En el ISKALTIPS de Febrero: Construir Relaciones Sanas

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Autor “La Cueva del Clan”: J.E. Cervantes Cervantes

Autor “ISKALTIPS del mes”: Psic. Miguel Ángel Macías Reséndiz

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EDI T O RIA L

Febrero de 2025, en el marco de la celebración del Día del Amor y la Amistad, ISKALTIPS te invita a re exionar sobre aspectos estrechamente ligados a las maneras en que construimos nuestras relaciones.

La infancia y la adolescencia son terrenos llenos de aprendizajes y buenas experiencias, sin embargo, también complejos y peligrosos, donde las decisiones muchas veces se ven in uenciadas por la necesidad de un “sentido de pertenencia”. Hoy, las redes sociales ampli can esta presión, promoviendo retos peligrosos para ganar popularidad, a costa de la seguridad personal. En la sección La cueva del Clan, Pro-Defensa nos presenta el artículo “Cómo la presión social y las inseguridades modelan las decisiones de los jóvenes. Parte I”. Esta narrativa es una re exión profunda sobre las dinámicas sociales y emocionales que los padres y educadores deben entender para poder guiar a sus hijos y alumnos hacia decisiones más saludables y responsables.

Con el artículo del mes, “Construir relaciones sanas”, te invitamos a re exionar sobre uno de los aspectos más poderosos de nuestra vida: Las relaciones interpersonales; profundizando en cómo los vínculos afectivos, sean románticos, familiares, de amistad o profesionales, son clave para fortalecer nuestra autoestima, reducir el estrés y aumentar la resiliencia ante los desafíos cotidianos. Las relaciones saludables nos ofrecen un espacio de seguridad y felicidad, permitiendo expresarnos libremente, resolver con ictos de manera constructiva y, lo más importante, fomentar un ambiente de respeto mutuo y empatía. Este artículo te ofrece herramientas prácticas para reconocer y manejar las diferencias, establecer comunicación asertiva y construir conexiones más profundas; que enriquecen tanto la experiencia personal como la colectiva.

Te invitamos a descubrir cómo cimentar relaciones auténticas y equilibradas. La forma en que nos relacionamos con los demás y lo que aceptamos de ellos, tiene un impacto directo en nuestro bienestar.

SECCIONES NUESTRAS

ISK ALTIPS del mes 6 16

La Cueva del Clan: Protección en primera Línea

Cómo la presión social y las inseguridades modelan las decisiones de los jóvenes. Parte I

Construir relaciones sanas

¿QUIÉNES SOMOS?

Nacimos en 1994, somos un equipo de terapeutas profesionales dedicados a la atención y educación psicológica. Nuestro principal objetivo es apoyar a las personas promoviendo su crecimiento personal, sostenidos desde el amor, los valores y la sana convivencia a través del autoconocimiento, logrando la estabilidad emocional, desarrollando las habilidades y competencias del individuo.

¡Estamos para servirte!

Atendemos a aquellas personas que se enfrentan a la imposibilidad de cubrir un servicio terapéutico de especialidad, proporcionándoles atención acorde a sus posibilidades. Al mismo tiempo, recibimos nuevos profesionales, a quienes impulsamos y formamos dentro de su profesión.

en primera línea

lå çüëvå dël çlåñ: Protección

CÓMO LA PRESIÓN SOCIAL Y LAS

INSEGURIDADES MODELAN LAS DECISIONES DE LOS JÓVENES. PARTE I

Por J.E. Cervantes Cervantes

Subdirector Pro-Defensa

El siguiente relato pretende mostrar cómo las dinámicas de grupo, el sentido de pertenencia, la presión social y las inseguridades personales afectan las decisiones de los jóvenes, impactando en su bienestar y en su seguridad, tanto física como emocional. Como educadores y padres, es fundamental brindarles apoyo continuo, enseñarles a resistir la presión grupal, fortalecer su autoestima y promover la toma de decisiones responsables e informadas.

La historia de Gus-Gus y el Henry Cuento para niños y adolescentes

Primera parte

La tentación y la decisión

Sepárate del ganado y conviértete en una fuerza demoledora. D. Leikin

Gus-Gus, un chico de 11 años, siempre fue tranquilo, un poco introvertido pero lleno de curiosidad. Nunca había tenido amigos hasta que se mudo de casa; ahora, además de leer y los videojuegos, también le encantaba pasar las tardes con los chicos del barrio jugando fútbol o platicando en el parque. Su círculo de amigos lo conocían bien: El Henry, el líder del grupo, siempre audaz y algo imprudente; José Luis y Jazmín los hermanos extrovertidos que nunca pensaban en las consecuencias; Daniel, el que siempre aceptaba todo, pero prefería quedarse en segundo plano; y Bere, la voz sensata, que les decía a los demás que pensaran antes de actuar. Gus-Gus se sentía cómodo entre ellos, pero sabía que algo en su grupo no siempre era tan claro.

El grupo se reunía siempre en el parque para compartir risas, charlas y algún que otro juego. Todo parecía estar bien en su mundo pequeño y tranquilo. Sin embargo, esa tarde, el Henry se acercó con una sonrisa en su rostro y el celular en la mano, mostrándoles un video que acabaría por cambiarlo todo.

– ¡Chicos, miren esto! ¡Es el reto más épico del año! –Les dijo el Henry con el rostro radiante de emoción; algo que lo hizo parecer más dominante que nunca–. Es “el reto de la cornisa”, caminar por la orillita de las azoteas de los edi cios. ¡Es tan “cool” que ya está siendo viral! Si lo hacemos, nos vamos a hacer famosos. ¡Miles de vistas!”

El Henry les mostró el video donde un grupo de chicos casi de su misma edad, en una azotea caminaba por una delgada cornisa, con solo el aire y la altura bajo sus pies; la cámara temblaba, el riesgo era palpable. El pulso de Gus-Gus se aceleró se sintió incómodo y aunque no lo mostraba, sentía un nudo en el estómago al ver cómo uno de los chicos casi pierde el equilibrio.

– Eso parece una tontería. –Dijo Gus-Gus.

– ¿Qué te pasa? Esta bien padre. –Le respondió entusiasmado José Luis.

La emoción de sus amigos parecía apagar cualquier sentido de cautela. ¡Riesgo, adrenalina y popularidad al alcance de un solo paso!

– Será épico de verdad. –Añadió el Henry con voz desa ante–. Miles nos verán Gus-Gus. ¡Esto nos pondrá en el mapa! ¿Te atreves?

Gus-Gus observó al Henry, quien sonreía con una mezcla de desafío y autocon anza y quien con

un tono retador siguió hablándole:

– “Vamos, Gus-Gus, no me digas que tienes miedo. Si eres uno de nosotros, esto es lo que hay que hacer. Estas son las cosas que nos hacen especiales.”

Gus-Gus miró a sus amigos, a sus caras expectantes; Jazmín con una enorme sonrisa, José Luis le hacia segunda a su hermana, Daniel fruncía el ceño, pero no decía nada, solo Bere se cruzaba de brazos, observando con descon anza. La presión era palpable, todos lo miraban esperando su respuesta.

Algo no estaba bien. No solo el peligro que implicaba el reto, sino que había una necesidad en el Henry de mostrar su liderazgo a través del riesgo, como si el único camino para ser "alguien" fuera hacer algo “extremo”. El Henry había aprendido a imponer respeto por su audacia, pero Gus-Gus se preguntaba si eso era realmente lo que hacía a una persona fuerte o si solo era un disfraz de inseguridad. Por otro lado ¿Qué pasaría si él no participaba? ¿Se quedaría fuera del grupo? ¿Valdría la pena perderse la oportunidad de ser "alguien"? ¿Se burlarían llamándolo gallina? La verdadera pregunta era: ¿Estaba dispuesto a poner su vida en riesgo solo para encajar?

– No estoy seguro Henry… Parece muy peligroso, mejor no. –Dijo Gus-Gus.

En ese momento, el Henry dejó caer la bomba:

– Vamos, Gus-Gus, ¿me vas a decir que no eres valiente? ¿Te da miedo? Si eres uno de nosotros, esto es lo que tenemos que hacer. Si no, mejor ya te puedes largar de aquí, ¡gallina!

– “Ja, ja, ja, ja”. –Se rio José Luis–. Ya sabía yo que tú te rajarías.

Estaba seguro que al rechazar al Henry, este se la pasaría burlándose de él en todo momento o le aplicaría la ley del hielo sacándolo de todas las actividades que si le gustaba realizar con sus amigos. Aunque tenia miedo, el deseo de estar en el grupo era más grande.

– Si no vienes, nadie se acordará de ti Gus-Gus. –Le dijo Jazmín.

La sensación de estar tomando una mala decisión lo seguía acompañando, pero la adrenalina comenzó a uir en sus venas y sin pensarlo mucho, Gus-Gus acepto; como si eso le diera una respuesta a todos los miedos que llevaba dentro.

– Está bien, lo haré.

– “Ja, ja, ja”, tu destino está sellado Gus-Gus. –Sentenció Jazmín.

Se dirigieron al edi cio donde vivía el Henry. Ocho pisos de altura, con solo una cornisa delgada como línea de vida.

Al llegar, Gus-Gus comenzó a sentir más miedo. El viento frío del invierno soplaba con fuerza y desde abajo, la altura parecía mucho mayor de lo que imaginaba. Miró a sus amigos para ver qué hacían.

– De lujo “bro”. –Le dijo Jazmín a José Luis mientras saltaba de un pie a otro como jugando al equilibrio.

– “Uy” ¡Que te caes! “Ja, ja, ja” –Le contestó su hermano empujándola.

Daniel como siempre no decía nada, pero su rostro estaba pálido y Bere lo miraba de reojo, con una expresión que dejaba claro que no estaba de acuerdo con lo que estaban a punto de hacer, pero tampoco decía nada.

Cuando estaban subiendo, el corazón de Gus-Gus latía como caballo desbocado. El sonido de sus pasos resonaba en sus oídos como un eco, un recordatorio de que cada escalón lo acercaba más a un riesgo inevitable. En la azotea el pavor se apoderó de él cuando vio la cornisa delgada sobre la que tendría que caminar; la altura, el viento que soplaba fuerte, el vacío a sus pies, los carros allá abajo en la avenida pasando como bólidos.

– ¿Están listos? –Preguntó el Henry dándole su “cel” a Daniel para gravar.

Gus-Gus se hacia chiquito, pero cuando alzó la vista, el Henry ya estaba listo y avanzando. Su postura parecía sólida, como si nada lo pudiera detener, pero Gus-Gus notó algo más: los ojos del Henry, brillantes con la misma emoción desa ante, pero también re ejando un toque de “inseguridad”. Como si quisiera demostrar algo que en realidad no necesitaba probar.

Sin embargo, la presión no era solo del Henry, sino de también de los demás. José Luis ya también había comenzado a caminar hacia la cornisa, Jazmín lo seguía, Daniel, en silencio, estaba inquieto y Bere, aunque no lo decía, seguía observando al Henry y a Gus-Gus con esa mirada que dejaba claro que no estaba de acuerdo con este desafío.

– Henry espéranos. –Gritó Jazmín.

– No te vayas a echar a correr “eh” Gus-Gus. –Dijo José Luis mientras se ponía tras de él como intentando que no fuera a escapar.

“¿Qué demonios estoy haciendo aquí? Esto no me gusta”. Se decía Gus-Gus en silencio. “Pero no quiero que también me vean como me veían donde vivía antes, como un sacatón”. Continuó pensando.

Miró hacia atrás, y vio a Bere mirándolo con los ojos llenos de preocupación. Fue entonces cuando, en medio del vértigo, la voz del Henry rompió el aire:

– ¡Vamos, Gus-Gus! ¡Es solo un paso más! ¡No le saques!

Cada vez el Henry sonaba menos seguro. Gus-Gus lo observó con más atención. El Henry no parecía disfrutar de lo que hacía, sus pasos eran forzados y su rostro tenso. No era miedo lo que mostraba, sino una clara falta de identidad. Quizá el Henry actuaba de esa forma, presionando a los demás a hacer algo peligroso, porque buscaba a rmarse, como si necesitara demostrar algo para sentirse “importante”; recordó aquella vez cuando su papá lo regaño delante de todos y despues el Henry quería que fueran a aventar piedras a los vidrios de los carros desde un puente. Al tratar de imponer su liderazgo de manera agresiva, intentaba que los demás lo reconocieran como “valiente”, sin tener claro si lo era realmente.

Cuando llamaba a Gus-Gus "gallina" o usaba palabras duras, en realidad lo hacía porque tenía miedo de ser visto como débil; como si su valía dependiera o de molestar a otros o de la aprobación

ajena, como si temiera no ser lo su cientemente importante.

Todos observaban a Gus-Gus. La presión era tan intensa que sentía que no podía retroceder. Tenía que dar ese paso, tenía que probar que era “valiente”. Pero algo más profundo dentro de él le decía que “eso no era lo correcto”. El miedo seguía allí, pero no era solo el miedo al vacío, sino al vacío de ser manipulado por la necesidad de pertenecer. Miró al Henry, quien ya había llegado casi al nal de la cornisa, pero parecía forzado, como si cada paso lo estuviera hundiendo más en una niebla de inseguridad, y algo cambió en Gus-Gus y detuvo su avance. Algo que no podía ignorar le dijo que ya era su ciente y se apartó del borde.

– No lo voy a hacer. No me gusta Henry. ¡Esto no está bien!

– ¿“Neta” Gus-Gus? –Le preguntó el Henry con una mirada siniestra.

Sus miradas se cruzaron… Gus-Gus aún no sabía que le daba más miedo, si el riesgo de un fatal accidente o el ser rechazado por sus amigos. Cada respiración era más difícil que la anterior. Miró hacia el borde de la cornisa, donde el Henry daba pasos como provocando al viento para que lo arrancara de allí.

Éste, con su mirada desa ante, le lanzó un ultimátum:

–Si no lo haces, nunca serás uno de nosotros.

La amenaza era clara. Gus-Gus no podía evitar pensar que perdería su lugar en el grupo, que sus amigos lo verían como débil, como el que no se atrevió.

Por otro lado, sabía que “el precio” de seguir el reto era altísimo. ¿Valdría la pena poner en juego su vida solo por conseguir aceptación?

–“Gallina, perdedor” –Le gritaban José Luis y Jazmín parados al borde de la cornisa.

Bere, la única que no lo presionaba, lo observaba con una expresión de preocupación. Parecía que ella también entendía lo que estaba en juego, pero seguía sin decir nada.

Finalmente, Gus-Gus dio un paso al frente. El vértigo lo golpeó de nuevo al mirar hacia el vacío, y por un momento, su mente se nubló. ¿Lo haría?

¿Se expondría al abismo por unos segundos de fama? ¿O se apartaría del borde y arriesgaría su amistad con el Henry y los demás?

¡Todo está en juego!

¿Qué decidirá Gus-Gus?

¿Perderá su lugar entre sus amigos?

No te pierdas en nuestra siguiente entrega la segunda parte de "El reto de la cornisa".

Análisis de los personajes y dinámicas sociales en el relato

“El reto de la cornisa”

Contexto psicológico y social

1. Gus-Gus: El adolescente en busca de identidad y aceptación:

Gus-Gus, al mudarse a un nuevo vecindario, empieza a encontrar en su grupo de amigos una fuente de pertenencia y validación. Su curiosidad intelectual (le gusta leer y jugar fútbol) se enfrenta a la presión social del grupo, especialmente la presión de Henry para realizar el "reto de la cornisa", un desafío peligroso que promete “aceptación social” y “popularidad”. Gus-Gus está experimentando un con icto interno: por un lado, teme el peligro y siente que no es lo correcto; por otro, su deseo de pertenecer y ser aceptado por el grupo lo empuja a querer seguir adelante.

Gus-Gus está en una fase crucial del desarrollo adolescente, caracterizada por la búsqueda de identidad y la in uencia de los pares. En este momento, los jóvenes buscan a rmación y aceptación del grupo, lo que puede llevarlos a tomar decisiones impulsivas o incluso peligrosas para evitar el rechazo social. Gus-Gus está en un proceso de construcción de identidad, in uenciado tanto por su necesidad de pertenecer como por la falta de una autoestima sólida. El temor a ser visto como un "gallina" lo hace dudar de sus propios valores, lo que lo pone en una situación de vulnerabilidad emocional y psicológica.

2. Henry: El líder Inseguro y la necesidad de reconocimiento:

Henry, como líder del grupo, muestra un comportamiento audaz y a menudo imprudente. Su necesidad de demostrar valentía y liderazgo, lo lleva a proponer el peligroso “reto de la cornisa”, buscando rea rmar su lugar como líder. Sin embargo, este comportamiento parece estar impulsado por una inseguridad subyacente. En lugar de actuar desde una posición de con anza en sí mismo, Henry utiliza el desafío y la amenaza como formas de mantener el control sobre el grupo.

Henry parece estar luchando con una falta de identidad clara y un fuerte miedo a la vulnerabilidad emocional, así como presentar una búsqueda de validación externa y una falta de modelos de liderazgo saludable. Su necesidad de a rmar su valía mediante actos de audacia y desafío re eja una inseguridad interna. probablemente ha sido educado en contextos familiares donde se refuerza la competencia socia; Henry probablemente viene de un ambiente familiar donde el reconocimiento externo era más valorado que la autenticidad.

3. José Luis, Jazmín, Daniel y Bere: Los observadores y seguidores, y la in uencia grupal:

Los amigos de Gus-Gus, aunque tienen comportamientos variados, en conjunto son el re ejo de dinámicas de grupo que refuerzan la presión social y la normalización del comportamiento de riesgo.

José Luis y Jazmín: Extrovertidos, pero igualmente in uenciados por el deseo de pertenecer y ser populares; este deseo está vinculado al desarrollo de su autoestima y su identidad; aspectos clave durante la adolescencia. La necesidad de sentirse “valorados” por sus pares puede llevarlos a actuar sin considerar las consecuencias de sus actos. Probablemente han sido educados en contextos familiares donde se refuerzan la competencia social y la necesidad de demostrar habilidades o valentía ante los demás. En este sentido, sus hogares podrían haber priorizado más las apariencias que el desarrollo de valores internos.

Daniel: El personaje que se desvincula emocionalmente, pero sigue siendo partícipe por pasividad y falta de asertividad, lo cual re eja una actitud de conformidad ante el grupo. La “pasividad” en los adolescentes puede ser el resultado de una falta de con anza en sí mismo o de habilidades sociales que le permitan tomar decisiones autónomas. Probablemente ha crecido en un entorno donde no se le ha enseñado a tomar decisiones autónomas. En contextos familiares con poca guía o con guras de autoridad ausentes o indiferentes, los jóvenes suelen aprender a seguir a los demás por conformidad, sin desarrollar su propia autonomía moral.

Bere: No está de acuerdo con el reto, sin embargo, se mantiene al margen sin intervenir activamente. Esta actitud re eja un posible con icto interno, ya que no se atreve a desa ar la dinámica grupal, pero tampoco apoya el comportamiento arriesgado. Esto puede re ejar una falta de habilidades de intervención o de gestión emocional ante situaciones de riesgo. En su contexto familiar probablemente se le hayan enseñado ciertos valores de prudencia y responsabilidad. Sin embargo, en su entorno podría haber cierta falta de modelos activos de conducta frente a la presión de grupo. En su hogar, puede haberse enfatizado más la “armonía familiar” y la “ausencia de con ictos”, lo que le genera di cultades para expresar sus desacuerdos o tomar una posición activa.

Albert Bandura

Dan Olweus

Philip Zimbardo

El comportamiento de los personajes se debe a una falta de asertividad y una fuerte presión por la conformidad social y el sentido de pertenencia al grupo. Este tipo de dinámicas es común donde el “líder”, tiene una in uencia excesiva, y los demás siguen sin cuestionar las decisiones arriesgadas. Aunado a que, en la adolescencia, se experimenta una mayor disposición al riesgo, debido a la inmadurez en las áreas del cerebro que regulan la toma de decisiones y el control de impulsos. La “impulsividad” en situaciones de riesgo puede verse exacerbada por el entorno social, donde lo importante es “ser cool”, “divertido” o “popular” y la falta de habilidades de toma de decisiones y pensamiento crítico hace que acepten la peligrosidad de la situación, sin evaluar las consecuencias reales. Todos los personajes, en última instancia, son vulnerables a las “dinámicas de poder” dentro del grupo, y su comportamiento re eja la lucha por “pertenecer” y “ser aceptados”, normalizando los comportamientos de riesgo.

Matt Thomas

Este análisis tiene como objetivo proporcionar una visión sobre los comportamientos de los personajes en la historia de Gus-Gus y Henry. Basándonos en las teorías de Dan Olweus, Philip Zimbardo, Matt Thomas y Albert Bandura, señalamos algunas de las dinámicas psicológicas, familiares y sociales que afectan las decisiones de los jóvenes. Y en la siguiente entrega de esta publicación, concluiremos la historia y sugeriremos cómo los padres y educadores pueden asistir positivamente a niños y adolescentes que atraviesan situaciones similares.

Bibliografía y referencias

Bandura, A. (1973). Agresión: Un análisis del aprendizaje social. Edit. Herder Barcelona España.

Bandura, A .(2001). La autoe cacia y el ejercicio del control. Edit. Paidós. España.

Bandura, A. y Ribes, E. (1975). Modi cación de conducta. Análisis de la agresión y la delincuencia. Editorial Trillas, Biblioteca técnica de psicología. Bishop, B. & Thomas, M. (1993). Protecting Children from Danger, Building Self-Reliance & Emergency Skills without Fear. North Atlantic Books Berkeley, California.

Darley, J. M., & Latane, B. (1968). Bystander intervention in emergencies: Di usion of responsibility. Journal of Personality and Social Psychology, 8(4), 377-383.

Maslow, A. H. (1991). Motivación y personalidad. Ediciones Días de Santos.S.A.

Olweus, D. (1996). Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Ediciones Morata.

Zimbardo, Philip G. (2008). El efecto Lucifer. Experimento de la prisión de Stanford. Ediciones Taurus.

https://modelmugging.org/ https://www.heroicimagination.org/ https://psycnet.apa.org/record/1969-03938-001 https://www.youtube.com/watch?v=K3O-KAbcSmk&t=419s

CONSTRUIR RELACIONES SANAS

Psic. Miguel Ángel Macías Reséndiz

En este segundo mes del año queremos aprovechar la celebración del día del amor y la amistad para platicar sobre la importancia de construir relaciones sanas.

El equilibrio emocional depende tanto de las habilidades internas desarrolladas para la auto-regulación como la resiliencia, la creatividad o la actividad artística, pero también depende de la capacidad que el individuo tiene para confrontar, negociar y conciliar con ictos con el ambiente, ya que eso permite TRANSFORMAR el entorno.

Las relaciones interpersonales son entre otras cosas una vía para conocer y desarrollar distintas maneras de percibir la realidad y por lo tanto de resolver los problemas de la vida cotidiana con otros recursos. Fortalecen al individuo y al grupo y por lo tanto se traducen en una fuente de seguridad y felicidad reciproca. En un entorno de amor y respeto, podemos expresar sentimientos libremente, resolver con ictos de manera constructiva y sentirnos valorados por quienes somos.

Las relaciones amorosas sanas promueven la autoestima, reducen el estrés y aumentan la resiliencia ante los desafíos de la vida. Construir vínculos afectivos saludables, no solo se enriquece la experiencia personal, sino que también se contribuye a una vida más plena y signi cativa. Estas relaciones pueden ser tanto románticas como familiares, de amistad o profesionales.

El primer punto para construir relaciones asertivas es RECONOCER LAS DIFERENCIAS. Aceptar que a lo largo de la convivencia siempre existirán diferencias por resolver y no esperar que habiendo resuelto una, nunca vuelva a aparecer otra con esa persona o que el tema tratado no vuelva a ser necesario platicarlo.

Un elemento fundamental para de nir una relación asertiva es que se caracteriza por el RESPETO MUTUO, en donde cada integrante es capaz de considerar las necesidades del otro con el mismo valor que tienen las propias. El respeto se mani esta en cómo cada uno escucha y reacciona a las necesidades del otro, sin menospreciar sus emociones ni opiniones.

Una di cultad común que existe en la construcción de vínculos asertivos es que se confunde una comunicación respetuosa con hablar “mimado” o “infantil”. La primera consiste en controlar las propias emociones, no caer en descali caciones y hacer un esfuerzo personal por recordar el valor que el otro tiene para nosotros en todo momento. El segundo solamente es usar una actitud pasivo-agresiva ngiendo considerar al otro cuando en realidad la intención es descali car. Para la construcción de vínculos asertivos implica que cada individuo empleará su parte madura y conciliatoria.

Otros elementos son la comunicación clara y la búsqueda de soluciones en conjunto. A diferencia de aquellas relaciones donde predomina el con icto o la sumisión, las relaciones asertivas promueven un vínculo saludable y equilibrado entre las partes.

ISKALTIPS

A continuación, les ofrecemos 5 Iskaltips para cultivar una relación asertiva:

1.

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Acepta las diferencias: Intenta no interpretar de manera negativa o “a título personal” la intención del otro. Piensa que su acción puede ser porque no sabe cuanto te lastima su acción, o no ha sabido actuar de manera distinta.

Platiquen sobre sus límites: expresa tus pensamientos de manera clara y directa y comunica tus límites personales, respetando también los de la otra persona.

Muestra respeto: Valora la opinión del otro, realiza un esfuerzo consciente por comprender el punto de vista del otro incluso si no estás de acuerdo, y evita menospreciar sus sentimientos.

Proponer soluciones: Al hablar con otra persona y se presenten desacuerdos, se creativo y busca ser tú quien inicie las propuestas de solución, en lugar de enfocarse en el con icto, propongan soluciones al mismo con una mentalidad colaboradora buscando acuerdos bene ciosos para ambos.

Negocia: Aun habiendo propuesto soluciones, es posible que para la otra parte no sean atractivas y haya otros elementos que deban ser considerados para que ambas partes se sientan cómodas. Por lo que debemos estar abiertos a construir otras alternativas.

Una relación asertiva construye un ambiente de armonía en donde cada individuo se siente libre y seguro, lo cual hace que la relación sea mas estable y duradera. Esperamos que estos consejos les sean útiles en sus relaciones interpersonales. Y les deseamos un feliz día del amor y la amistad.

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