Alternativas culturales propuestas por Jesús de Nazareth, Henry David Thoreau y Leól Tolstói
Los tres grandes precursores de la Noviolencia tratados en este módulo: Jesús de Nazareth, Henry David Thoreau y León Tolstói, son expresiones de una forma de pensar alternativa a la cultura hegemónica y, por lo tanto, expresión también de una sociedad humana que buscó y busca cuestionar y trascender los imaginarios atávicos sedentarios. Lo cierto es que estos tres personajes aportaron desde la teoría y la praxis sólidos argumentos acerca del camino de la paz y la Noviolencia como arma estratégica para conseguir un cambio colectivo, que parte del individuo concreto para extenderse y difundirse, a través de las relaciones humanas, a la colectividad social. El rechazo de la violencia como método es un pilar fundamental en el mensaje de los tres personajes en los que centramos este estudio. En el caso concreto de Jesús de Nazareth, apuesta y promueve por un método distintos para confrontarla a través de la estrategia del desconcierto. En el caso de Thoreau, éste reclama la existencia de personas que se atrevan a reclamar la presencia y guía de la bondad absoluta en un mundo que se mueve con facilidad hacia las salidas violentas y las guerras. Por otra parte, Tolstói apunta a que es irreconciliable el precepto evangélico de la no resistencia al mal con violencia en una institución como es el Estado, basada en todo tipo de violencias. Otro de los puntos comunes entre estos tres pensadores es la necesidad de romper los binarios antagónicos amigo-enemigo, verdad del bien-verdad del mal y la verdad única. Así Jesús de Nazareth, en un intento por deconstruir la relación dualista amigoenemigo, propone como alternativa el método el amor, no como un gesto de bondad, sino como un método de transformación del opositor. Tolstói considera que el argumento de la dominación de los malvados por parte de los buenos que están en los gobiernos es una verdad que hay que demostrar, porque la dominación no se puede ejercer sin humillar, sin mentir, sin violentar y sin instituciones adecuadas para ello. El tercer pilar atávico puesto en duda por estos tres maestros es el poder de los fuertes y la centralidad del mismo. Jesús de Nazareth apunta a la ruptura de la idea de que los fuertes son los gestores por excelencia del mundo y del predomino de la fuerza física como mediadora fundamental en toda relación. Thoreau argumenta que los gobiernos están al servicio de la codicia de una minoría, que son a su vez los que determinan las acciones en contra del consentimiento de sus pueblos, proponiendo como alternativa la presión de la ciudadanía como expresión del poder de la periferia, que exija y posibilite un gobierno mejor. Tolstói considera que, a pesar del evidente sometimiento voluntario de las personas a la violencia estatal, esta misma violencia terminará por deslegitimar la institución estatal.
En cuanto a la idea de la ruptura de las fronteras, Jesús plantea la ruptura de sus límites y la forma creativa de fraternidad universal. Por su parte, Tolstói rechaza y renuncia al Estado porque no está dispuesto a formar parte de las acciones que esta necesita para existir, en contra de la diferenciación implícita a la hora de efectuar fronteras y su justificación a la hora de emprender guerras. La quinta y última idea compartida por Jesús de Nazareth, Thoreau y Tolstói es el concepto de desobediencia. Jesús puso en entredicho la obediencia basada en el miedo al castigo y pretendió cambiar la percepción de Dios construida a partir de una autoridad vertical que supedita sin cuestionamientos. Thoreau propone legitimar la objeción de conciencia como actitud que revalora y dignifica las opciones individuales, al margen de la influencia política y social que ellas puedan tener. Por último, Toltói considera fundamental la desobediencia a cualquier llamado a engrosar las filas del ejército, en concordancia con la norma espiritual y ética que invita a "no matar". Reconocemos los aportes de estos tres precursores en la lucha por los derechos civiles como ejemplos históricos que muestran la capacidad de una alternativa como la que plantea la Noviolencia, y que se insinúa en la nueva cultura emergente.