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Equipo de trabajo Director: Gonzalo Straface ......................................................................................................................................................................... Secretario de Redacción: Maximiliano Campos Ríos ......................................................................................................................................................................... Equipo Editorial: Mario Katzenell, Karina Nieto, Isidoro Sorkin, Nicolás Vázquez, Paula Bercovich, Natalia Larsen ......................................................................................................................................................................... Asesor Editorial: Pablo Bulcourf ......................................................................................................................................................................... Corrección: Nadia Gabriela Caratti ......................................................................................................................................................................... Diseño y Diagramación: Lucía Fernández Carrascal .........................................................................................................................................................................
El editor no se responsabiliza por los conceptos, opiniones o afirmaciones vertidas en los artículos de los colaboradores de la publicación, que son a título personal y de exclusiva responsabilidad de los respectivos autores. Apuntes para la modernización del Estado es una publicación de la Dirección Nacional Escuela de Alta Dirección Pública, dependiente del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP) de la Secretaría de Empleo Público del Ministerio de Modernización de la Nación. Es de carácter mensual y de distribución gratuita, tiene por objetivo la divulgación de la producción científica y académica del área de trabajo de la Escuela de Alta Dirección Pública. El contenido de esta publicación o las opiniones de los autores aquí incluidos no reflejan necesariamente el posicionamiento de la Escuela de Alta Dirección Pública, ni de las demás áreas de la que depende, ni del Ministerio de Modernización de Nación de la República Argentina. Dirección: Av. Roque Sáenz Peña 511 (Oficina 706), San Nicolás, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Código Postal: C1035AAA — Teléfono: 4343-9001 — Interno: 706 Correo electrónico: formación@modernización.gob.ar / revistaestadoabierto@gmail.com ISSN 2469-2417
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ÍNDICE 4. EDITORIAL ....................................................................................................................................................
5. ENTREVISTA A Julia Domeniconi
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11. ESTADO DE LA CUESTIÓN
Política exterior y Estado abierto: la necesidad de una articulación constructiva Por Edgardo Taverna Boggio
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16. ESTUDIOS Y ARTÍCULOS Algunos aportes de la Educación Superior para la formación de los funcionarios públicos Por Javier Augusto Nicoletti ¿Existe el Estado neoweberiano en América Latina? Por Damien Larrouqué
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27. RESEÑAS La era de China. Claves de la nueva potencia mundial Por Orieta Giacoletto Desde el gobierno abierto al Estado abierto en América Latina y el Caribe Por Daiana Yovan
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29. PROGRAMAS Y PROYECTOS Lo digital como inclusión
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30. AGENDA Agenda de eventos
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31. COLABORACIONES Página de colaboración
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Editorial
La Escuela de Alta Dirección Pública del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) presenta una nueva edición de Apuntes para la modernización del Estado. Desde la Escuela, promovemos una formación de calidad para los agentes y los directivos públicos en busca de un Estado moderno al servicio de la ciudadanía. Avanzamos en este camino ante el desafío que se nos presenta este año de reforzar la apuesta de formación y difusión de ideas en la oferta de cursos, talleres y publicaciones. En este número, entrevistamos a Julia Domeniconi, subsecretaria de Gestión de Recursos Humanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quien describe las características de la Nueva Carrera Administrativa y el vínculo de la gestión de la Subsecretaría con la modernización del Estado. También contamos con el aporte del historiador e investigador Edgardo Taverna Boggio, quien escribe «Política exterior y Estado abierto: la necesidad de una articulación constructiva», donde ilustra los aspectos fundamentales de la relación entre la política externa y el paradigma del Estado abierto. Javier Augusto Nicoletti presenta «Algunos aportes de la Educación Superior para la formación de los funcionarios públicos» para reflexionar sobre el valor del conocimiento y la investigación en los temas que competen al Estado y la importancia del intercambio entre estos dos ámbitos. Por su parte, en su artículo «¿Existe el Estado neoweberiano en América Latina?», Damien Larrouqué delibera acerca de la realidad latinoamericana y la idea de Estado neoweberiano, las reformas administrativas, los ajustes, las gestiones inspiradas en el universo empresarial y la responsabilidad estatal en la administración de lo económico y lo social. En esta edición, recomendamos la lectura de dos libros vinculados a temas de la Región y el mundo. Para ello, presentamos una reseña de Desde el gobierno abierto al Estado abierto en América Latina y el Caribe, de Alejandra Naser, Álvaro Ramírez-Alujas, Daniela Rosales. Esta obra plantea la necesidad de trazar objetivos de gobierno en consonancia con lo propuesto en las últimas cumbres de desarrollo sostenible y apertura en la gestión. La otra obra reseñada, La era de China. Claves de la nueva potencia mundial, de Alberto Pontoni, Daniel Pérez Enrri y Feiyin Chen, describe los cambios y transformaciones experimentados por China en los últimos treinta y cinco años que la llevaron a convertirse en una de las potencias del mundo actual. Recordamos que el presente Boletín recibe la contribución de académicos y funcionarios inmersos en las temáticas y experiencias de modernización estatal, y en los desafíos actuales de la administración pública. Una vez más, los invitamos a su lectura, así como a realizar aportes para sus próximos números.
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Entrevista Entrevista a Julia Domeniconi, subsecretaria de Gestión de Recursos Humanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Julia Domeniconi nos cuenta cuál es la misión de la Subsecretaría, en qué ejes se basa su gestión y cómo se vincula con la modernización del Estado, cuáles son las medidas destacadas, en qué consiste la implementación de la Nueva Carrera Administrativa y cuáles son los desafíos de cara al futuro —¿Cuál es la misión de la Subsecretaría de Gestión de Recursos Humanos? —Nuestra misión consiste en generar políticas de recursos humanos de largo plazo, siempre con foco en la profesionalización y la jerarquización de los empleados públicos. A través de sus seis direcciones generales, la Subsecretaría desarrolla actividades que comprenden el diseño y la operación de los procesos de administración de los recursos humanos de todos los empleados del Gobierno de la Ciudad. Esto incluye la liquidación de salarios del escalafón general, el estatuto docente y la carrera profesional hospitalaria, el diseño y la operación de las carreras del personal, la formulación de las políticas presupuestarias anuales de recursos humanos del sector público, la implementación de políticas salariales, el reconocimiento médico para el otorgamiento de licencias, las políticas de jubilación y retiro de los recursos humanos, entre otras.
—¿En qué ejes se basa la gestión de la Subsecretaría? —Nuestra gestión se basa en tres ejes: jerarquización del empleo público, mejora de procesos y planificación del capital humano. La jerarquización del empleo público se sustenta en dos aspectos clave: por un lado, en mecanismos de ingreso de selección transparentes que garanticen la incorporación de personas idóneas y preparadas en el Estado y, por otro, en la implementación de una nueva carrera administrativa que acompañe el desarrollo laboral de los empleados estatales.
«En planificación del capital humano, se destaca el trabajo realizado por la Dirección General de Desarrollo del Servicio Civil en conjunto con los equipos de la Jefatura de Gabinete de Ministros»
La Subsecretaría de Gestión de Recursos Humanos concentra la mayor parte de los procesos vinculados a la gestión de todos los recursos humanos de la Ciudad, desde el ingreso a la administración a través de los concursos y los estudios médicos preocupacionales, pasando por la liquidación de haberes, transferencias de personal, evaluaciones de desempeño, hasta el egreso 5
Entrevista
del sector público con la política de retiro voluntario y jubilaciones. Dado el volumen que implica la administración de más de 160 000 empleados, es fundamental mejorar los procesos administrativos a partir de la incorporación de tecnología para lograr eficiencia en la gestión de los recursos humanos. La planificación del capital humano se orienta, básicamente, a contar con una organización eficiente, con dotaciones y jerarquías ajustadas a las necesidades de la gestión. Implica consolidar las estructuras del Gobierno para evitar duplicidades en competencias y en el planeamiento de las dotaciones de las diversas áreas. —¿Cuáles son las medidas destacadas de la gestión? —En este último eje, planificación del capital humano, se destaca el trabajo realizado por la Dirección General de Desarrollo del Servicio Civil en conjunto con los equipos de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Desde julio de 2016, han llevado a cabo un análisis integral de la estructura de Gobierno con el objetivo de identificar las áreas más prioritarias y mejorar sustancialmente la organización funcional de la administración pública de la Ciudad.
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Además de representar un avance significativo desde el punto de vista de una gestión más eficiente, la nueva estructura permite continuar mejorando la organización en todos los niveles, tanto de autoridades superiores como del régimen gerencial. Producto del análisis realizado, se redujo la cantidad de cargos en ambos segmentos en, aproximadamente, un 10 %. Asimismo, se crearon las primeras jefaturas de carrera administrativa, que habían sido derogadas en 1996. El Poder Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad carecía de un sistema de estructuras organizativas y funcionales formales en niveles inferiores para conducir al personal del escalafón general, que hoy alcanza a un total de 50 000 personas. En los niveles intermedios de gestión, esto implicaba la ausencia de una burocracia de largo plazo, lo que imposibilitaba la responsabilización y, a la vez, dificultaba la implementación de reformas y la gestión de procesos al no poder identificar responsables para su ejecución. Al mismo tiempo, en el plano del desarrollo de los recursos humanos del Gobierno de la Ciudad, la inexistencia de un plan de carrera que incluyera las jefaturas implicaba para los empleados
«Estamos convencidos de que no podemos modernizar el Estado sin tener personas preparadas para dar el salto de calidad que necesita la Ciudad en la atención al ciudadano y en el desarrollo de políticas públicas»
Entrevista
públicos con buen desempeño la imposibilidad de acceder a cargos de jefatura que permitieran mejorar su situación laboral y prestacional, lo que contribuía a su desvalorización y desmotivación. La definición fue comenzar con áreas críticas para la gestión, y, en ese contexto, se crearon 954 jefaturas de enfermería en los 33 hospitales de la Ciudad. Con este primer paso, hemos comenzado un proceso de creación de estructuras inferiores, muy importante para poder liderar equipos con grandes dotaciones de personal. También impulsamos la creación de plantas orgánicofuncionales, que habían sido derogadas en 1994. Se crearon así vacantes en áreas críticas, como la Dirección General de Niñez y Adolescencia, la Dirección General de Penal Juvenil del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes, y para los Oficiales Públicos del Registro Civil. En cuanto a la mejora de procesos, estamos avanzando en el rediseño de los procesos de reconocimiento médico para otorgar licencias y exámenes de aptitud laboral y, así, mejorar los tiempos y la calidad de respuesta de los trámites efectuados por los empleados. De hecho, en las próximas semanas, lanzaremos un nuevo servicio de visitas médicas
domiciliarias sábados, domingos y feriados para dar respuesta a una demanda histórica de los franqueros. Asimismo, estamos diseñando los procesos críticos de la Subsecretaría en flujos cerrados para dar claridad a las áreas que se interrelacionan con nosotros diariamente a través de diversos trámites e incorporando módulos en el Sistema Integral de Administración y Liquidación de Haberes. Esto nos permitirá eficientizar y mejorar los controles en lo relativo a la liquidación de sueldos de los más de 160 000 empleados del Gobierno de la Ciudad. Vinculado a la jerarquización del empleo público, el gran desafío de este año para la Subsecretaría es la implementación de la Nueva Carrera Administrativa. Es el gran proyecto integrador de diversas políticas de recursos humanos, que, si bien existían en la Ciudad, se encontraban dispersas y sin un objetivo claro. —Dada su relevancia, ¿podría comentarnos un poco más acerca de la implementación de la Nueva Carrera Administrativa? —Por supuesto. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene, aproximadamente, 50 000 empleados de planta permanente 7
Entrevista
en el escalafón general, que representa un 32 % del total de los empleados de todo el Gobierno. En contraposición al resto de los escalafones —médicos, docentes y policías—, la particularidad del escalafón general consiste en que nunca ha tenido reglamentada una carrera con mecanismos de promoción. En consecuencia, hoy el 43 % de los empleados del escalafón general se encuentra en la categoría mínima de la carrera, y estamos hablando de personas que ingresaron a la administración pública hace más de 10 años. En cambio, en función de diversos parámetros que se ajustan a cada caso, los médicos, los docentes e incluso la Policía de la Ciudad tienen procedimientos establecidos que garantizan un crecimiento en su carrera laboral a lo largo de los años. En este contexto, desde 2013, hemos estado trabajando con el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA) en un nuevo régimen escalafonario y de carrera administrativa con el objetivo de otorgarles a los trabajadores del Gobierno de la Ciudad previsibilidad y movilidad en su carrera acorde a su capacitación y desempeño en el puesto de trabajo. 8
Este hecho es histórico. Por un lado, porque es la primera vez que un régimen escalafonario se aprueba con la conformidad del gremio; por el otro, porque como mencionamos, nunca antes se habían reglamentado los mecanismos de crecimiento para el escalafón general, es decir, no había posibilidades de proyección de carrera, ya que no se reconocían la capacitación ni el buen desempeño en el puesto. En este escenario, daba lo mismo hacer las cosas bien, porque todos permanecían en el mismo lugar sin consecuencia alguna. Con la implementación de la Nueva Carrera, se reglamentarán los mecanismos de crecimiento horizontal, que permitirán la promoción de grado cada tres o cuatro años a través de la obtención de evaluaciones de desempeño positivas y una determinada cantidad créditos de capacitación; y de crecimiento vertical, que alentarán la promoción de tramo por medio de concursos cerrados internos a la repartición. De esta manera, los trabajadores tendrán oportunidades de crecer y avanzar en su carrera en función del mérito y el esfuerzo. También contarán con planes de capacitación y evaluaciones de desempeño orientadas a su puesto. Es decir que, a partir de ahora, las
Entrevista
evaluaciones de desempeño tendrán valor y dejarán de ser un mero trámite, ya que, para lograr la promoción horizontal, se necesitan evaluaciones positivas. A su vez, la capacitación se direccionará en función de los puestos de trabajo, porque también se requieren créditos de capacitación para ascender, y estos pueden sumarse en la medida en que se relacionen con la función que desarrollan los empleados. En conclusión, todos estos puntos traerán aparejado un impacto positivo en el funcionamiento del Gobierno de la Ciudad, ya que se promoverán la jerarquización del empleo público y la profesionalización de la administración. —¿Cómo se vincula la gestión de la Subsecretaría con la modernización del Estado? —En la política de recursos humanos, entendemos que la modernización se ancla en el desarrollo de servidores públicos comprometidos con el Estado y en el uso de herramientas tecnológicas que permitan eficientizar procesos de gestión. Estamos convencidos de que no podemos modernizar el Estado sin tener personas preparadas para dar el salto de calidad que necesita la Ciudad en
la atención al ciudadano y en el desarrollo de políticas públicas. En este contexto, la carrera administrativa que está por implementarse apunta a acompañar estos procesos de cambio direccionando las evaluaciones de desempeño y la capacitación al desarrollo de competencias específicas que se requieren para dar este salto. Al establecer la evaluación de desempeño y la capacitación como requisitos para el ascenso y, sobretodo, a partir de definir qué tipo de capacitación permite cumplimentar las exigencias de capacitación, colaboramos en el desarrollo de servidores públicos preparados para acompañar los procesos de cambio. —¿Cuáles son los desafíos de la Subsecretaría de cara al futuro?
«En la política de recursos humanos, entendemos que la modernización se ancla en el desarrollo de servidores públicos comprometidos con el Estado y en el uso de herramientas tecnológicas que permitan eficientizar procesos de gestión»
—El gran desafío que tenemos por delante es la implementación de la Nueva Carrera Administrativa y la integración de las políticas de recursos humanos a partir de esta. Este reto se debe a una falta de ejecución de los mecanismos de ascensos que preveían las carreras administrativas vigentes con anterioridad. Tanto durante la vigencia del Sistema Municipal de la Profesión Administrativa (SIMUPA) como en la carrera administrativa implementada en 2005, no se efectuaron los 9
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componentes que caracterizan a los sistemas de carrera administrativa y que sí se pusieron en funciones a nivel nacional. Esto significa que el empleado del Gobierno de la Ciudad nunca ha tenido promociones ni de grado ni de nivel. Poner en marcha los mecanismos de movilidad horizontal y vertical que establece la Nueva Carrera Administrativa es un desafío fundamental para superar los escepticismos que existen naturalmente en torno a la nueva carrera. Asimismo, como mencionamos antes, el Gobierno de la Ciudad ya venía desarrollando evaluaciones de desempeño desde 2009 y realizando diversos cursos de capacitación a través del Instituto Superior de la Carrera desde 2007. Sin embargo, estas dos herramientas no impactaban en el desarrollo de las personas ni se direccionaban de manera adecuada para el logro de los objetivos de gestión. Con la carrera implementada, es fundamental avanzar en la mejora tanto de la evaluación de desempeño como de la capacitación, y repensar ambos instrumentos de modo que potencien el desarrollo de competencias del empleado público. En esta misma línea, es imperioso continuar con la creación de las jefaturas de carrera 10
administrativa en áreas críticas con grandes dotaciones de personal. Desde 2009 a la fecha, se han consolidado las estructuras del régimen gerencial, que son los dos niveles jerárquicos inmediatamente por debajo de las direcciones generales. Recién hemos empezado a transitar el camino de creación de los niveles por debajo de los cargos de la Alta Dirección Pública.
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Política exterior y Estado abierto: la necesidad de una articulación constructiva Por Edgardo Taverna Boggio
Pensar la política exterior La política exterior constituye un aspecto fundamental de los Estados nación desde que se constituyeron como forma de dominación de la política moderna. La idea de construir un status de resolución de conflictos, como así también un paulatino ejercicio de monopolización de la fuerza en un determinado territorio se expresa, como bien señaló Max Weber, en la definición de Estado (Bulcourf y Váquez, 2004; Vallés y Martí i Puig, 2015). En consonancia, la idea de un espacio internacional se condensa en la centralidad que han ido teniendo estas nuevas unidades a partir de los tratados de Westfalia y Utrech. Esta nueva dimensión se canalizó a través de la guerra y la paz entre estas organizaciones. Poco a poco, este campo se ha ido ampliando, y actores como organismos internacionales, conglomerados económicos de negocios y organizaciones supranacionales han hecho del campo internacional un ámbito cada vez más complejo en el que se expresan intereses
Historiador. Investigador del Centro de Estudios Avanzados (CEA) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. Correo electrónico: <edgardotaverna@hotmail.com>.
muy diversos y antagónicos, no solo de los Estados, sino del resto de los actores, tanto de la política interna como de la externa (Keohane y Nye, 1988; Escudé, 1992 y 1995). El propio proceso de globalización ha hecho cada vez más porosas las fronteras entre la política doméstica y la política internacional. La política exterior es también una política pública que representa un eslabón más en la dinámica entre el Estado y la sociedad (Oszlak, 1988), donde, a su vez, el ámbito internacional expresa sus intereses que no solo son políticos, sino, muchas de las veces, económicos, vehiculizados en la política exterior y las zonas de influencia de los países.
«La política exterior es también una política pública que representa un eslabón más en la dinámica entre el Estado y la sociedad…»
Combinar la conjunción diversa y, a veces, antagónica de los integrantes de la sociedad civil y la sociedad política en lo que refiere a sus valores e intereses es parte de la agenda de problemas de la política exterior, al igual que aspectos que hacen a las burocracias públicas —entre ellas, principalmente, el cuerpo diplomático— junto a las propias necesidades y objetivos de los gobiernos. Esto hace 11
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de la política exterior y la política internacional uno de los espacios más complejos de las relaciones de poder en esta modernidad tardía. Por lo tanto, las decisiones que se toman en este ámbito suelen tener enormes consecuencias en la vida de las personas, aunque, a veces, parezca lejano de los problemas cotidianos. Educación para la política exterior de un Estado periférico y democrático La problemática de la educación general, como la que concierne a las disciplinas especializadas de la educación superior y la formación y capacitación de los funcionarios públicos, es un tema central para construir la legitimidad en cualquier Estado y establecer los criterios básicos de socialización política. Pero, fundamentalmente, es relevante a la hora de la preparación para el ejercicio de diferentes roles en una sociedad, sobre todo, en sociedades desiguales y con altos índices de exclusión y marginalidad, como las latinoamericanas. En este marco, resulta un mecanismo claro de inclusión social para construir una sociedad más justa y 12
democrática que permita un modelo social centrado en la ciudadanía. Los vínculos entre la cultura política y la estructuración de la política exterior representan uno de los eslabones entre la sociedad y el Estado que expresa valores e intereses, así como también la percepción que tienen los actores políticos y sociales y los propios gobernantes del papel internacional del propio país en la trama del campo internacional, elemento que constituye la propia política exterior (Escudé, 2001). Por esta razón, los procesos formales e informales que hacen a la educación en sus diferentes instancias y niveles son primordiales para comprender estos vínculos, más aún, en su dimensión histórica. Los fuertes cambios en este siglo xxi constituyen un desafío para el diseño y la implementación de la política educativa, pero también para el propio proceso de enseñanzaaprendizaje dentro y fuera de las aulas. En este aspecto, los contenidos que hacen al campo de las humanidades y las ciencias sociales son fundamentales tanto para comprender los fenómenos del ámbito internacional como para dotar a los ciudadanos de una idea
«La problemática de la educación general… es un tema central para construir la legitimidad en cualquier Estado y establecer los criterios básicos de socialización política»
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más acabada de sus componentes, funcionamiento y, especialmente, del lugar que ha ocupado y en el que se encuentra actualmente nuestro país en este complejo sistema. Esto hace repensar una de las dimensiones de las reformas educativas en la Argentina. No se trata de incorporar aspectos estrictamente conceptuales, sino de estructurar una nueva concepción en torno a las humanidades y ciencias sociales en lo que hace al ámbito internacional. Por un lado, hay que tomar conciencia del carácter transversal que poseen estos contenidos y, por el otro, de la necesidad de problematizarlos. El conocimiento de la historia de la política exterior es un aspecto que debe incorporarse dentro de un esquema más amplio de la realidad regional e internacional. Esto no solo concierne a los niveles inicial, primario y medio, sino también al superior, tanto a los profesorados, que son los encargados de la formación básica, como a las universidades, donde algunas profesiones hasta se orientan específicamente al estudio de esta dimensión de la política internacional, en grado y posgrado. Desde el aspecto actitudinal, la escuela y el resto de las instituciones
educativas poseen un papel central en la internalización de los valores básicos que hacen a la propia orientación de la política exterior, su sentido y el locus de la Argentina como actor internacional. A su vez, este es un desafío muy grande dada la diversidad cultural y de intereses que posee nuestra sociedad. El propio conocimiento sobre el campo internacional, elaborado por disciplinas, como las relaciones internacionales, la economía y la ciencia política, constituye una materia prima fundamental para estar a la altura de la producción internacional sobre la temática, pero sin descuidar las propias visiones elaboradas en el país y la Región. El conocimiento con pretensión universal debe articularse con aquellos que nos permiten tomar conciencia de nuestro propio lugar en el mundo y con las reflexiones que hemos construido desde nuestra localidad (Souto Zabaleta, 2002; Merke, 2005; Bulcourf, Cardozo y Campos Ríos, 2013).
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Una articulación constructiva: política exterior y Estado abierto La complejidad del proceso de globalización, la integración regional que han transitado parte de las regiones de este planeta, como la dinámica del juego de intereses de los países en su vinculación con las otras naciones y actores del ámbito internacional, requieren construir una política exterior multimensional, es decir que represente los valores e intereses diversos que ya hemos comentado. La idea de expresar la resolución de los conflictos a través de un régimen democrático es un condicionante central de la política exterior, puesto de manifiesto en el compromiso hacia la mantención de la paz, los derechos humanos, los valores de libertad e igualdad, el aspecto multicultural que poseen las sociedad modernas y la desmilitarización del escenario internacional (Juárez Centeno, 2008). El papel de la Argentina en los organismos internacionales es central para expresar estos compromisos, como así también enfrentar el desafío de un país que pretende insertarse en el mundo de forma pacífica. En este 14
contexto, la idea de bienestar se encuentra en parte condicionada por el desarrollo de nuestra economía y la doble necesidad de insertar nuestra producción, así como por la llegada de inversiones que permitan reformas a mediano y largo plazo; aquí, la creación de trabajo digno debe ser uno de sus principales objetivos. El paradigma del Estado abierto también tiene su corolario en la política exterior, ya que se manifiesta en todo proceso y control de la política pública, en donde lo central está en la ciudadanía (Oszlak, 2014). Esto hace eco en la necesidad de cambiar parte de la cosmovisión de la forma en que se vinculan las nacionales y en la importancia de la participación de los actores políticos y sociales en este proceso. Los mecanismos de accountability horizontal y vertical deben estar presentes en la elaboración de la política exterior. Pensar en construir una cosmovisión ciudadano-céntrica debe llevarnos a comprender la enorme diversidad de la ciudadanía en nuestro país, no solo en lo que respecta a los matices y diferencias culturales y regionales, sino también
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Referencias bibliográficas al desafío de superar la exclusión social y la pobreza estructural que persiste en nuestra sociedad. No se trata de comprar nuevas recetas (Pando, 2017), sino de articular la necesidad de un realismo parado en nuestro lugar en el mundo para superar viejos complejos y contradicciones, sin dejar de tener en cuenta el carácter dinámico de la política doméstica y de la exterior, en donde los variados estándares demuestran la enorme dificultad tanto de elaborar e implementar la política exterior como de sustentarla en metas, valores e intereses que tratan de contemplarnos a todos.
Bulcourf, P. y J. C. Vázquez (2004). «La ciencia política como profesión?». En PostData, (10). Bulcourf, P.; N. Cardozo y M. Campos Ríos (2013). «Los estudios internacionales en la Argentina en perspectiva histórica». En Aportes para la Integración Latinoamericana, año XIX, (29). Escudé, C. (2001). «Cultura política, política exterior, y caducidad del modelo del Estado como actor racional: el caso argentino». En PostData, (7). — (1995). El realismo de los estados débiles. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano. — (1992). Realismo periférico. Buenos Aires: Planeta. Juárez Centeno, C. (2008). «Derechos Humanos y Relaciones Internacionales: reflexiones sobre el entrecruzamiento de estas disciplinas en la teoría y práctica internacionales». En Anuario del CIJS, Córdoba. Keohane, R. y J. Nye (1988). Poder e interdependencia: la política mundial en transición. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano. Merke, F. (2005). «Relaciones internacionales: el Estado de la Disciplina en la Argentina». Ponencia presentada en las Terceras Jornadas de Investigación del IDICSOUSAL, Buenos Aires. Oszlak, O. (2014). «Gobierno abierto: Hacia un nuevo paradigma de gestión pública». En Oszlak, O. y E. Kaufman Teoría y práctica del gobierno abierto: Lecciones de la experiencia internacional. IDRCRedGEALC-OEA. — (1988). La formación del Estado argentino. Buenos Aires: Editorial de Belgrano. Pando, D. (2017). «”No todo lo que brilla es oro”. Inconsistencias y retos del gobierno abierto en América Latina». En Estado abierto, (1), 1. Souto Zabaleta, M. (2002). «La periferia de la teoría y la teoría desde la periferia. Aproximaciones críticas en la teoría de las relaciones internacionales». En PostData, (8). Vallés; J. M. y S. Martí i Puig (2015). Ciencia Política. Un manual. Madrid: Ariel. 15
Estudios y artículos Algunos aportes de la Educación Superior para la formación de los funcionarios públicos Por Javier Augusto Nicoletti Profesor e Investigador de la UNLAM.
Resumen El presente trabajo pretende reflexionar acerca de los aportes de la Educación Superior en la formación de los funcionarios públicos.
Abstract This paper aims to reflect on the contributions of Higher Education in the training of public officials.
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Estudios y artículos
El desafío por la búsqueda de una Educación Superior de calidad es un tema central en función de los fenómenos y los acontecimientos transformadores propios de la actual era de expansión tecnológica, enmarcados en la circulación global de los conocimientos y los nuevos canales de participación de los ciudadanos. Dentro de esta transformación, en el ámbito de la gestión pública, emerge el concepto de gobierno abierto, el cual plantea nuevas formas para articular la ciudadanía con el Estado, brindando la posibilidad de mecanismos de control, colaboración y participación, en parte, posibilitados por la aplicación de tecnologías de la información y el conocimiento; concepción extendida últimamente a la de Estado abierto, que involucra también a los poderes Legislativo y Judicial (Oszlak, 2014). Queda claro que la problemática de la formación, la capacitación y la promoción del sector público debe comprenderse en relación con el propio desarrollo de la administración pública como campo (Cardozo y Bulcourf, 2016). En tanto bien público (CMES, 2009), la Educación Superior se presenta como un espacio cualificado para generar aportes sustanciales en el diseño y la puesta en práctica de procesos de formación y capacitación de los funcionarios frente a los
requisitos de la cosmovisión del gobierno abierto. Dicha formación estará orientada a la adquisición de herramientas actualizadas que permita desplegar, en el entorno social, prácticas que faciliten la calidad de vida de las personas. También deberá aportar a los procesos de planificación colaborando en llevar adelante estrategias y modelos de políticas públicas de mejora permanente. En este sentido, la Educación Superior es un aporte para una formación que permita la motivación, el trabajo en equipo y el fortalecimiento de la comunicación con la sociedad. La complejidad de la dinámica social requiere la convergencia de todos los actores institucionales, así como la incorporación de campos de intervención educativa. Allí, la investigación será un factor estratégico por su valor en la búsqueda de conocimiento rigurosamente validado y por sus alcances en cuanto a promover información reconocida y confiable. Dentro de la formación de funcionarios, la capacidad de indagar e interpretar los hechos y fenómenos de la realidad es una competencia valiosa y destacada. En este sentido, un primer aporte de la Educación Superior será el diseño de programas formativos en el campo 17
Estudios y artículos de la investigación y en sus diversas metodologías de abordaje, que colaboren con el reconocimiento, la reflexión, el debate y la aplicación de estrategias que fomenten prácticas públicas sustentables. Partiendo del planteo respecto de que «el ámbito de la ciencia está llamado a ser uno de los principales laboratorios en los que se edifiquen las sociedades del conocimiento» (UNESCO, 2005: 109), analizar el marco actual en el cual se llevan adelante las prácticas de gestión pública conlleva un proceso en constante revisión de los dispositivos y las tareas que permitan desarrollar con pertinencia y calidad cuestiones consideradas fundamentales. La formación en el campo de la investigación y el incentivo de estrategias que promuevan su práctica conlleva comprender, diagnosticar y transferir los conocimientos, y, para ello, se requiere intervenciones metodológicas teórico-prácticas precisas, validadas, que utilicen materiales e instrumentos en forma complementaria y sean relevantes. A este, debe agregarse un comportamiento ético, responsable socialmente, puesto que sus resultados serán un aporte para el desarrollo de la sociedad. Un segundo aporte formativo de la Educación Superior es el diseño de programas de formación que aporten al campo de la evaluación de la gestión, de la participación y de la comunicación con la sociedad. El sentido será colaborar 18
con el diseño de herramientas que contribuyan a la comprensión de lo alcanzado por las distintas prácticas realizadas con el fin de generar nuevas propuestas que permitan la optimización de las funciones y acciones sustantivas. En términos de Escudero Escorza, se «busca directamente el objetivo de ofrecer las mejores opciones de acción entre todas las alternativas posibles» (2016: 3).
«A través de la
Entonces, se trata de generar programas de investigación de base evaluativa que proyecten repercusiones positivas en el entorno social, asegurando que las prácticas sean útiles y acordes a las expectativas y las necesidades de los ciudadanos; por ejemplo, garantizando el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para una real integración en la sociedad del conocimiento global.
implementación de
A través de la implementación de las metodologías apropiadas, la investigación de base evaluativa busca generar valoraciones destinadas a la toma de decisiones que afectan la realidad parcialmente o en su conjunto. Estas se materializan en planes de mejora institucional de las prácticas sobre la base de un análisis situacional basado en argumentaciones fiables y validadas, que den respuestas a la sociedad. De esta manera, la formación en investigación de base evaluativa es un proceso que potencia el desarrollo de aquellas habilidades que facilitan la reflexión, el aprendizaje y la autoevaluación de lo realizado, de tal forma que puedan ir mejorándose los abordajes.
conjunto»
las metodologías apropiadas, la investigación de base evaluativa busca generar valoraciones destinadas a la toma de decisiones que afectan la realidad parcialmente o en su
Estudios y artículos Plantear el paradigma de un gobierno abierto requiere contar con funcionarios capacitados, motivados y actualizados para llevar adelante su tarea. Por lo cual, se busca de manera permanente generar intervenciones que impacten en la calidad de sus prácticas. En este sentido, el recurso de la investigación de base evaluativa se presenta como un factor que involucra a los propios funcionarios a través de la adquisición de herramientas orientadas a la innovación y la mejora en forma continua y sustentable. La formación en el campo de la investigación de base evaluativa implica un aporte a la labor de la interpretación de los elementos y factores que interactúan en un tiempo y situación determinados, desplegando herramientas destinadas al diseño de planes de mejoramiento. Estos manifiestan alternativas de intervención social posibles de concretarse y conforman un escenario específico y significativo, que refleja las particularidades del momento actual y sus futuras posibilidades. Para ello, la formación permanente y calificada que puede aportar la Educación Superior se presenta como un recurso de valor para dar respuestas a las necesidades de los ciudadanos de la sociedad de la información y el conocimiento. Dado que la función pública no puede estar ajena a la búsqueda de la calidad y la innovación de sus prácticas y saberes, la posibilidad de formarse en el campo
de la investigación es un recurso valioso desde una perspectiva integradora y generadora de respuestas. En la medida en que las instituciones públicas cuenten con estrategias y procedimientos adecuados, el alcance de los resultados de gestión podrán potenciarse en un marco de articulación de las instituciones con el entorno social. Para ello, cobra sentido contar con equipos de trabajo informados, capacitados, evaluadores de las propias prácticas y participativos con la sociedad. Es por ello que los funcionarios públicos deben consolidarse como facilitadores del cambio para la mejora y el crecimiento institucional.
Referencias bibliográficas Cardozo, N. y P. Bulcourf, (2016). «El desarrollo institucional de la administración y políticas públicas en Argentina. Un estudio de la enseñanza desde el proceso democratizador hasta nuestros días». En Estudios Políticos, 49, pp. 216-238. CMES (2009). Conferencia mundial sobre la Educación Superior [en línea]. Disponible en <http://www.unesco. org/education/WCHE2009/comunicado_es.pdf> [Consulta: 16 de agosto de2017]. Escudero, T. (2016). «La investigación evaluativa en el siglo XXI: un instrumento para el desarrollo educativo y social cada vez más relevante». En Relieve, 22, (1). Oszlak, O. (2014). «Gobierno abierto: hacia un nuevo paradigma de gestión pública». En Oszlak, O. y E. Kaufman. Teoría y práctica del gobierno abierto: Lecciones de la experiencia internación. Buenos Aires: OEA, Red Gealc y IDRC, pp. 5-58. UNESCO (2005). Informe Mundial de la UNESCO. Hacia las sociedades del conocimiento. París: UNESCO.
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¿Existe el Estado neoweberiano en América Latina? Por Damien Larrouqué Profesor de la Universidad París 2 Panthéon-Assas. Correo electrónico: <damien.larrouque@sciencespo.fr>
Resumen Este artículo pretende definir lo que se entiende por Estado neoweberiano en la literatura internacional para luego aplicarlo a la realidad latinoamericana. Abstract This article intends to define what is understood by Neoweberian State in the international literature, applying it to the Latin American reality.
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Introducción Desde los ochenta, América Latina ha conocido dos generaciones de reformas administrativas caracterizadas por ajustes estructurales — disminución del tamaño del Estado— y por la imposición de dispositivos de gestión inspirados en el universo empresarial —New Public Management (NPM)—. Hoy en día, con el advenimiento del paradigma posneoliberal (García Delgado y Ruiz del Ferrier, 2013), se ha abierto una tercera generación de transformaciones institucionales marcada por la revalorización de la administración pública, cuya relevancia había sido subrayada por el CLAD (1998). Esos cambios político-administrativos pueden atribuírsele a un nuevo tipo ideal de Estado: el neoweberianismo.
Un nuevo tipo ideal de origen anglosajón Formalmente, la conceptualización contemporánea de Estado neoweberiano aparece en los trabajos de Pollitt y Bouckaert (2004). Según ellos, a la hora de llevar a cabo reformas administrativas, los países de
Europa continental habrían elegido conservar, por lo menos, tres atributos tradicionalmente asociados con la burocracia weberiana: el ideal democrático, el respeto por los procedimientos legales y la preservación del ethos del servicio público. En el mismo tiempo, habrían adherido a las promesas de eficacidad —pragmatismo—, efectividad —evaluación—, eficiencia —relación costo-beneficio— y neutralidad —apoliticismo— del NPM. A raíz de las reflexiones preliminares de Pollitt y Bouckaert (2004), el concepto de Estado neoweberiano se ha difundido en la literatura científica internacional. En América Latina, el artículo de Fuentes et al. (2009) puede considerarse el primer trabajo universitario de la Región en introducir textualmente el concepto de neoweberianismo como alternativa al paradigma neogerencial.
«Desde los ochenta, América Latina ha conocido dos generaciones de reformas administrativas caracterizadas por ajustes estructurales… y por la imposición de dispositivos de gestión inspirados en el universo empresarial…»
Como lo prefiguraba Evans (2003), el Estado neoweberiano constituye un tipo ideal híbrido, ubicado a medio camino entre el modelo clásico del Estado burocrático y el paradigma contemporáneo del NPM. De manera simplificadora, «el modelo de reforma del Estado neoweberiano se distingue de la lógica gerencial por el 21
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hecho de que los elementos weberianos cohabitan con elementos “neo” introducidos durante las reformas administrativas» (Mendes, 2006: 536). Como fusión entre los dos modelos, el neoweberianismo reivindica el rigor de uno y la flexibilidad del otro. Es decir, asocia el formalismo jurídico del primero con la agilidad institucional del segundo. Pretende universalidad con eficacidad y eficiencia. En suma, detrás de la noción de neoweberianismo, encontramos características cruzadas de los dos modelos clásicos. Sin embargo, el neoweberianismo no se limita tampoco a una simple combinación teórica. De hecho, tiene propiedades sumamente singulares. Una lectura para América Latina El neoweberianismo afianza conceptualmente el propósito político, social e intelectual de reafirmar el Estado como piloto fundamental de la acción pública. Desde el punto de vista social, el Estado neoweberiano renuncia a la concepción neoliberal de una solidaridad de carácter residual y estigmatizadora, según la cual, solamente, 22
los más pobres necesitarían ser amparados (Becerril Velasco, 2015). Con la idea de asegurar la armonía social, el Estado neoweberiano aspira a construir una sociedad de clases medias, más justa e integrada, donde los principios de solidaridad y de redistribución recuperen sus atributos universales. El paradigma neoweberiano operaría, entonces —desconfiando de su propio papel—, en la transición del Estado modesto, fragilizado por la crisis económica a un Estado intervencionista, fiscalmente reforzado y seguro de sus principios. En definitiva, si se considera que el mundo está dominado por las lógicas de la gobernanza, su principal desafío consistiría en la metagobernanza (Peters, 2009), es decir, en gobernar la gobernanza. Esa concepción voluntarista va de la mano de una revalorización de la política (Morgan, 2014). En efecto, la gobernanza, como el mercado, no constituye órdenes espontáneos —catalaxias en el sentido de Hayek—, que se ajusten naturalmente en función de intereses divergentes pero complementarios. En realidad, necesitan ser gobernados por
«El neoweberianismo afianza conceptualmente el propósito político, social e intelectual de reafirmar el Estado como piloto fundamental de la acción pública»
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instituciones que retrocedan hacia el centro (Peters, 2003). Asimismo, toda una literatura regional postula un cambio de paradigma político-administrativo que consiste en una reafirmación del papel del Estado en la conducción económica y social (Abal Medina, 2012; Cao y Laguado, 2014; Felcman, 2012; Martínez Puón, 2011; Rodríguez, 2010; Thwaites Rey, 2008; Vallespín, 2010). Respecto a la concepción del individuo, el neoweberianismo rompe con la simple orientación al cliente, propia del NPM. Según Guerrero Orozco (2009), originalmente, el concepto de citiuzer o ciudadano-usuario fue forjado por un politólogo francés en los sesenta y retomado por el CLAD a final de los noventa (1998). En lo que atañe al funcionario, como contrapartida de la preservación de su estatuto y de la reevaluación de su salario, debe poner su rigor profesional al servicio de sus conciudadanos (Abal Medina, 2010). Fundamentalmente, la dimensión neomanagerialista de su trabajo es matizada, pero no invalidada. De hecho, Pollitt y Bouckaert precisan que «el burócrata no se convierte en un simple
experto jurídico dentro de su sector de actividad, sino — que— sigue siendo un manager profesional, orientado por la necesidad de satisfacer las necesidades de los ciudadanos-usuarios» (2004: 100). A nivel logístico, la meta principal consiste en reducir los problemas de insularidad institucional, que perjudican la coherencia de la acción pública (Waissbluth, 2003). Concretamente, el neoweberianismo incita a la cooperación interinstitucional con el afán de que, con la supervisión del Gobierno central, cada órgano involucrado en la implementación de un programa x —departamento ministerial, agencias, empresas, asociaciones, etc.— se comprometa a 1) realizar, según sus competencias, especialidades y mandatos, objetivos predefinidos; 2) confiar en las capacidades de los demás órganos para cumplir con otras tareas complementarias; y 3) a no obstaculizar, por motivos de competencia, celos o rivalidades institucionales viscerales, la gestión necesariamente multidimensional de las políticas públicas. Para retomar el concepto de Cunill Grau (2014), se 23
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podría hablar de búsqueda de interesectorialidad. Esa nueva modalidad político-administrativa introduce los principios de transparencia y de democratización en la gestión de la acción pública. Allí, el paradigma neoweberiano se hace crítico respecto a los modelos que lo han inspirado: renuncia tanto a la concepción tecnocrática asociada con el Estado burocrático —papel de los grands corps— como a la práctica tecnicista reivindicada por el NPM —sobrevalorización de la figura del experto—. Día a día, esa voluntad de transparencia se observa en el nivel de la repartición de los recursos y en la elaboración de las políticas públicas. Asimismo, la idea es que los ciudadanos sean concretamente asociados con la implementación y la evaluación de la acción pública (Fuentes et al., 2009) Finalmente, a diferencia del NPM, el paradigma neoweberiano no aparece como dogmático: rechaza la prescripción de recetas universales, partiendo del principio de que cada país posee un patrimonio administrativo y una cultura institucional singulares 24
(Fuentes et al., 2009). Uno de los principios del paradigma neogerencial es su plasticidad relativa, en el sentido de que no se funda en una receta universal que debería aplicarse a cada país de manera uniforme, univoca y sin posibilidad de adaptación con la realidad administrativa nacional. Al contrario, su razón de ser parecería hallarse en su carácter endógeno y específico, en la medida en que se manifiesta en muchas variantes, desde Europa Central y Oriental (Drechsler, 2009) pasando por el estuario de la Plata (Narbondo, 2015), hasta la Península Ibérica (Mendes, 2006). Conclusión Aunque pueda derivar y convertirse en uno de esos conceptos-maletas, en el cual cabe toda definición posible (Sartori, 1991) y a pesar de su carácter normativo (Dunn y Miller, 2007), el neoweberianismo constituye una verdadera herramienta teórica que nos ayuda a analizar los cambios institucionales contemporáneos. Pero, no olvidemos que, al ser precisamente un tipo ideal, antes de todo,
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el paradigma neoweberiano representa una construcción intelectual. En consecuencia, no se trata de buscar en cualquier modificación del entorno político-administrativo las pruebas fehacientes de una evolución de tipo neoweberiana. ¿Existe el Estado neoweberiano en América Latina? Esta pregunta no puede tener una respuesta categórica. En rigor, nos parece que puede hablarse de gestión neoweberiana cuando se observan, por lo menos, tres de sus cinco principales características funcionales. Asimismo, este modelo aboga por 1) una revalorización de la administración pública en términos tanto económicos —mejor financiamiento—, sociales —estatuto del funcionario protegido— como culturales —reversión del desprestigio—. Fundamentalmente, supone 2) tener en consideración los principios éticos, morales y presupuestarios durante la secuencia decisional de cada política pública —rechazo del clientelismo—. En esa lógica, valora 3) la participación efectiva de la sociedad civil en la definición, decisión, gestión y
evaluación de las políticas públicas. No obstante, no deja de considerar la importancia de 4) la implicación y la movilización del Poder Ejecutivo a lo largo de la formulación, implementación y control de la acción pública —con el objetivo de limitar los fenómenos de bureaucratic drift o deriva burocrática—. Esta intervención político-administrativa puede caracterizarse por 5) una integración intersectorial entre diversos organismos públicos, parapúblicos y privados —con el fin de yugular los efectos deletéreos de la insularidad administrativa—.
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Estudios y artículos Referencias bibliográficas Abal Medina, J. (2012). «De la Nueva Gerencia Pública a una concepción distinta sobre el Estado». En Aportes para el Estado y la Administración gubernamental, 30. — (2010). «El rol de los trabajadores públicos para un mejor Estado». En Aportes para el Estado y la administración gubernamental, 28. Becerril Velasco, C. (2015). «El papel del Estado en el alivio de la pobreza en la era neoliberal. Una aproximación teórica». En Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 225. Bouckaert, G. y Pollitt C. (2004). Public Management Reform: a Comparative Analysis. Oxford: Oxford University Press. Cao, H. y A. Laguado (2014). «La renovación de las ideas sobre el Estado y la Administración Pública en la Argentina». En Revista del CLAD Reforma y Democracia, 60. CLAD (1998). «Una Nueva Gestión Pública para América Latina». En Documento del CLAD. Cunill Grau, N. (2014). «La intersectorialidad en las nuevas políticas sociales. Un acercamiento analíticoconceptual». En Gestión y Política Pública, 23 (1). Dunn, W. y Miller D. (2007). «A Critique of the New Public Management and the Neo-Weberian State: Advancing a Critical Theory of Administrative Reform». En Public Organization Review, 7. Drechsler, W. (2009). «The rise and demise of New Public Management: Lessons and opportunities for South East Europe». En Uprava, 7, (3). Evans, P. (2003). «El hibridismo como estrategia administrativa: combinando la capacidad administrativa con las señales del mercado y la democracia delegativa». En Revista del CLAD Reforma y Democracia, 25. Felcman, I. (2012). «Nuevos modelos de gestión pública. La relación entre cultura, liderazgo y tecnologías de gestión, después del “big-bang” paradigmático». En Aportes para el Estado y la Administración gubernamental, 30. Fuentes, G.; M. C. Güemes y C. Isaza (2009). «Modernizar y democratizar la Administración Pública. Una mirada desde la realidad latinoamericana». En Revista Enfoques: Ciencia Política y Administración Pública, 7, (11). García Delgado, D. y C. Ruiz del Ferrier (2013). «El nuevo paradigma. Algunas reflexiones sobre el cambio epocal». En Revista Estado y Políticas Públicas, 1. Guerrero Orozco, O. (2009). «El fin de la Nueva Gerencia Publica». En Estado, Gobierno, Gestión Pública: Revista Chilena de Administración Pública, 13. Martínez Puón, R. (2011). «El penduló del Estado: la vuelta a los fundamentos de su intervención». En Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 56, (213). Mendes, J. (2006). «La réforme du système administratif portugais: New Public Management ou Etat Néowébérien ?». En Revue française d’administration publique, 119. Morgan, B. (2014). «De vuelta a la política: la trayectora del Estado regulador en los paises del Sur». En Revista del CLAD Reforma y Democracia, 60. Narbondo, P. (2015). «Las tentativas y proyectos de reforma del sistema de gestión de los recursos humanos en Uruguay: ¿Nueva gestión pública o neoweberianismo?». En Revista del CLAD Reforma y Democracia, 61. Peters, G. (2009). «Le service public et la gouvernance: retrouver le centre». En Telescope, 15, (1). — (2003). «La capacidad para gobernar: ¿Retrociendo hacia el centro?». En Revista del CLAD Reforma y Democracia, 27. Rodríguez, A. (2010). «La redefinición del Estado y su rol». En Aportes para el Estado y la administración gubernamental, 28. Sartori, G. (1991). «Comparing and Miscomparing». En Journal of Theoretical Politics, 3, (3). Thwaites Rey, M. (2008). «¿Qué Estado tras el experimento neoliberal?». En Revista del CLAD Reforma y Democracia, 41. Vallespín, F. (2010). «La transformación del Estado como consecuencia de los impactos de la crisis económica». En Revista del CLAD Reforma y Democracia, 48. Waissbluth, M. (2003). «La insularidad de la gestión pública latinoamericana». En Revista del CLAD Reforma y Democracia, 27. 26
Reseñas La era de China. Claves de la nueva potencia mundial Alberto Pontoni, Daniel Pérez Enrri y Feiyin Chen Buenos Aires, Lenguaje claro Editora, 2017, 132 páginas ISBN 978-987-3764-25-7 Por Orieta Giacoletto Los cambios y transformaciones experimentados por China en los últimos treinta y cinco años han despertado el interés de la comunidad académica internacional, que busca comprender los factores que llevaron al gigante asiático a convertirse en una de las mayores potencias económicas y comerciales del mundo actual. En este sentido, la presente obra intenta desentrañar las claves que explican el fenómeno chino partiendo de ciertas preguntas fundamentales: ¿Por qué China pudo lograr un desempeño tan extraordinario? ¿Cuál es su situación actual? ¿Cómo seguirá evolucionando en el futuro? Editado por Lenguaje claro, el trabajo se encuentra estructurado en cinco ejes de análisis. El primer capítulo se centra en el contexto y los antecedentes de la China anterior al proceso de reformas, es decir, desde el fin de la era de las dinastías imperiales, pasando por la consolidación y auge del período maoísta hasta su caída. En el segundo capítulo, se examinan las medidas y los cambios económicos que caracterizaron el
período de reforma y apertura, implementado por el líder Deng Xiaoping a partir de 1978, que le permitió a China convertirse en la fábrica del mundo. En el tercer capítulo, se repasan los factores clave que explican su despegue haciendo hincapié en el papel del Estado y el sistema de planificación centralizada y en la inversión extranjera directa como motor de desarrollo y modernización del entramado productivo industrial. El cuarto capítulo aborda la situación actual china, sus problemas y desafíos, y las implicancias del cambio de su estrategia de crecimiento basada en la exportación de productos intensivos en mano de obra a un nuevo modelo orientado al impulso del consumo interno y la exportación de bienes de alta tecnología. Finalmente, el quinto capítulo analiza la relación de China con América Latina, y se ofrecen algunas reflexiones sobre el dilema que presenta esta relación bilateral para el futuro: ¿es China una amenaza o, más bien, una oportunidad?
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Reseñas Desde el gobierno abierto al Estado abierto en América Latina y el Caribe Alejandra Naser, Álvaro Ramírez-Alujas, Daniela Rosales (eds.) Libros de la CEPAL, N.o 144, Santiago, CEPAL, 2017, 466 páginas ISBN 978-92-1-121949-4 Por Daiana Yovan La entrada en vigencia de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible pone a los países de America Latina y el Caribe ante el desafío de encontrar un marco de gobernanza pública y una arquitectura estatal coherente con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas que la componen. Específicamente, se destaca el objetivo 16, cuya directriz es «promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, la provisión de acceso a la justicia para todos y la construcción de instituciones responsables y eficaces a todos los niveles».
Editada por Alejandra Naser, Álvaro Ramírez-Alujas y Daniela Rosales, esta obra compila una serie de estudios y trabajos de los expertos más renombrados de Iberoamérica en materia de gobierno abierto, como Gregorio Montero, Joan Subirats, Oscar Oszlak, Mila Gascó Hernández, Ester Kaufman, Joel Salas Suárez, Fabrizio Scrollini, entre otros. El libro está integrado por veintidós capítulos distribuidos en siete partes y reúne estudios de caso y artículos teóricos, congregando tanto a investigadores y docentes como a gestores públicos y técnicos.
En este contexto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sitúa el emergente paradigma de Estado abierto como el marco de referencia adecuado para este nuevo requerimiento. Por este motivo, y consolidando el trabajo de posicionamiento de este tema en la Región, la CEPAL busca mediante este libro constituir un punto de referencia obligado en la materia y proveer un insumo a los gobiernos de la Región.
En América Latina y el Caribe, la noción de gobierno abierto se ha ido plasmando en políticas públicas concretas y ha progresado hacia la novedosa idea de Estado abierto, al ampliar sus principios vectores a los distintos poderes y niveles que componen el Estado. Por ello, cada vez surge una mayor necesidad de obras como esta, que ofrezcan una vista panorámica, diversa y profesional sobre este nuevo paradigma de gestión pública que promueve la transparencia, la colaboración entre actores y la participación ciudadana.
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Programas y proyectos Lo digital como inclusión
El Plan Nacional de Inclusión Digital del Ministerio de Modernización de la Nación es una estrategia innovadora para que el Estado sea cada vez más ágil, abierto e inclusivo. Las nuevas tecnologías cambiaron definitivamente el modo en que vivimos y las formas de comunicarnos. Hoy estar conectados es prioritario para el desarrollo del país y para el crecimiento individual de cada uno de nosotros. Actualmente, solo uno de cada tres argentinos puede conectarse a Internet, y alrededor del 40 % de la población no tiene conocimientos sobre su manejo. El desafío del Ministerio es conectarnos con los puntos más remotos, pero también conectarnos con el mundo, un mundo globalizado que acorta distancias y tiempos de la mano de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Estamos construyendo un Estado moderno y cercano, con mayor conectividad por medio del tendido de fibra óptica, brindando conexión a Internet a través de ARSAT a lo largo y ancho del país. Recientemente, se han inaugurado 300 Puntos Digitales, espacios públicos de inclusión digital que brindan capacitaciones y acceso a las nuevas tecnologías. Asimismo, con el objetivo de disminuir la brecha digital, se puso en marcha el programa Rad.ar (Red de Alfabetizadores Digitales
de Argentina), donde estudiantes de universidades públicas nacionales se capacitan para enseñar a usar Internet a sectores vulnerables de la población en donde residen. Una vez formados, en su papel de alfabetizadores, estos jóvenes dan cursos presenciales en los que enseñan a navegar en el ciberespacio para acceder a información, realizar trámites, comunicarse con seres queridos, estudiar y buscar trabajo, entre otras actividades en línea. En esta primera etapa del programa, el público de los cursos son los beneficiarios de los planes Argentina Trabaja y Ellas Hacen, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Las capacitaciones se dictan en Puntos Digitales, sedes universitarias y espacios públicos provinciales o municipales. El programa apunta a abrir los cursos al público general en el futuro. En sintonía, el Programa Más Simple incorpora a los adultos mayores al universo digital a partir de una plataforma que les permite informarse, realizar trámites, cuidar su salud y comunicarse de manera sencilla. Alfabetizar e incluir son tareas transformadoras y necesarias en un mundo tecnológico. No se trata simplemente de tener acceso a estas nuevas herramientas digitales; lo importante es saber utilizarlas y poder aplicarlas para mejorar la calidad de vida de los argentinos, y juntos crecer y desarrollarnos. 29
Agenda
EVENTOS 2017 13-16
SEP
V Congreso Internacional de Ciencia política «Riesgos de la democracia: desigualdad, discriminación y corrupción» Asociación Mexicana de Ciencias Políticas A.C. (AMECIP) Cancún, Quintana Roo, México https://congreso.amecip.com/
............................................................................................................................ 20-22
SEP
XIII Congreso Español de Ciencia Política y de la Administración «La fortaleza de Europa: vallas y puentes» Asociación Española de Ciencia Política y de la Administración Santiago de Compostela, Galicia, España http://www.aecpa.es/congresos/XIII-congreso/
........................................................................................................................... VIII Congreso Internacional en Gobierno, Administración y Políticas Públicas «Gobernando el futuro: Iberoamérica en la encrucijada» 25-28 Grupo de Investigación en Gobierno, Administración y Políticas Públicas (GIGAPP) SEP Madrid, España https://congreso.gigapp.org/es/ ............................................................................................................................ IX Congreso Regional de las Américas International Labour and Employment Relations Association (ILERA) e Instituto de Estudios Interdisciplinarios en Derecho Social y Relaciones del Trabajo (IDEIDES) OCT Buenos Aires, República Argentina http://www.ileraamericas2017.org/ ............................................................................................................................ 11-13
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Primer Congreso de Ciencia Política «20 Años de Ciencia Política en la UNVM. Transformaciones de los Estados y las democracias en América Latina» Universidad Nacional de Villa María Córdoba, República Argentina http://www.unvm.edu.ar/noticia/20170210/primer-congreso-ciencia-politica
Colaboraciones Los trabajos con pedido de publicación deben ser remitidos a Apuntes para la modernización del Estado mediante comunicación electrónica a <formacion@modernizacion.gob.ar> con copia a <revistaestadoabierto@gmail.com>. En todos los casos, deben ser trabajos originales o inéditos, que no hayan sido enviados para su publicación a otras revistas. Se podrán presentar artículos y reseñas en idioma castellano y portugués. Todas las contribuciones recibidas serán evaluadas preliminarmente por la dirección y la secretaría de redacción de la Revista, y aprobadas acorde a su pertinencia temática y requisitos formales. El proceso de selección durará, como mínimo, entre uno y seis meses; y, una vez finalizado, el comité de la revista se pondrá en contacto con el autor o los autores para comunicar la decisión de publicación. Los editores no están obligados a mantener ningún tipo de comunicación con aquellos que hayan enviado sus trabajos, salvo que estos sean efectivamente publicados. En caso de sugerencias y correcciones, los autores deberán dar cuenta de estos. El envío de un artículo a Apuntes para la modernización del Estado implica la cesión de los derechos de autor para que este pueda ser editado, reproducido o difundido públicamente con fines exclusivamente científicos, académicos o culturales. Para la presentación de los trabajos, se deberán observar los siguientes criterios: 1. Deben enviarse a ambas direcciones electrónicas. 2. Los artículos no deben exceder los 13 000 caracteres (con espacios incluidos), y las reseñas bibliográficas, los 500. Esto incluye resúmenes y referencias bibliográficas. 3. Todos los trabajos deben presentarse en programa Word, con letra Times New Roman, número 12, a espacio sencillo. Se utilizará hoja tipo A4 con margen superior de 3 cm; inferior, 2,5 cm; izquierdo, 2,5 cm y derecho, 2.5 cm. 4. Los artículos deberán estar acompañados con una foto de cara de cada uno de los autores con definición mínima de 300 DPI en JPG. Asimismo, las reseñas bibliográficas deberán enviarse con una foto de la tapa del libro con la misma definición. 5. El título deberá estar alineado a la izquierda en negrita y con letra Times New Roman, número 14. Los nombres y apellidos del autor o de los autores se expresarán de igual forma, pero en letra itálica (en caso de ser dos, la y entre estos estará en redonda, y, si son más de dos, habrá comas entre ellos hasta el último, donde se ubicará la y). 6. Toda aclaración con respecto al trabajo, así como la pertenencia institucional del autor o de los autores y su dirección electrónica, deben consignarse mediante asterisco (y doble asterisco si fuese necesario) desde el título o el nombre del autor al pie de la primera página. 7. Las citas aclaratorias deberán ir al final del texto y no podrán superar el número de cuatro. 8. Las referencias bibliográficas deberán seguir preferentemente el formato americano: apellido del autor, año y número de página luego de dos puntos para los casos de citas textuales. Por ejemplo: Varios países latinoamericanos son casos de democracia delegativa (O’Donnell, 1997). «El presidente es considerado la encarnación de la nación y el principal definidor y guardián de sus intereses» (O’Donnell, 1997: 293). 9. En el apartado bibliográfico, las referencias deben observar el siguiente orden, separado por comas: apellido del autor, letra inicial del nombre del autor, año (entre paréntesis), título de la obra (entre comillas si es un artículo; en itálica si se trata de un libro o título de una publicación), volumen, tomo, etc., lugar de edición y editorial.
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Colaboraciones Por ejemplo:
Para libros y capítulos de libros: Bourdieu, P. (2008). Homo academicus. Buenos Aires: Siglo XXI. O’Donnell, G. (1997). «¿Democracia delegativa?». En O’Donnell, G. Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización. Buenos Aires: Paidós. Gutiérrez Márquez, E. (2013). «La ciencia política en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM». En Reveles, F. (coord.). La Ciencia Política en México hoy: ¿Qué sabemos? México: UNAM y Plaza y Valdés. En caso de titularidad por parte de organizaciones, los nombres se pondrán en mayúsculas. ..............................................................................................................................................................................................................................................................
Para revistas: Altman, D. (2005). «La institucionalización de la ciencia política en Chile y América Latina: una mirada desde el sur». Revista de Ciencia Política, 25, (1). En este caso, el 25 corresponde al volumen de la revista, y el (1), al número. .............................................................................................................................................................................................................................................................
Para participaciones en eventos científicos: Rocha, C. (2012). «La ciencia política en Uruguay (1989-2009). Un estudio de los temas, teorías y metodologías predominantes en la investigación y la enseñanza en el Instituto de Ciencia Política». Ponencia presentada en el IV Congreso Uruguayo de Ciencia Política, noviembre, Montevideo, República del Uruguay. ............................................................................................................................................................................................................................................................. 10. La bibliografía obtenida en espacios virtuales deberá consignarse con su sitio correspondiente junto con la fecha de consulta: Oszlak, O. (2016). «Hacia un Estado al servicio del ciudadano». En diario La Nación [en línea]. Disponible en <http:// www.lanacion.com.ar/1901788-hacia-un-estado-al-servicio-del-ciudadano> [Consulta: 5 de octubre de 2016]. 11. Todos los artículos deberán estar acompañados por un resumen en español y otro en inglés, de hasta 100 palabras cada uno. En caso de tratarse de un artículo en portugués, se agregará un resumen en español. 12. Los cuadros, diagramas e infogramas realizados en otros programas deberán enviarse en archivos aparte. Se deberá señalar específicamente el lugar en el cuerpo del texto donde deberán colocarse. En la medida de lo posible, se deben utilizar programas generalizados y compatibles con Word. Cada elemento deberá contar con su propio archivo. Incluyendo los cuadros, el artículo no podrá superar las 4 páginas en el formato antes mencionado. Los editores no están obligados a mantener ningún tipo de comunicación con quienes hayan enviado sus trabajos, salvo que estos sean efectivamente publicados.
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