Yo soy Esperanza: Antología de cuentos navideños

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Como la misma Navidad, estas historias están llenas de amor, paz, cariño, también las hay plagadas de risas y en ocasiones de discusiones; pero sobre todo de esperanza. Los escritores de estos cuentos tienen la capacidad de hacernos creer. Creer en la esperanza de que la Navidad nos haga realidad nuestros deseos más profundos: Desde los juguetes más deseados hasta una familia que añoramos. Creer que sí podemos estar mejor, que es posible imaginar que la magia de vez en cuando aparezca en este mundo tan caótico y nos ayude a solucionar aquello que creíamos imposible. A veces creer es suficiente y estas historias son prueba de ello. Los invito a leer estos cuentos en familia, acompañados de un buen ponche o cualquier bebida de su preferencia. Miss Lore Biblioteca


LOS LOBOS DE NAVIDAD Por Valentina Álvarez

Había una vez un niño que se llamaba Nicolás. El tenía 5 años

y su animal favorito eran los lobos y perros. Vivía en Londres y tenía una golden retriever llamada Simoneta, la más gordita y la más celosita. Él estaba muy triste porque sus padres habían decidido que se mudaban a Canadá. Iba a perder a todos sus amigos, lo bueno era que tenía celular, iPad y computadora para hacer videollamadas con su familia y amigos. Nicolás estaba también triste porque Simona no podía ir pero al llegar al Aeropuerto les dijeron que si traían una mascota chiquita se la podían llevar con ellos en el avión.

Nicolás les preguntó a sus papás si Simona podía ir con ellos

ya que era una cachorrita todavía. Llegó la Navidad, Nicolás estaba ansioso por hacerle la carta a Santa Claus.

En Canadá hacía muchísimo frío, y Simona no estaba acos-

tumbrada. Llegó el 23 de diciembre y sus papás le dijeron que iban a pasar la navidad con los abuelos de New York City. Se fueron y unos lobos entraron a su casa, al volver encontraron a Simona acurrucada entre los lobos.


LOS HÉROES DE LA NAVIDAD por Pablo Dominguez

La Navidad era una época increíble, todos los niños la pasa-

ban fenomenal, todos querían a Santa, pero pasaron los años y cada vez menos niños creían en Santa. El espíritu navideño se estaba debilitando. Pero había una niña y su hermano que se llamaban Daniela y Elias, Elias tenía 14 años y Daniela 10, ellos aún creían en él. En la Navidad de 2019, Elias ya casi no creía en Santa pero Daniela aún creía muchísimo en Santa.

Santa se dio cuenta de que los últimos niños del mundo es-

taban dejando de creer en él, entonces esos niños se llevaron una gran sorpresa al ver que Santa estaba volando sobre su casa. Santa agarró a los niños y les dio las gracias por creer en él, y les pidió que convencieran a todos los niños de que él existía o si no la Navidad se iba a arruinar. Ellos tomaron una foto y se la enseñaron a todos pero aun así no creyeron, decían que la foto era falsa.

Daniela y Elías le preguntaron a Santa cómo los podían con-

vencer y Santa dijo que no sabía. Entonces los niños hicieron un concierto con Santa pero nadie creyó que era Santa, sólo algunos niños pequeños. Santa les dijo que convenciera a sus amigos y poco a poco más y más niños fueron creyeron en Santa Claus y nombró a Elias y Daniela los héroes de la Navidad.


LA NAVIDAD: TEMPORADA 7 Por Bruno Estévez

Había una vez un lugar llamado El Reino Helado en donde había un cas-

tillo, pero no cualquier castillo ¡estaba decorado de Navidad! Tenía nieve, inflables y en especial un rey llamado el Rey Helado.

Era un lugar muy bonito, había una comunidad de peces con forma de

humanos, les decían: ¡Palitos de pescado! Todo empezó muy bonito, eran las 12 del mediodía, ¡Santa está apunto de llegar! Todos los Palitos de pescado estaban tan emocionados, menos 1: El Rey Helado.

Estaba pensando en un plan, hasta que sus sirvientes le llevaron un mapa,

el Rey dijo: “¿Qué es este mapa?” El Rey se dio cuenta de que era un mapa que le decía dónde iba Santa. Entonces al Rey Helado se le ocurrió un plan perfecto porque odiaba la Navidad.

El Rey dijo – ¡Ya sé que voy hacer para destruir la Navidad!

Si se a dónde va Santa, lo puedo atrapar. – Vio que Santa iba a entregar

regalos en Rincón Rencoroso, entonces dijo: Lo atraparemos en Campo Aligné. Y así fue. Lo capturaron y se lo llevaron al Reino Helado.

Y dijo – Ahora si ya no va a haber Navidad ¡Jamás! – mientras reía.

En la mañana siguiente todo mundo estaba feliz porque creían que ya

habían llegado los regalos, pero... ¡No estaban! Los niños se pusieron tristes y confundidos.

Unos señores que habían ido de campamento e iban de regreso a Cas-

tillo Coral, pasaron por las ruinas de Acumulaciones Airadas, y en el camino cruzaron por el Reino Helado, así que fueron a ver.

Le preguntaron a los niños del reino porque estaban tristes, y dijeron:

“No llegó Santa, no hubo regalos.” Revisaron por todas partes menos dentro del castillo. No había nada, entonces fueron a ver al castillo, le preguntaron al Rey Helado pero él les dijo que no sabía nada. Entonces se fueron, pero de salida vieron a alguien atrapado en el hielo, se acercaron y vieron a Santa. Lo sacaron con el fuego del prisionero y liberaron a Santa.

La siguiente noche Santa entregó regalos, al Rey Helado le trajo un car-

bón y todos pudieron estar felices para siempre.


EL NIÑO Y LA NIÑA DE NIEVE Por Natalia Galvan Olivares

Erase una vez unos ancianos deprimidos, ellos estaban deprimidos por-

que siempre desearon tener un hijo o una hija, pero ese sueño no se cumplio. La anciana se llamaba Esmeralda y el anciano se llamaba Juan Pablo, ya casi sería el cumpleaños de Juan Pablo, el cumplía el 19 de diciembre. Llegó el día y fueron a festejar a la nieve, era el único día del año en el que Juan Pablo no estaba deprimido. Él convenció a Esmeralda para salir a jugar con la nieve, todos se divertían mucho, Esmeralda y Juan Pablo hicieron un muñeco de nieve y se les ocurrió hacer un bebe de nieve y así fingir cuidarlo como si fuera su hijo. Ellos le dieron tanto amor como pudieron y lo trataron como un niño de verdad. Esmeralda y Juan Pablo no querían irse de la nieve pero al final del día se fueron a dormir y de repente a mitad de la noche escucharon que alguien tocaba la puerta. Era un bebe en la puerta, era exactamente igual al que habían hecho con nieve, salieron y no encontraron a su muñeco de nieve.

Buscaron a la mamá o papá del niño pero después de 1 semana no los en-

contraron así que decidieron quedárselo. Pero aunque por fuera no era de nieve por dentro sí, así que sus padres (Juan Pablo y Esmeralda) no le permitían salir. Un dia cuando el niño cumplió 5 años miró por la ventana a otros niños divirtiéndose mucho con una fogata, desobedeció a sus padres, y salió a la fogata. Sus padres fueron corriendo a verlo pero ya era tarde, el niño se había derretido. Volvieron a estar deprimidos hasta que llegó el cumpleaños de Esmeralda, ella cumplía el 28 de diciembre, ese día no quisieron salir para nada, hasta que recordaron como habían hecho al niño. Salieron a hacer otro bebé de nieve pero esta vez hicieron 2: Repitieron al niño de nieve e hicieron una niña. Les dieron tanto amor que cuando se transformaron en niños reales eran 95% de carne y hueso y 5% de nieve, así que podían salir a jugar siempre.

Desde entonces, se dice que todos tienen

un poco de nieve en su interior.


LOS SUEÑOS SE HACEN REALIDAD Por Santiago Gómez Había una vez un niño llamado Santiago y le decían de cariño Santiaguito, él quería de grande ser un pirata, pero antes tenía que tener un grupo de compañeros que también les gustara los barcos y un mapa donde buscar tesoros.

Tenía que crecer, cumplir 18 años, le faltaban 10 años para poder estudiar

y aprender geografía. Pero además él tenía que tener un mapa que estaba en las leyendas de las épocas viejas y el recordò que su abuelo tenia leyendas de los piratas pero su abuelo no dejaba que las tocaran y leyera así que el niño quiso hacer un plan para que su abuelo no se diera cuenta; asì que cuando su abuelo estará dormido el irìa a su oficina y tomarìa el libro donde su abuelo tenía las leyendas.

En la noche, él se levantó a las 12 de la noche y se encaminó a la habi-

tación de su abuelo, cuando se dio cuenta de que estaba dormido se fue a la biblioteca a buscar los libros y ahí encontró muchos mapas que tenía que estudiarlos. Aprender a leerlos y así empezó su historia de búsqueda de tesoros.

Esa Noche de Navidad el tuvo un sueño muy especial; en su sueño se iba

a ir a navegar así con sus amigos y vio que el mar estaba todo congelado así que él hizo un experimento para descongelar todo el mar: Levanto las manos y pidió que se descongelaran y se le hizo realidad la magia, así que navego en el mar con sus amigos y vieron que el mar estaba hermoso y poco a poco conforme navegaban se descongelaba.

En su sueño llegaron a la isla misteriosa y ahí el tesoro estaba al fondo de

la selva y casi todo estaba nevado. En la selva no habían animales porque estaban refugiados y luego en el profundo del bosque ya casi llegaban pero habían trampas así que esquivar todas las trampas y por fin habían llegado hasta el cofre con mucho oro, y ahí despertó.

Santiago se levantó feliz y emocionado porque sintió que

su sueño se hizo realidad, corrió a la sala de su abuelo a abrir los regalos y para su sorpresa su abuelo le había regalado un libro antiguo con muchas historias y mapas donde se encontraban muchos tesoros.


UN NUEVO SANTA Por Emiliano Gurría Era una Navidad tranquila cuando de pronto papá escuchó unos ruidos en el techo y... ¡Chan, chan, chan! ¡¡Era Santa!! Entonces el señor le gritó a Santa... ¡Y Santa se asusta! ¡Y Santa se resbala! ¡Y se cae del techo! ¡Y se queda inconsciente! El papá no sabe que hacer, decide ponerse el traje de Santa y repartir regalos. Ahora por ser Santa pasó de estar fuertisimo a estar gordo. Por ser Santa ahora vive en el Polo Norte, hasta que llegue la próxima Navidad y sea Santa por todas las Navidades... Bueno hasta que alguien le grite y caiga del techo. LA MAGIA DE LA NAVIDAD Por Isabella Rodríguez Había una vez una aldea de elfos. Dos elfos llamados Tiny y Shayne era las favoritas de Santa y las más traviesas y lindas. Un día Santa les dijo: “Tiny y Shayne, una niña las espera.” Santa primero mandó 5 años a Shayne y después mandó a Tiny con Shayne. Después llegó Merry y dos días más tarde, Winter y fueron los favoritos de Santa y de su dueño Isa. Y todos tuvieron muchos momentos felices con la niña.


TODOS PUEDEN CREER Por Dario Noriega

Un día estaban tres niños en su bicicleta. Estos niños no

creían en Santa e iban alrededor de su pueblo diciéndole a todos que Santa no existía. Muchos niños le creían pero había un niño llamado Javier que los ignoraba. Y ese niño tenía el espíritu navideño más grande del pueblo. El iba en su bicicleta diciéndoles a todos que Santa sí existía. Él lo sabía porque su papá... ¡era Santa! El niño siempre regresaba molesto a su casa porque los otros niños lo enojaban mucho. Pero su papá, Santa, le dijo que en vez de enojarse debería perdonarlos y hablar con ellos. Entonces el niño intentó hablarles, pero los niños lo ignoraron y se fueron en sus bicicletas. Javier llegó furioso a su casa, le dijo a su papá que los niños lo ignoraron otra vez pero Santa creía que todos los niños podían ser buenos. Y todos los niños creen en Santa nada más que tienen que ver en su corazón.

Así que Javier fue a sus casas y les dio regalos adentro ha-

bían nuevas bicicletas que decían: Todos pueden creer. Los niños destrozaron las bicicletas y se la pusieron en la puerta de su casa

y una carta que decía: Pues nosotros no creemos. Se suponía que lo viera Javier pero lo vio su papá. Santa no se enojó, estaba tranquilo. Se lo enseñó a su hijo y el hijo se enojó. Santa le dijo que respirara. Javier siguió intentándolo, tardó unos años pero logró hacerlos creer.


NAVIDAD, CASA LIBRE Por Francisco Sánchez Un dia la familia Taoure planeaba pasar navidad en Cancun, pero el hermano pequeño de 10 años llamado Adama no quería estar en Cancún así que le preguntó a su hermano: “¿Te regresas conmigo a casa?” y su hermano le dijo: “No, quédate con nosotros”. Adama quería regresar a jugar un partido para que lo vieran los agentes de los Wolves de Inglaterra y también porque él era un creyente verdadero de Santa. Entonces le dio Rivotril a su hermano para que se durmiera y se lo llevó a su casa de Houston, Texas. El hermano despertó en su casa y gritó: “¡Nooooo!” pero Adama no estaba porque fue a jugar su partido de fútbol. – Juegas muy bien – dijeron los agentes de los Wolves – pero estás muy chiquito, aunque podrías jugar en Sub-16. Eres muy bueno, te podemos pagar para que vengas a la escuela. ¿Te late? – Sí, muchas gracias. ¡Bye! – respondió Adama. Mientras tanto su hermano le dijo a todos sus amigos y amigas que la casa estaba sola y los invitó a una fiesta. Todos respondieron que sí. Adama estaba con su mejor amigo Ansu Fati, quien lo invitó a dormir. –No – dijo Adama – Mi hermano está en mi casa solo. Pero cuando llegó a su casa Adama se sorprendió de la fiesta –¿Qué hiciste?


EL DUENDE DE LA NAVIDAD JuanJosé Sancho Carrera

Había una vez un duende que estaba en las alcantarillas, él se llamaba Rodó.

Estaba solo triste y sin familia pero un día salió de las alcantarillas y se fue a una montaña. Era la montaña más alta que él había visto entonces subió a lo más alto de la montaña y vio unas luces y escuchó unos cascabeles, Santa Claus estaba ahí. El duende dijo:

– ¿Santa qué haces aquí?

– Estoy aquí por ti– contestó Santa –quiero que vengas conmigo.

Entonces el duende le dijo a Santa – Pero yo no soy mágico como los demás

duendes, ¿por qué viniste por mi? Y Santa le dijo – Porque eres especial. – Entonces el duende se fue con Santa al Polo Norte.

El duende nunca había visto una cosa más hermosa, había luces por todos lados,

tantos juguetes que ni siquiera puedes contar, había renos, duendes, galletas de jengibre, elfos, muñecos de nieve. Rodó estaba muy asustado pero Santa le dijo “Tranquilo todos son muy amigables”, entonces Rodó se calmó un poquito pero seguía asustado. Cuando Rodó y Santa se bajaron del trineo fueron a la cabaña de Santa y Santa le dio a Rodó un traje de duende y su bastón de caramelo. Entonces se fue al cuarto de trabajo y vio a dos duendes muy amigables, se llamaba Fofo y Guille, entonces se hicieron amigos.

Cuando terminó la hora de trabajo Rodó le preguntó a Santa si podía compartir

cabaña con Fofo y Guille y Santa le dijo que sí. Entonces Rodó les contó todo sobre cómo llegó al Polo Norte y que él no tenía magia pero Guille le dijo a Rodó: “Pero todos los duendes tienen magia, creo que tú si tienes magia pero no lo sabes”. Las palabras de Guille se quedaron grabadas en la memoria de Rodó, entonces un día salió de la cabaña a hablar con Santa: – Guille me dijo que todos los duendes tienen magia, ¿por qué yo no? Entonces Santa le dijo: “Ya será tu hora”. Rodó se fue a su cabaña a dormir pero no podía dormir pensando en lo que le dijo Santa, lo repitió mil veces pero no tenía sentido.

Un día fue con el reno más sabio del Polo Norte que se llamaba Ruo. Entonces

Rodó le preguntó a Ruo “¿Qué significa ya será tu hora?” Entonces Ruo le dijo “Significa que cuando estés listo tendrás magia”.


NAVIDAD EN FAMILIA Por Patricio Vázquez

Había una vez un niño que le encantaba la Navidad, por esa época una empresa creó el mejor videojuego del mundo. Había una tienda de videojuegos a lado de su casa pero el niño no sabía jugar videojuegos. Se dedicó a ver videos de gamers y aprendió a jugar. Compró el videojuego pero el niño no tenía una consola, estaban muy caras. El niño vio a alguien que vendía una Xbox y el día de Navidad jugó con su familia. Al otro día llegó Santa y le trajo una consola nueva, estaba muy feliz y fueron felices para siempre.


NAVIDAD, CASA LLENA Por Nicolás Valadés

Hola, en este cuento no se empieza con un Había una vez porque esto

pasara en el futuro. Bueno empecemos, la Navidad será increíble, mamá y papá y toda mi familia estará reunida por fin porque mamá y papá siempre están trabajan así que nos toca a mi y mi hermano Alex y yo por cierto me llamo Enolo que significa árabes aleno en español solo.

Llego la navidad, al fin vendrán todos... ¡Tin,tin,tin! Deben de ser ellos:

–¡Hola familia! No podremos ir porque hubo un retraso del vuelo. – Bueno, hasta la próxima. Al bueno al menos estarán mis papas y mi hermano.

Al día siguiente...

– ¡Pero qué emoción! Voy a alistar todo. Mis papás bajan y dicen: “Lo siento, no podemos estar en esta Navidad porque tenemos muchísimo trabajo… Bueno, pues Feliz Navidad tenemos que irnos” – Tac – se cierra la puerta – Bueno yo también tengo que irme, sabía que pasaría esto entonces me voy con mis amigos. Deberías estar en onda, no sé... con una fiesta o algo asi porque no tienes amigos y asi puedes hacer amigos MENSAJE:

Hola a todos va a ver una fiesta aquí en mi casa les mando ubicación :) :) :)

10 minutos después…

¡Fiestaaaaaaa! Oye, nada de alcohol, no queremos policías. – Ahorita vengo, necesito un respiro. –Troc, troc, troc. – ¿Qué es eso? ¿Qué es? – ¡¡Es Santa y sus elfos!!


LA NAVIDAD OCULTA Por Pablo Villena Un día antes de Navidad John estaba muy contento, le ayudó a decorar el árbol a sus papás y la casa era la más brillante del vecindario. John ya se iba a dormir pero escuchó un gran sonido afuera de su casa no le dio importancia la primera vez que sonó pero ya no lo dejaba dormir ese ruido asi que se puso una bufanda y un abrigo y salió. Vio a un lindo reno y un trineo helado se acercó y vio a alguien dentro del trineo se asustó y gritó “¡AAAAAAAAAA!” pero era Santa Claus, quien le dijo “No te espantes John, soy yo, Santa. ¿Quieres ayudarme a repartir los regalos?” John dijo que sí y se subió al trineo y volaron a Florida. Llegaron pero Santa no cabía por la chimenea y le dijo a John “¿Me podrías ayudar por favor?” y John se metió dejo los regalos y se salió. Ya estaba amaneciendo, fueron a México rápidamente y repartieron todos los regalos. Luego fue a dejar a John a Londres, Santa se despidió y John igual. Al día siguiente John se despertó y abrió sus regalos.


LOS PERROS-ELFOS Por María José Benet Érase una vez en Navidad mientras Rodolfo y Santa contaban a sus elfos se preguntaron si había pocos elfos. A Rodolfo se le ocurrió convertir a las mascotas en elfos y cada vez que un niño pedía elfos, las mascotas se movían y hacían travesuras. Un día, un perro se movió de lugar y la mama lo vio pero por suerte se estaba haciendo un cafecito. Los perros le ayudaban a Santa a dar regalos, además los niños eran más felices porque cuando los perros se iban a morir resucitaban por la magia de Santa.

UNA NAVIDAD FELINA Por Melissa Sánchez Un 21 de diciembre una familia de gatos algo grande iba llegando a la casa en la que acordaron reunirse, la casa era de una señora que tenía 7 gatos que eran una familia. La mamá gata, el papá gato, 2 gatitas bebé y 2 gatitos niño. La mamá tenía a un bebé gato de 2 semanas de nacido y los otros gatos eran los abuelos y los tíos gatos iban a llevar comida porque la señora que les daba de comer salió a ver a sus hijas a Manhattan y ellos estaban en Acapulco.Luego llegaron los primos y amigos y luego llegaron los bisabuelos y cenaron juntos.


EL GRINCH NAVIDEÑO Por Arantza Contreras Había una vez un vecindario, el vecindario de los Quien, ellos odiaban la Navidad y hacían todo lo posible para evitarla pero había una sola persona que le gustaba la navidad su nombre era el Grinch. Era la única persona que adornaba en Navidad y se sonrojaba al ver las luces navideñas.Todos los años justo el 01 de diciembre ponía su árbol y lo adornaba. Hasta el año 2020 cuando comenzó una pandemia llamada NaviNo, es decir que en la Navidad no puedes adornar, a todos los flojos que no les gustaba adornar les encanto ya que no tenían que adornar cosa que les encantaba pero el Grinch cayó en depresión.


LA CATÁSTROFE DE NAVIDAD Por Elías Estévez

Había una vez un pueblo llamado Villa Navideña en donde celebraban la mejor

época del año ¡Navidad! La gente celebraba como si fuera el último día de sus vidas. ¡Llegó el 1 de Diciembre! Todo mundo estaba muy feliz hasta que un científico viejo vio algo grande llegar desde lejos. Al verlo se asustó pero dijo “Seguro estoy imaginando cosas”. Pero al paso del tiempo se iba haciendo más grande. El viejo estaba asustado entonces empezó a hacer un plan de defensa, pensó: “Calculando va a llegar…¡¡En Nochebuena!!”.

El 15 de diciembre, el viejo le dijo al pueblo “VA A LLEGAR UN MONSTRUO

QUE VIENE A COMERSE EL PUEBLO. TENEMOS QUE ACTUAR Y PREPARARNOS”. La gente pensó que el viejo estaba demente y no le hizo caso. Un ingeniero se dio cuenta por el reflejo de su ventana y dijo “El viejo no está demente nos ha dicho la verdad todo este tiempo.” El ingeniero fue a la casa del científico: –No nos estabas mintiendo, es verdad lo del monstruo. –Pues claro, lo vi desde el 1 de diciembre.

Pasaron los días. El 20 de diciembre no se veía nada, solo la sombra del mons-

truo y toda la gente se dio cuenta de que no era una mentira. Cuando la gente lo vio ya no tenían tiempo de defender el pueblo, la única esperanza era el científico y el ingeniero que se prepararon para la batalla.

El 24 todo mundo escapó. Llegó el monstruo, era inmensamente grande.

El monstruo llegó y dijo “Tengo hambre de Navidad”.

El viejo empezó con su plan, había creado un lanzador de pociones pero no le

pasaba nada al monstruo. El viejo se puso nervioso: “Si eso no servía, lo demás iba a ser inútil”. Era turno del ingeniero, él creó una nave gigante llamada “El derribador”. La nave tenía misiles y soltaba dronesitos que disparaban. El plan funcionaba hasta que el monstruo le pegó a la nave, la nave se incendió y cayó en el pueblo. El viejo se dio cuenta de que el monstruo tenía un circuito que hacía que tuviera mucha resistencia. Le dijo al ingeniero –Ya se que hacer pero necesitamos una distracción.


El ingeniero mandó a los dronesitos que quedaban para mantener-

lo distraído un rato mientras el científico verificaba un código de hackeo para acceder a la máquina que el monstruo tenía en la espalda. Los dronesitos cayeron y el ingeniero creó otra distracción, el hackeo estaba a punto de acabar cuando el ingeniero dijo: –Ya no puedo, estoy muy cansado. –Solo un minuto más, dijo el científico.

Lo único que le quedaba al ingeniero como distracción era una to-

rreta que no planeaba usar porque le gustaba mucho, sin embargo le empezó a disparar y el monstruo no soportaba más, lo estaban masacrando. El científico acabó de hackear la computadora y el monstruo se puso débil. El ingeniero acabó lanzando su llave inglesa, el monstruo se hundió en el agua y ahí se quedaron sus huesos. La gente del pueblo llegó y las calles estaban casi destruidas. –¿Dónde está el monstruo? – preguntó la gente. –Lo derrotamos –respondieron ellos– pero el pueblo casi se destruye. Desde ese entonces el viejo y el ingeniero fueron historia, hasta construyeron una estatua de ellos peleando contra el monstruo. Poco a poco fueron reconstruyeron la ciudad y el cadáver lo pusieron en los museos más famosos junto con las piezas de historia. Al final la gente pudo celebrar la Navidad muy feliz.


LOS ELFOS Por Arturo Macip

Había una vez unos elfos que eran los más malos del mun-

do y solo había un elfo bueno. Santa no se había dado cuenta que casi todos los elfos eran malos y cuando era navidad los elfos malos les destruyen a los niños sus regalos.

Pero cuando los niños se despertaban y se daban cuenta

que sus regalos estaban rotos y que cada Navidad hacían lo mismo, los niños iban perdiendo el espíritu navideño.

Pero un día el elfo bueno se quedó en la estación de Santa

para hacer unas pociones para que los elfos se volvieran buenos. La siguiente Navidad, él se adelantó a entregar los regalos a los niños y cuando llegaron los elfos malos y les dio la poción.

Casi todos los elfos ya eran buenos excepto uno que cuan-

do le iba a dar la poción, el niño se despertó y agarró al elfo como juguete. El elfo terminó vomitando y la niña se cayó y se encontró al otro elfo.

El otro elfo que era el malo intentó correr pero justo llegó el

hermano de la niña y lo agarró y como vio que el otro elfo tenía la poción pensó que era agua, se la dio y se volvió bueno.

Desde entonces todos los elfos ya eran buenos y los niños

recuperaron el espíritu navideño y todos sus regalos al fin no estaban rotos y los elfos pudieron ayudar a Santa a llevar los regalos sin que se rompieran.


EL MILAGRO DEL MUÑECO DE ARENA Por Mariano Martínez

Había una vez un niño llamado Pepe que fue a la playa en verano, el quería hacer un muñeco de nieve porque había visto una serie que hacían muñecos de nieve. La serie se llamaba Cachupin El Tontín. Esa serie era más tonta que una gallina que hubiera levantado dos patas al mismo tiempo y se hubiera caído. Pero el punto es que Pepe quería hacer un muñeco de nieve, entonces fue con su mamá y ella le dijo: “No es invierno, no podrás hacer un muñeco de nieve pero puedes hacer un muñeco de ARENA.” A Pepe le gustó la idea y se puso a trabajar. Lo hizo con sus cubetas, conchas del mar, basura y botellas que encontró ahí tiradas. Y lo nombró Larry. Entonces Larry le duró a Pepe hasta invierno, pero Larry era alérgico a la nieve y se murió. Pepe estaba muy triste, él quería que les durará más pero no iba a dejar que eso le afectara. Por eso él se puso a hacer más muñecos de nieve y como hizo demasiados muñecos de nieve bajo el dios de los muñecos de nieve y resulta que era el muñeco de arena que hizo Pepe. ¡Era LARRY! Pepe se puso muy feliz de verlo, Pepe le preguntó ¿Cómo sigues vivo? Y Larry contestó – Con tantos muñecos de nieve que hiciste–. Entonces Pepe dijo: “¡Es el MILAGRO DEL MUÑECO DE ARENA NAVIDEÑO!” Desde entonces se volvió costumbre hacer Muñecos de arena en verano.


LA FABULOSA NOCHE NAVIDEÑA Iker Barreiro Había una vez una familia que le encantaba la navidad. Los niños de la familia tenían un sueño: ver a Santa Claus. Toda la noche estaban pensando en eso así que los niños tuvieron una idea. Pedirle a Santa Claus que les dejara los regalos en su cuarto. Los niños esperaban ansiosos porque les llegaran los regalos en su cuarto. Hasta que los niños se durmieron. Santa les dejo los regalos en donde querían. Y los niños se dieron cuenta que cuando despertaron Santa les había dejado una foto de él en la cama de los niños. Y los niños estaban felices. Santa les había traído muchos regalos, los niños le contaron a sus papás todo lo que había pasado. En la mañana comieron un rico pavo. Después invitaron a su demás familia. Los primos de los niños ¡no creían en Santa! Los niños les ayudaron a sus primos a volver a creer en Santa. Los primos de los niños se fueron felices porque volvieron a creer en Santa. Y vivieron felices por siempre.


LA NOCHE MÁGICA Por Mariano Valdés

Había una vez un viejito llamado Alex, estaba sentado en

el sillón y pensando en todas las Navidades en las que él vivió. El 23 de diciembre un niño tocó la puerta de su casa y le dijo que lo acompañara. Alex estaba un poco dudoso pero accedió, fueron a un parque de diversiones y había una nave donde estaba un elfo llamado Davis.

Alex se subió a la nave y lo llevó a la fábrica de Santa y Alex

se preguntaba porque el elfo se lo llevó. Alex conoció a Santa quien tenía como un millón de elfos. Santa le dijo que necesitaba de su ayuda para derrotar a un villano que arruina la Navidad, nada más y nada menos que el Grinch. El viejito le preguntó si el Grinch existía y Santa le dijo que sí.

Era el día de derrotar al Grinch, Davis el elfo, Santa , el vie-

jito y el niño se infiltraron a la base del Grinch, se vistieron como secuaces y vieron al Grinch tomando leche preparándose para robar la navidad. Santa tenía un plan: le iba a dar todos los regalos y cuando el Grinch se acerque lo atrapamos. El plan funcionó a la perfección, capturaron al Grinch y lo llevaron a la clase... el viejito se reía: Jajaja.


CUENTO DE NAVIDAD Por Gabriel Villagran

Era una vez Gabriel que era un buen niño pero su hermana lo molestaba mucho y a él no le gustaba. Una vez él le dijo a su hermana que parara pero no le hizo caso. El día siguiente la hermana le puso hormigas en el cepillo de dientes y el pequeño Gabriel tenía 8 años y su hermana 9. Llegó el día de adornar la Navidad, sus padres tenían mucho trabajo ya que eran jefes de una empresa pero cuando llegó el día de adornar no se hacían bromas los hermanos y el día llegó el abuelo Pancho –el mejor del mundo– decían los hermanos. Empezaron a adornar pero en ese momento los padres se pelearon y el abuelo abrazó a los niños y les dijo que todo va a estar bien. Los niños le creyeron pero el abuelo se fue y los niños se taparon los oídos para no oir muy feo. Al final los papás decidieron divorciarse.


LA ESFERA NAVIDEÑA Por Gabriela Zedillo ¿Te has preguntado dónde está la aldea de Santa? Dicen que está en el Polo Norte y es verdad, pero realmente está en una esfera. La esfera es la más gigante del mundo, pero no la vemos porque está protegida por un campo de fuerza gigante y además está bajo los kilos y kilos de nieve. ¿Sabías que Santa se esconde para entrar a las casas? Es un poco obvio, ¿no lo crees? Entra por una chimenea o ventana. En el año come mucho, porque la señora Claus lo consiente con galletas, pavo, leche, chocolate caliente y demás. Nadie lo ha encontrado y yo lo se porque... Bueno es un secreto, ya les conté demasiado pero Santa es muy buena persona y siempre te dará regalos y si no te trae debes creer. Espero que con esto te contentes porque ya esta historia acabó, cada cosa llega a su fin y esta no sera la excepcion, espero que te haya gustado porque yo ya me voy.



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