LAS INTERFASES Son lugares en donde confluyen diferentes sistemas: el suelo y el litoral. Son lugares de gran biodiversidad y elevada producción. EL SUELO Es la capa superficial de la corteza continental producto de la meteorización de las rocas y de la acción de los seres vivos. Es una mezcla formada por materia mineral, materia orgánica, aire y agua. Es un recurso no renovable porque se forma a un ritmo muy lento: un suelo maduro puede tardar entre 2000 y 20000 años en formarse. IMPORTANCIA DEL SUELO: es el medio de soporte para las plantas que permite su crecimiento; es el hábitat de muchas especies animales y de microorganismos; constituye un sistema de reciclaje de la naturaleza pues en él se produce la descomposición de la materia orgánica; es una fuente de recursos (alimentos, minería); constituye un soporte para la construcción de edificios e infraestructuras. COMPOSICIÓN DEL SUELO Materia inorgánica: agua que contiene en disolución sales minerales solubles que son los nutrientes para los vegetales. Materia orgánica: formada por organismos vivos como insectos, bacterias, hongos y raíces de vegetales y por materia orgánica parcialmente descompuesta que constituye el humus responsable de la productividad del suelo. Gases: aire que, junto con el agua, ocupa los espacios porosos y sostiene la vida en el suelo. FORMACIÓN DEL SUELO (EDAFOGÉNESIS) La formación del suelo comienza con una meteorización de la roca madre: la meteorización mecánica (agua, viento, temperatura) disgrega la roca madre; la meteorización química es responsable de las transformaciones químicas de unos compuestos en otros. La meteorización química se ve favorecida por el agua, las temperaturas cálidas y por los ácidos liberados por los microorganismos descomponedores. Además los animales excavadores también favorecen la edafogénesis pues desplazan materiales a la superficie que quedan expuestos a la meteorización. Como consecuencia de la meteorización se forma una capa de fragmentos de roca llamada regolito. En el regolito se instalan organismos como bacterias, líquenes y musgos que intensifican la alteración del regolito y aportan materia orgánica mediante sus restos. Poco a poco, el suelo está cada vez más desarrollado y mientras esto ocurre va siendo colonizado por especies vegetales de mayor porte y por animales diversos.