Revista Intropia Agosto 2017

N AGOSTO 2017

Dirección, redactora, editora, maquetación, portada y diseño : Isabel Di Vinci

Nicolás López Moreno https://www.facebook.com/nicolas.lopezmoreno.5 Adelina Gn https://www.facebook.com/ranitazul/ Sofia Morante https://www.facebook.com/sofia.morante.31 Alex Madueño http://asfaltomojado.rimasasociadas.com Ana Centellas https://anacentellas.wordpress.com/ Katherine Hoz @kattherinehoz Fran Rubio Varela https://www.facebook.com/fran.rubiovarela Graci Bordón https://www.facebook.com/gbordonartiles María del Rocio https://www.facebook.com/profile.php?id=100001596284005 Maria Hi https://www.facebook.com/maria.hl.311 Ana Cañamares https://www.facebook.com/ana.canamares Elena Saavedra twitter YouAreWriterES Rita Turza https://www.facebook.com/rita.turza.3 José Luis Álvarez Gallego https://www.facebook.com/joseluisalvarezgallego.3 Xavier Roig https://www.facebook.com/iroigcor Eva Zamora htpp://evazamora72.blogspot.com.es/

Intropia es una revista de divulgación cultural del arte Cada autor-a se hace responsable de sus opiniones .

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Definición Entropia es una noción que procede de un vocablo griego que puede traducirse ‘‘vuelta’’ o ‘‘transformación’’ (utilizado en sentido figurado) Intropia es una variación de entropia, como nombre, que define el orden dentro del caos.

Intropia es un proyecto colaborativo, una revista, un fanzine, un medio de expresión que auna a diversos artistas con diferentes perfiles, con la máxima de crear, mostrar nuestros trabajos, una selección de textos, poesías, ilustraciones, fotografías, diseño gráfico, collage, pintura, arte digital...cualquier expresión artística es bienvenida, para difundir el arte, por el mero placer de mostrarlo. ¿Te conoces? Espera que me presento No podemos comprender a quienes hace años escribieron sus pensamientos Si no lo vivencias, sino empatizas Sino eres capaz de ver con sus mismos ojos poniendote lejanamente en su piel.

Porque eso que otros escribieron Aunque se forjaran desde otras vivencias Con otras palabras.

Sin conocerte bien, aunque vivas en tu cuerpo-casa-mausoleo es difícil tender hilos de puentes entre otros que no son tú.

Intropia actualmente es una revista GRATUITA, en la cual participamos voluntariamente todas las personas que la realizamos Agosto 2017

@isabeldivinci

Son situaciones actuales Leer el pasado es visualizar el futuro Verbalizar tu presente Emocionarte, comprender sus porques Que te acercan a entenderte.

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SUMA+RIO 6-7

Adelina Gn

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Sofia Morante

10 - 11

Alex Madueño

12 - 13

Ana Centellas

14 - 15

Katherine Hoz

16 - 17

Fran Rubio Varela

18 - 19

Graci Bordón

20 - 21

María del Rocio

22 - 23

Maria Hi

24 - 25

Ana Cañamares

26 - 27

Elena Saavedra

28 - 29

Rita Turza

30 - 31

José Luis Álvarez Gallego

32 - 33

Eva Zamora

34 - 35

Isabel Di Vinci

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@isabeldivinci

Nicolás López Moreno

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Dime luna, que ves cuando yo estoy a oscuras 6

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Nicolás

López Moreno

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Nicolás López Moreno https://www.facebook.com/nicolas.lopezmoreno.5

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@isabeldivinci

Dime luna, que ves cuando yo estoy a oscuras piensa en mí, o solo es mía esa la locura dime luna, si la ves, que corazón le alumbra si la ves, dile que la espero, que por ella muero que es lo que más quiero, que ella es todo mis días, mi sol y mi corazón, luna bella no te comparo con ella compréndelo, no le tengas ningún celo lucero del cielo, tu eres la más bella, pero ella es a quien quiero...

No dejaré hoy que nube alguna te alcance quizás el viento sople a mi favor y me llegue hasta mi su dulce perfume, su fragancia, su olor sé que ella ama, pero no sé por quien suena todos los latidos de tu bello corazón, yo espero que algún día mis lamentos lo escuches y de mi alguna noche todos mis rezos sean escuchado no por Dios, sino por ella.

El alba se acerca y no tengo respuesta dime por lo menos si mi amor sueña solo con eso me podré acostar a pensar que en sus sueños mi corazón está y poder así descansar más tranquilo hasta mañana luna, hasta mañana vida...

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Nosotros siempre estaremos juntos

Adelina Gn Adelina Gn https://www.facebook.com/ranitazul/

SIEMPRE INTENTÉ RECORDAR PARA NO TENER QUE OLVIDARTE Capítulo 6 Retomando la lectura del capítulo anterior...

Creo que nunca se llegaron a dar cuenta de mi condición, ni en años pasados, ni ahora, ni después cuando por razones extremas tuve que convivir con Mario. No lo pongo en duda, pues yo siempre oculte a los dos mis sentimientos, ante el amor que se tenían era incapaz de romper una relación y, más aún, si sabía a ciencia cierta que a quien yo quería, deseaba estar hasta la eternidad con él otro...

Aquel día fue esencial para mis propósitos, hablamos de muchas cosas mientras comíamos, sobre todo hicimos hincapié en la tertulia con el café y las pastas de algún que otro proyecto juntos... pero para aquello tendría que trasladarme a Madrid. Fue entonces cuando me enteré de que solo habían venido hasta allí para visitar a un experto doctor en la dolencia que afectaba a Pedro... me decepcione un poco pues mi creencia era otra, pensé que volvían para quedarse, cuando se lo hice saber me lo negaron y desde luego fue como un jarro de agua fría cuando las palabras de Mario cayeron sobre mí me erice entero al escucharlas pues dijo tajante y conciso...

- Nosotros siempre estaremos juntos Ximo... ni la muerte nos va a separar... y es preciso volver a Madrid.

Tal vez si hubiese querido hacerles daño podía haberlo hecho, solo con haber viajado con ellos de regreso a Madrid y convivir juntos hubiese sido suficiente, pues un tercero siempre entra en una relación para crear discordia y a poco que yo les hubiese molestado en su intimidad la balanza en la situación se inclinaría sin dudarlo de mi parte. Así que después de dos meses escuchando como se querían noche tras noche, llegaba el momento de nuevo de su partida, habían acudido en dos ocasiones al médico, el diagnóstico no fue en ninguna de las veces favorable, pero Pedro no lo sabía, Mario e incluso yo mismo se lo ocultamos, la calidad de vida tenía que ser a partir de ahora, satisfactoria me dijo Mario y como siempre acate sus órdenes, le dije que no se preocupase que no le diría nada, pero que si él me necesitaba en cualquier aspecto que me llamase y que acudiría sinvacilar... Todo aquello a lo que nos obligamos por Pedro, lo hablamos en una corta conversación que tuvimos aquella última tarde, cuando Pedro dejó solos al ir a buscar los billetes de vuelta. Sintiendo que moría por dentro al saber que otra vez me quedaba solo y sin mi rubio, le miraba consciente de que no lo hacía con la misma intención que él mismo me expresaba... diciéndome apenado y agradecido con aquellas palabras... - Lo sé amigo, sé que siempre te he tenido y que siempre te tendré...

El tren correo se estacionaba en la vía uno para llevarse en mi caso a quien yo quería desde hacía muchos años... aquel sonido avisando de su partida me supera, intentaba ocultar mis lágrimas, pero no pude hacerlo... una llantina ridícula, pensaría quien me viese, me delataba y comencé a llorar. No podía dar muestras de que lo quería y de que me entristecía su partida, así que comencé a bromear primero con Pedro, para no descubrir aquello que sentía por el rubio, luego, después de unas risas que en mí eran más bien falsas y tras escuchar al jefe de estación repetir la frase que siempre augura una despedida... los tres nos abrazamos imitando a todos aquellos que como nosotros se despedían y no sabíamos en nuestro caso cuando se daría el reencuentro. “Viajeros al tren... viajeros al tren” repetía Pidal aquel ferroviario que un accidente lo dejó en tierra para siempre y que por fortuna era vecino nuestro... por lo que al conocernos me dejó subir al vagón para tener desde allí mismo una última despedida. ¿Qué podía decir en aquellos pocos minutos que quedaban para que se me terminase la beneplácito ayuda que me estaban ofreciendo dejándome subir al tren?... Una pregunta demasiado larga me estaba formulando para contestar en tan poco tiempo que me quedaba, me la estaba haciendo a mí mismo... así que opté por ayudarlos a subir las maletas, cuando un roce involuntario con Mario hacía que nuestras miradas se cruzasen como dos lenguas de fuego incandescente... Jamás sentí sofoco igual al de aquel momento... y pensé que él de igual forma sintió lo mismo... ya que su cara comenzó a enrojecer, hasta el punto de que Pedro se llega a dar cuenta, insistiendo de que era a causa del esfuerzo, continuaba mirándome y no apartaba sus ojos de mi entrepierna... No me di cuenta de que Pidal me hacía señas para que bajase de allí y a poco que me entretuve deseándoles un buen viaje, a consecuencia de mis nervios al tener que volver a acercarme a Mario, el convoy se pusoen marcha... Salté rápido, y tan solo me dio tiempo a lanzar un beso desde la palma de mi mano, el que solo tenía un receptor... y ahora ya sabía que no lo rechazaría... con mi brazo extendido como el manifiesto nazi, les decía adiós... abriendo y cerrando el puño... iba soltando todos aquellos besos que hasta entonces en cada despedida habían quedado encerrados en él.

Sin ninguna duda ellos dos en aquel trayecto hablarían de lo sucedido, me comprometo a contaros cada una de las conversaciones que les mantuvieron entretenidos en tan largo viaje... Pero primero con mucha cautela os voy a decir lo que yo pensé cuando llegué a mi casa y sentado repasé cada una de las consecuencias que trajo aquel único coqueteo infortunado que tuvimos el rubio y yo en presencia de Pedro, su compañero...

Continuará....

Agosto 2017

@isabeldivinci

Siempre considere a Mario como mi mejor amigo, y así siempre lo consideraría, al igual que apreciaba a quien me lo había robado, aunque hubiese tenido que venir desde el kilómetro cero a causa de una mtragedia para quitármelo. Aquella noche la estación estaba a reventar de gente que viajaba a distintos destinos, además de que lucía una luna espléndida y la noche estrellada invitaba a pasear por sus alrededores.

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Despedida siempre ha sido naufragio en

cualquier salida 10

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a fi So e t n Mora Sofia Morante https://www.facebook.com/sofia.morante.31

6 El “querer” es una forma de intento en la que TÚ no participas.

Quiero que me escribas cuando no puedas dormir, Que me quieras para lamer tus escombros Y lamentar el portazo que nunca me atreví a dar.

Quiero que cuando llueva, Me pille camino de tu casa, y me moje con tus dudas, y sonría con las mías.

Quiero que me des tu palabra de que no te vas a ir, ser yo siempre la que se vaya fácil, y no quiero despedirme.

Despedida siempre ha sido naufragio en cualquier salida que no era de emergencia, Y tú has buscado salidas donde yo jamás supe encontrarlas.

Y tú has vivido más, pero quizá no mejor que yo.

Y calidad frente a cantidad, cariño.

Miento más que hablo, y de por sí hablo demasiado.

Más de lo que debería.

Te hubiera matado si hubiese sabido -desde el principio- que me darías tanto En tan poco, Para luego: quitármelo.

Puedes hacer lo que quieras, Yo ya estoy en ello.

Pero, como ya sabes, contigo no sé si podría.

Agosto 2017

@isabeldivinci

He cogido una afición a dar portazos que asusta

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Cada vez que se pierden mis besos en tu boca,

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AlexMadueño Alex Madueño http://asfaltomojado.rimasasociadas.com

Derretido Cada vez que se pierden mis besos en tu boca, cada vez que se desnuda tu piel, cada vez que se enzarzan las manos y el firmamento lo curva tu ser.

No despierta día ni nace alba, y sueño que la noche nos traga, para luego el uno en el otro ¡Volver a nacer!

Del libro Poemario Único

Agosto 2017

@isabeldivinci

Alex [a-m]

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Ana Centellas

Ana Centellas https://anacentellas.wordpress.com/

Era una noche cálida del mes de agosto. Después de mi cena, en solitario, disfrutaba con tranquilidad de mi mojito, contemplando el reflejo de la luna sobre el mar. Andaba yo absorta en mis pensamientos, quién me mandaba venir a pasar unas vacaciones sola. Era cierto que necesitaba alejarme de todo durante una temporada, de ahí que tomase aquella decisión. Pero también era cierto que llevaba dos días y ya me estaba consumiendo. Me aburría, no soportaba los largos días en soledad.

Estaba meditando sobre si regresar o no a casa, llamar a alguna amiga para que pasase unos días conmigo, o ser consecuente conmigo misma y llevar adelante mi decisión con todas sus consecuencias. En este último caso, he de reconocer que sentía miedo. Por un lado, mi vuelta a casa podía suponer un alivio y sentirme a gusto en el sitio al que se suponía que pertenecía. Pero por otro, podía ocurrir que con el transcurso de los días, me acostumbrase e incluso me gustase aquello y no quisiera volver a la monotonía de siempre.

De pronto, un rasgueo de cuerdas llegó hasta mis oídos. Un músico ambulante había comenzado a tocar una guitarra, de la que salían los acordes más bonitos que jamás había escuchado. Al poco tiempo, a ellos se les unió el sonido de una preciosa y desgarradora voz. Fijé mi atención en él, y podría jurar que él también se fijó en mí. Aquellos acordes, junto con su melodiosa voz, acapararon por completo mis sentidos aquella noche. No había nada más excelso en la vida, nada que me pudiese aportar más que aquel sonido que estaba escuchando.

Cuando aquel músico recogió sus cosas y se despidió, tomé la decisión de quedarme en aquel paradisiaco lugar sin más compañía que mi yo interior, con todas sus consecuencias. Bien podía morir de aburrimiento, bien podía resultar una experiencia extraordinaria.

El chico de aire bohemio y guitarra curtida en mil batallas, se acercó a mí ofreciéndome una gorra gastada, solicitando unas monedas. Se las di sin vacilar, por completo seducida por aquella mirada, profunda y viva. Se despidió de mí con un guiño y yo sentí que mi paso por allí no iba a ser para nada aburrido.

A partir de entonces, mi vida transcurría ilusionada por que llegase la noche y volver a escuchar aquella maravillosa voz otra vez. Intercambiábamos miradas, sonrisas, éramos cómplices sin si quiera conocernos. Toda idea de volver fue desterrada de mi mente.

Los días fueron pasando en un juego cómplice, que dio paso al poco a uno más seductor. Ni qué decir tiene que nunca más volví a mi casa. Me quedé junto a mi amor, mi bohemio, su voz y la música que nos unió. Me quedé donde se hallaba mi verdadero hogar.

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@isabeldivinci

ACORDES

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Cierras los ojos e imaginas 16

miles de cosas...

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Katherine Hoz Katherine Hoz @kattherinehoz

Te me estás poniendo vieja, pero no se te notan las arrugas, sólo se te notan la ansias locas que tienes de vivir, ni siquiera te enfermas por no dormir, no te veo siquiera nieve en los cabellos, ni tampoco te da miedo mirarte al espejo, ya para ti es un juego el desvelo, cierras los ojos e imaginas miles de cosas, de chiquita querías volar como las mariposas, y ahora te gusta que él te lleve rosas, te me estás poniendo vieja y ni siquiera de cerca se te nota, caminas por varias horas pero eso sí te hace sentir cansada, no tienes miedo de afirmar que tú sola te amas, no tienes temor de reconocer que antes de tenerlo todo no tuviste nada, te me estás poniendo vieja y sabes que quieres esperar a que tus hijas crezcan, quieres ver crecer también a tu nieta y deseas que tú madre sea eterna, nunca te gustó andar en fiestas, buscaste en tu camino las piezas de tu incompleto rompecabezas, tienes miles de defectos y para mí eres perfecta a pesar de eso, quieres volar por el cielo, no dejas de tener miedo, te gusta tomar riesgos, amas y te aman, les hablas y te hablan, gritas y callas, te hieren y sanas, te duele y lo soportas, te me estás poniendo vieja y ellos ni siquiera de cerca lo notan.

Agosto 2017

@isabeldivinci

Te me estás poniendo vieja.

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Fran Rubio Varela Fran Rubio Varela https://www.facebook.com/fran.rubiovarela EL LIBRO DESESPERADO. Como cada noche Johan salía de su dormitorio a hurtadillas, caminando por los pasillos de la fortaleza con suma cautela, sabía que si descubrían sus correrías la soga anudaria su cuello. Él no era nadie importante en la corte del viejo rey, pero había conseguido una posición bastante acomodada gracias a su agradable apariencia, sus lisonjeras palabras, y los cuidados especiales que deparaba a cierta dama, que en la intimidad resultaba que no era ni tan dama ni tan casta. Él odiaba verse obligado a complacerla, casi le asqueaba a veces, pero había sido del todo necesario para poder acercarse al señor de los dragones.

Durante nueve largos meses, se había tenido que prestar aún a costa de su maltrecha dignidad, a cualquier capricho de Marina, la sobrina del rey, hasta que se le había permitido habitar tras los muros del basto palacio, al que de otra forma hubiera sido imposible acceder. El palacio fortaleza era custodiado por la terrible guardia del señor de los dragones, que se decía habían sido adiestrados en el infierno, lo cierto es que eran todos mercenarios extranjeros, a los que su atuendo, con aquellas escamas, aun maximizaban el terror que infundian y además estaban los dos torreones, donde habitaban aquellas bestias endiabladas devoradoras de hombres, ¡¡los dragones!!, que con su aguda mirada eran capaces de escudriñar cualquier oscuro rincón del jardín exterior y sus accesos.

Pero una vez dentro todo era sumamente mas fácil, dentro del palacio la vigilancia era mucho mas relajada y él había aprendido a ser una sombra rápida cauta y silenciosa.

Arrebatarle a Marina la llave de la sala prohibida, si bien no fue fácil, al final la había conseguido el suficiente tiempo para conseguir fabricarse una igual. Marina era ayudante personal del señor de los dragones, además de su propia hija, el señor de los dragones era el príncipe hechicero hermano pequeño del rey y dueño de lo único que le importaba a él: ¡el libro de la vida!.

Se decía que en él estaba guardado el poder de devolverla, y necesitaba traerlo de nuevo, sin él estaba incompleto y sabía que allí donde su alma moraba, era el lugar mas horrible de las grutas de la muerte.

Esta era la séptima y ultima noche en que podría liberarlo de las garras de la muerte, solo le quedaba una última oportunidad. Sus intentos anteriores habían terminado en un tremendo fracaso, y su propio corazón se detendría si esta vez no lo lograba, ese era el precio a pagar, si no lograba hacer fluir la vida de las paginas de aquel maldito libro, no solo no podría resucitar a su hermano gemelo, si no que estaba condenado a vagar eternamente sin corazón e irremediablemente conectado a su hermano, viviendo cada noche los terribles suplicios que él sufría en el infecto agujero al que la muerte lo había arrojado.

Por fin llego a la arcada que servia de antesala de la magica estancia, desde alli hasta la entrada, habia un pequeño pasillo de unos treinta metros y a cada lado franqueandolo, una serie de viejas armaduras y murales imposibles, que se incrustaban en la misma pared.

Se detuvo escuchando con atención, por si percibia cualquier ruido, si lo pescaban en ese pasillo le seria muy dificil explicar que hacia alli y ni los favores de Marina le servirian, bien sabía que allí solo podian entrar ella, su padre y el mismo Rey. Y justo en el momento en que se disponia a recorrerlo, uno de los murales empezo a crujir con un sordo lamento deteniendo su arranque, !!Que diantres!!. Trato de ocultarse lo mas posible amparado por la sombra de la arcada y unas tupidas cortinas que se descolgaban por ella, contuvo la respiración y la tensión se apodero de sus músculos.

El mural se habia convertido en una puerta secreta y saliendo de su pasadizo y para su horror se dibujo la persona del hechicero, ¿pero que hacia alli el señor de Dragones?.

A esas horas jamás estaba en la sala, de otra manera su hija Marina se lo hubiera dicho en alguna ocasión, ¿y que iba a hacer ahora?. Aquello era un desastre , su tiempo se le acababa, justo ahora que creia que tenia la respuesta.

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En un momento en su cabeza se arremolinaron mil y una cuestión pero ningúna respuesta aceptable, trato de tranquilizarse, aunque era practicamente imposible, el plenilunio terminaría en tan solo un par de horas y ya no habria solución y él se convertiría en un ser sombrío e inmortal condenado a sufrir en vida y sin fin las atrocidades del alma de su hermano. No le quedaba otra, tendria que entrar estuviera alli o no el hechicero y acabar el trabajo fuera como fuera.

Entonces se percato de que el hechicero no había echado la llave de la puerta, y bien sabía él que estaba engrasada y era muy silenciosa , eso le daría una oprtunidad de sorprenderlo, echó mano a su cinto para asegurarse que llevaba la daga, que casualmente le había sido obsequiada por Marina, y tal vez ahora, tal vez ahora la tuviera que utilizar para asesinar a su padre. Se dirigio con cautela hacia la sala adentrandose en el pasillo, seguidamente y ya con la daga en la mano la fue abriendo muy poco a poco, mientras trataba de ubicar al no tan viejo hechicero, lo vio de espaldas a él y...estaba justo delante del libro de la vida, apretó los dientes y la empuñadura del afilado estilete, jamas habia dado muerte a nadie pero no podia dudar, ¡¡tenia que hacerlo!!, y justo ahí , en el momento de levantar el frio acero para asestar el golpe fatal, sus nervios lo traicionaron al escaparsele un pequeño jadeo. El tiempo parecio detenerse a la par que el señor de dragones se giraba completamente sorprendido. Tan solo fueron unas decimas de segundo, pero suficientes para que su victima se librara del mortal ataque, al que solo pudo provocar un feo corte en el brazo izquierdo, y sin saber como se vio enredado en una fiera lucha cuerpo a cuerpo,a vida o muerte, en la que todo podria ocurrir. Sintio la mano de su contricante intentando asfixiarlo mientras con la otra trataba de arrebatarle su propia daga, la adrenalina se hizo dueña de él, haciendolo sacar unas fuerzas que no sabia que tuviera, entre golpes, bramidos y miradas furiosas, consiguio sacar ventaja y ponerse encima del hechicero que quedo tumbado en el suelo, con la daga rozando al pecho y dispuesta a abrirse camino hasta el corazón del desdichado, que luchaba con todas sus fuerzas para apartarla de si, pero no lo consigio, y el estilete fue hudiendose lentamente, dejando escapar el olor dulzón de la sangre y arrebatando la vida del poderoso señor, durante un rato siguió apretando el puñal, a pesar de que su victima ya no ofrecía ningun tipo de resistencia y su cara incredula pintaba ya la mirada vidriosa y la sorpresa de quien encuentra una muerte inesperada, el seguía jadeando sin apenas sentir, hasta que el grito de los dragones lo saco de su trance haciendolo volver a la realidad.

La sala parecía que hubiera sido azotada por un tornado, tras la pelea habia quedado todo por los suelos o completamente destrozado, su cabeza empezo a funcionar con celeridad, si las bestias se habían sentido la muerte de su señor y se habían despertado, no tardarian nada en buscar al hechicero para apaciguarlas y todo se descubriria. Buscó entre el desorden al libro de la vida, que mas parecia ya el de la muerte, lo descubrio en el suelo, bajo el atril que habia quedado volcado, sin pararse a mirarlo lo cogio y salio con celeridad. Le pareció una buena idea utilizar el pasadizo por el que había salido el principe, aunque no supiera muy bien a donde conducía , pero de cierto que sería más seguro que los pasillos, que pronto se convertirían en un hervidero de guardias.

Cerró el mural tras de sí para que nadie pudiera encontrar su rastro y comenzó a correr apretando el libro contra su pecho, no podría decir durante cuanto rato, aquello era un tunel alumbrado por antorchas, una aqui y otra allá, paso por algunas puertas que fue dejando atras. Penso que contra más se alejara del lugar del magnicidio muchisimo mejor, aquel tunel era interminable, se percató de que hacía rato que las paredes rezumaban humedad por sus rocas, dejando el suelo encharcado, el pasadizo se habia ido haciendo cada vez mas pequeñoy angosto hasta obligarlo a ir casi a gatas y por fin el final, a traves de unos matorrales que necesito apartar se veia la tenue luz de la luna.

Cuando salio se vio en el claro de un pequeño bosque, junto a un estanque y mas allá del palacio y sus jardines que habían quedado realmente alejados. Sin imaginarlo siquiera, había conseguido salir por entero de la fortaleza. Miro a la luna, le quedaban apenas minutos para el fin del plenilunio, el tiempo apremiaba, asi que busco con apremio un lugar algo escondido y se dispuso a terminar aquel hechizo que los sacaria a él y a su hermano de la terrible maldicion.

Y mientras lloraba amargamente comprendió que estaba perdido y maldito.

Agosto 2017

@isabeldivinci

La noche era clara y no necesitaría ninguna vela, así que sin más abrió el libro y su sangre se heló!!. Sus ojos no daban credito, una terrible angustia subió hasta su pecho. ¡¡¡Aquel condenado libro estaba completamente en blanco!!! ¡¡Como podia ser eso!!. Grito desesperado, mientras incrédulo iba arrancando paginas, buscando alguna que le diera alguna explicación, y de golpe lo comprendio todo. El hechicero y el libro eran como él y su hermano, uno solo, al matar al hechicero había matado su única esperanza.

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Graci Bordón Graci Bordón https://www.facebook.com/gbordonartiles

HOJAS AL VIENTO

@isabeldivinci

El presente de estas letras se va yendo mientras las dejo en el folio y en los versos, ya desde que yo las leo van muriendo porque vuelven al pasado sin remedio.

Al son de un tictac huidizo y pasajero, la vida, como estas letras, va pasando: hoy enseguida es ayer y el mañana raudo atraviesa el espejo y se marcha.

Los rostros de aquellos años juveniles se extinguieron en pretéritos perfectos, las risas de aquel verano ¿existieron?

Ahora son tan solo hojas en el viento.

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María del Rocio María del Rocio https://www.facebook.com/profile.php?id=100001596284005

Donde estes

@isabeldivinci

Tú, fuiste lo que no soy, lo que nunca seré.

Eres, la canción de mi silencio. Eres, la caricia anhelada, los besos nunca suficientes. Eres mi llamado quedo, mi llanto callado. Eres, el consejo deseado, el regaño amado. Fuiste: rectitud, aplomo; dignidad, orgullo. Inquebrantable guía, hasta tu último suspiro. Diste, manos suaves; y miradas firmes. Espíritu indomable, de grito callado.

De ti, tengo tan poco; pero soy tu todo.

No soy esa fuerza, menos entereza.

Pero, soy tu hija. Lo poco que soy, cada célula, átomo en mí, te amó madre mía.

Y te recuerdo; te llevaré, toda mi vida.

Tú serás siempre, la guerrera incansable.

La que dio todo y no esperó nada.

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Maria Hi Maria Hi https://www.facebook.com/maria.hl.311

Soñar

En el siglo de mi ilusa imaginación, el padecimiento de mis presagios conspira a fin de que mis espinas, lisonjas y quimeras adopten pinceladas reales por lo encarnizado de su vergüenza.

La influencia del edicto de su esquela, es tal la ascendencia de su señorío que por la sed de lo apetecido presiento el vislumbre de su sombra.

Evangelio cierto, manifestación proveniente de mis desvelos.

Su natural mortal, su engendro ajeno a desigual destino.

Nacida la ilusión de su espectro a través de los caprichosos desvaríos de mi irrealidad.

Divo que se reencarna en mi profecía.

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Ojos que acarician mis besos, desnaturalizando el néctar de su fruto, manos que mudan mi juicio al comulgar con mis palmas.

Arrulladoras oscilaciones, en el estremecimiento de las almibaradas vibraciones de los pasadizos de su garganta, entretejidas con delicado sedal de fuego sobre el tapiz de mis sueños, cifrados en versos.

No logro huir de esta divina visión, me embauca el frenesí de su efervescencia, me enreda … ¡Espejismo perpetuo en el océano de mi delirio..!

María HI https://youtu.be/V9zb5G5sidc

@isabeldivinci

Mi sombra se evade de la reclusión de su condena.

Se desase de sus cadenas.

Se apresura a huir en pos del espejismo de sus musas, de su sed de suspiros…

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Ana Cañamares Ana Cañamares https://www.facebook.com/ana.canamares

HIJO MÍO Que soy libre, me dicen.

Pero si quisiera tener otro hijo tendría que llevarlo al Banco de la esquina porque suya es mi casa.

Mi niño llamaría padre al director y madre a la cajera aprendería a andar con una silla de oficinista dormiría en un cajón del archivador y yo sólo sería un pariente lejano que le sonreiría desde mi puesto en la cola.

Me pasaría de vez en cuando con la excusa de ampliar la hipoteca sólo para ver qué tal me lo crían cómo le afecta el aire acondicionado si sabe poner un fax y si el director le regala un juego de sartenes por su cumpleaños.

@isabeldivinci

(De La alambrada de mi boca)

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Elena Saavedra Elena Saavedra twitter YouAreWriterES

Manos Crueles

@isabeldivinci

No pidas compasión porque no la tendrás. Sé que no vas a cambiar, sé que me has hecho sufrir como a nadie, que te arrastrarás a mis pies pidiendo perdón, que me desprecias, que eres machista, que no tienes gracia y que tu chulería supera a tus músculos. Sé que tu inteligencia no llega a la de un neandertal y que vives en un siglo pasado con todas sus creencias. Sé que odias a las mujeres, que las ves inferiores y sé que jamás signifiqué nada para ti. ¿Acaso me importa todo eso?

Ahora ya no volverás a estar a mi lado nunca más y ya no podrás hacerme daño.

Acabaré con todo esto con un solo paso; con un solo movimiento de dedos.

No te mereces ni una palabra, ni una mirada, ni una sonrisa, ni una acaricia, ningún beso de los que te di. Yo te lo entregué todo de mí. Te di mi tiempo, mi cariño, mi comprensión, mis recuerdos, mi corazón.

Te di mi alma bajo el signo de un anillo y te di una hija.

Una hija cuya vida quisiste controlar, arruinar y al final acabaste con tus propias manos.

Ahora yo violeta por tus puños, y roja por la sangre derramada de mis heridas. Ahora yo, tu rosa perfumada y delicada caída del racimo de un árbol angelical. Ahora yo tan sola caminando por el sendero de mi vida sin rumbo ni destino. Ahora yo, la inocente, la inútil, la débil, la que nada valía para ti, esa “siesa puta”.

Ahora yo me vengo de tus calumnias, de tus mentiras, de tus engaños, de tus puños, de tu chulería incontrolada, de tus rabietas, de tus borracheras continuas, de tus pagos a la economía sexual, de tus escapadas, de tus insultos, de tu pensamiento primitivo, de tu obsesivo control, de tus celos incomprensibles, de tus gritos, de las noches en las que no me dejabas dormir necesitado de “amor”, de tu irresponsabilidad, de antisociabilidad y del asesinato cruel de mi hija como si no dejara en mi nada más que vacío.

Te haré sufrir hasta que pagues por todos tus pecados; suplicarás tu muerte como un perro faldero y desearás no haberme subestimado.

Sufrirás tanto que no podrás vivir ni morir, estarás perdido para siempre en el vacío.

Felices sueños cariño, la venganza acaba de comenzar.

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Rita Turza Rita Turza https://www.facebook.com/rita.turza.3

Como un lobo Me voy guardando las ganas de verte, de besarte, de beberme todas las palabras de tu boca.

Me voy guardando las ganas de poseerte, de tocarte, de arrancarte la piel con mi fuego.

(Del poemario “Mil maneras de versarte�)

Agosto 2017

@isabeldivinci

Me voy guardando las ganas de comerte como un lobo hambriento en mitad de la noche.

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José Luis Álvarez Gallego José Luis Álvarez Gallego https://www.facebook.com/joseluisalvarezgallego.3

ME ASOME A TU LUNAMe asome a tu brillante unica luna, para buscarte entre la luz del mundo, alno ncontrarte allí cual vagabundo tan solo espero seguir tu libre estela.

Cabalgaré en mi blanco corcel a la luna, rescatare cuerpo uy alma de cielo infinito, solo deseo sentir tu cuerpo blanco y tierno tumbarme junto a tí tras cualquier duna.

@isabeldivinci

Desde mi amor mis palabras son tuyas, vendaval de mi fuego que sobre ti abrase, espumas de mis rios que sobre ti confluyan.

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Eva Zamora ESOS MOMENTOS Abrázame con la mirada, envuélveme con ella, desnúdame con el silencio y arrópame con tu corazón.

Acaríciame con los ojos, sedúceme, déjalos pedirme lo que quieran, tengo ganas de perderme en tu piel, meterme bajo ella.

Eva Zamora htpp://evazamora72.blogspot.com.es/

Agosto 2017

@isabeldivinci

Y cuando tu iris delatador penetre en mi alma e incendie mi ser, nuestros gemidos ya habrán sido aniquilados, retornados al silencio inicial.

Ese envolvente y seductor que incautó nuestros cuerpos a base de besos y derramadas caricias.

El mismo que nos balancea el corazón, nos agita, nos grita cuánto nos amamos, nos hace entrelazar las manos llenos de deleite.

El de siempre, el de esos momentos…

El momento en el que nos besamos con la mirada después de hacer el amor.

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Isabel Di Vinci www.isabeldivinci.com LA INTUICION Tod@s tenemos esa vocecita que nos sacude como una bocanada de aire cuando algo ocurre y no queremos ver conscientemente lo que es.

Es una voz que nos reclama su atención y nos dicta lo que debemos oír realmente pero que deseamos ignorar porque creemos que no nos conviene no es inteligible, no nos habla directamente pero si nos susurra lo que el consciente no ve ve más allá de nosotros y lo hace por nuestro bien.

A veces mediante los huesos nos avisa de los cambios del tiempo en otras ocasiones nos alerta ante un peligro inminente cuando escuchamos a los animales mientras estos se alteran por sucesos que no somos capaces de ver y en otras ocasiones nos avisa de lo que no podemos evitar pero si saber con antelación para prepararnos.

Gabriela Romualdo Ramirez https://www.facebook.com/GabaRamirezOficial/

El circo, en un pueblo globero La tarde apuntaba para ser una más como las de los últimos días aquí; canicular. El sol estaba yéndose, se mudaba a otro lugar; porque el sol nunca duerme, lo dejamos atrás para que alumbre otro lugar.

El sol cayendo, los sudores corriendo, el ventilador bufando( porque bufa más de lo que gira) y un cochecito blanco parecido aun zapato de niño, avanzaba muy despacio por la calle; anunciaba la retirada del circo rodante.

-¡Se va, se va! ¡El circo se va!

El galillo chillante del hombre, que se escuchaba a través del megáfono, acentuaba más mi descontento con la ya de por sí desesperante tarde; anunciaba pases para la última función del circo a mitad de precio. Niños y adultos, veinte pesos. Una ganga.

La última vez que fui al circo, no recuerdo cuando fue con exactitud. Pero el espectáculo fue igual que todos los que han llegado a este lugar.

Primero apareció el maestro de ceremonias; un viejo con un traje de pingüino muy gastado y al que le faltaba el botón, anunciando un espectáculo sin precedentes, casi casi fuera de este mundo.

-Señoras y señores, niños y niñas -Con voz dramática- Co-men-za-mooooosssss El circo, por chusco que suene, no trae payasos; dos hombres con cara de rufianes se ponen una nariz roja, zapatos del número cuarenta, y sus pantaloncillos de cuando pesaban veinte o treinta kilos más, dicen chistes malos, y así rellenan el espacio de los verdaderos payasos. A mi eso no me molesta, porque los payasos reales me dan terror. Especialmente los arlequines.

El número se desarrolla en una pista descolorida, bajo una también dramática iluminación. Una silla al centro, y en el suelo, aros y pinos de malabarista.

Para ese momento muchos lamentan lo pagado, pese a que la entrada no cuesta muchos pesos. Pero esto se repite en cada circo, a mi no me sorprende; no sé a los demás qué los motiva a ir al circo, tal vez vayan solo por sus hijos, pero a mi, me ha llevado siempre la intención de azuzar un panal en mi interior, introducirme en un mundo paralelo y flotar en lo increíble, en la oscuridad detrás de esos artistas; esas ganas de sentarme ahí y admirar el arte que hay en medio de lo bizarro.

Las graderías rechinan, los reflectores se columpian y parpadean. Dos niños y dos mujeres ataviados con ropas que prometen haber sido alguna vez coloridos, venden dulces, palomitas y souvenirs luminosos, tres veces más costosos que lo permitido, y aún así la gente los grita para que se acerquen y poder comprar. Los niños desean con ansia cualquier cosa que despida luces neón.

Luego de la parodia de dos payasos, es anunciada la pronta aparición de Layla y sus encantadores caballos, y las luces empiezan a bambolear, el público está expectante, tras la cortina , al fondo del escenario, un ventila-

dor dando a las telas un efecto de viento misterioso.

Seguramente cada uno esperaba lo que su mente construyó después del extravagante anuncio del tipo con traje de Pingüino. Y lo que cruzó las viejas cortinas color rojo escarlata, fue una mujer bañada en lentejuelas y con un fuete en la mano izquierda. Tres caballos desnutridos, de crin maltratada y ánimo ausente, que encima eran sumisos, muy obedientes. La mujer en un gesto “poderoso”, manda a los parientes de rocinante a dar vueltas alrededor de la pista, mientras ella levanta las manos y el fuete para orgasmearse en aplausos. Yo, me encuentro en un ser, con la mirada lánguida, cero sorpresa; imaginando a Layla tras el escenario antes de aparecer. Me imaginé a una mujer de esas ex fumadoras, que siempre encuentran una excusa para un único cigarrillo; imaginé que lo hizo, que fumo la mitad de un cigarrillo tras bambalinas y al ser llamada lo aplastó como cucaracha con sus zapatillas plateadas. Imaginé que corrió a tomar su Posición, respiró on, se ajustó la sonrisa y entonces sale para recibir una ovación.

Y así fueron transcurriendo los artistas; de ratos notaba el valor de los trapecistas, al entregarse a su oficio, colgando de esos viejos trapecios oxidados, sin seguro por accidentes. A ratos solo miraba mi alrededor, apreciaba ese ambiente dark, deficiente, pero que indiscutiblemente era romántico, intenso, nutrido de historias, deseos, tristezas y sobre todo de pecados y suntuosos amores.

Contemplé a un león, una cebra, tres Poddle, y dos Cariblancos adiestrados; de los que los tres perros, nunca sabrían lo que es tener un amo que mime más que un recién casado, de baños con agua tibia y croquetas especiales para razas pequeñas. Y los demás ,es decir, el león, la cebra, y los dos Cariblancos, jamás conocerían la sabana, nunca sabrían que de no ser por las jaulas, el león sería el único sobreviviente, porque lo único que ellos conocían, eran los insufribles ensayos y que la comida llegaba todos los días en cubeta al medio día, cargada por un chavo que soñaba seguramente con llevar una vida sedentaria.

Al final, las maravillosas gimnastas; dos chicas de piernas regordetas, que en esta tierra de ciegos eran las maravillosas tuertas dando clase de gimnasia y agilidad. Seguido de ellas, sale el maestro de ceremonia, agradece y todos los artistas hacen una reverencia juntos.

Afuera, en la máquina de palomitas rebota contra las paredes, el maíz convertido en pop corn. En las jaulas el león mira con avidez a la cebra sin saber muy bien si debería; dos niños acarician a uno de los Poddle, mientras el can refriega su cabeza contra sus manos y los mira con ganas de poder hablar. Tras uno de los campers, el imitador de payaso, en su papel de pimpollo, sostiene por la cintura a la chica de los juguetes con luz neón, y la besa como si fuera la última vez, mientras ella intenta soltarse para averigüar si no hay pájaros en el alambre y se da cuenta que yo los he pillado, baja la mirada, se pierde entre los brazos del hombre y se vuelven a besar.

Todos los niños se van felices, con fotografías para tener recuerdos, los padres y yo, cada uno con sus razones, nos vamos seguros de que el circo siempre será igual. Yo además iba serena, riéndome de cada cosa sucedida ahí. ¿Qué hace alguien como yo en el circo?

-Soy una ex espectadora de Ese pequeño mundo para mi tan surreal, que siempre me ha intrigado, y me llama a entrar por lo menos una vez más. ¿Será mi sentido del humor a veces muy negro?

N AGOSTO 2017