MUJERES SIGLO XXI REVALORIZACIร N DE LA MATERNIDAD
Por Diana Loreny Arbelรกez Mรกrquez
MUJERES SIGLO XXI REVALORIZACIÓN DE LA MATERNIDAD Por Diana Loreny Arbeláez Márquez Formadora Nacional del INES de Colombia Psicóloga. Especialista en talento humano
Las nuevas generaciones se enfrentan a un tipo de mujer distinta, mujeres competentes, inteligentes y capaces de superar a sus pares masculinos en todos los terrenos de la vida, las mujeres del siglo XXI son diferentes a sus madres en todos los aspectos, su parte ancestral quedo en el pasado. Las mujeres de las nuevas generaciones son profesionales, la mujer se volvió transgresora, ingreso al mundo laboral, ascendió a cargos gerenciales, y ocupa cargos políticos; la mujer hace parte del proceso socio- económico de la sociedad, produce capital y genera riqueza para el país. La riqueza que genera la mujer para el país es fundamental, a través del cuidado y mantenimiento de la familia, y la educación de los hijos, ella forma los niños que son el futuro del país, ellos necesitan de unos cuidados especiales durante los primeros años de su vida, y este especial cuidado lo realiza con mas competencia el amor y dedicación de la madre.
La mujer esta presente en la sociedad en: la formación de la familia, la gerencia de grandes empresas, en el terreno político, en cargos humildes y en algunos casos en la presidencia de un país como es el caso de Michelle Bachelet en chile; la mujer construye capital social, a través de sus múltiples funciones; la sociedad le exige a la mujer trabajar, realizar las tareas domésticas, el cuidado de los hijos y una excelente presentación personal. Una súper mujer, es la exigencia de la sociedad; lo cierto es que realizar esta cantidad de tareas en el día a día es complejo; y conlleva a que la mujer se enferme, en los servicios médicos, observamos mayormente mujeres que hombres, y esto se debe a la cantidad de trabajo que deben realiza la mujer. Una súper mujer, es la exigencia de la sociedad; lo cierto es que realizar esta cantidad de tareas en el día a día es complejo; y conlleva a que la mujer se enferme, en los servicios médicos, observamos mayormente mujeres que hombres, y esto se debe a la cantidad de trabajo que deben realiza la mujer.
La mujer se considera indispensable en todos los terrenos de la sociedad, y vive defraudada por no poder cumplir a cabalidad cada una de sus funciones, pero infortunadamente la mujer se siente realizada y aparentemente “no volvería a ocupar el papel de mujer ancestral”, pero irónicamente la mujer sigue con su parte ancestral intacta; la única diferencia es que le sumo a este papel, el tipo de mujer transgresora, y esto da como resultado una mujer cansada, y decepcionada por no poder dedicar tiempo suficiente, ni al trabajo, ni a los hijos; pero sigue siendo una mujer fuerte que sigue cumpliendo cada uno de los papeles asignados a costa de lo que sea. La mujer, esta compitiendo en el mismo terreno con el hombre, vaya falacia, trabaja parejo con el, ocupando los mismos cargos que el hombre, con la misma profesión y las mismas responsabilidades, eso si con menos sueldo, y aparte de todo llevando el peso de la responsabilidad del hogar; es decir la liberación femenina se salio con la suya, y saco a las mujeres de las paredes privadas al terreno público, pero a costa de dejar la vida familiar y personal a un lado. Hay un gran porcentaje de mujeres, que llevan el peso del trabajo y la educación de sus hijo sobre los hombros, pero otras mujeres realizaron una distorsión de la liberación fe-
menina y se fueron para el otro extremo, dejando su instinto maternal, y su feminidad a un lado, y desprendiéndose hasta de sus hijos. Si nos remitimos a la historia, en la primera guerra mundial, la mujer realizo una ruptura con su mujer ancestral y cambio la mentalidad femenina, la mujer sale de su sumisión, ingresa al mundo laboral, tiene derecho al sufragio, mejora la educación, se capacita profesionalmente y asume su sexualidad, hasta el punto que en el famoso siglo XXI existen mujeres, que dejan solos a sus hijos, mujeres que regalan los hijos al papa o a cualquier desconocido; la pregunta que surge en esta realidad social es: ¿Es lógico que la mujer abandone sus hijos?; considero que la mujer puede llegar hasta donde quiera, para igualar sus derechos a los del hombre, pero no puede cambiar su mentalidad femenina, su instinto materno. Esta lucha por igualarnos a los hombres es sana, pero no distorsionando el sentido de ser mujer, también es cierto, que la mujer tiene derechos a decidir su maternidad, pero el siglo XXI trae mujeres estériles,
mujeres luchando por su fertilidad; el mundo profesional, le da una orden inconsciente a la mujer para que huya de la maternidad y conquiste el terreno profesional. Las mujeres están divididas en dos grupos: unas que quieren mantener su hogar y su trabajo, independientemente que puedan dormir pocas horas, y se enfermen; estas mujeres están concentradas en sacar a sus hijos adelante, trabajan fuertemente para obtener desarrollo profesional, y para recibir una remuneración, y llegan a sus hogares a cumplir con las labores doméstica y el cuidado de sus hijos. Otro grupo de mujeres, concentrado en las nuevas generaciones, que quieren conquistar el terreno profesional y escalar en los puestos altos, que ven el matrimonio y la familia como un proyecto que frustraría sus aspiraciones profesionales, y con el paso del tiempo empiezan a ver la vida sexual, y los hombres como objetos de placer, tendiendo aumentarse la soledad, y la crisis de la familia. “Las mujeres somos berracas, inteligentes y toderas”, pero no podemos destruir la familia, a costa de querer escalar el terreno profesional y laboral. Es lógico que no podemos dejar las reivindicaciones alcanzadas a un lado, pero debemos luchar por una reevaluación del papel de la mujer en la sociedad, una reevaluación tendiente a crear y fortalecer políticas de género, para permitirle a la mujer seguirse de-
sarrollando profesionalmente, pero a la vez construir familia, y formar el futuro de la sociedad que son nuestros hijos. Anteriormente la mujer era protegida por el hombre, y ambos sexos tenían un papel prioritario dentro de la formación del vinculo familiar, hoy en día no se ha especificado el papel de cada uno de los miembros de la familia, los hombres se han feminizado, las mujeres se han masculinizado, y la identidad de hombre y de mujer esta tendiendo a desaparecer, aumentando el número de homosexuales, y bisexuales; los cambios son buenos y mucho mas la evolución de la mujer, ella debe seguir teniendo un lugar importante en todos los terrenos de la vida pero debemos tener cuidado de la forma como la sociedad esta tomando estos cambios culturales. El hombre y la mujer somos indispensables en la sociedad y somos complementarios, por esto debemos revalorizar la maternidad, incluso Betty Friedma, una reconocida feminista habla del derecho de la mujer de sobresalir sobre el modelo mas-
masculino de ĂŠxito profesional, y redescubrir las satisfacciones de la familia. Solo reevaluando la importancia de la maternidad, y dĂĄndole a la mujer un papel prioritario en la sociedad tanto en el terreno laboral, como en el terreno familiar, podemos construir una mejor sociedad y cumplir con los derechos humanos de la mujer; necesitamos mujeres felices, mujeres que trabajen y disfruten sus hogares y esto solo se puede lograr con polĂticas especiales de gĂŠnero.