CONCURSO LITERARIO BIBLIOTECA IES ”SÁNCHEZ LASTRA” CURSO 2010 -2011 MODALIDAD TEXTUAL: MONÓLOGO
NIVEL : 1º Y 2º DE ESO
PRIMER PREMIO “EL SAUCE” ¿Qué sabrán los árboles? Mucho más que nosotros, eso seguro. Siempre ahí, estáticos, tan solo otro elemento del paisaje. Y, sin embargo, habrán visto tantas cosas… ¿Qué habrá visto aquel viejo sauce, aquel bajo el que nos cobijábamos de la lluvia, el sol, el frío, el calor, y las lenguas viperinas? ¿Qué habrá escuchado de mis labios aquellas tardes de soledad, cuando corría a consolarme sobre su sólido tronco?¿Cuántas veces me ha abrazado entre sus tristes ramas, que se bamboleaban con el viento? ¿Qué habrá escuchado de ti cuando ibas solo?¿Será el único que ha probado tus lágrimas, esas que tanto escondes y tan recelosamente guardas? ¿Cuántos niños más habrán trepado por él, o se habrán escondido tras su elegante figura? ¿Cuántos enamorados se habrán besado junto e él, celestino involuntario?¿Cuántos más habrán huido del mundo, para tenderse en la hierba que le rodea?¿Cuántos más, como nosotros? Y ni siquiera tiene nombre, ni apellido, historia ni labios con los que contarla. Él se limita a estar allí, confidente. Su espíritu ya es viejo, y siempre quieto y melancólico juguetea con el viento travieso, como un anciano con un niño. ¿Cuántas historias guardará en secreto? Secretos tuyos, y míos. A veces quisiera preguntárselos, pero él siempre calla, pues al igual que jamás me ha traicionado a mí, nunca te fallará a ti tampoco. ¿Recordarás aquella vez que me descubriste, bajo el sauce, llorando desconsolada, por aquello que me habías dicho? Tú también querías llorar por algo que no llegaste a decirme. Qué raro fue encontrarnos aquella tarde. El sauce calló, y se limitó a envolvernos con sus ramas. Nos quedamos mirándonos hasta que el viento cesó. Entonces me besaste y te fuiste, dejándome con la miel en los labios. Lloré de nuevo, bajo el sauce, sin ningún motivo que pueda decir. Después ninguno de los dos recordaría nada. Volveríamos a ser los dos que corrían por la hierba y reían sin razón. Volveríamos a charlar bajo el sol, como los jóvenes de las películas. Y nuestro secreto, como tantos otros, quedaría bajo el sauce. ANDREA A BELLO COLLADOS, 2ºB
ILUSTRACIÓN DE NOEMÍ JIMÉNEZ AFONSO, 1ºA
ILUSTRACIÓN DE CLAUDIA FERNÁNDEZ, 1ºA
PRIMER PREMIO ¿MENTIRAS?
Mentiras, desde que nacemos todo son mentiras, o para no ser tan directa se podría decir que no todo es verdad. - Pues bien, se nos dice que nos trae a casa una cigüeña desde Paris (¡Nada menos!) cuando nacemos. Y nosotros vamos y nos lo creemos, por lo menos hasta que somos un poco mayores. Luego se te cae un diente y ¡oye, que llega el Ratoncito Pérez!, se cuela por debajo de la puerta, coge tu diente y te deja dinero. ¡Claro como es rico, invisible y además colecciona dientes! Y nosotros vamos y nos lo creemos. Más tarde el día de Navidad, Papa Noel, Santa Claus o cómo se le quiera llamar, un señor gordo, con barba, pelo blanco y vestido de rojo, que viaja en reno, te deja regalos, así sin más. Y vamos y nos lo creemos. Pero claro tras la Navidad, en Enero unos reyes de Oriente aparecen con más regalos, y aunque veas que el negro está pintado porque al darle un beso te llena de betún, también nos lo creemos. ¡Son los Reyes Magos! ¡Ah! Se me olvidaba, llegas al día de Reyes (si has sobrevivido a Nochevieja), donde los españoles, comemos doce uvas, a la vez que el reloj a las 12 de la noche da 12 campanadas. Y mientras intentas tragarlas, con riesgo de morir atragantada, pides un deseo. Y nos creemos que se va a cumplir y todo. - Bien, mentiras, ilusiones, sueños, como se les quiera llamar, nos vienen bien, o ¿no? Ya decía Calderón de la Barca, un escritor para quien no lo sepa, que: “todo en la vida es sueño y los sueños, sueños son”.
“The Black girl” (Carla Fdez. Torrejón, 1ºB)
ILUSTRACIÓN DE LAURA GONZÁLEZ-PORTAL LOMBA, 1ºB
2º PREMIO ©MIRANDO ATRÁS ¿Por qué todo me pasa a mí?, siempre igual.
Bueno, en realidad, si me pongo a
pensarlo podía haber sido peor. Si reflexiono pude haber tenido algo de suerte, pues, en vez de tener esta rotura limpia de tibia, podía incluso haber quedado paralítica... La verdad es que lo que tiene que pasar, pasa y ya está. La vida, a veces, es así de injusta. Miro a mis compañeros y los veo mientras corren, brincan o montan a caballo, ¡oooh! ¡montar a caballo! ¡cómo echo de menos esa sensación de libertad y riesgo! cuanto más pienso en ello, más anhelo poder disfrutarlo otra vez. Si pudiera volver al pasado... Tengo que apechugar con lo que me ha pasado, y pensar que todo va a ir bien, que el año que viene ya no me acordaré de estas sensaciones tan negativas. Pero es tan duro... A veces me da por pensar cómo te puede cambiar la vida en un segundo. Un día , por la mañana, te levantas y piensas que vas a hacer el Camino de Santiago, disfrutando con los amigos y, a la vez, montando a caballo que es tu afición preferida. Y te encuentras que, cuando te acuestas, estás tumbada en la camilla de un hospital, después de esperar en la calle por la ambulancia, de haber cambiado de camilla catorce veces y haber estado en tres hospitales diferentes, con tus padres tristes y alicaídos sentados en una silla a tu lado y con una pierna escayolada, por la que puede que no vuelvas a andar incluso hasta unos tres o cuatro meses más tarde. No sé qué pensar. ¿Soy afortunada por no estar peor o tengo que lamentarme por la mala suerte que he tenido? Bueno, cada uno tiene una manera diferente de enfrentarse a sus problemas ¿Por qué tuve que estar yo en ese lugar, en ese momento? y ¿por qué me pasó a mí?, si cayeron otras tres personas más. Bueno, yo no quiero esto para nadie, porque siempre lo recordaré como uno de los peores momentos de mi vida. Me gustaría tanto agradecer a todas las personas que me han ayudado y me ayudan día a día a sentirme un poco más conforme con estos meses que me ha tocado vivir. Porque con un pequeño gesto, como llevar mis libros a la taquilla, me están
prestando, en realidad, una gran ayuda. Ojalá mis amigos pudieran escuchar estos pensamientos. “Devinette” (Mónica Suárez Pizarro, 2ºB)
ILUSTRACIÓN DE JAVIER BAIZÁN FERNÁNDEZ, 3ºB
LA HABITACIÓN Ha sido increíble... Nunca había visto una estancia así. No conocía ninguno de los libros que estaban apoyados unos en otros en aquellas estanterías. Y me parecieron fantásticos, me encantaría leerlos todos, uno a uno.
Me han encantado los cuadros que estaban colgados en la pared, sobre todo el retrato de aquella mujer. Era preciosa y su sonrisa... es aquella que te sale sin pensarlo cuando piensas que eres la persona más feliz del mundo.
Pero lo que más me ha llamado la atención fue aquel vestidor. De él colgaban vestidos de todo tipo, de diferentes colores... Nunca había visto ropas así, solo en algunas películas y en fin, comparados con esos eran unos simples trapos. Me gustaría tener alguno pero creo que por ahora no está a mi alcance. Al lado del vestidor había una cama cubierta de sábanas blancas en la que descansaban cojines de un azul cielo.
En resumen, me encantaría que esa fuese mi habitación. Pero yo no soy ninguna princesa ni nadie de la nobleza así que espero que en un fututo la pueda disfrutar alguien de esa categoría como lo hizo esa feliz chica del cuadro. Aunque ¿quién sabe? Tal vez pueda ser yo.
“Zafiro” (Carla Álvarez García, 2ºB)
FINALISTA EL ÚLTIMO ADIÓS Otra vez estoy aquí; en lo alto de la colina. Miro mi reloj, son las ocho y es tarde. El sol comienza a guardarse entre las montañas, me encuentro bajo el viejo sauce. Estoy sentada en el banco de madera, en nuestro banco contemplando el horizonte. A mi cabeza acuden unas cuantas imágenes; cierro los ojos para visualizarlas mejor, pero poco apoco comienzo a sentirme triste, agobiada, vacía por dentro como si solo fuera un ser al que le faltan sentimientos. ¿Qué es lo que siento?, ¿qué es este sentimiento que me embarga por dentro? ¡Es nostalgia! ; una nostalgia tan grande…que sin darme cuenta, por mis ojos ha comenzado a caer lágrimas. Suspiro. Me froto los ojos, lloro sin consuelo, el tiempo corre al igual que las nubes por el cielo, que está de un color rojizo, reflejando los colores del otoño. Bajo la vista hasta el enorme sol que ya está por la mitad. Me tumbo en el banco y mi cabeza está en el lugar donde se encontrarían sus piernas, mientras su mano jugaría con mis cabellos. No puedo evitar parar de llorar y decido que lo mejor es irme. Me levanto. Cierro los ojos fuertemente, susurro “Adiós” y vuelvo a abrirlos. Paso por debajo del sauce sin mirar atrás porque sé que si vuelvo la vista, no podré marcharme.
“Sauce” (Ylenia Marqués,2ºB)
ILUSTRACIร N DE CRISTINA TEIJEIRO BURGUILLO,1ยบB
ILUSTRACIÓN DE IVÁN GÓMEZ PINTA, 1ºB
CONCURSO LITERARIO BIBLIOTECA IES ”SÁNCHEZ LASTRA” CURSO 2010 -2011 MODALIDAD TEXTUAL: MONÓLOGO
NIVEL : 3º Y 4º DE ESO
PRIMER PREMIO CALLE ARRIBA, CALLE ABAJO Tengo que ir organizando todo, que va siendo la hora de marchar. Mi madre recogiendo la cocina, estupendo. Me pongo el vestido, ahora el escote centrado, en la calle ya lo inclinaré a un lado para que deje libre un hombro; el cinturón elástico que más tarde usaré para fruncirlo y acortarlo, lo meto ahora en el maxi-bolso. Que no se me olvide meter el lápiz y la sombra de ojos, la barra de labios, el maquillaje y mi complemento “estrella”, los tacones. Ya me pilló. Y eso que me los compró ella después de convencerla, bueno ese no es exactamente el verbo, pero los tengo y ella lo sabe. Ya empieza, “no son adecuados a tus años, te van a destrozar los pies, vas a romper un tobillo, no andas nada fino ...” No voy a contestar, no quiero polémicas que llevo las de perder y me puedo quedar en casa. Mira que ya le dijo Eugenia, la tutora, que estaba en una edad difícil, una edad de cambios, pero le cuesta aceptarlo. Me despido, marcho a la carrera. Ya están todas en casa de Patri, que tiene una madre muy enrollada, le hace gracia ver cómo nos maquillamos y cómo nos planchamos el pelo unas a otras, con su plancha, por cierto. Listas,a la calle. Madre, llevo diez minutos con los tacones y ya no puedo más, esperaré a que alguna se ponga las francesitas que son las que ahora viajan en los bolsos y yo desde luego voy la segunda. ¿Cómo algo como unos tacones pueden ser mi pasión y mi martirio? Debimos pasarnos calcando el lápiz de ojos porque ya veo alguna que de reírse, de frotárselos, parece la madre de la familia Adams, yo estaré igual, tengo espejo pero prefiero ni mirarme, que en la calle no hay quien lo quite, que ya cuesta en casa con producto adecuado. Hoy no me lo estoy pasando muy bien, pero el fin de semana que viene volveré a repetir el ritual, que yo quiero tener mi pandilla, que soy como ellas, no soy ninguna “rara”, hablamos de nuestras cosas, nos reímos, reñimos y nos enfadamos, nos amigamos...
Va siendo la hora de volver a casa. Mi madre me pasa el cuestionario de dónde y de con quién estuve, qué hice … y me mira como con resignación. No sé de qué se extraña, vino una holandesa a mi casa y yo fui a la suya (un “muac” para Lieke) y tenía los mismos síntomas, que la adolescencia no conoce fronteras.
“Luna llena” (Sara Noriega Oreiro, 3ºB)
PRIMER PREMIO EL CAUTIVO Era sencillamente complejo. Me invadí de una sensación de miedo aterrador al ver la hoja blanca de papel sobre la mesa. Todo comenzó como debía, las frases se sucedían unas tras otras, aunque no parecía que estuvieran escritas. La tinta de mis palabras se tornaba agria en papel, como si rehusara de hacerse firme, hacerse obra de arte. Triste tarde de invierno, abrazada de ligeras nubes grises que recubrían el azul cielo. La invisible pluma de mi mente se había atascado, impidiéndome continuar como mi factoría literaria.
El acompasado tictac del reloj, parecía tañir con un penetrante y seco sonido, pareciendo referirse a la condena que se me acercaba; mis palabras se alineaban como un ejército adiestrado. Aunque más castigo era el esfuerzo desechado por relatar tan vana historia que parecía no tener fin y aun menos, un principio coherente. Las ideas, inocentes pensamientos que se desplazaban incesantes a través de mi mente, impidiéndome saber qué escribir.
Me encontraba demasiado abrumado como para poder continuar y observé la fina lluvia que se adentraba por la ventana abierta. Tan finas eran las gotas de agua, tan frágiles, tan perfectas que cada una era un mundo infinitamente diferente al anterior. ¡Cuánto habrá vivido el agua!, ¡cuántas historias de seres fantásticos, caballeros montados y princesas en apuros!, tantas historias que me podrían solucionar todos mis problemas.
Volví a mi celda, a mi silla, pensando en traicionar a mi estilo, en acabar la historia de manera previsible, dando al lector la sensación de que leer ha sido una pérdida de tiempo. Horas tras horas, escribí todos los finales posibles que mi mente podía dar. ¿Tan difícil era dar el remate a mi historia?
Paré de escribir, me dije a mí mismo, que era ya
tarde; lo sabía, pero no
quería darme por vencido. En el fondo, creía que aun lo podía lograr, que todo sería posible y que los problemas no existirían. Decidí irme a dormir sin dar un desenlace pensando que al punto final de una buena historia, le siguen dos puntos suspensivos.
Cautivo” (Javier Pérez Paniagua, 4ºB)
ILUSTRACIÓN DE JAIME RODRÍGUEZ GARCÍA, 3ºB
SEGUNDO PREMIO EL DESTINO A veces creo que todo está programado. Cómo si alguien manejase cada segundo de mi vida e hiciese con ella lo que le viene en gana, como si fuera imposible cambiar el futuro porque ya está escrito y en algún lugar, los dedos del destino señalan la hora en su reloj, avisándome de que no queda tiempo. El destino da pocas oportunidades para ser cambiado, la mayoría de ellas pasan desapercibidas, otras simplemente las ignoramos por gusto... es un juego a ciegas, nunca saber cómo va a acabar, y peor aún, nunca saber lo que vas a sufrir para poder llegar hasta el final. El destino es un amante cruel... me lo imagino como a una persona bajita y retorcidamente malvada, que disfruta con la tristeza, que desea que todo se vaya al traste para su satisfacción. Puedo imaginarlo, con su bonito reloj de corazón, apretándolo fuerte en su mano, haciendo que agonice, que se estremezca jugando a capricho con la vida de las personas, complicándolo todo, pasando inadvertido... Pero sé que al final cuando lo dé todo por perdido, cuando no quede esperanza conseguiré encontrar la manera de cambiar el futuro aunque no sea la forma en que lo tenía pensado, aunque tenga que sacrificarme a mí misma para conseguir modificar las cosas. Y por fin poder decir : "Destino revocado" y llorar por mi derrota, y reír por la suya.
The Only exception” (Mariela del Carmen Martín Gómez, 3ºB)
ILUSTRACIÓN DE JORGE SUÁREZ GRAJERO, 1ºC
FINALISTA.
“LOS PADRES” Esas personas que nos dan la vida, nos miman, nos cuidan, nos lo compran todo, hasta los 14 años . A partir de ahí se puede decir que todo se transforma en "Mordor"¿Por qué? Porque se vuelven orcos. Que si eso no lo puedes hacer, que si hoy no sales, que si hoy no hay fiesta,.... Además no se les puede contradecir porque siempre tienen algún argumento que te deja KO. Si, por ejemplo, vas a ir en coche con unos amigos que se acaban de sacar el carnet, tu madre dirá: "! ni coche ni "cocha", tú no vas¡ ".O vas a hacer algo, como comprarte una cosa que todo el mundo tenga menos tú, la conversación acabaría así:- "Pues no se compra" "¿Por? " “¿Qué es que si tus amigos se tiraran por un barranco tu también?" Jaque mate!! Luego los padres están aliados con otras personas a las que llamamos "Profesores" para amargar nuestra existencia. Y entre todos nos pueden torturar hasta límites insospechados por la humanidad. Una de las mayores torturas la hacen llamar "PAU" y dicen que significa "Prueba de Acceso a la Universidad" pero en realidad significa "Perrería Antes de la Universidad" Menos
mal
que
algún
desinteresado
inventó
la
"videoconsola".
Sin
este
maravilloso invento de la humanidad hoy los centros psiquiátricos estarían a máxima capacidad. Pero, por supuesto, los padres adoptaron medidas para evitar nuestra relajación. Como por ejemplo: "!Niñooo, apaga la cosa esa que te quedas ciego!!! Así es la vida adolescente y los padres y sus amigos los "Profesores" podrían ponerse un poco de nuestra parte.
“La letra” (Jorge del Cuadro Castro, 3ºB)
ILUSTRACIÓN DE ALBERTO REY CHOUCIÑO, 1ºC
FINALISTA
“COSAS QUE HABITUALMENTE HACEMOS” Voy a hablar de cosas que todos hacemos habitualmente. Cuando estamos en la cama y decimos: cinco minutos más y nos quedamos una hora más en ella. También cuando hablamos delante de un ventilador para escuchar nuestra voz de robot. Siempre que vemos a alguien corriendo gritamos: ¡Corre, Forrest, corre!, o sí va en bicicleta ¡Vamos, Indurain! Cuando nos caemos en público y nos levantamos corriendo a la velocidad del rayo como si nada. Siempre que picamos a un timbre y preguntan:” ¿Quién es?”, siempre decimos:” ¡YO!” Cuando no encuentras algo y llamas a tu madre desesperado/a y dices: ¡Mamá no encuentro mis playeros favoritos! y tu madre te dice: ¡Como vaya yo y los encuentre...! y da la casualidad de que ¡SIEMPRE los encuentra! y para colmo los encuentra en el mismo sitio en el que has buscado y rebuscado durante mucho tiempo. Siempre nos ha pasado que hemos empujado cuando debíamos tirar, o al revés. Los jubilados españoles si hay una obra cerca de casa se vuelven jefes de construcción diciendo: ¡Niño que así no es!, ¡Lo estás haciendo mal! y se pasan el día mirando cómo trabajan. También cuando vamos en coche y nuestro cerebro percibe el cambio del color verde al ámbar, nuestro cerebro envía un estímulo por la espalda hasta nuestro pie, aceleras, tú no quieres son los colores; que lo hubieran puesto marrón y azul y no pasa. Cuando estás en la cola del supermercado las señoras mayores temen que tu compra se mezcle con la de ellas. La palabra “croquetas”, siempre habrá gente que diga “cocretas” o incluso ¡crocretas!; también pasa lo mismo con las palabra “frambuesa” y “albóndigas”, dirán “fambuesa” y “almóndigas”.
Krasher” (David Fernández Garrido, 4ºA)
ILUSTRACIÓN DE RAÚL TEIXEIRA GARCÍA, 1ºA
FINALISTA
“PALABRAS PARA ELLA” Me siento a escribir y miro hacia ti. Te veo como siempre, radiante, con tu piel blanca, con tu rosto pálido… Fantástico, se podría susurrar; precioso, se podría decir. Cuando te miro, me dan ganas de llorar, de reír, de quedarme mirando hacia ti, sin poder, ni querer decir una palabra, ni tampoco pestañear, porque con cada pestañeo, pierdo un segundo de tu preciosidad, que para mí, significa perder años de vida… Cuando te observo, te veo tranquila, sin preocupaciones, como si a tu alrededor no sucediera nada, y el tiempo no pasase para ti. Veo una figura pálida, espectacular, sin poder decir ni deducir más significados que no sean objeto de deseo hacia ti. Veo que en tu mundo, el que gira sobre ti, todo va perfecto, cosa que del mío tendría que rechazar, porque es completamente contrario al tuyo. Te veo y no puedo quitar esta estúpida sonrisa de mi cara de idiota, y tú sigues sin decir nada, como si no te molestase lo que hago delante de ti, como si te gustase verme así, haciendo el tonto delante de ti, con una cierta pizca de timidez, pero veo que delante de ti todo da igual, mientras tú estés tranquila y sonriente. Cada noche, me quedo mirándote, pareces una foto, un retrato pegado en ese cielo azul tan oscuro como la maldad que flota sobre este mundo, pero tan tranquilo como tú… Veo las estrellas a tu alrededor, como si quisieran bailar contigo, pero parece que las rechazas. ¿Por qué? Eso no lo sabe nadie, ni tú, ni yo… Es así la vida… Contigo, mi mente vuela, mi mente imagina actos, escenarios completamente desconocidos para mí, pero que, aunque esté aquí sentado, me parecen tan sumamente reales, que podría estar encerrado en ellos horas y horas, y que pasasen tan solo unos cuantos segundos. Sinceramente me gusta lo que me das, una pena que yo no te pueda dar nada para ti. Me paso noches observándote, porque es realmente cuando te dejas deslumbrar, con esa tristeza, pero a la vez, esa calma que llevas encima, porque por la noche sales a la calle, y dejas que el mundo, la gente, disfrute de tu esplendor, como si dijeras “aquí estoy para que me observéis, mientras yo no hago nada” y así es, y así lo hago yo… Mirarte noche tras noche, mientras escribo estas cuatro palabras tontas, sin quitarte ojo de encima… Porque observándote así, noto que mi mente asciende a través de mundos imaginarios que me hacen pensar en este gran, pero insignificante mundo, universo en el que vivimos… Pero, ¿qué sería de él sin ti? …mi pequeña Luna… “Palo” (Juan Luis GonzálReboiro, 4º Diversificación)
ILUSTRACIร N DE NATALIA DA MOTA, 1ยบA
ILUSTRACIร N DE PABLO RONCERO, 3ยบB
CONCURSO LITERARIO BIBLIOTECA IES ”SÁNCHEZ LASTRA” CURSO 2010 -2011 MODALIDAD TEXTUAL: MONÓLOGO
NIVEL : BACHILLERATO Y CICLOS FORMATIVOS
PRIMER PREMIO “SOBRAS”
Se acerca el alba. Entre tú y yo: sabes que no nos podremos esconder para siempre. Sabes que cuando menos te lo esperes la bestia va a rebuscar entre estas cuevas y nos va a rebañar de ellas como último aperitivo. Tiene buen olfato, mala vista. Sabe que estamos aquí. Quizá esté llena y por eso no nos haya cogido todavía. Pero lo evidente es que poco nos queda de vida. Ha devorado a nuestros familiares, nuestros amigos, conocidos y desconocidos. Por lo que nosotros sabemos, a todo el pueblo. Es gigantesca, seguramente podría llevarse más de medio hombre de un bocado. Aquí no tenemos comida, no tenemos agua, solo este olor a estiércol y ese cacharro, esa linterna prácticamente acabada. Lo mejor que podemos hacer es salir de aquí y terminar con nuestro sufrimiento, descansar en paz. Levántate y acompáñame, camina despacio. Así. Con sigilo, como si aún quedara una oportunidad. No te dejes coger por la luz de fuera. Sigue caminando. Arrástrate por la pared y ahora, ahora que estás en el borde, mira hacia fuera. Si no hay nada extraño, da el primer paso hacia el exterior, con cuidado. Yo te sigo. Parece que todo está en calma. Atrévete a dar el segundo. La luz no me ciega. Pero, según parpadeo, veo las cabañas en ruinas, no muy lejos. Árboles demediados y algún que otro cadáver que la bestia rechazó. Nos encontramos fuera de la cueva. No siento responsabilidad por mi futuro. Dejo que el destino tome las decisiones. Lo único que siento: silencio. Nada. Ella ya no está. Podemos huir. Buscar u nuevo hogar. No. Tú quieres perseguirla y darle muerte. Y ha llegado a tal punto mi demencia que necesito solo un segundo de pensamiento para apoyarte.
“M. Abeja” (Pedro Ondiviela Hernando, 2ºBCTH)
SEGUNDO PREMIO
“ADORADAS ISLAS PITIUSAS” Increíble, alucinante, brillante, apasionante, inolvidable, azul, magnífico, celeste, emocionante, divertido, sorprendente, relajante, innovador, superior… ¿Hola? Sí, no me he vuelto loca diciendo palabras porque no son palabras al azar, y os preguntaréis, ¿qué significan? Es sencillo, son simplemente adjetivos que describen mi maravilloso verano.
Calas con agua transparente, de color turquesa, recónditas, solo unas cuantas personas y tú, una naturaleza cuidada, un entorno espectacular, la temperatura inmejorable, el sol pegándote en la piel no sin antes haberla protegido, chapuzones en un agua fresca, un libro, pasarse toda la tarde en esa cala leyendo ese libro, relajándote, sola o en compañía, únicamente disfrutando de ese pequeño paraíso, el cual no te das cuenta de que lo estás pisando, de que es real, el que tus ojos ven, pero que tus otros sentidos no parecen darse cuenta. En ese momento me sentía la persona más feliz y afortunada del mundo, un lugar mágico, un auténtico lujo. Si de algo estoy segura es de que no exagero.
Nostalgia, pena, tristeza… eso es lo que siento ahora cuando me doy cuenta de que los días allí se pasaron tan rápido como pasa la vida, en un abrir y cerrar de ojos. Se acabó tan pronto que casi ni te dio tiempo a saborearlo.
Cala en Bosh, Cala en Turqueta, Cala Macarella, Cala Macarelleta, Cala Mitjana, Cala en Porter, Cala Blanca, Cala Galdana, Cala Binibeca Vill, Cala Santadria… Creo que no me voy a olvidar de los momentos que pasé en cada uno de estos lugares, porque cada uno tiene eso que te hace sonreír. Lugares en los que te quedarías allí para siempre, olvidándote de todo lo demás.
Por cierto, después de todo esto, el lugar del que hablo es una de mis queridas y adoradas islas pitiusas, MENORCA. “Ésmeri” (Estela Menéndez Rivero, 1º BCTH)
ILUSTRACIÓN DE JORGE MARTÍNEZ CAPELA, 1ºC
FINALISTA
“RESTOS DEL AYER” Otra vez se repite la historia… Dicen que el hombre siempre tropieza dos veces con la misma piedras pues sí, es cierto lo he comprobado por mi misma. Ha pasado lo mismo, empiezo a confiar en él y pienso “ ¡Bueno! Esto parece que va a salir bien” pero sin embargo luego acaba pasando algo que lo estropea todo. No sabes lo que es sentir que le importas a alguien y que lo tienes ahí. Recibir un mensaje y al abrirlo leer solo “Te quiero”, dos palabras que no decían mucho sino muchísimo o despertarte con una llamada tuya de buenos días. Cada tontería juntos, caricia, palabra cualquier cosa viniendo de ti era mucho. Ahora solo me quedan recuerdos de cada uno de esos días y algo de odio en un trocito de mi corazón hacia ti, que ya es mucho porque no debería ni si quiera recordarte. Gracias por jugármela en su momento, sino ahora me estaría enamorando de la persona equivocada, ilusionándome contigo y con tus cosas, mejor que todo haya acabado ya, pero me da pena que puedas hacer esto a otra persona y le hagas daño. También mentiría si en este momento te dijera que no te echo de menos, pero con el tiempo todo se cura y se cicatriza . De momento cuesta verte y pensar lo que hubo,
ponerme a recordar lo que me decías y lo que hacíamos y conseguir no
respigarme… es muy difícil. La vida es así, de cada obstáculo y problema sacarás lo bueno y de lo malo aprenderás para no volver a pasarlo mal.
“Dulce de manzana” (Andrea Rosas González, 1ºBCTH)
ILUSTRACIÓN DE PAULA ROBLES MARTÍNEZ, 3ºB
FINALISTA
“MIS DÍAS CON ÉL”
Y de repente, sin más demora, se acabó todo. Supongo que le echaré de menos. Bueno, no lo supongo, lo sé, estoy cien por cien segura de que le echaré de menos, es más, no creo que sea capaz de vivir sin él. Es increíble, después de tantas tardes a su lado, tanto tiempo perdido y ahora… se va. No me puedo creer que esté llorando. Si me ve mamá seguro que me pregunta qué me pasa, y la verdad, no me apetece nada hablar. Creo que será mejor que pase página lo antes posible, aunque claro… si fuera tan fácil… Y para colmo, hoy tengo que ir a clase, seguro
que me interrogan. No creo que pueda
soportarlo, espero poder controlarme.
Ojalá nada de esto hubiera pasado, ojalá no le hubiese conocido nunca. Me conformo con que no me hubiera enamorado de él. ¿Quién lo diría!, con lo feliz que era hace dos semanas, y ahora me arrepiento de todo, de cada beso, cada mensaje, cada riña con mi madre por llegar tarde a casa, si es que con él el tiempo me pasaba muy rápido… Y ahora mírame, aquí, sola, llorando, escuchando aquella canción que tanto me recordaba a él. Parezco un alma en pena. Espero no volver a verle nunca más… ¿A quién pretendo engañar? Si es que no puedo sacarle de mi cabeza. Si tengo que ser sincera conmigo misma, diría que solo me arrepiento de una cosa: de no decirle todos los días lo mucho que le quería, de todas las cosas que no le dije, que me callé. Supongo que no me puedo arrepentir de todo lo que sentí estando con él. Él me hizo feliz, y eso no lo puedo negar. Además, el primer amor nunca se olvida, y yo no voy a ser la excepción.
Hope”, (Laura González Menéndez, 1ºBCTH)
ツ。MUCHAS FELICIDADES A LOS GANADORES DE ESTOS CONCURSOS!
ツ。GRACIAS A TODOS LOS PARTICIPANTES!
EL EQUIPO DE LA BIBLIOTECA OS ANIMA CON TODO ENTUSIASMO A
SEGUIR CRECIENDO COMO Jテ天ENES ARTISTAS