RELACION DE LOS MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL Y LA CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL ICIFUENTES

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UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE FACULTAD DE CIENCIAS FORENSES E INVESTIGACIÓN CRIMINAL EXTENSIÓN ANTONIO BERISTAIN MAGISTER SCIENTIAE EN INVESTIGACIÓN CRIMINAL

RELACION DE LOS MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL Y LA CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL

MARIA ISABEL CIFUENTES SOBERANIS Guatemala, enero de 2019


UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE FACULTAD DE CIENCIAS FORENSES E INVESTIGACIÓN CRIMINAL EXTENSIÓN ANTONIO BERISTAIN MAGISTER SCIENTIAE EN INVESTIGACIÓN CRIMINAL

RELACION DE LOS MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL Y LA CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL

Elaborado por: MARIA ISABEL CIFUENTES SOBERANIS Al conferírsele el título de MAGISTER SCIENTIAE EN INVESTIGACIÓN CRIMINAL En el grado académico de Magister Guatemala, enero de 2019


HONORABLES AUTORIDADES

Cumpliendo con los preceptos que establecen los normativos y reglamentos de la Universidad de Occidente, presento a su consideración el Proyecto de Carrera titulado:

RELACION DE LOS MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL Y LA CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL

Tema que fuera asignado por la Facultad de Ciencias Forenses e Investigación Criminal en el año 2018, previo a optar al título profesional de Magister Scientiae en Investigación Criminal, en el grado académico de Magister.

f.__________________________ MARIA ISABEL CIFUENTES SOBERANIS

I


II


AUTORIDADES DE UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE DEL CAMPUS CENTRAL

Rector

Dr. Ottavio Benfatto Buggin

Secretario

Lic. Oscar Armando Echeverría Azurdia

Tesorero

Ing. Emilio Conde Goicolea

Vocal I

Ing. Jorge Pac Sum

Vocal II

Licda. Betty Lobos Bollat

Vocal III

Krishna Van Den Brule

Vocal IV

Dr. Walter Francisco Antonio Hillermann B.

Vocal V

Ing. José Carlos Pomés

III


AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE CIENCIAS FORENSES E INVESTIGACIÓN CRIMINAL

Decana

Dra. Liceth Patricia Jiménez Montenegro

Director Administrativo

Dr. José Adolfo Reyes Calderón

TRIBUNAL QUE PRACTICÓ EL EXAMEN DE TESIS

Presidente Secretario Vocal

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Guatemala, 30 de enero del 2019

Dra. Liceth Patricia Jiménez Montenegro Decana Facultad de Ciencias Forenses e Investigación Criminal Presente Respetable Doctora Jiménez: Por medio de la presente, me dirijo a usted con el objeto de hacer de su conocimiento que se ha procedido a la revisión del Proyecto de Carrera, para optar al grado académico de Magister Scientiae en Investigación Criminal del estudiante: MARIA ISABEL CIFUENTES SOBERANIS Conforme la revisión del trabajo de investigación y la asesoría desarrollada, se considera que la estudiante María Isabel Cifuentes Soberanis, cumple con los requisitos formales que establece la Universidad, para dictaminar la aprobación del proyecto de carrera cuyo título se describe a continuación:

RELACION DE LOS MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL Y LA CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL

Por lo anterior se recomienda continuar con el proceso y trámites generales de graduación de la estudiante en mención, según se estime conveniente. Sin otro particular me suscribo de usted.

Mgtr. Saida Contreras Asesora de Proyecto de Carrera V


UNIVERSIDAD

DE

OCIDENTE

EXTENSIÓN

ANTONIO

BERISTAIN

DE

GUATEMALA, FACULTAD DE CIENCIAS FORENSES E INVESTIGACIÓN CRIMINAL, Guatemala Ciudad, enero de 2019

En virtud de que la Tesis con el tema:

RELACION DE LOS MENORES EN

CONFLICTO CON LA LEY PENAL Y LA CRIMINOLOGÍA AMBIENTAL

Presentado por la estudiante: María Isabel Cifuentes Soberanis

Previo a optar al grado Académico de Magister Scientiae en Investigación Criminal, en el grado académico de Magister, cumple con los requisitos Técnicos y de Contenido establecidos por la Universidad, se extiende el presente dictamen favorable, para que continúe con el proceso correspondiente.

Lcda. Claudia Julissa Melgar Castañeda Revisora de Proyecto de Carrera

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DICTAMEN FAVORABLE DE IMPRESIÓN

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DEDICATORIA A Dios Padre. Por quien todo fue hecho.

A mi hijo. Sebastian Rafael Cordon Cifuentes, porque todo lo he hecho pensando en ti, siempre en ti.

A mi Madre. Ingeniera Agrónoma Teresa Soberanis, el ejemplo arrastra más que las palabras madre mía.

A mis hermanos. Por todo su cariño, paciencia y amor. Porque la vida nos ha separado y vivimos en países distintos pero nuestra raíz sigue siendo la misma, nuestra madre.

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AGRADECIMIENTOS

A la vida misma, por poner personas cuyas mentes tienen tanto que dar y enseñar.

Al Doctor José Adolfo Reyes Calderón quien ha sido un incansable formador e intelectual, comprometido con la ciencia y el conocimiento.

A la Doctora Liceth Jiménez a quien manifiesto mi gran aprecio y admiración por ser un ejemplo de mujer intelectual, decidida y comprometida con la educación en justicia.

A la Universidad de Occidente por abrir sus puertas a carreras innovadoras cuyo propósito es formar profesionales que contribuyan a una sociedad más justa y más educada.

A mi familia y amigos por saber disculpar las ausencias, especialmente a ti hijo de mi alma, perfecto compañero de aventuras y diseñado por Dios especialmente para mí.

IX


X


INDICE RESUMEN .............................................................................................................. 4 INTRODUCCION .................................................................................................... 5 CAPITULO I ............................................................................................................ 6 1. MARCO CONCEPTUAL ................................................................................... 6 1.1

Antecedentes ............................................................................................. 6

1.2

Impacto en la Sociedad .............................................................................. 9

1.3

Características de la Investigación ........................................................... 11

1.4

Contexto de la Investigación .................................................................... 11

1.5

Antecedentes del problema...................................................................... 13

1.6

Planteamiento del problema ..................................................................... 14

1.7

Importancia del problema ......................................................................... 15

1.8

Alcances y límites..................................................................................... 16

1.9

Elementos de estudio ............................................................................... 16

1.10 Objetivos .................................................................................................. 18 1.10.1 Objetivo General. ................................................................................ 18 1.10.2 Objetivos Específicos .......................................................................... 18 CAPITULO II ......................................................................................................... 19 2.

MARCO TEORICO ........................................................................................ 19 2.1

Elementos que favorecen el comportamiento criminal en los Menores en

Conflicto con la Ley. .......................................................................................... 19 2.1.1. Pobreza ................................................................................................ 21 2.1.2 La Escuela ............................................................................................ 22 2.1.3 Estrato Socio económico. ...................................................................... 24 2.1.4 Condiciones Familiares. ........................................................................ 24 2.2

Clasificación de Menores en Conflicto con la Ley Penal según rasgos. .. 26 1


2.2.1

El Delincuente Marginal (Bourgoin, 2007) ......................................... 26

2.2.2

El Delincuente Antisocial ................................................................... 28

2.2.3

Delincuente Psicopático .................................................................... 31

2.2.4 El Delincuente sádico ............................................................................ 33 2.3

Violencia................................................................................................... 34

2.3.1 Impacto que causa un acto violento en la persona y su familia ............ 35 2.3.2 Violencia colectiva ................................................................................. 37 2.4

Criminología ............................................................................................. 38

2.5 Criminología Ambiental ................................................................................ 38 2.5.1 Origen y evolución de la Criminología Ambiental .................................. 40 2.5.2 Teoría de la Elección Racional ............................................................. 45 2.5.3 Teoría de la Actividad Rutinaria ............................................................ 47 2.5.4 Teoría del Patrón Delictivo .................................................................... 47 2.6 Criminología................................................................................................. 47 2.7 Corrientes Teóricas de la Criminología ....................................................... 50 2.7.1 Criminología Clásica ............................................................................. 50 2.7.2 Escuela Cartográfica ............................................................................. 55 2.7.3.3 Escuela Positiva ................................................................................. 63 CAPITULO III ........................................................................................................ 67 3.

MARCO METODOLÓGICO ........................................................................... 67 3.1 Metodología ................................................................................................. 67 3.1.1 3.2

Tipo de Estudio .................................................................................. 67

Objeto de Estudio. .................................................................................... 67

3.3. Selección de Material de Estudio ................................................................ 67 3.4. POBLACIÓN DE ESTUDIO. ....................................................................... 67

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3.5. UNIDAD DE ANÁLISIS ............................................................................... 68 3.6. TAMAÑO DE LA POBLACIÓN ................................................................... 68 3.7. CRITERIOS DE INCLUSIÓN ...................................................................... 68 3.8. INSTRUMENTO DE RECOLECCION DE DATOS ..................................... 68 3.9. OPERACIONALIZACION DE LA ACTIVIDAD ............................................ 68 3.10. RECURSOS ............................................................................................. 69 3.10.1. Materiales .......................................................................................... 69 3.11. INSTRUMENTOS DE RECOPILACIÓN DE LA INFORMACIÓN ............ 69 CAPITULO IV ........................................................................................................ 71 4.

ANALISIS Y PRESENTACION DE RESULTADOS ....................................... 71 Pregunta No. 1 Pobreza .................................................................................... 71 Pregunta No. 2 Condiciones familiares .............................................................. 72 Pregunta No. 3 Necesidades personales .......................................................... 73 Pregunta No. 4 Contexto social y físico ............................................................. 74 Pregunta No. 5 Sanciones Penales ................................................................... 75 Pregunta No. 6 Libre Albedrío ........................................................................... 76 Pregunta No. 7 Desempleo................................................................................ 77 Pregunta No. 8 Violencia e Inequidad ............................................................... 78 Pregunta No. 9 Uso de Armas ........................................................................... 79 Pregunta No. 10 Origen Urbano -Rural ............................................................. 80

CONCLUSIONES.................................................................................................. 81 RECOMENDACIONES ......................................................................................... 82 BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 83

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RESUMEN Los menores en conflicto con la ley penal contrario a lo que puede ser la creencia popular no son un fenómeno social nuevo, es más bien un fenómeno que ha sido más visibilizado en los últimos años ante la preocupación de los derechos de la niñez y la adolescencia en los ámbitos nacionales e internacionales. Aunque se debe reconocer que si representa un problema estructural de la sociedad pues pone de manifiesto la inoperancia del Estado en la atención de las poblaciones en condición de vulnerabilidad social. Su relación con el contexto en el que se desenvuelven es sumamente fuerte y arraigada, existen autores que afirman que la sociedad guatemalteca en este momento posee estructuras criminales de segunda y tercera generación en la que dado el acceso a mayores ingresos quienes les dirigen ya no viven en condiciones de pobreza, no obstante, son los mayores empleadores de menores en condiciones vulnerables socio-económicas y que habitan zonas urbanas en estado de precariedad. Se describen las condiciones que favorecen que los menores se involucren en actividades criminales, así como las teorías que fundamentan la criminología ambiental y que pueden se aplicables para la relación simbiótica que se estable entre ambas.

4


INTRODUCCION El presente trabajo ha sido elaborado con el fin de explicar los elementos que facilitan la participación de los menores en actos delictivos, generalmente asociados con el crimen organizado, así como la relación que se encuentra con la criminología ambiental, que es una vertiente de la criminología. El mismo está dividido en cuatro capítulos distribuidos de manera que pueda dar coherencia al tema central. El primer capítulo lo constituye el Marco Conceptual o diseño de la investigación, el segundo formado por el Marco Teórico explica los elementos que favorecen el comportamiento criminal de los menores, así como la clasificación dada de acuerdo a su conducta.

En el marco teórico además se describe brevemente la violencia, la criminología ambiental y las distintas corrientes teóricas de la criminología de manera que permitan al lector comprender las diferencias.

Mientras el capítulo tercero lo

constituye el Marco Metodológico desarrollado para poder finalmente en el capítulo cuarto Analizar y presentar los resultados del estudio.

Las conclusiones elaboradas a partir de lo abordado en los capítulos previos, así como recomendaciones.

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CAPITULO I 1. MARCO CONCEPTUAL

1.1 Antecedentes Las relaciones sociales en Guatemala, así como las altas tasas de crecimiento de la población cuyo promedio es 2.0%, el más alto en Centroamérica, las tasas de fertilidad de 3 hijos por mujer, así como la tasa de desempleo de 4.7% en población entre 15 y 24 años, propicia las condiciones para que los menores de 18 años se involucren en hechos que están en conflicto con la ley penal. (INDEXMUNDI, 2018)

En Guatemala la figura legal de inimputabilidad incluye a los menores de 12 años y como consecuencia es cada vez mayor el número de niños que ejecutan delitos contra la vida, participan de delitos asociados al crimen organizado como el sicariato y las extorsiones, por ejemplo.

Son sujetos procesales los menores si al cometer el hecho han cumplido 13 años, pero no pueden ser sometidos a juicio bajo los mismos términos que los adultos. Dadas las características socio ambientales de los niños los miembros de organizaciones criminales han optado por reclutarles para hechos delictivos, como se ha mencionado antes, manipulando las condiciones y ofreciéndoles mejores condiciones económicas que les permitan la manutención de sus propias familias aun cuando ellos fueran puestos en libertad.

La legislación considera que son sujetos de proceso después de los 13 años, no obstante, no son procesados judicialmente como adultos, es eso hecho el que determina que las redes criminales les recluten y optan por utilizarlos para la comisión de hechos delictivos.

En los últimos años ha existido una discusión a nivel global en relación al tema, pues en algunos países se les juzga como adultos pero esta solución tampoco 6


ha sido una medida de persuasión para quienes participan de los hechos. En Guatemala, numerosas son las veces que se ha sometido a discusión reducir la edad en la que los menores sean juzgados como adultos, pues la legislación actual contempla una pena máxima de 6 años. No obstante, de ser así estaría violando tratados internacionales para la protección de menores y en consecuencia dicha propuesta no ha prosperado.

Es bien sabido, que los menores de edad inician cometiendo delitos o faltas menores, como desorden público, uso de sustancias ilegales, robos de objetos personales o vehículos; esta situación les ha permitido obtener ciertas ganancias y con ello obtener bienes y dinero que de otra manera no sería posible, en un tiempo tan rápido.

Según el Informe de la Comisión Interaméricana de Derechos Humanos de 2016, para los adolescentes y niños en condición de pobreza y exclusión su presencia territorial representa un riesgo. Estos grupos, hacen caldo de cultivo las condiciones de vulnerabilidad en las que se encuentran estos niños y adolescentes, los captan para utilizarlos en diversas actividades asociadas a su actuar, desde la vigilancia (o “halconeo”), a actividades de carácter delictivo (como la extorsión o el traslado y venta de drogas) y el ejercicio de acciones violentas (como el secuestro y el sicariato).

En determinados contextos de exclusión y pobreza, la vinculación a estos grupos es vista por los adolescentes como una oportunidad para generar ingresos e incluso para obtener reconocimiento y respeto. La forma como se percibe el modo de vida dentro del narcotráfico en algunos círculos sociales, así como la representación en algunos medios de comunicación, asociado con una vida opulenta y de poder atrae el interés de algunos jóvenes y adolescentes, en una visión distorsionada de lo que en realidad supone la criminalidad. En adición, en los entornos con mayor presencia de los grupos criminales es bastante habitual que los niños y adolescentes tengan algún familiar, amigo o persona cercana que pertenece 7


al grupo criminal lo cual facilita el contacto del niño con el mismo. La presencia de los grupos dedicados a actividades delictivas se ha convertido en un hecho habitual en la vida de muchos niños, niñas y adolescentes de la región, difícil de eludir para aquellos que viven en estas zonas. (Red por los Derechos de la Infancia en México, 2011)

No existen estadísticas oficiales sobre el número y el tipo de delitos cometidos por los niños y las niñas involucrados en el crimen organizado. Tampoco existen cifras oficiales sobre el número de niños implicados de varias formas con la delincuencia organizada. Homicidios y lesiones relacionadas con la violencia son infligidos sobre la infancia y por la infancia todos los días y ocurren en cualquier lugar y hora en el territorio nacional. Sin embargo, se presentan con mucha más frecuencia en las áreas más pobres, donde hay menores posibilidades de empleo, educación y las condiciones de vida son más difíciles. (Downey, 2005)

Esta falta de opciones, sobre todo en términos de educación y empleo, se refleja en la gran cantidad de adolescentes y niños que ni estudian ni trabajan en el país. La Procuraduría General de la Nación, señalan que la cantidad de niños y adolescentes que son separados de sus familias podría aumentar con las modalidades de reclutamiento de las organizaciones criminales que operan.

Según la Red por los Derechos de la Infancia en México, la Mara Salvatrucha conocida internacionalmente por sus vínculos con otras redes organizadas, esta vínculada con Los Zetas y en 2011 se estima que 35 mil niños, niñas y adolescentes están involucrados con ellos. Mientras la M18 por su parte está operando con el cartel de Sinaloa y enrola en promedio 8 mil niños, niña y adolescentes para cometer delitos, aunque no existe un número exacto de los hechos a los que se les vincula. (Red por los Derechos de la Infancia en México, 2011)

El problema de los menores en conflicto de la ley penal encara dos situaciones, la primera en la que son ellos los ejecutores o victimarios de los hechos 8


delictivos y la segunda en la son víctimas de sus propias circunstancias. Sería parcializado considerar a la niñez y adolescencia que se encuentra en esta situación solo como infractores de la ley penal, pues al mismo tiempo son víctimas de la explotación económica. En Centroamérica, existen registros que a partir de los 9 años los niños y niñas se involucran en delitos, especialmente la trata de personas.

Son los más pequeños que inician como halcones o informantes, pero por otro lado pueden ser víctimas de la trata misma. A partir de los 12 años participan del cuidado de las casas de seguridad, asegurándose que nadie escape. Antes de cumplir los 16 años ya han sido entrenados en el uso de la fuerza física, el uso de armas para poder participar y ejecutar secuestros, extorsiones y asesinatos. (Downey, 2005)

En las actividades vinculadas con el narcotráfico, se sigue la misma dinámica, inician como vigilantes desde pequeños, pasan a transportar la droga y a partir de los 16 son involucrados en el sicariato o empaquetando drogas, especialmente las niñas. (Moeller, 2004)

1.2 Impacto en la Sociedad

La sociedad guatemalteca ha mantenido una serie de debates públicos bien documentados, en relación a los menores en conflicto con la ley penal, en la aplicación de medidas punitivas más o menos severas y la relación de los contextos de dónde provienen. Algunos grupos sociales requieren que estos menores sean juzgados como mayores de edad, esto para castigar lo que hicieron de una manera justa y por otro lado para que muchos no sigan siendo víctimas al momento que los utilizan, amenazan y coaccionan a delinquir.

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Ante la reforma de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia -Ley PINA- donde busca castigar y endurecer las sanciones a los menores de edad, el legislativo ha requerido un estudio adecuado y análisis psicológico y siquiátrico por parte de Instituto Nacional de Ciencias Forenses -INACIF- para determinar no solo la edad sino la peligrosidad del menor, las discusiones han sido numerosas pues pone de manifiesto las debilidades propias de un Estado que aunque tenga la intención, carece de los medios para poder atender las demandas sociales que hacen suponer que les coloca en una situación de vulnerabilidad.

En el Sistema penitenciario los menores que son privados de libertad, afirman que son víctimas de la pobreza, falta de afecto familiar y desigualdad social, esto les provoca cometer delitos violentos y con ello incrementa el índice de peligrosidad y su constante participación en delitos contra la vida. Su participación en bandas dedicadas a la extorsión hace que todos los guatemaltecos padezcan la sensación de frustración y que invita a pedir que se haga justicia, que se les juzgue como adultos y que cuando un menor de edad cumpla sus 18 años y aun en condena, este sea trasladado a una prisión para adultos o bien instalaciones especiales para ellos.

Socialmente cuando un menor de edad está involucrado en un delito, rápidamente son señalados los padres como los culpables directos de que sus hijos hayan tomado caminos equivocados, se les hace responsables de no haber tenido el cuidado necesario para evitar que se dediquen a delinquir, se utiliza la figura de unidades familiares uniparentales para señalar a los individuos pues involucrarse en actividades ilegales es solo la consecuencia de ser parte de una familia poco convencional. No obstante, es también cierto que su comportamiento se puede ver influenciado por el entorno en el que se desenvuelven sin importar su origen socio económico o familiar.

Las asociaciones en términos de lazos de amistad, compañeros de estudio, quienes están vinculados a actividades en conflicto con la ley, así como el entorno 10


mismo pueden ser solo parte de las condiciones necesarias para que el menor decida participar de determinados hechos.

Los procesos de reinserción social en ocasiones se convierten en intentos por socializar, pues la reinserción supone que ya ha existido una relación del individuo en la sociedad, situación que es probable no haya existido como parte de la formación del menor. La estructura social en Guatemala limita a los menores que han sido asociados y condenados por hechos delictivos, las condiciones de vida hacen complicado que el individuo opte por dejar de ser parte de la organización criminal, pues podría poner en riesgo la vida propia o de su familia.

1.3 Características de la Investigación La investigación se basa en factores socio económicos a los que se enfrentan los menores y los jóvenes en edad productiva para su inserción en el mercado laboral como, por ejemplo: -

La pobreza

-

Desempleo

-

Adicciones a sustancias tóxicas

-

Carencia de estructura familiar

-

Estado indiferente.

Por otra parte, la criminología ambiental que busca explicar como factores externos representan una amenaza para una población mayoritaria y que además se encuentran en situación de precariedad humana y urbana.

1.4 Contexto de la Investigación Aunque la protección de los menores ha sido uno de los temas de la agenda internacional y nacional en distintos ámbitos es importante resaltar que queda aún pendiente establecer la responsabilidad directa en acciones ejecutables a las 11


instituciones públicas, quienes tienen una obligación legal, moral e institucional de genera un bien público para proteger los interese de ellos.

Los menores, como se ha mencionado previamente, forman parte de distintos negocios relacionados con el crimen organizado, probablemente los más graves son los que atentan contra la vida.

Las condiciones de vida en las que se

encuentran hacen que sean insertados al mercado laboral desde etapas muy tempranas, esto les pone en una situación de vulnerabilidad social, pudiendo ser objeto de trata de personas.

Buscaglia y Van Dijk, señalan que los negocios asociados con el crimen organizado en América Latina tienen márgenes de costo – beneficio de hasta el 790%, esto incluye la trata de menores, turismo sexual en los menores y la contratación de ellos para ejecutar actos en conflicto con la ley penal. Los mismos autores mencionan que es el entorno mismo el que influye a los menores en su participación víctima- victimario pues por una parte los territorios en los que habitan forman parte de las organizaciones y les limitan en el desarrollo físico y psicológico que les mantiene fuera de este tipo de asociaciones. Por otra parte, cuando se involucran en hechos que inevitablemente podría enviarle a la cárcel o a ser separados de sus familias en calidad de protección por parte del Estado. (Buscaglia, Edgardo; Van Dijk, 2003)

Las condiciones sociales de las que provienen los menores podrían ser variadas, aunque se ve con mayor frecuencia a quienes viven en situaciones de violencia, uso y abuso de drogas, pobreza, habitabilidad en condiciones de hacinamiento, carencia de bienes y servicios básicos. Algunos estudios indican que tienden a ser más influenciables aquellos individuos que han presentado problemas de: -

Hiperactividad

-

Abuso de sustancias

-

Alcoholismo

-

Déficit de Atención 12


-

Problemas de Aprendizaje.

La Organización de Estados Americanos, señala que en Centroamérica los factores de riesgo tienen que ver con causas estructurales de la exclusión social, y en consecuencia implica que es necesario prestar atención a las condiciones sociales asociadas a la violencia e inseguridad generalizada, así como la distribución poco equitativa del poder social, económico y político.

En Guatemala, frente a las altas tasas de crecimiento de la población especialmente en las zonas menos favorecidas plantean un escenario poco alentador para las condiciones de vida de los niños y adolescentes que enfrentan pocas posibilidades de acceso al empleo formal y la educación, lo cual constituye un objeto de especial atención.

1.5 Antecedentes del problema Según el Informe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala en el 2016, Guatemala se encuentra con una estructura estatal debilitada en la que los Acuerdos de Paz son considerados un fracaso pues el letargo con el que fue puesto en práctica dañó los objetivos iniciales. En ellos se contemplaba fuerzas de seguridad fortalecidas y capacitadas, no obstante, según este informe el 80% de los elementos policiales son poco o nada confiables. (Gutierrez, 2016)

Los delitos contra la vida son de 90 por cada 100 mil habitantes, una de las tasas más altas del mundo. Son las condiciones de vida combinadas con las posibilidades de acceso a dinero, armas, poder y drogas lo que hace que participar de actos en conflicto con la ley resulten una opción tentadora para los menores.

Es su

participación la que les ofrece el reconocimiento que de manera legal no parecieran obtener.

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Aunque no existen datos exactos de la participación de los menores en hechos delictivos existen elementos estadísticos de la Policía Nacional Civil que indican que las zonas en las que existen mayor cantidad de delitos contra las personas son también las más densamente pobladas y cuyas condiciones de vida enfrentan muchos retos.

1.6 Planteamiento del problema Los menores en conflicto con la ley penal que se encuentran privados de libertad, según los medios de comunicación, se les asocia con la extorsión y el sicariato. Los Sicarios existen desde la antigua Roma, era una palabra que se utilizaba para designar jóvenes asesinos a sueldo que mataban con una daga o con un cuchillo llamado sica o punta.

Siendo que, las actividades en las que se enrola a los menores dentro las estructuras criminales son altamente mercantilizadas, como lo señala el estudio de la CIEN, esto genera un impacto social en el futuro de un país cuyos ingresos son precarios en la mayor parte de la población, las condiciones de vida son por debajo de los Índices de Desarrollo Humano y los índices de desempleo rasan en lo alarmante. (Bolaños, Lisardo; Maúl Rivas, 2015; CIEN, 2019)

Cuando se realizan investigaciones relacionadas con delitos, se parte de preguntas como ¿qué? ¿cómo? ¿Cuándo? Y finalmente ¿dónde?; esta última determina las condiciones en las que se cometió el hecho, pero existe otro dónde y ese es el origen de los agresores, la conjugación de la sociología, antropología y ecología urbana se encuentran contenidas en la Criminología Ambiental, es de particular interés para este estudio combinar ambos de manera que sea posible establecer la relación que tiene o podría tener bajo el supuesto que las condiciones de vida son determinantes en las acciones de los menores objeto de estudio.

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1.7 Importancia del problema Según el Informe de la CICIG, un estudio realizado en Honduras en relación a los menores en conflicto con la ley penal, aporta información para explicar por qué es necesario realizar estudios relativos y la forma de vida de dichos individuos y esto es porque su vinculación con el crimen organizado tiene muchas aristas, como se ha mencionado, las necesidades básicas insatisfechas, el escaso acceso a la educación de calidad, la ausencia de un tejido social comunitario, limitados o inexistentes espacios de recreación, la falta de oportunidades de empleo, constituyen condiciones que favorecen que se involucren en actividades delictivas.

Aunque no se sabe el número exacto de personas que son parte de las organizaciones criminales, lo que sí es cierto es que los menores se sienten particularmente atraídos a pertenecer a ellas pues en principio tienen una sensación de poder, identidad y pertenencia, basados en las relaciones entre sí que mantienen vínculos casi familiares, son además, reconocidos socialmente en su contexto, gozan del respeto y en algunos casos admiración de su comunidad, que bien podría interpretarse como temor. (Gutierrez, 2016)

Ante la falta de posibilidades laborales, en cambio reciben de la organización acceso a bienes y dinero que podrían ser una manera casi inmediata de tener acceso a ello.

El control territorial constituye una de las mayores atracciones de la pertenencia de los menores a este tipo de organizaciones.

El mismo estudio

señala, que cuando se trata de maras o pandillas, este fenómeno ha venido desde los años ochenta y su control en la actualidad suele estar en manos de adultos y no de los adolescentes. Éstas son colectivos de personas en los que se encuentran niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos. Sus integrantes usualmente buscan un referente identitario, un grupo social de referencia y de apoyo mutuo, incluso una alternativa de satisfacción a sus necesidades materiales básicas en contextos de difícil acceso a oportunidades.(Gutierrez, 2016) 15


El problema de menores en conflicto con la ley, va mucho más allá del control de los territorios, se trata de una cuestión de carácter social que se desarrolla en un contexto y tiene dimensiones intergeneracionales.

El Programa de Naciones

Unidas para el Desarrollo –PNUD-, apunta que el caso más representativo de estudio fue realizado en Honduras con privados de libertad comprendidos entre los 15 y los 18 años de ellos 6 ya eran padres.

1.8 Alcances y límites Se trata de una investigación de carácter descriptivo y la manera como se relaciona con la criminología ambiental, a partir de la información disponible desde la descripción de ciertas características que comparten los menores en conflicto con la ley penal hasta las características comunes de los espacios urbanos en los que habitan y conviven.

La criminología ambiental, busca medidas hacia la prevención de fenómeno del delito, será explicada desde los factores o características personales, como se ha dicho, la sociedad guatemalteca, tal y como se percibe y el espacio urbano en el que se explica la distribución en tiempo y espacio del delito, basada en los factores que facilitan la comisión de ellos.

1.9 Elementos de estudio Se estudiarán dos elementos fundamentales los menores en conflicto con la ley penal y los delitos que se asocian con ellos en el contexto nacional y la criminología ambiental.

En la primera parte del documento en términos generales cómo se explica la violencia, los factores socioeconómicos que podrían incidir en la manera cómo se involucran los menores en hechos violentos. Mientras en la segunda se explica la

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criminología ambiental y algunos rasgos de ella que explican el comportamiento de los menores objeto de estudio.

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1.10

Objetivos

1.10.1 Objetivo General. •

Explicar la vinculación entre la criminología ambiental y los menores en conflicto con la ley penal.

1.10.2 Objetivos Específicos •

Establecer los elementos que contribuyen o facilitan que los menores se involucren en actividades en conflicto con la ley penal.

Describir los elementos del entorno en los que se facilita la comisión de hechos delictivos por parte de los menores.

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CAPITULO II 2. MARCO TEORICO

2.1 Elementos que favorecen el comportamiento criminal en los Menores en Conflicto con la Ley. Verónica Mendoza en su trabajo “Dimensiones Psicosociales del Adolescente Sicario” explica, que, para el caso de Colombia, han existido procesos violentos dentro de la sociedad como fenómenos políticos y sociales. Guatemala, al igual que Colombia ha sufrido dichos procesos, aunque con sus propias peculiaridades es importante reconocer que, para el caso de Guatemala, la firma de los acuerdos de paz, representó un cambio social que, con un retraso de más de 10 años en su ejecución, según el Informe de la CICIG, también presenta características comunes con el contexto Colombiano. (Gutierrez, 2016; Martínez, 1993)

Tras un enfrentamiento armado que duró décadas y ante una sociedad fragmentada, las oportunidades laborales, de acceso a la educación y condiciones de vida equitativas en contextos empobrecidos son elementos que favorecen el comportamiento criminal de los menores, contrario al sistema social tradicional, este escenario les provee oportunidades laborales “especializadas” , el factor educación es irrelevante y les permite acceso a dinero y bienes de manera inmediata que de otra manera no podrían obtener.

Se concibe al menor como aquel individuo que comete delitos por encargo a cambio de un pago determinado, generalmente retribuido en dinero u otros bienes materiales, y en donde se establece una relación contractual que ubica al agresor como el autor material del crimen ordenado y pagado por un autor intelectual. (Schlenker, 2012)

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Los menores involucrados en hechos delictivos no es un fenómeno reciente, si bien, en los últimos años se ha venido asociando como el brazo armado de las organizaciones criminales, ha estado presente en diversas culturas; sin embargo, lo que es un hecho es que su incidencia delictiva en países de Latinoamérica ha tenido un aumento sostenido y alarmante, así como un incremento en la violencia en el modus operandi de sus ejecuciones. (Martínez, 1993) Según Martínez (1993), producto probablemente de experiencias violentas, de la imposibilidad de lograr acceso a bienes y servicios en condiciones de legalidad, de ofertas de remuneración que equivalen a años de trabajo, la generalización de la nueva práctica denominada “sicarización” indica la creciente desvalorización de la vida y la conversión de la muerte en fuente regular de ingresos para algunos sectores de la sociedad. Involucrarse en el crimen organizado y fungir para estas organizaciones como ejecutor de hechos delictivos, se relaciona a su vez, con una cuestión psicosocial de sumo interés que nos lleva a cuestionar sobre la personalidad, valores y motivación criminal que impulsa a estos actores a cometer delitos a cambio de una remuneración económica que en muchas ocasiones puede ser realmente irrisoria. Existen autores en el campo de la Psicología Criminal que han brindado supuestos teóricos que pueden ayudar a comprender de manera general la conducta delictiva en los menores que cometen delitos violentos: Hare (1984) con sus estudios sobre psicopatía y asesinos seriales, Cohen (1955) con su teoría de las subculturales delictivas, citados por Martínez (1993) en Colombia con sus investigaciones sobre los rasgos de personalidad de la población menor en conflicto con la ley reclusa. Se debe reconocer que en Guatemala existe una carencia importante de estudios científicos que profundicen sobre la estructura psíquica, de valores y motivacional de la población menor que se encuentra privada de libertad que se han posicionado en los grupos criminales del país. El comportamiento criminal se ve favorecido en menores ante la inimputabilidad en la que se encuentran como uno de los factores que intervienen, no obstante, está 20


relacionado con problemas de otra índole desde la perspectiva social la más mencionada es la pobreza, también existen otros como en el caso de Guatemala, el enfrentamiento armado interno y la firma de los acuerdos de paz, violencia, así como la falta de empleos dignos.

El factor humano también se relaciona con la forma como se configura la conducta delictiva de los menores y que hace que el individuo tienda a involucrarse en actividades al margen de la ley, por ejemplo:

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Entorno familiar

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Ausencia física y emocional de uno o ambos padres

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Comportamiento desde la infancia

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Adicciones

2.1.1. Pobreza Los menores que son reclutados para actividades delictivas por lo general viven en condiciones de pobreza; los padres carecen o tienen poca preparación académica, con empleos de muy bajos ingresos y en ocasiones con problemas de adicciones y conflicto con la ley penal. El grado de pobreza aumenta cuando uno de los padres está ausente del núcleo familiar por reclusión, desinterés o abandono, siendo este grupo de población expuesto a ambientes permisivos con límites poco claros de conducta, que les impiden realizar una adecuada internalización de las normas y valores, formando con sus propios pares su propio código de comportamiento.(Martínez, 1993)

El delito para los niños y jóvenes que han crecido en situación de pobreza y exclusión social, se ha convertido en una aspiración, en un símbolo de éxito en sus familias, constituye un trabajo respetable donde han aprendido a utilizar la violencia como manera de lograr status, dinero y poder, pues en ella se ofrece mejor

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remuneración económica que constituye una importante motivación, dado que es un medio para salir del círculo de la pobreza o mantenerse fuera de ella.

La pobreza se relaciona además con otros factores de origen del delincuente, las familias numerosas, la escolaridad y el acceso de bienes y servicios. Según la Organización Internacional del Trabajo –OIT- las familias cuyas cabezas de hogar son mujeres tienden a ser tres veces más empobrecidas que aquellas en las que están constituidas por ambos padres que trabajan, esto acentúa en los menores el deseo de contribuir al hogar en donde son familias uniparentales. (OIT, 2000) 2.1.2 La Escuela

En la escuela, además de aprender una serie de materias que conformarán una base cultural, se debería enseñar, como deben comportarse, cuál debe ser la relación con sus compañeros, con los profesores y con el resto de la comunidad, de tal forma que se realice la socialización del individuo, este comportamiento debe ser reforzado en el entorno familiar o lo que el niño o niña conoce como hogar. (Beccaria, 1822)

Según Cesare Beccaria, la mejor manera de evitar los delitos es mejorar la educación, esto implicaría reducir el fracaso escolar y que los menores abandonen la escuela. Por su parte Bandini y Gatti, citados por Baratta, señalan que la escuela en conjunto con la familia deberían ser los principales fundamentos de la educación y socialización del individuo, sin embargo, también son los principales factores criminógenos de la delincuencia en menores. (Baratta, 1986; Beccaria, 1822)

Una de las razones por las cuales se dice que la escuela es uno de estos principales factores es que, con el propósito de lograr la socialización del individuo, en el él se deben estimular fuertemente el sentido del individualismo y la competitividad reforzando la teoría de la tensión, esto es a través del uso de herramientas de evaluación como las notas, las aprobaciones, premios como elementos formales y los que Baratta señala como informales relativos más a la 22


valoración personal por una parte el prestigio, la autoestima o por el contrario el desprecio, el aislamiento.

El mismo autor, refiere que es entones cuando los menores son expuestos a un etiquetamiento y ante la carencia de una estructura familiar que pueda compensar eficazmente las carencias escolares, se refuerza la inadaptación.

Ahora bien, aunque pareciera que dichas afirmaciones refuerzan el hecho de que son menores con problemas socio familiares y en una condición de pobreza quienes encajan en esta descripción, según Cohen, citado por Tierno, dicha afirmación, no es del todo cierta pues se ha demostrado que también menores que provienen de otros grupos sociales también se involucran en actividades delictivas. (Tierno Jiménez, 1998)

En la actualidad, la función de la escuela se circunscribe primordialmente a tener a los alumnos alejados de la calle y del mercado laboral. En consecuencia, el abandono de la escuela antes de alcanzar la edad de escolarización obligatoria se considera un fracaso, y para evitar esa situación se reducen los niveles educativos, promoviendo a los alumnos a cursos superiores independientemente de su nivel de conocimientos.64 Además, se imposibilita expulsar a los alumnos de la escuela, por motivos académicos o disciplinarios, convirtiéndose ésta en “lugares gratos más que en centros de disciplina, y así tienden a hacer niños felices y bien adaptados, convirtiendo la escuela en un lugar de esparcimiento”, en el que todos los alumnos se gradúan con más facilidad que en épocas pasadas y, en el que, a su vez, la mayoría tiene muchas facilidades para ingresar posteriormente en la universidad. (David, 2003)

Vandalismo escolar

El vandalismo escolar es una dinámica social cada vez más recurrente, se considera como tales acciones que pueden ser agresiones físicas a profesores, compañeros 23


de escuela o de clase, violencia contra objetos y la más difícil de detectar la violencia psicológica a través de insultos, intimidación, amenazas, aislamiento y acoso. Aunque no se trata solo de un comportamiento de los menores, existen estudios que señalan que los estudiantes son objeto también de agresiones por parte de los profesores y sus padres.

En muchos casos, el comportamiento desviado del menor comienza desde etapas muy tempranas y sus primeras manifestaciones se dan en la escuela a través del vandalismo. (Martínez, 1993)

2.1.3 Estrato Socio económico.

Aunque existe una generalizada tendencia de creer que los menores en conflicto con la ley penal provienen exclusivamente de sectores empobrecidos de la población, dicha afirmación no es totalmente cierta, pues constituye más bien una afirmación popular, esto constituye una afirmación de la teoría del etiquetamiento o labeling theory .

Es necesario reconocer que un porcentaje muy bajo de la población proviene de estratos medios y altos, si existen casos de participación de menores en hechos delictivos, aunque en menor proporción y como señala Serrano Maíllo, es menos frecuente y con daños de menor gravedad en las personas y las cosas(Serrano Maíllo, 1989).

2.1.4 Condiciones Familiares. Según Castro (Castro Muralles, 2009), la desintegración familiar es un proceso de complejas manifestaciones de crisis dentro del ambiente familiar, en el cual las principales relaciones intrafamiliares se encuentran sumamente alteradas o problematizadas, creando un ambiente hostil para la convivencia de sus miembros, en especial de aquellos que son menores de edad. Las familias están condicionadas 24


a factores de carácter cultural, socioeconómico, étnico, y de otros tantos tipos, que hacen de ellas instituciones concretas, con sus particulares formas de existencia, convivencia y desarrollo.

Actualmente existen distintos tipos de familia, su composición no se circunscribe al concepto tradicional de familia, pues dado el contexto se refieren a familias extendidas en donde coexisten varias familias en el mismo espacio. La familia, en cuanto a su composición y normas de convivencia, está condicionada a su contexto socio cultural. De ahí que la desintegración familiar presenta características propias, según el grupo social o cultural al que pertenece. La sociedad está sometida a cambios profundos, bajo el impulso del proceso científico, técnico, y comercial; que hoy se conoce como globalización. (UNICEF, 2003)

Las instituciones sociales sienten la presión de los cambios bruscos o abruptos, y la familia como una de esas instituciones sociales, no puede escapar a esta realidad, que la coloca en una crisis que desencadena entre otros fenómenos, la desintegración familiar. De manera constante se recibe información a través de los medios de comunicación social, que muestran esquemas diferentes de familia; que no es compatible con los modelos de familia que conocemos dentro de la pluricultural Guatemala; lo cual socava los cimientos del núcleo familiar. Entendida como proceso, la desintegración familiar significa desgaste en los lazos afectivos, dificultades en la comunicación y ausencia de comprensión entre los miembros de la familia o solamente entre algunos de ellos.

Significa también la pérdida de respeto entre quienes protagonizan el proceso de desintegración, y en sus relaciones se expresan desprecio, agresividad y violencia. Quien o quienes desintegran manifiestan incomprensión y fácil irritabilidad hacia cualquier otro miembro de la familia, no dan atención y solución a las dificultades que podrían considerarse como potencialmente negativas a la integridad familiar. Si bien es cierto que la expulsión o salida final de uno o varios miembros del grupo familiar, también es desintegración, no quiere decir que el mismo quede totalmente 25


destruido y condenado a la desaparición por tal acontecimiento. De hecho, la familia se transforma y surge una integración de un nuevo tipo bajo nuevas condiciones que pueden ser negativas o no. (Castro Muralles, 2009)

2.2 Clasificación de Menores en Conflicto con la Ley Penal según rasgos. Según Tovar y Ostrosky (2013), los menores que se involucran en delitos comparten rasgos de personalidad relacionados más al sicariato juvenil, pero no exclusivamente, esta clasificación se basa en rasgos de la personalidad, valores y motivación.(Tovar, José; Ostrosky, 2013) 2.2.1 El Delincuente Marginal (Bourgoin, 2007)

Este tipo de delincuente proviene de zonas de extrema marginación sociocultural, académica y económica. Personas altamente manipulables debido a su carente preparación académica, la escasa estimulación de sus habilidades cognoscitivas en el desarrollo de sus actividades laborales, así como por las pocas esperanzas de trabajo en sus lugares de origen. La familia de estos individuos está conformada habitualmente por ambos progenitores, quienes poseen baja escolaridad y empleos que no les proporcionan los ingresos suficientes para el sustento familiar; algunos de ellos, tras la severa crisis económica en que se encuentran inmersos, deciden incursionar en el cultivo, recolección y transportación de drogas ilegales inmiscuyendo a su descendencia en dichas actividades desde temprana edad, los cuales a través del tiempo, van incursionando en otras actividades dentro del grupo criminal como cuidadores de casas de seguridad y campos de cultivo, transportista, acompañantes en extorsiones, secuestros y ejecuciones para finalmente, tras ser desensibilizados y entrenados, comisionarles las primeras ejecuciones.

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En lo que respecta a su personalidad suelen ser individuos agresivos, impulsivos, con un frecuente abuso del alcohol u otras sustancias, no obstante, cuentan con la capacidad de establecer relaciones afectivas, sentir culpa, así como presentar niveles de ansiedad ante sus primeros actos criminales los cuales suelen amortiguar con el abuso de sustancias psicoactivas. Es importante señalar que, por lo general, el delincuente marginal no manifiesta en su niñez y/o adolescencia indicadores de un trastorno disocial de la personalidad, por lo que se infiere que, el factor económico, es de suma importancia en la etiología de este tipo de delincuente. El sistema de valores del delincuente marginal dentro de sus núcleos familiares y comunales se fundamentan en la tradición, el respeto por la autoridad y la obediencia de sus costumbres, no obstante, a medida que se involucran en los grupos delincuenciales, los valores como el poder y el hedonismo (tendencia a la búsqueda del placer) se vuelven sobresalientes, conservando el respeto y la obediencia, pero ahora tornados hacia sus líderes criminales, así como al grupo delincuencial en general. La motivación criminal primaria es la necesidad económica apremiante y la falta de oportunidades de trabajo en la legalidad, posteriormente al estar cubiertas las necesidades básicas, surge la motivación psicológica de poder, reconocimiento y visibilidad social, así como un gusto por los satisfactores materiales que el ser parte de la organización criminal ofrece. El medio criminógeno en el que se desenvuelve el delincuente marginal va ocasionando que vaya desarrollando conductas antisociales que bajo otras circunstancias socioeconómicas no se hubiesen presentado. Dentro de la organización criminal generalmente ocupan el rango inferior por lo que, si no son funcionales en las actividades encomendadas o existe una necesidad de sacrificar a ciertos elementos en pro de la organización criminal, son los primeros en ser expuestos ante las autoridades y/u otros grupos criminales; no obstante, existen casos excepcionales de delincuentes marginales que por su conocimiento de la 27


zona, de la población y sus capacidades de liderazgo y persuasión logran posicionarse en el grupo criminal.

2.2.2 El Delincuente Antisocial El delincuente antisocial se desarrolla generalmente en ambientes criminógenos de clase baja o media baja de zonas conurbadas donde el pandillerismo, el abuso de drogas, el fracaso escolar, el empleo informal y el poco respeto por las normas sociales y los derechos individuales son la norma. La violencia es parte del aprendizaje social y el delito una forma de vida aceptada e incluso alentada en su contexto socio cultural. (Arce;Ramón, Fariña, Francisca; Mohamed - Mohand, 2010)

Por lo general el delincuente antisocial proviene de familias disfuncionales donde es recurrente el maltrato, el abuso de estupefacientes, la delincuencia y la desintegración familiar con ausencia regular de la figura paterna y una madre encargada de la crianza y la economía familiar.

Su trayectoria criminal se ve caracterizada en un principio por la adhesión a pandillas y la comisión de delitos menores por lo que este tipo de delincuente suele contar con un historial de antecedentes penales a edades tempranas (12 – 15 años). Posteriormente, suelen ser animados por familiares y/o amistades ya inmersas en la delincuencia organizada a participar en actividades de baja responsabilidad – informantes, robos, venta de droga - con remuneraciones económicas que duplican o triplican sus ingresos en la legalidad. (Martínez, 1993)

La edad promedio de reclutamiento de dichos individuos es entre los 15 y 17 años, edad en la que los menores presentan mayor inmadurez, suelen ser más moldeables por los grupos criminales, son menos conscientes de los riesgos y consecuencias de sus actos.

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Subsecuentemente, si muestran lealtad y obediencia a sus superiores, les son designadas actividades cada vez de mayor compromiso – vigilancia de casas de seguridad, distribución de droga, acompañantes en secuestros, extorsiones y ejecuciones -; y finalmente, si los líderes de los grupos criminales vislumbran en la persona un perfil de personalidad acorde a la función delictiva – desensibilización ante el daño a terceros, agresividad latente y temeridad - se le consignan las primeras ejecuciones.

En cuanto a su personalidad suelen ser individuos que desde su infancia presentan rasgos de un trastorno oposicionista desafiante caracterizado por expulsiones escolares, agresiones, trasgresión de normas y conflictos con las figuras de autoridad; posteriormente en la adolescencia manifiestan indicadores de un trastorno disocial a través de conductas que atentan contra el orden social como robos, riñas, pandillerismo, abuso de sustancias psicoactivas, entre otras. Ya en la edad adulta sus patrones comportamentales consolidan el trastorno antisocial de la personalidad haciéndose presentes la comisión de delitos mayores como asaltos con violencia, robos de vehículos, transportación de droga, secuestros y ejecuciones.

Asimismo, existe una marcada presencia de rasgos de personalidad como: baja tolerancia a la frustración, impulsividad, agresividad, violencia reactiva, temeridad, tendencia al aburrimiento, gusto por la novedad, así como un fuerte sentimiento de venganza y resentimiento ante una sociedad que percibe los ha marginado. De igual forma, tienden a intimidar y amedrentar a través del uso de la violencia, presentan un comportamiento rencoroso y vengativo, así como, un gusto por la ostentación de sus bienes.

Buscan el posicionamiento dentro de su grupo criminal a través de actuaciones violentas, ya que mientras más violentos, más reconocimiento y mayor estatus adquieren dentro del grupo criminal. Esto explicaría en parte el incremento en la escalada de violencia en muchas de sus ejecuciones. No obstante, es importante 29


señalar que, a pesar de sus alteraciones del comportamiento, concretamente en forma de actos antisociales, el delincuente antisocial presenta la capacidad de establecer vínculos afectivos con personas de su medio circundante como familia y amigos. Existe una ausencia de remordimientos hacia la aniquilación del rival o del traidor, sin embargo, puede llegar a sentir culpa o remordimientos por personas asesinadas fuera del contexto criminal durante un fuego cruzado o alguna persecución. Asimismo, en las primeras ejecuciones y/o posterior a las mismas suelen emplear el uso de sustancias psicoactivas con el fin de estimularse y amortiguar el impacto y la ansiedad; sin embargo, transcurrido el tiempo suelen desarrollar una paulatina desensibilización y una habituación a la violencia, misma que los lleva a presentar una necesidad cada vez mayor de realizar sus ejecuciones con crecientes niveles de agresión. (Ezinga, M. A. J.; Weerman, F. M.; Westenberg, P. M.; & Bijleveld, 2008)

De igual forma, utilizan la racionalización como mecanismo de defensa para justificar su actuación criminal bajo argumentos tales como que matan simplemente al traidor, al halcón, al enemigo del cartel, hecho que disuelve cualquier sentimiento de culpa o remordimiento.

Existe un fuerte apego y lealtad hacia el grupo criminal, así como una obediencia absoluta a sus líderes que los lleva a acatar un determinado código de conducta establecido dentro de la organización, mismo que en muchas ocasiones es quebrantado por los mismos rasgos de personalidad antisociales de este tipo de delincuente sufriendo las consecuencias de sus actos, entre ellos la muerte, la cárcel o en el menor de los casos la degradación dentro del grupo criminal.

De mayores capacidades cognoscitivas que el delincuente marginal, el delincuente antisocial ha desarrollado habilidades de análisis, síntesis y resolución de problemas posiblemente debido a su mayor escolarización y al tipo de actividad que

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ha realizado en su contexto laboral: comercio informal, compra y venta de artículos usados y/o robados, entre otras.

El delincuente antisocial es el más común en los centros penitenciarios ya que debido a su misma impulsividad, ostentosidad, ambición y bravuconería, por lo regular tiende a comprometer a la organización criminal siendo asesinados o delatados ante las autoridades correspondientes. En cuanto a su motivación criminal convergen tanto una necesidad económica – no tan precaria como la del delincuente marginal – así como una fuerte motivación psicológica de poder, reconocimiento y estatus social. Ser delincuente violento en muchas ocasiones se ha convertido en sinónimo de valentía, de poder y respeto que los ha llevado al disfrute de la actividad delictiva y sentirse realizados en su papel protagónico como brazo armado de los grupos delincuenciales.

Asimismo, existe una fuerte motivación hedonista y de ostentación que los lleva a la búsqueda constante de satisfactores inmediatos que la propia actividad delictiva provee – dinero, armas, camionetas, mujeres, drogas -, aún con el conocimiento del corto periodo de vida que dicha actividad concierne.

Aunado a lo anterior, el modelamiento y reforzamiento verbal por parte de los padres y/o familiares por continuar en la conducta delictiva hace que la motivación de estos individuos sea llegar a la cárcel “grande”, matar el mayor número de personas y conocer a los grandes líderes de la delincuencia organizada a quienes admiran y respetan. (Ezinga, M. A. J.; Weerman, F. M.; Westenberg, P. M.; & Bijleveld, 2008)

2.2.3 Delincuente Psicopático

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El delincuente psicopático puede o no desarrollarse en ambientes criminógenos y aunque sus familias de origen puedan mostrar una aparente normalidad, existe en su dinámica familiar una disfuncionalidad en los apegos, una baja estimulación afectiva, negligencias, abusos y/o padres con algún padecimientos psiquiátricos o incapaces de establecer límites acordes a las normas sociales, cuestiones que han alterado su sano desarrollo psicológico llevándolo a exhibir desde temprana edad rasgos psicopáticos tales como: impulsividad, ausencia de remordimiento por el daño a terceros, mentira patológica, gusto por la tortura, indiferencia ante el castigo, irresponsabilidad, entre otros. Puede llegar a formar una familia, pero sus vínculos afectivos serán superfluos o permanecerán ausentes. (Tovar, José; Ostrosky, 2013)

Poseen habilidades cognoscitivas que le favorecen la planeación estratégica de sus crímenes: pensamiento lógico – racional, capacidad de análisis y síntesis, resolución de problemas, entre otros.

Su trayectoria criminal inicia generalmente en la niñez en la comisión de conductas antisociales como trasgresiones del orden público, robos, estafas, venta de droga, lesiones e incluso homicidios. Posteriormente puede vincularse con personas inmersas en la delincuencia organizada y ver en este tipo de organizaciones un futuro prometedor, iniciando en las mismas con trabajos de poca responsabilidad e ir ascendiendo vertiginosamente debido a su encanto superficial, frialdad emocional, su capacidad de liderazgo y de manipulación.

Este tipo de delincuente suele llegar a liderar las células criminales y/o serle comisionados los trabajos especiales obteniendo importantes cantidades de dinero por sus actuaciones delincuenciales.

En cuanto a su personalidad presenta

marcados rasgos psicopáticos donde la frialdad emocional, la crueldad y la falta de empatía con la que realizan las ejecuciones, aunado a sus habilidades cognoscitivas de análisis y su capacidad de liderazgo, lo convierten en un individuo altamente peligroso. Existe una total ausencia de remordimiento ante sus actos criminales

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pudiendo realizar ejecuciones de niños, familias y población sin sentir la menor culpa, vislumbrando el delito meramente como una actividad laboral.

Asimismo, el delincuente psicopático suele presentar la llamada tríada oscura de la personalidad en la cual coexisten marcados rasgos de psicopatía, maquiavelismo y narcisismo, es decir, para este sicario el fin justifica los medios, hecho que se ve favorecido por su egoísmo, déficit afectivo y capacidad de cosificar a las personas en pro de su beneficio. Es por ello que su sistema de valores se basa meramente en valores individualistas como el logro personal, el hedonismo y la autodirección, no importándole el bienestar de las demás personas. (Tovar, José; Ostrosky, 2013)

De igual forma, son personas calculadoras, que tienden a la manipulación y que a menudo utilizan la violencia instrumental como medio para logar sus fines. Su motivación criminal es meramente el poder adquisitivo que la profesión le brinda.

2.2.4 El Delincuente sádico El delincuente sádico se asemeja al psicopático en su historia familiar, capacidades cognoscitivas, sistema de valores y rasgos de personalidad, no obstante, su rasgo distintivo es la presencia de un sadismo inminente en la comisión de sus torturas y ejecuciones, ideando e implementando técnicas cada vez más sofisticadas en la realización de las mismas y efectuando video grabaciones con el fin de obtener una satisfacción posterior a la ejecución; el sicario sádico suele destacar entre la media de sus congéneres por su frialdad, crueldad y placer ante el sufrimiento del otro.

La motivación criminal primaria del delincuente sádico es de índole psicológico por lo cual buscará saciar sus pulsiones de odio y venganza a través de producir el mayor sufrimiento posible a sus víctimas durante prolongados periodos de tiempo e inclusive llegando a resucitarlas a fin de extender su agonía; no obstante, es importante señalar que si bien su motivación criminal primaria es de índole psicológica, las ganancias económicas secundarias que adquiere a través de la actividad delictiva refuerzan sus actuaciones. 33


Finalmente, si bien es cierto que la mayoría de los menores delincuentes en el país ingresan a las filas del crimen organizado de manera voluntaria ya sea por una motivación de índole económica, social y/o psicológica, no se debe olvidar que también existe un segmento de esta población en la cual su reclutamiento tuvo origen en una imposición por parte de los grupos delincuenciales siendo acarreados de zonas rurales o fronterizas, y obligados a realizar los trabajos encomendados bajo la amenaza de muerte tanto de sus familias como de sí mismos.

En su necesidad de aceptación social, en muchas ocasiones realizan obras de beneficiosas en comunidades de mayor marginación, esto por dos razones: la primera con el fin de apoyar las carencias económicas de dichas regiones y la segunda como una forma de comprar su silencio y resguardo ante las autoridades.

En lo referente a sus valores, la narco cultura juega un papel fundamental en la inmersión de este tipo de menores en las filas de la delincuencia organizada en donde, el narcotráfico, se ha instaurado como una forma de vida, una cultura donde el honor, el prestigio, el poder, el hedonismo, la valentía, la lealtad y la violencia forman parte de su sistema de valores.

2.3 Violencia La violencia es el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte. (Salud, s.f.) El daño producido por la desconfianza es uno de los factores que afecta la forma en la que las personas se relacionan. Es bajo esa circunstancia que se originan los problemas en los grupos sociales, iniciando así la lucha entre clases, las cuales generan todo tipo de resentimientos y conflictos que terminan afectando la forma en la que las personas se relacionan entre si y en la sociedad.

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La violencia no solo se manifiesta como algo consumado y confirmado, también se manifiesta como una amenaza sostenida y duradera, causando daños psicológicos a quienes la padecen y con repercusiones negativas en la sociedad. Cuando la violencia es una expresión de algún conflicto social puede darse de manera espontánea, sin una manifestación previa y minuciosa.

Es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres humanos, se asocia, aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que también puede ser psicológica o maltrato emocional, la represión política o la intolerancia religiosa a través de amenazas, ofensas o acciones.

Algunas de estas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad, otras son crímenes. Distintas sociedades aplican diversos estándares en cuanto a las formas de violencia que son o no aceptadas. 2.3.1 Impacto que causa un acto violento en la persona y su familia Los distintos tipos de delitos, afectan de diferente forma a cada una de las personas, la lucha por la justicia y tratar de sobrellevar el hecho, genera altos costos para la familia, no solo porque deben seguir realizando sus actividades normales para generar ingresos, sino que también deben esforzarse por mantener el control para facilitarle la vida a la familia y los hijos, mientras lucha contra el sistema y el sentimiento de impunidad.

A largo plazo podemos mencionar también los efectos que estos eventos producen en la familia, entre las cuales podemos mencionar:

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La pérdida de oportunidades de estudio,

-

La ruptura del proyecto de vida,

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Deterioro de la economía familiar, además de asociarse a éstos, las consecuencias psicológicas.

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En el informe sobre los diálogos sobre la reparación del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, menciona varios aspectos a tomar en cuenta después de haber sido víctima de algún tipo de delito, el cual, sin importar su clasificación, ha violado íntegramente los derechos humanos de la persona:

No existe un patrón único de afectación, todo depende del tipo de hecho traumático del que se ha sido víctima, la situación psicológica previa al evento, la cohesión familiar, el tiempo trascurrido o como se haya enfrentado al acto de vulneración. El efecto más relevante en los casos de violencia, sin importar si el objetivo es la lucha por obtener justicia o lograr un castigo para el agresor es la estigmatización de la víctima. Lo cual puede afectar su relación con la sociedad, por los prejuicios, la discriminación, las amenazas o el rechazo que las personas llegan a demostrar hacia la víctima, con el fin de desprestigiar o poner en duda la veracidad de los hechos. Estas acciones contribuyen a aumentar los traumas en las víctimas.

Se

entiende por trauma, a todo evento al que una persona se ve expuesta y que amenaza gravemente su integridad física o la de otros, generando los siguientes efectos: -

Percepción alterada, lo cual genera confusión, miedo, ansiedad, agresividad entre otros.

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Sentimiento de humillación y sometimiento, desarrollando culpa y autorecriminamiento al no haber podido enfrentar la situación de otra forma. Lo cual provoca que la rabia y el resentimiento sean contra sí mismo y no contra el agresor.

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Revivir constantemente el evento, lo cual se da por dos circunstancias: una de ellas es la causada por el trauma mismo y la otra porque la persona va a describir con todo detalle lo ocurrido cada vez que alguien muestre interés por saber cómo ocurrieron los hechos. 36


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Aislamiento de la realidad o del problema, como si aquello le hubiera sucedido a otra persona.

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Fragmentación de la memoria, donde por una parte se disocia la realidad y se olvidan ciertas partes, son recursos que la pisque utiliza para defenderse del sufrimiento.

La psicología indica que estos eventos se presentan normalmente, en un período de 2 a 4 semanas. En casos de psiques estables, el período de estabilización se da dentro de los primeros días o primeras semanas y se retoma el control a las 4 semanas. En casos de psiques menos estables, se pueden desarrollar disociaciones de personalidad, fragmentación de lo ocurrido, negación del hecho. 2.3.2 Violencia colectiva La violencia colectiva es el uso instrumental de la violencia por personas que se identifican a sí mismas como miembros de un grupo frente a otro grupo o conjunto de individuos, con el fin de lograr objetivos políticos, económicos o sociales. Adopta diversas formas: conflictos armados dentro de los Estados o entre ellos; actos de violencia perpetrados por los Estados (por ejemplo, genocidio, represión y otras violaciones de los derechos humanos); terrorismo; y crimen organizado.

El siglo XX ha sido uno de los periodos más violentos de la historia de la Humanidad. Se calcula que perdieron la vida como consecuencia directa o indirecta de los conflictos armados 191 millones de personas, de las cuales bastante más de la mitad era civiles. En 2000 murieron alrededor de 310 000 personas como consecuencia directa de traumatismos relacionados con conflictos de este tipo, la mayoría en las regiones más pobres del mundo.

Además de los muchos miles de personas que mueren cada año en conflictos violentos, es enorme la cifra de personas que resultan heridas, y algunas quedan discapacitadas o mutiladas de por vida. Otras son objeto de violaciones o torturas,

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actos violentos éstos que a menudo se utilizan como armas de guerra para desmoralizar a las comunidades y destruir sus estructuras sociales. Al igual que ocurre con otros tipos de violencia, los conflictos han venido asociándose también a diversos problemas de salud, como depresión y ansiedad, conductas suicidas, abuso del alcohol y trastornos por estrés postraumático.

Además, los conflictos violentos destruyen las infraestructuras, desbaratan servicios vitales, como la asistencia médica, y repercuten seriamente en el comercio y en la producción y distribución de alimentos. Los lactantes y los refugiados se cuentan entre los grupos más vulnerables a las enfermedades y a la muerte en tiempos de conflicto.

En ambos grupos, puede darse un aumento espectacular de las tasas de morbilidad y mortalidad. Entre los factores que entrañan un riesgo de que estallen conflictos violentos figuran: la ausencia de procesos democráticos y la desigualdad en el acceso al poder; las desigualdades sociales, caracterizadas por grandes diferencias en la distribución y el acceso a los recursos; el control de los recursos naturales valiosos por parte de un solo grupo; los rápidos cambios demográficos que desbordan la capacidad del Estado para ofrecer servicios esenciales y oportunidades de trabajo.

Algunos aspectos de la globalización también parecen contribuir a que surjan conflictos. Aunque quizás ninguno de estos factores baste por sí solo para desencadenar un conflicto, la combinación de varios de ellos puede crear las condiciones para que brote la violencia. (OMS, 2002)

2.4 Criminología 2.5 Criminología Ambiental

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Según César San Juan y Laura Vozmediano, la criminología ambiental tiene un origen disperso, pues es la suma de distintas disciplinas y momentos, ambos muestran como elementos comunes el delito y el ambiente, parte de la estadística moral de finales del siglo XIX y converge con la Escuela de Chicago. (VOZMEDIANO & SAN JUAN, 2010)

La criminología ambiental es una especialidad de la criminología cuyo objetivo es aportar conocimientos y soluciones en los campos del análisis, intervención y prevención de la delincuencia. Su campo de estudio es la ecología del delito, por lo que estudia en qué medida el contexto, el escenario de conducta, puede explicar la transgresión de la norma y el comportamiento antisocial, ya que todos los delitos ocurren en un espacio. (San Juan, 2013)

Esto presenta unas variables espacio-temporales, que conjuntamente con las características físicas y sociales que aporta el escenario de un crimen constituyen el campo de estudio de la criminología ambiental.

Hay que aclarar que la

criminología ambiental no pretende explicar la delincuencia únicamente desde las variables ambientales. Ésta actúa complementando a su ciencia madre, la criminología, para aportar datos que, conjuntamente ayuden a predecir, prevenir y explicar los comportamientos antisociales de una forma más correcta a la vez que exacta. (San Juan, 2013)

Por lo tanto, la conducta criminal está influenciada por el ambiente en el que ocurre, el cual contribuye como elemento criminógeno en el comportamiento y en la toma de decisiones del criminal.

En el campo de la criminología ambiental interviene los 10 principios de oportunidad del delito que describen Felson y Clark (2017) y que son considerados básicos en el comportamiento criminal, estos principios son: •

De las oportunidades: -

Desempeñan un papel como causa del delito. 39


-

Las oportunidades delictivas son específicas o especializadas.

-

Están Concentradas en el tiempo y espacio.

-

Dependen de los movimientos cotidianos.

Un delito crea oportunidades para otro

Algunos productos crean oportunidades delictivas más tentadoras que otros

Los cambios sociales y tecnológicos crean nuevas oportunidades delictivas

Las oportunidades delictivas pueden reducirse

La reducción de oportunidades no suele desplazar el delito

Una reducción de oportunidades focalizada puede producir un descenso de delitos más amplio. (Felson, Marcus; Clarke, 2017)

Esencialmente, podemos deducir de estos 10 principios que las oportunidades son importantes en la comprensión del crimen. Normalmente son oportunidades muy específicas, concentradas en tiempo y espacio y dependen de los movimientos cotidianos. Estas oportunidades difieren con los cambios tecnológicos y sociales, y algunas de ellas son más tentadoras que otras. Además, dichas oportunidades para realizar actos delictivos pueden ser reducidas, desplazando mínimamente el crimen e incluso consiguiendo eliminarlo por completo en algunos casos.

2.5.1 Origen y evolución de la Criminología Ambiental Los patrones geográficos del delito comenzaron a ser desarrollados a mediados del siglo diecinueve con el trabajo de André Michel Guerry y Adolphe Quetelet, aunque el segundo ha sido citado por una buena cantidad de autores, fue el trabajo de Guerry el que dio origen a la relación del delito con la geografía.

Guerry estudió derecho en la Universidad de Poitiers, tras su graduación fue admitido en la barra de abogados como Abogado Real. En 1825 el Ministro de Justicia instituyó el primer sistema nacional centralizado de reportes de crimen, llamado Compte général de l’administration de la justice criminelle, lo que definió la carrera profesional de Guerry. En este sistema se guardaban registros de 40


cada departamento de justicia dando detalles de cada cargo criminal antes de llegar a las cortes francesas, algunos de los datos consignados eran: edad, sexo, ocupación del acusado, naturaleza del delito, etc. (Friendly, 2007)

Guerry fue contratado por el Ministerio de Justicia para llevar los registros de Paris, con ello logró compilar información que daba la posibilidad de descubrir leyes empíricas que rigen el comportamiento social, decidió dedicarse entonces al estudio e interpretación de las estadísticas morales de estas y otras fuentes. En 1837 se publican los primeros mapas sobre dichas estadísticas, mismos que elabora en colaboración con el geógrafo Adriano Balbi, sin embargo, su encuentro con el belga Adolphe Quetelet aunque breve sirve como referencia para el estudio de correlación entre la edad y delincuencia -Quetelet - en contraposición con las condiciones económicas, grado de instrucción y sexo -Guerry-. (Hernando Sanz, 1999)

Estos mapas son una consecuencia de las reformas hechas en términos de Derecho penal, permitiendo introducir socialmente la Teoría de la Utilidad, esta significa que se debe dar prioridad a la información sistemática de los delitos cometidos, arrestos y condenas. Esta información a su vez permitió organizar los datos y compararlos en Francia e Inglaterra, particularmente en las décadas de 1830 a 1850. (VOZMEDIANO & SAN JUAN, 2010)

Los estudios espaciales del delito más conocidos se dirigieron en la ciudad de Chicago, por la escuela sociológica de la Universidad de Chicago, focalizando el estudio geográfico en la explicación del movimiento de la criminalidad de la escala regional a los vecindarios urbanos.

Este enfoque está basado en la llamada

Escuela de Chicago de la ecología humana y las teorías del crecimiento urbano desarrolladas por Ernest Burgues, que sirvieron como referencia para el posterior estudio de los oficiales de libertad condicional Clifford R. Shaw y Henry D. Mckay, quienes en los años cuarenta, examinaron el comportamiento de algunos reos con

41


libertad provisional quienes eran sujetos de determinadas enfermedades sociales1 especialmente aquellas relacionadas con la reincidencia del delito. (Williams, F.P & McShane, 1988)

Estos estudios se mantuvieron por casi dos décadas estableciendo una dinámica en el análisis espacial del delito, es importante decir que, durante este período los datos más importantes no eran necesariamente los dados por las estadísticas censales o datos demográficos, sino más bien teniendo en consideración la ecología humana, es decir, la relación de las personas y sus interacciones sociales. Smith señala que durante los años sesenta, existió una corriente de geografía positivista que resultó sumamente improductiva, pues las variables

de

análisis

espaciales

descartaban

los

factores

sociales

y

consecuentemente arrojaba datos inexactos, aunque no menciona las variables y categorías de análisis. (Smith, 1986)

Ha sido durante los años setenta que los análisis espaciales del delito podrían haber resultado más prometedores, esto derivado de la combinación de factores, en términos no solo de la composición social, sino más bien de la integración de perspectivas

geográficas,

planificación

urbana,

criminología

ambiental

y

aproximaciones ecológicas basados en estudios econométricos que llevaron a estudios más interesantes, según Smith.

Por otra parte, surgen autores como Lowman que desarrollan una crítica sobre la geografía del delito, poniendo de manifiesto cómo ciertas realidades sociales afectan la naturaleza espacial y situacional del delito. (Lea, J; Young, 1984)

Según Öhrn fue en los años ochenta cuando los autores Bratingham y Bratingham basaron su análisis espacial investigando patrones en determinados crímenes a inicios de la década, a partir del cual infieren que la mayor parte de los

1

Entendiendo el termino de enfermedades sociales, como comportamientos erráticos que pueden afectar a la sociedad en su conjunto.

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ofensores cometen delitos en las cercanías de su casa, a lo que ellos denominan crime trip, con ello se refieren a la distancia que los delincuentes deben recorrer para cometer determinados delitos. (Öhrn, 2016)

Este autor afirma que mientras aumenta la distancia desde la vivienda del delincuente, la actividad criminal disminuye, dicho fenómeno se conoce como decadencia por distancia.

Esta decadencia se refiere a la noción de que en

cualquier actividad rutinaria los individuos interactúan socialmente, trabajan, tienen patrones de estudio, pero también está relacionado con la actividad delictiva, pues generalmente parte de un punto central de origen, siendo esta la vivienda. (Bratingham, P.; Bratingham, 1981)

La criminología ambiental basa su existencia en la ecología humana, fueron un grupo de sociólogos urbanos cuyos trabajos dieron origen al estudio de las relaciones espaciales y temporales de los seres humanos con su entorno. Ernest Burgess planteó durante los años veinte el modelo concéntrico de la estructura urbana, bajo el cual estaba cimentada la ciudad de Chicago, esto fue a partir de la idea de que el distrito central está ocupado por el centro negocios y es en torno a él que se desarrollan todo tipo de actividades dando origen a el modelo en mención. (Winfield Reyes Fernando; Martí Capitanachi, 2012)

No obstante, este modelo es también el resultado del estudio realizado por Robert Ezra Park, Ernest Burgess y Roderick Mckenzie, citados por Winfield y Martí, en el que abordan la conducta humana en el medio urbano. Park, sociólogo de origen plantea que el comportamiento de las personas está determinado por las dinámicas sociales que se desarrollan en la ciudad en la que esta funciona a partir de un centro de negocios y los centros de trabajo y vivienda se encuentran en una posición menos privilegiada.

43


En tanto Burgess y Mckenzie, visualizan la ciudad como el espacio de la convivencia urbana que a través de la integración del ser humano al entorno puede transformar barrios, la propia ciudad, sin dejar de lado el hecho que los elementos de la vida moderna podrían poner en riesgo la cohesión social y llevar a ciertas irregularidades colectivas, es decir, generar espacios urbanos cada vez más proclives a la precariedad y el delito. (Winfield Reyes Fernando; Martí Capitanachi, 2012)

Por su parte Bratingham y Bratingham (Bratingham & Bratingham, 1981) indican que para poder interpretar este comportamiento de desplazamiento la movilización para cometer un delito se requiere dinero, tiempo y determinación, por lo que en la mayor parte de los casos los delincuentes prefieren lugares cercanos al domicilio, consecuentemente las áreas cercanas este es considerado como buenos objetivos.

Block y Bernasco categorizan a los delincuentes según las distancias recorridas para cometer delitos de manera que existen los viajeros y los merodeadores. (Block, R.; Bernasco, 2009) Los primeros debido a las distancias pueden ser poco precisos comparados con los segundos. Por su parte Rossmo indica que existen cuatro condiciones para poder generar un geoperfil adecuado, para ello se basa en que los delitos han sido cometidos por el mismo individuo, las condiciones son:

a. El delincuente comete en el mismo radio al menos cinco accione delictivas. b. El delincuente tiene puntos de “ancla” o partida. c. Generalmente el delincuente no viaja. d. Existe una distribución criminal de los objetivos. (Rossmo, 2005)

Aunque como reconoce Rossmo la metodología de la geoperfilación fue inicialmente aplicada para delitos en serie como asesinatos y violaciones, en

44


Estados Unidos esta técnica ha sido utilizada para investigaciones de fraudes en serie, incendios e incluso robo. 2.5.2 Teoría de la Elección Racional Esta fija su atención en la toma de decisiones del ejecutor de la acción, es decir el delincuente. En ella se hace énfasis en la decisión del delincuente basado en su libre albedrío y quien por perseguir un fin específico que lo beneficie comete delitos. Estas restricciones en el pensamiento, según señalan Felson y Clarke, también limitan la cantidad de tiempo y esfuerzo que puede el mismo destinar a la decisión y la calidad de información de la cual disponen. (Felson, Marcus; Clarke, 2017)

Las raíces de las perspectivas de la elección racional se encuentran en la Escuela Clásica de la Criminología. Uno de los paradigmas principales de la cual está relacionado con la teoría del delito como elección racional, formulada por Willson y Herrnstein (1985) y por Clarke y Cornish (1986), y dice que el delito es una conducta intencional diseñada para beneficiar de alguna manera al delincuente. Los delincuentes eligen cometer el crimen basándose en sus percepciones sobre los riesgos y los beneficios derivadas de su comisión. Así, el comportamiento delictivo está guiado por el hedonismo, el principio de placer frente al sufrimiento (mencionados en la filosofía), el valor o utilidad (en términos económicos) o el reforzamiento o recompensa (en terminología psicológica). (Cornish, 1975; Wilson, 1985)

Esencialmente, los criminales toman decisiones basadas en qué es lo mejor para ellos en cada momento, dirigiendo sus actos en torno al logro del placer o beneficio a corto plazo, y evitando el sufrimiento o las consecuencias desagradables. (Cornish, 1975)

De acuerdo a lo propuesto por Clark y Cornish, son ocho factores los que influyen sobre la conducta. El primero de ellos son los factores antecedentes es decir los factores psicológicos, de crianza, sociales y demográficos, que a su vez 45


testan relacionados con el temperamento, la inteligencia, las formas de aprendizaje, los cuidados, la delincuencia paterna, la estructura familiar, el sexo, el estrato socioeconómico y la educación. (Cornish y Clarck, 1975)

El segundo, es la experiencia previa y el aprendizaje, de elementos como experiencia delictiva directa, contactos con la justicia, actitudes morales, auto percepción y expectativas. El tercero, las necesidades generales, dinero, sexo, amistad, estatus y diversión. El cuarto la valoración de las opciones, esto son el grado de esfuerzo, la cantidad e inmediatez de la recompensa, certeza y severidad del castigo, costos morales. (Cornish, D.B.; Clarck, 1975)

El quinto son soluciones consideradas, las legales como el trabajo, el matrimonio y las ilegales como el robo y otros delitos. El sexto, la reacción ante la oportunidad, si es fácil, necesidad urgente de dinero, persuasión de los amigos, ingesta de alcohol, disputas de pareja. El séptimo, la disponibilidad para cometer el delito. Y el octavo la decisión de cometer el delito. (Cornish, D.B.; Clarck, 1975)

ClarkE y Erck(2008) defienden que las decisiones del delincuente están basadas en su percepción del esfuerzo y la recompensa comparado con las consecuencias, incluyendo la probabilidad de ser aprehendidos y la dureza de la pena. Es decir que sus decisiones se ven influidas por la decisión del delincuente derivado del tiempo del que se dispone para la comisión del delito, la habilidad cognitiva, los factores biológicos y su experiencia.

Son estos mismos autores quienes establecen 6

conceptos sobre el comportamiento delictivo: i.

Tiene un propósito

ii.

Es racional

iii.

La toma de decisiones es específica del tipo de delito.

iv.

Las elecciones del criminal se clasifican en las de implicación y del evento

v.

Existen tres fases de implicación de la actividad delictiva: iniciación, habituación y abandono.

46


vi.

Los eventos criminales siguen una secuencia de pasos y decisiones. (Clarke, R. V.; Eck, 2008)

Serrano (2009) frente a este enfoque hace referencia a que no todos los delitos se realizan haciendo uso de la razón, ya que los delincuentes tienen un breve espacio de tiempo para tomar decisiones y en consecuencia este comportamiento solo es posible en delitos más elaborados y planificados. (Serrano Maíllo, 2009) 2.5.3 Teoría de la Actividad Rutinaria Esta se basa en el estudio de actividades realizadas de manera cotidiana, ha servido para explicar delitos predatorios 2. Se dice que para que esto ocurra debe existir coincidencia en algunos elementos básicos que coinciden en tiempo y espacio, estos elementos son: Un posible delincuente, el objetivo apropiado y el vigilante ausente. (Felson, Marcus; Clarke, 2017)

2.5.4 Teoría del Patrón Delictivo La Teoría del patrón delictivo coincide con la teoría de la actividad rutinaria en que se trata de cómo se mueven en tiempo y espacio los sujetos y los objetos involucrados en el hecho. Esta teoría se orienta más hacia los factores de circulación y el comportamiento teniendo como conceptos principales como: -

Nodos

-

Rutas

-

Límites.

Desde el punto de vista de la planificación urbana se entienden como Nodos los puntos en o desde los cuales se realizan actividades y sirven para organizar las actividades, estos a su vez se conectan entre sí por conexiones, que para el patrón delictivo constituyen las rutas que a su vez puede tener escalas variadas. (Felson, Marcus; Clarke, 2017)

2.6 Criminología Existen numerosos autores que procuran definirla según el momento histórico que ocupan, elocuentemente el Doctor José Adolfo Reyes compila en su libro Criminología las

2

Entendiendo los delitos predatorios como aquellos donde el objetivo es considerado una “presa”.

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ramas que engloba, así como el objeto, su clasificación y finalmente los modelos de esta. (Reyes Calderón, 2008)

Es así, como debe quedar claro que a la Criminología le interesa mucho más por qué suceden los delitos, pues del establecimiento del cómo se ocupará la Criminalística. El análisis histórico del término puede contribuir a la comprensión de dicho fenómeno como lo señalan Augusto Sánchez y Alicia González en su libro Criminología: Objetos y Métodos. (Sánchez Sandoval, Augusto; González Vidaurri, 2005).

Luis Rodríguez Manzanera citando a Mariano Funes y Alfonso Quiroz resume que la criminología es una síntesis, que explica la naturaleza causal y natural de las conductas antisociales, aunque reconoce que su definición es un problema que requiere discusión y es perfectible. Lo que sí es cierto, es que la mayor parte de los autores coinciden en la línea clásica de Enrico Ferri, quien señala que esta debe ser abordada desde la Antropología y la Sociología Criminal. (Rodríguez Manzanera, 1981)

A manera de referencia es válido citar algunas definiciones de algunos de los mayores exponentes de la criminología. Según Rafael Garófalo, Es la Ciencia del delito, haciendo diferencia entre delito sociológico y delito natural (crimen). (Garófalo, 1896)

Quintiliano Saldaña, la define como la ciencia del crimen o estudio científico de la criminalidad, sus causas y medios para combatirla. Constancio Bernaldo de Quirós, es quien la delimita como la ciencia que se ocupa de estudiar al delincuente en todos sus aspectos; expresando que son tres grandes ciencias las constitutivas, a saber: la ciencia del delito, o sea el Derecho Penal; la ciencia del delincuente, llamada Criminología; y la ciencia de la pena, Penología. (Rodríguez Manzanera, 1981)

Para David Abrahamsen, es la investigación que a través de la etiología del delito (conocimiento de las causas de éste), y la filosofía del delito, busca tratar o curar al delincuente y prevenir las conductas delictivas. Stephan Hurwitz, considera que este término puede ser empleado en otros sentidos, pues la criminología designa aquella parte de la ciencia criminal que pone de relieve los factores de la criminalidad mediante la investigación empírica, es decir, los factores individuales y sociales que fundamentan la conducta criminal. (Reyes Calderón, 2008) 48


Para Jean Marquiset, citado por Resten, representa el estudio del crimen, considerado como fenómeno individual y social, de sus causas y de su prevención. René Resten, opina que es una ciencia de aplicación de la Antropología diferencial al estudio de los factores criminógenos de origen biológico, fisiológico, psicológico y sociológico, y en la búsqueda de sus bases racionales en que apoyar la recuperación y reinserción del criminal. (Resten, 1963)

Los autores citados por Rodríguez, Evelio Tabio, por su parte la define como una ciencia causal, en la que se explica el fenómeno del delito, supone pues, el estudio del crimen desde un enfoque más amplio. Willem Bonger, la entiende como la ciencia que tiene por objeto el estudio del fenómeno de la criminalidad teórica y es a partir de ella que se construye la criminología práctica o aplicada. (Rodríguez Manzanera, 1981)

Es el alemán Hans Gooppinger, quien explica la escuela austriaca, y señala a los autores Hans Gross y Ernest Seelig, quienes afirman que el crimen es objeto de dos ciencias diferentes (Criminología y Derecho Criminal), según se observe como fenómeno naturalístico o en sentido jurídico, y dan a la Criminología una extensión enciclopédica notable. (Gooppinger, 1975)

Es así, como debe quedar claro que a la Criminología le interesa mucho más por qué suceden los delitos, pues del establecimiento del cómo se ocupará la Criminalística. El análisis histórico del término puede contribuir a la comprensión de dicho fenómeno como lo señalan Augusto Sánchez y Alicia González en su libro Criminología: Objetos y Métodos. (Sánchez Sandoval, Augusto; González Vidaurri, 2005).

En el abordaje del estudio del fenómeno del delito la definición del Dr. Reyes pareciera ser una de las más integrales y acertadas siendo “La criminología es la ciencia que estudia la conducta desviada, las personas vinculadas a la misma y la reacción social suscita”.

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2.7 Corrientes Teóricas de la Criminología La Criminología surge como una reacción al contrato social y evoluciona según la sociedad lo requiere, han sido grandes pensadores quienes han dado forma a esta ciencia, describiéndola y procurando la comprensión del fenómeno delictivo como resultado de una conducta desviada de un individuo.

2.7.1 Criminología Clásica César Bonessana, Marqués de Beccaria (1738-1784), conocido bajo el nombre intelectual de César de Beccaria, fue un individuo que basó sus principios de derecho penal y criminología clásica en el contrato social desde el enfoque de Hobbes, Montesquieu y Rousseau. Taylor, Walton y Young, le atribuyen a este autor los conceptos que en su momento modifican los patrones tradicionales del Derecho Clásico. (Taylor, Ian; Walton, Paul; Young, 1975)

Aunque si bien es cierto, el Marqués de Beccaria no es considerado como criminólogo, es sobre la exposición sintética que hace del contrato social de Rousseau respecto de la naturaleza de las leyes lo que sienta las bases sobre las cuales se basa a la criminología clásica.

Es así como parafraseando lo citado por Taylor, Walton y Young del Essay on Crimes and Punishments (1805) de Beccaria, la interpretación del contrato social es: “Las leyes son las condiciones con arreglo a las cuales los hombres, naturalmente independientes, se unieron en sociedad. Cansados de vivir en perpetuo estado de guerra y de gozar de una libertad que, a causa de su incierta duración, era de escaso valor, sacrificaron una parte de ella para disfrutar del resto en paz y seguridad. La suma de todas esas porciones de la libertad de cada individuo constituyó la soberanía de la nación y fue confiada a la custodia del soberano, como legítimo administrador. Pero no bastaba simplemente con establecer esa custodia, sino que también era necesario defender la libertad de la usurpación de todos los individuos que siempre tratarían de quitar a la masa su propia porción y de menoscabar la de los demás. Por lo tanto, se necesitaban remedios perfectamente visibles para impedir que el despotismo de rada persona sumergiese a la sociedad en el caos en que antes había estado. Esos remedios son las penas establecidas para quienes violan las leyes.”

50


Basada en esto enunciados la teoría clásica, es posible firmar que se trata de una teoría de control social, considera la forma como es el Estado quien debe reaccionar ante el criminal, sienta las bases para el derecho penal y finalmente señala las conductas desviadas que califican como criminales.

Esta teoría tiene como finalidad aumentar el control del Estado y contribuir a disminuir el delito a través de mecanismos de persuasión que son proporcionales al grado en que un delito viola el derecho de propiedad, bienestar individual y el del Estado. (Bonesana, 1764)

La teoría clásica de Beccaria esta basada en los siguientes principios:

1. Todos los hombres, siendo por naturaleza egoístas, pueden cometer delitos. 2. Hay un consenso en la sociedad acerca de la conveniencia de proteger la propiedad privada y el bienestar personal. 3. A fin de impedir una guerra de todos contra todos, los hombres celebran libremente un contrato con el Estado para preservar la paz de conformidad con las estipulaciones establecidas por ese consenso. 4. La pena debe utilizarse para disuadir al individuo de violar los intereses de los demás. 5. Las penas han de ser proporcionales a los intereses violados por el delito. No deben ser excesivas respecto de él ni empleadas para reformar al delincuente, porque esto afectaría los derechos del individuo y quebrantaría el contrato social. 6. Debe haber la menor cantidad posible de leyes y su aplicación debe quedar perfectamente delimitada mediante las garantías del debido proceso. 7. Cada persona es responsable de sus acciones, y todas, cualquiera que sea su rango, son iguales ante la ley. Por lo tanto, son inadmisibles las circunstancias atenuantes y las excusas. (Molina Arubla, 1998)

51


Según lo señala Molina Arubla, la teoría clásica, aunque basada en el derecho penal, se considera una de las primeras que aborda la criminología fundamentada en la teoría del control social, aunque no de manera explícita sino más bien implícita. En consecuencia, identifica tres maneras de comprender el fenómeno del delito:

i.

La forma en que el Estado debe reaccionar ante el delincuente.

ii.

Las desviaciones que permiten calificar a los delincuentes y las personas que tienen conductas poco habituales.

iii.

La base social del derecho penal.

Según Elena Larrauri, desde esta teoría se elude tratar la naturaleza de la motivación del delincuente, derivado del momento en el que se propone no se cuestiona la supremacía moral y racional de la incipiente burguesía. En ella se castiga por infringir la norma y son sometidos temporalmente a la sociedad, siendo ella quien impone un castigo con la finalidad que se repare el daño. (LARRAURI, 2000)

Es Beccaria quién señala los enfoques de Hobbes y Locke sobre la motivación delictiva y es Hobbes quien señala que el hombre pobre puede reconocer su obligación si se le enseña el statu quo como inevitable, desde su perspectiva Locke apunta que, las clases trabajadoras nunca pueden ser miembros integrantes plenos de la sociedad porque carecen de bienes. Estas dos concepciones de la motivación delictiva han dominado durante mucho tiempo la Criminología. (Beccaria, 1822)

Por su parte Jeremy Bentham, supone una aproximación a la Escuela o Teoría Clásica de Beccaria desde el enfoque de las motivaciones o “utilidades” como le llama. Bentham señala que la humanidad ha sido sometida por dos elementos: el dolor y el placer. Son ellos los señalan lo que se debe hacer y determinan lo que se tiene que hacer; establecen los estándares entre lo que es correcto o incorrecto, la cadena de causas y efectos. (Bentham, 2017) 52


Ha sido Bentham quien apunta que son estos dos elementos los que gobiernan el comportamiento humano en lo que hace, dice, piensa; cada individuo se esfuerza por mantener la objetividad, pero en realidad continúa siendo sujeto de lo que el autor llama “el principio de utilidad” que es el que permite reconocer la subjetividad y sienta las bases de un sistema que apunta al bienestar construido de la mano de la razón y la ley.

Desde la perspectiva de Bentham, Alvin Goulder señala que los individuos se enfrentan a estos dos elementos según el lugar que ocupan en la sociedad, es así como el principio de utilidad propio de la clase media se desarrolló en el curso de su polémica contra las normas feudales y las reivindicaciones aristocráticas de los "antiguos regímenes", en los que se consideraba que los derechos de los hombres se derivaban de su estamento, clase, nacimiento o linaje y estaban limitados por estos, es decir, por lo que los hombres eran y no por lo que hacían. Por el contrario, la nueva clase media asignaba el máximo valor a los conocimientos, la capacidad y la energía de las personas que posibilitaban su logro individual. (Gouldner, 1970)

El principio de utilidad propio de la clase media implicaba que las recompensas debían ser proporcionales al trabajo efectuado y a la contribución aportada por cada uno. La utilidad de los hombres se sostenía, debía determinar la posición que podían ocupar o el trabajo y la autoridad que podían tener, en lugar de que su posición rigiese el otorgamiento de cargos y privilegios. (Taylor, Ian; Walton, Paul; Young, 1975)

La dicotomía entre dolor y placer, se compara con castigo y recompensa, misma que a su vez será proporcional al lugar que ocupa el individuo en la sociedad.

Puede considerarse que esta teoría de la Criminología Clásica esta complementada con el principio de utilidad mismo que se basa en tres supuestos importantes, todos ellos discutibles. Estos supuestos son: 53


i.

Un consenso entre hombres racionales acerca de la moralidad y la inmutabilidad de la actual distribución de los bienes.

ii.

Todo comportamiento ilegal producido en una sociedad en la que se dice que se ha celebrado un contrato social es esencialmente patológico o irracional, el comportamiento propio de hombres que, por sus defectos personales, no pueden celebrar contratos.

iii.

Los teóricos del contrato social tenían un conocimiento especial de los criterios para determinar la racionalidad o irracionalidad de un acto.

Estos criterios eran los criterios de utilidad, tal como habían sido expuestos por esos mismos teóricos. Por lo tanto, el principio de utilidad no era una teoría que implicase una igualdad individual ilimitada. Aunque se pensaba que los hombres eran iguales en el sentido de que tenían igual capacidad de raciocinio, no podía considerarse que fuesen iguales en todos los demás sentidos. (Radzinowicz, 1966)

Según Taylor, Walton y Young, el principio de utilidad nunca ha resuelto plenamente la contradicción entre la defensa de la igualdad y el énfasis en la propiedad. En realidad, no presta atención al hecho de que la carencia de bienes puede ser motivo de que el hombre tenga una mayor probabilidad de cometer delitos, y tampoco tiene presente la posibilidad de que las recompensas que el sistema ve como tales estén más fácilmente a disposición de quienes poseen fortunas (u ocupan posiciones privilegiadas por otros motivos). La insistencia democrática de este principio, con su énfasis en la igualdad entre aquellos que aportan contribuciones Útiles a la sociedad, nunca fue más que ideología. (Taylor, Ian; Walton, Paul; Young, 1975)

Para Bentham, si los seres humanos reaccionan bajo tales estímulos como dolor y placer, en caso de cometer una falta que afecta en mayor proporción a la sociedad y como último recurso se acude al castigo, este debe ser proporcional al daño bajo 54


la garantía de excluir in mal mayor. Estos carecen de justificación cuando son infundados, ineficaces, improductivos, muy costosos e innecesario. (Cid, José; Larrauti, 2001).

2.7.2 Escuela Cartográfica Gianluigi Ponti e Isabella Merzagora, consideran que a pesar de los aportes de Beccaria y Bentham son la base para la construcción de los principios de criminología, esta inicia como disciplina tras la aplicación del método científico. Los escritos que trascienden y constituyen el mayor aporte de esta escuela son los de Adolphe Quételet, Alphonse de Candolle, André-Michel Guerry, y más tarde Gabriel Tarde. (Ponti, Gianluigi; Merzagora, 2008)

La escuela cartográfica posee un gran aporte desde el positivismo criminológico, cuya retórica versa sobre el consenso el determinismo y el cientifismo, todos ellos representan un modelo de naturaleza humana que permite no poner cuestionar el mundo tal y como es, lo que a finales del siglo XIX e inicio del XX se institucionaliza, según Radzinowicz.

Son los primeros expositores de esta teoría Quételet y Guerry, quienes aunque no desarrollaron su trabajo conjuntamente, curiosamente, lo hicieron en paralelo.

Adolphe Quételet fue un astrónomo, sociólogo y matemático, quien además desarrolló modelos que permitían hacer mediciones de lo que en su momento se denominaba “estadísticas morales”.

Él manejó y descubrió varias leyes

estadísticas, elaborando la curva de distribución normal, que es llamada "Curva de Quételet o del hombre medio". En 1835 publica un análisis estadístico del crimen en distintos países de Europa, incluyendo Bélgica, Francia y Holanda.

El

matemático, se propuso medir las tasas de variación de crímenes teniendo como variables el clima, la edad y el sexo. (Schmallenger, 2006)

55


Fue Quételet quien puso de manifiesto que la cantidad de delitos cambia estadísticamente de acuerdo a las temporadas climatológicas, manifestándose en una gran cantidad de delitos asociados con la violencia durante el verano, mientras que en las temporadas frías son los delitos contra la propiedad los más recurrentes. Como consecuencia de esta observación propuso que se le llamara “ley térmica”, de acuerdo a la cual la comisión de delitos varía, misma que hasta hoy sigue siendo objeto de discusión. (Schmallenger, 2006)

Según Alfonso Serrano Maíllo, este científico verificó que las cifras delincuenciales normalmente permanecen en el tiempo, fue a través de estas mediciones que pudo identificar que las cifras oficiales no permiten detectar el total de infracciones pues no se mide la incidencia de los delitos y a esto le denominó la “cifra negra de la delincuencia”.

Octavio Orellana Wiarco, enumera las tres conclusiones a las que llegó Quételet:

a. El delito es un fenómeno social que puede conocerse y determinarse estadísticamente. el crimen es un fenómeno social, de masas, no un acontecimiento individual. Distingue: psicológico-individual (psicología: decisión concreta del hombre) y psicológico-colectivo (estadística: hechos sociales desligados de la motivación individual)

b. Los delitos se comenten año tras año, con una absoluta regularidad y precisión. El crimen es natural. La mecánica social es la que estudia su frecuencia media relativa, distribución. Al ser regular y constante se puede predecir (semejante a la ley de saturación de Ferri)

c. Los factores que intervienen como causas de la actividad delictuosa son variadas: el clima, la pobreza, la miseria, el analfabetismo, etc. Con esos factores Según la estadística es normal: inevitable, necesario, constante. La

56


sociedad debe pagar su tributo fatal dada su organización. (Orellana Wiarco, 2004) (García-Pablos, 2013).

Parte de sus estudios estadísticos están basados en la distribución geográfica del delito en Europa, es a partir de este que escribe “Física Social” en 1835 y señala cuatro hechos fundamentales para sus enunciados:

a) Los hechos humanos y sociales se rigen por las reglas generales que gobiernan los hechos naturales.

b) Es posible la formación de una ciencia que estudie a la sociedad en forma tal que se convierta en una verdadera "mecánica social", equivalente a la mecánica celeste de Laplace.

c) Un solo método es válido para llegar a esta mecánica, y ese. método es el estadístico.

d) Debe buscarse en todo fenómeno colectivo la frecuencia media relativa, su distribución serial, etc. (Rodríguez Manzanera, 1981)

Quetelet siendo un amante de las estadísticas de orden moral, desarrolló determinados estudios basado en los tres enunciados citados al inicio de este apartado, demostró que también la sensación térmica interviene en el nivel de incidencia del delito especialmente en Europa, partió de la idea que para determinar que en la normalidad todo lo que vive, crece y decrece, oscila entre un mínimo y un máximo. (López Gobernado, 2012)

Las leyes térmicas señalan 3 elementos: i.

En el invierno se comente mayor número de delitos contra la propiedad que en verano. Esto es porque los días son más cortos, existe mayor

57


tiempo de obscuridad y generalmente los ocupantes de la propiedad se ausentan. ii.

Los delitos contra las personas se cometen fundamentalmente en el verano, las temperaturas aumentan, los sujetos están en un estado de irritación o excitación, existe mayor contacto social.

iii.

Los delitos sexuales son más frecuentes en la primavera; según el autor esto responde al fenómeno de la brama en los animales y el hombre no es la excepción.

Según la estadística de Quetelet, las mujeres eran menos propensas a cometer delitos en una proporción de 6 a 1, esto se reafirma con lo señalado por Rodríguez Manzanera quien hace referencia al promedio en América Latina de 15 a 1. En lo que ambos autores coinciden es en que los hombres tienden a delinquir en etapas más tempranas es decir de los 14 a los 25 años, mientras las mujeres comienzan en una etapa posterior 16 a 27 años. Asimismo, coinciden en afirmar que ciertamente el individuo se ve influenciado en su actuar según su propio contexto geográfico y social, aunque no es determinante.

(Rodríguez

Manzanera, 1981)

Es el aporte estadístico de Quetelet, el que comienza a dar forma a la escuela cartográfica para el estudio del delito, sus enunciados han cobrado validez y han sido objeto de aplicación y estudio, a su vez permitiendo el abordaje de este fenómeno desde otra perspectiva científica.

Alphose de Candolle escribe en 1830, Considérations sur la statistique des délits, en este documento pasa a la posibilidad de apreciar numéricamente la cantidad y causa de los delitos. Reflexiona, en cuanto a la cantidad de delitos que son registrados oficialmente en Francia y en otros lugares. Descubre, que la estadística de hechos delictivos se refiere solo a los que llegan y son del conocimiento de autoridades judiciales, con frecuencia solo los que han llegado a resolverse en tribunales. Parte de la premisa de elaborar una comparación 58


entre los delitos que son juzgados y los que han sido cometidos, pero no llevados a los tribunales. (De Candolle, 1987)

De Candolle, trató de demostrar estadísticamente las circunstancias sociales y de localización que propician que el número de delitos sea elevado, lo clasifica en categorías, lo que simplificó las comparaciones que se podrían hacer en diferentes países o momentos, incluso entre individuos del mismo país con características similares.

Propone que para mejorar los datos estadísticos se debe documentar también las condiciones y las causas de los delitos, esto facilita la comparación entre países, especialmente si tienen características similares que permiten recapitular las influencias externas del crimen pues estas son más fáciles de explicar y entender que las externas. (De Candolle, 1987)

De esta manera las clasifica en 2: •

La cantidad y distribución de objetos (personas o cosas) que puede

proporcionar material al delito. El sistema de leyes penales. Grado. Probabilidad de cumplimiento de sentencia. Alcance y distribución de la educación. Finalmente, lo civil, comercial y políticas que regulan los derechos de los habitantes, circunstancias que influyen todo de una manera sensata sobre la suma de las tentaciones. •

La naturaleza de las propiedades. El grado de actividad de la policía

los hábitos y localidades del país en cuestión. El grado de facilidad en la comisión de crímenes.

Si todas las circunstancias externas son similares en ambos puntos de comparación y que, sin embargo, hay una diferencia en el número de delitos, solo entonces podemos concluir en algo para o contra la moralidad y las leyes. (Ponti, Gianluigi; Merzagora, 2008)

59


De Candolle al igual que Quetelet, demostró a través de la estadística oficial que existe mayor propensión de los varones jóvenes al delito, que existe una relación importante entre la heterogeneidad étnica, marginalidad y tasas delictivas. Finalmente, reflejaron que las estadísticas oficiales de criminalidad mostraban problemas de validez, derivados de su dificultad para detectar los delitos de autor desconocido, que no han sido descubiertos por las víctimas, las cuales evitan denunciar, o que no pueden ser probados ante un juez. Del mismo modo, también se constató la dificultad de realizar comparativas entre cifras delincuenciales de diferentes territorios y momentos históricos, por las variaciones que se podían dar en la manera de registrar las faltas y/o delitos. (Aebi, 2004)

Aunque muchos autores pasan de mencionar a De Candolle, este ha sido considerado el punto medio entre las ideas y métodos estadísticos de Quetelet y Guerry, en consecuencia, no sería justo dejarle fuera de esta discusión. André – Michel Guerry es considerado como el co- fundador de los estudios criminológicos basados en la estadística, además de sus aportes a la sociología moderna y las ciencias sociales. En 1832 presentó su manuscrito Essai sur la Statistique Morale de la France en la Academia Francesa de Ciencias.

Sus

hallazgos sobre el delito, suicidio y otros aspectos morales, mostraron que las tasas de los delitos se mantenían estables durante el tiempo variando solamente en algunas épocas del año y regiones de Francia, mostrado en gráficas y mapas.

Una de las primeras publicaciones en las que se incorpora la cartografía combinada con la estadística es Statistique comparée de l’état de l’instruction et du nombre des crimes, que constituye un trabajo en colaboración con el geógrafo Adriano Balbi. El propósito de Guerry era establecer la relación entre el nivel de instrucción en toda Francia comparado en los delitos. (Friendly, 2007)

Como resultado del estudio se obtuvo una composición de tres mapas en una misma página, mostrando los delitos contra las personas, contra la propiedad y el 60


nivel de instrucción en cada provincia de Francia. El resultado fue sorprendente pues sugiere que un delito contra la propiedad y contra las personas esta inversamente relacionado a las zonas urbanas y que no existe una relación directa entre delito y educación.

El estudio de Guerry víncula las leyes térmicas de Quetelet y a través de la estadística comprueba que los delitos contra la propiedad son más frecuentes en el norte de Francia, mientras los delitos contra las personas son mayores en el sur, atribuye este fenómeno a la relación entre lugar y clima, anota también que en el norte se dan relaciones raciales, culturales y laborales pues en su momento estaban más industrializadas. (López Gobernado, 2012)

En 1863 Guerry asegura que aun cuando el tiempo había pasado desde el contrato social no se puede pretender regular la sociedad con leyes basadas en cierto tipo ideal que, a su saber, se ajustaba a una justicia absoluta. Le explicación fue que estas habían sido formuladas para hombres abstractos, mas no, para hombres reales, en circunstancias determinadas. (Morris, 2007)

Propone Guerry las siguientes conclusiones a partir de los treinta años de estudios estadístico geográficos:

i.

No es posible regular la sociedad con leyes basadas en teorías metafísicas y en la búsqueda de un tipo ideal que responda a una idea de justicia absoluta.

ii.

Las leyes no son hechas para los hombres considerados en abstracto, para la humanidad en general, sino para hombres reales, colocados en condiciones particulares y bien determinadas.

iii.

Los delitos contra las personas provienen de concupiscencia o desorden de la vida privada y no de la miseria.

iv.

Los delitos se repiten año con año, con sorprendente regularidad.

61


v.

No hay coincidencia absoluta y directa entre ignorancia y delito, debe distinguirse instrucción de educación.

vi.

La estadística moral no busca descubrir lo que debería de ser, sino lo que es.

vii.

Las estadísticas se refieren a una dada categoría de individuos tomados como masa, y no a los sujetos componentes de la categoría, considerados singularmente, por lo tanto, es imposible predecir cuál será el comportamiento futuro de un individuo en particular, en determinadas circunstancias.

viii.

La constancia en las cifras de la criminalidad y de sus motivos no excluye la libertad de los individuos que componen la masa. (Morris, 2007)

Alejandro Lacassagne es un médico de Lyon, quien otorga gran importancia a los factores de localización de los individuos, haciendo una transición entre la escuela cartográfica y la escuela positiva, algunos autores le denominan la Escuela Antroposociológica del positivismo crítico. Lacassagne, sostiene que el delincuente solo es peligroso en cuanto se encuentra en el medio adecuado. Que existen medio sociales para que se propicie el delito. (Cid, José; Larrauti, 2001)

El autor sostiene que existen factores externos que hacen que se produzcan las conductas delictivas. Por influencia de Pasteur, caracteriza al criminal como un microbio y al medio social como un caldo de cultivo. Sus estudios estuvieron dirigidos hacia el grado de organización de las sociedades desde el punto de vista antropológico, llegando a la conclusión de que “las sociedades tienen los criminales que se merecen”. (Renneville, 2014)

En su teoría da ventajas a factores sociales tanto individuales como colectivos, utilizándoles como medios para explicar la etimología del crimen. En la que los factores individuales tienen una importancia limitada sobre la predisposición hacia el delito, en tanto, los factores colectivos tienen mayor determinismo sobre el delincuente. (Renneville, 2014) 62


Aunque el autor es médico sus aportes a la escuela cartográfica están basados en dos factores criminógenos.

Los factores predisponentes y los factores

determinantes, el primero es la disposición natural del individuo para delinquir esto es las funciones intelectuales del sujeto, pero este factor solo puede ser potenciado, por el medio social, es decir, las relaciones afectivas y del medio que son las que determinan el comportamiento. (Artiéres, Phillippe; Corneloup, 2009) 2.7.3.3 Escuela Positiva

Este movimiento se identifica por el pensamiento filosófico positivo, y que según autores como Lindersmith y Levin, citados por Hagan, no son solo la base de derecho positivo sino también han tenido su origen en la Escuela Cartográfica. (Hagan, 2011).

Según Augusto Sánchez y Alicia González, las visiones del modelo positivista son una mezcla de la ideología cristiana de la humanidad pecadora, del darwinismo y de la antropología criminal, conciben al individuo que violaba la ley, como atávico, loco y enfermo, un objeto de la medicina psiquiátrica, un sujeto incapaz de vivir y comprender la bondad de la sociedad. El trasgresor de la norma y el delito son vistos como entes con existencia natural, y aquel, con una naturaleza diversa, del ciudadano obediente. (Sánchez Sandoval, Augusto; González Vidaurri, 2005)

Por lo tanto, el sujeto-objeto de estudio ha sido el hombre delincuente en el que el positivismo etiqueta de peligroso social: Esto hizo que los primeros criminólogos se avocaran al estudio de la posibles causas biológico-psíquicas (endógenas) y socio ambientales (exógenas) por las cuales un hombre delincuente fue motivado a actuar ilícitamente, para encontrar en ellas los motivos de su peligrosidad, de su diferencia con los demás hombres normales. (Peset, José; Peset, 1975)

63


Con ello se declara, que, en la prisión, se busca determinar las formas correctivas de intervención sobre el sujeto individual, a fin de remover esas causas o controlarlas para lograr su readaptación social, y si no es posible, entonces se justifica su eliminación de la vida social. (Cid, José; Larrauti, 2001)

Desde esa concepción, se derivarán corrientes que vincularon con la criminalidad, a las enfermedades psiquiátricas y se desarrolló como objeto la psiquiatría criminal; a la constitución física de las personas y floreció como objeto la antropometría criminal; a la transmisión por herencia y surgió como objeto de estudio la genética criminal.

Para la escuela positivista, más que delitos, hay carentes biológicos y enfermos, por lo cual de allí se desarrolló el principio de responsabilidad de autor, que juzga a las personas por ser como natural y socialmente en consecuencia se les caracteriza, por su comparación con el modelo establecido como normal, por el sistema de dominación.

Según Hans Eysenck, la escuela positivista creía que su papel era eliminar sistemáticamente la idea del libre albedrío que había generado la escuela clásica y sustituirla por una ciencia de la sociedad, con el único propósito de erradicar el delito.

Para el autor esa escuela presenta un enfoque totalmente

diferente de la criminalidad y el delito, este persigue fines prácticos como:

a. Eliminar la conducta antisocial b. Liberar al hombre de creencias inútiles, filosóficas, punitivas y ético religiosas.

La escuela positivista más allá del modelo de la escuela clásica, propone que para comprender al delincuente son necesarios los estudios psicológicos y sociológicos de la acción delictiva y desviada.

64


Rodríguez, señala que esta escuela nace como una respuesta a los excesos formalistas de la escuela clásica, así como de los excesos jurídicos de ella, es Rafael Garófalo quien sirve de puente entre la biología antropológica de Lombrosso y la sociología de Ferri, pues dado su conocimiento de lo jurídico penal, hace una diferencia entre el crimen y el delito, colocándolo de acuerdo al tiempo, lugar y contexto. (Garófalo, 1896; Rodríguez Manzanera, 1981)

La escuela positiva está basada en varios postulados: i.

Según Enrique Ferri, en el método científico.

ii.

Propone medidas de seguridad sin delito.

iii.

El delito debe ser estudiado como un hecho de la naturaleza, es decir como algo real, existente y actual.

iv.

Quizás el que ha causado un poco de conmoción, la afirmación que el libre albedrío no existe, pues les atribuye a las circunstancias tanto físicas como sociales la facultad de facilitar o no el hecho de delinquir.

v.

El hecho de ser socialmente responsable por el solo hecho de vivir en sociedad.

vi.

No existen las responsabilidades morales, todos los individuos de la sociedad son responsables en colectividad.

vii.

El concepto de pena es substituido por el de sanción, cuyo propósito es educar y adaptar al delincuente.

viii.

La sanción es proporcional a la ofensa.

ix.

Las sanciones no deben hacer sufrir al privado de libertad.

x.

La misión de la ley penal es combatir la criminalidad como fenómeno social.

xi.

El derecho a imponer sanciones le corresponde al Estado.

xii.

Los sustitutivos penales son más importantes que las penas.

xiii.

Existen distintos tipos de criminales.

xiv.

La legislación penal debe estar basada en estudios antropológicos y sociológicos.

65


xv.

Se parte de la observación de los datos particulares para comprender los fenómenos relacionados o semejantes.

66


CAPITULO III 3. MARCO METODOLÓGICO

3.1 Metodología El estudio se realiza identificando el tipo y objeto de estudio, así como la selección del material que es relevante para explicar la relación de los menores en conflicto con la ley penal y la criminología, para ello se hace necesario identificar la población objeto de estudio y la unidad de análisis, así como el tamaño de la muestra y los criterios de inclusión.

3.1.1 Tipo de Estudio El estudio está corresponde a una investigación documental y descriptiva, en donde a partir de las descripciones bibliográficas se ha elaborado un instrumento que ha permitido validar las percepciones en cuanto a la relación entre los menores en conflicto con la ley penal y la criminología ambiental.

3.2 Objeto de Estudio. Son objeto de estudio los menores entre los 12 a los 17 años que se encuentran relacionados con actividades en conflicto con la ley.

3.3. Selección de Material de Estudio Revisión bibliográfica relacionada con los menores en conflicto con la ley, su entorno social, económico, familiar y educativo. Así como la descripción desde la criminología a partir de los distintos conceptos que existen.

Como instrumento de validación la encuesta electrónica realizada a operadores de justicia, policía nacional civil y académicos.

3.4. POBLACIÓN DE ESTUDIO. Menores en conflicto con la ley penal que se encuentran entre los 12 y los 17 años.

67


3.5. UNIDAD DE ANÁLISIS Elementos que condicionan el comportamiento criminal y que pueden ser potenciados por las condiciones de vida de los menores, como medios que facilitan su involucramiento en estructuras del crimen organizado.

3.6. TAMAÑO DE LA POBLACIÓN La muestra para este estudio consiste en 150 boletas electrónicas, respondidas y llenadas por miembros del Organismo Judicial, Policía Nacional Civil y académicos en el ámbito del Derecho y las Ciencias Policiales.

3.7. CRITERIOS DE INCLUSIÓN Población vulnerable en condiciones de pobreza y pobreza extrema, como objetos de estudio. Para quienes responden la encuesta se valora la experiencia en su trabajo con menores, el o los estudios realizados a partir de dicha experiencia.

3.8. INSTRUMENTO DE RECOLECCION DE DATOS Boleta electrónica con 10 preguntas, cuyas respuestas pueden ser dicotómicas o múltiples. Está basada en el conocimiento de la realidad de los menores y las razones por las que se les vincula a determinada corriente criminológica, cumpliendo con los criterios de selección.

3.9. OPERACIONALIZACION DE LA ACTIVIDAD FASES DE LA INVESTIGACIÓN Primera

Segunda

Revisión

Elaboración

documental,

Marco conceptual Marco Teórico y de la data.

recopilación datos

de y

propuesta

contenido

Tercera de Construcción

Cuarta del Análisis y síntesis

de Marco

Elaboración

del Metodológico.

conclusiones

68

de y


FASES DE LA INVESTIGACIÓN Primera

Segunda

bibliográficos,

Marco

Tercera

Teórico, Diseño de boleta recomendaciones,

por vías físicas revisado en bibliotecas o aprobado electrónica.

Cuarta

y de

encuesta revisadas

por electrónica.

asesor.

Tabulación

Elaboración de la

datos

propuesta

encuesta.

de

de

aprobadas

y por

de asesor. la

investigación, revisada

y

corregida.

3.10. RECURSOS

3.10.1. Materiales Libros especializados Suministros de oficina (tinta para impresora, papel, bolígrafos) Equipo de oficina (computadora, impresora) Comunicaciones (Internet, telefonía móvil) Boletas de encuesta.

3.11. INSTRUMENTOS DE RECOPILACIÓN DE LA INFORMACIÓN

MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN •

Técnica de Muestreo:

El tipo de muestreo ha sido aleatorio estratificado, en virtud de que uno de los criterios ha sido el conocimiento que puedan tener sobre el tema y en consecuencia 69


deben ser sujetos que estén relacionados de alguna manera a la operación de justicia en dicho ámbito. La muestra como se ha dicho antes ha sido de 150 individuos de distintas especialidades. •

Técnicas de recolección de datos:

La ficha de resumen ha sido fundamental en el estudio dado que se trata de un estudio bibliográfico y descriptivo. A partir de la encuesta electrónica fue posible correlacionar los datos que han permitido alcanzar las conclusiones propias del estudio. •

Instrumentos

Encuesta electrónica con 10 preguntas de respuestas dicotómicas y abiertas. •

TÉCNICAS DE ANÁLISIS DE RESULTADOS

Correlación entre las respuestas de las encuestas electrónicas a partir de lo desarrollado desde el punto de vista teórico.

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CAPITULO IV 4. ANALISIS Y PRESENTACION DE RESULTADOS

Pregunta No. 1 Pobreza ¿Cree usted que la pobreza es uno de los factores principales para que los menores ingresen en actividades en conflicto con la ley penal? Grafica No. 1

Fuente: Elaboración propia (2018)

Análisis

En la pregunta cuatro la mayoría de los encuestados consideran que la pobreza si es uno de los factores principales para que los menores ingresen en actividades en conflicto con la ley penal, en un menor porcentaje que consideran que la pobreza es uno de los factores principales, y otros consideran que tal vez sea un factor determinante, obteniendo el resultado siguiente: El 55.2% a favor, el 34.5% contesto que no y el 10.3% tal vez.

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Pregunta No. 2 Condiciones familiares ¿Considera usted que los hijos menores de edad de madres solteras se involucran más en actividades en conflicto con la ley? Grafica No. 2

Fuente: Elaboración propia (2018)

Análisis En dicha pregunta existen distintas opiniones pues mientras algunos atribuyen que ser hijos de madres solteras si es una condición para que los menores cometan delitos, en igual porcentaje se expresa que esto podría ser una situación determinante. En una pequeña proporción existen respuestas como tal vez, pues se les atribuye a otros componentes además de ser hijos de madres solteras. Porcentualmente el 40% dice si, el 40% indica que no y solo 20% indica que tal vez.

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Pregunta No. 3 Necesidades personales ¿Cree usted que los menores de edad que delinquen lo hacen por satisfacer sus necesidades personales? Grafica No. 3

Fuente: Elaboración propia (2018)

Análisis En la pregunta la mayoría de los encuestados consideran que el por los menores de edad lo hacen por satisfacción personal, siendo un menor porcentaje que consideran que no y otros tal vez, obteniendo el resultado siguiente: El 65.5% están a favor, el 20.7% contesto que no y 13.8% tal vez.

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Pregunta No. 4 Contexto social y físico ¿Cree usted que el contexto social y físico en el que se desenvuelve un menor son factores determinantes para que se involucre en actos delictivos? Grafica No. 4

Fuente: Elaboración propia (2018)

Análisis La mayor parte de los encuestados manifiesta que son las condiciones de vida socio-físicas las que determinan si los menores se involucran en actividades delictivas siendo ellos el 52% de la muestra. En tanto el 32% considera que esto es una condición para delinquir. El 16% restante opina que tal vez sea una condición más no es la única, pues en el proceso intervienen otros tantos.

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Pregunta No. 5 Sanciones Penales ¿Se deberían imponer sanciones o penas más severas a los menores infractores de la ley próximos a cumplir la mayoría de edad por delitos graves? Grafica No. 5

Fuente: Elaboración propia (2018)

Análisis

Dado el contexto nacional en el que con mayor frecuencia intervienen menores en actos delictivos violentos en contra de las personas y los bienes, los encuestados consideran que las penas deberían ser más severas en la medida en la que estos se aproximan a la mayoría de edad legal en Guatemala. Los resultados reflejan que el 62.1% a favor, el 27.6% contesto que no y el 10.3% tal vez.

75


Pregunta No. 6 Libre Albedrío ¿Considera usted que los menores infractores actúan bajo una elección libre, considerando únicamente el beneficio propio de la acción delictiva?

Grafica No. 6

Fuente: Elaboración propia (2018)

Análisis

Basado en el criterio de la elección racional del individuo en el que por sí mismo elige actuar únicamente por el beneficio propio, los encuestados consideran que la mayor parte no actúa de esta manera, sino más bien son objeto de presión por parte de los grupos criminales que se encuentran asentados en su contexto, en igual proporción opinan que si actúan con libre albedrío y talvez, obteniendo el resultado siguiente: El 79.3% contesto no, el 10.3% contesto que si y el 10.3% tal vez.

76


Pregunta No. 7 Desempleo ¿Cree usted que las condiciones de desempleo y/o socioeconómicas son el principal factor por el que los menores delinquen? Grafica No. 7

Fuente: Elaboración propia (2018)

Análisis Guatemala es un país cuya tasa de población es de las más altas en América Latina, y de igual manera tiene una tasa de desempleo de casi el 4% sin contabilizar las tasas de sub empleo, las condiciones socio económicas en las que se desenvuelven los menores en conflicto con la ley según los encuestados es uno de los elementos que mayor peso tienen al decidir enrolarse en grupos criminales. Obteniendo el resultado siguiente: El 75.9% están a favor, el 20.7% contesto que no y 3.4% tal vez.

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Pregunta No. 8 Violencia e Inequidad ¿Los menores infractores se involucran en actos criminales como una respuesta violenta a un contexto de inequidad social? Grafica No. 8

Fuente: Elaboración propia (2018)

Análisis La mayoría de los encuestados consideran que los menores participan de hechos criminales como respuesta al contexto violente donde viven o crecen, la mayor parte considera que es un reflejo de la inequidad, un menor porcentaje que consideran que no y otros tal vez, obteniendo el resultado siguiente: El 65.5% están a favor, el 20.7% contesto que no y 13.8% tal vez.

78


Pregunta No. 9 Uso de Armas El tipo de armas utilizadas para cometer delitos por parte de los menores infractores en la mayor parte de los casos es … Gráfica No. 9

Fuente: Elaboración propia. (2018)

Análisis: Dado que los menores infractores no son considerados en su mayoría como delincuentes sádicos, el daño a producir a una víctima o bien debe ser inmediato y rápido, dicho hecho se ve facilitado por el uso de armas de fuego en su mayoría seguido de otro tipo de armas hechizas que no constituyen elementos punzocortantes o contusos.

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Pregunta No. 10 Origen Urbano -Rural Según su criterio los menores infractores de la ley provienen en mayor porcentaje de las áreas… Gráfica No. 10

Fuente: Elaboración propia. (2018)

Análisis: En general los encuestados identifican que la mayor parte de los menores infractores provienen de áreas urbanas y en menor porcentaje de áreas rurales, este es un criterio válido pues es en las áreas urbanas en donde se concentra la mayor parte de la población en situación de vulnerabilidad social, inequidad, acceso a la salud y la educación estratificado.

80


CONCLUSIONES -

Efectivamente existe una relación entre los menores en conflicto con la ley penal y la criminología ambiental, desde el punto de vista en que existen ciertas condiciones en sus contextos de favorecen que se involucren en actividades criminales desde edades muy tempranas.

-

Las condiciones familiares y de pobreza, así como la inequidad y su contexto económico-social, aunque son elementos que benefician que los menores se involucren en delitos no son del todo determinantes pues esto podría incurrir en la teoría del etiquetamiento.

-

Los elementos que podrían contribuir podrían estar más relacionados a las relaciones que se establecen según el contexto físico en el que se desarrollan, siendo más frecuentes en las áreas urbanas empobrecidas, densamente pobladas y en muchos casos en condiciones de precariedad.

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RECOMENDACIONES

-

La educación es un factor fundamental para el desarrollo de las sociedades, aunque no es responsabilidad exclusiva del Estado, se debe procurar otorgar a las instituciones que desempeñan la función de educadores los medios para mejorar sus condiciones, esto debe hacerse en función de la educación para el trabajo, más allá del conocimiento general.

-

La responsabilidad social, debe ser compartida entre los organismos del Estado y la iniciativa privada, pues con ello se reduce la cantidad de desempleo.

-

Ante una creciente tasa de fertilidad y natalidad es fundamental que los jóvenes padres sean conscientes de las condiciones familiares y económicas en las que se encuentran con el propósito de mejorar sus propias condiciones de vida, contrario a atribuir toda esta responsabilidad al Estado.

-

Los menores infractores deben ser sujetos de estudio y quienes puedan ser incorporados a un proceso de socialización o resocialización deben ser acompañados por una o varias instituciones que procure mantenerles como entes productivos de la sociedad.

82


BIBLIOGRAFÍA

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