propiedades le atribuían. Ya en época prehistórica, en yacimientos paleolíticos de la zona de Benidorm, son numerosos los restos encontrados y llevan a pensar que sus habitantes se dedicaban a su recolección. Sin embargo fueron los romanos los que supieron sacarles partido, los que valoraron su carne y los consideraron alimento indispensable en la dieta mediterránea. El más apreciado era el caracol común, «Helix Pomatia», propio del sur de Europa y una exquisitez para el paladar y que se buscaba en primavera y otoño. 63
Petronio en su obra El Satiricón, ya mencionaba que eran servidos en bandeja de plata. Según el historiador Plinio el Viejo, tan aceptados fueron en la cocina romana que fue Fulvio Hirpino la primera persona que pensó en criarlos para su comercio, estableciéndolos en lugares especiales denominados «coclearia», y alimentándolos a base de vino, salvado o carne. De esta manera surge la Helicicultura, (en latín Helici, significa «espiral» y Cultura significa «cuidado»), que no es otra cosa que el arte de criar caracoles. En el siglo I de nuestra era, la cocina romana era un arte y uno de sus máximos representantes lo tenemos en el autor del famoso libro De re coquinaria, Marco Gavio Apicio, cocinero que fue considerado por los autores de la época de extravagante, dedicado más a los delicados y refinados paladares de la sociedad, pero no se olvidó de introducir en sus recetas a nuestro estimado caracol, dedicándole un capítulo completo a su elaboración, dentro del apartado de «exquisiteces». Su recetario nos hace pensar que el concepto de dieta mediterránea ya viene de lejos y precisamente nuestro protagonista gasterópodo está incluido en ella y considerado un bocado exquisito por su poca materia grasa, por ser rico en magnesio, calcio y poseer poco valor calórico. No obstante, las preparaciones romanas tienen poco que ver con las actuales porque eran más especiadas y densas. Más adelante, en la Edad Media, siguió aumentando su consumo y era igualmente muy apreciado porque su carne se podía comer durante la abstinencia cuaresmal y era más fácil de conseguir que otras carnes. Sin embargo, a principios del siglo XVIII desapareció de las mesas nobles para hacer de nuevo su aparición en una cena con la que se quería agasajar al Zar de Rusia. A partir de este momento, vuelve el auge del consumo de caracoles en Europa y continúa en ascenso hasta prácticamente nuestros días. Sin pretenderlo, podría servir este texto de homenaje a este antiguo y entrañable animalito, que nos ha alimentado con su carne desde hace muchos, muchos años y que ha conseguido instaurar la admirable costumbre de reunir en torno a sí a innumerables grupos de familia y amigos, disfrutando de largas tardes primaverales y estivales. No olvidemos, pues, cuando volvamos a sentarnos en torno a un tazón repleto de caracoles, que estamos ante un manjar de dioses, ante un alimento cocinado en la antigüedad para paladares exigentes.
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PROY E C TO S Q U E I M PR E S IONA N
¡Estás
en tu casa!
Casa
por
E
de la
Juventud
Marisol Valle Macías
n mayo se puso en marcha una nueva iniciativa en nuestro pueblo, un nuevo espacio, una nueva oportunidad donde expandirnos. La Concejalía de Juventud del Ayuntamiento abre la Casa de la Juventud de Paterna de Rivera, sita en Avenida Alcalde Ramón, 1 (antigua Escuela de Adultos). Contamos con dos salas las cuales responden a los dos líneas de actuación de este proyecto, por un lado, tenemos «La Salita», espacio privado, de atención individual, y por otro, «El Salón», espacio público donde se desarrollarán la atención grupal. Es un edificio repleto de posibilidades (salas, materiales, asesorías, apoyo a iniciativas, actividades, formación, cursos…) pero no conformes con esto, la Casa se mueve allá donde hay opción de aportar y contribuir a dinamizar la actividad juvenil (eventos, intervenciones en el entorno, actividades en espacios abiertos…). Es un espacio de encuentro para la juventud, un espacio sensible y abierto a las propuestas y demandas de las personas jóvenes de este pueblo. La Casa de la Juventud es un servicio municipal cuyo objetivo fundamental es mejorar la calidad de vida de los y las jóvenes y, de esta manera, contribuir a un mayor bienestar social considerando positiva la participación activa de los propios jóvenes y sus redes asociativas. Los objetivos del centro son: • Facilitar el acceso de los/as jóvenes a la información como medida de maduración personal e integración social. • Proporcionar, fomentar y apoyar el asociacionismo juvenil. • Promover la educación en el tiempo libre. • Dinamizar la vida cultural juvenil y potenciar las manifestaciones artísticas juveniles. • Prevenir las situaciones de riesgo en los jóvenes a través de la educación para la salud. 65
¿Cómo se pretende cumplir estos objetivos? A través de los servicios que se detallan a continuación: INFORMACION Y ASESORAMIENTO JUVENIL. APOYO AL RENDIMIENTO ACADEMICO. PUNTO ACTIVACION EMPLEO. OCIO ALTERNATIVO. ASOCIACIONISMO Y VOLUNTARIADO. ESPACIO EXPOSITIVO, SALA DE LECTURA, ESPACIO JOVEN. APOYO A INICIATIVAS. ¿TIENES UNA IDEA Y NECESITAS AYUDA PARA LLEVARLA A CABO? ESCUELA DE SALUD. SERVICIO WIFI Y SALA DE ORDENADORES. Deciros que estamos en construcción, que las instalaciones faltan ser perfiladas aunque ya hemos empezado a rodar con distintas actividades, sesiones informativas a todos los cursos del instituto y Escuela de Adultos, curso de búsqueda de empleo, taller de muebles con palets, cursos de inglés, maratón de zumba…..y más cositas interesantes que saldrán este verano, jornadas, cursos, encuentros, mas formación y alguna que otra excursión. Desde aquí, animamos a toda la población juvenil a que participen y a que disfruten de este espacio creado exclusivamente para la juventud de Paterna. ¡¡¡¡PÁSATE¡¡¡¡
FICHA TÉCNICA DEL PROYECTO Correo: juventudpaterna@outlook.es Facebook: Juventud Paterna de Rivera Teléfono: 956929012 (Extensión 25). Dinamizadora Casa de la Juventud: Marisol Valle Macias.
Impresionan en este número: Rufino de Paterna Mª Luisa Mena Soledad Romero M. J. Barrios Andrés Carmona Alberto Romero Adama Sánchez Pérez Marina Reyes Torres Jesús Barea Sevillano Juan José Vilchez José Cabrales Pérez Zara Ruiz Romero Paqui Rodríguez Moreno Marisol Valle Macías
Asociación Cultural Impresiones
Excmo Ayuntamiento de Paterna de Rivera