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La risoterapia
La técnica complementaria a la terapia que busca producir beneficios emocionales y mentales por medio de la risa
Por: Frida Anzarut Supervisado por: Kam Cham, especialista en risoterapia
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La risoterapia es una técnica complementaria a la terapia que busca producir beneficios emocionales y mentales por medio de la risa. Esta no se puede considerar una terapia como tal, ya que no cura enfermedades, sin embargo, logra efectos positivos al usarse en conjunto con técnicas risoterapéuticas. La Organización Mundial de la Salud define la salud como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente correspondiendo a la ausencia de afecciones o enfermedades", con esta definición en mente, se busca la mejor forma de manejar la salud de los pacientes de manera integral y por ende, la risoterapia es una excelente técnica de apoyo.
Desde el antiguo Imperio chino se puede rastrear el uso de la risa como herramienta sanadora. Se han descubierto templos donde las personas se unían para reír con la finalidad de equilibrar la salud. En la cultura del pueblo Lakota de América del Norte se conocía la existencia de un payaso sagrado; un ser que utilizaba la risa para curar guerreros enfermos. El padre de la psicología, Sigmund Freud, afirmaba que las carcajadas tienen el poder de liberar al organismo de energía negativa.
El boom del uso de la risa como complemento terapéutico, vino después de los años 70’s, cuando un editor de Nueva York llamado Norman Cousins sufrió de una enfermedad incapacitante en la columna llamada espondilitis anquilosante, la cual genera que el tejido que protege la columna vertebral se comience a desintegrar. Le informaron que esta enfermedad no tenía cura y que probablemente le quedaban unos meses de vida. Cousins hizo la siguiente reflexión: si los estados de ánimos negativos influyen químicamente para acelerar las enfermedades, ¿pueden los estados de ánimo positivos retrasarlas? Fue así como Cousins se entregó a buscar su propia cura. Se dedicó a ver películas de risa y leer libros de chistes y descubrió que diez minutos de risa, lo hacían olvidar el dolor por al menos dos horas. El editor recuperó su salud en mayor parte y logró vivir 26 años más. Cousins compartió su experiencia en una prestigiosa revista médica y desde entonces, los estudios científicos sobre la risoterapia se dispararon.
Reírse estimula el sistema nervioso, que a su vez, libera endorfinas, las cuales actúan sobre el sistema inmune y el endocrino, mejorando nuestra calidad de vida y acelerando la recuperación de procesos patológicos.
Entre los beneficios de la risa apreciamos la disminución de la percepción del dolor, la baja de nivel de cortisol, el combate del estrés y el insomnio, la mejora de la función pulmonar en pacientes asmáticos, la reducción de la ansiedad en el preoperatorio (sobre todo en los niños), la ayuda a solucionar algunos problemas dermatológicos, la limpia de los ojos y despeje de mucosidad la nariz y los oídos, el combate a problemas cardiovasculares, el aumento del funcionamiento del sistema inmunitario, la mejora los cuadros de estreñimiento, la relajación de las contracturas en la espalda, entre muchos otros. Actualmente, está técnica se utiliza en muchos hospitales con niños, pacientes con cáncer o VIH, y en general con ingresos de larga estancia, donde se ha comprobado que mejora sus pronósticos. Además, está al alcance de todos y no tiene contraindicaciones.
Los dos tipos de risa más estudiados son la risa ensayada y la espontánea. Resulta interesante notar que ambas están relacionadas con los mismos patrones cerebrales y, por lo tanto, tienen los mismos efectos a nivel psicofisiológico. Por lo general, en los talleres se hacen una serie de ejercicios para lograr que las personas se sientan más desinhibidas y que se puedan dar estos tipos de risa, que primero sea ensayada y luego pase a ser espontánea.
Las sesiones de risoterapia se llevan a cabo de forma grupal y por lo general consisten inicialmente en un calentamiento mediante instrucciones más o menos guiadas, como movimientos físicos, simulación de sonidos y muecas, entre otras cosas para lograr un clima de relajación y confianza que facilite el desbloqueo. Una vez que las personas se sienten más relajadas, se proponen actividades pensadas para provocar las mayores carcajadas entre el grupo. Normalmente, las sesiones duran aproximadamente dos horas y terminan regresando gradualmente al estado de relajación con el que se comenzó. Puedes hacer la prueba, cuando te sientas estresado o de mal humor, finge una sonrisa y notarás como solo por hacerlo te sentirás más alegre e incluso puedes terminar sonriendo de manera auténtica.