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El Taj Mahal: Un himno eterno de amor

El Taj Mahal

Un himno eterno de amor

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Arjumand Banu Begum, más conocida como Mumtaz Mahal, (la elegida del palacio) fue la cuarta esposa del Emperador mogol Sha Jahan, de una familia acomodada de origen persa. Se comprometió con el Príncipe en 1607, cuando tenía 14 años, pero contrajeron matrimonio hasta 1612, fecha señalada por los astrólogos para lograr la felicidad en el matrimonio. Arjumand se convirtió en el amor incuestionable del Emperador, que se olvidó de sus primeras 3 esposas para dedicarse totalmente a su amada, que lo acompañaría en todos sus viajes por el subcontinente indio. Mumtaz Mahal falleció en el parto del decimocuarto hijo, y el Emperador cayó en una profunda depresión.

Sha Jahan ordenó la construcción del más bello edificio construido como un enorme y eterno mausoleo a su amada desaparecida.

El Taj Mahal (Palacio de la Corona) duró 17 años

en construirse, requirió el trabajo de más de 20 mil obreros y un grupo de

los mejores arquitectos liderados por Ustad Isa Khan Effendi, con profusión

de 28 diferentes tipos de piedras preciosas traídas de todos los rincones de Asia, y

mármol blanco extraído de canteras de Rajastán.

El mausoleo amurallado se asienta en 17 hectáreas y se compone de 5 partes: una entrada principal, un jardín, una mezquita en la parte occidental y un salón de juntas en la parte oriental para lograr una perfecta simetría. La piscina alargada sobre la que se refleja divide la zona en dos y sirve de espejo para contemplar la tumba desde la puerta frontal, un punto de vista ideal.

La tumba descansa sobre un pedestal de mármol blanco de 100 metros cuadrados. Todo el edificio, sin contar los minaretes, es igual de ancho que de alto. La cúpula se eleva 44 metros y tiene exactamente la misma altura de la fachada. El único elemento asimétrico es la tumba de Sha Jahan, sepultado finalmente junto a su amada. En la entrada al monumento hay citas del Corán, invitando a los puros de corazón a entrar en los jardines del paraíso.

Un salvaje gobernador británico de la India, Lord William Bentinck, trató de demoler este monumento para vender el mármol y las piedras preciosas, pero para fortuna de la humanidad no pudo llevar a cabo su nefasto proyecto.

Sha Jahan pasó los últimos años de su vida encarcelado por su propio hijo, sentado permanentemente tras una ventana en que podía observar la tumba de su amada, junto a la cual fue finalmente sepultado.

El Taj Mahal fue declarado Patrimonio de la

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