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Atención y educación psicológica
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COLABORADORES DE LA EDICIÓN
Dirección
Mtro. Miguel Ángel De León
Coordinación
Mtro. Miguel Ángel De León
Editor de contenido
Lic. Rocio Flores
Edición y Diseño
D.G. Aidé Amelia Huerta Torres
Autor:
Mtro. Miguel Ángel De León
*Si tienes comentarios en relación a este boletín, o a nuestros productos y servicios. Escribenos a: contacto@iskalti.com
¿QUIÉNES SOMOS?
Nacimos en 1994, somos un equipo de terapeutas profesionales dedicados a la atención y educación psicológica. Nuestro principal objetivo es apoyar a las personas promoviendo su crecimiento personal, sostenidos desde el amor, los valores y la sana convivencia a través del autoconocimiento, logrando la estabilidad emocional, desarrollando las habilidades y competencias del individuo.
¡Estamos para servirte!
HOY te PLATIC DUELO de...
Por Psic. Rocío Flores
El duelo: es el “conjunto de procesos psicológicos, biológicos y sociales que se dan a partir de la pérdida de una persona, relación, salud física o mental, actividad, animal u objeto con la que la persona en duelo está significativamente relacionada”. (Polo. S. y Chávez C., 2006). Sus principales características, son:
Es una reacción normal a cualquier pérdida.
Se rompe la continuidad en nuestra vida.
Es un proceso personal y único; no hay un estándar.
Hay una respuesta emocional según la personalidad, experiencia y cercanía con lo perdido.
Tiende a “la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad” (Bucay, J. 2001).
Con el paso del tiempo la intensidad del dolor va disminuyendo y la percepción de caos va cambiando.
El duelo NO es universal se vincula al contexto social y cultural. No hay un instructivo a seguir. Tampoco es un proceso hecho, se debe ir construyendo, no hay un esquema que marque el tiempo que debe durar este proceso, cada uno llevará su propio ritmo y tiempo para la adaptación a esa nueva situación.
Por: Miguel Ángel de León M.
Hemos llegado al 2023, y si reflexionamos sobre ello, nos damos cuenta del maravilloso milagro que somos cada uno de nosotros al estar vivos hoy y ser el resultado de miles o millones de vidas, y que gracias a lo que hicieron o dejaron de hacer como nuestros antepasados, tú y yo existimos en este momento.
Nuestra vida en este mundo parte de 2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos, 16 tatarabuelos, 32 trastatarabuelos, 64 pentabuelos, 128 hexabuelos, 256 heptabuelos, 512 octabuelos, 1024 eneabuelos, 2048 decabuelos y así podríamos seguir. Pero lo que me interesa al dar este dato es que reflexionemos sobre lo que cada una de estas vidas legó para que hoy existas, y lo segundo, identificar cambios y adaptaciones que tuvieron que afrontar tus ancestros para haber evolucionado a nuevas ideas, valores y construcciones mentales.
Hablando de evolución, cuando tenía 7 u 8 años,había una caricatura que se llamaba Los Súper Sónicos, se trataba de una familia del futuro en la que todo era “IN-CRE-Í-BLE”; y yo soñaba con tener un auto que volara y una televisión en la que pudiera hablar con mis amigos y familiares. Hoy, a 50 años de distancia, aquello que era imposible, lo estamos viviendo. En esta misma línea de ideas, ¿Sabías que en 1700 el promedio de vida al nacer era de 30 a 40 años? Las personas de entonces jamás imaginaron que en 2023 viviriamos en promedio de 70 a 80 años, duplicando la tasa de supervivencia. Para que cosas de este tipo sucedan, se requiere de inteligentes soñadores revolucionarios, pero al mismo tiempo, de personas flexibles y dispuestas a cooperar con otros promoviendo y adecuando los cambios que llevan a la evolución; porque quien no se adapta, se extingue.
Yuval Noah Harari en su libro "Homo Deus" nos aclara y recuerda que una de las principales razones por las que el ser humano ha evolucionado e incluso conquistó la luna es porque supo adaptarse y cooperar con flexibilidad con otros. Y aquí uno de los puntos centrales de esta reflexión. ¿Te imaginas qué pensaban del primer hombre que propuso llegar a la luna? Galileo Galilei en 1609 fue el primero en crear un telescopio para observarla, pero de eso a lo que los rusos y americanos lograron en 1957 y 1969 respectivamente, requirió largo tiempo de conocimiento, confianza, adaptación, ideas locas y errores superados.
Hoy enfrentamos un mundo “MUY” acelerado, cambios impresionantes en la tecnología, estilo de vida, economía, salud, política, medicina, creencias, valores, etc. Zygmund Bauman, sociólogo y filósofo polaco, estudioso de nuestra época, argumentó que hoy vivimos en la modernidad líquida, momento caracterizado por la fluidez, impredecibilidad, ruptura con lo que creíamos estable, opuesto a la modernidad sólida, cuando las estructuras sociales y normas de conducta eran mucho más permanentes y predecibles. En la modernidad líquida las relaciones humanas tienden a ser más frágiles y efímeras. Tinder o Bumble son plataformas que con gran velocidad te encuentran pareja, incluso el mismo día te pueden llevar hasta la intimidad si estás dispuesto a correr el riesgo… ¿Y el amor? Para muchos es un accesorio secundario, que, con suerte después llegará. Nuestro autor enfatiza que individualismo y consumismo son muy valorados, pero eso lleva a las personas a una falta de arraigo y búsqueda constante de satisfacción personal a través del consumo material y el encuentro de “experiencias”; vivencias subjetivas sobrevaloradas que otorgan un prestigio volátil y vacuo. Para ejemplificar esto, pensemos en los youtubers que, haciendo retos peligrosos, regalando dinero o publicando falsedades ganan miles de amigos virtuales o dinero, convirtiéndose en los nuevos referentes
del éxito. Ya no es necesario ir a la universidad por años para tener dinero, prestigio y reconocimiento. Otro ejemplo son los nuevos celulares cada vez más potentes, con fascinantes cámaras y funciones extraordinarias, pero que en 18 meses serán obsoletos. Los trabajos a largo plazo que en el pasado representaban estabilidad y orgullo para el patrón y el empleado, hoy se ven como formas de estancamiento o un tipo de esclavitud, ¿Cómo es posible que una persona pueda pasar 30 o 40 años en la misma oficina, el mismo escritorio y mismos compañeros?
La tolerancia a la frustración en muchos exitosos está muy disminuida, y ello, para bien o para mal, les lleva a buscar constantemente nuevas oportunidades y mejores ingresos, lo que puede traducirse en un compromiso superficial con lo institucional, pues buscan al mejor postor y muchas veces eso implica pasar por encima de los propios valores. La seguridad es otro de los temas que con grandes avances como el Chat GPT, se pone en riesgo; hoy en 30 segundos las inteligencias artificiales (IA) pueden hacer una réplica exacta de la imagen y voz de un presidente para hacernos creer que hizo o dijo algo que no es verdad. Bauman remata argumentando que las normas y valores morales están tendiendo a ser menos fijos, tal es el caso del matrimonio que parece en franca extinción, la perspectiva de género, que antes solo contemplaba dos posibilidades, masculino y femenino, ahora se plantea como algo interminable haciendo viable un mundo trans. Las creencias religiosas han dejado de ser significativas para muchas personas, la familia tradicional de hombre y mujer gracias a las técnicas de inseminación y la apertura ideológica en el terreno sexual ha dejado de ser un territorio de exclusividad de un hombre y mujer; y aunque muchos de estos
cambios han traído menos sufrimiento para muchos, al no estar completamente integrados y comprendidos por todos, porque cada uno tiene su propio tiempo para asimilarlo, se ha generado una sensación de desorientación ética que nos está llevando como sociedad a escindirnos en el sentido psicológico y tomar posturas radicales de confrontación y odio con todo aquel que piensa diferente a mí. ¡Eso no debe ser!.
Recientemente, realicé una encuesta con un grupo de padres y madres de familia a quienes pregunté sobre sus preocupaciones con respecto a los tiempos actuales y la relación con sus hijos. Y todos encontraron factores a favor y en contra. Sin embargo, hubo planteamientos como: “los hijos preguntan menos cosas porque ya las respuestas las encuentran solos, para después agregar…pero de fuentes no muy confiables o de influencers o Youtubers”.
Y aquí una de las razones para esa desorientación ética que todos podemos sentir en algún momento, pues mucho juicios van cargados de idealización y desprovistos de principio de realidad, por ello, la adaptación a esta maravilla del internet, redes sociales, Chat GPT y más, requiere de que padres y maestros estén muy conscientes de la importancia de prepararse para enseñar a los chicos a ser críticos con el tipo de información que consumen, a construir una escala de valores en donde la apreciación del saber cooperar con flexibilidad defendiendo sus derechos es fundamental.
Otro de los encuestados dijo: “Me he tenido que flexibilizar muchísimo, para que me platiquen de ellos y de sus amigos” (sic). Si el papá de mi esposa escuchara esto, nos diría con su cara de general y muy enojado, ¿Quéééééé?. Porque para personas de su generación, la flexibilidad es sinónimo de debilidad y falta de autoridad. ¿Hoy este juicio podría considerarse radical. La misma encuesta nos revela que la mayoría de los participantes consideran en primer lugar y como un valor que no puede faltar, el respeto, seguido de honestidad, gratitud y empatía. Llamándo la atención que solo uno mencionó la comunicación asertiva y otro la confianza como valores fundamentales.
En fin, el reto para los padres es que estemos a la altura de lo que demanda la adaptación y ojalá que en nuestra evolución consideremos no eliminar al más débil, sino encontrar los mecanismos milenarios de cooperación y unidad que nos han llevado a estar vivos hoy. Considero al narcisismo como un problema mental de nuestra época que va en contra sentido de lo aquí planteado, y ojo, hay que saber diferenciar el narcisismo de la autoestima. Porque ¡no es lo mismo!. Un narcisista se siente bien pisoteando y demostrando que es superior a otros. Una persona con buena autoestima no necesita eso y siente un profundo respeto por los demás.
ISKALTIPS
Cierro mi aportación con 5 Iskaltips que pueden ayudar. Y para ello sugiero trabajar en construir lo que llamo R.C.A.C; esto significa:
Enseñar a ser Respetuosos (R). El respeto es el valor número uno de cualquier relación sana. No violentes, minimices ni devalúes a nadie.
Comunicarte asertivamente (C.A). Una persona asertiva es aquella que sabe defender sus derechos, sin faltar al respeto a los derechos de los demás.
Construye confianza (C). Si tus hijos no confían en ti, detente y reflexiona en qué es lo que has hecho o dejado de hacer para que esto no suceda en tu relación.
Asesórate y estudia. Hoy las escuelas para padres como la del Vidal Schmill (https://escuelaparapadres.com) son plataformas especializadas en enseñarte a ser un mejor padre desde la prevención. Espacios psicoterapéuticos como el que te ofrece ISKALTI, (https://www.iskalti.com) son lugares profesionales que te pueden ayudar en tu formación parental y cuidado de tu salud mental.
Entiende. Antes de emitir cualquier castigo, regaño o juicio. Entiende lo que tus hijos están pensando o por qué hicieron algo. Así les modelas autocontrol, apertura, tolerancia a la frustración y conductas maduras de su autoridad.