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Índice de contenidos
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Indice de contenidos
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Biografías de los editores
6 - 8
Los tres amigos, por Randall Blake
9 - 11
K(VIII)lin, por Marianela Cintrón
12 - 14
Una noche en el castillo, por Mary-Catherine Clark
15 - 16
El fantasma del edificio académico, por Elizabeth Cuellar
17 - 19
Calabaza Negra , por Michelle Estrada
20 - 21
Un amigo silencioso, misterioso, por Steven Gooch
22 - 23
El payaso, por Avery Harris
24 - 26
Pelo el color de miel, por Piper Heide
27 - 29
La planeta nueva, por Jeb Kendrick
30 - 31
El hospital embrujado, por Elena Khalaf
32 - 34
Los espejos, por Bailey Kropp
35 - 36
La marca roja, por Zoe Leibowitz
37 - 39
La noche que iba a recordar para siempre, por Kevin Martinez
40 - 42
El día que empecé a bailar, por Ella Maxwell
43 - 45
El cumpleaños de María, por Jessica McComb
46 - 49
Una mujer libre, por Hannah McComb
50 - 52
La tierra del pecado, por William McCoy
53 - 54
La cara de Rubén, por Jaqueline Medrano
55 - 57
Ana, por Leslie Mitchel
58 - 61
Las rocas, por Darryl Mohr
62 - 65
Un noche en el bosque, por Aidan Read
66 - 68
La criatura, por Michelle Schulz
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La maldita misión, por Noah Simpson
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El hombre de dialectos, por Zachary Turman
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El Fin
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Los Editores
E lena Khalaf ¡Hola! Mi llamo Elena Khalaf y yo soy del lado norte de Houston, cerca de The Woodlands. Tengo veinte años y soy una estudiante de tercer año aquí, en la Universidad de Texas A&M. Actualmente estoy estudiando comunicaciones y quiero ir a publicidad y marketing. Me encanta viajar con mi familia también. He estado en más de doce países y me encanta aprender sobre las diferentes culturas en todas partes que voy. Me gusta escuchar música todo el tiempo con mí misma y mis amigos a pasar tiempo. También, durante el tiempo libre, me gusta mirar Youtube, Netflix, y Hulu. Me gusta pasar tiempo con mi familia y mis amigos por ir a comer y ir de aventuras fuera. También me gusta hacer ejercicio cuando no tengo mucho para estudiar para la escuela.
M ary-Cate Clark Hola, me llamo Mary-Cate, pero mis amigos me llaman “MC”. Soy de Temple, TX y tengo veintiún años. Tengo cuatro hermanos y soy la mayor hija en mi familia. En mi tiempo libre me gusta pasar tiempo con mis amigos, cocinar, bailar salsa y two-step, leer libros de religión y filosofía, hacer ejercicio, cantar y estar afuera. En mi tiempo en Texas A&M, estudié biología molecular y celular y español. En agosto, voy a empezar mis estudios de medicina en la escuela de medicina. Quiero ser una pediatra y trabajar con los niños y sus familias.
S teven Gooch ¡Howdy! Me llamo Steven Gooch. Soy de la pequeña ciudad de Iola, Texas. Ahora, estoy en mi segundo año, estudiando negocios en Mays Business School. También tengo una sub-especialización en español. Trabajo en The Barracks Townhomes en el arrendamiento. Durante mi tiempo libre, me gusta visitar lugares nuevos en Bryan/College Station o pasar un rato con mis mejores amigos. En los años que vienen, ojalá que yo pueda viajar mucho, explorar la vida, y encontrar personas interesantes.
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Randy Blake ¡Bienvenido! Me llamo Randy Blake. Soy de una ciudad en el norte de tejas que se llama Melissa. Tengo veinte años y estoy estudiando comunicaciones y negocios. Tengo una hermana que se llama Suzi quien juega voleibol en New Jersey. Me encanta viajar a lugares nuevos mientras que grabó videos de esos viajes porque entonces puedo compartir esas experiencias con mi familia. En mi tiempo libre me gusta ir al gimnasio para hacer calistenia y levantar pesas. También me gusta leer y siempre estoy queriendo aprender más en general. Creo que la cosa más importante para mí es probablemente pasar tiempo con mis amigos mejores. Específicamente, no solamente pasar tiempo con ellos pero construir esas relaciones de calidad por el tiempo que paso con ellos. Finalmente, tengo una pasión para aprender español porque muchos de mis primos y parientes pueden hablar múltiples idiomas. Creo que aprender un lenguaje es muy beneficioso y abre tu mente.
Avery Harris ¡Hola! Me llamo Avery Harris y yo tengo veinte años. Soy de Bridge City, Texas, y estoy estudiando en la Universidad de Texas A&M. Me especialización es las ciencias políticas, yo espero que use mi título para ser una abogada internacional. Yo tengo una familia pequeña: mi madre, mi padre, mi hermano mayor y yo. Mi familia vive en Bridge City, pero yo vivo sola en College Station, Texas. También tengo dos perros: Koda y Kali. Ellos tienen mi corazón. Algunas cosas que me gusta hacer son cocinar, hacer arte, y tocar ukulele. Otra cosa que me gusta hacer es aprender lenguajes. Yo hablo inglés, español, y un poco de ruso. El próximo semestre, yo voy a estudiar en el extranjero en Saint Petersburg, Rusia, para trabajar en mis habilidades del ruso.
Michelle Schulz ¡Hola! Me llamo Michelle Schulz. Soy de Houston, Texas y tengo veinte años. Tengo un hermano mayor que se llama John Ross. Ahora vivo en College Station y soy una estudiante de la Universidad de Texas A&M. Yo estudio la ciencia biomédica con un certificado en español y una subconcentración en negocios. Estoy en mi tercer año de estudios. Estoy en la sociedad Pre-Vet y el equipo de escalada. Me gusta escuchar la música, ver películas y programas de televisión y jugar con mis perros. Otra actividad que me gusta es viajar o acampar en lugares más hermosos.
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Los tres amigos Randy Blake Había tres amigos. Timmy, Callie y Cristyn. Nuestra historia empezó dentro de la casa de Timmy. Todos de ellos estaban jugando juegos y escuchando música aterrador. La casa tenía solamente una puerta y unas pantallas que no pudieron cerrar. Las pantallas no podían cerrar porque Cristyn los rompió mientras jugaba fútbol dentro de la casa. A veces las luces trabajaban pero no todo el tiempo. La casa tuvo mucha problemas pero Timmy no quiso arreglarlos. Los tres amigos empezaron a hablar sobre esta chica que a Timmy le gustaba. Timmy se preguntó, — “ Cómo puedo hablar con esta chica?"— Callie responde—“ Usted necesita tener confianza y hacer las cosas con un propósito. — “ Chicas les gustan eso”— Callie explicó. Repentinamente, hubo un sonido. — “ Qué fue eso?"— Cristyn susurró. Miraron a los pantallas pero no vieron nada. — “ Qué hacemos?"— Timmy se preguntó. — “Pues este es tu casa por eso pienso que deberías mirar afuera.”— Callie dijo. — “Eres muy chistoso.”— Timmy dijo sarcásticamente. Timmy caminó a la puerta con vacilación. El miró afuera pero no vio nada. Repentinamente el vi algo en la distancia. Timmy preguntó Cristyn para una linterna. Cristyn da la linterna a Timmy y anduvia afuera. — “Estoy nervioso”— Callie dice. — “ Que deberíamos hacer?"— Cristyn pregunte Callie. — “Creo que deberíamos siguiendo Timmy y ayuda a encontrar que la cosa es.”— Callie y Cristyn agarran dos linternas y siguiendo para Timmy. Había una problema. Callie y Cristyn no pudieran a encontrar Timmy. En este punto, ellos han buscado para una hora intentar para encontrar Timmy y no tenían mucho suerte. — “ Qué hacemos ahora?"— Callie preguntó. Sin saber qué hacer, ellos empezaron volver para la casa. Cuando se volvieron a casa, Callie fue al baño y Cristyn fue a la sala para llamar la policía. El problema fue que no había servicio en sus teléfonos. Ellos esperaron para treinta minutos cuando ellos escucharon una sonida a dentro del garaje. Lo fue Timmy. —"¿Donde estabas?"— Cristyn gritó. Pero no hubo una respuesta. En lugar, Timmy gritó, —"¿Quién tiene los pisos fangosos?"— Confundo, Cristyn caminó por el cuarto y veas las huellas en los pisos. Su corazón se detiene. — “ No caminábamos por el garaje”— Cristyn explicó. Pronto, Callie venga para ver. También, ella explica que no caminábamos por el garaje y no sabemos como las huellas están allí. Pánico empieza. Repentinamente, la puerta se cerró de golpe. Ellos corren afuera por el garaje. Cristyn pregunte, —"¿Qué hacemos ahora?"— Callie no puede respirar. Ella tiene es más miedo de todos. Timmy está en pánico. Cristyn es la persona solamente que esta tiene una mente clara. — “ Piensa, Piensa, Piensa”— Cristyn dice. Él trata de llamar la policía pero no tiene servico. Finalmente, Cristyn tiene una idea. Primero, él necesita
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hablar con sus amigos. El consuela Callie y la dice para respirar. Luego, el dice Timmy que se enfoque. Cristyn les dice el plan. Primero, ellos necesitan correr por el garaje para obtener útiles como una pala para usar como un arma. Segundo, ellos necesitan escalar la casa y se paran en el techo. Esta ubicación va a ayuda con el servicio mal en sus teléfonos. Ellos están ilusionados pueden hacer el llamar. Siguiendo, van a llamar a la policía y se esperan para ellos venir. Todos ellos estaban satisfechos con el plan y listo para empezar. Naturalmente, ellos continúan con el plan. Empiezan para caminar al garaje. Estaban muy tranquilo y cauteloso. Ellos llegaban al garaje y tomaron tres palas. Proximo, ellos fueron al techo. Ellos encontraron como y donde para escalar y hizolo. Encima de el techo, ellos escucharan un fuerte estruendo. — “ Qué fue eso?"— Timmy pregunte. Pronto, ellos ven una sombra entrar la casa. Se miraron con miedo. Rápidamente Cristyn trata llamar la policía. Pero, como él está llamando, él deja caer su teléfono. Silencio. Ninguno dicen algo para minutos. Ninguno saben qué hacer. No hubo servicio excepto encima del techo. Cristyn decidió para encontrar su teléfono. Fue muy arriesgado. Pero era la única manera. Timmy y Callie espera encima del techo mientras Cristyn comienza a bajar. Tan pronto como Cristyn llega a su teléfono, hubo un grito. Algo de dentro la casa agarró Cristyn. Callie empezó llorar. Timmy decidió que el necesito ayuda. Primero, el se calmo Callie y él esperó a que ella dejara de llorar. Segundo, Timmy empieza para la casa para encontrar Cristyn. Él bajó el techo y el entro a la casa. La casa es completamente negra. Timmy no podría encontrar las luces y no oye nada. Timmy caminó lentamente por la casa. Repentinamente, hubo un sonido. Era una sombra en la cocina. Timmy susurra, —"¿Es que Cristyn?"— Ninguna respuesta. El repitio la pregunta. — “ Es que Cristyn?"— De nuevo, no hubo una respuesta. Timmy oye pasos. —"¿Quien esta ahi?"— Timmy pregunte. Para su sorpresa, Cristyn aparece. —"¿Que tal wey?"— Cristyn pregunte. — “ ¡¿Que estas pensando!?"— Timmy gritó. Cristyn sale de la casa y no habló. Timmy gritó y él siguió Cristyn. Fuera de la casa, Timmy no podría encontrar Cristyn. El no estaba por ningún lado. —"¿Dónde está Cristyn?"— Timmy pensó. Timmy buscaba a Callie. El no podría ver ella. El decidió escalar el techo para ver mejor. Desafortunadamente, el no vio Callie. —"¿Donde esta todos mis amigos?"— Timmy gritó. Él empezó a entrar en pánico. El no podría encontrar Cristyn. El no podría encontrar Callie. El no podría encontrar el teléfono. El no podría encontrar nada. —"¿Qué debería hacer?"— Timmy gritó. Repentinamente, hubo un sonido detrás de él. Él miró y vio Cristyn y Callie en la piscina en el patio trasero. También había alguien más. ¡Los padres de Timmy! Timmy no podía creerlo. Timmy gritó y pregunte todos los ellos en la piscina, —"¿Quién está dentro de nuestro casa?"— La mama de Timmy responde que su padre tenía zapatos embarrados. Por eso hay barro en la casa.
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Ahora que Timmy sabía dónde están todos, él saltó del techo y va a su cuarto para dormir. Timmy preparó para la cama y se acuesta. Repentinamente, la lámpara se apagado y la sombra sale volando por la ventana.
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K(VIII)lin Marianela Cintron Hace cincuenta años… Con la carta de amor en su mano, el hombre caminó sobre el campus de Texas A&M. Era un fresco día de octubre en College Station. La letra era para su amor, pues, con suerte, su amor, Kaitlyn. Él tuvo PHYS 208 con ella, y se sentaba dos filas detrás de ella. Antes del comienzo de la clase, el hombre iba a dar la carta a su amor Kaitlyn y esperaba para ver si ella sentía lo mismo. El hombre la vio entrar a la clase, le dió la carta, y esperó mientras que ella la leía. Pero cuando ella se enojó, su corazón se rompió. “Absolutamente no,” —ella se lo dijo—. “Mi nombre está escrito ‘C-A-Y-T-E-L-I-N-N-E’, —no con la letra ‘K’.”— Se rio del hombre y salió de la clase, aunque había un examen en la clase ese día. El hombre, con el corazón roto, desapareció. Nadie nunca vio de él después de ese día… Un mes atrás… Ella estaba terminando de poner el toque final a su maquillaje cuando su amiga entró a su dormitorio. “¡Qué linda Caitlin!” —exclamó su amiga—. “Pero…” —ella se detuvo a pensar, insegura sobre sus siguientes palabras. —“No tienes miedo del fantasma? El fantasma que odia cada niña con el nombre que suena como ‘Katelin’? Recuerdo lo que pasó a Caitelind en su veintiún cumpleaños dos años pasados…”— la amiga de ella hizo una pausa, porque ella no quería recordar los eventos. Ese día era el veintiún cumpleaños de Caitlin, y mientras ella había oído sobre el fantasma que se aparecía en Aggieland, ella no le importaba. Solo quería divertirse ese día. —“No te preocupes Madeleine, hoy vamos a divertirnos.”— Las niñas continuaron preparándose por la noche, pero ahora el aire estaba lleno de aprensión e incertidumbre. Cuando había una llamada fuerte a la puerta, Caitlin saltó y su amiga gritó un poquito. Ellas hicieron contacto visual rápido y Caitlin soltó una risa nerviosa: —"No tenemos nada que temer, ¡sólo Josh está aquí para recogernos!"— Su amiga le devolvió la risa nerviosa: —"Sí, lo sabía, no es cómo si hubiera pensado que era el fantasma o algo así... "—. Las chicas se amontonaron en el fondo del coche de Josh y cabalgaron hacia el destino de la celebración del cumpleaños de Caitlin, el bar Icon. Caitlin, todavía asustadiza desde la conversación anterior, pensó que ella escuchaba gritos cuando había entrado al bar. Pero no, sólo había un coro de vítores desde sus amigos quienes estaban allí para celebrar su veintiún cumpleaños. Con su primer bebida legal en su mano, Caitlin tintineó su cristal al cristal de su amiga Madeleine. “¡Esta noche es para mí!” —ella exclamó—. “¡No hay fantasmas y no habrá fantasmas que arruinen esto!” Las amigas bebieron sus bebidas y se divirtieron. Más tarde en la noche, la 9
canción favorita de Madeleine y Caitlin comenzó a sonar. Pero cuando Madeleine se giró para agarrar la muñeca de Caitlin para llevarla al piso, se había ido. Este tiempo, hubo un grito real desde Madeleine porque el fantasma atrapó a su mejor amiga. La policía inmediatamente cerró a Icon después del incidente, pero a Caitlin nunca la volvió a ver… Una semana atrás… Un cumpleaños en octubre no era una cosa rara, pero quizás un cumpleaño en 31 de octubre era especial. Aún más si tus padres echaban una maldición sobre tu vida a través de un nombre como Katelyn. Esto fue el caso para Katelyn Scott, una estudiante en Texas A&M universidad. Hoy, Halloween, era el veintiún cumpleaños de Katelyn. En este punto habían habido bastantes desapariciones de otras chicas con nombres que sonaban como ‘Katelynne’, pero la policía había renunciado todos los casos. Según la policía, en todos los casos de personas desaparecidas había una falta total de evidencia para la desaparición de cada chica. También, la universidad se negaba a reconocer todos los incidentes. Para Katelyn Scott, ella sabía que cada desaparición era real y cada historia detrás de cada desaparición. Sí, cada chica con un nombre que sonaba como ‘Catelyn’ y estaba celebrando su veintiún cumpleaños, pero también, cada chica estaba sola. Todo lo que Katelyn quería era graduarse y encontrar un buen trabajo; ella no tenía el tiempo de luchar contra un fantasma. Determinada a vivir más allá de la medianoche en su veintiún cumpleaños, ella creó un plan. Katelyn vivía sola en una casa que no estaba muy lejos del campus, pero ella se negaba a estar sola esa noche. Katelyn invirtió la mayor parte de su dinero para su Aggie Ring, y en vez, compró múltiples cámaras. Mientras ella esperaba comprar su Aggie Ring, no le importaba si desapareciera esa noche. Había planeado capturar cada segundo de la noche de su veintiún cumpleaños en video con las cámaras. En lugar de globos, Katelyn decoró su sala con las cámaras. Ella tenía la intención de pasar la noche en su sala, donde ella podría estar rodeada de las cámaras mientras comía helado y miraba Netflix. No le importaba, porque ella solo quería sobrevivir. Ella sabía que el resto de las desapariciones ocurrieron cuándo nadie podría ver a la niña, y por supuesto ella se negó dejar que le pasara lo mismo a ella. Katelyn planeaba transmitir en vivo toda la noche para sobrevivir hasta el día siguiente. Las cámaras que ella compró estuvieron configuradas a grabar e inmediatamente a guardarse en su computadora. De esa manera, habría evidencia después. Además de las cámaras, en su laptop ella tenía abierta una transmisión en vivo de Facebook y en su teléfono ella tenía una transmisión en vivo de Instagram. No fue difícil encontrar y conseguir los espectadores, especialmente de las conspiracionistas y los fanáticos de los fantasmas. “¡Hola a todos!”— saludó a las cámaras. —”Mi nombre es Katelyn, eso está escrito K-A-T-E-L-Y-N, y, como todos ustedes ya saben, hoy es mi veintiún cumpleaños.”— Ella se 10
tomó un segundo para calmar su corazón acelerado y reunirse sus pensamientos. Si algo iba a suceder esa noche, ella quería ser recordada con gran respeto. — “Se rumora que A&M tiene un fantasma del campus que persigue a todas las chicas llamadas Caetlin. He estado haciendo mi investigación, y me parece que cada desaparición pasada ocurre una vez que Keightlin estaba fuera de la vista de todos los demás. ¡Ahí es donde todos ustedes, mis espectadores, me ayudarán! Tengo todas mis luces encendidas con una multitud de cámaras instaladas en mi sala. Esto garantiza que tendré muchos ojos sobre mí en todo momento. Disfrutaré de mi veintiún cumpleaños aquí en mi sala, comiendo helado de pastel de cumpleaños y viendo Netflix, probablemente The End of The F***ing World. Pero lo más importante, sobreviviré esta noche.”— Ella hizo una pausa para leer los comentarios que llenaban la pantalla de su teléfono, principalmente de apoyo. —”¡Así que gracias a todos por acompañarme! Mi objetivo es sobrevivir hasta pasada la medianoche.”— Katelyn se acomodó en su sofá, y con su primera tina de helado y una cuchara en la mano, ella pulsó el botón de play. Cuando se acercaba la medianoche, Katelyn revisó su teléfono y notó que tenía casi un mil espectadores en ambas Facebook e Instagram. “¡Wow!” — exclamó ella. — “¡Estoy agradecida de que todos están tan apasionados por mi supervivencia esta noche!” — Ella vió que algunos espectadores estaban dedicados a mantener una 'cuenta regresiva' actualizada en los comentarios. Con 300 segundos restantes, exactamente cinco minutos, Katelyn comenzó a sentir un poco de ansiedad en su pecho. “No sé por qué,” — ella comenzó a decir a las pantallas de sus dispositivos, — “pero de repente, estoy muy nerviosa. No ha ocurrido nada hasta ahora esta noche, pero todavía tengo miedo de que algo puede ocurrir en el último minuto.” — Tan pronto como terminó su oración, hubo una descarga eléctrica y se apagaron todas las luces de la casa de Katelyn. Ni siquiera una segunda después, las luces volvieron a encenderse, pero ya era demasiado tarde. Cuando la sección de comentarios comenzó a inundar con palabras de angustia y luto, todo lo que las pantallas reflejaban era la sala de estar vacía, solo con una cuesta en el sofá donde Katelyn estaba sentada momentos antes. Hoy… “...y ese fue la última momento que se vio a Katelyn.” — dijo el reportero. — “Ella es la vigésima desaparición en los últimos 20 años. El fantasma permanece en libertad en A&M...”
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La noche en el castillo Mary-Catherine Clark La historia sucede en un pequeño pueblo de suroeste de Alemania, Bisingen, en el año 1387. Una criada que trabaja en el castillo Hohenzollern narra la historia misteriosa en una serie de cartas a su mejor amiga que vive en un pueblo cerca de Berlín. Hola Gretchen, Hoy el problema siguió. Todos en la casa tienen miedo y no saben la causa. Ayer, otra persona desapareció. La última vez que esto sucedió, Beatrisa, la hija del chef, estaba perdida. Esto ocurrió la semana pasada. Ninguno pudo encontrar a la hija. Beatrisa tenía dieciocho años. La vez anterior, fue la hija del mayordomo del castillo. Su hija, Friederika, que tenía dieciocho años también. Esta vez, fue la hija del Señor de la casa, el Señor Hans Wasser. Hoy, el Señor y la Señora Wasser se preocuparon por su hija. La niña se llama Adeline Wasser y ella tiene dieciocho años como las otras chicas. Ella conoció a un hombre, Finn, que vivía en una casita de campo, cerca del pueblo. Finn tenía veintitrés años y vivía en el castillo cuando él era más joven. Nuestro castillo está en la cima de una colina, dentro de un bosque que nos separa del pueblo. Este hombre trabaja para el panadero, el Señor Schmidt. Debido a esto, el hombre no podía ver a ella excepto cuando llevaba el pan al castillo. Yo ayudé a criar a las chicas. Las tres chicas eran muy buenas amigas, porque ellas crecieron juntas. Recuerdo que cuando ellas eran cuatro años y jugaban en los terrenos del castillo. Pero ahora, todas han desaparecido. Creo que fue hace cinco años cuando la Señora Wasser dijo que Adeline no podía ser amiga con las dos chicas, Beatrisa y Friederika. La Señora no les gustaba estas chicas porque sus familias eran peores en su opinión. También, ella no quiso que Adeline compartiera con las otras, porque quería que Adeline se casará con un hombre rico. Fue muy triste para todas las amigas. Sus vidas fueron mejor antes de eso. Necesito hacer los quehaceres. Te voy a escribir pronto. Saludos, Evonne Gretchen, Hubo rumores que Finn fue el responsable por la desaparición de las chicas. En el fin de semana pasado, las padres de Adeline, el Señor y la Señora Wasser, decidieron confrontar a Finn. Ellos creían que los rumores eran ciertos. Hoy, todos los padres de todas las hijas le 12
preguntaron a Finn sobre las chicas. Él les dijo que no estaba involucrado en la desaparición de las hijas, pero que él sabía algunas cosas sobre lo ocurrido. Él dijo que había visto a las tres hijas en el mes pasado. Ellas fueron al mercado juntas. Finn estaba trabajando en la panadería a la vez. Él oyó que las chicas estaban hablando de su amistad secreta. Una chica, Beatrisa, dijo que las tres necesitaban salir al castillo, finalmente. Friederika estuvo de acuerdo con Beatrisa y las chicas continuaron hablando sobre su plan para la fuga. Entonces el Señor Wasser le preguntó más. Él le habría gustado dar más detalles sobre la conversación en el mercado. Sin embargo, Finn tuvo solamente uno más. Finn dijo que las hijas empezaron a hablar en español antes del final de la conversación… Los padres estaban furiosos. Saludos, Evonne Gretchen, Hoy, Señora Wasser, después de la interrogación de Finn ayer, busqué algunas pruebas en la cuarto de Adeline. Ella encontró un boleto a España... Saludos, Evonne Gretchen, Finalmente, las padres descubrieron que el maestro de español del castillo desapareció también. En realidad, fue Finn quién descubrió la verdad. Finn estaba enamorado de Adeline toda su vida y él quiso ayudar a los padres para encontrar a sus hijas. Finn fue a todas los cuartos del castillo y preguntó a todos. Pero, ninguna persona estaba allí, ni el maestro don Quiroz. Don Quiroz tenía veintisiete años y le enseñó a Adeline. Al parecer, Beatrise y Frederiko fueron enseñados por él también, pero en secreto. Él es de una parte de España que se llama la Mancha y aprendió literatura en la Universidad de Roma. ¡Él viajaba más que una otra persona que yo sabía, Gretchen! Bueno, pienso que todos los padres y yo iremos a España en la mañana. Saludo, Evonne Gretchen! Nuestro viaje a España fue terrible. Antes de salir del castillo, el Señor Wasser decidió ir al pueblo para dar provisiones a nosotros y a los caballos. Primero, nosotros íbamos a la panadería de Schmidt. Cuando llegábamos allí, el Señor Schmidt nos dijo que Finn había 13
desaparecido en la noche pasada. La última vez que él lo vio fue cuando Finn había salido del trabajo y le dijo que iba a la iglesia a orar por Adeline. Desde entonces, nada. Después fuimos a la iglesia a buscarlo. La mañana era fría y se oscureció. Cuando caminábamos a través de la puerta de la iglesia oímos un sonido que venía del cementerio. El Señor Wasser gritó a su hija y los otros padres de Beatrisa y Friederika hicieron lo mismo. De repente, oí una risa musical. Fue don Quiroga, él vino detrás de una lápida grande. Él sonrió y dijo, —Buenos días a todos. Ustedes pueden pensar cómo todo esto sucedió. Pues, yo les diré… estoy enamorado de estas chicas y estaba enamorado de ellas por un largo tiempo. Este año, decidí traer todos, porque sabía que nadie quería amarlas. El mes pasado, empecé a engañar a las chicas. Primero, le dije a Frederika que quería llevarla en un viaje a España para vivir juntos, que tendríamos una vida más emocionante ahí. Sin embargo, en vez de llevarla a España la encerré aquí hasta que me pudiera robar las tres niñas. Entonces, borraría sus recuerdos y los convertiría en mis esposas y mis esclavas…— Al sonido, el Señor Wasser sacó su arma y le disparó a don Quiroz en la cabeza. Fue el fin de don Quiroz, luego fuimos a buscar a las niñas. El padre de Beatrisa encontró las tres dentro de la iglesia y debajo de la sacristía. Adeline, Frederika y Beatrisa estaban bien, pero don Quiroz escribió todo su piel. En realidad, no pudimos viajar a España. Las hijas fueron encontradas y el maestro don Quiroz murió para sus crímenes. Saludos, Evonne
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El fantasma del edificio académico Elizabeth Cuellar Era un escurro y tormentoso día en College Station Texas. Cuando los estudiantes entraron a la clase de español 302 en el edificio académico algo estaba diferente. Había un olor muy mal. Olía como a un animal muerto o como huevos podridos y no estaba el profesor Robles. Los estudiantes esperaron por veinticinco minutos por el Profesor Robles, pero no entró a la clase. Esto fue muy raro porque el Profe Robles siempre llegaba a tiempo todas las clases. Cuando Zach, un estudiante de la clase, quiso ser gracioso fue atrás del escritorio y encontró algo que nadie pensó era posible. El Profe Robles estaba muerto atrás del escrito y eso era el mal olor en la clase. Los estudiantes estaban confundidos y llenos de miedo. Todos tenían preguntas, —¿qué pasó? ¿Cómo se murió? ¿Cuándo murió? ¿sufrió? ¿somos los únicos que sabemos? ¿deberíamos llamar a la policía?— pero era cuando Randel preguntó —¿quién lo mató?— Toda la clase tembló de miedo y los estudiantes entraron en pánico, sugiriendo teorías y susurros que inundaron la habitación de acusaciones unos y a otros. Después de tanto acusar y pelear la clase se puso de acuerdo en una persona. La única persona que tenía experiencia con pistolas y el combate porque está en el Corps of Cadets era Jebb. Pero Jebb dijo que no podía matar al Señor Robles porque estaba boleando sus botas y preparándose para el “Midnight Yell” porque pensaba besar o “Mug Down” con su cita cuando las luces se apagaran durante el “Midnight Yell”. La pregunta sigue siendo, ¿quién mató al Señor Robles? Piper y Alexis dijeron que fueron a su oficina porque necesitaban ayuda con toda la difícil y horrible tarea que da el Señor Robles. Las chicas dijeron que el Señor Robles era muy feliz y social como normal. Cuando las chicas acabaron de hablar sobre el Señor Robles. Steven inmediatamente culpó a Piper y Alexis porque fueron las chicas que vieron al Señor Robles ese día. Pero ellas dijeron que no lo habían matado y cuando estaban saliendo de su oficina vieron a Steven entrar a su oficina. Toda la clase jadeó porque fueron atrapados sin decir la verdad lo que solo podía significar una cosa, lo que estaba tratando de ocultar. Piper dijo a Steven, —tú le das la culpa a todos menos a ti. Todo el tiempo hablas en clase, pero el Señor Robles no te da mucho crédito y no te da mucha participación de chips… quién dice que no lo mataste por venganza.— La clase se sorprendió nadie en la clase estaba seguro quién era el asesino. Otra vez la pregunta sigue siendo, ¿quién mató al Señor Robles? Podía hacer, ¿Hannah y las dos agradables chicas Katie y Madison que se sentaban con ella? Ellas dijeron que no podía matar al Señor Robles porque estaban haciendo algo con su iglesia y no estaban en el campus todo el día. Podía hacer ¿Bailey y su amigo Kevin? Ellos dijeron que 15
no podían matar al Señor Robles porque Bailey estaba consiguiendo las novatadas de su hermandad de mujeres y Kevin estaba ocupada con sus niños y consulares de “Fish Camp” ¿Podría haber sido los estudiantes como Darryl que habla muy bien español y siente derecho de la clase? Darryl dijo que no podía matar al Señor Robles porque estaba con su iglesia haciendo una recaudación de fondos para poder volver a ir a Colombia y los otros niños. Dijo que estaba comiendo y durmiendo en su casa antes de la clase ¿Podía ser los estudiantes como Aidan y Noah que sienten detrás de la clase y nunca hablan? Ellos no dijeron nada porque nunca hablan a menos que se le solicite el Señor Robles. ¿Podría hacer Marianela o Jaqueline? Ellas dijeron que Señor Robles las llaman mucho para responder a una pregunta y a veces no le gustan nunca la matarían. La clase creyeron que las chicas porque toda la clase ya sabe que Marianela y Jacqueline son las favoritas de la clase. ¿Podía ser Burk? Todos saben que lo intenta en la clase de español, pero no es el mejor, tal vez se enojó porque no obtuvo suficiente crédito. Él dijo que no podía matar a Señor Robles porque él estaba planeando una fiesta con su fraternidad. ¿Podría haber sido Michelle y Mary-Cate? La clase inmediatamente supo que no podían ser ellas porque Michelle es muy pequeña y el Señor Robles duplica su tamaño. No podía haber sido Mary-Cate porque ella era muy agradable y ni siquiera podía lastimar a una mosca. ¿Podría haber sido Zach? Esa acusación se cerró rápidamente porque Zach era bien chistoso y a todos le gustan incluyendo al Señor Robles. La persona final en la clase era Randall ¿Podría haber sido Randall? La clase pensaba que podía haber sido Randall porque el Señor Robles no vio el video de Randall en España y no gustó ni si suscribió su página de YouTube. Pero Randall dijo que no podía matar al Señor Robles porque estaba filmando la segunda parte de su video sobre su viaje a Suiza. Al principio su clase no le creyó porque se suponía que debía lanzar videos semanales y tal vez no lo lanzó porque estaba muy ocupado planeando el asesinato de Señor Robles. Después de mucho convencer a la clase finalmente creyó Randall. Todos estaban confundidos. La única pista era que había café en la escena del crimen y el café fue derramado en el piso y la taza del café estaba justo al lado de Señor Robles mano. Todos sabían que el Señor Robles tomaba mucho café con canela, pero esto era natural. Alexis dijo que recordaba que el Señor Robles estaba haciendo el café en su oficina. La clase fue a su oficina para encontrar el café. Cuando vieron y leyeron que tenía el café encontraron algo intrigante. El café tenía vanilla y el Señor Robles era mortalmente alérgico. La muerte de él fue finalmente descubierta que era trágica y porque todos sabían cuánto les gusta enseñar español al Señor Robles. Fue enterrado en el edificio académico. Hoy los estudiantes dicen que su fantasma merodea en las clases de español y atormenta a los estudiantes que no hacen su tarea.
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Calabaza Negra Michelle Estrada ーCinco estrellas, diez de diez!, Volveremos pronto!ー El pueblo de la Calabaza Negra no era como su nombre lo describía. ¿Obscuro? ¿Misterioso? No, en lo absoluto era todo lo contrario y muy amado por todos los que lo visitaban. El pueblo estaba construido meticulosamente. Las casas estaban en forma de un círculo, rodeando el centro donde se encontraba el ayuntamiento. Solo quedaban pequeños espacios entre las casas para las calles que conducían a ellas y además bajaban hasta el bosque. En cada anillo residencial, también había un anillo para las empresas. Más cerca del bosque estaban los anillos para los hoteles y atracciones turísticas. La gente que se quedaba aquí siempre tenían la mejor vista. Estaba reservada para ellos, por supuesto. Desde afuera, la Calabaza Negra se veía animada y en auge con muchas actividades para hacer, espectáculos para ver y restaurantes para ir a comer, pero a medida que te acercabas al centro, algo parecía muy extraño. Los turistas entraban de afuera de la ciudad y se encontraban con el pueblo Calabaza Negra, la mayoría de veces venían buscando un lugar para quedarse y terminaban regresando durante años y años. A los turistas siempre les resultaba muy fácil decidir quedarse. Al acercarse a la ciudad, había letreros y avisos muy convincentes; en proporción, nueve de cada diez te convencían a probar la comida de un restaurante o quedarse un fin de semana. La primera vez que alguien dio algún tipo de negocio al pueblo, era como firmar un contrato para ser su “cliente”. Habían ciertas reglas para seguir y asegurarse que uno parte importante de lo que manejara su ciudad. Las reglas eran simples: No te acerques al centro de la ciudad. No te vayas al bosque. No hables con los residentes de la ciudad por la noche. No te acerques a las casas residenciales. Las personas que rompieran estas reglas nunca más se volverían a ver. Cross, un joven que hizo exactamente eso, nunca más fue visto. El estaba estudiando en la universidad cuando de pronto hubo una notificación de evacuación por una tormenta que se estaba acercando. Había planeado irse a vivir con sus padres, mientras el viento golpeaba fuertemente. Empaco sus cosas, las puso en su carro y se fue rápidamente. Mientras manejaba escuchaba que en las noticias hablaban de que su ruta habitual estaba bloqueada debido a que había mucho tráfico por lo que Cross decidió tomar un atajo. De pronto se dio cuenta de que se estaba acercando a un área muy cubierta de hierba más alta de lo que él estaba acostumbrado a ver cuando salía de la ciudad. La mayoría de las 17
veces había sentido que el pueblo estaba compuesto principalmente por ciudades interconectadas. Estaba seguro de que esta área estaba lejos de su destino final, pero siguió manejando. A medida que avanzaba en el camino, noto que aparecían más y más árboles hasta que finalmente llegó a un vasto bosque con una pequeña abertura en la que tenía miedo de entrar. Parecía que el lugar había aparecido de la nada, pero tenía que llegar a casa y decidió ver si podía encontrar ayuda en el pueblo de la Calabaza Negra. Al cruzar el bosque, Cross miró con cautela el pueblo a lo lejos y pensó que se veía todo extraño cómo se construyó en forma circular, como si estaban protegiendo o escondiendo algo. Se dirigió por el camino y vio cómo algunas personas cruzaban el campo para ir al bosque, a veces cargando bolsas, o quizás arrastrándolas. Cuando se detuvo más cerca de la ciudad, noto que los establecimientos estaban en pleno auge. Cross decidió acercarse a una cafetería y pedir indicaciones para llegar a la casa de sus padres, no estaba seguro de donde estaba en ese momento. Al acercarse al mostrador, miró que la gente que trabajaba era un poco holográfica, o tal vez solo eran sus ojos. Se sentía realmente cansado después de manejar por un largo rato y no puso mucha atención a las personas a su alrededor por alguna razón. La barista no hablo, pero lo miro fijamente, como si quisiera que él dijera algo. Cross miró a su alrededor y noto muchas fotos de personas y familias, un gran cartelero con un conjunto de reglas y una pared de clientes memorables que habían visitado el lugar. Usó su última gota de energía para preguntar qué pueblo era y en qué área se encontraba. El barista lo miro y estaba muy contento para decirle que estaba en un pueblo llamado la Calabaza Negra, el mejor pueblo de todos. Había comenzado a decirle lo que ofrecía hasta que una gran campanada del reloj lo detuvo en medio de su oración. Eran las nueve en punto de la noche y había caído la tarde. Cross se sintió incómodo y miró a su alrededor, vio que nadie más parecía darse cuenta de el silencio inmediato de la barista y continuaron con sus conversaciones. Se acercó a otro hombre y le preguntó si había visto lo que sucedió. El hombre sacudió su cabeza y señaló a el letrero con reglas. Decía: No hable con los residentes del pueblo por la noche. Volvió a leer su libro y tomar su café ignorándolo. Paranoico de esa respuesta, Cross salió del café en busca de más ayuda. Se dio cuenta de la afluencia de personas (ahora aparentemente se veían más holográficas y brillantes en la noche) que entraban y salían del bosque habían acelerado el paso. Pero los turistas que estaban disfrutando de las comidas, caminando por las calles o divirtiéndose en las diferentes atracciones, no los miraban ni una sola vez. Cross se sentía inquieto por volver y tomar de nuevo la carretera.
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Comenzó a caminar hacia el establecimiento más cercano: un bar llamado ´Pimienta´. Entró y volvió a ver a dos camareros sombríos, preparando y sirviendo bebidas en silencio. Al servir bebidas, noto que los clientes simplemente señalaban a un menú. Un hombre había señalado una bebida amarilla, y un hombre más joven señaló la misma bebida unos segundos después. A toda prisa, el joven agarró la bebida que estaba destinada al más viejo. El hombre mayor se enojó y le gritó a uno de los camareros ー Lo vas a dejar que haga eso?ー El cantinero solo lo miró y sonrió. El respondió, ー bueno, simplemente se lo gano ー y desapareció en lo que parecía la habitación de atrás. El hombre mayor estaba completamente quieto hasta que se levantó de repente y se fue, Cross lo observó mientras se dirigía hacia la parte trasera del edificio. Curioso, Cross se había salido del bar para seguir al hombre. Sin embargo, se encontró con el camarero que estaba metiendo al hombre dentro de una bolsa que era demasiado pequeña para el. Había sentido a Cross y se congeló al mirarlo. Cross dio un paso atrás y el otro camarero se vino a unir con ellos. Sintiendo que Cross había visto demasiado, el segundo camarero cargó contra él. Ahora asustado y lleno de adrenalina, Cross salió corriendo hacia el centro del pueblo. Pasando por el anillo residencial, las casas parecían tumbas y la gente parecía la muerte. Estaban descalzos, afuera o dentro de sus casas, quietos hasta que Cross comenzó a acercarse a ellos. En ese momento, era como si algo hubiera cambiado dentro de ellos y se voltearon a verlo. Los que habían regresado con sus bolsas, lo ignoraron y entraron alegremente a sus casas, listos para un nuevo día. Los que no tenían bolsas se agachadon hasta el suelo...y lo persiguieron. Cross tomo callejones, atravesó rápidamente los vecindarios y pudo llegar al otro lado del pueblo. En este punto, la mayoría de los residentes lo estaban persiguiendo y ya no podía aguantar más. De modo realista, Cross no tenía ninguna posibilidad de escapar. Estaba perdido y ahora confundido sobre dónde encontrar su auto. No habría regreso para el. Los últimos esfuerzos de Cross lo llevaron al campo antes de que los residentes que estaban adentro del bosque salieron a atacarlo. El destino de Cross fue sellado y así, trajeron su cuerpo al bosque para absorber su alma, en un método que aún no se ha descubierto. Estos eventos simplemente demostraron que nadie podía saber los secretos de la Calabaza Negra y Cross sabía demasiado. El pueblo de la Calabaza Negra era una trampa, estaba conectado con una fábrica alimentada por la energía humana conocida como el alma. Sin embargo, los residentes trabajaron duro para mantener vivos a su pueblo y a ellos mismos. Así como habrían completado un día lleno de trabajo, después de lidiar con Cross se reivindicaron en sus hogares y se prepararon para la nueva selección de mañana. 19
Un amigo silencioso, misterioso Steven Gooch El 14 de octubre era una noche ventosa y fría, y todos los árboles alrededor del Academic Plaza estaban moviendo con el viento… todos los árboles excepto el Century Tree. El árbol grandísimo y majestuoso se quedaba allí, tranquilo y sin moverse ni una hoja. Sólo hubo una persona allí, y no se dio cuenta de que estaba pasando. Matías, un chico argentino de 20 años, caminaba solo por la Academic Plaza hacia la biblioteca de Evans. Tenía mucho frío y mucho que hacer; caminaba rápidamente sin parar ni pensar en nada más que escapar ese clima terrible. Cuando Matías pasó la estatua de Sully, él se cayó de repente. Él no sabía si era una piedra o su propio cordón de zapato que causó esto, pero sabía que le dolía mucho la caída. Cuando él empezó a recoger sus cosas, miró al cielo y se dio cuenta de que algo muy, muy extraño pasaba. Al principio, no podía decir qué era. Sentía que alguien lo estaba mirando. No podía ver a nadie, y decidió continuar caminando, lleno de miedo. Cuando él pasó por la esquina del Academic Building, miró una vez más a la plaza, y creía que veía un par de ojos entre muchas hojas totalmente quietas… … Había pasado tres semanas desde el incidente de Matías, y casi cada noche, alguien notó una… presencia en la Academic Plaza. El departamento de policía recibía ocho quejas sobre cosas muy extrañas e inexplicables sobre la Academic Plaza. Cada una incluía solamente una persona, y todas las incidencias ocurrieron entre las horas 12 y 3 de la mañana. Una chica reportó que había oído alguien riéndose cuando ella estaba completamente sola. Otra persona, una profesora de biología, dijo que alguien le había tocado la espalda y que inmediatamente, se sintió muy fría. Y, en todos los casos, no habían visto al autor de estas acciones. Había muchos estudiantes hablando sobre este misterio y acabaron de escribir sobre las ocurrencias en el Battalion. Al principio, nadie creía que había un problema grave. Pero, después de muchas quejas y mucha atención en las redes sociales, el miedo empezó a propagar en el campus. La policía de la universidad empezó una investigación, y el Presidente Young emitió un aviso que todos deberían quedarse lejos de la Academic Plaza durante la noche. … La mañana después de cuando Matías vio estas cosas misteriosas en la plaza, él regresó al Century Tree para investigar. No encontró nada. No encontró ni una cosa fuera de lo ordinario. Creía que, quizás, descubriría un conjunto de huellas o, por lo menos, marcas en el Century Tree que le indicaría que alguien había estado allí. Pero, todo le parecía como cada otro día que pasaba por la plaza. Por unos días, él pensaba que solo había imaginado lo que vio 20
en el Century Tree. Pero, cuando Matías vio en las redes sociales que otras estaban hablando sobre sus propias experiencias en la Academic Plaza, decidió que todo no podía ser una gran casualidad. Y, cuando el Presidente Young emitió el aviso, Matías decidió que iba a descubrir la verdad. Al día siguiente, Matías inició su propia investigación. Empezó con la actividad en las redes sociales, específicamente en Twitter. Buscó los tweets hechos por las víctimas y los testigos de las ocurrencias en la plaza, y, cuando los encontró, le mandó un mensaje. Matías les preguntó que han visto y que han sentido. Pero, por todos sus esfuerzos, él no podía obtener ni una solución para la cuestión—“que causa esos episodios?”—. Eso causó mucha frustración para Matías, y él empezó a pensar… si nadie que había tenido una experiencia como la suya en la Academic Plaza sabía algo, alguien tenía que hacer más que entrevistar a estas personas. Alguien tenía que hacer lo que nadie quería que hacer: regresar a la Academic Plaza y conocer esa fuerza misteriosa. A medianoche, el 10 de noviembre, Matías se embarcó por Military Walk hacia la Academic Plaza. Otra vez, era tan frío y ventoso, y Matías estaba temblando… en parte por el frío, pero también de miedo. Pero, sabía que tenía que hacerlo para descubrir la verdad y proteger a los estudiantes de Texas A&M. Caminaba hasta Sully y paró delante de la estatua, temblando de lo que pasara. Giraba continuamente para ver detrás de él, y no podía pensar en nada más que mirar a todos lados. De repente, el viento se hundió y todo era tranquilo. Matías podía ver su propia respiración, y él se encontró más calmado. Entre las robles de la plaza, pasó una brisa que solamente movió a muy pocas hojas. La misma brisa llegó a Matías y le cubrió. No era tan fría sino era una poca cálida. Inmediatamente después, Matías vio unas huellas: oscuras como si fueran pies mojados en el concreto. Lentamente, esas huellas aparecieron en una línea, una tras la otra, acercándose a Matías. Asustado, Matías retrocedió y se cayó al suelo. Las huellas continuaban hacia él y pararon a su lado. Matías se cubrió la cabeza para protegerse de esa persona invisible --ese fantasma de la Academic Plaza. —“¡No me hagas daño!”— exclamó Matías. El fantasma no se movió; nada sucedió. Mirando entre sus manos hacia el aire encima de las huellas, Matías no veía nada, pero él podía sentir alguien allí. —“¿Quién es usted? ¿Qué quiere?”— Matías le preguntó. Nada… Nadie contestó esa pregunta. Lentamente, Matías se levantó y llegó a estar de pie, y todavía podía sentir una presencia. —“¿Quién es?”— Matías le preguntó otra vez, y después, él sintió una mano puesta en su hombro. De nuevo, una brisa pasó por la Academic Plaza y cubrió a Matías. Y, otra vez, lo calentó como una buena taza de café. Con esta brisa vino una… lo que parecía para Matías una foto viejísima. Llegó a sus pies, y Matías la recogió; el tiempo se detuvo para Matías y su corazón dejó de latir por un momento… En esa foto, Matías vio una cara tan familiar: la cara del fantasma, la cara de… su abuelo.
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El payaso Avery Harris Un domingo en una noche oscura y lluviosa de octubre, me fui a dormir tranquilamente en mi cama. Esto fue cuando oí un sonido. Me desperté y miré alrededor del cuarto. Yo ví nada. ¿Qué habría sido esto? Entonces, noté la luz a mi izquierda. El sonido fue mi teléfono. Miré a mi teléfono, y yo había recibido un texto. El texto fue de mi amiga, y ella me dijo — ten cuidado esta noche, hay un payaso loco suelto—. ¿Un payaso loco? No era cierto. Esto no es IT: Capítulo 2. Yo pensé —vale, lo que sea— y yo no respondí porque era tarde en la noche y yo estaba cansada. Traté de dormir, pero la lluvia era demasiado ruidosa. Era ya sobre la medianoche. Yo continuaba tratando de dormir, pero yo podía porque escuchaba la lluvia pegar la ventana y hacía mucho ruido. Cuando me di cuenta que yo no iba a poder dormir, me desperté y fui a mi escritorio para trabajar en mi tarea para mañana. Mis clases de ese semestre fueron tan difíciles, y yo usaba cualquier tiempo que para estudiar o hacer mi tarea. Esa noche me fui a dormir temprano, aunque yo tuve mucha tarea. Si yo no podía dormir, tendría que trabajar en mi tarea. Yo tuve tarea para todas mis clases, y yo necesité hacer mi tarea para la próxima semana. Especialmente porque yo tuve un papel de ocho páginas debido en lunes. Además, yo tuve un proyecto que fue muy importante de mis notas en una de mis clases que fue debido el viernes, y yo no lo había empezado. Desde que yo supe yo no pude dormir, yo decidí trabajar en mi tarea que no había terminado. Después de trabajaba en mi tarea por dos o tres horas, yo había terminado mi papel de ocho páginas y el mejor de mi proyecto, y yo estuve exhausta. Yo miré a el reloj y vi el tiempo. Lo fue sobre 2:00 en la mañana, y yo fui tan cansada a trabajar más. Yo debía continuar a trabajar en mi tarea, pero yo fui muy cansada. Yo decidí a tratar de dormir otra vez, porque yo pude trabajar en mi tarea en la mañana. Yo fui a mi cama y acostarme. Todo fue normal. Entonces, después de yo hube conseguido confortable, yo oí otro sonido. Lo fue mi teléfono otra vez. Un otro texto de la misma amiga que hubo me enviado antes, y ella dijo —yo estoy seriosa, hay un payaso loco suelto y necesitas tener cuidado.— Ahora, yo tuve un poco de miedo. Yo vivo solo, así no tengo compañeros de cuarto a hablar con o preguntar para ayuda. Yo decidí a tratar de llamar mi amiga que me envió el mensaje, pero ella no contestó. Extraño. Ella siempre contestaba el teléfono. Entonces, yo llamé mi otra amiga Kaci, pero ella también no contestó. ¿Por qué ninguno contestaron a sus teléfonos? Yo acosté en mi cama, y viendo al cielo. Es no posible que un payaso loco es suelto aquí. Este es algo de una película de terror, no en realidad. Cosas como este no se ocurre en vida real. 22
Este tiene que estar un chiste, porque lo no pudo ocurrir. Mi amiga fue tratando de asustarme. Entonces yo escuché otro sonido, pero esta vez yo no miré un luce de mi teléfono. Yo miré alrededor mi cuarto, y yo vi nada, pero mi cuarto fue muy oscuro. Yo encendí la luz de mi lámpara, pero vi nada. Extraño. ¿Qué fue este sonido? Me levanté de la cama y fui a la puerta. Escuché a través de la puerta, pero oí nada. Entonces, yo oí pasos bajo en las escaleras. Yo inmediatamente cerrada la puerta y corrí a la cama. Es no posible que un payaso fue en mi casa. Yo debí haberlo imaginado. Este no puso ocurrir en realidad. Ahora, yo tengo mucho miedo. ¿Es posible que este no fue un chiste? No supe, pero yo supe que yo tuve miedo. Desde que mis amigas estaban durmiendo, yo necesité alguien más. Yo tuve una otra persona yo podría enviar un mensaje, pero no sé… Nos relación fue complicado. Nosotros somos amigos, pero no solo amigos. Nosotros ambos nos gustamos, pero no estábamos una pareja. Yo sé yo no debería texto él, pero lo quiero porque yo tuve miedo y yo no supe a hacer en este momento. Yo sabía que él va a estar despierto. No me sentía seguro y yo necesité alguien con mí, y mis amigas no habían contestado el teléfono. Lo fue una idea mal, pero yo decidí a texto él. Yo dije, —¿tú despiertas?— Él no contestó inmediatamente. Yo estaba empezando a pensar él estaba durmiendo, y yo tuve más miedo. Sobre cinco minutos después, yo recibí un texto de él. Él fue despierto. Yo no sabía si yo debería invitarle. Nosotros hemos estado en esta fase de —dos nos gustamos, pero no estábamos una pareja— por mucho tiempo ahora. Yo quería una relación real, pero no quererle todavía. Lo fue un problema por que yo estaba listo, pero no le estaba listo. ¿Él —necesita más tiempo, — pero cuánto tiempo necesita? Yo había estado esperando para él a estar listo por mucho tiempo. Yo oí nada más fuera de la puerta. Yo comencé a pensar que podría no había un payaso aquí. Es posible que mi mente me juega trucos. El sonido fue probablemente todo en mi mente. Entonces, me di cuenta de algo. Yo no necesité tener miedo para el payaso loco de suelto. ¿Por qué? Porque no había un payaso loco de suelto. No había ningunos payasos. Yo había de creer mi amigo estaría para una relación real, pero este es no cierto. Este es un ciclo tóxico de decepción, porque yo había continuado a creer que él solo necesitó tiempo a decidir, pero yo había engañado. Nunca hubo un payaso, porque lo fue yo. Yo fui el payaso.
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Pelo el color de miel Piper Heide Darius Coen solía ser un héroe. Por supuesto, eso fue hace mucho tiempo. Ahora, se sienta en un banco de la plaza durante cuatro horas del día, consumido por su pesar. Había perdido todo: su familia, sus amigos, y su honor. Hasta las palomas de la ciudad lo evitaban como una plaga. Darius miró fijamente su café. Todas las mañanas, él lo ordena del café a la vuelta de la esquina.—Sin crema, sólo un azúcar,— decía. Entonces, caminaba a este banco y se sentaba aquí hasta que el café se volviera frío en sus manos. Esa noche, la noche que perdió todo, no corría café por sus venas. No, era algo mucho peor. Recordaba ahora, cómo las luces de neón del bar reflejaban en su vaso, como el líquido oscuro en su taza encontraba su garganta con una quemadura lenta. Su teléfono sonó, su esposa estaba en el otro lado, sus dos hijos se preguntaban dónde estaba su padre. Debería haberse ido a casa, pero se quedó. —Estaré en casa pronto— Clic. Sólo un vaso más, se dijo. Sólo un vaso más, entonces dos, entonces tres, entonces cuatro… Recordó sus llaves en sus manos cuando se fue del bar. El metal estaba frío contra su piel. Recordó encender su coche. Recordó haber llevado lejos. —Perdón, señor—. Una voz joven lo sorprendió. Darius parpadeó dos veces, mirando arriba encontrando a una niña. Era joven, tenía ocho o nueve años. Su chaqueta hinchada roja coincida con sus mejillas rojas. —¿Puedo sentarme contigo?— ella pregunta, apuntando al espacio vacío junto al lado de él. —Uh, sí, claro, por supuesto—, Darius tropezó con sus palabras, moviéndose a su derecha crear más espacio. Cuando la niña tomó el asiento al lado de él, Darius notó sus zapatos. Se paró, tomando en la vista. Eran zapatos blancos, ligeramente rayados, con lirios en las punteras. Darius vio aquellos zapatos antes. Los recordó, abandonadas en la calle, el blanco reflejando el rojo y azul de las luces de policía. Golpectio, golpectio, golpectio. La chica hizo clic en sus talones juntos. Era baja; sus pies no podían tocar el suelo. Darius la estudió. Su pelo era el color de miel. Pecas marrones punteadas su cara, y sus ojos verdes vieron el mundo que los rodea con asombro. Sus ojos se volvieron conocer a él. —¿Por que te quedas aquí?— Darius pensó que era una pregunta extraña para ella preguntar, pero una pregunta que era aún más difícil para él contestar. ¿Cómo explicas la pena a alguien tan joven? Se aclaró su garganta. 24
—No sé qué más hacer—. La chica arrugó su nariz en esa respuesta, volviendo mirar el parque. —Pero hay mucho que hacer—, ella respondió, haciendo gestos a las personas otras en el parque. Era domingo y, aunque hacía frío, el parque estaba lleno de vida. Corredores en todas partes, recibiendo su carrera de la mañana. Un perro manchado corriendo alrededor, agarrando frisbees izquierda y derecha desde su dueño. Más allá de eso, un grupo de niños jugando “él corre que te pillo”. Darius señaló el grupo. —¿Por qué no vas a jugar con ellos?— La chica frunció el ceño. —No juegan conmigo—, ella explicó. —¿Por qué no?— Ella se encogió de hombros, y, una vez más, silencio se apoderó de la conversación. El viento mordió en sus caras, a diferencia de esa noche. Esa noche no había viento, nada luchaba contra coche de Darius mientras aceleró a través de las calles. Recordó cómo la luz verde enfrente de él se convirtió en amarilla. Su pie pulsó en el pétalo. Darius estaba borracho, y imprudente. La luz se convirtió en roja mientas entró en la intersección, girando de la esquina a la derecha. Darius, en toda su gloria difusa, falló notar la chica quien estaba cruzando la calle. Que fue, hasta, ella estuvo enfrente de él. Agarró el volante, sacudiendo a la izquierda, intentando fallar esa chaqueta roja, y aquellos zapatos de lirio florecido. Pero, era demasiado tarde. Su coche golpeó algo, desviándose aún más a la izquierda. El coche saltó la acera, enviando el cubo de basura de alguien volando. Luego vino el sonido del metal gimiendo mientras su coche envuelto alrededor de un poste de teléfono. La cabeza de Darius golpeó el parabrisa con un chasquido y todo se volvió negro. —Aquellos niños—, la niña comenzó de nuevo, afrontando Darius. —“No creo que puedan verme.”— Darius se quedó en silencio. Él sabía la verdad. La chica estaba muerta, y el la mato. El la golpeó con su coche, y ahora aquí ella estaba, definitivamente un producto de su imaginación, una manifestación de su culpa. Ella era la forma de su cerebro de torturarlo por lo que hizo. Sí, Darius hizo algo terrible-- lo supo en el momento en que se despertó del accidente. Su cabeza estaba golpeado mientras tropezó fuera del asiento del conductor. La chica estuvo a veinte pies de distancia en el pavimento, su cuerpo estaba retorcido de todas las maneras equivocadas. Darius quiso ir a ella, ayudarla, pero sus pies no se movían. Sirenas resonaron a la distancia, cada vez más cerca hasta que una ambulancia paró a su lado. Paramédicos corrieron hacia la chica, con equipo en mano. La ayudarían, Darius pensó. Ellos intentaron. —Puedes verme—, la niña habló, esta vez con confianza, con certeza. Una nueva ola de culpa se lavó sobre Darius. Se niveló con la chica. 25
—Puedo verte porque estas en mi cabeza,— él dijo en voz baja. Ella extendió la mano, tocando su brazo. Sintió su mano pequeño tirando de la manga de su chaqueta. —No! No estoy en su cabeza,— ella insistió, apretando en la manga. —Si yo estuviera en tu cabeza, como podría hacer esto?—Darius se alejó de su agarre débil, levantando a sus pies. Se hizo con esta conversación y con esta chica rondando su cabeza. Pero, antes de que pudiera dejar, la chica habló de nuevo, y detenerlo él en sus huellas. —No eres como yo?— Darius se dio la vuelta para enfrentarla. Abrió su boca para protestar, antes de cerrarla rápidamente de nuevo. En su prisa, Darius había notado algo. Su taza de café estaba ausente, sus manos ahora vacío. En vez de eso, algo cálido corrió por su frente y se acercó para tocarlo. Tiró de su mano hacia atrás para encontrar una sustancia roja cubriendo sus dedos. Darius miró a la chica en shock. Ella simplemente inclinó su cabeza. —Ves?— Ella dijo. —Estás muerto también.— 26
El planeta nuevo Jeb Kendrick Todos los días hay gente que mira hacia las estrellas y piensan que algún día nosotros, como seres humanos, vamos a encontrar otras formas de vida inteligente. Siempre piensan que cuando los encontramos podremos aprender de ellos y este descubrimiento va a mejorar nuestras vidas. Nunca piensan que tal vez no hemos encontrado nada porque la otra vida en el universo no quiere ser encontrada. Tal vez no nos quieren ayudar, pero si no quieren eliminarnos... El año es 2420 y la Tierra está apunto de morir. Hemos usado todos los recursos naturales incluso con toda la ayuda de la tecnología del futuro: no podemos salvar nuestro planeta. Ya tenemos ciudades en Marte, pero la mayoría de la población humano todavía vive en la Tierra. Ya no hay diferentes países y nacionalidades, todos son parte de la alianza interplanetaria (AIP) que incluye los ciudadanos de Marte, Tierra y Júpiter. Desde 2340 hemos enviado muchas misiones a diferentes partes del universo para poder encontrar más planetas como la Tierra. Hasta este punto nunca han recibido confirmación que uno de las misiones ha logrado encontrar una planeta nuevo, hasta hoy. Hoy el gobierno recibió un mensaje diciendo que la nave espacial “El Libertador” ha encontrado una planeta muy similar a la Tierra donde pueden mover la población. El único problema es que el mensaje estaba mandado más de 40 años anterior. Este nuevo planeta es tan lejos, que va a tomar aproximadamente 40 años para llegar allí. Nadie sabe si todavía es una opción pero es el único mensaje que han recibido y ya no hay tiempo. El gobierno del AIP decide enviar 30% de la población de la Tierra a Marte y Júpiter. El resto va a ir en naves espaciales que tienen camas para el crio sueño para hacer el viaje al nuevo planeta sin en envejecer. En 2427 la población de la Tierra entra en el sueño crió y comienza el viaje, sin saber lo que espere en este nuevo planeta. El nave espacial “El Libertador” sale del híper carril en el año 2380 en el sección XZ-420 del galaxia Z9. Son los primeros seres humanos a explorar este galaxia y su objeto es explorar el planeta 3X. Los científicos del AIP piensan que este planeta sería bueno para reemplazar la Tierra. El Libertador tiene un equipo de siete miembros, el capitán Dante, el piloto Alejandro, dos soldados (Alex y Ivan), el doctor Ramírez y dos científicos (Fernando y Blake). Su misión es aterrizar en la planeta y ver si el aire, el agua, y la tierra sería bueno para comenzar de nuevo aquí. Cuando El Libertador se acerco a el planeta podían ver océanos y bosques por todo el planeta. --Esto se ve bueno-- dijo Alejandro. --No celebras hasta que nos pongamos en el planeta-- respondió Dante. La tripulación puso el piloto de auto y luego se subieron a la nave
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de desembarco. A medida que los escáneres escaneaban el planeta, todos los resultados volvieron positivas, significando que se veía bien para ellos. A medida que el barco de desembarco pasaba por la atmósfera, todos comenzaron a emocionarse al ver el nuevo planeta. En cuanto que el barco de desembarco aterrizó en la superficie del planeta, comenzaron a darse cuenta de algo: era demasiado tranquilo. No oyeron nada, pájaros, el viento. Nada. --¿Como puede ser que una planeta tan similar a la Tierra no tiene vida?-- preguntó Fernando. --¿Tal vez nunca había vida?-- exclamó Blake--. Los científico, ustedes empiezan sus experimentaciones. Alejandro quedate con el nave. Alex, Ivan y Ramírez ven conmigo--, dijo Dante. Con esto todos se pusieron a trabajar y Dante se fue con sus hombres. Caminaron por unos 3 o 4 kilómetros hasta que vieron algo muy extraño, una ciudad. Entraron a la ciudad con mucho cuidado, pero mucho curiosidad. La ciudad se veía como una de la Tierra, edificios grandes y casas por todos lados. --Cuidado, no sabemos qué vamos a encontrar--, dijo Dante. Después de buscar por mucho tiempo encontraron algo que nunca habían visto, un esqueleto con cuatro brazos. El doctor lo examinó y dijo que era de un alienígena, pero todavía no habían visto lo peor. Cuando doblaron la escena de la calle vieron una montaña de huesos casi 20 metros de altura. Todos los esqueletos eran de la misma especie de antes, cuatro brazos. --¿Que mató a todos estos animales?-- preguntó Alex --. No se, pero matan mucho-- respondió Ivan. De repente el suelo empezó a temblar. --¿Un terremoto?-- pregunto Ramírez. Luego lo vieron, cienes de insectos el tamaño de un carro corriendo hacia a ellos. Se veían como arañas y un bicho juntos, pero con bocas llenos de dientes. --¡CORRAN!-- gritó Dante, pero ya casi estaban encima de ellos. Los soldados empezaron a disparar pero sólo mataban a uno o dos con cada disparo. Un insecto brinco y atrapó al doctor, y con la ayuda de otro insecto, lo desgarraron por la mitad. Dante y los dos soldados corrieron a uno de los edificios y empezaron a subir las escaleras. Al mismo tiempo llamó a Alejandro y le dijo que estaba pasando, que necesitaba que él venga por ellos. Alejandro y los doctores subieron al nave y fueron a ayudarlos. Cuando llegaron vieron que Dante y los soldados estaban encima de el edificio matando a los insectos que estaban escalando al exterior del edificio. Alejandro estaciono el nave arriba de Dante y los soldados y bajo una escalera para que se subieran. Dante y Alex, los que estaban herido, se subieron a él nave. Ivan no podía subir la escalera suficientemente rápido y los insectos lo comieron. Cuando regresaron a El Libertador, no podían creer lo que pasó. Alex fue a la enfermería con Blake y los otros pensaron en qué hacer. --Necesitamos llamar al AIP y decirlos que debemos encontrar una planeta nueva--, dijo Dante. --Ese mensaje va a tomar casi 40 años para llegar, ya se fueron-- respondió Alejandro. Luego escucharon un grito y disparos, y cuando llegaron a la enfermería Alex y Blake muertos en el suelo. Alex estaba infectado con los huevos de los insectos. Habían nacido dentro de él y ahora estaban en la nave.
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--¡Qué hemos hecho!-- exclamó Dante, antes que el enjambre de insectos lo mataron con el resto del equipo. Cuando el equipo aterrizó, despertaron a una raza alienígena parasitaria que se alimenta de carne y utiliza los cuerpos de sus víctimas para incubar sus huevos. Una vez que llegue el resto de la raza humana, su destino será muy similar al de la tripulación de El Libertador. 29
El hospital embrujado Elena Khalaf Rose acababa de terminar la escuela de medicina y trabajaba en un hospital para ser una doctora. El hospital tenía muchos tipos diferentes de personas con las que Rose era amiga. Jon era muy inteligente y siempre ayudaba a Rose si ella tenía que tomar una decisión en relación a un paciente. Valerie era la mejor amiga de Rose en el hospital y siempre estaba allí por si Rose necesitaba algo. Y también estaba Tyler, quien siempre le jugaba bromas a todos para hacer el trabajo divertido. Todos ellos trabajaban bien juntos en el hospital, pero también les gustaba ir a comer y pasar el tiempo juntos fuera del trabajo una vez que conocieran al otro. Rose trabajaba largos turnos los días y dormía cortas las noches, pero veía actividades extrañas en el hospital durante la primera hora en la mañana. Como acababa de venir de la escuela, ella tenía que trabajar muy arduamente para mostrar que podía ser una gran doctora. Ella generalmente nunca llegaba a ir a casa a su propia cama, ella siempre dormía en el hospital. Cada noche ella caminaba alrededor del hospital a través de cada pasillo mirando a todos sus pacientes, pero a veces ella escuchaba un oía algo extraño. Los sonidos en los pasillos hacían que ella pensara que empezaba a trabajar en el hospital. Antes de su primer día de trabajo, Rose había visto algo en la televisión sobre el hospital la noche antes. La gente en el hospital que estaban enfermos hablaban sobre cómo siempre escuchaban un grito fuerte durante la noche. Los extraños sonidos y acciones no habían pasado desde su primer día en el trabajo, hasta una noche que nunca olvidaría mientras trabajara en el hospital. Los doctores y los pacientes no sabían que era el gran ruido, hasta que ocurrió una noche mala en octubre. Era viernes, el trece de octubre y cosas extrañas pasaban en el hospital. Un hombre iba a la sala de emergencias porque dijo que un fantasma lo había lastimado mientras que dormía. Una mujer dijo que ella había escuchado ruidos extraños en el interior de su cabeza, como si una persona le hablaba a ella. Rose y sus amigos doctores fueron a ver al hombre y la mujer para ayudarles, pero nadie veía lo que estaba mal con ninguna de las personas. Incluso Jon, el amigo inteligente de Rose, no sabía qué hacer con los pacientes y les dijo que no tenía una explicación científica ya que los pacientes vieron y escucharon estas cosas después de pasar por muchas pruebas diferentes en el hospital, pero los doctores quería ayudar al hombre y a la mujer. Aunque todas las personas originalmente pensaban que los pacientes sólo vieron y escucharon las cosas, sus pensamientos se hacían la realidad. Mientras que todos los doctores solo piensan que el hombre y la mujer, los síntomas empezaban a extender en el hospital. Todos en el hospital comenzaban a pensar que vieron fantasmas y oyeron voces y ruidos en sus cabezas. Era como si les pasara a todos en el hospital incluso a Rose. 30
Después de realizar las pruebas en el cerebro de la mujer, se decidía que la mujer entrara en la parte psicología del hospital porque escuchaba voces y ruidos en la cabeza podía mostrar problemas de psicología. Aunque la mujer parecía un paciente normal en la sala de emergencias de escuchar sonidos, todavía quejas de sonidos extraños en todas partes del hospital. Rose tenía una idea por un minuto, ¿podría el hospital estar embrujado?, se preguntó. Después de que la mujer fuera a ayudar, Rose y los otros doctores comenzaron a ir a ayudar al hombre. Los doctores finalmente encontraron que el nombre del hombre que seguían viendo fantasmas, y su nombre era Víctor. Después de que los doctores hacían las pruebas, Víctor no tenía nada malo, hasta más tarde en la noche. Rose iba a ir a ver como ella ayudó a la otra mujer, pero cuando ella va a su cuarto, él no estaba allí. De repente escuchaba en el hospital, “CODIGO ROJO sexto piso.” Las palabras se repetían en todo el hospital y Rose finalmente piensan que es Víctor en el piso de operaciones, para la cirugía, el sexto piso. Rose tenía miedo de lo que iba a ver, porque él no estaba en el cuarto, pero ella corría hasta el sexto piso para ver lo que pasa. Cuando Rose entró en la sala de operaciones, ella se sorprendía por ver y escuchar. Víctor es en la cirugía cama y parece que tiene problemas con su cerebro. La máquina que su corazón está conectado a decía “latidos del corazón bajando, el defecto del monitor,” pero Rose no veía a nadie que realizar la cirugía en el. Todo que veía es el movimiento de los instrumentos en su cuerpo, pero no había un cirujano en el cuarto que trabaja en el. Aunque Rose no veía a nadie, ella sabía que Víctor no estaba en buenas condiciones y debía tratar de salvar él. Rose llamaba a todos los otros doctores para que vinieran a ayudar a ella, Jon, Valerie y Tyler, pero nadie vino a ayudar a ella. Así que decidía caminar y tener los instrumentos en cerebro de Víctor en sus manos, pero hay una fuerte fuerza que tenía los instrumentos y no deja ir. Rose realizaba que tal vez todos en el hospital son correctos, incluía el Víctor, y que su fantasma estaba frente a ella. Rose escuchaba una voz llamada a ella, “¿Te acuerdas de mi?” Ella tenía miedo y repuestas en un grito, “¡Parada! ¡Necesito ayudarlo!” Rose realizaba que reconocía la voz que habla a ella. Volvió hasta su primer dia trabajando en el trabajo, cuando tuvo que ayudar a la muerte de un hombre que había sido atropellado por un coche, y Victor, que golpean el hombre con el coche. Este fantasma volvió a perseguir a Rose porque ella no pudo salvar el hace meses en cirugía antes de que morir. Este primer día era el mismo dia que los sonidos comenzaron en el hospital. Este era el fantasma de Rose y Victor, pero también el fantasma del hospital. 31
Los espejos Bailey Kropp Soy una mujer vieja ahora. Había un tiempo cuando era joven, hermosa, y feliz. Ahora, no. Mi vejez no forma mi desolación, éste es un cuento que he estado escondiendo desde 50 años. Ahora, antes que muera, necesito sentirme libre. Aquí está el cuento, de las cartas que han estado debajo de mi cama por 45 años. --Soy Antonio. Tengo 35 años. Hoy es el 21 de octubre. Yo llegué hace 2 meses. Mi cuarto es pequeño, hace frío durante el día y hace calor durante la noche. Bloques de ceniza blanca construyen las paredes, en columnas rectas, como rejas sin las aberturas. Hay una ventana pequeña cerca del techo, el tamaño de una toalla de mano, que se enfrenta al este, y el sol me despierta en la madrugada de la mañana, y me deja en la oscuridad de la noche. Las paredes blancas reflejan el sol como si estuviera dentro de una bola de discoteca. Está cegando ahora, pero en la noche no puedo ver nada. Es como si no pudieras ver nada en la luz de la mañana y nada en la oscuridad de la noche. Tengo una cama metal, un colchón que se siente como una roca, una plana almohada de plumas, y una manta de algodón con picazón. Hay otra cama para mi compañero de cuarto. Nosotros no hablamos muchísimo. Solamente tenemos contacto visual brevemente y de helado. El suelo es de concreto, áspero y frío. Mis pies son rosados por raspar el suelo. La puerta es pesada y se abre dos veces al día, por la parte inferior de la puerta hay una abertura, y allí es donde los enfermeros me dan el desayuno y la cena. Usualmente mi comida consiste de pan duro, fruta sin jugo, y agua gruesa. Sin embargo, yo tengo que comer. Tengo que sobrevivir y probar que no estoy loco. Ellos quieren que me muera. No, no los doctores ni los psicólogos, ni los enfermeros, pero ellos. Mis vecinos, en mi vecindario, y ahora en este hospital. Yo he oído las pisadas detrás de mí en los pasillos. Sí puedo salir de mi dormitorio cuando quiero. Tengo una llave para entrar y salir cuando yo quiero. No es una prisión, es un hospital. Pero ahora, no puedo salir. No quiero. Ellos piensan que estoy loco. Pero no es cierto. Ellos creen que soy un asesino. No soy. Éste es mi cuento. Todo empezó hace 3 meses. Yo estaba caminando en la calle con mi perrito, Beaux, cuando un hombre viejo me acercó. Tenía una cara amable, pero ojos de fuego y odio. Amenazó con matarme y sacó un arma. Afortunadamente, siempre llevaba un cuchillo de bolsillo. Yo dije, ‘¡Beaux, ataca!’ Mientras que el hombre estaba distraído con los dientes de mi perro en su pierna, lo apuñalé con mi cuchillo hasta que él no me pudiera atacar más. Supongo que él tenía dos compañeros escondidos que llegaron para ayudarle a matarme. Uno de sus amigos trató de agarrarme, mientras que el otro fue al lado del hombre viejo. Rápidamente, yo 32
lo apuñalé para defenderme. Cuando me caí, miré al otro hombre y traté de obtener el arma del hombre viejo. Claro que sí, yo tenía que defenderme, entonces lo lastimé. Supongo que un vecino oyó el ruido y llamó a la policía. Cuando llegaron, ellos me esposaron y no me escucharon. Solamente vieron la sangre en mis manos y pensaron que yo era el culpable, el iniciador. No era cierto. No pudo serlo. Ellos dijeron que no había un arma, y que el vecino que llamó a la policía vio todo. No lo creo. Ahora, estoy en este hospital porque mi juicio decidió que estoy ‘loco,’ y ‘no entiendo las consecuencias de mis acciones.’ Alguien está tratando de matarme, incluso ahora, en este hospital. Estoy escribiendo esta carta en caso de que ellos tengan éxito esta noche. Yo voy a investigar esta noche. Desde que llegué aquí, cosas misteriosas han sucedido. Yo oigo susurros en el pasillo en la noche y no lo aguanto nada más. Yo voy a salir a las once y media, cuando mi compañero de cuarto esté durmiendo.-- --Tengo que escribir rápidamente. Mi corazón está latiendo rápidamente y no puedo ver claramente. Esta noche estaba de caos. A las once, estaba descansando en mi cama antes de mi viaje exploratorio. De repente, sentí presión en mi cara. No pude respirar. Pateé y empujé hasta que estuviera libre, y pude ver que era mi compañero de cuarto tratando de sofocarme. Me defendí, y lo asfixié con la misma almohada que él usó en mí. No podía creer esto. Él debió haber leído en mi primera carta, y supo que yo sabía sobre un grupo, su grupo aparentemente, que estaba tratando de matarme. Él trató de hacer el trabajo antes de que me fuera a buscar, pero ahora yo sabía que tenía que investigar. Me salí de mi cuarto a las once y media. Los pasillos no tenían bastante luz, solamente una luz amarilla cada treinta yardas. Una estaba directamente enfrente de mi dormitorio, pero no tomé mucho distancia para pasar en la oscuridad. Había susurros detrás de mí y cuando me di la vuelta, yo vi dos sombras que corrieron desde la luz a la oscuridad. Yo sabía que me seguían, y tenía que saber por qué. Yo empecé a correr detrás de ellos. Me agarraron y me jalaron de los brazos. Sin razón, uno de los hombres me pegó en la cara y los dos otros empezaron a correr más rápido. Yo sé que ellos no me quisieron saber sus identidades pero yo tenía que saber quien me quería muerto, o quién estaba detrás de todo esto. Este tiempo cuando me atraparon con ellos, los tecleé y grité ‘¿por qué? ¿por qué?’ Ellos me pegaron, y yo les pegué para defenderme. Solamente quería respuestas y ellos las tenían. Yo les luché hasta que no se pudieron moverse más. No reconocí sus caras. Estaban extraños, entonces, ¿por qué me querían? Yo escuché más pisadas, vi a las personas inmóviles, y yo supe que si alguien me encontraba, me culparan. Entonces, yo corrí a mi dormitorio, para escribir y explicar mi lado del cuento. Había un grupo, los hombres en mi vecindario, las personas en los pasillos, quienes me querían muerto. Yo tuve que defenderme. No tenía opción. Ahora ellos estaban muertos 33
en lugar de mí. Necesitaba ayuda, obviamente no quise matarlos, y ahora tenía miedo y necesitaba protección. Todos pensaron que estaba loco, pensaban que fui el asesino y no me dieron un juicio justo. Podía oír los pisadas que venían cerca de mi puerta. Tenía que luchar. Si estás leyendo esto, escucha a mi cuento, protégeme.-- Antonio fue mi esposo. Es cierto, el mató a más de seis personas. Pero ésta es la verdadera verdad. Mi esposo siempre luchaba con… la realidad. Estaba paranoico. Pensaba que el gobierno estaba escuchando sus llamadas en el teléfono y cosas así. Una noche, algo cambió drásticamente, y ya no podía distinguir la verdad de su imaginación. Pensó que un hombre viejo lo amenazó con un arma, entonces, lo mató. Luego, los dos vecinos llegaron a ayudar el pobre hombre, y Antonio también los mató. Su juez decidió que él no era de mente sana, y que él debería ir al hospital psiquiátrico. Aquí, mató más que 3 personas, él creía que todos estaban tratando de matarlo. Sin embargo, después de una mes en el hospital, sufrió un derrame cerebral y murió y lo enterramos. Pero, algo de su espíritu se quedó. El hombre que vivió con Antonio hasta que murió decidió dormir en la cama de Antonio una noche. El espíritu de Antonio no le gustó esto. Fueron muchos casos, cuando un residente estaba caminando por los pasillos y se sentó un briso de aire frío, sus manos se congelaron, y pronto murió. Esto continua por más de 5 años, hasta que cerraron el hospital. Pero todo el tiempo, yo recibía cartas como éstas. En mi ático, en mis estantes, en mi armario, en la cama a lado de mi cuando me despertaba en la mañana. No sabía cómo llegaban las cartas. Pienso que él todavía está vivo en el hospital viejo. Pero nunca salgo de mi casa. No hablo con otras personas. Tengo miedo. Las cartas no paran. Él siente más aislado y loco que nunca, ahora que está atrapado allí aislado. Mientras que yo estoy aquí muriendo, mi último deseo es advertir a cualquiera que lea esto que nunca vuelva al hospital, que él está esperando. 34
La marca roja Zoe Leibowitz Cerré la puerta del auto de mi amigo y comencé a correr adentro. La lluvia caía cada vez más fuerte y no podía esperar para estar adentro. Había sido un día largo y una semana aun más larga y no podía esperar más para escapar de todo lo demás y meterme en la cama. Llevé mis libros escolares debajo de un brazo y busqué mis llaves en mi bolsa con el otro. Dejé caer todos los libros que llevaba cuando me di cuenta de que la puerta estaba abierta. Saqué mi teléfono y inmediatamente marque al 911. Ésta era una tendencia. Había estado sucediendo en casas y alrededor de College Station. Cada Halloween, este grupo desconocido y sin nombre en College Station irrumpía en los hogares de las personas cuando no estaban allí, dejando la puerta abierta y esperando hasta que llegaran a casa. Cada persona había entrado a su casa, sin pensar, para ver por qué su puerta se había dejado abierta, y había entrado directamente en la trampa más grande que se les había tendido. Cada mañana siguiente, la gente finalmente encontraba el cuerpo, extendido sobre el piso de la sala, con las manos sobre el corazón, muerto. Cada persona fue llevada a una autopsia, y no se le encontró ninguna causa de muerte, ni rastro de evidencia. La única consistencia con cada asesinato, sin embargo, fue una estrella roja marcada en la muñeca izquierda de los cadáveres. Este mismo asesinato ocurrió una vez cada Halloween durante el tiempo que pude recordar. Parada aquí en el porche, no pude evitar preocuparme de que esto fuera una trampa. Miré mi reloj en ese momento. Eran las cinco y cuarto exactamente. Acababa de llamar a la policía e iba a esperar no más de diez minutos antes de irme a la casa de mi amigo. Tal vez estaba siendo paranoica, pero tenía que saber con certeza que mi casa era segura. Como estaba tan cerca de Halloween y volvía a casa con mi puerta abierta, no quise correr ningún riesgo. La policía llegó en cuestión de minutos y el oficial se reunió conmigo en el porche. Vio que la puerta se abrió de par en par, me miró boquiabierta y supo exactamente por qué me preocupaba dada la época del año. Me aseguró que entraría a mirar, y me avisaría una vez que considerara que la casa estaba segura. Caminé de un lado a otro en mi patio delantero, esperando que el policía volviera y me dijera que todo estaba bien. Eché un vistazo a mi reloj, y habían pasado veinte… treinta… cuarenta minutos. Seguramente no debería tardar cuarenta minutos en revisar toda la casa. Mi casa era pequeña, con un baño estrecho a un lado, una cocina cómoda, y una acogedora sala de estar. Respiré hondo, y sin pensarlo salté los cinco escalones hasta mi porche y crucé mi puerta abierta para ir a buscarlo. Seguramente si le hubiera pasado algo, lo habría escuchado todo, ¿verdad? Escaneé la sala de estar en busca de algo fuera de lo común, cualquier desorden en el piso o elementos faltantes, y no había nada. —¿Oficial?—, grité, esperando una respuesta inmediata. Esperé un par de 35
segundos y luego llamé otra vez. No era una respuesta y mi corazón comenzó a acelerarse. Mi casa era prácticamente una habitación grande con un dormitorio y baño a un lado. Si estaba en alguna parte, tenía que estar allí. Lentamente abrí la puerta, sin estar segura de lo que encontraría. Tenía miedo de lo que encontraría detrás de esa puerta. Mi cama todavía estaba hecha de esta mañana y todo parecía igual cómo lo dejé. No había señal del agente de policía en ninguna parte. Atónita y confundida, me metí en la cama y agarré mi control remoto. Todo era un poco raro, pero sorprendentemente me sentía bien. Estaba cansada, finalmente tuve la oportunidad de sentarme hoy, y para ser honesta, en ese momento, ya no me importaba. Salté de nuevo y fui a la cocina para tomar una bolsa de papas fritas. Mi curiosidad aún persistía y miré por la ventana. El coche del policía había desaparecido. ¡Qué raro!, me dije. Tal vez apareció, revisó toda la casa y ¿no descubrió nada? Tal vez se fue apurado y ¿necesitaba llegar a algún lado? Explicación razonable, ¿verdad? Regresé a mi habitación con mi bolsa de papas fritas y volví a la cama. Finalmente. Hojeé las caricaturas en la televisión hasta que encontré una que quería ver, y comencé a comer. Un par de horas y muchos episodios después, decidí que era hora de dormir. Me levanté al baño para cambiarme y prepararme para la cama. Cuando me levanté, escuché un fuerte chirrido y no pude determinar de dónde venía. El ruido atravesó mis oídos, y antes de que pudiera comprender lo que estaba pasando, fui agarrada por dos brazos fuertes. El intruso puso su mano sobre mi boca gritando y envolvió su otro brazo alrededor de mí para mantenerme quieta. Antes de darme cuenta, estaba atada con una cubierta negra colocada sobre mis ojos y arrastrada al piso de mi sala de estar. Fue entonces cuando todo el mundo se volvió negro y tomé mi último aliento. Desaté los lazos de su cuerpo, le quité la venda de los ojos y crucé los brazos sobre su corazón. Ella estaba acostada tan tranquilamente. Mi trabajo aquí estaba hecho. Fue el plan todo el tiempo. Estos asesinatos habían recibido demasiada atención a lo largo de los años y este grupo de asesinos necesitaban a alguien de su lado que nadie sospechara. La chica parecía tan confiada en mí para protegerla. ¡Qué triste! Ella fue engañada, al igual que todos ellos. Recogí mis cosas y estaba a punto de irme cuando me di cuenta de que olvidé marcarla. La marqué en su muñeca izquierda, como a todas las demás, y salí de la casa.
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La noche que iba a recordar para siempre Kevin Martinez Había un hombre que era un periodista de investigación que se llamaba Miles. Él necesitaba un buen cuento para escribir en su blog. Escuchó una conspiración de un manicomio que trataban mal sus pacientes y experimentaban con ellos. El gobierno cerró el manicomio porque encontraron evidencia de conspiraciones, pero había conspiraciones nuevas que el manicomio estaba secretamente trabajando y realizando experimentos. Entonces Miles fue al manicomio en la noche para ver si él podía encontrar cosas que apoyaban o rechazaban las conspiraciones. Miles entró por el portón del manicomio y vió muchos vehículos del ejército. Estaba confundido pero él necesitaba encontrar una manera de entrar al edificio. Miles encontró una sección de construcción al lado del edificio con una escalera que llevaba a una ventana abierta. Él subió por las escaleras y entró al manicomio por la ventana. Miles estaba asustado, pero todavía tenía curiosidad. Vió unas escaleras para subir. Entonces, Miles subió hasta llegar al vestíbulo principal del segundo piso. El lugar parecía muy viejo y desgastado con cosas al azar en todas partes. El manicomio podría colapsarse en cualquier momento. Había una puerta que estaba abierta un poquito. Cuando Miles abrió la puerta, encontró muchas personas del ejército muertas. Una persona estaba viva un poquito y le dijo a Miles. —¿Qué estás haciendo aquí? ¡Sal de aquí, antes de que te mate! Él es muy fuerte…— y murió después de esas palabras. Miles no podía comprender. Tenía mucho miedo y quería salir de allí tan rápido como era posible. Trataba de buscar otra puerta abierta para escapar del manicomio. Cuando trató de abrir una puerta, alguna cosa lo agarró por el cuerpo y lo arrojó al primer piso. La cosa parecía una persona. Una persona muy fea y enorme. Parecía que pesaba seiscientas libras. Tenía cadenas rotas en los brazos y piernas, dientes ensangrentados y afilados. Miles despertó de la inconsciencia y vió un hombre pequeño con un traje muy cerca de él. El hombre llamó Miles su salvador, el que estaba esperando. Entonces el hombre escapó de Miles. Cuando Miles pudo levantarse, trató de encontrar al hombre feo que lo había arrojado, pero no pudo. Entonces Miles estaba mirando alrededor de él para tratar de encontrar un lugar para escapar. Encontró un cuarto de vigilancia que podía abrir las puertas de la entrada si tenía una carta de seguridad. Entonces, Miles fue a muchos cuartos para encontrar la carta. Miles vió muchas cosas raras y malas. Vió muchos pacientes torturados. Algunos prestaron atención a Miles y otros no. Todos los pacientes parecían locos. Podría decir que algo realmente malo había sucedido en el manicomio. Muchos guardias de seguridad muertos. Sangre vieja y fresca estaba en todos lados. 37
También encontró archivos clasificados que hablaban sobre los pacientes poniendo más irritables, y un gran proyecto llamado “Proyecto WALLRIDER." Él al finalmente encontró la carta en una guardia de seguridad muerto. Miles fue al cuarto de seguridad para abrir las puertas. Cuando estaba tratando, fue la electricidad. Miles entonces fue a encontrar cómo prender las luces. Había una puerta que abría abajo donde era el interruptor de encendido del edificio. Él fue allá y trataba a prender las luces. Cuando estaba tratando, un hombre estaba caminando cuarto a cuarto con un palo. Miles necesitaba a tener mucho cuidado porque el hombre loco quería a matar alguien. Miles escondía muchas veces del hombre. A veces el hombre encontraba Miles y lo perseguía mientras Miles intentaba a perderlo. Cuando Miles perdía el loco, fue de nuevo a prender las luces. Miles encendió las luces. Entonces Miles fue rápido para el cuarto de vigilancia para abrir las puertas del manicomio de nuevo. El hombre pequeño con el traje acercó sigilosamente de él cuando Miles estaba en el cuarto. El hombre clavó Miles con una aguja que tuvo algo que lo hizo dormir. —No es la hora de que te vayas mi salvador— El hombre le dijo a Miles mientras èl estaba dormido. El hombre mostró un clip en la pantalla de la computadora. Era las personas del ejército en el edificio que fueron arrojados y asesinados por algo invisible llamado WALLRIDER. Miles después levantó en un cuarto para los locos. Cuando Miles fue de su cuarto, encontró que él estaba en la zona donde los pacientes masculinos vivieron. Miles fue a buscar un lugar para escapar y encontró una escritura en la pared diciendo “siga la sangre.” Entonces Miles siguió la sangre, viendo cosas muy raras y inquietante en el camino. Por poco de morir a veces cuando enfrentando los locos. Finalmente Miles llegó al final de la sangre que lo llevó a la sección de la iglesia del manicomio. El hombre en el traje estuvo clavado en madera para sacrificarse. —Mi tiempo ha llegado. El WALLRIDER está casi completa. Puedes salir por ese ascensor.— Él dijó a Miles. Con la ayuda de los locos, èl murió. Miles no le importaba y fue al ascensor. Cuando estaba adentro, el ascensor cayó en el fondo donde el manicomio experimentaron los locos. Mientras Miles exploraba, algo lo golpeó pero no pudo verlo. La cosa golpeó Miles más duro otra vez y tiró Miles a un pared. Era el WALLRIDER! Miles corría y corría y entró en un cuarto para escapar el WALLRIDER. Había una persona con una bata de laboratorio. Miles estaba muy amable cuando vió una persona normal pero la persona no estaba amable cuando vió Miles . La persona preguntó por qué Miles estaba aquí. Miles explicó y la persona estaba sorprendido. La persona explicó lo que estaba pasando con el proyecto WALLRIDER. La compañía “Upshur Corp.” estaba experimentando con los locos para experimentar con la terapia del sueño. 38
—Cuando una persona es tan loco, puedes usar esta persona para la terapia del sueño. Con nuestros dispositivos y la terapia, nosotros podemos controlar el WALLRIDER. Pero el doctor que encontró este experimento está en los dispositivos y es controlando el WALLRIDER ahora.— dijo la persona con la bata de laboratorio. —Quiero a destruir los dispositivos para destruir el WALLRIDER porque ha destruido todo mi trabajo.— Él continuaba diciendo La única forma que Miles podría ir del manicomio era si destruyó los dispositivos. Entonces Miles encontró y destruyó los dispositivos. Los dispositivos explotó con el doctor adentro y a mismo vez Miles estaba tratando de mantenerse con vida cuando el WALLRIDER estaba tratando a matar Miles. Ahora el WALLRIDER no tenía un huésped porque el doctor murió. El WALLRIDER entonces fue adentro de Miles y hizo Miles su huésped. Miles estaba muy cansado y solamente quería ir afuera del edificio. Cuando estaba yendo, el equipo de SWAT entró el laboratorio con la persona con la bata de laboratorio. Miles recibió disparos y cayó al piso. Todavía Miles estaba vivo y el WALLRIDER salió de Miles y atacó todo lo gente. Después de matarlos, el WALLRIDER entró Miles y lo llevó afuera. EL FIN 39
El día que empecé a bailar Ella Maxwell Eran cinco minutos antes de las doce cuando los perdí. Estaba segura que los había dejado en la acera, ¡estaba segura! Pero, cuando regresé, ya estaban desaparecidos. La mañana siguiente, estaba caminando con mi amigo a la escuela, cuando él me preguntó. —¿Michelle, vas a ir al baile el sábado?—. Sacudí mi cabeza. Ya había rechazado muchos invitaciones al baile en el principio de la semana. Y todos por la misma razón . —Yo no bailo—. Él parecía un poco decepcionado, pero la conversación terminó cuando él notó. —Ay dios mio, Michelle, ¿dónde están?—. —¡Yo no sé! Creo que alguien los robó—. y hubiera sido bien si esto fuera la única vez que recibí esa pregunta ese día. Creo que toda la escuela tenían algo que decir. —Creo que olvidaste algo hoy, Michelle—, dijo mi profe. —Ya he oído— respondí sombríamente. Iba a ser un día lento. Después de varias horas, me dolían mis pies y habían mojado caminando de una clase a otra. Pasé por mi restaurante favorito al final del día. Era un lugar encubierto entre el desorden de la ciudad donde casi nadie iba. Pero, la dueña sacudió su cabeza. —Lo siento Michelle, pero las reglas todavía aplican, incluyendo mis clientes favoritos— Ella me sonrió con simpatía y me envió en mi camino. Cuando regresé a mi casa, fui al parque para buscarlos en la luz del día . Les busqué debajo del tobogán, en el hierba, y también en las redes de baloncesto. Los iba a encontrar esta vez. Pero no los encontré. Cuando casi era tiempo que regresara a mi casa, encontré la nota. —Ya sabes lo que tengo— se dijo. Esa noche, no podía dormir por el miedo de ser ridiculizado otra vez la mañana próxima. Por eso, me levanté y caminé hasta la sala para leer mi libro. Hice una taza de té, y me senté para comenzar a leer el libro. Después de haber leído por cinco minutos, escuché un sonido extraño. Era como un -thunk- y - pitter patter- desde el piso de arriba. Pensé que solo era una ardilla en mi techo, o algo así. Resumé mi libro y los sonidos pararon. 40
Cinco minutos después, oí el sonido, pero más cerca. Era como si alguien estaba arrastrando sus pies, por mi pasillo, más cerca, más cerca, más cerca, hasta que el sonido paró en la entrada de la sala. No vi nadie. Hasta que yo miré hacia abajo. Y allí estaban. Mis zapatos, rojos y blancos, la protección para mis pies, algo que busqué por todo el día. Empecé a temblar. ¿Como habían llegado ahí? Pero, tuve la confianza para levantarme y acercarles muy lentamente. Los estudié con mucha curiosidad, pero no me atreví a tocarlos. ¿Pero, eran mis zapatos, sí? ¿Por qué no? Con eso en mi mente, extendí mi dedo indicador para tocarlo. Este zapato imbécil me pateó. Estoy diciendo la verdad. Cuando lo pinché, el zapato me dio una patada en la cara. Miré mi zapato con incredulidad, atreviéndose a patearme otra vez. En un instante, me lancé hasta mi zapato, agarrándolo con mis manos. El otro saltó hasta mi puerta, y se fue. Logré forzar el zapato de lucha en mi pie. Cuando me lo puse, el zapato dejó de luchar. Muy interesante. Me levanté con cuidado, y caminé hasta la ventana. Cuando miré afuera de la calle, vi mi zapato saltando por la calle, hasta que ya no podía verlo. Miré hacia abajo a mi zapato capturado. Ya no pareció estar vivo. Fue una señal buena. Si pudiera capturar al otro zapato, tal vez mi vida volvería a la normalidad. Esa noche, dormí con mi zapato izquierdo en mi pie. Dormí bien con el pensamiento que mi vida pronto volvería a ser como era antes. Pero el próximo día fue igual, tal vez más peor. Creí que para mis amigos y profesores, tener un zapato era más chistoso de no tener ninguno. Al final del día, estaba determinada a encontrar mi otro zapato. Pero, ¿dónde estaba? Decidí mirar alrededor de mi vecindario. Miré en el bosque, delante de las casas y los vehículos, y también otra vez en el parque. Pero no lo encontré. Cuando regresé a mi casa, cansado de caminar con solo un zapato, escuché música viniendo de mi casa. Era como un canción triste, y me hizo sentir que había otro mitad de mi corazon, en algun lugar perdido en el mundo. Espera un minuto. Salí corriendo hasta mi casa, arrojando la puerta abierta, y corriendo hasta mi sala, donde guardaba mi piano. Allí estaba mi otra zapato, tocando mi piano con sus cordones vivas. Era una vision increible. No pude hacer nada, aparte de pararse allí, con mi boca abierta. Mi zapato pudo tocar piano mucho más mejor que yo, y por un momento, debati a preguntarlo si pudiera enseñarme. Pero en ese momento, recordé mi misión a capturar mi zapato derecha. Forcé a mis pies a moverse en el dirección de mi zapato, pero mi pie izquierda comenzó a bailar. ¿Qué? Y luego estaba bailando, de un lado de mi sala a la otra, haciendo movimientos de baile desearía haberlo sabido antes. 41
Después de una hora de bailar, me desplome en mi sofá. Mi zapato derecha dejó de tocar el piano y salto para sentarse a mi lado. Cuidadosamente, extendí mi mano para tomarlo y ponerlo en mi pie derecha. No me peleaba. No pude decir por seguro, pero pensé que parecía feliz a estar en mi pie, junta al otro zapato. —¿Es así?— les pregunté. —¿Solo me querían bailar más?— Ellos no me respondieron, por supuesto, solo eran zapatos, pero ya sabía su respuesta. Para mantener la compañía de mis zapatos, necesitaba ir al baile. La próxima mañana, fui al café para celebrar mi victoria. Me había perdido el sabor dulce del café capuchino. Cuando caminé hasta mi primer clase del dia, mi amigo notó. — ¡E ncontraste el otro!— él exclamó. — Si, pero me gustaría preguntarte— le dije —¿Irás al baile conmigo?— —¡Claro que si!— él respondió. —pero, ¿pensé que no pudiste bailar?— Sonreí, pensando de los eventos extraordinarias de la noche anterior. — He estado practicando— Incluso después de usar esas zapatillas rojas, lo haría por el resto de mi vida.
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El cumpleaños de María Jessica McComb En un país desconocido, había un pueblo que se llamaba “El Cuervo Amarillo”. El cuervo era el animal oficial del país. Y en el Cuervo Amarillo vivía una mujer muy rica y bonita. Su nombre era María. Ella no era una princesa, pero su padres eran descendientes de la realeza y entonces la familia tenía mucho prestigio y estatus. Cada año, para el cumpleaños de María, había una fiesta grande, con todos los príncipes y las princesas del país. Y a pesar de los rumores de la rebelión y la guerra, el padre de María insistió que ella necesitaba un cumpleaños más grandioso que los años pasados. El padre quería que la gente supiera que la realeza no tenía miedo. —Vamos a usar la sala de banquetes en la cima de la colina!— el padre de María dijo, —todo el pueblo puede mirar la fiesta y sabía que nosotros no nos preocupamos de los rumores!— Desafortunadamente, si la familia hubiera sido más cautelosa, no habrían muerto. María se levantó del suelo donde ella se había caído, lanzando una mirada fulminante al carro amarillo que casi chocó contra ella. Su vestido era rasgado y sucio. María estaba tan sorprendida que olvido por qué estaba en la ciudad. —“El conductor loco casi me mata!”— pensó María con furia. María se puso de pie, temblando. El carro ya fue de la vista, y todo el pueblo estaba callado. María miró alrededor de ella, pero no había ninguna persona en la calle. De repente, María estaba consciente del calor terrible, aunque era en la tarde. —Todos son en sus casas, tratando de escapar el calor del verano— pensaba María, —yo necesito hacer los mismo; no se porque yo estoy aquí.— Pero ella estaba equivocada, porque había una otra persona en la calle, observando a María. La familia de María no era de la realeza, pero la casa de la familia parecía como un palacio. La casa fue pintado en muchos colores; amarillo, rojo, y negro, con jardines llenos de flores exóticas. Cuando María llegaba a su casa, ella era sorprendida por los criados no estaban en la casa; de hecho, la casa estaba completamente vacía. —Voy a tener los todos despedidos!— María gritó con ira, —¿¡dónde están mis padres?!— —Ellos están a la fiesta, señora!— dijo una voz alegremente. Un niño, cerca de ocho años, se reía de ella, mirándola vuelta de una esquina. —¿La fiesta? ¿Qué fiesta?— —¡Es su cumpleaños, señora! ¿Cómo puedes olvidar?—
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—Pero no es mi cumpleaños! Mi cumpleaños es… es…— María hizo una pausa, muy confundida. Ella no podía recordar. —El incidente con el carro se desorden mi mente— pensaba María. —La fiesta es encima de la colina, en la sala de banquetes,— el niño señaló en la dirección. Débilmente en la distancia, María vio la sala. La sala fue decorada con luces brillantes y flores. También, María vio personas entrando y saliendo la sala de banquetes, y esta escena aliviada ella mucho. Por un segundo, ella sintió que todas las personas en el mundo se desparecido y solo ella y el niño quedaron. Con una risa, ella dijo esto a el niño, y él dio una extraña mirado a María. —¿Que es su nombre, señora?— —Mi nombre? Mi nombre es María. ¿No sabes quién soy?— —Eso es que lo que pensé,— él dijo, —necesita apurarse, Señora María, la fiesta terminará pronto. — Ella pasó su mano sobre su frente. Se ponía el sol, y el cielo tenía los colores de rojo y anaranjado, como flamas. —Por qué sigue siendo tan caliente?— María se preguntaba. El niño se reía otra vez y huía, saludando adiós. Ella lo miraba fijamente por un momento, y luego miraba a su vestido. En el día parecía sucio, pero en el oscuro de noche se alguna manera se veía aún peor. Durante de todo el día, el vestido se volvía más andrajosa, hasta que parecía como trapos. —No puedo ir a la fiesta como así,— pensaba María. Pero, ella miraba a su casa vacía, enorme y aterrador y completamente silencioso, y ella no podía obligarse a dar un paso adelante. Así, ella se dio la vuelta y poco a poco, comenzaba a caminar por la colina a la fiesta, su rostro rojo de la vergüenza. A medida que se acercaba la cima de la colina, y las voces se hacía más fuerte, María se detenía en las sombras. En las luces de la sala de banquetes, ella podía ver todos los príncipes y princesas en sus ropas costosas de rojas, amarillas, y escarlatas. María se sentía ridículo en su vestido sucio y casi había decidido irse antes de que nadie la viera. Pero una voz habló y le preguntaba, —algo anda mal, ¿señora? ¿Porque está en las sombras? —. Dio la vuelta, María veía un príncipe joven. Él era delgado y pálido y llevaba toda ropa negra. Él parecía alto, pero se inclinaba de una manera que le hizo parecer apenas tan alto como María. —Estoy… Perdón, pero te conozco, ¿verdad?— María miraba a el rostro del príncipe en la oscuridad. —Así que te acuerdas de mí!— Él reía de repente, —¿Recuerdas algo más?— El príncipe llevaba a María a la luz, a la sala de banquetes. María se sentía a la vez helado, a pesar del calor y su visión fue borrosa. —Yo recuerdo… que te vi en mi cumpleaños. Recuerdo el calor, él terrible calor.— Los príncipes y princesas en sus ropas amarillos y escarlatas parecían como flamas.
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—Yo no sabía lo que estaba pasando, todo era tan doloroso.— María se detuvo en la puerta, —Me trajiste a este lugar, ¿por qué?— —Para que supieras lo que te paso. Necesito que sepas, es mi trabajo ayudarte a resolverlo todo.— El príncipe empujaba a María en él edificio, —¿Así que dime María, que te paso?— —¡Había llamas por todas partes, estaba atrapado,— La sala cambio, llenando de humo, —¡La gente del pueblo mató a todos! Ellos mataron… a mí. — —¡Finalmente!— El príncipe sonreía demasiado amplio y desaparecía. María recordaba todo en ese momento; el día de su cumpleaños, todos los sirvientes los traicionaron y habían incendiado la sala con todos los príncipes y princesas dentro, también con María y su familia. María caía al suelo en la desesperación, las llamas estaban destruyendo ella y la sala a cenizas.
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Una mujer libre Hannah McComb Érase una vez una mujer que se llamaba Candice. Ella tenía un esposo y dos hijos. Candice tenía un buen trabajo, el trabajo de sus sueños. Su vida era perfecta. Después de la escuela secundaria, ella asistía a la Universidad de Texas en Austin. En su año final ella conoció a su esposo. Un hombre guapo del equipo rugby. Después 10 años tuvieron hijos de 8 y 6 años, un chico y una chica. Candice y su esposo tenían buenos salarios. Realmente su vida era perfecta para ella hasta el final… La primer de nos historia estaba un día normal para Candice. Ella fue a su trabajo, y después tomó su niño para la práctica de fútbol. En casa, cocinó una cena por toda la familia. Durante la cena alguien golpeó a la puerta. Candice se levantó y abrió la puerta. ¡Candice sonrió, Ana, una amiga vieja de sus años en universidad estaba a la puerta! Las mujeres hablaron y hablaron toda la noche. Hubo millones y millones de historias y memorias importantes sobre qué hablar. Finalmente, Candice preguntó, —Ahhh Ana, te amo mucho vieja amiga, y ha sido un tiempo largo, pero cuál es la razón por la cual tú me visitas?— —Pues Candice, en los años pasado, desde universidad, no tuve buen sueño. Mi trabajo fue un desastre, y dejé antes de ellos me despidieron. Y mi esposo me dejó después 12 años de nos matrimonio.— Ana respondió —“Aye Ana, no me digas... que horrible. Todo de mis cosas son tuyos. ¿Que tu necesita? Un lugar para vivir, comida— Candice interrumpió, —No, no necesito nada Candice, este es la razón de me visite. Durante el periodo más oscuro encontré una solución. Mi vida ahora es la más perfecta de mis sueños.— —¿Qué es?— Candice fue en el borde de su asiento. —Una compañera de mi ex marido vio a mí en una parque y me dio un botella de pastillas para problemas internos. Antes de las pastillas, mi vida son horrible, pero ahora, mi vida es la mejor en todo mi vida.— Candice quedó estupefacta. ¿Su amiga Ana fue un drogue adicto?
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—Algunas personas pensaron soy un drogadicto, no son drogue adicto porque hay pastillas naturales. Necesitas probar las pastillas Candice.— —No, no gracias Ana. Adiós. Tengo hijos aquí. No quiero tus pastillas.— Candice cerró la puerta. —Me llamas con tu quieres una vida vale de pena.— Ana sonrió. Candice cerró la puerta con llave. Que raro. Candice se fue a cama rápidamente y probó olvidar la conversación. La próxima mañana se levantó de la cama el tiempo normal y cocinó desayuno, pero cuando ella anunció desayuna, no había una respuesta. Sus hijos, y su esposo no estuvieron en casa. Solamente había una nota encima de la mantel que dijo, —Candice, hay un otra mujer. Los hijos son conmigo. No nos intente encontrar.— Su cabeza era girar. Pero, fue tiempo para trabajar, y uno minuto más tarde y ella sería despedida. Candice planeó a resolverlo en su trabajo. Pero, cuando ella llegó, su jefe dije, —No tenemos dinero por tu trabajo. Lo siento mucho por el aviso corto.— ¿Qué? El mundo de Candice fue en un desastre. Y en uno día. ¿Qué pasó? Ella perdió su familia, su trabajo, todo. Candice tuve su teléfono en mano y llamó Ana. En 2 horas Ana fue en la casa de Candice… … 3 meses después. —Han sido 3 meses con las pastillas. Mi mundo es perfecto. Las pastillas son las cosas perfectas en todo el mundo. Nunca siento cansada o triste. No necesito nada ni alguien.— El diario de Candice. Todos los días por tres meses, ella se levantaba a las 2 o 3 en la tarde, y tomaba sus pastillas, y dormía el resto de día. En sus sueños fueron libertad y alegría. En realidad, ella no tenían una casa, porque lo vendió para comprar más drogas. Vivió en las calles y fue hambriento. Día tras día ella no habló, ni comió, ni movió, ella apenas podía respirar.
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Un día, después un año como así, las pastillas se acabaron. Sin las patillas Candice era como un animal. Su mente no funcionó normal. Ella empezó gritar en las calles. Candice no tuve otros pensamientos, solamente las pastillas. Ella haría cualquier cosa para las pastillas. CUALQUIER COSA. Por tres días ella fue corriendo en las calles, en los parques, las escuelas, las iglesias en busca de más pastillas. Finalmente, después tres días, había una chica pequeña en un parque con dulces blancas. Su madre fue en el baño. Candice tuve un cuchillo hecho de vaso de una ventana rota. Y por la primera vez en un año, Candice tuve un pensamiento claro. —No hagas esto.— Y por la primera vez en un año ella tenía una decisión entre malo y bueno. Candice tomó el cuchillo en su mano y cortó la garganta de la niña.
Solamente horas después, Candice tuve las pastillas y fueron pastillas falsas. Pero no le
importaba porque Candice fue en prisión. Rápidamente, después los efectos de las pastillas fueron ausente, todos de los pensamientos de Candice fueron claros. —Que horrible. Soy un monstruo. Con mis manos tomo drogas y drogas y maté una chica inocente. ¿Qué es mi vida? No merecí para vivir. —Y fue la verdad. El juez dije el veredicto— muerte. Candice no tendría una pelea. Ella conocí ser justicia. Viernes fue el día de su muerte. Usualmente, gente tienen juicios y abogados hasta el fin día, pero no por Candice. Ella conocí su culpa. Y especialmente en el final día, cuando tenía un pensamiento claro, y todavía lo hizo. El veredicto fue grave, y Candice no tuve esperanza. Finalmente, el día llegó. Candice fue muy sombrío. Sus ojos al suelo. Ella no tuve una familia. No tenía amigos. No tenía una esperanza. Solamente tenía minutos. Un hombre abrió su celda. —Ven conmigo.— Caminaron a un cuarto obscuro con una silla metal con alambres metales. El hombre tuve una cara sombría. Sus ojos fueron amable. —¿Por qué este hombre y no un oficial?— Candice pensó. —¿Tienes palabras finales? No hay personas aquí, pero es valioso para mi.— El hombre dijo. Candice saltó, sorprendió por sus palabras.
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—No, ¿qué diría? Soy la culpa.— Candice dijo. —Sí, tu es la culpa.— El hombre dije cuando inició la silla. —Pero, te amo. Va. Tú es libre ahora.— El hombre dije Y se sentó en la silla. Y por el primer vez en la vida de Candice, ella era libre.
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La tierra del pecado Burke McCoy En las llanuras soleadas abajo de la sierra de Organos en Durango estaba el Rancho la Coyotada orgullosamente cubierto con mezquites y nopales por cientos de kilómetros de campo. En la sombra de unos mezquites había unas estructuras, la hacienda de la familia Morales que se dedicaba a una vida dura con la ganadería. El padre, Gabriel, siempre había vivido por la Coyotada, y empezó formando una familia con su esposa Camila cuando Gabriel cumplió veinte años. Camila dio a luz a tres niños y dos niñas. En ese momento la familia de siete tenía una vida dura con trabajo diario. Era la mitad del verano y la tierra no había recibido ninguna gota de lluvia en dos meses. Como siempre, Gabriel y Camila se levantaban juntos por la madrugada. Era el último domingo de julio, y Camila, empezó a preparar una sopa con la última cantidad de maíz que tenían. En el pasado Camila siempre había preparado una sopa de tripa y hueso, pero la sequía había causado una mala racha por la familia, y no se podían permitirse comer carne de res. Mientras que Camila cocinaba, Gabriel daba un paseo por el camino entre los campos de cosecha fallida de frijol. Con el dolor siguiendo después de haber perdido toda la cosecha de frijol además del sufrimiento de su manada de ganado por la escasez de agua. Con todas las penas de los meses pasados Gabriel empezó a preocuparse de la seguridad de su familia. La frustración del Gabriel había cambiado en enojo. A Dios Gabriel le preguntó —Cómo podemos seguir viviendo así, nos fallaste.— El mes pasado había sido duro a pesar de la esperanza que tenía Gabriel en la primavera. La mala suerte empezó un mes atrás. En la primavera Gabriel labró un campo de frijol nuevo al otro lado del arroyo. Más adelante, mientras la última semana de mayo y la primera de junio Gabriel con su hijos mayores sembraron los tres campos de la hacienda. Siendo orgullosos con lo que lograron, los Morales tenían mucha esperanza en la temporada venidera. Gabriel nunca podía imaginarse que más de un mes adelante él estará viendo sus campos preciosos completamente arrastrados por una sequía terrible. En ese domingo en julio allí estaba Gabriel maldiciendo a dios por la mala suerte que había tenido. Durante el día Gabriel revisó su ganado y la familia disfrutó la sopa que la familia siempre tenía muchas ganas de comer cada semana. El día pasó y en la noche Gabriel le despertó una gran tormenta. Relámpagos y truenos rodeaban la casita. Una torrente de agua entró por el frente de la casita. Mientras la tormenta, la tierra zarandeó fuertemente. La noche pasó, y en la madrugada, cuando el sol no hubiera subido todavía, Gabriel estaba preocupado y creía que él había perdido todo. Cuando podía ver, quedó claro que el agua del arroyo había subido hasta la casa. 50
Gabriel vio que el agua del río estaba tan alto y rápido. Gabriel dio un paseo para ver sus campos. Gabriel había realizado que la inundación había cambiado el paisaje y el agua había erosionado el tercer campo de frijol. El agua talló un camino nuevo a través del campo nuevo. Gabriel notó una fila de piedras desenterradas por el agua. En la primavera mientras que Gabriel estaba labrando el campo nuevo, Gabriel desenterró unas piedras grandes por la orilla del arroyo con la punta del arado, no pensó mucho en el descubrimiento extraño de las piedras. Sin embargo, después de la inundación, diez tumbas fueron expuestas a la luz del sol. Mientras que Gabriel estaba caminando por la orilla del río, él vio una sombra de un hombre en la barranca adyacente. Entonces de repente la tierra sacudió y movió. Cuando Gabriel sintió el temblor, él se sintió terror. Luego, un voz calmado de un hombre llenaba el cielo mientras que Gabriel se encogió de miedo. —Cometí un error grave… perdoname Señor— dijo el voz —¿Quién eres?— proclamó Gabriel —Yo soy José Doroteo Arango Arámbula; soy conocido como Pancho Villa… Quiero que usted sepa que yo había cuidado mi familia y esta tierra por toda mi vida… Cuando yo era joven unos bandidos hicieron algo despreciable a mi familia; Desde entonces enlazaba por justicia hasta que yo muriera. Temprano en el verano algo me despertó de la muerte. Despertó en una ira; tenía ganas por la venganza; maldije todo sin consideración por nadie ni nada— —Tu has destruido mi sustento, la vida ha sido miserable por tu maldita ira; ¡como no tengas vergüenza!— interrumpió Gabriel —Me arrepiento lo que hice …— continuaba Pancho Villa Gabriel no sabía antes que Pancho Villa nació y creció en la misma Rancho la Coyotada. Las Tumbas fueron de Pancho Villa y su familiares. Cuando Pancho era niño su hermana fue violada y su papá fue matado por unos bandidos. Pancho prometió que su familia nunca serán molestado y que la justicia será victorioso. Cuando Pancho Villa era vivo, enlazaba por justicia hasta que muriera; enlazaba por la venganza. Por casi cien años, Pancho Villa y su familia habían sido enterrado tranquilamente. Desde el día que gabriel desenterró la tumbas, el alma de Pancho Villa había sido despertado. En una furia indiscriminado, Pancho Villa empezó una mala racha tan grave sobre la tierra. La sequía y toda la mala suerte sucedió por la ira de Pancho Villa. Hasta que el momento Gabriel vio la sombra de Pancho Villa en la barranca la mañana después de la tormenta, Pancho estaba vagando por las llanuras y montañas buscando por los culpables. Sin embargo, en esa noche de la tormenta, algo sucedió que terminó la caza por justicia de Pancho Villa y cambió su mente.
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Mientras la noche de la tormenta, Dios afrontó con gran enojo a Pancho Villa. el enojo de Dios causó la tormenta y inundación. Dios exigió que Pancho Villa vuelva a la tumba por la injusticia causada por él. Pancho Villa había enfadado a Dios por traer sufrimiento sobre la tierra. En las últimas palabras dicho por Pancho Villa a Gabriel, Pancho insistió que la justicia debería ser logrado a través equidad y prudencia en vez de injusticia. Pancho Villa se había realizado que la justicia no podía ser logrado por injusticia. Gabriel nunca imaginaba que alguien podría ser culpable por el tiempo y la clima. Ya que Gabriel supo que Pancho fue culpable, Gabriel quería justicia para la injusticia traído por la ira de Pancho. Sin embargo Gabriel quería justicia específicamente de una manera justa. Ese dia cuando Pancho regresó a la tumba, Gabriel prometió que las tumbas nunca fueron interrumpidas. Gabriel regresó a su sustento y nunca consideraba molestar las tumbas otra vez. En las siguientes meses la tierra recuperaba y Gabriel y su familia regresaba al estilo de vida saludable y exitoso.
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La cara de Rubén Jaqueline Medrano Había una vez una familia chiquita, el papá Rubén, la mamá Isabel y su hijo Mateo. Ellos eran muy felices que nunca se hubieran imaginado que su felicidad terminaría tan rápido como empezó. Una noche la familia fue a una fiesta, y Rubén estaba tomando, pero cuando Isabel dijo que ella iba a manejar él sugirió que no, estaba borracho. En el camino a la casa, empezó a llover e Isabel le dijo a Rubén que parara el carro, pero cuando estaban discutiendo, Rubén causó un accidente de carro. Rubén se desmayó y al despertar escuchó a Mateo llorar por su madre, pero cuando Rubén se fijó en Isabel, ella no estaba respirando. Cuando vino la ambulancia declararon que Isabel había fallecido y el dolor que sintieron Rubén y Mateo en ese momento sería inolvidable. Rubén cargó con la culpa que su esposa había fallecido y no pudo perdonarse, que empezó a tomar para poder olvidarlo todo. A Mateo le dolió mucho haber perdido a su madre y era tan joven que, para poder seguir adelante, iba a necesitar la ayuda de su padre. Cuando Rubén tomaba, a veces le pegaba a Mateo y le decía cosas muy feas como que no servía para nada o que era un menso. Mateo no hacía nada cuando le pegaba sólo tomaba los golpes y después se iba a su cuarto a llorar. Le dolía tanto que su padre le pagara porque él no había hecho nada que el rencor que su padre crecía cada vez que le pegaba. Un día, Rubén le pegó a Mateo tanto que el decidió que todo ya había sido suficiente. En su cuarto Mateo empezó a planear que él iba a matar a su padre para poder salir del sufrimiento verbal y físico. Mateo tenía un plan ya hecho que era que la siguiente vez que viera a su padre lo pagaría. Iba a matar a Rubén, pero a este punto, ya se había convertido un poco psicópata, y su plan no terminaría con sólo matarlo. Rubén se emborrachó tanto una noche y le pegó a Mateo pero esta vez Mateo no se dejó y le empezó a pegar a su padre con un martillo. Cuando le empezó a pegar se recordó de todo lo que había pasado en los años desde que falleció su mamá. Con la sangre en su cara y en sus manos, Mateo paró y Rubén ya estaba muerto, pero su venganza no terminaría allí. Mateo arrastró a Rubén al sótano, ya muerto, a Mateo no le importó las veces que se pegaba en la cabeza con las escaleras. Llegando al sótano, Mateo empezó con su plan, había planeado construir una máscara hecha de la cara de su padre. Mateo recogió a su padre colgando de sus piernas y cortándole su cabeza de su cuerpo. Ya cuando su cabeza estaba separada de su cuerpo, Mateo empezó el proceso de despellejar la cara de Rubén,
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pensando de todo lo que Rubén le había hecho durante los años desde que había muerto Isabel. Terminando de despellejar la cara de Rubén, Mateo fue al cuarto de su padre, y agarró un cambio de su ropa, quitandose su ropa y poniéndose la de Rubén. Mateo no lamentaba lo que le había hecho a su padre. Desde los años que murió su madre,Rubén se volvió agresivo, Mateo empezó a odiarlo entonces el matarlo no le dolía. Ya cambiado Mateo, fue al sótano otra vez y se puso la cara despellejada de su padre, ya cambiado con su ropa se puso los lentes de Rubén y se fue a sentar al porche enfrente de su casa. Sin esperar, llegó el abuelo de Mateo, el padre de Rubén, Roberto, Roberto, ya estaba más viejo al principio y no notó que la persona sentada en el porche era Mateo y no su hijo. Mateo se hizo pasar por Rubén. Se puso muy nervioso que Roberto se enterara que él no era Rubén. Cuando Mateo se fue a buscar algo, Roberto se sintió un poco raro y fue dentro de la casa. Roberto tenía un sentido malo de lo que estaba pasando y fue al sótano, el olor de la sangre y el cuerpo de su hijo hizo que se asomara abajo, y él descubrió el cuerpo de su hijo. Mateo se dio cuenta que su abuelo había descubierto lo que había hecho, que él realmente no era su hijo, pero su nieto, él había matado a su padre. Roberto llamó a la policía pensando que Mateo no lo estaba escuchando pero en realidad él lo estaba espiando. En pánico Mateo le pegó a Roberto en la cabeza con un ladrillo, el golpe no lo mató pero si lo desmayó por el rato Mateo se iba a tratar de deshacer de él, pero en ese momento escuchó el ruido de un carro de policía. En ese momento, ya no supo que iba a hacer y se escapó por la puerta de atrás de su casa. Mateo empezó a correr pero cuando la policía llegó a su casa la primera cosa que hicieron fue tratar de despertar a Roberto para tratar de enterarse de lo que había pasado. Ya cuando Roberto despertó le explicó a la policía que él había venido a visitar a su hijo y nieto, pero cuando llegó se sentía un poco raro, y fue adentro y descubrió que la persona que él pensó que era su hijo no era pero su nieto, y cuando fue adentro de la casa encontró el cuerpo de su hijo, desecho en el sótano y después de eso ya no recordaba nada porque alguien le había pegado en la cabeza. La policía fue a buscar a Mateo con la poca información que tenían. Fueron calle por calle y por fin encontraron a Mateo. Él había parado en una parada de autobús, Mateo supo que nunca se iba a poder escapar para siempre, que no había pensado su plan completamente con las consecuencias. Él sólo quería parar de sufrir pero con sus acciones sólo iba a sufrir más al final de cuento, por esa razón no corrió lejos y no trató de huir más. Se quedó quieto porque él supo que la policía lo encontraría y así fue. Cuando la policía lo atrapó, lo metieron a la carcel. Usted podría pensar que la historia de Mateo terminaría aquí, pero no, un día, regresará por Roberto. 54
Ana Leslie Mitchell Beatriz y sus padres acababan de mudarse por el trabajo de su padre a un pueblo cerca de Dallas. Estaba nerviosa de hablar inglés en un pueblo donde no habían muchas familias latinas. Ella no estaba feliz de mudarse, pero amaba a su familia y estaba feliz de todos modos. Era junio, así que ella no tenía escuela. Ella le gustaba leer y caminar a la biblioteca, cerca de su casa. Ella era muy madura para su edad y sus padres estaban ocupados trabajando y moviendo cajas. Antes de irse, se puso su mochila rosa para llevar libros. Ésta fue un regalo de su abuela. Cuando ella llegó a la biblioteca, le preguntó al bibliotecario si la podía ayudar. Beatriz quería la sección de terror. Le encantaban los libros de miedo, y otros niños pensaban que por eso ella era rara. Por la estantería había otra niña que leía un libro de Stephen King. La niña vio a Beatriz y le dijo —Hola, soy Ana. ¿Has leído este libro? Mi parte favorita es cuando consiguió la venganza en el baile de graduación. La sangre del cerdo era tan repugnante!— Beatriz no había leído a Carrie. Los libros de Stephen King eran demasiado complicados. —Hola, mi nombre es Beatriz. Soy nueva aquí—, dijo Beatriz. Las niñas hablaron de los libros por un tiempo y decidieron ser mejores amigas. Las niñas irían a la biblioteca o la casa de Beatriz cada día. Beatriz pensaba que Ana era un poco extraña, pero Beatriz no tenía otros amigos. Nunca iban a la casa de Ana a jugar, y Ana no hablaba de su familia. Sin embargo, era obvio que Ana no tenía mucho dinero. Ana siempre hablaba de cómo era afortunada Beatriz por tener padres ricos, y cuando Beatriz perdió su mochila favorita un día Ana no pareció interesada. —Tus padres pueden comprarte una nueva mochila, no importa— dijo Ana. Beatriz pensaba en la familia de Ana, y pensaba que una mochila era un problema pequeño. A veces Ana se provaba ropa nueva o juguetes cuando ella venía a la casa de Beatriz, pero no decía donde los obtenía. Ana a menudo no decía la verdad. Beatriz quería hacer otros amigos.
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Finalmente comenzó la escuela y las niñas se veían menos. A veces Ana esperaba a Beatriz después de la escuela para que pasaran el tiempo juntas. Cada vez, Ana corría a ella, gritando sobre cómo no podría esperar jugar. Beatriz pensó que era embarazoso, pero no quería herir los sentimientos de Ana. Los nuevos amigos de Beatriz no les gustaban Ana, y Ana estaba muy enojada y celosa. —¿Por qué te caen bien las chicas?—pregunta Ana,—son crueles.— Los problemas entre los amigos de Beatriz continuaron. Ana caminaba hacia las chicas en el almuerzo, y observarlos mientras no decían nada. Las chicas se burlaban de Ana y le pedían a Beatriz que dejara de verla. Beatriz les decía que Ana era un poco rara, y ella era su amiga. Esto no duró por mucho tiempo. Cada día Ana se volvía más extraña. La gente le tenía miedo y había rumores. Finalmente, Beatriz le dijo que no era normal o que no podían continuar a ser amigas. Era la chica nueva, y no quería ser asociada con la "chica rara". Ana se ofendió. —Esto es lo que soy— dijo Ana y se alejó. En los próximos meses, Beatriz veía a Ana un poco. Su vida era buena. Tenía muchos amigos, buenas notas, y era nominada para la presidenta de la clase. Pensaba que nada podría ir mal. Eso era cierto hasta que ella llegó a casa un día y sus padres hablaron con ella. En su sala estaba Ana, riéndose con sus padres. —¿Qué haces aquí?—, dijo Beatriz. Ana tenía una mirada satisfecha en su cara. —Vine a decir hola! Hemos estado muy ocupadas, pero todavía somos mejores amigas por supuesto!— Beatriz se sentió enferma. Ana estaba actuando demasiado normal. —¡Ella nos estaba hablando de la escuela! De sus amigos y de la diversión que ustedes han tenido!—dijo su madre. Beatriz no pudo decirle a su madre por qué ya no eran amigas. Su madre pensaba que estaba siendo cruel. Por suerte, Ana les decía que ella tenía que ir a casa para cenar e irse.
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Ana continuaba en la vida de Beatriz con frecuencia. Beatriz pensaba que veía a Ana por todas partes; en los pasillos, en el supermercado, e incluso en la calle. Ana siempre desaparecía antes de que Beatriz podía hablar con ella. El día de las nominaciones de la clase, Beatriz estaba nerviosa. Sus cosas desaparecieron de su casillero también. Ella sabía que era popular y lo suficientemente inteligente, pero quería practicar su discurso ganador. Abrió su casillero para obtener sus notas y gritó. Había una rata muerta en su mochila rosa que perdió en el verano. El director corrió hacia ella y le preguntó qué había pasado. Ella le explicó y le diho al director que había sido un accidente. Él no le creyó su historia sobre su mochilla. Ella sabía que estaba equivocada y que Ana se la había puesto en su casillero. Más y más cosas malas sucedieron, y ahora ella estaba paranoica. Ella tenía que abandonar la carrera presidencial porque el director pensaba que estaba demasiado estresada. Sus amigos comenzaron a recibir notas horribles en sus mochilas y pensaban que Beatriz las había escrito. Las notas estaban en su escritura con secretos de Beatriz que ni siquiera ella sabía! Beatriz estaba enojada ahora. Ésta era su vida y Ana la había arruinado. Ella hizo un plan. Esta vez, Beatriz esperaba aAna después de la escuela. Ella se disculpó y le dijo que lo sentía por ser mala con Ana. —Tú eres mi mejor amiga y muy inteligente. Puedes ayudarme con algo?— Ana nunca se había mirado más feliz. La próxima semana hicieron un plan. Ana ayudaría a Beatriz a avergonzar al nuevo presidente de la clase estilo de Stephen King. Ana consiguió la sangre del cerdo, pero no dijo de dónde la encontró. Beatriz no le preguntó. Finalmente llegó el día. La nueva presidenta de la clase, María, estaba dando un discurso para toda la clase. Ana estaba encima del escenario con la sangre, a la espera de su señal para soltar la sangre de María. En lugar de la señal, todas las luces del escenario estaban repentinamente en Ana. María corría fuera del escenario y el director ocupaba su lugar. Ana fue expuesto. Beatriz decía a sus padres y los principales oía Ana hablaba sobre del plan, y era asustado para la seguridad de Maria. Creían que ella puesto que Ana su casillero estaba lleno de evidencia, así como las cosas robadas de muchos estudiantes. Ana era expulsada de la escuela y su familia misteriosa se mudaba lejos. Unos meses más tarde todo en la vida de Beatriz volvía a ser normal. Sus amigas le perdonaban y se convertía en la vicepresidenta de la clase. Estaba contenta. Después de un día larga en escuela, Beatriz se iba a casa a relajarse. Ella encontraba una nota en la cocina diciendo
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que sus padres se habrían ido esa noche para una cena. Ella puso una pizza en el horno y fue al sofá. Se sentaba cuando oyó una voz decir. — Hola Beatriz, ¿Me extrañaste?—
Las rocas Darryl Mohr Christian se despertó cuando el rayo de luz pasó por su cara. Sintió la calidez en su mejilla y le recordó de un tiempo más sencillo, de su niñez y los días que él pasó en la playa con su perrito jugando entre las olas. Aún podía oler la sal en el aire y escuchar los gritos de los otros niños nadando a su lado. —Pero ya nada es normal— pensó Christian al sentarse en la esquina de su cama. —Ahora ni puedo ir a la playa sin pensar en las rocas— susurró a sí mismo. Toda su vida cambió cuando cumplió 21 años. Aquel día empezó como cualquier otro. Se levantó y comió un desayuno de arroz con huevos. Ese fue algo muy normal para él. Cada día desde que podía recordar, menos de la navidad, su mamá había preparado este plato para Christian y sus cuatro hermanos. Al crecer en una casa con cinco hombres y sin un papá fue difícil para Christian, más que nada porque él que era el menor de todos. En el día de su cumpleaños en aquel año, su hermano mayor, Duvan, le regaló un paquete grande envuelto en papel periódico. —¿Para mí?— preguntó Christian porque nunca había recibido un regalo de sus hermano desde que Duvan salió del ejército seis años previos. —Claro bobo— dijo Duvan al sentarse a la mesa con Christian. —¡Hoy es tú cumpleaños! ¡Vamos a divertirnos esta noche!— Christian miró al paquete en sus manos. Estuve bien pesado y sonó como vidrio cuando él lo agitó. —¿Me vas a emborrachar esta noche, Duvan?— preguntó Christian a su hermano. Duvan no le contestó, solo sonrió y salió del comedor. Eso fue la última cosa que Christian recordó de aquel día. 58
Cuando Christian se despertó, dos días habían pasado. Estaba acostado en el piso del baño de un Taco Bell. Al levantarse, cayó de nuevo al suelo y vomitó tres veces por causa del dolor en su cabeza. Después de media hora más de dolor y vergüenza ahí en el piso del baño, Christian notó que estaba vestido en ropa que no era la suya. La mayoría de los días, él se vestía en jeans y una chaqueta Nike. Esa mañana, llevó puesto la misma chaqueta, pero con pantalones verdes de MC Hammer. Bien confundido, él comenzó a buscar por su teléfono y billetera. Al meter su mano en los bolsillos, descubrió que no tenía su teléfono ni billetera. En vez de ellos, sus bolsillos estaban llenos de rocas. —¿Qué?— gritó Christian al sacar su mano llena de rocas. En su ira, las tiró al suelo y metió su mano en el otro bolsillo. Salió con más rocas. Él repitió eso diez veces más con más y más rocas saliendo cada vez. Ahora se enojó. Frustrado, Christian se quitó los pantalones. Él estaba determinado a regresar a la casa y confrontar su hermano por dejarle en un baño de Taco Bell. Cuando llegó a su casa. Su mamá le pegó y empezó a regañarle por desaparecer dos días. —¿Cómo me vas a hacer eso? ¡Pensé que estabas muerto!— gritó ella. —¿Dónde está Duvan?— preguntó Christian. —No sé —contestó su madre. —¿Y donde consiguió esos pantalones?— dijo ella. Al mirar, Christian se dio cuenta que tuvo puesto los pantalones verdes de MC Hammer otra vez. —¿Cómo es posible? — dijo Christian a sí mismo. —Me los quité en el baño—. Pero ahí estaban. Temblando, él metió los manos a sus bolsillos otra vez orado a Dios que no hubiera rocas adentro. Christian se desanimó a sentir el frío de las rocas tocar sus dedos.
—No entiendo qué está pasando— dijo Christian al botar mano tras mano de rocas en
el piso de la cocina de su mamá.
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Las rocas eran de todos tamaños. Algunas eran pequeña, como los que se mete en los zapatos. Otras eran más grandes, casi como un pelota de golf. La única cosa que era similar a todas las rocas fue que ellas eran del mismo color, un rojo oscuro que brillaba en la luz directa. Christian fue superado por sus emociones. Cayó al piso otra vez, pero esta vez se quedó llorando y gritando. Sin saber qué hacer, su mamá llamó la policía pensando que su hijo se había vuelto loco. A poco tiempo llegó la policía y llevó Christian a la estación de policía. La policía puso a Christian en un cuarto con un hombre dormido en el piso para esperar que un psicólogo hablara con Christian. Christian no había dejado de llorar en todo el camino a la estación. Entre sus gritos y clamor, Christian siguió lanzando rocas a la pared. Después de cinco minutos de esto, el hombre en la esquina del cuarto se despertó, levantó y se acercó a Christian. Al levantar su mirada a la cara de hombre, Christian se asustó porque la cara del hombre era la más horrible que Christian había visto en toda su vida. Christian notó que el hombre era muy viejo. Sus ojos eran oscuro como noche sin luna y parecía no tener fin. Su cara fue una mezcla de cicatrices cruzando cada pulgada de su cara y dio la impresión que el viejo tenía que luchar toda su vida.
—¿Christian, porque me dejaste esperando?— preguntó el viejo.
—¿Cómo sabe mi nombre? — dijo Christian. En este punto Christian dejaba de llorar pero todavía tenía la mano llena de rocas
levantado arriba de la cabeza en la moción de lanzarlas. —Ahh, veo que no recuerdas el trato que hizo conmigo— dijo el hombre. —¿Trato? ¿Que trato?— gritó Christian poniendo más nervioso que un ratón cruzando la calle. En el momento que dijo las palabras, su mente se inundó de memorias de la noche de sus cumpleaños. Christian recordó viendo el viejo cuando estaba con sus hermanos jugando con un béisbol en la calle esperando que empezara la película. El viejo estaba vendiendo bolas pesadas llenas con algo duro y frío. Christian se acercó y preguntó que estaba en las bolsas.
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—Son rocas— dijo el viejo. Con riza, Christian agarró una bolsa y regresó a sus
hermanos riendo que él había robado un viejo loco de sus rocas. —Devuelveme las rocas joven— dijo el viejo —o voy a hacer su vida una pesadilla—. Christian solo respondió con riza. Ahora sabía cómo llegó a estar en el piso de una estación de policía llorando con pantalones de MC Hammer llenos de rocas. Todo fue porque el le robo a un brujo. —Así será tu vida joven— dijo el viejo al acostarse de nuevo en el piso. Desde aquel día hasta ahora, Christian no podía quitarse los pantalones por más de ocho minutos. Los bolsillos siempre estaban llenos de rocas. Su vida se había vuelto un chiste. 61
Una noche en el bosque Aidan Read
Cinco amigos estaban visitando el campamento en las montañas para celebrar Halloween el fin de semana. Los amigos se llamaban Maggi, Miguel, Katie, Adam y Ben. Fue la primera vez que Maggi y Katie acamparon en las montañas y se sentían incómodas. Adam, Ben y Miguel acampaban todo el tiempo. Cuando llegaron, establecieron el campamento por la noche y nadaron en el río cercano. Se pusieron al sol y disfrutaron del día. Cuando se puso oscuro, cocinaron la cena y encendieron un fuego. Después de comer, Ben tuve que irse. Se sentaron alrededor de la fogata y comenzaron a contar cuentos de fantasmas. Lo que no sabían era que estaban a punto de experimentar su propia cuento de fantasma... Todos los amigos se sentaron alrededor de la fogata y no pudieron ver bien. En el bosque, oyeron ruidos fuertes. No eran lo suficientemente fuertes como para ser de un animal grande. El ruido sonó como una persona. Miguel se levantó y miró al bosque. Miguel gritó —¿¡Hay alguien allí!?— No hubo una respuesta. Miguel se sentó cuando de repente lo oyeron de nuevo, pero esta vez estaba más cerca. Miguel gritó —¡¿Hola?! ¡¿Quién eres?!— No hubo respuesta. Miguel fue a su camioneta y agarró dos bates de béisbol y le dio uno a Adam. Habló, —Voy al bosque para ver qué o quién está ahí— Miguel desapareció en el bosque. Estaba muy tranquilo. Maggi le preguntó, —¿piensas que es un oso? ¿O una persona?— Ella estaba muy asustada y no sabía qué hacer. De repente, escucharon un ruido fuerte, era un bate de béisbol golpeando algo sólido. —¿Miguel?— gritaron. No hubo respuesta. Miguel apareció detrás de ellos, asustándolos. 62
—¿¡Qué pasó!?— Miguel explicó, —Olvidé mi linterna así que estaba muy oscuro. No escuché nada. Tropecé en un rama y grité. Mi bate de béisbol golpeó un árbol y no pude encontrarlo— Katie preguntó —¿Has visto a alguien?— Respondió, —No. No he visto nada— Inestable, se sentaron de nuevo. Después de veinte minutos, Adam anunció que tenía que ir al baño. Los amigos miraron a Adam con incredulidad. —¿Vas a salir?— Katie preguntó. —¿Qué? No hay nada. Tomaré una linterna y un bate de béisbol. Estará bien. Volvería en dos minutos— respondió Adam. Caminó por el bosque. Después de que cinco minutos pasaran, comenzaron a preocuparse de Adam. —¿Adam?— gritaron. No hubo respuesta. Miguel habló —Voy a tras él— Las chicas miraron fijamente. —¿Nos estás dejando?— —Si, pero vuelvo enseguida— Entró en el bosque. Las chicas tenían miedo. No sabían qué hacer. Esperaron veinte minutos, y luego tomaron un decisión a esconder en su tienda de campaña. Entraron y lo encerraron. —Nos necesitamos llamar la policía— Katie habló. —Mi teléfono está muerto, ¿puedes llamar?— Maggi recogió su teléfono, pero no tenía servicio telefónico. —¡Estamos atrapados!— Maggi gritó. Miraron a su alrededor desesperadamente, tratando de pensar un salida. —¡Mis llaves!— Katie encontró en su bolso —Pero dejaremos sin Ben y Miguel ¿Por qué?— —No sabemos dónde están! Además de, incluso si nada está mal tienen su propio coche. Sólo vamos a conducir hasta que tengamos servicio telefónico— Maggi de mala gana de acuerdo. Apagaron sus linternas, descomprimió la tienda, y cuidadosamente miraron hacia fuera. No vieron nada, y corrieron a su coche lo más rápido posible. Se metieron en el coche en silencio. Lo única que podían oír eran cigarras y el viento susurrando los árboles. Kate intentó comenzar el coche pero no se enciende. Ambos estaban aterrorizados. —¿¡Qué hacemos?!— Kate gritó en la frustración. De repente, Maggi vio algo moverse. —¿Viste que? Algo acaba de pasar por el fuego— dijo. 63
—No lo vi. Probablemente fue tu imaginación—. Maggi no estaba convencido. —Tenemos dos opciones. Podemos buscar por los hombres o podemos buscar por ayuda. Pero de cualquier manera, necesitamos dejar el coche— Katie dijo. —Vamos a empezar a caminar— Maggi respondió. Decidieron tratar de encontrar a los chicos y luego buscar ayuda si no podían encontrarlos después de diez minutos. Con la decisión tomada, entraron en el bosque, aterrorizados de lo que había por ahí. —¡Adam! ¡Miguel!— gritaron una y otra vez. No hubo respuesta. —¿Deberíamos volver?— preguntó Maggi. —Sí. Vamos a ver si podemos obtener el servicio telefónico— —¿En qué dirección está el coche?— —Está al norte— ella gritó. —No, está al oeste— No podían estar de acuerdo. Después de luchar durante cinco minutos, se fueron al norte. Caminaron por diez minutos y se dieron cuenta de que habían ido por el camino equivocado. De repente, escucharon un estruendo. Se volaron hacia él rápidamente. —¿Adam? ¿Miguel?— Caminaron a donde pensaban que lo habían oído. Ahí fue cuando lo encontraron: el bate de béisbol que Miguel había perdido antes. Excepto que ahora parecía que había sangre en él. —¡Dios mío!— Por muy asustados que estuvieran, sabían que debían estar cerca del coche. Maggi pensó que podía ver el fuego a través de los árboles. Movieron al fuego, con la esperanza de que sus amigos podrían haber vuelto y qué todo estaría bien. Surgieron de los bosques y estaba Ben, tocando la guitarra como si todo estuviera bien. No entendían de dónde había venido desde que se había ido a casa hace horas. —¿Ben? ¿Qué haces aquí? Pensamos que te fuiste— estaba a punto de responder, cuando los amigos escucharon dos fuertes ruidos. Todos se vieron. Sonaba cómo un oso o algo similar. Los ruidos continuaron, cada vez más cerca. —Ben, necesitamos dejarte ahora mismo. Mi coche no funciona; necesitamos usar tu camión. Te explicaremos todo pero tenemos que irnos—. Se metieron en el camión a medida que los ruidos se acercaron aún más. 64
—¡Maneje! ¡Maneje!— Kate gritó. En ese momento, Miguel apareció desde el asiento trasero y habló —Boo— Las chicas gritaron más fuerte de lo que habían gritado antes. Miguel comenzó a reírse en cuanto Adam salió del bosque, sosteniendo el bate de béisbol que había estado usando para hacer los ruidos fuertes. Kate se dio la vuelta y comenzó a golpear a Miguel. —¿¡Qué diablos!?— gritó furiosamente. —¡Lo siento! ¡Lo siento!— Todos los hombres reían. Los hombres explicaron que habían creado el plan una semana antes. No pudieron resistirse a asustarlos. Las chicas estaban furiosas y querían irse. Los hombres las convencieron de que se quedaran.
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La criatura Michelle Schulz Todos creían que Amelia estaba loca, pero ella conocía lo que vio. Su hermana no era la misma persona con quien había crecido. Emma estaba comportándose de manera extraña desde que la vez que fueron a las montañas por unos días. Cuando regresaron a su casa, Emma parecía que nunca había estado allí. Caminó en un clóset cuando había buscado por el baño y llevó su maleta arriba cuando su cuarto estaba en el primer piso. ¡En su propia casa! También, la otra noche Amelia habría jurado que había visto a Emma comer un paquete de carne cruda y recientemente su sonrisa era demasiado grande en su cara. No quería decirlo pero su hermana empezaba a asustarla. Amelia recordó el viaje, pero no tenía importancia. El viaje fue bueno hasta que encontraron un lugar donde las rocas caían y formaban una barricada en la autopista de la montaña. Estuvieron sólo treinta minutos del campamento pero en ese momento necesitaron ir a otra ruta. Cuando llegaron finalmente, el sol se había puesto y el cielo estaba oscuro. Era un espacio que estaba rodeada de árboles. El lugar se sentía aislado pero sólo estaban cinco millas de la carretera. Ellas montaron rápidamente sus tiendas de campaña y crearon un fuego. Después de la cena, las hermanas se fueron a dormir. Cerca de la medianoche, la hermana menor, Amelia, se despertó. Se oyó pisados en el otro lado de la carpa. Ella estaba sentada completamente inmóvil y escuchaba. No supo cuánto tiempo estuvo sentada allí pero eventualmente se quedó dormida. Cuando Amelia despertó otra vez era ya de mañana. Su hermana puso su cabeza en la puerta de su carpa y dijo —¡despierta dormilona! Tenemos la mañana para nosotras. ¿Qué quieres hacer?—. Decidieron hacer desayuno e ir a explorar el bosque. En el bosque las hermanas caminaron por un camino por casi veinte minutos donde Emma se dio cuenta de algo que circulaba en las sombras de los árboles. Primero creyó que lo estaba imaginando pero el movimiento continuó al lado de ellas. Pensó que la seguían entre la cobertura del bosque. Después de un rato le dijo a su hermana quien buscaba por todos lados antes de volver muy pálida,—probablemente es un animal—, dijo Amelia. El movimiento había terminado pero las chicas decidieron que deberían regresar al campamento. Como el día pasó, las hermanas olvidaron lo que había pasado en el bosque. Almorzaron delante del fuego. Las hermanas se cambiaron en sus trajes de baño y fueron al río que es una distancia corta de sus campamento. Antes de lo supieron era tiempo por cena. Cuando regresaron a su campo una de las carpas estaba abierto y las ropas de Emma habían estado disperso por todo el suelo. 66
—¡Ay! Seguramente un animal, ¿tenías comida en su maleta?— preguntó Amelia. Emma caminó a su campa y recogió un envoltorio de una barra de granola. —¡Dios! ¡Me los olvidé! ¡Y la cremallera está rota también! ¡Eso apesta!— —b ueno ...necesitamos limpiar, venga— Dijo Amelia. Después de recogieron todo de las cosas que pudieron encontrar, comieron la cena y se sentaban en las piedras circundante el fuego y hablaron sobre cosas diferentes por horas hasta que no se mantuvieron despierto nada más. Ellas dijeron buenas noches y fueron a sus camas. ~ Emma corría entre el bosque para escapar de la criatura de oscuro. Las ramas arañaron su brazos y hicieron brotar sangre. Ella tropezó por una piedra y se cayó. Emma despertó antes de se chocó la tierra. Estuvo sólo una pesadilla. Se sentaba con confusión, las paredes de su carpa desaparecieron y altas paredes de rocas estaban alrededor de ella. Vio la luna lejos sobre su cabeza. Emma no entendía qué había pasado. —¿Donde estoy?— se preguntó. Se levantó y tocó uno de las paredes con una mano temblorosa. La pared estaba mojada. Emma caminaba al lado de la pared con su mano la tocaba. Fue en un círculo. El espacio tenía poco más de doce pies de ancho y diez pies de longitud. Estaba más de veinte pies bajo la tierra. Sentía como estuviera en una tumba grande. —¡¿Hola!?— gritaba —¡Alguien! Por favor, ¿puedas oírme?— —¡¿Amelia!?— Había esforzado escalar las paredes hasta que sus dedos sangraron. No podía subir más de un pie antes de se resbalará. No existió ni una remota posibilidad de escapara solo. La luz de la luna desapareció, reemplazó por la luz de la mañana. Una figura apareció en el agujero sobre su cabeza. Emma empezó a hablar pero cuando vio la cara de la forma, el solo sonido que pudo hacer estaba un grito. Tenía un dolor de su garganta por sus gritos pero no podía pararlo. La criatura que la miraba no tenía una boca o ojos. Su cara era pálido como un hoja de papel y donde sus ojos y boca deberían ser, hay solo enorme rotos oscuros. Emma se acobardó en la esquina y escondió su cara. —No lo es real. No lo es real.— ella repetía como una mantra. —¿Que no es real?— oyó una voz en su oreja. Emma gritó y sentía una mano en su pelo. Se la pegó con sus puños, pero la criatura estaba fuerte y arrastró Emma al centro del cuarto. Algo cubrió su cara y lo sentía como quemadura. Perdió el conocimiento por el dolor. Emma despertó un poco tiempo después en desconcierto. La quemadura en su cara duele tanto su cabeza que no podría moder. Se echó en su espalda y parpadea sus ojos para eliminar las lágrimas. Miró una cara y por una segunda había creído que esté pesadilla hubo 67
terminado. Pero con una mirada más cercana, vio su propia cara y creyó que en este momento se perdió su razón. Pero ella vio más claro y si! Estaba una persona que se veía la misma de ella. —¿Como…?... ¿Quien eres tu?— Emma susurró. —¿Quien es yo?— respondió el ente con la voz de Emma. —Yo soy tú— Y Emma miró, no podía mudar, como la criatura que no era Emma ascendió las paredes imposibles y salió. ~ Amelia despertó otra vez al sonido de pasillos. Dejó su carpa y vio su hermana salió el bosque. — Buenos días Emma, ¿que hacías en el bosque?— preguntó Amelia —¡Hola! Necesite ir al baño, perdón si te despierte— responde la criatura, —¿Listo a empacar y salir?— Amelia asintió y ellos empezaron a empacar sus cosas en el carro. El fin.
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La maldita misión Noah Simpson Había una vez, una misión perdida en el espacio. La tripulación del barco se estaba quedando sin suministros. Hubieron perdido completamente la comunicación con el control de su misión. Las luces misteriosas habían aparecido alrededor del barco y la tripulación empezó a escuchar ruidos y pesadillas cuando durmieron. El año era 2173, una misión espacial de las Naciones Unidas se perdió en la oscuridad del espacio exterior. El objetivo de la misión era ir a mundos distantes fuera de nuestro sistema solar y proporcionar informes sobre el estado de los planetas. El objetivo era encontrar lugares adecuados para establecer colonias humanas. La tripulación tenía instrumentos que podían detectar los niveles de oxígeno en las atmósferas. Además, era importante tener en cuenta los niveles de vegetación y la posible fauna peligrosa. Tenían en cuenta sus objetivos, la tripulación llegó cerca de un gran planeta terrestre en la zona habitable de su estrella, el planeta también tenía dos grandes lunas. La nave se movió a la atmósfera del planeta y la tripulación notó que la concentración de gases era alta en nitrógeno y oxígeno como en la Tierra. La nave voló a la superficie del planeta para encontrar un lugar para aterrizar y explorar más. El barco voló por un tiempo y encontró una buena ubicación en la costa, cerca de una selva. Este lugar era rico en recursos, y las selvas son un gran lugar para estudiar lo que el planeta tiene para ofrecer en forma de biodiversidad. Si iban a colonizar este planeta, comenzaría aquí. La tripulación dejó sus asientos, se puso sus trajes de protección y fue a explorar el entorno circundante. Descubrieron que el agua era segura para beber y que había muchas frutas diferentes que crecían en los árboles. El suelo era exuberante y resistente, por lo que comenzaron a instalar su refugio y equipo. El sol estaba bajando, así que tan pronto como el equipo de comunicación estuviera listo, enviaría un mensaje a casa y luego se irían a dormir. La tripulación envió un comunicado al control de la misión de las Naciones Unidas, declarando su descubrimiento de un candidato principal para la colonización y que los refuerzos deberían enviarse lo antes posible. La mitad de la tripulación decidió dormir en el barco esa noche y la otra mitad durmió en el refugio tipo carpa que habían dejado. Durante la noche, la tripulación escuchó sonidos extraños provenientes de la selva. Era difícil dormir porque estaban en un ambiente desconocido. Por la mañana, la tripulación se despertó de su primera noche en este extraño y nuevo planeta. La tripulación preparó el desayuno y discutió la noche. La tripulación se alarmó cuando descubrieron que la gente dentro del barco dormía bien. Las personas que dormían en el refugio fuera del barco se despertaron con extrañas marcas en la piel y se sintieron desorientados. La tripulación del 69
barco consultó su estación de primeros auxilios automatizada para descubrir cómo diagnosticar estos síntomas extraños. Ellos anotaron la extraña noche y los acontecimientos. La tripulación decidió pasar el día explorando el territorio circundante. Ellos probaron y catalogaron muchas de las frutas que encontraron en la selva cercana. La tripulación dudó en comer la fruta que estaban recolectando, y decidieron no hacerlo. Después de anotar sus texturas y otras propiedades, se secaron por congelación las diversas frutas, luego la tripulación las colocó en cajas de metal en la bodega de carga del barco. Mientras estaban caminando, notaron que muchos animales en las copas de los árboles miraban y vigilaban a los intrusos en su tierra. La tripulación ya tenía dudas sobre este planeta después de las revelaciones que ocurrieron en la mañana. La tripulación recordó su misión de encontrar un lugar adecuado para la futura colonización humana. La tripulación sabía que habían estado ocurriendo cosas extrañas desde que llegaron, decidieron continuar con su trabajo. Después de un día largo explorando el área cercano y catalogando algunas especies de plantas, la tripulación decidió regresar al campamento y discutir su progreso. El sol se estaba poniendo, así que decidieron preparar algunas de sus raciones alimenticias para la cena. La tripulación decidió separarse nuevamente. La mitad dormía afuera en el campamento, y la otra mitad dormía en el barco. Era una noche extraña otra vez, los animales que los observaban en los árboles durante el día bajaban al suelo. Hubo fuertes chillidos y el campamento estaba siendo golpeado con fruta. La tripulación estaba aterrorizada y rápidamente corrió hacia la nave y selló todas las entradas posibles. Despertaron a la tripulación que dormía en el barco. Todos se reunieron alrededor de la ventana y vieron cómo el campamento fue destrozado por estos animales agresivos. La tripulación tomó fotos y documentó la situación. Comenzaron a repensar la habitabilidad del área para una posible colonia de colonos humanos. Después de observar y documentar el incidente, la tripulación decidió ir a la armería del barco para obtener algunas armas para lidiar con los animales. La tripulación se vistió con máscaras de gas y equipo de protección y agarró algunas armas. Se reunieron en la entrada de la bahía de carga y se prepararon para abrir las puertas. La tripulación se detuvo cuando las puertas se abrieron lentamente y arrojaron algo de gas granada afuera. Los animales se dispersaron con enojo, la tripulación descubrió que el campamento había sido destrozado, la mayoría del equipo que dejaron afuera era insalvable. La tripulación decidió empacar sus cosas y abandonar el planeta. Regresarán a la Tierra para presentar sus hallazgos al panel de las Naciones Unidas. Se fueron en la mañana de su tercer día en el planeta. Habían escapado con algunas notas y varias muestras de especies de plantas. Iba a ser un largo viaje de regreso, así que fueron a sus cápsulas de sueño criogénico. Había un mecanismo en la nave que se descongeló y despertaba al ingeniero y al capitán en caso de que alguno de los sistemas vitales de la nave sufriera de daños críticos. La tripulación informó a su control de la misión que iban a regresar, luego se hizo frío. 70
El hombre de dialectos Zachary Turman —Cállate y sígueme—, dijo Antonio. Antonio lideró a un hombre entre los pasillos de
su barco. Pues, no es su barco, pero él trabaja en el barco, en un crucero que se llama La Mariposa del Mar. —Tráelo aquí—. Antonio dirigió al hombre hacia un cuarto pequeño abajo del crucero. Ellos fueron adentro del cuarto, cerraron la puerta y permanecieron callados mientras que los otros trabajadores del crucero caminaban afuera. —Antonio, yo no entiendo como tú haces esta actividad. Estás rodeado de familias y tu compañía—, dijo Enrique. El hombre era lo más cercano a un amigo, pero era también un mensajero para las actividades secretas de Antonio. —Yo sé Enrique... tengo un conflicto interno. Yo necesito ganar dinero, pero es muy difícil con mis antecedentes. Yo huí de mi hogar cuando tenía diez años, entonces, nunca recibí una educación, pues nadie me contrata. Aquí estoy, soy un hombre de veinte años, sin educación, sin una familia, y he quemado todos los puentes que he cruzado. No tengo otras opciones, Enrique, ésta es la vida para mí—, dijo Antonio. —No Antonio, hay otras opciones. Puedes parar en cualquier momento..,— dijo Enrique. —Pero yo no puedo. La Banda de Acentos me atrapará. Estoy metido demasiado profundo—. Antonio comenzó a abrirse. —¿Sabes la historia de Juanito? Juanito se escapó del cartel el mes pasado. Creo que él está bien. Ellos no le están persiguiendo—, dijo Enrique. —Sí, pero no sé. Es una decisión muy difícil. Es muy peligroso. Quiero salir de esta posición, pero no sé adónde ir. No tengo a nadie, no hay un lugar para mí—, dijo Antonio. —Antonio, ésta es una situación mala. Hay muchas familias y niños que están en este crucero. ¿Qué pasará si las drogas entran en las manos equivocadas? ¡Piensa en los niños Antonio!— Este fue el debate. Antonio se sentía atrapado. Pues, la noche continuó. Antonio fue a conocer a un hombre en Caracas, Venezuela, donde el crucero embarcó. Este hombre le vendió diez libras de cocaína para vender a la gente en las puertas en el horario de La Mariposa del Mar. Antonio volvió al barco rápidamente, porque, como un empleado de La Mariposa del Mar, él tenía la responsabilidad de trabajar en la cocina. Eran las 4:36 de la mañana , y su tiempo de trabajar empezaba a las 4:30. Él llegó tarde. —Antonio, espero que tengas una buena excusa—, dijo Ramiro, su jefe.
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—Lo
siento Ramiro, no pasará otra vez—. Antonio estaba triste. Él no quería decepcionar a las personas en su vida. Su vida era una aventura loca, llena de peligro y miseria. —Vamos equipo, encontraremos al hombre que dio las drogas a los estudiantes en el colegio—, dijo un hombre bajo con una energía única que llenaba la atmósfera en el cuarto en el edificio de Investigación Oficial de Panamá, Panamá. Este hombre, el detective Sergio, quería luchar contra el crimen en Latinoamérica. El caso nuevo para Sergio y su equipo era un caso sobre las drogas en los países diferentes de Latinoamérica. Sergio y su equipo sabían sobre La Banda de Acentos, y el poder que ellos tenían en el tráfico de las drogas. También, ellos sabían que La Banda de Acentos usaba personas vulnerables para vender sustancias ilegales. El equipo amplió su lista de sospechosos para incluir un hombre misterioso. Este hombre tenía un alias conocido como ‘El Hombre de Dialectos’, porque él viajaba mucho. El equipo de Sergio rastreó el nombre ‘El Hombre de Dialectos’ en varias ciudades costeras. Tal vez, este hombre misterioso viajaba en barco. — Vale, equipo. Nosotros necesitamos ojos y oídos en todas las ciudades costeras. Si oyen el nombre ‘El Hombre de Dialectos’ necesitan comunicarse conmigo. Recuerden que este hombre aparecerá ser una persona local, pero esto es porque él es un maestro de acentos y varios dialectos. Tengan cuidado—, dijo Sergio. La Mariposa del Mar fue puerto a puerto entre Venezuela y la República Dominicana. Ésta era la costumbre de este crucero, y también la costumbre de Antonio con su negocio secundario. Antonio recibía las drogas en Caracas, y viajaba a las ciudades costeras como Puerto Cabello, Punto Fijo, Maracaibo, y entonces arriba a Santo Domingo, San Juan, Islas Virgenes, y finalmente en Puerto España, Trinidad y Tobago. Era duro trabajar en un crucero, pero también era buen negocio. Para Antonio, fue peligroso vender a los turistas, el crucero fue solamente un buque para llevar las drogas. Una día, cuando el equipo de cocina estaba lavando los platos, Ramiro dijo:—¡Antonio! Creo que te vi la noche pasada en Santo Domingo. ¿Fuiste tú?— —Sí Ramiro, fui a Santo Domingo la noche pasada—, dijo Antonio. —¿Por qué fuiste sólo? ¿Porque no pasaste tiempo con el equipo de la cocina? Todos nosotros te vimos la noche pasada—, dijo Ramiro. —A veces, necesito tiempo a solas. Me gusta caminar solo en las ciudades de noche—, dijo Antonio. En verdad, Antonio quería estar con el equipo, pero necesitaba vender las drogas de cocaína. Era un trabajo con un horario duro. En realidad, el negocio de las drogas iba muy lento, y Antonio necesitaba vender algunas antes del viaje a Las Islas Vírgenes. En Las Islas Vírgenes, existen leyes estrictas porque las islas son para turismo, e islas pequeñas son fáciles para controlar. Antonio sentía la presión para vender. 72
En La Ciudad de Panamá, Panamá, Sergio estaba ocupado. Algunas noticias llegaron sobre ‘El Hombre de Dialectos’. La noticia llegó de la policía en Santo Domingo. En la noche pasada, había un hombre llamado ‘El Hombre de Dialectos’ que vendía a algunos grupos, pero uno de los grupos eran policia encubierta. Inmediatamente, Sergio empezó a buscar para los archivos de barcos viajando entre Venezuela y Santo Domingo. El tráfico de drogas es más común en los barcos que el avión. ¡Sergio estaba emocionado! Esta noticia fue la primera noticia en algunos meses. Él se sentía muy cerca. Fue el tercer día en el mar entre Las Islas Vírgenes. Antonio estaba frustrado porque no existían oportunidades para vender y ganar dinero entre Las Islas Vírgenes. Antonio sintió la necesidad de vender cocaína en el crucero. Después de pensarlo por cuatro días, Antonio decidió hacerlo. Él sintió la presión. Entonces, el próximo día, Antonio vendió cocaína a dos grupos en el crucero. Uno de los grupos fue en el equipo de cocina, el otro fue una familia de pasajeros. Fue un movimiento arriesgado. Sergio estaba extático. ¡Más noticias! Este tiempo, no noticias sobre ‘El Hombre de Dialectos’, pero algunas noticias llegaron sobre cocaína en un crucero. Este crucero, La Mariposa del Mar acababa de salir de Santo Domingo hace veintidós días. Esta situación podría ser cualquier cosa: Las drogas pueden estar en cualquier país, y tal vez, no hay relación con ‘El Hombre de Dialectos’. Por dos días, Sergio estudió la costumbre de las drogas y ‘El Hombre de Dialectos’. Finalmente, ¡Sergio descubrió lo que buscaba! El modelo de La Mariposa del Mar era el mismo como el modelo y pauta de las drogas. ¡Había una conexión! —Equipo, La Mariposa del Mar es la llave de este caso. Viajó en los mismos lugares como el modelo de las drogas de ‘El Hombre de Dialectos’, y en el mes pasado, la misma cocaína existió. Yo iré a Las Islas Vírgenes mañana entonces estaré más cerca al problema, y el hombre misterioso. ¡Este día es un día importante, nosotros estamos muy cercanos!— dijo Sergio. Entonces, Sergio fue a St. John, una ciudad en Antigua y Barbuda, antes de la llegada de La Mariposa del Mar. En la mañana su objetivo fue conocer al capitán, para hacer preguntas. La mañana vino, y Sergio conoció al capitán, llamado Timothy, pero todos lo llamaba Capitán Tim. Sergio le preguntó sobre la actividad de drogas en el crucero, pero él no sabía nada . Sergio no se rindió. Sergio salió de la oficina del capitán y fue al puerto , donde los pasajeros y personal estaban saliendo por la ciudad. Aquí, Sergio esperó y miró a las personas. De la nada, un hombre vino a Sergio y le preguntó: — Hola tío, ¿eres de aquí? ¿Dónde está el mercado?—dijo el hombre. Este hombre era del crucero, y probablemente un miembro de la tripulación. Sergio contestó: — Lo siento, no soy de aquí, soy de Panamá—. El hombre empezó a irse, pero Sergio tuvo una idea de preguntarle sobre las drogas. 73
—Hola, ¡señor!— El hombre volteó.—¿Puedo preguntarte algunas preguntas sobre este
crucero?— —Sí. ¿Cómo te llamas?— dijo el hombre. —Sergio. ¿Y tú?— —Antonio—. —Entonces, gracias por su tiempo Antonio. ¿Has notado algunas actividades sospechosas sobre drogas y cocaína?—dijo Sergio. —¿Para quién trabajas?— dijo Antonio. Él empezó a entrar en pánico. ¿Quién es este hombre? ¿Qué es lo que quiere? —Trabajo para la Investigación oficial de Panamá. Pues, ¿has notado actividades de drogas?— Sergio preguntó otra vez. Antonio sintió su vida destellar antes sus ojos. El tiempo era ahora. El tiempo era ahora para salir de esta trampa. Entonces, Antonio respondió: — Pues, Sergio... Creo que yo puedo ayudarte si tú me ayudas a mí...—
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El fin
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