CON SABOR A HISTORIA
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La medicina: de la magia a la ciencia
n la sociedad primitiva se elaboró la primera interpretación de la enfermedad y con ella nació la medicina y la figura social del médico. La enfermedad fue sentida por el hombre primitivo como manifestación de los poderes hostiles, que su mente animista le hacía creer que anidaban en los diversos fenómenos de la vida natural. En Mesopotamia y Egipto tuvo origen la segunda concepción del enfermar humano, atribuyéndosele el carácter de castigo a transgresiones o incumplimiento de la ley moral; la enfermedad sería, por su motivación, resultado de una impureza moral. En Egipto a esa explicación religiosa, que aún perdura, se sobrepuso la percepción naturalista de concretos afectos morbosos basados en la observación de la realidad, en un radical empirismo. La doctrina científica de la enfermedad, creación griega, expone una teoría de la salud y la enfermedad considerándolas, respectivamente, como estados de armonía y desarmonía del organismo. Esta doctrina fue enriquecida por los médicos griegos y el fruto de tal reelaboración aparece en varios de los libros del Corpus Hippocraticus que niega la causalidad divina de la enfermedad, pues la considera siempre ocasionada por motivos naturales. Seis centurias después, esta teoría fue reafirmada por Galeno de Pérgamo, que, inspirado en Aristóteles, reactualizo el criterio hipocrático y así se mantuvo
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