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JUNIO iskalti.com | JUNIO 2022 | Año 6 No. 58
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INTUICIÓN
El lenguaje de las mariposas Por Coach Enrique Cervantes Cervantes
Quiero comenzar este discurso preguntándoles queridos lectores ¿cuántos de ustedes han vivido o conocen a alguien que ha vivido una situación como la que a continuación voy a relatarles? Y continuando con una serie de preguntas: ¿Supieron tomar las mejores decisiones al respecto? ¿Dejó esa experiencia algún aprendizaje de valor? ¿Han sido capaces de transmitir estos conceptos a más personas? Sobre todo, a quienes cuya seguridad está bajo su cargo; hijos, alumnos, hermanos, sobrinos, compañeros…
Pues bien, el relato trata de una experiencia que le sobrevino bastantes años atrás a una amiga mía. Ella cuenta que, saliendo de su casa en un día común, hizo por tomar un taxi para transportarse y al ir subiendo a éste, notó algo raro en el chofer; algo que le dio mala espina y la hizo dudar, quizá temer y que estuvo a punto de retractarse y no entrar al vehículo. “Pero” (nótese que lo escribo entre comillas resaltando la conjunción), pensó que estaba exagerando, que el tipo era una persona mayor y que seguramente eso le impediría que hiciera algo malo. Aquí quiero acotar una idea; pareciese como si hubiera dos vocecitas en su interior, una señalándole: –Aguas que hay peligro. Y otra: –No pasa nada, no dramatices. ¿A cuál de las dos creen ustedes que le hizo caso? Y el cuestionamiento profundiza
¿A cuál de las dos le hubieran hecho caso ustedes?
De pronto la primera es muy confusa, pues no parece tener muchas razones para explicar lo que sucede y atenderlo ¿verdad que esto nos ha pasado a muchos? Sólo es que se siente algo fuera de lugar; algunos lo llamamos “maripositas en el estómago” o como que “te mueven el piso” o te pones nervioso y te sudan las manos, no respiras bien o te da vueltas la cabeza, en fin, sucede algo que nos hace sentir incomodos, pero no entendemos el porqué. Aunque bien podríamos llamar a esto, INTUICIÓN, que no son otra cosa que señales de alerta que nos indican que algo está pasando, entendámoslo o no.
La segunda tiene que ver con todo aquello que se maneja desde un constructo social; “el qué dirán”, “el no debo verme mal”, por el contrario “hay que quedar bien”, no es conveniente negarse o como sea; nosotros lo llamamos, PREJUICIOS SOCIALES. Aquí parecería que, si hay porqué atenderlo; sería por todos esos convencionalismos que nos instan a negar o desatender a nuestra intuición; y esto se extiende a muchas situaciones, por poner un ejemplo, casos como el siguiente: Cuando sentimos raro por tener que saludar de beso y abrazo a una persona, sin embargo, nos decimos: –Es el jefe de mi marido ¿cómo no voy a saludarlo? –Es mi maestro y así lo saludan en la escuela. –Todo el mundo nos está viendo, ni modo que me niegue. –Me lo está presentando alguien conocido. Continuando con el relato de mi amiga, ella optó por decirse que estaba loca, que no iba a pasar nada, que eran invenciones suyas y se subió al taxi. Pues bien, a poca distancia el taxista se detuvo facilitando que otros sujetos lo abordan para realizaran un secuestro exprés. La situación fue claramente desagradable y por
supuesto peligrosa en demasía, pero concluyó con el sacarle dinero de un cajero automático, dejarla votada en otra colonia y con una pesada carga emocional que hubo que llevar a cuestas.
¿Quién nos enseña a hacer caso a nuestra intuición y dejar de lado esos prejuicios sociales?
A no seguir a las vocecitas en la cabeza que buscan que quedemos bien o no nos veamos mal, sin tomar en cuenta las consideraciones respecto al peligro que sentimos. Mejor aprender a saber leer a esas maripositas en el estómago y protegernos. Quiero destacar el protagonismo que tienen nuestras emociones en la manera de entender e interactuar en el mundo en que vivimos; seamos conscientes o no, tanto de los sucesos que nos generan dichas emociones como de las maneras en que respondemos a estos. Para entender a que me refiero al señalar el estado de consciencia o inconciencia respecto a la gestión emocional permítaseme citar un estudio realizado por los científicos A. Öhman y R. Dolan quienes, en su investigación, mostraron a los sujetos de su experimento imágenes de personas enfadadas mezcladas con imágenes de otras personas en un estado de neutralidad emocional, sin embargo las imágenes de personas enfadadas eran proyectadas por espacios muy cortos de tiempo, haciendo que fueran imperceptibles de manera consciente a los observadores, contrario a las imágenes de neutralidad que si eran perceptibles de manera consciente y podían hacer referencias verbales de éstas. Para evidenciar la percepción inconsciente de las imágenes de enfado, condicionaron de manera pavloviana a los voluntarios del
experimento, aplicándoles una pequeña descarga eléctrica cada que proyectaban una imagen de enfado, propiciando que se presentara un aumento en a la conductancia de la piel cada que esto sucedía. Posteriormente al volver a presentarles la serie de imágenes con que comenzaron, y ya sin descargas eléctricas, los sujetos seguían presentando ese aumento en la conductancia de la piel cada que aparecía una imagen de enfado, no obstante que para ellos no fueran conscientemente perceptibles. Probando que una situación siendo perceptible sólo de manera inconsciente podía generan cambios fisiológicos en el sujeto a quien se exponía. Subsiguientemente en otros experimentos probaron que esta percepción inconsciente también generaba cambios en el funcionamiento de la amígdala, parte del cerebro encargada de la gestión emocional, aumentado su actividad al presentarse una emoción, (en este caso al observar por breves espacios de tiempo un rostro de enojo o enfado). El concepto que quiero señalar a continuación es el de las “Micro señales”, que son expresiones mínimas de intenciones y emociones que por unas u otras razones las personas buscan ocultar y que llegan a expresarse aun sin querer y como hemos dicho en un mínimo de tiempo, pero que si pueden ser captadas (y aquí hago referencia al experimento citado en el párrafo anterior) de manera inconsciente y producir ciertas reacciones en quienes las observan. Sirva este discurso para explicar a la intuición no como un acto mágico o sobrenatural de sabiduría, si no como el conectar con esas micro señales de manera automática generando interpretaciones inconscientes de los sucesos que nos acontecen. Una vez más regresando a la historia, bien podría haber sucedido que el chofer emitiera una micro señal del plan que ocultaba (no quiero decir con esto que tácitamente le estuviera explicado la totalidad de sus planes de secuestro y robo, bastaría con exponerse como alguien que tenía malas intenciones) ya que, en definitiva, las expresiones del rostro y del cuerpo aun siendo minúsculas, reflejan las intenciones de las personas. Y que mi amiga las captara inconscientemente, sin poder razonar del todo respecto a lo que estaba pasando, sin embargo, si de manera suficiente para poder despertar su estado de alerta, y quizá poder haber tomado otra decisión y no subirse al taxi.
ESE MALESTAR EN APARIENCIA INEXPLICABLE QUE SENTIMOS CUNDO ALGO PASA, ES EL ESTADO EMOCIONAL QUE SURGE CUANDO INCONSCIENTEMENTE CAPTAMOS SEÑALES DE PELIGRO. Ahora bien, agradezcámosle que nos ha contado su experiencia y que puede servirnos para nutrir nuestras competencias. A la postre ella se convirtió en una compañera a mi lado impartiendo capacitaciones de protección personal
¿Quién mejor que alguien que ha vivido un conflicto y ha salido a adelante, puede enseñar a otros como evitarlo?.
No siempre es necesario y a veces poco útil querer interpretar todo lo que nos sucede con lo que yo llamo exuberancia de la consciencia, más aún en situaciones de conflicto o de peligro.
ISKALTIPS 1.
Sugerimos que en la interacción con las personas y la toma de decisiones (y acciones), revises si de pronto surgen señales en tu cuerpo que te incomodan, probablemente no entiendas el porqué, sólo obsérvate.
2.
Si esto sucede, actúa con cautela, lo básico será: No permitir o cuidar la proximidad de los otros hacia tu persona o a la de las personas que están bajo tu cargo. No darles información de ninguna clase. No ceder a las peticiones que te hagan o aceptar lo que te ofrecen. No dejarte acompañar o retirarte con esas personas. Buscar la presencia de personas que puedan testificar lo que sucede.
3.
Crear opciones para hacer lo que estés haciendo de otra manera o por otras vías (aunque el costo o desgaste sea mayor, pues bien vale la pena pagarlo y no poner en riesgo tu seguridad).
Nuestro cuerpo es sabio, cuando no posee recursos para explicarnos algo de manera racional, utiliza otros comportamientos para enterarnos de lo que sucede, aprendamos a observarlo, a escucharlo, a sentirlo, a creerle; el cerebro inconsciente ha aprendido a navegar por el mundo de maneras elegantes. Estudiemos el lenguaje de las mariposas, no lo desechemos tan fácilmente, mantengámonos alerta de esos mensajes.
Ya que como el Clan Pro-Defensa señala: “UNA PERSONA ALERTA, ES UNA PERSONA PODEROSA”.
Bibliografía: Tiziana Cotrufo y Jesús Mariano Ureñas Bares. “El Cerebro y las Emociones. Sentir, pensar y decir.” Salvat SL. Bill Kipp. “Turning Fear into Power: How to prevail in verbal confrontations and against physical assaults.” Paladin Press.
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