A pesar de su limitado tamaño, el territorio de República Dominicana cuenta con una gran variedad de microclimas producto no solo de su condición tropical, sino también por poseer los más altos sistemas montañosos del Caribe. Esto, unido a una privilegiada ubicación geográfica equidistante a grandes mercados de consumo, nos han convertido en un país agroindustrial. Del pilar histórico de la industria azucarera, la agricultura se ha expandido significativamente en el último medio siglo gracias al compromiso e inversión del sector privado y al apoyo del sector gubernamental. A través de las investigaciones del economista Carlos Despradel y el detallado trabajo de fotógrafos e ilustradores enfocados en el mundo natural, Interior destaca la riqueza, abundancia y diversidad de esta industria, enfatizando las cosechas, los cultivos y los productos que tradicionalmente la han constituido y mostrando el potencial de inversión y producción que tenemos en el presente y a futuro.