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6.2. Financiamiento y facilidades
from Trata mujeres dominicanas Costa Rica, Suiza y España marco estudios de género, migración y desarroll
la investigación, el análisis y la recopilación de datos sobre todas las formas de trata de seres humanos, y que mejoren la coordinación entre las fuentes de datos a escala nacional y de la Unión, así como la recogida de más datos actualizados, centralizados y exhaustivos desglosados por tipo de trata, edad y género, raza y origen étnico, en los que se incluya a las personas objeto de trata a nivel interno, mediante la recopilación de información estadística con el debido respeto de los derechos a la intimidad y a la protección de datos personales, en cooperación con los agentes institucionales implicados, la sociedad civil, el EIGE y todas las organizaciones internacionales pertinentes; pide a la Comisión que recopile periódicamente estos datos por lo que se refiere a la Unión y los publique20 (tomado de la web de ACCEM, 2021).
6.2. Financiamiento y facilidades
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Cuatro fuentes de financiamiento del proyecto migratorio hacia Costa Rica, España y Suiza aparecen en las sobrevivientes de trata entrevistadas, son los siguientes: financiamiento familiar, endeudamiento con la red de trata, préstamo de prestamistas y usureros de la comunidad de origen y préstamos de la banca formal.
Los montos de los viajes a España y Suiza no fueron mencionados por las sobrevivientes de trata. En el caso de Costa Rica se indican montos muy variados. En los relatos de las sobrevivientes de trata, los montos solo llegan a US$3,000.00. Sin embargo, en las entrevistas a las instituciones y a tratantes se menciona que el costo oscila entre US$4,000.00 y US$6,000.00, los cuales son pagados a los organizadores de viajes e incluyen: emisión de pasaporte, pasaje, visa, dinero a presentar en Panamá, traslado por tierra de Panamá a Costa Rica o de Nicaragua a Costa Rica, hoteles en Panamá y en Nicaragua, gestión del trabajo en el bar y, en algunos casos, la negociación del matrimonio con hombres costarricenses para conseguirles la cédula.
20 (INI 2020/2029) art.4, resolución del Parlamento Europeo, del 10 de febrero de 2021, sobre la aplicación de la Directiva 2011/36/UE, relativa a la prevención y lucha contra la trata de seres humanos y a la protección de las víctimas.
a) Financiamiento familiar
En varios casos, la familia asumió el pago del viaje a Costa Rica, España y Suiza, además del arreglo del viaje con la documentación requerida. Este financiamiento supuso endeudamiento, hipoteca y venta de viviendas, terrenos, animales y vehículos.
El financiamiento por parte de la familia fue escueto. En los casos donde se menciona el apoyo familiar, aparece como préstamo. Este préstamo familiar y las hipotecas de viviendas y vehículos fueron reembolsados por las sobrevivientes de trata.
b) Financiamiento y endeudamiento con la red tratante
La mayoría de las mujeres dominicanas sobrevivientes de trata se han ido a Costa Rica, Suiza y España a través de una red de tratantes que tiene múltiples mecanismos de captación. Entre esas redes se encuentran agencias de viaje, firmas de abogados y hombres extranjeros que enamoran a las mujeres para luego llevárselas supuestamente en matrimonio.
La red tratante ofrece facilidades para el viaje. Le organizan todo a la mujer que cae en su trampa: pasaporte, visa, traslado al país y regularización con matrimonios arreglados. Todo esto lo pagan las mujeres con ser víctimas de explotación en distintas formas.
Financiamiento hacia Costa Rica de red tratante
Existe, en el caso de Costa Rica, una agencia de viaje en una provincia que es mencionada en forma reiterada, en varias entrevistas de sobrevivientes de trata, como la agencia financiadora y organizadora del viaje y de la trata. Esta agencia de viaje la dirige una mujer que sigue trabajando como captadora de jóvenes en la región para llevárselas a Costa Rica, Argentina y Suiza.
Había que pagarle cerca de US$3,000.00 dólares por el viaje, pero yo no lo tenía. Ella me dijo que lo pagaba y que yo le pagara cuando comenzara a trabajar. Ella se quedó con mi pasaporte hasta que yo le pagara; cuando le pagué, me lo devolvió (dominicana sobreviviente de trata 21 C. R.).
La red les vende el paquete completo a las mujeres dominicanas. Les paga el pasaje, el alojamiento en hoteles en Panamá (antes del 2009) y en Nicaragua (a partir del 2010). Pagan, igualmente, los coyotes que trasladan a las mujeres en vehículos, buses o camiones desde Panamá o desde Nicaragua hasta Costa Rica, y las llevan a los clubes, bares u hoteles-restaurantes donde las explotan sexualmente.
Las mujeres no pueden salirse del lugar hasta que paguen la deuda. En algunas ocasiones, la familia aporta una parte del dinero, por lo que la deuda es menor; pero, por lo general, quedan endeudadas.
Financiamiento hacia Suiza de red tratante
Esta lógica de endeudamiento se repite igualmente en Suiza. En muchas de las entrevistas, las mujeres expresaron que, para el viaje a Suiza, adquirían una deuda en la República Dominicana, que luego tenían que pagar desde Suiza. En ocasiones, las mujeres tenían que entregar al o la tratante el título de la vivienda de su familia (que se convierte en una hipoteca) como garantía de que pagarían la deuda contraída para el viaje. A este respecto, una de las entrevistadas indicó lo siguiente:
Yo hice una deuda allá porque me pedían los papeles de una casa, que yo tenía que darlos para garantía de que yo iba a pagar ese dinero aquí después. En ese tiempo yo estaba con un chico allá […]. Él fue quien me ayudó porque los papeles de la casa de mi madre yo no los podía conseguir. Pero él me ayudó, él me consiguió los papeles de la casa de su madre. Entonces, después que estaba aquí, que le entregué los papeles allá a la chica de Santo Domingo, ella me consiguió el contrato, o sea, se encargó de que me lo firmaran aquí. Entonces, allá uno lo llevaba a la embajada; entonces los mandaban aquí; entonces la chica se tenía que encargar de que quien tenía los contratos los firmara y así […]. Después, cuando llegué aquí, ella me recibió. Pero solamente para ubicarme al lugar donde iba a trabajar. Ella me llevaba al otro día al lugar de trabajo […]. Era en diferentes pueblos […]. El primer mes no me lo pagaban, lo cobró la chica por el dinero que decían que yo les debía (dominicana sobreviviente de trata 17 Sz.).
Para saldar las deudas contraídas al llegar a Suiza, las mujeres tenían que trabajar en los clubes, en donde muchas veces eran explotadas y engañadas. Muchas de estas mujeres dominicanas se unían (o se casaban) con ciudadanos suizos, que en algunas ocasiones (y según algunos relatos) les presentaban las mismas tratantes y que las llevaban a otros bares para la explotación sexual. El pago antes de la fecha establecida le molestaba a la persona tratante, pues quería quedarse con la propiedad de las mujeres en la República Dominicana, no que les pagaran la deuda.
Financiamiento de la red tratante en España
En España se repite este patrón. Los tratantes les hacen un préstamo a las mujeres que, con base en la oferta que les hacen, se comprometen a saldar una vez en España, cuando empiecen a ganar dinero. Este préstamo incluye tanto el pasaje como «la compra de la visa» en algunos casos y los pagos necesarios a lo largo del trayecto; y luego se puede sumar (aunque ellas no lo saben en el lugar de origen) el pago del alojamiento, la manutención y la ropa que les facilitan los tratantes (muchas veces todo ello en el mismo club).
En otros casos, la deuda se contrae con la banca informal (prestamistas o coyotes), quienes también, con intereses exorbitantes, les dejan dinero a las mujeres, que deben poner como aval sus posesiones o las de sus familiares (en muchos casos, sus propias casas o las de las familias).
Sin embargo, además de este modus operandi, existe otro modelo, en el que las mujeres reciben una invitación o una posible alternativa de trabajo en España de parte de personas relativamente cercanas a ellas o relacionadas con su red de relaciones primarias (familiares directos, tíos o tías, primos o primas, amigos o amigos de sus familiares). Las mujeres, ante la promesa de ese contrato de trabajo y unas mayores facilidades para construir un proyecto de vida, se embarcan en una carrera para conseguir dinero para pagarle al enlace que les hace todas las gestiones, desde la compra del pasaje, la visa y todo lo que sea necesario.
No, no, yo jamás tuve que ir al Consulado de España a por una visa, yo solo le di la plata a un joven que se encargó de arreglarlo todo. Yo no lo había visto en la vida. Él me lo arregló todo y yo no tuve que preocuparme de nada, salvo de pagarle (dominicana sobreviviente de trata 7 Esp.).
En las comunidades hay redes organizadas que regularizan a las mujeres mediante matrimonios de conveniencia, por los que les cobran mucho a las mujeres. La República Dominicana es uno de los países que ha tenido redes especializadas en ese delito.
En Grecia, el señor dominicano que nos acogió y nos distribuyó en clubes y pisos diferentes me lo ofreció. Me dijo: «Mira, si tú me pagas €10,000.00, yo te caso con un español y tienes la nacionalidad en seguida». Pero claro, tenía que quedarme a trabajar para él. Y, claro, tendría que quedarme toda la vida: ¿€10,000.00 le iban a pagar por unos papeles? Y eso mismo estaba haciendo con todas las demás chicas (dominicana sobreviviente de trata 4 Esp.).
c) Financiamiento con préstamos solicitados a prestamistas en la República Dominicana
La presencia de prestamistas informales que funcionan en comunidades rurales y barrios urbano-marginales ofrece a las mujeres dominicanas reclutadas para trata en Costa Rica, Suiza y España la oportunidad de obtener la cantidad de dinero que necesitan para emigrar y pagarle a la red de trata por la organización del viaje.
Las mujeres se quedan debiéndoles a los prestamistas mucho tiempo porque cada día va aumentando la suma debido a los intereses diarios, semanales o quincenales. Estos préstamos resultan más caros que en la banca comercial, pero los bancos tienen una serie de requerimientos que resultan inaccesibles para las mujeres de los sectores populares, que no tienen cuentas de banco, tarjetas de crédito ni historial de crédito con los bancos.
Para venir, le cogí prestado a un prestamista, todavía le debo mucho. De República Dominicana para acá pague 70,000 pesos, que en ese tiempo eran unos 2,000 dólares, a la señora que me hizo la visa. Luego, en Panamá, tuve que pagarle a un hombre, que me pasara para acá en un tráiler, 150 dólares; la señora que me hizo la visa me puso en contacto con él (dominicana sobreviviente de trata 10 C. R.).