BENEMERITA ESCUELA NORMAL “Manuel Ávila Camacho”
Curso: Práctica Profesional
Tema: Evidencia de Lectura 2. Cuando la Escuela Pretende Preparar para la Vida Philippe Perrenoud
Maestro(a): Martina Alvarado Sánchez Alumna: Jazmín Vázquez Miranda
Educación Preescolar
Fecha: Lunes 05 de Diciembre del 2016
CUANDO LA ESCUELA PRETENDE PREPARA PARA LA VIDA ¿Desarrollar Competencias o Enseñar otros Saberes? Philippe Perrenoud
¿Es posible desarrollar competencias sin cuestionar los conocimientos? Lo que más amenaza las reformas escolares, de manera general, no son sus adversarios, ni su mala fe, sino su debilidad conceptual, su carácter poco negociador y su precipitación. Las reformas curriculares actuales no cuestionan la pertinencia de los saberes escolares tradicionalmente enseñados. Se limitan a subrayar la necesidad de aprender a usarlos, a aplicarlos en situaciones complejas. Un uso legítimo, pero que se detiene a medio camino. Porque los conocimientos enseñados en la escuela no han sido escogidos para preparas para la vida, sino para dar las bases a quienes proseguirán y profundizarán el estudio de una o varias disciplinas más allá de la escuela obligatoria, generalmente con el fin de seguir una formación profesional y/o universitaria más especializada aún. Los seres humanos, en su mayoría, no estudian por estudiar, sino para emprender acciones. Van a la escuela para salir de ella “armados para la vida”. Lo cual les lleva a adoptar una relación utilitarista con los saberes escolares. Una prudencia comprensible En todo el mundo, los programas orientados hacia las competencias se enfrentan al escepticismo o la oposición activa de una parte de los intelectuales, los docentes, los padres de familia e incluso los alumnos. Una prudencia que nos debía de lo esencial Los conocimientos escolares no fueron escogidos prioritariamente para preparar a la mayoría para la vida. Se enseñan antes que nada porque son
considerados como bases indispensables para quienes profundizarán en la misma disciplina en los siguientes ciclos de estudio. Esto pone de manifiesto que no se puede pretender preparar mejor a los jóvenes para la vida sin precisar de qué fracción de la juventud estamos hablando, y cómo nos imaginamos la vida que les espera y cómo se les prepara para ella. Por supuesto es posible, conformarse con decir que si la escuela fuese más eficiente, si todos hubiesen aprendido a leer tendrían mejores posibilidades de enfrentarse a la sociedad y sus injusticias. Retomar el currículo de la educación básica Las reformas orientadas al desarrollo de competencias intentan de alguna manera restablecer un equilibrio y reintegrar la referencia a la vida en la reflexión sobre los programas de la escuela obligatoria. Un libro en tres partes ¿Enseña la escuela los saberes escolares que se supone que preparan para la vida? Si se evita hacer esta pregunta de forma directa, no es únicamente por prudencia. Es por no haber entendido realmente que una competencia no se define a partir de saberes predeterminados. Estos argumentos podrían pesar en una relación de poder que, aunque aparezca hoy poco favorable, podía evolucionar a medida que se evidencia el creciente desajuste entre lo que los jóvenes aprenden en la escuela y lo que necesitarían para vivir dignamente en el siglo XXI.
Introducción: Competencias. ¿De qué estamos hablando? La fascinación por las competencias Nadie ignora que, para vivir, los seres humanos necesitas desarrollar las competencias que les permitan encarar con cierta facilidad y sin demora las situaciones con las que se enfrentan o enfrentarán con regularidad.
Situaciones que evolucionan y se diversifican Las prácticas obedecen a las costumbres, nadie busca modificarlas, aun cuando un observador externo las viese como poco eficientes o totalmente irracionales. En este tipo de sociedad, la esperanza de vida es limitada y le resulte fácil a un individuo vivir toda su vida respaldándose en la reserva de conocimientos y competencias adquiridas durante la niñez. Esto habla a favor de un aprendizaje a lo largo de toda la vida y no de que todos adquiramos todas las competencias que los individuos de una misma generación podrían llegar a necesitar un día u otro. Frente a la diversidad
de
las
prácticas,
la
formación
común
se
reduce
necesariamente a lo esencial. La Unesco ha insistido en la necesidad de aprender a aprender, contribuyendo a lo que se podía llamar una cultura del desarrollo.