PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · MAR/ABR 2016 · Nº 41· AÑO VIII
Islam, el camino de en medio
▶▶ 8 y 9 Se abre un nuevo centro de Da’wa en A coruña La mezquita fue establecida por un grupo de musulmanes locales ▶▶2
No hay otro sitio adonde ir
El Corán nos confirma que la Tierra está en mizan, en perfecto equilibrio ▶▶6
El juego de las urnas
Las campañas y los programas electorales no cambian nada, sólo mantienen distraídas a las masas ▶▶10
El futuro del Islam en las Américas Hay datos que indican que pronto los musulmanes formarán una gran parte de la población en esta región ▶▶12
Entrevista a Kelly Greenhill
El papel de la migración en los conflictos Con la crisis de refugiados actual, el libro Weapons of Mass Migration (2010), (en español sería ‘Armas de migración masiva’), de Kelly Greenhill, ha despertado un nuevo interés en Europa. En él, Greenhill muestra un método inusual y no militar de extorsión entre países: el porqué y el cómo los Estados débiles utilizan cada vez más a menudo la amenaza o la realidad de una “migración diseñada estratégicamente” para imponer objetivos políticos que de otra manera serían inalcanzables. Esta entrevista fue realizada por Nadia Mughal, de la Comisión Independiente sobre el Multilateralismo, como parte de una serie de entrevistas realizadas al margen del sexto encuentro del ICM (Independent Commission on Multilateralism) sobre el desplazamiento forzado, los refugiados y la migración. ▶▶5
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Yumada al-Ula 1437 / Marzo 2016 ISLAM HOY
Se inaugura el primer centro para musulmanes de habla hispana en EE UU Redacción Internacional
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a organización Islam in Spanish inauguró el pasado mes de enero en la ciudad de Houston el primer centro islámico en español para los musulmanes de Estados Unidos. Sobre el mediodía del 31 de enero el numeroso grupo reunido en el exterior del recinto era motivo de atención por parte de los curiosos que atravesaban la carretera 6 Sur. La atractiva puesta en escena quedaba aderezada con las coloridas vestimentas y pañuelos y las numerosas actividades organizadas para niños, como
castillos inflables y abundante comida con un marcado cariz latino. El evento contó con la presencia de personalidades de diversos países, en su mayoría musulmanes conversos, y se pudieron escuchar recitaciones del Sagrado Corán en árabe, así como sus traducciones en inglés y castellano. “El castellano es la segunda lengua en Estados Unidos, después del inglés; es esencial un centro de estas características que permita a las personas educarse sobre el Islam y que el mensaje llegue de forma directa”, comentó Mamdouh Salama, miembro destacado de la comunidad islámica en la ciudad de Houston. Por su parte, Jaime Fletcher, fundador del centro islámico, expresó su deseo de convertir
este lugar en un referente en todos los aspectos que llevaron a la civilización islámica a ser una de las mas importantes de la historia. Al evento asistió igualmente, Wilfredo Amr Ruiz, fundador de CARE in Spanish y colaborador en varias ocasiones de ISLAM HOY, incidiendo en un mensaje de respeto y una disposición a educar y contribuir desde todas las esferas sociales. Durante la jornada de celebración nada se dejó al azar. Una fuerte presencia policial y personal de seguridad privada así como un numeroso grupo de voluntarios ayudaron a convertir el evento en una fiesta y el inicio de la andadura de un nuevo centro con esperanza y el deseo de que sea de agrado para Allah, subhanahu wa ta’ala.
Se abre un nuevo centro de Da’wa en A Coruña Omar Al Galliqi y Jálid Blanco A Coruña
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ería alrededor del 2006 cuando, al terminar un yumu’a en la mezquita de un pueblecito cercano a Coruña, nos conocimos los únicos dos coruñeses musulmanes que frecuentaban esta yama’a. Llegados al Din acompañados de las comunidades de africanos establecidos en la ciudad desde hacía décadas, poco a poco fue surgiendo entre nosotros la idea y necesidad de crear un espacio donde poder, no sólamente cumplir con las obligaciones del Din (salat, eids, yumu’a…), sino poder hacer da’wa y hacer llegar el Din a la gente, y que comprendan que el Islam no son sólo formas externas, como chilabas y grandes barbas, sino
que el Imán está en el corazón. Como dice el hadiz recogido por Imam Nawawi: “Realmente Allah no mira ni vuestro cuerpo ni vuestra imagen, sino que mira vuestros corazones” (Lo relató Muslim). Hasta ese momento sólamente existía una única mezquita en un pueblo donde se impartían las jutbas en dariyah (árabe dialectal marroquí) y, aunque existía un buen ambiente, la comunicación con la sociedad, el da’wa y la posibilidad de aprender y formar gente era nula. Cada vez tenía más fuerza en nosotros la idea de crear un espacio que sirviera de puente entre los musulmanes, el conocimiento y la sociedad donde vivimos. Llegó un día que ese ímpetu se trasformó en niya y en du’a; Jálid me dijo: “Además de desearlo y trabajar, vamos a confiar en Allah y pedírselo a Él, pero con seguridad y certeza.
Ya verás cómo, insha Allah, responde”. Nunca dejamos nada atrás, comenzaron los du’as y el tantear a gente que nos pudiera ayudar. Nos reunimos, con la idea primordial de que el idioma fuera el motor principal, pues era fundamental una mezquita donde todos estuvieran integrados y se hablara en castellano, de forma que, fuera cual fuera tu origen, pudieras beneficiarte de las jutbas y, además, se generara un ambiente positivo. La reunión concluyó con un grupo de personas comprometidas en arrancar este proyecto, dando como resultado que en una semana escasa ya teníamos local y pudimos celebrar nuestro primer yumu’a. Y no solamente eso, acto seguido el Salat At-Tarawih, ya que nos cogió la cercanía al Ramadán durante este proceso. Incluso no hubo que variar ninguna pared del local, ya que estaba enquiblado.
Empezamos haciendo la jutba en árabe, leyendo después la traducción al español. Pero nuestro imam tuvo que trasladarse y nos quedamos sin él. Y tomamos la decisión de hacer las jutbas nosotros mismos, memorizando la introducción y las súplicas finales en árabe, haciendo el corpus central en español (excepto las partes de Corán y Hadiz); siendo una sorpresa enorme la aceptación que tuvimos, y que seguimos teniendo, ya que no para de crecer el número de personas que asiste a nuestro yumu’a, donde, para asegurarnos al máximo de no cometer fallos, hemos decidido utilizar las jutbas de Shaij Ahmed Bermejo, imam de la Mezquita Mayor de Granada, y así protegernos ante cualquier posible error. Gracias a Allah, esta mezquita sunni de A Coruña es una realidad estable. Alhamdulillah, no hemos tenido problemas vecinales ni en
los alrededores, siendo la ubicación de esta mezquita bastante céntrica y no en ningún extrarradio, para que, así, esté cercana al máximo posible de fieles que vengan a rezar. Actualmente estamos trabajando para traer un ‘alim, un imam del madhab máliki con amplio conocimiento. Y estamos a punto de conseguirlo, ¡alhamdulillah! Nuestra idea es formar círculos de conocimiento y trabajar en la formación de un Islam auténtico y tradicional. Deseamos un gran salam para todos aquellos que puedan haber leído este artículo y, sobre todo, a aquellos que luchan por establecer el Din, haciendo que germine en los corazones de la gente el amor por nuestro Profeta Muhámmad, salallahu alayhi wa salem. Nuestro correo electrónico: islamencoruna@gmail.com
Yumada al-Ula 1437 / Marzo 2016 ISLAM HOY
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Yumada al-Ula 1437 / Marzo 2016 ISLAM HOY
EDITORIAL
“¡Qué maravillosa labor la del cálamo: bebe oscuridad y vierte luz!”.
No cabe duda de que vivimos en nuestro país una situación política, cuando menos, curiosa. El resultado de las elecciones del pasado diciembre nos ha llevado a una paralización total de las instituciones y a un aparente desgobierno. Esta situación, con sus matices específicos, también podemos extrapolarla a la Unión Europea, donde cada país lleva su propio martirio. Tenemos a Grecia en la cuerda floja desde hace mucho tiempo y a Inglaterra abogando por una salida como miembro de la Unión, ya que ahora no le salen las cuentas. Turquía, que podemos considerar miembro de facto de la Unión Europea, con sus más de noventa millones de musulmanes, tiene mucho que decir en la actual situación de la política mundial. Y no me refiero tanto a su posicionamiento en los conflictos bélicos como a su intervención en las políticas comerciales y el uso de su privilegiada posición geográfica. Para completar el cuadro del desastre de la política mundial, podemos mirar a Estados Unidos. Referente del Estado de derecho y la nación defensora de las grandes libertades, se encuentra inmersa en un proceso de primarias con las imágenes del Señor Trump y la Señora Clinton como iconos mediáticos. Sin duda, parece una broma de mal gusto o el casting de una mala película de humor. Pero esto no son más que cortinas de humo, una gran polvareda donde las grandes corporaciones y las oligarquías siguen ganando miles de millones y haciendo de este mundo un lugar cada vez más injusto y con mayores desequilibrios sociales. Cada vez que uno presta atención a los medios de comunicación en el rincón más diminuto de un periódico o en los minutos residuales de un telediario, aparecen los ingentes beneficios de grandes corporaciones, y eso que las verdaderamente poderosas ni aparecen. Los musulmanes no debemos ser ajenos a esta situación ni dejarnos cegar por la polvareda. Somos la comunidad que está llamada a cambiar el mundo porque tenemos una enseñanza revelada por Allah, subhanahu wa ta’ala, y la práctica de nuestro amado profeta Muhámmad, la paz y las bendiciones sean sobre él. Somos la gente del camino de en medio, y todo el que planea debe saber que Allah es el que mejor planea. Assalamu aleikum Malik A. Ruiz Director
Abu Hafs Ibn Burd al-Asgar
GLOSARIO Asar: la oración de media tarde. Da nombre también a la azora 103 del Corán. ‘Alim. pl.: ‘Ulamá: Un erudito, especialmente de las ciencias del Islam. Awliya: Persona cercana a Allah. Baraka: La bendición que emana de una persona o lugar determinado. Dawa: Lit.: Llamada. Acto de llamar a la gente al Islam. Dhikr: Recuerdo y, en consecuencia, invocación de Allah. Dhimma: obligación o contrato. En particular, tratado de protección para los no musulmanes establecidos en territorio musulmán. Din: La transacción vital, lit. la deuda entre dos partes, en este caso entre el Creador y el creado. Dua: Pedir a Allah. Dhuhr: la oración del mediodía que consta de cuatro rak‘ats. Emir: Persona de autoridad. Faqih. pl. fuqahá: Hombre que tiene conocimiento del fiqh en virtud del cual puede emitir juicios legales. Faqir: pl.: Fuqará. Lit.: Pobre. El que sabe que está necesitado y dependiente de Allah, el Rico y Autosuficiente. Faŷar: amanecer, alba. Oración del amanecer. Fiqh: la ciencia de la aplicación de la Shari’a. Al experto en fiqh se le llama faqih. Futuwa: Cortesía espiritual que se manifiesta en el buen comportamiento. Hadiz: Transmisión de las palabras del Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz. Halal: Lo permitido por la Shariah. ‘Id. pl.: A’yad: Celebración para los musulmanes; existen dos al año, una tras el final del Ramadán y la otra tras el final del Hayy. Iman: Creencia islámica. Isha: la oración de la noche. Jutba: discurso; en particular el que pronuncia de pie el Imam el viernes antes de la oración. Magrib: oración de la puesta de sol. El Magreb también designa los territorios musulmanes del noroeste de Africa y es el nombre árabe de Marruecos. Nafs: “el ser, el yo”. Normalmente designa al ser inferior, ya sea el ser que indica el mal o el ser censurador. Según Ibn al Arabi, el nafs es lo que está producido por los atributos del esclavo. Rakat: Una de las partes en las que se divide la oración. Ramadan: Noveno mes del año lunar, durante el cual se debe observar ayuno desde el amanecer hasta el ocaso. Salat. Pl.: salawat: Oración. Cada una de las cinco oraciones obligatorias del musulmán. Segundo pilar del Islam. Shahada: Atestiguar; afirmar que no hay más divinidad que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah. Sheij. pl.: Shuŷuj. Título de respeto en virtud de la edad o condición social. En el sufismo, el maestro espiritual que te guía desde el conocimiento de tu “yo” al conocimiento de tu Señor. Tasawwuf: Cincia del sufismo. Táriqa: El camino, la vía, el sendero. Es salir del lugar seguro para ir hacía la búsqueda. En esta forma se refiere a las cofradías sufíes. Ummah: Comunidad de seguidores del profeta Muhammad. Waqf.pl.: Awqaf Poner el cuerpo de una propiedad fuera de nuestro dominio para traspasarlo hasta el Día del Juicio a la Propiedad de Allah, dedicando su usufructo en beneficio de otros. Wudu: Ablución y purificación obligatoria para la oración. Yízya: impuesto de protección pagadero por los no musulmanes, como tributo, a un gobernante musulmán; tradicionalmente eran 4 dinares o 40 dirhams al año. Yumua: Oración en grupo que se realiza en la mezquita los viernes. Zakat: Impuesto sobre la riqueza, uno de los cinco pilares fundamentales del Islam.
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Entrevista a Kelly Greenhill
El papel de la migración en los conflictos C on la crisis de refugiados actual, el libro Weapons of Mass Migration (2010), (en español sería ‘Armas de migración masiva’), de Kelly Greenhill, ha despertado un nuevo interés en Europa. En él, Greenhill muestra un método inusual y no militar de extorsión entre países: el porqué y el cómo los Estados débiles utilizan cada vez más a menudo la amenaza o la realidad de una “migración diseñada estratégicamente” para imponer objetivos políticos que de otra manera serían inalcanzables. Esta entrevista fue realizada por Nadia Mughal, de la Comisión Independiente sobre el Multilateralismo, como parte de una serie de entrevistas realizadas al margen del sexto encuentro del ICM (Independent Commission on Multilateralism) sobre el desplazamiento forzado, los refugiados y la migración.
Nadia Mughal Londres, Reino Unido El ex dictador de Libia, Muammar Gadafi, era inaceptable para Occidente, pero desde su destitución los libios que huyen del caos resultante y los disturbios han alcanzado proporciones alarmantes. “A veces las mejores intenciones pueden llevar a un caos mayor, a la desestabilización y al desposeimiento de propiedades”, dice Kelly Greenhill, profesora adjunta e investigadora de las Universidades de Tufts y Harvard. Pregunta: Su libro Weapons of Mass Migration examina la idea de cómo las naciones y los actores no estatales utilizan la migración forzada como un instrumento no militar de extorsión. ¿Nos puede hablar un poco más sobre esto? Respuesta: Si la extorsión militar tradicional implica el uso de amenazas o el uso de la fuerza con el fin de obtener cambios en el comportamiento, la migración diseñada implica el movimiento de hecho de masas, o la simple amenaza, con el fin de obtener concesiones políticas, militares y/o económicas en los Estados de destino. Esta es una herramienta utilizada frecuentemente por participantes (países o regímenes) que en términos relativos son más débiles que sus objetivos, y la amenaza de usar bombas demográficas o de usar personas como armas puede ayudar lamentablemente a nivelar el campo de juego y a dar a los participantes débiles un punto de apoyo para presionar a los Estados de destino [de los migrantes], de manera que les permite golpear por encima de sus capacidades (Gadafi por ejemplo podía convencer a la UE de quitar el embargo contra Libia). Desgraciadamente, esto significa que algunas de las poblaciones más vulnerables del mundo terminan siendo peones en este juego entre los Estados y sus objetivos. P: En la discusión anterior usted dijo que el caos y los disturbios, en
parte impulsados por la eliminación de participantes malos, como los dictadores, desempeñan un papel en la crisis migratoria. ¿Puede explicarnos esto? R: Hay situaciones en las que regímenes que podríamos encontrar políticamente inaceptables son capaces, sin embargo, de mantener las áreas estables. Cuando esos regímenes son apartados del poder, se pueden crear conflictos de poder entre los que quedan, eliminar los aparatos de seguridad y permitir que el caos y el conflicto generalizado y específico entren en erupción. En el caso de la caída de Gadafi en Libia, a pesar de sus muchas características desagradables, Gadafi jugó un papel importante en la regulación de los flujos migratorios a través del Mediterráneo, pero una vez apartado del poder, esta fuente de control sobre los flujos a través del Mediterráneo desapareció con él. También hubo transferencias de armas desde Libia a otras partes del norte de África, incluyendo la más reciente, a Boko Haram en Nigeria. Además sabemos que algunos de los combatientes que lucharon en la guerra de Libia fueron después a otras partes de la región, incluyendo a los combatientes tuareg, quienes terminaron siendo los principales impulsores de la rebelión en Mali. A veces las mejores intenciones pueden llevar a un caos mayor, a la desestabilización y al desposeimiento de la gente. P: Usted ha mencionado que los Estados que ratificaron la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 no necesariamente abren sus puertas a los refugiados. ¿Cómo abordar esta contradicción? R: Es difícil porque, en última instancia, los Estados pueden declarar razones de seguridad y razones relacionadas con la soberanía para no considerar a estas personas como refugiados. También pueden simplemente afirmar que uno u otro grupo no es un refugiado o un grupo de refugiados, sino simplemente migrantes, y por lo tanto ellos mismos se exoneran de tener que asumir la responsabilidad de considerar a dichas personas como refugiados. Algo que los Estados, los actores no estatales, las ONG y las organizaciones internacionales pueden hacer es señalar la falta de conexión entre el comportamiento y los compromisos de los firmantes y cómo actúan realmente. De hecho, hago referencia a esto en mi libro Weapons of Mass Migration. Me refiero a este fenómeno como la “imposición de los costes de la hipocresía”, demostrando la disparidad entre unos compromisos declarados de un Estado y su comportamiento real [1]. Mientras que los costes de la hipocresía en sí mismos rara vez son suficientes para cambiar el comportamiento del Estado, pueden ser un multiplicador de fuerza efectiva que sí pueden ayudar, alentando, en la parte positiva, a los Estados a hacer lo correcto; pero, por la parte negativa, puesto que los extorsionadores saben que las organizaciones internacionales a veces imponen costes de hipocresía,
también puede aumentar la probabilidad de que la extorsión tenga éxito, debido a que posibles extorsionadores puedan crear crisis migratorias, que saben pondrán a los Estados de destino entre la espada y la pared. En última instancia, es imposible rechazar y acoger a la vez a un grupo determinado; muchos de los Estados de destino están divididos en cuanto a si deben o no aceptarlos, o no están seguros de cómo proceder ante un determinado grupo de refugiados o migrantes. Los políticos a menudo se encuentran en una situación en la que es más fácil ceder a las demandas de extorsión para hacer desaparecer el problema que tratar de encontrar una forma de aceptar y rechazar a un grupo, que es fundamentalmente imposible. La existencia de costes de hipocresía puede ser útil desde un punto de vista humanitario, pero también puede ayudar a los extorsionadores a involucrarse en una coacción exitosa. Este es un problema mucho más común de lo que generalmente se reconoce. Ha habido aproximadamente un caso de intento de extorsión de promedio al año desde la firma de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, que es bastante significativo. Cuando
se utiliza esta herramienta de coacción, tiende a tener al menos un éxito del 75%. Parece una herramienta poco eficaz, ya que solo puede ser utilizada por extorsionadores bastante seguros de tener un objetivo vulnerable en su punto de mira, pero cuando se utiliza, tiende a ser relativamente un éxito, trágico para las víctimas.
[1] La contradicción de un Estado que, por un lado, defiende los derechos humanos como su ideal, pero que, por otro, se niega a aceptar la llegada de una ola enorme de refugiados a su país. Al encontrarse entre la espada y la pared, corre el riesgo de dañar su imagen pública y ser llamado hipócrita por los medios de comunicación de todo el mundo. Greenhill define esta vulnerabilidad pública de Estados democráticos como los “costes de la hipocresía”. Los regímenes que quieren extorsionar a estos Estados democráticos abusan de esta vulnerabilidad, ya que no quieren pagar estos “costes” de aparecer como hipócritas y prefieren hacer caso al extorsionador, quien de esta manera consigue sus fines sin tener que usar armas militares. Amenazar con los refugiados sirve como arma. Traducido del inglés por Imán Gross.
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No hay otro sitio adonde ir las montañas almacenan la nieve somos conscientes de ello como sistemas industriales y finan- como puntos de fuerza en torno
Fazlun Khalid en el invierno que, al derretirse si no. No obstante, asombrosa- cieros que sólo persiguen ga- a una mesa de negociación, pues Birgminham, Reino Unido en la primavera, nutren a los ríos, mente, todos podemos ser parte nancias. Todos y cada uno de no hacen sino poner de manifiesemos tenido el privilegio de contemplar una imagen del planeta Tierra difundida por la NASA que fue tomada desde el espacio exterior el pasado mes de julio. Estamos acostumbrados a este tipo de fotografías de la Tierra tomadas por cámaras que están situadas en órbitas terrestres, pero esta era la primera vez que se podía ver la cara iluminada de nuestro planeta desde la profundidad del espacio tomada por
que a su vez irrigan los campos y los prados. En las regiones más cálidas, los ciclos de las lluvias derraman copiosamente agua sobre los ríos, y gracias a ellos podemos cultivar nuestras cosechas. En el mar hay peces, aves en las marismas y ganado en las praderas. Las abejas polinizan las cosechas estacionales de grano y de fruta, zumbando en el aire toda su corta vida a nuestro servicio. Y el Corán nos confirma que la Tierra está en mizan, en perfecto equilibrio. En la imagen de la NASA no hay líneas que separen a un país
de la solución. El cambio climático es el resultado acumulado de los procesos de industrialización que alimentan las bajas pasiones de nuestros apetitos consumistas. Ellos son los responsables del aumento del CO2 en la atmósfera, causado por el uso de combustibles fósiles durante un periodo de aproximadamente doscientos cincuenta años. Una fracción minúscula de tiempo, si consideramos los enormes periodos en la vida de la Tierra. Los países desarrollados, y ahora también algunas econo-
las Estados nación tienen una agenda de crecimiento, ese es el modelo internacional. Pero las matemáticas planetarias no coinciden con la agenda del crecimiento interminable. Cuando contemplamos la imagen de nuestro planeta suspendido en el espacio observamos que es finito. No crece. Tenemos que modificar nuestra conducta y aprender a vivir dentro de sus limitaciones. Desde todos los ángulos de consideración nuestro planeta ya ha sobrepasado su capacidad, y el sentido común nos está diciendo que una
to la amplitud de los retos que precisan solución. Islam siempre ha tomado partido por los pobres, y ese fue el modelo profético. El principal impedimento en las discusiones sobre el cambio climático ha sido siempre las consideraciones económicas. Si los musulmanes se proponen acometer por ellos mismos estos temas, teniendo presente la naturaleza finita del planeta Tierra, puede que lleguemos a una alternativa al tratado de Kyoto que nos proporcione una visión de un mundo mejor, más limpio y más seguro, insha Allah.
una cámara a millones de kilómetros de distancia. Asombrado y maravillado ante la finura de ese planeta suspendido en el espacio, puedo apreciar una serie de milagros. Gira en torno a un eje puntualmente definido, a una distancia óptima del Sol. Nos proporciona una barrera, la capa de ozono, que nos protege de las radiaciones dañinas, que provocan cáncer. Nos ofrece una atmosfera que nos permite respirar una mezcla de gases en perfecto equilibrio y que nos aporta las proporciones precisas de dióxido de carbono en el aire que nos rodea para que nuestro clima sea habitable. Los ritmos de las estaciones se cumplen. En las zonas templadas,
de otro, ni a una nación de otra. No hay barreras que nos protejan a unos de las acciones de los otros. Pero en este momento de la historia, al contrario que en civilizaciones anteriores, hemos creado unas condiciones tales que hacen posible causar un grave impacto en las vidas de otros que viven a enormes distancias de nosotros, del modo más profundo y preocupante. El cambio climático nos ilustra con toda claridad esta realidad. Los efectos acelerados del cambio climático son el resultado de la “globalización” provocada por el hombre y ponen de evidencia que hemos entrado de lleno en el “periodo antropoceno”. Hoy todos somos parte del problema, tanto si
mías emergentes, que lideran estos procesos representan una minoría de naciones en relación al resto de las naciones del mundo, las cuales contribuyen, comparativamente, muchísimo menos a las emisiones de carbono expulsadas a la atmósfera. La Conferencia del Clima de París, el pasado mes de diciembre, fue un momento crucial para que esas naciones mostraran su determinación por tomar la iniciativa en una transición que se aleje de un mundo adicto a los combustibles fósiles y se acerque cada vez más a un mundo que obtiene su energía de fuentes renovables. El reto radica en el hecho de que nuestra civilización global se apoya exclusivamente en
economía global en expansión, dependiente de los combustibles fósiles y emitiendo cada vez más carbono en el aire, no puede seguir creciendo si no es dañando gravemente nuestro hogar. Se estima que los musulmanes constituyen un veinte por ciento de la población mundial. Este porcentaje se compone de enormes números de personas sumidas en la pobreza, que también constituyen el mayor número de refugiados del planeta. En el otro extremo de la ecuación, también son musulmanes los principales productores de petróleo. Estas divergencias no tienen por qué suponer un impedimento, sino que pueden considerarse
En el Corán está este recordatorio: “En la Tierra hay signos para los que tienen certeza, y en vosotros mismos. ¿Es que no veis?” (51, 20-21). Yo veo un planeta azul, y no tenemos ningún otro sitio adonde ir.
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Traducción de Hayy Abdulhasib Castiñeira Fazlun Khalid es el fundador y director de la Fundación para la Ecología y las Ciencias del Medioambiente (Foundation for Ecology and Environmental Sciences), Birmingham, Gran Bretaña, y director del equipo que redactó la Declaración Islámica sobre el Cambio Climático
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El espíritu crítico en los medios de comunicación Nuria Pellejero Murillo de Río Leza, La Rioja
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a época que nos ha tocado vivir se etiquetará en el futuro como la sociedad de la comunicación y de las tecnologías. Pero, por desgracia, los ciudadanos no estamos preparados para entender, comprender y apropiarnos críticamente de los mensajes de los medios. El consumo que hacemos de los medios de comunicación en general nos lleva más al entretenimiento que al aprendizaje. Para evitar esto tendríamos que ser espectadores activos con los mensajes que nos llegan, desvelando “la realidad” que fabrican. Entender los medios de comunicación es, también, defenderse de sus vicios, sus estereotipos y los clichés en los que encasillan a las personas. Los medios de comunicación son en un amplio sentido “el cuarto poder”. Lo cual nos sugiere la existencia de un poder distinto e independiente de los otros tres. Pero teniendo en cuenta los vínculos existentes entre los medios, el poder económico, el poder de las corporaciones profesionales, etc., podemos afirmar que “el cuarto poder” se ha convertido en parte del poder.
En el actual mundo globalizado, la “aldea global”, como la dio en llamar McLuhan, está regida por un pensamiento único, en buena medida vehiculizado por los medios masivos de comunicación. En este proceso se vienen a unificar todos los puntos de vista. En la última década hemos asistido a la lucha de los nuevos colosos de los medios de comunicación para lograr una posición dominante en el mercado. Hoy, las principales empresas transnacionales son Viacom, Time-Warner, News Corporation, Disney-ABC, Vivendi, Bertelsman, etc. Estas son las empresas que difunden los mensajes y las imágenes que forman parte de nuestro imaginario colectivo. Para ello se inspiran en meros cálculos empresariales y mercantiles y, por supuesto, en unas opciones ideológicas previas. Es por esto que
los medios de comunicación tienen una gran presencia e importancia en la sociedad. Utilizan la información como una mercancía y han experimentado el poder que tienen para condicionar la vida política, económica, social, etc., de un país. La realidad de lo que sucede es una cosa, y los hechos que nos narran en los medios de comunicación son otra: responden a los intereses de alguien y a estrategias que difícilmente conoceremos. Para comprobarlo, basta ver los diferentes telediarios en un mismo día: nunca coinciden en la interpretación de las mismas imágenes. Tenemos que ser críticos con los mensajes que nos llegan de los medios de comunicación. Si una persona tiene capacidad crítica, tiene madurez. Por ejemplo, si una muchacha joven dice: “Si mi novio me pide que le acompañe
a ver una película porno, no me quiere, en esto demuestra que no me respeta”. La persona que desarrolla una actitud crítica trata de discernir lo que le conviene, tanto en la vida personal como en lo que nos llega a través de los medios. Ser crítico significa ser consciente de que, a menudo, los medios de comunicación en general no muestran una imagen real, sino que se manipula con el objetivo de que las percibamos como reales y posibles. “Vivimos en un mundo en el que es fácil acceder a la información. Poseemos medios que nos permiten llegar a la información en este instante desde nuestro ordenador o desde nuestro teléfono móvil. Esto no cabe duda de que es un gran avance en nuestras vidas. Y esto es un arma de doble filo, ya que accedemos a la información pero no al conocimiento”, nos asegura Shaij
Ahmed Bermejo, en su jutba titulado Conocimiento útil, información perjudicial. Debemos cuidar de dónde obtenemos la información, cuál es la fuente posible. No dar credibilidad a una información al 100% sin haberla contrastado con otras fuentes, sin escuchar otras voces u otros puntos de vista. Tenemos que profundizar en esa información y ver a quién beneficia, a quién perjudica, cuál es el contexto en que se desarrolla, por qué nos cuentan esto en este momento, por qué se habla de unos temas y otros se callan. En definitiva, tenemos que desarrollar este espíritu crítico para no ser manipulados por los medios, ya que en la mayoría de los casos sólo nos presentan una parte de la realidad. Y no confundir los hechos con la realidad representa el inicio de toda sabiduría.
«Nosotros somos europeos porque ellos no lo son», se oye en las manifestaciones de la nueva derecha. El nuevo «nacionalismo» es más un sentimiento oscuro, un resentimiento, que una esperanza por un nomos verdadero. Este nuevo movimiento no tiene en cuenta ni las advertencias ni las experiencias de la filosofía europea. Johann Wolfgang von Goethe, que vivió con irremediable escepticismo el final de la monarquía y el surgimiento del proceso hacia la formación de un Estado nacional centralizado, advirtió sobre el abismo del nacionalismo. «El odio nacional es más fuerte e intenso en los niveles más bajos de la cultura», escribió el poeta en 1830 a su amigo Eckermann. Nosotros los alemanes sabemos hoy en día que Goethe, como dijo Nietzsche, «fue un incidente sin consecuencias». La inevitable unidad entre racismo y nacionalismo, que se mostró claramente como locura en los nazis, ha quedado grabada profundamente en la memoria colectiva de los alemanes. La imagen de los alemanes aplaudiendo cuando
los trenes de refugiados llegaban a Múnich solo se entiende si se piensa al mismo tiempo en los trenes de judíos que la Alemania nazi mandaba al Este. No obstante, en Europa no se debe permitir que el nacionalismo y la historia de su procedencia se olviden. La historia de los Estados nacionales europeos es complicada, ya que en realidad eran sociedades multiétnicas, y tuvieron que inventar una unidad política para su población. A nosotros, musulmanes europeos, no nos parece ni que la utopía de un Estado mundial sea la solución ni tampoco la vuelta del antiguo Estado nacional. Si Carl Schmitt tiene razón cuando dice que el nihilismo moderno es la separación entre orden y localización (Ordnung und Ortung), entonces de lo que se trata hoy en día es de crear otra vez en Europa localizaciones reales. El modelo de mercado y mezquita, que es el núcleo del orden del Islam y crea una cultura económica y social abierta, es una posibilidad para todos los que viven en Europa.
Sobre el nacionalismo Abu Bakr Rieger Berlín, Alemania
E
n 1960 se publicó un famoso ensayo del escritor Ernst Jünger: Der Weltstaat. Organismus und Organisation (El Estado mundial. Organismo y organización). En él, Jünger indica que hoy en día estamos menos «de pie» que en movimiento. Este movimiento se acelera cada vez más y corre hacia la formación de un Estado mundial. El Estado mismo está ya metido en esa aceleración; cada vez atrae recursos más grandes hacia sí, y se vuelve cada vez también más caro para el individuo y los pueblos. El Estado se hace enorme. La soberanía de los Estados nacionales disminuye y en su lugar aparecen grandes áreas que van más allá del orden de los Estados antiguos. Para Jünger sólo hubo dos Estados soberanos después de la guerra: en 1960, Estados Unidos y la Unión Soviética). Jünger los consideraba muy parecidos. Él escribe: «Uno no debe dejarse
confundir por la polémica y sus disturbios: desde un punto de vista imparcial sorprende la gran uniformidad creciente que se extiende por los países». Tras la caída del comunismo, la visión de Jünger pareció manifestarse definitivamente en los años 90 del siglo pasado. Los bloques parecían fundirse y el peligro de una guerra atómica parecía también quedar de momento controlado. El pronóstico de Jünger de que en el camino hacia un Estado mundial la independencia regional podía ser posible, se mostró en Europa con los movimientos de independencia de los vascos, corsos y escoceses. En las bolsas dominaba la euforia por un mercado de capital nuevo y libre de fronteras. Cada vez mayores sumas de dinero superaban sin esfuerzo las antiguas fronteras. Los intereses económicos de los bancos, una activa técnica financiera global y la innovación de nuevas tecnologías redujeron definitivamente al absurdo la antigua idea de Estados nacionales soberanos. Al menos durante un tiempo eso fue lo que se pensó. Hoy en día el desencanto
ha llegado por la vuelta de lo político. En el conflicto de Ucrania, el Este y el Oeste se enfrentan otra vez como enemigos. En el conflicto de Siria se muestran todas las posibilidades de una confrontación militar, incluso hasta la terrible imagen de otra guerra mundial. El país también muestra que la creación artificial de los Estados nacionales árabes sólo puede ser estable si actúan como dictaduras. Las consecuencias son espectaculares: los grandes movimientos de refugiados a las zonas de bienestar que quedan, utilizadas en parte como armas políticas, hacen temblar a la nueva Europa. A la vista no hay ninguna institución del Estado mundial que pueda detener la recaída del antiguo pensamiento del Estado nacional. La dialéctica actual contra los refugiados y su religión y cultura podría significar entonces un renacimiento del nacionalismo europeo. Los grupos de derecha en Europa crean una identidad, que no se define positivamente tanto como una filosofía o cultura propias, sino más bien como un movimiento anti islámico.
Traducido del alemán por Imán Gross.
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Islam, el camino de en medio Ahmed Bermejo y Abdessalam Gutiérrez Granada
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no de los ejercicios más sanos y beneficiosos que puede realizar el ser humano es reflexionar, reflexionar sobre la situación en la que se encuentra, sobre el estado de su vida, sobre lo que hay a su alrededor, ya que esa reflexión, realizada con inteligencia y con sinceridad, con conocimiento y con humildad, es lo que permite ver las cosas desde un punto de vista distinto desde el que las ves normalmente, permite salir por un momento de tu mundo cerrado en el que estas inmerso y ver los asuntos con una perspectiva diferente. Nuestro objetivo en estas líneas es presentar algunas reflexiones acerca de la situación de los musulmanes españoles o que residimos en España y de esta manera poder analizar la situación del Islam en nuestro país, que desgraciadamente, tanto en España como en el resto del mundo, está impregnada de palabras como terrorismo, yihadismo, extremismo, ISIS, y otros términos que realmente no tienen cabida en el Islam. Reflexionemos entonces acerca de por qué se ha llegado a esta situación y qué es lo que ha conducido al Islam al estado en el que actualmente se encuentra. El principal problema con el que nos encontramos hoy en día los musulmanes es la ignorancia, la falta de conocimiento de lo que realmente es el Islam. Eso hace que exista una minoría de musulmanes, con una gran falta de conocimiento, que de alguna manera enfermiza, tal vez por el odio que existe en sus corazones, por las dificultades que han atravesado a lo largo de su vida, se sienten atraídos y manifiestan simpatía por el surgimiento del llamado Estado Islámico, o ISIS, como ellos mismos se llaman. En este grupo, podemos encontrar gente resentida y frustrada por su propia situación personal, sin ningún conocimiento del Din, que creen que son otros los culpables de lo que les pasa a ellos y que son incapaces de reflexionar sobre por qué han llegado al estado en el que se encuentran. Ello les lleva a escuchar a cualquiera que les ofrezca una aparente salida y una justificación, y el ISIS (en palabras de Sheij Habib Bewley en el jutba que pronunció en la mezquita Yumuah de Ciudad del Cabo, cuya traducción se publicó en el número 34 de sep/oct. de 2014 de ISLAM HOY) puede ser muy seductor y convincente porque, para los ignorantes, pueden parecer gente muy piadosa y de gran conocimiento, cuando la realidad es que a la luz del Fiqh, están claramente desviados y se han salido del Islam. Recomendamos vivamente releer el artículo mencionado, para que podamos entender lo que está pasando y así poder protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias de tan peligroso enemigo.
Por otro lado, nos encontramos sectores de musulmanes en todo el mundo, y por supuesto también en España, que han adoptado la tendencia modernista, que pretende que hay que reinterpretar las enseñanzas del Corán y la Sunna de acuerdo con los tiempos que vivimos, declarando sin ningún reparo que cada musulmán o musulmana debe hacer iytihad, o sea ‘interpretar’ el sagrado Corán, de acuerdo con su propio criterio y razón, de acuerdo con su situación personal y el contexto en el que vive, en cada momento. Para estos, aparente-
Lo que sucede actualmente entre los musulmanes que vivimos en Occidente es que, por una parte, estamos atemorizados ante la opinión del resto de la sociedad a causa del mal llamado terrorismo yihadista y tenemos que estar constantemente haciendo manifestaciones de la tolerancia y el pacifismo del Islam y peticiones constantes de aceptación por parte de nuestros convecinos, al mismo tiempo que intentamos dar una visión “moderna” del Islam, en contra de los que nos acusan de retrógrados, machistas, incultos y demás estereotipos por todos conocidos.
hemos gobernado con un único dirigente, ya fueran califas, emires o reyes, según la terminología occidental) e incluso con asociaciones de mujeres musulmanas feministas que proponen que las mujeres puedan dirigir el salat haciendo de imames, y reivindicando la igualdad en todos los aspectos (ver el dominical de El PAÍS del 1 de noviembre de 2015). De esta forma, la inmensa mayoría de la población musulmana de Europa, y por tanto de España, está sumida en un profundo estupor, intentando conciliar su creencia en Allah,
El uso indiscriminado de las armas no nos salvará. mente no tienen validez todos los juicios y fetuas que a lo largo de la historia del Din han sido pronunciados por los grandes cadís y ulamá, gente que dedicó sus vidas al estudio del Islam, reconocidos por toda la Umma, hasta el siglo pasado, cuando la colonización de los países islámicos por parte de Europa, sometió al Califato otomano y provocó el surgimiento y la elevación de personajes sospechosos, quienes arrogándose un conocimiento que no tenían y un falso patriotismo, lideraron un movimiento de reinterpretación del Fiqh del Islam, que permitía la riba (usura) y el establecimiento de una economía basada en el sistema bancario usurero, terminando con la moneda con valor real (oro y plata), que fue sustituida por el dinero de papel sin ningún valor intrínseco. A partir de ese momento, lo que se ha podido ver ha sido el declive del poder de los musulmanes y el debilitamiento y perversión del conocimiento y de una forma de vida, basada en la creencia de Allah, de Su Mensajero, s. a. w. s., y de la Otra Vida.
Así nos encontramos con que, en en su Mensajero y en la Otra Vida con nuestras propias reuniones, oímos de- la realidad cotidiana de la sociedad en la que vive, donde prácticamente nadie cree en nada y los únicos objetivos de la existencia consisten en conseguir cosas en esta vida: dinero, reputación, Sabemos que el Islam no poder, bienestar, etc., etc., sin tener en cuenta lo que haya que pagar por es una religión, sino un conseguirlo. modo de vida global que Esta situación, que pretende hacernos culpables de la lamentable sicontempla los aspectos tuación del mundo, donde parece que materiales, sociales, somos los musulmanes los causantes económicos y espirituales de del terrorismo y de las muertes que se producen por esta causa, y que nos la vida del ser humano en impide señalar las verdaderas atrocirelación consigo mismo, con dades que se han estado cometiendo el planeta a lo largo de más de cien los demás y con su entorno en años, con las muertes por hambre y desnutrición de millares de personas diariamente, de las que parece que claraciones de fervoroso espíritu de- todos se quieren olvidar y cuya causa mocrático, proponiendo que nuestros no es otra que la dominación mundial dirigentes sean elegidos por sufragio de un sistema económico global usuuniversal, donde cada hombre y mu- rero, que no tiene ningún principio jer musulmán-a tenga derecho al voto moral, que obtiene beneficios de toda (algo que no ha existido nunca entre circunstancia y que es la causa prilos musulmanes, que siempre nos mordial de todos los desequilibrios e
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Yumada al-Ula 1437 / Marzo 2016 ISLAM HOY injusticias que ocurren en el mundo, estando detrás y sacando beneficios de todos los conflictos bélicos acaecidos desde la Primera Guerra Mundial. De este modo, nos hemos integrado en una forma de vida que nada tiene que ver con nuestra creencia, una forma de vida en la que hemos olvidado nuestros principios, en la cual hemos dejado en las manos de los no musulmanes, peor aún, de los que no quieren el bien para los musulmanes, tanto el manejo de la economía como de la educación, el ocio, etc.; habiendo perdido un pilar fundamental de nuestro Din, como es el Zakat, e instituciones fundamentales como son los awqaf, que son instituciones que permiten el mantenimiento y crecimiento de una sociedad. Por lo cual, podemos afirmar que hemos perdido nuestra identidad como musulmanes; hemos perdido aquello que hace espe-
el Islam no es una religión, sino que es un modo de vida global que abarca todos y cada uno de los pasos que damos en nuestra vida, que contempla los aspectos materiales y espirituales de la vida del ser humano en relación consigo mismo, con los demás y con el entorno que le rodea. Esto es lo que realmente se nos ha olvidado, y esto es lo que, como musulmanes de este tiempo y esta sociedad, deberíamos esforzarnos en transmitir a nuestros hijos y a nuestros hermanos musulmanes de España. Si no somos capaces de hacerlo, entonces estaremos cayendo en imitar a los que no son musulmanes en todo, con el peligro que ello conlleva, peligro sobre el que nos advirtió el Profeta Muhámmad, salla allahu alaihi wa sallam, cuando dijo: “Tened por seguro que seguiréis las prácticas de los que hubo antes de vosotros palmo a palmo, codo a codo,
pero debemos ser conscientes de que, tal vez, la parte más importante de ese camino sea el principio, y el principio de ese camino depende de cada uno de nosotros. El principio del camino es preguntarnos a nosotros mismos qué es lo que queremos, qué modo de vida estamos dispuestos a aceptar y a vivir, qué sacrificios estamos dispuestos a ofrecer en aras de un modo de vida acorde al que nos llaman Allah y Su Mensajero. Los musulmanes no podemos sentirnos culpables ni atraídos por el terrorismo de ISIS ni de ningún otro grupo terrorista con objetivos, financiación y actividades siempre sospechosas y que nunca se sabe bien a quién benefician, ni dónde van ni de dónde vienen; que no tienen nada que ver con el Din de Islam y que a quien realmente perjudican es a los musulmanes. Tampoco podemos caer en
Las enseñanzas del Corán y la sunna de nuestro amado Profeta nos salvarán. cial a la gente que sigue correctamente el Corán y la Sunna del Mensajero de Allah, salla allahu alaihi wa sallam. Conociendo esta situación, conociendo la realidad de los musulmanes en Occidente, conociendo el estado en el que nos encontramos los musulmanes en España, el siguiente paso es peguntarnos qué es lo que queremos. ¿Queremos un Islam que convenga a los que no son musulmanes o queremos un Islam lo más puro posible? Tal vez lo más fácil y sencillo para nosotros sea no decir nada, no alzar la voz y quedarnos de brazos cruzados, aceptando todo lo que se nos intenta imponer, aceptando que esta es la situación y que no se puede hacer nada por cambiarla. Sin ninguna duda este es el camino fácil, pero al mismo tiempo es el camino de la debilidad, que conduce a ir perdiendo cada vez más nuestra identidad y cuyo destino es hacer del Islam una “religión”, en la que se hacen las cinco oraciones obligatorias, se ayuna el mes de Ramadán y se peregrina a la Meca. Lo que ocurre es que sabemos que
hasta el punto de que si se meten en el juego de los modernistas, que el agujero de un lagarto, vosotros pretenden adaptar el Islam a los tiempos que vivimos, aceptando los falsos principios, que no tienen nada de morales, dominantes hoy en la sociedad occidental en la que vivimos No podemos caer en el y olvidando los principios más básicos del Islam. juego de los modernistas, Comenzábamos estas palabras que pretenden adaptar el hablando de la reflexión, y esa misma Islam, aceptando los falsos reflexión nos lleva a comprender que Islam es el camino de en medio, y, principios, que no tienen musulmanes, debemos vivir nada de morales, dominantes como de acuerdo con lo establecido en el hoy en de la sociedad sagrado Corán y de acuerdo con la occidental en la que vivimos sunna de nuestro Profeta, s. a. w. s. Por consiguiente, cada día, cada y olvidando los principios asunto de nuestra existencia debe estar impregnado de ello, y eso nos más básicos del Islam llevará a preguntarnos qué es lo que realmente queremos, en qué creemos. también os meteréis”. Dijeron: Si nuestro objetivo es dunia, quizá “¡Mensajero de Allah, ¿son los judíos y nos vaya bien actuando como los los cristianos?!”. Dijo: “¿Quién si no?”. que no son musulmanes, tratando a No es un camino fácil el que nos nuestras familias, nuestros negocios espera a los musulmanes españoles; y nuestros ocios como hacen ellos. actos como los vividos recientemente Pero no nos engañemos, si realmente en París lo dificultan todavía más; lo que queremos (como tantas veces
repetimos) es lo “mejor de dunia y lo mejor del ajirah”, el único camino es reencontrar el camino de los Sahaba y de las primeras generaciones de musulmanes. En este tiempo que nos ha tocado vivir, donde lo que domina la existencia es la economía y son las grandes corporaciones multinacionales, en manos de los banqueros, las que dictan tanto las políticas nacionales como los usos y costumbres de la gente, las normas morales y los programas educativos de la población, de acuerdo con sus intereses; habiendo reducido al ser humano a un simple número estadístico, donde lo único importante es que trabaje y consuma lo más posible, y que su único objetivo en esta vida sea conseguir mayor bienestar a través de las cosas materiales; potenciando su individualismo hasta el punto de destruir la familia y sin que nunca llegue a cuestionarse si las cosas podrían ser de otra manera o si existe otra realidad detrás de la apariencia. Los musulmanes debemos recuperar la forma de vida basada en una aquida correcta, con un tawhid completo. Hemos de abandonar las prácticas económicas y relaciones humanas que nos han sido impuestas por el sistema imperante en el mundo. Se trata de volver a establecer los contratos de acuerdo con el Fiqh, recuperar el dinero con valor real y quitar de las manos de los usureros el poder de emisión de moneda ficticia, eliminando la usura en cualquier tipo de transacción. También debemos tomar en nuestras manos la educación de nuestros hijos, estableciendo en ellos una aquida correcta con una comprensión clara del verdadero tawhid. Lo que se enseña en la escuela no es solo Matemáticas, Literatura o Ciencias, lo que se enseña y queda grabado para toda la vida es una comprensión de la existencia en la cual Allah, s. w. t. a., no tiene ninguna cabida ni ningún papel relevante en lo concerniente al destino de la gente. Pero para conseguir todo eso, el primer paso es nuevamente la reflexión, una reflexión que nos lleve a un anhelo individual de transformación de nuestras vidas, un anhelo de servir a Allah, s. w. t. a., confiando plenamente en que Él nos dará lo mejor de dunia y lo mejor del ajirah. Después debemos juntarnos, crear fuertes lazos de unión entre nosotros, como hicieron los Sahaba. Y las palabras “prefiere para tu hermano antes que para ti mismo” deben hacerse realidad. Deben ser la práctica cotidiana de aquellos que pretenden ser la vanguardia de un Islam renacido. El camino está claramente marcado y definido, y solamente somos nosotros mismos los que muchas veces preferimos perdernos, haciendo especulaciones cuando creemos que no nos conviene aquello que está claro en el Corán y la Sunna, argumentando lo de “ahora son otros tiempos” o interpretando de forma interesada y sesgada lo que no tiene discusión y ha quedado establecido. La hora de la luz del Islam ha vuelto después de un largo periodo de oscuridad; está en nuestras manos la decisión de participar en ello o quedarnos al margen. Allah, s. w. t. a., es el poseedor del Decreto, y lo que haya de venir ya está escrito.
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Los valores que el fútbol ha perdido pero que el rugby conserva Muhámmad Abdellah Gutiérrez Granada
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l pedagogo e historiador Pierre de Coubertin (1863-1937), fundador de los primeros Juegos olímpicos de la era moderna, que tuvieron lugar en Grecia, en 1896, bajo el lema: “Lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien”, dijo: Después vino Thomas Arnold, el mejor pedagogo de los tiempos modernos y el causante de la prosperidad actual y la expansión prodigiosa de su país, más que cualquier otro inglés. Con él, el atletismo entró en un gran colegio y se transformó; y desde el día en que la primera generación modelada por sus manos salió al exterior, los asuntos del Imperio Británico cambiaron por completo... Un puñado de buenos obreros puede transformar toda una sociedad. (Coubertin, 1894). Así de importante ha llegado a considerarse la transformación del pedagogo Thomas Arnold a lo largo del siglo XIX al introducir el deporte en las Public School británicas como medio de control de la vida escolar de los jóvenes y de su tiempo libre ante la mala conducta de éstos. Y en poco tiempo, el deporte pasó a emplearse como un medio formativo esencial para adquirir cualidades tales como la hombría, la nobleza, el valor, el coraje, el respeto, la
conducta caballerosa, la honradez, el espíritu de equipo y el compañerismo. Algunos de los deportes practicados en las Public School británicas para alcanzar estas metas han sido el atletismo, el cricket, el remo, el fútbol y el rugby. Éste último precisamente nace como deporte reglado en la Public School de la ciudad de Rugby, donde Thomas Arnold ejerció de director durante muchos años. Como todos sabemos, hoy en día, entre los deportes más practicados en todo el mundo se encuentra el fútbol. El fútbol es un deporte muy atractivo y sencillo que ha logrado ser el deporte rey a nivel mundial. En esencia, el fútbol es un deporte muy divertido. Un juego en el que se requiere de cooperación, esfuerzo, inteligencia y habilidad física para conseguir la victoria. Sin embargo –y es una pena–, no se sabe por qué, quizá por la manera en que sus reglas están dispuestas… o quizá por la influencia de los medios de comunicación, su impacto social, el dinero que mueve y el fanatismo con el que se vive este deporte actualmente…, pero parece que en el fútbol ya poco queda de esa idea primigenia empleada en las Public Schools como medio para adquirir esas nobles cualidades y esa conducta honrada que se buscaba, ese fair play inglés. Es difícil encontrar un ambiente en el que se juegue un partido de fútbol donde se vea un comportamiento ejemplar por parte de sus participantes. Se podría decir que el ambiente que envuelve al fútbol está
Sonny Bill Williams, primer jugador musulmán de los All Blacks, regalando su medalla de campeón del mundo a un chaval en el Mudial de Rugby de Inglaterra, 2015.
dominado por un halo de pillería y trifulca, en el que si se puede hacer alguna “trampilla” se hace. Ambiente en el que es difícil ser honrado y aceptar las reglas; donde observamos que cuesta mucho aceptar el criterio del árbitro con nobleza y tratarlo con respeto; donde se simulan o exageran faltas y se esconden agresiones; donde los insultos de los espectadores a los contrincantes y al árbitro se suceden como algo implícito en el espectáculo. Hasta los máximos mandatarios del organismo que rige el fútbol internacional (FIFA) parece que han caído en este ambiente de pillería, por decirlo suavemente. Por otro lado, el rugby,
procediendo de la misma raíz que el fútbol, parece que ha sido capaz de mantener a lo largo del tiempo esos principios del juego limpio y esas buenas cualidades del deporte. En el rugby prevalece un código de conducta honorable que todos sus practicantes cumplen y del que se sienten orgullosos. En un partido de rugby el único jugador que puede dirigirse al árbitro para hacerle una consulta es el capitán (en fútbol también, pero mucha gente no lo sabe, ya que no se suele respetar). En rugby al árbitro se le llama “señor”, y su decisión no se discute. Se golpean duro, pero nunca se quejan o fingen. Al término del partido, independientemente del
resultado, el equipo local forma un pasillo por el que el equipo visitante sale del terreno de juego dando las gracias y saludando al contrincante, entre los aplausos del público. Por último, antes de que el equipo visitante salga hacia su hogar, se organiza el llamado “tercer tiempo”, donde el equipo local invita al equipo visitante a una comida en la que todos juntos se despiden hasta la próxima ocasión en que tengan que enfrentarse. Ya el conocido y antiguo dicho inglés expresaba esta diferencia que quizá hoy en día se haya acentuado: “El fútbol es un juego de caballeros jugado por villanos y el rugby es un juego de villanos jugado por caballeros”.
El juego de las urnas posibilidad de cambio real. son las que ocurren de un modo conquista y dominio del Risk del musulmán que vive en una
Abdulhasib Castiñeira Pegadas con cola en las paredes, orgánico, las que surgen entre y las maquinaciones de poder sociedad como la española, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica se quedan la inteligencia y gente comprometida, unida, del Stratego. Incluso tiene algo la que se respeta su libertad de
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l día que vi en las portadas de los periódicos al líder del movimiento surgido en Madrid en el 2011 -como una marea de imparable y saludable indignación, ocupando la Puerta del Sol, y que después se extendió por todo el mundo ocupando también plazas y calles céntricas de las grandes y pequeñas ciudades para denunciar la corrupción de un sistema anquilosado, hipócrita e injusto-, el día que vi a Pablo Iglesias participando en el ridículo ritual de encolar carteles ante las cámaras para marcar el inicio de la campaña electoral, pensé: “Ya están derrotados, ya se ha arruinado cualquier
la valentía, convertidas en eslóganes, logotipos y gestos sin poder transformador”. La política democrática, con su mecánica de acceso a las instituciones, así como el espectáculo de los debates, las interminables sagas de acusaciones y reproches mutuos en los medios de comunicación, es un terreno pantanoso en el que es fácil perderse y quedar atrapado, desviando la atención de las verdaderas cuestiones que nos afectan a todos gravemente, un pantano cenagoso en el que yo personalmente prefiero no meterme, porque en él se dispersan las energías creativas y positivas que realmente pueden cambiar algo para mejor. La responsabilidad cívica y la participación en la vida social que realmente cuentan
perseverante y generosa, que transforman su propia vida y la de su comunidad. Las campañas y los programas electorales, las trifulcas entre partidos, con sus posibles alianzas, potenciales pactos, exclusiones, líneas rojas y rendiciones condicionadas, para ocupar asientos de gallinero o de butaca en el hemiciclo y puestos en las instituciones, no cambian nada, sólo mantienen distraídas a las masas, que han asumido la pasiva posición de espectadores del juego de las urnas. Como el Stratego, el Monopoly y el Risk, el juego de las urnas tiene sus reglas, que los jugadores deben conocer y respetar. El juego de las urnas combina un poco de cada unos de ellos: la especulación capitalista del Monopoly, las maniobras de
de la LFP, sus clasificaciones y eliminatorias, y España tiene Talento, con sus ganadores emocionados y sus perdedores deprimidos. Hablando de juegos, un clásico (1971) de los juegos de mesa es LIE, CHEAT & STEAL (Miente, estafa y roba), que se presenta en su promoción con el siguiente texto: "El juego de la política sin escrúpulos, en el que tú, con un grupo de tres a cinco amigos, puedes sumirte de lleno en los contratos deshonestos, la puñalada por la espalda y el robo apenas disimulado, que constituyen el mundo de la política real: compras y vendes votos, robas fondos públicos, difamas y haces pactos por debajo de la mesa para llegar a puestos en la administración". La responsabilidad cívica
adorar a Allah, es participar en la equidad, promover activamente y predicar con el ejemplo el civismo y la buena vecindad y procurar no solamente el beneficio, la prosperidad y la felicidad propios, sino también los de los demás. Esto no significa entrar en el juego, ni salirse de él. Cada uno debe saber dónde es más útil, sin ser utilizado, y cómo contribuir al bien de los demás buscando la faz de Allah, sin convertirse en una víctima de Matrix ni en un elemento marginal o antisocial. Igual que en tiempos antiguos, lo que realmente cambia el entorno inmediato, y por extensión, los asuntos de gravedad que conciernen a nuestra época, es la integridad personal, la coherencia y la conducta honesta de cada individuo.
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Roma en la obra de Mommsen Ishaq Sierra Granada
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asándome en la obra de Theodor Mommsen sobre la historia de Roma, voy a tratar de sintetizar cómo contempla este autor la fundación y desarrollo de la Roma que habría de perdurar 2.200 años (750 a. c. – 1450 d. c.) hasta la caída definitiva de Bizancio (Estambul) en manos de los musulmanes. En Roma, el interés general prevalecía sobre el individuo; sólo deseaban y honraban las acciones útiles a la comunidad. El trabajo y el esfuerzo era la base de la existencia; la austeridad, la virtud; querer vivir de un modo diferente a los demás significaba ser un mal ciudadano. En definitiva, el Estado lo era todo, y el único pensamiento elevado permitido era su engrandecimiento. Tanto en Roma como en Grecia, el elemento patriarcal tenía los mismos fundamentos. El régimen conyugal estaba basado en unas estrictas reglas de honestidad y ley moral. La fundación de Roma se debió, al principio, a la unión de tres tribus. Estas tribus, o comunidades de familias, formaron el embrión de la Ciudad. Tenían una lengua común, los mismos usos y costumbres, santuarios comunes y un sentido político de asistirse los unos a los otros con justicia y ley igual. Se establecieron un fórum, donde se reunían en asambleas las diferentes familias; un mercado, donde se ponían a la venta sus productos, y los templos de culto, donde los augures determinaban la idoneidad de los actos a emprender. La fusión completa y uniformidad de derechos no se verificó sino con el tiempo,
desarrollándose las costumbres urbanas y creándose alianzas compactas y definitivas entre las diversas familias. La familia estaba compuesta por un hombre libre, a quien la muerte de su padre le hacía dueño de sus derechos; su esposa legítima, casada por un sacerdote; sus hijos, los hijos de sus hijos y sus esposas legítimas. Estos eran todos los bienes que cada uno podía poseer. Esto era en Roma la unidad doméstica, base del orden social. Poseer una casa e hijos era la esencia de la vida y se buscaba por todos los medios tener descendencia legítima. En la casa familiar estaban sometidos a la autoridad del patricio, quien tenía el derecho (y deber) de justicia, y no el rey. Sólo con la muerte del padre de familia (patricio), los hijos quedaban libres y asumían el mismo poder con sus respectivas familias. Concentrada alrededor del jefe de familia, se formaba un conjunto de diversas casas procedentes del abuelo común que se extendía sobre otras personas, los clientes, o protegidos, figura muy importante en el futuro de Roma. Resumiendo, la ciudad (que no ciudadanía) estaba compuesta por patricios con sus esclavos y clientes; todos, excepto los patricios, sin ningún derecho de ciudadanía. La clientela eran todos aquellos que no tenían derecho de ciudadanía, sólo gozaban en Roma de una libertad tutelada por el protectorado de un patricio. Los clientes eran individuos o familias emigrados de otras ciudades de fuera de Roma que eran protegidos de un patricio por diversos motivos e intereses. Los clientes no eran totalmente libres, pero podían tener su propia fortuna y disponer de ella; pero, para asuntos legales de compra-venta y demás asuntos sociales, era el patricio quien los representaba y tutelaba.
Así, el rey tenía todos los atributos del padre de familia, y así como el patricio, para asuntos importantes, se asesoraba por un consejo de familia, el rey se asesoraba por un consejo de ancianos, que sería el embrión del Senado. El consejo de ancianos, o Senado, estaba formado por los jefes de familia o gens, pero no lo elegía el rey. También era un cargo vitalicio, como los padres. El reclutamiento y los impuestos se distribuían y sacaban por “curias”, y por “curias” era también como los ciudadanos se reunían y votaban. Según Roma se fue extendiendo y asimilando ciudades, pueblos y tierras vecinas fue aumentando enormemente su población. Las cargas del servicio militar y los trabajos en la ciudad sólo recaían sobre los fundadores, y, aunque hubo pocas familias que por su rango en otra ciudad fueron admitidas como ciudadanos de pleno derecho –el caso de la familia Apio Claudio, que jugaría un importante papel en la historia–, la inmensa mayoría pasaría a engrosar la clientela del rey. Y así se formó una nueva clase de habitantes, una nueva comunidad de ciudadanos (sin ciudadanía) romanos que se denominó la “plebe”, y que surgió de las clientelas. Fue en el año 579 a. c. con las reformas de Servio Tulio (6º rey) a instancias de los patricios, y no de la plebe, cuando se les empieza a imponer deberes de servir en el ejército y contribuir con los eventuales impuestos. De aquí a conferirles derechos de ciudadanos faltaba mucho. Tanto antes como después de la reforma de Servio Tulio, la asamblea de las Curias fue siempre la verdadera y legítima asamblea de ciudadanos y sólo en ésta continuó el pueblo prestando al rey el homenaje que le confería el poder supremo.
La ciudad romana era libre, donde el pueblo sabía obedecer a su rey o magistrado y marcaba todos sus actos con su personalidad estoica. Su voto sabio, preciso y regular en la Asamblea de las Curias era asombroso. La fuerza del pueblo había pasado a la plebe, que contaba en sus filas con gran número de hombres notables y ricos que fueron admitidos en las Curias. La plebe todavía no tenía igualdad completa; sólo los antiguos ciudadanos seguían teniendo acceso a las funciones civiles y sacerdotales y disfrutaban de los terrenos públicos y de pastos. La idea vigorosa de unidad y del interés público hacía que las reformas y revoluciones en Roma nunca atacasen al
derecho supremo del Estado ni jamás pretendieron privarlo de sus representantes verdaderos y necesarios, es decir, no pretendían la limitación de los poderes del Estado y jamás olvidaron que el pueblo en vez de reinar debía ser regido. La República se fundaría en el 509 a. c. En la época que hemos narrado, Grecia estaba en su plenitud. Corinto era la primera potencia marítima del Mediterráneo, los fenicios se habían establecido en Cartago y ya se habían aliado con los etruscos para expulsar a los griegos focenses de Córcega. En Roma, mientras tanto, se estaba incubando el huevo del que surgirá el águila que portarían las legiones romanas que dominarían el mundo conocido.
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El futuro del Islam en las Américas Abdul Wáhid Barrios Granada
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ay datos que inclinan a pensar que, en breve, en el continente americano, los musulmanes constituirán una parte creciente de la población. En los Estados Unidos, la población musulmana se doblará, pasando de 2.600.000 en 2010 a 5,2 millones en 2030. La población mundial envejece, por caer el índice de natalidad y aumentar la expectativa de vida. Como resultado, la población musulmana mundial seguirá siendo relativamente joven en las próximas décadas. La edad media en los países de mayoría musulmana alcanzará los 30 años para 2030. Lo que significa que seguirá siendo más baja que en los no musulmanes, que será de 44 años en 2030. En ese año, casi un tercio –el 29,1% de la población mundial de 15 a 29 años– de los jóvenes del mundo serán musulmanes. El número de musulmanes en Canadá se triplicará en los próximos años, pasando de cerca de 940.000 en 2010 a casi 2,7 millones en 2030 (el 6,6% de la población total de Canadá). Caso parecido es el de Argentina en cuanto a porcentajes de población, ya que será la tercera población musulmana en América. Los niños menores de 15 años de edad constituyen una porción relativamente
Mezquita de Coquimbo, Chile.
pequeña de la población musulmana de los EE. UU. (el 13,1%). Esto refleja el hecho de que una gran parte de los musulmanes en los EE. UU. son los nuevos inmigrantes que llegaron en la edad adulta. Pero en 2030, estos inmigrantes, comenzarán a crear sus propias familias. Si las tendencias actuales continúan, el número de musulmanes de los EE. UU. menores de 15 años será más del triple, de menos de 500.000 en 2010 hasta 1,8 millones en 2030. El número de niños musulmanes entre 0-4 años que viven en los EE. UU. se prevé que aumente de menos de 200.000 en 2010 a más de 650.000 en 2030. Cerca de dos tercios de los musulmanes en los EE. UU. de hoy (64,5%) son inmigrantes de primera generación (nacidos en el extranjero), mientras que poco más de un tercio (35,5%) han nacido en los EE. UU. En 2030, sin embargo, más de cuatro de cada diez de los musulmanes en los EE. UU. (44,9%) serán nativos. Todas estas cifras son proyecciones demográficas, y no predicciones. Se basan en datos de población actual e hipótesis sobre las tendencias demográficas. Pero muchas cosas –las leyes de inmigración, las condiciones económicas, los desastres naturales, los conflictos armados, los descubrimientos científicos, los movimientos sociales y trastornos políticos, por nombrar sólo algunos– pueden cambiar las tendencias demográficas de forma imprevista, por lo que, esta proyección, se prevé para
un tiempo modesto de sólo 14 años vista. Los factores que influyen directamente en las proyecciones de la población son los nacimientos, las muertes, la migración y la estructura por edades.
y el desempleo, que pueden resultar llamativos para los americanos (latinoamericanos en particular) inmersos en situaciones precarias, ya que ofrece una perspectiva sobre la cual los latinoamericanos se pueden sentir amparados.
que azota a gran parte de la sociedad latinoamericana. En una sociedad donde la indisciplina, la anomia y las tendencias hedonistas e individualistas cada vez cobran más fuerza, dada su capacidad para ejercer un control sobre
Musulmanes rezando frente a la Casa Blanca en Washington D.C., EE UU. Los factores que influyen indirectamente son la educación, el bienestar económico, la anticoncepción y la planificación familiar, la urbanización (movimientos de zonas rurales a ciudades y pueblos) y la conversión religiosa. Asimismo, también influye el que el Islam esté en auge, puesto que posee un sistema de valores referidos a la propiedad y al capital, la pobreza
En el Islam se considera ilegítimo el cobro de intereses en la actividad bancaria; según el Corán, el capital como instrumento no puede producir más capital, a no ser que esté asociado a cierto tipo de producción. Frente a la problemática del endeudamiento y la pobreza, producto del cobro de intereses en la actividad bancaria en Latinoamérica, el Islam y su prohibición de la ‘usura’ también se convierte en una alternativa de alta apelación para los latinoamericanos. El compromiso de la riqueza y el capital con la sociedad también es fundamental en el Islam. El Zakat constituye uno de los cinco pilares del Islam, y según el Corán, todo propietario debe cumplir sus obligaciones con la comunidad. En América Latina, la pobreza es tan abrumadora que un sistema de creencias que enfatice en la responsabilidad social del capital se hace necesario. Sobre el desempleo, el Islam también se pronuncia de manera diferente a los paradigmas seguidos tradicionalmente en Latinoamérica. El empleo constituye uno de los derechos básicos de los individuos de la sociedad moderna. La prioridad del hombre sobre la máquina en el Islam es un principio atractivo para los latinoamericanos, puesto que, a diferencia de lo que ocurre en la modernidad, impone restricciones morales sobre el desempleo, condición
la conducta de sus fieles, el Islam, como religión, es de gran atractivo para los latinoamericanos. El alcohol, la prostitución y las apuestas están estrictamente prohibidos en el Corán. Los países islámicos figuran como el grupo de naciones con menores índices en este tipo de delitos. La sociedad latinoamericana cada vez está más afectada por estas desviaciones sociales, producto de la modernidad. Los principios fundamentales del Islam podrían entonces ser llamativos como mecanismo para reponer los valores morales perdidos entre los pueblos latinoamericanos La mayoría de la población musulmana en América, se agrupa en grandes centros urbanos y ha logrado construir importantes centros. Actualmente hay cerca de 80 mezquitas y alrededor de 50 centros islámicos en la región. Por poner un ejemplo, un país como Cuba también está abriendo las puertas a nuestro Din, y prueba de ello son las conversaciones que tuvieron hace un año el presidente turco, Recep Tayyib Erdogan, y Raúl Castro para construir una mezquita en Cuba. Asimismo, Arabia Saudita también ha hecho una proposición en este sentido al Gobierno cubano, lo cual hace pensar que, en breve, en este país caribeño puede haber dos grandes centros de culto islámico, uno en La Habana y otro en Santiago de Cuba.
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Yumada al-Ula 1437 / Marzo 2016 ISLAM HOY
La fabricación de una realidad orwelliana Ya’qub González Santiago de Chile, Chile
E
n el mundo hay grupos que concentran muchísima capacidad de control sobre la riqueza e influencia sobre distintas ins- tancias de poder y decisión, y están dispuestos a todo con tal de que las cosas sigan así y se mantenga el servilismo y la ignorancia de las mayorías, por más que esto signifique mantener un rumbo de colisión que lleva al mundo al despeñadero, pues una modificación de las conciencias -que podría estar ocurriendo a su pesar- pondría en peligro su posición y privilegios. De esa manera estarían dispuestos incluso a provocar directa o indirectamente –por su mano o la de sus creaciones frankensteinianas- ruines atentados que buscan crear efectos o reacciones favorables a su agenda geopolítica, ¡y esto lo hemos visto tantas veces! Por ejemplo, ISIS es la creación de los servicios secretos de al menos dos países -y no es muy difícil saber cuáles son-, aunque a eso contribuyó la confluencia de varios factores. Entre ellos, el primero es la creación a finales del siglo XVIII de una ideología, el wahabismo, que desvirtuaría al Islam que se había reconocido como tal durante más de once siglos y que se correspondía con las enseñanzas del Corán y del Profeta Muhámmad, la paz y las bendiciones sean con él. El segundo es la grave descomposición social ocurrida tanto en los países árabes como fuera de ellos, producto de la erosión que causa la mal llamada economía relacionada con la creación continua de deuda (llámese “dinero”) a través de los mecanismos
de reserva fraccionaria (que permite a los bancos cobrar interés por un volumen de dinero prestado equivalente por lo menos a cincuenta veces el monto de lo que en realidad disponen), lo que ha erigido un sistema de acumulación e hiperconcentración de la capacidad de control sobre la riqueza que arruina a las sociedades, avocadas de ese modo a una pauperización continua y a una ten-
pretensión supuesta de que liberarían Siria del régimen de Assad. Pero sería ingenuo pensar que la sinarquía (‘gobierno de las corporaciones’) financiera, tal como acertadamente la llaman grupos anarquistas, van a transparentar cuáles son en realidad sus planes, intenciones y objetivos. En cambio, lo que estamos viendo a partir de los últimos eventos de París (y desde antes con el 11-S y 11-
funcional (aquel referido a las personas que saben leer pero no entienden lo que leen), no hay una crisis que ha dejado en el mundo a millones sin trabajo (aunque de quienes trabajan y les son cogidos los im-puestos ha salido un “rescate” billonario para los responsables que en lugar de rescatados deberían estar en las cárceles), no hay un cártel farmacéutico que engorda de vender venenos paliativos
Fotograma de la película 1984, de Michael Radford. sión que acaba socavando las bases sobre las que podría garantizarse su integridad, lo que implica la pérdida de la propiedad, el abandono de las zonas rurales y las actividades agrícolas; el hacinamiento y la miseria en las grandes ciudades, la reducción de los vínculos comunales y su sustitución por relaciones contractuales a plazo, y el quiebre de las familias. El tercer factor es la liberación para hordas lumpen adoctrinadas, surgidas de la unión de los dos factores anteriores, de enormes arsenales a partir de los bombardeos de Libia por parte de la OTAN, con la
M), es la movilización uniforme y la puesta en campaña de los mass media, en su mayoría controlados por ellos. ¿Y qué dicen estos medios? No hay una guerra que dura ya treinta años en Oriente Medio, no hay cuatro millones de muertos en Afganistán y drones que a diario matan decenas de personas, no hay un continente africano incendiado por las guerras y el hambre, no hay control de sociedades por el narco y la distribución de estupefacientes, la expansión del alcoholismo, la proliferación de “familias monoparentales”, la prostitución y el analfabetismo
para enfermedades que no se curan sin cambiar nuestras desastrosas formas de vida, no hay un complejo industrial militar que echa panza con los conflictos que se multiplican por doquier y que tienen al mundo a la orilla de un abismo de conflagraciones de las que sobrevivirían nada más que los insectos. No hay nada de eso, y ¿qué hay? Hay ¡ISIS! ¡Y el mundo libre que es el resto! Este es el mantra de los medios, esta es la jaculatoria del Gran Hermano, un Gran Hermano que es mentiroso porque no es un hermano, no es un cercano, aunque se presente como tal; no nos trae
la libertad ni la seguridad aunque nos diga lo contrario, y no nos trae buenas noticias aunque esconda sus malas noticias en el miedo. Para no hablar del anticristo, del falso mesías, del tuerto mentiroso, hablemos de las instalaciones maquínicas de un imperio mundial sin fronteras y sin centro, a excepción del mundo feliz y su periferia. Un mundo empero al que se le ha borrado la sonrisa porque la frenética carrera de los mercados en búsqueda de nichos se ha cebado con la gordura que aún quedaba en el mundo, en Europa y América. Y la periferia, o sea, los salvajes, se han mostrado como una nutrida reserva de elementos sugestionables, tanto en el escenario donde es probado el material de la industria bélica como a este lado de los televisores, donde habita en su mayoría una fauna desencantada y sin historia, y sin capacidad de hacerse preguntas. Con otras características quizás verían, tal vez recordarían, por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial y cómo Hiroshima y Nagasaki y el paseado museo del holocausto evaporaron y quitaron de la vista lo que hicieron los “aliados” con cientos de miles de civiles alemanes. Sin embargo, ciegas, consumistas y crédulas, permanecerán las muchedumbres del mundo con la mirada en la “hiperrealidad” de ISIS, mientras la chusma de los humeantes países árabes seguirá alimentando las filas de las facciones que mantendrá el espectáculo del Gran Hermano. Entre tanto, estamos seguros, no cesarán de crecer las almas que despiertan, que sí se preguntan, que buscan, que quieren llegar. Para ellas no hay París que detenga sus caminos, y por éstas el mundo podrá llegar a ser otra cosa.
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Yumada al-Ula 1437 / Marzo 2016 ISLAM HOY
Ibn Yaafar Al-Qunyi Yahia Ballesteros Granada
N
acido en Cónchar, un pueblecito del Valle de Lecrín en Granada, en el siglo XIV, Ibn Yafaar al-Qunyi apenas es conocido. Viajó por diversas tierras de Oriente y Occidente y, en su vejez, volvió a sus tierras granadinas. Si yo he sabido de él se lo debo al arabista, también granadino, José Miguel Puerta Vílchez, que recuperó y tradujo un manuscrito suyo y lo colgó en internet, donde puede conseguirse completo y de forma gratuita. Podría en este breve artículo comentar ese manuscrito y explicarlo a mi manera; pero en esta ocasión seré más fiel y más claro si me limito a resumir algunas de sus ideas, que en ocasiones recogen citas de sus grandes maestros: Ibn Arabí, Al Gazali, Ibn ´Ata´Allah, Al-Yili o su amigo Ibn al Jatib, que dijo de él: “Era de las personas sanas y delicadas, aunque nunca lo demostraba y lo mantenía siempre oculto debido a su nobleza elevada”. El manuscrito se titula Luces de alocuciones y misterios, y tiene siete partes. Su lectura me trajo a la mente afirmaciones que sólo los poetas simbolistas o los surrealistas de los siglos XIX y XX, algunos teóricos de la física cuántica y filósofos como Heidegger dirían muchos siglos después. Destacaré algunas frases y quien se sienta interesado por el manuscrito íntegro sabe que puede buscarlo en internet. Y Allah sabe más. Parte 1: El misterio de los sentidos: (…) El oído es el umbral de la palabra y el órgano musical de la Imaginación. La visión es también la antesala de la palabra y el conducto de las formas hasta el corazón y la Imaginación. (…) Por medio de los sentidos, la Imaginación percibe la belleza del mundo, que es la Belleza del Verdadero. Los sentidos desarrollan una permanente actividad creadora. Crean el mundo a cada instante cuando lo perciben. (…) Gustamos, luego existimos. Parte 2: El misterio de la Creatividad: Quien crea se une al movimiento creativo del universo y enriquece su ser y la existencia. Creamos, luego existimos. Parte 3: El Misterio del Sentimiento Poético: (…) Pero existe aún otro grupo que practica la poesía como llave, símbolo y ámbito de extinción. Dice el Gran Maestro Ibn
Arabí: “La poesía es el espacio de la globalidad, del enigma, del símbolo y del ocultamiento” (…) y añade (…) la poesía crea “las más maravillosas formas” reuniendo los contrarios, siendo que la “reunión entre contrarios no es posible por medio de la razón” (Ibn Arabí, Daja’ir al-`alaq, 441). El hogar de la poesía se encuentra, por consiguiente, en el corazón (alqalb) y en la Imaginación (aljayal). La poesía es experiencia del lenguaje y del ser. (…) el contenido es respecto a la expresión lo mismo que
más puro espejo en que se manifiesta el Verdadero en su más perfecta forma y contenido. Armonía es el manantial del sol y del esplendor. Su belleza es física y moral. Tiene las más acabadas cualidades físicas y espirituales. Contemplar Armonía y su feminidad que se propaga por el mundo significa contemplar los Nombres del Altísimo en su más elevada expresión. Dice en otro pasaje el Maestro Muhi l-Din: “Las mujeres son para mí la feminidad que se propaga por el mundo, siendo en las mujeres más manifiesta”.
y brilla la fusión de los contrarios. Sólo y exclusivamente en el reino de la Imaginación se percibe la Majestad y la Belleza. Por todo lo precedente, la Imaginación es la facultad propia del pintor, del contemplativo, del poeta, del soñador y del amante. Imaginamos, luego existimos. Parte 6: El Misterio del Amor: En el barzaj de la Imaginación las letras copulan con las letras y engendran palabras. Las palabras cohabitan con las palabras y generan ideas. En las aguas de la Imaginación
en su perfección o en su imperfección, en su consonancia o disonancia, en sus accidentes o su disposición, ni en que sean bellas/buenas o feas/malas, ni loables o censurables. (…) Aquí deseo añadir que la arrolladora pasión de perfección es errónea y peligrosa. Quien corre en pos de ella y no atiende al sentimiento y las sutilezas del corazón perece y hace perecer. En este sentido, reconozco mi debilidad y expreso mi gusto, pues soy de esas gentes de huertas y delicadas obras que aman la belleza de lo pequeño. En las cosas menudas
Atalaya de Cónchar, en el Valle de Lecrín. el espíritu respecto a la forma (sura): es su verdadera belleza (yamal)” (Ibn Arabí, Futuhat, II, 394). (…) El misterio deleita. La poesía genera misterio sin cesar. (…) Es el corazón respirando con el pulmón de la palabra. Es, en definitiva, la acción perpetua de reescritura del mundo. Sentimos, luego existimos. Alocución: Hermano, en el instante de sentir la armonía, el hombre se transforma en mujer y la mujer en hombre se convierte. Parte 4: El Misterio de la Armonía: Armonía es el ideal de mujer, siendo las mujeres el
Parte 5: El Misterio de la Imaginación: Has de saber que tú eres Imaginación, y que todo lo que percibes (tudriku-hu), y aquello de lo que dices “no soy yo” también es Imaginación, puesto que la existencia toda es Imaginación sobre Imaginación, siendo la Existencia verdadera únicamente Dios, o más específicamente Su Identidad (Dhatuhu), su Esencia (`Ayn) (…) La Imaginación es un espejo creador en el que imagina, noche y día, su propio rostro, el rostro de la existencia. En dicho espejo se deshacen las contradicciones, se armonizan los opuestos
las ideas se casan con las ideas y dan a luz el sentimiento. En el espejo de la Imaginación las imágenes se unen con las imágenes y crean un universo. (…) Con el Amor nos fundimos en el movimiento perpetuo de la vida. Sin él, nos paralizamos y en las tinieblas nos extraviamos. El Amor es el hermano gemelo de la muerte. Él es el día y ella la noche, y al contrario también. Son las dos caras inevitables del fluir de la existencia. Amamos, luego existimos. Parte 7: El Misterio de la Belleza: Ibn Arabí hizo hincapié en que consideremos “las cosas por sus esencias, sin fijarnos
habito y con ellas sueño. Tiempo atrás dejé algunos árboles, un riachuelo y un huerto, a los que quizá algún día retornaré. Soy granadino y en Oriente me hice más hondamente granadino. Considero que la belleza de lo sencillo es la más difícil y maravillosa creación. Por ello, prefiero las acequias a los palacios. (…) Hacemos más bella la existencia, luego existimos. Todo eso fue escrito y recogido en el siglo XIV y, en gran parte, en un pueblecito de Granada. ¿Y no queda a su lado la sentencia cartesiana del “pienso, luego existo” un poco ridícula?
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Yumada al-Ula 1437 / Marzo 2016 ISLAM HOY
El hijo del Sol él, le dirige las palabras que inmediatamente que su hijo se desdiga de sus estúpidas palabras. El peligro de lo que pide, le dice, es infinito para él mismo y para toda la creahas venido, hijo, con qué pro- ción. Ni siquiera Júpiter se pósito?”. “Padre, si es verdad atreve a poner sus manos en que lo eres y que mi madre las bridas del carro del sol y no miente, haz que todo el quién podría competir con él. mundo lo sepa, remueve toda El primer tramo, argududa”. “No temas llamarme menta el sol, es casi vertical. padre, tu madre no miente. Los caballos, frescos después Pero para que no te quede de una noche de descanso, la menor duda, pídeme algo, tiran del carro con frenesí. lo que sea, te prometo que lo Después, una vez en medio tendrás. Te lo prometo con de los cielos, aterroriza mi-
molinetes. No me pidas que te dé lo que será tu destrucción segura. El temor paternal por tu vida que ves en mi corazón debe bastarte como prueba de que soy tu padre. “Pídeme lo que quieras de toda la Creación, excepto esto, será tuyo”. Pero Faetón no escucha a su padre. Hay dos razones para ello. La primera, el dolor que la ausencia de padre le ha causado a través de su niñez y primera juventud, un sentimiento que le ha enloque-
rar abajo, hacia la tierra y el océano tan pequeños que mi corazón empuja por salirse del pecho. Después, viene lo más terrible, la bajada en la tarde hacia las aguas de Tetis, donde siempre temo estrellarme. ¿Qué harás cuando con las riendas en las manos tengas que contrarrestar el tirón del giro de los Polos? Incluso si llegas a mantener tu curso, tendrás que atravesar los cuernos del Gran Toro, entre las flechas indecentes del Arquero y la mandíbula devoradora del León Furioso. Sin olvidar las tenazas del Escorpión que te agarrarán por un lado, mientras que por el otro se lanzará sobre ti el Cangrejo con sus dobles
cido. La segunda, que no se puede olvidar que para bien y para mal es hijo del sol. Y algo más, ¿acaso hay algún hijo que no quiera emular a su padre? Asistimos entonces a su tragedia. Los caballos alados sienten desde el primer momento algo raro en el carro. No pesa lo bastante, parece que está vacío y esto les hace perder la cabeza, de modo que se salen de la ruta y se internan en el cielo abierto sin que Faetón pueda controlarlos con las riendas. Por primera vez, las estrellas del Arado se abrasan y, aunque les está prohibido, se arrojan en el Océano Ártico para hundirse en él. También,
Abdulbasir Ojembarrena sueña escuchar: ¡Faetón, hijo mío! Ciudad del Cabo, Luego, padre e hijo hablan Sudáfrica por primera vez. “¿Para qué
“E
l mito es un cuento tradicional, que contiene una referencia secundaria y parcial a algo de importancia colectiva”. Walter Burket En el siglo de Oro español el mito de Faetón es frecuentemente recreado en obras como: Los rayos de Faetón (1639), de Pedro Soto de Rojas; La Fábula de Faetón (1629), del Conde de Villamediana; El Perro del Hortelano (1613) y El Animal de Hungría (1617), de Lope de Vega, o El hijo del Sol, Faetón, de Pedro Calderón de la Barca. Es una historia que responde a la inquietud que reina en lo hondo del Imperio español y de todos los imperios. Como todos los cuentos tradicionales, lo importante está en el cómo. Todo comienza en el típico círculo de amigos, donde unos rivalizan con los otros y donde las burlas escuecen más que los golpes. Uno de ellos, Faetón, a quien los otros tachan de bastardo, responde que su padre no sólo es conocido sino que supera en todo a los padres de los demás porque es Febo, el dios sol. La carcajada que sueltan los demás cuando le oyen -¿cómo puede el sol ser el padre de nadie?- le humilla y le llena de rabia. No sólo ante los demás, sino ante sí mismo necesita demostrar la verdad de que su padre es el sol, que su madre no es una cualquiera que viste su vergüenza con una mentira. Para ello, Faetón, siguiendo el consejo de su madre, atraviesa Etiopía, después la India, hasta llegar al lugar mismo de la Tierra donde todos los amaneceres sale el sol: la casa de su padre, en la que magníficas columnas sostienen una capa de oro que le ciega los ojos, y donde Febo, el sol, vestido de púrpura, se sienta en un trono de esmeraldas radiantes, rodeado por su séquito de las cuatro estaciones, las generaciones y las horas. El muchacho, pasmado, saborea el momento más feliz de su joven existencia. No tanto por contemplar las maravillas que rodean a su padre, sino porque éste, volviendo la cabeza hacia
un juramente inviolable”. Estas palabras últimas de sol son las de un padre conmovido por el sufrimiento que tortura a su hijo. Sin embargo, son peligrosas, porque olvidan que quien las dice es el sol que impera sobre las estaciones y las horas, que por encima de la responsabilidad de ser padre tiene una mayor. Nada más comprensible, pero a la vez nefasto, como se ve a continuación. Porque lo que le pide Faetón es simplemente una locura. Quiere conducir el carro del sol durante un día completo. Un deseo imperial. Y el padre, que se da demasiado tarde cuenta de lo que ha hecho, quiere
la Serpiente, que inverna en el Polo, se despierta furiosa por las quemaduras. Una catástrofe sucede a la otra. Todo arde, los bosques, las montañas y los ríos, naciones enteras se convierten en humo. Entonces la Tierra, estremecida de terror, clama rogando a Júpiter que ponga fin a la terrible desgracia que la aflige, antes de correr a refugiarse en el fondo de sí misma, cerca de la morada de los fantasmas. Júpiter, alarmado, contempla el inmenso incendio, comprueba también que el cielo ha perdido sus nubes y que no hay ni una gota de agua en él. No le queda más que una alternativa. Toma un rayo y lo lanza contra el carro del sol que explota y se disuelve en fragmentos. Faetón, mortalmente herido, salta por los aires y cae dando vueltas, como una estrella fugaz en una noche clara, hasta estrellar su cuerpo abrasado contra el suelo. El caudaloso Eridanus apaga su cuerpo y las ninfas de Italia entierran sus restos en una tumba en la que graban un epitafio: Aquí yace el hijo de Febo, que murió en el carro del sol. Su fuerza, demasiado humana. Su coraje y su orgullo, demasiado ardientes. Su padre, Febo, llora su muerte, también su madre y sus hermanas, las hijas del sol. Éstas, golpeándose el pecho, se arrojan sobre la tumba de su hermano. A largo de días, semanas y meses, sus lamentos se vuelven continuos y obsesivos, hasta que un día una de ellas enmudece, sus pies se han hundido como raíces en la tierra. Poco a poco, lo mismo les ocurre a las otras. Sus brazos se convierten en ramas; sus torsos, en troncos cubiertos por gruesa corteza que silencia los gritos que emiten sus bocas. Sólo, en el silencio, corren sobre la corteza sus lágrimas que, bajo la luz del sol, se convierten en ámbar. Las lágrimas de ámbar de las hijas del sol son arrastradas velozmente por las aguas de un río para adornar, un día futuro, las orejas de las novias romanas.
Imagen: La Caída de Faetón (1636-1638), óleo sobre lienzo de Jan Carel Van Eyck (1610-1685) En la obra se muestra el momento en que Faetón cae abatido por el rayo de Júpiter.