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A un paso del más allá
from INBOX VIII
ROCÍO IPARRAGUIRRE
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga a la catalepsia como una enfermedad psiquiátrica y la divide en dos; la patológica (parálisis por tiempo indeterminado) y la astral (parálisis que puede durar segundos o minutos) pese a ello, hay especialistas que aseguran que la catalepsia solo es un síntoma de los pacientes psiquiátricos.
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Sin embargo, el grupo de rock peruano de El Agustino, Los Mojarras, fiel a su estilo, lo interpreta en su primer trabajo discográfico, Sarita Colonia. En 1992, el tema Catalepsia, que relata la historia de un hombre que es enterrado vivo y muere en el intento por escapar de su tumba, sería un éxito. /Mi cuerpo está frío, tengo un eclipse mental, me han cruzado los brazos, me han metido en un ataúd, mi viejita me mira por el vidrio y se pone a llorar otros que se persignan me echan rezos y se van/
Según el Doctor Bernardo Defilló, la catalepsia es un apagón neurológico. La persona pierde el control de su cuerpo y se sume un estado de parálisis total, mientras dura ese estado, los sujetos pueden ser conscientes de lo que pasa a su alrededor, oír y ver.
Sin embargo, no pueden hablar ni moverse. Los casos registrados muestran que las personas pueden llegar a estar así minutos, horas e incluso semanas. /Quién fue el cojudo que firmó mi defunción sin antes hacerme un examen cerebral, no me hicieron la autopsia por pedido familiar me salve de esa, pero aun así me van a enterrar, vivo/. Sylvan Mulan, un escritor estadounidense, en 1930 acuñó el término Catalepsia Astral, el cual explica que existe un universo paralelo al nuestro en el que solo somos energía y al que accedemos únicamente cuando dormimos; concluye que el estado de catalepsia se da cuando nos quedamos en medio de los dos universos. /Hago mil esfuerzos y puedo algo parpadear, ¡oh! que horror me levantan y me sacan de aquel lugar me llevan en carroza al mausoleo general, oigo una misa es la mía, ¡oh dios mío! me van a enterrar, vivo/
Debido al problema de enterrar viva a la gente, algunas funerarias chilenas, por un costo adicional, colocan en los ataúdes alarmas y campanas; para los que no quieren un gasto adicional, suelen enterrar a sus seres queridos con sus teléfo- nos personales.
Hoy en día gracias al encefalo- grama, los médicos pueden deter- minar si una persona “pasó a mejor vida o no”. Una de las características de la catalepsia es que los cuerpos no presentan putrefacción. /Yo que había vivido sin pensar en la muerte que hacía de todo como si fuera inmortal están tapiando la puerta, empiezo a reaccionar/
En un artículo publicado por Guillermo Vacío, hace referencia a que las principales causas de la catalepsia son las enfermedades del sistema nervioso (Parkinson, epilepsia, esquizofrenia), la mala suministración de medicamentos o la ingesta de cocaína.
No sabemos con exactitud cuáles fueron las motivaciones de Cachuca para interpretar tal condi- ción, pero yo encuentro mi respues- ta en las últimas letras de la canción /adiós parranda, lujuria y bebida/.
Illapu, sobrevivió a la dictadura
YOSELIN ALFARO
Cuando José Miguel Márquez, uno de los miembros del grupo Illapu, recuerda el 07 de octubre de 1981 dice, “yo estaba un poco temeroso, porque con una dictadura todo puede pasar” y, así fue, pasó lo que más temía, cuando la agrupación regresaba a Chile después de su gira en Europa fueron detenidos en el aeropuerto para después ser expulsados, acusados de ser responsables del desprestigio del gobierno de Chile en el exterior.
Para entonces, la agrupación fundada en 1971 por Osvaldo Torres y los hermanos Márquez no había pasado desapercibida para los contrarios gustos de la dictadura de Pinochet.
Bailando y cantando, participando en los espacios que habían sido negados para interpretar canciones en contra del régimen, con tinte andino que la dictadura buscaba callar, la agrupación encabezada por Roberto Márquez, no dio tregua en su producción musical. Pertenecientes al movimiento de la Nueva canción chilena que encabezó en su momento Violeta Parra y Víctor Jara, los Illapu se convirtieron desde 1976, en uno de los grupos más representativos de Chile con el tema Candombe para José, quienes bajo las más cándidas metáforas retrataron la realidad de un país rebelde, decidido a no sucumbir ante el poder mal obtenido.
Afligidos por una despedida que no sabían cuánto iba a durar, los Illapu encontraron en la música lo que las letras en el papel, un medio para comunicarse con su tierra desde la lejana Francia, lugar donde permanecieron en exilio, para después trasladarse a México y adoptar nuevas tonalidades que enriquecieron el ritmo alegre de sus composiciones.
En 1988 Augusto Pinochet concede a los exiliados políticos la libertad de volver a Chile para participar de un plebiscito. Muy a su modo y fiel a sus ideales Illapu retorna a Chile con las emociones a flor de piel para, a pesar de los temores del exilio, cantar a todo pulmón en contra de la dictadura que los había apartado por siete largos años de la tierra que los vio nacer. De esta manera el 21 de septiembre el estadio de La Bandera, es testigo del reencuentro de la agrupación con sus raíces.
Ya dentro de su país, Andrés Marqués compondría el emblemático tema Vuelvo perteneciente al álbum Vuelvo amor, vuelvo vida, que resultó un himno para los desterrados, y quienes abandonaron su país en busca de progreso y nuevas oportunidades. En ella se oye decir: /Vuelvo a casa, vuelvo compañera. Vuelvo mar, montaña, vuelvo puerto. Vuelvo sur, saludo mi desierto. Vuelvo a renacer, amado pueblo/
Temas como Morena Esperanza, Lejos del amor, Un poco de mi vida, entre otras, sonaron en las radios de Chile y en los miles de parlantes de Latinoamérica, convirtiendo a la agrupación que sobrevivió a la dictadura en un acostumbrado invitado de los Festivales de la canción de Viña del Mar, de reconocimientos como el premio Presidente de la República 2003 por haber difundido la canción folclórica chilena a decenas de países.
En los labios e instrumentos de los Illapu la música cobra sentido y razón, como lo dijo Víctor Jara, haciendo referencia a las canciones con contenido social.
Temas como Sobreviviendo, Nuestro mensaje y Manifiesto, son algunas de las canciones que la agrupación interpreta con destreza y haciendo uso de instrumentos musicales de distintas partes de Latinoamérica, cualidad que logra conmover a sus seguidores. Los Illapu no cantan por moda, cantan por justicia, amor y verdad.
ILLAPU / BIOBIOCHILE