Independiente de Iguazú N 22

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Juan Carlos Chebez, para siempre en el recuerdo de todos Al cumplirse un nuevo aniversario de su natalicio se organizó un homenaje al naturalista pag. 4

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Independiente Iguazú www.elindependienteiguazu.com

Puerto Iguazú . Periódico de distribución gratuita . Año 2 . Nº 22

Iguazú brilló en la pasarela de un nuevo Cataratas Day Misiones celebró el séptimo aniversario de la elección de las Cataratas como una de las Maravillas Naturales del Mundo. pag.8

Salto Dos Hermanas s/n Puerto Iguazú Tel. 03757 420742 Boletería Terminal de ómnibus de Iguazú

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Noviembre de 2018

¿Qué hacemos con el consumo de crack?

Un Gobierno en caída libre y una oposición que re emerge de la letanía

OPINIÓN Por Ezequiel Beer (*)

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a demostración empírica de lo que fue prematuramente advertido por Daniel Scioli durante el primer debate presidencial de noviembre de 2015 se ha comprobado en los hechos sin tener que azuzar alevosamente sobre sus consecuencias que son palpables hasta inclusive por los detractores de oficio. La caída económica producto de una recesión auto inducida nos remite a una geografía local similar a la de fines de los años 90 o principios de la década del 2000 donde la producción y el consumo se detuvieron y el desempleo fue ascendente bajo una crisis política que detonó a fines de diciembre de 2001. La nueva avanzada sobre la corrupción – la anterior intentó doblegar momentáneamente al Ex Presidente Carlos Saul Menem – en este caso sobre la gestión kirchnerista y su principal responsable la Ex Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner incita a pensar que los motivos de esta especie de neoliberalismo criollo remite a cuestiones más políticas que económicas para lograr el objetivo de obnubilar bajo argumentos reaccionarios acerca de los fenómenos populares en el país. En este caso el disciplinamiento cultural al señalar los desvíos del populismo en contraste con la sensatez economicista y la lógica del buen patriota incita a pensar en este tercer intento casi fallido de amoldar a un país a una planilla de Excel. La terquedad de los hechos indica que la magnitud y el patrimonio histórico argentino - producto de las gestas de Yrigoyen y Perón – no puede ser borrado de las mentes tan fácilmente como se proponen los sectores dominantes y que ha sido re palpado- hace apenas 3 años - por 12 años de gestión progresista que obro en gran parte a favor de los sectores populares. Una Tercera Oportunidad La actual Senadora por la Provincia de Buenos Aires, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner refleja los deseos inmediatos de regresar a un estadio sociopolítico anterior a la gesta ajustadora del Gobierno, estableciéndose comparaciones instantáneas entre aquel periodo y la actualidad bajo un velo de que su retorno podría re encausar los destinos de millones de argentinos afectados por el ajuste, el desempleo, la caída de sus ingresos y la pauperización social. Pero la historia no se repite y la actual situación económica del país que deja un endeudamiento que puede orillar los casi 200.000 mil millones de dólares al borde del default para fines de 2019 con programas de financiamiento y programación por parte del FMI, preanuncian una difícil transición hacia el pleno desarrollo de las fuerzas productivas y en particular dado un contexto geopolítico de Proteccionismo y/o Guerras Comerciales y precios externos estables o tendientes a la baja. Por otra parte, ha mellado en una significativa proporción de la población la presunción de cohecho y corrupción durante su gestión que se ve expresado en los distintos guarismos encuestados donde entre un 20 y un 30 por ciento de la población no inclina la balanza ni al Gobierno ni a CFK. Las secuelas de las distintas gestiones presidenciales han mellado fuertemente en la relación con los mandatarios provinciales que en apariencia serian mas proclives a una reelección macrista que a un nuevo periodo kirchnerista.

Ezequiel Beer, Geógrafo – UBA Analista Político, Doctorando Universidad Nacional de la Matanza

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hicos de aproximadamente diez o doce años fumando cigarrillos de tabaco y marihuana, o aspirando cocaína, son algunas de las imágenes que muestra la película brasileña “Ciudad de Dios”, de Fernando Meirelles, acerca de la vida en una favela de Río de Janeiro. En el film “A los trece”, de Catherine Hardwickle, la vida de Tracy cambia por completo cuando durante el pasaje a la adolescencia se hace amiga de otra joven, Evie, que la acerca al mundo de las drogas y el alcohol. Adolecer significa causar dolor. La pre-adolescencia y adolescencia son etapas de fuertes cambios físicos y psíquicos, que conllevan emociones diversas para los jóvenes. Estudios psiquiátricos explican que cuando un chico o una chica que está transitando ese período de la vida empieza a consumir drogas, hay que prestar atención a las relaciones familiares que ese sujeto tiene y al lugar que ocupa en la vida de sus padres. Otra de las aristas para tener en cuenta es el período conflictivo que el individuo está viviendo por la pérdida de la infancia, la diferenciación sexual y el cambio en la relación con los mayores. Daniel Peralta está a cargo de la Dirección de Prevención de Conductas Adictivas, institución que trabaja en prevención y asistencia de adicciones, y señala que a la hora de analizar las razones por las que un chico empieza a consumir drogas, hay que ahondar en diferentes aspectos. El entorno social en el cual el sujeto está inmerso es uno de los factores que hay que tener en cuenta, porque no es lo mismo aquél que consume porque vive en un ámbito marginal en términos sociales, que el que lo hace a raíz de conflictos familia-

res, por ejemplo. En este sentido, también influyen las experiencias individuales de cada persona adicta porque pudieron haber pasado por situaciones traumáticas. “Si pudiese hablar de un denominador común sería, fundamentalmente, un déficit familiar, en donde no hay lazos afectivos evidentes, con fallas a la hora de comunicarse y roles desdibujados, por lo que no hay figuras claras de autoridad. Igualmente, no es lo único”, sostiene Peralta. El crack o la piedra, la llamada “droga barata”, siguen estando relacionadas, para Peralta, con las clases sociales más bajas. Aunque en este sentido, señala: “Lo más común entre los chicos es el alcohol, la marihuana y cada vez está ascendiendo más el uso del crack o la piedra. Clásicamente se lo ha ubicado en un estrato social más bajo, pero últimamente se ven casos de ascenso hacia otras clases”. Recientemente, Peralta y el titular de la Dirección de Seguridad Ciudadana, Cristian Martí, hicieron una conferencia de prensa para advertir sobre el avance, cada vez mayor, del consumo de crack en nuestra ciudad, y la falta de reacción por parte de las fuerzas federales para combatir este verdadero flagelo. Como sociedad, no podemos permanecer pasivos, esperando que alguien tome cartas en el asunto, sobre todo teniendo en cuenta que la edad de inicio del consumo es cada vez menor (se habla de niños de hasta 8 o 9 años consumiendo), por lo que es preciso activar algún tipo de mecanismo para llamar la atención de las autoridades del gobierno nacional, que paradójicamente, tuvo en el combate al narcotráfico uno de sus slogans de campaña.

Staff Editor Responsable: Sergio Martyn Arte y Diseño: Omar Ortiz Ilustraciones: Rocío Mikulic Diseño publicitario: Jorge Leiva para Reemix Publicidad

Ventas: Mirtha González (3757 650619) Logística y distribución: Juancruz Martyn Colaboran en esta edición: Quenia de los Santos Blanca Estela Pan, Ezequiel Beer

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El Independiente Iguazú es una publicación quincenal de “El Independiente Iguazú SH”. Editor responsable: Sergio Martyn. Dirección Postal: Calle Jilguero, Barrio 12 viviendas Casa 10, Puerto Iguazú, Misiones. Impreso en los talleres de El Territorio, Av. Quaranta 4307, Posadas, Misiones, Argentina © Todos los derechos reservados. Registro de la propiedad intelectual en trámite. El editor no se hace responsable por el contenido de las notas firmadas por sus respectivos autores.


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La fábrica vende humo La pretendida –y desmedida- intención de la oposición de sacar rédito político por una denuncia por supuesta estafa cometida contra el fisco, se estrelló con los datos que finalmente fueron aportados por funcionarios municipales, de una sola factura sospechosa –de la gestión del ex intendente Marcelo Sánchez- por el irrisorio monto de 22.500 pesos. En lo que se pudo advertir como una excesiva reacción de reflejos “los concejales de la oposición” (en rigor, el radical Kevin Florentin), apuraron el trámite para exigir una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante y la conformación de una comisión investigadora para seguir la ruta de las supuestas facturas truchas a las que hizo referencia la publicación de un medio nacional, replicada en medios locales. En llamativa sintonía con un medio provincial, Florentín declaró que “hay que tener en cuenta que si hubo fraude a la AFIP, probablemente haya malversación de fondos públicos en la Municipalidad, ya que hay servicios que no se prestaron pero que fueron facturados”. Y luego cotinuó: “si sucede esto, quiere decir que hay una estafa al contribuyente, necesitamos saber qué servicios no se prestaron y, de ser así, en qué gestión y por ello pedimos la creación de la comisión”. Florentín le dijo al mismo medio que “de no contar con el acompañamiento de la mayoría del Concejo Deliberante, seguirán buscando información por separado desde el bloque de Cambiemo con pedidos de informes. En oportunidad de aclarar la situación, el Secretario de Hacienda, Hugo Ferreyra pudo explicar que en realidad la denuncia publicada en Infobae, sobre la supuesta millonaria estafa al fisco, se trataba en rigor de una sola factura de un monto para nada excesivo, que podría haber llamado la atención. Se trata de una pauta publicitaria que estaría dentro de los cánones normales, si se toma en cuenta los valores que se manejan en los medios capitalinos. Hablar de una factura de 22 mil pesos en un medio capitalino, con llegada nacional, no es para nada exagerado, con relación a una pauta publicitaria de alcance nacional. Para colmo, la factura fue recibida y pagada durante la gestión del ex intendente Marcelo Sánchez, con lo cual el daño a la imagen del actual alcalde, que tuvo alto impacto por el tratamiento deliberadamente malintencionado de la información, tendrá que ser motivo de análisis. Lo concreto es que hubo un allanamiento donde personal de la AFIP acompañados por efectivos de la Prefectura cercaron un perímetro de la Muncipalidad y revisaron facturaciones de períodos anteriores. A partir de allí, pudieron determinar que había una factura sospechosa, que pertenecería a una de estas personas denunciadas como presta nombres, para facturar después que alguien utilice o usufructúe ese beneficio. “Lo concreto es que se encontró una sola factura por un monto de 22.500 pesos”, informó Ferreyra, agragando que en el momento en el que se hizo el pago de esa factura, como todo proveedor del estado, el contribuyente tenía todos sus impuestos al día, de lo contrario no hubiera podido cobrar. Por lo tanto cuando se hizo el pago el beneficiario de la misma estaba correctamente habilitado por la AFIP. Un año después saltó

que se podía tratar de una factura apócrifa y entonces la AFIP intimó a la Municipalidad para que pague una multa de 8 mil pesos porque había aceptado esa supuesta factura trucha. La municipalidad contestó, ya en la administración de Filippa, que al momento de pagar la misma el prestador del servicio estaba habilitado y que no registraba ninguna inhibición. Pero la AFIP volvió a insistir con la multa, y por eso se le notificó al ex intendente Marcelo Sánchez de la situación y volvieron a rechazarle el pedido de multa, aduciendo el mismo argumento. En el informe a nivel nacional se hablaba de una defraudación al fisco por un monto de 5 mil millones de pesos, pero lo único que se encontró en la Municipalidad de Iguazú fue esa única factura de 22.500 pesos, lo cual resulta irrisorio, para el daño causado a la imagen del alcalde. Habrá que ver si va a accionar judicialmente contra algún medio Por otra parte el concejo deliberante pedirá la conformación de una comisión investigadora para establecer la exactitud de los hechos, a partir de un pedido del presidente del cuerpo.

Strepitus fori El escándalo público que se generó a partir de la filtración de un audio donde Claudio Filippa hace referencia, en términos vulgares e irreproducibles, a la corresponsal de un medio provincial, sacó de agenda el tema inicial y fue motivo de innumerables muestras de repudio por el tenor de las mismas. Se esperaba que el propio alcalde encabezara el contacto con los medios para hacer algún tipo de aclaración al respecto. Pero no fue así y hasta el momento no se pronunció sobre el tema.

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Homenaje por partida doble: Juan Carlos Chebez y Andrés Giai El sueño del gran naturalista argentino, Juan Carlos Chebez, para que los restos del primer naturalista que recorrió Misiones, Andrés Gaspar Giai, descansen en Güirá Oga se cumplió. En un emotivo acto realizado en la fecha en la que se recordó el natalicio de Chébez, el 31 de octubre, la familia de Güira Oga, encabezada por Jorge Anfuso y Silvia Elsegood, sus creadores, convocaron a un grupo de amigos para comunicar la novedad. Anfuso recordó los momentos inolvidables compartidos con Chebez, al que calificó como un hombre que ha hecho mucho por la conservación del país, pero especialmente la de Misiones, por la que tenía un corazoncito aparte. Este año con el agregado de que se pudieron repatriar los restos de Andrés Giai, que fueron trasladados desde Puerto Esperanza, donde estaba enterrado en un terreno baldío, bajo un mandiocal. “En 1999 visitamos el lugar con Juan Carlos y él dijo que lo teníamos que rescatar a este hombre que fue el primer naturalista que tuvo la provincia de Misiones y traerlo a este predio que habíamos bautizado con su nombre”, recordó Anfuso, quien además dijo que la desaparición de Chébez hizo que la tarea se retrasara un poco. “Cuando volvimos con Juan Carlos en 2003 no pudimos volver a encontrar la tumba de Giai, porque el lugar se había modificado mucho y estuvimos 4 o 5 años buscando el lugar hasta que dimos con el sitio”, contó. “Hoy, ya lo tenemos a Giai en Guirá Oga para darle el homenaje, no solo a él, que vino a morir a Misiones y quedar sepultado bajo la selva que tanto había querido, sino también a Juan Carlos, cuyo deseo era que estuviera en este lugar y que le brindáramos el homenaje que se merecía”, agregó el anfitrión. Anfuso también hizo mención que muchas personas no saben quien fue Andrés Giai, y que él, a través de su libro “Vida de un naturalista en Misiones” pudo comprender en profundidad lo que significó su trabajo. “Él vino acá por dos motivos: uno en busca del Pato Serrucho y el otro porque le habían encargado que llevara

algunos ejemplares de monos al Museo Rivadavia de Buenos Aires, para estudiar el tema de la fiebre amarilla” Giai anduvo por Misiones en el año 1948, cuando el Urugua-í era prácticamente virgen. Armó un campamento 2 kilómetros más abajo de lo que hoy es la Isla Palacio.

Casualmente, cundo Anfuso era chico, tuvo la posibilidad de ser voluntario en el Museo Rivadavia de Buenos Aires y probablemente quizás lo haya conocido, allá por los años 60, porque era asiduo visitante. “En un momento, el director de ornitología del museo, me encomendó organizar

colecciones de aves de Salta y de Misiones, y cuando observaba las patitas de los bichos que estaban embalsamados, veía en las identificaciones que provenían de “Arroyo Palacio” o “Isla Palacio”… ese nombre se multiplicaba y yo comencé a preguntarme qué lugar sería ese donde existía semejante cantidad de fauna”, relató el creador de Güirá Oga, que casualmente con los años su trabajo lo trajo a evitar que las aves se introdujeran en las turbinas de los aviones, porque habían hecho la represa que inundó la Isla Palacio. “La isla está, existe, queda una pequeña porción que fue declarada monumento natural provincial y la transecta principal lleva el nombre de Giai, como homenaje a todo el trabajo que hizo ahí”, dijo Anfuso, que también recordó que “cuando lo conocí a Juan Carlos me hizo conocer a Giai y a la Isla Palacio, que son muy caros a mis sentimientos. Por eso cuando tuvimos la oportunidad de trasladar los restos lo hicimos y afortunadamente hoy están depositados aquí”. Queremos recordar a Juan Carlos a través de sus canciones, de sus libros, de todo lo que ha hecho, pero sobre todo por su ejemplo: de lucha y su gran vocación Guillermo Gil, uno de los especialistas que fue trabajó codo a codo con Chébez, también lo recordó y dijo que “más allá de la amistad y de las anécdotas que son totalmente válidas y valorables para nosotros que lo conocíamos, lo importante es transmitirle al resto de la gente que no solo es eso, que tiene muchísimo poder, sino que hoy mismo se está evaluando la fauna amenazada de Argentina, y para eso recurrimos a los datos de Andrés Giai y a las recopilaciones de Juan Carlos Chébez. “Vemos como era la realidad en otras épocas y podemos compararlas con la actualidad, y ver como se retrajeron las distribuciones, donde había localidades del zorro vinagre que ya quedaron bajo el agua, por ejemplo. Giai y Chébez han logrado que la información que generaron sea súper útil a lo largo de generaciones. Es un aporte que hay que destacar ya que no todos los han conocido, pero se los puede conocer a través de sus obras”.


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Iguazú se suma a la iniciativa de juntar firmas para exigir la reglamentación del cannabis Silvana Kosmann es una paciente con artritis y fibromialgia. Desde hace 13 años toma medicamentos tradicionales y afirma que necesita una ayuda paralela porque no aguanta más. Se sumó a la campaña de recolección de firmas que a nivel provincial encabeza Susana Bartz en Posadas, para que los legisladores misioneros reglamenten la Ley de adhesión a la utilización del cannabis con fines medicinales. “Estamos juntando firmas, esperamos que todos los ciudadanos de Iguazú nos ayuden con esta campaña, que es muy importante para todos los pacientes que lo necesitamos, me incluyo. Soy una paciente con artritis y fibromialgia y llevo sufriendo ya 13 años este problema de salud, y por más que esté medicada con los medicamentos convencionales, necesito una ayuda paralela porque ya no doy más”, relató. Silvana explica que esta enfermedad le produce mucho dolor en todo el cuerpo y una fatiga terrible. “Me acuesto y me levanto cansada, como si no hubiese dormido en toda la noche y los dolores están constantemente”. Desde hace 13 años Silvana utiliza un medicamento llamado “Umira” para la artritis reumatoidea que va a acompañado con metrotrezato, y hace 11 años le diagnosticaron fibromialgia por la cual tuvo un tratamiento previo, que no funcionó, y ahora está medicada con “Pregavalina”, que toma hace más o menos 10 años. “Tomé conocimiento del uso del cannabis medicinal por medio de mi reumatóloga, quien me contó una historia de una paciente que llegaba llorando al consultorio por los dolores. Esta paciente decidió implementar en su tratamiento el cannabis. Me dijo que quería que la conociera para yo pudiera comprobar cómo había cambiado su vida desde que comenzó a utilizar este producto. “Te vas a dar cuenta que el cannabis funciona”, me dijo mi médica, y por eso confío en que debe ser así”, relata. Silvana dice que en Iguazú son muchísimas las personas que quieren comenzar el tratamiento con este producto, porque en realidad lo que quieren es mejorar su calidad de vida. “Hay que ser realistas: el cannabis no cura, pero si proporciona una mejor calidad de vida, alivia los síntomas de dolor, y al no tener

dolor ya se pasa a tener una mejor calidad de vida, y más ganas de vivir”, apunta. Como muchos otros pacientes, en este momento Silvana no puede acceder a conseguir el producto porque su venta no está autorizada por los canales legales. “Eso me desespera porque cada vez estoy peor y necesito una solución a todo esto”, señala. Silvana estuvo juntando firmas en la plaza San Martín, hace un par de domingos, y a partir de esa actividad mucha gente se le acercó. “Es impresionante la cantidad de casos que hay y que desconocíamos –dice-. Se me acercaron personas con cáncer que llevan 10 años de tratamiento con cannabis, que no son de la localidad, son de otras provincias, pero toda esa experiencia nos ayuda. También gente con depresión crónica, con fibromialgia, con artritis, mucha gente con

niños con convulsiones y todo eso nos ayuda para seguir con esto, para buscar una mejor calidad de vida para tanta gente que lo necesita”, explica. Para Silvana, lo que la sociedad tiene que hacer es tomar la iniciativa y ser conscientes de que este producto funciona, para el bien de todos. “A los legisladores, que no están respondiendo a toda esta parte de la comunidad que les está pidiendo que reglamenten la ley de utilización del cannabis con fines medicinales, les diría que tengan un poquito de compasión, que nos ayuden a tener una mejor calidad de vida, que se pongan en nuestro lugar y nos ayuden. Queremos acceder a este producto de manera absolutamente legal. Yo, en mi caso particular, no quiero hacer nada ilegal y tampoco me gusta que otros pacientes lo hagan. Quiero que tengamos la posibilidad de ir a comprar nuestros medica-

mentos sin preocuparnos. Queremos tener paz”, expresa.

Efectos secundarios Al hablar de los efectos secundarios que le ocasionan, Silvana dice que éstos “dañan todos los órganos, empezando por los riñones, el estómago, de hecho estoy en tratamiento para poder tolerar los medicamentos, uno que me inyecto y otro que tomo por vía oral, metrocopramida, porque si no tengo muchas náuseas”. “Mi cuerpo ya no tolera tantos medicamentos, pero si no los tomo, mi enfermedad avanza a pasos agigantados. La opción es tomar y sentirme descompuesta 3 o 4 días y detener medianamente mi enfermedad, o no tomarlos y tener la posibilidad de terminar en una silla de ruedas, porque la artritis reumatoidea es progresiva y avanza a pasos agigantados”, concluye.


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Cada vez hay más niños vendiendo o pidiendo limosna en las calles de Iguazú “Que Dios la bendiga”, dice Johnatan, con una sonrisa grande y voz bajita, parado al lado de una de las mesas de un coqueto restó ubicado en la esquina de Brasil y Paraguay, pleno centro de Puerto Iguazú, a metros de La Feiriña. Debe tener entre 8 o 9 años. Es menudito y anda con ojotas, pero se le ilumina la cara cuando ve que uno de los comensales del bar saca a relucir un billete de 5 reales. Sonríe y sale corriendo a compartir el botín con otros dos niños, que parecen sus hermanos. Están sentados, sosteniendo unas cajas con arbolitos de piedra. Esperan juntar dinero suficiente para llevar a su casa. Mientras tanto hacen dibujos con un palito en la tierra. La situación se repite en varias esquinas de la ciudad. Niños que venden o piden limosna, que circulan y permanecen en las calles solos o acompañados. ¿Cuántos realizan algún tipo de actividad económica o trabajo para subsistir o colaborar con la familia? No hay datos actualizados sobre trabajo infantil urbano, pero en Misiones, como en el resto del país, la fuerza laboral infantil se concentra en zonas rurales: olerías, cosecha de yerba. En Argentina está prohibido por ley que los menores de 16 años trabajen. Los adolescentes de 14 pueden realizar tareas remuneradas en el ámbito familiar, hasta 15 horas semanales. Según el último informe del Observatorio de Deuda Social de la Infancia, de la Universidad Católica de Córdoba, en 2017, en el país, 7,3 por ciento de los chicos trabaja en el mercado, 3,9 por ciento en tareas domésticas y uno por ciento en ambos trabajos. El 12,3 por ciento de la infancia realiza algún tipo de trabajo. Son un millón de niños y niñas entre 5 y 17 años.

La mayoría está en la calle con su grupo familiar y se dedica a la venta ambulante. Otro grupo pide limosna (los niños guaraníes venden y piden limosna alternativamente) en bares del centro: 7 esquinas, Gustavo Eppens, Av. Brasil, Av. Misiones, Av. Córdoba y La Feiriña, donde además hay otro grupo de jóvenes y adolescentes que cuidan coches.

Historias de vida , Catriel

Varones y pequeños De los niños que se pueden ver deambulando en Iguazú la mayoría son varones, un gran porcentaje de ellos, tiene entre 7 a 13 años, mientras que la edad promedio es de 9. Se observan más varones solos. Todos estos datos son extraoficiales, ya que no existe en la ciudad ningún organismo que se ocupe de abordar convenientemente la situación.

Gustavo David Fernandez Abogado

1 de Mayo 348 Esquina Mendoza Local 4 Puerto Iguazú Misiones Tel. 03757 15409726

Catriel, o “Tachi” para sus amigos, tiene 9 años y trabaja en la calle porque, según dice, le gusta. Es de Wanda y vende arbolitos de piedra y pese a su corta edad, ya tiene experiencia en el oficio. Desde hace meses venir a Iguazú se le ha hecho una costumbre. “Empecé a venir acá con mi mamá; estar en la calle es lo que más me gusta hacer”, dice a las 11 de la noche de un domingo. Comparte esta actividad con sus cuatro hermanos, mayores que él. Su mamá los acompaña, pero no circula con ellos. Dice que hace unos 300 pesos diarios.

Milagros y Rodrigo, los hermanitos de la Av. Córdoba Las veredas de la Av. Córdoba no deberían ser un lugar para niños durante la noche. Hay un tránsito incesante. Pero ahí están todos los días Milagros (10) y Rodrigo (12), hermanitos de Julián que hace malabares delante de los vehículos con pelotas de tenis el semáforo de Victoria Aguirre y Córdoba. Sus manos chiquitas apenas pueden atrapar una por

vez. También venden arbolitos de piedra. Están en la calle desde la siesta hasta que oscurece, de lunes a lunes. Comen ahí mismo y no están solos: muy cerca los vigila su tío César, también vendedor ambulante. Los chicos van a la escuela y tienen cinco hermanos más de todas las edades. El padre se quedó sin trabajo y ya no vive con ellos. Entre ambos recolectan como mucho 300 pesos diarios que llevan a su casa para que puedan comer todos. “El tema es preocupante y debería ser abordado por gente especializada” Para Pablo Bauzá, presidente de CODESPI, Consejo de Desarrollo Social de Iguazú, el tema es complicado y de difícil solución en el contexto de la crisis que se vive en este tiempo. “Yo lo veo en mi negocio (es el propietario del restaurante La Rueda), y es preocupante porque se nota que cada día se incrementa la cantidad de chicos que andan por la calle hasta altas horas de la noche”, explica. “Es gente con necesidades, que seguramente se las tiene que rebuscar, pero los chicos son menores, desde los 2 años en adelante, que andan por la calle de noche, entre los autos y obviamente es muy preocupante”, añade. Bauzá también comenta que en su restaurante comen a diario muchos chicos que llegan a pedir comida. “El tema es que yo veo cosas que me resultan extrañas: por ejemplo, estos días de lluvia y frío había chiquitos de 5 años vendiendo piedras y a lo lejos había adultos debajo de un techo cuidándose de la lluvia, mientras los niños trataban de venderles piedras a los turistas, todos mojados y con frío”, refiere. Idéntica situación –o aun peor- se está viendo con los niños guaraníes que andan con sus artesanías o pidiendo limosna, ellos sin sus padres, en horarios que no son para nada normales para su edad. “Eso no está bien. Son niños. Corren mucho riesgo actualmente y si se crían de esa manera, qué les puede esperar en el futuro” reflexiona Bauzá, quien además aporta como dato que muchas personas le han dicho que muchos de los chicos que se ven a la noche en las calles de Iguazú llegan de manera organizada, en combis, autos o colectivos y los distribuyen en distintas partes de la ciudad. “Los hacen trabajar, y más allá de que se tengan que ganar algo para subsistir, el tema es que son menores. Si hay una persona adulta vendiendo piedras, la cosa cambia. El problema es cuando los chicos andan dando vueltas por las calles de Iguazú, que no es para nada liviana. Es un tema que habría que ver como lo encaramos, con profesionales que sepan abordar la temática”, opina finalmente Bauzá.

Victoria Aguirre 1216 esq. Los Lapachos Tel (03757) 422774 - Iguazú, Misiones


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Ciencia y Naturaleza

Ingeniería en Alimentos:

Más allá de lo que imaginamos Por Quenia de los Santos -¿Por qué estás armando un edificio en tu plato con esas mandiocas y los tomates? ¿Vas a ser chef? -No, juego a que soy Ingeniero en Alimentos. -Me parece que te estás confundiendo chamigo… “Estamos detrás de todos los procesos productivos y de elaboración de un producto alimenticio, podemos intervenir en cada etapa, desde la obtención de la materia prima, pasando por todos los procesos de transformación que se van dando, hasta la elaboración de un producto final con su envasado y distribución”. Paula Álvarez es Ingeniera en Alimentos, trabaja en el Instituto Misionero de Biodiversidad de nuestra ciudad, el IMiBio, y nos cuenta todas las funciones que abarca su profesión, lo importante que es para nuestra provincia hoy, y más que nada para el futuro, que ya empezó. Misiones tiene la mayor variedad de especies, es la más biodiversa de nuestro país, tanto en su fauna como en su flora y en el reino de los hongos; y entre todos los recursos que nos da la naturaleza están los alimentos. ¿Pero cómo se decide qué se puede comer? “Es difícil, en general nosotros como Ingenieros en Alimentos ya estamos en contacto con lo que sabemos que se puede consumir; son grupos interdisciplinarios de investigadores a quien uno debe recurrir para poder definir si ‘esto puede ser comestible o no’, y ahí trabajamos en conjunto”. Entonces, siempre es un trabajo en el que participan especialistas de áreas distintas: biólogos, ingenieros químicos y nutricionistas son algunos, “no es solamente el Ingeniero en Alimentos quien te va a decir si este recurso que se obtuvo de la

selva -una planta quizás- se puede comer, es algo complejo de analizar; siempre el trabajo tiene que ser interdisciplinario, sobre todo para la obtención de un producto nuevo”, y una vez que se obtiene, “la reglamentación es la parte más importante: incluirlo al código alimentario argentino, se arman planes que generalmente son análisis de laboratorio, microbiológicos, fisicoquímicos; hay todo un protocolo que se debe evaluar y aceptar y ahí eventualmente se publica como algo nuevo apto para el consumo”.

Sabores misioneros Mucha de la gran biodiversidad que tenemos en Misiones puede ser utilizada como alimento. Son los pequeños productores y los agricultores familiares algunos de los protagonistas más importantes, y Paula los ayuda: “acá en el instituto hago asistencia técnica y capacitación, es una tarea más teórica y de transmisión de conocimientos, se busca que sea un lugar de aprendizaje, donde se acerquen productores, cooperativas, o nosotros vayamos a capacitarlos; va por ahí mi trabajo ahora”. Miel de yateí, vinagres de frutos nativos, cultivo y producción de hongos comestibles, aparte de sonar muy ricos, tienen en común el asesoramiento de Paula acerca de buenas prácticas y calidad, “buenas prácticas de manufacturas, procedimientos operativos estandarizados de saneamiento, llevar adelante esas pautas para lograr un producto inocuo que pueda ser comercializado”. Todos los procesos necesarios para que sea apto. Y el Desarrollo Sustentable es otro de los temas que Paula no solamente trata en otras capacitaciones que da a estudiantes terciarios por ejemplo, sino que recalca y es a lo que realmente se debe apuntar cuando se planifica una producción, ya que “la

pérdida de biodiversidad a nivel mundial es impactante, y uno de los factores más afectados”. Durante las charlas “se sorprenden al ver los números de la situación actual, los valores de la gravedad, se ponen en números los problemas ambientales comparando el antes y el después”.

Yo aprendo, vos aprendés, ganamos todos Transmitir conocimientos, contar para ayudar, es la idea principal de toda capacitación sobre producción y en especial en nuestra provincia. “Justamente eso es algo que hay que decir. Misiones no es un polo industrial como podrían ser Córdoba o Santa Fe, que tienen todo un sistema productivo, especialmente en la industria de alimentos, pero eso para mí no es una debilidad de la provincia sino todo lo contrario, acá tenemos toda la posibilidad de la producción del pequeño productor, de la empresa y la agricultura familiar, la producción chica, que nos puede garantizar sustentabilidad. Hay que enfocarse en eso, es fundamental, y nosotros como Ingenieros en Alimentos tenemos mucho por hacer acá con el pequeño productor”. Paula se decidió y enamoró de su carrera cuando vio el plan de estudios en la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y

Naturales de la UNaM, nuestra Universidad Nacional. No la conocía, pero está creciendo. “No fui a buscar esa carrera, buscando otra cosa me la encontré, ¡la carrera me encontró a mí! A medida que fui avanzando me fue gustando más”. Para ella la Ingeniería en Alimentos tiene todo el futuro. A los frutos nativos los considera como uno de los recursos que nos provee la naturaleza que más pueden aprovecharse “por las propiedades que tienen, son todos alimentos naturales, nutritivos, beneficiosos para la salud. Y también nosotros con el Instituto fomentamos el consumo de hongos por todas las propiedades que tienen, ya que son ricos en proteínas e ideales para diferentes dietas” entre otras cosas.

Pensar en mañana “Creo que lo q tenemos q tener en cuenta y no tenemos que dejar de lado es la producción de manera sustentable, creo que es un ítem que hay que enfocarse y que el futuro tiene que ser sustentable. La Ingeniería en Alimentos y todos los sistemas productivos deben ir hacia la sustentabilidad, ya no queda tiempo para otra cosa, por eso para mí el futuro viene por ese lado”.

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Misiones celebró el séptimo aniversario de las Cataratas como Maravilla Natural del Mundo Se realizó en Iguazú el desfile del CataratasDay2018 en homenaje a la SelvaMisionera que concursa por ser una de las siete Maravillas Naturales de la Argentina. La diseñadora, artista y embajadora de Misiones en el mundo, Miuki Madelaire, estuvo a cargo de la apertura del desfile. La puesta multimedia se llamó “Aguapé Selva Misionera”. Sobre el escenario estuvieron bailarines, músicos, un coro de más de 40 niños de la comunidad Mbyá Guaraní de Puerto Iguazú, en un espectáculo que recogió los sonidos, la identidad, el color y la magia de la selva misionera y abordó la conexión

con la tierra y con la cultura ancestral. En la pasarela montada en las instalaciones del hotel Panoramic brilaron 25 jóvenes modelos de toda la provincia, producidas íntegramente en maquillajes y peinados, resaltando la belleza única del crisol de razas que acuna la tierra colorada, y vestidas por las mejores creaciones de 15 diseñadores locales, inspirados en las maravillas naturales que caracterizan nuestra selva misionera. A siete años de la distinción, “Visit 7 Wonders” y el Ministerio de Turismo de la provincia llevaron adelante la propuesta que apuntó a realzar la producción local.


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Tras los rastros del busto de

Evita Eva Duarte, inmortalizada como Evita llegó a Buenos Aires, allá por 1935, con una mano atrás y otra adelante. Dicen que actuaba en teatros desahuciados por una paga de café con leche. Era entonces nada o menos que nada: un gorrión de lavadero, un caramelo mordido, tan delgadita que daba lástima. Se fue volviendo hermosa con la pasión, con la memoria y con la muerte. Se tejió a sí misma una crisálida de belleza, fue empollándose reina, quien lo hubiera creído. En uno de los desvelos, previos al día de su muerte, hizo llamar a su marido y le pidió que se quedase un rato con ella. Lo notó más gordo y con unas grandes bolsas carnosas bajo los ojos. Tenía una expresión desconcertada y parecía deseoso de irse. Era natural: hacía casi un año que no estaban a solas. Evita le tomó las manos y lo sintió estremecerse. -¿No te atienden bien, Juan? –le dijo. Las preocupaciones te han engordado. Dejá de trabajar tanto y vení por las tardes a visitarme. -¿Cómo hago, Chinita? –se disculpó el marido-. Me paso el día contestando las cartas que te mandan a vos. Son más de tres mil cartas, y en todas te piden algo: una beca para los hijos, ajuares de novia, juegos de dormitorio, trabajos de sereno, qué se yo. Tenés que levantarte rápido antes de que yo también me enferme. -No te hagás el gracioso. Sabés que mañana o pasado me voy a morir. Si te pido que vengas es porque necesito encargarte algunas cosas. -Pedime lo que quieras. -No abandonés a los pobres, a mis grasitas. Todos éstos que andan por aquí lamiéndote los zapatos te van a dar vuelta la cara un día. Pero los pobres no, Juan. Son los únicos que saben ser fieles –el marido le acarició el pelo. Ella le apartó las manos-: Hay una sola cosa que no te voy a perdonar. -Que me case de nuevo –trató de bromear él. -Casate las veces que quieras. Para mí, mejor. Así te vas a dar cuenta de lo que has perdido. Lo que no quiero es que la gente me olvide, Juan. No dejés que me olviden. Evita murió el 26 de julio de 1952, y su cuerpo fue velado durante 12 días bajo la cúpula de jirafa de la Secretaría de Trabajo, donde se había desangrado atendiendo las súplicas de las multitudes. Medio millón de personas besó el ataúd. Algunos tuvieron que ser arrancados a la fuerza porque trataban de suicidarse a los pies del cadáver con navajas y cápsulas de veneno. Alrededor del edificio funerario se colgaron dieciocho mil co-

ronas de flores: había otras tantas en las capillas ardientes alzadas en las capitales de provincia y en las ciudades cabeceras de distrito, donde la difunta estaba representada por fotografías de tres metros de altura. La mañana del entierro un cortejo fúnebre encabezado por una cureña de guerra donde fue colocado el ataúd, tirado por una tropilla de treinta y cinco representantes sindicales en mangas de camisa. Diecisiete mil soldados se apostaron en las calles para rendir honores. Desde los balcones fueron arrojados un millón y medio de rosas amarillas, alhelíes de los Andes, claveles blancos, orquídeas del Amazonas, alverjillas del Lago Nahuel Huapi y crisantemos enviados por el emperador del Japón en aviones de guerra. Para sus enemigos Evita ya no tenía más ancla con la realidad que los números.

A diferencia de la otra que está sonriente, la del jardín de los Ramírez tiene el gesto adusto. Montada sobre una pequeña pilastra de ladrillos a la vista, dos palomas de yeso custodian el frente de la imagen. Una de ellas está descabezada. Sin embargo, pasaron los meses y la realidad siguió ocupando de ella. Para satisfacer la súplica de que no la olvidaran, Perón ordenó embalsamar el cuerpo. El trabajo fue encomendado a Pedro Ara, un anatomista español, célebre por haber conservado las manos de Manuel de Falla como si estuviera tocando El amor brujo. En el segundo piso de la CGT se construyó un laboratorio aislado por las más rigurosas precauciones de seguridad. Aunque nadie podía ver el cadáver, la gente lo imaginaba yaciendo allí, en el sigilo de una capilla, y acudía los domingos a rezar el rosario y a llevarle flores. Poco a poco, Evita fue convirtiéndose en


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un relato que, antes que terminar, encendía otro. Dejó de ser lo que dijo y lo que hizo para ser lo que dicen que hizo. En junio de 1952, siete semanas antes de que Evita muriera, Perón convocó a Ara a la residencia presidencial. -Ya se habrá enterado de que mi mujer no tiene salvación –le dijo-. Los legisladores quieren construirle en la Plaza de Mayo un monumento de ciento cincuenta metros, pero a mí no me interesan esas fanfarrias. Prefiero que el pueblo la siga viendo tan viva como ahora. El 26 de julio de 1952, al caer la noche, un emisario de la presidencia pasó a buscarlo en un automóvil oficial. Evita había entrado ya en una agonía sin remedio y se esperaba que muriera de un momento a otro. En los parques contiguos al palacio, largas procesiones de mujeres avanzaban de rodillas, suplicando al cielo que poster-

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gara esa muerte. Cuando el embalsamador bajó del auto, una de las devotas lo tomó del brazo y le preguntó llorando: “¿Es verdad, señor, que se nos viene la desgracia?”. A lo que Ara respondió, con toda seriedad: “Dios sabe lo que hace y yo estoy aquí para salvar lo que se pueda”. (1) ¿Qué extraño designio habrá guiado a Mónica Soto de Ramírez para inducir a su marido, Eumenio Ramirez, a realizar un busto de Evita para colocarlo en el jardín de su casa? Según cuenta su hijo Miguel Ángel, quien me recibe una fresca mañana de sábado en el mismo lugar donde todavía sigue emplazado aquel busto, una réplica del que está ubicado enfrente, en la plaza que lleva el nombre de Eva Perón, fue el amor que su madre tenía por Evita. “Mi mamá tenía locura por ella y le pidió a mi papá que mandara a hacer este busto al mismo artista que hizo el que está en la plaza”, dice señalando la pieza, descolorida por el paso del tiempo pero mucho mejor conservada que su gemela de la plaza, lastimosamente abandonada. A diferencia de la otra que está sonriente, la del jardín de los Ramírez tiene el gesto adusto. Montada sobre una pequeña pilastra de ladrillos a la vista, dos

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palomas de yeso custodian el frente de la imagen. Una de ellas está descabezada. Miguel Ángel refiere que no sabe mucho sobre la historia del busto. Cree que su padre se lo encomendó a un escultor de Eldorado, cuyo nombre no recuerda, cuando decidieron hacer la plaza y ponerle el nombre de Eva Perón. Lo que si tiene pegado a fuego en su memoria, es el “capueral” que tuvieron que limpiar para poder darle forma de plaza que ahora tiene. Eumenio Ramírez falleció en 1999. Había llegado a ser concejal por el partido peronista durante la primera intendencia de Roberto “Negro” Velázquez, quien asumió en 1983, con el regreso de la democracia. Su mujer también falleció años más tarde. Llamativamente la casa con el busto de Evita está sobre la calle Hugo del Carril, otro integrante de la iconografía peronista, cuya voz quedó inmortalizada en las estrofas de la marcha que todavía levanta y conmueve el espíritu de las legiones de seguidores del movimiento que cambió la historia de muchos argentinos. (1) Fragmento del libro Santa Evita, de Tomás Eloy Martínez, 1995


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Andrés Viveros

La persistencia del oficio de zapatero Su local comercial fue habilitado como zapatería en el año 1963. Hasta hoy funciona. Su histórico y único dueño todavía está en actividad, Don Andrés Viveros, siempre en Villa Florida. Un coro de sapos y ranas atraviesa la tarde en la entrada al barrio Villa Florida, frente al local de Don Andrés Viveros, que originalmente estaba en la vereda de enfrente, donde ahora está la escuela EPET. Un hombre de unos 30 años entra con sus hijos a retirar un par de botines que había dejado para reparar. Mientras Don Andrés va a buscarlos, el padre les indica a los chicos las fotos colgadas en

Llegó a tener más de mil pares de calzado, y con el tiempo empezaron a venir directamente los viajantes a ofrecerle su mercadería.

la pared, especialmente una en la que Andrés está posando junto a Martín Palermo, el ex 9 de Boca. Además de hincha fanático de Boca, Viveros fue impulsor del fútbol infantil. Junto a otros pioneros, armaron la Liga de Fútbol Infantil de Iguazú y todavía conserva fichas de jugadores del Club Juventud del año 1969. Su zapatería llegó a ser tan famosa

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que en su taller no daba abasto y tuvo que tomar tres empleados para que lo ayudaran a confeccionar los calzados. Todas las empleadas de las tiendas del centro que en la época de bonanza rebosaban de brasileros y cobraban al día la comisión de lo que vendían, salían de sus trabajos y se iban derechito a lo

de Viveros a comprarse zapatos. Andrés dice que en sus comienzos tuvo varios tropiezos, porque su oficio era el de aparador: sacaba el molde, cortaba y preparaba para el armador. Así que su primer modelo fue un fracaso. “Por más que no sabía armar, igual empecé. El primer par me salió todo

mal, pero me dije a mi mismo que tenía que aprender, así que con el tiempo le fui agarrando la mano hasta que finalmente salió”. La zapatería Florida de Don Andrés Viveros llegó a hacerse famosa por un modelo de botas en las que él se había especializado: eran con taco y media

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caña y todo dibujado. Para las damas hacía botas largas con cierre. Cuando se armó bien compró una camioneta multicarga 125 y con ese vehículo se fue a Buenos Aires a comprar zapatos hechos, ya no los fabricó más. Llegó a tener más de mil pares de calzado, y con el tiempo empezaron a venir directamente los viajantes a ofrecerle su mercadería. Andrés recuerda especialmente a uno, Antonio Blanco, que venía desde Rosario a traerle especialmente los calzados para él. La cosa comenzó a andar tan bien que hasta tuvo que abrir una cuenta corriente en el recién inaugurado Banco Nación. Con el tiempo, los cheques que había largado a sus proveedores, fueron el comienzo del ocaso de su comercio. Se terminó la actividad comercial en el pueblo. Los comercios se cerraron y Andrés tenía muchos cheques en la calle, además de toda la gente el pueblo que le quedó debiendo. Nunca más pudo remontar la debacle y volvió a sus orígenes de zapatero. “Mi familia no quiere que trabaje más, pero si paro con esto ¿qué hago?, dice. Es mentira que el oficio de zapatero ya no camina más, el calzado nuevo se despega y hay que arreglar, ya no se puede tirar y comprar uno nuevo. No sé cómo anda el fútbol de Iguazú ahora, porque desde que dejé el fútbol infantil, ya no me metí más, me alejé. Ahora, su rutina arranca tempranito, cuando a eso de las 6 de la mañana se levanta, prepara su mate y viene su taller a ordenar su cosas, aquellas cosas que lo mantienen ligado a un pasado que lo hizo un hombre felíz.


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Hilario Gómez

Un comunicador que se fabricó a sí mismo Nacido en Puerto Iguazú, hijo de una familia pionera que llegó desde el Paraguay, estudió con Luis Honorio Rolón, inclusive llegó a vivir en su casa. Llegaron en 1942 y, al contrario de otros, la familia de Hilario no era exiliada política, pero la vida en Paraguay era muy difícil. Como muchos otros pioneros de Iguazú, la vida de su padre estuvo ligada a un nombre recurrente: Francisco “Pancho” Queiróz, que tenía por esa época el mayor establecimiento de explotación de madera en Cabureí, con más de 3 mil trabajadores, cuando Iguazú no llegaba a los mil habitantes. Paradójicamente don Pancho Queiróz comenzó a talar la selva misionera con aserradores a mano. “Mi papá era un maestro y cortaban los troncos con sierra a mano. Hay que pensar que antes los rollos no eran como ahora, eran mucho más grandes. Les hacían un rebaje para emparejarlos y los marcaban con un hilo, metido en un compuesto de polvo negro y los dos en cada extremo para que quedara la línea donde iban a cortar; todo un procedimiento manual que había que hacer para poder cortarlos”, explica. “Yo nací y medio dudo de mi origen… porque a mí me anotaron en el 47 en Puerto Aguirre, pero en ese momento mi familia vivía en Cabureí, hasta que empezamos la escuela. A mí mi papá me acomodó en la casa de Ramón Rolón y después trajo a toda la familia y nos instalamos en una casa en Villa Tacuara”, recuerda. Cuando terminó la escuela primaria se fue a trabajar en el obraje, a Puente Alto, entre Eldorado y San Pedro. Con un tractorista amigo de su padre. El obraje no era para él, y a pesar de que ganaba su dinero ese trabajo no le conformaba. Volvió a Iguazú después de unos 3 años, pero acá no había trabajo, así que agarró la brocha y comenzó a hacer changas de pintura. Formó pareja con la que fue su esposa hasta que lo precedió en la partida. “Acá en Iguazú, apenas se vivía de changas…”, cuenta. Luego comenzó a trabajar en la propaladora de los Schreiner, El Faro, animando las fiestas en la pista de baile. La propaladora era una cabinita, un amplificador, tres bocinas arriba y ese era el único medio de comunicación que tenía el pueblo. Estaba ubicada en la calle Perito Moreno, detrás

del negocio que todavía tienen los Schreiner. El Faro era el único punto de encuentro de todo el pueblo en los años 50. Los sábados se juntaban todos, los de la alta sociedad y los del pueblo, “iban los caté y los obrajeros”. Hilario llegó a trabajar de mozo y después animando los bailes, junto a Martín Ayala, que fue –según refiere- el primer locutor de Iguazú. “Él fue el que me enseñó los primeros pasos. Yo era muy caradura y hablaba mucho. Como en todo medio de comunicación no podía haber baches, así que me la pasaba hablando”. Hilario rememora que en esa época iban los candidatos con sus novias, pero también tenían que llevar a toda la familia de la novia: el papá, la mamá, el hermano, la hermana… y tenían que pagar todo, así que la salida era cara. “Cuando se quería bailar con una chica, el pretendiente se acercaba a la mesa pedía permiso, y si los padres le autorizaban, la chica salía a bailar. Terminaba el baile, regresaba a la mesa y había que agradecerles a los padres, todo un código que se fue perdiendo”, comenta. La radio fue una cosa muy especial, porque como él y Martín Ayala fueron los únicos que habían tenido experiencia previa en las propaladoras, (Hilario trabajó en las tres que tuvo Iguazú: El Faro, El Cóndor Publicidad de Doña Cata, y en el Gallo de Oro), entraron con cierta ventaja cuando llegó Radio Nacional, en 1972. Comenzó en radio nacional con un programa que se llamaba “Amanecer Fronterizo, que arrancaba a las cinco de la mañana. “Abríamos el programa y comenzaba a sonar el teléfono. Los oyentes decían: -buen día señor, de Gualeguaychú le estoy llamando, o –buen día, de Reconquista le estoy saludando… El poder que tenía en AM esa radio era impresionante, daba gusto conducir ese programa”, dice, y además agrega que Mario Antonowicz era el operador en ese programa. “Sin ninguna jactancia puedo decir que nosotros no le teníamos envidia ni a los de las radios de Córdoba o de Buenos Aires, ni a los animadores de festivales como el de cosquín o Jesús maría… ahora cambió mi situación porque perdí el timbre de la voz, el poder de improvisación, pero voy a volver, y muy pronto”, se entusiasma.


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CRÓNICAS DE BARRO

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Viento rojo Por Blanca Estela Pan El niño yacía con la cara contra el piso. Un costado de piel clara, otro oscuro de carbón. Contraído, mostraba a las claras el susto y el dolor retratados en su pequeño rostro. Los bracitos a los lados como pretendiendo protegerse de la voracidad sin fin que lo hiciera traspasar el umbral. “Fue algo increíble, como un viento rojo que se arremolinó en redondo y después subió hacia lo alto, zapecando, quemando cuanto había a su alrededor”, dijo la tía. Esos bananeros hicieron de barrera de humedad y fueron, seguramente, quienes salvaron la casa de al lado. Más allá del instante fatal en que el calor alcanzó su punto álgido, y la mariposa de fuego llevó en sus alas ardientes el cuerpecito frágil hasta el otro lado. La miseria es una certeza despeñándose en esa ladera que abrupta cae al río. Todas estas familias al borde del riesgo constante. Las niñas con su florecimiento incipiente: pezones nuevos y un embarazo precoz asomando en la adolescencia. Niños desnudos y descalzos, caminando sobre las aristas de la vida nueva sin reparar las heridas. Viejas descascaradas por los años y los eternos sacrificios que nunca bastan y que jamás solucionan los enormes problemas de su prole. Y la fe, omnipresente en que se refugian sus almas sedientas de respuestas. Oraciones susurradas, explicaciones que lindan entre la fe y la superstición. Y una única certeza: ya nada será igual; y nada cambiará Nadie les devolverá, por más gestos solidarios que se acerquen; aquellos cabellos claros y ralos, aquella vocecita habladora, aquellas travesuras chispeantes, pero tampoco nada les asegura que esa barrera terrible de marginación y de pobreza será echada abajo. Los ojos eternamente tristes de la mujer y las reflexiones siempre reiterativas del hombre, como queriendo echar luz sobre sus dudas. El barranco como mudo testigo. La bruma al fondo, el caserío desordenado y disperso. Más allá, el abismo del Paraná. Con el milagro de sus aguas que lavan todo dolor y renuevan toda esperanza, dejamos atrás el lugar donde la furia de un viento rojo arrasó en este seco mes de agosto a una familia como la nuestra.


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C l ick In Rocío Mikulic, ilustradora estable de El Independiente Iguazú llevó todo su talento al Museo Juan Yaparí de Posadas

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Laura Simon, Christian González, Ariel Soria y María Gregoria Costa Alvez también disfrutaron del espectáculo del Cataratas Day

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Una histórica de la TV misionera: Nélida Madelaire que acompañó a su hija Miuki en la presentación del Cataratas Day Josua Parra, Nazarena, Ayelén, Ismael y Martín fueron a disfrutar la puesta del sol en los jardines del Hotel Panoramic con un tere, antes de presenciar el Cataratas Day

Gustavo Fernández, su señora, Patricia Venialgo la pequeña Guadalupe y Graciela Balmaceda en la previa del Cataratas Day


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