PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · ENE/FEB 2016 · Nº 40· AÑO VIII
Los musulmanes, la fuerza regeneradora
▶▶ 8 y 9 Cuando la comunidad educa
Las octavas Jornadas sobre Educación tuvieron lugar el pasado mes de diciembre en Granada ▶▶3
Islam y arquitectura
Dentro de la Sharia no existe una legislación específica que determine cómo se ha de construir ▶▶6
Ayudar no es un deber, sino una felicidad Cansada de ver noticias sobre el gran malestar de los refugiados, decidí organizar un viaje con fines humanitarios ▶▶10 Sidi Tuhfa, Fray Anselm Turmeda, un franciscano converso al Islam Transmitió al sultán de Túnez su deseo de pronunciar el testimonio de fe y tomar Islam como norma de vida ▶▶12
La política del conocimiento Poner orden en el caos es un intento considerable. En su libro Historia social del conocimiento, el historiador inglés de los medios de comunicación Peter Burke trata a grandes rasgos la política educativa desde el siglo pasado hasta nuestros días, de la enciclopedia a la Wikipedia. El libro no sólo describe el cambio drástico actual de nuestra sociedad de la información y del conocimiento, sino también el proceso de recopilación, archivado y propagación del conocimiento, hasta la supresión del mismo. El filósofo inglés Sir Francis Bacon ya constató en el siglo XVI que “el conocimiento es poder; el poder es conocimiento”. El que sabía dónde encontrar las fuentes y podía utilizar las nuevas técnicas en su beneficio obtenía una ventaja decisiva. Por supuesto, el poder mismo tenía un interés creciente por el cultivo de un conocimiento a su favor. A través de los siglos se impuso finalmente una idea de las ciencias objetivas, complementada por el creciente deseo de la utilidad comercial del conocimiento ▶▶5
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Rabi’ al-Awwal 1437 / Enero 2016 ISLAM HOY
Primera feria ‘halal’ celebrada en España
Redacción Granada
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on una gran asistencia de público y de expositores (63 empresas), tuvo lugar en Madrid, los pasados 21 y 22 de octubre, la ExpoHalal Spain 2015. ISLAM HOY ha podido hablar con sus organizadores. “Estamos muy contentos con la aceptación que ha tenido ExpoHalal Spain entre los productores españoles y la afluencia de visitantes profesionales. Ha sido un trabajo de equipo de todo un año que ha permitido dar visibilidad en España a este sector en pleno auge”, señala Carolina de Funes, directora de Ambar Connect, la empresa organizadora. Aún con una clara en mayoría todavía de la industria agroalimentaria (64%), con
una fuerte presencia de la Región de Murcia, la comunidad que más ganado exporta de toda España, la feria reunió por primera vez a profesionales del sector del sector turístico y empresas proveedoras de servicios. En palabras de la directora de la feria, María Salvador: “Normalmente, cuando se habla de lo halal, la gente lo identifica con la alimentación. Pero el concepto va mucho más allá y hemos querido dar cabida a todas sus facetas”. Entre los expositores de esta primera edición se podían encontrar, por ejemplo, agencias de viaje especializadas en la atención al público musulmán; grandes almacenes, como El Corte Inglés; cosmética; representantes del sector sanitario, como Sanitas, u hoteles con menús halal. De hecho, una de las conferencias que mayor público congregó fue la de Turismo Halal y Muslim Friendly,
con la participación, entre otros, de Turespaña y el Hotel Intercontinental de Madrid. “El ambiente en los stands era muy bueno, con gran afluencia de público y reuniones profesionales. Todavía estamos preparando los informes definitivos, pero podemos adelantar que la feria ha sido todo un éxito y habrá, sin duda, una segunda edición”, expone María Salvador. Según una nota de prensa divulgada por la propia empresa organizadora: “Tras la respuesta positiva por parte de público, expositores e instituciones, Ambar Connect ha anunciado que ya está trabajando en una segunda edición para otoño de 2016”. Una segunda feria podría significar la consolidación de este sector en el mercado español y europeo, donde hay pocas ferias de estas características, y permitiría una mayor difusión de las necesidades de los consumidores musulmanes.
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Rabi’ al-Awwal 1437 / Enero 2016 ISLAM HOY
Cuando la comunidad educa Redacción Granada
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ste fue el título de las octavas Jornadas Educativas de la Fundación Educativa Al Ándalus (fundada en 2005), que tuvieron lugar del 25 al 27 de diciembre de 2015 en la sala de actos del Centro de Estudios Islámicos de la Mezquita Mayor de Granada. Como en años anteriores, acudieron conferenciantes y participantes de toda España, Inglaterra, Marruecos, Sudáfrica y hasta de la República de Mauricio. En su introducción, el presidente de la Fundación Educativa Al Ándalus, Emir Malik Ruiz, dijo que este año “hemos querido dar un paso más en los profundos significados de la educación. Cada acción, evento, conferencia, encuentro debe implicar una trasmisión. Es un asunto muy gozoso y donde se puede disfrutar en cada situación, pero requiere un esfuerzo”. A esta bienvenida se sumaron unas palabras de saludo de Shaij Dr. Abdulqadir as-Sufi para los participantes de estas jornadas. Entre otras cosas decía: “Las conferencias y discusiones en mesas redondas no pueden sustituir una palabra de Haqq de un hombre de verdad, cuya palabra de sabiduría tiene el peso de cien hombres. Aprovechad las palabras de vuestro imam y de los hombres de la comunidad existente”.
Después, el director de enseñanza primaria de la Fundación Al Ándalus, Muhámmad Mujtar Medinilla dio una conferencia detallada sobre la educación en su sentido más amplio y a la vez más concreto, con el título “Relación entre la recuperación del tawhid en la enseñanza y el modelo social. Cuando la comunidad educa”. Allí mostró que lo que a veces puede parecer una tarea “imposible” –la educación de los niños es inseparable del comportamiento de sus padres– se puede convertir en un proceso natural y enriquecedor si los padres entienden la gran importancia de la educación para sus niños y, de este modo, para la sociedad entera. Esta charla transmitió a la audiencia la esperanza de “sí, es posible” y el conferenciante invitó al auditorio: “Hagámoslo juntos por nuestros hijos”. La primera de las dos conferencias del sábado fue del Imam Jatib de la Mezquita Mayor de Granada, Shaij Ahmed Bermejo. Entre muchas de las cosas que dijo: “Los musulmanes no deberíamos dejarnos llevar por palabras que forjan algunos medios para dirigir a las masas”, “De lo que se trata es de crear grupos, servir, hablar bien de la gente, abrir las puertas de nuestras casas, dar con generosidad (…) la Futuwa”, “la forma de comportarse de la persona determina lo que es y modela su vida y su destino a nivel social e individual”, “somos lo que hacemos” y “una comunidad llegará adonde sus miembros quieran llegar.” Advirtió que cuando Allah dice: “Es cierto
Conferencia de Parvez Asad Sheikh (izquierda) en el Centro de Estudios Islámicos que Allah no cambia lo que una gente tiene hasta que ellos no han cambiado lo que hay en sí mismos” (Sura del Trueno, 11), es aplicable en los dos sentidos, tanto para el bien como para el mal. En la siguiente conferencia, Shaij Abdulhaqq Bewley dijo: “No hay tawhid sin el Mensajero”. En toda la historia de la humanidad no ha habido un educador más encumbrado que el Profeta Muhámmad (la paz sea con él). Sus Compañeros son los mejores seres humanos de la historia. Pero su excelencia “no radicaba tanto en lo que decían (…) como en el hecho de que estaban impregnados del mismo conocimiento, que resplandecía en la forma en
Entrañable celebración del Maulid en la Mezquita Mayor de Granada Redacción Granada
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a noche del 23 de diciembre, correspondiente con la noche del 12 de Rabi’al Awal, se celebró en la Mezquita Mayor de Granada, así como en miles de mezquitas alrededor del mundo, el Maulid del Mensajero de Allah, el nacimiento del Profeta Muhámmad, que la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él. En esta noche bendecida, en la
que nacía el mejor de la creación, tras cantar poemas de alabanza al Profeta y recitar aleyas del Corán que hablan sobre la importancia y el valor de este hombre, el Imam de la Mezquita Mayor de Granada, Sheij Ahmed Bermejo, se dirigió a los presentes con unas palabras en las que transmitió lo afortunados que somos los musulmanes al pertenecer a la comunidad de Muhámmad, salla allahu alaihi wa sallam. Recordó que todo el bien que poseemos es gracias a este hombre, a los esfuerzos sin cese, a su continuo interés por nosotros, a su constancia y paciencia en transmitir aquello que Allah
le había ordenado transmitir. Y gracias a esos esfuerzos, gracias a ese interés, es por lo que hoy podemos afirmar con orgullo que pertenecemos a la Ummah de Muhámmad. Como colofón a sus palabras, habló acerca del amor, de un amor real y sincero, un amor hacia aquel al que Allah envió como un advertidor y portador de buenas noticias; y, ciertamente, esta celebración que tuvo en lugar en la Mezquita no es más que una muestra de ese amor que los musulmanes sienten hacia su Profeta y Mensajero, Muhámmad, salla allahu alaihi wa sallam.
que se comportaban (…) la educación verdadera de cualquier comunidad musulmana exige una transformación interna radical”. Resaltó el trabajo de Shaij Dr. Abdulqadir as-Sufi, único e imprescindible para entender y vivir el Islam en el siglo XXI. Seguir su modelo significa “que nademos contra viento y marea, que rememos contra la corriente”. El último conferenciante, Parvez Asad Sheikh -tiene un máster en Ciencias Políticas-, no solo logró esclarecer la complicada situación de la guerra en Siria, sino que aclaró el mecanismo de la “dialéctica del terror” y sus consecuencias en la situación de los musulmanes en Occidente. Hizo un análisis nítido de las
dos reacciones fatales tras un ataque terrorista: una por parte del Estado, excluyendo todavía más a los musulmanes de la sociedad; y otra por parte de los musulmanes, que se aíslan aún más en sus utopías y no les permiten comunicarse con el resto de la sociedad. Ambos, el Estado y los musulmanes, no son capaces de salir de este mecanismo del miedo. Los musulmanes en Occidente deben adoptar una actitud más activa, implicándose en las responsabilidades cívicas como ciudadanos en sus sociedades, para así disfrutar de su libertad política. Las charlas completas se pueden leer online: www. fundacionalandalus.org/activities
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EDITORIAL Existe una locución latina muy conocida que dice: “Excusatio non petita, accusatio manifesta”. Esta expresión resume en gran medida la situación que se está dando entre las comunidades musulmanas tras los atentados de París. Los líderes musulmanes piden perdón por este tipo de actos y se desmarcan de estos hechos, como no puede ser de otro modo, con un servilismo al sistema y un sometimiento que parece dar a entender que sí somos culpables. Dentro de la avalancha de noticias de las últimas semanas quiero destacar las declaraciones de la ex mujer de uno de los terroristas, que decía de él que no rezaba, que sus implicaciones religiosas eran mínimas y que, por supuesto, jamás visitaba la mezquita. En definitiva, poco tiene que ver este tipo de vida con la de cualquier musulmán. La comunidad musulmana es amplia y extensa, como sucede en cualquier grupo humano, pero tenemos que tener mucho cuidado con las declaraciones simplistas como: “Islam es paz”; y esto es cierto, aunque incompleto, porque Islam es un Din completo, donde todo está previsto con la mayor misericordia. Por tanto, Islam es paz, pero en nuestra sociedad también hay guerra, e Islam estipula sus condiciones y los límites en los que tiene que desarrollarse. Por consiguiente, rechazamos y condenamos los atentados de París del mismo modo que condenamos y rechazamos los bombardeos indiscriminados sobre Siria del Gobierno francés con miles de muertos, que son obviados por las autoridades mundiales y silenciados de forma vergonzosa por los medios de comunicación. Pido a Allah que proteja a la Umma del Islam y que proteja especialmente a todos los musulmanes que se encuentran en dificultad. Amín. Malik A. Ruiz Director
“Como quiera que un río sea de largo, nunca olvida su origen”.
GLOSARIO Asar: la oración de media tarde. Da nombre también a la azora 103 del Corán. ‘Alim. pl.: ‘Ulamá: Un erudito, especialmente de las ciencias del Islam. Awliya: Persona cercana a Allah. Baraka: La bendición que emana de una persona o lugar determinado. Dawa: Lit.: Llamada. Acto de llamar a la gente al Islam. Dhikr: Recuerdo y, en consecuencia, invocación de Allah. Dhimma: obligación o contrato. En particular, tratado de protección para los no musulmanes establecidos en territorio musulmán. Din: La transacción vital, lit. la deuda entre dos partes, en este caso entre el Creador y el creado. Dua: Pedir a Allah. Dhuhr: la oración del mediodía que consta de cuatro rak‘ats. Emir: Persona de autoridad. Faqih. pl. fuqahá: Hombre que tiene conocimiento del fiqh en virtud del cual puede emitir juicios legales. Faqir: pl.: Fuqará. Lit.: Pobre. El que sabe que está necesitado y dependiente de Allah, el Rico y Autosuficiente. Faŷar: amanecer, alba. Oración del amanecer. Fiqh: la ciencia de la aplicación de la Shari’a. Al experto en fiqh se le llama faqih. Futuwa: Cortesía espiritual que se manifiesta en el buen comportamiento. Hadiz: Transmisión de las palabras del Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz. Halal: Lo permitido por la Shariah. ‘Id. pl.: A’yad: Celebración para los musulmanes; existen dos al año, una tras el final del Ramadán y la otra tras el final del Hayy. Iman: Creencia islámica. Isha: la oración de la noche. Jutba: discurso; en particular el que pronuncia de pie el Imam el viernes antes de la oración. Magrib: oración de la puesta de sol. El Magreb también designa los territorios musulmanes del noroeste de Africa y es el nombre árabe de Marruecos. Nafs: “el ser, el yo”. Normalmente designa al ser inferior, ya sea el ser que indica el mal o el ser censurador. Según Ibn al Arabi, el nafs es lo que está producido por los atributos del esclavo. Rakat: Una de las partes en las que se divide la oración.
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Rabi’ al-Awwal 1437 / Enero 2016 ISLAM HOY
La política del conocimiento
Internet manifiesta la separación entre el conocimiento y la persona Abu Bakr Rieger Berlín, Alemania
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oner orden en el caos es un intento considerable. En su libro Historia social del conocimiento, el historiador inglés de los medios de comunicación Peter Burke trata a grandes rasgos la política educativa desde el siglo pasado hasta nuestros días, de la enciclopedia a la Wikipedia. El libro no sólo describe el cambio drástico actual de nuestra sociedad de la información y del conocimiento, sino también el proceso de recopilación, archivado y propagación del conocimiento, hasta la supresión del mismo. El filósofo inglés Sir Francis Bacon ya constató en el siglo XVI que “el conocimiento es poder; el poder es conocimiento”. El que sabía dónde encontrar las fuentes y podía utilizar las nuevas técnicas en su beneficio obtenía una ventaja decisiva. Por supuesto, el poder mismo tenía un interés creciente por el cultivo de un conocimiento a su favor. A través de los siglos se impuso finalmente una idea de las ciencias objetivas, complementada por el creciente deseo de la utilidad comercial del conocimiento. Esa explosión de datos a escala global conmociona desde hace tiempo el antiguo entendimiento del conocimiento. Algún creyente de la técnica compara el infinito internet en su repercusión con una revelación, que producirá un nuevo orden y creará nuevas leyes y normas de comportamiento, que, a su vez, despojarán al individuo e incluso a naciones enteras de su propia voluntad. El fenómeno “Big Data” simboliza hoy en día también una especie de fantasía de poder, que abarca la idea de omnisciencia y control. El factor “hombre”, como portador y usuario de conocimiento, es sustituido por la lógica del banco de datos. Según el convencimiento filosófico de cada uno, internet y su administración de datos y conocimiento representan un abismo o una esperanza de encontrar soluciones nuevas a los desafíos de la historia de la humanidad. Actualmente reina una duda evidente sobre si internet y su posible política del conocimiento facilitan mayor libertad al hombre o ninguna. En cualquier caso, los pesimistas interpretan la red según la definición de Carl Schmitt,
citada en su Nomos der Erde (Nomos de la Tierra): “El Nihilismo se manifiesta en una separación entre orden y localización”. Internet está en todas partes y en ninguna, todos tenemos acceso a él y todos estamos influenciados por él, sin respeto a las tradiciones de pensamiento locales o a los estados de ánimo de sus usuarios. Sin sentimiento alguno por los valores o la exigencia de una diferenciación profunda, internet reúne todos los ámbitos del conocimiento. Y además, cada día se suben a la red casi siete millones de páginas web nuevas. La queja de Nevid Kermani de que los musulmanes se encuentran en la actualidad en un estado lamentable, porque una interpretación de la historia del Islam de 1400 años de antigüedad parece desaparecer, señala directamente el problema. Durante muchos años, en la educación islámica existía una unión entre el lugar, la persona y el conocimiento, con muchas peculiaridades locales. Estas tradiciones de transmisión del conocimiento están desapareciendo. Muchos musulmanes jóvenes ya no adquieren su conocimiento en las clases de su imam, establecidas durante años, o en la escuela, sino que eligen caminos diferentes mucho más rápidos. En Youtube, Facebook o Twitter se recogen todo tipo de convicciones, enseñanzas y juicios de todo el mundo, igual que si pusiéramos en el carrito de la compra toda clase de alimentos. Especialmente atroz es ver a jóvenes musulmanes que, tras varios años con “Shaij Google”, no sólo expresan opiniones durísimas y definitivas, sino que en casos extremos son capaces de poner en práctica esos juicios. La mayoría sigue una enseñanza global y uniforme que no da valor alguno a las tradiciones locales. De esta forma, se pone patas arriba la formación básica de siglos de los musulmanes, basada en la minuciosidad. Sin lugar a dudas, internet y los medios sociales separan no sólo orden y localización, sino que también separan progresivamente el conocimiento y la persona. El fenómeno de una cultura de conocimiento global es fascinante y espantoso a la vez. Sirva como advertencia general la palabra del erudito universal Herbert Simon: “Una abundancia de información crea una pobreza de atención”. La separación entre conocimiento y persona, una tendencia que los medios sociales refuerzan, se reconoce también en el
contexto de la educación islámica. La importancia de la persona en la formación islámica, que ha sido durante siglos la llave de la transmisión de conocimiento, ha caído en descrédito. Cuando se habla con jóvenes musulmanes, se oye a menudo una cierta desconfianza hacia los maestros. Dicen que son corruptos con el poder político, que se callan ante los temas importantes de su tiempo o que no entienden el sitio en el que viven. Muchos jóvenes musulmanes sueñan con el maestro ideal que pueda resolver todos los problemas y enigmas de manera “objetiva”; sin embargo, este maestro no existe en su mundo más inmediato. Se dejan
engañar fácilmente por falsos salvadores virtuales. El peligro de este proceso es evidente, ya que si un día sólo los algoritmos de Google dirigieran la sed de conocimiento del usuario, podrían perderse con el tiempo aspectos muy importantes de la metodología islámica. Incluso hoy en día, debido a la falta de una enseñanza reconocida válida, hay pocos musulmanes que pueden justificar de manera metódica sobre qué fundamentos basan su Imán y su Islam. Los musulmanes que quieran aprender deben entender que no sólo es necesaria una cierta desaceleración, sino también un querer invertir años para el estudio
consecuente de los fundamentos del Islam. No es una mera coincidencia que muchos musulmanes tengan la esperanza de que precisamente en Europa se establezca una enseñanza libre que acabe con la amenazante y completa separación de conocimiento y persona y de conocimiento y lugar. La enseñanza en este país podría abarcar también el uso crítico de las nuevas tecnologías desde un punto de vista islámico. De esta manera habría nuevos lugares de enseñanza libre y de conocimiento que reconcilie la transmisión de conocimiento tradicional con la modernidad, sin olvidarnos de los maestros fiables.
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Islam y arquitectura Alia Gutiérrez Winterthur, Suiza
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l adjetivo “islámico” se ha aplicado a muchos conceptos. Generalmente, cuando se habla de “arquitectura islámica” se hace referencia a un amplio abanico de formas y elementos arquitectónicos desarrollados a lo largo de la historia en aquellos territorios donde se estableció el Islam. Esta es la definición más extendida y común; pero si se observa el significado de la palabra arquitectura (arte de proyectar y construir edificios) y el de la palabra islámica (perteneciente o relativo al Islam), se puede extraer otra definición: aquellas edificaciones que atienden al Corán y a las enseñanzas del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él. Dentro de la Sharia no existe una legislación específica que determine cómo se ha de construir o qué diseño han de tener las ciudades, casas o mezquitas. Esto da cabida a las distintas tradiciones, materiales o
condiciones climatológicas de cada región. Y, por tanto, no es de extrañar que, aun teniendo ciertas similitudes, la arquitectura desarrollada en las sociedades musulmanas del norte de África se diferencie bastante de las construcciones realizadas también por musulmanes pero en zonas asiáticas. Existe libertad, pero también se pueden seguir ciertas pautas a la hora del planeamiento y desarrollo de edificaciones cuya finalidad será facilitar la vida del musulmán. En la arquitectura residencial, el aspecto más importante a tener en cuenta a la hora de proyectar sería la privacidad. Tal y como citan varios hadices y el propio Corán, la privacidad de cada persona ha de salvaguardarse. Mediante una arquitectura adecuada se puede, en gran medida, proteger la privacidad de los hogares y separar la vida pública de la vida privada. Evitar la intrusión o perjuicio de las viviendas vecinas y favorecer la privacidad sonora y visual es la razón de elementos tan característicos como las celosías, la tipología de casa patio, la escasa altura de las edificaciones o la
formación de adarves dentro de la estructura urbana. Otros hadices, aunque menos explícitos, hacen referencia a las dimensiones de una casa, a la ornamentación y utensilios permitidos dentro de ella o a la elección de un terreno seguro. Aunque el grueso de las ciudades lo constituyen las viviendas, las mezquitas son las edificaciones más importantes y representativas de la sociedad musulmana. La casa del Profeta Muhámmad (s. a. w. s.) es considerada la primera mezquita en la historia del Islam y de ahí se toman los elementos fundamentales que la conforman. Estos son: una sala cubierta con palmas soportadas mediante troncos de palmera, la pared de quibla indicando la dirección de la oración hacia Meca y el mimbar o taburete desde donde el Profeta daba el discurso los viernes. No se sabe con certeza si el mihrab estaba presente o no en esta primera mezquita. Por motivos funcionales aparecen también como elementos propios de las mezquitas las fuentes, generalmente en un patio previo
a la sala, donde llevar a cabo las abluciones, y un minarete desde el cual la llamada a la oración tiene mayor alcance. A diferencia de otras edificaciones religiosas, las mezquitas se caracterizan por la ausencia de imágenes figurativas y la ornamentación se consigue mediante caligrafías y motivos geométricos o florales. Todo lo demás responde a aspectos culturales y sociales. Las vanguardias de principios del siglo XX, así como los avances tecnológicos y constructivos, han provocado en pocos años una rápida evolución en el mundo de la arquitectura. Frente a otras construcciones religiosas, las mezquitas están sufriendo una adaptación bastante más lenta. Aun haciendo uso de las nuevas tecnologías y soluciones constructivas existentes, la respuesta más generalizada a la hora de construir nuevas mezquitas ha sido la de mantener las formas arquitectónicas más tradicionales, asemejando así la imagen del edificio a otros históricos. También hay algunos casos, aunque en número mucho más reducido, donde la posición respecto a mantener las formas
regionales ha sido más crítica; son ejemplos de mezquitas en las que los aspectos más tradicionales no están tan presentes y en las hay un mayor acercamiento a la arquitectura contemporánea. Este debate se acentúa más en los países occidentales donde el Islam no es tradición; surgen interrogantes como: ¿debe el diseño de las nuevas mezquitas basarse en las formas procedentes de Turquía o Marruecos, o debería por el contrario seguir las tendencias del momento y el lugar donde se emplazan?; ¿puede un proyecto dar cabida tanto a la tradición como la modernidad?; ¿una mezquita arquitectónicamente contemporánea sería mejor, peor o igualmente aceptada que otra de carácter historicista en una sociedad de tradición no musulmana?, ¿y en una sociedad de tradición musulmana? Sin perder de vista que una mezquita podría reducirse a una sala vacía destinada a la oración, la polémica generada en torno a las mezquitas en Occidente parece responder más a cuestiones políticas y sociales que a las propiamente arquitectónicas o religiosas.
De la brevedad de la vida Yahia Ballesteros Granada
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uando empezó todo esto de la informática en nuestras vidas con unos ordenadores enormes de la marca Amstrand y unos disquetes cuadraditos y anchos (¿de cinco pulgadas?), recuerdo que me esmeré en procesar y pasar a disquetes las obras que tenía escritas y consideraba importantes. Confiado en el poderío de la técnica, guardé los disquetes con mis obras en una cajita y sentí la tranquilizadora sensación de que las tenía ahí seguras “para siempre”. Los años fueron pasando tan rápidos que cuando me quise acordar ni esos ordenadores existían ya ni esos disquetes podían ser leídos por los nuevos. Entonces me acordé de mis viejas obras en los disquetes antiguos y, entre tanta mudanza, la cajita que los contenía había desaparecido Dios sabe dónde. Como, confiado en que teniéndolos guardados en los disquetes, los papeles en que las escribí no me hacían falta, me había desecho de los originales manuscritos. Y encontrar la cajita con los disquetes tampoco me hubiera ayudado mucho, pues a ver a estas alturas dónde
encuentra uno un lugar en que todavía puedan leer aquel tipo de disquetes. En definitiva, lo que para mí, cuando lo guardé, era una de las cosas más importantes de mi vida, había desaparecido de ella, esta vez sí, para siempre. En otro tiempo mi reacción hubiera sido de desesperación y rabia; y, sin embargo, por suerte para mí, eso me ocurrió en un tiempo en que ya valoraba de forma muy distinta las cosas y lo supe encajar con serenidad. Había aprendido que todo lo material, y hasta lo que parece inmaterial pero está ligado a la vanidad, el ego…, “el mundo”, en fin, vale bien poco en comparación con la profundidad del sí mismo, la aceptación del Destino y la serenidad ante la existencia y la sumisión a Aquel que la creó. Al-Gazzali dice en su Alquimia de la felicidad: Quien quiera que contemple seriamente la eternidad pasada, durante la cual el mundo no existía, y la eternidad futura, durante la cual no existirá, verá que se trata esencialmente de un viaje en el cual las jornadas está representadas por años, las leguas por meses, las millas por días y los pasos por momentos. ¡Con qué palabras podríamos describir, entonces, la locura del hombre que pretende convertirlo en su residencia permanente, y
hace planes para diez años más adelante que afectan a cosas que puede que nunca necesite, ya que es muy posible que esté enterrado en diez días! Algunos siglos antes, fue el cordobés Séneca el que dejó escrito: Más dificultosamente alcanzan los hombres de sí mismos el descanso que de la ley; y mientras que son llevados o llevan a otros, y unos a otros se roban la quietud, haciendo los unos a los otros alternadamente miserables, pasan una vida sin fruto, sin gusto y sin ningún aprovechamiento del ánimo. Ninguno pone los ojos en la muerte; todos alargan las esperanzas, y algunos disponen también lo que es para después de la vida grandes máquinas de sepulcros, epitafios en obras públicas, ambiciosas dotaciones para sus exequias. Ten por cierto que las muertes de éstos se pueden reducir a hachas y cirios, como entierro de niños. No hace mucho, murió un conocido mío que había pasado toda su vida bregando por un poco de prestigio y otro tanto de poder; algo de eso había conseguido, pero a cambio, su vida en lo personal había sido un entero desastre. Pensando en él, al que le tenía en vida afecto y así lo recuerdo, escribí este poema con el que cierro mi artículo de hoy:
LA BRIEGA Ya se acabó la briega, la briega, amigo, ya se terminó. Ahora, con la siega, de tus espigas ¿qué grano salió? Con tanto que agitaste, del trapo ¿qué harina nos saldrá? La angustia que cargaste ¿tu espalda está dispuesta ahora a soltar? De lo que conseguiste ¿qué te sirve en el sitio donde estás? Lo que tanto quisiste, ahora, en el silencio, ¿te valdrá? De la vida que pasa, lo que más vale nunca es material. Lo que reclama el alma no es polvo que en el viento se nos va.
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El material del que están hechas las paredes Parvez Asad Sheikh Port Louis, Mauricio
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n el curso de un debate particularmente acalorado que estaba teniendo lugar en Bruselas entre los representantes de Grecia y del Eurogrupo, hubo un momento en el que la naturaleza de las estructuras tecnocráticas de hoy en día quedaron, al parecer por un error, expuestas al desnudo. (El momento al que hacemos referencia fue muy breve y sólo un ojo muy sagaz pudo detectarlo. Por esa razón debemos agradecer al profesor Slavoj Zizek por haber sido el primero en hacérnoslo notar). Mientras que Yanis Varoufakis y los representantes del Eurogrupo estaban trabados en la discusión, una cuestión de forma surgió en la que se postuló la capacidad del Eurogrupo de avanzar sin necesidad de reconocimiento alguno de la posición de Grecia. Era este un punto técnico que precisaba la aportación de los expertos legales presentes. El señor Varoufakis describe la respuesta que por fin fue pronunciada después de las deliberaciones legales que habían dado un respiro momentáneo al debate: Por un breve periodo de unos cinco a diez minutos la reunión se detuvo. Funcionarios y representantes de los Gobiernos estaban hablando unos con otros por sus móviles, y por fin uno de los representantes gubernamentales, un experto legal, se dirigió a mí y me dijo las siguientes palabras: “Bueno, el Eurogrupo no existe por ley. No hay tratado alguno que haya acordado la creación de este grupo”. Es decir que tenemos un grupo inexistente que ostenta el poder más formidable para determinar las vidas de los europeos. No tiene que rendir cuentas a nadie, puesto que no existe en términos legales, no hay actas de las deliberaciones, todo es confidencial. De tal modo que los ciudadanos jamás saben lo que se está discutiendo… Son decisiones prácticamente de vida o muerte y ninguno de los miembros tiene que responder ante nadie. Hay un momento en la historia de Roma que muestra una vislumbre semejante, en el cual el edificio del poder se queda al desnudo durante un encuentro entre adversarios y queda puesto de manifiesto en una frase o dos. En este caso es a Holly Haynes, en su estudio de Tácito, a quien hay que
agradecer haber capturado este sutil momento: Después de la muerte de Augusto, Clemente, un antiguo esclavo de Agripa Postumus, intenta en secreto sacar de incógnito a su amo de la isla de Planasia y llevarle a reunirse con los ejércitos en Germania. Cuando se da cuenta de que llega demasiado tarde y Agripa ya ha muerto, finge ser él mismo el hombre asesinado y viaja en busca de ayuda. Sus esfuerzos se coronan con éxito e incluso los ciudadanos de Roma creen que él es el auténtico Agripa. A Tiberio le preocupa en gran medida cómo tratar al hombre, y duda de si debe llamar al ejército o debe dejar que los rumores se disuelvan por
exactamente la misma razón por la cual Clemente representaba una amenaza tan grave a la posición del primero, es decir, la sociedad romana había creído que él era el Cesar. El Eurogrupo debe su existencia fundamentalmente al hecho de que creemos, de forma colectiva, que ocupa en realidad el lugar que ocupa en la estructura burocrática. Continuemos examinando el asunto de la estructura y la agencia que se encuentra en el centro de esta exposición. El debate sobre la primacía de una -las estructuras políticas que nos rodean- o la otra –la importancia de los seres humanos, como entidades políticas, en la
una disposición de acción en relación a las estructuras creadas a partir de la normativa política. El mundo en el que vivimos se ajusta más a una representación de los ideales republicanos romanos que a una democracia ateniense. Los Estados Unidos se gobiernan desde el Capitolio. Los parlamentos que proliferan por todo el mundo se basan en la visión romana de que el Senado, como cuerpo legislativo, era el corazón de la vida política de los ciudadanos. Cuando un Tea Party republicano denuncia (con torpeza) la tiranía de las leyes federales, o cuando un
en base a la fortaleza de su liderazgo senatorial, es la historia de la expansión de los Estados Unidos de América hacia Occidente bajo la Doctrina Monroe. Adam Ferguson, el filósofo moral y clasicista escocés, describe la importancia del estudio de la historia de Roma en una carta a Edward Gibbon: “Me produce tranquilidad de espíritu el hecho de que, siendo mi oficio el estudio de la naturaleza humana, no podría yo fijar mi atención en una esquina más interesante que la del final de la República romana”. La aproximación de Ferguson a la República, como intelectual descendiente
sí solos; si esto representa una emergencia seria o si no es en realidad asunto preocupante… Al final le encarga el asunto a Salustio Crispo, quien arresta al individuo y lo trae a la presencia de Tiberio. Cuando este le pregunta: ¿Cómo te has convertido en Agripa? Clemente le responde: “De la misma manera en que tú te convertiste en Cesar”. La respuesta que Clemente da a Tiberio, sucesor del Principado de Augusto, periodo en el que Roma se había convertido en un imperio pretendiendo ser una república, le permite ver a quien sea capaz de aprehender el momento, una actitud política de capital importancia. Se trata de una perspectiva tacitánea, y, como tal, desprovista de cualquier color ideológico. Tiberio era el César por
creación de dichas estructuras desde el comienzo mismo- es un debate que está siempre vivo en el terreno académico. A causa de la era en la que nos hallamos, en la que los medios de agencia parecen haberse perdido, quiero adoptar la posición tacitánea y proponérsela al lector. Las estructuras políticas no existen: lo único que existe es la gente que cree en ellas. Dicho lo cual, debe quedar claro que el propósito de esta afirmación no es simplemente abandonar al lector en un plano de inmanencia deleuciana. Más bien la intención es indicar la dirección hacia una exploración de la historia sobre la que se basa nuestra realidad normativa política, como un medio de situar al ser humano, de nuevo, en
abogado guineano le llama a su presidente dictador, están haciéndose eco de los gritos de los ciudadanos de Roma, si bien en modo de simulacro. Entender la historia de Roma, por consiguiente, es entender los movimientos básicos que están ocurriendo en nuestra época. La relación entre el burdo populismo y la concentración de poder hacia la dictadura es la historia de Julio César. Este fue el movimiento por el que surgieron las dictaduras europeas en el período entre las dos guerras mundiales. Más próximo a nuestra tiempo, el populismo vuelve a surgir (el National Front, UKIP, UK Independence Party, y en Rusia el mito de la Novorossiya). La era de expansión que experimentó la joven República romana,
de Tácito y de Montesquieu, puede también aportarnos una definición de la Libertad que sitúe al hombre en una relación de primacía por encima de las estructuras. Si la ciudadanía es el criterio central para nuestra participación en una forma de organización política (polity), entonces la libertad política es nuestra libre posibilidad de “hacer lo que las leyes permiten”. Lo que se halla implícito en esta forma de ver las cosas es la necesidad de que los ciudadanos participemos en la creación de las leyes bajo las que vivimos, que participemos en la creación de las estructuras y las paredes que nos rodean.
Traducción: Abdul Hasib Castiñeira
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La matanza de París y la narrativa de los musulmanes de Iraq– que había presenciado con sus propios ojos a soldados iraquíes sacando a bebés de las incubadoras en un hospital de Kuwait, ya se ha olvidado. La historia fue una estrategia diseñada por la corporación de publicidad y relaciones públicas Hill as impactantes noticias de & Knowlton (H&K), contratada por muertes brutales e inespera- el emirato kuwaití, y la niña era la das de inocentes, como las propia hija del embajador de Kuwait vividas en París el 13 de noviembre, rompen la paz y la tranquilidad, perturban los intelectos y a menudo enmascaran muchas cosas. La gran ventaja de no ver la televisión es que uno puede pensar mejor. Claro que no es sólo la televisión. Los mensajes tóxicos y la narrativa de odio se propagan desde muchos focos y por muchos medios. El discurso del miedo se declina con el vocabulario del pánico ante lo inesperado, se conjuga con los verbos de la maldad en las noticias y las declaraciones de los políticos y se articula con la gramática de la paranoia. Los musulmanes que vivimos en Occidente debemos declarar abiertamente y difundir por todos los medios una narrativa propia. Mucha gente de Europa y del mundo occidental podrá escuchar y entender nuestro discurso porque estará basado en la verdad y no en la distorsión y manipulación de los hechos. Permítaseme hacer una breve digresión para hablar de los medios de comunicación como armas de distorsión masiva. La aleya del Corán que rige la actividad informativa es: “¡Vosotros que creéis! Si alguien que no es digno de confianza os llega con una noticia, aseguraos antes, no vaya a ser que, por ignorancia, causéis daño a alguien y tengáis luego que lamentarlo y arrepentiros de lo que hicisteis” (Surat Al Huyurat 49, aleya 6). La narrativa del miedo se sirve del cine, de la televisión y de los en Washington, Saud Nasir al-Sa“expertos”. En Cortina de humo (Wag bah, que estuvo ensayando durante the Dog, 1997), película dirigida por horas su declaración con expertos Barry Levinson, con Robert de Niro de la agencia H&K. La historia de los y Dustin Hoffman, la “fabricación” de bebés sacados de las incubadoras la noticias con el propósito de manipu- usó George Bush en su alocución a lar la opinión pública para justificar la nación antes de lanzar la invasión acciones militares y encubrir otras de Iraq y fue citada en discursos proeconómicas queda completamen- nunciados ante la Asamblea General te al descubierto. La contratación de las Naciones Unidas. Que la hisde magos de la industria del cine de toria era una completa invención se Hollywood para crear escenas impac- supo pronto, pero para entonces la tantes que se difunden por televisión invasión de Iraq estaba consumada; y que polarizan a la opinión pública, la destrucción del país y la muerte proporcionando el respaldo necesa- de cientos de miles de inocentes en rio a las decisiones, motivadas por pleno curso. El director de la oficina intereses completamente diferentes de relaciones públicas Ruder & Finn a los que se esgrimen en la narrativa Public Relations, con sede también fabricada, es un instrumento de polí- en Washington, James M. Harff, tica exterior que se muestra sin disi- dice lo siguiente: “… nuestra tarea mulo en la película. consiste en diseminar la informaLa dramática declaración de una ción, hacerla circular lo más rápido joven iraquí llamada Nayirah, quien posible, para que las tesis favorables entre llantos contó ante las cámaras a mis causas sean las primeras en de televisión –pocos días antes de ser expresadas… Desde el momenque los EE UU lanzaran su invasión to en que una información es buena
Abdulhasib Castiñeira Ciudad del Cabo, Sudáfrica
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para nosotros, nos esforzamos por anclarla enseguida en la opinión pública… Es la primera información la que cuenta, los desmentidos no tienen ninguna eficacia… Nuestro trabajo no es verificar la información…, es acelerar la circulación de informaciones que nos son favorables…”, y termina con la cínica sentencia: “No nos pagan para hacer
presente de inmigración masiva al desmoronamiento del Imperio Romano y a la invasión de los barbaros en el siglo V, y le adjudica el papel de los barbaros a los musulmanes. La comparación es válida en un sentido: el sentido del ciclo observado por Ibn Jaldún, el gran filosofo de la historia, de la decadencia de las sociedades opulentas seguido por la regeneración
El gobierno francés aumenta la seguridad en la capital ética”. Las técnicas de manipulación desencadenada por los beduinos, los de la opinión son la cara oculta del pobres, los que tienen asabiyya, fuermito de la democracia. tes vínculos de unidad y solidaridad de grupo y una visión clara y natural de la existencia. La comparación es acertada, excepto que las supuestas hordas de invasores barbaros (los Que el impacto emocional musulmanes) han llegado a los países del “imperio” (la Europa del estay la rabia, naturales y do del bienestar y la América de la comprensibles, que nos igualdad de oportunidades), primero causan las matanzas de invitados como inmigrantes para fortalecer las economías de esos países y inocentes no nos hagan luego huyendo de los bombardeos y perder la cordura y la de la destrucción de sus hogares cauecuanimidad. No es el Islam sadas por las políticas hegemónicas, las intervenciones militares directas el causante de este círculo e indirectas y las operaciones de subversión fomentadas por esas mismas vicioso de terror y odio potencias del imperio. El discurso del terror consiste en que “nosotros los matamos a ellos Algunos intelectuales occiden- en su territorio para que ellos no tales, como Niall Ferguson, profe- nos maten a nosotros en el nuestro”. sor de Historia de la Universidad La autorización de utilizar la fuerde Harvard, comparan la situación za militar que aprobó el Congreso
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Rabi’ al-Awwal 1437 / Enero 2016 ISLAM HOY americano pocos días después del 11 de septiembre de 2001 definió al mundo entero como zona de Guerra contra el Terror. El presidente Obama continua haciendo uso de esa autorización para santificar su guerra de los drones. La Guerra contra el Terror causa muchísimas más muertes de civiles inocentes que el terrorismo y además provoca que la violencia venga a nuestro terreno. Esto se tolera porque para los europeos, y sobre todo para los americanos, esos sitios están muy lejos. La historia del colonialismo demuestra que la violencia “vuelve a casa”. La retórica del miedo y la agresión militar fortalece los argumentos de los yihadistas y alimenta un ciclo vicioso de represalias y odio mutuo. Llamemos a las cosas por su nombre. Que el impacto emocional y la rabia, naturales y comprensibles,
narcisismo, nihilismo, fascinación por la muerte y actitudes suicidas”. Las ideas y doctrinas de estos grupos radicales son conocidas para la comunidad musulmana. Son jariyitas, literalmente ‘los que se salen del camino’. Son nihilistas en su filosofía, idéntica a los terroristas rusos de final del siglo XIX, y sus motivaciones proceden de estados de la psique que las ciencias del Islam definen como las “enfermedades del corazón” que deben evitarse para acercarse a la aceptación de Allah y por tanto para dar sentido a la propia vida: el odio, el resentimiento, la ingratitud, la arrogancia y el sentimiento de superioridad, unidas a la falta de empatía y al desprecio por los demás seres humanos. Estos individuos no solo ven a personas de otra religión como piezas de caza a las que sacrificar, hombres, mujeres y niños, sino que profesan
Misericordioso, el Compasivo, con cuya afirmación empezamos todas nuestras palabras y nuestros actos. La civilización del Islam ha sido a lo largo de la historia una civilización de adoración de Dios y de justicia, un santuario de protección para otras comunidades, una sociedad caracterizada por la compasión, la generosidad, la hospitalidad y el cuidado de los pobres y de los más necesitados. La naturaleza de las matanzas terroristas recientes en las que la muerte, el caos, la destrucción y una crueldad inusitada se desatan súbitamente, irrumpiendo en la plácida zona de familiaridad de una sociedad acomodada, es producto de esa misma sociedad y fruto directo de un sistema que necesita crear el monstruo para fortalecerse. Las películas de terror, las de ciencia ficción y los videojuegos violentos nos
Mezquita Mayor de París que nos causan las matanzas de inocentes no nos hagan perder la cordura y la ecuanimidad. No es el Islam el causante de este círculo vicioso de terror y odio. Los criminales que cometieron las matanzas de París y los jóvenes europeos que se unen al llamado Estado Islámico (EI) en Siria son miembros de una generación de jóvenes radicalizados, nihilistas, salidos de los entornos de la noche, la delincuencia, las drogas y en muchos casos criados en la marginalidad de los suburbios obreros de las grandes ciudades europeas. Olivier Roy, estudioso de la geopolítica del Oriente Medio habla de una “islamización del radicalismo más que una radicalización del Islam”, y añade: “Estos chicos se unen al EI porque éste les ofrece la narrativa más excitante del mercado. Con ella se pueden hacer titulares. Gritan “Allahu Akbar”, pero matan igual que los asesinos de Columbine en los EE UU. Y tienen las mismas motivaciones: frustración,
el mismo odio implacable contra los están preparando para aceptar una musulmanes. De hecho, la mayor par- descripción de la realidad donde te de las víctimas son musulmanas. monstruos de otros mundos, literales o figurados, amenazan nuestra seguridad. Islam no es el “otro”, ni los musulmanes los extraños peligrosos ni los barbaros. La mayoría Los musulmanes son una de los musulmanes que viven en fuerza regeneradora por sus Europa y en América son ya segunda y tercera generación y están compleactos de hospitalidad, de tamente integrados. Justin Trudeau, generosidad, de compasión el nuevo primer ministro de Canadá ofrecía recientemente un poco de y de honestidad. Esa es la luz en medio del discurso tóxico de enseñanza y ese es el ejemplo los políticos occidentales, acusando a Donald Trump de ser no sólo del Mensajero de Allah, paz ignorante, sino un irresponsable al y bendiciones de Allah sean “pintar al EI con una brocha gorda que cubre a todos los musulmanes”, siempre con él y declaraba en una entrevista que su posición es “firme en contra de las políticas del miedo, la división, la La narrativa que los musulma- intolerancia y la retórica del odio”. nes de Occidente debemos propagar Debemos exigir a los Gobiernos con firmeza y articular con claridad de nuestros países un verdadero empieza con el Nombre de Allah, el proceso de consulta y de prácticas
legales, sociales y políticas donde los musulmanes estemos representados. La justicia, la honestidad y la clemencia, que han sido siempre los rasgos distintivos de las sociedades musulmanas durante siglos, serán también los que definan a nuestras comunidades en Occidente. Los sistemas legales de nuestros países están en constante evolución, redefinición y desarrollo, y los musulmanes debemos luchar, nadie lo va a hacer por nosotros, para que nuestras legítimas aspiraciones y necesidades se contemplen y sean respetadas. El terrorismo genera confusión. El miedo y las sospechas inundan las mentes de los ciudadanos acerca de los musulmanes. En medio de este ruido estridente debemos permanecer en calma, afirmando con una tranquilidad que sólo puede proceder del espacio interior, sosegado por el recuerdo de Allah, lo siguiente: el mensaje del Islam es belleza y no terror; los musulmanes se distinguen por su nobleza de carácter, compasión, generosidad, misericordia y prudencia (taqwa de Allah). Los musulmanes construyen y no destruyen. Los musulmanes fomentan la concordia con sus vecinos. La buena vecindad es característica de la sunnah de nuestro Profeta y Mensajero. Los musulmanes respetan la vida de todo ser humano por el honor y la distinción que Allah ha otorgado a la criatura humana, por encima de todas las demás criaturas, y desean el bien, la guía y el éxito a los demás seres humanos. Los musulmanes son una fuerza regeneradora por sus actos de hospitalidad, de generosidad, de compasión y de honestidad. Esa es la enseñanza y ese es el ejemplo del Mensajero de Allah, paz y bendiciones de Allah sean siempre con él. “Mira en el espejo de tu corazón y encontrarás las respuestas a todas tus preguntas”, dice Abul Abbas Al Mursi, el gran sufí de Al Ándalus. Esta vía de la introspección libera al individuo de la esclavitud impuesta por otros en sus opiniones y pensamientos, y le rescata de ser parte de “las masas” a las que los medios de comunicación (mass media) dirigen sus mensajes. Ese espacio interior en calma es el fundamento de la cordura, lo que nos permite ser conscientes de la responsabilidad de nuestros propios actos y de nuestros deberes hacia los demás. Nuestra condena del terrorismo no es sinónimo de conformismo, ni implica un resignado sometimiento a la sociedad capitalista y a sus principios. Del mismo modo que condenamos el terrorismo, condenamos también las fórmulas matemáticas injustas del interés bancario, el expolio de los recursos naturales, la moneda sin valor intrínseco, los mercados de futuros, la economía especulativa y la actividad industrial que, gobernada por los imperativos de la usura, envenena el aire, contamina los mares y arrasa la Tierra. La prohibición de la usura en todas sus formas es un criterio firme de nuestra creencia y de nuestro modo de vida. Todo el dinero del mundo no puede comprar la hermandad, la certeza y la nobleza de carácter. Y todo el poderío tecnológico y militar y las intrigas de los maquinadores no pueden enmascarar la verdad.
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Ayudar no es un deber, sino una felicidad N. Belkhir Dubái, EAU
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ansada de ver día a día publicaciones, artículos y noticias sobre la situación y el gran malestar de los refugiados, decidimos organizar entre unas amigas un viaje con fines humanitarios durante nuestras vacaciones de Eid Al Adha. Empezamos este viaje con la voluntad de dar a aquellos que ya han sufrido lo inimaginable un digno Eid. Donaciones nuestras, combinadas con las de nuestros generosos amigos, familiares y compañeros de trabajo nos permitieron adquirir algunos bienes en Salónica, Grecia. Luego nos dedicamos a distribuirlos: chaquetas de invierno, zapatos, ropa deportiva, sombreros, calcetines, bolsos, ropa interior y juguetes, en Idomeni, localidad situada en las fronteras con Macedonia. También patrocinamos dos almuerzos de Eid para más de 20.000 personas. Durante nuestro estancia, nos quedamos impresionadas por los habitantes de Salónica, quienes, a pesar de que la mayoría de los refugiados y cooperantes éramos musulmanes, nos ayudaron con tanta
generosidad y fe. El apoyo que prestaban era incondicional en el campo, madres, estudiantes, policías… En un momento dado le di las gracias personalmente a una señora que nos estaba ayudando a repartir el almuerzo el día del Eid y me contestó: “¡Si es nuestro deber! ¡Cómo podría mirar a Dios tras mi muerte si Él nos mando a estas personas con el fin de ayudarles”. Repartidos entre las vías del ferrocarril y los campos fértiles se encontraba nuestra gente, cansados y agotados de su largo viaje. Dieron la bienvenida a nuestros regalos de Eid con los brazos abiertos y mucha gratitud. Nadie debería tener que caminar durante cientos y miles de kilómetros, humillados y despojados de sus maletas por contrabandistas que arrojaron sus pertenencias en mar abierto. Médicos, maestros, madres, hijos…, despojados de su existencia, todos dirigiéndose a Alemania con un único objetivo: empezar de nuevo. Nos encontramos con sirios, iraquíes, afganos, paquistaníes, nepaleses, todos aquellos que, al igual que todos nosotros, quieren vivir una vida digna. Mientras contemplaba – casi la vivía– aquella situación tan dura y tan lejana de nuestra realidad, no podía dejar de
reflexionar sobre una pregunta que siempre me ha atormentado: ¿por qué el mundo está tan dividido? Durante nuestras distribuciones, hemos estado en el campo durante doce horas seguidas; en ningún momento sentimos las horas pasar, nos olvidamos hasta de comer. Las horas pasaban y los grupos llegaban… Nuevas caras, nuevas sonrisas, nuevas lágrimas. La sensación de “poder” dar y repartir alimentaba nuestra fe y gratitud hacia Allah por todo lo que tenemos; nuestro espíritu y, sobre todo, nuestra conciencia, aquella sensación… era un mezcla de paz mental y amor incondicional que no he experimentado ni el mejor y más lujoso centro turístico en el que haya estado. Rápidamente llegó la respuesta a mi incesante pregunta: estas personas viven y experimentan extremos, ¡su misión es su sabr (paciencia)!, la de ellos y la de todos los que sufren inimaginables situaciones drásticas y que luchan día a día por la simple supervivencia, ya sean nuestros hermanos en Palestina, Irak, Birmania, en África o cualquier otro lugar del mundo. Cuando tu única prioridad es estar vivo y poder comer y alimentar a tus familiares, lo único que te queda es sabr. Después están los otros,
los del shukr (agradecimiento). Allah nos ha rodeado de ni’aam (bendiciones), pero a veces nos quedamos ciegos y pensamos que todo lo que tenemos está a nuestra merced y nos olvidamos, porque lo “tenemos”. ¿Pero cuál es nuestra misión? Nuestra misión es aún más compleja que los del shukr porque tenemos que responder doblemente a Allah: por una parte, agradecerle y ser conscientes de nuestra ni’ima (bendición) sin caer en el materialismo y la fitna, y por otra parte, contribuir en brindar y compartir nuestra ni’ima con los de sabr, algo que el Corán menciona una y otra vez En este punto me gustaría dar las gracias a todos los que
contribuyeron en llevar una sonrisa a todas estas personas; también a los ciudadanos de Grecia, por su apoyo emocional y material. Contribuir en trabajos humanitarios no es solo vivir momentos tristes. Ayudar es hacer nuevos amigos, conocer personalidades inspiradoras, alimentar nuestro espíritu y nuestra mente. Esto solo ha sido un pequeño paso en el largo trayecto de los refugiados. Les invito a que formen parte de esta preciosa experiencia. Como dijo Ralph Waldo Emerson: “El propósito de la vida no es ser feliz. Es ser útil, ser honorable, ser compasivo, hacer una diferencia por el hecho de haber vivido y vivido bien”.
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El día de ‘Ashura, los niños musulmanes y una reflexión
En este tiempo del ‘todo vale, no pasa nada’, nuestros hijos merecen ser tratados con el mayor ‘adab’, que comienza con transmitirles correctamente un puro Tawhid Muhámmad Mujtar Medinilla Granada
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o trata de un asunto baladí, sino de una cuestión que tiene que ver directamente con la forja de la identidad musulmana de nuestros más jóvenes. Su aceptación del Din del Islam, la preservación de su espontaneidad y protegerlos del kúfur es nuestra responsabilidad, como padres, como educadores y, simplemente, como musulmanes; de tal manera que esta cuestión, como otras muchas referentes a la educación de las nuevas generaciones, nos compete a todos. Hace justamente un año escribí para ISLAM HOY (edición nº 35) una crónica de la celebración del día de ‘Ashura para los niños organizada en Granada por la Comunidad Islámica en España. Ayer domingo, 25 de octubre, asistí de nuevo a la conmemoración de este año. Se realizó el domingo,
en lugar del día 24, día de ‘Ashura en realidad, para que los monitores y padres participantes, que en su mayoría habían ayunado el día anterior, pudieran ofrecer a los más pequeños toda su atención y energía. La mayor parte de los niños habían recibido los regalos de sus familiares la mañana del sábado. Mientras los niños, desde los más pequeñines hasta los chavales de once o doce años, organizados en diferentes grupos que se alternaban en las diversas actividades deportivas y recreativas, disfrutaban en la más perfecta armonía, estuve reflexionando acerca de la importancia de las palabras que les había dirigido Sheij Ahmed Bermejo, imam jatib de la Mezquita Mayor de Granada, en el encuentro que tuvimos todos antes de los juegos. Después de una breve recitación de Corán, los niños le escucharon contar, completamente absortos, los grandes acontecimientos que ocurrieron a algunos de los Profetas en este día: cuando Allah, subhanahu wa ta’ala, salvó a
Musa (a. s.) y a su pueblo de la opresión del faraón, cuando salvó a Ibrahim (a. s.) del fuego de la hoguera, cuando permitió que el arca de Nuh (a. s.) y su gente tocara tierra tras el diluvio…, acabando con la maravillosa historia de Yunus (a. s.), rescatado de las tres oscuridades: la de la noche, la del interior del mar y la del vientre del animal marino. Historias que ellos mismos, guiados e interpelados hábil y tiernamente por las preguntas del joven imam, ayudaron a componer. Historias edificantes que ayudan realmente a construir una vida con firmes cimientos. Finalmente, les habló de la importancia de las festividades y celebraciones en nuestro Din y de por qué honramos este día y el valor especial que tiene. Y les previno de seguir las prácticas ajenas al Din del Islam, de imitar a judíos y cristianos ciegamente y de participar de sus celebraciones, la Navidad, Halloween, etc. Este mismo imam había transmitido en el jutba del Yumu’a anterior al día de ‘Ashura: “Dijo el Mensajero
de Allah (s. a. w. s.): ‘Tened seguro que seguiréis las prácticas de los que hubo antes de vosotros palmo a palmo, codo a codo, hasta el punto de que, si se meten en el agujero de un lagarto, vosotros también os meteréis’. Dijeron: ‘¡Mensajero de Allah!, ¿son los judíos y los cristianos?’. Dijo: ‘¿Quién si no?’”. Lo que diferenció a los primeros creyentes musulmanes de la oscuridad y la ignorancia del mundo de su tiempo fue una verdadera comprensión del Tawhid (Unidad Divina), que les procuró la capacidad necesaria para enfrentarse a todas las dificultades. Este elemento diferenciador ha de estar presente, y ser protegido, en la educación de los jóvenes musulmanes porque, como ha dicho en alguna ocasión Sheij Abdal Haqq Bewley, figura clave de conocimiento en Inglaterra y en toda Europa: “(…) como reitera una y otra vez el Libro de Allah, el Tawhid no es algo que se pueda enseñar en clases sobre la aquida”. Existe una relación directa
entre la manera en que vivimos el tiempo y el Tawhid, de tal manera que las celebraciones musulmanas, al regirse por un calendario de ciclo lunar −no sujeto a los cambios estacionales del ciclo solar, con sus ritos paganos asociados, asumidos después enteramente por la cristiandad, que hizo coincidir sus festividades con las celebraciones idólatras y politeístas del antiguo imperio romano−, propician, de una manera equilibrada, sin excesos −ni de lamentos ni de alegrías− el recuerdo del Creador y el deseo de seguir la Sunna de Su Mensajero (s. a. w. s.). Cuando aquel niño, el profeta Ibrahim (a. s.), fue arrojado a la hoguera por haber rechazado los ídolos y haber llamado a su gente a la adoración pura de Allah, Único y sin copartícipe, el fuego se convirtió en un lecho de flores. Sus palabras: “Hasbunallahu wa ni amal waqil”, ‘¡Allah es suficiente para mí, y qué excelente Guardián es!’, son las palabras que han de arraigar en los jóvenes corazones.
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Sidi Tuhfa, Fray Anselm Turmeda, un franciscano converso al Islam Jalid Nieto Sevilla
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uien emigre en el camino de Allah encontrará en la Tierra muchos lugares donde refugiarse y holgura. (Corán, Sura de las Mujeres, 100)
La shahada, Túnez, siendo emir Abul Abbas Ahmad. En la misma tierra que cursó sus primeros estudios y tenía su casa natal el notable pensador, adelantado de su tiempo, Ibn Jaldún, dio testimonio de la unicidad del Creador y del último Mensajero, que Allah bendiga y de paz, como enviado divino nuestro insigne hermano Anselm Turmeda. Contactó con el médico de palacio y consejero del sultán, hombre próximo a este y con capacidad para traducirle, Sidi Yusuf Al-Tabib, para que trasladara al sultán su deseo de pronunciar el testimonio de fe y tomar Islam como norma de vida. El sultán concedió audiencia a Fray Anselm y, ayudado por su médico, se interesó por datos de su vida y estudios. Después dio su consentimiento y como regalo por su valentía y desprendimiento le obsequió con cincuenta dinares de oro. Fray Anselm, conocedor de lo que supondría en el orbe cristiano su conversión, dijo al médico: “Di a nuestro soberano que nadie sale de su religión sin que los suyos alcen la voz contra él y lo calumnien”. Suplicó que llamaran a los soldados y comerciantes más dignos y les interrogaran sobre la opinión que tenían de él. Accedió el sultán y cuando los tuvo en su presencia les preguntó: “¿Qué me decís de este nuevo sacerdote que llegó en tal barco?”. Respondieron: “Señor, este es un gran sabio de nuestra religión. Nuestros doctores llegan a decir que no han visto una autoridad más alta en ciencia y religión en toda la cristiandad”. “¿Y qué diríais si se hiciese musulmán?”. “Dios nos libre de esto, no lo hará nunca”, respondieron. Entonces, el sultán, en presencia de todos, llamó a Fray Anselm, que pronunció la Shahada: “Ashahadu an la illaha illa Allah, ashhadu anna Muhammadan Rasululah”. Y por un instante el cosmos se detuvo para dar testimonio de esta verdad, y una verdadera conmoción sacudió el Mediterráneo cuando esta noticia se propagó. Papas y reyes mandaron emisarios con prebendas de todo tipo para que se retractara, pero Abdellah Abu Muhámmad AtTaryumán murió musulmán.
Tumba de Sidi Tuhfa en la entrada a la Medina de Túnez Que Allah lo tenga en Su Misericordia. Su conversión al Islam no supuso el abandono de su lengua y cultura vernácula, el catalán. Escribió varias obras en esta lengua: Libre de bons amonestaments, Cobles de la divisió del regne de Mallorca y Disputa de l´ase, entre otras, por lo que ha sido honrado como uno de los primeros literatos en lengua catalana, a la misma altura que Ramón Llul. Como afirma en un estudio sobre su obra Julio Samsó, él había dejado pistas sobre su situación pero no lo había declarado explícitamente; en el Libre de bons amonestaments dice: “Libre compost en tunis per frere Anselm Turmeda en altre manera appellet Abdallá”. Fue estudiado durante siglos separado de esta condición de converso, pero desde finales del siglo XIX, en que La Tuhfa es traducida al francés, y su primera biografía publicada en España en 1914 por A. Calvet, un aluvión de estudios han venido a crear un gran aparato dialéctico para oscurecer su aportación bajo el lema de la objetividad. Sigue siendo denostado en pleno siglo XXI, como lo menciona el aspirante a neocons, Serafín Fanjul, en un escrito de FAES, 2009, como ejemplo de musulmán radical, o tratado de ocultar bajo esa mentalidad clerical que parecen no abandonar los intelectuales españoles de servicio a la sede romana
(Salamanca, 2014). Otro ejemplo de esta actitud fue la que se tuvo en España con la tesis doctoral de nuestro amigo D. Mikel de Epalza, que en paz descanse, sobre La Tuhfa de Sidi Abdellah, que hubo de ser editada en Italia en 1971 después de ser presentada en 1967. Solo veintisiete años después, en 1994, la editorial Hiperión la puso al alcance del público de habla hispana; siendo este estudio uno de los más completos y veraces hasta ahora realizados. De ella, D. Mikel expresa: “La Tuhfa es una obra enteramente musulmana en la que no se encuentra casi ningún rasgo de racionalismo, sino una fe musulmana normal” (pág. 33, edición 1994). Es evidente que sin esta obra el vórtice de energía que se despertó desde su conversión y que ha llegado a nuestros días no se hubiera producido. Su título original, Tuhfat al-arib fi alradd ´ala ahl al-salib; traducido: ‘Regalo del letrado para refutar a los partidarios de la cruz’. Hemos de decir desde la comprensión de participar de circunstancias parecidas a las de Sidi Abdellah, y es algo que los arabistas no han visto, es que al decir “los partidarios de la cruz” no se estaba refiriendo a los cristianos en general, sino a aquellos que han aceptado esto que los musulmanes sabemos que nunca sucedió: la muerte en la cruz del profeta ´Isa, Jesús de Nazaret. En
su obra, Sidi Abdellah, afirma al Islam como Din al Haqq, refuta la naturaleza divina de Jesús, la paz con él, deja constancia de la falsificación de las escrituras y las contradicciones de los cuatro evangelistas aceptados por la Iglesia y afirma el carácter profético de Muhámmad, que Allah le bendiga y dé paz. El Paráclito, una verdad por descubrir. Anselm Turmeda nació en la ciudad de Mallorca (1352), siendo educado como cristiano desde los seis años, cuando su padre lo puso a estudiar el Evangelio, su lengua y lógica. De joven viajó a Lérida, el mayor centro de estudios de la zona catalana, estudiando ciencias naturales (quadrivium), aritmética, geometría, música y astronomía durante seis años. Se trasladó a Bolonia y vistió el manto, que es el hábito de Dios, junto a 1000 estudiantes, y esto lo hacen todos aunque sean hijos de grandes dignatarios o reyes. Vivió con Nicolau Fratello, una eminencia, cuyos consejos y bendiciones eran requeridos por grandes personajes, que en agradecimiento le otorgaban ostentosos regalos. Con él estudió los principios de la religión cristiana y las sentencias. Lo sirvió durante diez años, siendo de su absoluta confianza. Un día que por enfermedad no pudo asistir a una reunión de doctores, envió a fray Anselm. A su vuelta
le preguntó sobre el contenido y Anselm le relató lo acontecido y que la discusión se había basado en la frase de Jesús, sobre él la paz: “Vendrá después de mí un profeta llamado el Paráclito”. Cuando oyó todo lo dicho, dijo: “La verdad es muy distinta de esto”. Fray Anselm cuenta que se echó a sus pies y le pidió que le desvelara este conocimiento. El viejo maestro le dijo llorando: “Si te lo digo y lo desvelas, el pueblo cristiano te matará al instante”. Después de haber hecho promesa de no desvelarlo, el maestro le dijo: “Has de saber, hijo mío, que el Paráclito es uno de los nombres del profeta de ellos, Muhámmad, que Allah le bendiga y dé paz”. Después de esta transmisión el maestro le recomendó que entrara al Islam y se excusó por edad y posición de no hacerlo él también. Regresó a Mallorca, pasó seis meses en la isla, de donde partió hacia Sicilia y de allí a Túnez, donde fue muy bien recibido por la tropa cristiana que servía como mercenaria al emir Abul Abbas. Después de su conversión el sultán le dio un puesto de confianza en el puerto, como traductor, llegando a alcaide del mar en la aduana de Túnez. Murió en esa tierra (1430) y aún es recordado como “Sidi Tohfa” por las gentes tunecinas. Que Allah le reserve un lugar elevado por su esfuerzo con la pluma.
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El mundo en zona de turbulencias Ya’qub González Santiago de Chile, Chile
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ntre las experiencias más extrañas que se puedan vivir está el que el suelo se mueva debajo de los pies. El cuerpo es sacudido por un estado de alerta y si el movimiento de la tierra no cesa, se produce una desazón por la incertidumbre de qué pasará, y el miedo produce dos reacciones contradictorias, paraliza a la vez que urge a buscar la manera de ponerse a salvo. Posteriormente llegan los informes de daños materiales y personales, y no falta el científico que a través de los medios intenta tranquilizar a la población hablando de estadísticas y estándares de normalidad a pesar de las constantes réplicas del sismo que se suman a un incremento en las últimas décadas en esta parte del mundo de terremotos, inundaciones y volcanes en erupción. En Chile, en el llamado Norte Chico (porque fue el norte del país antes de que se le sumaran dos provincias arrebatadas a Perú y Bolivia tras la llamada Guerra del Pacífico), apenas unos meses antes del último terremoto, un aluvión barrió gran parte de la capital de esa zona, que además de desértica se caracterizó por ser emplazamiento aurífero desde los tiempos de la colonia hasta la fecha, hasta el punto de que quien quería “labrarse un porvenir” sólo tenía que prepararse un par de años para poder alcahuetear para las compañías que extraen hacia el exterior dicha riqueza. Sin embargo, no sólo en el norte de Chile se vienen dando una serie de desastres. En las últimas semanas ha habido inundaciones en México, Panamá, Colombia y Argentina. Y demás está decir que los desastres no se limitan
a esta región del mundo. Aún quedan en la retina imágenes de las inundaciones de Andalucía y de Japón de hace unas semanas, al poco tiempo de que un volcán de ese país entrara también en erupción, más las del tifón de China, las inundaciones de Pakistán y las de tantos otros lugares de Asia, que vienen a sumarse a los tornados y huracanes que en la zona de Caribe y Norteamérica se han hecho comunes. Al incremento
la llamada Primera Guerra Mundial la escalada bélica se ha transformado en lo que Jünger llamó “batallas de material”, donde la aniquilación no escatima medios y no distingue entre combatientes y civiles. Sólo en las últimas décadas, al larvado conflicto provocado por la ocupación israelí, se han sumado Iraq, Afganistán, Etiopía y, últimamente, Yemen, Libia y Siria. Con lo que la emergencia esporádica
panorama bastante gris que por ahora no da señales de mejorar, y que da la sensación de que el mundo entero hubiese entrado en una zona de turbulencias. Y del mismo modo que cuando un avión comercial atraviesa dichas zonas durante su trayecto, las reacciones de los pasajeros son diversas, no faltando quienes entrando en un estado de shock dan por seguro lo peor ni quienes en un estado de sopor por causas diversas
de desastres climáticos y geofísicos se suman los incendios forestales como los recientes de Ecuador, que se asemejan a los periódicos incendios del hemisferio norte en América, Europa y Rusia de las últimas décadas. A todo lo cual, además de la consabida crisis financiera, se añaden los conflictos armados que brotan ininterrumpidamente desde hace al menos cien años. Y no es que antes no hubiese guerras, pero a contar desde
de islas que escupen fuego está cediendo paso a una región extensa que arde en llamas, cuyo conflicto ya excede en tiempo la duración de las llamadas guerras mundiales, y que está haciendo crítica la ola migratoria que asola las costas europeas desde que la agudización del hambre y las guerras en el África subsahariana empujaran a grupos humanos cada vez mayores a abandonar sus tierras. Todo ello señala un
ni siquiera lo notan; frente al estado actual del mundo encontramos desde posturas desatadamente apocalípticas hasta la indolencia más insultante, pasando por aquel cinismo del último hombre, el que ha perdido hasta la facultad de pensar el mundo en que se desenvuelve. Y, sin embargo, no falta mucha sagacidad para darse cuenta de que un mundo en ese estado es un mundo en el que las cosas están cambiando, y no sólo ellas, sino algunas
conciencias remecidas por esos cambios, pues, donde las haya, éstas hacen acuse de recibo de una seguidilla de situaciones frente a las cuales se hacen inútiles una serie de respuestas y valoraciones que quizás pudieron parecer oportunas aún hace cien años, pese a que ya desde entonces y antes, pensadores perspicaces ya nos las adelantaron. Nietzsche por antonomasia, quien anunció la pleamar del nihilismo. Y esto porque esta serie de eventos co-inciden con lo que aquel pensador llamó el más inhóspito de todos los huéspedes. Y este co-incidir no apunta al sentido azaroso del término, sino al significado de co-responder, pues dichos eventos vienen dados por el modo en el que los seres humanos interpretan y se aproximan a la realidad, “desocultan el ser”, en palabras de Heidegger, como un acontecer de cosas y relaciones de cosas que deja fuera lo que no sean éstas, quedando fuera lo nocosa que permite a las cosas ser, es decir, nada menos que la Fuente de la realidad, que dicho modo de aproximación aprisionado en las cosas y en su manipulación ha interpretando como ‘Nada’. Este es el nihilismo en que consiste el período por el que estamos pasando ahora, del cual no obstante Ernest Jünger, otro continuador de Nietzsche, dijo: “Una vez que el nihilismo se consuma llegamos a la línea que recorre su mitad y comenzamos a salir de él”. En este sentido son esperables aún grandes cambios que permitan ver el horizonte despejado más allá de esta zona de catástrofes. Y, sin embargo, frente al “nihilismo activo” postulado antes por Nietzsche, pudiera postularse una esperanza activa, más próxima al “realismo heroico” jungeriano y a una acción basada en la certeza. Y que Allah nos ayude en ello. Amín.
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¿Quién quiere un refugiado? e ha escrito tanto en los últimos meses sobre la crisis de los refugiados de Oriente Medio y África (y de algunas regiones de Asia) que parece que ya no se puede añadir nada más. Desde luego lo que sí se puede es hacer mucho más, y sin duda alguna lo que ya sobran son las meras palabras.
El padre le responde algo así como: “Estamos intentando llegar a uno de los países que ganan dinero vendiendo armamento a los ejércitos que están luchando por apoderarse de nuestro país, los que han destruido nuestra vida y nos han dejado sin hogar…, razón por la cual estamos buscando un lugar donde vivir”. El dibujante había capturado en una sola imagen la misma esencia del asunto, y al mismo tiempo había ilustrado uno de los puntos que quiero resaltar en este artículo. La clave es que si tú decides, por las razones
no lo va a hacer, ni estos otros países, a menos que algún otro factor les obligue. El primer ministro británico ha tenido uno de sus peores deslices verbales cuando anunció que iba a “comprometerse” a recibir 20 000 refugiados en un periodo de cuatro a cinco años. No sólo es ese número una gota en un océano, sino que con toda seguridad nunca se va a cumplir el compromiso, porque las situaciones cambiarán una y otra vez, o bien se cumplirá pero sin tener nada que ver con las necesidades de los refugiados. Gran Bretaña se quedará con
refugiados, o “migrantes”, como les gusta llamarles, una palabra más suave que le quita la desagradable alusión a la causa de su busca de refugio. En mi opinión, ese es, de modo abrumador, el argumento más poderoso de por qué Occidente tiene la responsabilidad de hacerse cargo de estas criaturas que lo han perdido todo, y no pasarle el problema a otro. Suena muy sagaz apuntar con el dedo a los países del Golfo, por ejemplo, con la mucha envidia que se les tiene por la enorme riqueza de sus recursos naturales. Pero sólo se
aluviones de población, estos territorios. Es mucho mejor que países con la posibilidad y la generosidad de sobra conocida para pagar y ayudar al desarrollo en otras regiones, allí donde es adecuado y se necesita, hagan esto, y no el hacerse cargo de recibir refugiados. El dinero que se envía a Siria (una vez que los intereses externos dejen su juego letal y la guerra se detenga) se utilizará para reconstruir allí donde se ha destruido. Eso parece a todas luces mejor que acogerlos aquí en el desierto, darles tiendas de campaña y distribuirles paquetes con comida.
Con todo, quiero decir algo en respuesta a una pregunta que se ha planteado en los medios de comunicación y que determinados políticos occidentales están usando a su capricho. La pregunta es: “¿Por qué no se hacen cargo de estos refugiados los países árabes y musulmanes, especialmente los países árabes que son muy ricos?”. Esa pregunta tiene respuesta, y tiene varias vertientes; pero, antes de fijarnos en ellas, quiero compartir con ustedes algo que he visto al abrir hoy una revista económica aquí en Dubái. Había una viñeta, de esas serias, que ocupaba media página, cuando abrí la publicación. El dibujo mostraba a dos personajes poco definidos, en la sombra, detrás de una valla con alambre de púas en un paisaje desolado. El hijo le pregunta al padre: “¿A dónde vamos papá?”.
que puedas tener, destruir el hogar de otra persona que no tiene, ni ha hecho, nada contra ti (excepto lo que tú habías inventado y difundido entre sus vecinos para justificar tu destrucción de su casa), entonces, indudablemente, la responsabilidad de ocuparse de la familia que se ha quedado sin hogar es tuya. No es la responsabilidad de los de la calle de al lado simplemente porque vivan cerca de la casa que tú has destruido o tengan algo en común con los desplazados, como el color de piel o la religión. En base a esta premisa, le corresponde primero a los Estadios Unidos y, en segundo lugar, a los otros países que han respaldado las invasiones y desestabilizaciones de los países de Oriente Medio hacerse cargo de los refugiados que ellos han creado. Es claro que América
los individuos más cualificados y que más le gusten después de pasar por el tamiz las enormes cantidades de refugiados disponibles. Ese proceso ya viene ocurriendo de todas formas, y no lo hacen por ayudar a esa gente, sino para obtener sus cualificaciones profesionales, que ya están listas y disponibles, que son necesarias para que la economía funcione y para compensar las bajas cuotas de rendimiento de los indígenas que no contribuyen pero a los que no se puede expulsar a ningún sitio por ser de la etnia nacional. Al absorber selectivamente únicamente a médicos, ingenieros, científicos y técnicos con experiencia, el problema en el país de origen no mejora, sino que empeora. Algo parecido se puede decir acerca de la mayoría de los demás países que están aceptando
puede hacer obviando el hecho de que estos países ya acogen a enormes cantidades de personas de otros países, muchos de los cuales son emigrantes económicos que vinieron aquí buscando una oportunidad de ganarse un sustento que no podían encontrar en sus países de origen. Yo mismo soy uno de ellos, créanme, sé de lo que estoy hablando. En la mayoría de los casos, y desde luego aquí en los Emiratos Árabes Unidos, los residentes extranjeros superan por mucho en número al de los ciudadanos de origen. Añádanle a eso el hecho de que estos países son áridos y únicamente capaces de sostener a sus poblaciones con el uso de mucha tecnología y energía, sirva la desalinización del agua marina como principal ejemplo. No tiene ningún sentido aumentar, de repente, con significativos
La solución real estriba en la resolución de los desastres políticos de Iraq, Libia, Yemen y sus vecinos en zozobra, como Egipto o Líbano, y sin olvidarse de Palestina. Cualquier estudio inteligente e imparcial de la historia muestra que tales problemas tienen sus raíces en las interferencias e intromisiones imperiales desde fuera, a lo largo de los dos últimos siglos. Llevad la paz a esas regiones, y los refugiados ya no se verán obligados a salir corriendo de sus hogares. Que el dinero despilfarrado en armamento y en ayuda a zonas en crisis se use para reconstruir casas, fábricas, granjas e infraestructuras en esos países y que la gente regrese a sus hogares.
Sulayman Busby Dubái, EAU
S
Traducción: Abdul Hasib Castiñeira
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El hombre endeudado¹ La deuda justifica el aumento
Es el momento del naci-
Así, los planes de austeri-
El poder de la deuda se re-
justifica la quita de ochocientos euros por familia, con el fin de restablecer el equilibrio en las cuentas públicas. La deuda determina los recortes presupuestarios de la educación. La deuda recorta los servicios sociales, la financiación de la cultura y los ingresos mínimos.
ante la incapacidad de hacer frente a su deuda mediante los mecanismos monetarios tradicionales (recurso del Tesoro del Banco Central), los Estados se ven obligados a recurrir a los mercados financieros. Y estos últimos no sólo intervienen para suplir de dinero
exhiben como estandarte, entre sus medidas, la necesidad de nuevas privatizaciones que, como hace notar un sindicalista griego, más que un plan de rescate son una estrategia de liquidación. En esta nueva economía global de la deuda, el ahorro de
gía: el deudor es libre, pero sus actos, sus comportamientos, deben desplegarse en los marcos definidos por la deuda que ha contraído. Esto vale tanto para el individuo como para una población o un grupo social. Se es libre en la medida en que se asume el modo de vida
Es decir, deuda e interés expresan una relación de poder entre acreedores y deudores, en la que los primeros dominan a los segundos. Históricamente, el momento originador de esta relación de poder es el golpe de 1979, el cual, al posibilitar la conformación de enormes déficits públicos, abrió la puerta a la economía de la deuda y constituyó el punto de partida de una inversión de las relaciones de fuerzas entre acreedores y deudores. En 1979, a instancias de Paul Wolcker (presidente por entonces de la Reserva Federal, y más adelante asesor económico del primer equipo de Obama), las tasas nominales (los intereses a pagar para reembolsar la deuda) se incrementaron a más del doble, pasando del 9% al 20%. Estas tasas generaron de la nada endeudamientos acumulativos de los Estados (deuda pública). Las clases acomodadas construyeron así un dispositivo de polarización extrema entre acreedores y deudores de proporciones gigantescas, para exclusivo beneficio de los primeros.
al Estado, sino que organizan y estructuran el funcionamiento de las políticas monetarias, las políticas de deflación de los salarios, las políticas de reducción de prestaciones sociales y las políticas fiscales (transferencia de varios puntos del PIB hacia las empresas y las capas más ricas de la población en todos los países industrializados), convergiendo en la creación de enormes deudas públicas y privadas. La reducción de la deuda –hoy a la orden del día en todos los países- no hace sino profundizar más tal situación. Por un lado, los mercados financieros reconquistan, por medio de las políticas de austeridad, el control sobre lo social y los gastos del Estado benefactor en éste ámbito, es decir, sobre los ingresos, el tiempo (de la jubilación, de las vacaciones etc.) y los servicios sociales que las luchas sociales habían arrancado a la acumulación capitalista. Por otro lado, continúan e intensifican el proceso de privatización de los servicios del Estado, transformándolos en instrumentos de rentabilidad de las empresas privadas.
los asalariados y de la población, los fondos de pensiones, el seguro de salud y los servicios sociales son acaparados por la función empresarial. En 1999, Kessler² estimaba en dos billones seiscientos mil millones de francos, o sea, el 150% del presupuesto del Estado, el botín que representaban para las empresas las erogaciones sociales. Y en este sentido, la última crisis financiera ha sido aprovechada por el bloque de poder de la economía de la deuda como una oportunidad para profundizar y extender la lógica de su política. Sin embargo, la relación entre acreedor y deudor no se limita a influir sobre las relaciones sociales, sino que es de por sí una relación de poder específica que implica modalidades de producción y control de la subjetividad (una forma particular del homo aeconomicus, el hombre endeudado). La relación acreedor-deudor se superpone a las relaciones capital-trabajo, Estado benefactor-usuario y empresa-consumidor y las atraviesa, instituyendo como deudores a usuarios, trabajadores y consumidores.
(consumo, empleo, erogaciones sociales, impuestos) compatible con el reembolso. El uso de técnicas para instruir a los individuos acerca de cómo vivir con la deuda comienza muy pronto, incluso antes de su entrada en el mundo laboral; como es el caso de los estudiantes que acumulan una deuda considerable antes de terminar sus estudios. La relación acreedor-deudor involucra a la población actual en su conjunto, pero también a las venideras. Los economistas nos aseguran que cada recién nacido francés tiene al nacer una deuda de 22.000 euros. El hombre endeudado está sometido a una relación de poder acreedordeudor que lo acompaña a lo largo de toda la vida, desde la cuna hasta la tumba.
Abdulbasir Ojembarrena de los costos de matriculación miento de una nueva relación dad impuestos por el FMI y presenta como si no se ejercieCiudad del Cabo, Sudáfrica en las universidades. La deuda de poder en el mundo, porque Europa a Grecia y a Portugal ra por represión ni por ideolo-
H
asta hace poco, en el capitalismo que nos rodea, lo mejor era ser creativo y trabajador independiente, orgulloso de ser su propio jefe, de modo que al perseguir los propios intereses personales se trabajaba también por el bien de todos. Esto se ha acabado. Ahora, el objetivo principal del hombre de la calle debe ser hacerse cargo de los costos y los riesgos de la catástrofe económica y financiera. Debe tomar a su cargo la deuda que las empresas y el Estado benefactor han contraído. Tanto para la patronal como para los medios, los políticos y los expertos, las causas de esta situación nueva no deben buscarse en las políticas monetarias y fiscales que profundizan el déficit, al generar una masiva transferencia de la riqueza hacia los más ricos y las empresas, sino en las desmedidas exigencias de los gobernados, que quieren vivir como cigarras, disfrutando de la vida sin arrimar realmente el hombro. Se les dice que la tarea que les incumbe ahora es poner al Estado benefactor al servicio de los nuevos necesitados, es decir, las empresas y los propietarios de capitales, industrias y demás riqueza. Es necesario, sin embargo, reaccionar, resistir y aventurarse y estudiar la economía de la deuda y la creación del hombre endeudado, y tratar de preparar nuestra imaginación para librar los combates que se anuncian; puesto que las crisis, lejos de terminar, amenazan con extenderse. Hay que volverse hacia la historia de las causas y la naturaleza de esta nueva situación. En primer lugar, al contrario de lo que repiten una y otra vez los economistas, los periodistas y otros expertos, las finanzas no son un exceso de especulación que habría que regular; tampoco constituyen una de las expresiones de la avidez y de la codicia de la naturaleza humana, que sería necesario dominar razonablemente, sino una relación de poder. Las finanzas, desde el punto de vista de los deudores, son la deuda que deben devolver. Desde el punto de vista de los acreedores propietarios de los títulos que les garantizan la obtención de un beneficio con la deuda, las finanzas son simplemente el interés usurario.
1 Reseña del libro de Maurizio Lazzarato La fábrica del hombre endeudado, Amorrortu, editores, 2013. 2 L’avenir de la protection sociale, Commentaire, 87, otoño de 1999, pág. 625.